Aire

Transcripción

Aire
No sé muy bien en dónde me encuentro. Apenas siento nada y no sé si estoy solo o
acompañado, pero no consigo ver a nadie a mi alrededor.
Las fuerzas vienen a ráfagas igual que el viento, a ratos me siento como un
torbellino y al momento como un frágil muñeco de trapo.
Hay algo que me impide hablar, pero de repente noto como una bocanada de aire
entra en mi garganta…..
Me recuerda al momento en que nací. Mi madre me contaba que nací por cesárea y
que los niños que nacen por cesárea tienen que hacer un mayor esfuerzo (aunque
parezca que no) para respirar, ya que sus pulmones se tienen que adaptar al medio,
en cuestión de segundos.
También viene a mi mente ese pequeño soplido que mis padres soltaban sobre mi
carita cuando me quedaba sin respiración tras llorar desconsoladamente por
cualquier motivo.
Más tarde ya empecé a entender que a veces no hacía falta llorar para solucionar
los problemas.
Mientras los recuerdos siguen surgiendo poco a poco, vuelvo a sentir esa bocanada
de aire que entra en mi garganta…
Esa entrada de aire evoca el momento en que le di el primer beso a una chica que
por suerte llegó a ser la mujer de mi vida y que tras esa heroica hazaña, a pesar de
estar hecho un mar de nervios me giré y suspiré, dejando que el aire entrase como
un huracán en mi garganta y haciendo que mi respiración se entrecortara y mi pulso
se acelerara.
De la misma forma se aceleró mi corazón cuando fui consiguiendo cada uno de los
logros que me iba proponiendo a lo largo de mi vida: cuando me casé con mi mujer,
cuando veía por primera vez la cara de cada uno de nuestros hijos, las noches que
pasábamos sin dormir pendientes de ellos…..seguía sintiendo cómo a veces el
corazón se aceleraba y otras incluso parecía que se iba a parar… pero sobre todo
ese aire, el aire que a veces parecía no querer entrar y llegar hasta los pulmones.
Y otra vez esa bocanada de aire….voy notando que cada vez entra con mayor
dificultad, no sabría decir cada cuánto sucede ya que he perdido la noción del
tiempo entre mis recuerdos, imágenes que no paran de llegar como flashes a mi
mente.
A pesar de todo lo que está sucediendo, sigo sin sentir nada….
La sensación que me invade es de tranquilidad, de paz … no noto dolor…
Sin embargo viene al instante a mi mente el dolor que sentí al tener que comunicar
a mi familia el diagnóstico al cual el médico había llegado tras una serie de pruebas.
En aquel momento también el aire entraba con dificultad por mi garganta, es más,
notaba como las palabras querían quedar atrapadas en ella y no salir.
Y... otra vez… noto esa bocanada de aire que entra pero esta vez va acompañada
de un extraño pitido… no sé qué es, no puedo ver, ni sentir nada más…
Pero estoy tranquilo, noto una calma que nunca antes había sentido. Sé que en mi
vida he hecho cosas que deberían ser borradas pero que me han marcado y han
hecho que sea la persona que a día de hoy soy.
He formado una familia y he intentado ser ante todo buena persona, con unos
valores que también he intentado inculcar a mis hijos.
Súbitamente, mis ojos se abren. Miro a mi alrededor y veo que estoy unido a una
máquina que me permite respirar, ahora empiezo a entender todo, el pitido que
anteriormente había oído es cada vez más débil, me cuesta cada vez más dejar
entrar esa bocanada de aire.
Creo que me voy, que debo comenzar mi viaje. Es verdad que antes de partir vienen
a la mente todas las secuencias de la vida como una película, pero todas han sido
positivas….me voy tranquilo, en paz.
Estoy rodeado de todos ellos, veo reflejado en sus rostros que también el aire tiene
dificultades para entrar, ellos aún no han aprendido que llorar y suspirar no
soluciona determinados problemas.
De repente esa bocanada de aire ya no entra, vuelve a la máquina de la cual ha
salido.
Intento respirar con la misma intensidad con la que lo hice por primera vez cuando
llegué a este mundo, pero ahora al partir no puedo.
El pitido se oye de forma continuada y todo se torna de color negro.
Totti

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