vestidos de moda y tendencias

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• Los trajes de los novios también tienen sus tendencias
La moda ahora son aquellos vestidos, que después de la boda puedan ser utilizados para otras
ocasiones
En el desfile, las modelos mostraron los vestidos con y sin velos como en este caso, para
demostrar todas las opciones que tienen las novias hoy en día. Fotos: Luis Morales
Siempre que pensamos en las bodas, la mayoría de las mujeres asociamos el término
inicialmente con el gran vestido, ese que siempre soñamos, pero que con el pasar del tiempo
se va ajustando a la realidad de cada una.
Hay quienes prefieren un vestido cargado de piedras, de gran volumen en la parte inferior.
Algunas los prefieren ajustados y otras más anchos. Las menos tradicionales prefieren aquellos
vestidos de colores distintos al de toda la vida, inclinándose por los de tonos champagne o
crema.
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En cuanto a los novios, ellos suelen muchas veces complicarse menos y optar por lo más
común y accesible a veces para su bolsillo o simplemente a sus necesidades.
Pero, lo cierto del caso, es que las tendencias y la moda también dicen presente en los
vestidos y trajes de novia, y hasta en el vestuario del cortejo de la boda. Eso sí, aunque hay
ciertas tendencias, mucho tendrá que ver con el tipo de ceremonia que se realice.
Muy funcionales
Es muy frecuente escuchar en conversaciones de mujeres respecto a los vestidos de novia,
que una a que otra preferirá alquilarlo tomando en cuenta que solo un vez lo utilizará en su vida
y por razones económicas.
Sin embargo, las realidades cambian y así lo demostró la línea y boutique Amanda Moda, que
en su última pasarela, realizada en el marco del cierre de la Semana de Bodas de Multiplaza,
dio amplios ejemplos de lo que viene para todas esas mujeres que recién dieron el sí o están
por darlo.
De acuerdo con la tendencia enseñada por Amanda Moda, para las novias viene mucho
estampado en los vestidos y abundan nuevamente los blancos.
“Lo que significa es que las mujeres tenemos muchas opciones, puede ser tan tradicional y
clásico como vimos o puede ser blanco con espalda profunda, con dorado que después se
puedan usar perfectamente”, explicó la diseñadora Amanda Moncada.
Y es que en el caso de Amanda Moda, se apuesta fuertemente a esos vestidos no tan largos
que con solo uno o varios accesorios de otro color servirá perfectamente para otra ocasión.
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Es por esa razón que durante la pasarela, las modelos mostraron los vestidos con velo y sin él
para dar una evidencia de lo funcional que pueden ser las prendas.
“La colección también nos trae vestidos cortos, convirtiéndose en una muy buena opción
precisamente en estos últimos años donde se realizan muchas bodas de día y en playas. Lo
que tratamos es de presentar todo lo que se utiliza en las bodas actuales”, agregó la
diseñadora.
A la moda
Según describió la misma Moncada los vestidos de novia vienen “más moda”, lo cual quiere
decir que actualmente la moda y la novia “se toman de la mano y se complementan”.
Las espaldas vienen más abiertas, más atrevidos pero siempre conservando lo clásico como lo
es el color blanco.
Para las damas o las mujeres que conforman el cortejo se recomiendan los vestidos floreados
o los vestidos en tonos azules, vinos y dorados que vienen con muchísima fuerza.
Esta tendencia -según Moncada- apenas está ingresando a nuestro país, así que se espera
que permanezca por mucho tiempo.
Un punto importantísimo es claro el costo de los vestidos. En Amanda Moda, un vestido de
novia va desde los ¢69.500 hasta los ¢300 mil, que son los más costosos porque de alguna
forma son los más elaborados.
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“Pero hay una colección de vestidos lindísimos que realmente son muy accesibles. En estos
momentos la gente anda buscando sencillez, primero porque es parte de la crisis y luego
porque las novias de hoy son más prácticas y bueno lo que tenemos ahora es mucho de donde
elegir”, puntualizó la diseñadora.
Ellos también se actualizan
Para los novios también hay tendencias. En la misma pasarela, la tienda Saúl e Mendez mostró
lo más usado entre los novios de hoy.
“El cambio más grande que se está dando es que últimamente hay muchísimas bodas en la
playa, por eso es que tenemos una sección de linos que es la ropa más adecuada y también
hay muchas bodas en la mañana y por eso están prefiriendo trajes formales pero claros”,
comentó Roxana Méndez.
De acuerdo con esta diseñadora, en estos momentos hay dos tendencias fuertes que se rigen
si la boda es muy elegante o más simple.
“Entonces muchos hombres se están casando con leva que son los trajes con cola y el frag
para bodas de noche. Sin embargo, noto que les gusta mucho la leva (que es de pantalón gris
a rayas, el saco negro de cola)”, dijo Méndez.
Incluso, cada vez es más frecuente que los papás, el padrino y los hermanos del novio vistan
de leva, pero diferenciándose del novio, por ser un traje que da mucha elegancia. Ésta es una
tendencia europea, aunque según la representante de Saúl e Méndez, en las bodas más
elegantes en todo el mundo, el novio siempre viste con con leva.
Pero siguen estando aquellos hombres que prefieren casarse con un traje normal, que después
lo puedan seguir usando entonces. Para estos casos, la experta recomienda usar un chaleco
de seda y una corbata o un plastrón que lo diferencie del resto de los invitados.
“Además hay bodas que por ser segunda nupcias, prefieren ir de traje y ser mas discretos.
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Pero, todo depende del tamaño de la boda”, indicó la experta en trajes de novios.
En Saúl e Méndez, los futuros esposos tienen tres opciones: para los que quieran
confeccionarse las prendas a la medida, otra que es comprar sobre lo que ya tienen en sus
tiendas y la tercera posibilidad es alquilar.
Por ejemplo, el alquiler de un smoking va desde los ¢50 mil si es una pieza regular o desde los
¢80 mil si es nuevo. Los frag o las levas tienen precios que van desde los ¢100 mil.
Para los que prefieren comprar un traje normal, el costo va desde los ¢144 mil hasta los ¢500
mil dependiendo de las telas y de los lugares en que fueron confeccionados.
“La mayor parte prefieren comprarlos hechos, pero algunos por perceptibilidades en el cuerpo
se los mandan a hacer”, explicó Méndez. El precio de un traje normal que se mandó a
confeccionar arranca desde los ¢200 mil.
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