Método de ayuda para aumentar la eficiencia en la
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Método de ayuda para aumentar la eficiencia en la
Facultad de Ciencias Veterinarias UNCPBA Método de ayuda para aumentar la eficiencia en la detección de celos González, Eduardo R.; Gens, Mauricio; Dick, Alberto Mayo 2016 Tandil Método de ayuda para aumentar la eficiencia en la detección de celos Tesina de la orientación de Producción Animal presentada como parte de los requisitos para optar al grado de Veterinario del alumno: González, Eduardo Ramón Tutor: Méd. Vet. Gens, Mauricio. Director: Dr. Dick, Alberto. Evaluador: M.V., M. Sc., Dr. Catalano, Rodolfo. Dedicatoria: A mis padres, Arturo y Elsa, por haberme dado la posibilidad de estudiar, y por su apoyo incondicional durante toda esta trayectoria. A mis hermanas, amigos y familiares que confiaron en mí. A Sofía Najurieta, por acompañarme y apoyarme siempre. Agradecimientos: Mis agradecimientos a todas aquellas personas que contribuyeron con la elaboración de este trabajo. En particular a Alberto Dick y Mauricio Gens por dedicarme su tiempo y permitirme desarrollar la tesis. A los establecimientos, Ramón II de Mendizábal Martín, y Guré Aitá de Etchevers, Bernardo por darme su hospitalidad y permitirme realizar este trabajo y a todos sus empleados por brindarme su ayuda. A Luciano García Eyherabide, Juan Ignacio Peralta y Mauricio Gens, por dedicarme su tiempo para transmitir su conocimiento y experiencia, y a todas las personas que hicieron más grata mi estadía. A la facultad de Ciencias Veterinarias y a todos los que la integran por aportar en mi formación. Resumen La detección de celo es un factor importante que afecta la performance reproductiva de los programas de inseminación artificial en los rodeos lecheros. Las fallas para detectar vacas en celo dan por resultado importantes pérdidas económicas. El objetivo de este estudio fue describir la técnica de despintado de parches FASCO AP como método de ayuda para la detección de celos y su fertilidad en vacas en lactancia. Se detectó celo por el método de parches en forma simultánea y paralela a la observación visual o pintura en la base de la cola. La inseminación artificial (IA) se realizó durante el ordeño o inmediatamente después del mismo, basándose sobre la detección de celo de acuerdo al método utilizado en cada tambo y registrando el porcentaje de despintado al momento de la IA. El diagnóstico de gestación se realizó por palpación transrectal a los 35 días de no retorno. Los datos obtenidos mostraron que, la mayor tasa de concepción la obtuvieron las vacas con más del 50% del parche despintado como las que perdieron el mismo. Siendo para Ramón II, 39% (26/66) y 44% (18/41), y para Guré Aitá 32% (6/19) y 29% (2/7), respectivamente. A partir de estos resultados se podría concluir que la fertilidad aumentó en aquellas vacas que tuvieron más de 50% de despintado o perdieron el parche y que la pérdida de parches fue importante (28%, 48/174). Con este método de ayuda no se pudo dilucidar si fue debido a la cantidad de montas recibidas y/o por problemas de pegado del mismo incluyendo la caída del pelo. Palabras claves: celo, parches, métodos de ayuda. INDICE Página Introducción 1 Objetivo 3 Revisión Bibliográfica 4 Etapas del ciclo estral 4 Celo 4 Metaestro 5 Diestro 5 Proestro 6 Regulación endócrina del ciclo estral Características del celo Características de comportamiento 6 9 10 Características primarias 10 Pasividad a la monta 10 Características secundarias 11 Monta o intento de monta a otras vacas 11 Inquietud 11 Apoyo de mentón 12 Olfateo de los genitales 12 Encuentros cabeza-cabeza 12 Signos físicos 12 Descarga vulvar mucosa 12 Pelos despeinados y suciedad en la grupa 12 Edema y congestión vulvar 13 Disminución del consumo y producción de leche 13 Aumento de la temperatura corporal 13 Sangrado del metaestro 14 Factores que afectan la expresión del celo Factores propios del animal 14 15 Nutrición 15 Problemas de patas 15 Estado reproductivo del rodeo y número de vacas en celo 16 Raza 16 Número de lactancia, días postparto y producción de leche 17 Factores ambientales 17 Tipo de piso 17 Clima 17 Factores humanos de manejo 18 Identificación 18 Lugar de detección 18 Frecuencia de detección, tiempo asignado y momento de detección 18 Problemas de la detección de celos 19 Métodos de ayuda para la detección de celos 21 Métodos visuales 22 Pintura en la base de la cola 22 Animales marcadores 24 Cápsula detectora de monta 26 Detectores de la actividad de motora 27 Radiotelemetría 27 Sistema de puntuación por observación visual 28 Parche detector de monta 28 Métodos no visuales 30 Cambios a nivel cérvico-vaginal 31 Impedancia eléctrica intravulvar e intravaginal 31 Cambios en la temperatura vaginal y de la leche 31 Medición de la progesterona 32 Materiales y métodos 32 Resultados y discusión 34 Conclusión 36 Bibliografía 38 INTRODUCCION La inseminación artificial (IA) es una herramienta que ha permitido incrementar la mejora genética y por ende la productividad, tanto en los rodeos lecheros como en los de cría. La detección de hembras que se encuentran con conducta de celo es uno de los aspectos más importantes en los programas de IA ya que normalmente a partir de dicha manifestación se planifica el momento de la siembra de semen, y tanto el óvulo como los espermatozoides tienen una vida limitada en el tracto reproductor de la vaca. Es por esto que, para un efectivo manejo del servicio artificial, el requerimiento más importante es una eficiente y precisa detección del celo; y los errores en la detección (de diagnóstico, omisión e identificación) significan un retraso en la concepción y en una reducción de los porcentajes de inseminación (Dick, 2002). Esto demuestra la importancia en el reconocimiento de los signos de celo, que Diskin (2008) clasifica en primarios (aceptación de la monta) y en secundarios (descarga de mucus claro, presionar el mentón cuando monta a otras vacas, inquietud, hinchazón, enrojecimiento de la vulva, pérdida de pelo y marcas de suciedad en la cadera, manchas de sangre en la cola o área de la vulva, y disminución del consumo y producción de leche). El método más usado es el reconocimiento de los signos que caracterizan dicha fase del ciclo estral mediante observación visual. Si bien la observación visual es una técnica simple y práctica, se producen importantes errores debido a su mala implementación, lo que da como resultado significativas pérdidas económicas. La detección del celo es aún el problema individual más importante en muchos rodeos y es uno de los puntos críticos que hacen fracasar los programas de inseminación artificial. Los periodos prolongados de días de vacía también son en parte una consecuencia directa de la pobre detección de celos, que por otro lado hace que se disminuya la producción de leche por animal. Al tener menos preñez lógicamente hay menos partos, lo que significa tanto menos picos de leche como nuevas lactancias. Una preñez temprana (dentro de los 100 días de parida) resulta en la mayor producción de leche por día (cuando se promedia entre periodos de lactancia y seca). 1 Dada la importancia de la detección de celo, existe la necesidad de comprender las bases biológicas de éste y los métodos de ayuda empleados para su detección. Sin embargo, son diversos los factores relacionados a la vaca y al manejo que contribuyen significativamente a una baja y variable expresión de los signos externos de celo y finalmente, a una baja de la detección de celo. (Diskin, 2008). Es por ello que se hace precisa la implementación de ayudas tecnológicas para mejorar la detección de celo. Los métodos de ayuda se pueden clasificar en visuales, aquellos que se observan directamente en el animal, y no visuales (Catalano y Callejas, 2001). Dentro de los métodos visuales se encuentran los que detectan montas, como la pintura en la base de la cola, las cápsulas, los parches y la radiotelemetría; los que detectan actividad, como los collares y podómetros; y los que facilitan la observación visual de las montas, como lo son los animales marcadores, ya sean hembras androgenizadas, toros con desviación de pene o basectomizados. Una de las más difundidas es la pintura en la base de la cola, en la cual se pinta una franja de 25-30 cm por 5 cm en la base de la cola y cuando el porcentaje de despintado supera el 50% es momento de inseminar. Los dispositivos adheribles como parches y cápsulas son utilizados con frecuencia debido a una mayor eficacia en la detección de celos en comparación con el método de observación visual por sí solo. La finalidad de este estudio fue describir el método de parches en la base de la cola como método de ayuda en vacas en lactancia. 2 OBJETIVO Describir el método de ayuda en base al despintado de parches FASCO AP para la detección de celos, la técnica de la decoloración y el resultado de fertilidad en el ganado bovino lechero. 3 REVISION BIBLIOGRAFICA Etapas del ciclo estral El ciclo estral es el conjunto de cambios a nivel sexual, en toda su extensión, que ocurre entre dos celos consecutivos. En el caso de la hembra bovina el ciclo tiene una duración de 21 +/- 4 días, pudiendo presentarse a lo largo de todo el año, por lo cual esta especie se considera poliéstrica anual (Dick, 2011). A diferencia del toro, la hembra bovina se caracteriza por tener una actividad sexual cíclica. Es decir, en ella se produce una serie de cambios morfológicos, funcionales y de comportamiento a nivel sexual, que se repite a partir de la pubertad y durante toda su vida, interrumpiéndose, en condiciones normales, solamente durante la gestación y parte del puerperio. Estos cambios secuenciales constituyen un “ciclo”, denominado ciclo estral (Dick, 2011). El ciclo estral se divide tradicionalmente en 4 fases: Celo (día 0) Metaestro (días 1 a 6) Diestro o fase luteal (días 6 a 18) Proestro o fase folicular (día 19 hasta el inicio del siguiente celo) Celo El celo es el momento culminante del ciclo estral durante el cual la hembra es receptiva sexualmente. En esta etapa la hembra presenta un conjunto de manifestaciones y signos físicos característicos que manifiestan su receptividad. En el caso del bovino este periodo ocurre en la etapa preovulatoria. Solamente durante el celo la hembra presenta el reflejo de pasividad a la monta, es decir, permanece quieta al ser montada por un toro o una compañera del rodeo (Imagen 1). Esto es fundamental, porque solo durante esta etapa la hembra tiene la posibilidad de quedar preñada (Dick, 2011). Además, durante este periodo ocurre un gran crecimiento del folículo y se prepara para la ovulación. 4 El celo es provocado por el incremento significativo de las concentraciones de estradiol producido por el folículo preovulatorio y por la ausencia de un cuerpo lúteo. La duración de esta etapa es de 8 a 18 horas (Hernández ,2012). Imagen 1: Pasividad de monta. Metaestro Es la etapa posterior al celo, tiene una duración de cuatro a seis días, durante esta etapa ocurre la ovulación y se desarrolla el cuerpo lúteo. Después de la ovulación se observa una depresión en el lugar ocupado por el folículo ovulatorio (depresión ovulatoria) y posteriormente se desarrolla el cuerpo hemorrágico (cuerpo lúteo en proceso de formación). Durante esta etapa las concentraciones de progesterona comienzan a incrementarse hasta alcanzar niveles mayores a 1 ng/ml momento a partir del cual se considera que el cuerpo lúteo llegó a su madurez. El momento en que las concentraciones de progesterona son superiores a 1 ng/ml se toma como criterio fisiológico para determinar el final del metaestro y el inicio del diestro. Un evento hormonal que se destaca en este periodo consiste en la presentación del pico post ovulatorio de FSH, lo cual desencadena la primera oleada del desarrollo folicular. Diestro Es la etapa de mayor duración del ciclo estral, de 14 a 18 días, durante esta etapa el cuerpo lúteo mantiene su plena funcionalidad, lo que se refleja en concentraciones sanguíneas de progesterona mayores a 1 ng/ml. Además en esta etapa se puede encontrar folículos de diferentes tamaños debido a las 5 oleadas foliculares. Después de este periodo de tiempo de exposición a progesterona, el endometrio comienza a secretar PGF2α en un patrón pulsátil, el cual termina con la vida del cuerpo lúteo y con el diestro. Cuando las concentraciones de progesterona disminuyen por debajo de 1 ng/ml, comienza el proestro (Forde et al., 2011). Proestro Se caracteriza por la ausencia de un cuerpo lúteo funcional y por el desarrollo y maduración del folículo ovulatorio. El proestro en la vaca dura de dos a tres días. Un evento hormonal característico de esta etapa es el incremento de la frecuencia de los pulsos de secreción de LH que conducen a la maduración final del folículo ovulatorio y al incremento de estradiol sérico, lo que desencadena el celo. Regulación endócrina del ciclo estral La presentación del celo se produce debido a un complejo mecanismo neurohormonal. En este control están involucradas diferentes estructuras del sistema nervioso y endocrino. En lo que se refiere al sistema nervioso, la función reproductiva está gobernada por una región del cerebro denominada hipotálamo. El control endocrino lo ejerce primariamente la hipófisis, que está conectada con el sistema nervioso central. A través de sus secreciones, la hipófisis se relaciona con otras glándulas que regulan la reproducción. En esencia, se trata de un control dado por el eje hipotálamo-hipófisis-ováricouterino (Figura 1) (Dick, 2011). El inicio de la actividad de las hormonas reproductivas comienza con la hormona liberadora de gonadotrofinas (GnRH), la cual es sintetizada en el núcleo arqueado y preóptico, y estimula la secreción de la gonadotrofina estimulante de folículo (FSH) y de la hormona luteinizante (LH) desde la adenohipófisis (Thompson, 2010). Cada pulso de GnRH libera un pulso de LH/FSH y a su vez, cada pulso de LH produce un pulso de secreción de estradiol folicular. Estos pequeños pulsos de 6 estradiol inducen una retroalimentación negativa al hipotálamo, especialmente ante la presencia de progesterona durante la fase luteal, inhibiendo la liberación de GnRH y por lo tanto, la liberación de LH/FSH, y regulando la secreción de estradiol (Bó, G. A et al., 2009). Estímulos externos (+/-) Hipotálamo (-) GnRH (+) (+) (-) Hipófisis LH (+) FSH (+) Ovarios (-) Útero Folículos Estrógeno Cuerpo lúteo (-) (-) PGF₂α Progesterona Figura 1: Eje Hipotálamo-Hipófisis-Ovario-Útero (adaptado de Dick, 2011). Este mecanismo de retroalimentación negativa cambia substancialmente cuando las concentraciones de progesterona disminuyen durante la luteólisis (<1ng/ml). En este momento, la retroalimentación negativa de progesterona sobre la LH se retira y se elevan las concentraciones de LH en plasma o suero como resultado del aumento de la frecuencia de pulsos. El aumento en la frecuencia de los pulsos de LH estimula la producción de estradiol por parte del folículo dominante preovulatorio en desarrollo, el cual eventualmente alcanza un pico con niveles suficientes para accionar las descargas preovulatorias de 7 LH y FSH a través de un mecanismo de retroalimentación positiva, actuando, probablemente, sobre el hipotálamo y la pituitaria (Bó, G. A et al., 2009). El intervalo entre el inicio de la luteólisis y el comienzo del celo es de 58-60 horas aproximadamente (Dieleman S. J. et al, 1986, citado por Bó, G. A et al., 2009). Los niveles de estradiol aumentan desde la regresión luteal hasta alcanzar niveles máximos el día previo al inicio del celo. Dicha elevación del estradiol provoca el comportamiento propio del celo (Hurnik J. F., 1987, citado por Bó, G. A et al., 2009) e induce la descarga preovulatoria de LH. Esta tiene una duración de 6-10 horas, se inicia junto con el celo y alcanza su valor máximo (pico) 4-5 horas más tarde (Dieleman S. J. et al, 1986; Rahe C. H. et al, 1980, citado por Bó, G. A et al., 2009). La descarga preovulatoria de LH ocurre a comienzo del celo, concurrentemente con el pico de FSH. Se cree que este pico de LH causa la ovulación e inicia la luteinización de las células de la granulosa y de la teca. Generalmente, la ovulación ocurre entre 24 y 30 horas después del comienzo de las descargas preovulatorias de LH y FSH (Figura 2) (Bó, G. A et al., 2009). El celo es un comportamiento que es disparado por acción del estradiol sobre el cerebro. Figura 2: Regulación hormonal del ciclo estral bovino. Como no hay un método rápido para identificar el momento del pico de LH, el celo es empleado para predecir este momento. 8 En forma simplificada, los estímulos recibidos por el hipotálamo causan la liberación o inhibición de las hormonas hipofisarias que controlan la producción de hormonas sexuales. Algunas horas antes del celo, por acción de las hormonas hipofisarias FSH y LH, el folículo ovulatorio secreta grandes cantidades de estrógenos, principalmente estradiol. El inicio del comportamiento de celo es desencadenado por este pico estrogénico. El aumento de estrógenos también lleva al pico de LH, el cual se produce unas 3 a 6 horas luego de comenzado el celo. El pico de LH provoca la ovulación 15 a 22 horas más tarde (Callejas, 2001). Los estrógenos influyen sobre todo el aparato reproductivo, preparándolo para la copula y transporte de espermatozoides hacia el sitio de la fertilización. Por otra parte inducen el comportamiento de celo, actuando sobre el cerebro e hipotálamo, en coincidencia con niveles basales de progesterona. Esta acción de los estrógenos induciendo el comportamiento estral parece ser del “todo o nada”. Es decir, una vez alcanzado un mínimo necesario, la concentración de estradiol no influirá sobre la expresión del celo. Las concentraciones de progesterona durante el celo son basales como consecuencia de que el cuerpo lúteo fue previamente destruido por acción de la prostaglandina F2 alfa endometrial (Dick, 2011). Características del celo Los signos exteriores del celo son numerosos y varían de intensidad y duración, representando los mismos una valiosa ayuda para el inseminador, permitiéndole seleccionar las hembras en celo y el momento propicio para una eficaz fecundación. El éxito o fracaso de un programa reproductivo, se apoya fundamentalmente en una adecuada detección del celo y una correcta inseminación en el momento oportuno. Por ello, es de más importante tener en claro los signos más característicos de una hembra en celo para poder identificarla. 9 A continuación, se presenta el conjunto de características de comportamiento y signos físicos que pueden verse directamente en el animal (Figura 3). Figura 3. Características del celo en el bovino. Características del celo en el bovino Características de comportamiento Características primarias: - Pasividad a la monta Características secundarias: - Monta o intento de monta a otras vacas - Inquietud Apoyo de mentón - Olfateo de genitales Encuentros cabeza-cabeza Signos físicos: - Descarga vulvar - Pelos despeinados y suciedad en la grupa - Edema y congestión vulvar - Disminución del consumo y producción de leche - Aumento de la temperatura corporal - Sangrado del metaestro Características de comportamiento Característica primaria Pasividad a la monta Constituye el único indicador de que una hembra está en celo. Esta característica es propia o específica del celo, es decir se presenta solamente durante éste periodo. Consiste en la inmovilidad de la hembra durante 5 a 7 segundos al ser montada por el toro o una compañera del rodeo. 10 Características secundarias Debido a que la quietud a la monta no siempre es observada, los encargados de la detección visual del celo deben usar frecuentemente otros signos de celo para tomar la decisión de inseminar o no a la vaca. Estos signos secundarios de celo pueden indicar que la vaca está entrando en celo, en cuyo caso se le debe prestar más atención en las siguientes 48 horas, o puede ser indicativo de un celo reciente, en ese caso se le debe prestar atención dentro de 17-20 días más tarde. Existe una serie de características de comportamiento que no son propias o específicas del celo y que llevan a que algunos de los animales del rodeo interactúen, conformando el denominado grupo sexualmente activo (GSA). Estas características secundarias aumentan su intensidad gradualmente doce a dieciocho horas antes de comenzado el celo, alcanzan su punto culminante durante el celo, disminuyendo durante las doce a dieciocho horas posteriores a su finalización. Estas características secundarias son: Monta o intento de monta a otras vacas La característica secundaria de comportamiento más constante del celo es la actitud de montar. El 95 % de las hembras en celo monta a otras integrantes del GSA, pero solamente el 30-40 % de las hembras que montan están en celo. Si bien es una manifestación muy frecuente de celo, no debe ser tomada como único indicador, debido a que las vacas que exhiben este comportamiento pueden estar en celo o proestro, y aunque no es frecuente que se presente durante la mitad del celo, toda vaca que sea observada tratando de montar a otra debe ser monitoreada para verificar el signo primario que es la pasividad a la monta (Imagen 2). Inquietud Las hembras en celo se encuentran inquietas, caminan más y mugen con frecuencia, mientras el resto del rodeo está en sus actividades diarias (pastoreo, rumia o descanso). 11 Apoyo de mentón Antes de que una vaca pueda montar a otra, ésta apoya su mentón sobre el anca de la otra y lo roza con firmeza hacia atrás aplicando presión sobre el anca como prueba de receptividad a la monta (reflejo de papada). En este caso las dos vacas se deberían monitorear para saber cuál de ellas está realmente en celo. Olfateo de los genitales Durante el proestro y el celo, las hembras olfatean los genitales de otras integrantes del grupo. Encuentros cabeza-cabeza El componente agresivo de comportamiento se explicaría por la conformación de un nuevo grupo dentro del rodeo, el GSA, lo que llevaría a peleas por el establecimiento de un nuevo orden social. Signos físicos Las hembras en celo presentan una serie de signos que pueden ser evidenciados sin necesidad de que interactúen con el GSA. Los mismos complementan la sintomatología del celo pero no deben ser tomados como indicadores. Descarga vulvar mucosa En respuesta a los elevados niveles de estrógeno, el moco que es producido en el cérvix se acumula dentro de la vagina antes, durante y un leve tiempo después del celo. Esta secreción tiene un aspecto viscoso, transparente y filante similar a la clara de huevo. En algunas ocasiones el moco puede aparecer esparcido sobre la base de la cola, pierna o la región del periné. Pelos despeinados y suciedad en la grupa Por efecto de las sucesivas montas los pelos de la grupa aparecen desorientados y muchas veces con saliva y suciedad a causa del mismo roce. Y a medida que aumenta la cantidad de montas recibidas puede observarse pérdida de pelo con relación a las saliencias óseas (Imagen 2). 12 Imagen 2: Monta desorientada y suciedad en la grupa. Edema y congestión vulvar Durante el celo, la alta concentración de estrógenos provoca un incremento en la irrigación del aparato genital, causando el edema y congestión de la vulva. Esto hace que los labios de la vulva aparezcan levemente separados y de coloración intensa. Generalmente estos síntomas aparecen antes del celo y permanecen un breve tiempo después, aunque no son concluyentes de la presentación del celo; se debe tener en cuenta que durante el diestro los labios vulvares son pálidos y permanecen más firmemente adosados. Disminución del consumo y producción de leche Las hembras en celo pasan más horas al día interactuando con el GSA, restando tiempo al consumo. Este hecho, sumado a la mayor actividad física, genera una disminución sensible en la producción de leche durante el día del celo e incluso el día posterior a la presentación del mismo; sin embargo, son muchos los factores que pueden alterar la producción de leche y el consumo de alimento por las vacas, por lo que no se consideran signos de celo. Aumento de la temperatura corporal La hembra en celo aumenta su temperatura corporal en 0,3 a 1,1º C. Este cambio es muy variable y de corta duración. El aumento también se ve reflejado en la temperatura de la leche (aumento de 0,2 a 0,4ºC). 13 Sangrado del metaestro Algunas vacas presentan una leve descarga muco-sanguinolenta entre uno y tres días posteriores a la presentación del celo, pero la aparición de este signo, conocido técnicamente como el sangrado del metaestro, es muy variable. Los altos niveles de estrógenos durante el celo causan congestión fuerte de algunos vasos sanguíneos que a veces pueden llegar a sufrir ruptura y provocar pequeñas hemorragias dentro del útero que serán evidenciadas un par de días más tarde. Es frecuente que en algunos rodeos las vacas no sean vistas en celo pero sí se observa el sangrado posterior, lo cual indica que la vaca estuvo en celo y no fue detectada y que se debe esperar la presentación de un nuevo celo 18 a 19 días más tarde. Factores que afectan la expresión del celo La conducta o expresión de los signos externos de celo pueden presentar grandes variaciones entre los individuos; un animal puede mostrar el celo de manera fuerte, intermedia o débil asociado a una larga, intermedia o corta duración del mismo (Glauber, 1993; citado por Catalano y Callejas, 2001). Es importante tener en cuenta las características relacionadas con el tiempo de manifestación del celo, frecuencia de monta y periodo del día de mayor presentación de celos. El tiempo en que la hembra manifiesta la conducta de aceptación de la monta es variable, algunos informes validan periodos entre 15 a 18 horas (Esslemont y Briant, 1976; citados por Catalano y Callejas, 2001) mientras que en otros casos se ha indicado una duración de 5 a 11 horas (Dransfield et al., 1998; Rae et al., 1999; Xu et al., 1998; citados por Catalano y Callejas, 2001) por su parte Glauber, (1993; citado por Catalano y Callejas, 2001) señala que un 20 a 25% de los periodos de celo duran 4 horas o menos. Otra característica propia del animal que puede influir en la eficiencia o seguridad de la detección de celo es el tiempo en que una hembra se deja montar siendo de 2,5 a 8 segundos (Shipka 2000; Xu et al., 1998; citados por Catalano y Callejas, 2001). La frecuencia de monta también presenta una importante variación registrándose valores de 1 a 50 montas (Dransfield, 1998; Senger, 1994; Shipka, 2000; 14 citados por Catalano y Callejas, 2001). Por otra parte algunos celos son “interrumpidos”. Es decir que el periodo de receptividad está interrumpido por unas horas en que la hembra no acepta la monta. Esto parece obedecer a un descanso que se toma el animal, apartándose del GSA (Dick, 2011). Existen numerosos factores que afectan el comportamiento y la expresión de celo. Estos factores se pueden clasificar como: propios del animal, ambientales y humanos. Factores propios del animal Nutrición Es considerada uno de los factores determinantes de la actividad reproductiva de los rebaños teniendo especial incidencia en el restablecimiento de la actividad ovárica post parto (Catalano y Sirham, 1995; citados por Catalano y Callejas, 2001). En el bovino, la distribución de nutrientes para las diversas funciones corporales sigue un patrón determinado por la prioridad de cada una de ellas, es decir, tiene la capacidad de optar por una función corporal en desmedro de otra cuando la disponibilidad alimenticia es baja. La presentación de los ciclos estrales e inicio de la preñez son funciones poco prioritarias por lo cual dichas funciones serán tenidas en cuenta cuando el balance entre cantidad y calidad de la dieta, las reservas de nutrientes y la demanda para el crecimiento, el metabolismo u otras funciones, así lo permitan (Short y Adams, 1998; citados por Catalano y Callejas, 2001). El déficit energético durante la lactación temprana está claramente relacionado con el intervalo parto primer celo detectado, a su vez dicho déficit es menos importante en vacas de primera lactación que en vacas de más de una lactancia (de Vries et al., 1999; citados por Catalano y Callejas, 2001). Problemas de patas Las vacas débiles de patas o con mala conformación estructural de patas y pezuñas exhiben menos actividad de monta y permanecen menos tiempo para ser montadas que las que tienen aplomos más correctos y mejor conformación. Además, las patologías podales obstaculizan las manifestaciones estrales. Una 15 hembra bovina presenta modificaciones en su comportamiento, este déficit locomotor obstaculiza la manifestación de los síntomas del celo, la aumentada actividad y el comportamiento de monta activo al principio y al final y el pasivo (exclusivo del periodo estral). Estado reproductivo del rodeo y número de vacas en celo En algunos casos unas pocas vacas vacías dentro de un rodeo de pocas vacas pueden contribuir al problema de los celos silentes y a medida que se incrementa el número de vacas preñadas dentro del rodeo se disminuye la cantidad de vacas que ayudan a detectar los celos. También se ha visto alguna relación con la fase del ciclo estral en la que se encuentran la mayoría de las vacas, hacia la mitad del ciclo (metaestro o diestro) es menos probable que trate de montar otras vacas, mientras que las que se encuentran en proestro tienden a montar o ser montadas con mayor facilidad. Otro aspecto que se debe tener en cuenta es el número de animales que están presentando celo de manera simultánea, en diversos estudios se ha demostrado que los signos de comportamiento son más pronunciados si hay más vacas en celo en el mismo momento (Van Eerdenburg, 2010); dado que una disminución en el número de vacas que están en celo al mismo tiempo resulta en un menor y más pequeño GSA, con una disminución en la actividad de monta (Pinheiro et al., 1977). Raza En un estudio realizado por Mizuta (2003, citado por Sartori, R. et al., 2013) en donde comparó el comportamiento reproductivo de vacas Nelore con vacas Aberdeen Angus, se observó que el comportamiento de celo es más corto en la raza índica que en la europea (12,9 ± 2,9 vs 16,3 ± 4,8 horas, respectivamente). Además, más del 50% de las vacas Nelore mostró celo durante la tarde y la noche (18:00-6:00 AM, Pinheiro et al., 1998; Membrive, 2000, citado por Sartori, R. et al., 2013) y alrededor de un 30% de las hembras inician y finalizan la conducta de celo durante la noche (Pinheiro et al., 1998; citados por Sartori, R. et al., 2013). Además Rae et al., (1999; citados por Catalano y Callejas, 2001) evaluaron la conducta de celo en vaquillonas 16 Aberdeen Angus, Brahman y sus cruzas y observaron diferencias entre grupos no solo en la duración del celo (mayor duración en las vaquillonas cruzas que en las Brahman) sino también en la frecuencia de montas (mayor en las vaquillonas cruzas que en los animales de raza europea). Número de lactancia, días post parto y producción de leche Existe la creencia de que estos factores pueden influenciar la presentación del celo en las vacas, sin embargo, se ha podido establecer que el número de partos no afecta significativamente la demostración de los calores de las vacas y se han obtenido resultados variables en cuanto a los niveles de producción de leche y el número de días en lactancia con respecto a la presencia del celo. Tal vez se puedan atribuir con mayor certeza a desbalances de tipo nutricional o deficiencias en los requerimientos nutricionales de las vacas de alto valor genético. Factores ambientales Tipo de piso La superficie sobre la cual están paradas las vacas y permanecen la mayor parte del tiempo también es muy importante para que se sientan cómodas y seguras para montar otras vacas y dejarse montar durante el celo. Al respecto, Stevenson (2009) realizó un estudio comparando actividad de monta en vacas que permanecen sobre el piso de tierra con respecto a vacas que permanecen sobre concreto, y observó que la duración del celo, la actividad de monta, y la actividad de dejarse montar es mucho mayor para las vacas que se encuentran sobre tierra. También, vio que la actividad de monta aumenta 3 a 15 veces cuando las vacas están sobre tierra y que las vacas prefieren pasar el 73% de su tiempo en tierra que sobre concreto durante el celo. Clima De la Sota y Dalla Lasta, (1998; citados por Catalano y Callejas, 2001) plantearon que cuando las vacas se encuentran en ambientes con altas temperaturas (mayor a 27°C) y elevado porcentaje de humedad, se reduce o se invierte el flujo de calor desde el animal al exterior con lo cual se presenta 17 un estado de hipertermia que puede generar estrés calórico, dicho estado puede provocar una reducción de la duración del celo en 5 o 6 horas acompañado de una menor intensidad en la expresión de dicha conducta. Factores humanos de manejo Identificación La identificación de los animales es uno de los requisitos básicos ya que permite la individualización de los mismos para realizar el seguimiento de su comportamiento reproductivo (Marcantonio 1998; citado por Catalano y Callejas, 2001). García Boissou (2000, citado por Catalano y Callejas, 2001) indica que uno de los errores en la detección de celos es cuando el número del animal detectado es equivocado u olvidado y otro animal es inseminado; el manejo debe asegurar que cada animal tenga un único número y las nuevas tecnologías en identificación podrían ser usadas para reducir este tipo de errores. Lugar de detección En los tambos no es aconsejable detectar celos en el corral de espera de la sala de ordeño ya que se ha demostrado que las vacas prefieren montar en piso de tierra y no de cemento (Rodiath et al., 1996; Senger, 1994; citados por Catalano y Callejas, 2001). En caso que se realice durante el arreo desde la parcela o corral a la sala de ordeño (o viceversa), se debe considerar un tiempo de descanso durante ese trayecto para que los animales se adapten al lugar, se formen los grupos sexualmente activos y se exprese la conducta de celo. Lo mismo debe tenerse en cuenta cuando la detección de celos se realiza en la parcela para pastoreo o en los corrales en caso de tambos con animales estabulados o semi-estabulados. Frecuencia de detección, tiempo asignado y momento de detección Si bien la observación continua normalmente permite detectar un mayor número de animales en celo comparada con observaciones puntuales durante el día, es claro que las posibilidades de implementarlas son nulas. Por lo tanto se ha determinado que con 2 o 3 observaciones diarias en momentos 18 estratégicos se obtiene una buena eficiencia de detección que puede alcanzar alrededor del 80%. Ducrot et al., (1999; citados por Catalano y Callejas, 2001), han indicado que la mediana es entre 2 y 3 aunque en establecimientos, con sistemas de producción intensiva se realizan hasta 8 observaciones al día. En caso de hacer dos detecciones diarias, las mismas se deben realizar a la mañana temprano y al atardecer; si se implementa una tercera, ésta se realiza al mediodía. El tiempo promedio de cada observación es muy variable; se han reportado evaluaciones de hasta 3 horas con un valor promedio de 40 minutos y se ha determinado que la mayor eficiencia de detección se ha alcanzado cuando el tiempo es cercano a los 60 minutos (Ducrot et al., 1999; citados por Catalano y Callejas, 2001). Por otra parte, Van Vliet y Van Eerdenburg, (1996, citados por Catalano y Callejas, 2001) han desarrollado una escala de puntuaciones para comportamiento estral que incluye una amplia variedad de signos externos de celo e indican que dos observaciones diarias de 30 minutos cada una permite un eficiencia de 74% con una exactitud del 100% cuando las observaciones se realizan antes del ordeñe. Problemas de la detección de celo Sustituir al toro, quien se encuentra las 24 horas con las vacas y utiliza todos sus sentidos para detectar hembras en celo, no es tarea sencilla. Más aún si consideramos que el celo en las hembras bovinas es relativamente corto, siendo inferior a 8 horas en una proporción importante (25-30%). Como es imaginable, la duración del celo influye directamente sobre la eficiencia de su detección (Cuadro 1). Cuadro 1: Duración del celo y su efecto sobre la tasa de detección. Duración (hs) 1–8 9 – 16 17 – 24 25 – 32 % del Rodeo 24 46 27 3 % de Celos Detectados 20 82 83 100 (tomado de Smith, 1980) 19 Si a esto sumamos el hecho de que hay una clara tendencia a manifestar el celo con mayor frecuencia e intensidad en horas de más difícil observación, entre las 18:00 y 6:00 horas, la situación se complica (Figura 4) Figura 4: Distribución del celo durante el día (adaptado de Marcantonio, 1998). Horas 18 a 0 0a6 6 a 12 12 a 18 25% 45% 22% 8% 50% 45% 40% 35% 30% 25% 20% 15% 10% 5% 0% 18 a 0 0a6 6 a 12 12 a 18 Como si esto no fuera suficiente, debemos recordar que dentro del conjunto de características y signos físicos del celo sólo debe ser tomado como indicador la pasividad a la monta. Esta manifestación, además de ser muy breve, no se presenta en forma permanente. Si analizamos un ejemplo sencillo podremos tomar mayor conciencia de lo especialmente complicado que es detectar una vaca en celo. Supongamos que una hembra presenta un celo de 12 horas de duración y que durante el mismo acepta la monta 50 veces. Si cada pasividad a la monta dura unos 5-7 segundos, la hembra manifiesta el único signo propio de celo solamente 4-6 minutos. Es decir que el celo no sólo es corto, sino que la hembra manifiesta el indicador específico menos del 1 % del tiempo que está en celo. Asimismo existe una gran variación en la intensidad del celo, habiendo en muchos casos celos débiles. Por otra parte, las características del celo (duración e intensidad) son muy poco repetibles, es decir que varían marcadamente en la misma hembra celo a celo. Esto hace que "potencialmente" cualquier vaca o vaquillona puede ser un problema para la detección. Todas estas razones hacen que la detección de celo sea un problema. A estos inconvenientes que aporta la fisiología reproductiva del bovino debemos sumarle aquellos generados por el propio manejo. Los problemas se han incrementado en los últimos años, principalmente en la producción lechera, como consecuencia de una mayor intensificación de la actividad y a un aumento del número de animales por unidad productiva. 20 No cabe duda que rodear los animales al menos dos veces por día durante un mínimo de 30/40 minutos, todos los días del año, resulta algo extremadamente aburrido. Es casi inevitable que el responsable de la detección tenga la sensación de que está "perdiendo el tiempo" mirando los animales cuando tiene tantas cosas por hacer. En el caso de los tambos, esto lleva a que se detecte celo solamente durante la rutina de ordeño o "de paso" al hacer otras actividades, como cambios de parcela. Es así como los animales son observados en los corrales (situación alejada del ideal) y durante muy poco tiempo. Si se decide ir específicamente a detectar celo al potrero, una consecuencia de esta sensación de pérdida de tiempo es el acortamiento de la detección. En los rodeos de cría, la actividad compartida en muchos casos con otras personas, se termina transformando en un momento apropiado de reunión, no prestándose la atención debida al rodeo. También suele verse el acortamiento del tiempo de detección, más aún cuando las condiciones climáticas son desfavorables. Un segundo aspecto dentro de las causas de manejo que llevan a una mala detección, es la falta de conocimiento preciso por parte del responsable para determinar cuándo una vaca está en celo. Esto que parece una obviedad constituye muchas veces una importante causa de fallas en la detección. Un tercer punto a remarcar como causa de error, es la falta de una correcta y visible identificación de los animales. Es bastante frecuente el uso de caravanas chicas. En otras ocasiones las mismas se han perdido, están dada vuelta o su número ya no es legible. Esto complica o imposibilita la identificación. Finalmente, muchas veces se va a detectar celo sin una libreta donde anotar los números de las hembras a apartar. Esto genera equivocaciones. No hay que olvidar que la detección de celos presenta suficientes dificultades propias como para que le agreguemos nuevas causas de error (Dick, 2011). MÉTODOS DE AYUDA PARA LA DETECCIÓN DE CELO Existen diversos métodos que permiten disminuir las fallas en la detección de celo (Cuadro 2). Si bien la elección de un método de ayuda dependerá de las características de cada establecimiento, es importante considerar que algunos 21 de ellos traen consigo un costo adicional para su implementación ya sea por su valor económico o modificación del manejo normal del establecimiento. Asimismo, es importante considerar que dichos métodos no necesariamente deben ser utilizados para reemplazar el método tradicional de detección, sino para complementarse con el mismo (Catalano y Callejas, 2001). Cuadro 2: Métodos de ayuda para detección de celos (Catalano y Callejas, 2001). Visuales Pintura en grupa Animales marcadores Cápsula detectora de monta Detectores de la actividad motora Radiotelemetría Parches detectores de monta No Visuales Cambios en la temperatura corporal Cambios en la resistencia eléctrica vaginal Cambios en las mediciones de progesterona Adaptado de Catalano y Callejas, 2001 Métodos visuales Pintura en la base de la cola La técnica del pintado involucra la aplicación de una pintura específicamente formulada para ser aplicada con pincel y/o aplicador. La mayoría de los productos son en 4 colores. La combinación de los colores pueden permitir a vacas que han sido inseminadas ser identificadas de aquellas que no. También permiten saber que animales se deben tratar por causas de anestro posparto (no ciclan) como también identificar retornos en tiempos establecidos (semanas). Un litro de pintura sirve para pintar 90-100 animales. Pero existen variaciones dependiendo del modo de pintar como del estado de los animales en relación con las estaciones del año. Esto significa que animales con pelo largo en la base de la cola necesiten más pintura que los de pelo corto. En el caso de 22 animales con pelo largo puede resultar que la pintura se salga menos con una consecuencia de aumentar los errores de omisión. Pintar una franja en la base de la cola (sacro) de los animales de aproximadamente 15-20 cm de largo por 5 cm de ancho (Imagen 3). Se debe pintar la zona de máxima fricción o roce de la base de la cola, para ello, tener en cuenta el tipo de encoladura de cada animal. Imagen 3: Pintura en la base de la cola En general se sabe que la franja que se pinta en la base de la cola se sale en un periodo de celo en el 90% de los casos. Sin embargo, se requiere conocimiento profundo en el uso de pinturas para detectarlos en celo al remanente 10% de animales (Dick, 2006). Este es uno de los métodos más utilizados debido a su bajo costo y practicidad. Así, investigaciones de varios laboratorios han demostrado que aplicar pintura en la base de la cola de las vacas es efectivo para identificar la actividad de aceptación de la monta. Cuando estas vacas pintadas son montadas por detrás, parte o toda la pintura es removida, indicando que la vaca despintada posiblemente estuvo en celo mientras era montada por una compañera del rodeo. Cuando es combinado con observaciones temprano por la mañana y tarde por la tarde, el chequeo por pérdida de pintura durante el ordeñe debería resultar en una tasa de detección de celo superior al 90% (Diskin, 2008). El fundamento que permite usar la pintura como ayuda en la detección de celo es que con las sucesivas montas que recibe durante el celo, la vaca pierde gradualmente la pintura, evidenciando de esta manera la pasividad de la monta. El punto clave de este método es aprender que grado de pérdida de 23 pintura es compatible con celo, lo cual es medido en una escala de 5 (intacta) a 0 (borrada completamente) (cuadro 3). La utilización de este método de ayuda en vaquillonas Holando Argentino permite lograr una eficiencia y exactitud en la detección de celo de 86,1 y 93,3%, respectivamente, mientras que en vacas lecheras Frisonas y Jersey dichos parámetros fueron 98,4 y 97,6 %, respectivamente (Catalano y Callejas, 2001). Cuadro 3: Interpretación de la pintura en la base de la cola. Grados de pérdida de pintura y su compatibilidad con el celo. GRADOS DE PERDIDA DE PINTURA SCORE 5 - 10% SCORE 4 10 A 30% SCORE 3 30 A 50% SCORE 2 50 A 70% SCORE 1 70 A 90% SCORE 0 + 90% CELO = Score 0 - 1 - 2 – 3 Animales Marcadores Dentro de los métodos de ayuda por medio de animales marcadores, se encuentran aquéllos que permiten la cópula como los toros vasectomizados o con resección de la cola del epidídimo y los novillos androgenizados (Holy, L., 1983, citado por Catalano y Callejas, 2001). Se ha establecido que el toro logra mayor estímulo para buscar la monta cuando ya existen dentro del rodeo comportamientos de monta entre hembras, dado que su estímulo es preferentemente visual (Geary, T.; Reeves, J., 1992, citado por Catalano y Callejas, 2001). De todas maneras es importante tener en cuenta que la utilización de toros puede provocar una inhibición de las hembras de los GSA para mostrar la conducta y que en muchos casos los machos deshacen dichos grupos y se quedan montando a una o dos hembras sin tener en cuenta al resto (Kilgour, R. et al., 1977, citado por Catalano y Callejas, 2001). Los inconvenientes mencionados anteriormente sumados al riesgo de propagar enfermedades venéreas dentro del rodeo y el costo adicional por la intervención quirúrgica o el tratamiento hormonal, lo sitúan a éste método de ayuda en una escala inferior respecto a otros métodos utilizados. 24 Por otra parte, se encuentran los animales marcadores que no pueden llevar a cabo la cópula; si bien no tienen el riesgo de propagar enfermedades venéreas, tienen la desventaja que, en el caso de toros, hay que realizar cirugía para desviar o amputar pene (Imagen 4), y en el caso de hembras, hay que realizar un tratamiento hormonal, lo cual también supone un riesgo y un costo adicional, salvo que se utilicen hembras ninfómanas (Holy, L., 1983, citado por Catalano y Callejas, 2001). El tratamiento hormonal sobre la base de testosterona se realiza en forma corriente mediante una fase de inducción y otra de mantenimiento. La hormona puede ser administrada por vía intramuscular, subcutánea o por pesarios intravaginales siempre que se logren superar los 3 mg/ml durante las 3 primeras semanas de tratamiento (Britt, J., 1988, citado por Catalano y Callejas, 2001). Mortimer y col. (1990, citado por Catalano y Callejas, 2001) han observado que la incorporación de vaquillonas androgenizadas incrementó el número de montas, de intentos de montas y la probabilidad de detectar hembras en celos. Imagen 4: Toro con desviación de pene. Imagen 5: Bosal marcador o chin ball. A los animales marcadores se les coloca un bozal marcador ("chin ball") que tiene en su parte inferior un recipiente con tinta, funcionando como un bolígrafo (tiene una esfera que al ser presionada permite la salida de la tinta) (Imagen 5). Al apoyar el bozal sobre la hembra receptiva (fundamentalmente al bajar después de la monta) pinta una franja sobre el lomo. Un aspecto fundamental a considerar es la correcta elección del retajo, que tiene que ser un animal con adecuado estado sanitario general y genital (para evitar transmisión de enfermedades venéreas en aquellos que realizan 25 intromisión de pene) y excelente libido (natural o inducida en el caso de hembras o novillos). Los problemas de este método radican en su interpretación -para evitar falsos positivos- y la necesidad de preparar y mantener los retajos, lo que lo transforma en un método costoso. Cápsula detectora de monta El método de la cápsula detectora de monta se basa en un tubo de vidrio o plástico que contiene un colorante el cual se encuentra dentro de una pequeña bolsa plástica transparente y el conjunto está adosado a una tela adhesiva (Imagen 6). Imagen 6: Cápsula detectora de monta. Dicha tela es la que se adhiere a la grupa; una vez que el animal ha sido montado se rompe el tubo y el colorante queda contenido en la bolsa plástica (Arthur, G., 1991, citado por Catalano y Callejas, 2001). En un estudio se determinó que existe un 11% de animales que fueron detectados en celo por medio de la cápsula detectora de monta y que presentaban altos niveles de progesterona lo que permite inferir que pueden registrarse falsos positivos; asimismo, se indicó que el porcentaje de pérdidas fue alto superando el 40% (Gwazdauskas, F., 1990, citado por Catalano y Callejas, 2001). No obstante, en la actualidad se está utilizando un dispositivo de similares características con la diferencia que el colorante es quimioluminiscente por lo cual se puede visualizar de día y de noche y se ha señalado que existe una mejora en los resultados obtenidos (Marcantonio, 1998). 26 Jiménez et al (2007), reportó que un dispositivo de parche Kamar (cápsula) mejoró el porcentaje de eficacia en la detección de calores en 84%, en comparación con la observación visual 60% en novillas mestizas de doble propósito. Detectores de la actividad motora La hembra en celo incrementa su actividad motora significativamente; por lo cual se han diseñado dispositivos que se colocan detrás del miembro posterior, por encima del corvejón (podómetros) o en el cuello del animal (collares) que guardan información sobre dicha actividad (Marcantonio, 1998) (Imagen 7 y 8). Sobre la base de un cálculo matemático se compara la actividad registrada en un periodo determinado con la actividad de periodos anteriores (nivel basal de actividad); cuando dicha diferencia se hace significativa se determina que la hembra presenta celo. Se ha indicado que las mejores posibilidades de concepción por lectura de un dispositivo de podómetro se dan entre las 6 y 17 horas después de incrementada la actividad motora; mientras que el tiempo óptimo se estimó a las 12 horas (Maateje, K., 1997, citado por Catalano y Callejas, 2001). Imagen 7: Podómetros Imagen 8: Collares Radiotelemetría Existen dispositivos que se fijan en la región sacra y que son sensibles a la presión por lo tanto tienen la capacidad de registrar las montas y enviar la información, vía un transmisor de radio, a una computadora. Se genera una base de datos donde se registra la fecha, hora y duración del periodo de celo (Dransfield, M., 1998; Xu, Z., 1998, citado por Catalano y Callejas, 2001). En un 27 estudio realizado en vaquillonas se detectó el 100% de los animales en celo mediante este dispositivo comparado con el 73% por observación visual; en dicho experimento se hace mención a que se registró un 2% de pérdidas del dispositivo (Stevenson, J. et al., 1996, citado por Catalano y Callejas, 2001). Similares resultados se observaron en vacas lecheras donde se registró una eficiencia y seguridad en la detección de celos de 92 y 100%, respectivamente (Xu, Z., 1998, citado por Catalano y Callejas, 2001). Sistema de puntuación por observación visual Otro método de ayuda para la detección de celo es un sistema propuesto por Van Eerdenburg et al. (2010), basado en una puntuación asignada a diferentes signos de celo surgido de la práctica diaria en establecimientos lecheros de Holanda. Cuadro 4: Escala de puntuación para signos de celo observados. SIGNOS DE CELO PUNTAJE Descarga de mucus por la vulva 3 Flehmen 3 Inquietud 5 Olfateo de región de vulva/vagina de otra vaca 10 Apoyo del mentón 15 Ser montada sin quedarse quieta 10 Montar (o intentar montar) a otras vacas 35 Montar por la cabeza a otras vacas 45 Quietud al ser montada 100 Van Eerdenburg y col, 1996 Este sistema de puntuación de nueve signos de celo se obtuvo con puntos, que van de 3 a 100 (Diskin, 2008; Cuadro 4). La distribución de los puntos se basa en la frecuencia de expresión de un cierto comportamiento durante el celo y diestro. Se calculó que con dos observaciones sucesivas de 30 minutos y con un umbral de 50 puntos en cada observación, resultado de la suma de dos o más signos de celo, se pudo detectar el 74% de las vacas en celo. Parche detector de monta El parche detector de monta es una herramienta diseñada específicamente para facilitar la tarea de la detección de celo. 28 Como su nombre lo indica, consiste en un parche con autoadhesivo en su parte inferior y en su parte superior posee un color base, y por sobre este contiene una coloración gris (similar a las raspaditas) (Imagen 9) que se va desprendiendo por el raspado de las sucesivas montas, mostrando el color fluorescente que se encuentra debajo. El detector se coloca de forma transversal a la columna vertebral, entre la cadera y la base de la cola (Imagen 10). Imagen 9: Parches detectores de monta. Imagen 10: Posición del parche. Para su aplicación, es necesario colocar los detectores previamente dentro de una conservadora con una botella con agua caliente durante unos 10 a 15 minutos y luego mantenerlos a temperatura cálida. La temperatura ideal es de 37ºC. El calor activa el adhesivo para una óptima adherencia en bajas temperaturas. Eliminar el pelo suelto del animal con un cepillo o una rasqueta y luego, limpiar la superficie en dónde se va a aplicar el detector con un trapo de algodón de manera de asegurarse que el pelo quede seco, sin arena, aserrín, tierra, aceite o humedad. El detector, se debe pegar de una punta a la otra, presionando fuertemente con las manos realizando movimientos de avance y retroceso, y asegurándose de presionar bien las puntas del parche con la yema de los dedos. 29 Es conveniente aplicar el detector en horarios y días en que el pelo se encuentre libre de humedad, como puede ser cerca del mediodía o primera hora de la tarde. El color base fluorescente (amarillo, azul, fucsia, naranja, o verde) comenzará a visualizarse después de la primer monta. El animal deberá ser inseminado luego de varias montas; cuando el color base fluorescente predomine (Imágenes 11, 12 y 13). Imagen 11: No inseminar Imagen 12: Inseminar Imagen 13: Inseminar Se debe tener la precaución de colocar el detector más atrás en época de moscas para evitar que con el movimiento de la cola se despinte la superficie del producto, llevando a falsas interpretaciones. Aplicado correctamente, el detector permanecerá en su lugar por semanas. Se calcula, que un rodeo tipo, con un promedio de 2.2 servicios por gestación y un 25% de tasa de sacrificio se necesitarán 240 detectores de celo FASCO AP para un periodo de 12 meses y un rodeo de 100 vacas. Esto sería equivalente a tres detectores de celo FASCO AP por cada vaca preñada, aproximadamente. Métodos no visuales Existen otros métodos que se denominan “no visuales” al no estar relacionados con cambios en la conducta sino que detectan cambios en procesos fisiológicos como cambios en la temperatura corporal (Fordham, D. et al., 1988; Kyle, B. et al., 1998, citado por Catalano y Callejas, 2001), resistencia eléctrica vaginal (Scipioni, R.; Foote, R. 1999; Smith, J. et al., 1989, citado por Catalano 30 y Callejas, 2001), perfiles de progesterona (Moore, A.; Spahr, S. 1991, citado por Catalano y Callejas, 2001) y olor de la zona perineal mediante un detector electrónico (Lane, A.; Wathes, D. 1998, citado por Catalano y Callejas, 2001). Si bien dichos métodos plantean una alternativa sumamente interesante a utilizar en el futuro, aún no se ha logrado un uso masivo ya que en algunos casos no es práctica su implementación, el costo es demasiado alto y/o la eficiencia o la exactitud de detección no es adecuada. Cambios a nivel cérvico-vaginal Existen diferentes métodos basados en los cambios que ocurren a nivel cérvico-vaginal a lo largo del ciclo estral. Dentro de este grupo se encuentran: • Medición del contenido de materia seca del mucus, • Prueba de cristalización o “del helecho”, • Medición de la resistencia eléctrica vaginal. En términos generales, se caracterizan por no tener alta exactitud, producto de basarse en cambios que ocurren gradualmente durante el periestro. Es decir van produciéndose desde unas 24-36 horas antes del celo hasta unas 24-36 horas después de finalizado el mismo. La eficiencia y exactitud son del orden del 50 al 80% y del 35 al 80%, respectivamente. Impedancia eléctrica intravulvar e intravaginal El celo está asociado con el aumento de la hidratación de los genitales con respecto al diestro. La hidratación de los tejidos se encuentra inversamente relacionada a la impedancia eléctrica tisular (IE), ésta es la base biológica de la detección del celo mediante el monitoreo de los cambios de impedancia en los genitales. La IE ha sido medida utilizando sondas insertadas periódicamente en el lumen de la vagina anterior y por medio de electrodos implantados en forma fija dentro del tejido vulvar. Se encontró que en la mayoría de los casos, tanto la IE intravaginal como la vulvar, declinan alrededor del celo. Cambios en las temperaturas vaginal y de la leche Se basan en medir el aumento de estas temperaturas coincidente con el celo. La hembra en celo aumenta su temperatura vaginal en 0,3 a 1,1ºC, en tanto que la temperatura de la leche sufre un incremento menor, 0,2 a 0,4ºC. Se han 31 desarrollado sistemas automatizados que miden estos incrementos. El problema es el grado de aumento, la gran variabilidad en el dato entre animales y la presencia de una gran cantidad de factores que afectan la temperatura (Dick, 2011, adaptado de Marcantonio, 1998). Medición de progesterona La medición de la concentración de progesterona en sangre o leche, consiste en que durante el celo los niveles de progesterona son basales (<1ng/ml). No obstante, hay que considerar que estos niveles se mantienen basales durante 5-6 días del ciclo y no sólo durante el celo. Esto significa que si los valores son altos estamos seguros de que la hembra no está en celo, pero si son bajos no podemos afirmar lo contrario (Dick, 2011, adaptado de Marcantonio, 1998). Materiales y Métodos Lugar y época Este trabajo se realizó en dos establecimientos. Uno de ellos, Ramón II, ubicado en Coronel Hilario Lagos, La Pampa, durante un periodo de 6 días (20/10/2014 al 25/10/2014), a partir del inicio de la temporada de servicio. Este tambo cuenta con un sistema de ordeño rotativo con 80 puntos de ordeño. El otro establecimiento, Guré Aitá, se encuentra ubicado en 30 de Agosto, partido de Trenque Lauquen, provincia de Buenos Aires, durante un periodo de 9 días (del 08/09 al 13/09 y del 15/09 al 17/09/2014). Este tambo cuenta con una sala de ordeño en espina de pescado con 25 puntos de ordeño. Ambos establecimientos son semi-pastoriles, en donde las vacas pastorean en la temporada de abundancia de forraje y se estabulan el resto del tiempo. Y también en ambos se realizan dos ordeños diarios. Animales En Ramón II se evaluaron 140 vacas en ordeño en condición de abiertas sobre un total en ordeño de 1820 vacas Jersey. Estas vacas se encontraban en diferentes rodeos pastoreando alfalfa y verdeos de avena. Además recibían una suplementación en la sala de ordeño a base de maíz molido. 32 En el establecimiento de Guré Aitá se evaluaron 34 vacas en condición de abiertas sobre un total de 650 vacas en ordeño de la raza Holando Argentino. Las mismas pastoreaban verdeos de avena y raigrás, y además se suplementaban en la parcela, y en la sala de ordeño se administraba alimento balanceado. Manejo Reproductivo RAMON II En este establecimiento el servicio es doble estacionado. El primer periodo se realiza a partir del 20/5 hasta el 20/08, mientras que el segundo se realiza del 20/10 al 20/01. Durante estos tres meses el servicio se divide de la siguiente manera: 70 días de detección de celo e inseminación. 10 días sin detección ni inseminación, A los 80 días se realiza tacto a todas las vacas que vienen por no retorno y a las vacías se sincronizan con un protocolo tradicional con dispositivo intravaginal (BE + dispositivo x 8 días, PGF al retiro y 1 mgr de BE a 24 h del retiro) y se inseminan a tiempo fijo (52 h). La detección de celos se realizó en base a pintura en la base de la cola y su lectura se llevó a cabo durante el ordeño. GURE AITA A diferencia de Ramón II, en este establecimiento, el servicio es continuo excepto en el mes de abril que se corta para evitar partos durante el mes de enero, época de mucho calor. La rutina de detección de celos en este establecimiento se realizó por observación visual durante 40 minutos antes de cada ordeño. El esquema de trabajo que se utilizó fue el siguiente: RAMON II Las vacas abiertas al momento de iniciar la temporada de servicio, fueron tratadas con prostaglandina (18/10) y se les colocó un parche en la base de la 33 cola (20/10). La rutina de este establecimiento fue de detectar celo por pintura dos veces al día durante el ordeño, separando las vacas en celo para ser inseminadas inmediatamente y registrar el grado de despintado de los parches al momento de la inseminación. De un total de 239 vacas tratadas con PGF2α, la respuesta fue del 82% de inseminación. GURE AITA Las vacas vacías normales, fueron tratadas con prostaglandinas o sincronizadas con dispositivos intravaginales, según criterio veterinario, el día 06/09, y se les colocó un parche en la base de la cola el día 08/09. Los animales detectados en celo fueron inseminados durante el ordeño y en este momento se registró el grado de despintado del parche. De un total de 36 vacas inyectadas con PGF el 72.2 % se inseminó artificialmente. Diagnóstico de gestación El diagnóstico de gestación se realizó por palpación transrectal a todas aquellas vacas que tuvieran al menos 35 días de no retorno. Metodología analítica Los datos obtenidos de la detección de celo se tabularon en una planilla de Excel, y los datos de servicios y fertilidad se analizaron con el programa Dirsa Máster 2.5. Para el análisis, los datos fueron divididos por el grado de despintado de los parches en menor al 50%, mayor al 50% y como pérdida del parche, los cuales se compararon con el número de servicio y número de lactancia de las vacas. Resultados y discusión Se analizaron 174 casos, de los cuales 140 correspondían al establecimiento Ramón II y 34 a Guré Aitá. 34 De los casos evaluados, se observa que los porcentajes de concepción fueron variando de acuerdo al grado de despintado del parche. En el Cuadro 6 se muestran las tasas de concepción en los establecimientos. Se observa en Ramón II (detección de celos por pintura) que no hay diferencias entre las vacas inseminadas con mayor o menor del 50% de despintado de los parches (n= 66 y 33, respectivamente), pero si la hay en el establecimiento de Guré Aitá (detección de celos por observación visual), en donde se observa que la mayor concepción la tienen las vacas inseminadas con mayor del 50% de despintado del parche (n=19), lo siguen las que lo perdieron (n=7) y por último se encuentran las que tienen menos del 50% de despintado (n=8). Cuadro 6: Porcentaje de concepción en relación al grado de despintado. > 50% 6 13 32% Preñadas Vacías Concepción GURE AITA < %50 2 6 25% Perdió 2 5 29% > 50% 26 40 39% RAMON II < %50 13 20 39% Perdió 18 23 44% Estas diferencias porcentuales entre los establecimientos pueden estar dadas, posiblemente, por efecto del método de detección de celos utilizado en cada tambo, y también por un efecto del número de vacas evaluadas en cada caso, en donde una vaca preñada o vacía hace variar mucho el porcentaje de concepción. En el Gráfico 1, se presenta la distribución de la concepción y su relación con el grado de despintado. Porcentaje de concepción Gráfico 1: Distribución de la concepción en relación al grado de despindado 50% 40% 43,9% 39,4% 39,4% 31,6% 30% 25,0% 28,6% 20% 10% > 50% RAMON II < %50 GURE AITA Perdió 35 La pérdida de los parches fue importante, como se observa en el Cuadro 7; sin embargo, los porcentajes de concepción no variaron tanto al compararlo con el ideal (mayor de 50% de despintado). Para el caso del establecimiento Ramón II, fue aún mayor (Gráfico 1). Esto permitiría pensar, que en un rodeo en el cual todas las vacas están con parches, las vacas que no lo tengan al momento de la lectura, podrían inseminarse pues se podrían considerar como que es un animal en celo. Para estos casos tal vez lo correcto sería considerar otros signos de celo, como puede ser peladuras, babeo en el lomo, suciedad, flujo vulvar, etc. Cuadro 7: Porcentaje de pérdida de parches. Establecimiento Parches colocados Perdidos Guré Aitá 34 7 Ramón II 140 41 Total 174 48 % pérdida 21% 29% 28% Al evaluar la fertilidad por número de servicios, parámetro que influye sobre los porcentajes de preñez, se observa que obtuvieron mayores porcentajes las de menos de tres servicios (Gráfico 2). Gráfico 2: Porcentaje de concepción de ambos tambos en relación al número de servicios recibidos 100% n= 114 n= 13 40% 31% 1 2 n= 23 n= 15 n= 9 27% 22% 4 5 o más 80% 60% 40% 20% 48% 0% 3 Preñadas Vacías Conclusiones Mediante este estudio se pudo observar que teniendo en cuenta el sistema de parches como único método de detección de celos no es suficiente para detectar correctamente una hembra en celo. Sin embargo, los parches junto a la adopción de un conjunto de signos como el intento de monta, apoyo 36 de mentón, peladuras, entre otros, podrían elevar la tasa de detección celo y la fertilidad en los rodeos lecheros. Aunque la pérdida de parches es importante, los datos obtenidos en este trabajo indican que la tasa de concepción no se vio afectada en aquellas hembras que no lo tenían al momento de la inseminación. Por el contrario, éstas obtuvieron mayor porcentaje de concepción que las que conservaron el parche, lo que indicaría que los mismos se perdieron por la cantidad de montas recibidas y los problemas del pegado del mismo y la caída del pelo en algunas épocas del año. 37 Bibliografía Bó, Gabriel A.; Alonso, A.; Caccia, M.; Carcedo, J.; Cutaia, L.; Moreno, D.; Martínez, M.; Baruselli Pietro. 2009. Instituto de Reproducción Animal Córdoba. Fisiología de la hembra, primera edición, quinta reimpresión, pág. 36-38. Callejas, S. (2001). Fisiología del ciclo estral bovino. Biotecnología de la reproducción. Ediciones INTA. Catalano, R. y Callejas, S., 2001. Detección de celos en bovinos. Factores que la afectan y métodos de ayuda. Revista de Medicina Veterinaria 2001- Vol. 82 Pág. 17-22. Pág 1-13. 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