La Virgen de Ávila Santa Teresa

Transcripción

La Virgen de Ávila Santa Teresa
LA VIRGEN DE ÁVILA:
SANTA TERESA
Jesús Mª Sanchidrián Gallego
“La Vierge d'Avila: Sainte Thérèse” es la recreación teatral de la
vida de Teresa de Jesús estrenada en París en 1906 contra cuya
representación se rebelaron los abulenses aclamando a su paisana
en un momento en el que algunos creyeron que su figura había
sido atacada, desprestigiada y denostada, lo que trajo los
fantasmas de hechos incendiarios ocurridos en la ciudad y otros
profanadores de iglesias, templos y símbolos religiosos en tiempos
de la invasión francesa.
Dicho acontecimiento nos sirve ahora para acercarnos a Teresa de
Jesús y al contexto social de su reivindicación cultural que tanto
atrae, imanta y sugestiona a cuantos contactan en el escenario con
su biografía o comparten pasajes de su vida en la lectura, la
oración, la devoción, la manifestación o la simple admiración.
Y es que, aunque la presencia de Santa Teresa se nota de forma
permanente en la vida religiosa, e incluso literaria y cultural de la
sociedad de nuestros días, especialmente de la abulense, son los
acontecimientos novedosos y de actualidad de cada época los que
sirven de revulsivo para su revitalización.
Sarah Bernhardt interpreta a Santa Teresa en la obra “La Vierge
d´Avila” estrenada en París el 9 de noviembre de 1906.
Biblioteca Nacional de Francia.
“LA VIRGEN DE ÁVILA: SANTA TERESA” - JESÚS Mª SANCHIDRIÁN GALLEGO.
1
Estas líneas se aprovechan entonces de la celebración del V
centenario del nacimiento de Teresa de Cepeda y Ahumada (15151582), igual que en otras ocasiones la excusa fueron las distintas
efemérides también centenarias, como su beatificación o
canonización. Y todo sin olvidar que Ávila honra cada año a la
Santa con tradicionales fiestas patronales, igual que las distintas
comunidades religiosas hacen lo propio en sus conventos y museos
carmelitanos, en lo que también confluyen centros diversos, como
el Teresiano Sanjuanista abulense.
Como punto de partida de nuestra disertación tomamos un singular
hecho que gira en torno al teatro, porque es en el escenario donde
mejor se produce la exposición pública y la recreación biográfica de
Teresa de Jesús, una monja cercana que es mujer, madre, esposa,
hermana, amiga, paisana, activista y rebelde que se convierte en
un personaje de carne y hueso que respira, habla, mira y te toca.
tantos devotos y religiosos carmelitas que oran en silencio ajenos a
polémicas externas.
Y todo ocurrió porque unas semanas después de que la ciudad de
Ávila festejara a la Santa, como bien narra en otra oportunidad
Francisco Grandmontagne (“El Sol, 11.06.1927), con jura de
bandera de la Academia de Administración Militar y misa de
campaña incluidas (ABC, 21.10.1906), en París acababa de
estrenarse el 9 de noviembre de 1906 la obra de teatro “La Vierge
d'Avila: Sainte Thérèse” (ABC, 10.11.1906), según libreto de Catulle
Mendès (1841-1909), autor que ya había hecho que la obra formara
Y tal fuerza demostró el teatro hace cien años, que los abulenses,
gente pacífica y mayoritariamente conservadora, se levantaron en
“armas” con rezos y oraciones de munición, también con versos,
para defender a su patrona y paisana Teresa de Cepeda de un
ataque que se intuyó cometido por los franceses, nada menos, de
los mismos que saquearon la ciudad en la guerras napoleónicas y
que predicaban el libertinaje.
La fecha elegida por la ciudad de Ávila para celebrar esta singular
onomástica fue el domingo 25 de noviembre de 1906, un día en el
que se mezclaron la festividad religiosa, la manifestación popular, la
reivindicación identitaria y las muestras de protesta y desagravio.
Esta exhibición de unidad callejera se produce como reacción
contra una afrenta imperdonable, dicen los organizadores,
producida contra la Santa, cuya imagen preside la plaza del
Mercado Grande, y contra el profundo sentir de los abulenses y de
“LA VIRGEN DE ÁVILA: SANTA TERESA” - JESÚS Mª SANCHIDRIÁN GALLEGO.
Libreto de la obra “La Vierge d´Avila (Sainte Thérèse)”
de Catulle Mendès estrenada en París en 1906.
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parte de la Comédie-Française desde 1901, y de quien en 1910 se
estrenó en Barcelona la comedia trágica “Scarron” precedida de
gran éxito en teatros del extranjero (“La Vanguardia, 10.05.1910).
Después de alguna discusión con el autor (New York Times,
16.03.1902), la protagonista de la obra fue la actriz más famosa del
momento, Sarah Bernhardt (1844-1923), quien estuvo acompañada
de la música en directo del compositor venezolano Reynaldo Hahn
de Echenagucia (1874-1847) en un ambiente sobrecogedor
decorado por M. Paquereau. Todo un espectáculo en el que Ávila
aparecía recreada en su plaza, el convento de la Encarnación, un
calvario y el paisaje circundante junto a Alba de Tormes y El
Escorial.
en lo sobrenatural para asquearse de la astracanada de los
señores Bernhardt y Mendès. La Santa de Ávila, aparte de su
santidad y de sus grandes facultades de organización y vida
práctica, fue un verdadero artista literario. Fray Luís de León, gran
poeta lírico él, dice que «el estilo de la madre Teresa fue la
elegancia misma.» Nadie que haya leído sus Moradas o su Camino
de perfección, dejará de percibir su preeminencia espiritual y
artística. Y a esta mujer, copatrona de España como el mismo
Santiago, los Sres. Bernhardt y Mendès han querido ridiculizar en
su melodrama sentimental”.
Pues bien, tanto el texto, como la interpretación y puesta en escena
fue calificada por la prensa española de aberrante, blasfema,
cínica, irrespetuosa, falsa, antinacional, bufonada, grotesca y
ridícula, entre otros calificativos de rechazo. Y es que los franceses
metidos a contar la historia de España hace tiempo que sólo dicen
las “consabidas tonterías” llenas de prejuicios caricaturescos, había
escrito Ramiro de Maeztu (“La Correspondencia”, 2.12.1906).
La noticia teatral detonante de tan inusitada reacción había saltado
a la opinión pública en el número de noviembre de la revista
londinense Saturday Review, de la que se hizo eco la prensa
española con especial adhesión de Maeztu (Por esos mundos,
1.12.1906; La Correspondencia Española, 2.12.1906; El siglo
futuro, 4.12.1906), donde R. B. Cunninghame hizo una encendida
crítica de la representación:
“Aparte de una Biblia cómica, sería difícil imaginar nada de peor
gusto que la última creación de Mme. Sarah Bernhardt, La Vierge
d’Avila. No es necesario ser cristiano, no es necesario ser creyente
“LA VIRGEN DE ÁVILA: SANTA TERESA” - JESÚS Mª SANCHIDRIÁN GALLEGO.
Artículo crítico sobre la obra “La Vierge d´Avila (Sainte Thérèse)” escrito
por R.B. Cunningham y foto de la manifestación de protesta en Ávila.
Revista “Por esos mundos”, 1 de diciembre de 1906.
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P.S.- Esta mañana me escribe un español amigo mío para decirme
que los de Ávila han celebrado una inmensa manifestación y
procesión, presidida por el obispo, para pedir al Gobierno que
prohíba se represente en España la porquería de ese Catulle
Mendès, que ridiculiza a «nuestra» Santa.
El autor de la crónica, Robert Bontine Cunninghame Graham
(1852-1936), fue un destacado escritor, periodista y político (el
primer laborista del parlamento inglés y líder nacionalista escocés).
Sentía especial admiración por la Santa igual que su esposa,
Gabriela de Balmondiere - Carrie Horsfall (1858-1906), quien había
escrito en 1894 una interesante
biografía de Santa Teresa, con
cuyo motivo el matrimonio recorre Ávila y otros lugares teresianos,
y en España conoce a Azorín, Baroja, Maeztu, Pérez de Ayala y
Pardo Bazán, todos fascinados por Teresa la andariega.
La prensa de la época enseguida se hizo eco de los actos
reivindicativos de la sociedad abulense, esencia espiritual del
catolicismo como dice con rigor sobre ello Eduardo Cabezas (Los
de siempre, 2000), y de su manifestación en defensa de la figura de
Teresa de Jesús y contra lo que consideraba un “atentado”.
“Una profanación absurda por la que España ha protestado
enérgicamente en nombre de su religión, de su historia y de su
literatura, contra la estupenda monstruosidad llevada a las tablas
obscenas de París” (La Basílica Teresiana, 15.12.1906).
Autoridades civiles, militares y religiosas arropadas por
muchedumbres de fieles, niños y viejos, vecinos de la ciudad y de
los pueblos circundantes, y la población entera se dieron cita todos
a una para protestar contra los franceses.
“LA VIRGEN DE ÁVILA: SANTA TERESA” - JESÚS Mª SANCHIDRIÁN GALLEGO.
Tarjeta postal de la actriz Sarah Bernhardt en el papel de Santa Teresa en
“La Vierge d´Avila”. París, 1906. Biblioteca Nacional de Francia.
“Se ha celebrado en la catedral (de Ávila) la solemne función
religiosa de desagravio a Santa Teresa, y al mismo tiempo de
protesta contra la obra de Catulle Mendès, La Vierge d´Ávila. Ha
ofrecido el obispo de la diócesis, pronunciando un notable sermón,
D. Gervasio Esteban, dignidad de magistral. Asistieron al acto las
autoridades en pleno y toda la población de Ávila.
Después se ha organizado una procesión a la que han concurrido
50 cofradías, los niños de las escuelas públicas y particulares, los
asilados de la Inclusa y muchos elementos de los pueblos
cercanos, con sus autoridades al frente.
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Procesión de desagravio con ¡vivas a
Santa Teresa! celebrada en Ávila el 25
de noviembre de 1906 contra las
ofensas producidas en la
representación teatral de la obra
“La Vierge d´Avila” de Catulle Mendès
protagonizada por la actriz
Sarah Bernhardt.
Revista “Nuevo Mundo”, 26.11.1906.
Presidieron el gobernador interino, el alcalde y el presidente de la
Diputación. Al llevar la imagen de la Santa al convento en donde se
venera, diéronse numerosos ¡vivas! (Mayoral, ABC, 26.11.1906)
“Los numerosos devotos de la Santa, en Ávila, han tomado tan a
pecho la profanación del asunto místico, que se ha organizado,
como protesta, un acto de desagravio. Este se verificó en la
“LA VIRGEN DE ÁVILA: SANTA TERESA” - JESÚS Mª SANCHIDRIÁN GALLEGO.
expresada ciudad el día 25 y consistió en una función religiosa y
una procesión… En la procesión figuraron infinidad de fieles, los
niños de la provincia, las comunidades religiosas, patronatos, clero,
etc. La presidieron el gobernador interino, el obispo, el acalde y el
presidente de la Diputación. El pueblo que la presenciaba dio
muchos vivas a la Santa” (Nuevo Mundo, 26.11.1906).
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La manifestación ciudadana recordó entonces al levantamiento que
tuvo lugar cien años provocado por la ocupación y asolación que
sufrió Ávila por las tropas del general Hugo, el militar que era el
padre del escritor Víctor Hugo, quien siguió a Santa Teresa y los
místicos al adentrarse en el misterio poético del Ser.
Por el contrario, en París la obra de teatro de Catulle Mendès y la
interpretación de Sarah Bernhardt tuvo un gran éxito, más poético y
declamatorio que dramático, a pesar de que la obra se tiñe de
“ultrajes a la verdad histórica” y de “fantasías pintorescas”, reseñó
la prensa (ABC, 13.11.1906).
Teresa por su valentía, entre otros muchos aspectos de la ciudad.
Lo cual cobra especial relevancia al saber que Jane Dieulafoy fue
una mujer fascinante e increíble, escritora de novelas y libros de
viajes, periodista, interesada en la investigación histórica y
arqueológica, y fotógrafa vocacional, así como una “feminista”
reivindicativa que se vistió de hombre para ir a la guerra y recorrer
países orientales, adoptando después este aspecto de forma
definitiva como mujer en rebeldía constante (JM Sanchidrián, Diario
de Ávila, 20.10.2013).
Todo lo anterior contrasta con el enorme fervor popular francés por
el Carmelo a partir de su primera fundación en París en 1604 por
las religiosas Ana de Jesús y Ana de San Bartolomé junto a otras
cuatro monjas. Si bien es verdad, Francia era considerada
entonces como un país de herejes que necesitaba ser evangelizado
de nuevo.
Y también llama la atención el ejemplo movilizador de Ávila y
España por sus santos, los franceses hicieron lo propio por la
proclamación de su propia Santa carmelita de Lisieux, María
Francisca Teresa Martín Guérin (1873-1897), conocida como Santa
Teresita del Niño Jesús, quien fue canonizada en 1925, cuya
memoria de santidad se venera en una impresionante basílica
levantada en 1929, mientras que en Alba de Tormes languidecía el
proyecto neogótico de Repullés en obras desde 1898.
Casi coincidiendo con las funciones teatrales de Sarah Bernhardt,
la revista que se edita en París “Le Tour du Monde” nº 30 de 27 de
julio de 1907 publica un reportaje sobre Ávila de Jane Dieulafoy
(1851-1916), donde la autora se detiene en el convento carmelita
de La Encarnación y se fija con atención en la figura de Santa
“LA VIRGEN DE ÁVILA: SANTA TERESA” - JESÚS Mª SANCHIDRIÁN GALLEGO.
Procesión de
Santa Teresa a
la entrada de
la iglesia de
San Juan.
Foto de L.Lévy
que ilustra un
artículo sobre
Ávila y Teresa
de Jesús de
Jane Dieulafoy
publicado en
la revista
parisina
“Le Tour du
Monde”
el 27 de julio
de 1907.
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Más aún, siguiendo a Germán Masid Valiñas en su estudio sobre
“La mística castellana en la bibliofilia francesa” (Seminario de
estudios medievales y renacentistas, Salamanca, 2011), diremos:
“El interés por Teresa de Ávila y por San Juan de la Cruz cuenta
con una tradición muy arraigada en Francia, ya sea en el ámbito
popular, ya en el ámbito de la cultura, desde las primeras
publicaciones en el siglo XVII hasta las más recientes”.
“Las manifestaciones populares también siempre han sido
relativamente abundantes en Francia, sobre todo las que se
refieren a Santa Teresa: postales, estampas caladas, tallas de
madera, vasos de cristal con la imagen de la Santa grabada,
láminas litográficas de gusto popular –a veces con doble título en
francés y español–, papeles pintados, etc. Con lo que todo este
conjunto decorativo también pone de manifiesto la importancia del
mito de esta figura”.
Así, en Francia, las obras de Santa Teresa han sido históricamente
objeto de especial atención por editores, intelectuales e hispanistas
franceses como Maurice Legendre, Edmond Cazal, Paul Claudel,
Paul Valéry, Louis Bertrand, Marcelle Auclaire o Florence Delay. Y
en este sentido, nos llama la atención la recreación iconográfica del
libro del historiador Henri Guerlin sobre la representación artística
de la Santa a través de la pintura, incluyendo imágenes de su
exhibición en andas procesionales que recorren la ciudad (H.
Guerlin, Sainte Thérèse, 1917).
A pesar entonces de tantas opiniones contestatarias por la
interpretación francesa de la vida de la Santa abulense, Sarah
Bernhardt se convirtió en esta época en el icono y rostro de Teresa
de Jesús para los franceses, tanto que su imagen retratada sobre el
escenario con hábito carmelitano se reprodujo en la prensa gráfica
“LA VIRGEN DE ÁVILA: SANTA TERESA” - JESÚS Mª SANCHIDRIÁN GALLEGO.
Tarjeta postal de la actriz Sarah Bernhardt interpretando a Santa Teresa en
“La Vierge d´Avila” entre otros muchos personajes que caracterizó para el
teatro. París, 1906. Biblioteca Nacional de Francia.
y en millares de tarjetas postales que circularon con gran éxito
comercial por las estafetas de correos.
Y finalmente, la postalmanía de la imagen de la actriz francesa
rememorando a la Santa, junto al ánimo fervoroso y de admiración
por Teresa, prevaleció entre la sociedad parisina, lejos de las
alucinaciones poéticas que algunos quisieron ver en la obra teatral
que la puso de actualidad.
De todo lo que sucedió entonces y de la representación teatral no
nos queda más testimonio que los retratos de Sarah Bernhardt, el
texto de Catulle Mendès y la música de Reynaldo Hahn, aparte de
los comentarios y críticas publicados en la prensa española y
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francesa, por lo que nuestra opinión será siempre parcial e
incompleta pues nos falta una toma de contacto directo con la
escenografía en su conjunto, lo mismo que debió sucederle a la
mayoría de los manifestantes que protestaron.
Sin embargo, no acabamos de entender la actitud repulsiva
española, pues es incomprensible que la actriz más famosa de la
escena internacional del momento, junto con uno de los autores
más consagrados y uno de los compositores más prestigiosos, se
unieran para dramatizar la vida de una de las figuras más
importantes de la Historia con intenciones provocativas, vejatorias y
burlescas.
Y en esta línea sobresale el libro de la vida de la Santa que en
forma de biografía novelada compuso la escritora, hispanista y
periodista francesa Marcelle Auclair (1899-1893), con quien
descubrimos su modernidad y plena actualidad (La vie de Sainte
Thérése d'Avila. La dame errante de Dieu, 1950):
“(Santa Teresa) decía de las mujeres de su época cosas como
éstas: «Basta pensar que soy mujer para que se me caigan las
alas», «mujer y ruin», «de muchas mujeres juntas, Dios nos libre».
De las feministas actuales hubiera pensado lo que yo, que tienen
mucha razón, pero que demuestran una agresividad excesiva y eso
no les ayuda. (Marcelle Auclair, El País, 31.05.1979).
Y tampoco sabríamos explicar cómo uno de los teatros más
señeros y exitosos de la capital parisina, el “Sarah Bernhardt”, fue
el escenario de más de medio centenar de funciones de “La Vierge
d'Avila”, si no fuera por la fuerte atracción del personaje, incluso
para los franceses más liberales.
Sea como fuere, lo que importa es que la figura de Santa Teresa
cobró entonces un especial protagonismo como figura de gran
hondura humana, además de espiritual, que hoy equipararíamos a
uno de los más relevantes activistas que quieren cambiar y mejorar
la sociedad en la que les ha tocado vivir.
Y de la prensa francesa nos quedamos con los siguientes atributos
predicados de Santa Teresa, “patrona unánime venerada de la
católica España”, dice el cronista:
Celeste visionaria, pasional, emotiva, simbólica, triunfadora,
cautivadora, dulce, misteriosa, piadosa, bondadosa, clemente,
pacífica, rebelde y heroína como Juana de Arco (“Le Figaro”,
11.11.1906; “Le Gaulois”, 11.11.1906; “Les Temps”, 12.11.1906).
“LA VIRGEN DE ÁVILA: SANTA TERESA” - JESÚS Mª SANCHIDRIÁN GALLEGO.
La escritora y “biógrafa” de Santa Teresa y García Lorca, la hispanista
Marcelle Auclair. Diario “Patria”, 7 de septiembre de 1962.
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Al margen de la polémica sobre la dramatización de la vida de
Santa Teresa que vino a perturbar en Ávila su apacible monotonía,
la animada cartelera abulense, repleta de actuaciones de
entretenimiento, gozaba en aquellos tiempos de 1906 de un
aceptable éxito con inauguración de nuevas salas.
Así, en este año abren sus puertas el Palacio Luminoso en la calle
San Segundo, el Cinematógrafo Pinacho y la sala del Café de la
Amistad de “Pepillo” en el Mercado Grande, y el Coliseo Abulense
en la calle Estrada, donde se exhibían espectáculos musicales,
teatrales y de cine mudo y variedades que promovían José Álvarez
Portal “Pepillo” y otros empresarios.
Y mientras en Francia las estrellas del teatro se ocupan de
reinterpretar la vida de la Santa en la modernidad del momento, lo
que hará de nuevo Marcelle Auclair medio siglo después, y también
el joven Cioran, e incluso la polémica dibujante Claire Bretecher (El
País, 19.08.1979), en España se recupera el misticismo de su
estampa en la Exposición Nacional de Bellas Artes abierta en
Madrid en el mes de mayo de 1906, lo que se produce con la
exhibición del cuadro “Éxtasis de Santa Teresa” pintado por Manuel
Alcázar (“La Ilustración Española y Americana”, 22.05.1906), sobre
el que la crítica ya advertía:
“Casi todo el que trata literaria ó artísticamente la figura da Santa
Teresa, la maltrata. Es mucha, como que es incalculable, la
excelencia de alma tan depurada, y muy difícil no calumniarla” (El
Imparcial, 17.05.1906).
Y este maltrato no sólo se produjo en la obra de Mendès, sino
también en la novela histórica “Sainte Thérèse” (1921) del escritor
francés Edmond Cazal, seudónimo de Adolphe d’Espie de la Hire
(1878-1956), donde se daba una visión rocambolesca de la
“LA VIRGEN DE ÁVILA: SANTA TERESA” - JESÚS Mª SANCHIDRIÁN GALLEGO.
“Éxtasis de Santa
Teresa” pintado por
Manuel Alcázar
y presentado en la
Exposición Nacional
de Bellas Artes
abierta en Madrid
en el mes de mayo
de 1906.
“La Ilustración
Española y
Americana”, 22 de
mayo de 1906.
biografía de la Santa, al decir de Joseph Pérez, al atribuir aquél sus
éxtasis a un delirio místico de clara connotación sexual, lo que
también fue duramente criticado por el hispanista Gaston
Etchegoyen y por Azorín (ABC, 20.02.1921), y tal fue el rechazo
que la novela se incluyó en el “Index librorum prohibitorum”.
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Pasada la euforia de reivindicación teresiana de
1906, la protesta santoral no tardó en
estrellarse con la cruda realidad de situaciones
de miseria por las que pasan los más
menesterosos.
plano arrodillada a los pies de Cristo crucificado,
el cual fue galardonado con el primer premio de
la Exposición Nacional de Bellas Artes celebrada
en Madrid en 1908.
Zuloaga pinta “Los flagelantes” (1909) y “El
Cristo de la sangre” (1911) con Ávila de telón de
fondo, cuadro éste que se exhibió en el Salón de
la Société Nationale des Beaux-Arts de París de
1912, y del que Guillaume Apollinaire dijo:
Y así, poco tiempo después, los panaderos de
Ávila hacen huelga en 1907 exigiendo un
salario justo, al tiempo que se producen
manifestaciones por la escasez de pan frente a
la fábrica de harinas propiedad de Isidro Benito
Lapeña, quien fue senador y promotor del
sindicato católico que denominó Santa Teresa,
“secuestrando” así el nombre de la Santa.
“Una imagen bastante precisa de la religión
mística y sensual que subyace a las creencias
de una España en la que se siguen celebrando
procesiones de flagelantes y donde la alegría del
dolor aún podría transportar las almas como en
tiempos de Santa Teresa”.
Por estos años paran en Ávila el arquitecto
Enrique María Repullés (1845-1922), los
pintores Eduardo Chicharro (1873-1849) e
Ignacio Zuloaga (1870-1945), y los escritores
Alberto Insúa (1883-1963) y Amado Nervo
(1870-1919), quienes, a su manera, testimonian
el espíritu teresiano en sus obras.
Repullés, que había proyectado en Ávila la
Biblioteca-Museo Teresiano en 1898, se
hallaba ahora inmerso en las obras de
construcción de la Basílica de Santa Teresa de
Alba de Tormes, cuyo proyecto neogótico había
sido premiado en la Exposición Internacional de
París de 1900.
Chicharro pinta el cuadro “Las tres esposas”
donde destaca la figura de la Santa en primer
Alberto Insúa visita Ávila en 1907 y recuerda en
sus memorias la atracción que comparte con
Unamuno:
”Sentía admiración por Santa Teresa: una
admiración sui generis. De heterodoxo. Una
simpatía inefable por la mujer. Su ausencia de
religiosidad le incapacitaba para comprender
«del todo» a la Santa”.
Santa Teresa arrodillada ante Cristo.
Detalle del cuadro “Las tres esposas” de
Eduardo Chicharro” premiado en la
Exposición Nacional de Bellas Artes de 1908.
“LA VIRGEN DE ÁVILA: SANTA TERESA” - JESÚS Mª SANCHIDRIÁN GALLEGO.
A lo que apuntilló Juan Ramón Jiménez:
“Son los dos hermanos de nuestro Don Quijote,
porque Santa Teresa fue en todo la mujer
quijote española: idealista y andariega de
caminos como Unamuno”.
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Amado Nervo, por su parte, cautivado por Teresa de Jesús recorre
Ávila en 1909 y escribe una glosa al poema teresiano “Vivo sin
vivir en mí”:
“Vivo ya fuera de mí,
después que muero de amor;
porque vivo en el Señor
que me quiso para Sí.
Cuando el corazón le di
puso en mí este letrero:
Que muero porque no muero.
carácter de la Santa todo lo que tuvo de humano, comprensivo y
simpático” (“La Correspondencia de España”, 2.05.1911).
Igualmente, sobre la versión de Santa Teresa de Eduardo
Marquina, y los mejores versos que había escrito, dijo el crítico
Caramanchel:
“El interés del cuadro está en la pintura que hace Marquina de la
Doctora de Ávila, devolviéndole aquel su carácter austero, sereno y
llanamente castellano, tergiversado y desnaturalizado por algunos
escritores extranjeros, especialmente por Catulle Mendès en su
Vierge d’Avila” (La Vanguardia, 31.05.1911).
A todos ellos se une el poeta y dramaturgo Eduardo Marquina
(1879-1946) con una obra teatral que bien sirvió para contrarrestar
el “agravio francés”. Y así llegó al escenario madrileño de la
Princesa con el estreno el 15 de mayo de 1911 del auto teresiano
“La Alcaldesa de Pastrana”, donde Marquina recrea la primera
juventud de Santa Teresa de Jesús y su relación con la Princesa
de Éboli.
Y sin olvidar lo sucedido el en teatro de Sarah Bernhardt la crítica
hizo bandera con la obra de Marquina:
“La comedia es sencillísima y tiene por principal objeto reconstituir
la noble figura de Santa Teresa de Jesús, tal como fue en vida,
llena de serenidad y de majestad, sin mojigaterías y sin
nerviosidades. Los escritores extranjeros que han visto en ella una
histérica no la han comprendido, ni se ha tomado el trabajo de
informarse. La Santa Teresa de Catulle Mendès no tiene el menor
parecido con la verdadera Teresa de Jesús. Eduardo Marquina ha
querido destruir esas mistificaciones extranjeras y devolver al
“LA VIRGEN DE ÁVILA: SANTA TERESA” - JESÚS Mª SANCHIDRIÁN GALLEGO.
Escena del auto teresiano “La Alcaldesa de Pastrana” de Eduardo Marquina
estrenado en el teatro de la Princesa de Madrid el 15 de mayo de 1911,
donde el papel de Teresa de Jesús es interpretado por la actriz María
Guerrero. Revista “Blanco y Negro”, 21 de mayo de 1911.
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El auto teresiano forma parte, junto con otras dos piezas más, “Las
Cartas de la Monja” y “La muerte en Alba”, de la trilogía “Pasos y
trabajos de Santa Teresa de Jesús” que escribió Marquina en esta
época. El papel de Teresa de Jesús fue interpretado
magistralmente en esta ocasión por María Guerreo Torrija (18671928), la mejor actriz española del momento que ya había actuado
en París en 1898 ante Catulle Mendès (“La Vanguardia”,
22.10.1898) y que bien podía competir ahora con Sarah Bernhardt
cuando declama:
“No vengo a poner el suelo
con lo celestial en guerra,
sino a cultivar la tierra
como un arrabal del cielo”.
Y María Guerreo, como también gustaba a “la Bernhardt”, se retrató
en el estudio del fotógrafo Antonio Cánovas “Káulat” metida en la
piel de Santa Teresa, estampa que utilizó como regalo íntimo, como
lo prueba la copia que dedicó a Margarita Xirgu poco tiempo antes
de morir.
Mucho antes de que Catulle Mendès fijara su poética y dramaturgia
en Santa Teresa, ya lo había hecho Lope de Vega, quien le dedicó
dos obras de teatro y varios poemas, a la vez que participó
activamente en los actos celebrados por su beatificación y
canonización (1614). He aquí los primeros versos de un hermoso
soneto:
Retrato de la actriz María Guerrero ataviada con los hábitos de Teresa
de Cepeda y Ahumada, personaje que interpretó en la obra teatral “La
Alcaldesa de Pastrana” de Eduardo Marquina estrenada el 15 de mayo
de 1911. Foto de Antonio Cánovas (Káulak)
“LA VIRGEN DE ÁVILA: SANTA TERESA” - JESÚS Mª SANCHIDRIÁN GALLEGO.
“Herida vais del Serafín, Teresa,
corred al agua, cierva blanca y parda,
que la fuente de vida que os aguarda,
también es fuego, y de abrasar no cesa”.
12
En la misma línea de desquite con la “escandalosa” obra de Catulle
Mendès, mejor moderna y avanzada, en 1932, Marquina estrena
en el teatro Infanta Beatriz de Madrid la obra titulada “Santa Teresa:
estampas carmelitas” con la famosa Lola Membrives (1888-1969)
como primera actriz.
“Eduardo Marquina ha obtenido un magnífico triunfo con el estreno
de su nueva y admirable comedia en verso `Teresa de Jesús´. Obra
de una gran esencia poética, de un profundo valor de evocación, de
psicología y de dominio escénico, la nueva comedia de Marquina
es una de las mejor logradas entre las que forman la gran labor del
dramaturgo”. (Nuevo Mundo, 02.12.1932).
Al año siguiente, la compañía de
María Palou Ruiz (1891-1957)
inició una larga gira por España
con la obra de Marquina.
“María Palou, la eminente actriz
(es) a quien el gran poeta
Eduardo Marquina ha elegido
para que al frente de una notable
compañía dé a conocer por toda
España su última y admirable
obra Teresa de Jesús”
(Revista “Blanco y Negro”, 1933).
Lola Membrives, primera actriz que
interpretó el papel de Teresa de Jesús,
con el autor de la obra Eduardo Marquina.
Revista “Nuevo Mundo”,
2 de diciembre de 1932.
“LA VIRGEN DE ÁVILA: SANTA TERESA” - JESÚS Mª SANCHIDRIÁN GALLEGO.
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Con igual éxito concluyó la gira por provincias que hizo la actriz
madrileña Carmen Muñoz Gar (ABC, 5.03.1933), habiendo sido la
representación de la obra de Marquina un ejemplo de pluralismo
artístico:
“Con espíritu elevado y respetuoso para todas las ideas se pueden
presenciar obras de la tendencia que sea por personas de todas las
ideologías y además que ésta que nos ocupa no persigue fin
alguno fuera del arte” (El Porvenir Castellano, 4.05.1933).
Tal fue el éxito teatral de la obra “Teresa de Jesús” de Eduardo
Marquina, que el Ayuntamiento de Ávila, en sesión del 31 de marzo
de 1933, acordó dedicarle la calle de los Tallistas al poeta y
dramaturgo como reconocimiento a la labor divulgadora de la vida y
obra de la Santa.
Sin salir de Ávila, ni de sus teatros, traemos a colación la
exhibición de la película muda titulada “Escenas de la vida de Santa
Teresa” producida por Juan Vila, quien paraba en Martiherrero, y
dirigida por los hermanos Bringola, la cual se estrenó el 1 de junio
de 1926 en el telón del Teatro Principal de Ávila (El Heraldo de
Madrid, 26.06.1926). Lo mismo que tres años después, en 1928 se
exhibió el documental “Ávila y América” dirigido por el sacerdote
José María Sánchez Bermejo con especial atención al paisaje y la
ciudad teresiana, proyecciones que ya son parte de la historia del
cine abulense que bien ha estudiado Emilio C. García Fernández
(Ávila y el cine, 1995).
Por la misma razón, el consistorio abulense también inauguró el 27
de septiembre de 2011 una calle dedicada a la escritora irlandesa
Kate O´Brien (1897-974), autora de pasionales textos
protagonizados por la ciudad y Teresa de Jesús ('Adiós España',
1937; 'Esa Dama', 1946; y 'Teresa de Ávila', 1951).
Otro punto de encuentro con Santa Teresa en Francia nos llega del
filósofo francés de origen rumano Emil Cioran (1911-1955), quien
dijo: “Si España fuera cíclope, Teresa de Ávila sería su ojo”. Al
tiempo que en su etapa de juventud, atraído por el misticismo,
presentó a Santa Teresa como la esposa de la canción:
“Era una esposa de la canción, un corazón traspasado, el misterio
del solitario, de una pasión divina imparcial, la misma fuerza”.
“¿Cómo no sentirse cerca de Santa Teresa, ya que se le apareció
Jesús, salió corriendo y bailó en el centro del convento, en un
arrebato desesperado, tocando el tambor para llamar a las
hermanas para compartir su alegría?” (Lacrime e santi, 1990).
“LA VIRGEN DE ÁVILA: SANTA TERESA” - JESÚS Mª SANCHIDRIÁN GALLEGO.
Procesión de Santa Teresa. Fotograma de la salida de la catedral de Ávila
del documental “Ávila y América” dirigido por José Mª Sánchez Bermejo,
1928. Museo de Ávila
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Y gracias también al teatro, Ávila se reencontró con su ilustre
vecina en la representación de la biografía dramática “Retablo de
Santa Teresa” de Antonio Gala que fue puesta en escena en el
Real Monasterio de Santo Tomás de Ávila y retransmitida en el
programa de Estudio 1 de TVE el 16 de octubre de 1970 para
conmemorar su nombramiento como primera doctora universal de
la Iglesia concedido el 27 de 4 septiembre anterior:
https://www.youtube.com/watch?v=plpzgqlGgEE
Otras realizaciones cinematográficas sobre el personaje de Teresa
de Jesús, igual que creaciones literarias y representaciones
teatrales, se han sucedido con profusión a lo largo del tiempo, si
bien su desarrollo en estas líneas excedería del planteamiento de
este artículo, por lo que nos remitimos al resumen sobre cine y
teatro de la Santa publicado por César Comarros (El Norte de
Castilla, 7-8.04.2015).
Siguiendo en los escenarios, cobran especial relevancia las
mujeres que escribieron o representaron al sugestivo personaje de
Santa Teresa, a través de cuyos trabajos nos contagiaron su magia
y admiración. Y nos paramos en las mujeres porque ellas son el
ejemplo de identidad femenina que tanto reivindicó Teresa Jesús,
deteniéndonos ahora sólo en algunas escritoras y actrices en una
nómina incompleta.
Así, entre las escritoras sobresalen Gabriela de Balmondiere,
Emilia Pardo Bazán, Concha Espina, Blanca de los Ríos, Kate
O´Brian, Marcelle Auclair, Josefina Molina, Julia Kristeva, Cristiana
Dobner, Espido Freire, Giselle Gómez, Cathleen Medwick, Rosa
Mª Alabrús, Carme Riera y Clara Janés.
Lo mismo que entre las actrices que interpretaron a Teresa de
Jesús o declamaron sus textos o admiraron su personalidad nos
“LA VIRGEN DE ÁVILA: SANTA TERESA” - JESÚS Mª SANCHIDRIÁN GALLEGO.
Aunque la
representación
teatral de la vida y
obra de Santa
Teresa nunca ha
dejado de de estar
presente en los
escenarios, y la
llegada del cine
contribuyó a
engrandecer y
divulgar su figura
de forma
extraordinaria.
Una de las primeras
películas que se
rodaron sobre
Teresa de Jesús fue
la dirigida por Juan
de Orduña y
protagonizada por
Aurora Bautista en
1961.
asaltan los nombres de Sarah Bernhardt, María Guerrero, Lola
Membrives, María Palou, Carmen Muñoz Gar, Imperio Argentina,
Margarita Xirgu, Aurora Bautista, Alicia Hermida, Berta Riaza,
Mercedes Prendes, Concha Velasco, Carmen Bernardos, Mari Paz
Ballesteros, Amparo Rivelles, María Jesús Valdés, Isabel Ordaz,
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Paz Vega, Blanca Beneito, Blanca Portillo, María José Goyanes,
Julia Gutiérrez Caba, Clara Sanchís, Candela Pérez y Marián
Álvarez.
En este año del V centenario del nacimiento de Santa Teresa
(http://www.stj500.com/) se han confabulado todas las bellas artes,
la música, la pintura, el baile, la novela, la poesía, el teatro, el
ensayo, la historia, el cine, la televisión, la fotografía, etc. para
honrar a la insigne figura. Y de todo ello da debida y detallada
cuenta el blog del monasterio de Carmelitas Descalzas de Puçol
(Valencia) https://delaruecaalapluma.wordpress.com/.
Artistas, actores, monjas, frailes, curiosos, escritores, poetas,
articulistas, alcaldes, ministros, músicos, periodistas, peregrinos,
trovadores, caricaturistas, romanceros, cantores, transportistas,
decoradores, viajeros, fotógrafos, turistas, programadores,
artesanos, publicistas, restauradores, guías, historiadores, pintores,
deportistas, predicadores, toreros, emprendedores, tenderos,
comerciantes, regidores, modistas, sastres, productores, curas,
obispos, devotos, profesores, conferenciantes, activistas,
recitadores, militantes, militares, sastres, modistas, intelectuales,
canónigos, monaguillos, sacristanes, empresarios, voluntarios,
comunicadores, católicos, feligreses, miembros de confesiones
diversas, ateos, agnósticos, políticos, etc.
Con tal motivo se han programado exposiciones, coloquios,
conferencias, congresos, certámenes, espectáculos, toros,
competiciones deportivas, representaciones dramáticas, conciertos,
cuadros, proyecciones, oficios religiosos, festivales, celebraciones,
procesiones, concursos, certámenes, jornadas y escenografías
varias, y se ha realizado publicaciones, esculturas, documentales,
películas y un lago etcétera.
En esta tarea se han afanado museos, ayuntamientos,
comunidades autónomas, bancos, obispados, bibliotecas, archivos,
librerías, editoriales, fundaciones, orquestas, corales, restaurantes,
agencias de viajes, oficinas de correos, cinematógrafos, blogs,
webs, internet, periódicos, televisiones, universidades, colegios,
parroquias, conventos, congregaciones, asociaciones, etc.
Finalmente, la manifestación del V centenario nada tiene que ver
con la que tuvo lugar en Ávila en 1906 contra la obra de Catulle
Mendès y Sarah Bernhardt, pues en esta ocasión los
procesionantes, es decir, los que se ha unido al evento
reivindicativo en una multiplicidad de modalidades, son tan plurales
como las ocupaciones siguientes:
“LA VIRGEN DE ÁVILA: SANTA TERESA” - JESÚS Mª SANCHIDRIÁN GALLEGO.
Cartel conmemorativo del V Centenario
del nacimiento de Santa Teresa de Jesús.
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Y como colofón, traemos algunos textos de referencia que
completan el itinerario complicado que iniciamos al principio,
donde tropezamos con protestas callejeras por una creación
teatral cuestionada junto a la literatura francesa, quizás por
falta de miras.
Luís Cernuda, Vivir sin estar viviendo, 1949:
No eres tú, sino sombra
del amor que en mí existe
antes que el tiempo acabe.
Mi amor así visible me pareces.
Gerardo Diego, Rosa mística, 1922:
“Era ella.
Y nadie lo sabía.
Pero cuando pasaba
los árboles se arrodillaban”.
Manuel de Falla / José Mª Pemán, La Vanguardia, 24.11.1961:
“El ideal de mi vida es escribir una Misa. Querría encontrar, para
hablarle a Dios, una escritura sonora que fuera a la música lo que
la prosa de Santa Teresa es a la literatura. Pero, claro… ¡habría
que ser Santa Teresa!”.
John Dos Passos, Rocinante vuelve al camino, 1922:
“Para el español Dios es siempre, en esencia, la más alta
sublimación del alma humana. El mismo espíritu anima a los
predicadores de la iglesia primitiva y a las obras de Santa Teresa”.
John Dos Passos, Años inolvidables, 1966:
“En Ávila era como si Santa Teresa, otra de las grandes
personalidades españolas, estuviera todavía viviendo allí”.
Azorín, Una hora de España, 1924:
“Teresa de Jesús (es) una fórmula en que la acción se alía, no a un
fin terreno y limitado, sino a un anhelo espiritual, universal, y en que
el sentido aristocrático llega a su más alta y refinada expresión: a la
elegancia desafeitada”.
Federico García Lorca, Teoría y juego del duende, 1933:
“Recordad el caso de la flamenquísima y enduendada Santa
Teresa, flamenca no por atar un toro furioso y darle tres pases
magníficos, que lo hizo; no por presumir de guapa delante de
fray Juan de la Miseria ni por darle una bofetada al Nuncio de
Su Santidad, sino por ser una de las pocas criaturas cuyo duende
(no cuyo ángel, porque el ángel no ataca nunca) la traspasa con
un dardo, queriendo matarla por haberle quitado su último secreto,
el puente sutil que une los cinco sentidos con ese centro en carne
viva, en nube viva, en mar viva, del Amor libertado del Tiempo”.
“LA VIRGEN DE ÁVILA: SANTA TERESA” - JESÚS Mª SANCHIDRIÁN GALLEGO.
José Luís López Aranguren, Ávila, 1993:
“Su personalidad humana es tan egregia que honra incluso a la
humanidad. Encontró en Ávila la proyección física, geográfica,
arquitectural y social de su vida en el mundo”.
José Jiménez Lozano, El aroma del vaso, 2010:
“Santa Teresa es fascinante. Es una escritora de arriba abajo, y sin
saberlo. Tiene tres o cuatro cerebros y dos o tres manos
izquierdas”.
Clara Janés, Sta Teresa, entre pasión y razón, “El País”, 20.03.2015:
“Pasión y razón, unidos a una honradez orientada hacia la verdad,
son los puntales en que se apoyaron su personalidad y sus
escritos”.
Jesús Mª Sanchidrián Gallego.
Junio de 2015.
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