DISCURSO DE ARQ. MARIANO ARANA EN EVENTO
Transcripción
DISCURSO DE ARQ. MARIANO ARANA EN EVENTO
DISCURSO DE ARQ. MARIANO ARANA EN EVENTO LANZAMIENTO ECOPLATA 2006 - 2009 1 INTERVENCIÓN DEL MINISTRO ARANA EN EL LANZAMIENTO DEL PROGRAMA “ APOYO A LA GESTIÓN INTEGRADA DE LA ZONA COSTERA” 1º /Agosto/2006 El espacio costero es un lugar de encuentro. Lugar de encuentro entre la tierra y el agua. Entre el medio marítimo y el medio terrestre. También lugar de encuentro humano. La humanidad se desplaza hacia las costas de mares, océanos y grandes ríos y Uruguay no es ajeno a esta tendencia: las mayores densidades de población se concentran en sus litorales. El espacio costero es asimismo lugar de encuentro de actividades humanas diversas: económicas, productivas, sociales, culturales; de disfrute del tiempo libre, de atractivo turístico y propicio para la realización de actividades deportivas (ya sea de afición o de competencia). Y también, ámbito de encuentro –o desencuentro– de competencias o jurisdicciones. En nuestros países, el espacio costero es el más apetecible a los ojos de diversos actores . En forma creciente, el empuje inmobiliario presiona sobre el espacio costero con singular fuerza (baste recordar terminologías como: “la primera fila” para distinguir el especial valor de los lotes con “vista la mar”). La presión inmobiliaria sobre la faja costera para usos urbanos, descarta su utilización para otros usos productivos. El suelo en esas áreas registra un desmedido fraccionamiento con intención urbana o meramente especulativa. Canelones encabeza la lista de los departamentos en el proceso de urbanización, con un 81% de su costa fraccionada. Le sigue Maldonado con un 52 % y muy próximo Montevideo, con un 49 %, de urbanización costera. Afortunadamente, San José y Colonia mantienen todavía, el 78 % de su territorio costero a salvo del voraz proceso urbanizador. En Canelones, en la Ciudad de la Costa, nuestro Ministerio está trabajando conjuntamente con la Intendencia en la formulación de un Plan de Ordenamiento Territorial simultáneo con el proyecto de obras de saneamiento, buscando la sostenibilidad social, económica y ambiental. Difícil tarea en un área geográfica que nunca debió 2 haberse fraccionado en las muy cuestionables condiciones en que se hizo. En la Costa de Oro, la Intendencia de Canelones en colaboración con nuestro ministerio, habrá de convocar a un concurso internacional para impulsar estrategias territoriales capaces de iniciar un proceso de reposicionamiento del área en el contexto nacional e internacional, en tanto urbanización balnearia de singular valor. En Rocha, con un fraccionamiento costero de similares características que Canelones, presenta una fuerte paradoja: área fraccionada – atomizada en lotes no urbanizados. Basta mencionar algunos datos para poner en evidencia el absurdo de nuestra costa: en 140 kilómetros cuadrados de superficie costera fraccionada y no construida –los denominados loteamientos “en espera”–, se cuentan 140.000 lotes individuales, con 540 metros cuadrados de área promedio, sin agua, sin luz, sin vialidad y, obviamente, sin saneamiento. Otra paradoja, de esta situación de absoluto exceso de fraccionamiento, es la que presenta la ocupación ilegal de tierras, ya no como estrategia de sobrevivencia de sectores de extrema pobreza, sino como alternativa mayoritariamente vinculada al esparcimiento, que pone en serio riesgo algunos de los ecosistemas más valiosos de la costa uruguaya. Recordemos que la costa es un espacio de enorme fragilidad. Por sus características naturales, por ser la interfase entre el espacio marítimo y el espacio terrestre, las zonas costeras son las áreas de mayor fragilidad de nuestro planeta. La vulnerabilidad de sus ecosistemas, la abundancia y diversidad de sus recursos naturales, la variabilidad de sus ambientes, explican el extremo cuidado y rigor con que es necesario intervenir en ellos. A la presión sobre la utilización de tales espacios y el aprovechamiento de sus recursos, debe sumarse la certeza del cambio climático y las consecuencias, no sólo de la previsible elevación del nivel de las aguas, sino muy especialmente, la del aumento de la frecuencia e intensidad de las catástrofes naturales. (El temporal del 23 de agosto del pasado año, es un relevante ejemplo.) Pero también, la vulnerabilidad de las áreas costeras está relacionada a su fuerte antropización. La humanidad ha sido y seguirá siendo, el mayor agente de transformación y potencial agresión para el medio ambiente. Las acciones del hombre aumentan la vulnerabilidad y acentúan la fragilidad de los espacios costeros; modifican la biodiversidad, los relieves, las dinámicas marítimas y terrestres. Por ignorancia, por avaricia, o por soberbia, se han provocado y pueden consolidarse, pérdidas irreversibles. Algunas de las mayores agresiones, suelen registrarse por la pesca irresponsable, la forestación indiscriminada 3 o la edificación de aberrantes construcciones clandestinas fuera de toda norma o ......... tolerada por el sector público. Por otra parte, la costa constituye un espacio fuertemente significante. Para nuestras sociedades –y en especial para la sociedad uruguaya, el espacio costero tiene una fuerte impronta; forma parte indisoluble de nuestro imaginario colectivo. Los uruguayos nos identificamos con nuestra costa; según la inefable ironía de Mario Benedetti, somos un “país esquina con vista al mar” Pero además somos: “pradera, frontera y puerto”, tríada que desde su mismo origen singularizó a nuestro país. La costa es así parte de nuestro más preciado patrimonio tangible. Somos una “penillanura suavemente ondulada” pero también, un país costero, con dos grandes ríos y la mar océana. Como todo patrimonio, el costero es un espacio sometido a la eterna tensión entre permanencia y cambio. Institucionalmente, las zonas costeras, son espacios, de gran complejidad. Existe en efecto, una gran superposición de competencias sectoriales y diversos niveles de jurisdicción . Esta superposición y el número de autoridades competentes, son un elocuente testimonio de lo expuesto. Las costas constituyen, seguramente, el territorio con mayor multiplicidad de actores, y presencia de muy variados intereses. Territorio en el cual, se suman, a los actores públicos, los emprendedores privados, los agentes de la sociedad civil organizada y los simples ciudadanos inmersos en una compleja maraña de incumbencias y intereses. Las costas se convierten así en un espacio privilegiado conflicto y para el mayor de los desafíos: el de su gestión. para el La gestión costera se convierte en un desafío pero también, en una enorme oportunidad para la sociedad contemporánea: la de la actividad de gobierno basada; en la acción concertada y duradera. La estrategia de gestión integrada es la respuesta a este desafío que nuestro país ha elegido recorrer para su zona costera. Con ella se pretende alcanzar la administración responsable sostenible del espacio costero, armonizando desarrollo económico, sustentabilidad ambiental y equidad social. De igual modo, se busca concretar simultáneamente la gobernabilidad con la participación de la sociedad –teniendo en cuenta los diversos intereses presentes en ella– promoviendo un sano 4 equilibrio entre el estado, la sociedad civil y el mercado, tal como define la Real Academia el concepto de “gobernanza”. En esta búsqueda de construcción de un modelo de gestión adaptativo propio para nuestra realidad, se inserta la historia reciente, del programa ECOPLATA. Si bien se registra su antecedente directo en la cooperación de Canadá con el Uruguay en la gestión del Río de la Plata desde 1991 – para el fortalecimiento de las capacidades científicas–, el programa ECOPLATA como tal, nace en 1994, consolidándose a partir del Convenio suscrito en 1997. Este programa de define como de apoyo a la gestión integrada de la zona costera y se concreta como la alianza interinstitucional entre el Ministerio de Vivienda Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente, el Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca y la Universidad de la República, con la cooperación inicial y sustancial del Centro de Investigaciones para el Desarrollo Internacional de Canadá y de la Universidad de Dalhousie de ese país, cooperación internacional a la que se asociaron luego el PNUD y la UNESCO. Al subrayar la importancia y la generosa cooperación canadiense con nuestro país, debemos reflexionar acerca de la significación que, en la fase que ahora iniciamos, tendrá la incorporación de nuevos actores en el proceso de encontrar una forma de consolidación para la efectiva gestión integrada de nuestro espacio costero. Los nuevos agentes incorporados en el Programa –que por cierto no son nuevos en la gestión de tales áreas– habrán de completar la necesaria confluencia para la efectiva integralidad de las actuaciones. Entre esos agentes, sobresalen los Gobiernos Departamentales de la jurisdicción costera; actores primarios de la gestión de sus específicos territorios e ineludibles gestores de su transformación y progreso; auténticos protagonistas para la gestión territorial. A ellos se agregan entidades estatales y nuevos actores académicos que enriquecerán y vendrán a completar el universo necesario de cooperación para la actuación integral que deseamos. Destacamos, por su papel creciente en el desarrollo de la zona costera, la incorporación de actores como la Dirección Nacional de Hidrografía, el Ministerio de Turismo y Deportes y la Dirección Nacional de Minería y Geología. ECOPLATA, en esta nueva etapa que hoy iniciamos, le cabe un papel central en la construcción del sistema de gestión integrada. • Por su concepción fundacional de apoyo a esa gestión. • Por su rol acerca de la imprescindible vinculación entre el conocimiento y la praxis. • Por ser facilitadora de la alianza entre entidades de gobierno y los ámbitos académicos. En efecto, la generación del conocimiento pertinente y su vínculo con la actuación 5 territorializada, es característica sustancial del programa; como lo es también la acción colectiva en procura de amplios consensos, a través de la participación democrática como cimiento firme para la eficaz viabilización de las políticas públicas. Entendemos que la gestión integrada y “transversalizada” es necesaria –imprescindible diría yo, en la realidad del Uruguay de hoy– y ésta sólo será posible en la medida que se materialice una gestión planificada. Gestión planificada en la que encontremos, como sociedad, las formas para pensar, formular y proyectar nuestro futuro común, incorporando instrumentos que nos permitan implementarlo. Es así que la Ley de Ordenamiento y Desarrollo Territorial Sostenible –cuyas bases para la redacción nos encontramos en la etapa final de discusión pública y que esperamos enviar al Parlamento en los próximos días– vendrá a incorporar nuevas herramientas jurídicas para la gestión territorial planificada. La nueva fase de ECOPLATA que hoy estamos inaugurando para el período 2006-2009, basa su plan de actuación en la generación de conocimiento pertinente y su vinculación estructurada con las actuaciones concretas, mediante la institucionalización efectiva de la gestión integrada costera. No vamos a detallar aquí el Plan de Trabajo –que va ser presentado enseguida por el Presidente de la Junta Directiva ECOPLATA y la Coordinadora del Programa–, pero permítasenos culminar nuestra intervención con alguna referencia a lo que tenemos planeado encarar en el ciclo que iniciamos, dentro del sistema de ideas que hemos, venido esbozando. El Programa ECOPLATA “se plantea apoyar a los actores gubernamentales, académicos y de la sociedad civil, en la generación y el uso de conocimientos como instrumentos del proceso de toma de decisión sobre la gestión costera. El Programa dará énfasis al trabajo junto a las comunidades locales y a su involucramiento en la gestión de los recursos costeros. Brindará apoyo a las instituciones nacionales y los gobiernos departamentales en el desarrollo de sistemas productivos basados en los recursos costeros, a las actividades de servicio, a las vinculadas al turismo y a otras actividades costeras.” En base a sus lineamientos y los problemas inicialmente percibidos por los actores vinculados, se han planteado en el Plan de Trabajo cinco Áreas Temáticas a ser instrumentadas en la actuación para esta nueva Fase. Estas Áreas han sido identificadas como: “Gobernanza”, “Vulnerabilidad de la Zona Costera”, “Desarrollo Productivo Sustentable”, “Infraestructuras Costeras” y “Sistema de Información Ambiental Costera”. 6 Simultáneamente con los trabajos para la concreción de la nueva fase, la redacción de sus múltiples documentos y la implementación de su estructura básica elemental de funcionamiento, se ha iniciado por parte de las instituciones, la ejecución de algunas de las acciones previstas por le Plan de Trabajo. En el sentido indicado, es merecedora de atención la acción emprendida para la generación de un Sistema de Información Ambiental Costera. Se ha avanzado sustancialmente en su concreción, coordinando con otros programas –PROBIDES, Sistema Nacional de Áreas Protegidas, Cambio Climático, FREPLATA y otros–, en lo que constituye un promisorio avance de gestión integrada, en este caso, para la gestión de la información vinculada a la costa. Esta etapa de transición, ha sido también un período para la búsqueda de acuerdos interinstitucionales y el involucramiento de los nuevos asociados para esta empresa colectiva de consolidar la gestión responsable en la zona costera. Hemos convocado a variadas instituciones para esta importante ceremonia de Lanzamiento de la Nueva Fase del Programa ECOPLATA. Luego de la pausa, los técnicos y representantes institucionales procurarán precisar una agenda común que concrete el Plan de Trabajo que permita construir, entre todos, la Gestión Integrada de las Zonas Costeras y lograr, en los plazos esperados, los frutos necesarios. Estamos invitando a ciudadanos y funcionarios –en tanto servidores públicos- a trabajar juntos, con un enfoque, integrador de escalas, objetivos e intereses. Debemos dar el salto de la cultura sectorializada y compartimentada a una nueva cultura de auténtica cooperación en la gestión pública. A esto los convocamos. Montevideo, 1º de agosto de 2006. 7