La Dedicación de la B a s í l i c a d e L e t r á n Noviembre 9

Transcripción

La Dedicación de la B a s í l i c a d e L e t r á n Noviembre 9
La Dedicación de la B asílica de Letrán
Noviembre 9, 2014
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Hoy la Iglesia celebra la fiesta de La Dedicación de la Basílica de Letrán en Roma. La Basílica
de San Juan de Letrán es la Catedral de Roma y es la Catedral de los Papas como Obispo de
Roma. Esto no se debe confundir con la Basílica de San Pedro en el Vaticano.
La Basílica de Letrán también fue llamada la Iglesia de San Juan el Bautista y era la iglesia del
bautismo de la antigua Roma. Fue construida en la época de Constantino y fue consagrada por
el Papa Silvestre en el año Trescientos Veinte y Cuatro. Esta fiesta se convirtió en una
celebración universal en honor de la basílica llamada "la madre y maestra de todas las iglesias
de Roma y del mundo", como un signo de amor y unión con el Santo Padre el Papa.
En un principio la celebración de esta fiesta se realizaba solo en la ciudad de Roma; y a partir de
Mil Quinientos Sesenta y Cinco, se extendió a todas las Iglesias de rito romano. El homenaje de
esta iglesia sagrada era una manera de expresar el amor y la veneración por la Iglesia romana,
que, como San Ignacio de Antioquía, dice, "preside en la caridad" a toda la comunidad católica.
Nuestras lecturas de hoy usan las imágenes del templo y recuerda la verdad esencial del templo
de piedras, es un símbolo de la Iglesia viva, nuestra comunidad cristiana. En sus cartas de los
apóstoles Pedro y Pablo entendieron la iglesia como un "edificio espiritual", construida por Dios
con "piedras vivas", es decir, los mismos cristianos, la construyen sobre el fundamento de
Nuestro Señor Jesucristo, que se llama la "piedra angular".
Escuchamos las palabras de San Pablo en nuestra segunda lectura de hoy, "¿No saben acaso
ustedes que son el templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? ... Porque el
templo de Dios es santo, y ustedes son ese templo".
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La belleza y la armonía de las iglesias católicas de todo el mundo dan alabanza a Dios, también
invitan a todas las personas, limitadas y pecadoras, para convertirlas y formar una estructura bien
ordenada, en íntima comunión con Jesús, quien es la cabeza de la Iglesia. Esto sucede de forma
culminante en la liturgia eucarística, en la que la "Iglesia", es decir, la comunidad de los
bautizados, se unen en una forma unificada para escuchar la Palabra de Dios y alimentarse con
el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
A partir de estas dos tablas, la Iglesia de piedras vivas es edificada en la verdad y en la caridad,
e internamente formada por el Espíritu Santo para transformarse en lo que ella recibe, y
moldeandose a sí misma cada vez más al Señor Jesucristo. Si ella misma vive en unidad sincera
y fraterna, es la manera de convertir en el sacrificio espiritual agradable a Dios.
La fiesta de hoy, celebra un misterio que es siempre relevante: el deseo de Dios para construir
un templo espiritual en el mundo, una comunidad que le adora en espíritu y en verdad. Esta fiesta
nos recuerda también la importancia de los edificios materiales en las que la comunidad se reúne
para celebrar y alabar a Dios. Por lo tanto, cada comunidad tiene el deber de tener especial
cuidado con el manejo de sus propios edificios sagrados, que son un valioso patrimonio histórico
y religioso para las generaciones futuras.
Así que nuestra Iglesia parroquial está formada por dos piedras vivas, ustedes los feligreses de
esta parroquia, y también los ladrillos de barro que nos dan un lugar a todos para podernos reunir
para adorar a Dios. Ambas son muy importantes y tenemos que aumentar y mantener las dos
dimensiones de nuestra Iglesia, las piedras vivas al igual que la construcción y el edificio de
nuestra Iglesia.
Nunca antes en la historia de la Iglesia, los laicos han desempeñado un papel absolutamente
esencial de manera tan dramática como lo es ahora. Especialmente desde el Concilio Vaticano
Segundo, la Iglesia ha hecho un llamado a la renovación en la vida y el papel de los laicos. Sin
embargo, entre los fieles, permanece una carencia fundamental de entendimiento en la vocación
laica y su papel en la misión de la Iglesia.
Muchos, tienen la idea que la única y verdadera vocación en la Iglesia es el diácono ordenado,
el sacerdote, el obispo o hermanos y hermanas religiosas. Ellos creen que "la Iglesia" son los
ordenados y sólo las personas con hábitos o cuellos blancos están llamados a servir. Muchos
piensan que el papel de los laicos es para ayudar en la parroquia y que no están llamados a
desempeñar un papel integral en la misión de la Iglesia.
Pero en realidad, la enseñanza actual de la Iglesia es que los laicos tienen un papel distinto y
muy real en la difusión del Evangelio, la Iglesia los necesita desesperadamente para trabajar con
autoridad, creatividad, y con el poder del Espíritu Santo que se les dió en el Bautismo. La Iglesia
enseña que la dignidad de los laicos es absolutamente igual a la de los religiosos y a la de los
ordenados, ya sean diaconos, sacerdotes, etc. En cuanto a la misión, el trabajo de los laicos es
ser el medio fundamental para que el mundo encuentre a Cristo.
Muchos laicos católicos tienen interes en participar más, pero no tienen un entendimiento claro
de su papel en la Iglesia. Hoy yo quiero ayudarles a definir su papel como laicos en la Iglesia de
hoy, y les ruego que asuman la responsabilidad que la Iglesia les ha confiado a ustedes para
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edificar tanto las piedras vivas como el lugar del templo santo de Dios.
En mi homilía de hace dos semanas mencioné los preceptos de la Iglesia, en donde uno de los
cuales era: "Usted debe contribuir para cubrir las necesidades de la Iglesia”. Las necesidades de
la iglesia son muchas y variadas y es su responsabilidad cumplir con ellas. Por mas de dos años,
he publicado en nuestro boletín semanal nuestros costos estimados, y los ingresos procedentes
de la colecta de la semana anterior. Durante todo este tiempo nuestra colecta semanal ha
desminuido alrededor de un Veinte y Cinco por ciento por debajo de nuestros gastos y ustedes
solo han optado por por ignorar este hecho.
Hoy debo decirles que todos y cada uno de ustedes debe aumentar sus contribuciones
semanales en un Veinte y Cinco por ciento de lo contrario no vamos a poder seguir pagando
nuestras cuentas. Cada año incurrimos en un déficit de Cincuenta mil dólares, lo que esta
agotando nuestra reserva de efectivo. Usted no debe ser asi de irresponsable con las finanzas
de su casa porque la perdería.
Esta comunidad es una familia parroquial. Ustedes no son visitantes aquí. Ustedes aquí tiene
responsabilidades y deben asumirlas.
Aparte de la necesidad financiera de la parroquia, también hay muchas otras necesidades que
es su responsabilidad cumplirlas. Es su responsabilidad evangelizar y traer gente a la iglesia. Es
su responsabilidad de proporcionar acólitos y tambien personas para capacitarlos. Es su
responsabilidad prepararse en el ministerio que ha ofrecido servir. Es su responsabilidad llegar
a la iglesia a tiempo. Usted sabe a que horas comienza la santa Misa y tambien usted sabe
cuánto tiempo se toma desde su casa para que pueda llegar a tiempo a la iglesia.
A finales de septiembre, pedí tres voluntarios de cada comunidad para hacer parte del "Grupo
de Supervisores" - nadie respondió, excepto un par de personas, que ya están sobrecargadas
de trabajo en su servicio a la parroquia. Necesitamos que la gente asuma la responsabilidad en
nuestras instalaciones, y asegurarse que este segura y limpia - asegurarse que cuando los
grupos necesiten utilizar las instalaciones, ellos tengan lo que necesitan y que quede limpia
despues del evento y todo quede organizado correctamente.
Es probable que yo me acerque a usted, o que alguien le hable en mi nombre, con el fin de
pedirle sus servicios necesarios para nuestra comunidad parroquial. Yo necesito que usted
acepte nuestra invitación para servir. Incluso sería mucho mejor que usted se acerque a mí y me
pregunte, "¿Cómo puedo ayudar?".
Hoy, al celebrar La Dedicación de la Basílica de Letrán como un signo de nuestra dedicación a
nuestra iglesia, vamos todos a apreciar el gran regalo de nuestra iglesia y todos - no sólo
algunos - vamos a trabajar juntos para edificar tanto las piedras vivas como las piedras de arcilla
y cemento de manera que dejemos un patrimonio viable para las generaciones venideras. Que
Dios los siga bendiciendo a ustedes y nuestra parroquia.

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