Método de ayuda para aumentar la eficiencia en la

Transcripción

Método de ayuda para aumentar la eficiencia en la
Facultad de Ciencias Veterinarias
UNCPBA
Método de ayuda para aumentar la eficiencia en
la detección de celos
González, Eduardo R.; Gens, Mauricio; Dick, Alberto
Mayo 2016
Tandil
Método de ayuda para aumentar la eficiencia en la detección de
celos
Tesina de la orientación de Producción Animal presentada como parte de los
requisitos para optar al grado de Veterinario del alumno:
González, Eduardo Ramón
Tutor: Méd. Vet. Gens, Mauricio.
Director: Dr. Dick, Alberto.
Evaluador: M.V., M. Sc., Dr. Catalano, Rodolfo.
Dedicatoria:
A mis padres, Arturo y Elsa, por haberme dado la posibilidad de estudiar, y por
su apoyo incondicional durante toda esta trayectoria. A mis hermanas, amigos
y familiares que confiaron en mí. A Sofía Najurieta, por acompañarme y
apoyarme siempre.
Agradecimientos:
Mis agradecimientos a todas aquellas personas que contribuyeron con la
elaboración de este trabajo. En particular a Alberto Dick y Mauricio Gens por
dedicarme su tiempo y permitirme desarrollar la tesis.
A los establecimientos, Ramón II de Mendizábal Martín, y Guré Aitá de
Etchevers, Bernardo por darme su hospitalidad y permitirme realizar este
trabajo y a todos sus empleados por brindarme su ayuda.
A Luciano García Eyherabide, Juan Ignacio Peralta y Mauricio Gens, por
dedicarme su tiempo para transmitir su conocimiento y experiencia, y a todas
las personas que hicieron más grata mi estadía.
A la facultad de Ciencias Veterinarias y a todos los que la integran por aportar
en mi formación.
Resumen
La detección de celo es un factor importante que afecta la performance
reproductiva de los programas de inseminación artificial en los rodeos lecheros.
Las fallas para detectar vacas en celo dan por resultado importantes pérdidas
económicas. El objetivo de este estudio fue describir la técnica de despintado
de parches FASCO AP como método de ayuda para la detección de celos y su
fertilidad en vacas en lactancia. Se detectó celo por el método de parches en
forma simultánea y paralela a la observación visual o pintura en la base de la
cola. La inseminación artificial (IA) se realizó durante el ordeño o
inmediatamente después del mismo, basándose sobre la detección de celo de
acuerdo al método utilizado en cada tambo y registrando el porcentaje de
despintado al momento de la IA. El diagnóstico de gestación se realizó por
palpación transrectal a los 35 días de no retorno. Los datos obtenidos
mostraron que, la mayor tasa de concepción la obtuvieron las vacas con más
del 50% del parche despintado como las que perdieron el mismo. Siendo para
Ramón II, 39% (26/66) y 44% (18/41), y para Guré Aitá 32% (6/19) y 29% (2/7),
respectivamente. A partir de estos resultados se podría concluir que la fertilidad
aumentó en aquellas vacas que tuvieron más de 50% de despintado o
perdieron el parche y que la pérdida de parches fue importante (28%, 48/174).
Con este método de ayuda no se pudo dilucidar si fue debido a la cantidad de
montas recibidas y/o por problemas de pegado del mismo incluyendo la caída
del pelo.
Palabras claves: celo, parches, métodos de ayuda.
INDICE
Página
Introducción
1
Objetivo
3
Revisión Bibliográfica
4
Etapas del ciclo estral
4
Celo
4
Metaestro
5
Diestro
5
Proestro
6
Regulación endócrina del ciclo estral
Características del celo
Características de comportamiento
6
9
10
Características primarias
10
Pasividad a la monta
10
Características secundarias
11
Monta o intento de monta a otras vacas
11
Inquietud
11
Apoyo de mentón
12
Olfateo de los genitales
12
Encuentros cabeza-cabeza
12
Signos físicos
12
Descarga vulvar mucosa
12
Pelos despeinados y suciedad en la grupa
12
Edema y congestión vulvar
13
Disminución del consumo y producción de leche
13
Aumento de la temperatura corporal
13
Sangrado del metaestro
14
Factores que afectan la expresión del celo
Factores propios del animal
14
15
Nutrición
15
Problemas de patas
15
Estado reproductivo del rodeo y número de vacas en celo
16
Raza
16
Número de lactancia, días postparto y producción de leche
17
Factores ambientales
17
Tipo de piso
17
Clima
17
Factores humanos de manejo
18
Identificación
18
Lugar de detección
18
Frecuencia de detección, tiempo asignado y momento de detección
18
Problemas de la detección de celos
19
Métodos de ayuda para la detección de celos
21
Métodos visuales
22
Pintura en la base de la cola
22
Animales marcadores
24
Cápsula detectora de monta
26
Detectores de la actividad de motora
27
Radiotelemetría
27
Sistema de puntuación por observación visual
28
Parche detector de monta
28
Métodos no visuales
30
Cambios a nivel cérvico-vaginal
31
Impedancia eléctrica intravulvar e intravaginal
31
Cambios en la temperatura vaginal y de la leche
31
Medición de la progesterona
32
Materiales y métodos
32
Resultados y discusión
34
Conclusión
36
Bibliografía
38
INTRODUCCION
La inseminación artificial (IA) es una herramienta que ha permitido incrementar
la mejora genética y por ende la productividad, tanto en los rodeos lecheros
como en los de cría.
La detección de hembras que se encuentran con conducta de celo es uno de
los aspectos más importantes en los programas de IA ya que normalmente a
partir de dicha manifestación se planifica el momento de la siembra de semen,
y tanto el óvulo como los espermatozoides tienen una vida limitada en el tracto
reproductor de la vaca. Es por esto que, para un efectivo manejo del servicio
artificial, el requerimiento más importante es una eficiente y precisa detección
del celo; y los errores en la detección (de diagnóstico, omisión e identificación)
significan un retraso en la concepción y en una reducción de los porcentajes de
inseminación (Dick, 2002). Esto demuestra la importancia en el reconocimiento
de los signos de celo, que Diskin (2008) clasifica en primarios (aceptación de la
monta) y en secundarios (descarga de mucus claro, presionar el mentón
cuando monta a otras vacas, inquietud, hinchazón, enrojecimiento de la vulva,
pérdida de pelo y marcas de suciedad en la cadera, manchas de sangre en la
cola o área de la vulva, y disminución del consumo y producción de leche).
El método más usado es el reconocimiento de los signos que caracterizan
dicha fase del ciclo estral mediante observación visual. Si bien la observación
visual es una técnica simple y práctica, se producen importantes errores debido
a su mala implementación, lo que da como resultado significativas pérdidas
económicas.
La detección del celo es aún el problema individual más importante en muchos
rodeos y es uno de los puntos críticos que hacen fracasar los programas de
inseminación artificial. Los periodos prolongados de días de vacía también son
en parte una consecuencia directa de la pobre detección de celos, que por otro
lado hace que se disminuya la producción de leche por animal.
Al tener menos preñez lógicamente hay menos partos, lo que significa tanto
menos picos de leche como nuevas lactancias. Una preñez temprana (dentro
de los 100 días de parida) resulta en la mayor producción de leche por día
(cuando se promedia entre periodos de lactancia y seca).
1
Dada la importancia de la detección de celo, existe la necesidad de
comprender las bases biológicas de éste y los métodos de ayuda empleados
para su detección. Sin embargo, son diversos los factores relacionados a la
vaca y al manejo que contribuyen significativamente a una baja y variable
expresión de los signos externos de celo y finalmente, a una baja de la
detección de celo. (Diskin, 2008). Es por ello que se hace precisa la
implementación de ayudas tecnológicas para mejorar la detección de celo.
Los métodos de ayuda se pueden clasificar en visuales, aquellos que se
observan directamente en el animal, y no visuales (Catalano y Callejas, 2001).
Dentro de los métodos visuales se encuentran los que detectan montas, como
la pintura en la base de la cola, las cápsulas, los parches y la radiotelemetría;
los que detectan actividad, como los collares y podómetros; y los que facilitan
la observación visual de las montas, como lo son los animales marcadores, ya
sean
hembras
androgenizadas,
toros
con
desviación
de
pene
o
basectomizados.
Una de las más difundidas es la pintura en la base de la cola, en la cual se pinta
una franja de 25-30 cm por 5 cm en la base de la cola y cuando el porcentaje de
despintado supera el 50% es momento de inseminar.
Los dispositivos adheribles como parches y cápsulas son utilizados con
frecuencia debido a una mayor eficacia en la detección de celos en
comparación con el método de observación visual por sí solo.
La finalidad de este estudio fue describir el método de parches en la base de la
cola como método de ayuda en vacas en lactancia.
2
OBJETIVO
 Describir el método de ayuda en base al despintado de parches FASCO
AP para la detección de celos, la técnica de la decoloración y el
resultado de fertilidad en el ganado bovino lechero.
3
REVISION BIBLIOGRAFICA
Etapas del ciclo estral
El ciclo estral es el conjunto de cambios a nivel sexual, en toda su extensión,
que ocurre entre dos celos consecutivos. En el caso de la hembra bovina el
ciclo tiene una duración de 21 +/- 4 días, pudiendo presentarse a lo largo de
todo el año, por lo cual esta especie se considera poliéstrica anual (Dick, 2011).
A diferencia del toro, la hembra bovina se caracteriza por tener una actividad
sexual cíclica. Es decir, en ella se produce una serie de cambios morfológicos,
funcionales y de comportamiento a nivel sexual, que se repite a partir de la
pubertad y durante toda su vida, interrumpiéndose, en condiciones normales,
solamente durante la gestación y parte del puerperio. Estos cambios
secuenciales constituyen un “ciclo”, denominado ciclo estral (Dick, 2011).
El ciclo estral se divide tradicionalmente en 4 fases:
 Celo (día 0)
 Metaestro (días 1 a 6)
 Diestro o fase luteal (días 6 a 18)
 Proestro o fase folicular (día 19 hasta el inicio del siguiente celo)
Celo
El celo es el momento culminante del ciclo estral durante el cual la hembra es
receptiva sexualmente. En esta etapa la hembra presenta un conjunto de
manifestaciones
y
signos
físicos
característicos
que
manifiestan
su
receptividad. En el caso del bovino este periodo ocurre en la etapa preovulatoria. Solamente durante el celo la hembra presenta el reflejo de pasividad
a la monta, es decir, permanece quieta al ser montada por un toro o una
compañera del rodeo (Imagen 1). Esto es fundamental, porque solo durante
esta etapa la hembra tiene la posibilidad de quedar preñada (Dick, 2011).
Además, durante este periodo ocurre un gran crecimiento del folículo y se
prepara para la ovulación.
4
El celo es provocado por el incremento significativo de las concentraciones de
estradiol producido por el folículo preovulatorio y por la ausencia de un cuerpo
lúteo. La duración de esta etapa es de 8 a 18 horas (Hernández ,2012).
Imagen 1: Pasividad de monta.
Metaestro
Es la etapa posterior al celo, tiene una duración de cuatro a seis días, durante
esta etapa ocurre la ovulación y se desarrolla el cuerpo lúteo. Después de la
ovulación se observa una depresión en el lugar ocupado por el folículo
ovulatorio (depresión ovulatoria) y posteriormente se desarrolla el cuerpo
hemorrágico (cuerpo lúteo en proceso de formación). Durante esta etapa las
concentraciones de progesterona comienzan a incrementarse hasta alcanzar
niveles mayores a 1 ng/ml momento a partir del cual se considera que el
cuerpo lúteo llegó a su madurez. El momento en que las concentraciones de
progesterona son superiores a 1 ng/ml se toma como criterio fisiológico para
determinar el final del metaestro y el inicio del diestro. Un evento hormonal que
se destaca en este periodo consiste en la presentación del pico post ovulatorio
de FSH, lo cual desencadena la primera oleada del desarrollo folicular.
Diestro
Es la etapa de mayor duración del ciclo estral, de 14 a 18 días, durante esta
etapa el cuerpo lúteo mantiene su plena funcionalidad, lo que se refleja en
concentraciones sanguíneas de progesterona mayores a 1 ng/ml. Además en
esta etapa se puede encontrar folículos de diferentes tamaños debido a las
5
oleadas foliculares. Después de este periodo de tiempo de exposición a
progesterona, el endometrio comienza a secretar PGF2α en un patrón pulsátil,
el cual termina con la vida del cuerpo lúteo y con el diestro. Cuando las
concentraciones de progesterona disminuyen por debajo de 1 ng/ml, comienza
el proestro (Forde et al., 2011).
Proestro
Se caracteriza por la ausencia de un cuerpo lúteo funcional y por el desarrollo y
maduración del folículo ovulatorio. El proestro en la vaca dura de dos a tres
días.
Un evento hormonal característico de esta etapa es el incremento de la
frecuencia de los pulsos de secreción de LH que conducen a la maduración
final del folículo ovulatorio y al incremento de estradiol sérico, lo que
desencadena el celo.
Regulación endócrina del ciclo estral
La presentación del celo se produce debido a un complejo mecanismo
neurohormonal. En este control están involucradas diferentes estructuras del
sistema nervioso y endocrino. En lo que se refiere al sistema nervioso, la
función reproductiva está gobernada por una región del cerebro denominada
hipotálamo. El control endocrino lo ejerce primariamente la hipófisis, que está
conectada con el sistema nervioso central. A través de sus secreciones, la
hipófisis se relaciona con otras glándulas que regulan la reproducción. En
esencia, se trata de un control dado por el eje hipotálamo-hipófisis-ováricouterino (Figura 1) (Dick, 2011).
El inicio de la actividad de las hormonas reproductivas comienza con la
hormona liberadora de gonadotrofinas (GnRH), la cual es sintetizada en el
núcleo arqueado y preóptico, y estimula la secreción de la gonadotrofina
estimulante de folículo (FSH) y de la hormona luteinizante (LH) desde la
adenohipófisis (Thompson, 2010).
Cada pulso de GnRH libera un pulso de LH/FSH y a su vez, cada pulso de LH
produce un pulso de secreción de estradiol folicular. Estos pequeños pulsos de
6
estradiol inducen una retroalimentación negativa al hipotálamo, especialmente
ante la presencia de progesterona durante la fase luteal, inhibiendo la
liberación de GnRH y por lo tanto, la liberación de LH/FSH, y regulando la
secreción de estradiol (Bó, G. A et al., 2009).
Estímulos externos
(+/-)
Hipotálamo
(-)
GnRH
(+)
(+)
(-)
Hipófisis
LH
(+)
FSH
(+)
Ovarios
(-)
Útero
Folículos
Estrógeno
Cuerpo lúteo
(-)
(-)
PGF₂α
Progesterona
Figura 1: Eje Hipotálamo-Hipófisis-Ovario-Útero (adaptado de Dick, 2011).
Este mecanismo de retroalimentación negativa cambia substancialmente
cuando las concentraciones de progesterona disminuyen durante la luteólisis
(<1ng/ml). En este momento, la retroalimentación negativa de progesterona
sobre la LH se retira y se elevan las concentraciones de LH en plasma o suero
como resultado del aumento de la frecuencia de pulsos. El aumento en la
frecuencia de los pulsos de LH estimula la producción de estradiol por parte del
folículo dominante preovulatorio en desarrollo, el cual eventualmente alcanza
un pico con niveles suficientes para accionar las descargas preovulatorias de
7
LH y FSH a través de un mecanismo de retroalimentación positiva, actuando,
probablemente, sobre el hipotálamo y la pituitaria (Bó, G. A et al., 2009).
El intervalo entre el inicio de la luteólisis y el comienzo del celo es de 58-60
horas aproximadamente (Dieleman S. J. et al, 1986, citado por Bó, G. A et al.,
2009). Los niveles de estradiol aumentan desde la regresión luteal hasta
alcanzar niveles máximos el día previo al inicio del celo. Dicha elevación del
estradiol provoca el comportamiento propio del celo (Hurnik J. F., 1987, citado
por Bó, G. A et al., 2009) e induce la descarga preovulatoria de LH. Esta tiene
una duración de 6-10 horas, se inicia junto con el celo y alcanza su valor
máximo (pico) 4-5 horas más tarde (Dieleman S. J. et al, 1986; Rahe C. H. et
al, 1980, citado por Bó, G. A et al., 2009).
La descarga preovulatoria de LH ocurre a comienzo del celo, concurrentemente
con el pico de FSH. Se cree que este pico de LH causa la ovulación e inicia la
luteinización de las células de la granulosa y de la teca. Generalmente, la
ovulación ocurre entre 24 y 30 horas después del comienzo de las descargas
preovulatorias de LH y FSH (Figura 2) (Bó, G. A et al., 2009).
El celo es un comportamiento que es disparado por acción del estradiol sobre
el cerebro.
Figura 2: Regulación hormonal del ciclo estral bovino.
Como no hay un método rápido para identificar el momento del pico de LH, el
celo es empleado para predecir este momento.
8
En forma simplificada, los estímulos recibidos por el hipotálamo causan la
liberación o inhibición de las hormonas hipofisarias que controlan la producción
de hormonas sexuales.
Algunas horas antes del celo, por acción de las hormonas hipofisarias FSH y
LH, el folículo ovulatorio secreta grandes cantidades de estrógenos,
principalmente
estradiol.
El
inicio
del
comportamiento
de
celo
es
desencadenado por este pico estrogénico. El aumento de estrógenos también
lleva al pico de LH, el cual se produce unas 3 a 6 horas luego de comenzado el
celo. El pico de LH provoca la ovulación 15 a 22 horas más tarde (Callejas,
2001).
Los estrógenos influyen sobre todo el aparato reproductivo, preparándolo para
la copula y transporte de espermatozoides hacia el sitio de la fertilización. Por
otra parte inducen el comportamiento de celo, actuando sobre el cerebro e
hipotálamo, en coincidencia con niveles basales de progesterona.
Esta acción de los estrógenos induciendo el comportamiento estral parece ser
del “todo o nada”. Es decir, una vez alcanzado un mínimo necesario, la
concentración de estradiol no influirá sobre la expresión del celo.
Las concentraciones de progesterona durante el celo son basales como
consecuencia de que el cuerpo lúteo fue previamente destruido por acción de
la prostaglandina F2 alfa endometrial (Dick, 2011).
Características del celo
Los signos exteriores del celo son numerosos y varían de intensidad y
duración, representando los mismos una valiosa ayuda para el inseminador,
permitiéndole seleccionar las hembras en celo y el momento propicio para una
eficaz fecundación.
El éxito o fracaso de un programa reproductivo, se apoya fundamentalmente en
una adecuada detección del celo y una correcta inseminación en el momento
oportuno. Por ello, es de más importante tener en claro los signos más
característicos de una hembra en celo para poder identificarla.
9
A continuación, se presenta el conjunto de características de comportamiento y
signos físicos que pueden verse directamente en el animal (Figura 3).
Figura 3. Características del celo en el bovino.
Características del celo en el bovino
Características de comportamiento
Características primarias:
- Pasividad a la monta
Características secundarias:
- Monta o intento de monta a otras vacas
-
Inquietud
Apoyo de mentón
-
Olfateo de genitales
Encuentros cabeza-cabeza
Signos físicos:
- Descarga vulvar
- Pelos despeinados y suciedad en la grupa
- Edema y congestión vulvar
- Disminución del consumo y producción de leche
- Aumento de la temperatura corporal
- Sangrado del metaestro
 Características de comportamiento
 Característica primaria
 Pasividad a la monta
Constituye el único indicador de que una hembra está en celo. Esta
característica es propia o específica del celo, es decir se presenta solamente
durante éste periodo.
Consiste en la inmovilidad de la hembra durante 5 a 7 segundos al ser montada
por el toro o una compañera del rodeo.
10
 Características secundarias
Debido a que la quietud a la monta no siempre es observada, los encargados
de la detección visual del celo deben usar frecuentemente otros signos de celo
para tomar la decisión de inseminar o no a la vaca. Estos signos secundarios
de celo pueden indicar que la vaca está entrando en celo, en cuyo caso se le
debe prestar más atención en las siguientes 48 horas, o puede ser indicativo de
un celo reciente, en ese caso se le debe prestar atención dentro de 17-20 días
más tarde.
Existe una serie de características de comportamiento que no son propias o
específicas del celo y que llevan a que algunos de los animales del rodeo
interactúen, conformando el denominado grupo sexualmente activo (GSA).
Estas características secundarias aumentan su intensidad gradualmente doce
a dieciocho horas antes de comenzado el celo, alcanzan su punto culminante
durante el celo, disminuyendo durante las doce a dieciocho horas posteriores a
su finalización.
Estas características secundarias son:

Monta o intento de monta a otras vacas
La característica secundaria de comportamiento más constante del celo es la
actitud de montar. El 95 % de las hembras en celo monta a otras integrantes
del GSA, pero solamente el 30-40 % de las hembras que montan están en celo.
Si bien es una manifestación muy frecuente de celo, no debe ser tomada como
único indicador, debido a que las vacas que exhiben este comportamiento
pueden estar en celo o proestro, y aunque no es frecuente que se presente
durante la mitad del celo, toda vaca que sea observada tratando de montar a
otra debe ser monitoreada para verificar el signo primario que es la pasividad a
la monta (Imagen 2).
 Inquietud
Las hembras en celo se encuentran inquietas, caminan más y mugen con
frecuencia, mientras el resto del rodeo está en sus actividades diarias
(pastoreo, rumia o descanso).
11
 Apoyo de mentón
Antes de que una vaca pueda montar a otra, ésta apoya su mentón sobre el
anca de la otra y lo roza con firmeza hacia atrás aplicando presión sobre el
anca como prueba de receptividad a la monta (reflejo de papada). En este
caso las dos vacas se deberían monitorear para saber cuál de ellas está
realmente en celo.
 Olfateo de los genitales
Durante el proestro y el celo, las hembras olfatean los genitales de otras
integrantes del grupo.
 Encuentros cabeza-cabeza
El componente agresivo de comportamiento se explicaría por la conformación
de un nuevo grupo dentro del rodeo, el GSA, lo que llevaría a peleas por el
establecimiento de un nuevo orden social.
 Signos físicos
Las hembras en celo presentan una serie de signos que pueden ser
evidenciados sin necesidad de que interactúen con el GSA. Los mismos
complementan la sintomatología del celo pero no deben ser tomados como
indicadores.
 Descarga vulvar mucosa
En respuesta a los elevados niveles de estrógeno, el moco que es producido
en el cérvix se acumula dentro de la vagina antes, durante y un leve tiempo
después del celo. Esta secreción tiene un aspecto viscoso, transparente y
filante similar a la clara de huevo. En algunas ocasiones el moco puede
aparecer esparcido sobre la base de la cola, pierna o la región del periné.
 Pelos despeinados y suciedad en la grupa
Por efecto de las sucesivas montas los pelos de la grupa aparecen
desorientados y muchas veces con saliva y suciedad a causa del mismo roce.
Y a medida que aumenta la cantidad de montas recibidas puede observarse
pérdida de pelo con relación a las saliencias óseas (Imagen 2).
12
Imagen 2: Monta desorientada y suciedad en la grupa.
 Edema y congestión vulvar
Durante el celo, la alta concentración de estrógenos provoca un incremento en
la irrigación del aparato genital, causando el edema y congestión de la vulva.
Esto hace que los labios de la vulva aparezcan levemente separados y de
coloración intensa. Generalmente estos síntomas aparecen antes del celo y
permanecen un breve tiempo después, aunque no son concluyentes de la
presentación del celo; se debe tener en cuenta que durante el diestro los labios
vulvares son pálidos y permanecen más firmemente adosados.
 Disminución del consumo y producción de leche
Las hembras en celo pasan más horas al día interactuando con el GSA,
restando tiempo al consumo. Este hecho, sumado a la mayor actividad
física, genera una disminución sensible en la producción de leche durante
el día del celo e incluso el día posterior a la presentación del mismo; sin
embargo, son muchos los factores que pueden alterar la producción de
leche y el consumo de alimento por las vacas, por lo que no se consideran
signos de celo.
 Aumento de la temperatura corporal
La hembra en celo aumenta su temperatura corporal en 0,3 a 1,1º C. Este
cambio es muy variable y de corta duración. El aumento también se ve
reflejado en la temperatura de la leche (aumento de 0,2 a 0,4ºC).
13
 Sangrado del metaestro
Algunas vacas presentan una leve descarga muco-sanguinolenta entre uno y
tres días posteriores a la presentación del celo, pero la aparición de este signo,
conocido técnicamente como el sangrado del metaestro, es muy variable. Los
altos niveles de estrógenos durante el celo causan congestión fuerte de
algunos vasos sanguíneos que a veces pueden llegar a sufrir ruptura y
provocar pequeñas hemorragias dentro del útero que serán evidenciadas un
par de días más tarde. Es frecuente que en algunos rodeos las vacas no sean
vistas en celo pero sí se observa el sangrado posterior, lo cual indica que la
vaca estuvo en celo y no fue detectada y que se debe esperar la presentación
de un nuevo celo 18 a 19 días más tarde.
Factores que afectan la expresión del celo
La conducta o expresión de los signos externos de celo pueden presentar
grandes variaciones entre los individuos; un animal puede mostrar el celo de
manera fuerte, intermedia o débil asociado a una larga, intermedia o corta
duración del mismo (Glauber, 1993; citado por Catalano y Callejas, 2001). Es
importante tener en cuenta las características relacionadas con el tiempo de
manifestación del celo, frecuencia de monta y periodo del día de mayor
presentación de celos.
El tiempo en que la hembra manifiesta la conducta de aceptación de la monta
es variable, algunos informes validan periodos entre 15 a 18 horas (Esslemont
y Briant, 1976; citados por Catalano y Callejas, 2001) mientras que en otros
casos se ha indicado una duración de 5 a 11 horas (Dransfield et al., 1998; Rae
et al.,
1999; Xu et al., 1998; citados por Catalano y Callejas, 2001) por su parte
Glauber, (1993; citado por Catalano y Callejas, 2001) señala que un 20 a 25%
de los periodos de celo duran 4 horas o menos. Otra característica propia del
animal que puede influir en la eficiencia o seguridad de la detección de celo es
el tiempo en que una hembra se deja montar siendo de 2,5 a 8 segundos
(Shipka 2000; Xu et al., 1998; citados por Catalano y Callejas, 2001). La
frecuencia de monta también presenta una importante variación registrándose
valores de 1 a 50 montas (Dransfield, 1998; Senger, 1994; Shipka, 2000;
14
citados por Catalano y Callejas, 2001). Por otra parte algunos celos son
“interrumpidos”. Es decir que el periodo de receptividad está interrumpido por
unas horas en que la hembra no acepta la monta. Esto parece obedecer a un
descanso que se toma el animal, apartándose del GSA (Dick, 2011).
Existen numerosos factores que afectan el comportamiento y la expresión de
celo. Estos factores se pueden clasificar como: propios del animal, ambientales
y humanos.
Factores propios del animal
Nutrición
Es considerada uno de los factores determinantes de la actividad reproductiva
de los rebaños teniendo especial incidencia en el restablecimiento de la
actividad ovárica post parto (Catalano y Sirham, 1995; citados por Catalano y
Callejas, 2001). En el bovino, la distribución de nutrientes para las diversas
funciones corporales sigue un patrón determinado por la prioridad de cada una
de ellas, es decir, tiene la capacidad de optar por una función corporal en
desmedro de otra cuando la disponibilidad alimenticia es baja. La presentación
de los ciclos estrales e inicio de la preñez son funciones poco prioritarias por lo
cual dichas funciones serán tenidas en cuenta cuando el balance entre
cantidad y calidad de la dieta, las reservas de nutrientes y la demanda para el
crecimiento, el metabolismo u otras funciones, así lo permitan (Short y Adams,
1998; citados por Catalano y Callejas, 2001). El déficit energético durante la
lactación temprana está claramente relacionado con el intervalo parto primer
celo detectado, a su vez dicho déficit es menos importante en vacas de primera
lactación que en vacas de más de una lactancia (de Vries et al., 1999; citados
por Catalano y Callejas, 2001).
Problemas de patas
Las vacas débiles de patas o con mala conformación estructural de patas y
pezuñas exhiben menos actividad de monta y permanecen menos tiempo para
ser montadas que las que tienen aplomos más correctos y mejor conformación.
Además, las patologías podales obstaculizan las manifestaciones estrales. Una
15
hembra bovina presenta modificaciones en su comportamiento, este déficit
locomotor obstaculiza la manifestación de los síntomas del celo, la aumentada
actividad y el comportamiento de monta activo al principio y al final y el pasivo
(exclusivo del periodo estral).
Estado reproductivo del rodeo y número de vacas en celo
En algunos casos unas pocas vacas vacías dentro de un rodeo de pocas vacas
pueden contribuir al problema de los celos silentes y a medida que se
incrementa el número de vacas preñadas dentro del rodeo se disminuye la
cantidad de vacas que ayudan a detectar los celos. También se ha visto alguna
relación con la fase del ciclo estral en la que se encuentran la mayoría de las
vacas, hacia la mitad del ciclo (metaestro o diestro) es menos probable que
trate de montar otras vacas, mientras que las que se encuentran en proestro
tienden a montar o ser montadas con mayor facilidad.
Otro aspecto que se debe tener en cuenta es el número de animales que están
presentando celo de manera simultánea, en diversos estudios se ha
demostrado que los signos de comportamiento son más pronunciados si hay
más vacas en celo en el mismo momento (Van Eerdenburg, 2010); dado que
una disminución en el número de vacas que están en celo al mismo tiempo
resulta en un menor y más pequeño GSA, con una disminución en la actividad
de monta (Pinheiro et al., 1977).
Raza
En un estudio realizado por Mizuta (2003, citado por Sartori, R. et al., 2013) en
donde comparó el comportamiento reproductivo de vacas Nelore con vacas
Aberdeen Angus, se observó que el comportamiento de celo es más corto en la
raza índica que en la europea (12,9 ± 2,9 vs 16,3 ± 4,8 horas,
respectivamente). Además, más del 50% de las vacas Nelore mostró celo
durante la tarde y la noche (18:00-6:00 AM, Pinheiro et al., 1998; Membrive,
2000, citado por Sartori, R. et al., 2013) y alrededor de un 30% de las hembras
inician y finalizan la conducta de celo durante la noche (Pinheiro et al., 1998;
citados por Sartori, R. et al., 2013). Además Rae et al., (1999; citados por
Catalano y Callejas, 2001) evaluaron la conducta de celo en vaquillonas
16
Aberdeen Angus, Brahman
y sus cruzas
y observaron
diferencias entre
grupos no solo en la duración del celo (mayor duración en las vaquillonas
cruzas que en las Brahman) sino también en la frecuencia de montas (mayor
en las vaquillonas cruzas que en los animales de raza europea).
Número de lactancia, días post parto y producción de leche
Existe la creencia de que estos factores pueden influenciar la presentación del
celo en las vacas, sin embargo, se ha podido establecer que el número de
partos no afecta significativamente la demostración de los calores de las vacas
y se han obtenido resultados variables en cuanto a los niveles de producción
de leche y el número de días en lactancia con respecto a la presencia del celo.
Tal vez se puedan atribuir con mayor certeza a desbalances de tipo nutricional
o deficiencias en los requerimientos nutricionales de las vacas de alto valor
genético.
Factores ambientales
Tipo de piso
La superficie sobre la cual están paradas las vacas y permanecen la mayor
parte del tiempo también es muy importante para que se sientan cómodas y
seguras para montar otras vacas y dejarse montar durante el celo. Al respecto,
Stevenson (2009) realizó un estudio comparando actividad de monta en vacas
que permanecen sobre el piso de tierra con respecto a vacas que permanecen
sobre concreto, y observó que la duración del celo, la actividad de monta, y la
actividad de dejarse montar es mucho mayor para las vacas que se encuentran
sobre tierra. También, vio que la actividad de monta aumenta 3 a 15 veces
cuando las vacas están sobre tierra y que las vacas prefieren pasar el 73% de
su tiempo en tierra que sobre concreto durante el celo.
Clima
De la Sota y Dalla Lasta, (1998; citados por Catalano y Callejas, 2001)
plantearon que cuando las vacas se encuentran en ambientes con altas
temperaturas (mayor a 27°C) y elevado porcentaje de humedad, se reduce o
se invierte el flujo de calor desde el animal al exterior con lo cual se presenta
17
un estado de hipertermia que puede generar estrés calórico, dicho estado
puede provocar una reducción de la duración del celo en 5 o 6 horas
acompañado de una menor intensidad en la expresión de dicha conducta.
Factores humanos de manejo
Identificación
La identificación de los animales es uno de los requisitos básicos ya que
permite la individualización de los mismos para realizar el seguimiento de su
comportamiento reproductivo (Marcantonio 1998; citado por Catalano y
Callejas, 2001). García Boissou (2000, citado por Catalano y Callejas, 2001)
indica que uno de los errores en la detección de celos es cuando el número del
animal detectado es equivocado u olvidado y otro animal es inseminado; el
manejo debe asegurar que cada animal tenga un único número y las nuevas
tecnologías en identificación podrían ser usadas para reducir este tipo de
errores.
Lugar de detección
En los tambos no es aconsejable detectar celos en el corral de espera de la
sala de ordeño ya que se ha demostrado que las vacas prefieren montar en
piso de tierra y no de cemento (Rodiath et al., 1996; Senger, 1994; citados por
Catalano y Callejas, 2001). En caso que se realice durante el arreo desde la
parcela o corral a la sala de ordeño (o viceversa), se debe considerar un tiempo
de descanso durante ese trayecto para que los animales se adapten al lugar,
se formen los grupos sexualmente activos y se exprese la conducta de celo. Lo
mismo debe tenerse en cuenta cuando la detección de celos se realiza en la
parcela para pastoreo o en los corrales en caso de tambos con animales
estabulados o semi-estabulados.
Frecuencia de detección, tiempo asignado y momento de detección
Si bien la observación continua normalmente permite detectar un mayor
número de animales en celo comparada con observaciones puntuales durante
el día, es claro que las posibilidades de implementarlas son nulas. Por lo tanto
se ha determinado que con 2 o 3 observaciones diarias en momentos
18
estratégicos se obtiene una buena eficiencia de detección que puede alcanzar
alrededor del 80%. Ducrot et al., (1999; citados por Catalano y Callejas, 2001),
han indicado que la mediana es entre 2 y 3 aunque en establecimientos, con
sistemas de producción intensiva se realizan hasta 8 observaciones al día. En
caso de hacer dos detecciones diarias, las mismas se deben realizar a la
mañana temprano y al atardecer; si se implementa una tercera, ésta se realiza
al mediodía.
El tiempo promedio de cada observación es muy variable; se han reportado
evaluaciones de hasta 3 horas con un valor promedio de 40 minutos y se ha
determinado que la mayor eficiencia de detección se ha alcanzado cuando el
tiempo es cercano a los 60 minutos (Ducrot et al., 1999; citados por Catalano y
Callejas, 2001). Por otra parte, Van Vliet y Van Eerdenburg, (1996, citados por
Catalano y Callejas, 2001) han desarrollado una escala de puntuaciones para
comportamiento estral que incluye una amplia variedad de signos externos de
celo e indican que dos observaciones diarias de 30 minutos cada una permite
un eficiencia de 74% con una exactitud del 100% cuando las observaciones se
realizan antes del ordeñe.
Problemas de la detección de celo
Sustituir al toro, quien se encuentra las 24 horas con las vacas y utiliza todos
sus sentidos para detectar hembras en celo, no es tarea sencilla. Más aún si
consideramos que el celo en las hembras bovinas es relativamente corto,
siendo inferior a 8 horas en una proporción importante (25-30%). Como es
imaginable, la duración del celo influye directamente sobre la eficiencia de su
detección (Cuadro 1).
Cuadro 1: Duración del celo y su efecto sobre la tasa de detección.
Duración (hs)
1–8
9 – 16
17 – 24
25 – 32
% del Rodeo
24
46
27
3
% de Celos Detectados
20
82
83
100
(tomado de Smith, 1980)
19
Si a esto sumamos el hecho de que hay una clara tendencia a manifestar el
celo con mayor frecuencia e intensidad en horas de más difícil observación,
entre las 18:00 y 6:00 horas, la situación se complica (Figura 4)
Figura 4: Distribución del celo durante el día (adaptado de Marcantonio, 1998).
Horas
18 a 0
0a6
6 a 12
12 a 18
25%
45%
22%
8%
50%
45%
40%
35%
30%
25%
20%
15%
10%
5%
0%
18 a 0
0a6
6 a 12
12 a 18
Como si esto no fuera suficiente, debemos recordar que dentro del conjunto de
características y signos físicos del celo sólo debe ser tomado como indicador la
pasividad a la monta. Esta manifestación, además de ser muy breve, no se
presenta en forma permanente. Si analizamos un ejemplo sencillo podremos
tomar mayor conciencia de lo especialmente complicado que es detectar una
vaca en celo. Supongamos que una hembra presenta un celo de 12 horas de
duración y que durante el mismo acepta la monta 50 veces. Si cada pasividad a
la monta dura unos 5-7 segundos, la hembra manifiesta el único signo propio
de celo solamente 4-6 minutos. Es decir que el celo no sólo es corto, sino que
la hembra manifiesta el indicador específico menos del 1 % del tiempo que está
en celo.
Asimismo existe una gran variación en la intensidad del celo, habiendo en
muchos casos celos débiles. Por otra parte, las características del celo
(duración e intensidad) son muy poco repetibles, es decir que varían
marcadamente
en
la
misma
hembra
celo
a
celo.
Esto
hace
que
"potencialmente" cualquier vaca o vaquillona puede ser un problema para la
detección. Todas estas razones hacen que la detección de celo sea un
problema.
A estos inconvenientes que aporta la fisiología reproductiva del bovino
debemos sumarle aquellos generados por el propio manejo. Los problemas se
han incrementado en los últimos años, principalmente en la producción lechera,
como consecuencia de una mayor intensificación de la actividad y a un
aumento del número de animales por unidad productiva.
20
No cabe duda que rodear los animales al menos dos veces por día durante un
mínimo de 30/40 minutos, todos los días del año, resulta algo extremadamente
aburrido. Es casi inevitable que el responsable de la detección tenga la
sensación de que está "perdiendo el tiempo" mirando los animales cuando
tiene tantas cosas por hacer. En el caso de los tambos, esto lleva a que se
detecte celo solamente durante la rutina de ordeño o "de paso" al hacer otras
actividades, como cambios de parcela. Es así como los animales son
observados en los corrales (situación alejada del ideal) y durante muy poco
tiempo. Si se decide ir específicamente a detectar celo al potrero, una
consecuencia de esta sensación de pérdida de tiempo es el acortamiento de la
detección. En los rodeos de cría, la actividad compartida en muchos casos con
otras personas, se termina transformando en un momento apropiado de
reunión, no prestándose la atención debida al rodeo. También suele verse el
acortamiento del tiempo de detección, más aún cuando las condiciones
climáticas son desfavorables.
Un segundo aspecto dentro de las causas de manejo que llevan a una mala
detección, es la falta de conocimiento preciso por parte del responsable para
determinar cuándo una vaca está en celo. Esto que parece una obviedad
constituye muchas veces una importante causa de fallas en la detección. Un
tercer punto a remarcar como causa de error, es la falta de una correcta y
visible identificación de los animales. Es bastante frecuente el uso de
caravanas chicas. En otras ocasiones las mismas se han perdido, están dada
vuelta o su número ya no es legible. Esto complica o imposibilita la
identificación.
Finalmente, muchas veces se va a detectar celo sin una libreta donde anotar
los números de las hembras a apartar. Esto genera equivocaciones. No hay
que olvidar que la detección de celos presenta suficientes dificultades propias
como para que le agreguemos nuevas causas de error (Dick, 2011).
MÉTODOS DE AYUDA PARA LA DETECCIÓN DE CELO
Existen diversos métodos que permiten disminuir las fallas en la detección de
celo (Cuadro 2). Si bien la elección de un método de ayuda dependerá de las
características de cada establecimiento, es importante considerar que algunos
21
de ellos traen consigo un costo adicional para su implementación ya sea por su
valor económico o modificación del manejo normal del establecimiento.
Asimismo, es importante considerar que dichos métodos no necesariamente
deben ser utilizados para reemplazar el método tradicional de detección, sino
para complementarse con el mismo (Catalano y Callejas, 2001).
Cuadro 2: Métodos de ayuda para detección de celos (Catalano y Callejas, 2001).
Visuales
 Pintura en grupa
 Animales marcadores
 Cápsula detectora de monta
 Detectores de la actividad motora
 Radiotelemetría
 Parches detectores de monta
No Visuales
 Cambios en la temperatura corporal
 Cambios en la resistencia eléctrica vaginal
 Cambios en las mediciones de progesterona
Adaptado de Catalano y Callejas, 2001
Métodos visuales
 Pintura en la base de la cola
La técnica del pintado involucra la aplicación de una pintura específicamente
formulada para ser aplicada con pincel y/o aplicador. La mayoría de los
productos son en 4 colores. La combinación de los colores pueden permitir a
vacas que han sido inseminadas ser identificadas de aquellas que no. También
permiten saber que animales se deben tratar por causas de anestro posparto
(no ciclan) como también identificar retornos en tiempos establecidos
(semanas).
Un litro de pintura sirve para pintar 90-100 animales. Pero existen variaciones
dependiendo del modo de pintar como del estado de los animales en relación
con las estaciones del año. Esto significa que animales con pelo largo en la
base de la cola necesiten más pintura que los de pelo corto. En el caso de
22
animales con pelo largo puede resultar que la pintura se salga menos con una
consecuencia de aumentar los errores de omisión.
Pintar una franja en la base de la cola (sacro) de los animales de
aproximadamente 15-20 cm de largo por 5 cm de ancho (Imagen 3). Se debe
pintar la zona de máxima fricción o roce de la base de la cola, para ello, tener
en cuenta el tipo de encoladura de cada animal.
Imagen 3: Pintura en la base de la cola
En general se sabe que la franja que se pinta en la base de la cola se sale en
un periodo de celo en el 90% de los casos. Sin embargo, se requiere
conocimiento profundo en el uso de pinturas para detectarlos en celo al
remanente 10% de animales (Dick, 2006).
Este es uno de los métodos más utilizados debido a su bajo costo y practicidad.
Así, investigaciones de varios laboratorios han demostrado que aplicar pintura
en la base de la cola de las vacas es efectivo para identificar la actividad de
aceptación de la monta. Cuando estas vacas pintadas son montadas por
detrás, parte o toda la pintura es removida, indicando que la vaca despintada
posiblemente estuvo en celo mientras era montada por una compañera del
rodeo. Cuando es combinado con observaciones temprano por la mañana y
tarde por la tarde, el chequeo por pérdida de pintura durante el ordeñe debería
resultar en una tasa de detección de celo superior al 90% (Diskin, 2008).
El fundamento que permite usar la pintura como ayuda en la detección de celo
es que con las sucesivas montas que recibe durante el celo, la vaca pierde
gradualmente la pintura, evidenciando de esta manera la pasividad de la
monta. El punto clave de este método es aprender que grado de pérdida de
23
pintura es compatible con celo, lo cual es medido en una escala de 5 (intacta) a
0 (borrada completamente) (cuadro 3).
La utilización de este método de ayuda en vaquillonas Holando Argentino
permite lograr una eficiencia y exactitud en la detección de celo de 86,1 y
93,3%, respectivamente, mientras que en vacas lecheras Frisonas y Jersey
dichos parámetros fueron 98,4 y 97,6 %, respectivamente (Catalano y Callejas,
2001).
Cuadro 3: Interpretación de la pintura en la base de la cola. Grados de pérdida de pintura y su
compatibilidad con el celo.
GRADOS DE PERDIDA DE PINTURA
SCORE 5
- 10%
SCORE 4
10 A 30%
SCORE 3
30 A 50%
SCORE 2
50 A 70%
SCORE 1
70 A 90%
SCORE 0
+ 90%
CELO = Score 0 - 1 - 2 – 3
 Animales Marcadores
Dentro de los métodos de ayuda por medio de animales marcadores, se
encuentran aquéllos que permiten la cópula como los toros vasectomizados o
con resección de la cola del epidídimo y los novillos androgenizados (Holy, L.,
1983, citado por Catalano y Callejas, 2001). Se ha establecido que el toro logra
mayor estímulo para buscar la monta cuando ya existen dentro del rodeo
comportamientos de monta entre hembras, dado que su estímulo es
preferentemente visual (Geary, T.; Reeves, J., 1992, citado por Catalano y
Callejas, 2001). De todas maneras es importante tener en cuenta que la
utilización de toros puede provocar una inhibición de las hembras de los GSA
para mostrar la conducta y que en muchos casos los machos deshacen dichos
grupos y se quedan montando a una o dos hembras sin tener en cuenta al
resto (Kilgour, R. et al., 1977, citado por Catalano y Callejas, 2001). Los
inconvenientes mencionados anteriormente sumados al riesgo de propagar
enfermedades venéreas dentro del rodeo y el costo adicional por la
intervención quirúrgica o el tratamiento hormonal, lo sitúan a éste método de
ayuda en una escala inferior respecto a otros métodos utilizados.
24
Por otra parte, se encuentran los animales marcadores que no pueden llevar a
cabo la cópula; si bien no tienen el riesgo de propagar enfermedades venéreas,
tienen la desventaja que, en el caso de toros, hay que realizar cirugía para
desviar o amputar pene (Imagen 4), y en el caso de hembras, hay que realizar
un tratamiento hormonal, lo cual también supone un riesgo y un costo adicional,
salvo que se utilicen hembras ninfómanas (Holy, L., 1983, citado por Catalano y
Callejas, 2001).
El tratamiento hormonal sobre la base de testosterona se realiza en forma
corriente mediante una fase de inducción y otra de mantenimiento. La hormona
puede ser administrada por vía intramuscular, subcutánea o por pesarios
intravaginales siempre que se logren superar los 3 mg/ml durante las 3
primeras semanas de tratamiento (Britt, J., 1988, citado por Catalano y
Callejas, 2001). Mortimer y col. (1990, citado por Catalano y Callejas, 2001)
han observado que la incorporación de vaquillonas androgenizadas incrementó
el número de montas, de intentos de montas y la probabilidad de detectar
hembras en celos.
Imagen 4: Toro con desviación de pene.
Imagen 5: Bosal marcador o chin ball.
A los animales marcadores se les coloca un bozal marcador ("chin ball") que
tiene en su parte inferior un recipiente con tinta, funcionando como un bolígrafo
(tiene una esfera que al ser presionada permite la salida de la tinta) (Imagen 5).
Al apoyar el bozal sobre la hembra receptiva (fundamentalmente al bajar
después de la monta) pinta una franja sobre el lomo.
Un aspecto fundamental a considerar es la correcta elección del retajo, que
tiene que ser un animal con adecuado estado sanitario general y genital (para
evitar transmisión de enfermedades venéreas en aquellos que realizan
25
intromisión de pene) y excelente libido (natural o inducida en el caso de
hembras o novillos). Los problemas de este método radican en su
interpretación -para evitar falsos positivos- y la necesidad de preparar y
mantener los retajos, lo que lo transforma en un método costoso.
 Cápsula detectora de monta
El método de la cápsula detectora de monta se basa en un tubo de vidrio o
plástico que contiene un colorante el cual se encuentra dentro de una pequeña
bolsa plástica transparente y el conjunto está adosado a una tela adhesiva
(Imagen 6).
Imagen 6: Cápsula detectora de monta.
Dicha tela es la que se adhiere a la grupa; una vez que el animal ha sido
montado se rompe el tubo y el colorante queda contenido en la bolsa plástica
(Arthur, G., 1991, citado por Catalano y Callejas, 2001). En un estudio se
determinó que existe un 11% de animales que fueron detectados en celo por
medio de la cápsula detectora de monta y que presentaban altos niveles de
progesterona lo que permite inferir que pueden registrarse falsos positivos;
asimismo, se indicó que el porcentaje de pérdidas fue alto superando el 40%
(Gwazdauskas, F., 1990, citado por Catalano y Callejas, 2001). No obstante, en
la actualidad se está utilizando un dispositivo de similares características con la
diferencia que el colorante es quimioluminiscente por lo cual se puede
visualizar de día y de noche y se ha señalado que existe una mejora en los
resultados obtenidos (Marcantonio, 1998).
26
Jiménez et al (2007), reportó que un dispositivo de parche Kamar (cápsula)
mejoró el porcentaje de eficacia en la detección de calores en 84%, en
comparación con la observación visual 60% en novillas mestizas de doble
propósito.
 Detectores de la actividad motora
La hembra en celo incrementa su actividad motora significativamente; por lo
cual se han diseñado dispositivos que se colocan detrás del miembro posterior,
por encima del corvejón (podómetros) o en el cuello del animal (collares) que
guardan información sobre dicha actividad (Marcantonio, 1998) (Imagen 7 y 8).
Sobre la base de un cálculo matemático se compara la actividad registrada en
un periodo determinado con la actividad de periodos anteriores (nivel basal de
actividad); cuando dicha diferencia se hace significativa se determina que la
hembra presenta celo. Se ha indicado que las mejores posibilidades de
concepción por lectura de un dispositivo de podómetro se dan entre las 6 y 17
horas después de incrementada la actividad motora; mientras que el tiempo
óptimo se estimó a las 12 horas (Maateje, K., 1997, citado por Catalano y
Callejas, 2001).
Imagen 7: Podómetros
Imagen 8: Collares
 Radiotelemetría
Existen dispositivos que se fijan en la región sacra y que son sensibles a la
presión por lo tanto tienen la capacidad de registrar las montas y enviar la
información, vía un transmisor de radio, a una computadora. Se genera una
base de datos donde se registra la fecha, hora y duración del periodo de celo
(Dransfield, M., 1998; Xu, Z., 1998, citado por Catalano y Callejas, 2001). En un
27
estudio realizado en vaquillonas se detectó el 100% de los animales en celo
mediante este dispositivo comparado con el 73% por observación visual; en
dicho experimento se hace mención a que se registró un 2% de pérdidas del
dispositivo (Stevenson, J. et al., 1996, citado por Catalano y Callejas, 2001).
Similares resultados se observaron en vacas lecheras donde se registró una
eficiencia y seguridad en la detección de celos de 92 y 100%, respectivamente
(Xu, Z., 1998, citado por Catalano y Callejas, 2001).
 Sistema de puntuación por observación visual
Otro método de ayuda para la detección de celo es un sistema propuesto por
Van Eerdenburg et al. (2010), basado en una puntuación asignada a diferentes
signos de celo surgido de la práctica diaria en establecimientos lecheros de
Holanda.
Cuadro 4: Escala de puntuación para signos de celo observados.
SIGNOS DE CELO
PUNTAJE
Descarga de mucus por la vulva
3
Flehmen
3
Inquietud
5
Olfateo de región de vulva/vagina de otra vaca
10
Apoyo del mentón
15
Ser montada sin quedarse quieta
10
Montar (o intentar montar) a otras vacas
35
Montar por la cabeza a otras vacas
45
Quietud al ser montada
100
Van Eerdenburg y col, 1996
Este sistema de puntuación de nueve signos de celo se obtuvo con puntos, que
van de 3 a 100 (Diskin, 2008; Cuadro 4). La distribución de los puntos se basa
en la frecuencia de expresión de un cierto comportamiento durante el celo y
diestro. Se calculó que con dos observaciones sucesivas de 30 minutos y con
un umbral de 50 puntos en cada observación, resultado de la suma de dos o
más signos de celo, se pudo detectar el 74% de las vacas en celo.
 Parche detector de monta
El parche detector de monta es una herramienta diseñada específicamente
para facilitar la tarea de la detección de celo.
28
Como su nombre lo indica, consiste en un parche con autoadhesivo en su parte
inferior y en su parte superior posee un color base, y por sobre este contiene
una coloración gris (similar a las raspaditas) (Imagen 9)
que se va
desprendiendo por el raspado de las sucesivas montas, mostrando el color
fluorescente que se encuentra debajo.
El detector se coloca de forma transversal a la columna vertebral, entre la
cadera y la base de la cola (Imagen 10).
Imagen 9: Parches detectores de monta.
Imagen 10: Posición del parche.
Para su aplicación, es necesario colocar los detectores previamente dentro de
una conservadora con una botella con agua caliente durante unos 10 a 15
minutos y luego mantenerlos a temperatura cálida. La temperatura ideal es de
37ºC. El calor activa el adhesivo para una óptima adherencia en bajas
temperaturas.
Eliminar el pelo suelto del animal con un cepillo o una rasqueta y luego, limpiar
la superficie en dónde se va a aplicar el detector con un trapo de algodón de
manera de asegurarse que el pelo quede seco, sin arena, aserrín, tierra, aceite
o humedad.
El detector, se debe pegar de una punta a la otra, presionando fuertemente con
las manos realizando movimientos de avance y retroceso, y asegurándose de
presionar bien las puntas del parche con la yema de los dedos.
29
Es conveniente aplicar el detector en horarios y días en que el pelo se
encuentre libre de humedad, como puede ser cerca del mediodía o primera
hora de la tarde.
El color base fluorescente (amarillo, azul, fucsia, naranja, o verde) comenzará a
visualizarse después de la primer monta. El animal deberá ser inseminado
luego de varias montas; cuando el color base fluorescente predomine
(Imágenes 11, 12 y 13).
Imagen 11: No inseminar
Imagen 12: Inseminar
Imagen 13: Inseminar
Se debe tener la precaución de colocar el detector más atrás en época de
moscas para evitar que con el movimiento de la cola se despinte la superficie
del producto, llevando a falsas interpretaciones.
Aplicado correctamente, el detector permanecerá en su lugar por semanas.
Se calcula, que un rodeo tipo, con un promedio de 2.2 servicios por gestación y
un 25% de tasa de sacrificio se necesitarán 240 detectores de celo FASCO AP
para un periodo de 12 meses y un rodeo de 100 vacas. Esto sería equivalente
a
tres
detectores
de
celo
FASCO
AP
por
cada
vaca
preñada,
aproximadamente.
Métodos no visuales
Existen otros métodos que se denominan “no visuales” al no estar relacionados
con cambios en la conducta sino que detectan cambios en procesos
fisiológicos como cambios en la temperatura corporal (Fordham, D. et al., 1988;
Kyle, B. et al., 1998, citado por Catalano y Callejas, 2001), resistencia eléctrica
vaginal (Scipioni, R.; Foote, R. 1999; Smith, J. et al., 1989, citado por Catalano
30
y Callejas, 2001), perfiles de progesterona (Moore, A.; Spahr, S. 1991, citado
por Catalano y Callejas, 2001) y olor de la zona perineal mediante un detector
electrónico (Lane, A.; Wathes, D. 1998, citado por Catalano y Callejas, 2001).
Si bien dichos métodos plantean una alternativa sumamente interesante a
utilizar en el futuro, aún no se ha logrado un uso masivo ya que en algunos
casos no es práctica su implementación, el costo es demasiado alto y/o la
eficiencia o la exactitud de detección no es adecuada.
 Cambios a nivel cérvico-vaginal
Existen diferentes métodos basados en los cambios que ocurren a nivel
cérvico-vaginal a lo largo del ciclo estral. Dentro de este grupo se encuentran:
• Medición del contenido de materia seca del mucus,
• Prueba de cristalización o “del helecho”,
• Medición de la resistencia eléctrica vaginal.
En términos generales, se caracterizan por no tener alta exactitud, producto de
basarse en cambios que ocurren gradualmente durante el periestro. Es decir
van produciéndose desde unas 24-36 horas antes del celo hasta unas 24-36
horas después de finalizado el mismo. La eficiencia y exactitud son del orden
del 50 al 80% y del 35 al 80%, respectivamente.
 Impedancia eléctrica intravulvar e intravaginal
El celo está asociado con el aumento de la hidratación de los genitales con
respecto al diestro. La hidratación de los tejidos se encuentra inversamente
relacionada a la impedancia eléctrica tisular (IE), ésta es la base biológica de la
detección del celo mediante el monitoreo de los cambios de impedancia en los
genitales. La IE ha sido medida utilizando sondas insertadas periódicamente en
el lumen de la vagina anterior y por medio de electrodos implantados en forma
fija dentro del tejido vulvar. Se encontró que en la mayoría de los casos, tanto
la IE intravaginal como la vulvar, declinan alrededor del celo.
 Cambios en las temperaturas vaginal y de la leche
Se basan en medir el aumento de estas temperaturas coincidente con el celo.
La hembra en celo aumenta su temperatura vaginal en 0,3 a 1,1ºC, en tanto
que la temperatura de la leche sufre un incremento menor, 0,2 a 0,4ºC. Se han
31
desarrollado sistemas automatizados que miden estos incrementos. El
problema es el grado de aumento, la gran variabilidad en el dato entre animales
y la presencia de una gran cantidad de factores que afectan la temperatura
(Dick, 2011, adaptado de Marcantonio, 1998).
 Medición de progesterona
La medición de la concentración de progesterona en sangre o leche, consiste
en que durante el celo los niveles de progesterona son basales (<1ng/ml). No
obstante, hay que considerar que estos niveles se mantienen basales durante
5-6 días del ciclo y no sólo durante el celo. Esto significa que si los valores son
altos estamos seguros de que la hembra no está en celo, pero si son bajos no
podemos afirmar lo contrario (Dick, 2011, adaptado de Marcantonio, 1998).
Materiales y Métodos
Lugar y época
Este trabajo se realizó en dos establecimientos. Uno de ellos, Ramón II,
ubicado en Coronel Hilario Lagos, La Pampa, durante un periodo de 6 días
(20/10/2014 al 25/10/2014), a partir del inicio de la temporada de servicio. Este
tambo cuenta con un sistema de ordeño rotativo con 80 puntos de ordeño.
El otro establecimiento, Guré Aitá, se encuentra ubicado en 30 de Agosto,
partido de Trenque Lauquen, provincia de Buenos Aires, durante un periodo de
9 días (del 08/09 al 13/09 y del 15/09 al 17/09/2014). Este tambo cuenta con
una sala de ordeño en espina de pescado con 25 puntos de ordeño. Ambos
establecimientos son semi-pastoriles, en donde las vacas pastorean en la
temporada de abundancia de forraje y se estabulan el resto del tiempo. Y
también en ambos se realizan dos ordeños diarios.
Animales
En Ramón II se evaluaron 140 vacas en ordeño en condición de abiertas sobre
un total en ordeño de 1820 vacas Jersey. Estas vacas se encontraban en
diferentes rodeos pastoreando alfalfa y verdeos de avena. Además recibían
una suplementación en la sala de ordeño a base de maíz molido.
32
En el establecimiento de Guré Aitá se evaluaron 34 vacas en condición de
abiertas sobre un total de 650 vacas en ordeño de la raza Holando Argentino.
Las mismas pastoreaban verdeos de avena y raigrás, y además se
suplementaban en la parcela, y en la sala de ordeño se administraba alimento
balanceado.
Manejo Reproductivo
 RAMON II
En este establecimiento el servicio es doble estacionado. El primer periodo se
realiza a partir del 20/5 hasta el 20/08, mientras que el segundo se realiza del
20/10 al 20/01. Durante estos tres meses el servicio se divide de la siguiente
manera:

70 días de detección de celo e inseminación.

10 días sin detección ni inseminación,

A los 80 días se realiza tacto a todas las vacas que vienen por no
retorno y a las vacías se sincronizan con un protocolo tradicional con
dispositivo intravaginal (BE + dispositivo x 8 días, PGF al retiro y 1 mgr
de BE a 24 h del retiro) y se inseminan a tiempo fijo (52 h).
La detección de celos se realizó en base a pintura en la base de la cola y su
lectura se llevó a cabo durante el ordeño.
 GURE AITA
A diferencia de Ramón II, en este establecimiento, el servicio es continuo
excepto en el mes de abril que se corta para evitar partos durante el mes de
enero, época de mucho calor.
La rutina de detección de celos en este establecimiento se realizó por
observación visual durante 40 minutos antes de cada ordeño.
El esquema de trabajo que se utilizó fue el siguiente:
 RAMON II
Las vacas abiertas al momento de iniciar la temporada de servicio, fueron
tratadas con prostaglandina (18/10) y se les colocó un parche en la base de la
33
cola (20/10). La rutina de este establecimiento fue de detectar celo por pintura
dos veces al día durante el ordeño, separando las vacas en celo para ser
inseminadas inmediatamente y registrar el grado de despintado de los parches
al momento de la inseminación.
De un total de 239 vacas tratadas con PGF2α, la respuesta fue del 82% de
inseminación.
 GURE AITA
Las
vacas
vacías
normales,
fueron
tratadas
con
prostaglandinas
o
sincronizadas con dispositivos intravaginales, según criterio veterinario, el día
06/09, y se les colocó un parche en la base de la cola el día 08/09.
Los animales detectados en celo fueron inseminados durante el ordeño y en
este momento se registró el grado de despintado del parche.
De un total de 36 vacas inyectadas con PGF el 72.2 % se inseminó
artificialmente.
Diagnóstico de gestación
El diagnóstico de gestación se realizó por palpación transrectal a todas
aquellas vacas que tuvieran al menos 35 días de no retorno.
Metodología analítica
Los datos obtenidos de la detección de celo se tabularon en una planilla de
Excel, y los datos de servicios y fertilidad se analizaron con el programa Dirsa
Máster 2.5. Para el análisis, los datos fueron divididos por el grado de
despintado de los parches en menor al 50%, mayor al 50% y como pérdida del
parche, los cuales se compararon con el número de servicio y número de
lactancia de las vacas.
Resultados y discusión
Se analizaron 174 casos, de los cuales 140 correspondían al establecimiento
Ramón II y 34 a Guré Aitá.
34
De los casos evaluados, se observa que los porcentajes de concepción fueron
variando de acuerdo al grado de despintado del parche.
En el Cuadro 6 se muestran las tasas de concepción en los establecimientos.
Se observa en Ramón II (detección de celos por pintura) que no hay diferencias
entre las vacas inseminadas con mayor o menor del 50% de despintado de los
parches (n= 66 y 33, respectivamente), pero si la hay en el establecimiento de
Guré Aitá (detección de celos por observación visual), en donde se observa
que la mayor concepción la tienen las vacas inseminadas con mayor del 50%
de despintado del parche (n=19), lo siguen las que lo perdieron (n=7) y por
último se encuentran las que tienen menos del 50% de despintado (n=8).
Cuadro 6: Porcentaje de concepción en relación al grado de despintado.
> 50%
6
13
32%
Preñadas
Vacías
Concepción
GURE AITA
< %50
2
6
25%
Perdió
2
5
29%
> 50%
26
40
39%
RAMON II
< %50
13
20
39%
Perdió
18
23
44%
Estas diferencias porcentuales entre los establecimientos pueden estar dadas,
posiblemente, por efecto del método de detección de celos utilizado en cada
tambo, y también por un efecto del número de vacas evaluadas en cada caso,
en donde una vaca preñada o vacía hace variar mucho el porcentaje de
concepción.
En el Gráfico 1, se presenta la distribución de la concepción y su relación con el
grado de despintado.
Porcentaje de concepción
Gráfico 1: Distribución de la concepción en
relación al grado de despindado
50%
40%
43,9%
39,4%
39,4%
31,6%
30%
25,0%
28,6%
20%
10%
> 50%
RAMON II
< %50
GURE AITA
Perdió
35
La pérdida de los parches fue importante, como se observa en el Cuadro 7; sin
embargo, los porcentajes de concepción no variaron tanto al compararlo con el
ideal (mayor de 50% de despintado). Para el caso del establecimiento Ramón
II, fue aún mayor (Gráfico 1). Esto permitiría pensar, que en un rodeo en el cual
todas las vacas están con parches, las vacas que no lo tengan al momento de
la lectura, podrían inseminarse pues se podrían considerar como que es un
animal en celo. Para estos casos tal vez lo correcto sería considerar otros
signos de celo, como puede ser peladuras, babeo en el lomo, suciedad, flujo
vulvar, etc.
Cuadro 7: Porcentaje de pérdida de parches.
Establecimiento Parches colocados Perdidos
Guré Aitá
34
7
Ramón II
140
41
Total
174
48
% pérdida
21%
29%
28%
Al evaluar la fertilidad por número de servicios, parámetro que influye sobre los
porcentajes de preñez, se observa que obtuvieron mayores porcentajes las de
menos de tres servicios (Gráfico 2).
Gráfico 2: Porcentaje de concepción de ambos tambos en
relación al número de servicios recibidos
100%
n= 114
n= 13
40%
31%
1
2
n= 23
n= 15
n= 9
27%
22%
4
5 o más
80%
60%
40%
20%
48%
0%
3
Preñadas
Vacías
Conclusiones
Mediante este estudio se pudo observar que teniendo en cuenta el sistema
de parches como único método de detección de celos no es suficiente para
detectar correctamente una hembra en celo. Sin embargo, los parches junto
a la adopción de un conjunto de signos como el intento de monta, apoyo
36
de mentón, peladuras, entre otros, podrían elevar la tasa de detección celo
y la fertilidad en los rodeos lecheros.
Aunque la pérdida de parches es importante, los datos obtenidos en este
trabajo indican que la tasa de concepción no se vio afectada en aquellas
hembras que no lo tenían al momento de la inseminación. Por el contrario,
éstas obtuvieron mayor porcentaje de concepción que las que conservaron el
parche, lo que indicaría que los mismos se perdieron por la cantidad de montas
recibidas y los problemas del pegado del mismo y la caída del pelo en algunas
épocas del año.
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