es mejor la paz que la guerra
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es mejor la paz que la guerra
NIT. 800.195.182-0 ES MEJOR LA PAZ QUE LA GUERRA En una sociedad donde la antinomia más simple no se entiende y sobre la cual se debería soportar el devenir y la construcción de valores para salvaguardar el bien más preciado de cada ciudadano como es la vida, es claro que ha extraviado su norte y que la posición de sectores que miran en la guerra, no el camino de la debacle final sino más bien, la ruta para consolidar los privilegios y el despojo en el que soportan su bienestar; una sociedad que deshumanizo la diferencia resolviendo cualquier conflicto teniendo como única posibilidad el asesinato y la desaparición del otro; una sociedad que en la copia más burda del antiguo circo romano pide sangre, de los sectores más pobres y vulnerables, mientras hace de los recursos del estado el pan que come la elite mientras las grandes mayorías se entretienen recogiendo las migajas que la corrupción y la clientela dejan para resolver las urgentes necesidades. En una sociedad así la lógica, la verdad, la ética y el respeto por la vida están huérfanos o perdidos. Quieren imponer la guerra pero sabemos que los efectos de la misma no golpean de igual manera a todos los estratos de la sociedad colombiana “Las2orillas acaba de publicar un estudio en el que divide por estratos sociales la conformación de las Fuerzas Armadas de Colombia. Como era de esperarse el estrato seis no está muy presente en las tropas de combate. Las cifras son las siguientes: de los 500.000 uniformados solo el 0,5 % pertenece a los estratos altos. Y de estos solo 0,06 han disparado en las zonas del conflicto. La clase media está representada en un 19,5 %. Y como era de esperarse el 80 % son de estratos 0, 1 y 2.” Tomado de Revista Semana, Ed.1725. Esa lectura errónea y fatal que nos negamos a aceptar y que muchos colombianos como Azrael defienden, queriendo negar la oportunidad histórica que como sociedad queremos darnos, para que desde la mesa de la Habana renazca la esperanza, la dignidad y el respeto por la vida como principio ético fundamental de las nuevas generaciones no lo podemos tirar por la borda; negociar en medio del conflicto es complejo pero más absurdo resulta llevar al proceso a su punto cero ya que las partes abandonan la ruta del desescalamiento del conflicto. Es urgente el llamado a que las partes retomen como proceso paralelo la reconstrucción de la confianza que la sociedad colombiana requiere; es tiempo de un diálogo directo entre el Presidente Santos y el jefe máximo de las FARC Timochenko; es saludable para el proceso el acuerdo para la creación de la Comisión de la Verdad, es urgente y necesario un cese bilateral. San Juan de Pasto, 4 de junio de 2015.