Cartas de Amor - Publicatuslibros.com

Transcripción

Cartas de Amor - Publicatuslibros.com
Cartas de Amor
Cristóbal Fábregas
2
2014. Cristóbal Fábregas
Portada diseño: Celeste Ortega
Edición cortesía de www.publicatuslibros.com. Debe reconocer los
créditos de la obra de la manera especificada por el autor o el
licenciador (pero no de una manera que sugiera que tiene su apoyo o
apoyan el uso que hace de su obra).
No puede utilizar esta obra para fines comerciales. Si altera o
transforma esta obra, o genera una obra derivada, sólo puede distribuir
la obra generada bajo una licencia idéntica a ésta. Al reutilizar o
distribuir la obra, tiene que dejar bien claro los términos de la licencia de
esta obra.
Alguna de estas condiciones puede no aplicarse si se obtiene el
permiso del titular de los derechos de autor. Nada en esta licencia
menoscaba o restringe los derechos morales del autor.
Publicatuslibros.com
C/ Las Marías,10
28250 Torreldoones/Madrid-España
Tel.: +34 953 04 86 06
www.publicatuslibros.com
3
CARTA DE AMOR I
No creo que el que me hayas conocido puedas considerarlo un milagro.
Puedo transmitirte mucha alegría, pero también puedo provocarte
mucho dolor. Ha pasado y ya esta. Tú me transmites el doble de alegría
y sé que podrías causarme el doble de dolor. Tampoco creo que ese
Dios en el que no crees te este castigando. El que yo se que esta ahí, no
castiga la ilusión, no castiga el cariño, no castiga el amor…Castiga el
que nos queramos de dos en dos, para odiarnos de mil en mil. Castiga el
que seamos cobardes y el que callemos ante el dolor y la injusticia.
Castiga el que seamos incapaces de perdonar a los demás y de
perdonarnos a nosotros mismos. Yo se que Él aprueba lo que nos está
pasando. Lo siento en mi corazón.
Por eso solo quiero decírtelo otra vez: Acabo de hablar contigo y solo
quiero decírtelo otra vez: te quiero, eres lo mejor que me ha pasado
nunca. ojala nunca te defraude. Te amo y te abrazo aunque la vida nos
lleve a las antípodas. Siempre, siempre, estaré a tu lado. No lo dudes.
aunque no me veas ni yo te vea, aunque no me oigas y yo no te oiga,
aunque mis manos no te toquen ni tu me toques. Estoy escondido en el
hueco que me has hecho dentro de ti. Ahí me siento seguro.
4
CARTA DE AMOR II
Buenos días princesa nacida de las aguas. Yo sigo extrañándote como
siempre en ese desierto en que tu no estás pero lleno de ti te mando un
fuerte beso.
Siempre vuelve a salir el sol. Por muy negra que sea la noche, por muy
oscuro que se nos haga el túnel siempre vuelve a encenderse una vela
en el horizonte. Por muy solo que nos sintamos la fiesta está por llegar.
Los caminos, aún siendo desconocidos, nos llevan a nuevas ciudades, a
bellos parajes, donde, cuando se llora, no se hace de tristeza sino de
emoción. Y en esas ciudades, en esos parajes, nos esperan miles de
personas que se transforman en únicas cuando decidimos dedicarles el
tiempo de cuidar una rosa. Eso las hace especiales. Pero no olvidemos
nunca que las rosas tienen espinas y que si no se riegan se marchitan y
terminan formando parte del polvo del camino. Pero el sol vuelve a salir
y cuando lo miras sabes que nada te va a parar y que nace un nuevo día
en que la esperada fiesta se anuncia cada vez más cercana.
No te estoy preparando nada, por lo menos nada que no te puedas
imaginar. Ya conoces mis dos yo. Al que solo conocen unos pocos, al de
la intimidad, y al cubierto de coraza. Se ve que este no te ha gustado, te
parece violento y competitivo y yo lo siento. Pero aunque haya muchas
cosas de él que no me gusten a mí tampoco, me ha salvado de la
quema un millón de veces y ya forma parte de mi. Soy demasiado mayor
para cambiar hábitos aprendidos. No te voy a decir otra cosa. Máxime
cuando no sé que he hecho mal. ¿ Puede ser la actitud? Vale. Todos
tenemos nuestros puntos negros, y, a lo mejor se trata de ponernos en el
lugar de los demás. Pero cuando uno piensa que ha pasado una buena
noche y, al final, recibe un jarro de agua fría le da por pensar muchas
cosas. Le da por pensar si vale la pena. Yo no quiero relacionarme
contigo solo por relacionarme contigo. Si mi comportamiento te molesta,
te asusta, te agobia, la solución es muy fácil. El camino es muy fácil.
Más de lo que puedas llegar a creerte. Para mi eres muy, muy,
importante y quizás por eso me planteo si mi presencia te hace bien. Si
no es así yo lo sentiré pero me alejaré de ti. No te quepa la menor duda.
Y ya ( aunque no quería) he soltado lo básico de la conversación. Como
ves es algo muy sencillo, algo muy simple.... Tendremos esa
conversación y, quizás, podamos reconducir nuestros pasos por otro
camino, juntos y en paralelo, o en direcciones diferentes pero sabiendo
que estamos ahí y que nuestras almas se rozaron un segundo en el
espacio del tiempo. Que tengas un buen día y consigas terminar todo lo
que te propongas. Un beso tierno de esos robados que te gustan.
5
CARTA DE AMOR III
Como Fitzcarraldo que se empeño en llevar una función de opera desde
Iquitos a la amazonia, yo que ya he atravesado en barcaza el amazonas
que nos separa, sería capaz de recorrer cien desiertos, subir cien picos
y recorrer un millón de simas, porque hoy siento que mi cuerpo es capaz
de levitar y mantenerse flotando en el paraíso.
Gracias a ti, gracias por dejarme entrar un poquito mas en tu vida,
gracias por esos abrazos, por esas historias que mi mente consciente ya
ha olvidado pero que han entrado directas en mi corazón, por esos
besos recobrados, por esta tarde que ha sido ( y no te quepa duda) una
de las mas maravillosas que he vivido en mi vida. Hoy nada me importa,
hoy solo tengo tu imagen, tu olor, la dulzura de tu voz y el tacto de tu
piel. Hoy solo quiero cerrar los ojos y rememorar cada minuto que he
pasado contigo. Minutos que son cada uno una vida., mi princesa, mi
sol, mi gacela, mi estrella polar, mi respuesta..........
6
CARTA DE AMOR IV
Estoy feliz. Feliz porque, aunque no acabe de creérmelo y eso cause
mis inseguridades, tu te hayas fijado en mi. Feliz porque te siento cerca,
en un mar de miradas cómplices y de caricias furtivas, de besos
entregados, de sonidos sin ruido y palabras que expresan mucho mas
de lo que dicen. Feliz por formar parte de tu vida y por que tu quieras
formar parte de la mía. Feliz por jugar a juegos de enamorados en el
portal de tu casa como adolescentes enloquecidos por que les salta el
amor dentro del pecho. Feliz porque no quieras abandonar el verme
hasta el final de tu calle. Feliz por poder dormir como un lirón sin perder
tu imagen, ni tu olor, ni el sonido cadencioso de tu voz.... Feliz por
quererte, por haberte encontrado y por soñar en el tiempo que tenemos
para vivir juntos, para disfrutar juntos, para reír juntos y si, claro que si,
para hacer locuras yo solo ( bueno eso no esta tan claro) afectado por
esta esquizofrenia paranoide que, desde hace dos meses, ha removido
mi cuerpo y mi conciencia.
Tenemos pendiente una comida japonesa ( invito yo y eliges el sitio tu
que para eso eres la experta). ¿ Este sábado? Prometo dejar que me
enseñes las virtudes del sake sin aprovecharme de sus efectos
secundarios. Te quiero.
7
CARTA DE AMOR V
Mi amor: He dormido de un tirón soñando feliz. Ya se que tu no te
sientes querida, que nadie te quiere..... Y puede ser que esa alegría
que siento cuando estoy contigo, ese temblor que recorre mi cuerpo
cuando me besas o te cojo de la mano, ese ardor interior cuando me
miras no sea porque te quiera, si no porque siento que tu me quieres a
mi al menos un poquito. Puede ser que esto que tenemos no vaya
a ninguna parte. Que, al final, tu absoluto amor a la soledad o mi
impaciencia acabe con todo esto, pero, pase lo que pase, suceda lo que
suceda, ocurra lo que ocurra, quiero que sepas que se puede querer
mas de lo que yo te quiero, pero nadie, escucha, nadie lo hará con
tantas ganas como yo te quiero a ti. Pasa buen día cariño, yo me estaré
acordando de ti. Un millón de besos.
PD.- Al final has conseguido lo imposible ¡ hacerme comer pescado
crudo!
8
CARTA DE AMOR VI
Mi vida: No te puedes ni imaginar, siquiera remotamente, las ganas que
tengo de verte. De sentirte. Soy consciente que he pasado un punto de
no retorno y ( te habrás dado cuenta) que me paso el día tratando de
facilitarte la huida, porque yo soy incapaz de parar. Ni quiero, ni puedo
hacerlo. Tú dices que te he dado más de lo que hubieras soñado nunca,
y no te das cuenta de que tú me lo has devuelto duplicado. Todavía me
cuesta trabajo pensar que te hayas enamorado de mí siquiera un
poquito. No creo merecerlo, ni tener méritos para ello. Y que conste que
no digo esto para que me des un poquito de jabón. Simplemente me
cuesta creerlo.
Recordarás que en un momento te dije que mis mesnadas abandonaban
el asedio de tu castillo. Y al final, como en Troya, todo parecía una treta
para meter a mis hombres en un caballo de madera dentro de tus
murallas. Recuerdo esa conversación que tu calificaste como « rara» .
Una conversación en que tus silencios me dijeron más que tus palabras
y de la que me gustaría que un día habláramos, frente a frente, y solo si
tú quieres. Y ahora de conquistador tramposo me he transformado en
conquistado, sometido y derrotado. Como decía la vieja canción de
Pablo Abraira « fui paloma, por querer ser gavilán». Y aquí me tienes
completamente atrapado. Completamente derrotado y ligado a ti. Me
siento unido a ti para siempre. Pase lo que pase. Sea lo que sea lo que
nos depare el futuro.
Y ¿ sabes lo mejor, lo más dulce? Que, aunque me cueste creerlo, me
demuestras cada segundo, que no estoy soñando, que esto es cierto,
que eres real. Y que realmente lo que dices existe. Aunque no pueda ver
tus ojos al decirlo. Aunque vea como me llevas al limite del precipicio
sabiendo que estoy dispuesto a arrojarme. Por eso, mi amor, te impulso
a que huyas. Porque yo ya no puedo, no quiero parar. Si te quedas
esperándome, terminaras encontrándome con mis muchos defectos, con
mis muchas miserias… pero tuyo, completamente tuyo, inmensamente
tuyo…
Me gustaría que mañana me llames. A partir de las 15,45 será posible.
Yo también te llamaré cuando me levante para darte los buenos días y si
puedo por la tarde. Dame cuerda con tus mensajitos. Hazme vivir con
tus palabras. ¡ Leche, estoy llorando! Este mes y medio ha sido el más
feliz de mi vida te lo aseguro. Eres lo mejor que me ha pasado nunca.
Me llenas tanto que no se si podré soportarlo. Conmigo o sin mi quiero
que seas muy, muy, feliz. Y si quieres, no me importa que me arrastres
contigo sea donde sea donde me lleves, si es contigo no tengo miedo.
Un beso de esos largos, largos, largos…. TKR.
9
CARTA DE AMOR VII
Bueno, pues aquí me tienes oyendo a Gomaespuma que, por cierto,
esta con el tema de San Valentín. Ahora me entero de que lo que tengo es
un coma de dopamina y que, al final, la serotonina ( que además da sueño ¡
leche si yo no duermo!) terminará por acabar con él. Bueno, por lo menos,
me da una salida. Otra cosa es que yo este por cogerla.
Más animado no sé si estoy, por lo menos trato de disimular lo que
siento. Me duele el estomago y tengo un nudo en la garganta. Hasta ganas
de vomitar tengo. Me he quedado con las reservas de dopamina del país y
eso se nota. Solo espero y sueño, que con eso no hago daño a nadie ¿ no?
No te creas que no estoy tratando de racionalizar todo esto para ver si
consigo controlarlo y que no me controle a mí. Hasta he entrado a saco en
mis trasteros donde los libros me comen. Soy poco apegado a las cosas
pero a los discos y a los libros les tengo una querencia terrible ( es peligroso
hacerme elegir compitiendo con ellos) y he rescatado para la lectura
algunos ensayos sobre el amor que tenía por allí ( llega un momento que un
modesto hacedor de poesía necesita conocer de forma objetiva ese
sentimiento). De fondo en Gomaespuma la Barcarola y ahora, creo que es
La Mar de Debussy ( leche lo han quitado). Quiero saber lo que me pasa…
Pues he encontrado un ensayo que leí hace mucho en el año 1989, se titula
Enamoramiento y Amor de Francisco Alberoni ( un sociólogo italiano) y allí,
convenientemente subrayado encuentro esto:
« Para comprender de qué se trata basta con pensar en uno de esos
períodos en que dos personas enamoradas están lejos uno de la otra no
porque se han separado, sino por algún obstáculo externo que consideran
insuperable. Cada una, entonces, vive en el corazón de la otra y el amor se
convierte en una continua nostalgia del amado, un sufrimiento porque él no
está, pero también una continua fuente de alegría inmensa en el recuerdo,
en la espera o simplemente en pensar en el amor del amado. Entonces
todo lo que suceda se vuelve contingente con respecto a este amor
profundo que turba y enciende. La vida puede desarrollarse normalmente, y
ser incluso una vida activa, generosa, pero su centro emotivo y ético esta
fuera de lo existente. El amor se convierte en lugar interior de la
regeneración, una isla aislada de la contingencia, el jardín de las rosas en
medio del desierto, donde el alma sacia su sed y puede volver al mundo».
Describe perfectamente lo que siento. Mi niña, me cuesta horrores
escribirte. Me veo otra vez controlando lo que me gustaría decirte. Pero me
da la impresión de que, diga lo que diga, estaría presionándote. Y no deseo
hacerlo. Ni por activa, ni por pasiva. Me gustaría que tuvieras tranquilidad
para tomar la decisión que te parezca más conveniente para ti, la que te
pida el corazón y la cabeza. Al final a mi me pasara lo mismo. No me tomes
en cuenta si quedo a la expectativa ( si es que puedo) de tus mensajes.
Mañana jueves, no obstante, hablaré contigo por teléfono y, luego, Dios
10
dira…
11
CARTA DE AMOR VIII
Estoy en casa. Son las 6 de la tarde y se ha ido todo el mundo. Así que,
dejando mis obligaciones a un lado, saco un momentito para conversar
contigo. No para pensar en ti, que eso lo hago en todo momento, pero si
para sentir el aumento de la bilirrubina en mi sangre cuando me dedico a
contarte lo que sea. Estoy oyendo Alfonsina y el mar cantada por Mercedes
Sosa y se me saltan las lágrimas. Estoy especialmente sensible y con el “
grifo abierto”. Supongo que lo sabrás pero por si no te lo digo. La canción se
refiere a una poetisa argentina ( Alfonsina Storni) que se suicido
ahogándose en el Mar del Plata por penas de amor. Penas de amor… Hoy
día de San Valentín no deja de ser una canción adecuada. Me encanta que
te encanten las flores. Me hubiera gustado mandarte un ramo de rosas rojas
y blancas y llenarte tu casa de miles de flores: una por cada minuto que te
he estado echando de menos. Pero hubiera sido demasiado escandaloso,
demasiado evidente….
Bueno, mientras, sigo acordándome de tu bello lunar y me gustaría
descubrir alguno más de los “ estratégicamente situados” ( ¿ no vas muy
deprisa? - Pregunta ella- No, voy muy, muy lento – contesta él-). No sé
cómo voy a pasar el fin de semana. El sábado por la mañana voy a ir a la
Universidad me había echo a la idea de hablar contigo. Ahora no sé cómo
voy a aguantar sin mis inyectables hasta el miércoles ( el miércoles por la
tarde te llamo seguro) o el jueves. Voy a tener un mono de la hostia… Hasta
estoy un poco celoso (mal empezamos) porque él va a poder pasar contigo
todo un puente en la nieve y yo me lo pasaré suspirando por las esquinas.
Claro que él también te ve dormir y tú eres lo primero que ve al despertarse.
Le envidio el que puede oír latir tu corazón y cubrirte de besos todos los
días. Pero es lo que toca. Espero que sepa lo que tiene. Yo tendré que
limitarme a mandarte las maravillas de las antípodas para que te imagines,
cuando las veas, que son de nuestra Kachantka, donde nadie puede
hacernos daño. Llena de flores, de bellos paisajes y lejos de todo y de
todos… Cierra los ojos, déjate llevar, y sueña, que soñar no es pecado.
Lo que paso en Granada, ya ves, hemos cruzado los mensajes y los dos
somos conscientes de que existió un momento de inflexión. Tras él
hablamos de muchas cosas, pero no fue lo que hablamos, monina, lo
importante fue lo que no dijimos.
Bueno, princesa, la vida ordinaria llama a mi puerta y me aleja. Ten por
seguro que seguiré pensando en ti y aguardando tus mensajes. No tomes
muy en serio algunas cosas. Cuando siento me pongo melodramático.
Aunque creo que todavía nos quedan muchos mensajes hasta el sábado
pásatelo bien y, si quieres y puedes, piensa todos los días un ratito en mí.
Mi dulce niña. Mi dulce sol. Mi cielo. Besos, besos, besos…. ¡Ah! Por si
acaso: felicidades…
12
CARTAS DE AMOR IX
Mi amor:
Sé que nunca recibirás esta carta. Si lo haces yo ya no estaré aquí. Y lo
sé porque, a pesar de quererte inmensamente, son muchas las cosas que
nos separan y mi presencia en tu vida solo será una carga que, al final, se
hará insoportable. Por eso, he decidido alejarme y renunciar a ti, aunque
con ello mi corazón se haga jirones y salte en mil pedazos.
Sé que te echare de menos. Echare de menos tus ojos tristes que solo
tu linda sonrisa es capaz de ocultar. Echare de menos tu alegría que me
cautivo desde el primer día, cuando no podía imaginar siquiera que
llegaríamos a donde ahora estamos. Echare de menos el compartir tus
ilusiones y echare de menos tu forma de bailar. ¿Sabes que me gusta
mucho? Cuando cierro los ojos te veo bailando con esa forma tan linda que
tienes de moverte.
Sabes que me gustas mucho y yo se que tu me quieres a tu manera. Se
que puedes reprocharme que decida por ti, incluso que te haga daño
alejándome. Pero yo solo soy un viejo barco a la deriva que se deja llevar
por las mareas y que ha abandonado ya su hoja de ruta, y tú tienes aun que
buscar tu lugar en el mundo para el que yo solo soy un retraso. Por eso, mi
amor, hoy he decidido irme y vivir recordándote al cerrar los ojos. Adiós. Se
feliz. Te amo.
13
CARTA DE AMOR X
Mi amor: Sabía que algo te pasaba. Lo intuía y estaba dándole vueltas a
preguntártelo directamente. Pero tenía mucho, mucho miedo. Miedo a que
fuera algo que tuviera que ver conmigo, que tuviera que ver con lo nuestro.
Yo sé que esto no es fácil para ninguno de los dos. Que los dos
sentimos que estamos haciendo algo que no está del todo bien. Pero yo
también estoy metido en una espiral que puede ser que no controle. Y que,
al final, te esté haciendo un daño que no te mereces. Tú sabes que yo no
quiero que esta historia se termine, lo sabes muy bien. Pero también sabes
(te lo he dicho muchas veces) que lo más importante para mi es que tú seas
feliz. Aunque eso me suponga tener que renunciar a ti y volver a mi. Primero
tú y luego yo y, por último, si es posible, nosotros. No quiero hacerte más
difícil el camino, quiero hacértelo más agradable.
Tras intentarlo de todos los modos, al final he conseguido hablar contigo.
Me duele verte triste pero es lógico que lo estés. Solo siento no poder
abrazarte y protegerte como yo quisiera. Y lo que es más duro para mí: el
tener la conciencia de que soy parte del problema. No me digas que no.
Sabes que es verdad. Y por el daño que eso pueda hacerte te pido perdón.
Yo no busque esto. Tu tampoco. Pero las cosas han venido así y a mí me
ha gustado/ me gusta la parte que me toca. ¡ Que qué se me ha perdido me
preguntas!. Ya te lo he dicho. Tú, solo tú. Y a mí me basta. No voy a hablar
más del tema ya que no quieres. Pero tampoco quieres que deje cosas sin
decirte. Si necesitas espacio dímelo. Si necesitas que desaparezca dímelo.
Si solo quieres un amigo de vez en cuando, dímelo. Intentare soportarlo. Y
no te preocupes por mí. Yo sobreviviré si tú sigues adelante. Y quién sabe,
quizás dentro de diez años nos encontremos de nuevo y podamos charlar y
reírnos de toda esta historia. Piensa en ti, en lo que tú quieres. Lo que tú
hagas estará bien hecho. No es una pose, es lo que siento. Para lo malo y
para lo bueno, he vivido contigo más cosas de las que te crees. Me iría
pagado. Solo espero que en tu corazón mi haber sea mayor que mi debe.
No te me lances al cuello, no digo que yo haya hecho algo para hacerte
daño. Pero mi presencia te duele porque provoco un comportamiento que te
distorsiona, que te hace pensar que estás obrando mal. Y yo no quiero ser
una carga. Quiero que me recuerdes como alguien que apareció para
endulzarte un tramo de tu vida. Yo seguiré pensando en ti. Queriéndote
inmensamente. Y sonriendo cuando te recuerde. Pero no este el momento
de plantearme eso. Hoy, estoy aquí. Tienes mi hombro, mis brazos y mis
manos para que llores si tienes que llorar, mis brazos para abrazarte, mis
manos para acariciarte. Y mis labios para besarte.
14
Anímate. La vida nos trae momentos malos, pero, sé que vas a
encontrar tu lugar. No te voy a dar jabón. Para mí sería muy fácil. Tienes
muchas cosas que podría utilizar. Pero tú has decidido que eres una
mediocre y, aunque eso no es verdad, por mucho que yo diga seguirás
pensándolo en estas horas bajas. Simplemente te digo que he conocido a
muchos mediocres y tú no perteneces a esa especie. No has dejado nada a
medias. Has dado todo de ti. Puedes sentirte orgullosa. Yo lo haría. Yo estoy
orgulloso de ti. De cómo reaccionas. De lo que sabes. De cómo te enfrentas
a las dificultades. No todo el mundo puede hacer eso. Y tú lo haces cada
día.
Te quiero por siempre, para siempre. Si puedes y quieres, hazme saber
que sigues ahí. Yo, hoy, sigo necesitándote para
levantarme, para
acostarme, para vivir...
15
CARTA DE AMOR XI
No hay forma de que tengamos un rato íntimo. Lo nuestro es un
encuentro imposible aunque los dos (de eso no me cabe duda) estemos
deseándolo.
Son tantas las cosas que me gustaría decirte, susurrarte,…. que me
faltaría tiempo aún teniendo todo el tiempo del mundo. Todas las cosas que
tanto me costó empezar a decirte y que, al parecer, tanto te gusta oír. Pero
no hay manera. Entre tus impedimentos y los míos, no hay forma.
He vuelto a intentarlo. A ver si puede ser. Claro que luego hablamos
cinco minutos y parece que andamos como locos. Pero bueno, esta vez si
hemos podido hacerlo.
No es que busque decirte algo en concreto. Solo quiero oír tu voz, oír tu
risa, saber que estoy/estás conmigo. ¡Tengo tantas ganas de abrazarte! Ya
sé que soy un pesado. Pero no es un invento el que, en cuanto tengo un
rato, me pongo tus fotos y te acaricio en la distancia. No es un invento el
que vibro solo pensando que es a ti a quien acaricio. Que es a ti a quien
beso. ¿Locura? Posiblemente. Una maravillosa y dulce locura. La que tú
provocas en mi interior. La verdad es que tengo la sensación de que, al
final, pensaras que soy un payaso y se te derrumbara esa idea de persona
responsable, de señor, que puedes tener de mí. No me importa demasiado
siempre que te rías y seas feliz (ya está este con su rollo, piensa ella).
No te preocupes. Yo, pobre de mí, no quiero crearte demasiados
problemas. Solo los justos, los necesarios para seguir disfrutando de tu
distante compañía. ¿ De verdad que sigues sintiéndome muy cerca de ti?
¿ De verdad que sigues cerrando los ojos y guardando las sensaciones que
te produzco en tu interior? ¿ De verdad que sigues poniendo « caritas»
cuando te hablo? Ojala sea así. Ojala siempre sea así. Yo seguiré besando
tus fotos y perfilando la forma de tus labios. Seguiré bebiendo de tus
palabras y dejándome mecer por tu risa, mientras espero que, algún día,
pueda abrazarte en la oscuridad y decirte todas las cosas que un día debí
decirte y no te dije.
Algo pasa en la ciudad. Espero que también estés oyendo las sirenas.
Estaremos espiritualmente juntos. Mi amor, no me olvido de ti. No puedo
hacerlo, no quiero hacerlo, no debo hacerlo. TKR.
16
CARTA DE AMOR XII
No sé si sabes que dicen que a los seis meses el enamoramiento o se
transforma en amor o desaparece. Y nosotros vamos camino de hacer seis
meses (parece que es desde siempre ¿ no?) de esta extraña, maravillosa y
alucinante historia. No es un reproche, pero si quiero decirte que, si te
importo algo, si realmente significo algo para ti, si de verdad me quieres,
tienes que sacar fuerzas de flaqueza y levantarte. Lanzarte de nuevo a la
vida de cabeza. Sin miedos, sin pesares, sin rencores... No dejes de
recorrerlo. Al final del arco iris esta el caldero de oro. No sabemos que es,
pero es bueno, y esta allí esperándote. Yo también realizo este camino, solo
por ver si me encuentro contigo. Me gusta lo que me pasa pero también
tengo mucho miedo. Ayer me eche (como siempre que puedo) un rato a la
siesta. No suelo pasar de una hora, pero ayer estuve dos. No quería
despertarme. Estuve soñando contigo. Lo de menos era en donde y en que
circunstancias (lo que si te digo es que no era un sueño erótico), lo único
importante, lo maravilloso, es que pase dos horas contigo. Tú y yo. Juntos.
Ibas algo piripi, como drogada, y yo te agarraba, muy fuerte, y te arrastraba
a lugar seguro. Cuando desperté tenía una sensación agridulce. Estaba feliz
porque, aunque en sueños, había estado contigo. Pero a la vez triste,
porque sentía tu lejanía. De verdad que no trato de darte un motivo más de
preocupación, ni, mucho menos, exigirte o pedirte algo. Si alguna vez lo he
hecho eso es agua pasada. Me gusta que intentes llamarme, aunque no lo
coja, que me mandes mensajes cuando no los espero porque sé que no
tienes acceso a Internet. Pero no quiero que gastes un duro en mi. Estamos
en la época de las vacas flacas. Así que a aguantarse tocan. Yo y se que tú
también.
17
CARTA DE AMOR XIII
La verdad es que no tengo palabras para consolarte, para enjugarte las
lágrimas, para quitarte el dolor. Que me siento inútil y miserable y que me
lleno de odio y de desprecio por aquellos que te están haciendo esto. Los
mediocres no son capaces de admitir que alguien pueda hacer las cosas
bien, que puedan darlo todo. No les des encima la satisfacción de verte
hundida. Vas a salir adelante. Lo sé. Ese Dios en el que no crees te va a
ayudar. Los míos te van a mandar fuerza desde el cielo. Porque te lo
mereces, porque lo vales... Y tu inútil ángel de la guarda te va a proteger de
la única y humilde forma que sabe: con sus palabras, con sus humildes, y
torpes, palabras. Con esos pequeños poemas que solo tu inspiras, mi
musa, mi impávida y cristalina ilusión, mi Laura transmutada...
Si yo no fuera un cobarde me escaparía contigo al fin del mundo, a ese
lugar ( si es que queda alguno) donde no llegan los caminos, donde nadie,
nadie, pudiera perturbarnos y me haría viejo contigo. Hay un viejo proverbio
que dice que te unas a una mujer con la que puedas charlar porque al final
solo queda eso. Y a nosotros de eso nos sobra. Sé que puedo ser feliz sin ti
(hasta ahí no llega mi locura), pero también sé que solo puedo ser
plenamente feliz teniéndote presente. No me excluyas de tus males, porque
eso sería para mí como excluirme de tu vida. Vete si necesitas alejarte de
mí para ser feliz. Te aseguro que no tendrás de mí ni una palabra de
reproche. Pero no te vayas para alejarme de tu sufrimiento. No podría
soportarlo.
Se me agotan las palabras. Por una vez me siento seco y sin
mecanismos para transmitirte lo que siento. Te mando el olor de esa
Andalucía a la que quiero aunque no sea mi patria. Es solo mi tierra. Como
se dice en el Libro de Ruth mi patria es la tuya, mi Dios es tu Dios, donde tu
vayas allí estaré. Mi patria, mi hoy dolorida reina, eres tú. TKR.
18
CARTA DE AMOR XIV
La verdad es que no se qué haces alegrándote porque no desaparezco
de tu vida. Tengo la sensación de que puedo complicarte más la vida que
facilitártela. Pero, ciertamente, se nota que no quieres que me esfume.
Espero que siempre sea así y que no te arrepientas de no haber
aprovechado la oportunidad de perderme de vista (o de oído) , por lo
menos, durante una larga temporada.
Hablas de conversaciones raras. Es cierto, conversaciones en que los
dos damos todo por definitivamente terminado y dos minutos después ya
solo nos preguntamos cuando volveremos a hablar, sabiendo que será
inmediatamente y diciéndonos cosas que no se dicen ( al menos de forma
habitual) en una despedida. ¿Recuerdas? Ya nos ha pasado varias veces.
Dos por teléfono y una presencial. Y siempre el resultado ha sido el mismo:
tu vuelves a sonreír y yo vuelvo a meterme en tu vida a lo bestia. No puedo
sustraerme al efecto de tu risa. Creo que nunca podré hacerlo. Sí, mi amor,
tengo el convencimiento de que esto no va a ninguna parte, pero también el
de que tú me quieres y me quieres presente y cerca. De eso no tengo duda.
Puede que esté equivocado, puede que, en el fondo, sea una forma de
aferrarme a lo que mi corazón anhela, una nueva batalla que ha ganado tu
ángel contra mi demonio, aunque ello no haya significado el fin de la guerra.
Espero que te valga la pena estar en medio de esta carnicería. Yo sé
que, con todas estas cosas, a lo que hago daño es a lo único que parece
estable en tu vida. Esa relación de pareja que se que valoras y mucho. Lo
siento. Nunca fue esa mi intención. Solo quería estar contigo, conocerte
mejor, acercarme a ti… No buscaba enamorarme, ni que te enamoraras.
Pero llego un momento en que me fue imposible dar marcha atrás. Ya era
tarde. Ya habías entrado en mi corazón como un soplo de aire fresco.
Después, a pesar de todos los tiras y aflojas, a pesar de la confusión que
me embarga, esa herida ha sido mas y mas profunda. Te ríes de mí porque
me cuesta mucho desengancharme de ti. No te engañes. El demonio
también hace sus deberes y yo debo velar por mi supervivencia. Ojala tú
puedas también permitirte el prescindir de mi. Me dices que no tome
decisiones por ti. Que tu veras si soy o no soy un lastre. Siento que es poco
lo que puedo ayudarte. Solo estar aquí mientras que tú quieras y me
gustaría estar de una forma que no le hiciera daño a ninguno de los dos.
Que nos permitiera ser amigos sin que esa pasión, ese sentimiento que hoy
me desborda provoque un estallido que sea incapaz de controlar. Pero, mi
vida, no quiero que el estallido te haga daño. Antes renunciaría a ti porque
te quiero demasiado.
No te preocupes por mí. Voy a seguir viviendo y espero que parte del
camino que me queda pueda tenerte a mi lado. Pero no me pidas que no
me deshaga pensando en ti. Que no busque una puerta por la que colarme
más y más en tu vida. Si no quieres que entre ciérrala porque yo, mi niña
19
bonita, no voy a desaprovechar una puerta abierta a compartir contigo un
minuto de mi vida.
20
CARTA DE AMOR XV
La verdad es que, cada vez, se me nota más. La gente insiste: estás
enamorado. Yo trato, como puedo, de hacerme el loco. Como si el tema no
fuera conmigo, pero no puedo dejar de esbozar una sonrisa y tratar de
quitarme de en medio.
Aunque me llames viejo no dejo de ser un niño inseguro y asustado,
pero feliz, por todo lo que le está pasando. Tú también haces que me olvide
del mundo y que quiera irme contigo a esa islita donde nadie pueda
encontrarnos. La verdad es que me pones como renuncia lo que me sería
más fácil de renunciar. ¡Ojala solo fuera eso! Estarías ya escondiéndote
pidiendo una orden de alejamiento porque me habría pegado a ti como una
lapa. Sé que lo pasaríamos pipa. Que seriamos capaces de pasarnos el día
riéndonos de nosotros mismos y hablando y hablando… Ya te he dicho que
me has clavado.
Dices que parezco más viejo de lo que soy. Ya sé que me estas tomando
el pelo, pero eso lo dices porque no me has visto afeitado. ¡ Parezco un
niño! ( ya, ya lo sé. También me comporto como un niño. No hace falta que
ahora me humilles y te aproveches de tu superioridad manifiesta). ¡Claro
que me gusta que me admires y que me halagues! ¡Claro que lo necesito!
Lo he necesitado siempre. No lo tomes como vanidad pero de eso tengo a
espuertas en mi vida. Cierto que las personas más próximas a mi son las
que menos lo hacen, las que más me restriegan mis defectos, las que
pasan de lo que yo hago…pero de esto, si quieres, hablaremos. Prefiero no
escribirlo. Y ciertamente yo necesito que alguien próximo me dé un
empujoncito de vez en cuando. Pero lo más importante es que (no sé como
lo haces) pero cuando tu lo dices sé que no es una pose, que no es una
forma de buscar agradarme, sino que lo sientes realmente. No veo tu cara,
pero siento tu corazón. Debe compensarte mucho, cuando a pesar de lo
que tienes encima y a pesar de tu vida sentimental más o menos
estabilizada eres capaz de lanzarte a navegar en esta marejada en la que
somos incapaces de recoger velas.
Ya sé que de vez en cuando hay que hacer locuras y darle una alegría al
cuerpo. Pero te voy a decir dos cosas. Una, no quiero tener a prioris ( te
parecerá una tontería pero siento que por mis a prioris he estado a punto de
perderte). Quiero que las cosas se desarrollen como tengan que
desarrollarse y si ya en la distancia me pones como una moto, va a ser
difícil pararme cuando me tengas delante. La otra: deja a mis pobres
alumnas en paz. Seguro que saben más que tu y yo juntos y, además, la
sed que tú me provocas solo tú puedes apagármela. Solo tú, bonita. Solo tú.
Te quiero siempre.
21
Esta mañana, cuando me dabas ese abrazo de despedida, me has dicho
que no me ibas a ver en mucho tiempo. No lo es tanto. De hecho es mucho
menos que el que no nos hemos visto estando a 100 metros de distancia.
En ese tiempo si estabas lejos. Ahora da igual que pueda irme a 900 Km
porque te siento cercana, aunque no tan cercana como quisiera. Lo que si
quiero ( aunque sigo sin comprender muchas cosas) es darte las gracias
por estos días y decirte que sigo disfrutando de cada minuto de tu
compañía. Por cierto ( y no es para darte celos) he ligado. Una gitanilla
rubia de 5 años se ha sentado conmigo a darme conversación y aquí la
tengo mirando el libro de como diseñar un programa de radio con gran
interés. Se llama Nazaret y quiere que le lea el libro. Bueno a lo que iba,
que gracias. Aunque tú no quieras, aunque yo tampoco quiera, te echare de
menos con tus ojos oscuros, tu pelo negro y tu maravillosa sonrisa. Cuídate
y lucha por ser feliz. No tengas miedo. Te lo mereces.
22
CARTA DE AMOR XVI
Mi querida y, ¿ por que no decirlo? amada X: He pasado toda la noche
pensando en ese pensamiento tan triste de que tu familia no te quiere. Esa
sensación que tienes de que salvo tu madre te encuentras sola y pienso, sin
conocerlos, que eres injusta con ellos y, sobre todo, contigo misma. No
puedo creer que, si bien a veces eres especialmente dura ( y no te pongas
la venda que no personalizo), no se pueda querer a alguien como tú con
ese corazón grande y tierno. Pienso que te excedes en esa creencia y que
la misma te hace daño. Y necesitas perdonarte a ti misma, porque siempre (
y no te me enojes) he pensado que te sientes culpable de algo y que eso te
paraliza y te bloquea y por eso te refugias en una actividad frenética que no
te deja tiempo ni para pensar, ni para sentir....Tienes que vivir, creer que hay
gente que te quiere, que no somos ( porque sabes que me incluyo en esa
gente) una ficción, que aunque te empeñes y hagas lo posible porque nadie
pase de la antesala de tu corazón, hay gente que se sitúa en tu vida
PORQUE TE QUIERE. Cuando desaparezca de tu vida (desgraciadamente
eso ocurrirá tarde o temprano) me gustaría que creyeras en ti misma, en tu
capacidad de amar y de ser amada, eso es lo que quiero dejarte. Y perdona
por mi perdida de papeles de ayer. Me puse al borde del abismo y cuando
me tocaste creí que no iba a soportar el peso del recuerdo, que a mi todavía
me duele. Un beso con mucho amor.
23
CARTA DE ( DES) AMOR XVII
Mi cielo: He intentado esta tarde hablar contigo por teléfono varias veces
y no ha sido posible, así que te escribo este correo con la esperanza de
encontrar las palabras justas para expresarte lo que quiero decirte sin
que eso te ofenda ni por el fondo ni por la forma. No te voy a hablar de
mis sentimientos porque esos ya los conoces, como conoces el
concepto que tengo de ti. Tampoco te voy a hablar de mi apreciación de
todo esto que nos está pasando porque también te lo he dicho ya.
Siempre con miedo, porque cada vez que trato de acercarme a ti parece
que te arrojo más lejos de mi como si se hubiera implantado entre
nosotros una maldición que nos separa irremisiblemente. Nuestro último
cruce de correos ha sido cuanto menos desafortunado y creo que está
llegando a hacernos daño a los dos. Y esto no puede terminar así. No
debe terminar así. Aunque solo sea por esos minutos que creo felices
para los dos que hemos compartido. Si cerramos en falso esta historia
nunca podremos reconstruir nada sobre sus restos y yo no quiero que
una persona como tu desaparezca de mi vida.
Ya no se si el jueves querrás verme o no. Solo te pido que no tengas en
cuenta mis tonos, mis errores, mis incomprensiones, mi falta de tacto....y
que no me prives de que hablemos frente a frente de nosotros. Aunque
sea para decirme que no quieres nada conmigo. Alguno diría que esto
es ponerme en ridículo, ponerme en evidencia, humillarme. Y ¿ sabes
una cosa? No me importa. Aunque eso destruya la imagen que tienes de
mi. Aunque me haga parecer un alfeñique. Y no me importa porque vale
la pena. Porque tú, aunque sea en la lejanía, vales la pena. Y porque si
así salvamos algo de lo que hemos tenido, si podemos seguir siendo por
lo menos buenos amigos, vale la pena. Eso no quiere decir que renuncie
a que podamos darnos una oportunidad, que no esté dispuesto a
hacerlo si tu quieres, que no esté dispuesto a aprender como tratarte
para que no huyas de mi. Quiere decir que estoy aceptando, asumiendo,
que lo nuestro se ha terminado y quiero que no nos haga más daño del
justo y que podamos, que yo pueda, seguir viendo tu sonrisa aunque
sea de lejos y escondido.
Recuerda que yo te he querido, que te quiero y que te querré
siempre. Un beso.
24
CARTA DE ( DES) AMOR XVIII
Mi muy querida X: ya sé lo que te pasa y aunque, ciertamente, me duele
que estés así no es a eso a lo que me refería cuando hablaba de mi dolor.
No te estaba pidiendo más alegría, ni que seas positiva, ni que asumas
una responsabilidad que no es tuya. Lo que te pedía, lo que te pido, es,
precisamente que no me excluyas de sobrellevar tu carga, de vivirla contigo.
Posiblemente habré tergiversado las cosas pero siempre he pensado que
estábamos construyendo algo que podía valer la pena, para los dos. Que
siendo, como somos, distintos podíamos darnos nuestro espacio individual
y tener nuestro espacio común compartido. No me refería a que tu tiraras de
mi carro, sino a ayudarte yo a tirar del tuyo. Perdona por lo de que te vaya
bonito. No se trataba de una despedida o lo era solo momentánea ya que
no me parecía el mejor momento para hablar.
Yo quiero seguir peleando por lo nuestro, lo que pasa es que no se si
existe. No quiero ser una carga añadida para ti, pero también yo tengo mis
momentos negros. Olvida cualquier responsabilidad que tengas conmigo o
que pienses tener. Más de una vez mi presencia te ha hecho olvidar tus
problemas. Al menos eso me has dicho. Y eso es lo que quiero.
Te llamare simplemente para oírte y si te pregunto que tal o como estas
considéralo retorico. Ya se que estas cansada, harta y todo eso... Pero
aunque tú lo pienses no estás sola. Recuerda las palabras para Julia y que
tu también tienes derecho a sentirte bien, conmigo o sin mí, me gustaría
que yo contara como factor del producto. Pero tú lo has dicho muchas
veces si uno no quiere dos no pelean. Dices que estas conversaciones se
repiten. ¿Preferirías que me callara? ¿Que desapareciera cuando no
estuvieras de buen humor? ¿Que solo estuviera para lo bueno? Pues eso
no puedo prometértelo, no quiero prometértelo. Si no quieres hablar dímelo
y espero que tú me llames.
Y, por favor, piensa que hay gente que te quiere y que vas a seguir
adelante. A mí me gustaría verlo, si no desde el albero, al menos, desde la
barrera. Te quiero. Eso nadie, ni tú, puedes cambiarlo.
25
CARTA DE ( DES) AMOR XIX
Querida X: Lo primero no quiero que te tomes lo que te voy a decir como
un reproche. Mucho menos como una muestra de desencanto o de
alejamiento de ti. Pero si algo he aprendido en esta vida es que si uno va
guardando sus sentimientos y sus pensamientos a la larga estos estallan de
la forma más inapropiada destrozando todo lo que pillan a su paso y yo no
quiero que eso ocurra entre nosotros, aunque más de una vez piense que
no existes, que lo que yo considero como una relación que va, poco a poco,
construyéndose no es mas que una ilusión mía en la que trato de introducir
mis deseos. Sé que para ti lo más importante son esos proyectos por los
que has renunciado a tantas cosas importantes en tu vida, creo que he
llegado a entenderlo, y lo respeto. Sé que tienes un trabajo esclavo que no
deja tiempo ni para ti ni para nosotros. Y tú necesitas tiempo para ti. Pero
también necesitamos tiempo para nosotros si queremos que lo nuestro sea,
al menos, una historia. Entiendo tu frustración cuando ves que otra gente no
se toma las cosas como tú y establece unas prioridades distintas a las
tuyas. Entiendo que no te sientas satisfecha contigo misma. Creo que te he
demostrado que estoy ahí contigo. Que te apoyo sin fisuras y sin
vacilaciones. Hoy quería haber hablado contigo y decirte que si no te
importaba te acompañaba a Senegal, porque estaría dispuesto a ir al fin del
mundo contigo. Ya he hecho gestiones y puedo arreglarlo todo para irme
contigo, de becario, de maletero, de grumete o de rigodón. De lo que tú
quieras. Ahora no lo sé. Te lo he dicho varias veces: lo que no soporto es
sentirme excluido en los momentos malos y esos son los momentos en que
el muro que nos separa es más grande, mas inaccesible. Hoy quería verte.
He estado contando los minutos que faltaban para estar contigo. No ha
podido ser. Lo entiendo. Me ilusiono como un niño por verte y otra vez te
escondes porque dices que no te sientes bien contigo misma. Y otra vez me
excluyes en tus momentos negros. Y eso me hace daño. No puedo evitarlo.
Nunca voy a poder evitarlo. Siento introducir más variables a tu situación
pero tengo que decírtelo, antes que todo esto se transforme en un dolor
insoportable que me haga alejarme de ti, cosa que no quiero. Pero necesito
que lo sepas. Tú me has dejado claro con vehemencia que es lo que te
importa y yo te estoy diciendo que es lo que me importa a mí en una
relación de pareja. Claro que, posiblemente, la relación de pareja en este
caso no es ni una expectativa y es solo un sueño del que tendré que
terminar despertando. Besos.
26
CARTA DE AMOR XX
Mi amor: Sabes que yo no quiero invadir tu espacio, solo quiero que me
incluyas en la antesala de tu vida y que me dejes entrar en tu salón. ¡ Ah! Y
no me tengas privado del baño toda la tarde cual martirio chino.
Lo demás, mi amor, cuando, como y donde tu quieras. Sabes que estoy
aquí esperando que cojas mi mando a distancia y me pongas en marcha.
Dime cuando quieres que quedemos. Llámame. Considérame parte de
tu vida y levántame así por encima de las nubes. Te quiero. Te amo. Quiero
a las dos mujeres que hay en ti (¿ esto se llama poligamia?). Sabiendo que
estas ahí mis ratos malos cada vez son menores, cada vez duelen menos....
Un beso muy, muy, muy tierno.
27
CARTA DE AMOR XX
Ya he visto tu largo correo y, aunque no quiero seguir cansándote
diciéndote que lo siento, siento mucho todo lo que ha pasado. No quiero
que te subas a mi tren, porque mi tren ahora anda un poco o un mucho
estropeado, pero si quiero que circulemos en paralelo. He pasado un mal
momento, paso un mal momento, es cierto. Pero no quiero que eso rompa
un camino que podríamos andar juntos. No somos niños y tenemos historia,
a veces, una negra historia que nos condiciona y que no vamos a
abandonar. Tú me haces bien y creo que yo te hago bien ¿ por qué una
chorrada mía va a dar al traste con eso? Y no es solo, o simplemente no es
un problema de tu forma de ser o de tus escapadas, sino también de la mia.
No sabes lo que puedo llegar a entenderte. Yo también he huido a través
del trabajo de las cosas que me agobiaban. Por eso yo también puedo
llegar a parecer una maquina y a ser un egoísta. No te voy a comentar aquí
lo que me parece determinadas cosas que haces porque sería muy largo,
pero todo ello me lleva a admirarte profundamente y por eso quiero seguir
ahí. X, quiero que hablemos, como tú y yo sabemos. Quiero que me des,
que nos demos, esa oportunidad. Y quiero que el tiempo que estés aquí
cuentes conmigo. A mí tampoco me gusta la comida precocinada. Y como
Sidhartha sé ayunar, se meditar, se esperar. Besos.
28
CARTA DE AMOR XXI
Otro día empieza y tú has transformado lo que podría haber sido el peor
cumpleaños de mi vida en el más maravilloso. He llegado a sentirme el rey
del mundo y hoy me siento solo porque me falta poder verte, poder tocarte,
sentirte también físicamente. No puedo dejar de pensar en ti, no puedo
dejar de escuchar tus historias, no puedo dejar de soñar con tus ojos, de
enredarme en tu pelo. A mí solo me encandilas tú. Ni la poeta libanesa, ni
nadie podrían romper el hechizo que surge con tu presencia, con la
suavidad de tus manos, con esa forma sutil que tienes para demostrarme
que te importo. Si, sueño con ese viaje a Granada en el que podamos ser
libres, libres de estar juntos, libres de andar por las calles como dos
amantes a los que no les importa nada. Sé que eres un ave migratoria, que
un día te irás lejos y que, probablemente, yo no tendré el valor de seguirte,
pero solo me importa saborear cada minuto que paso contigo, cada
segundo de dicha. Todo mi cuerpo reacciona con tu presencia, todo mi ser
se tensa con tu mirada. Si, te estoy conociendo, pero eso no quita el que yo
te quiera hoy y para siempre. Que tengas buen día.
29
CARTA DE AMOR XXII
Mi amor: Pienso que algo muy, muy, muy bueno debo haber hecho,
aunque sea en otra existencia, para que tu hayas aparecido en mi vida. Tú,
quizás, no te das cuenta pero hay pequeños detalles, a pesar de tu dureza,
que me derriten por dentro y me transforman en aire que se eleva hacia el
cielo. Lo de anoche. Venir solo por traerme un regalo. Ofrecerte a levantarte
para ir a acompañarme al autobús. Acompañarme al tren.... Son detalles,
muestras de afecto, a las que no estoy acostumbrado. A ti te parecerán
normales, a mi me llenan de amor. Es posible que como le dijiste a tu madre
lo nuestro sea imposible. Que tu lleves cuatro años sin enamorarte y que, tu
última experiencia, sea de todo menos positiva. Y es posible que mi
matrimonio haya fracasado y que yo no sea el mejor de los compañeros y
que, además, yo sí que sea un fraude. Que tu vida, al final, sea la aventura
y la mía la de un estable y aburrido funcionario que ya solo quiere
tranquilidad. Pero tú lo dijiste: todo es posible, hasta el absurdo imposible. Y
yo quiero pensar que tú has llegado a mi vida (y yo a la tuya) para
quedarnos. Y eso me llena de alegría y transforma mi vida en una novela de
colores en la que todo, todo es posible, hasta el absurdo imposible de que
tu, mi princesa del atlántico ( y no me importa que todas las mujeres del mar
sean malas), hayas sido capaz de fijarte en mi y, sé que no soy
presuntuoso, de quererme. Ojala esto no sea el sueño y la realidad nos
permita seguir adelante. Gracias por estar ahí. Te quiero.
30
CARTA DE AMOR XXIII
Mí querida niña:
Ya te dije una vez que sen>a que había entrado en tu vida como un intruso. No me
estaba engañando. Hoy lo sé. Pero aunque yo, ciertamente, soy moderadamente feliz,
necesitaba tener un paseo por las nubes y tú me lo has dado. Has hecho renacer muchas
cosas en mi que no sen>a desde hacía mucho Pempo. Pero, Penes tu razón. Puede ser que
objePvamente esto no vaya a ninguna parte y puede ser que tenga más aristas y más
espinas de las que creemos. Te llamaré esta tarde. No sé cuál será mi estado de ánimo, ni si
terminaré dejando de hacerlo... Sé que tengo que echar el freno y sé que tengo las
zapaPllas desgastadas. Para mi tus palabras también son como caricias pero se (creo que ya
lo hemos visto) que llegaría un momento en que no me bastarían. Hemos jugado con fuego
y, seguramente, estamos a Pempo de corregir el rumbo. No me parece que seas cruel.
Simplemente defiendes tu parcela de felicidad y el amor de tu vida, el trozo de felicidad
que tanto te ha costado construir. Ante eso es muy diYcil luchar y yo, en esta calurosa
mañana de invierno que lo es, no sé si estoy preparado para lanzarme a una batalla
perdida de antemano. Siento haberme precipitado pero necesitaba verte otra vez.
Necesitaba saber lo que intuía y ahora se. Que lo nuestro era una carretera sin salida, un
camino a ninguna parte. Tú arriesgas y yo arriesgo, y aunque yo sería capaz de jugarme en
un envite todo lo conseguido y si pierdo empezar de nuevo, tendría para ver un resquicio
por donde entrar.
No me hagas caso. Lo del viaje, quizás me explique mal. No voy predispuesto a
nada en parPcular, pero te engañaría si te dijera que no voy a probar si es real lo que siento
o no y si me equivoco en lo que sientes. Y a dejarme llevar, a lo que salga.... Prescinde de
mí, si quieres. Yo te prometo que una sola palabra tuya y no pasará nada, absolutamente
nada. Es posible que se pueda querer a varias personas a la vez y no estar loco y es posible
que nos despertemos toda la ternura del mundo. Pero también están nuestras
circunstancias, lo que arriesgamos y lo que perdemos. Sé que tú has elegido y yo tendré
que hacer lo mismo. Esta tarde te llamo. Te lo prometo.
31
CARTA DE AMOR XXIV
Bueno, cielo. Aquí me Penes otra vez tratando de estar un raPto conPgo. Esta mañana
he estado paseando y te he echado de menos como me ocurre todas las horas del día.
Tu úlPmo correo me encantó y tu sabes por qué. Lo del italiano no me extraña por
mucha niña mona que tuviera en su casa, pero, muchas veces, no es la monería lo que
nos atrae a los hombres. Eso te lo aseguro. Y los italianos ya se sabe....
Hoy quería decirte que he soñado conPgo. Un sueño muy real. De esos de duermevela
que te despiertas y sigues soñando. No sé, me dio la sensación de que, en ese preciso
instante, tú estabas pensando en mí. Quizás también soñando conmigo. Fue de 12 a 2.
Estabas desnuda sobre mí, abrazándome, besándome y diciéndome palabras bonitas.
Yo te acariciaba y me gustaba lo que sen>a. No era algo carnal, más bien una presencia
etérea como si tu alma se hubiera escapado de tu cuerpo y hubiera superado la
distancia y los condicionantes para reunirse conmigo. Sé que esta historia es preciosa,
que es especial. Yo no sé si es lo más bonito que me ha pasado nunca ( desde luego
esta en los TOP), pero lo que tú me dices, lo que tú me estás diciendo, si es lo más
bello, lo más agradable que me han dicho nunca y en un momento en que es posible
que lo necesitará intensamente. Pero no te engañes yo también soy terrenal. Tengo mis
frustraciones y mis malos momentos, aunque conPgo a mi lado me senPría capaz de
comerme el mundo. Me Penes completamente embrujado. La pócima te ha
funcionado una vez más. Ahora que ya Penes mi corazón en tus manos no lo destruyas
y el seguirá amándote hasta el final de los Pempos.
32
CARTA DE AMOR XXV
La verdad es que, cada vez, me cuesta más escribirte. Mis ansias por tenerte al lado,
por tocarte, por mirarte…. me pesan demasiado. Si, me pesan los kilómetros, me pesan
todas esas cosas que nos separan. Pero yo, y creo que a P te pasa lo mismo, no puedo
detener la necesidad que tengo de tu presencia. ¡ Qué complicado, y a la vez que bello,
es todo esto! Yo se que nos senPmos culpables pero, en lo que a mí respecta no puedo
evitarlo, no puedo pararlo, no puedo dormirlo… No puedo senPrme culpable por lo
que no puedo controlar. Te quiero y te deseo ¡ Te quiero tanto y te deseo tanto! Deseo
tanto estar conPgo sin exigencias, sin a prioris y sin explicaciones que no puedo
senPrme culpable. Aunque sepa que alguien que nos importa mucho pueda salir
lasPmado. Yo tampoco te exijo nada. Así que dile que tu amante, hoy por hoy, es solo
un sueño. Que para que lo dejes por culpa suya Pene que transformarse en una
realidad y que, seguramente, sea incapaz de pasar por el filtro de esa realidad. Tengo
mucho miedo a decepcionarte. Yo te he idealizado a P, lo reconozco. Pero tú también
lo has hecho conmigo y tengo miedo a no pasar el examen. Jamás hubiera pensado
que una mujer como tú se hubiera fijado en mi y menos a estas alturas de mi vida. Me
encantaría comparPr conPgo tantas cosas y pienso ( y te lo digo con total sinceridad,
así que créetelo) que eres mucho mejor que yo en todos los senPdos y que acercarme
a P me enriquece más de lo que yo pueda hacerlo conPgo. Te lo aseguro.
Con todo mi amor.
33
CARTA DE AMOR XXVI
Mi vida, ya se, que cada uno tenemos nuestra vida y que, posiblemente, esta está ya
marcada, pero hace mucho, mucho Pempo, que no sen>a tanta necesidad de
sincerarme con alguien. Quizás me has pillado con la guardia baja, quizás se ha dado
entre nosotros esa extraña afinidad que provoca la comodidad entre dos personas.
Puede ser también que la distancia y el no vernos las caras, el no exigirnos nada el uno
al otro, rompa ese caparazón que todos solemos ponernos con los años y que nos roba
espontaneidad y, porque no decirlo, muchas veces, nos hace la vida más amarga. No sé
si todo esto es bueno o malo. Si puedo estar molestándote o creándote confusión o
problemas. Indudablemente, una sola palabra tuya y me mantendré alejado de
cualquier veleidad con respecto a tu persona.
Te preguntaras si se me ha ido la olla. Puede ser que sí. Me gusto hablar ayer conPgo y
hoy he echado de menos la dosis de un mensajito. A esto se le llama adicción y,
aunque siempre decimos que controlamos, la realidad es que, al final, tenemos que
hacer una cura de desintoxicación, así que ya he pedido plaza en Proyecto Hombre.
Pero dejémonos de historias. Te mando dos poemas. Van dirigidos a la misma chica. No
te puedo decir el nombre, simplemente no lo sé. Tuve una noche loca con ella hace
mucho Pempo. En aquel momento no recuerdo ni si nos dimos los teléfonos. Lo cierto
es que nunca la volví a ver. Fue una noche mágica. Y me inspiro esos dos poemas. Pero
no te pongas celosa. Tú nombre si lo sé y creo que no se me olvidara nunca.
34

Documentos relacionados