PIEDAD Y LETRAS

Transcripción

PIEDAD Y LETRAS
San José de Calasanz: PIEDAD Y LETRAS
1. Explica cuál es el significado del lema “Piedad y letras”.
2. ¿Cuál crees que era la postura de Calasanz acerca de la relación entre ciencia y fe?
3. ¿Qué es lo que sucedió en el caso Galileo y cuál fue la actitud de Calasanz?
4. ¿Cuáles fueron las características innovadoras de la pedagogía de Calasanz?
5. ¿Cómo habían de ser los maestros de sus escuelas?
6. Selecciona cinco de las frases de Calasanz que más te llamen la atención y comenta
brevemente por qué.
7. Elabora un decálogo del maestro calasancio ideal en nuestros días.
8. Conclusión final y valoración personal.
PARA HACER EL TRABAJO:
- Reflexiona y desarrolla cada apartado del trabajo respondiendo de forma personal y razonada.
- Busca información. Puedes consultar, entre otras, las siguientes páginas web:
1.
http://www.alfayomega.es/2427/san-jose-de-calasanz-santidad-ciencia-y-practica-docente
2.
http://secviccentarticulo.blogspot.com.es/2011/11/calasanz-y-galileo.html
3.
http://pedagogiacalasancia-ere.blogspot.com.es/
4.
http://www.loyolaescolapios.es/confecala.pdf
- Cuida la presentación y la ortografía.
- Frases de Calasanz:
 «Si desde su tierna edad, los niños son imbuidos con amor en la piedad y en las letras, puede esperarse un curso
feliz de toda su vida».
 «Hemos de castigar con mucha piedad, que así lo requiere el nombre y la caridad que profesamos».
 Estuvo bien castigar al alumno desobediente, pero querría que el castigo se administrase siempre con tanta
piedad y prudencia, que los mismos alumnos reconociesen que lo merecen mayor.
 «En cuanto a recibir alumnos pobres, obra usted santamente admitiendo a cuantos vienen. Porque para ellos se
fundó nuestro instituto. Y lo que se hace por ellos se hace por Cristo. No se dice otro tanto de los ricos».
 «Ayudar en la edad más tierna a los pobres con la cultura unida al santo temor de Dios es un servicio tan útil
como necesario. El provecho es indudable. Se toca con las manos».
 Tenemos en nuestra comunidad necesidad extrema de humanistas. No estemos diariamente al parecer de
alumnos ignorantes, que quieren ser enseñados según el método que ellos desean y no según el método del
maestro. No les haga caso ni quiera complacerles.
 «Procure atraer a los niños con toda caridad a la frecuencia de los sacramentos de la confesión y comunión, y
conozca que procura su bien como verdadero padre».
 Procure atraerse a los alumnos, mostrándose más padre suyo que juez riguroso.
 «Si tiene amor, no digo al instituto, sino a Dios y a sí mismo, se ingeniará para aprender lo que no sabe a fin de
hacer bien a los pobres o, para hallar mejor a Cristo en los pobres».
 Quien no tiene espíritu para enseñar a los pobres, no tiene la vocación de nuestro Instituto.
 Educar es el oficio mejor por aplicar con un amor inmenso, desde la Iglesia, un medio eficacísimo para evitar y
atajar el mal, y para animar el bien, a favor de los niños de toda condición, y por lo tanto de todos los
hombres. Y esto mediante la cultura y la fe, los valores y los compromisos, con la luz de Dios y la de la
sociedad.
 «Hay que tener mucha paciencia y caridad con los niños, para enderezarlos por el buen camino».
 “No es amigo de Dios quien no lo es de la oración”
 “Mueven más los ejemplos de la humildad que las palabras de los soberbios”
 El problema de la enseñanza es de tal importancia, que requiere individuos dotados de inmensa caridad,
paciencia y otras virtudes.
 “Al buen marinero se le conoce en el momento de la tempestad”
 No deje de usar toda diligencia en ayudar a los alumnos, y sobre todo, en hacer volver al buen camino a los
descarriados.
 “Aprenda a sacar bien de cualquier adversidad”
 La buena educación de los jóvenes es, en verdad, el ministerio más digno, el más noble, el de mayor mérito, el
más beneficioso, el más útil, el más necesario, el más natural, el más razonable, el más grato, el más
atractivo y el más glorioso.
 Pasando yo de ochenta años, voy muchas veces a ayudar, cuándo en una escuela, cuándo en otra. Y así debería
obrar todo superior, aunque no hiciese más que tomar la lección a diez o doce alumnos cada vez.

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