Cinco Villas, su medio natural - La Magia de Viajar por Aragón

Cinco Villas, su medio natural - La Magia de Viajar por Aragón

Vista desde el santuario de
Nuestra Señora de Sancho Abarca
Cinco Villas,
su medio natural
texto Miguel Lorente fotos Javier Romeo
Sierras y valles prepirenaicos
Las sierras prepirenaicas de las Cinco Villas forman un conjunto de relieves de dirección
ONO-ESE que culminan en las peñas y «rallas» –estratos calizos verticales– de la sierra
de Santo Domingo (1525 m). Esta sierra se encuentra fuertemente plegada y entra en
contacto por el sur con los conglomerados correspondientes a las márgenes de la
Depresión del Ebro, identificables en la voluminosa sierra de Luesia (Puy Moné, 1303 m,
y punta de Cabo Bal, 1312 m). Al sur de Santo Domingo nacen los dos principales ríos
de la comarca, unidos por un hidrónimo común: el Arba de Luesia y el Arba de Biel.
Otras sierras secundarias, armadas en conglomerados y areniscas, rondan los 1000 m de
altitud: Peña (1069 m), La Selva (1159 m), La Sarda (1038 m), Nobla (1076 m),
constituyendo largas alineaciones que se resuelvan en relieves tipo cuesta. Entre estas
sierras se dibujan pequeñas vales y depresiones intramontanas que albergan el solar de
la mayor parte de los pueblos de la zona. Con altitudes que oscilan entre 400 y 700 m,
estas depresiones margo-arcillosas han sido excavadas por los procesos fluviales,
destacando de norte a sur la Canal de Berdún, drenada por el río Aragón, la val de Los
Pintanos, recorrida por el río Regal, y la Bal d‘Onsella, profundizada por el río
homónimo que, sin solución de continuidad, enlaza el valle con la cuenca de Sangüesa.
Panorámica con pinares desde la Punta de La Negra
Situada en el extremo
noroccidental de la
provincia de Zaragoza,
la comarca de las
Cinco Villas es la más
extensa de Aragón.
Este territorio se
desarrolla entre las
sierras prepirenaicas
de su extremo
septentrional y las
estepas y el río Ebro de
su zona meridional.
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Clima y vegetación
Los rasgos climáticos de la zona evolucionan de sur a norte como es habitual en el
contexto pirenaico, desde un ambiente mediterráneo, más cálido y seco, en las
estribaciones meridionales y el somontano de las sierras, hacia un clima de transición al
atlántico, fresco y húmedo, en el extremo septentrional y en los relieves principales,
mucho más acusado en las umbrías de las sierras.
La encina o carrasca (Quercus ilex) es el árbol que, sin mediar una explotación
antrópica, formaría bosques en los piedemontes y laderas meridionales de las sierras
prepirenaicas, acompañado por enebros, madroños y genistas. Por encima de los
encinares aparecen los robles, llamados en la zona caxicos o chaparros que, siempre
acompañados por el boj, ilustran perfectamente la transición mediterráneo-atlántica.
En las umbrías de las sierras intermedias los robles cubren importantes extensiones de
terreno.
En algunos lugares los robledales han cedido su dominio al pino laricio (Pinus nigra),
sobre todo en las solanas. Por su parte, el piso montano superior de las sierras de Luesia
y Santo Domingo presenta buenos bosques de pino silvestre o royo (Pinus sylvestris)
que, en las umbrías, hondonadas y laderas que retienen las nieblas, dan paso a hayedos
o fayares (Fagus sylvatica). Ambos son testigos de la influencia eurosiberiana en la
comarca de las Cinco Villas.
La zona sur de la comarca de las Cinco Villas está caracterizada por dos grandes
divisiones naturales: los humedales y las estepas y pinares. En estas depresiones el agua
de las precipitaciones o de la infiltración por escorrentía se acumula y conserva gracias
a la impermeabilidad del suelo arcilloso. Además, destaca un elemento de gran
importancia, su rica biodiversidad. Entre los más destacados se encuentran las lagunas,
lagunazos (Moncayuelo) y las estancas (Castiliscar, Escorón, Bolaso o El Vedado).
Por otro lado, gran parte de los montes sitos al sur y al este de Castejón de Valdejasa y al
este de El Castellar, están tapizados de pinos carrascos, con algunas encinas y quejigos
aislados. Vegetación de carácter mediterráneo complementada con arbustos, coscojos y
romeros, junto a sisallos y espartos.
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