Lengua Castellana y Literatura I

Transcripción

Lengua Castellana y Literatura I
UNIDAD
10
El Renacimiento
Soneto XXIII
En tanto que de rosa y de azucena
se muestra la color en vuestro gesto,
y que vuestro mirar ardiente, honesto,
con clara luz la tempestad serena
y en tanto que el cabello, que en la vena
del oro se escogió, con vuelo presto
por el hermoso cuello blanco, enhiesto,
el viento mueve, esparce y desordena:
coged de vuestra alegre primavera
el dulce fruto antes que el tiempo airado
cubra de nieve la hermosa cumbre.
Marchitará la rosa el viento helado,
todo lo mudará la edad ligera
por no hacer mudanza en su costumbre.
MARCIO. [...] Agora me decid por qué unas
veces escribís a con h y otras sin ella.
VALDÉS. Por hacer diferencia de cuando
es verbo o cuando es preposición, y así
siempre que es verbo la escribo con h y digo:
Quien ha buen vecino, ha buen maitino, y también:
Quien asnos ha perdido, cencerros se le antojan; y
cuando es preposición escríbola sin h,
diciendo: A buen callar llaman Sancho, y también
A carne de lobo, salsa de perro, y A perro viejo no
cuzcuz. Pero muy mejor veréis la diferencia
que hay en el escribir a con h o sin ella en
este refrán: Quien lengua ha, a Roma va [...].
Juan de Valdés. Diálogo de la Lengua
Garcilaso de la Vega
l soneto XXIII de Garcilaso de la Vega refleja
uno de los aspectos de la ideología renacentista:
el afán de belleza, naturalidad y la búsqueda
de un lenguaje poético en armonía con la naturaleza,
que se convierte en una norma de conducta.
E
La preocupación por dotar a la lengua común de la
dignidad del latín destaca en el Renacimiento y se
reflexiona sobre ella, como sucede en el Diálogo de la Lengua,
de Juan de Valdés, obra en la que se mantiene un diálogo
entre una serie de personas para opinar y ofrecer
soluciones sobre la Lengua, tal como indica su título.
En esta unidad nos proponemos alcanzar los
siguientes objetivos:
1. Valorar el Renacimiento como periodo en el que
se renueva la visión del hombre, que puede
l La primavera. Botticelli. (Wikimedia Commons)
realizarse plenamente a través del conocimiento
de las Humanidades.
2. Reconocer la importancia de la contribución europea en la literatura renacentista española.
3. Conocer los principales rasgos de la literatura renacentista y relacionarlos con las circunstancias
históricas, sociales y culturales que los produjeron.
4. Reconocer los elementos que conforman los textos de la época, con especial interés en el ideal
de naturalidad y sencillez para la lengua.
5. Conocer y valorar géneros, autores y obras representativos del Renacimiento: Lazarillo, Garcilaso,
Fray Luis, San Juan de la Cruz y Herrera.
6. Entender los esquemas organizadores de la narrativa renacentista y reconocer su contribución
a la literatura y su presencia generalizada en productos recientes.
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ÍNDICE DE CONTENIDOS
Página
1. INTRODUCCIÓN AL RENACIMIENTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.1. Marco histórico-cultural . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.2. El humanismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.3. El cortesano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.4. El erasmismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.5. El neoplatonismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
1.6. Periodos del Renacimiento . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2. LA LÍRICA DEL SIGLO XVI . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.1. La influencia italiana. Petrarca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.2. Nuevas formas. Temas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.3. Etapas en la lírica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
2.4. Autores. Lectura y comentario de textos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3. LA PROSA DEL XVI (I). LA PROSA NO NARRATIVA. LOS DIÁLOGOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.1. Fray Luis de León y Santa Teresa de Jesús . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
3.2. Juan y Alfonso de Valdés . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4. LA PROSA DEL XVI (II). LA PROSA NARRATIVA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.1. Novela bizantina, pastoril, morisca, caballeresca y celestinesca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
4.2. La novela picaresca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5. EL TEATRO DEL RENACIMIENTO . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5.1. El teatro. Novedades. Los escenarios. El teatro europeo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
5.2. El teatro español. Gil Vicente. Bartolomé Torres Naharro. Lope de Rueda y los pasos . . . . . . . . . .
5.3. El teatro de Miguel de Cervantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
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UNIDAD
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EL RENACIMIENTO
1. Introducción al Renacimiento
1.1. Marco histórico-cultural
1506.
Regencia de
Cisneros
1517-1556
Carlos I
ÉPOCA DE CARLOS I
1504
Muere Isabel
la Católica
ÉPOCA DE FELIPE II
1556-1598
Felipe II
1502 Cuarto viaje de Colón
1504 Muere Isabel la Católica
Anexión de Nápoles a la corona
española
1506 Regencia de Cisneros
Universidad de Alcalá
Erasmo de Rótterdam
1512 Anexión de Navarra a Castilla
1516 Muere Fernando el Católico
1517 Carlos I
Guerra de las comunidades en Castilla
Guerras con Francia
Tesis de Lutero
Guerras contra los protestantes
1526 Encuentro de Boscán con Navagiero
1527 Saco de Roma
1534 Ignacio de Loyola funda la Compañía
de Jesús
1545 Concilio de Trento
1555 Paz de Augsburgo
1556 Abdicación de Carlos I
1556 Felipe II
1541-1614 El Greco
Guerras contra los protestantes
Guerras contra Francia
1559 Índice de libros prohibidos por la
Inquisición
1561 Capitalidad de Madrid
Sublevación de los moriscos
1562 Reanudación del Concilio de Trento
1571 Batalla de Lepanto contra los turcos
1575 Corrales de comedias
1581 Anexión de Portugal
1584 Finalización del Monasterio de El
Escorial
1588 Destrucción de la Armada Invencible
Sublevación de Aragón
1598 Muerte de Felipe II
El Renacimiento surge a mediados del siglo XIV en
Italia. Dante, Petrarca y Bocaccio escriben ya obras
renacentistas durante este siglo. Se trata de un movimiento
antropocéntrico: el centro de la vida, de la literatura, del
arte es el ser humano. El punto de vista sobre las cosas
es secular, no religioso.
En el Renacimiento hay un renacer de la cultura clásica.
Se difunde desde Italia al resto de Europa, donde se
consolida en el siglo XVI. La plenitud renacentista se produce
en España durante los reinados de Carlos I (1517-1556) y
de Felipe II (1556-1598).
Fue un periodo de gran vitalidad, ya que se produce
el descubrimiento de América en 1492; la unificación de
España: la conquista de Granada en 1492, la anexión de
Navarra en 1512. En esta época, por tanto, se produce la
unidad nacional. Además, se ha terminado la Reconquista.
Tres religiones y tres razas convivían de manera más o
menos tolerante en la Península: judíos, moros y cristianos.
Como los Reyes Católicos tenían necesidad de unificar la
tierra, deciden crear también una unidad religiosa y así se
expulsa a los judíos en 1492, y en 1502, a los moriscos
que no quisieron convertirse al cristianismo. Con las
expulsiones de judíos y moriscos se produjo un gran
problema: muchas personas se vieron forzadas a emigrar
y otras muchas se convirtieron. Como fruto de esta
conversión, unas veces forzada y otras no, surge el problema
de los conversos que eran vigilados por la Inquisición y
que no podían realizar determinadas profesiones. Muchos
cristianos nuevos lo ocultaban para no tener problemas ni
avergonzarse socialmente. Por esto, el tema de la limpieza
de sangre fue tan importante como se refleja en literatura.
La sociedad estaba dominada por los aristócratas, que eran muy ricos y consideraban
indigno trabajar. Ser noble era una obsesión sobre todo en Castilla. Esto conducía a
una enorme diferencia entre las clases sociales: había ricos muy ricos y pobres muy
pobres, que pasaban verdadera hambre, que se incrementaba con las pestes que
masacraban a la población.
l Virgen de los Reyes Católicos. Museo del Prado.
En conclusión, el Renacimiento es un movimiento ideológico, artístico y literario
que pretende la ruptura con lo anterior y el renacer de la cultura clásica grecolatina
además de una renovación de los valores humanos en diferentes campos, tanto en las
artes, como en la vida civil, para describir al hombre, para exaltarlo y para considerarlo
el centro del universo.
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1.2. El humanismo
El humanismo español en la época de Carlos V aspiraba a lo mismo que el humanismo italiano: reavivar el
conocimiento de la latinidad como instrumento de la cultura internacional, para que sirviera a una nueva sensibilidad.
Nebrija, junto a sus discípulos, se especializa en escritos de carácter escolar y pedagógico. Su Gramática castellana
(1492) obedece al ideal renacentista de dignificar las lenguas nacionales; en este sentido, Juan de Valdés preconiza
en su Diálogo de la lengua el uso de la lengua castellana para la poesía, con un estilo dotado de naturalidad y sencillez,
ausente de afectación.
Los humanistas son hombres del Renacimiento que estiman profundamente la antigüedad clásica la cual se
esfuerzan por conocer con rigor intelectual; y que tienen como centro de interés al hombre, al que piensan que se
debe ayudar a realizarse plenamente a través de la educación. Para ello proponen un nuevo plan de estudios, los
studia humanitatis, que incluirán gramática, literatura, historia y retórica, materias que se consideran fundamentales
porque permiten que el hombre pueda conocerse a sí mismo y llegar así a ser virtuoso y sabio.
1.3. El cortesano
En este clima proclive a la cultura y a las manifestaciones artísticas, tiene sentido la
figura del cortesano. Podemos tomar a Garcilaso de la Vega como ejemplo de este nuevo tipo
de hombre: fue hijo de un cortesano que fue enviado a la corte y sirvió a Carlos I como diplomático
en Francia y como soldado. Tocaba bien el arpa, era apreciado entre las mujeres por sus
poemas y por sus finos modales. Manejaba bien las armas y escribía bien. Era culto y entendía
tanto el latín como el castellano.
1.4. El erasmismo
Una figura fundamental es la de Erasmo de Rotterdam. Pretende una renovación religiosa,
él mismo se ordenó sacerdote. La renovación, según Erasmo, se ha de realizar por medio de
la búsqueda interior y del apoyo en los textos originarios del cristianismo. Realiza una edición
crítica del Nuevo Testamento, al que añade un prólogo sobre la vida cristiana; esto lo completa
con su Manual del caballero cristiano.
l Manual del caballero cristiano
La recuperación de los clásicos era fundamental para Erasmo porque ayudaban a
comprender el mensaje cristiano. Satiriza a la iglesia, al clero, a la jerarquía. Tuvo mucho
prestigio en España, donde hubo una importante corriente erasmista, entre la que se cuentan
los hermanos Valdés o el anónimo autor del Lazarillo.
1.5. El neoplatonismo
El redescubrimiento de Platón será fundamental. Es muy importante, en este sentido, la
figura de Marsilio Ficino; en su visión del mundo lo más importante del alma es elevarse hacia
el amor. Esta elevación se logra a partir de la contemplación de las cosas bellas, ya que a
partir de ellas el ser humano es capaz de elevarse hacia lo absoluto. León Hebreo, en sus
Diálogos de amor, plantea una idealización del amor humano. La belleza material, al ser reflejo de
la belleza divina, permite al ser humano acceder al conocimiento y amor de la belleza absoluta;
Dios, la mujer, el arte y la naturaleza son caminos para alcanzar ese fin.
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l Isabel de Portugal. Tiziano. Museo del
Prado. (Wikimedia Commons)
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EL RENACIMIENTO
1.6. Periodos del Renacimiento
Tradicionalmente el siglo XVI se ha dividido en las dos épocas que constituyen los dos reinados:
l
Época de Carlos I. La influencia de Italia, del norte de Europa y del mundo clásico serán muy perceptibles.
Garcilaso de la Vega será el más claro representante de esta primera época de introducción del Renacimiento.
l
Época de Felipe II. La inquietud religiosa que suscita la Reforma protestante y la Contrarreforma católica
provocan la búsqueda de la pureza de pensamiento español y católico. La literatura de este momento constituirá
una síntesis entre las influencias europeas de la época de Carlos I y la tradición española. Muy representativa
de este periodo será la literatura ascético-mística.
Recuerda
ü El Renacimiento es un movimiento con una visión antropocéntrica que se produce en España durante el siglo XVI. En el Renacimiento hay una gran
influencia de la antigüedad clásica. La figura del humanista es muy importante: es el conocedor de la cultura clásica.
ü Por medio de la filosofía platónica el hombre renacentista justifica la belleza como algo que procede de la divinidad. El hombre enamorado se enaltece y tiene
la posibilidad de acercarse a la belleza absoluta.
Actividades
1. Explica las diferencias fundamentales que se producen en el siglo XVI, respecto a la ideología de la Edad Media.
2. La lírica del siglo XVI
2.1. La influencia italiana. Petrarca
A lo largo del siglo XVI, en el Renacimiento, se producen importantes novedades en el campo de la poesía
lírica, que gozará de enorme prestigio.
l
Por un lado, se perpetúa la tradición medieval por medio de la poesía de cancionero, que se publica en los
Cancioneros y se centra en el amor cortés; y por medio de la poesía tradicional o popular y el romancero, que
utilizan el verso corto, en general, el octosílabo y se transmiten de forma oral o escrita, en antologías.
l
Por otro lado, a partir de los años 20, hasta 1543, fecha en que se publican las obras de Boscán y Garcilaso,
se introducirán los modos petrarquistas, que tienen como medida habitual el endecasílabo, con la novedad
del empleo del soneto y las formas derivadas de la canción italiana.
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No se trata de dos maneras opuestas de enfocar la lírica sino más bien
paralelas, ya que, en muchos casos, parten de lo mismo, la lírica del amor cortés,
que cultivan los trovadores y también Petrarca y sus seguidores. Por ello, cuando
Boscán mantiene el célebre encuentro con Navagero en 1526, en el que éste lo
insta a introducir en España el endecasílabo y el soneto, ya existía en la península
un clima proclive a la introducción de la estética italiana, que también había
bebido de la fuente de la poesía provenzal. Así, poetas como Garcilaso de la
Vega escribirán a la manera italiana y a la manera de Cancionero.
Francesco Petrarca (1304-1374). Gran
conocedor de los clásicos. Se caracteriza por
su búsqueda de la belleza literaria. Dedica su
Cancionero a Laura. Se divide en Rimas en vida y
Rimas en muerte de Laura. Existe en el poema una
idealización de la mujer amada. Posee un
concepto idealizado del amor, con ecos
platónicos. Utiliza los opuestos entre carne y
espíritu, razón y sentido. Influyó enormemente
en la literatura española, desde Ausias March,
La Celestina, Boscán, Garcilaso, literatura pastoril,
etcétera.
2.2. Nuevas formas. Temas
Se introducen nuevas formas, géneros, tópicos literarios y una forma de manifestar la sensibilidad también diferente.
● Formas
El verso preferido será el endecasílabo, que alternará frecuentemente con el heptasílabo.
Las estrofas más utilizadas serán el soneto con acento en sexta y en
décima sílabas, la lira, los tercetos encadenados, la silva, la octava real.
El soneto forzará a una estructura peculiar en la exposición de las ideas, ya
que frecuentemente se utilizan los dos primeros cuartetos para exposición
de sentimientos, el primer terceto para plantear el tema y el último terceto,
como conclusión.
● Temas
El amor, que se relaciona, por un lado, con el amor cortés; el amante
se considera un ser inferior a su amada, se somete a ella, ya que considera
que la luz espiritual deriva de la mujer. Por otro lado, se relaciona con el
neoplatonismo, ya que el amante se ennoblece gracias al sentimiento del
amor que, al constituir una virtud que poseen los elegidos, permite al hombre
elevarse hacia lo inmaterial, hacia la belleza absoluta. El amor aparece como
un sentimiento que conduce hacia la divinidad: el individuo enamorado recibe
una luz especial que provoca su ascenso intelectual y moral. También el
amor produce frustración ya que no siempre es correspondido o, a veces,
se produce la muerte de la amada.
La naturaleza, como lugar donde se produce el reconocimiento armónico
del ser humano que se plantea como locus amoenus, ese lugar bucólico
idílico en el que los enamorados pueden tratar sus amores.
La emoción aparece envuelta en el ensueño del escenario pastoril en las
églogas, composiciones poéticas en las que unos pastores refinadísimos con
nombres literarios se cuentan sus experiencias amorosas más o menos dolorosas,
a causa de la muerte o el desamor. Según esto, dice Nemoroso, uno de los
pastores que dialogan en la égloga primera de Garcilaso de la Vega:
Corrientes aguas, puras, cristalinas;
árboles que os estáis mirando en ellas,
verde prado de fresca sombra lleno,
aves que aquí sembráis vuestras querellas,
hiedra que por los árboles caminas.
249
l La Edad de Oro. Jacopo Zucchi. Galería Uffizi. (Wikimedia Commons)
En las églogas, la naturaleza se describe como
un locus amoenus Este tópico es utilizado por el
poeta latino Virgilio (70-21 a. de C.), en sus
Bucólicas.y en sus Geórgicas, tópico que, a su vez,
toma del poeta griego Teócrito (h. 320-260 a.
De. C), en sus Idilios Recordemos el interés
renacentista por acudir a las fuentes clásicas.
El tópico fue vivificado por Sannazaro
(1456-1530) en su obra La Arcadia.
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EL RENACIMIENTO
Horacio (65-8 a de C.) poeta latino. Es un
gran intérprete y transmisor de la cultura griega.
En uno de sus poemas satíricos, que comienza
Beatus ille, elogia la vida del campo, la vida
retirada, la soledad del mundo rural. En su obra
Epístola a los Pisones (Arte poética) escribe un
tratado de teoría literaria de gran importancia.
Ovidio (43 a de C.-28 d. de C.). Entre sus
obras se encuentran Ars amandi, Remedia amoris,
Las Heroidas, Las metamorfosis. En esta última recoge
mitos en los que se efectúa alguna
transformación. Convierte en poesía los mitos,
a los que humaniza por medio de la belleza.
La naturaleza también se plantea como el tema que hace posible desarrollar
el tópico del Menosprecio de corte y alabanza de aldea, que procede del tema
del beatus ille de Horacio. Se trata de la valoración de la vida tranquila y sana
del campo, en el que no hay envidias, se descansa, se come bien, frente a los
sobresaltos del cortesano, que únicamente quiere medrar en la corte.
La mitología, ya que en el Renacimiento se redescubre la mitología
grecolatina. Se utilizará como tema y como ornamento de los poemas. La fuente
de estas historias suele ser Las metamorfosis de Ovidio.
El escritor renacentista actualiza los temas y compara su situación anímica
con la de los personajes de la mitología que han sufrido sus mismos percances.
El carpe diem o incitación al goce de vivir. Una muestra es el soneto XXIII, de
Garcilaso de la Vega, con el que iniciábamos la unidad, En tanto que de rosa y azucena.
Tras la descripción de la mujer y la llamada a gozar del momento, el poeta pasa a una reflexión sobre el paso del tiempo.
Se utiliza para indicar que la vida es breve; por ello, es preciso disfrutar durante la juventud porque la fortuna es
variable y, además, con la vejez se acaba la hermosura.
El tema religioso es muy importante en la segunda etapa del Renacimiento. Es cultivado por poetas como fray
Luis de León, Santa Teresa de Jesús o San Juan de la Cruz.
A veces, se une al tema místico, que consiste en la manifestación literaria de una serie de experiencias que
provienen de la espiritualidad de individuos que intentan, por medio de la ascética (purificación moral), llegar a la
unión mística, en la que el ser humano se une espiritualmente con el ser divino, hecho que se concreta en visiones,
en estados de éxtasis, momento en que se produce la unión mística.
El tema patriótico también se utilizará en el Renacimiento, para reivindicar figuras heroicas, como el mismo
rey. Algunos poetas utilizan también el tema patriótico, como el soneto LVI del sevillano Fernando de Herrera (1534-1597),
dedicado a Carlos V, que comienza: "Temiendo tu valor, tu ardiente espada, sublime Carlo...". o la canción A la
batalla de Lepanto.
2.3. Etapas en la lírica
l
Durante la primera etapa, se reciben las influencias italianas. A esta época pertenecen Garcilaso y sus
seguidores: Diego Hurtado de Mendoza, Hernando de Acuña o Gutierre de Cetina.
l
En la época de Felipe II, el Renacimiento se adapta a las preferencias españolas. Los autores se agrupan
en escuela salmantina, con autores como Fray Luis de León, Francisco de la Torre o Francisco de Aldana; y
escuela sevillana, con autores como Fernando de Herrera o Luis Barahona de Soto.
2.4. Autores. Lectura y comentario de textos
GARCILASO DE LA VEGA
Temas
El tema fundamental de la lírica de Garcilaso es el amor, en relación con el petrarquismo y con el neoplatonismo.
El amante se supera en virtud del sentimiento amoroso.
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En su obra el amor aparece en un escenario bucólico, en la naturaleza
mitificada de la utopía pastoril, que es otro de los elementos fundamentales de
la poesía de Garcilaso, junto a la mitología, por medio de la que documenta
estados de ánimo del amante.
Etapas
Pasa por una primera etapa de influencia de la lírica de Cancionero (el
amor es un vasallaje a la mujer amada), y de Ausias March.
En una segunda etapa, sigue las huellas de la poesía italiana y en particular
de Petrarca y su Cancionero, que se hace patente por la actitud melancólica y la
introducción del verso endecasílabo.
En una tercera, integra la lírica de cancionero y los ecos petrarquistas con
la herencia clásica (Ovidio, Virgilio y Horacio), como sucede en sus tres églogas
o en los célebres sonetos clásicos, A Dafne ya los brazos le crecían o el dedicado a
los amores desgraciados de Hero y Leandro.
Garcilaso de la Vega (1501-1536).
Representa el ideal del cortesano. Nace en Toledo.
Posee una extensa formación humanística. Es
un destacado soldado de Carlos I.
En 1525 se casa con doña Elena de Zúñiga,
dama al servicio de la hermana de Carlos I.
En 1526, se traslada a Granada, donde
conoce a Navagiero y a Isabel Freyre, su musa.
Posteriormente, viaja a Italia.
En 1531 asiste a la boda de un sobrino suyo.
Carlos I, que había prohibido esta boda, lo
destierra a una isla del Danubio y a Nápoles.
En 1536, muere en Niza al pelear contra los
franceses en el asalto a la fortaleza de Muy.
Boscán reúne sus manuscritos, que son
publicados en 1543, junto a sus obras.
Garcilaso de la Vega a lo largo de su obra persigue el ideal renacentista de
naturalidad, armonía y sencillez.
Obras
Escribe tres églogas, dos elegías, una epístola, cuarenta sonetos y cinco
canciones. En una de ellas, Oda a la flor de Gnido, introduce la lira, cuya composición
métrica es 7a11B7a7b11B.
l
Sonetos. Garcilaso de la Vega aclimata esta estrofa a la lírica española.
En algunos de ellos se observan influencias del cancionero, en otros,
de los clásicos y de Petrarca. Lo mismo sucede con sus Canciones.
Como ejemplo leeremos el soneto XIII:
Soneto XIII
A Dafne ya los brazos le crecían
y en luengos ramos vueltos se mostraban;
en verdes hojas vi que se tornaban
los cabellos qu´el oro escurecían:
de áspera corteza se cubrían
los tiernos miembros que aun bullendo estaban;
los blancos pies en tierra se hincaban
y en torcidas raíces se volvían.
Aquel que fue la causa de tal daño,
a fuerza de llorar, crecer hacía
este árbol, que con lágrimas regaba.
¡Oh miserable estado, oh mal tamaño,
que con llorarla crezca cada día
la causa y la razón por que lloraba!
l
l Apolo y Dafne. Bernini. Galeria Borghese. (Wikimedia Commons)
Las églogas constituyen su obra más importante junto con los sonetos, en ellas
unos pastores con nombres, comportamiento y actitudes idealizadas conversan
sobre sus amores. En la égloga I, dos pastores, Salicio y Nemoroso dialogan uno
sobre el desdén y otro sobre la muerte de su amada en un escenario bucólico
idealizado.
251
Égloga I
1
El dulce lamentar de dos pastores,
Salicio juntamente y Nemoroso,
he de cantar, sus quejas imitando;
cuyas ovejas al cantar sabroso
estaban muy atentas, los amores,
de pacer olvidadas, escuchando.
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EL RENACIMIENTO
En la égloga II Albanio no es correspondido en su amor por Camila e intenta suicidarse sin éxito. Nemoroso
además de referirse a sus amores elogia al duque de Alba.
Égloga II
Cuenta Albanio a Nemoroso la historia de sus sentimientos ante el desamor de
Camila, tras mucho sufrir, vagar, no comer...
[...]
hizo que de mi choza me saliese
por el silencio de la noche oscura
a buscar un lugar donde muriese;
y caminando por do mi ventura
y mis enfermos pies me condujeron,
llegué a un barranco de muy gran altura;
luego mis ojos le reconocieron,
que pende sobre el agua y su cimiento.
[...]
Adiós, montañas; adiós, verdes prados;
adiós, corrientes ríos espumosos:
vivido sin mí con siglos prolongados,
[...]
Estas palabras tales en diciendo,
en pie, e alcé por dar ya fin al duro
dolor que en esta vida estaba padeciendo,
y por el paso en que me ves te juro
que ya me iba a arrojar de do te cuento,
con paso largo y corazón seguro,
cuando una fuerza súbita de viento
vino con tal furor, que de una sierra
pudiera remover el firme asiento.
[...]
Nemoroso escucha las cuitas de Albanio,
que ha intentado suicidarse sin éxito.
Pretendía lanzarse por un barranco, pero
la fuerza del viento se lo ha impedido. La
idealización pastoril impide la falta de
armonía de esa muerte provocada. En otro
momento Nemoroso le impedirá lanzarse
a una fuente.
En la égloga III, en octavas reales, cuatro ninfas a orillas del Tajo bordan historias, entre otras, la de Elisa y
Nemoroso.
Égloga III
8
Cerca del Tajo, en soledad amena,
de verdes sauces hay una espesura
toda de hiedra revestida y llena,
que por el tronco va hasta el altura
y así la teje arriba y encadena
que el sol no halla paso a la verdura;
el agua baña el prado con sonido,
alegrando la hierba y el oído.
Observamos en esta octava real una descripción
del ambiente pastoril. El poeta utiliza epítetos:
verdes sauces, disposición de los elementos de
dos en dos: revestida y llena, teje y encadena, la hierba
y el oído.
Estos elementos propician el ambiente idílico
en el que una ninfa somorgujó del agua, aunque
pronto continúa su labor tejida con hilos de oro
que envía el Tajo.
FRAY LUIS DE LEÓN
Influencias
Se trata de un poeta influido por la antigüedad grecolatina, por los textos bíblicos y por la poesía renacentista,
tanto de los italianos, como de Garcilaso de la Vega. Aspira
a lograr que el castellano se convierta en una lengua con
Fray Luis de León (1527-1591), Belmonte, Cuenca. Estudió en
la dignidad de las lenguas clásicas, que sirva como vehículo
Salamanca. Fue catedrático. En 1572 se le acusó de preferir el texto hebreo
tanto para la expresión literaria, como filosófica y teológica.
del Antiguo Testamento a su traducción al latín, la Vulgata, y de haber
escrito una versión en castellano del Cantar de los cantares, pese a la prohibición
de traducir los textos sagrados a las lenguas vulgares. Estuvo preso cinco
años y luego se reincorporó a su cátedra en Salamanca.
Escribe cuatro libros en prosa: De los nombres de Cristo, La perfecta casada,
Exposición del Cantar de los Cantares, El libro Job. Tradujo a Bembo y a Petrarca
y a varios clásicos: Virgilio, Horacio, etc. Escribió también unos cuarenta
poemas originales.
252
Emplea fundamentalmente la lira, a la que convierte
en vehículo de temas filosóficos. Además Fray Luis utiliza
una lengua poética en la que abunda la armonía, lograda,
entre otros recursos, por medio del paralelismo.
Temas
l
La naturaleza, la añoranza del campo, en la tradición clásica del Beatus ille. Se trata de un anhelo por la
vida natural, que se hace patente en su Oda a la vida retirada, a la que traslada el tópico del menosprecio de corte y
alabanza de aldea. Fray Luis elude lo narrativo en este poema, para enunciar una verdad universal: ese deseo
de paz interior en un lugar tranquilo, que justifica a lo largo del poema.
10
15
20
25
30
35
1
40
2
45
plano
personal
5
¡Qué descansada vida
la del que huye del mundanal ruïdo,
y sigue la escondida
senda por donde han ido
los pocos sabios que en el mundo han sido!
Que no le enturbia el pecho
de los soberbios grandes el estado,
ni del dorado techo
se admira, fabricado
del sabio moro, en jaspes sustentado.
No cura si la fama
canta con voz su nombre pregonera;
ni cura si encarama
la lengua lisonjera
lo que condena la verdad sincera.
¿Qué presta a mi contento
si soy del vano dedo señalado?
si en busca de este viento
ando desalentado
con ansias vivas y mortal cuidado?
¡Oh campo, oh monte, oh río!
¡Oh secreto seguro deleitoso!
Roto casi el navío,
a vuestro almo reposo
huyo de aqueste mar tempestuoso.
Un no rompido sueño,
un día puro, alegre, libre quiero;
no quiero ver el ceño
vanamente severo
del que la sangre sube o el dinero.
IDEA
Oda a la vida retirada
50
55
60
Despiértenme las aves
con su cantar süave no aprendido;
no los cuidados graves
de que es siempre seguido
quien al ajeno arbitrio está atenido.
Vivir quiero conmigo,
gozar quiero del bien que debo al cielo,
a solas, sin testigo,
libre de amor, de celo,
de odio, de esperanzas, de recelo.
Del monte en la ladera
por mi mano plantado tengo un huerto,
que con la primavera
de bella flor cubierto
ya muestra en esperanza el fruto cierto.
Y como codiciosa
de ver y acrecentar su hermosura,
desde la cumbre airosa
una fontana pura
hasta llegar corriendo se apresura.
Y luego, sosegada,
el paso entre los árboles torciendo,
el suelo de pasada
de verdura vistiendo,
y con diversas flores va esparciendo.
El aire el huerto orea,
y ofrece mil olores al sentido,
los árboles menea
con un manso rüido,
que del oro y del cetro pone olvido.
65
70
75
80
85
Ténganse su tesoro
los que de un flaco leño se confían:
no es mío ver el lloro
de los que desconfían
cuando el cierzo y el ábrego porfían.
La combatida antena
cruje, y en ciega noche el claro día
se torna; el cielo suena
confusa vocería,
y la mar enriquecen a porfía.
A mí una pobrecilla
mesa, de amable paz bien abastada,
me baste; y la vajilla
de fino oro labrada
sea de quien la mar no teme airada.
Y mientras miserablemente se están los otros abrasando
en sed insacïable
del no durable mando,
tendido yo a la sombra esté cantando.
A la sombra tendido,
de yedra y lauro eterno coronado,
puesto el atento oído
al son dulce acordado
del plectro sabiamente meneado.
Tras la enunciación de la verdad universal, en los cinco primeros versos, el yo poético expone cada uno de los puntos en los que basa su apreciación:
no ambiciona dinero, ni poder, ni lujos, ni le preocupa la fama, ni le agradan las lisonjas. En la siguiente estrofa lleva estas apreciaciones al plano
personal y a partir de ahí desarrolla líricamente esos deseos de paz tranquilidad, ya en primera persona. Hasta la última estrofa en la que muestra sus
deseos de tranquilidad, armonía con la naturaleza y con los acordes de la misma emitidos por la divinidad para poder ascender en su conocimiento. El
plectro se referirá a esa música divina.
A Fray Luis le influyen, además de las ideas cristianas, las ideas estoicas: el sabio es el que consigue mantenerse imperturbable ante el dolor y el
placer; pitagóricas: el hombre ha de llevar una vida dedicada al estudio y además, el movimiento de las esferas provoca la música armónica universal;
platónicas: el alma vivía en un lugar perfecto. El universo es un reflejo de ese mundo y el alma ansía volver a su origen. La belleza permite ascender a
la Belleza absoluta.
l
Otro tema esencial en Fray Luis de León es el neoplatonismo: la música y la poesía son reflejo de la música
y la poesía celestiales; por medio de ellas se puede llegar a un mejor conocimiento de Dios y a una mayor
paz y armonía interiores, como se refleja en su Oda a Salinas, en la que poetiza la idea de que se puede llegar
a la paz interior por medio de la armonía musical.
l
Otro tema fundamental es el tema religioso, como se refleja en su Oda a la Ascensión.
253
UNIDAD
10
EL RENACIMIENTO
SAN JUAN DE LA CRUZ
Influencias
Por un lado, San Juan de la Cruz se ve influido por el neoplatonismo (por medio del amor a Dios se llega al
conocimiento de la Divinidad y a la unión mística); por otro lado, por los textos bíblicos.
Conoce también la lírica popular: el poema puesto en boca de mujer, la búsqueda del amante, o el uso del
símbolo son recurrentes en su obra.
¿Adónde te escondiste,
amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste
habiéndome herido;
salí tras ti clamando y eras ido.
La mujer busca a su amado que la
ha dejado sola, triste y herida.
Compara su huida con la del ciervo
y grita para encontrarlo.
San Juan es un buen conocedor de las posibilidades de la lira, como estrofa para la expresión poética. Además
conoce la retórica: aliteraciones, elipsis verbales, gradaciones, que hacen que sus poemas sean un ejemplo de la
armonía renacentista. San Juan usa temas renacentistas como el amor o la naturaleza. Ese escenario pastoril, tan
querido en su época, que se hace patente en estos versos del Cántico espiritual.
Pastores, los que fuereis
allá por las majadas al otero,
si por ventura viereis
aquel que yo más quiero,
decidle que adolezco, peno y muero.
Observamos en la lira un escenario
pastoril, la mujer enamorada pide
ayuda a los pastores en la búsqueda
del ser amado. Además en el último
verso se aprecia una gradación en
el sentimiento amoroso.
San Juan de la Cruz (Juan de Yepes, 1524-1591, Ávila) Ingresa como carmelita
con 19 años. En 1567 se encuentra con Santa Teresa y decide reformar la orden.
Estuvo en la cárcel y murió en Úbeda.
Hemos de tener en cuenta que la literatura de San Juan de la Cruz pertenece
a la mística. Esto quiere decir que en sus obras plantea la unión gozosa del alma
con la divinidad. Para conseguirlo son precisas tres etapas o vías sucesivas: la
purgativa, en la que, con el examen de conciencia y el esfuerzo, el alma se purifica;
la iluminativa en la que se llega al conocimiento de Dios y la unitiva, reservada
sólo a las almas escogidas en la que se llega al éxtasis inefable de la unión con
Dios. Los ascéticos se quedan en la primera vía.
Según esto, se considera que la literatura de Fray Luis de León es ascética y,
sin embargo, la de San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús pertenecería a
la mística.
Obras y temas
San Juan escribe una serie de poemas breves y tres grandes obras Llama de amor viva, Noche oscura del alma y Cántico
espiritual, a cuya explicación doctrinal dedica obras en prosa. El tema fundamental de sus poemas es el amor, por
medio del análisis de las distintas emociones que se sienten hasta producirse el encuentro amoroso.
l
En La llama de amor viva expresa el momento de la unión mística con la divinidad.
l
En Noche oscura del alma, expresa la búsqueda que realiza el alma hasta encontrarse con Dios.
254
Canciones del alma que se goza de haber llegado al alto estado de la perfección, que es la unión con Dios, por el camino de la negación
espiritual.
En una noche oscura,
con ansias, en amores inflamada,
¡o dichosa ventura!
salí sin ser notada,
5 estando ya mi casa sosegada.
A oscuras y segura
por la secreta escala, disfrazada,
¡Oh dichosa ventura!,
a oscuras y en celada,
10 estando ya mi casa sosegada.
En la noche dichosa,
en secreto, que nadie me veía,
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
15 sino la que en el corazón ardía.
Aquesta me guiaba
más cierto que la luz del mediodía
adonde me esperaba
quien yo bien me sabía,
20 en parte donde nadie parecía.
¡Oh noche, que guiaste!
¡Oh noche, amable más que el alborada!
¡Oh noche que juntaste
Amado con amada,
25 amada en el Amado transformada!
En mi pecho florido,
que entero para él sólo se guardaba,
allí quedó dormido,
y yo le regalaba,
30 y el ventalle de cedros aire daba.
El aire del almena
cuando yo sus cabellos esparcía,
con su mano serena
en mi cuello hería,
35 y todos mis sentidos suspendía.
Quedeme y olvideme
el rostro recliné sobre el Amado;
cesó todo, y dejeme,
dejando mi cuidado
40 entre las azucenas olvidado.
Este poema está puesto en boca de una mujer, que sale de su casa a buscar a su amado. Para comprenderlo hemos de tener en cuenta que este
poema utiliza símbolos que San Juan hace explícitos en el subtítulo: la Esposa, el Alma, busca al Amado, Dios, para realizar la unión mística. Para
realizar este encuentro pasa por las tres vías del conocimiento místico: purgativa, iluminativa y unitiva.
En la primera parte abundan los términos que se refieren a oscuridad, noche oscura, a oscuras, noche, sin luz, y a secreto salí sin ser notada, por la secreta
escala disfrazada, en secreto que nadie me veía. Tal como corresponde a la búsqueda del amado por parte de la mujer.
La segunda parte comienza con las exclamaciones que preludian el placer que se consigue por medio del encuentro con el Amado (versos. 21, 22,
23). La Amada agradece a la noche haber hecho posible la visión del Amado.
Ya en la tercera parte, se produce el encuentro amoroso entre Amado y Amada, la búsqueda ha terminado y se manifiesta la tranquilidad por
medio de términos que indican quietud, estatismo: Quédeme y olvídeme... cesó todo...
En el poema además del símbolo, San Juan demuestra un conocimiento de la retórica ya que emplea repeticiones, exclamaciones, paralelismos,
gradación, elipsis. El poema está escrito en liras, estrofa típica del Renacimiento. Por medio de estos elementos, con el juego atemporal de la
búsqueda del amado por la mujer enamorada y a causa de que la naturaleza y el amor no sólo aparecen como marco, sino también como factores que
provocan la elevación del ser humano hacia la divinidad, consigue uno de los poemas que mejor logra el propósito renacentista de crear una
lengua, que por medio de la naturalidad y la sencillez, pueda ser utilizada para la lírica, la exposición de ideas, al mismo nivel que las lenguas
clásicas.
l
En el Cántico espiritual, la Esposa busca al Esposo en un escenario pastoril idealizado.
FERNANDO DE HERRERA
Nace en 1534 y muere en 1597. Escribe poemas de tema patriótico y de tema amoroso. Escribe poemas con
abundantes adornos, que son un preludio de la ornamentación barroca.
Recuerda
La lírica renacentista perpetúa la tradición medieval y se abre a las nuevas tendencias que llegan de Italia.
ü Formas: abundan los versos endecasílabos y heptasílabos; en cuanto a las estrofas: soneto, lira, tercetos encadenados, silva, octava real.
ü Temas: sobresalen el amor, que ennoblece al enamorado; la naturaleza, la mitología, el carpe diem, tema religioso o místico, tema patriótico.
ü Autores:
Garcilaso de la Vega. Se ve influido por la estética de Cancionero, la lírica italiana, la literatura clásica. Escribe cinco canciones, tres églogas, dos elegías
y cuarenta sonetos. En general en él predomina la armonía. Sobre todo utiliza el tema amoroso y el pastoril.
Fray Luis de León. En su obra observamos la influencia de la filosofía estoica, del neoplatonismo y del anhelo por la vida natural.
San Juan de la Cruz. Representa el ideal renacentista de naturalidad. En su obra predomina el símbolo.
Juan de Herrera. Este poeta incrementa los aspectos ornamentales.
255
UNIDAD
10
EL RENACIMIENTO
Actividades
2. El poema En tanto que de rosa y azucena con el que comenzábamos la unidad, refleja un tópico clásico que ya desde
Ausonio (395 d. C.), se hizo famoso.
w ¿En qué obra del siglo XV encontramos este tópico utilizado para convencer a una joven de que acepte los favores de un
hombre?
w Escribe la estructura del poema e indica qué orden sigue Garcilaso en la descripción de la belleza de la mujer y entre qué
elementos realiza las metáforas.
w Identifica la estrofa, rima y número de sílabas de cada verso.
3. En el soneto número XIII, A Dafne ya los brazos le crecían, Garcilaso describe el proceso de la metamorfosis de Dafne en
árbol.
w Haz un resumen del poema en breves líneas e indica a qué situación concreta lo aplica el poeta.
4. En algunos fragmentos de poemas de Garcilaso que hemos leído a lo largo de este tema aparece el espíritu pastoril,
que utiliza como espacio el locus amoenus, identifícalos e indica qué elementos se describen.
3. La prosa del XVI (I). La prosa no narrativa.
Los diálogos
La prosa no narrativa no está ausente de elementos narrativos, pero en ella predomina el interés didáctico o
doctrinal.
La forma que suele adoptar esta prosa es la forma dialogada: dos o más interlocutores tratan de un tema,
según diferentes puntos de vista. Son deudores de los diálogos clásicos y, sobre todo, de los diálogos de Erasmo.
Los temas son diversos ya que en ellos se vierten ideas filosóficas, religiosas, doctrinales o sociales. Se pueden
incluir, además, elementos narrativos, dramáticos, digresiones, etc. Permiten libertad y aportan un tono cercano al
lector, además de didactismo y versatilidad en la exposición de ideas.
3.1. Fray Luis de León y Santa Teresa de Jesús
FRAY LUIS DE LEÓN
Escribe en prosa De los nombres de Cristo: diálogo entre Marcelo, Sabino y Juliano en el que
abordan el tema de los nombres (Príncipe de la paz, Pimpollo...) dados a Cristo en la Biblia y
su significado porque cada nombre aborda un aspecto particular, ya que la visión de la Divinidad
no es completa. Fue criticado porque se trata de un texto en el que hace referencia a la teología
en castellano con la intención de acercar estos temas al mayor número de personas.
En La perfecta casada, tratado de veinte capítulos, expone el concepto de mujer intachable,
desde el punto de vista de lo cotidiano.
SANTA TERESA DE JESÚS
l Extasis de Santa Teresa. Bernini.
(Wikimedia Commons)
Escribe El libro de su vida, Camino de perfección
y La Moradas en la que explica las tres vías de
ascenso místico.
256
Teresa de Jesús (1515-1582) nace en Ávila.
Se educó en las Agustinas. Le gustaban los libros
de caballerías. Ingresa como novicia en el
convento de carmelitas de la Encarnación.
Reforma la orden. Escribe poemas en verso,
además de obras en prosa.
3.2. Juan y Alfonso de Valdés
JUAN DE VALDÉS
Escribe el importante Diálogo de la lengua en el que se resume el ideal de dignificar las lenguas vernáculas.
ALFONSO DE VALDÉS
Escribe el Diálogo de Mercurio y Carón, Diálogo de las cosas ocurridas en Roma, defensa de la política de Carlos I y ataque
al papado.
También son interesantes El Crotalón, atribuido a Cristóbal de Villalón y el Viaje de Turquía, interesante diálogo
atribuido a Andrés Laguna (1494-1560).
4. La prosa del XVI (II). La prosa narrativa
Por un lado, en el siglo XVI se escriben o se continúan publicando, porque algunas son géneros medievales,
una serie de novelas que ofrecen un mundo idealizado: novela bizantina, novela pastoril, novela morisca, novela de
caballerías y novela sentimental. Por otro lado, otras novelitas en las que sin embargo, la óptica ofrecida es la de
degradación, de desmitificación. Entre ellas, encontramos algunas que continúan la temática de la Celestina y surge
otra novelita, El Lazarillo de Tormes, que iniciará un género nuevo, la novela picaresca, y revolucionará lo que hasta ese
momento se había considerado de interés literario.
4.1. Novela bizantina, pastoril, morisca, caballeresca
y celestinesca
Novela bizantina
Fuentes
La novela griega de aventuras, Las Etiópicas, de Heliodoro, siglo III.
Argumento
Unos jóvenes bellos y castos deben emprender un viaje en el que encontrarán terribles impedimentos, que dificultarán el cumplimiento
de su misión y que servirán como pruebas para demostrar que se merecen el desenlace feliz. Las pruebas serán de diferente tipo,
algunas veces, serán verdaderas casualidades: tormentas, naufragios, prisiones, etc. Se incluyen narraciones secundarias que
ayudan a dar variedad.
Personajes
Idealizados, bellos y castos. No varían. No pasa el tiempo para ellos.
Espacio
Muy variado. Los héroes van viajando de un lugar a otro. El espacio es marcado por la propia aventura, que configura la novela en un
ir y venir.
Tiempo
La narración comienza en un punto de la vida de los protagonistas y acaba en otro, pero no pasa realmente. No hay cambios en la
personalidad ni en la edad de los protagonistas.La narración suele comenzar in medias res, para dar mayor interés.
Obras
Los trabajos de Clareo y Florisea,y las tristezas y trabajos de la sin ventura Isea, Alonso Núñez de Reinoso, 1522.
Selva de aventuras, de Jerónimo Contreras, 1565.
El peregrino en su patria, Lope de Vega, 1604.
Los trabajos de Persiles y Sigismunda, Miguel de Cervantes, 1617.
257
UNIDAD
10
EL RENACIMIENTO
Novela pastoril
Fuentes
Argumento
Personajes
Espacio
Tiempo
Obras
Texto de
La Diana,
de Jorge de
Montemayor
La novela griega pastoril, Dafnis y Cloe, Longo, siglo II. La Arcadia, de Sannnazaro (1465-1530).
En un ambiente bucólico los personajes caminan buscando su destino. El recorrido se efectúa en ese lugar idílico. La historia se
corta con otras historias que cuentan los pastores con los que se cruzan. Intercalan cartas, canciones, poemas.
Pastores idealizados y castos que hablan de forma culta sobre sus amores. Actúan y piensan como cortesanos.
Bucólico, el locus amoenus: prado verde, agua cristalina, ovejas (como el de las Églogas, de Garcilaso).
La narración también suele comenzar in medias res. Los pastores tampoco envejecen.
La Diana, de Jorge de Montemayor, publicada en 1559.
La Diana enamorada, de Gaspar Gil Polo, 1564.
La Galatea, de Cervantes, 1585.
La Arcadia, de Lope de Vega, 1598.
[...] Ya los pastores que por los campos del caudaloso Esla apacentaban sus ganados se comenzaban a mostrar, cada uno con su rebaño, por la
orillas de sus cristalinas aguas, tomando el pasto antes que el sol saliese y advirtiendo el mejor lugar para después pasar la calurosa siesta, cuando la
hermosa pastora Selvagia por la cuesta que de la aldea bajaba a l espeso bosque venía, trayendo delante de sí sus mansas ovejuelas, y después de
haberlas metido entre los árboles bajos y espesos, de que allí había mucha abundancia, y verlas ocupadas en alcanzar las más bajuelas ramas,
satisfaciendo el hambre que traían, la pastora se fue derecha a la fuente de los alisos, donde el día antes con los dos pastores había pasado la siesta
[...]
Observamos el locus amoenus. Ese escenario bucólico, preparado para que los pastores cuenten sus cuitas amorosas, como sucedía en las églogas de
Garcilaso de la Vega.
Novela morisca
Fuentes
Argumento
Personajes
Espacio
Tiempo
Obras
Texto de
El Abencerraje
Los romances moriscos, del romancero.
Historia amorosa entre dos jóvenes, con final feliz. Se trasparenta el espíritu de la maurofilia, se idealiza a los personajes. El moro
destaca por sus bellas vestiduras.
Idealizados. El moro actúa de forma caballeresca, con las virtudes propias del caballero cristiano.
Los topónimos son reales.
Existe una anécdota, pero al ser una novelita breve, el tiempo no afecta a la belleza o caballerosidad de los protagonistas.
Historia del Abencerraje y la hermosa Jarifa (se publica intercalada en una edición de La Diana), 1562. En ella, Rodrigo de Narváez, caballero
cristiano, permite a Abindarráez, al que había hecho prisionero, volver a cumplir un plazo de amor. Abindarráez retorna a la prisión y
Rodrigo de Narváez lo ayudara a conseguir el perdón del padre de Jarifa.
Historia de Ozmín y Daraja, aparece intercalada en el Guzmán de Alfarache, de Mateo Alemán.
Y metiéndose entre una arboleda que junto al camino se hacía, oyeron ruido. Y mirando con más atención, vieron venir por donde
ellos iban un gentil moro en un caballo ruano; él era grande de cuerpo y hermoso de rostro y parescía muy bien a caballo. Traía
vestida una marlota de carmesí y un albornoz de damasco del mismo color, todo bordado de oro y plata. Traía el brazo derecho
rezagado y labrado en él una hermosa dama y en la mano una gruesa y hermosa lanza de dos hierros. Traía una adarga y cimitarra,
y en la cabeza una toca tunecí que, dándole muchas vueltas por ella, le servía de hermosura y defensa de su persona. En este hábito
venía el moro mostrando gentil continente y cantando un cantar que él compuso en la dulce membranza de sus amores, que decía:
Nacido en Granada / criado en Cártama / enamorado en Coín, / frontero en Álora.
Advertimos en la descripción de Abindarráez el espíritu de la maurofilia, propio de estas novelas. Además, está enamorado, como
corresponde al código literario de la época.
Novela de caballerías
Fuentes
Argumento
Personajes
Espacio
Tiempo
Obras
La novela de caballerías medieval. Chrétien de Troyes.
Un caballero enamorado viaja por el mundo buscando aventuras. Hay introducción de historias secundarias.
El caballero y la dama son virtuosos, bellos y enamorados. El caballero, si sufre de celos, enloquece. Buscará fama con otro nombre,
Beltenebros, en el caso de Amadís. Suele tener ayuda de alguna hada o sabio encantador. No envejecen. Son ideales.
El de la aventura. Alterna el castillo, el camino, la ermita, el bosque, la yerma floresta. Los topónimos o son inventados o lejanos y
exóticos. No hay verosimilitud.
El tiempo no pasa para los personajes, aunque se vean involucrados en multitud de aventuras.
Amadís de Gaula, que se conocía desde la Edad Media y sus continuaciones. Las sergas de Esplandián (1510) Palmerín de Oliva (1511), que
tendrá también continuaciones.
Se continúan publicando novelas sentimentales, con las mismas características que en el siglo XV.
Novela celestinesca
Fuentes
Argumento
Personajes
Espacio
Tiempo
Obras
La Celestina
Hombres y mujeres se aman con ayuda de terceras o criados.
Hombres y mujeres con nombres populares que se encuentran desde el punto de vista amoroso con ayudas externas. Se utiliza un
vocabulario descarnado.
Real.
El tiempo pasa para los personajes. Envejecen, tienen arrugas.
La lozana andaluza, novela dialogada de Francisco Delicado (1528). Narra las andanzas de Aldonza, cordobesa que viaja a Roma,
donde conoce a su amante Rampín. Se dedica a la prostitución o a la tercería. La novela acaba con el saco de Roma.
258
4.2. La novela picaresca
Características de la picaresca
- El autobiografismo. El pícaro narra su azarosa vida desde su punto de vista, guardando el decoro.
- La figura del pícaro, individuo de pocos años que debe utilizar el ingenio y la astucia. Su soledad ante el mundo le obliga a aguzar el ingenio en un
mundo en el que ha de sobrevivir, a pesar de sus circunstancias. Sus inquietudes rozan lo inmediato: comer y beber, ganar dinero... Ni el amor, ni el
honor, ni la fama, tienen que ver con su código ético.
- La estructura de servicio, el pícaro es mozo de muchos amos. Por medio de esta técnica se puede presentar un panorama de diferentes individuos
o tipos, para criticarlos, como sucede con el ciego, los diversos clérigos, o el hidalgo. El pícaro, además, se desplaza por diferentes lugares y sufre
aventuras que lo forman (o deforman) como ser humano.
- El relato toma la forma de explicación de un "caso" contado de forma autobiográfica. La narración de las aventuras del pícaro tiene un sentido ya que
es la explicación de un hecho.
- La picaresca no se reconoce como género hasta 1599 y 1604, años en que se publican la primera y la segunda parte del Guzmán de Alfarache,
obra en la que su autor, Mateo Alemán (1547-1613), de manera consciente, toma rasgos del Lazarillo. En el Guzmán, que gozó de gran éxito, se
acentúan los rasgos moralizantes.
LA VIDA DEL LAZARILLO DE TORMES, DE SUS FORTUNAS Y ADVERSIDADES
El Lazarillo de Tormes se publica de forma anónima, en 1554, en medio del éxito de los libros de caballería. Con esta
obra comienza una nueva visión del héroe y un avance considerable en la gestación del nuevo género que es la novela.
El argumento
La obra comienza con un prólogo en el cual Lázaro, ya adulto y pregonero en Toledo, escribe a un Vuestra Merced
diciéndole que, para explicarle su caso, le va a contar su vida desde el principio. Y así Lázaro narra, en siete tratados
sucesivos, quiénes fueron sus padres, dónde nació y qué vicisitudes pasó con cada uno de sus amos. Este desfile permite
presentar tipos representativos de la sociedad de la época y, además, realizar una sátira anticlerical. En el último tratado,
en la cumbre de toda buena fortuna, Lázaro contrae vergonzoso matrimonio con una criada del Arcipreste de San Salvador.
Los personajes. El concepto de héroe
El nuevo protagonista no es un héroe, no pertenece a una clase social elevada, ni posee, desde que nace,
todas las virtudes. Lázaro no tiene ascendientes heroicos y no se avergüenza de ello. Además se atreve a contar su
vida hasta su presente histórico como si ésta fuera digna de interés y lo hace con un motivo concreto: narra su
pasado para explicar su situación presente. Desde la forma de ser del niño con que inicia su carta, hasta la del
adulto, con que la acaba, ha sucedido toda una serie de acontecimientos que han forjado al
cínico pregonero. Los amos y las experiencias marcan la evolución desde el niño inocente de
Tejares, aldea de Salamanca, al avispado pregonero de Toledo.
Lázaro no ha nacido predestinado hacia la virtud, el honor y el amor como los héroes de
los libros de caballería, sino que evoluciona. Los acontecimientos que se narran han motivado
su forma de ser y su futuro. Por ello, las peripecias que sufre con sus sucesivos amos tienen
interés en función del personaje. No se trata, pues, de una sarta de historietas que pretendan
hacer reír, sino de una sucesión de acontecimientos que colaboran en el proceso de formación
de un individuo.
El espacio y el tiempo
El recorrido de Lázaro comienza en Tejares, aldea de Salamanca, donde nace, y finaliza
en Toledo, donde obtiene su oficio real (pagado por las arcas reales) de pregonero. Este tipo
de protagonistas, que además habitan en un espacio concreto y reconocible y en un momento
259
l Niños comiendo melón y uvas. Murillo. Alte
Pinakothek de Munich. (Wikimedia Commons)
UNIDAD
10
EL RENACIMIENTO
histórico marcado en el texto (1510, o quizá, 1546), no
se había formulado literariamente en una narración extensa
hasta el Lazarillo de Tormes, aunque era común en las farsas
y cuentos populares. Recuerda el comienzo del libro.
Pues sepa vuestra Merced, ante todas las cosas, que a mí llaman Lázaro de
Tormes, hijo de Tomé González y de Antona Pérez, naturales de Tejares, aldea
de Salamanca. Mi nascimiento fue dentro del río Tormes, por la cual causa tomé
el sobrenombre, y fue desta manera [...]
La ficción autobiográfica
Así se expresa Lázaro en el prólogo:
[...] Y pues Vuestra Merced escribe se le escriba y relate el caso muy por extenso, paresciome no tomalle por el medio, sino del principio, porque se tenga entera noticia de mi persona, y
también porque consideren los que heredaron nobles estados cuán poco se les debe, pues Fortuna fue con ellos parcial, y cuánto más hicieron los que, siéndoles contraria, con fuerza y
maña remando, salieron a buen puerto [...]
Desde el punto de vista formal, El Lazarillo es un carta escrita por Lázaro de Tormes, pregonero de la ciudad
de Toledo, dirigida a Vuestra Merced para explicar "el caso".
Éste ha sido interpretado de diversas formas; unos lo consideran como la explicación de un hecho de honra:
Lázaro, adulto de 28 años, escribe la extensa carta para defenderse de las acusaciones de los que murmuran sobre
las relaciones de su mujer con el Arcipreste de San Salvador y, por ello, la novela estaría sometida a un "punto de
vista", el del Lázaro adulto, protagonista del caso.
Otros consideran que Lázaro desea lucirse ante los hombres de su época como "homo novus", es decir, como un
hombre protagonista de su existencia, puesto que, tras haber sufrido una serie de penosos avatares, llega a tener el oficio
de pregonero en la ciudad de Toledo, y se muestra orgulloso de lo que considera su ascenso social. Se da la paradoja de
que es pregonero de vinos, de los que padecen persecución por justicia y también pregonero de su propia vida.
En este fragmento del primer tratado del Lazarillo observamos una serie de características, que influirán en la
vida de Lázaro y en la estructura del libro:
[...] En este tiempo vino a posar al mesón un ciego, el cual, pareciéndole que yo sería para adestralle, me pidió a mi madre, y ella me
encomendó a él, diciéndole que era hijo de un buen hombre, el cual por ensalzar la fe había muerto en la de los Gelves, y que ella
confiaba en Dios no saldría peor hombre que mi padre, y que le rogaba me tratase bien y mirase por mi, pues era huérfano. Él le
respondió que así lo haría, y que me recibía no por mozo sino por hijo. Y así le comencé a servir y adestrar a mi nuevo y viejo amo.
Primer amo.
No saldrá peor hombre que su padre (era
ladrón y muere de
acemilero.
Como estuvimos en Salamanca algunos días, pareciéndole a mi amo que no era la ganancia a su contento, determinó irse de allí; y
cuando nos hubimos de partir, yo fui a ver a mi madre, y ambos llorando, me dio su bendición y dijo:
"Hijo, ya sé que no te veré más. Procura ser bueno, y Dios te guíe. Criado te he y con buen amo te he puesto. Válete por ti." Y así
me fui para mi amo, que esperándome estaba. Salimos de Salamanca, y llegando a la puente, está a la entrada de ella un animal de
piedra, que casi tiene forma de toro, y el ciego mandome que llegase cerca del animal, y allí puesto, me dijo:
"Lázaro, llega el oído a este toro, y oirás gran ruido dentro del." Yo simplemente llegue, creyendo ser así; y como sintió que tenía la
cabeza par de la piedra, afirmó recio la mano y diome una gran calabazada en el diablo del toro, que más de tres días me duró el dolor
de la cornada, y díjome:
Primera y fundamental enseñanza.
Lázaro está solo y ha
de actuar con astucia.
"Necio, aprende que el mozo del ciego un punto ha de saber más que el diablo", y rió mucho la burla.
Pareciome que en aquel instante desperté de la simpleza en que como niño dormido estaba. Dije entre mí:
"Verdad dice este, que me cumple avivar el ojo y avisar, pues solo soy, y pensar cómo me sepa valer." Comenzamos nuestro
camino, y en muy pocos días me mostró jerigonza, y como me viese de buen ingenio, holgábase mucho, y decía:
"Yo oro ni plata no te lo puedo dar, mas avisos para vivir muchos te mostraré."
Y fue así, que después de Dios este me dio la vida, y siendo ciego me alumbró y adestró en la carrera de vivir. Huelgo de contar a
vuestra merced estas niñerías para mostrar cuanta virtud sea saber los hombres subir siendo bajos, y dejarse bajar siendo altos cuanto
vicio [...].
260
Lázaro aprende con el
ciego todo lo necesario para vivir y así lo
indica a V.M.
Él séptimo tratado es
correlato del primero:
Lázaro sube siendo
bajo.
Estructura de El Lazarillo
En El Lazarillo como obra literaria existe una disposición ternaria de los hechos desde el nacimiento e infancia
de Lázaro, hasta llegar a su juventud que representaría su integración social, tal como escribe al final del tratado VII:
Pues en este tiempo estaba en mi prosperidad y en la cumbre de toda buena fortuna.
El número tres es muy importante en el Lazarillo: tres son los amos y son tres los episodios fundamentales en
cada etapa de su vida.
Lázaro es pregonero de vinos (así cierra su relación con el vino del primer tratado: el vino te da vida) de los que padecen
persecución por justicia y, sobre todo, de su propia vida. Así culmina el proceso que comienza en su nacimiento, hijo de ladrón
y mujer sin escrúpulos, que continúa con su peregrinaje de amo en amo, hasta llegar al colmo de su buena fortuna porque
come, bebe, tiene dinero y un trabajo real. Esta carta dirigida a Vuestra Merced, para explicar el caso, permite a Lázaro pregonar
su existencia y su nuevo concepto de la honra.
Recuerda
En el Renacimiento consideramos:
- Prosa no narrativa, en la que predomina la forma dialogada, puede tratar de diferentes temas. Destacan Fray Luis de León, Santa Teresa de Jesús en
la prosa de temática religiosa. En la prosa no religiosa destacan los hermanos Juan y Alfonso Valdés.
- Prosa narrativa, se realiza un importante cambio hacia la creación de la novela moderna. Existen variados tipos de novela: bizantina, pastoril, morisca,
de caballerías, sentimental, celestinesca y comienza la novela picaresca, con El Lazarillo de Tormes, cuyo protagonista cuenta su vida de forma
autobiográfica, posee estructura de servicio y sufre un proceso de deformación, que se plasma en el final de la obra.
261
UNIDAD
10
EL RENACIMIENTO
Actividades
5. Lee el siguiente fragmento de El Lazarillo de Tormes y comenta el narrador, el espacio y el tiempo. Resume el texto.
Tratado Tercero
Como Lázaro se asentó con un escudero, y de lo que le acaeció con él
Desta manera me fue forzado sacar fuerzas de flaqueza y, poco a poco, con ayuda de las buenas gentes di conmigo en esta insigne ciudad de Toledo, adonde con la merced
de Dios donde a quince días se me cerró la herida; y mientras estaba malo, siempre me daban alguna limosna, mas después que estuve sano, todos me decían:
"Tu, bellaco y gallofero eres. Busca, busca un amo a quien sirvas."
"¿Y adonde se hallará ése –decía yo entre mí– si Dios agora de nuevo, como crió el mundo, no le criase?"
Andando así discurriendo de puerta en puerta, con harto poco remedio, porque ya la caridad se subió al cielo, topome Dios con un escudero que iba por la calle con razonable
vestido, bien peinado, su paso y compás en orden. Mirome, y yo a él, y díjome:
"Mochacho, ¿buscas amo?"Yo le dije: "Sí señor."
"Pues vente tras mí –me respondió– que Dios te ha hecho merced en topar conmigo. Alguna buena oración rezaste hoy."
Y seguile, dando gracias a Dios por lo que le oí, y también que me parecía, según su hábito y continente, ser el que yo había menester.
Era de mañana cuando este mi tercero amo topé, y llevome tras sí gran parte de la ciudad. Pasábamos por las plazas do se vendía pan y otras provisiones. Yo pensaba y aun
deseaba que allí me quería cargar de lo que se vendía, porque esta era propia hora cuando se suele proveer de lo necesario; mas muy a tendido paso pasaba por estas
cosas. "Por ventura no lo ve aquí a su contento –decía yo– y querrá que lo compremos en otro cabo."
De esta manera anduvimos hasta que dio las once. Entonces se entró en la iglesia mayor, y yo tras él, y muy devotamente le vi oír misa y los otros oficios divinos, hasta que
todo fue acabado y la gente ida. Entonces salimos de la iglesia.
A buen paso tendido comenzamos a ir por una calle abajo. Yo iba el más alegre del mundo en ver que no nos habíamos ocupado en buscar de comer. Bien consideré que
debía ser hombre, mi nuevo amo, que se proveía en junto, y que ya la comida estaría a punto tal y como yo la deseaba y aun la había menester.
En este tiempo dio el reloj la una después de mediodía, y llegamos a una casa ante la cual mi amo se paró, y yo con él; y derribando el cabo de la capa sobre el lado
izquierdo, sacó una llave de la manga y abrió su puerta y entramos en casa; la cual tenía la entrada oscura y lóbrega de tal manera que parece que ponía temor a los que en
ella entraban, aunque dentro de ella estaba un patio pequeño y razonables cámaras.
Desde que fuimos entrados, quita de sobre sí su capa y, preguntando si tenía las manos limpias, la sacudimos y doblamos, y muy limpiamente soplando un poyo que allí
estaba, la puso en él. Y hecho esto, sentose cabo della, preguntándome muy por extenso de dónde era y cómo había venido a aquella ciudad; y yo le di más larga cuenta que
quisiera, porque me parecía más conveniente hora de mandar poner la mesa y escudillar la olla que de lo que me pedía. Con todo eso, yo le satisfice de mi persona lo mejor
que mentir supe, diciendo mis bienes y callando lo demás, porque me parecía no ser para en cámara.
Esto hecho, estuvo así un poco, y yo luego vi mala señal, por ser ya casi las dos y no le ver mas aliento de comer que a un muerto.
Después de esto, consideraba aquel tener cerrada la puerta con llave ni sentir arriba ni abajo pasos de viva persona por la casa. Todo lo que yo había visto eran paredes, sin
ver en ella silleta, ni tajo, ni banco, ni mesa, ni aun tal arcaz como el de marras. Finalmente, ella parecía casa encantada. Estando así, díjome:
"Tú, mozo, ¿has comido?"
"No, señor –dije yo–, que aún no eran dadas las ocho cuando con vuestra merced encontré."
"Pues, aunque de mañana, yo había almorzado, y cuando así como algo, hágote saber que hasta la noche me estoy así. Por eso, pásate como pudieres, que después cenaremos.
Vuestra merced crea, cuando esto le oí, que estuve en poco de caer de mi estado, no tanto de hambre como por conocer de todo en todo la fortuna serme adversa. Allí se me
representaron de nuevo mis fatigas, y torné a llorar mis trabajos; allí se me vino a la memoria la consideración que hacía cuando me pensaba ir del clérigo, diciendo que
aunque aquel era desventurado y mísero, por ventura toparía con otro peor: finalmente, allí lloré mi trabajosa vida pasada y mi cercana muerte venidera. Y con todo,
disimulando lo mejor que pude:
"Señor, mozo soy que no me fatigo mucho por comer, bendito Dios.
De eso me podré yo alabar entre todos mis iguales por de mejor garganta, y así fui yo loado de ella hasta hoy día de los amos que yo he tenido."
"Virtud es ésa –dijo él– y por eso te querré yo más, porque el hartar es de los puercos y el comer regladamente es de los hombres de bien."
"¡Bien te he entendido! –dije yo entre mí– ¡maldita tanta medicina y bondad como aquestos mis amos que yo hallo hallan en la hambre!"
Púseme a un cabo del portal y saqué unos pedazos de pan del seno, que me habían quedado de los de por Dios. Él, que vio esto, díjome:
"Ven acá, mozo. ¿Qué comes?"
Yo llegueme a él y mostrele el pan. Tomome él un pedazo, de tres que eran: el mejor y más grande. Y díjome:
"Por mi vida, que parece este buen pan."
"¡Y cómo! ¿Agora –dije yo–, señor, es bueno?"
"Sí, a fe –dijo él–. ¿Adónde lo hubiste? ¿Si es amasado de manos limpias?"
"No sé yo eso –le dije–; mas a mí no me pone asco el sabor de ello."
"Así plega a Dios" –dijo el pobre de mi amo.
262
Y llevándolo a la boca, comenzó a dar en él tan fieros bocados como yo en lo otro."Sabrosísimo pan está –dijo–, por Dios."
Y como le sentí de qué pie cojeaba, dime priesa, porque le vi en disposición, si acababa antes que yo, se comediría a ayudarme a lo que me quedase; y con esto acabamos casi a
una. Y mi amo comenzó a sacudir con las manos unas pocas migajas, y bien menudas, que en los pechos se le habían quedado, y entró en una camareta que allí estaba, y sacó un
jarro desbocado y no muy nuevo, y desde que hubo bebido convidome con él. Yo, por hacer del continente, dije:
"Senor, no bebo vino.""Agua es, –me respondió–. Bien puedes beber."
Entonces tomé el jarro y bebí, no mucho, porque de sed no era mi congoja. Así estuvimos hasta la noche, hablando en cosas que me preguntaba, a las cuales yo le respondí lo
mejor que supe. [...]
"Señor, de mí –dije yo– ninguna pena tenga vuestra merced, que sé pasar una noche y aun más, si es menester, sin comer."
"Vivirás mas y más sano –me respondió–, porque como decíamos hoy, no hay tal cosa en el mundo para vivir mucho que comer poco."
"Si por esa vía es –dije entre mí–, nunca yo moriré, que siempre he guardado esa regla por fuerza, y aun espero en mi desdicha tenerla toda mi vida."
6. Indica las ideas esenciales de estas palabras que emite el escudero. Explica su relación con el sentido de la obra y el
desenlace de la misma.
"Mayormente –dijo– que no soy tan pobre que no tengo en mi tierra un solar de casas, que a estar ellas en pie y bien labradas, diez y seis leguas de donde nací, en aquella
Costanilla de Valladolid, valdrían más de doscientas veces mil maravedís, según se podrían hacer grandes y buenas; y tengo un palomar que, a no estar derribado como está,
daría cada año más de doscientos palominos; y otras cosas que me callo, que dejé por lo que tocaba a mi honra. Y vine a esta ciudad, pensando que hallaría un buen
asiento, mas no me ha sucedido como pensé. Canónigos y señores de la iglesia, muchos hallo, mas es gente tan limitada que no los sacaran de su paso todo el mundo.
Caballeros de media talla, también me ruegan; mas servir con éstos es gran trabajo, porque de hombre os habéis de convertir en malilla y si no "Anda con Dios" os dicen. Y
las más veces son los pagamentos a largos plazos, y las más y las más ciertas, comido por servido. Ya cuando quieren reformar conciencia y satisfaceros vuestros sudores,
sois librados en la recámara, en un sudado jubón o raída capa o sayo. Ya cuando asienta un hombre con un señor de título, todavía pasa su laceria. ¿Pues por ventura no hay
en mí habilidad para servir y contentar a éstos? Por Dios, si con él topase, muy gran su privado pienso que fuese y que mil servicios le hiciese, porque yo sabría mentille tan
bien como otro, y agradalle a las mil maravillas: reille ya mucho sus donaires y costumbres, aunque no fuesen las mejores del mundo; nunca decirle cosa con que le pesase,
aunque mucho le cumpliese; ser muy diligente en su persona en dicho y hecho; no me matar por no hacer bien las cosas que él no había de ver, y ponerme a reñir, donde lo
oyese, con la gente de servicio, porque pareciese tener gran cuidado de lo que a él tocaba; si riñese con algún su criado, dar unos puntillos agudos para la encender la ira y
que pareciesen en favor del culpado; decirle bien de lo que bien le estuviese y, por el contrario, ser malicioso, mofador, malsinar a los de casa y a los de fuera; pesquisar y
procurar de saber vidas ajenas para contárselas; y otras muchas galas de esta calidad que hoy día se usan en palacio. Y a los señores dél parecen bien, y no quieren ver en
sus casas hombres virtuosos, antes los aborrecen y tienen en poco y llaman necios y que no son personas de negocios ni con quien el señor se puede descuidar. Y con estos
los astutos usan, como digo, el día de hoy, de lo que yo usaría. Mas no quiere mi ventura que le halle."
De esta manera lamentaba también su adversa fortuna mi amo, dándome relación de su persona valerosa.
7. Explica las diferencias fundamentales entre El Lazarillo y el resto de novelas de su época.
5. El teatro del Renacimiento
5.1. El teatro. Novedades. Los escenarios. El teatro europeo
La influencia italiana fue determinante para la creación del nuevo teatro europeo, por medio de la popular
comedia del arte, que llevará a toda Europa las primeras compañías profesionales de teatro; y gracias al teatro de los
humanistas, que creará un sistema teatral que significa el inicio del teatro moderno.
A la entrada del siglo XVI, las formas dramáticas
medievales evolucionan hacia manifestaciones de teatro
popular, en el que comediantes profesionales recorren los
países representando en plazas o posadas; de teatro
eclesiástico, promovido por la Iglesia con ocasión de las
grandes festividades religiosas; y de teatro culto y cortesano,
con obras de inspiración clásica, cultivado en ámbitos
cerrados.
La comedia del arte.
Los cómicos del arte son actores que suelen interpretar al mismo personaje
toda su vida. Estos personajes son estereotipos, el enamorado, el viejo,
el bufón. Uno de los personajes más importantes es Arlequín. El cómico,
aunque se basa en hilos argumentales escritos, centra su interpretación
en la improvisación. Si no recuerda una parte comienza a hacer piruetas,
gestos, hasta que se retoma el hilo.
Las compañías recorren toda Europa con una carreta, en la que instalan
el tablado sobre el que actuarán.
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UNIDAD
10
EL RENACIMIENTO
A finales de siglo, empiezan a instalarse los primeros locales específicos para representaciones teatrales y se
profesionalizan las compañías. Lope de Rueda todavía escenificaba en un tablado provisional formado por unos
bancos y una tabla. En 1579 se crea el corral de la Cruz, un teatro permanente, esto permitirá un notable avance en
la escenografía.
Los personajes de este teatro suelen ser tipos sin profundidad psicológica: el soldado fanfarrón, el viejo celoso,
el pastor rústico, el médico, etc. Será fundamental el pastor, que oscila entre pastor rústico, rastrero, orgulloso,
cantarín, charlatán y el pastor enamorado, nada rústico, que sería similar al de la novela pastoril y al de las églogas
de Garcilaso de la Vega. El pastor rústico utiliza una lengua inventada, el sayagüés, que sirve para identificar a
estos pastores y dotarlos de comicidad.
5.2. El teatro español. Gil Vicente. Bartolomé Torres Naharro.
Lope de Rueda y los pasos
Además de Juan de la Encina y Lucas Fernández, ya mencionados en la unidad anterior, podemos destacar a
los siguientes autores:
GIL VICENTE (1465-1536)
Poeta y dramaturgo portugués. Escribió en castellano y en portugués. Escribe obras de tipo pastoril, Auto pastoril
castellano; el original Auto de la Sibila Casandra, en el que introduce elementos paganos. También escribe farsas y comedias.
Su obra más importante es la tragicomedia de Don Duardos, inspirada en el segundo libro del Palmerín de Oliva.
Destaca en sus obras la introducción del elemento lírico por medio de villancicos y otras composiciones folklóricas.
BARTOLOMÉ TORRES NAHARRO (1485-1529)
El conjunto de su obra lo recoge la llamada Propalladia, en la que incluye también lírica y sus ideas sobre el
teatro: la obra ha de guiarse por el principio de verosimilitud, ha de estar dividida en cinco actos (les da el nombre
de jornadas) y se ha de limitar el número de personajes. Divide las comedias en "a noticia", basadas en la realidad y
"a fantasía", inventadas. Entre sus obras destacan Soldadesca, Comedia Himenea y Comedia Serafina.
LOPE DE RUEDA (1505-1565)
Fundó la primera compañía de teatro española con la que recorría las ciudades representando obras originales.
Escribe comedias al modo italiano en las que introduce elementos cómicos. Su obra más conocida son los
pasos, que son obras breves, costumbristas, de escasa acción, que se representaban en los entreactos de las
comedias. Otros escritores llamarán entremeses a estas composiciones breves y cómicas. Se caracterizan por su
ambiente popular y su cercanía al folklore, del que toman algunos temas. En ellos destaca el uso de un lenguaje
popular de gran fuerza cómica y la creación de una galería de personajes entre los que destaca el bobo.
Sus pasos más conocidos son La tierra de Jauja, El convidado o Las aceitunas, que constituye una revisión del cuento
de doña Truhana.
JUAN DE LA CUEVA (1550-1610)
Se caracteriza por el tratamiento trágico que realiza con temas del romancero, de la épica y de la historia: Los
siete infantes de Lara, Comedia de la muerte del rey don Sancho y reto de Zamora.
264
5.3. El teatro de Miguel de Cervantes
Prólogo al lector, en Ocho comedias y ocho entremeses nuevos.
Prólogo al lector, en Ocho comedias y ocho entremeses nuevos.
[...] y esto es verdad que no se me puede contradecir, y aquí entra el salir yo de los límites de mi llaneza: que se vieron en los
teatros de Madrid representados Los tratos de Argel que yo compuse, La destrucción de Numancia y La batalla
naval, donde me atreví a reducir las comedias a tres jornadas, de cinco que tenían; mostré, o, por mejor decir, fui el primero que
representase las imaginaciones y los pensamientos escondidos del alma, sacando figuras morales al teatro, con general y gustoso
aplauso de los oyentes; compuse en este tiempo hasta veinte comedias o treinta, que todas ellas se recitaron sin que se les
ofreciese ofrenda de pepinos ni de otra cosa arrojadiza [...], entró luego el monstruo de naturaleza, el gran Lope de Vega y alzose
con la monarquía cómica [...]
Cervantes ilustra perfectamente el cambio que se
produce en estos momentos en la comedia española: sus
cinco años de cautiverio en Argel le impiden conocer los
hallazgos de Lope de Vega y escribe:
Cervantes es consciente
de sus logros teatrales y
de la hegemonía de Lope de Vega.
Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616) Nace en Alcalá de
Henares. Su padre era cirujano y cambiaba frecuentemente de residencia.
Fue discípulo de López de Hoyos. Viajó a Italia en 1569, donde entra al
servicio del cardenal Acquaviva. En 1571 toma parte de la batalla de
Lepanto, es herido en el pecho y en la mano izquierda. En 1575 es hecho
prisionero y conducido a Argel. Se intentó fugar de la prisión y, por fin, en
1580 es rescatado. Se instala en Madrid. Se casa. Vive en Sevilla. Tiene
problemas con la justicia. Sufre problemas económicos. En 1604 se traslada
a Valladolid. En 1606 va de nuevo a Madrid. Muere en 1616.
l
Primeras comedias de acuerdo con la estética
renacentista, El trato de Argel y La Numancia pertenecen
a esta primera época. La Numancia es una tragedia
que gira en torno al cerco de Numancia, en la que
resalta los aspectos heroicos de los numantinos, en su suicidio colectivo final.
l
Se adapta, posteriormente, a la fórmula de Lope en sus ocho nuevas comedias
entre las que destacan Los baños de Argel (Dividida en tres jornadas, la acción discurre
en torno de la historia de amor de Zahara y el cristiano don Lope), La gran sultana, Pedro
de Urdemalas, hoy muy valoradas por la crítica pese a que en su época no se representaron.
l
Escribió, además, Cervantes ocho entremeses, modelos del género, entre los que
sobresalen El retablo de las maravillas (Chanfalla, Chirinos y Rabelín llegan a un pueblo a
realizar una representación que sólo podrán ver los limpios de sangre y los hijos legítimos.
Esta trama le sirve para criticar la obsesión por la limpieza de sangre), La elección de los
alcaldes de Daganzo, La guarda cuidadosa, El viejo celoso o El vizcaíno fingido (dos individuos engañan
por medio de una cadena de oro de un supuesto vizcaíno a dos mujeres).
l Los entremeses de Cervantes se han
representado en muchas ocasiones
Recuerda
ü El teatro del Renacimiento consiste en una búsqueda de fórmulas que conjuguen el espectáculo y la preceptiva clásica.
ü Hay una serie de autores muy importantes: Gil Vicente, Torres Naharro, Lope de Rueda, Juan de la Cueva, que suponen un notable avance
hacia el teatro de Lope de Vega.
ü Destaca Lope de Rueda con sus pasos, piezas breves, de gran comicidad y uso de la lengua coloquial.
ü Cervantes introduce en el teatro la psicología y la humanidad de los personajes, además de un agudo sentido del humor y una búsqueda de fórmulas
teatrales que unan la preceptiva clásica y el nuevo teatro. Entre sus obras destacan su tragedia La Numancia y sus comedias y entremeses, entre los que
hay algunos de enorme comicidad y otros de aguda moralidad y crítica a determinadas cuestiones de época.
ü Los entremeses se intercalaban en los entreactos de una obra teatral larga.
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UNIDAD
10
EL RENACIMIENTO
Actividades
8. Lee el siguiente fragmento de El viejo celoso, de Cervantes, en el que aparece el tipo del viejo ridículo que se casa con
una joven bella, la tiene encerrada porque se muere de celos. Por medio de una tercera, la joven consigue encontrarse
con un galán sin salir de casa y con el marido presente. Esto provoca la hilaridad de los espectadores.
Salen DOÑA LORENZA y CRISTINA, su criada, y HORTIGOSA, su vecina.
DOÑA LORENZA.– Milagro ha sido éste, señora Hortigosa, el no haber dado la vuelta a la llave mi duelo, mi yugo y mi desesperación. Éste es el
primero día, después que me casé con él, que hablo con persona de fuera de casa; que fuera le vea yo de esta vida a él y a quien con él me casó.
HORTIGOSA.– Ande, mi señora doña Lorenza, no se queje tanto; que con una caldera vieja se compra otra nueva.
DOÑA LORENZA.– Y aun con esos y otros semejantes villancicos o refranes me engañaron a mí; que malditos sean sus dineros, fuera de las cruces;
malditas sus joyas, malditas sus galas, y maldito todo cuanto me da y promete. ¿De qué me sirve a mí todo esto, si en mitad de la riqueza estoy pobre, y
en medio de la abundancia con hambre?
CRISTINA.– En verdad, señora tía, que tienes razón; que más quisiera yo andar con un trapo atrás y otro adelante, y tener un marido mozo, que verme
casada y enlodada con ese viejo podrido que tomaste por esposo.
CRISTINA.– ¡Pluguiera a Dios que nunca yo la dijera en esto!
[...] Llega Hortigosa, la vecina, y le ofrece un galán para que se entretenga, ya que no sale de casa, está aburrida y su
marido es demasiado viejo para ella, además de un terrible celoso [...]
(Entran CAÑIZARES, viejo, y un COMPADRE suyo.)
CAÑIZARES.– Señor compadre, señor compadre: el setentón que se casa con quince, o carece de entendimiento, o tiene gana de visitar el otro mundo
lo más presto que le sea posible. Apenas me casé con doña Lorencica, pensando tener en ella compañía y regalo, y persona que se hallase en mi
cabecera, y me cerrase los ojos al tiempo de mi muerte, cuando me embistieron una turbamulta de trabajos y desasosiegos; tenía casa, y busqué casar;
estaba posado, y desposeme.
COMPADRE.– Compadre, error fue, pero no muy grande; porque, según el dicho del Apóstol, mejor es casarse que abrasarse.
CAÑIZARES.– ¡Que no había que abrasar en mí, señor compadre, que con la menor llamarada quedara hecho ceniza! Compañía quise, compañía
busqué, compañía hallé, pero Dios lo remedie, por quién Él es.
COMPADRE.– ¿Tiene celos, señor compadre?
CAÑIZARES.– Del sol que mira a Lorencita, del aire que le toca, de las faldas que la vapulan.
COMPADRE.– ¿Dale ocasión?
CAÑIZARES.– Ni por pienso, ni tiene por qué, ni cómo, ni cuándo, ni adónde: las ventanas, amén de estar con llave, las guarnecen rejas y celosías; las
puertas jamás se abren; vecina no atraviesa mis umbrales, ni los atravesará mientras Dios me diere vida. Mirad, compadre: no les vienen los malos aires
a las mujeres de ir a lo[s] jubileos ni a las procesiones, ni a todos los actos de regocijos públicos; donde ellas se mancan, donde ellas se estropean y
adonde ellas se dañan, es en casa de las vecinas y de las amigas; más maldades encubre una mala amiga, que la capa de la noche; más conciertos se
hacen en su casa y más se concluyen, que en una asamblea.
[...]
CAÑIZARES.– ¿Con quién hablábades, doña Lorenza?
DOÑA LORENZA.– Con Cristinica hablaba.
Llega la vecina, Hortigosa, con un galán oculto tras un tapiz
CAÑIZARES.– ¿Hortigosa y vecina? Dios sea conmigo. Pregúntale, Cristina, lo que quiere, y dáselo, con condición que no atraviese esos umbrales.
CRISTINA.– ¿Y qué quiere, señora vecina?
266
CAÑIZARES.– El nombre de vecina me turba y sobresalta; llámala por su proprio nombre, Cristina.
CRISTINA.– Responda: y ¿qué quiere, señora Hortigosa?
HORTIGOSA.– Al señor Cañizares quiero suplicar un poco, en que me va la honra, la vida y el alma.
CAÑIZARES.– Decidle, sobrina, a esa señora, que a mí me va todo eso y más en que no entre acá dentro.
DOÑA LORENZA.– ¡Jesús, y qué condición tan extravagante! ¿Aquí no estoy delante de vos? ¿Hanme de comer de ojo? ¿Hanme de llevar por los
aires?
CAÑIZARES.– ¡Entre con cien mil Bercebuyes, pues vos lo queréis!
CRISTINA.– Entre, señora vecina.
CAÑIZARES.– ¡Nombre fatal para mí es el de vecina!
(Entra HORTIGOSA, y trae un guadamecí y en las pieles de las cuatro esquinas han de venir pintados Rodamonte, Mandricardo,
Rugero y Gradaso; y Rodamonte venga pintado como arrebozado.)
HORTIGOSA.– Señor mío de mi alma, movida y incitada de la buena fama de vuesa merced, de su gran caridad y de sus muchas limosnas, me he
atrevido de venir a suplicar a vuesa merced me haga tanta merced, caridad y limosna y buena obra de comprarme este guadamecí, porque tengo un hijo
preso por unas heridas que dio a un tundidor, y ha mandado la justicia que declare el cirujano, y no tengo con qué pagarle, y corre peligro no le echen
otros embargos, que podrían ser muchos, a causa que es muy travieso mi hijo; y querría echarle hoy o mañana, si fuese posible, de la cárcel. La obra es
buena, el guadamecí nuevo, y, con todo eso, le daré por lo que vuesa merced quisiere darme por él, que en más está la monta, y como esas cosas he
perdido yo en esta vida. Tenga vuesa merced desa punta, señora mía, y descojámosle, porque no vea el señor Cañizares que hay engaño en mis
palabras; alce más, señora mía, y mire cómo es bueno de caída, y las pinturas de los cuadros parece que están vivas.
(Al alzar y mostrar el guadamecí, entra por detrás dél un galán)
El galán se queda con la joven y el viejo celoso hace el ridículo. Indica cómo se caracteriza al viejo ridículo y el
proceso que sigue Hortigosa para hacer entrar al galán en la habitación donde lo espera doña Lorenza.
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