Comportamiento de perros y gatos - Inter-Medica Inter

Transcripción

Comportamiento de perros y gatos - Inter-Medica Inter
PEQUEÑOS ANIMALES
Consulta veterinaria en 5 minutos.
Clínica de animales de compañía.
Comportamiento
de perros y gatos
Autor: Debra F. Horwitz,
Jacqueline C. Neilson
Presentación: tapa dura
Formato: 17 x 24 cm
Páginas: 512
Ilustraciones: en color
Edición: 2010
ISBN: 978-950-555-379-2
E
ste manual único se ha diseñado como una referencia rápida para los veterinarios. La información es fácilmente disponible en un formato práctico y fácil de usar, con temas por orden alfabético para facilitar su consulta. La cobertura incluye los comportamientos típicos de problema en perros y gatos, como diversos tipos de agresión, ansiedad, miedo, comportamiento destructivo, entre
otros. Los apéndices proporcionan recursos adicionales como: psicofarmacología, el aprendizaje y
la modificación de la conducta y folletos guía para los clientes.
Editorial Inter-Médica S.A.I.C.I. • Junín 917 – Piso 1º “A” • C1113AAC • Ciudad Autónoma de Buenos Aires – República Argentina
Tels.: (54-11) 4961-7249 – 4961-9234 – 4962-3145 • FAX: (54-11) 4961-5572
E-mail: [email protected] • E-mail: [email protected] • http://www.inter-medica. com.ar
Contenido
Capítulo 1. Dermatitis acral por lamido: perros
Capítulo 36. Fobia a los fuegos artificiales
Capítulo 2. Agresión/Canina: clasificación y generalidades
Capítulo 37. Succión de flanco
Capítulo 3. Agresión/Canina: miedo/defensa
Capítulo 38. Caza de moscas
Capítulo 4. Agresión/Canina: alimento
Capítulo 39. Ansiedad generalizada
Capítulo 5. Agresión/Canina: hacia personas/gente conocida
Capítulo 40. Micción y defecación en la casa: perros
Capítulo 6. Agresión/Canina: hacia personas/gente desconocida
Capítulo 41. Micción y defecación en la casa: gatos
Capítulo 7. Agresión/Canina: idiopática
Capítulo 42. Hiperactividad: perros y gatos
Capítulo 8. Agresión/Canina: entre perros/perros conocidos
Capítulo 43. Salto sobre las personas: perros
Capítulo 9. Agresión/Canina: entre perros/perros desconocidos
Capítulo 44. Salto sobre superficies horizontales: gatos
Capítulo 10. Agresión/Canina: posesión
Capítulo 45. Lamido/Exceso
Capítulo 11. Agresión/Canina: redirigida
Capítulo 46. Marcación: perros
Capítulo 12. Agresión/Canina: territorial
Capítulo 47. Duelo: perros y gatos
Capítulo 13. Agresión/Canina: consultorio veterinario
Capítulo 48. Mordisqueo/Juego con mordidas y juego agresivo: perros
Capítulo 14. Agresión/Felina: clasificación y generalidades
Capítulo 49. Actividad nocturna: perros y gatos
Capítulo 15. Agresión/Felina: miedo/defensa
Capítulo 50. Fobia a los ruidos: perros y gatos
Capítulo 16. Agresión/Felina: entre gatos
Capítulo 51. Pica: perros y gatos
Capítulo 17. Agresión/Felina: inducida por caricias
Capítulo 18. Agresión/Felina: relacionada con el juego
Capítulo 19. Agresión/Felina: redirigida
Capítulo 20. Agresión/Felina: relacionada con el grado social
Capítulo 21. Agresión/Felina: territorial
Capítulo 22. Agresión/Felina: consultorio veterinario
Capítulo 23. Agresión: diagnósticos diferenciales médicos
Capítulo 24. Ansiedad: generalidades, perros y gatos
Capítulo 25. Llamado de atención: perros y gatos
Capítulo 26. Ruego: perros y gatos
Capítulo 27. Masticación: perros y gatos
Capítulo 28. Disfunción cognitiva: perros y gatos
Capítulo 29. Compulsión: perros y gatos, generalidades
Capítulo 30. Coprofagia
Capítulo 31. Juego y exploración destructivos: gatos
Capítulo 32. Excavación: perros
Capítulo 52. Predación: perros y gatos
Capítulo 53. Alopecia psicogénica/Sobreacicalamiento: gatos
Capítulo 54. Vagabundeo: perros y gatos
Capítulo 55. Rascado: gatos
Capítulo 56. Ansiedad por separación: perros y gatos
Capítulo 57. Persecución de sombras y luces: perros
Capítulo 58. Robo de objetos de la casa: perros y gatos
Capítulo 59. Caza de la cola y giros: perros y gatos
Capítulo 60. Fobia a las tormentas
Capítulo 61. Viajes y problemas relacionados: perros y gatos
Capítulo 62. Marcación con orina: gatos
Capítulo 63. Vocalización: perros y gatos
Capítulo 64. Succión de lana e ingestión de telas: gatos
Apéndice A. Farmacología
Apéndice B. Aprendizaje y modificación de la conducta
Capítulo 33. Miedo a las personas: perros y gatos
Apéndice C. Otros recursos para los profesionales veterinarios
Capítulo 34. Miedo a lugares y cosas: perros y gatos
Apéndice D. Folletos guía
Capítulo 35. Miedo al exterior: perros
Índice
Editorial Inter-Médica S.A.I.C.I. • Junín 917 – Piso 1º “A” • C1113AAC • Ciudad Autónoma de Buenos Aires – República Argentina
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capítulo
Vocalización:
perros y gatos
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DEFINICIÓN Y GENERALIDADES
La vocalización de las mascotas usualmente sólo es problemática para los dueños cuando es excesiva o
cuando el dueño no puede controlar su comienzo ni su duración. Los motivos por los que los animales
vocalizan son varios: dolor, territorialidad, atención, ansiedad, facilitación social, agresión. Este capítulo
discute principalmente la vocalización que suele ser molesta, como los ladridos por razones territoriales,
y los ladridos y maullidos para llamar la atención.
ETIOLOGÍA Y FISIOPATOLOGÍA
La vocalización es una forma de comunicación en perros y gatos.
Cuando es excesiva, puede ser un componente de ciertas enfermedades que causan dolor o desorientación.
Las gatas vocalizan durante el estro (celo).
RESEÑA Y ANAMNESIS
Razas:
• Las razas de perros guardianes y territoriales se presentan más a menudo por ladridos.
• Entre los gatos, los más representados son los orientales, sobre todo el Siamés.
Hallazgos de la historia clínica
Generalmente, el dueño dice que la mascota vocaliza en momentos inapropiados o inconvenientes.
• Puede ser cuando el dueño trata de dormir, de descansar o de hacer alguna otra cosa.
También puede informar ladridos por excitación, justo antes de los paseos (caminata o en auto), o
cuando el dueño llega a la casa o está por irse.
Ladridos excesivos frente a ventanas, puertas y rejas, por la presencia de personas, animales y tráfico.
• En algunos casos, el animal también hace esto desde dentro del auto.
• Los ladridos ante la llegada de visitas a la casa puede ser tan intenso que no permite tener una conversación normal.
Los perros también vocalizan para pedir atención, juego o comida.
Los perros pueden vocalizar cuando el dueño está haciendo alguna otra cosa, como trabajar en la computadora, hablar por teléfono o interactuar con otros miembros de la familia.
Los dueños de gatos que buscan ayuda por la vocalización de su mascota se refieren al comportamiento
de pedir atención o alimento.
• Algunos gatos vocalizan a la noche y no dejan dormir a los dueños.
Factores de riesgo y contribuyentes
Falta de reglas claras para la interacción
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CONSULTA VETERINARIA EN CINCO MINUTOS DE BLACKWELL
Imposibilidad del animal de satisfacer sus necesidades sociales, biológicas y ambientales sin cierta interacción proactiva
Falta de intervención durante los primeros episodios de vocalización
• La incapacidad del dueño de detener el comportamiento puede ser interpretada por el animal
como una forma de alentarlo a hacerlo.
Predilección de ciertas razas por la vocalización
Ansiedades y miedos subyacentes
Preguntas pertinentes para la anamnesis
¿Cómo está compuesto el hogar? (Incluir personas y otras mascotas)
• Esta información permite al veterinario identificar áreas que necesiten manejo adicional y el
tiempo de que dispone la familia para la rehabilitación de la mascota.
Rutina diaria del animal (alimentación, ejercicio, entrenamiento, juego, interacción social).
• Indagar sobre el enriquecimiento ambiental (comederos juguete, torres para trepar, caminatas y
otros objetos o actividades lúdicos).
• ¿Cómo reacciona la mascota ante la partida del dueño? ¿Hay signos de angustia por separación?
Duración y progresión del problema.
• Los comportamientos de larga data tienen peor pronóstico.
¿Cómo son los episodios de vocalización y cuánto tiempo pasa el animal haciéndolo?
• ¿Vocaliza en ciertos momentos, o se puede encontrar algún estímulo específico que dispare el
comportamiento?
• Estos estímulos ¿indican con seguridad que el animal vocalizará?
¿Puede el dueño interrumpir el comportamiento? ¿Cuánto tarda el animal en volver a hacerlo?
• ¿Se ha podido hacer callar a la mascota una vez que había empezado a vocalizar?
• Si se pudo ¿cuándo comenzó ésta a vocalizar otra vez?
• ¿Cómo responde el animal cuando el dueño trata de interrumpirlo?
• ¿Es posible que se ponga agresivo?
¿Con qué estímulo, o en qué lugar o circunstancias ocurre el comportamiento?
¿Cómo reacciona el dueño ante el comportamiento?
• ¿Alguna vez se le pudo enseñar al animal la orden "callado"?
¿Qué tratamientos se han intentado anteriormente y cuál fue la respuesta del animal a cada uno?
• Reprimendas físicas.
• Dispositivos de interrupción, como collares, ruidos, etc. ¿Qué resultado tuvieron si se usaron?
DIAGNÓSTICOS DIFERENCIALES
Perros
Distintas condiciones de ansiedad pueden causar ladridos excesivos; sobre todo, la ansiedad por separación.
Miedo o ansiedad por ciertas situaciones o personas
Comportamientos territoriales
Excitación y facilitación social
Desorden compulsivo
• Estos casos usualmente se presentan con ladridos monótonos, sin ningún disparador aparente
Disfunción cognitiva
Dolor
Pedido por insatisfacción de necesidades de sociales, biológicas o ambientales
Llamado de atención
VOCALIZACIÓN: PERROS Y GATOS
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Gatos
Estro (celo)
Agresión entre gatos
Ansiedad por separación
Dolor
Angustia social
Condiciones endocrina, como hipertiroidismo
Enfermedades cardiovasculares, como hipertensión
Pedido por insatisfacción de necesidades de sociales, biológicas o ambientales
Disfunción cognitiva
Llamado de atención
DIAGNÓSTICO
Exámenes físico y neurológico completos. Otros estudios, según indiquen los hallazgos iniciales.
Hallazgos patológicos
Usualmente ninguno, a menos que haya una enfermedad subyacente que cause malestar y la vocalización resultante.
TRATAMIENTO
Seguridad
Si los ladridos se asocian con territorialidad y agresión, los dueños no deben poner al perro en situaciones en las que pueda ocurrir el comportamiento.
• Por ejemplo, puede ser necesario bloquear el acceso del animal a puertas y ventanas.
• Se puede no dejar salir al perro solo.
Si los intentos de interrumpir físicamente la vocalización resulta en agresión redirigida, no se deben
usar estos métodos.
Manejo
Si se identifica algún disparador, el evitarlo puede hacer disminuir la vocalización.
Asegurarse de satisfacer todas las necesidades sociales, lúdicas y exploratorias, para reducir las vocalizaciones dirigidas a obtener estos recursos.
En los casos de gatos que vocalizan a la noche, encerrarlos en otro lugar de la casa puede permitirles a
los dueños dormir.
Técnicas para la modificación del comportamiento
El tratamiento tiene varias partes: eliminar el estímulo que causa la vocalización; usar la extinción para
la vocalización en momentos inapropiados; el contracondicionamiento para obtener una nueva respuesta; enseñar la orden "callado"; aumentar el control del dueño; y brindarle al animal las actividades y recursos adecuados para que pueda satisfacer sus necesidades sociales, lúdicas, exploratorias y
metabólicas.
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CONSULTA VETERINARIA EN CINCO MINUTOS DE BLACKWELL
Eliminar el estímulo: Si el perro ladra por estímulos generados fuera de la casa, éstos deben evitarse
siempre que sea posible. (Véase el cap. 12, Agresión/Canina: territorial, para más información.) Algunas
de las medidas que se pueden tomar, según el caso, son:
• Bloquear la visión desde las ventanas; no dejar que el perro salga sin supervisión; si el animal
ladra durante las caminatas, suspenderlas o hacerlas cuando se puedan minimizar los encuentros
con otros animales o personas.
• Si el perro ladra demasiado cuando vienen visitas a la casa, y el dueño no lo puede controlar, se
debe confinar al animal antes de que lleguen las visitas, y dejarlo allí hasta que esté tranquilo.
• Si el perro o gato vocaliza excesivamente cuando se le prepara la comida, se lo debe encerrar en
otro lugar durante la preparación de la comida. En algunos animales, dar pequeñas porciones a
lo largo del día puede ayudar a controlar el hambre y el pedido subsecuente.
Extinción: Es la eliminación de todo refuerzo de la vocalización, de modo que el animal no lo siga
haciendo. Aunque este método puede ser efectivo para las vocalizaciones molestas (llamado de atención y pedidos), requiere que el dueño ignore toda vocalización de la mascota. Esto suele ser muy difícil para la mayoría de los dueños. Si se le da al animal cualquier tipo de atención (aunque sea una
mirada o un "no"), usualmente la respuesta de vocalización será más intensa. Si se va a utilizar esta
técnica, el dueño debe saber que la vocalización puede aumentar y persistir durante algún tiempo
antes de disminuir.
Contracondicionamiento para una nueva respuesta (técnica también llamada sustitución de respuesta):
La meta es darle a la mascota una actividad o respuesta alternativa frente al estímulo que provocaba la
vocalización. Por ejemplo, si el problema es la vocalización por excitación, se le enseña al animal a ir
a buscar un juguete y sentarse callado para obtener una recompensa de comida cuando llega alguien
a la casa. Para que esto sea efectivo, primero se le debe enseñar a buscar el juguete y sentarse tranquilo
cuando no hay distracciones. Una vez que esta conducta está establecida, se le puede pedir que lo haga
cuando vienen visitas.
• Para los perros que ladran cuando hay visitas, también se les puede enseñar a sentarse o echarse
y relajarse ante una orden verbal cuando no hay distracciones.
• Para ello, lo ideal es usar un lugar específico, como una manta o una cama.
• Una vez que el perro está bien entrenado en este sentido, se le puede pedir que lo repita cuando
viene gente ajena a la casa.
• A los gatos que vocalizan para llamar la atención, sólo se les debe dar atención cuando están callados.
Contracondicionamiento clásico para una nueva respuesta: Si el problema es el timbre de calle, se
le debe enseñar al perro una nueva respuesta a este estímulo.
• Se buscan recompensas de comida muy preciadas para el perro.
• Se deja al perro en otro lugar de la casa con una persona de la familia, pero sin atar.
Otra persona se va de la casa silenciosamente, y va hacia la puerta de calle, que debe estar sin llave.
• Esta persona debe tener una buena cantidad de las golosinas elegidas.
• Toca el timbre de calle, y se deja que el perro corra hacia la puerta.
• Cuando oye al perro acercarse, la persona que está afuera abre la puerta, tira las golosinas adentro y la vuelve a cerrar.
• Si las ventanas permiten que el perro vea hacia afuera, deben bloquearse.
• Cuando el perro llega a la puerta, si se eligió la golosina adecuada, usualmente las come (y quizás también ladre).
• Luego, la persona que está afuera, repite el procedimiento (vuelve a tocar el timbre y a tirar las
golosinas adentro).
• La sesión de entrenamiento usualmente sólo consta de dos o tres repeticiones, ya que, cuando el
perro se da cuenta de que la persona que está en la puerta es de su casa, puede no ladrar.
• Luego de varias sesiones, muchos perros ladrarán o se excitarán menos ante el timbre de calle, con
lo cual se pueden usar otras técnicas de entrenamiento.
Enseñar la orden "callado": El elemento más importante de este método es que la mascota aprenda
lo que la palabra significa (que debe permanecer en silencio). Si no deja de ladrar al escuchar la orden,
es porque no sabe que lo que se quiere es que no vocalice.
VOCALIZACIÓN: PERROS Y GATOS
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• Si es posible, se le coloca al perro un collar de cabeza (por ej., Gentle Leader®) con correa. Cuando
el animal ladre, el dueño puede tomar la correa, cerrarle la boca y darle la orden; ésta puede ser
cualquier palabra que se elija ("callado”, “basta”, “no ladres”), pero debe ser siempre la misma.
Si el perro se calla, se afloja la tensión de la correa y se lo recompensa con una golosina y un
elogio.
Se deja que el animal ladre de nuevo, y se repiten las acciones previas.
Con el tiempo, el perro aprende que la frase significa que debe dejar de ladrar, y responderá
adecuadamente a la frase sola.
Si se repite frecuentemente, el perro aprende que la frase significa silencio, y así se puede prolongar el intervalo entre el silencio y la recompensa.
• También se puede interrumpir el ladrido con algunos dispositivos sonoros (cualquier cosa que
haga un sonido notable, como el agitar una lata o hacer sonar un aparato especial). Al mismo
tiempo que el dueño hace el ruido, debe también decir la frase elegida para callar al animal. Sin
embargo, este método conlleva cierto riesgo, ya que puede incrementar la ansiedad y la excitación, con lo que los ladridos aumentarían en vez de disminuir.
Si el perro se calla, aunque sea por un instante, se lo debe recompensar inmediatamente con
una golosina y un elogio.
Figura 63-1 Perro con un collar de citronella para ladridos. Fotografía cortesía de Premier Pet Products.

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