Siglo nuevo

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Siglo nuevo
Siglo nuevo
Tribus en
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la ciudad
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S
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z para agremiarse. Ju
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como los clanes al pr
incipio de los tiempos,
los representantes de las cont
raculturas gritan “som
os diferentes” por las calles de
las grandes ciudades
. Hoy lo invitamos a conocer lo qu
é hay detrás de las trib
us urbanas,
quiénes las conforman
y cuál es la postura qu
e af
afiirm
rman
defender a través
és de su imagen y actit
ud.
POR: DULCE RAMO
S
FOTO: EFE / ARCHIV
O
SIGLO NUEVO
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Siglo nuevo
T
res pares de piernas femeni- delineados de negro con dramatismo. traños’ es tan común, que la gente ya
nas cuelgan de una barda. Las
-¿Ustedes son emo?? -se les pregunta no los nota. Son parte del paisaje citadiforran estrechísimos panta- y responden con una sonora carcajada. no a lo ancho del mundo. Subculturas
lones entubados que rema-No. Nada más nos gusta esta ropa.
o contraculturas para los sociólogos.
tan en tenis Converse. El calDespués de varios minutos de char- Tribus urbanas para los ciudadanos de
zado -dos pares negros y uno morado- la, una de ellas -Laura, que está por cum- a pie. Denominaciones aparte, estos
tiene una pátina de suciedad. Las chi- plir los 17- lo acepta. “Sí somos, pero si grupos se conforman por ir a contracocas conversan tranquilas. En sus ca- sale en un reportaje mi mamá se va a rriente en lo estético, lingüístico, polímisetas ceñidas, el fondo oscuro con- enterar y a ella le da miedo todo eso. Pien- tico y otros factores. La moda, su jerga,
trasta con motivos infantiles en colores sa que nos cortamos y que siempre es- la música que escuchan e incluso los sipastel. El cabello de las tres está corona- tamos en la depre”.
tios que frecuentan les dan carácter.
do por moños y flequillos lisos. Los ojos
En algunas zonas del país la presenEntre los primeros en referirse a ede una están cia de chicos con este y otros perfiles ‘ex- llos como tribus urbanas está el francés Michel Maffesoli, que en 1988 publicó el libro El tiempo
de las tribus: El declive
del individualismo en
las sociedades posmodernas. Fundamental
en la llamada ‘sociología de lo
cotidiano’, Maffesoli los definió
como “microgrupos de personas
que comparten intereses comunes en las áreas metropolitanas”.
Pero no sólo las inclinaciones
semejantes congregan a los integrantes de una tribu. Su visión del
mundo y su comportamiento también les arropa. El ejemplo que da
el especialista francés es el de los
punks, pero si de tendencias se trata,
punks
el mundo está lleno de contraculturas que en cada país se adoptan y se
adaptan.
Emos, punks, góticos, hippies, skaEmos
tos.. Son muchas y muy variadas las
denominaciones y creencias que sostiene cada uno de ellos, pero en la gran
mayoría se perfilan dos características: rebeldía, marginación y rechazo
a los convencionalismos. Por algo son
contraculturas.
Cosplayer
s
EL ORGULLO
DE ESTAR A DISGUSTO
L
as contraculturas son tan viejas
como la Historia misma. Hay
quienes consideran que los bohemios y los románticos del siglo XIX, que surgieron como
respuesta
puesta a la Revolución Industrial,
son claro ejemplo de una porción de la
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Hippies
población que se reveló
ante lo establecido. Sin
embargo, es a partir de
de los más entendidos del para pertenelos años cincuenta y sesenta cuando fenómeno contracultural en el país. En cer a una tribu urbana es necesario
estalló el rechazo a las convenciones su opinión, experimentar los límites es cumplir con diversos códigos.
sociales, con expresiones como el repu- uno de los aspectos que da forma a las
dio a la bomba atómica o a la guerra de subculturas. “Hay quienes se sienten aUN NOMBRE
Vietnam.
traídos a ello y empiezan a cambiar su
PARA UNA IDENTIDAD
“Los grupos urbanos buscan intro- forma de ver el mundo, no obstante la
ducirse a una sociedad saliéndose de verdadera contracultura se gesta en el
la misma. En ella, indagan normas y lí- underground
underground. En una marginalidad que
e ha dicho ya que tal vez las
mites que seguir”, dice la Doctora en no saldrá en la tele ni en los periódicos”,
primeras manifestaciones
Psicología Diana Rodríguez, miembro asegura.
contraculturales apareciede la Sociedad Psicoanalítica de Méxiron tras la Revolución Indusco, quien ha enfocado su trabajo al estu- ‘Libertad’ condicionada
trial, pero apenas en los odio de las subculturas que rondan por Pero mientras las tribus urbanas de- chenta comenzaron a ser vistas como
las grandes metrópolis. Para ella, el fac- mandan libertad, los expertos ven una fenómeno de una sociedad posmodertor que los une independiente del mo- dicotomía, pues para pertenecer a ese na y etiquetadas como tribus. Sociólovimiento o creencia que representen, conjunto que clama poder ir “a su aire” gos, psicólogos y otros expertos coincies “mostrar un disgusto”, pedir un cam- hay que cumplir varias normas. Como den en que quizá la primera tribu urbabio social y señalar aquello con lo que ejemplo, la Psicóloga Rodríguez men- na que pudo ganarse ese título fue la
no están de acuerdo. Esa es la puntada ciona a los skatos: “Deben usar tenis de de los hippies. Si bien perduran hasta
que hilvana y cohesiona a todo sector tal marca, vestir de una forma especial, nuestros días, surgieron en respuesta
contracultural.
aspiran a tener la mejor patineta y a a la intención de romper con el ambien“Ir contracorriente es un orgullo. darle su toque personal. Se reúnen en te encorsetado de la posguerra y en un
Es una actitud ante la vida”, afirma al- determinados sitios, escuchan un mis- rechazo contundente al conflicto béliguien que no sólo sabe de ello, sino que mo tipo de música, siguen a un líder y co de Vietnam. Pugnaron por el natuvive de ello. Carlos Martínez Rentería, están sometidos a reglas o a metas”, a- ralismo, se alejaron del consumismo,
Director de la revista Generación y uno punta. Cualquiera que sea su nombre, experimentaron con drogas y tomaron
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como bandera el rock psicodélico de Jefferson Airplane y The Grateful Dead,
el blues de Janis Joplin y a exponentes
folk de protesta como Bob Dylan o Joan
Baez.
A partir de esa explosión, la historia posmoderna se pintó de clanes variopintos en todo el mundo. Surgieron
en los países más desarrollados y se
han ido desperdigando. Hoy en día Japón se ubica como uno de los puntos
donde se manufacturan muchas de ellas. Un ejemplo son los cosplayers
cosplayers, jóvenes cuyo gusto por algún personaje
caricaturesco o de videojuegos es tan
grande que adoptan su apariencia y salen a la calle disfrazados de él. El Tokio de los años setenta comenzó a ver
estos chicos exclusivamente en las ferias de cómics, y poco a poco empezaron a salir a las calles.
Algunos grupos permanecen, pero otros son absorbidos y se vuelven
parte del llamado mainstream (anglicismo usado en Sociología para definir la ‘corriente principal’). Por ejemplo, en un principio rockeros y metaleros (seguidores del género heavy metal) eran vistos por los sociólogos como una tribu, sin embargo se han camuflado por lo
comunes que resultan hoy en día
sus gustos y vestimenta, así que han
dejado de considerarse como una manifestación contracultural.
Actualmente hay “de todo, como en
botica”. La inconformidad con la sociedad establecida tiene muchos matices,
colores y notas musicales. Estos son algunos de los rostros más visibles.
lolitas
 Punks
En la esquina de Madero y el Zócalo
capitalino, un cuarentón llama la atención. Su rostro está untado con un maquillaje blanquecino que le cuartea la
cara. Lleva cadenas en sus pantalones
y su cabello se levanta en innumerables
y alargados picos. Usa lentes de contacto de fantasía, que dan a sus ojos un color blanco, y pide monedas a cambio de
unos panfletos con información de su
movimiento. Se niega a dar su nombre
y su edad y pide que sólo se le identifi30 • Sn
que como Army. “La gente
piensa que todos los punks somos va- un joven inglés de
gos. Yo sí soy medio flojo, pero no agre- piel blanca y cabeza rapada. Camina
sivo. Aunque me vean así”.
por las calles de Manchester en comLos punks nacieron en Gran Breta- pañía de sus amigos, una banda de afiña y en Nueva York a fines de los seten- cionados al Manchester United (¿hay
ta, junto con una corriente de música otro?). Al doblar la esquina un pequeño
extrema marcada por rápidos de gui- conjunto de seguidores del Liverpool,
tarra. Dos emblemáticos exponentes equipo visitante, está a la puerta del bar
de esa época: The Ramones y The Sex local. La sola presencia inicia la pelea.
Pistols.
Es la segunda mitad de los sesenta.
Con los años la música se ha suavi- La pasión por el fútbol de la clase obrezado y hecho más sencilla, pero la ideo- ra inglesa vio nacer a este movimiento
logía punk permanece intacta: la filoso- de jóvenes de ruda apariencia: botas de
fía do it yourself (hazlo tú mismo o a tu trabajo negras, jeans, camisas de cuamanera), rechazar una percepción ma- dros y tirantes. Pero sobre todo impacniquea de la vida y las manipulaciones. taba la cabeza afeitada en una época en
que los hippies no tenían mayor cuida Skinheads
do por el cabello. Los skinheads (cabezas
Una bufanda roja alusiva a su equipo rapadas) eran amantes de la diversión,
de fútbol favorito cuelga del cuello de el rockabilly, el sexo, la cerveza y las pe-
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leas a puño limpio igual en la calle que  Góticos
tras Hispánicas. Cursaba la preparaen las gradas del estadio.
“Lo que me gusta de la tendencia góti- toria cuando empezó a sentirse atraíLejos de la idea que se tiene hoy día ca es el interés por rescatar las mane- da por la ropa oscura y aterciopelada, y
que los vinculan con el racismo, los skin- ras de la época victoriana”. Susana Mar- por la música que escuchaba el más joheads surgieron en contraposición a la tínez está a punto de cumplir los 24 a- ven de sus tíos. Para dar su testimonio,
burguesía inglesa. En un principio no ños y por graduarse de la Licenciatu- ha citado a Siglo nuevo en el lugar que
se podía imaginar a uno de ellos que no
ra en Le- frecuenta casi cada fin de semana: el
llevara en su indumentaria la bandera
Tianguis del Chode Reino Unido, sin embargo la migración de jóvenes jamaiquinos y paquistaníes hizo que el movimiento cambiara de objetivo. La
clase que representaban vio
amenazada su fuente laboral.
Las batallas que emprendieron contra los migrantes les dieron la
fama de racistas. Fueron perseguidos
y encarcelados en su mayoría. Los que
lograron escapar a la policía, cambiaron su apariencia.
punks
 Emos
Atrás quedaron los días de 2008
cuando los emos,, tribu marcada por
la melancolía y la tristeza, fueron atacados por góticos y punks bajo el
argumento de que les copiaban sus
tendencias. Hoy conviven en paz, al
menos en la Ciudad de México. Lucía Sánchez tenía entonces 15 años
y recuerda: “Empezamos a juntarnos aquí afuera del metro Insurgentes y los demás nos veían feo.
Decían que los estábamos imitando, pero somos muy diferentes”.
Los emos se gestan entre los ochenta y noventa en Estados Unidos. Su música es el emotive
hardcore, género que tiene tintes de tristeza y rechazo a la incomprensión de la sociedad. Al
individualismo.
Existe
xiste la creencia de que los emos se autoinfligen daño, pero
Lucía lo descarta. “Algunos lo
hacen,
cen, pero al menos entre mis
amigos
migos eso no pasa”, cuenta la
chica, vestida con pantalón negro ajustado y blusa negra con
la figura de Hello Kitty delineada en blanco y rosa. Su cabeza está adornada con una
diadema morada rematada
en un moñito.
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po, templo comercial de las contraculturas, ubicado en el Distrito Federal.
Entre discos de vinilo, mantas repletas
de mercancía y parafernalia dark, explica su nacimiento gótico. Viste una
larga falda negra, una camisa color berenjena, botas industriales y de su cuello pende un camafeo. Los ojos ma-
quillados con sombra negra le hacen  Skatos
palidecer.
En la esquina de San Cosme y CircuiLos góticos (también llamados darks to Interior, en la Ciudad de México, el
o despectivamente darketos)) nacieron bajo de un puente sirve de curva para
en Reino Unido a mediados de los ochen- una veintena de chicos con sus patineta, tomados de la mano del rock gótico. tas. Tenis Vans o Converse impulsan
Escuchan death rock, música industrial, los cuerpos de estos adolescentes en
dark wave y gothic metal. Su principal general delgados. Entre ellos destaca
influencia es la literatura de terror del una chica. Mariana de la Cruz tiene 15
siglo XIX.
años y es bastante más corpulenta que
sus amigos, y un poco menos diestra con la patineta. “La patineta se
popularizó en los
ochenta en Chicago y en California,
cuando se empezaron a hacer concursos. Andar en ella
era considerado como el deporte de
los punk, pero a estas alturas ya no
tenemos mucho que ver con ellos”.
Los compañeros de Mariana tienen
los pantalones flojos, algunos a media nalga, y dejan asomar la ropa interior. A simple vista, ninguno rebasa los 18 años.
A su lado, las conversaciones pueden ser indescifrables. Lip, flip, grind.
grind
Los nombres de los trucos, así como
su dificultad, sólo se entienden dentro
del grupo, que mientras patina escucha música punk.
s k in h e a d s
 Hippies
El departamento de Lizette Juárez huele a incienso. Esta Licenciada en Relaciones Internacionales dice que heredó el gusto por lo natural de sus padres,
psicólogos que experimentaron con marihuana en los setenta y que pasaron su
juventud escuchando música de protesta. “No sé bien si soy hippie, pero si serlo significa ir contra la moda, respetar
las creencias de los demás y a la Naturaleza, entonces sí lo soy”. Se declara enemiga del consumismo, pero su librero está retacado de tomos y películas
‘pirata’. En su cuarto los aretes y collares de aspecto indígena se cuentan por
docenas.
Nacidos en medio de la protesta por
la guerra de Vietnam, sobre todo en California, los hippies escuchan rock, groove y folk. Hicieron suya la revolución
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sexual y algunos también los alucinógenos. El hedonismo, el ecologismo y el
rechazo a la sociedad de consumo los
marcaron.
Esta es quizá una de las tribus en
las que se ven miembros nostálgicos
por aquel surgimiento en los sesenta,
y aunque ya peinan canas se niegan a
abandonar su forma de vida.
 Sharps
La carga supuestamente segregacionista de los skinheads sobrevivió a
lo largo de varias décadas. Para los
años ochenta una porción de ellos
se escindió del nacionalismo racial
para adoptar ideas más socialistas
y hasta comunistas. Así surgieron los sharps, siglas de skinheads
against racial prejudice (cabezas
a
rapadas contra los prejuicios raciales). Conservaron la imagen agresiva, el gusto por la cerveza y
las peleas, las botas de trabajador de la industria del acero y los
jeans,, pero reemplazaron las camisas de cuadros por playeras y
cargaron sus chaquetas de cuero
o mezclilla con parches antinazis o con símbolos comunistas.
También cambiaron
la música y se orientaron más hacia el
reggae, el rocksteady y el ska.
El objetivo de los
sharps se transformó y combatieron a la ultraderecha que
se había infiltrado en el movimiento skin. El símbolo del
sharp es un casco troyano, en
alusión a la empresa discográfica Trojan Records, especializada en los géneros musicales que
escuchan.
g ó t ic o s
 Xtrials
En la misma esquina que los skatos, pero horas antes, llega una horda de adolescentes con bicicletas. No se ponen de
acuerdo en su nombre. Para unos son
bikers, para otros BMX (pronúnciese bímex), pero lo más común es que se autodenominen xtrials. En lo que sí coin-
ciden es en intentar toda suerte
de trucos en su vehículo.
te bermudas holgadas.
Martín Robles tiene 17 años. Su del- Del casco y las rodilleras se olvida la
gadez le ayuda a mantener el equilibrio mayoría. “Unos porque no tenemos dide la bicicleta en una sola rueda o a su- nero, otros nomás por machines”, conbir y bajar escaleras montado en ella, fiesa. En sus prácticas el repertorio mua saltitos. “¿Quieres ver?”, presume.
sical no está definido. “Unos escuchan
“Éste es un deporte individual y el rock, pero hay a quienes les gusta el rechiste es probarte a ti mismo, demos- ggaeton. Escuchamos de todo, porque
trarte que no hay límites”, relata sudo- básicamente vinimos a hacer trucos,
roso. Al igual que sus compañeros, vis- no a bailar”.
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CLANES EN MEXICO
A
unque parezca que todos los
grupos que se ven en el mapa mexicano se han gestado
en el extranjero, hay quienes
estiman que las hay nacidas
aquí o con influencias y elementos del
país.
El escritor mexicano José Agustín ubica a los pachucos como una de las primeras tribus urbanas, incluso antes del
surgimiento de los hippies. Jóvenes de
ascendencia mexicana, nacidos o criados en Estados Unidos a finales de los
cuarenta, se rebelaron contra la marginación y la discriminación. Formaron
pandillas y establecieron al barrio como su
patria y a las calles como su territorio natural. Se peleaban y emborrachaban,
cometían atracos y todo el tiempo tenían dos por el antropólogo Enrique Marroque torear a la policía y a los blancos más quín jipitecas (contracción de ‘hippies azracistas,, describe el escritor en su libro tecas’ o ‘hippies
hippies toltecas’), los hippies meLa contracultura en México (DeBolsillo, xicanos adoptaron y hasta la actualidad
2007).
siguen usando huipiles, faldones, camiEl apelativo pachuco,, cuenta el mito, setas y pantalones de manta.
proviene de un chico nacido en PachuEntre las tribus más populares en
ca y residente en Los Ángeles. Era un territorio nacional están los emos, los
personaje bravucón, líder de una banda punks, los góticos y los skatos. Y poco a
de rufianes, que al poco tiempo se vol- poco se ve por las calles de las grandes
vió temida en los suburbios. Su vesti- urbes a jóvenes que adoptan la moda,
menta habitual era el zoot suit
suit,, un traje vestimenta y música de lugares tan le‘tintanesco’ de pantalones anchos, saco janos como Japón. En convenciones de
grande, y en la cabeza casi siempre un cómics, o de vez en cuando paseando
sombrero fedora. Todo al más puro estiti- en el centro de las grandes ciudades, se
lo de los jazzistas afroamericanos, con observa a las llamadas lolita, como se
quienes compartían la marginalidad, la denomina en suelo nipón a las chicas
pobreza y posteriormente el atuendo.
que adoptan el estilo de las muñecas
Otro de los clanes que llegó a Méxi- victorianas. Moños, holanes, encajes,
co y que a diferencia de los pachucos ha calcetas: las chicas recorren las calles
persistido son los hip- vestidas como verdaderos juguetes anpies.. Llama- dantes. También los cosplayers, y si bien
aquí los disfraces no
skatos
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son tan elaborados como los que se ven
en Japón, los jóvenes hacen lo que pue- alguno de estos calificaden con lo que tienen a su alcance.
tivos? Para la mayoría de
“Es en las grandes ciudades donde se la sociedad, estos chicos
concentra el surgimiento de las tribus no tienen juicio, beneficio, ni mucho meurbanas”, dice José González Núñez, Di- nos oficio. Pero quienes los estudian orector del Instituto de Investigación en pinan diferente. De acuerdo con alguPsicología Clínica y Social (IIPCS). Y es nos expertos, esa falta de quehacer es
que si ir a contracorriente genera mira- justamente su función, por extraño que
das de asombro en las metrópolis, en las parezca.
localidades pequeñas ser ‘diferente’ o
“Las subculturas aportan una nueformar parte de uno de estos clanes no va forma de vida”, opina la Socióloga y
sólo es mal visto, sino incomprendido. Psicóloga Patricia Rizo. “Se encargan
Pero lo cierto es que no importa el tama- de señalar aquello con lo que están en
ño de la región. Cuando aparece un gru- contra y cuáles son los efectos en la sopo diferente, los ojos de extrañeza, los ciedad. Su forma de vida dice: ‘estoy en
juicios y las dudas surgen hasta por de- desacuerdo con algo’”. Cita como ejembajo de las piedras.
plo a los góticos. “Es un grupo que está
pidiéndole a la gente que voltee a verlo
y señala un vacío”. Para Rizo cada uno
de estos conjuntos hace su propia llaSIN JUICIO
mada de atención a la población y es ese
NI BENEFICIO?
grito el que le permite abrirse un nicho.
ándalos, drogadictos, holgaPertenecer a una tribu no resulta
zanes e incluso locos. ¿Cuán- barato. Según la elección “hay que tetas veces no ha visto a un ner dinero para comprar cómics, o para
miembro de una tribu urba- el vestuario ad hoc. A la bicicleta hay
na y ha espetado o pensado que hacerle adecuaciones. Los amantes
emos
V
de la patineta deben personalizarla y todo eso tiene un precio”, señala Patricia Rizo. Al ser jóvenes la
gran parte de los partidarios, dependen
del dinero de sus padres o de trabajos
ocasionales para solventar su diferenciación social.
Sin embargo la marginalidad no exime a nadie de tener un modo de vida
y un sustento. La sociedad ‘normal’ está molesta con ellos en general porque
creen que no hacen nada. No obstante
“quienes no son adolescentes pocas veces viven del dinero que les da su familia”, asevera la Doctora en Psicología
Margarita Díaz, y menciona el caso de
Jesús, un gótico. “Los fines de semana usaba pantalones estrechos, una gabardina que caía como capa medieval y se
pintaba las uñas. Pero en días hábiles
iba a trabajar como Ingeniero en Sistemas en un banco, vestido con camisa y
pantalón formales; eso sí, casi siempre
de color negro”.
Al momento en que un joven se inSn • 35
Siglo nuevo
s h a r ps
corpora a un clan urbano
es sólo eso, un joven, ya sea de edad o 40 años”. Así, el pade corazón. Habla la Psicóloga Diana so a la madurez es lo que marca el aRodríguez: “Los chavos entran como u- coplamiento de una persona a una trina forma de transición, y cuando deci- bu con la cual identificarse. ¿Cuándo
mos que son adolescentes, aclaremos saldrá de ahí? No hay fórmulas, reglas
que puede haber adolescentes de 30 ó ni cronómetros. “Simplemente lo que
tarde en poder integrarse a la
llamada sociedad ‘normal’. El
tiempo que sea necesario para
dejar la adolescencia y entrar a
la adultez”, explica Rodríguez.
Aunque señala que en algunos
casos interfieren las limitaciones
físicas, si por ejemplo el grupo
practica deportes extremos, pues
a la mayoría le sería imposible
continuar haciéndolo a partir de
cierta edad.
En términos generales, el adolescente que ingresa a una tribu
vive una dicotomía. A pesar de que
quiere hacer y deshacer a su antojo
está buscando límites, y los encuentra en esos conjuntos, pues tienen
códigos, lineamientos y gustos estrictos y cerrados. Pero sólo es está
la característica en común que los
expertos ven el entorno familiar de
quienes se decantan por este camino.
“Aunque queramos decir: ‘mi hijo es
punk o darketo, o lo que sea, y no sé por
qué’, la familia propicia que el chico
se una a esa subcultura. Si revisamos
todo lo que éste hace para pertenecer a
ella, vemos que la familia favorece de
una forma velada que él permanezca
ahí”, advierte la psicóloga. Aun así los
familiares suelen desaprobarlo. La falla
radica en la comunicación. Hay padres
que ante la imposibilidad de
tener contacto con su hijo, ya
sea por tiempo o por no saber
cómo crear un nexo, prefieren
que el joven esté en una tribu.
Pareciera entonces que los grupos
urbanos tienen el beneficio social de
dar diversidad y pluralidad. A pesar de
ello, mucha gente se empeña en verlos
como seres ‘descarriados’ que en algún
momento de su vida sucumbirán ante
un destino del que nadie puede escapar: integrarse a la sociedad y ser lo
más ‘normales’ posible. Al final del día,
la última palabra, la tiene cada uno. §
Fuentes: Doctora en Psicología Diana Rodríguez, miembro de la Sociedad Psicoanalítica de México; Carlos Martínez Rentería, Director de la revista Generación; Doctor en Psicología José González Núñez, Director del Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social (IIPCS); Socióloga y Psicóloga Patricia Rizo, profesora en la Universidad del Desarrollo Empresarial y Pedagógico;
Doctora en Psicología Margarita Díaz, experta en familias; Lucía Sánchez, emo; Susana Martínez, gótica; Army, punk; Licenciada en Relaciones Internacionales Lizette Juárez, hippie; Mariana
de la Cruz, skata; Martín Robles, xtrial. Asistente de investigación: Carlos Maldonado.
36 • Sn
decora
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OTROS PAISES ,
OTRAS TRIBUS
México
DANZANTES: Son casi imperceptibles por ser parte del origen
cultural del país. Se les ve en el DF, en
el Zócalo o en las inmediaciones de la
Catedral Metropolitana, danzando a
ritmos prehispánicos. En su atuendo y filosofía buscan recuperar las
raíces culturales de los mexicas y
aztecas, incluso estudian la lengua
náhuatl.

JAPON, PRINCIPAL ‘ PRODUCTOR ’
En la actualidad, el país del sol naciente es generador y exportador de numerosas tribus urbanas, además de los citados cosplayers y lolitas. Muchas de ellas se reúnen en
el barrio de Harajuku, donde se establece un mercadillo en el que se ofrece toda clase
de extravagancias llamativas para las contraculturas. Estas son algunas de ellas:
 KODONA: Similar al estilo lolita, pero en los hombres. En su vestuario
predominan los tonos oscuros y los
encajes. Sus modales van cargados
de finura.
 GANGURO: Es casi como toparse
con un remedo de la muñeca Barbie. Al
principio eran chicas con la piel bronceada y el cabello platinado, pero han
incorporado mechones de colores y maquillaje mucho más dramático.
 DECORA: Broches para el cabello,
peluches y decenas de accesorios delinean el vestuario de este grupo para el
que el rosa es el tono obligado. La carga
de collares, pulseras y prendedores es
tanta, que a veces les cubre el rostro.
VISUAL KEI: Son como una banda de
rock sin escenario. Retoman el maquillaje
cargado y peinados con formas dramáticas. Vestuarios oscuros y ceñidos, de
cuero o látex. En ocasiones el género se
confunde, pues hombres y mujeres visten y se comportan de la misma manera.
 OSHARE KEI: En japonés Oshare
significa ‘con estilo’ o de ‘moda’. Se caracterizan por una estética infantil y el
uso de colores estridentes, incluso en
el cabello. Combinan rayas con cuadros y lunares sin importar patrones.
Buscan transmitir inocencia. Son alegres y positivos.

Argentina
TURROS: En su origen lunfardo
(lenguaje del tango) la palabra turro es sinónimo de mala persona. Usan gorras, anteojos y ropa deportiva de marca. Son similares a los raperos, pues usan joyería de fantasía
de gran tamaño. Se agrupan en pandillas que suelen robar, iniciar peleas
y consumir drogas. No son bien vistos por la sociedad.
 FLOGGERS: Nacen y prácticamente viven en Internet. Hacen amigos en flogs (sitios web donde comparten principalmente autorretratos y comentarios). Se reúnen en
centros comerciales, usan jeans ajustados o mallas y tenis Converse.
Su moda se asemeja a la usada en
los ochenta, con todo y sus colores
vivos.

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