Contraplano La cuarteta de las camisetas enfundadas Por Orlando

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Contraplano La cuarteta de las camisetas enfundadas Por Orlando
Contraplano
La cuarteta de las camisetas enfundadas
Por Orlando Cadavid Correa ([email protected])
Cuando empezaba la segunda mitad del siglo pasado afloraba en el periodismo criollo un género que
marcaría impronta por la creciente fiebre del balompié que siempre ha ido en alza.
Nacía por aquellas calendas en la crónica deportiva de las cuatro principales ciudades (Bogotá, Medellín,
Cali y Barranquilla) una escuela sin maestros, pupitres, ni pizarrones, de quienes se ponían las camisetas
de los equipos que amaban, lanzando por la borda la objetividad, una de las 7 virtudes que no deben
faltar en el oficio.
Sin ponerse de acuerdo fueron irrumpiendo autónomamente en redacciones y cabinas de radio, cada
uno en sus dominios, el bogotano Roberto Posada García Peña, “El Hincha Azul”, cuando apenas
contaba 14 años de edad; el antioqueño José Yepes Lema, ”El Malevo”; el exiliado cubano José Pardo
Llada, nacionalizado en la cuna de su Deportivo Cali, y Edgar Perea Arias, “El Campeón”, nacido en
Condoto, Chocó, y aquerenciado por siempre en su Barranquilla querida.
Posada –nieto del entonces director emérito de El Tiempo, don Roberto Garcia-Peña-- publicaba
semanalmente su columna vestida de azul, en homenaje a Millonarios, en las páginas deportivas del
matutino de la Avenida Jiménez con la carrera séptima. El hinchismo de "D’artagnan´ languideció a
medida que maduró como columnista de quilates políticos y el llamado "Ballet Azul" se convirtió a la
sazón en una parodia cumbiambera de las que actuaban para los turistas interioranos en Taganga o
Bocagrande.
Yepes aparecía también cada ocho días con su retórico “Rincón de Casandra” en el desaparecido diario
El Correo, en el que lanzaba apasionadas proclamas al Deportivo Independiente Medellín, conjunto al
que le dirigía en letras de molde esta macabra súplica: “Oh, todopoderoso DIM, homicidame”.
Pardo molía hinchismo verde azucarado en su “Miradores”: el uno, impreso, en su columna diaria de
Occidente, y el otro en sus espacios del medio día, por Radio El Sol, de Todelar. Cuando el cubano
resolvió mezclarle política a sus programas radiales, hasta poner unas mayorías importantes en el
Concejo de Cali, en elecciones municipales, y conseguir una curul en la Cámara de Representantes,
cambió con frecuencia de cadena, mas no de camiseta verdiblanca, la misma de don Alex Gorayeb.
Perea, quien siempre tuvo puesta la camiseta del Júnior de Barranquilla en todas sus transmisiones,
siguió los pasos de Pardo, en la política, y llegó a ser senador de la república y embajador en Suráfrica, la
tierra de su ídolo Nelson Mandela.
Casualmente, murieron el mismo año Posada García-Peña, (D’Artagnan), el 23 de febrero de 2009, y
Pardo Llada, seis meses después, el 7 de agosto. “El Malevo” dejó de existir el 16 de enero de 2011, en
Bogotá, por una insuficiencia cardiaca, y Perea expiró en una clínica bogotana el 12 de abril de 2016. En
“La Arenosa” se le tributó un sentido homenaje de despedida.
Sobreviven de esta camada de parciales de su equipo del alma los periodistas Yamid Amat Ruíz y Daniel
Samper Pizano, dos santafereños de hueso colorado.
La apostilla: Sobre el origen del apelativo con el que se conoce, tiempos ha, al nuevo campeón del fútbol
colombiano, nos escribe el colega Oscar Restrepo Pérez, “Trapito”:
“Me parece que el remoquete del "Poderoso" para el DIM fue una ingeniosa estrategia del periodista
Miguel Zapata Restrepo. Espero no estar equivocado, pero tanto don Miguel, como el narrador Jaime
Tobon de la Roche, son genuinamente los dueños de ese mote. José Yepes lo hizo más frecuente y
válido. Pueden consultar a Wbeimar Muñoz, que trabajó con Zapata y Tobon, y creo que él puede
certificar el tema”.

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