Los bolos serranos.
Transcripción
Los bolos serranos.
E Los bolos serranos l malogrado y querido Santiago González Santoro, impulsor del deporte autóctono de los bolos serranos, también extendió su práctica por los centros educativos de la comarca. Ya inculcó esta práctica a los alumnos del antiguo Colegio Público San Miguel de Orcera, hoy Colegio Público Rural Santa María de la Peña, que aglutina a varias localidades. Con el Centro de Profesorado Sierra de Segura, diseñó unas jornadas que en febrero de 2002 llegaron a su segunda edición, y que tuvieron un enorme calado entre profesores de toda la provincia. Pero Santiago González, aparte de su jovialidad, vocación de servicio e inusitada pasión por la comarca de la Sierra de Segura, nos dejó algunas pinceladas de la historia de los bolos serranos, que hoy gozan de gran raigambre en la comarca segureña. Este juego desaparece, aunque aisladamente se boleaba en algunas aldeas de Santiago-Pontones y Segura de la Sierra. Pero en el año 1969, Orcera es la pionera del resurgir de este deporte. Se celebró el I Campeonato Comarcal de este deporte autóctono serrano, y como no, a la cabeza estaba Santiago González. En el año 1.981, el Ayuntamiento de Segura de la Sierra organizaba el I Campeonato Comarcal en forma de liguilla de las modalidades existentes de este juego autóctono. Participaron 250 boleros en las dos modalidades que practican en los distintos núcleos rurales y municipios de la comarca de la Sierra de Segura. Desde entonces su implantación no tuvo fin. En los pueblos y aldeas de la comarca, durante sus distintas fiestas patronales se celebra un campeonato, con una nutrida participación de boleros. La Diputación Provincial ya organiza sus campeonatos todas los años al igual que al Federación Andaluza de Bolos. Cuenta González Santoro que el juego de los bolos serranos parece tener su origen en una modalidad de este juego practicada en el Norte de la Península, en la localidad cántabra de Soba Ampuero Cuenta González Santoro que el juego de los bolos serranos parece tener su origen en una modalidad de este juego practicada en el Norte de la Península, en la localidad cántabra de Soba Ampuero. Añade que en la comarca de la Sierra de Segura, parece ser que ya se boleaba durante la época de Felipe II, y quizá antes. Constata que por tradición oral ya se boleaba en las aldeas de Los Anchos, (Santiago-Pontones), y Río Madera, (Segura de la Sierra), en el siglo XIX. En el año 1950, en Segura de la Sierra, la práctica de este deporte se llevaba a cabo en el lugar histórico conocido como “La Puerta Nueva”. Blas, un conocido carpintero de esta localidad, hacía las bolas de madera de ácer y enebro. Un orcereño ya fallecido, Fidel Cano del Río, las fabricaba con los materiales citados, además de carrasca y otros materiales artificiales. Los bolos serranos llegaron hasta la misma feria de San Lucas de Jaén en 1998. La divulgación de los bolos serranos Bolos serranos en Jaén al lado de la cárcel vieja. II Anales de la Sierra de Segura 195 La divulgación de los bolos serranos en los centros educativos Asistieron 41 profesores de la comarca y del resto de la provincia, a los que se unieron integrantes de las AMPAS. Durante ese día, se mostraron videos divulgativos de la práctica de los bolos serranos, que se mezclaron con clases teóricas y prácticas. El delegado provincial de Educación y Ciencia, Miguel Jurado, fue uno de los boleros de excepción. Los participantes tuvieron la oportunidad de conocer los encantos del Conjunto Histórico-Artístico de Segura de la Sierra. Estas jornadas tuvieron su repetición el 2 de febrero de 2002 en Orcera. Se entregaron veinte certificados. La jornadas concluyeron con un campeonato entre escolares de distintos centros y reparto de premios y de juegos de bolos para los centros. La valoración fue muy positiva. Muchos asistentes pidieron que este tipo de jornadas tengan mayor duración y se celebren todos los años a nivel provincial. La visita guiada a Orcera se cambió por otra a la fábrica de aceite Potosí 10, que resultó muy satisfactoria y de alto interés para los Un deporte tradicional que se mantiene vigoroso en los centros educativos tuvo sus orígenes en Orcera. Hace unos 15 años se implantaron campeonatos que enfrentaba a alumnos, padres, profesores, e incluso a los abuelos. Por tanto su práctica unía eslabones y se transmitía de generación en generación. El 13 de junio de 2002, la pista del campo de fútbol de Orcera, acogió un campeonato entre escolares de al comarca de la Sierra de Segura, Unos 70 alumnos, procedentes de Orcera, Segura de la Sierra, Cortijos Nuevos, Siles, Hornos de Segura..., se unieron a esta idea implantada por la Diputación Provincial de Jaén. Uno de los proyectos que planeó Santiago González, junto con el Area de Cultura y Deportes de la Diputación Provincial de Jaén, era su divulgación entre los colegios, así como la enseñanza de su práctica. Esta idea está ahora en el aire. El juego de los bolos serranos desaparece, aunque aisladamente se boleaba en algunas aldeas de SantiagoPontones y Segura de la Sierra. Pero en el año 1969, Orcera es la pionera del resurgir de este deporte asistentes. Al ser una actividad abierta a toda la comunidad educativa, aparte del profesorado asistente, participaron otras catorce personas de diversos ámbitos. Estas jornadas y la divulgación en las escuelas, son otros hechos que nos ha dejado Santiago González, y que se convierten en un reto de cara al futuro. Otra idea pionera fue la Primera Jornada de Juegos Autóctonos: Bolos Serranos de la Sierra de Segura, que organizó el Centro de Profesorado Sierra de Segura de Orcera, en colaboración con el Area de Cultura y Deportes de la Diputación Provincial de Jaén y el Ayuntamiento de Segura de la Sierra. La coordinaron Santiago González Santoro, Carlos Ruiz Castillo y Francisco Bravo Palomares. Tuvo lugar el 31 de marzo de 2001 en el albergue universitario Jorge Manrique, de Segura de la Sierra. 196 Anales de la Sierra de Segura También, en el Centro de Profesorado, ofreció una charla a los alumnos del Colegio Santa María de la Peña. José Carlos González Periodista II