I joyfully serve God`s people at Transfiguration Lutheran Church, a

Transcripción

I joyfully serve God`s people at Transfiguration Lutheran Church, a
2014 MNYS Synod Assembly
Mayo 29-31, 2014 • Hilton Long Island
El Rev. Paul Erik Block
Gozosamente sirvo al pueblo de Dios en la Iglesia Luterana de la Transfiguración, una
congregación bilingüe en el Sur del Bronx. Nosotros compartimos el poder del Evangelio
con familias marginadas, de Palabra y Sacramento, servicio y celebración. Nuestra
creciente congregación tiene un programa después de la escuela, campamento de verano y
despensa comunitaria. Hemos evolucionado de ser prácticamente una congregación de
misión- auxiliada a casi una congregación autosuficiente.
Yo creo en el enorme potencial de la colaboración porque la he experimentado como
deán de la Conferencia del Bronx, director de diaconía NY y en la junta de Ministros
Luteranos en Educación Superior (LMHE). En el Bronx, restablecimos relaciones
mediante el culto regular y reuniones. Congregaciones aisladas se convierten en activas en
nuestra vida juntos. Planeamos actividades nuevas, incluyendo conciertos del coro, retiros
de liderazgo y ministerio juvenil. Enfrentando la reducción de la participación, el Comité Permanente de diaconía llegó a
comunidades nuevas, duplicando el número de sitios. Este año se graduarán cuarenta estudiantes. MLES/LMHE
también se ha transformado. En lugar de un ministerio luchando por no cerrar, acogimos nuestra misión: ministrar entre
los estudiantes universitarios a través de NYC. En febrero lanzamos La Vid NYC, una reunión mensual de estudiantes
universitarios entre campus, para camaradería y educación en la fe. Nuestro primer evento acogió más de veinte
personas.
Mi esposa, la Rev. Theodora Brooks de la Iglesia Episcopal Santa Margarita, y nuestros hijos Miles-Erik e Isaías, vivimos
felizmente en la comunidad que sirvo. Yo nací en Oconomowoc, WI, educado por mis padres, maestros de escuela, y
asistí a la Universidad San Olafo, Escuela de Divinidad Harvard y al Seminario Teológico Luterano del Pacifico. Mi
primer llamado fue a la Iglesia Luterana Belén, en el Bronx, donde bautizamos 25 personas en domingos de Pascua
consecutivos. Yo me inspiro en la dinámica fe de las comunidades que encuentro en mis viajes a Guatemala, Colombia,
Brasil, Palestina e Israel; Liberia, India y partes de Europa. Yo disfruto las artes y la recreación, incluyendo carreras de
obstáculos y el golf.
“Pues en un mismo Espíritu todos fuimos bautizados en un solo cuerpo—judíos o griegos, esclavos o libres— y a todos
se nos dio a beber del mismo Espíritu.” 1 Corintios 12:13
Un Cuerpo, un Espíritu
Multicultural. Rural, suburbana, urbana. Recién bautizados, Luterano de cuna. Pobre, rico, y en el medio. Tradicional, no
tan tradicional. Joven, no tan jóvenes. Conservador, progresista. Tantas cosas que nos hacen únicos, sin embargo…
Un Cuerpo, un Espíritu
Nuestro Sínodo enfrenta desafíos y oportunidades sin precedentes. Los desafíos —comunidades cambiantes, líderes
fatigados, asistencia al culto en decadencia —pueden parecer abrumadores. Sin embargo, en medio de la lucha, abundan
nuevas oportunidades de testimoniar. Vivimos en la mas diversa, creciente, vibrante área metropolitana — ¡Nueva York!
Desde Long Island, atravesando los barrios hasta el Valle del Hudson, nuestro Sínodo esta lleno de discípulos creativos,
dedicados líderes inscritos, y congregaciones fuertes.
Un Cuerpo, un Espíritu
Compartir el Evangelio de Jesucristo hoy, requiere de nosotros colaborar con un sentido común de misión, apoyo y
responsabilidad. Durante mi ministerio ordenado, he testimoniado el poder transformativo del Espíritu en comunidades
a lo largo de Nueva York metropolitana.
En nuestra vida conjunta, yo creo que el trabajo del Sínodo es para:
1) Fortalecer Relaciones. Cuando se construyen relaciones a través de nuestras diferencias, desarrollamos
credibilidad, aprendemos mejores prácticas, incrementamos el liderazgo y llegamos revitalizados para el
ministerio.
2) Hacer Discípulos. Felipe bautizó los etíopes y Pedro bautizó a Cornelio. La iglesia descubrió el alcance infinito
del amor de Dios. De igual modo, nuevos discípulos revigorizan la vida de nuestras congregaciones. Es esta
nuestra misión principal.
3) Desarrollar Congregaciones. El tiempo de la administración decadente se terminó. Con enfoque en el
desarrollo de liderazgo, colaboración multicongregacional y capacidad de construir, nosotros PODEMOS
desarrollar congregaciones en el SMNY/MNYS.
4) Celebrar y Defender los Marginados. La Iglesia es más dinámica cuando se compromete creativamente con
quienes en nuestra sociedad son vulnerables.
¡¡Un Cuerpo, un Espíritu!!
Favor tener en cuenta que a cada nominado se le pidió presentar hasta 300 palabras de biografía, hasta 300 palabras
de una declaración personal y una fotografía reciente. El contenido de sus presentaciones no fue editado o cambiado.
2014 MNYS Synod Assembly
Mayo 29-31, 2014 • Hilton Long Island
La Rev. J. Elise Brown
J. Elise Brown es nacida y criada en Urbandale, Iowa e hizo sus estudios universitarios en
la Universidad Augustana, en Sious Falls, Dakota del Sur. Continuó su educación en el
Seminario Teológico Unión, obteniendo su grado Magíster de Divinidad; y en el
Seminario Luterano en Chicago, obtuvo un Magíster en Teología y Ética. Ella hizo su
pasantía en la Iglesia Luterana Redención en Milwaukee, Wisconsin.
En enero de 2014, la Rev. Brown recibió su doctorado en Sociología del Graduate Center.
El título de su disertación es: Memoria Colectiva, La Identidad de las Mujeres y la Iglesia.
Además de su interés académico en la memoria colectiva y la iglesia, su trabajo se ha
concentrado en asuntos de estratificación social, pobreza generacional y movimientos
sociales.
Rev. Brown sirvió en la Iglesia Luterana Epifanía, en el Bronx, por seis y medio años antes de llegar a la Iglesia Luterana
Adviento en Manhattan, en diciembre de 1999. Ella todavía sirve como el pastor líder de la Luterana Aviento donde
durante los últimos catorce años, la congregación ha crecido en personal, ministerios y participación. Ella fue Clériga
Visitante en la Catedral Americana en Paris, una parroquia Anglicana-Episcopal, y pasó allí la mayoría de su sabático del
2008.
Ella sirvió en el Equipo Urbano de la IELA/ELCA de 1994-2004, y es un miembro activo del Equipo de Oración y
Renovación de la IELA. Fue miembro de la Junta de la antigua División de Expansión de la IELA. Actualmente es la
Presidenta de la Junta de Fiduciarios del Seminario Teológico Luterano, en Filadelfia.
Rev. Brown está cautivada por la enorme diversidad étnica y cultural de la Ciudad de Nueva York. Ella disfruta de la
belleza de la riqueza cultural y las artes, ofrecidas en la ciudad y en las afueras, y se vigoriza asistiendo a conciertos,
funciones Off Broadway; y es una entusiasta cinéfila. Ella disfruta viajar y los viajes recientes incluyen lugares como Perú,
Ecuador, India, Vietnam, Camboya, Argentina, España y su amada Paris.
El Sínodo Metropolitano Nueva York está en una posición magnífica para ser un líder de maneras significativas para
toda la iglesia, acoplando lo que significa incorporar el ministerio inclusivo y viviendo este llamado en escenarios
diversos. Nuestro Sínodo abarca contextos desde lo rural, a lo suburbano hasta lo urbano, reflejando verdaderamente la
amplia gama de lugares encontrados a lo largo de la IELA. Nosotros en este Sínodo tenemos muchísimos pastores y
líderes inscritos talentosos. Nuestras congregaciones están llenas con gente que trabaja incansablemente para mantener
los ministerios en entornos desafiantes.
Mi estilo de liderazgo incluye tres principios centrales —Colaboración, Transparencia y Responsabilidad. Todo esto está
incorporado en el principio central de ser discípulos orientados a la misión, centrado en la buena nueva de Jesucristo y
comprometido a vivir nuestro llamado al discipulado en un mundo quebrantado.
Orientación a la misión significa orientación a la expansión. Nosotros no vivimos para nosotros mismos sino para Aquel
que nos ha bendecido con estos ministerios y nos ha llamado a ser custodios de ambos, sus valiosos legados y futuro
prometedor. Y luego vivimos con el fin de compartir la excepcional teología de nuestra tradición Luterana, una teología
de la cruz en lugar de la gloria, con un mundo tan desesperadamente necesitado de escuchar este mensaje contracultural.
Nuestra “prosperidad” se halla en una gracia inmerecida. Nuestro “éxito” se halla en nuestro compromiso para buscar el
que aún no está aquí y buscar hasta que se encuentre esa oveja perdida. Es así como Dios nos busca; sigamos el ejemplo
de Dios.
Ser orientado a la misión significa llegar más allá de nosotros, desplazándonos a áreas que son diferentes, incluso
incomodas, con el fin de continuar nuestro valioso llamado a ser portadores de la buena nueva, esperanza y vida en
Jesucristo. Ser orientado a la misión significa cambiar el cómo hacemos las cosas ahora, permaneciendo fieles al
fundamento de lo que estamos haciendo — proclamando a Cristo crucificado y levantado de entre los muertos, la
esperanza y vida del mundo.
Yo buscaría que el Plan Estratégico de Metro NY se mueva a un estado de implementación concreto, con ideas
enfocadas al fortalecimiento de las congregaciones, conferencias, líderes inscritos y laicos.
Favor tener en cuenta que a cada nominado se le pidió presentar hasta 300 palabras de biografía, hasta 300 palabras
de una declaración personal y una fotografía reciente. El contenido de sus presentaciones no fue editado o cambiado.
2014 MNYS Synod Assembly
Mayo 29-31, 2014 • Hilton Long Island
El Rev. Rafael Malpica Padilla
El Rev. Rafael Malpica Padilla sirve como Director Ejecutivo del programa Misión
Global, unidad de la Iglesia Evangélica Luterana en América (IELA/ELCA). En esta
posición, supervisa el programa mundial de la IELA, que ilustra el modelo de
acompañamiento para la misión a través de la profundización de relaciones y cooperación
con iglesias Luteranas en aproximadamente ochenta y cinco países. Mediante su Unidad
de Misión Global, la IELA también se ocupa de la respuesta internacional para el desastre,
desarrollo sostenible y trabajo de defensoría global, en cooperación con agencias
internacionales, ecuménicas y relacionadas con la iglesia. IELA Misión Global gasta más
de $40 millones cada año, incluyendo subvenciones para compañeros, becas
internacionales y apoyo financiero; y programático para el trabajo de más de 323
misioneros incluyendo, Jóvenes Adultos en Misión Global y voluntarios en otros países; y
32 empleados localizados en Chicago (dos miembros del personal trabajan en la Oficina Luterana para la Comunidad
Mundial, localizada en Nueva York).
Antes de llegar a ser el Director Ejecutivo de IELA Misión Global, en el 2003, el Pastor Malpica Padilla sirvió en varias
posiciones dentro de Misión Global. Antes de ser llamado al servicio en la sede central, El Pastor Maldica Padilla sirvió
como obispo del Sínodo Caribeño de la IELA, de 1987-1993, y como un pastor en Puerto Rico luego de su ordenación
en 1981. El Pastor Malpica Padilla tiene una Licenciatura en Filosofía de la Universidad de Puerto Rico (Cum Laude
1977), y un Magíster en Divinidad del Seminario Teológico Luterano de Filadelfia (1981). Le han otorgado un
Doctorado en Divinidad de la Universidad Newberry, Carolina del Sur, en 1989, la Academia de Teología Ecuménica
India en 2006, y del Seminario Luterano Trinidad en 2010. Ha sido seleccionado para recibir el Premio al Ex-alumno
Distinguido del Seminario Teológico Luterano de Filadelfia.
El Pastor Malpica Padilla está casado con Luz D. Malpica. Tienen tres hijos —Rafael, Felix Javier, Karla Marie, y una
nieta, Amaya — y son miembros de la Iglesia Luterana Bethany, Cristal Lake, Illinois.
Fuimos creados en relaciones y para relacionarnos: para ser un reflejo de la intensa correlación que es la esencia del Dios
Trino (“Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza…” Gén. 1:26). Esa intimidad entre creador, creación y
criaturas fue quebrantada por el pecado. Desde entonces Dios está en una misión de restaurar la comunidad. Este es el
mensaje del evangelio encarnado en Jesús y testimoniado por Confesiones Luteranas: En Cristo Dios está restaurando la
identidad entre la humanidad y Dios mismo; y entre nosotros (CA 4, 6; 2 Cor. 5:16-20).
En nuestro bautismo Dios nos llama a participar en la misión de reconciliación. Como lo establece nuestro estatuto,
“somos llamados, reunidos y enviados a proclamar en el mundo la actividad creadora, redentora y santificante de Dios”.
A través de la Palabra y el Sacramento Dios crea y sustenta la comunidad que es enviada al mundo con el evangelio de
salvación y esperanza. El contexto de misión del Sínodo Metropolitano Nueva York, presenta una formidable
oportunidad para llegar a una gran diversidad de gentes y comunidades, todas anhelando y buscando plenitud; y sentido
para sus vidas.
Somos una comunidad profundamente arraigada en la presencia viva del Crucificado y Resucitado que viene a nosotros
en Palabra y Sacramento (Llamados y Reunidos) agraciándonos con el Espíritu para ser sus discípulos. Nuestras vidas
son una jornada de toda la vida en el seguimiento de Jesús por el bien del mundo, que él abundante y gentilmente ama.
Somos una comunidad que no vive para su propio bien pero para el bien del vecino necesitado, regocijándonos con la
realidad del “ahora pero no todavía” Reino de Dios. Continuamos nuestra jornada en la fe y esperanza: fe es la habilidad
de oír la melodía del futuro y esperanza es el valor de bailar su tonada ahora.
Favor tener en cuenta que a cada nominado se le pidió presentar hasta 300 palabras de biografía, hasta 300 palabras
de una declaración personal y una fotografía reciente. El contenido de sus presentaciones no fue editado o cambiado.
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Mayo 29-31, 2014 • Hilton Long Island
El Rev. Paul B. Milholland
El Pastor Milholland fue bautizado en junio de 1961. El cuarto de cuatro hijos, dos de los
cuales son pastores Luteranos, Él tiene una hija llamada Nelly. Ordenado en 1989, ha
servido la mitad de su ministerio en el MNYS: ocho años y medio en San Juan,
Lindehurst, y acaba de completar cuatro años en Trinidad. Él a ministrado en varios
escenarios: rural –San Juan, Concord, NC; ciudad pequeña –San Pablo, Hampton,VA;
personal multidepartamental en ciudad grande - Pastor Asistente, Cristo Rey, Miami, FL y
Pastor Principal, Mesías, N. Fr. Myers, FL; y dos años como administrador parroquial de
San Marcos, Coral Gables, FL.
Es graduado de la Universidad Lenoir-Rhyne, Hickory, NC y del Seminario Teológico
Luterano de Gettysburg, PA. Su ECP/CPE fue en el Centro Médico Luterano, en
Brooklyn, NY. En 1982-1983 fue Oficial Juvenil para el Sínodo Metro NY de la LCA.
El Pastor Milholland esta terminando cuatro años en el Consejo del Sínodo MNYS, tres en el Comité Ejecutivo. Sirvió
por nueve años en la Junta de Fiduciarios del Centro de Conferencias Lutheridge en NC; tres años como representante
Sínodo VA para el Comité Permanente de la Región 9, IELA; y fue Miembro Votante para las Asambleas generales del
2007 y 2011. Estando en Miami, escribió el Plan Estratégico para la Misión, para la Conferencia Miami-Dade. Él es
maestro del programa de diaconía y en la Escuela Luterana de Liderazgo Pinecrest, en donde los impresionó con
preguntas acerca de Planeación Estratégica.
Fue Presidente por tres años de la Junta del Albergue & Suministros Ecuménico Hampton (una organización de
ministerio social); Convocante por cuatro años de la Asociación de Clérigos de Lindenhurst; y veintiún años Deán del
programa de Campamento de Confirmación (tanto aquí en MNYS como en el sur).
La vida con el Señor Jesús es acerca de estar en una relación. El viene a nosotros en Palabra, Agua, Pan & Vino,
trayéndonos su abundante amor, y él lo hace dentro de la comunidad.
Nos reunimos como congregaciones, como un sínodo, como laicos y como líderes inscritos, para estar en relación con
Cristo Jesús y el uno con el otro. Estamos llamados y empoderados para salir al mundo e invitar a otros a esta relación.
Si yo soy llamado como obispo de este sínodo, pasaré mi tiempo acogiendo y sustentando las relaciones. El obispo es
pastor del sínodo –del clero, motivador, defensor, consejero y compañero. Es fundamental para nuestras vidas
conjuntas, reconstruir el compañerismo y la afinidad entre líderes inscritos y todas nuestras parroquias. La mayoría de mi
tiempo lo pasaré en el territorio, haciendo visitas pastorales, teniendo conversaciones importantes con los líderes
inscritos y consejos, explorando su sentido de llamado, identificando las alegrías y retos del ministerio. Mediante
conversaciones, enseñanza, predicación y retiros liderados, haré un llamado al resurgimiento y renovación de la fe –
pidiéndoles a las personas y las congregaciones que se sean audaces en la articulación de su fe, redescubriendo el deleite
de la relación con Dios, con los otros y con su comunidad.
Yo abanderaría el Plan Estratégico. Dentro de la realidad financiera de nuestro sínodo, se implementará un personal
diverso, incluyendo personas de medio y tiempo completo. Recurriré a la Conferencia de deáns para asesoramiento,
especialmente en el proceso de llamado.
Nosotros deberíamos ser intencionales en el reflejo de la diversidad de nuestra área en todos sus aspectos pero
especialmente, étnica y económicamente. Haciendo honor a nuestra parte del pacto con Dios, buscaremos mediante
palabra y obra, en solidaridad con quienes en nuestra sociedad, no tienen voz ni poder.
Necesitamos vernos a nosotros mismos no como una institución que está tratando de sobrevivir sino, ¡como un
movimiento inspirado por Dios que está cogiendo fuerza!
Favor tener en cuenta que a cada nominado se le pidió presentar hasta 300 palabras de biografía, hasta 300 palabras
de una declaración personal y una fotografía reciente. El contenido de sus presentaciones no fue editado o cambiado.
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Mayo 29-31, 2014 • Hilton Long Island
El Rev. Robert Alan Rimbo, Obispo
Robert Alan Rimbo es Obispo del Sínodo Metropolitano de Nueva York, de la Iglesia
Evangélica Luterana en América. Antes de su elección en el 2008, sirvió como Pastor de la
Iglesia Luterana Santa Trinidad, en Manhattan; y antes de esa, como Obispo del Sínodo
Sur oriental de Michigan.
Graduado del Colegio Superior Concordia, Fort Wayne, Indiana, (1972) y Seminario de
Cristo-Seminex, San Luis, Missouri, (1976, está casado con Lois, una Especialista de
Lectura y Artes Lingüísticos en la escuela elemental. Ellos son padres de dos hijos adultos,
Deborah y Justin (quien está casado con Angela); y son abuelos de Owen y Zoe. Tiene un
Doctorado Honorífico en Divinidad, del Seminario Teológico General de Nueva York.
El Obispo Rimbo ha servido la Iglesia en pastorales de Michigan, Nueva York y Nueva Jersey; Asistente para el Obispo,
Sínodo Sur oriental Michigan; y Asistente Ejecutivo del Director del Proyecto para la publicación del Libro Luterano del
Culto (1978). También a servido como capellán, editor y consejero; y actualmente está en las juntas del Programa
Luterano de Música (Miniápolis), Cuidados de Salud Luterana/Luheran Health Care, Brooklyn, y Universidad Wagner
(Staten Island). Es miembro de la Asociación de Músicos de la Iglesia Luterana; y de la Academia Norteamericana de de
Liturgia. Ha dado importantes discursos en la Universidad Valparaíso, Universidad Nuestra Señora, y la Escuela
Teológica Luterana de Chicago. Ha publicado ensayos, sermones y artículos relacionados con el culto y es coautor de
Por qué el Culto Importa/ Why Worship Matters (Editorial Augsburg Fortress, 2004). Él fue activo en el proyecto de la
IELA, Renovando el Culto, que condujo a la publicación del Culto Evangélico Luterano (2006). Él representa la Iglesia
Evangélica Luterana en América sobre Consulta en Textos Comunes.
Me siento complacido de escribir esta declaración personal relacionada con mi nominación para servir por un segundo
término, como Obispo del Sínodo Metropolitano Nueva York.
Después de la Asamblea del Sínodo en el 2013, comencé un tiempo de verdadero discernimiento acerca de sí debería
permitir que mi nombre se propusiera, lo que me llevó a un profundo sentido de llamado continuado. El Sínodo
Metropolitano Nueva York ha acometido un vigoroso Plan Estratégico que contiene una gran promesa para nuestras
vidas conjuntas y nuestro testimonio del mundo de Dios. La gente que ha participado en nuestras más recientes visitas
cuadrantes y los numerosos líderes que han creado esta excitante visión para nuestro futuro, me dan gran alegría y
satisfacción.
El obispo es el pastor guía del sínodo. Como tal yo he demostrado responsabilidad para con los líderes inscritos, las
congregaciones y los ministerios, en este asombroso territorio misional. Esto ha significado tiempos de pena y tiempos
de gran júbilo. El personal, que por la gracia de Dios, he conformado, ha hecho un trabajo extraordinario para ayudarnos
a crecer la relación con todos los comprometidos en la misión de nuestro sínodo. El trabajo de los líderes electos o
designados de nuestro sínodo, guiados por la Vicepresidenta, María del Toro, el Secretario, Pastor Rober Shoepflin y el
Tesorero, Frank Suttell, tampoco se queda corto en excelencia. Hemos disminuido el gasto, al tiempo que fomentamos
la mayordomía fervorosa; hemos explorado lo que significa ser “iglesia” en tiempos como este; hemos fortalecido
nuestra colaboración con la Iglesia Evangélica Luterana en América y con nuestras hermanas y hermanos ecuménicos e
interreligiosos; hemos ayudado a formar nuevos líderes para el ministerio inscrito y laico; y, sobre todo, hemos sido fieles
a aquello que es más importante: el Evangelio de Jesucristo, crucificado y resucitado.
Espero liderar este sínodo para hacer mucho más.
Favor tener en cuenta que a cada nominado se le pidió presentar hasta 300 palabras de biografía, hasta 300 palabras
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Mayo 29-31, 2014 • Hilton Long Island
El Rev. Robert G. Wollenburg
El Rev. Robert G. Wollenburg, graduado del Seminex, fue ordenado el 21de julio de 1974,
e instalado como pastor asistente en la Iglesia de Nuestro Salvador, Luterana, Manhasset,
LI. Después de tres años, él y su esposa se cambiaron a la Ciudad de Nueva York para
estar cerca del lugar de trabajo de Karol. Bob inició su estudio universitario en el
Seminario Teológico Unión y completó un Magíster en Teología Sagrada (MTS) y una
Licenciatura en Filosofía. Durante esos años de estudio, Bob sirvió como pastor de medio
tiempo en la Iglesia LuteranaTrinidad, Flushing, Queens. En 1985, Bob descontinuó su
tesis doctoral y aceptó un llamado de la Parroquia Luterana Trinidad del Bajo Manhattan
oriental, para continuar un ministerio histórico entre la gente de bajos recursos. Después
de quince años, Bob fue llamado a servir en el personal del Sínodo, donde estuvo muy
activo en educación sobre mayordomía y desarrollo. Por dos años, comenzando en el
2009, Bob estuvo empleado en la Universidad de Medicina Weill Cornell, Ciudad de Nueva York, como Director de
Donaciones Planeadas, al tiempo que continuaba un activo ministerio de Palabra y Sacramento, los domingos por la
mañana. Luego de un año en Eager Casas Luteranas y Servicios, Staten Island, los Servicios Sociales Luteranos de Nueva
York, en donde está actualmente, lo llamó a servir este multi-ministerio con su misión de mejoramiento.
Bob y Karol tienen tres hijos adultos y dos nietos. Ellos viven en Washington Heights, NYC, y son miembros de la
Iglesia Luterana de Nuestro Señor de la Redención, la congregación Luterana más norteña en Manhattan.
El Comité para la Elección de Obispo(a) solicitó una declaración personal. Si el propósito de esa declaración es el de
ayudarles a conocer mi propio entendimiento como un pastor, entonces por favor, permítanme que la carta de San Pablo
a los Filipenses hable por mí.
A lo largo de ella, ustedes notarán la prioridad que Pablo le da al vivir y proclamar la gracia de Dios. Él está
completamente confiado en que en toda circunstancia, sea sus problemas o éxitos, o los de otros, Dios está trabajando
para conseguir lo que es mejor. Esta gracia de Dios, sea proclamada sin envidia o buenos deseos, ambición egoísta o
sincera; solo importa “que Cristo sea predicado de todas maneras”. Él se aparta de sus dificultades personales para que
todo el mundo se vuelva hacia “el evangelio de Cristo”.
Este Evangelio le da a San Pablo mucha confianza y alegría. Como sea, Pablo está listo para lidiar con eso. El tener
socios en el Evangelio, con quien compartirá los retos de ser un apóstol, le añade mucho más a su confianza y gratitud
por la vida como tal, y como será. Claramente, Pablo ha pasado por muchas dificultades, así como también por éxitos,
experiencias de ministerio; y él está listo para continuar, “por su progreso y felicidad en la fe, de tal manera que yo pueda
compartir abundantemente en su alabanza en Cristo Jesús”.
Para vanagloriarse en Cristo, como dice él, se requiere humildad, una “mente” como la de Cristo. Para entender esta
aparente contradicción, Pablo cita extensamente un himno usado en el primer siglo. En este él muestra cuán serio es él
acerca de ser un siervo para otros, un pastor de pastores y un obediente del Evangelio “incluso hasta el punto de morir
en una cruz".
Para conocer más acerca de quien soy yo, y cómo me imagino a mí mismo como un pastor, por favor lean la carta de
Pablo a la Iglesia en Filipos.
Favor tener en cuenta que a cada nominado se le pidió presentar hasta 300 palabras de biografía, hasta 300 palabras
de una declaración personal y una fotografía reciente. El contenido de sus presentaciones no fue editado o cambiado.

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