Venta Atada de Productos Financieros.
Transcripción
Venta Atada de Productos Financieros.
Venta Atada de Productos Financieros Christian Larraín Recientemente, ha causado mucha polémica una reciente disposición de la SBIF donde se prohíbe la venta de créditos hipotecarios condicionados a la mantención de cuentas corrientes. Lo primero que quiero destacar es la voluntad política de las autoridades de gobierno y SBIF de abordar una problemática que por muchos años no ha recibido toda la atención que merece. Respecto del tema de fondo, me gustaría ilustrar el problema con una experiencia personal, a partir de lo cual dar mi opinión al respecto. Hace algunos años, solicité un crédito hipotecario en un banco de la plaza, para el cual se me ofreció una tasa muy atractiva, a condición de que mantuviera una cuenta corriente en la misma entidad. La pregunta obvia fue ¿cuánto cuesta la cuenta corriente? La respuesta fue “es gratis”. Hasta ahí ningún problema. Se trataba de una venta atada, pero que para mi representaba un beneficio claro, ya que si yo adquiría los dos productos por separado (hipotecario y cuenta corriente), obtendría un beneficio menor que en forma conjunta. Por lo cual acepté la oferta del ejecutivo. El problema se presentó cuando tiempo después llegué a firmar el mutuo. Allí se establecía efectivamente la tasa pactada, y se ponía la condición de que si no mantenía una cuenta corriente, la tasa subía en forma significativa. Desde mi punto de vista, esto no se ajustaba plenamente al acuerdo de palabra que yo había cerrado con el ejecutivo. ¿Por qué razón? Simplemente porque el acuerdo también era que la cuenta corriente tenía costo cero, y esto no estaba contenido en el mutuo. Le hice ver el problema al ejecutivo, y este me señaló que por qué me preocupaba, que el podía mandarme una carta diciendo que el costo de la cuenta corriente era cero. Le hice ver que el día de mañana el banco podía cambiar su política y decidir subir el costo de la cuenta corriente, en cuyo caso yo no tenía nada que hacer excepto aceptar el mayor costo o tomar un nuevo hipotecario si es que en el mercado habían opciones y asumir los costos de transacción involucrados. La única forma de que yo estuviera protegido durante 20 años es que el costo cero de la cuenta corriente quedara recogido en el mutuo, al igual que la condicionalidad. Finalmente el banco optó por eliminar la cláusula ante mi negativa a firmar el mutuo como estaba. En definitiva, la venta atada no es en estricto rigor el problema, ya que puede significar beneficios para el consumidor. El punto central es evitar su uso como práctica anticompetitiva, por la vía de que lo pactado de palabra quede plenamente reflejado en los contratos, y no dejar abierta la opción de que el banco pueda cambiar el costo de la cuenta corriente si estima que el movimiento de la misma hace que la persona deje de ser rentable.