LAS BENDICIONES DE SER JUSTIFICADOS POR FE A TRAVÉS

Transcripción

LAS BENDICIONES DE SER JUSTIFICADOS POR FE A TRAVÉS
P a g e | 1 LAS BENDICIONES DE SER JUSTIFICADOS POR FE A TRAVÉS DE LA OBRA DE JESUCRISTO (PARTE II) Romanos 5:1-­‐11 I.
Disfrutamos de tener paz con Dios. Rom 5:1 Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; 1. ¿Qué obtuvimos al haber confiado o creído a la manera de Abraham en Cristo? ¿Cuál fue el medio? 2. Si ya he creído en Cristo, y no existe conflicto entre Dios y yo, de manera que he sido reconciliado con él, ¿estoy viviendo y pensando como si conviviera con Dios o vivo y pienso como si Dios no existiera? Mat 3:17 Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia. 3. ¿Qué dijo Dios Padre de su hijo amado? Juan 8:29 Porque el que me envió, conmigo está; no me ha dejado solo el Padre, porque yo hago siempre lo que le agrada. 4. ¿Cuál era la conducta de Jesús con respecto a las demandas de su Padre? 5. Si Dios tenía en Cristo complacencia y Jesús hacía siempre lo que le agradaba, y al creer, yo soy investido de Jesucristo, ¿cómo me ve Dios? 6. Si es que estoy presumiendo de haber sido justificado, ¿se ha visto afectada mi vida, mi conducta, mi manera de pensar, mis prioridades, etc.? II.
Quedamos establecidos en la gracia, y podemos tener una esperanza eterna. Rom 5:2 por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. 7. ¿Cuándo tengo entrada a la gracia de Dios y estoy firme en ella, en el pasado, en el futuro o más bien hoy? 8. ¿Por qué podemos gloriarnos en la esperanza de Dios? 9. ¿Será esa gracia suficiente y poderosa para transformarme y mantenerme santo hoy? 10. Si hoy tengo el privilegio, el acceso a estar constantemente bajo la influencia divina de Dios sobre mi corazón y el poder para reflejarlo en la vida y no está sucediendo, ¿dónde estará la falla, será que hay una excepción conmigo, o más bien estoy gastando mi vida en otro lugar que no es Dios? 11. ¿Habré necesitado la fe solo cuando fui salvo y la necesitaré para entrar al cielo, o más bien la necesito hoy para vivir la vida Cristiana que Dios demanda? 12. ¿Es mi vida el reflejo de alguien que constantemente está a los pies del trono de la gracia de Dios, o más bien tal pareciera que ni cristiano soy, porque no me parezco a Cristo? 13. Si al decirme cristiano, mi vida sigue siendo caracterizada por estar esclavizado a mis deseos egoístas, al temor, la ansiedad, la lujuria, el odio, el resentimiento, la ira, las adicciones, ¿estaré practicando la fe correcta? 14. Si tener paz para con Dios, implica tener paz con los demás, ¿cómo deberían ser todas mis relaciones interpersonales? 15. ¿Has entendido que este libre acceso a la gracia, es suficiente para darte la victoria, darte perfecta libertad y plenitud? 16. ¿Serán Cristo y su gracia suficientes para mí, o necesitaré de Cristo y algo más, dígase religón, psicología, filosofías, dinero, etc.? P a g e | 2 17. ¿Son los recursos de Dios a los que tengo acceso deseos de la carne, deseos de los ojos, vanagloria de la vida o más bien todo el carácter de Cristo: integridad, amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, temor limpio de Dios, etc.? 18. ¿Podría esta gracia estar firme si descansara en mis méritos? Si descansa en Cristo, ¿debería estarme preocupando de que no esté tan firme cuando no llego ha cierto estándar, o cuando no soy lo suficientemente bueno? 19. ¿Has orado o estas orando para que puedas tener por esta fe una esperanza eterna, la cual es ver algún día la gloria de Dios? III.
Las tribulaciones se convierten en una oportunidad de entrenamiento. Rom 5:3 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; 20. ¿De qué otra cosa puedo presumir cuando tengo la fe correcta? ¿Por qué? Rom 5:4 y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; Rom 5:5 y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. 21. ¿Qué produce la paciencia? ¿Qué produce la prueba? 22. ¿Por qué es que la esperanza que produce un carácter probado no avergüenza? 23. Si las tribulaciones me limpian, me fortalecen, me recuerdan que este mundo es temporal y que no soy de este mundo sino que soy extranjero y peregrino, y que no fui hecho para este mundo, ¿cómo debería ver las tribulaciones, como una maldición o una bendición? 24. ¿Podría alguien sin el Espíritu Santo encontrar gozo en las tribulaciones? 25. Si desnudo llegué a este mundo y desnudo me voy a ir, ¿cómo y para qué debería estar utilizando los talentos, recursos y dones que el Señor me ha otorgado? 26. ¿Se puede encontrar verdadera plenitud y gozo viviendo centrado en uno mismo, acumulando o desperdiciando recursos, talentos y dones sin un propósito eterno? 2 Co 4:16-­‐18 Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. 17 Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria; 18 no mirando nosotros las cosas que se ven, sino las que no se ven; pues las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas. 27. ¿Qué es lo que mueve tu vida? Una esperanza eterna, la cual se fortalece en las tribulaciones, en una vida que ha comprobado la fidelidad de Dios y la tremenda realidad de las cosas que no se ven, o ¿solo vives para aquí y para hoy en este mundo pasajero? IV.
Cristo decidió morir por mí cuando yo era totalmente incapaz de salvarme, y cuando era totalmente nocivo para él y para los que me rodeaban. Rom 5:6 Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. 28. ¿Quiénes éramos y en qué condición estábamos cuando Cristo murió por nosotros? 29. ¿En qué momento Cristo murió por nosotros? a) Cuando se levantaros suficientes firmas en el mundo pidiendo que él viniera. b) Cuando vio que le estábamos echando ganas. c) Cuando hubo suficientes likes en facebook. d) Cuando vio suficientes actos de heroísmo y de buenas obras de manera que dijo: ahora sí, ya vale la pena ir a morir por ellos. P a g e | 3 e) Cuando éramos débiles, estábamos incapacitados para alcanzar la salvación por nosotros mismos, no solo incapacitados, éramos impíos, blasfemábamos a Dios. 30. Si Jesús murió por mí cuando estaba incapacitado para salvarme y cuando era un impío, ¿es lógico pensar que Jesús me salvó por algo bueno que haya visto en mí? 31. ¿Te das cuenta de nuestra salvación, nuestro acceso a la gracia está asegurado, de manera que podemos presumir: “yo voy a ver la gloria de Dios”? 32. ¿Te das cuenta que estas bendiciones están seguras porque no descansan en lo que yo pueda hacer, o en lo que soy, sino en lo que Cristo es y lo que hizo? 33. ¿Te das cuenta que Cristo murió por ti y por mí y decidió bendecirnos de esta manera cuando éramos nocivos para él y para los que nos rodeaban? 34. ¿Te das cuenta que este libre acceso lo tenemos por gracia y por su amor, ya que lo hizo cuando no lo merecíamos? 35. ¿Es la lógica del mundo, entre mejor promedio, más inteligencia y más trabajo, más dinero y mejores oportunidades? ¿Funcionará de la misma manera nuestra salvación? 36. ¿Cuándo nos salvó Cristo, cuando teníamos el mejor promedio y el más alto coeficiente intelectual o cuando estábamos reprobados y muertos en nuestros delitos y pecados? 37. ¿Te das cuenta que al creer te conviertes en un hijo de Dios, miembro de su familia y ciudadano de un reino celestial por pura gracia? 38. ¿Se trata la vida cristiana de estar cuidando mi promedio y mi buen comportamiento para que no me expulsen, o de vivir por fe y para fe, de vivir creyendo y confiando en la obra de Cristo y en el acceso a la gracia eterna que tenemos en Cristo Jesús? Rom 5:7 Ciertamente, apenas morirá alguno por un justo; con todo, pudiera ser que alguno osara morir por el bueno. 39. En ocasiones muy contadas y muy excepcionales, ¿qué estaría dispuesto a hacer un ser humano por otro? 40. ¿Cuál sería la condición de que decidiera dar su vida en lugar de otra persona? Rom 5:8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. 41. A diferencia de los seres humanos, ¿cómo muestra Dios su amor por nosotros? 42. ¿Cómo mostró Dios su amor por nosotros, con palabras que llegaron al corazón y nos emocionaron mucho o con la decisión de un acto sacrificial e incondicional? 43. Si éramos pecadores, ¿tenía Dios algún motivo para amarnos? 44. ¿Cómo sueles amar a tu prójimo, buscas todo el tiempo razones para amarlo y servirlo o simplemente decides amarle, sin importar si se lo merece o no? 45. ¿Puedes ver la diferencia del amor condicional del ser humano y el amor incondicional divino? 46. ¿Puedes ver de qué tamaño es el amor y la misericordia de Dios al otorgarnos esta inmensurable gracia? 47. Viendo esta clase de amor, ¿Te das cuenta de que en Cristo todos, absolutamente todos, tenemos la oportunidad de ser perdonados, de ser declarados justos, de que el sacrificio de Cristo alcanza para todos? Rom 1:28-­‐32 Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; 29 estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; 30 murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, P a g e | 4 desobedientes a los padres, 31 necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; 32 quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican. 48. Ya que el Señor nos amó cuando éramos esta clase de pecadores, ¿cuál vendrá a ser la demanda en el día del juicio, si fui bueno o malo, o más bien, qué hice con la salvación y el perdón que me fue ofrecido en Cristo, si lo recibí creyéndolo o lo desprecié? 49. ¿Darías la vida de uno de tus hijos por un violador, un secuestrador, un asesino en serie? ¿Te das cuenta de que Dios lo hizo, dio a su hijo Unigénito por unos pecadores como nosotros, Cristo entregó su vida voluntariamente por unos pecadores como nosotros? 50. ¿Estarán seguras estas bendiciones? ¿Habrá algún momento en el cual nuestra infidelidad restrinja este acceso a la gracia? ¿Habrá un momento en el cual Dios diga, hoy no, hoy sí te pasaste, ven mañana, a ver cómo te va? Jn 14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. 51. ¿Cuál sería la única manera de no tener acceso a estas bendiciones? 1 Jn 1:6 Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; 7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. 8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 52. ¿En qué debe confiar el creyente que ha caído? 1 Jn 2:1 Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. 53. ¿Qué debe buscar inmediatamente el creyente que ha caído? 54. ¿Te das cuenta de que estando en Cristo, siempre hay acceso al Padre, siempre hay oportunidad de arrepentimiento, de confesión y de perdón? 55. ¿Será creyente aquel que se queda en el pecado y no tiene el más mínimo deseo de restaurar su comunión con Dios? 56. ¿Puedes ver que al creer en estas cosas tienes verdadera libertad y descanso? 57. ¿Te das cuenta de que no es Dios el que nos acusa y nos aleja de sí cuando caemos, sino que más bien, todo el tiempo, ansía recibirnos, ansía que nos arrepintamos, que confesemos nuestros pecados y que creamos en él, porque ama perdonarnos, porque ama la misericordia? 58. ¿En dónde te encuentras hoy, en el trono de la gracia o lejos de Dios y avergonzado? ¿Qué estarías esperando para regresar? V.
Si Cristo me reconcilió con Dios cuando era un pecador, ahora que soy su hijo, nada me puede arrebatar de su mano. Rom 5:9 Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira. 59. Si cuando éramos débiles, impíos y enemigos Cristo nos amó, ¿de qué podemos estar seguros ahora que ya estamos justificados por la sangre de Cristo? 60. ¿Te das cuenta que la salvación no solo nos hizo salvos en el pasado, sino que nos mantiene salvos hoy y hasta llegar a su presencia? 61. ¿Habrá manera de que mi inseguridad, mis infidelidades, mis debilidades, mis tropiezos, mi inmadurez; en una palabra, mis malas obras me pongan en una situación de juicio y bajo la ira de Dios nuevamente, si ya he sido justificado? P a g e | 5 Heb 12:1 Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, 2 puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios. 62. ¿Quién es el autor y el consumador de nuestra fe? Fil 1:6 estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo; 63. ¿Quién comenzó la obra de fe en nosotros y quién la perfeccionará? 64. ¿Esto significará que yo no tengo ninguna responsabilidad? 65. ¿Será mi responsabilidad, procurar andar en el Espíritu, permanecer en fe, en estas promesas, creyéndolas, y viviendo en obediencia a ellas? 66. ¿Te das cuenta que el mayor limitante en tu vida no es tu carne, el mundo y el diablo, sino que no procures tu tiempo de comunión con el Señor, su Palabra y su iglesia? 67. ¿Te das cuenta de que la única manera en la que tus enemigos, la carne, el mundo y el diablo te venzan y te hagan perder tu comunión con Cristo es que tú voluntariamente te pongas en una situación vulnerable moviéndote del lugar que Cristo ya te dio con él en los lugares celestiales? 68. ¿Te das cuenta que esto lo haces cada vez que dudas por incredulidad creyendo mentiras, dándole la espalda a Dios? Gál 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. Gál 5:24 Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos. 69. ¿Qué tendrías que hacer con tu carne? 70. ¿Te das cuenta de que hoy no hay limitantes para vivir una vida en constante victoria, gozo y esperanza? 71. ¿Te das cuenta de que tú mismo te limitas cuando decides no creer y alejarte de Dios? 72. ¿Te das cuenta de que tu mayor limitante no es tu debilidad o tu pecado, o tu carácter, o tu pasado, o tu educación, sino que tu mayor limitante es que voluntariamente decidas no creer a Dios y pecando te alejes de él? 73. Si esto ha sucedido, ¿te das cuenta de que hoy puedes regresar, confesar, arrepentirte y recibir el perdón de Dios? ¿Regresarás o seguirás en rebelión? 74. ¿Te das cuenta que dada vez que desobedeces de esta manera, estás deshonrando a Dios? Rom 5:10 Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida. 75. ¿En qué momento fuimos reconciliados por la muerte de Cristo? ¿Con qué puedo contar ahora que Cristo está resucitado y está sentado a la derecha del Padre? 76. ¿Has tenido un enemigo que no te deja en paz? Luc 11:23 El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama. 77. ¿Se puede estar en un punto neutral con Cristo? Sal 68:21 Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos, La testa cabelluda del que camina en sus pecados. Sal 68:21 Pero Dios aplastará las cabezas de sus enemigos, aplastará los cráneos de los que aman sus caminos perversos. (NTV) P a g e | 6 Apo 6:12-­‐17 Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; 13 y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. 14 Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar. 15 Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; 16 y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos(J) del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; 17 porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie? 78. ¿Cuando la Biblia habla de “enemigos”, habla de una especie rara de “amigos-­‐enemigos”, o será la enemistad con Cristo y con Dios algo serio y terrible? 79. ¿De acuerdo a esto, si no he creído en Cristo, en qué me convierto con respecto a mi relación con Dios? ¿Será la voluntad de Dios mantenerme como su enemigo? 80. Si siendo enemigos de Dios, decidió amarnos y salvarnos, ahora que hemos sido justificados, ahora que la sangre de Cristo ya nos reconcilió con Dios, ¿habrá algo que pueda hacer enojar a Dios, de manera que nos expulse de su presencia? 81. Si la única manera de estar seguros, es permanecer en Cristo, ¿tienes planeado no permanecer en Cristo? Si la respuesta es sí, ¿crees que deberías considerar si la fe que estas profesando es una fe genuina? 82. ¿Te das cuenta de que el creyente genuino permanece en Cristo, permanece creyendo, no se mueve de esta fe, porque es sostenido por esta fe que Dios da como un regalo? 83. ¿Te das cuenta que es la voluntad del Señor que permanezcas en él, y que él mismo te está proveyendo hoy lo que necesitas y lo que se requiere para que así sea? Rom 8:31-­‐39 ¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? 32 El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no nos dará también con él todas las cosas? 33 ¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que justifica. 34 ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió; más aun, el que también resucitó, el que además está a la diestra de Dios, el que también intercede por nosotros. 35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? 36 está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. 37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. 38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, 39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. 84. ¿Entiendes mejor porqué Pablo escribió esto? 85. ¿Te das cuenta de la tremenda implicación de que nos haya dado vida con su muerte cuando éramos sus enemigos, y ahora que resucitó, que vive por la eternidad está sentado a la derecha del Padre, presentándonos ya reconciliados, sin mancha ni arruga ni cosa semejante? 86. ¿Debería esto de “alguna” manera afectar todos los rubros de mi vida? Jn 15:13-­‐17 Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. 14 sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. 15 Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer. 16 No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé. 17 Esto os mando: Que os améis unos a otros. 87. Si ahora somos amigos de Cristo, ¿es posible que llevemos fruto y que nos amemos unos a otros? P a g e | 7 88. ¿Te das cuenta que todas estas palabras no son una simple canción cursi de amor, sino que estas palabras son vida, son verdad y pueden transformar tu vida cuando las crees? Rom 5:11 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por el Señor nuestro Jesucristo, por quien hemos recibido ahora la reconciliación. 89. ¿Por quién podemos gloriarnos en Dios? ¿Qué recibimos en Jesucristo? 90. ¿Entiendes que hoy reconciliados con el Padre a través de Jesucristo Dios está a nuestro favor? 91. Si siendo sus enemigos tuvo misericordia de nosotros, salvándonos cuando no lo merecíamos, cuando no lo estábamos buscando, cuando le blasfemábamos, ¿qué será ahora que somos sus hijos? 92. ¿Estás ahora del lado de Dios o sigues siendo su enemigo? ¿Sigue la culpa pesando sobre tu cabeza? ¿Qué tendrías que hacer si esto es así? 93. ¿Podrás verdaderamente obtener algo mejor que todo esto en tus fuerzas? 94. ¿Puedes presumir hoy de que tienes completo acceso a Dios, que tienes todos los recursos de Dios a tu favor para vivir en libertad? 95. ¿Entiendes que hacer lo que se te da la gana, no es libertad, sino que eso es hacer lo que el mundo, el diablo y tu naturaleza pecaminosa te arrastran y te esclavizan a hacer? 96. ¿Entiendes que la verdadera libertad es la libertad de hacer lo que Dios quiere que hagas, es saber y tomar ventaja de todos los recursos de Dios a tu favor para vivir en la santidad, en la pureza que él demanda? 97. ¿Entiendes que hoy tienes completo acceso a Dios para entender su Palabra, para ser útil para su reino? 98. ¿Te das cuenta que la salvación, es mucho, muchísimo más que una cierta seguridad de que cuando me muera voy a ir al cielo? 99. ¿Te das cuenta de que la salvación es para hoy, hoy el reino de Dios está en mí, hoy tengo libre acceso al rey, hoy puedo ver a Dios moviéndose en mi familia, en mi corazón, a mi alrededor? 100. ¿Te das cuenta de que si siendo enemigo de Dios, él pensó en mí desde antes de la fundación del mundo, cuánto más ahora que su hijo unigénito murió por mis pecados y resucitó y está sentado con él intercediendo por mí? 101. ¿Qué tengo que hacer si Cristo ya murió por mí, me amó, me recibió cuando era su enemigo, me capacitó cuando estaba incapacitado? ¿Me tocará creer, confiar, obedecer a su voz, y permanecer creyendo, confiando y obedeciendo a su voz? 102. ¿Ha sido derramado el amor de Dios en tu corazón? ¿Entiendes que si no es así, sigues siendo enemigo de Dios y no es su voluntad? 103. ¿Qué estás esperando para hacer las paces con Dios? ¿Por qué no haces las paces con Dios hoy? ¿Por qué no le permites a Cristo reconciliarte con Dios hoy? Ef 3:14-­‐21 Cuando pienso en todo esto, caigo de rodillas y elevo una oración al Padre, 15 el Creador de todo lo que existe en el cielo y en la tierra. 16 Pido en oración que, de sus gloriosos e inagotables recursos, los fortalezca con poder en el ser interior por medio de su Espíritu. 17 Entonces Cristo habitará en el corazón de ustedes a medida que confíen en él. Echarán raíces profundas en el amor de Dios, y ellas los mantendrán fuertes. 18 Espero que puedan comprender, como corresponde a todo el pueblo de Dios, cuán ancho, cuán largo, cuán alto y cuán profundo es su amor. 19 Es mi deseo que experimenten el amor de Cristo, aun cuando es demasiado grande para comprenderlo todo. Entonces serán completos con toda la plenitud de la vida y el poder que proviene de Dios. 20 Y ahora, que toda la gloria sea para Dios, quien puede lograr mucho más de lo que pudiéramos pedir o incluso imaginar mediante su gran poder, que actúa en nosotros. 21 ¡Gloria a él en la iglesia y en Cristo Jesús por todas las generaciones desde hoy y para siempre! Amén. (NTV) P a g e | 8 ¿Qué más quieres de parte de Dios? 

Documentos relacionados