jorge núñez

Transcripción

jorge núñez

JORGE NÚÑEZ
- guión cinematográfico -
2
“SIMPLEMENTE DETENIDO”
- cine -
Autor: Jorge Núñez
1. – EXTERIOR – CALLE -TARDE.
Calle de barrio, un tanto solitaria. se ve un coche relativamente moderno (modelo 2000), de
buena presencia.
La cámara toma la esquina: allí esta Arturo Garayalde (Rolo, 32 años): con una mirada inquieta
observa a su alrededor, que no haya nadie. Comprueba que está solo. Finalmente se decide y se
dirige junto al coche. Rápidamente; pone una llave en la cerradura y trata de abrir la puerta.
Maniobra y no puede. Contrariado pero controlado, prueba con otra y logra forzar la puerta: se
abre.
Entra rápidamente al coche y tras una breve operación, que demuestra conocerla muy bien,
pone el coche en marcha y arranca velozmente, desapareciendo rápido de la zona.
2. - INTERIOR – TALLER MECANICO DE BETO -TARDE
El taller, aunque cuidado y prolijo, tiene las características habituales de un taller de
automóviles: posters con mujeres, con coches de competición, con distintas marcas, etc.
El clima es jovial, amistoso.
Beto (45 años) y Mario (26) están trabajando, cada uno en un coche: hablan en voz alta por la
distancia y la música.
Beto tiene un lenguaje más popular.
MUSICA POPULAR, ALTA
BETO
Oye, tú... ¿qué onda con la ingeniera ésa?
MARIO
(SONRIE) ¡No, Beto! No es ingeniera. Es una
compañera de la facultad.
BETO:
Bueno, lo que sea , pues… ¿qué onda?
MARIO
Quedamos en tomar un café hoy en la noche.
ORIGINAL: Jorge Núñez
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- cine -
BETO:
¡Eh, basta de café...! ¡Hace tres años que la vienes
ablandando! Desde que entraste a la facultad andas
con ese asunto.
MARIO
(SONRIE, DIVERTIDO) ¡No, Beto! ¡Esta es otra!
Beto lo observa, sorprendido.
BETO
¿Otra...? ¡Tú no tienes paz! A ti te agarra Virginia
in fraganti... ¡y te manda a freír espárragos!
Entra rápido Titina, la esposa de Beto, ya vestida para salir. Es una mujer agradable, de buena
presencia. Se la notas inquieta, nerviosa.
TITINA
¡Beto, ven, por favor! ¡Rápido!
Beto la observa, sorprendido. Deja todo para ir rápido tras ella, receloso.
BETO
¿Qué pasa, Titina?
Mario los sigue, desconcertado.
Mientras van saliendo, Titina le informa.
TITINA
No sé, me iba para la oficina y de pronto tu mamá se desmayó.
3. - INTERIOR – SALA DE LA CASA – TARDE
Por continuidad, entran Beto, Titina y Mario por detrás, expectante.
En un sillón esta Doña Ángela recostada. Beto llega junto a ella.
BETO
¡Mamá! ¿Me oyes, mamá...? Soy yo... ¿me ves?
(A MARIO) Ayúdame, vamos a llevarla a la cama.
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- cine -
Entre ambos la toman y la llevan.
4. - EXTERIOR – TALLER MECANICO DE FERNANDO – CALLE TARDE
El coche robado por Rolo esta estacionado en la calle, frente al taller mecánico de Fernando.
Fernando, de 43 años, acaba de revisarlo.
FERNANDO
Hay que hacerle el motor. Si me lo dejas ahora, en una semana
te lo entrego.
ROLO
No sé qué hacer...
FERNANDO
Tampoco es urgente... puedes esperar.
Rolo duda. Finalmente lo mira, sonríe significativamente.
ROLO
Porque quiero hacerle pintura nueva... ¡cambiarle el color!
Fernando comprende. Se alerta.
FERNANDO
¡Ah...! (EN VOZ BAJA) ¿Te lo levantaste?
Rolo en tono íntimo, cómplice.
ROLO
¿Entiendes la urgencia de la pintura?
Fernando entiende realmente la situación y queda serio.
FERNANDO
Claro...
ROLO
No importa, te lo dejo... porque Gallito siempre tiene el taller
lleno, hay pedir fecha para la pintura.
Fernando, es evidente, busca una excusa.
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FERNANDO
Bueno, mira... yo tampoco te lo puedo hacer ahora.
ROLO
Pero si me dijiste que en una semana lo terminabas.
FERNANDO
Claro, pero me olvidé que tengo varios coches antes...
Rolo hace una pausa, lo mira, molesto.
Fernando, como en deuda, le aconseja.
FERNANDO
Haz una cosa, ve a verlo a un amigo: Beto. Tiene el taller a
cuatro cuadras de aquí...
Ambos quedan mirándose.
5. - EXTERIOR – HOSPITAL: VISIÓN EXTERIOOR – TARDE.
6. - INTERIOR – HOSPITAL: PASILLO – TARDE.
Titina y Beto esperan, inquietos; caminan, gesticulan, se nota su impaciencia.
De pronto sale un médico, lo abordan.
BETO/TITINA
¿Cómo está, doctor? ¿Qué tiene?
El médico apela a un tono cálido.
MEDICO
Efectivamente es un infarto.
BETO
(ANSIOSO) ¿Y cuál es el estado?
El médico los nota ansiosos y aunque amable, procura contenerlos.
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MEDICO
Es delicado, por supuesto, pero ya está medicada. Está todo
controlado y por ahora vamos a dejarla en terapia intensiva.
Titina tiene abrazado a Beto, con cariño, tratando de contenerlo.
BETO
¿Es grave, doctor? ¡Dígame la verdad!
El médico mantiene su tono cálido, comprensivo.
MEDICO
Tranquilícese, Arrigoni. El estado de su madre es de cuidado,
pero tampoco es para asustarse. (LE SONRIE) Tengamos
confianza que todo va a andar bien.
Beto asiente en silencio aunque se le nota que no está tranquilo.
7. - INTERIOR – CASA DE VIRGINIA – SALA - TARDE.
Pequeña sala donde esta la cocina y a la vez funciona como taller de artesanía.
Llega Mario con Diego (8) y Gisella (9): ambos niños con sus mochilas y guardapolvos que
evidencian venir del colegio.
Mario trata de estar animado, simpático con los niños.
MARIO
¡Hola! (A LOS CHICOS) ¡Pasen, vamos...
Virginia (25), que está trabajando en una pieza artesanal, apenas ve a los niños se levanta
entusiasmada, cariñosa, a besarlos.
VIRGINIA
¡Qué sorpresa! ¿Qué hacen por aquí?
MARIO:
¿Hay café con leche?
Virginia observa a Mario, no entiende por qué los niños están ahí.
VIRGINIA:
Sí, claro.
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Mario le comenta por lo bajo.
MARIO:
Después te cuento.
VIRGINIA:
(TAMBIEN POR LO BAJO) Pero no tengo nada para que
coman los niños.
MARIO:
Yo voy a comprar unas galletas dulces.
Mario se dirige hacia la puerta y Virginia lo acompaña diciéndole cariñosa.
En un rato me tengo que ir a la facultad.
MARIO
(MOLESTO) Está bien, me los llevo a mi casa.
VIRGINIA
(MIMOSA) ¡No te enojes! Nomás te lo digo para que sepas.
MARIO
Si los traigo a tomar la leche sin avisar... ¡por algo será!
Virginia lo besa, le sonríe.
8. - EXTERIOR – TALLER DE BETO – DIA SIGUIENTE - MAÑANA.
Beto termina de abrir la persiana del taller y conversa con Fernando, el otro mecánico; que
detuvo su coche y habla sin bajarse del mismo.
BETO
El médico dijo que debe tener reposo absoluto.
FERNANDO
¿Está en terapia intensiva?
BETO
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Sí. Quizás hoy la saquen porque hubo una mejoría. El médico
dijo que hay que evitarle cualquier disgusto. ¡En fin, es un
infarto, Fernando!
FERNANDO
Sí, claro. (GESTO) ¿Titina se quedó toda la noche a
cuidarla?
BETO
Y sí…alguien tiene que quedarse. Yo llevé a los chicos al
colegio y esta noche iré yo a quedarme.
FERNANDO
Bueno, yo también me voy a abrir.
Beto, cualquier cosa que necesites, avísame. Está demás que
te lo diga.
BETO
Gracias. (SONRIE, AGRADECIDO)
Fernando arranca y se aleja en su coche.
Beto termina de ajustar la cadena de la persiana.
Del interior, aparece Mario, con una taza de café: Beto la toma. Ambos ingresan al taller: la
cámara los sigue.
9. - INTERIOR – TALLER DE BETO – MAÑANA.
Por continuidad, entran Mario y Beto. Éste se dirige a comenzar a trabajar en un coche,
mientras Mario va junto a un aparato a poner música.
MUSICA DE ROCK
Mario regresa junto a otro coche.
MARIO
¿Beto, empiezo con éste que tiene la suspensión
hecha pomada? (SEÑALA UN COCHE)
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BETO
De acuerdo. Yo tengo que hacerle una afinación a
éste. (SEÑALA OTRO COCHE)
Mario comienza a levantar con el cricke la parte trasera del coche señalado y luego se tira
abajo del coche: comienza a trabajar.
Beto bebe su café, mientras levanta el cofre del otro coche y observa el motor.
De pronto percibe la música que suena.
BETO
¿Qué pusiste? ¡No me friegues, desde la mañana con
este tachí-tachín! ¡Pon música buena!
Beto va junto a la radio y cambia la música.
MUSICA RANCHERA
Mario, desde abajo del coche, sonríe divertido. cada uno se dedica a trabajar en coches
distintos.
Luego de unos instantes, la cámara toma la entrada: aparece Arturo (Rolo), en actitud extraña.
Crea un clima de recelos cuando los otros lo ven.
Mario observa atentamente, sin ser visto por estar debajo del coche.
ROLO
(SONRIE) Buenos días…
BETO
(RECELOSO) Buen día. ¿Necesitas algo?
La actitud de Rolo es muy educada.
ROLO
Sí, vengo por un coche. ¿Le puedes echar un ojo?
9. - INTERIOR – HOSPITAL: SALA - CAMA – MAÑANA.
Ángela esta en cama. Titina le retira una bandeja.
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TITINA
Me voy, Doña Ángela. Son las ocho y media.
Llego a casa, me doy un baño y me voy rápido a la
oficina.
ÁNGELA
Vete, Titina, no te demores más que bastante trajín
tuviste por mi culpa.
TITINA
(SONRIE) No diga eso. Póngase bien rápido así va a
buscar a los chicos al colegio.
ÁNGELA
Vete hija, que se te hace tarde.
TITINA
Beto viene a la tarde. (LA BESA Y SE VA)
10. - INTERIOR – TALLER DE BETO – MAÑANA.
Beto está probando el motor del coche de Rolo: acelera el coche y lanza una humareda.
Luego se baja y va junto a Rolo.
BETO
Sí, fuma una barbaridad. ¿Le has ajustado el motor
alguna vez?
Rolo duda, no sabe qué decir, disimula.
ROLO
Bueno … ajustarlo, ajustarlo…
BETO
No importa, aquí hay una biela fundida. Hay que
ajustar el motor.
ROLO
¿Y con medio ajuste no andará bien?
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BETO
¡Con el humo que echa, no! Igual no te conviene
porque después…
ROLO
(LE INTERRUMPE) Está bien, le hago todo.
¿Cuánto sale?
BETO
Yo le hago una rectificación completa con unos
muchachos que trabajan muy bien. Le cambio todo
con piezas originales. O si quieres refacciones de
segunda, sale más barato.
ROLO
No, no, ponle puro refacciones nuevas.
BETO
Bueno, así sale en treinta mil pesos.
ROLO
¿Tanto...? Bájale un poco.
BETO
No puedo. Si quieres te lo hago por menos, pero ya
te dije: le metemos repuestos chafas. Te digo la neta.
ROLO
Está bien…¿cuánto te tengo que dejar?
BETO
El cincuenta por ciento. Tengo que pagar la
rectificación y comprar las piezas.
Rolo duda un instante, finalmente saca un fajo de billetes del bolsillo, que Beto observa con
extrañeza.
ROLO
Toma. ¿Cuándo lo vengo a buscar?
BETO
Calcula unos quince días. Dame tu teléfono que yo te
aviso.
ROLO
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- cine -
No, no... yo paso. Chao. (SE VA)
Beto lo observa alejarse. Cuando el otro salió, le dice a Mario, que aún está debajo del otro
coche, en tono de ganador, haciendo alarde.
BETO
¿Aprendiste a hacer negocios, buey? ¡Mira...!
efectivo...!
¡Pesos,
MARIO
(ADMIRADO) ¡Te pagó sin problemas!
BETO
¡Y aquí no hay cheques voladores, mano! ¡Dile a tus
compañeros de la facultad, que puedo enseñarles
economía… negocios!
Mario sonríe complacido, cordial. Ambos continúan arreglando los coches.
Enseguida entra Titina, de la calle. Besa a Beto.
BETO
¿Qué tal.. cómo está la jefa? ¿Bien...?
TITINA
Sí, está mejor, de buen ánimo. Ve a verla en la tarde, le
va a hacer bien.
Mario sale de abajo del coche y escucha.
BETO
Claro, a las dos voy. Mario se queda aquí.
MARIO
(Interesado) ¿Pasó lo peor entonces?
TITINA
Ahora tiene que descansar y esperar que pase el tiempo.
Estas cosas son así.
MARIO
Menos mal. Mañana voy con Virginia a verla. Beto, voy a
comprar cigarros.
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- cine -
Mario sale del taller.
TITINA
¿Alguna novedad… los niños se levantaron sin problema?
BETO
Les hice café con leche, los llevé al colegio y llegamos
temprano.
TITINA
¡Menos mal! … Cuando dio la hora, estaba pensando en
eso… ¡si no te habías quedado dormido!
BETO
(Bromea) ¿Qué pasó...? ¡De hazañas como ésta, tengo un
libro escrito!
Es evidente que hay una buena relación entre ellos.
Titina sonríe, irónica.
TITINA
¡Para qué vamos a hablar...! Me voy a cambiar para irme
a la oficina.
Titina se va hacia adentro.
La cámara toma el portón de calle y se ve a dos hombres grandes de cuerpo, con actitudes
hurañas. Entran lentamente mientras observan todo, escrutando con la mirada, seguros.
Cuando Beto los ve, se sorprende. Superado el primer momento se anima, aunque debe
esforzarse porque se lo notas inseguro.
BETO
¿Querían algo?
Uno de ellos queda parado a cierta distancia. El otro se acerca en actitud dudosa, incierta
11. - INTERIOR – CASA BETO - SALA -MAÑANA
Titina deja su bolsa y saco sobre una silla y acomoda rápido algunas cosas tiradas, mientras
comenta para sí, simpática.
TITINA
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No se los puede dejar solos... No sé quién es peor,
Beto o los chicos...
De pronto se detiene, se alerta.
GRITOS EN OFF DE BETO
(OFF) BETO
¿Qué hacen...? ¿Qué pasa? ¿Qué quieren?
Titina sale corriendo.
12. – INTERIOR – TALLER DE BETO - MAÑÁNA
Uno de los hombres, en actitud amenazante, lo toma de la ropa a Beto y bruscamente lo pone
contra la pared.
BETO
(Asustado) ¿Qué pasa...? ¡No entiendo...!
HOMBRE 1
(SARCASTICO) ¿Así que no entiendes...?
bien! (LO GOLPEA)
¡Mira qué
El Hombre 2 lo toma y lo sostiene.
Beto, en su desconcierto, se queja por los golpes.
BETO
¿Qué hacen...? ¿Qué pasa...?
El Hombre 1, además de golpearlo, le habla en tono sarcástico, disfrutando de estar
golpeándolo.
HOMBRE 1
¡Tú nos vas a explicar qué pasa!
Nuevo golpe y Beto se queja.
HOMBRE 1
…¡Queremos que nos digas algunas cositas! ¿Sí...?
El Hombre 1 le da otro golpe y junto con el 2, sonríen, con expresión feroz.
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Beto se queja y se dobla del dolor.
BETO
¡Ay, ay...! ¿Qué quieren que les diga...?
HOMBRE 1
Todo vas a decir! Pero no aquí... ¡Vamos!
Entre los dos hombres lo empujan y lo van sacando del taller.
En ese momento entra Titina, que se sorprende del espectáculo que ve..
TITINA
¿Qué pasa, Beto...?
Al ver como se lo llevan queda paralizada, pero enseguida reacciona. Les grita.
TITINA:
¡Eh...! ¿Qué hacen...? ¿Adónde lo llevan...?
Ambos hombres la ignoran y van llevando a Beto a empujones.
Mientras que Titina y Beto dicen cosas ad libitum
TITINA/BETO
¿Qué quieren...? ¿Para qué me llevan...? ¿Adónde
me llevan? ¿Qué es esto...?
Ninguno de los hombres presta atención en Titina ni contestan: se lo llevan.
13. - EXTERIOR .- CALLE – ESQUINA DEL TALLER DE BETO - MAÑANA
Por continuidad: Mario llega con aire despreocupado, pasa una muchacha y le dice algo en tono
seductor. Cuando dobla la esquina, queda paralizado, ve con sorpresa como los dos hombres
hacen subir a un coche a Beto: hay un tercer hombre al volante.
14. - EXTERIOR .- CALLE – TALLER DE BETO - MAÑANA
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Titina, en la puerta del taller, es testigo de todo, se ve imposibilitada de hacer algo. Sólo se
anima, frenética, a acercarse al coche y golpear las ventanillas, desesperada, gritando ad
libitum.. Pero le hacen caso omiso, el coche arranca con fuerza, estrepitoso.
Los vecinos miran sorprendidos. Llega Mario, corriendo y toma a Titina por los hombros.
15. - INTERIOR .- TALLER DE BETO - MAÑANA
El taller tiene las persianas bajas, está cerrado.
Mario habla por teléfono, inquieto. Titina, a su lado, pendiente.
MARIO
¡Virginia, por favor déjame hablar y no me preguntes!
¿Seguro que vas a buscar a los niños a las cuatro, cuando
salgan del colegio? (ESCUCHA) ¡Titina y yo tenemos que
hacer algo urgente! (OYE) No, no, doña Ángela está bien.
Después te cuento. Chao. (CORTA) Vamos.
Mario y Titina salen apresurados.
16. - INTERIOR – OFICINA DE EDUARDO - MEDIODÍA.
Es una oficina discreta, sencilla, sin mayor ostentación.
Eduardo Serrano, abogado, es un muchacho de 30 años, afable. Es amigo de Mario. Está
sentado a su escritorio.
Titina y Mario están sentados frente a él.
EDUARDO
Por lo que me cuentan, no sé qué decirles.
MARIO
Para nosotros… no tiene explicación.
EDUARDO
(Sorprendido) Quienes conocemos a Beto... ¡sabemos muy
bien quién es! ¡Y que se lo lleven!
TITINA
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¿Te das cuenta? ¡Es inexplicable!
EDUARDO
¿No se imaginan por qué pudo haber sido? ¿Nunca te contó
nada… “especial” digamos?
TITINA
(Niega) Tú sabes como es la vida de Beto: el taller, la
familia…y los amigos.
EDUARDO
¿No se habrá metido en política?
Titina y Mario se miran, dudan, no saben qué decir.
TITINA
Que yo sepa, no. Y a mí me cuenta todo.
MARIO
Pero si fuese así, Eduardo… ¡por política quién puede
tener problemas!
EDUARDO
Legalmente, no… Pero locos hay siempre. (PAUSA.
GESTO. LUEGO) Miren, yo no hago Derecho Penal… ¡y
olfateo que es un problema de ese tipo! Pero como se trata
de Beto, me voy a ocupar.
TITINA
(ALIVIADA) Te lo agradezco, Eduardo.
EDUARDO
Voy a empezar por donde corresponde.
17. - OFICINA POLICIAL - MOSTRADOR - TARDE
Un policía observa un gran libro bajo la mirada expectante de Eduardo. Los ojos del policía
observan detenidamente lo escrito en una hoja. Al fin, niega..
POLICÍA
¿Roberto Arrigoni me dijo, no...?
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EDUARDO
Así es, oficial.
POLICIA
En la lista de detenidos que ingresaron hoy, no está.
Vaya a otra Estación Policial... quizás lo llevaron a otra.
EDUARDO
Gracias, oficial.
Eduardo se dirige a la puerta, un tanto preocupado. Sale.
18. - INTERIOR – DESPACHO DEL LICENCIADO MARTIN - TARDE
Es un despacho sobrecargado de cosas ostentosas: cuadros de dudoso gusto, estatuillas
brillantes, aparatosos muebles y sillones de pana.
Martín es un hombre de 50 años, seguro en el decir, rápido en hablar y que hace dudar de su
honestidad.
Frente a él, esta Liliana, de unos 30 años, aspecto sensual, atractiva y segura.
MARTÍN
Mira, reina… por lo que me cuentas,
¡este asunto es un poco pesado!
LILIANA
¿Pero usted ve posibilidades de sacar rápido al Rolo,
licenciado Martín?
Martín muestra su sagacidad replicando con un tono simpáticamente cáustico.
MARTÍN
¿Y para qué estamos aquí sino...? Si yo no le viera la
punta a este asunto... ¡a otra cosa mariposa!
Liliana no se amedrenta por la mordacidad de él; continúa con su tono seguro.
LILIANA
¿Lo saca antes de que pase al juez?
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MARTÍN
¡Ah, no chiquita... la bola de cristal, no la tengo!
(PEDANTE) ¡Yo lo saco! ¿No es bastante...?
Liliana lo observa, seria: pausa. Luego continúa, con su tono.
LILIANA
Está bien… ¿Y cómo arreglamos?
MARTÍN
Mira… ¡te repito que la cosa viene muy pesada para tu
novio! ¡Rolo es reincidente! (LA MIRA) ¿Cuántas veces
ha estado preso?
Liliana duda por primera vez.
LILIANA
Bueno… no estoy muy segura. Creo que... dos veces.
MARTÍN
(ESCÉPTICO) ¿Seguro que nomás dos...?
LILIANA
Sí… creo que sí. Pero... ¿tiene importancia?
Martín continúa con su cáustica simpatía, expeditivo.
MARTÍN
Mira, reinita… vamos a hablar claro de entrada. Si no...
¡esto no funciona! La de vaqueros, me la cuentas
después… ¿sí? Antes nos ponemos de acuerdo. ¡Son
5.000 pesos, ya... para sacarlo!
LILIANA
¿¡¡Cinco mil pesos...!!? ¿Tanto...?
Ignora la sorpresa, el espanto, de ella. Continúa expeditivo.
MARTÍN
Y como la cosa no termina cuando salga… lo que venga
después...
¡lo
arreglamos
en
el
momento!
(TERMINANTE) ¡Ahora, ya... son 5.000 pesos! (LA
MIRA, SEGURO) … ¿Estás de acuerdo?
Liliana está tensa, seria, no sabe qué decir, muerde su rabia.
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19. - INTERIOR – CASA DE BETO - TARDE
Titina despide a Mariano y Mónica, sus hijos, que se van con una tía, una señora mayor. Los
niños llevan muchas cosas: mochilas, guardapolvos, un bolso cada uno, juguetes, etc.
TITINA
¡Y pórtense bien! No hagan renegar a la tía. ¡Si alguno se
hace el loco, le das un coscorrón, tía!
Titina los besa, los abraza, procura mostrar buen ánimo, disimular su inquietud.
Los chicos ríen, hacen bromas.
MARIANO
Cuando papá venga de comprar las refacciones, dile que
me llame a lo de la tía.
TITINA
Bueno, se lo diré.... Ahora vayan con la tía.
Los niños parten con la tía y Titina queda observándolos, seria.
20. - INTERIOR – OFICINA POLICIAL - NOCHE
Detrás del mostrador hay un policía; con gesto grave observa un libro similar al otro.
Eduardo está atento, ansioso.
POLICÍA
No entró nadie con ese nombre, licenciado.
EDUARDO
Perdón... ¿Por qué no mira de nuevo, por favor?
POLICÍA
No, licenciado... Hubo pocos ingresos hoy.
EDUARDO
Bueno... seguiré la búsqueda. Buenas noches.
Eduardo mira su reloj, contrariado, desconcertado. Camina hacia la calle.
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21. -
INTERIOR – OFICINA DE EDUARDO - NOCHE
Eduardo está sentado a su escritorio, serio, preocupado.
Frente a Eduardo: desanimados, están Mario y Titina.
TITINA
¿En ninguna oficina de policía sabían nada?
MARIO
¡En alguna debe estar! ¡Nosotros lo vimos cuando se lo
llevaban!
EDUARDO
Sólo fui a las más cercanas.
Silencio. Nadie atina a decir nada: están desalentados. Luego de una pausa.
TITINA
¿Qué te parece que se puede hacer?
EDUARDO
Yo creo que lo más conveniente es sacarle un amparo
TITINA
¿Te parece tan grave...?
EDUARDO
No te asustes. Pero no sabemos de qué se trata.
Es un recurso que lo resguarda.
Nuevo silencio: finalmente Titina aprueba. Se levantan para irse.
TITINA
Está bien…si a ti te parece. Otra cosa, Eduardo… tú te estás
molestando. Dime cuánto tengo que pagarte.
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Eduardo sonríe, expresa su afecto.
EDUARDO
Este no es momento para que pienses en eso. Vamos a
sacar a Beto y después hablamos.
Titina lo mira conmovida, lo abraza repentinamente y estalla el dolor, el llanto que estuvo
controlado durante este tiempo.
TITINA
Gracias… ¡Gracias, Eduardo!
EDUARDO
SONRIE) ¿Gracias de qué...? ¡Las veces que me arregló el
coche Beto sin cobrarme nada...!
¡Vamos... arriba ese ánimo!
Titina lo mira, sonríe. Se tranquiliza un tanto.
EDUARDO
Y tú Mario, como no se sabe qué es lo que pasa… te
sugiero que por ahora no duermas en tu casa.
MARIO
(SORPRENDIDO) ¿Tú crees...?
EDUARDO
No te asustes… ¡por si las dudas nada más!
MARIO
¡No puede ser! ¡Mira nomás en el lío en que está Beto...!
¡Alguien tiene que saber algo de esto...!
Estoy convencido que algún conocido tiene que andar en el
asunto...
Los tres se miran, coincidentes con el razonamiento de Mario.
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22. - INTERIOR – COMEDOR DE FERNANDO - NOCHE.
La mesa esta puesta para cenar. Entra Martha con bandeja y la comida, comienza a servir.
Fernando, mientras esperaba, estaba mirando televisión. Al llegar Martha, apaga la televisión y
se dirige a la mesa, se sienta a ella.
MARTHA
¿Te enteraste que se llevaron preso a Beto?
FERNANDO
(ASOMBRADO) ¿Beto... preso? ¡No puede ser!
MARTHA
Me lo dijo la vecina de al lado, Graciela, que me la
encontré en el súper.
Fernando la mira: no puede creerlo.
FERNANDO
(TRAS LA PAUSA) ¿Pero tú estás segura...?
preso!
¡Beto...
MARTHA
Sí, Fernando.
FERNANDO
¡No puede ser...!
MARTHA
Ella estaba en la puerta cuando vio que lo metieron en un
coche particular, a la fuerza. ¡Todos los vecinos vieron!
Fernando queda en silencio, pensativo, impresionado.
Martha termino de servir y comienzan a comer. Tras una pausa.
MARTHA
¡Quién sabe qué pasó!
FERNANDO
¿Qué pudo haber pasado...? ¡Todos sabemos quién es
Beto... un tipo de trabajo como yo!
MARTHA
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24
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Pues sí.
¡Pero…!
Fernando dice con una dolorosa ironía.
FERNANDO
Por tomar cerveza en un estanquillo se lo habrán llevado.
MARTHA
Si Beto ni toma....
Fernando reflexiona, amargado.
FERNANDO
Es una manera de decir… Es como siempre...
detienen al que se pone a tomar una cerveza
en la calle … ¡y los grandes delincuentes
andan sueltos!
Continúan cenando, en silencio.
23. - INTERIOR – HOSPITAL - SALA: CAMA - NOCHE
Ángela duerme. Titina a su lado, sentada en una silla, también duerme, incómoda. cada tanto
despierta y observa
24. – EXTERIOR – PLANO GENERAL DE TRIBUNALES - MAÑANA
25. – INTERIOR – OFICINA DE TRIBUNALES - MAÑANA
Eduardo esta frente al mostrador de un Juzgado.
Aparece un hombre que lo atiende: es el licenciado Ferros, una persona que amablemente se
presenta.
LIC.FERROS
Mucho gusto, Licenciado Ferros. Me dijo el empleado
que usted quería hablar con el juez. Desgraciadamente
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no puede atenderlo porque está tomando una declaración.
EDUARDO
De acuerdo. Quiero presentar este Recurso de Amparo
en favor de Roberto Arrigoni. A pesar de que
investigué en algunas Oficinas de Policía, no
pude averiguar nada.
El licenciado escucha atentamente: toma el papel y lo lee por encima.
En ese momento llega Titina, por lo agitada se nota que ha venido corriendo.
TITINA
Buenos días. Perdón Eduardo, pero vengo directamente del
hospital.
EDUARDO
(LA PRESENTA) La señora es la esposa de Roberto Arrigoni.
Licenciado, como se trata de gente honesta, de trabajo… le
rogaría la mayor agilidad en el trámite.
LICENCIADO
Yo le doy curso inmediato, licenciado, quédese tranquilo.
Tenemos instrucciones del juez de ser diligentes en ese sentido.
Vuelva al mediodía.
26. –
INTERIOR - CASA DE VIRGINIA - MEDIODIA
Mario y Virginia han terminado de comer; están levantando la mesa, en una atmósfera
simpática.
VIRGINIA
Si me ayudas, preparo un café.
MARIO
Rápido porque en un rato debe volver Titina de Tribunales.
De veras cocinas muy bien… ¡te autorizo a que te cases!
Virginia se tira sobre él, sensual. Lo besa, simpática, con ardor a la vez.
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VIRGINIA
¡No es mala idea la del prófugo! (LO BESA)
Ambos se besan con vigor. Luego, Mario se separa.
MARIO
Voy a darme una escapada a casa de Titina, a ver si
necesita algo.
Virginia, insinuante, sensual: lo tiene atrapado: no lo deja moverse.
VIRGINIA
¿Te gusta la vida de prófugo...?
Mario le sigue la broma.
MARIO
Mucho más cuando la futura suegra está de vacaciones.
Virginia le desabrocha la camisa.
VIRGINIA
¿Entonces vas a seguir escondiéndote aquí, prófugo...?
(LO ASEDIA, LO BESA)
MARIO
¡No, no, espérate, Virginia! ¡Que además de todo tengo
que preparar la materia para la facultad y sólo tengo tres
días!
Los intentos de Mario por detenerla, son vanos.
simpática, sensual.
Virginia avanza: hay una suave lucha,
VIRGINIA
¡No seas malo! ¡Prófugo, fugitivo...!
Caen en el suelo, se besan con ardor.
27. – INTERIOR - TRIBUNALES - TELEFONO PUBLICO - MEDIODIA
Titina esta hablando por teléfono. Su tono es nervioso, intranquilo.
TITINA
- -
27
- cine -
Por favor, González, le agradecería si hoy me puede dar el
día, sin goce de sueldo. (OYE) Mi suegra está mejor,
gracias. (OYE) No es por ella que falto…¡mejor dicho, sí!
Tengo que hacerle un trámite. (OYE) Sí, “sin goce de
sueldo”. Gracias.
Cuelga el teléfono y queda en actitud de cansancio. Pero enseguida se repone y se retira, caminando
rápido, mezclándose entre la gente que circula por el lugar.
28. – INTERIOR – OFICINA DE TRIBUNALES - MEDIODIA
Eduardo está parado frente al mostrador del Juzgado. Llega Titina.
TITINA
¿Hay alguna novedad?
EDUARDO
Estoy esperando al Licenciado Ferros. (LA MIRA) Se te
nota cansada.
TITINA
¡Con este trajín...! ¡Se me juntó todo!
Eduardo le sonríe: cálido toma su mano, alentándola.
Ingresa el licenciado Ferros con un legajo.
LIC.FERROS
Licenciado Serrano, hace una hora llegó un parte de la
policía… (LEE) Comunica que Roberto Arrigoni, está
detenido en la Procuraduría.
Titina reacciona rápido, ansiosa.
TITINA
¿Está bien... no le pasó nada? ¿Qué es lo que pasó?
EDUARDO
Espera un momento, Titina. Deja que el licenciado nos lea.
LIC.FERROS
Está en la División Robos y Hurtos.
EDUARDO
Perdón oficial… ¿de qué se lo acusa?
- -
28
- cine -
LIC.FERROS
Robo de automóviles.
Eduardo y Titina se miran, absortos. Titina no lo puede creer.
TITINA
¿Robo de automóviles? ¿Mi esposo robando? ¡Imposible!
El oficial primero: impasible.
29. – INTERIOR - HOSPITAL - SALA MAÑANA.
Titina se está arreglando para irse.
Ángela la observa como para decirle algo.
Al fin se decide a hablar.
ÁNGELA
Titina… ¿en casa está pasando algo?
Titina la mira, en un principio está confundida. Rápido supera el trance y procura mostrarse
segura.
TITINA
No, no… ¿Por qué doña Ángela?
ÁNGELA
Hace cuatro días que estoy aquí y Beto no ha venido.
TITINA
Bueno… es que tiene mucho trabajo. Justo a la hora de las
visitas, sale a comprar refacciones.
Ángela la observa: es evidente que no está muy conforme.
ÁNGELA
Dile que se acuerde que tiene una madre
Titina trata de salvar la situación apelando a un tono de broma.
TITINA
¿Qué pasa con doña Ángela… está celosa del hijito?
Ángela finalmente esboza una sonrisa.
- -
29
- cine -
ÁNGELA
Anda, hija, que se te hace tarde.
TITINA
(MIRA EL RELOJ) ¡Uyyy... ya son las siete! ¡Tengo que
llevar a los niños al colegio…porque su querido hijo es
capaz de quedarse dormido!
Titina la besa con cariño y sale apurada.
Ángela queda con una expresión de escepticismo.
30. – EXTERIOR – CALLE - MAÑANA
Mariano y Mónica, con sus mochilas y libros, van al colegio, acompañados por la tía. Los niños
se muestran intrigados.
MÓNICA
Tía… ¿hoy vamos a ir a la casa?
La tía lo mira, sonríe y tarda en responder
TÍA
Vamos a ver... Luego hablaré con Titina, a ver si ya están
menos ocupados Beto y ella.
MARIANO
(INSISTE) ¿Si papá fue a comprar esas refacciones a
Puebla, por qué no abre el taller Mario?
Silencio de la tía.
MÓNICA
Claro, tía... ¿Y Mario?
TÍA
Creo que no puede ir a trabajar porque está estudiando para
un examen de la facultad
Los niños continúan avanzando, en silencio; en su cara hay dudas.
- -
30
- cine -
31. - INTERIOR – RECLUSORIO - PASILLO - MAÑANA
Varios detenidos, esposados, caminan por el pasillo, bajo la custodia de varios policías: entre
ellos esta Beto.
32. - INTERIOR – CASA DE VIRGINIA: RECÁMARA - MAÑANA
Mario esta en la cama, durmiendo. Entra Virginia, en salto de cama, trayendo una bandeja con
el desayuno. Se sienta en la cama y comienza a despertarlo, molestándolo, jugando: le tira de
una oreja, lo pellizca.
¿Qué pasa...?
MARIO
¡Uyyy... déjame que tengo sueño!
Virginia continua molestándolo: le abre un ojo, la aprieta la nariz.
VIRGINIA
¡Hola! ¿Me ves...? ¡Soy Virginia, señor prófugo! ¿Quiere
tener la bondad de mirarme? ¡Le traje un suculento
desayuno, señor prófugo!
Mario va despertando lentamente.
finalmente también se mete adentro.
Virginia va disponiendo las cosas sobre la cama y
VIRGINIA:
¡Vamos, mi amor, que son las ocho! (LE DA DE
MORDER UNA TOSTADA) ¿Te gustó...?
Mario asiente en silencio.
VIRGINIA
¡Hummm! ¡Qué poco expresivo!
MARIO
(TOMA SU CARA, LA BESA SUAVE) ¡Tú me gustas
más!
VIRGINIA
¡Qué linda forma de empezar el día! ¿Cuándo estemos
casados, vas a ser siempre así?
MARIO
Espero que sí.
- -
31
- cine -
Ella le alcanza cosas. Mario queda serio, come en silencio.
Virginia percibe que le pasa algo.
VIRGINIA
¿Qué ocurre Mario... por qué estás serio?
Mario la mira, hace una pausa. Luego responde, serio, dolorido.
MARIO
¿Sabes qué...? No puedo disfrutar de este momento…
¡pienso en Beto! Es un amigo… ¡Y ya pasaron cuatro
días...!
Ambos se miran en silencio, serios.
33. - INTERIOR – DESPACHO DEL JUEZ - MAÑANA.
El juez, licenciado Belmonti, está sentado a su escritorio. Busca entre papeles.
Frente a él están sentados Eduardo y Titina.
JUEZ
Usted dice que está imputado en una causa radicada en mi
juzgado.
EDUARDO
Así es, licenciado. Y como la señora me designó para
atender su defensa, quería saber cuál es la situación.
El juez, al fin encuentra el expediente.
JUEZ
A ver, veamos…¡aquí está! (LEE) “Roberto Arrigoni y
otros. Robo de Automóviles”.
Los mira a ambos y continúa hablando. Se expresa de buena manera, con un tono amable,
aunque quizás un tanto mecánicamente, como sumergido en cierta rutina
- -
32
- cine -
JUEZ
Tengo que estudiar el expediente.
EDUARDO
Perdone usted mi impaciencia, licenciado… ¿pero será hoy
quizás?
JUEZ
Sí, sí, creo que sí. De todos modos no le puedo adelantar
nada porque se le está instruyendo el sumario. Y como
usted sabe, licenciado... es secreto.
EDUARDO
Por supuesto. Sólo me mueve la ansiedad… Por tratarse de
una excelente persona. Y realmente es injusto lo que le está
ocurriendo.
El juez se levanta, despidiéndolos.
JUEZ
Si es así, no la quepa la menor duda de que todo va a salir
bien, licenciado. Tengo mucho trabajo... pero si alcanzo,
voy a proceder a indagarlo hoy mismo.
EDUARDO
¿Ya lo trajeron?
JUEZ
Sí.
Titina reacciona enseguida, ansiosa, ilusionada
TITINA
¿Está bien, licenciado? ¿Podría verlo...? ¡Hace cuatro días
que se lo llevaron!
El juez responde sin dudar, pero con delicadeza, humanamente, a la vez que le extiende la
mano
JUEZ
Señora, lamentablemente está incomunicado.
Pero lo va a ver…tenga paciencia, por favor.
- -
33
- cine -
La expectativa ilusionada de Titina, se congelada.
34. - INTERIOR – DESPACHO DEL LICENCIADO MARTIN - MAÑANA
El licenciado Martín esta sentado a su escritorio y frente a él está Liliana, expectante.
Martín, siempre apelando a su tono jactancioso y hasta un tanto simpático.
MARTIN
¡Entonces, chula, por ahora tenemos que esperar!
LILIANA
¿Ya lo pasaron a Tribunales?
MARTÍN
Juzgado Nro.8 del Licenciado Torres. ¡Hay que esperar
que le levanten la incomunicación... hoy o mañana! Y en
cuanto hable con él, veremos qué hacemos.
LILIANA
¿Del juzgado no pudo sacar nada?
MARTÍN
¡Nada!… Salvo la causa. Pero si quieres ganar tiempo,
ayúdame en algo tú.
LILIANA
¡Claro, licenciado!
MARTÍN
Vete al desarmadero ése… ¿de un tal Heredia me dijiste,
no? ¡Adonde desarman los coches!
LILIANA
(DECIDIDA) ¿Qué quiere que haga?
Martín habla con la actitud del tipo inescrupuloso, audaz, fanfarrón.
MARTÍN
Si lo conoces... ¡mejor entonces! Averigua si sabe algo del
asunto éste: nos puede servir de mucho. ¡Pero ojo, eh… tú
preguntas como cosa tuya!
- -
34
- cine -
¡Ni se te ocurra decir que te mandé yo! … Como tengo
pensado algo con esta gente... hay que andar con mucho
cuidado. ¿Está claro...?
Ambos se miran de manera cómplice: luego ella afirma.
35. - INTERIOR – CAFETERÍA - MAÑANA
Sentados a una mesa están Eduardo y Titina.
EDUARDO
Hay que esperar, Titina. Hasta que no se compruebe su
inocencia, no va a salir.
Aunque… como no tiene antecedentes, eso es favorable.
TITINA
(INTRANQUILA) ¿Hasta cuándo lo van a tener adentro,
sin haber hecho nada?
Eduardo la mira, hace una pausa, acompañado por un gesto de impotencia.
EDUARDO
Realmente… no lo sé.
TITINA
¿Entonces tú, como abogado, qué puedes hacer?
EDUARDO
(TRISTE POR ELLA) En este momento, nada.
El juez lo hace todo… ¡por el secreto del sumario!
TITINA
El juez es un hombre y puede equivocarse… ¿Acaso él
tiene la verdad? ¡Explícame Eduardo!
EDUARDO
La única verdad es que por ahora... lo único que podemos
hacer... es llevarle ropa, comida y cigarrillos. Hasta que se
le levante la incomunicación… (GESTO)
TITINA
- -
35
- cine -
¿Y cómo se lo defiende entonces? ¿Cómo se lo protege...?
EDUARDO
Lo único que puedo hacer yo, es aportar algún dato… no
sé.
Hace una pausa, piensa. Luego con delicadeza, sobrio, le pregunta.
EDUARDO
Oye, Titina… ¿tú no sabes nada?
Titina, de inmediato, reacciona, indignada.
TITINA
¿Pero qué me estás preguntando...?
¿De veras crees capaz a Beto de algo así?
El trata de calmarla, consciente de no haber sido atinado en la pregunta.
EDUARDO
No, no, por favor y discúlpame si me expresé mal. No me
interpretes mal. Te pregunto si Beto te dijo alguna vez... si
dudaba de alguno de los que iban al taller.
Titina se controla, se calma. Piensa. Luego.
TITINA
No…¡qué se yo! Los que llevan el coche al taller, son casi
todos gente del barrio, conocida…
Eduardo, preocupado, pensativo, piensa en voz alta.
EDUARDO
Si tuviera algún dato… ¡algo como para llevarle al juez!
Todo esto sería más rápido.
36. - INTERIOR – TALLER DE FERNANDO - MAÑANA
Fernando, con sus ropas de trabajo, ha detenido la reparación de un coche; tiene aún las manos
engrasadas, incluso en una de ellas sostiene una llave. Escucha a Mario
FERNANDO
¿Pero no sospechan de nadie?
- -
36
- cine -
MARIO
No. De los que vienen al taller… nadie se dedica a robar
coches. ... ¡Pobre Beto, le pusieron un cuatro! ¡Un tipo
honesto como es!
Fernando ha empezado a entender: se siente mal.
FERNANDO
Sí, claro… todos conocemos a Beto.
MARIO
¡Se equivocaron, se equivocaron!
P. de la cara de Fernando: serio, concentrado.
FLASH BACK: FERNANDO RECUERDA:
ESCENA 4 – CALLE – ENTRADA DE TALLER.
El coche robado por Rolo esta estacionado en la calle, frente al taller mecánico de Fernando.
Éste acaba de revisarlo.
ROLO
Porque quiero hacerle pintura nueva... ¡cambiarle el color!
Fernando comprende. Se alerta.
FERNANDO
¡Ah...! (EN VOZ BAJA) ¿Te lo levantaste?
Rolo en tono íntimo, cómplice.
ROLO
¿Entiendes la urgencia de la pintura?
Fernando entiende realmente la situación y queda serio.
REGRESAMOS A LA ACTUALIDAD.
P. de mario: observa a Fernando que esta en silencio: le llama la atención. Al fin le dice.
MARIO
¿No te parece, Fernando...?
- -
37
- cine -
Fernando sale de su abstracción, procura disimular.
FERNANDO
¿Eh...? … ¡Ah, sí... claro!
MARIO
Yo creo que alguien quiere perjudicarlo.
Fernando hace un gesto escéptico y replica con tristeza.
FERNANDO
¿Para qué...? Beto es un tipo muy querido en el barrio.
Se trata de una lamentable equivocación.
MARIO
¡Pero con ser lamentable no se arregla nada!
(ENUMERA) ¡Está detenido, nadie puede hablar con él,
los niños no ven al padre…
Se produce un silencio: ambos consternados: cada uno por sus circunstancias. Luego Fernando
continúa.
FERNANDO
No hay problema con lo que me pides.
MARIO
¿Me echas la mano entonces?
FERNANDO
Por supuesto.
MARIO
(LE ENTREGA UNAS LLAVES) Estas son las llaves del
taller… hay dos coches: el rojo es del tipo de la ferretería y
el otro es de Castillo. Búscalos por favor y entrégales su
coche. Yo no puedo hacerlo porque el abogado me
recomendó esfumarme mientras dure este problema.
FERNANDO
Quédate tranquilo… Cuenta conmigo.
MARIO
Bueno, gracias. Ahí nos vemos, Fernando.
- -
38
- cine -
Mario se va. Fernando queda mirándolo: es evidente que se siente mal.
37. - INTERIOR – RECLUSORIO: CELDA - MAÑANA
La celda de Beto es pequeña , sin rejas, tiene un pequeño visor.
Beto está tirado en el asiento de cemento. Es vidente en su semblante la angustia, sumada a la
inercia.
Recorre la vista sobre el lugar y descubre muchas inscripciones en la pared de enfrente.
BETO:
(LEE) “Perdóname mamá. Juan 23/4/91” … “Ayúdame
Dios mío. Gerardo. 11/9/92” … “Aquí estuvo el Macho
Rejón”… (SONRIE TRISTE)
Tiene la mirada perdida. De pronto descubre el visor: se acerca y observa por él.
Lo que ve: pasillo de por medio, la puerta de enfrente de iguales características.
En el visor de esa puerta, unos ojos se mueven detrás de él.
Tras unos segundos una voz que trata de ser baja..
(OFF) VOZ
¿Por qué te trajeron?
Se produce un silencio: Beto no contesta. La voz en off, insiste.
(OFF) VOZ
¡Ehhh...! ¿Me oyes...? ¡No te hagas ganso!
Beto duda pero al fin responde.
BETO
Dicen que por robo de coches.
La Voz en Off responde con solvencia, conocedor, pretendiendo trasmitirle tranquilidad a Beto.
(OFF) VOZ
- -
39
- cine -
No pasa nada…¡ni te calientes! Cuando mucho en cuarenta
y cinco días te sueltan.
P. de Beto: sorprendido y asustado.
BETO
(DICE PARA SI) ¿Cuarenta y cinco días aquí adentro...?
(LUEGO) ¿Y tú por qué estás aquí?
(OFF) VOZ
Asalto a mano armada.
Beto reacciona sorprendido, con la ingenuidad de quien no corresponde a ese ambiente.
BETO
¡A caray...! ¿Y tienen pruebas?
(OFF) VOZ
(SIMPATICO) ¡Qué te parece...! ¡Me engancharon con la
punta en la mano!
Beto mueve la cabeza: son ríe con tristeza.
38. – EXTERIOR – CALLE – SALIDA DE ESCUELA - TARDE
Titina y la tía esperan: se acerca Mónica junto a ellas.
Mariano viene conversando don dos niños de su edad.
CHICO 1
Mariano, ¿es verdad que tu papá está preso?
Mariano se detiene, serio. Luego reacciona, enojado
MARIANO
¡Estás loco! Se fue a Puebla a comprar unas refacciones
para un camión.
CHICO 1
Mi papá dice que lo leyó en el periódico. Y que por eso
tienen cerrado el taller.
Mariano queda paralizado: serio.
Los chicos continúan avanzando.
- -
40
- cine -
Titina, que percibió algo extraño en la actitud de Mariano, se le acerca.
TITINA
¿Qué te pasa, Mariano… no te sentís bien?
Mariano no responde, continúa caminando.
Titina insiste, cálida, cariñosa.
TITINA
¡Eh, contéstame...! ¿Qué te pasa...? ¿Te duele algo?
MARIANO
(ESTALLA) ¿Por qué me dijiste mentiras...?
¡Papá no se fue a Puebla!
Titina repentinamente se tensa, estupefacta, no atina a responder.
39. – INTERIOR – CASA DE FERNANDO - NOCHE
Fernando esta sentado, frente al televisor. Se le nota que esta ausente, que no mira el
informativo que están pasando. Llega Martha.
MARTHA
Vamos que ya está la cena, Fernando.
Fernando la mira, continúa ausente.
Martha se detiene en él: entiende que algo le pasa. Pregunta, seria, preocupada.
MARTHA
¡Fernando...! ¿Qué pasa?
FERNANDO
Nada.
Finalmente apaga el televisor y queda abstraído.
Martha entiende que algo le ocurre e insiste.
MARTHA
¿Tuviste algún problema en el taller?
- -
41
- cine -
En toda la acción, Fernando no la mira a los ojos: no se anima a mirarla. Su vista está clavada
en el suelo. Tampoco se incorpora. Habla sin fuerzas.
FERNANDO
No, no…
Martha lo observa y confirma que algo le pasa
MARTHA
Óyeme, Fernando... yo no me chupo el dedo.
¿Qué te pasa? ¡Te transaron con un cheque!
Fernando niega en silencio; continúa sin mirarla, parecería que no se anima.
MARTHA
¿Y entonces...? ¡Dime! ¿Qué pasa?
Fernando permanece en una actitud apenada, culposo. Al fin es como que hiciera un esfuerzo y
se dispone a hablar.
FERNANDO
…Hoy vino Mario, el muchacho que trabaja
con Beto en el taller. Me pidió que le hiciera
un favor.
MARTHA
¿Te dijo algo de Beto?
FERNANDO
Está preso por robo de coches…
Pausa, se detiene. Le cuesta hablar.
FERNANDO.
…Y creo que se lo llevaron... por un tipo que yo
le mandé.
.
Martha enseguida reacciona, sorprendida.
MARTHA
¿Qué…? Pero… ¿Estás seguro, Fernando?
- -
42
- cine -
Fernando asiente en silencio, resignado, dolorido.
Martha lo observa un instante, desconcertada. Al fin.
MARTHA
¿Y qué piensas hacer…?
Fernando la mira, inexpresivo, turbado, apabullado.
40. – INTERIOR – OFICINA DE TRIBUNALES - MAÑANA
La misma oficina de las tomas 25 y 28.
El licenciado Ferros toma declaración a Rolo, que está esposado.
Ferros, mientras pregunta escribe en la computadora.
LIC.FERROS
¿Arturo Garayalde es su nombre…? ¿Por qué se
llevó el coche?
ROLO
Para mí el coche estaba abandonado. Siempre que
pasaba lo veía. No sabía que el dueño vivía allí.
Lo quería arreglar y usarlo…nada más. Y si un día
aparecía el dueño, se lo devolvía.
LIC.FERROS
¿Usted llevó el coche al taller de Roberto Arrigoni?
El licenciado Ferros lo mira: pausa.
Rolo duda, está inseguro. Finalmente, aprueba.
LIC.FERROS
¿Desde cuándo conoce a Roberto Arrigoni?
ROLO
Y… desde hace unos cinco años. Todos los coches
que arreglo… se los llevo a él.
LIC.FERROS
¿De qué trabaja usted?
- -
43
- cine -
ROLO
(SONRIE)
Pues… ¡negocios! Trabajo por mi
cuenta. ¡Compra y venta de coches!
El lic. Ferros, inexpresivo, escribe en la computadora.
41. – DESARMADERO DE COCHES -
MAÑANA
El lugar está ubicado en las afueras de la ciudad. Ocupa un sector muy amplio, en donde hay
montañas de coches destruidos, oxidados.
Heredia está con Liliana conversando entre esta gran cantidad de chatarra, cerca de la entrada
de la oficina. Heredia es un tipo de unos 45 años, de buena presencia, se le nota una constante
actitud de seductor y es evidente que quiere conquistar a Liliana.
HEREDIA
¡No sé nada, Liliana! ¡Te juro! Pero ven, pasemos
a mi oficina y tomamos un café.
LILIANA
(Segura, firme) No, gracias, estoy apurada.
¡Óyeme, Heredia!… ¿Seguro que no fue…”un
negocio”… y Rolo se lo está comiendo él solo?
Heredia apela a un tono sugerente, provocativo, que es evidente, molesta a Liliana.
HEREDIA
¡Pero no, mi amor…! ¡Si apenas me entero!
¡Créeme que es así!
Liliana lo mira dudando, distante, escéptica.
HEREDIA
Si Rolo se lo hubiera levantado “por encargo”…
¡yo estaría al tanto! ¡Te lo juro!
Heredia toma sus manos, cariñoso, se ofrece con una dudosa benevolencia.
HEREDIA
¿Tienes abogado?
LILIANA
- -
44
- cine -
(Fría, seca) Sí.
HEREDIA
¡Sino avísame, eh!
Liliana lo continúa mirando fijamente, firme, agresiva.
Heredia se da cuenta pero persiste en su actitud seductora.
HEREDIA
¿Qué te pasa ahora?
LILIANA
¡Es que te creo tan poco, Heredia!
Heredia, en lugar de enojarse, esboza una sonrisa complaciente, insinuante, sugestiva.
Y tras una pausa continúa, indulgente.
HEREDIA
¡Tú no sabes lo que te estás perdiendo por no creer
en mí…! ¡Te lo he dicho muchas veces, chiquita!
Liliana lo observa, dura, firme.
HEREDIA
Este negocio da mucho dinero… ¡Podrías vivir muy
bien conmigo!
Queda mirándola en silencio, con una sonrisa seductora. Luego le toma la mano.
HEREDIA
¿Vamos a mi oficina…? Te sirvo un whisky…
platiquemos.
Liliana de pronto reacciona, retira la mano con violencia y le dice con rabia.
LILIANA
¡Déjame de joder! ¡Imbécil!
Lo mira con rabia y se va.
Heredia la observa irse, tranquilo, sonriente, seguro.
- -
45
- cine -
42. – INTERIOR – SECRETARIA DEL JUZGADO -
TARDE
Eduardo está con la Secretaria de Juzgado, la Licenciada Fuentes, una mujer sobria, respetuosa
y que evidencia saber escuchar.
FUENTES
Lamentablemente, no puedo pronosticar si esta
etapa será larga…
EDUARDO
Licenciada, yo pedí hablar con usted, como
Secretaria de Juzgado… porque quiero apelar a
métodos… poco académicos, digamos… lo
reconozco.
La licenciada Fuentes lo observa, extrañada, aunque sin perder su tono amable.
FUENTES
Explíquese mejor, por favor
EDUARDO
Para empezar, yo no soy abogado Penalista,
me dedico a lo Comercial. Pero conozco de
toda la vida a Arrigoni y sé que es una
persona honesta, trabajadora… Por eso
acepté defenderlo.
FUENTES
¡Ajá…! Es un amigo.
EDUARDO
¡Amigo, vecino…! Es el muchacho que hay en
todo barrio… que tiene un taller mecánico.
¡Y de pronto ahora, se ve metido en un embrollo
como éste…! La mujer está desesperada, tiene dos
niños… ¡qué se yo! Perdone que le hable así,
licenciada… (COMO IMPOTENTE) ¡Pero créame
que se trata de una excelente persona! ¡Y hace seis
días que está incomunicado…!
Hay un silencio, La licenciada Fuentes lo observa, pensativa.
Luego le habla en un tono cálido, intentando tranquilizarlo.
FUENTES
- -
46
- cine -
Lo entiendo, licenciado Serrano, en esto juega un
aspecto humano… que habla bien de usted como
profesional.
EDUARDO
Se lo repito, licenciada…
es un excelente
hombre… buen vecino, trabajador…
FUENTES
Ya tomé conocimiento del expediente y se
están tomando las medidas de prueba.
Si todo es como usted dice, pienso que el caso
no se va a demorar. ¡Pero… trate de averiguar…
de conseguirme algún dato! Eso acortaría mucho
los tiempos.
Fuentes le ofrece una expresión comprensiva.
Eduardo, abatido, asiente en silencio.
43. - INTERIOR – TALLER DE FERNANDO - TARDE
Fernando, apoyado sobre un coche que estuvo arreglando, con la mirada hacia el suelo, decaído,
y limpiándose las manos constantemente con una estopa: gesto inconsciente que denota
malestar interior.
Frente a él, Martha con actitud demandante, molesta.
MARTHA
Decídete, Fernando: ¡tienes que ir a la justicia o
ante quien sea… y decir la verdad!
FERNANDO
(Abatido) No es fácil, Martha, no es fácil…
MARTHA
La pobre Titina anda corriendo de un lado a otro: ¡el
marido preso, la suegra internada, a los chicos los
tiene una tía!… ¡Piénsalo! ¡Y rápido decídete!
Pretende defenderse.
FERNANDO
Y además de todo… ¡quién sabe si sirve de algo
- -
47
- cine -
que yo vaya a decir que ese tipo robó el coche!
MARTHA
¿Cómo no va a servir…?
Le deben estar
achacando al pobre Beto el robo…
Ahora reacciona molesto.
FERNANDO
¿Tú sabes en el lío que me meto…? ¡Y por algo en
lo que no tengo nada que ver! ¡Porque además de
todo …yo no lo vi robando! ¡Lo supongo!
Martha reacciona, molesta, enojada.
MARTHA
¡Por favor… si tú sabes muy bien quién ese tipo!
FERNANDO
Supongamos que yo esté seguro y voy a ver al
juez… ¡Ser testigo en este país, significa que te
citan, te preguntan, te tratan igual que si fueras un
delincuente!
Martha lo observa: indecisa, molesta, sin saber qué responderle.
44. - INTERIOR –
OFICINA - TARDE
Titina está en la oficina donde trabaja, se la nota inquieta, incluso molesta, aunque trata de
aparecer controlada, amable frente a su jefe, González.
González es el típico personaje de oficina, mediocre, con actitud de burócrata, aunque no es una
mala persona.
GONZALEZ
Es muy delicado, Titina,
imagínese mi
responsabilidad como jefe. ¿Qué puedo decir…?
TITINA
(MOLESTA PERO CONTENIDA) Lo entiendo,
González, pero las cosas se me dieron así. Yo no
soy una empleada que siempre falta o pide cosas…
- -
48
- cine -
Titina queda mirándolo, ansiosa, preocupada.
González piensa un instante, como si lo que fuese a decidir fuera de suma gravedad.
GONZALEZ
¡Faltó seis días “sin aviso”…! ¿Al menos tiene
algún justificativo…? Algo que le pueda llevar al
Jefe de Personal…
Titina se ve apabullada por la burocracia
TITINA
Sí… Que mi suegra está internada. Quizás pudiese
pedir una constancia en el hospital.
González insiste en su actitud de enfrentar algo grave.
GONZALEZ
Yo la comprendo, claro… Pero no sé… es muy
poco para que lo entiendan “arriba”.
¡Y encima quiere pedir una semana sin goce de
sueldo…! (GESTO DE CONDESCENDENCIA)
Bueno… voy a ver qué puedo hacer por usted.
TITINA
González, por favor… realmente lo necesito.
Haga lo posible… se lo agradecería.
GONZÁLEZ
De acuerdo… voy a tratar.
Titina agradece y se va. En su cara aparece una expresión de “¡qué pesado!”
45. - INTERIOR – OFICINA DE TRIBUNALES - TARDE
El licenciado Ferros, frente a una computadora, toma declaraciones a Beto, que está esposado.
LIC.FERROS
¿Hace mucho que conoce a Arturo Garayalde?
Beto lo mira, extrañado, sorprendido.
- -
49
- cine -
BETO
¿Arturo Garayalde…? No… no lo conozco.
No sé de quién me habla.
El licenciado Ferros levanta la vista de la pantalla de la computadora y lo observa. Tras una
pausa le explica, serio pero respetuoso.
LIC.FERROS
La persona que llevó el coche robado a su taller.
BETO
¡Ah, no…! Fue la primera vez que lo vi cuando
llevó el coche. No lo conocía… ni sé quién lo
recomendó.
LIC.FERROS
¿Usted sabía que el coche era robado?
BETO
¡No…! ¡No sólo que no lo sabía, sino que ni
siquiera lo imaginé!
El licenciado Ferros lo mira, inexpresivo.
46. - INTERIOR – HOSPITAL: SALA - TARDE.
Ángela está agitada, hay una enfermera que la está atendiendo.
ÁNGELA
¡Llame por teléfono a mi hijo! ¡Dígale que venga,
por favor!
La enfermera la acaricia, procura tranquilizarla.
ENFERMERA
Cálmese, doña Ángela… Ya va a venir.
Es la hora de visitas.
ÁNGELA
¡No, no! ¡Yo no me siento bien! ¡Y a Beto hace
mucho que no lo veo! ¡Llámelo, por favor!
- -
50
- cine -
Entra Titina: de inmediato percibe el clima y lo disimula, tratando de calmarla.
TITINA
¡Hola…! ¿Cómo anda?
La enfermera le hace señas a Titina, de que no está bien.
ÁNGELA
¡Mal! ¿Qué pasa con Beto?
¿Cuándo va a
venir…? ¡Dime qué le pasó, Titina!
Titina trata de disimular, sonríe, pone una expresión despreocupada.
TITINA
Por favor, cálmese, doña Ángela… no se ponga así.
ÁNGELA
¿Por qué no viene Beto?
TITINA
¡Su hijo está disfrutando de unas vacaciones en
Puebla! (SONRIE) ¡Sí… no me mire así! Tuvo que
salir de apuro, por las refacciones de un camión.
Titina le mantiene la mirada, sonriente.
Ángela queda sin palabras.
TITINA
(LUEGO. CARIÑOSA) Bueno, ahora descanse.
¡Con usted hay que ponerse dura como con los
niños para que se porte bien! Descanse.
Titina se aparta un poco y habla a la enfermera en voz baja.
TITINA
¿Cómo está…? ¿La ves bien?
La enfermera expresa preocupación.
ENFERMERA
Más o menos. Estoy esperando al médico porque
pasó una mañana muy agitada.
- -
51
- cine -
En la cara de Titina también se refleja intranquilidad.
47 – INTERIOR – CELDA GRANDE - TARDE.
El lugar tiene una pared que es de barras de hierro. Hay muchos presos (diez o quince) que
charlan de a grupos.
Beto, con la barba crecida, desarreglado en su atuendo, habla con Barato.
Barato tiene una manera de ser y hablar rayano con lo delirante, excitado, y al fin simpático.
BARATO
¿Y a ti por qué te trajeron?
BETO
(INDECISO) ¡Qué se yo, Barato…!
explicar.
Es difícil de
BARATO
¿Cómo “qué se yo”…? ¡Seguro que no te apañaron
por dar misa!
Los que están alrededor, ríen, cómplices
Beto se cohíbe, es un ambiente que nunca frecuentó; íntimamente se siente amedrentado,
aunque lo disimule.
BETO
La verdad… dicen que robé un coche.
aseguro que…
Pero te
BARATO
¡Síiíí…! ¡Que te agarraron de su puerquito!
De nuevo el grupo ríe, disfruta de la ingenuidad de Beto.
Beto queda sin palabras. Hace un gesto escéptico y se resuelve a aceptar todo con calma.
BETO
¿Y a ti…? ¿Por qué te trajeron?
BARATO
(SIMPATICAMENTE) ¡Para no creerlo, loco…!
¡Me estoy chupando cuatro meses por una
- -
52
- cine -
babosada…
“falsificación
sanitarias”! ¡Échate ésa!
de
credenciales
BETO
¿Te agarraron de chivo expiatorio?
BARATO
¡No… qué chivo ni qué nada! ¡Vendí un montón!
¡Mil…o más…!
¡Y andan circulando por ahí
tranquilamente! Pero me agarraron por una sola…
¡y me encajaron cuatro años! ¿Tú lo entiendes…?
El resto de los hombres, incluso Beto, también ríen.
Barato continúa con un tono simpáticamente molesto.
BARATO
Y resulta que en este país, hay tipos que se
esfumaron cuarenta millones de dólares,
que lavan dólares de los narcos, que venden leche
podrida… ¡y todavía les hacen caravanas!
Ante esa ilustración real y contundente, Beto sonríe con pesimismo, se siente solidario con
Barato.
BETO
Sí… tienes razón.
BARATO
¡No hay derecho, mano…!
comiendo frijoles!
¡Y nosotros aquí…
48. - INTERIOR - HOSPITAL: PASILLO - TARDE
Titina, sola, camina intranquila. Llega Mario, ella lo ve y se abraza a él.
MARIO
¿Qué pasa, Titina…? ¿Está mal doña Ángela?
TITINA
- -
53
- cine -
(SOLLOZANDO) ¡Menos mal que viniste, Mario!
¿Te das cuenta…? ¡Estoy sola! ¡Se me juntó
todo… todo!
Mario, cálido, la mantiene abraza, con afecto, con amor, trata de consolarla, contenerla.
MARIO
Cálmate, Titina…
aquí estoy para ayudarte.
Tranquilízate… ¿Necesitas algo?
Titina hace un esfuerzo por reponerse.
TITINA
Gracias, Mario… sólo esperar. Pero lo peor de esta
situación… es que ya no sé qué decirle a mi suegra.
¡Y ahora esto…que no sé qué va a pasar!
El médico sale: ellos se dirigen hacia él.
El médico les habla en tono cauto, prudente, con calma.
MEDICO
Evidentemente que la señora ha tenido un
decaimiento. Se la está medicando como
corresponde.
Pero estas enfermedades…
sensibilizan mucho al paciente. Y a veces un
motivo de disgusto, puede provocar una recaída
de este tipo. (LOS OBSERVA A AMBOS)
¿La señora tuvo algún problema en estos días?
Titina y Mario se miran, perturbados.
49. - INTERIOR – DESPACHO DEL JUEZ - TARDE
El juez, licenciado Torres, está sentado a su escritorio.
Fuentes.
Frente a él, la Secretaria, licenciada
FUENTES
Tengo la impresión, licenciado… que se trata de
una persona de trabajo, que está envuelto en esto…
¡accidentalmente!
El juez queda unos segundos con la vista perdida: piensa.
- -
54
- cine -
JUEZ
¿Conversó con el abogado y le dio esa impresión?
FUENTES
Así es... le creí. Me pareció uno de esos casos
que a veces tenemos, en que un pobre tipo se
ve involucrado… ¡y no sabe por qué!
JUEZ
No sería la primera ni la última vez. Pero debemos
actuar con cautela, licenciada.
FUENTES
Claro que sí. Lo único que pienso es que… si uno
intuye que es un caso así… ¡pues tratar de actuar
con celeridad!
JUEZ
Acabo de leer la causa… porque los indagaron.
El Juez muestra unos papeles y esboza un gesto de duda.
JUEZ
Llegaron los antecedentes del
“Registro de
Reincidentes”. ¡Este Garayalde no es ningún bebé
de pecho…! Fue condenado en dos oportunidades.
¡Y si este hombre dice que Arrigoni, desde hace
cinco años le arreglaba los coches…!
FUENTES
Perdón, licenciado, pero Roberto Arrigoni niega
conocerlo. Dice que lo vio solo la vez que le llevo
el coche.
El juez expresa una sonrisa paternalista y le habla afable, mientras se pone de pie para irse.
JUEZ
De acuerdo, licenciada Fuentes. Pero usted
sabe muy bien que esto… hay que probarlo.
¡Manejémonos con cautela!
FUENTES
¿Podemos levantarle la incomunicación?
- -
55
- cine -
JUEZ
Estamos obligados: hace una hora di la orden.
(MIRA SU RELOJ) Me voy que tengo que dar
clase en la facultad.
El juez, antes de retirarse mira a Fuentes: percibe que ella no está conforme. Sonríe y le dice
de buen modo.
JUEZ
Licenciada… uno no puede hacer todo lo que
desearía. ¡Tiempo…! No podemos apresurarnos…
Vamos a tomarnos todo el que sea necesario.
50. - INTERIOR – CASA DE BETO: GALPON - MAÑANA
Es un espacio mediano en donde impera el desorden. Está lleno de cajas, piezas, refacciones de
automotores.
Dos empleados del juzgado revisan meticulosamente las piezas y refacciones (sucios): los
colocan en dos cajones.
Liliana y el licenciado Ferros: observan. Él toma nota de las refacciones y piezas que los
empleados colocan en los cajones.
Al fin, un empleado del juzgado, le hace señas.
EMPLEADO
Licenciando… ya vimos todo. No queda más nada
por revisar.
LIC.FERROS
De acuerdo. (A LILIANA) Señora… vamos a
llevarnos esto. Por favor, ¿me puede firmar aquí?
¿Si quiere controlar?
Liliana firma sin mirar.
51. - EXTERIOR - VISTA GENERAL DEL HOSPITAL - MAÑANA.
52. - INTERIOR – HOSPITAL: PASILLO ORIGINAL: Jorge Núñez
MAÑANA
- -
56
- cine -
Titina esta inquieta. Mario y Virginia la acompañan, procuran alentarla.
TITINA
¡Peor no me podría ir…! ¡Se me juntó todo!
MARIO
(LA ABRAZA) ¡Aquí estamos nosotros, Titina!
¡No estás sola!
TITINA
Gracias, muchachos… Pero ayer le levantaron la
incomunicación a Beto… ¡y no pude llevarle nada!
VIRGINIA
Vete, Titina, ya te lo dijimos… Vete que nosotros
nos quedamos aquí.
TITINA
¡No puedo! La situación de doña Ángela es
grave… Imagínate si pasara algo y no hubiera
ninguno de la familia… (MUY PREOCUPADA)
53. - EXTERIOR - VISTA GENERAL DE LA CÁRCEL - MAÑANA.
54. - INTERIOR - CÁRCEL: PASILLO - MAÑANA
Rolo (Arturo Garayalde), esposado, camina por un pasillo de la cárcel, llevado por un guardia
del lugar. Llegan a una puerta y el guardia se adelanta a abrirla.
GUARDIA
Pasa.
Rolo le sonríe, socarrón y atraviesa la puerta.
55. - INTERIOR – CÁRCEL: LOCUTORIO - MAÑANA
Por continuidad, Rolo (Arturo Garayalde), entra a la sala donde se visita a los detenidos.
Es conducido por el guardia hasta un sector donde hay una pared de vidrio, acribillada de
agujeros del tamaño de un cigarrillo.
Rolo se sienta en un banco donde el Licenciado Martín, sentado del otro lado la pared, espera.
- -
57
- cine -
Rolo saluda, simpático, burlón.
ROLO
Hola, licenciado... ¡de nuevo juntos!
¡Nosotros vamos a tener que casarnos!
Se nota en la cara del licenciado Martín que se molesta por la broma, pero no dice nada.
ROLO
¿Cómo anda usted...? Se lo ve elegante.
El licenciado Martín, va al grano; habla en voz baja, es un tic que tiene cuando está en una
cárcel.
MARTÍN
Me dijeron que embarcaste al mecánico.
Rolo sonríe con una expresión astuta, socarrona.
ROLO
¡Y cómo no...! Y lo hice por las mías.
No me hicieron falta sus consejos.
Martín se molesta: su vanidad se siente tocada. Pero lo disimula.
MARTÍN
De acuerdo. ¿A quién más se puede meter?
¿A ese tal Heredia...? El que desguaza coches.
ROLO
(DUDA) No... A veces hago algún negocio con él.
Martín reacciona terminante, sin dejar de resultar simpático su tono, a pesar de él.
MARTIN:
Oye, tú…¿lo tienes clara o no? ¡Aquí hay que
pensar en ti para sacarte! ¿Sí...?
ROLO
(DUDA) Pero Heredia… a veces es mi socio.
MARTIN
¡Al cuerno con los socios! ¡Aquí hay que meter
mucha gente y hacer mucho lío! … Escúchame
- -
58
- cine -
bien… ¡cuanta más gente haya, la confusión es
mayor! ¿Sí...? ¡Y en el tumulto le encajamos el
paquete a otro... y que se hagan bolas ellos!
Rolo hace una pausa: lo mira, duda.
ROLO
¿Usted cree...?
MARTÍN
¿Me viste cara de tonto...? ¡Hace 28 años que
estoy en este negocio!
Y aprendí más aquí
adentro... que en la facultad. (LO MIRA) ¿Sí...?
Te digo más… si armamos la gran bronca, ante la
confusión, por ahí te saco antes. Tú menciona a
Heredia… ¡que él te mandaba!
ROLO
(INDECISO) ¿Sabe qué pasa, mi licenciado…
MARTÍN
...¡No, párale, párale! ¡Si no te gusta así la cosa,
búscate otro abogado!
Martín lo mira, seguro, imperativo.
Rolo duda pero esta vencido.
MARTIN:
Entiende, Garayalde… tú tienes que aparecer como
una pieza más... ¡de un gran engranaje!
¿Está claro?
(REMATA) ¡Y después... que
descubra Mongo el engranaje!
La cámara queda con Martín mirando fijo a Rolo.
56. - INTERIOR - CASA DE FERNANDO: COMEDOR - MEDIODIA
Martha esta sirviendo el almuerzo. Llega Fernando con ropas de trabajo, serio, abstraído, le da
un beso y se sienta a la mesa.
Martha termina de servir y se sienta.
- -
59
- cine -
Comen en silencio: la atmósfera es densa. Pasados unos instantes.
MARTHA:
¿Sabes que doña Ángela está muy grave?
FERNANDO
Sí, me lo dijo un vecino.
Siguen comiendo en silencio. Luego, Martha dice en tono grave.
MARTHA
Y lo peor de todos, es que no puede ver a su hijo.
Fernando detiene de comer, la mira y reacciona enojado.
FERNANDO
¡Oye...! ¿Otra vez con lo mismo?
MARTHA
¡Si te das por aludido, por algo será!
FERNANDO
¡Pero carajo...! ¿Me quieres decir que también yo
tengo la culpa de eso?
Molesta aunque lo disimule.
MARTHA
Por supuesto que de la enfermedad de doña Ángela,
no.
FERNANDO
¡Ah...! ¡Menos mal...! ¡Nomás eso faltaba!
MARTHA
Pero quizás si hubieras ido a aclarar las cosas…
Beto podría ver a su madre.
Fernando se siente tocado, tira los cubiertos sobre el plato y la mira con rabia.
- -
60
- cine -
57. - INTERIOR – CÁRCEL: LOCUTORIO - TARDE
Es el mismo lugar de la Escena 55. Están Beto de un lado y Eduardo del otro.
Beto esta barbudo, su ropa de mecánico, desaliñada.
La situación es conmovedora por la relación de ambos. Beto debe hacer un esfuerzo
para hablar, está acongojado.
BETO:
¡Perdóname, Eduardo! ¡Pero esto que me pasa
es inhumano...! No tengo nada que ver en
nada... ¡y hace siete días que no veo a mi señora,
a mis hijos, a mi madre! ¡Tengo... tengo...!
Beto no puede continuar hablando, se larga a llorar.
Cálido, afectivo, inquietado por la emotividad del amigo.
EDUARDO
¡Llora, Beto! ¡Llora...! ¡Saca todo...!
Beto se toma su cara entre sus manos, llora, incontenible, conmovido.
Eduardo observa en silencio.
Luego, lentamente, Beto levanta la cabeza.
¿Estás mejor...?
EDUARDO
¿Más tranquilo?
Beto asiente con la cabeza. Luego, haciendo un esfuerzo dice.
BETO
¡Cuéntame! ¿Cómo están Titina y los niños...?
¡No sé nada! ¿Cómo está mi madre, está internada
todavía?
EDUARDO
Por lo menos hasta ayer a la tarde, sí.
Titina y los niños, bien. Hoy no pude
comunicarme en todo el día, no contestaba
nadie. ¡También… qué baile, pobre Titina!
- -
61
- cine -
BETO
ASIENTE, DOLORIDO) ¿Y Mario?
EDUARDO
Le dije que se vaya de la casa... por si acaso.
BETO:
No me preguntaron nada de él.
EDUARDO
No creo que te pregunten, ustedes no están en
sociedad. ¡Así que sino te dicen nada…!
BETO
(ENSEGUIDA) ¡Claro...! ¡Embarcar a otro
pobre diablo en este infierno!
Eduardo hace una pausa. Luego habla con un tono cauto, procurando no herir a Beto.
EDUARDO
Beto, nos conocemos desde hace muchos años y
sé que no tienes nada que ver en este tipo de
negocios sucios… ¿Pero conoces de alguna parte
al tipo que te llevó el coche?
Beto responde con un angustiado énfasis.
BETO:
¡No, Eduardo! ¡Te juro! ¡Ni lo conozco, ni nadie
me lo recomendó! Este tipo cayó al taller como
vienen tantos… ¡Créeme, por favor!
¡No tengo que ver en nada de esto!
EDUARDO
¡Por supuesto, Beto...! ¡No hace falta que me lo
digas!
Enseguida, Beto le pide, casi en un ruego.
BETO
¡Sácame de acá, Eduardo! ¡Sácame cuanto antes!
¡Esto es un infierno para mí! ¡Yo siempre me he
ganado la vida trabajando duro, hermano!
¡Y que me metan preso por culpa de un hijo de su...!
Beto, consternado, de nuevo no puede contener su llanto.
- -
62
- cine -
Eduardo, impotente, no sabe a que atinar.
58. - EXTERIOR - VISTA GENERAL DEL EDIFICIO DE LOS TRIBUNALES.
59. - INTERIOR – TRIBUNALES: DESPACHO DEL JUEZ - TARDE
A la vista están los cajones traídos del depósito (Escena 50).
Rolo es indagado por el juez y un empleado toma nota.
JUEZ
Voy a hacerle una ampliación de la indagatoria.
(LO MIRA) ¿Qué puede decir de estas refacciones
y piezas que se encontraron en su casa?
La mayoría son usadas, extraídas de otros coches.
El juez señala los cajones.
ROLO
Bueno… estas refacciones... yo las vendo.
JUEZ
¿Las vende por su cuenta?
ROLO
No, no, depende.
El juez espera pero Rolo no habla. Al fin, el juez demanda, serio.
JUEZ
Le ruego que sea más explícito. ¿Usted dice que no
vende por su cuenta? Explíqueme, por favor, para
quien vende o a quién representa.
ROLO
Bueno... mire... a mí me los da un tipo que está
en esto... en la reventa de refacciones usadas.
JUEZ
¿Cómo se llama ese señor?
Rolo hace una pausa: duda. Finalmente se decide.
- -
63
- cine -
ROLO
Heredia.
JUEZ
¿Adónde vive ese señor, o dónde tiene el negocio?
ROLO
Bueno, en realidad, no sé. Siempre nos vemos en
un café.
JUEZ
¿Tiene el teléfono?
ROLO
No… él siempre me llama a mí.
El juez lo observa: serio, severo, es evidente que no le cree. Luego continúa.
JUEZ
Mire señor Garayalde, todo lo que está diciendo
no tiene seriedad. Es mejor que aclare bien las
cosas... porque de cualquier manera van a aparecer
los cómplices.
¡Está claro que esto es una
organización!
El juez queda observándolo, circunspecto.
Rolo se mantiene tranquilo, con una sonrisa cínica..
60. - EXTERIOR - VISTA GENERAL DE LA CÁRCEL - TARDE.
De los pisos altos de la cárcel, la cámara baja y se ve la inmensa entrada. Cantidad de gente
entrando y saliendo del edificio. Finalmente ubicamos entre ellos a Titina, camina rápido, seria,
con gesto de preocupación.
61. - INTERIOR - CÁRCEL: UN CUARTO SÓRDIDO, SEMIOSCURO - TARDE
Es un cuarto donde lo único que hay es un escritorio y una silla.
Un hombre con ropa de guardia militar está sentado al escritorio. Su actitud es seria, hosca.
- -
64
- cine -
(Off) Se escuchan pasos que se detienen.
Sonido de una puerta de hierro que se abre.
(off) VOZ
Pase.
(off) TITINA
Gracias, señor.
Titina entra y se le acerca al guardia, nerviosa, en actitud como de ruego.
TITINA:
Buenas tardes, señor. Me avisaron que ayer
le levantaron la incomunicación a mi esposo.
Se llama Roberto Arrigoni.
El guardia mira una lista. Luego responde, serio.
GUARDIA
Sí, se la levantaron.
TITINA
(ANSIOSA) ¿Podría verlo?
GUARDIA
No puedo dejar que lo vea.
Las visitas son martes y sábados de
13 a 14 horas.
TITINA
¡Por favor...! ¡Hace siete días que no lo veo!
¿No me permitiría un minuto nada más...?
¡Tan solo un minuto! ¡Le traigo comida, cigarrillos
y una ropa para que se cambie! ¡Desde que lo
trajeron debe estar con la misma ropa...!
El guardia la observa; se nota que duda. Luego le responde serio pero de buen modo.
GUARDIA
No puedo, señora.
En ese preciso momento sale Eduardo del interior. Se sorprende al ver a Titina.
EDUARDO
- -
65
- cine -
¡Titina...! ¡Beto está desesperado por verte!
TITINA
¡Oh, Eduardo...! ¿Cómo está Beto...? ¿Bien...?
No me dejan pasar. Hoy no es día de visitas.
EDUARDO
¡Ah, claro...! Y ahora lo llevan para declarar
Eduardo mira al guardia, duda, pero al fin se anima.
EDUARDO
Señor, al marido de la señora están por llevárselo…
¿Por qué no le permite verlo? … ¡Un minuto nada
más!
GUARDIA
No puedo. Imposible, señor.
EDUARDO
¡Apenas un minuto!
Eduardo muestra su credencial.
EDUARDO
Soy abogado.
Créame que haría un acto
humanitario… ¡realmente, señor!
Eduardo y Titina quedan mirando al guardia, expectantes, pendientes de su resolución.
El guardia los mira: duda. Finalmente abre la puerta y sale.
Titina, conmovida, abraza a Eduardo.
TITINA
¡Gracias, Eduardo! ¡No sé cómo te voy a pagarte
todo esto! ¡Gracias!
Entra Beto: mal entrazado, con barba crecida. Titina instintivamente se abalanza sobre él: se
besan se abrazan.
TITINA
- -
66
- cine -
¡Beto...! … ¿Cómo estás, mi amor?
Quedan abrazados por un largo instante, conmovidos, con el llanto que fluye en ambos,
conmocionados.
Eduardo los observa, no puede disimular su emoción al ver la escena. Dice al guardia.
EDUARDO
Muchísimas gracias.
Nos quedamos con la imagen de Titina y Beto, abrazados.
62. - EXTERIOR – DESARMADERO DE HEREDIA - TARDE
El mismo desarmadero de coches de la Escena 41.
Hay una gran cantidad de patrulleros policiales y también coches sin identificación, igualmente
pertenecientes a la policía.
Varios policías de civil, haciendo un gran círculo, controlan la situación.
Heredia y sus ayudantes son llevados detenidos: los suben a los coches.
Heredia, a los gritos, protesta por el operativo.
HEREDIA
¿Hasta cuándo van a seguir con esta monserga...?
¡Desde hace más de un año que andamos derechos!
POLICÍA
¡Vamos, vamos...! ¡Suban al coche!
HEREDIA
¿Por qué no nos dejan en paz? ¿Acaso parecemos
ladrones? ... ¡Vayan a buscar a los que roban y no
molesten a la gente que trabaja!
Ningún policía atiende las protestas de Heredia; continúan trasladando a los detenidos a los coches.
Están frente al juez: Rolo y un empleado.
- -
67
- cine -
Un guardia hace ingresar a Beto.
Apenas entra Beto al despacho, Rolo lo saluda, con mucha confianza, comunicativo, como si lo
conociera de toda la vida.
ROLO
¡Hola, compadre...! ¡Caímos...! ¡Este negocio
es así! (SONRIE SIMULANDO RESIGNACIÓN)
¡Qué le vamos a hacer!
Beto lo mira, sorprendido: no atina a decir nada, no tiene capacidad para reaccionar, a tal punto
que el juez lo invita sentarse.
JUEZ
Siéntese, por favor.
ROLO
(CONTINÚA, SARCÁSTICO)
tiempo mejores...!
¡Ya vendrán
JUEZ
¡Silencio, por favor!
Rolo calla, aunque le hace unas señas a Beto que pretenden esconder complicidad.
Beto no atina a nada, su sorpresa del primer momento se transforma en ira contenida.
El Juez hace una pausa y observa a ambos detenidos. Luego comienza.
JUEZ
Los hemos traído aquí para hacer un careo.
Señor Arrigoni…(SEÑALA A ROLO) el señor
dice que lo conoce a usted desde hace cinco años.
¿Eso es cierto…o no?
BETO
No, señor. Nunca lo había visto.
Lo vi por primera vez cuando vino al taller y me
trajo el coche.
Enseguida interviene Rolo, en tono confianzudo.
ROLO
- -
68
- cine -
¡Dale, Beto... si no ganamos nada con inventar!
¡Di la neta que es mejor para todos!
¿No, licenciado...?
El juez replica con autoridad.
JUEZ
¡Señor! ¡Limítese a contestar las preguntas que
le voy a hacer! ¿Está claro...?
El juez mira fijamente a Rolo, procurando imponer disciplina, hacer valer su autoridad. Tras
una pausa, prosigue, dirigiéndose a Rolo.
JUEZ
El señor dice que no lo conoció anteriormente.
¿Qué dice usted? … ¿Se mantiene... o rectifica?
Rolo no se apabulla por la actitud severa del juez, continúa con su tono burlón, dicharachero,
incluso.
ROLO
¡Ay, licenciado...! Le repito lo que le dije antes...
¡hace cinco años que le llevo los coches!
(SONRIE) ¡Imagínese si no conoceré a Beto!
Repentinamente, Beto se levanta, violento, descontrolado: sorprende a los guardias. Toma de
la camisa a Rolo y lo zamarrea, pegándole una fuerte trompada en el rostro. A la vez que grita
con rabia.
BETO
¡¡Mentiras...!! ¡Son mentiras... !
¡Es un mal parido...! ¡Un delincuente!
¡Te voy a matar, canalla...! ¡Te voy a...
El juez de inmediato grita, llamando.
JUEZ
¡Guardias...! ¡Guardias...!
Rápidamente entran mas guardias y empleados que van junto a Beto; quien tiene tomado a
Rolo y quiere ahorcarlo, lo golpea.
JUEZ
(A BETO) ¡Alto...! ¡Deténgase!
¡Guardias... procedan!
- -
69
- cine -
Los guardias forcejean con Beto para poder separarlo de Rolo.
64. - INTERIOR – TRIBUNALES: JUZGADO - TARDE
El licenciado Ferros, parado tras el mostrador de atención al público, está leyendo un escrito.
Frente a él, esta el licenciado Martín lo observa.
Cuando el licenciado Ferro termina de leer, aparece un gesto de sorpresa en su rostro.
LIC.FERROS
¿Pide la recusación del juez, licenciado...?
El licenciado Martín replica con su tono habitual, pedante.
MARTÍN
¿Qué le parece...?
Hace tiempo, el licenciado
Torres le dio dos años de prisión a mi defendido…
¡y la cosa no era tan grave! ¿Se da cuenta
por qué no tengo confianza?...
Me veo en la
obligación de pedir la recusación del juez.
El oficial lo mira, inexpresivo.
65. - EXTERIOR - HOSPITAL: VISIÓN GENERAL - NOCHE.
66. - INTERIOR - HOSPITAL: PASILLO / SALA DE ESPERA - NOCHE.
Titina camina por un pasillo, con paso rápido, la inquietud se refleja en su rostro. Llega a la
sala de espera y allí están Mario y Virginia: al verla, van junto a ella, ansiosos, anhelantes.
MARIO/VIRGINIA
¿Pudiste ver a Beto...? ¿Cómo está...?
¿Alguna novedad...?
Titina trata de conservar la quietud, aunque se la nota tensa, conteniendo su malestar.
Los diálogos son ad libitum.
- -
70
- cine -
TITINA
Bueno... no. No hay ninguna novedad.
Sólo queda esperar. ¿Y Doña Ángela?
¿Vieron al médico...?
Ambos jóvenes se miran, inquietos.
MARIO
Bueno, hará media hora estuvo con nosotros...
y nos dijo que el estado...
VIRGINIA
Que está grave.
La expresión de Titina endurece, hay intranquilidad pero no dice nada, aguanta.
67. - EXTERIOR - EDIFICIO DE TRIBUNALES - MAÑANA.
68. - INTERIOR – TRIBUNALES: DESPACHO DEL JUEZ - MAÑANA
El juez Torres esta sentado a su escritorio. Su actitud y su decir están impregnados de aflicción,
como derrotado.
Frente a él, la Secretaria del Juzgado: licenciada Fuentes
JUEZ
¡Usted me pedía que actuara con celeridad!
El juez mueve la cabeza: apesadumbrado.
La licenciada Fuentes también está viviendo un momento de pesadumbre, su actitud es de
impotencia.
FUENTES
¡Pedir su recusación porque hace años le dictó
una condena...! ¡Esto es impensado...!
¿A quién se le ocurre...?
JUEZ
¡A quién...! Son artimañas de un leguleyo
- -
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- cine -
que... ¡mejor no hablar! (PAUSA) Y bueno...
¡Yo me inhibo en la causa!
La licenciada Fuentes lo observa, incrédula, molesta.
FUENTES
¿Lo va a hacer...?
JUEZ
¿Le parece que no?
FUENTES
¡Claro, licenciado...! ¡Resista! No se le puede
dar el gusto a esos... ¡facinerosos!
JUEZ
Yo opino como usted... Pero en nuestra profesión
hay una ética.... ¡y me están obligando!
Se produce un silencio, ambos están molestos, enfadados por la situación.
Finalmente, Fuentes, reflexiona con un aire de resignación.
FUENTES
Ya veo cuál será el futuro... Como siempre...
esto pasará a otro Juzgado… ¡y no va a llevar
menos de 15 días!
Se produce otro silencio: ambos continúan indignados, incómodos. El juez la observa; luego
pregunta.
JUEZ
En qué piensa licenciada?
FUENTES
En algo que uno aspira cuando es estudiante...
¡ayudar! Sin embargo la realidad nos muestra...
¡qué difícil es administrar justicia!
Ambos se miran, coincidentes en la reflexión.
69. - INTERIOR – HOSPITAL: SALA DE ESPERA - MAÑANA
- -
72
- cine -
Titina y Virginia, esperan. Ambos están en silencio.
Titina está sentada, en su rostro acusa el agotamiento, la fatiga de esos días intensos.
Llega Mario con tres tazas de café y pan dulce. Procura infundir simpatía.
MARIO
¡Llegó el momento de la verdad!
Vamos a desayunar... ¡Barriga llena,
corazón contento!
Mario distribuye las tazas y el pan dulce. No tiene repercusión su intento de levantar los
ánimos. Los tres beben en silencio.
Virginia trata con cariño a Titina, procura reconfortarla.
VIRGINIA
Te noto cansada
TITINA
Con este trajín, estoy rendida…
VIRGINIA
Y para como Doña Ángela... que está tan mal
desde anoche.
Sale la enfermera del consultorio y los tres la abordan.
MARIO
¿Cómo está...? ¿Reaccionó...?
La enfermera no sabe qué contestar. Pero al fin da una respuesta evasiva.
.
ENFERMERA
Ya sale el doctor. Esperen un minuto por favor.
La enfermera enseguida se va, sigue su camino.
TTITINA
¡Qué tortura es esto!
MARIO
¿Y si golpeo la puerta, saldrá el doctor?
VIRGINIA
- -
73
- cine -
(DECIDIDA) Sí, Mario, toca a ver qué pasa.
Cuando Mario se dirige hacia la puerta, sale el médico: todos expectantes.
El médico está sobrio, aunque serio. Se expresa con calidez.
MEDICO
¿Los señores son todos familiares de la señora...?
Todos afirman.
MEDICO
Lamentablemente, aunque hicimos todo lo que
pudimos... murió.
La expresión de Titina se endurece, enseguida se relaja su cara, aparece una mueca de pavor,
como resistiéndose a creer lo que escuchó. Luego, estalla.
TITINA
¡No...! ¡No me diga eso...! ¡No puede ser!
¡No, no...! ¡Pobre Ángela! ¡Pobre Beto!
Titina desata su llanto, la energía contenida durante todo esa etapa. Entre Virginia y Mario la
abrazan, tratan de contenerla.
70. - INTERIOR - CÁRCEL: LOCUTORIO - TARDE
Rolo (Arturo Garayalde) está con el licenciado Martín; cada uno sentado en el sector opuesto de
la pared de vidrios.
Rolo toma con euforia la noticia que le acaba de dar el licenciado Martín.
ROLO
¡No me diga...! ¡Así que el juez se inhibió!
¿Adónde pasaron la causa?
MARTÍN
Al Juzgado 4, del licenciado Franco.
Rolo hace una pausa, mira a Martín, le guiña un ojo, cómplice y en voz baja indaga.
- -
74
- cine -
ROLO
¿Qué tal, licenciado...?
¿Tiene llegada con el nuevo juez?
Martín elude la respuesta, aunque continúa hablando con la petulancia y seguridad que le es
característica.
MARTÍN
Lo importante es que logramos demorar todo...
Y entre Heredia y los bueyes que están con él, junto
con el mecánico... ¡hay seis adentro! ¡A ver si me
haces un buen regalito cuando salgas!
ROLO
(CONTENTO) ¡Por supuesto, licenciado, no hay
problema! ¿Esto nos da margen para que yo salga
bien?
Martín reacciona, molesto, tocado en su amor propio, habla con su natural pedantería,
simpático a pesar de él.
MARTÍN
¡Óyeme...! ¿Acaso me ves cara de orate a mí?
¿Crees que hago todo esto nomás porque sí...?
(QUEDA MIRÁNDOLO)
ROLO
(APABULLADO) No, no, licenciado...
nomás pregunto... porque...
Martín, enérgico, le interrumpe, no lo deja hablar.
MARTÍN
Ya te dije que cuanto más caigan... ¡más dudas hay!
¿Sí...? Y con dudas y mucha gente adentro…
¡le encajamos el paquete a otro…y nos zafamos!
¿O a esta altura del partido, todavía no soy claro...?
Martín queda mirándolo con expresión segura, terminante, concluyente.
Rolo está apabullado.
71. - INTERIOR – TRIBUNALES: OFICINA DEL JUZGADO - TARDE
La licenciada Fuentes está con Titina. A ésta se la ve mal, nerviosa.
- -
75
- cine -
TITINA
¿Tardará mucho?
La licenciada Fuentes, con un criterio humanista, la trata cálidamente, procura contenerla.
FUENTES:
Pienso que no. Trate de calmarse, señora.
¿Quiere un té...?
TITINA
No, le agradezco, licenciada.
Tras unos pocos segundos de espera, se abre la puerta y un guardia hace entrar a Beto.
Titina enseguida va hacia él, lo abraza, no puede contener su llanto.
TITINA
¡Beto...! ¡Tu mamá...!
Ambos quedan abrazados. La actitud de Beto es como que le cuesta entender lo que le dice
Titina.
BETO
¿Qué pasó, Titina...? ¿Qué le pasó a mi madre...?
Beto, enseguida se aparta un poco de ella: la mira y reacciona.
BETO
¡No me digas que…!
Nuevamente Beto se abraza a Titina y así quedan.
72. - EXTERIOR – CASA DE SERVICIO FÚNEBRE - NOCHE
73. - INTERIOR – CASA FÚNEBRE: SALA DE VELATORIO - NOCHE
Sobrevuela un murmullo: la sala donde están los deudos y amigos, está colmada. La gente
está diseminada en pequeños grupos.
Entre los asistentes, en un rincón,
enemistados entre ellos.
están Fernando y Martha: muy serios, parecerían
- -
76
- cine -
De pronto todas las miradas se dirigen hacia la puerta de entrada: un hombre grande de cuerpo,
vestido de civil, entra y se instala discretamente a un costado de la puerta.
Tras éste entra Titina y detrás ingresa Beto (esposado), acompañado por otro hombre, también
de grandes dimensiones corporales, que al igual que el otro, se ubica discretamente junto a la
puerta, en el otro sector.
Mario y Virginia corren hacia Beto: lo abrazan, lo besan.
Beto llora, no puede soportar la tensión de la situación.
MARIO/VIRGINIA
(EXPRESIONES DE CARIÑO, AD LIBITUM)
Los dos hombres corpulentos, instalados estratégicamente, observan todo, serios, sobrios.
Los amigos y Titina, conducen a Beto junto al cajón, allí se detienen. Beto es contenido por los
abrazos de Titina y sus amigos.
La cámara ubica entre la gente a Martha y Fernando, que están en el mismo rincón, siendo
testigos de cuanto ocurre.
Martha, al fin, no puede contenerse: le dice por lo bajo a su marido, de mal modo.
MARTHA
¿Estás conforme...? ¿Ya tienes bastante con
esto que has provocado...?
Fernando permanece tenso, pálido, mudo.
74. - EXTERIOR - EDIFICIO DE TRIBUNALES - MAÑANA.
75. - INTERIOR – TRIBUNALES: OFICINA DEL JUZGADO - MAÑANA
Eduardo, con expresión de molestia, escucha las explicaciones del licenciado Ferros.
LIC.FERROS
El licenciado Franco no encontró motivo
de “Recusación”... y ayer mandó la causa
a la Cámara.
- -
77
- cine -
La molestia de Eduardo se profundiza.
EDUARDO
¿Y entonces mi defendido...? ¡Hace 22 días
que está detenido... es inocente y la justicia pasa
las cosas de un lugar a otro como si nada... !
El licenciado Ferros lo mira, hay en su cara un gesto de comprensión y a la vez de
impotencia.
LIC.FERROS
Lo entiendo, licenciado, pero… los trámites
judiciales son así.
EDUARDO
Los trámites judiciales... ¡pero acá estamos
hablando de seres humanos que sufren!
LIC.FERROS
Desdichadamente... no queda más que esperar.
EDUARDO
¡Y seguro que la Cámara lo va a mandar para acá de
nuevo! … ¿Hasta cuándo van a tener encerrado a
un hombre honesto...?
El licenciado Feroz lo observa, comprensivo, afectado por la situación, aunque por su status no
dice nada.
76. - INTERIOR – CASA DE FERNANDO: COMEDOR - MAÑANA
Fernando y Martha, sentados a la mesa están desayunando. Impera el silencio, sobrevuela una
atmósfera pesada, tensa, de descontento.
Fernando, con ropas de trabajo, termina con el desayuno y se levanta.
FERNANDO
Me voy al Taller.
Fernando toma una chamarra y un pequeño portafolios con los documentos del coche.
Martha continúa seria, en silencio, no lo mira ni le contesta.
- -
78
- cine -
Pasados unos segundos, Fernando, molesto por el mal ambiente, mira a Martha porque se siente
agredido con el silencio, reacciona, enojado.
FERNANDO
¿Se puede saber cuándo la vas a terminar?
Fernando queda mirándola, fijo. Espera pero Martha no responde, continúa seria. Reacciona
entonces furioso.
FERNANDO
¿Hasta cuándo vas a seguir con esa cara? (LA
MIRA) ¡Desde la mañana hasta la noche que te le
pasas así...!
¿O no entiendes que podemos
ponernos en peligro los dos? ¿Qué tienes en esa
cabeza... no entiendes?
Fernando la mira, fuera de sí; espera una reacción, una palabra.
Martha, continúa con igual actitud, en silencio, ignorándolo.
FERNANDO
¡Contéstame...!
¡Te estoy hablando!
¿Qué
demonios te pasa...? ¡Termina de seguir con lo
mismo!
Fernando la mira, desafiante.
Recién ahora Martha lo mira y se decide a hablar: lentamente pero segura.
MARTHA
Si quieres enojarte con alguien… enójate contigo,
que eres un cobarde.
FERNANDO
(SORPRENDIDO) ¿Yo un cobarde?
MARTHA
(COMIENZA A TOMAR FUERZA)
¡Cobarde y poco hombre!
FERNANDO
(EXASPERADO) ¡Ora sí que… para ti ser hombre
es meterse en problemas y líos!
- -
79
- cine -
MARTHA
¡Meterse en lo que sea cuando se trata de defender a
una persona honrada!
FERNANDO
¡Beto no es un amigo íntimo para andar
metiéndome en líos!
MARTHA
(REPITE FIRME, DURA, GRITANDO) ¡Meterse
en lo que sea cuando se trata de defender a una
persona honrada! ¿Soy clara...?
Martha lo mira, dura, desafiante.
Fernando hace silencio, no se anima a hablar.
MARTHA
¡Pero Beto, además de ser una persona honrada... es
un colega tuyo, al que conoces hace más de veinte
años y que no tienes nada que decir de él!
FERNANDO
¡Parecería que no te acuerdas de cuando vinieron
aquí al lado, a buscar al hijo de Vicente... y nos
agarraron a palos a nosotros, sólo porque se me
ocurrió preguntar adónde se lo llevaban! ¡Eso es lo
que me pasó por querer dar la cara y defender a un
muchacho inocente! … ¿O no te bastó con eso...?
Lo mira seria, contenida.
aunque dura, inflexible.
Pausa. Luego continúa hablando con severidad, pero sin gritar,
MARTHA
Me acuerdo perfectamente lo que ocurrió,
porque además... ¡a mí también me golpearon
esa noche!
Martha hace una pausita: continúa mirándolo, como en actitud de desafío.
MARTHA
¿Y...?
Fernando queda desconcertado, no atina a nada, parecería que no entiende.
- -
80
- cine -
FERNANDO
¿Y… qué...?
MARTHA
¿Ya cumpliste con tu conciencia...?
¿Porque te golpearon esa noche, ya sacaste
patente de héroe?
Fernando queda apabullado, a la vez que enojado consigo mismo porque Martha lo puso frente
a su cobardía y no sabe qué replicar.
FERNANDO
Pero… ¿qué estás diciendo?
MARTHA
(LE GRITA) ¡Contéstame...! ¿Ya cumpliste con la
sociedad y vas a permitir que tengan en la cárcel a
una buena persona, sin motivo…?
Se le planta ante su cara, desafiante. Pausa.
MARTHA
¡Eres de lo peor, Fernando! … ¡Sí, de lo peor!
¿Y sabes por qué...? Porque además… Beto está
adentro, preso... ¡por culpa tuya!
Fernando queda paralizado, tenso, pálido.
77. - INTERIOR - CÁRCEL: UN CUARTO SÓRDIDO, SEMIOSCURO - TARDE
Es el mismo lugar de la escena 61, donde lo único que hay es un escritorio y una silla.
Es el mismo guardia, con ropa de guardia militar, que está sentado al escritorio. Su actitud es
seria, hosca.
Titina está entre varias mujeres con bolsas. El guardia las van dejando pasar de a una.
Cuando le toca el turno a Titina, se acerca al guardia.
TITINA
Roberto Arrigoni.
El guardia busca en la lista. Relee y al final le informa a Titina.
- -
81
- cine -
GUARDIA
Roberto Arrigoni no está.
TITINA
(ASUSTADA) ¿Cómo que no...? ¿Seguro...?
¿Pasó algo...?
GUARDIA
Lo llevaron esta mañana a Tribunales, a declarar.
El rostro de Titina se ilumina.
TITINA
¿Está seguro...?
GUARDIA
Está en la lista de Tribunales.
TITINA
¡Ay, Dios, por fin...! ¡Esto era un suplicio! (LE
RUEGA) Señor, traigo ropa, comida y cigarrillos…
¿se lo puedo dejar a usted para que se lo dé cuando
lo traigan?
El guardia la observa, no contesta.
78. - INTERIOR – TRIBUNALES: OFICINA DEL JUZGADO - TARDE
Es la misma oficina de Escena 71. La licenciada Fuentes, sentada a su escritorio, tiene ante sí
a Eduardo a quien se lo nota cansado, incrédulo.
EDUARDO
¡Ya pasaron veintitrés días y no existe ningún
elemento contra él! ¡Además licenciada... basta ver
sus antecedentes y los del tipo que lo acusa...!
¡Realmente... es inconcebible!
FUENTES
(COMPRENSIVA)
Entiendo
su
situación,
licenciado... pero usted sabe que no se puede dar
una libertad porque sí.
- -
82
- cine -
EDUARDO
“Porque sí”, no corresponde, claro... Pero cuando
se trata de un caso como el de mi defendido... se
debe ser más expeditivo.
FUENTES
De todos modos, le tengo una buena noticia… Ayer
volvió la causa de la Cámara, y ya estamos
indagando. (LO MIRA)
La licenciada Fuentes queda mirándolo, esperando una expresión favorable.
Eduardo permanece serio, pensativo.
inflexible.
Hace un silencio. Luego, contesta en tono decidido,
EDUARDO
Licenciada Fuentes… ¡no puedo permitir que este
muchacho siga detenido! Como no me queda otro
remedio… ¡voy a pedir la excarcelación!
La licenciada Fuentes reacciona de inmediato.
FUENTES
¡No...! ¡No haga eso, licenciado...! ¡Sería un error!
Fuentes hace una pausa.
comprensivo.
Vuelve a su actitud sobria, discreta.
Le habla en un tono
FUENTES
Yo le diría que espere un poco más, por favor.
Si usted pide la excarcelación… nos vamos
a ver obligados a dictarle “prisión preventiva”.
¡Por favor! (LO MIRA)
Eduardo la mira, desconcertado. Finalmente toma su cara con las manos, en actitud de
impotencia.
Es el mismo juzgado de la Escena 68.
El juez Torres esta indagando a Beto, mientras un empleado escribe en la computadora.
- -
83
- cine -
JUEZ
Señor Arrigoni, cuando dejaron el coche para
arreglar… ¿tomó nota del nombre y domicilio?
BETO
No. No lo hago nunca… En realidad... ningún
mecánico lo hace.
JUEZ
¿Y en el supuesto caso de que no vayan a buscar el
coche... usted qué hace?
BETO
(SORPRENDIDO) Bueno… nunca me ha pasado.
A veces la gente tarda un poco porque no tiene
el dinero… ¡Pero que de plano me dejen el
coche…jamás me pasó!
El juez piensa unos instantes. Luego.
JUEZ
¿Usted tiene testigos de que era la primera vez que
iba a su taller Arturo Garayalde?
Beto al principio duda. Piensa. Luego.
BETO
Sí… Tengo un testigo.
JUEZ
¿Cómo se llama ese testigo?
Beto hace una pausa; de nuevo duda. Está intranquilo. Finalmente contesta.
BETO
Mire…preferiría no decirlo. No quisiera que a él,
le pase lo mismo que a mí.
El juez le habla de buen modo, hasta un tanto cálido.
JUEZ
Señor Arrigoni, le sugiero que si tiene un testigo,
lo presente…¡puede ser decisivo! …
- -
84
- cine -
Han transcurrido muchos días desde que está aquí.
Beto está indeciso, vacilante: su silencio es humano. Está conmocionado por una lucha
interna.
80. - INTERIOR - CÁRCEL: LOCUTORIO - TARDE
El mismo decorado de Escena 70.
Eduardo está con Beto; cada uno sentado en el sector opuesto de la pared de vidrios.
A Beto se lo nota inquieto, presa de incertidumbre.
BETO
No sé qué hacer, Eduardo...
¿A ti qué te parece?
Eduardo mueve la cabeza, indeciso. Se toma un tiempito para pensar.
EDUARDO
Mira, Beto... yo creo que si Mario viene aquí...
¡casi seguro que lo dejan adentro!
BETO
¿Te parece...?
EDUARDO
Es mi opinión, claro... él trabaja en tu taller.
Pero no hay otra salida… O lo llamamos
como testigo... ¡o seguimos esperando!
Eduardo observa a Beto: es él quien debe decidir.
En Beto se acentúa más su ansiedad, su turbación, las dudas.
BETO
¡Hace casi un mes que me tienen aquí!
¡Y esto es un infierno...!
EDUARDO
(COMPRENSIVO) Yo te entiendo, Beto…
Estar detenido... no es una situación agradable.
- -
85
- cine -
BETO
¡Acá adentro he pasado lo que nunca en
mi vida...! ¡Perdí a mi madre, me esposaron,
hicieron pasar vergüenza...! ¿Qué hago...?
Eduardo también esta conmovido, aunque trata de controlarse.
EDUARDO
(PAUSA) Beto…yo te digo la verdad, es
mi obligación:… ¡¡aquí hace falta un testigo!!
Si lo hubieras tenido de entrada, ya estarías
Afuera. (PAUSA) Si no pruebas que no
conoces a ese maleante…¡quién sabe hasta cuándo
te quedas aquí adentro!
Eduardo se detiene, piensa, está consternado por tener que decir algo así, impotente. Luego
continúa.
EDUARDO
Por otro lado, te repito... si Mario viene a
atestiguar… ¡puede verse implicado!
Se produce un silencio: ambos dudan. Finalmente es Eduardo quien se decide a hablar.
EDUARDO
Mira... vamos a hacer una cosa… esta misma
noche hablo con Mario… ¡que él decida!
Beto lo mira en silencio, en su rostro no hay una expresión de convencimiento.
81. - INTERIOR – TRIBUNALES: DESPACHO DEL JUEZ - MAÑANA
El juez Torres está con la licenciada Fuentes analizando el caso.
JUEZ
La situación es un tanto…¡confusa!
Garayalde dice conocer al mecánico Arrigoni…
¡Pero Heredia, no!
FUENTES
Tenemos otros indicios para manejarnos,
licenciado… ¡los expedientes!
Este hombre, Roberto Arrigoni... ¡no tiene
antecedentes! Se trata de una acusación, nada más.
- -
86
- cine -
El juez reflexiona en voz alta, producto de su preocupación.
JUEZ
Entiendo, licenciada. Pero tampoco podemos
tomar una resolución....sin tener pruebas.
Agotemos la investigación. Piense que este hombre
no está preso... está simplemente detenido.
FUENTES
¿No es injusto demorar a una persona, que
casi tenemos la certeza de su inocencia...
con lo que termina de pasarle…vivir la muerte
de su madre?
El juez se pone mal, se inquieta consigo mismo.
JUEZ
Licenciada, por favor... ¡no me haga quedar
como un ogro! Usted sabe que mientras
no haya una certeza, no se puede dictar
una resolución.
La licenciada Fuentes muestra su carácter, su molestia, sin caer en el enojo, respetuosa.
FUENTES
¡Es que todos los hombres somos inocentes
hasta que no se pruebe lo contrario!
JUEZ
(IMPOTENTE)
¡Eso
sería
lo
ideal!
Lamentablemente cuando hay un proceso, no se
puede evitar… que algún inocente sufra por otro.
FUENTES:
Nunca me olvido del principio que nos enseñan
cuando somos estudiantes: IN DUBIO PRO REO…
¡En la duda, se está a favor del reo!
La licenciada insiste en mirarlo, demandándole una solución. Al no llegar una palabra del
juez, acomete, firme.
LICENCIADA
- -
87
- cine -
Lamentablemente esto sólo se cumple… ¡cuando se
trata de personas influyentes!
El juez la mira, molesto, afectado: ha sido punzado por la estocada.
82. - INTERIOR – CASA DE VIRGINIA: SALA - NOCHE
Están reunidos Virginia, Mario, Eduardo y Titina.
La atmósfera es de incertidumbre, de dudas, de recelos y vacilaciones. Mario en especial está
atrapado en esos estados y además conmovido por no decidirse a resolver.
EDUARDO
El riesgo tendrías que correrlo, Mario...
No te puedo mentir.
MARIO
Riesgo... pero sería una posibilidad para Beto,
de que lo dejen en libertad... (PIENSA)
Realmente... no sé qué decirles…
Titina se pone de pie, no está molesta, sino deprimida.
TITINA
Mario... yo te entiendo y sé lo difícil que
es la situación. ¡Esperemos!
Titina se dispone a irse
de buen modo.
Mario enseguida va a su lado y la toma, la retiene. Le habla cálido,
MARIO
Espera, Titina, déjame pensarlo… ¡por favor!
Ambos se miran a los ojos. Virginia interviene, cariñosa.
VIRGINIA
Imagínate, Titina… es un riesgo.
Titina reacciona, descarga su rabia, le replica de mal modo.
TITINA
- -
88
- cine -
¡Por supuesto que es un riesgo... y todos lo
sabemos! ¿O de qué estamos hablando?
Rápido interviene Eduardo, trata de contemporizar.
EDUARDO
Mira Mario... ¡ésta es la posibilidad!
Tú no tienes ninguna obligación de ir...
porque de nada vale hacerse el héroe…
¡Eso... tiene su riesgo!
Titina, procura controlarse y ser más suave en su tono.
TITINA
Por supuesto... tiene su riesgo, Mario.
Piénsalo y decídelo tú.
Mario esta en silencio. Virginia lo observa, desconcertada, temerosa.
83. - INTERIOR – CASA DE BETO: COMEDOR - NOCHE
Mariano, Mónica y la tía, están alrededor de la mesa para cenar. La tía sirve.
La atmósfera es simpática, los niños la provocan.
MARIANO
(GLOTON) ¡A mí me das esa pierna!
MONICA
(ENOJADA) ¡No, siempre lo mismo contigo!
¡Dame esa pierna para mí!
Se levantan de la mesa y hay amenazas, empujones entre ellos.
La tía debe dejar de servir para correr a separarlos.
TIA
¡Esperen, esperen, no se peleen...!
¡Por Dios que parecen salvajes!
¡Sepárense...! ¡Hay para todos...!
Al fin se restaura la calma y los niños regresan a sentarse.
La tía les sirve, bajo la mirada exigente de los niños.
- -
89
- cine -
MARIANO
¿Por qué vinimos a cenar acá, tía?
(OFF) TITINA
Para que no se olviden de que viven en esta casa.
Los chicos miran hacia la puerta y de inmediato se levantan corriendo: van hacia a ella, la
abrazan y gritan cosas ad libitum.
MARIANO / MÓNICA
¡¡Mamá...!! ¡¡Por fin...! ¿Qué te pasó que
tardaste tanto? … (LA BESAN)
¿Adónde estabas...?
Titina los besa, los acaricia, los disfruta, olvida en ese momento los malos momentos que está
viviendo. Regresan a la mesa, se sientan y comienzan a cenar.
TITINA
Tuve que hacer un trámite y me demoré.
MARIANO
¿Cuándo llega papá de Puebla?
MONICA
¡Hace muchísimo que se fue!
TITINA
Bueno… creo que no debe tardar mucho más.
SUENA TIMBRE
TIA
Yo voy a atender…
TITINA
¿Cómo se están portando con la tía?
MARIANO
¡Bien!… ¡La tía es medio loca!
- -
90
- cine -
TITINA
¡Mariano...! ¿Cómo dices eso de la tía?
MARIANO
Sí, mamá... cuando nos lleva a la escuela,
nos tiene agarrados de la mano porque
tiene miedo que nos roben…
Los dos niños ríen, divertidos.
MONICA
¡Sí...! ¡Dice que somos muy lindos...!
(OFF) FERNANDO
Buenas noches.
Los tres miran hacia la puerta.
Junto a la puerta están Fernando y Martha, muy serios.
Se congela el ambiente alegre que había hasta el momento.
84. - INTERIOR – RECLUSORIO: CELDA - MAÑANA
La celda de Beto, la de la Escena 37. Es pequeña , sin rejas, tiene un pequeño visor
Beto está solo, camina, no sabe qué hacer. Al fin, toma un fósforo y con el humo escribe su
nombre. Luego mira la escritura con tristeza.
Se dirige al visor y mira: en el de enfrente ve unos ojos. Ahora Beto habla con menos
inhibición.
BETO
(OFF) VOZ
Asalto a mano armada. ¿Tú también?
BETO
(IRONICO) No... yo me dedico a otra cosa.
(OFF) VOZ
Pero me falta poco… seis meses y afuera.
- -
91
- cine -
BETO
¿Qué vas a hacer cuándo salgas?
(OFF) VOZ
Yo no tengo problema… ¡doy un manotazo y me
salvo!
BETO
(SE QUEDA) ¿Te parece...? ¡Te pueden matar!
El de la voz en off replica con cierta melancolía, consciente de su vida.
(OFF) VOZ
Yo ya estoy jugado, mano… ¿O tú crees que no sé,
que soy un vil cachivache...?
Beto hace un silencio. Luego emite una reflexión.
BETO
Y sí… En este mundo... tanto los que trabajan
como los que roban chico… ¡estamos en la olla!
La voz en off continúa con su filosofía mordaz, irónica, decadente.
(OFF) VOZ
¡Estamos en el primer mundo, compadre!
¡El que no roba grande… pierde! (RISA)
Gesto de tristeza de Beto.
85. - INTERIOR – DESPACHO DEL JUEZ - MAÑANA
El juez, licenciado Torres, está sentado a su escritorio.
Un empleado esta sentado, tomando nota.
Frente al juez están Arturo Garayalde (Rolo) y Beto.
JUEZ:
Nuevamente los he traído para hacer un careo.
- -
92
- cine -
Hay algunos puntos de sus declaraciones que
no coinciden. (PAUSA)
Señor Garayalde…usted declaró que desde
hace cinco años lleva sus coches al taller del
señor Roberto Arrigoni.
ROLO
Sí… así es.
JUEZ
¿No existe la posibilidad de que haya
una equivocación en su respuesta?
Rolo esboza una sonrisa socarrona, procurando demostrar seguridad.
ROLO
¡No...! ¿Equivocarme en qué...?
JUEZ
Que usted llevara el coche a otro taller y está
confundido.
ROLO
¡No...! ¡Seguro...!
El juez acciona un botón.
Aparece el licenciado Ferros.
LIC.FERROS
Sí, licenciado.
JUEZ
Haga pasar al señor que está esperando.
Ferros sale y enseguida regresa acompañado de Mario.
JUEZ
(A ROLO) ¿Conoce usted a este señor?
Rolo, serio, mira unos instantes a Mario: dentro de él hay dudas. Aunque tras una pausa,
regresa a su sonrisa socarrona, ganadora.
ROLO
¡No...! ¡Nunca lo vi!
- -
93
- cine -
JUEZ
(A MARIO) Gracias, señor.
(LUEGO AL LIC. FERROS) Acompáñelo y haga
pasar al próximo testigo.
Ferros sale con Mario.
Inmediatamente regresa el licenciado Ferros acompañado de Fernando.
La permanente actitud burlona, socarrona, de Rolo, que expresaban su confianza y superiordad,
se congela. Queda serio, tenso.
86. - EXTERIOR – CALLE DE LA CASA Y EL TALLER DE BETO - TARDE
Mariano y Mónica están jugando con otros niños.
De pronto, en la esquina dobla el coche pequeño de Eduardo.
Mariano sale corriendo y se asoma a la puerta de su casa, gritando hacia adentro.
MARIANO
¡Mamá...! ¡Mamá...! ¡Ya llegó, papá...!
¡Ven rápido...!
Aparecen corriendo hacia la calle: Titina, la tía, Virginia y Martha
.
El coche manejado por Eduardo se detiene junto a la puerta de la casa de Beto.
Enseguida baja Beto del coche: Titina y los niños se abrazan, conmovidos, emocionados.
Luego bajan del coche, Eduardo, Mario y Fernando.
Fernando observa la escena con una mezcla de emoción y vergüenza. Desde la distancia que
los separa, observa a Martha: hay entre ellos una mirada tierna.
Beto, abrazado por Titina, visiblemente emocionado, levanta a ambos niños en sus brazos.
- -

jorge núñez

Transcripción

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