1.- ARTÍCULO DEL MES: EL TRIMIX

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1.- ARTÍCULO DEL MES: EL TRIMIX
BOLETÍN MENSUAL
Boletín número 104. Diciembre 09
1.- Artículo del mes:
EL TRIMIX
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3.- Ofertas del mes.
4.- Consejos prácticos:
–
–
ELEGIR LA MÁSCARA: CARACTERÍSTICAS BÁSICAS
ELEGIR EL TUBO: CARACTERÍSTICAS BÁSICAS
5.- Especies:
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Ficha nº 207: FALSA VIEJA
Ficha nº 208: GALLERBO
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1.- ARTÍCULO DEL MES:
EL TRIMIX
P
uede que algunos aún no sepan qué es, pero si un buceador piensa en
realizar descensos a grandes profundidades deberá informarse
convenientemente sobre el “Trimix”, la mezcla gaseosa que necesitará.
A continuación vamos a hablar sobre esta mezcla que para muchos es “el
paraíso de las mezclas de buceo”.
EL BUCEO TÉCNICO
Pocos deportes han evolucionado tanto como el buceo en los
últimos años.
Un buen ejemplo lo encontramos en todo lo relacionado con el
buceo técnico. Durante mucho tiempo este tipo de buceo ha estado
relegado a unos cuantos submarinistas “obsesionados” que eran
capaces de gastar ingentes sumas de dinero en la compra de
materiales de última generación, al tiempo que dedicaban horas y
horas en la planificación técnica de inmersiones en las que se
buscaban retos para muchos tan absurdos como inalcanzables.
En nuestros días las cosas han cambiado. El material de buceo ha
cambiado enormemente y con ello ha impulsado un cambio en la
mentalidad que envuelve el buceo técnico.
QUÉ ES EL TRIMIX
Cuando buceamos con aire, el problema más preocupante es la posibilidad de que se presente un episodio de narcosis o
borrachera de las profundidades.
Para poder explorar las profundidades con seguridad, debemos recurrir a otros gases que reemplacen total o
parcialmente el nitrógeno de la mezcla.
El gas sustituto es otro gas inerte, pero que no produce los indeseados efectos narcóticos. Lo más común es el uso del
helio, aunque también puede usarse el hidrógeno (aunque éste puede resultar peligros en determinadas situaciones).
Dicho esto, el Trimix es una mezcla gaseosa respirable, que combina oxígeno, helio y nitrógeno. Para conseguir esta
mezcla se introduce el helio y se reduce la concentración de nitrógeno y de oxígeno, con el objetivo de evitar los riesgos
que supone el respirar nitrógeno bajo presión (descompresión, narcosis...).
Existen dos tipos de Trimix:
– Trimix normóxico: conocido también con el nombre de
Triox. Se trata de mezclas de oxígeno, helio y nitrógeno
donde el porcentaje de oxígeno no puede ser inferior al
20%. Adecuadas para bucear entre 40 y 55 m.
– Trimix hipóxico: el resto de las mezclas de oxígeno, helio
y nitrógeno.
Según cómo se realice la mezcla ésta puede tener indudables
ventajas:
– Más helio y menos nitrógeno: reduce la narcosis por
nitrógeno en inmersiones por debajo de los 40 m.
– Más helio y menos oxígeno: reduce la exposición al
oxígeno en inmersiones por debajo de los 57 m.
Sin embargo, a inclusión de helio en la mezcla presenta algunos
inconvenientes que conviene conocer:
– El helio provoca que la saturación del helio sea más
rápida y profunda, ya que este gas tiene una velocidad de
difusión en los tenidos muy superior al nitrógeno.
– La movilidad de las microburbujas que se forman en el
ascenso es mayor (por el tamaño del helio), lo que supone
que pueden acceder a los vasos sanguíneos de pequeño
diámetro y provocar atrofia progresiva de algunos tejidos.
– El helio tiene también una gran conductividad térmica, lo
que conlleva que el cuerpo se enfría más con la
respiración.
– La respiración de helio produce voz nasal que puede
llegar a complicar la interpretación de las palabras a
través de los intercomunicadores.
LA SEGURIDAD
Si la seguridad es la premisa necesaria para cualquier inmersión, se convierte en una absoluta obsesión cuando
hablamos de buceo técnico con Trimix.
Partiendo de esa base, debemos tener presente que se arriesga mucho más un buceador que desciende a 60 m. con aire
que otro que lo hace a 80 m. con Trimix.
Además del mencionado riesgo de narcosis, el buceo a grandes
profundidades tiene otros problemas. Uno de los más destacables
es el HPNS (Síndrome Nervioso de las altas presiones), que
puede producirse en función de la velocidad de descenso. Se debe
a la enorme tensión que padecen las células nerviosas por la
compresión de su membrana celular, provocada por la alta
presión y por la gran cantidad de gas inerte disuelto en su interior.
Por otro lado, uno de los elementos más importantes a tener en
cuenta en cuanto a la seguridad en el buceo técnico es la correcta
etiquetación de las botellas que van a ser utilizadas con mezclas
diferentes al aire. Es necesario por tanto marcar la botella, lo que
suele hacerse colocando una franja coloreada de 10 cm. de ancho
por debajo del hombro de la botella, el color dependerá del gas
utilizado:
– Nitrox: fondo verde con con letras amarillas.
– Trímix: fondo rojo con letras blancas.
– Oxígeno: fondo negro con letras blancas.
La información que se indique en la botella debe indicar
claramente el gas que tiene en su interior, el porcentaje de la
mezcla y la profundidad máxima alcanzable.
BUCEAR CON TRIMIX
Partimos del hecho de que, si nunca ha realizado inmersiones de este tipo, deberá acudir a un instructor perfectamente
cualificado que le ofrezca las necesarias clases técnicas y prácticas.
Cuando se bucea con Trimix hay que efectuar la descompresión con las correspondientes tablas Trímix o planificar las
propias inmersiones con un PC, mediante un programa informático de descompresión que calcule todas las posibles
variables de una inmersión con mezclas ternarias.
Esta necesaria previsión conlleva que, en la gran mayoría de
los casos, con Trimix buceemos mucho más seguros que si
optamos por aire comprimido.
Un tema importante es el de la descompresión: se precisan
tiempos más largos. Para acortar estos tiempos se utilizan
mezclas descompresivas que contienen menos nitrógeno que
la mezcla gaseosa empleada en el fondo. Estas mezclas se
usan tras inmersiones de gran duración o a mucha profundidad
y contienen nítrox con 40 a 100% de oxígeno. Y es que,
cuanto más oxígeno contenga la mezcla, más se reduce el
tiempo de descompresión, pero evidentemente sólo puede
respirarse a profundidades menores.
En caso de que resulte necesario realizar varias paradas de
descompresión a más de 12 m de profundidad, se acostumbra
a utilizar la llamada mezcla de viaje (travel mix), una mezcla
menos oxigenada que optimiza las paradas entre 24 y 12 m.
Si vamos a realizar una inmersión en una cueva, por ejemplo,
conviene que dejemos la botella descompresiva en la
embarcación, esperando nuestro regreso. Sin embargo, para
inmersiones más técnicas, esta botella la llevaremos con
nosotros. En este caso se usan botellas de 5 a 8 litros, según lo
planificado, con un volumen adecuado para ser transportadas
por el buceador. Al llevar consigo esta botella descompresiva,
el buceador se asegura de que, en caso de no poder regresar a
tiempo al cabo de ascenso, podrá igualmente realizar las
adecuadas paradas de descompresión con la ayuda de un globo
de descompresión. Es una forma de duplicar la seguridad.
UNA MEZCLA IDEAL PARA CADA COTA
La correcta elección de la mezcla en función de la inmersión a realizar y
principalmente de la profundidad que deseemos alcanzar es fundamental para que
podamos alcanzar nuestro objetivo con garantías.
En relación a esto, conviene tener en cuenta lo siguiente:
– De 0 a 6 m. de profundidad: podemos respirar oxígeno puro al 100% sin
riesgo de hiperoxia.
A partir de 6 m.: no se utilizará oxígeno a 100% porque lo recomendado es
emplear cada mezcla en la profundidad que se considere segura, es decir,
para una presión parcial de oxígeno máxima de 1,4 bar (en el fondo) o 1,6
bar (en reposo y descompresión).
– De 0 a 20 m.: lo más sencillo y barato es respirar aire comprimido en
circuito abierto.
– De 0 a 40 m.: utilizaremos un nítrox con un alto porcentaje de oxígeno, por
supuesto siempre respetando el límite para la hiperoxia. Así absorbemos
menos nitrógeno que con el aire comprimido.
– Entre 50 y 120 m.: utilizaremos Trimix o Heliox + gas descompresivo +
mezcla de viaje.

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