Mosca tigre para el control de mosca blanca y esciáridas
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Mosca tigre para el control de mosca blanca y esciáridas
i n v e s t i g a c i ó n i n v e s t i g a c i ó n i n v e s t i g a c i ó n CONTROL BIOLÓGICO POR CONSERVACIÓN DE LA FAUNA AUXILIAR EN SEMILLEROS: Mosca tigre (Coenosia attenuata) para el control de mosca blanca y esciáridas M. .M. TÉLLEZ NAVARRO *, CUADRADO GÓMEZ, I.M.*, CABELLO GARCÍA T.**, LARA ACEDO L.*, GARCÍA GARCÍA M.C.*, TAPIA PÉREZ, G.V.* * Centro de Investigación y Formación Agraria "La Mojonera La Cañada"(I.F.A.P.A.) ** Universidad de Almería (UAL). c omo consecuencia de la importante reducción de tratamientos químicos llevada a cabo en todos los sectores agrícolas, poco a poco las condiciones en los invernaderos se prestan a la entrada espontánea de fauna auxiliar y su actuación en los diferentes cultivos hortícolas. Dentro de esta mezcla de fauna espontánea, durante la campaña 2000-2001 y en concreto en la zona de Dalias-Berja, se detectó la presencia de un insecto similar a una mosca común en cultivo de pimiento, donde se estaban aplicando programas de control integrado y que posteriormente fue identificado como Coenosia attenuata Stein. Este depredador también se encuentra presente en las provincias de Granada y Málaga, así como en la Comunidad de Murcia y Valencia. La expectativa creada en la zona ante la presencia espontánea de este nuevo depredador despertó gran interés dentro del sector dedicado al manejo integrado de plagas, lo cual dio lugar a la puesta en marcha de un proyecto de investigación desarrollado en el Centro I.F.A.P.A. de la Mojonera (Almería) y financiado por la 106 plantflor Fundación para la Investigación Agraria en la Provincia de Almería (F.I.A.P.A.). Los objetivos planteados en el proyecto han ido encaminados a valorar las posibilidades de este depredador espontáneo como agente de control biológico, mediante el estudio de la capacidad de depredación de los adultos, su dinámica de poblaciones en condiciones de invernadero, la acción depredadora sobre otros organismos beneficiosos, y por último, los efectos secundarios de plaguicidas sobre las poblaciones de mosca tigre. Descripción y comportamiento de la mosca tigre Coenosia attenuata es un díptero indígena de la región Paleotropical, estando el origen de su distribución Europa Central. Ha sido citada a nivel mundial como “la mosca asesina” o “la mosca cazadora” aunque en el sudeste de España se le conoce como “la mosca tigre”. Este insecto, pasa en su ciclo biológico por cuatro estados de desarrollo: huevo, larva, pupa y adulto. La hembra adulta realiza la puesta de huevos en el sustrato, en el cual se desarrolla todos los estados inmaduros (huevo, larva y pupa). Un buen sustrato para el desarrollo de la mosca tigre tiene que ser húmedo, bien aireado y con aportaciones de materia orgánica. Los adultos emergen de las pupas en el suelo y pueden observarse dentro del invernadero. La mosca tigre es un depredador polífago tanto en su estado larvario como en estado adulto. Como adulto es capaz de alimentarse de una gran variedad de insectos voladores, entre los cuales se encuentran adultos de mosca blanca, minadores, y esciáridos (mosquillas de la humedad, plaga de gran problemática en semilleros hortícolas y ornamentales). El estado larvario que se desarrolla en el suelo, también tiene capacidad depredadora, alimentándose principalmente de las larvas de esciáridos presentes en los sustratos. El comportamiento de la mosca tigre a la hora de capturar otros insectos para alimentarse es muy peculiar ya que se sitúa en posición de espera sobre la estructura del invernadero, en el cultivo o en los hilos del entutorado. Cuando es adulto detecta el vuelo cercano de una presa le lanza una emboscada atrapándola en el aire con sus patas, únicamente caza en vuelo y no poseen capacidad buscadora. Tienen poca visión y necesitan acercarse mucho a la presa. Una vez atrapada, la llevan normalmente al lugar de origen desde donde inició la emboscada para desgarrarla con su diente adaptado en forma de puñal succionando el interior. i n v e s t i g a c i ó n Evaluación de su potencial depredador y dinámica de poblaciones Uno de los puntos más importantes a la hora de evaluar la eficacia de un agente de control biológico como depredador, es valorar su actividad de depredación sobre las especies plaga de las que se alimenta a través de un estudio de su respuesta funcional. En condiciones de laboratorio se evaluó la respuesta funcional de la mosca tigre sobre adultos de tres especies plaga: esciáridos, moscas blancas y minadores, variando la densidad de cada una de las presas. Los resultados indican que la mosca tigre presenta una eficacia mayor en el control de poblaciones de su presa natural, como son los esciáridos y también de la mosca blanca. Sin embargo, para el minador al intervenir el tiempo de manipulación (tiempo que tarda en manipular el insecto para depredarlo), éste puede ser un factor limitante, dado que es un insecto de mayor tamaño y presenta un abdomen más duro, por ello tiene menor potencial para controlar esta plaga. Por otra parte, el estudio de la dinámica de las poblaciones de la mosca tigre dentro de los invernaderos, nos ha permitido conocer las tendencias poblacionales del insecto y su relación con las diferentes presas. Los resultados indican una interrelación clara y altamente significativa entre las poblaciones de la mosca tigre y las poblaciones de esciáridos, especie sobre la que la mosca tigre ejerce un control, si bien depende de ella para su su- pervivencia (puesto que las larvas de la mosca tigre se alimentan de las larvas de esciáridos presentes en el suelo), de manera que una disminución de la población de esciáridos supone una disminuFigura 1 ción de la población del depredador. De manera que, aunque los estudios de respuesta funcional en condiciones de laboratorio determinan un importante potencial de la mosca tigre en el control de su presa natural (esciáridos) y de la mosca blanca, el estudio de dinámica de poblaciones en condiciones reales de campo indica que este depredador sólo ejerce un control sobre las poblaciones de esciáridos, de las cuales a su vez depende para su desarrollo y reproducción, por lo que ambas poblaciones se autorregulan entre si y determina que, en la práctica la mosca tigre por si misma no sea capaz de realizar un control eficaz sobre otras plagas como la mosca blanca. Compatibilidad con los enemigos naturales La alta capacidad depredadora de este insecto en estado adulto, que incluso da lugar a casos de canibalismo entre individuos de la misma especie, pone manifiesto que ante la ausencia de plaga-presa puede haber un efecto negativo sobre aquellos enemigos naturales utilizados en el control biológico de plagas. Se ha determinado en condiciones de laboratorio la acción depredadora de C. attenuata sobre aquella fauna auxiliar más utilizada actualmente en los programas de control biológico, tanto en ausencia como en presencia de una presa alternativa como la mosca blanca. Los insectos utilizados como presas en estado adulto fueron: mosca blanca, Bemisia tabaci; Aphidius colemani: parasitoide de pulgones; Diglyphus isaea: parasitoide de minador de las hojas; Eretmocerus mundus: parasitoide de mosca blanca; Nesidiocoris tenuis: depredador polífago con clara preferencia por mosca blanca; y Orius laevigatus: depredador generalista, con preferencia sobre trips. En la figura 1 se representa el porcentaje de depredación de la mosca tigre sobre los diferentes organismos beneficiosos tanto en ausencia como en presencia de mosca blanca. Los resultados obtenidos indican que dentro de las especies de parasitoides ensayadas, en ausencia de presa alternativa, plantflor 107 i n v e s t i g a c i ó n A. colemani y D. isaea son presas más fáciles que el parasitoide E. mundus. Ambos de mayor tamaño y coloración más oscura son más visibles y como C. attenuata necesita acercarse mucho a las presas para reconocerlas E. mundus pasa inadvertido para el depredador. Sin embargo, en presencia de la mosca blanca como presa alternativa, el porcentaje de depredación sobre los parasitoides se reduce, lo cual indica que la mosca tigre prefiere depredar mosca blanca, probablemente porque le resulta más fácil atraparla para alimentarse de ella. En cuanto a los depredadores, como N. tenuis y O. laevigatus, prácticamente no existe depredación por C. attenuata, ni en ausencia ni en presencia de la mosca blanca, al ser insectos de mayor tamaño y que disponen de estructuras como el estilete, probablemente se defienden mejor frente a los ataques de mosca tigre. Teniendo en cuenta que las experiencias se han llevado a cabo en las peores condiciones para los insectos auxiliares, condiciones que se dan con baja probabilidad en campo, podríamos considerar que la presencia de poblaciones naturales de C. attenuata no interfiere con la actividad de los depredadores, si bien con los parasitoides en ausencia de otras presas habría que prestar especial atención. Efectos secundarios de los plaguicidas El éxito en la utilización de un enemigo natural en el control biológico (ya sea por inoculación o bien por conservación dentro de un programa de lucha biológica) no sólo va a depender de su eficacia como parasitoide o depredador, sino que estará influido por otros factores tales como los posibles efectos secundarios del conjunto de materias activas que están aplicando para el control de otras plagas y enfermedades que influyen en dicho cultivo. Se ha determinado la acción inocua o tóxica que sobre la mosca tigre pueden ejercer los distintos pesticidas, con el fin de establecer aquellos que pueden ser compa- 108 plantflor tibles con la presencia del insecto. Las materias activas (m.a.) ensayadas han sido: abamectina, imidaclopid, acrinatrin, piriproxifen, tebufenocida, spinosad, lufenuron, buprofezin y metil tiofanato; todas ellas autorizadas para su uso en los programas de lucha integrada, excepto el acrinatrin utilizada en control químico. Los ensayos fueron realizados en condiciones de laboratorio para valorar la toxicidad inicial y los resultados se muestran el la figura 2. En la gráfica se representa el porcentaje de mortalidad para cada materia activa. Spinosad es clasificada como tóxica, con casi un 90% de mortalidad. Para el resto de las materias activas los porcentajes de mortalidad varían entre el 55% para el buprofezin y el 41% para el tebufenocide, todas ellas clasificadas como moderadamente tóxicas. Los datos de toxicidad obtenidos en laboratorio indican que los adultos de la mosca tigre se pueden ver afectados por la mayoría de los productos ensayados, especialmente por el spinosad, aunque hay que tener en cuenta, que estas condiciones son las menos favorables para el insecto. En condiciones de invernadero, es muy probable que las poblaciones de adultos se vean menos afectadas. Los estudios llevados a cabo por otros autores Morechi (1999) determinan que en invernadero, un tratamiento puntual puede disminuir la población de adultos, sin embargo las poblaciones pueden llegar a recuperarse, dado que los estados inmaduros de este depredador están más protegidos de estos tratamientos en el sustrato. Conclusiones La aportación de este depredador al con- trol biológico de plagas debe ser considerada desde el punto de un control biológico por conservación; sobre todo para el control de poblaciones de esciáridos en invernaderos donde haya una alta incidencia de esta plaga (semilleros, viveros y planta ornamental). Su puntual control sobre otras plagas de gran importancia en los cultivos hortícolas como es la mosca blanca, determinan que puede actuar como complemento a las introducciones de otros enemigos naturales, pero no es considerado como un organismo beneficioso de interés desde el punto de vista de de un control biológico inoculativo e inundativo. Estas poblaciones naturales no deben influir en la actividad de insectos depredadores utilizados en control biológico, si bien en el caso de parasitoides habrá que prestar mayor atención debido a la posibilidad de que les afecte, cuando no tenga disponibilidad de sus presas naturales. La comercialización de este insecto es problemática no solo por las dificultades de cría en masa, sino porque la ausencia de un sustrato adecuado que no permita el desarrollo de poblaciones de esciáridos, limita el establecimiento del depredador en el invernadero. Este hecho no anima a las casas de control biológico a invertir en su comercialización.