El General de los Milagros de Juan Holguín

Transcripción

El General de los Milagros de Juan Holguín
Número 5
El General de los Milagros de Juan Holguín
Mario Lugo
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Para citar este artículo: Lugo, Mario. «El general de los milagros de
Juan Holguín». En La cultura en la frontera. Número. 5 de la Revista
Frontera Norte/Sur, NMSU. Julio, 2014.
usaba mucho la frase: «Compuso un libro». Como decir
compuso una canción o un
poema. Esa frase ahora en
desuso se ajusta claramente a
la impresión que me nació
desde el primer momento que
emprendí la lectura de El general de los milagros. Chihuahua: Azar. 2000.
Es un texto bellamente trabajado, acuñado a la manera
antigua, que liquida de una
vez por todas la idea de los
caudillos. Este trabajo de liquidación se realiza mediante
un esfuerzo paradójico: el
intento de eternizar al caudillo como categoría filosófica,
es decir, a todos los caudillos. Tanto los de carne y
hueso, muertos y sobrevivientes de la revolución mexicana
de 1910, o de todas las revo-
Hace ya un ratito que
tuve el gusto de coincidir con
Juan
Holguín Rodríguez
cuando se realizaba en la biblioteca municipal de la ciudad, la que está en el Parque
Borunda, un homenaje a Jesús Gardea. Fue un encuentro
rápido, con eso de las premuras de siempre; pero hubo el
tiempo suficiente para que me
hiciera el favor de entregarme
la novela que hoy me ocupa.
Mi lista de libros que esperan
pacientemente la lectura, como seguramente la de cualquier otro lector, es de una
largueza pertinaz. Pero no
hay plazo que no se cumpla
mientras no llegue la muerte,
dijo el diablo. Recuerdo que
antes, mucho más que hoy, se
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luciones, como los imaginados o recordados por los escritores. El General Cadarruta
es una construcción paradigmática de la cual penden las
diferentes ideas e imágenes
de general que se pudieran
tener. ¿Cómo se logró tamaña
empresa? Recurriendo quizá
intuitivamente al mito del
héroe que nos legaron nuestros antepasados. Desde Odiseo hasta todo personaje que
se ocupe de imposibles.
El libro debe leerse como un
largo poema en prosa o bien
como un texto indagador. Un
texto experimental o de investigación que, sin embargo,
fascina y emociona, dijéramos de un modo estético.
Cercano a Jesús Gardea y a
Daniel Sada. Con dolencias
parecidas que dificultan el
tránsito al lector en sus peores
momentos; pero que una vez
pasadas las pruebas se vive
con ellos giros del ejercicio
literario que van más allá del
ahora, de lo coloquial. Son
textos para escudriñar y disfrutar una vez descifrados los
códigos de cada estilo, según
el escritor del que se trate. No
es el Juan Holguín Rodríguez
que leí en sus otros ejercicios
narrativos.
A pesar de tener referencias a
personas y personajes históricos y a la geografía norteña,
nuestra geografía especifica,
Chihuahua, México, no pude
evitar experimentar el sentimiento de estar leyendo sólo
palabras y frases inventadas,
relacionadas con imágenes o
referentes mágicos. Tal y como ocurre con algunos textos
de Italo Calvino, me llega a la
memoria el hermoso volumen
Las Ciudades Invisibles. Es
una sensación que para mí fue
muy recurrente hace ya algunos años con lo real maravilloso. Las figuras literarias
utilizadas por Juan Holguín,
instintivas o no, tienen una
resonancia musical innegable.
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