Encontrando a Aprender a encontrar a Dios en lugares inesperados

Transcripción

Encontrando a Aprender a encontrar a Dios en lugares inesperados
Cuaresma de 2016 • Volumen 12 | Número especial
Encontrando a
Nuestra respuesta a
los dones de Dios
Número especial escrito por MEDITACIÓN
Aunque camine por lúgubres cañadas,
ningún mal temeré, porque tú vas conmigo;
tu vara y tu bastón me defienden.
SALMO 23:4
Ser padres implica a menudo cosas
difíciles: privación crónica del sueño,
enfermedades infantiles, fases de conductas desafiantes. En momentos como
estos, ser padres no es precisamente una
experiencia alegre. En otras ocasiones
batallamos con desafíos externos, como
problemas financieros o laborales. No es
fácil evitar que estas tensiones afecten
nuestra vida familiar y confiar en que las
dificultades van a terminar.
Tal vez por eso el Salmo 23 ha sido tan
querido a lo largo de los siglos. Es un
recordatorio de que aun en nuestros
momentos más vulnerables, Dios nos
acompaña y consuela. Si nos resulta difícil
encontrar a Dios en momentos así, es
útil ampliar nuestras expectativas sobre
Dios. A menudo Dios se manifiesta en
la palabra amable de un compañero de
trabajo, en un atardecer de intenso color
naranja o en el abrazo dulce y espontáneo
de un hijo.
REFLEXIÓN
Piense en un momento difícil de su
propia vida. ¿Qué cosas pequeñas
—imágenes, sonidos, interacciones con
los demás— le sirvieron de consuelo?
Vuelva a leer el versículo anterior y
piense en cómo estas cosas son
evidencia de que Dios estuvo con usted
todo el tiempo.
.
Ginny Kubitz Moyer
Aprender a encontrar a Dios
en lugares inesperados
¿Adónde va cuando quiere encontrarse con Dios? Una iglesia, un centro
de retiro espiritual, un acantilado frente al mar o un bosque tranquilo. . .
estas podrían ser algunas de las respuestas que le vienen a la mente.
Es fácil imaginar el encuentro con Dios en un lugar hermoso y sereno.
El problema es que, como padres, rara
vez podemos dar un paseo a solas por un
bosque o caminar en oración por la playa.
Y si tenemos niños pequeños, hasta ir a la
iglesia nos puede parecer más un esfuerzo
por controlar multitudes que una oportunidad de encontrarnos con Dios.
Por suerte, Dios no se limita a los lugares
en los que esperamos encontrarle. Dios
aparece en los lugares menos esperados,
sorprendiéndonos de diversas maneras.
¿Siente que su casa parece más un hoyo
ruidoso y desordenado que un lugar de
oración? Dios está presente incluso en el
caos de la vida familiar. Su niño le da un
dibujo que ha hecho especialmente para
usted: el teléfono que suena resulta ser
una llamada de su vecino para advertirle
que dejó encendidas las luces del
auto. El regalo de un niño, un
gesto espontáneo de ayuda: ambas cosas son prueba del amor
de Dios.
Tal vez su viaje diario al trabajo lo deja agotado antes
de que el día comience.
Pero en medio del atasco
de tráfico, tiene la
oportunidad de contemplar la luz matinal
que se filtra por las nubes
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y ver cómo los cerros recuperan su verdor
poco a poco. Ese atasco de tráfico se convierte en la oportunidad que Dios nos da
de dirigir suavemente la mirada hacia la
belleza que solemos ignorar por lo deprisa
que vamos.
Durante la Cuaresma rezamos, ayunamos
y damos limosna. Estas prácticas nos ayudan a tomar conciencia de las necesidades
de los demás para que así podamos brindarles consuelo. También nos ayudan a
tomar conciencia de nuestra necesidad
de Dios, para que él nos pueda brindar
consuelo. La Cuaresma es algo más que
renunciar a algo, como el chocolate o
el café. Es un tiempo para acogernos
a algo nuevo. Es una oportunidad
de cultivar la conciencia de la
presencia de Dios en todo el
mundo, especialmente en los
lugares más inesperados. †
Cuaresma de 2016 Volumen 12 Número especial | Página 1
EL E X A M EN
Hay una oración, llamada el Examen, que
muchos padres encuentran útil. Consiste
en repasar los acontecimientos del día y
reflexionar sobre la presencia de Dios. Un
sacerdote que conozco explicó que la esencia del Examen se puede captar con una
simple pregunta: “Dios, ¿qué querías que
percibiera hoy y dejé pasar por alto?”. Esta
puede ser una pregunta de gran alcance en
muchos niveles.
MEDITACIÓN
Le contestó Jesús: “El que bebe de esta
agua vuelve a tener sed; quien beba
del agua que yo le daré no tendrá sed
jamás, porque el agua que le daré se
convertirá dentro de él en manantial
que brota dando vida eterna”.
JUAN 4:13 –14
En su libro Compass Points: Meeting
God Every Day at Every Turn [Los puntos cardinales: encontrar a Dios cada
día y en toda dirección], Margaret Silf
señala que si la mujer samaritana hubiera tenido una fuente de agua en su
propia casa, no habría tenido que ir al
pozo. Si no hubiera ido al pozo, nunca
habría tenido el encuentro con Jesús
que le cambió la vida.
A veces esta pregunta me lleva a reflexionar
y a ver conductas que quisiera cambiar en
mí misma. Me doy cuenta de que podría
haber sido menos brusca con la mujer lenguaraz que entabló conversación conmigo
en la fila para pagar. Veo que no debería
haber estado pendiente del teléfono celular
cuando mis hijos me contaban cómo les fue
ese día en la escuela. Darme cuenta de mis
propias reacciones es el primer paso para
cambiar y es un buen tipo de examen de
conciencia para la Cuaresma.
.
.
La pregunta también es útil porque me
ayuda a reconocer y celebrar las muchas
cosas positivas que se cruzan por mi cami-
ENCIA
SUGER
ara
CIÓN p
de ORA
S
RE
los PAD
Lo que me gusta de ti
He aquí una excelente rutina de oración antes de irse a la cama: al darle las
buenas noches a su hijo, dígale una cosa que a usted le gusta de él o ella.
Quizás sea su bondad o su sonrisa. Puede ser algo inspirado en el día que acaba
de pasar, como el esfuerzo del niño por terminar su tarea o su decisión de abrirse y hablar
sobre un problema con sus amigos de la escuela. Sea lo que sea, esta es una forma sencilla
de terminar el día con una nota de amor y de mostrarle a cada uno de sus hijos que usted lo
aprecia como un hijo que es único ante los ojos de Dios.
.
REFLEXIÓN
Dedique un momento a reflexionar:
¿En qué ocasión un inconveniente
cualquiera en su propia vida
—un quehacer indispensable, una
avería del auto, un simpe viaje al
supermercado—
se convirtió en una
gracia inesperada?
¿En qué ocasión
una tarea tediosa
dio lugar a
un encuentro
que renovó
su espíritu?
no a diario. A menudo se trata de pequeñas
cosas, como una buena taza de té o una
broma compartida con mis hijos. Es fácil
olvidar el impacto que estas experiencias
tienen en mí hasta que conscientemente
dedico un rato a reflexionar sobre ellas. Es
por eso que esta oración es tan útil para
los padres: es un recordatorio diario de que
Dios está presente en todo tipo de lugares
inesperados y que nunca estamos lejos de
la gracia de Dios.
Buscar a Dios en la maternidad
En Random MOMents of Grace [Momentos inesperados
de gracia], Ginny Kubitz Moyer ayuda a las madres
a comprender que su vida espiritual no tiene por qué
estancarse a pesar de que ahora se la pasen en un
mundo de corrales para bebé y parques para niños.
Moyer les indica cómo ver la gracia de Dios hasta en
los momentos más simples, desordenados y frustrantes
de la maternidad.
.
Random MOMents of Grace [Momentos inesperados de
gracia] (Loyola Press, 2013)
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Cuaresma de 2016 Volumen 12 Número especial | Página 2
Cuaresma de 2016
Volumen 12 | Número especial
Encontrando a Dios: Nuestra respuesta a los
dones de Dios
Un boletín informativo para padres y familias,
publicado por Loyola Press
Autora: Ginny Kubitz Moyer
Traducción: Luis Baudry-Simón
Ilustraciones: iStock páginas 1, 2, The Crosiers/
Gene Plaisted, OSC. páginas 2, 3, Stocksy,
página 4, Thinkstock páginas 1-4, Wikipedia,
página 3
Para contactar a nuestros escritores, escríbanos
a [email protected].
Los textos bíblicos corresponden a La Biblia
de nuestro pueblo © 2006 Pastoral Bible
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derechos reservados.
Loyola Press publica estos boletines siete veces
al año (incluyendo Adviento y Cuaresma).
Visite www.loyolapress.com/familia para acceder a actividades, consejos y otros recursos a fin
de fomentar una vida de fe en familia.
Número Web: W1410
Copyright © Loyola Press, 2016
Todos los derechos reservados. Está prohibida la
reproducción de estos materiales sin el permiso
explícito de la editorial.
Santos que encontraron a Dios en lugares inesperados
A Dios le gusta sorprendernos. Las vidas de estos tres santos nos muestran cómo se
manifiesta Dios en el más inesperado de los lugares. Utilice su ejemplo para examinar en
qué lugar inesperado usted puede encontrar a Dios, ya sea en una persona conocida, en el
trabajo o en circunstancias difíciles.
San Francisco de Asís era
el hijo de un comerciante
acaudalado. Cuando tenía
un poco más de 20 años
de edad, ciertas experiencias de guerra y una larga
enfermedad empezaron a
llevarlo por un camino de
reflexión espiritual. Un
día se encontró con un leproso en el camino.
Conmovido por la enfermedad y el aislamiento del hombre, Francisco compartió su
manto con el leproso y luego le besó espontáneamente el rostro. Francisco reconoció
a Dios en este marginado de la sociedad, y
esta experiencia fue un momento crucial en
su viaje espiritual.
Santa Juana Delanoue, comerciante francesa, era un alma miserable que amasaba todas sus ganancias. Esto
comenzó a cambiar
cuando le alquiló una
habitación de su casa
a una anciana piadosa. La anciana animó
poco a poco a Juana a
desarrollar una estrecha relación con Dios
y con su prójimo. Juana terminó por abrirle
su casa a los desamparados y con el tiempo
Encontrar a Dios con los sentidos
ENCIA
¿Cómo podemos enseñar a nuestros hijos a reconocer a Dios
SUGER
ara
CIÓN p
en lugares inesperados? He aquí una manera: deles una hoja de
de ORA
RES
papel y pídales que escriban cada uno de los cinco sentidos. Luego
los PAD
pídales que anoten cosas que les gustan y que correspondan a cada
sentido. Tal vez les encante el olor de un nuevo paquete de goma
de mascar o la fragancia de las sábanas limpias. Tal vez les encante la
sensación de esa sudadera suavecita o el abrazo de oso del abuelo. Ayúdelos a crear una
lista con dibujos o palabras de sus cosas favoritas para cada sentido.
Luego dedique un momento a rezar con ellos. Recuérdeles que Dios es el que nos da
las cosas que más nos gustan así como los sentidos para experimentarlas. Ayude a sus
hijos a darse cuenta de que la gratitud es en sí misma una especie de oración. Después,
practique usted este ejercicio y vea dónde experimenta el amor de Dios a través de sus
propios sentidos.
.
fundó una orden religiosa para ayudar a los
pobres y enfermos. Su historia demuestra
que lo que comienza como un negocio puede
convertirse en una relación que abre nuestro
corazón a Dios.
San Patricio, el santo que
identificamos con Irlanda, en realidad no nació
allí. A los 16 años de edad
fue capturado en la Gran
Bretaña romana y llevado
a Irlanda como esclavo,
donde permaneció cautivo
por seis años. Durante esta
difícil época desarrolló una intensa relación
personal con Dios y, con el tiempo, dedicó
su vida a difundir el Evangelio. Su historia
muestra que podemos encontrar a Dios hasta en nuestros momentos más vulnerables, y
que él puede ayudarnos no solo a sobrevivir
sino a hacernos más fuertes.
.
La limosna
La limosna es una actividad
tradicional de la Cuaresma que
debemos inculcar en nuestros hijos. Sin embargo, quizás los niños
pequeños no tengan su propio
dinero para donar. El año pasado
mi marido y yo ideamos una forma
de solucionar esto mediante un
desafío que denominamos “la
limpieza de caridad”. Ofrecimos
a nuestros hijos una moneda de
25 centavos por cada juguete en
desorden que encontraran y pusieran en su lugar, con la consigna
de que todo el dinero que ganaban sería donado a la Operación
plato de arroz, de Caridades
Católicas. Esta es una actividad
que se puede adaptar a cualquier tipo de quehacer y una gran
manera de involucrar
a los niños en una
práctica cuaresmal
significativa.
.
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La vida real, cuarto por cuarto
Cada cuarto de mi casa tiene retos y alegrías singulares. Tal vez pasa lo mismo
con su casa.
LA COCINA
EL DOR MITOR IO
Aquí es donde hago varias
tareas a la vez de manera frenética. En una noche típica,
empaco almuerzos para el
día siguiente mientras preparo la cena y al mismo tiempo
le recuerdo a mi hijo (una
vez más) que le toca poner
la mesa. Y, sin embargo, es
también el lugar donde veo
el cielo de la mañana y tomo
ese primer y delicioso sorbo
de café, un ritual tranquilo y
bien recibido que marca el
comienzo de un nuevo día.
DE LOS NIÑOS
Aquí es donde sacudo la
cabeza frente a ese desorden crónico, donde tengo
que pasar por entre los
legos dispersos para arropar a mis hijos en la noche.
Es también el lugar donde
puedo vigilar su sueño y
contemplar su reposo. Es
curioso que un cuarto tan
caótico pueda albergar
a la vez momentos tan
dulces y serenos.
S A L A DE E S TA R
Aquí es donde las motas
de polvo se aglomeran
bajo el sofá y el televisor
a todo volumen resulta incómodo. Pero es
también el lugar donde los
niños y yo leemos cuentos
antes de dormir y bailamos
espontáneamente, donde
los amigos se relajan y
conversan en el sofá. Cada
día, allí se construyen recuerdos, ojalá que buenos.
Organice una búsqueda del tesoro con su familia. Pida a cada miembro que dibuje un
mapa de la casa y luego la recorran y escriban o hagan un dibujo de algo que les trae
alegría en cada cuarto. Al terminar la búsqueda, pida a cada persona que comparta sus
alegrías. Recuerde que su casa, a pesar del ruido y el desorden, es de hecho un lugar
sagrado y lleno de alegría.
.
MEDITACIÓN
Después se apareció con otro aspecto a
dos de ellos que iban caminando por el
campo. Ellos fueron a contárselo a los
demás, pero tampoco a ellos les creyeron.
MARCOS 16:12–13
Crear un lugar para la oración
Una de las mejores cosas que he hecho por
mí misma fue crear un rincón personal de
oración. Coloqué un escritorio viejo contra
la pared de mi dormitorio y lo abastecí con
libros, fotos y velas que me inspiran. En
ese rincón rezo por un rato todas las mañanas, lo mismo que al anochecer. Disponer
de un espacio asociado con la oración significa rezar con más frecuencia de lo que lo
haría si no lo tuviera.
Muchos de nosotros planeamos cuidadosamente nuestro día, nuestra semana,
nuestra vida. Pero de vez en cuando
sucede algo que desbarata nuestros
planes. El cambio inesperado en nuestra
rutina nos desconcierta.
Piense en su propia casa.
¿Hay un lugar especial que
pueda dedicar a su vida espiritual?
Si no es un escritorio, podría usar
una mesita o una repisa. Coloque
sobre el mismo las cosas especiales
que le recuerdan a Dios y a las
Una de las mejores cosas que
he hecho por mí misma fue crear
un rincón personal de oración.
personas por las que quiere rezar. Estas
cosas no tienen que ser símbolos religiosos
en sí. Como dice la famosa frase de san
Ignacio de Loyola, Dios se puede encontrar en todas las cosas. Así que un pedazo
de vidrio de la playa o una manualidad de
su hijo pueden servirle de inspiración del
mismo modo como lo haría un crucifijo.
Deje que este rincón de oración sirva como
un santuario para usted y su familia en
medio de una casa rebosante de actividad.
Que sea un recordatorio visual de que la
oración es poderosa y que la gracia de Dios
está en todas partes.
.
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Lo último que esperaban ver los dos
discípulos que se dirigían a Emaús era
a Cristo resucitado. Pero fueron capaces de interiorizar y acoger la sorpresa.
Aceptaron valientemente el cambio de
planes y regresaron a Jerusalén para
contarles a los demás lo que habían visto.
REFLEXIÓN
Cada mañana, prepare su corazón
para recibir la posibilidad de lo
inesperado rezando así: Señor, hoy
pueden suceder cosas que no planeé
con anticipación. Dame la gracia
que necesito para encontrarte en las
sorpresas. Amén.
.
Al abrirse a lo inesperado, su corazón
acogerá cálidamente la alegría de
la Pascua.
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