MONTAÑA SEGURA EN LA SIERRA DE GUARA

MONTAÑA SEGURA EN LA SIERRA DE GUARA
SENDERISMO: RIGLOS, VUELTA A LOS MALLOS
ITINERARIO: Riglos – vuelta a Los Mallos - Riglos MIDE
Horario
2h 20min
Severidad del medio
2
Desnivel subida
410 m
Orientación en el itinerario
2
Desnivel bajada
410 m
Dificultad en el desplazamiento
3
Distancia horizontal
5,2 Km
Cantidad de esfuerzo necesario
2
Tipo de recorrido
Circular
DESCRIPCIÓN
Los mallos de Riglos han sido durante muchos años uno de los principales exponentes de nuestra salvaje naturaleza. Carteles y postales han dado la vuelta al mundo con sus increíbles perfiles. Daban, dan y darán la sensación de inaccesibles, de solamente poder ser disfrutados por los arriesgados escaladores.Afortunadamente, existe una vuelta que nos permite conocerlos para los que estamos más apegados al suelo. De la calle Carretera, que es la primera que nos encontramos al acceder a Riglos (670 m), iniciamos la vuelta a los conocidos mallos. Pasamos por la calle Peñón de Riglos. Contemplamos boquiabiertos estas verticales paredes, delicia de los escaladores. Riscos tan emblemáticos como la Visera, el Pisón y el Puro se presentan ante nosotros. Al final del pueblo giramos a la izquierda. Nos internamos por un camino que va a dar a un ensanche que sirve de improvisado aparcamiento para los trepadores y excursionistas. A nuestra izquierda la vía del ferrocarril y más abajo el río Gállego. Pronto divisamos la mole del mallo Firé en todo su esplendor. Precisamente vamos a adentrarnos en el grandioso anfiteatro que es presidido por dicho mallo. A la derecha, al otro lado el Pisón. Estamos en la cota 700 m. Proseguimos por una marcada senda en sentido ascendente. Vamos ganando desnivel por un terreno donde los bojes, las coscojas y algunas plantas aromáticas, cubren las lindes del camino. Conforme avanzamos, admiramos nuevas perspectivas del mallo Pisón de su vertiente septentrional. Llevamos caminando cuarenta y cinco minutos y alcanzamos el collado del mallo Firé (885 m). Nos encontramos ante una bifurcación donde un camino sigue en dirección noroeste y el otro, por el que continuamos, prosigue hacia el nordeste. En 12 minutos nos situamos en otro collado de 965 m de altimetría. Aquí se alza un montón de piedras, a modo de pequeño hito. Este punto es un lugar de excepción para admirar el mallo Firé con sus 5 puntas. Reanudamos la marcha por el sendero, ahora menos marcado, perdiendo unos metros de desnivel para posteriormente ascender rápidamente hacia el este. Al rato cambiamos de dirección y nos dirigimos al sudeste. Finalmente desembocamos en un prado de suave inclinación, donde hacemos un giro hacia la derecha, oeste, y descubrir así el mirador de Espinabla (1.065 m). Nos hallamos en la cota máxima de la excursión, a una hora y treinta del inicio. Estamos en un balcón estratégico con una panorámica de los mallos imborrable para nuestra memoria. Al fondo la cuenca del río Gállego y el hermoso pueblo de Murillo. Nos damos la vuelta observamos una péquela caseta a 100 m del Mirador. Pasamos junt a ella para tomar un sendero que en sentido sudeste en unos 100 my después de 150 m totalmente meridionales, desciende entre aliagares. Desde aquí penetramos en un recorrido casi llano durante unos 500 m, llegando al collado del Mallo Colorado (940 m). Antes hemos gozado de bellas vistas del casco urbano de Riglos entre los mallos de la Visera y Colorado. Desde este paso el descenso se hace otra vez pronunciado. Realizamos varias lazadas para suavizar la bajada. Este sendero es muy agradable por lo bien trazado y marcado que está, además de aromatizado por la abundancia de romero y tomillo. A la izquierda dejamos unas curiosas formaciones pétreas. Casi sin darnos cuenta nos topamos en un paraje donde se localizan dos abrevaderos (740 m). Viramos a la derecha y ya tomamos el camino que nos lleva al final de la marcha. Atravesamos varios campos donde unos viejos olivos dan una pincelada de tipismo. Cercanos al pueblo pasamos junto a unos cultivados y cuidados huertos, que nos acreditan la proximidad de un lugar con vida. Por el camino El Figonero arribamos a la plaza Mayor de Riglos. Bajamos por la calle José Antonio y terminamos en la calle Carretera, donde todavía recordamos las bellezas de esta inolvidable vuelta a los mallos de Riglos.
RECOMENDACIONES DE SEGURIDAD
Espectacular excursión entorno a los mallos, que aunque no se encuentra señalizada es fácil de seguir. El desnivel
tampoco es muy acusado (395 m), sin embargo hay algún repecho que hay que tomárselo con calma, como el
ascenso al Mallo Firé y algún otro pronunciado descenso desde el Collado del Mallo Colorado.
FUENTE
30 Excursiones circulares por el Alto Aragón Santiago Agón y Juan Cruz Barranco. PRAMES, ISBN 84‐8321‐048‐7 www.prames.com TAMBIÉN EN WEB
Ficha y tracks para GPS
www.montanasegura.com