llover sobre mojadro cbm

EDITORIAL DR. CARLOS BRAVO M.
23-9-10
“LLOVIENDO SOBRE MOJADO”
El viernes pasado venía del Congreso Nacional de Cirugía que se efectuó en
Chiapas, que por cierto tras de ser un estado olvidado y pobretón, da gusto ver
que es ahora progresista, limpio, con ciudades modernas e infraestructura y
con una estupenda industria turística que es fuente de gran cantidad de
recursos, pero de eso ya comentaré en otro momento; pues tanto de ida como
al regreso la carretera de cuota de nuestro estado está en pésimas
condiciones, la carpeta olanuda y si no caes en un bache, caes en un enorme
hoyo y a eso hay que agregar la inseguridad en el camino, tanto que los
autobuses se auxilian con la compañía de la policía federal de caminos.
Dada la inundación reciente en el sureste, hubo tramos en que había agua a
ambos lados del camino y tramos de este, destruidos totalmente, lo que hacía
el viaje incómodo y hasta temerario.
Al retorno, viajando el jueves en la noche hasta la mañana de viernes, nos
acompañó una lluvia intensa y pertinaz, lo que aunado a las condiciones
carreteras hacía más dificultoso el viaje. Finalmente llegamos al Puerto de
Veracruz como a las ocho treinta de la mañana, donde el viento ya era intenso
y la lluvia exagerada, enterándonos que se esperaba la entrada del huracán
Karl alrededor de las once de la mañana, ya que pronosticado su rumbo hacia
el norte del estado, resultó que el meteoro se desvió de manera caprichosa e
inesperada tomando a la población y autoridades casi por sorpresa. El
recorrido a Xalapa fue entre intensa lluvia y un viento que bamboleaba el
autobús, pero finalmente llegamos a casa con retraso pero bien.
Fue hasta la noche y más con las noticias matutinas que nos enteramos de la
destrucción que dejó a su paso el huracán, que no solo afectó a quienes
fincaron a la rivera de los ríos, sino que esos ríos se salieron de madre,
inundando y destruyendo todo lo que encontraban a su paso, dejando a miles
de paisanos con pérdidas incuantificables a más de quedar tan solo con la ropa
puesta, sin víveres ni agua, caminos y puentes destruidos y por ello
poblaciones incomunicadas y al inundarse una reserva ecológica de caimanes,
resulta que se escaparon cientos de reptiles hacia los ríos desbordados
incrementando el riesgo para las personas que aun intentan salir de sus casas
y parcelas inundadas.
Es mucha la ayuda que se necesita y lo recomendable para asegurar que
llegue, es a través de la Cruz Roja, las televisoras locales y nacionales y
sociedades privadas, pues a dos meses de cambio de estafeta, no faltará
quienes tras la pena aprovechen la pepena, agregando los abusos que ya se
dan al aprovechar la crisis para encarecer el agua y los víveres en las zonas de
desastre.
Los dos últimos meses nos ha llovido, afectando al estado de norte a sur,
arrasando cultivos, ganado, casas y negocios, para lo que se requerirán
muchos recursos que probablemente lleguen hasta que los nuevos presidentes
municipales y demás autoridades tomen sus cargos y tengan un plan de
reconstrucción, entre tanto nos seguirá lloviendo sobre mojado.