LA ACTIVIDAD MUSICAL DEL COLEGIO DE MISIONEROS

Transcripción

LA ACTIVIDAD MUSICAL DEL COLEGIO DE MISIONEROS
1
LA ACTIVIDAD MUSICAL DEL COLEGIO DE MISIONEROS FRANCISCANOS DE
CHILLÁN-CHILE SIGLOS XVIII Y XIX: LA MÚSICA EN LA VIDA DE UNA
INSTITUCIÓN PERIFÉRICA.
THE MUSICAL ACTIVITY OF THE SCHOOL OF FRANCISCAN MISSIONARIES OF
CHILLÁN- CHILE XVIII AND XIX CENTURIES: THE MUSIC IN THE LIFE OF A
PERIPHERAL INSTITUTION.
JOSÉ MIGUEL RAMOS
GONZALO MARTÍNEZ
UNIVERSIDAD DE TALCA
Resumen
El presente escrito es una aproximación histórica a lo que fuera la actividad musical en
torno al Colegio de misioneros franciscanos de Chillán durante el periodo tardo colonial y
el siglo XIX, analizando un variado y extenso corpus documental que da cuenta de una
actividad relevante y fuertemente vinculada al discurso moralizador con que se quiso
formar a los religiosos que se internarían en la Araucanía. Además, el estudio permite
conocer en detalle las relaciones de la institución con su entorno en variados contextos
históricos, políticos y culturales.
Palabras clave: Colegio de Chillán, Misioneros Franciscanos, Actividad Musical, Misiones.
Abstract
This paper is a historical approach to what was musical activity around the Colegio de
Chillan Franciscan missionaries during the late colonial period and the nineteenth century,
analyzing a varied and extensive documentary corpus that accounts for a significant activity
and strongly linked to the moralizing discourse that was intended to form religious who
went in the Araucanía zone. Furthermore, the study allows to know in detail the
relationship between the institution and its environment in various historical, political and
cultural contexts.
Keywords: School of Chillán, Franciscan Missionaries, Musical Activity, Missions.
2
Introducción
Cuando Fray Pedro Ángel de Espiñeira, uno de los primeros misioneros españoles que
llegaron a Chillán desde el Colegio de Santa Rosa de Ocopa en Perú, tenía su primer
encuentro con los caciques en su solitaria travesía en 1758, no tuvo duda alguna de que su
intrépida hazaña implicaba una trascendencia clave en las relaciones que a futuro pudiese
tener la orden y el pueblo mapuche. De esta manera, junto con desplegar una hermosa
pintura de la virgen María, entonó la Salve a los indígenas presentes, siendo la primera
noticia que disponemos del contacto entre misioneros e indígenas que involucra música en
el territorio. Desde este momento, la presencia de la música en torno al Colegio de
misioneros no solo será comprobada por el estudio y análisis de las numerosas fuentes
conservadas en sus archivos y biblioteca patrimonial, que junto a las crónicas de los propios
misioneros dan cuenta del cultivo de ésta en sus aulas, sino que nos permitirá visualizar un
espacio temporal y territorial de alta historicidad, invisibilizado por la historiografía
musical tradicional que ha centrado sus estudios en la capital o sólo vinculando la actividad
musical misional a la actividad jesuita en el centro y la zona austral del país. El trabajo de
rescate, contextualización histórica y estudio de la documentación conservada en la
biblioteca patrimonial del Convento Franciscano de Chillán, nos ha permitido comprobar lo
injusto de esa invisibilización, y sobre todo del valor moral que significó para los
misioneros el fecundo cultivo de la música, como imagen de un discurso ilustrado y
moralizador que trasciende las fronteras del mundo colonial, para asentarse con fuerza en el
espíritu modernizador de la temprana república chilena.
I.
Los franciscanos y la actividad musical durante el periodo tardo colonial: 17561824
Desde sus inicios la orden franciscana estuvo dedicada a la acción evangelizadora dirigida a
la enseñanza de los pobres, según el propio espíritu de su fundador. De esta manera la
actividad misional de la orden ocupó un espacio fundamental en su actividad
evangelizadora, fomentada por el impulso que por el apoyo pontificio de Gregorio XV, que
en el año 1622 instituyó la Congregación para la Propagación de la Fe, comúnmente
llamada Propaganda Fide, con la responsabilidad directa de animar y controlar los
esfuerzos de las misiones católicas.1 Luego de la fundación de Colegios de Propaganda
1
Rovegno, S. 2001. Misiones entre los araucanos (Memoria de los Prefectos) s. XIX: 11 Santiago de Chile:
Publicaciones del Archivo Franciscano.
3
Fide en España, Portugal, México y Perú, la corona española rápidamente captó las ventajas
que ofrecían estos Colegios y se solicitó que se fundara uno en Chile, que finalmente se
erigió en la ciudad de Chillán con el nombre de Colegio de Misiones en el año 1756.
Albergado en el convento de religiosos franciscanos, la institución fue trascendente en las
relaciones fronterizas con el pueblo mapuche, ya que desde el Colegio se fundaron
numerosas misiones en un territorio sin asentamiento hispano desde el gran alzamiento
indígena de 1598, territorio que además había sido impenetrable a las acciones misioneras
jesuitas que sí lograron establecer numerosas misiones en el archipiélago de Chiloé.
Paradójicamente, los estudios musicológicos tradicionales han ignorado o subestimado el
mismo espacio que otrora abarcara el dominio mapuche, privilegiando lo ocurrido en el
territorio central chileno, desde el Bio-Bio al norte y perpetuando el discurso centralista que
cayó en una progresiva enajenación de un patrimonio valioso en cuanto a relaciones y redes
de contacto. Será tarea de este trabajo, aportar nueva información y abrir una veta de
investigación que a futuro podría entregarnos nuevos y distintos elementos para
comprender este territorio, mostrándonos la permeabilidad de las fronteras y la intensa
circulación de cuerpos e ideas en un territorio periférico en una noción que lejos de
visualizar el proceso evangelizador como reflejo de imperialismo cultural, se convierte en
una dinámica más rica en relaciones de actores y discursos informales de circulación
cultural. En el caso de la actividad musical, consideramos que es un elemento importante de
considerar, ya que las fuentes nos indican no sólo de su valor en cuanto a la formación
ilustrada que quiso dárseles a los misioneros intramuros, sino en la significación de ésta
como elemento moralizador, heredado desde el régimen colonial y asentado como
instrumento de las elites en función del régimen republicano instaurado en la década de
1840 y consolidado en la de 1880, punto cúlmine de la actividad musical y misionera del
Colegio.
Las primeras noticias acerca de la presencia de música en la institución, corresponden a las
numerosas entradas registradas en los libros de cargo y data del convento desde 1768 a
1788, información complementada por las crónicas de los propios misioneros y diversos
documentos complementarios, culminando con el inventario del secuestro de los bienes
incautados al convento en torno a las guerras de independencia. De esta manera podemos
destacar cuatro puntos interesantes de desarrollar y de los cuales no disponemos
información de estudios en la zona sur de Chile para el periodo estudiado.




Presencia de diversos instrumentos musicales en el convento
Contratación de músicos y maestros externos
Antecedentes de construcción de instrumentos musicales en el convento
Información acerca de la presencia de la música en la cotidianidad dentro del
convento
La presencia de instrumentos musicales en el convento puede ser documentada desde los
inicios de la actividad misional en torno al Colegio, ya que la revisión de los libros de
4
cargo y data, nos dan cuenta de la compra, construcción y reparación de numerosos
instrumentos, desde el más antiguo que se conserva (1765) a los bienes incautados en el
secuestro de bienes de 1824. Sin duda alguna instrumentos como el arpa, órgano y violín
son los de mayor presencia, y podemos inferir que su cultivo revistió un grado de
importancia para el Colegio, a juzgar por las asignaciones para la compra, mantención y
distinción de quienes los cultivaron.
Los primeros datos recogidos nos informan acerca de la primera sochantría de la que
tenemos información, entrada en la que también figura por primera vez el arpa.
Mas ciento y doze pesos limosna q.e dio el Illmo Cabildo de la Concepcion por la
Sochantria del P.e.P.or Fr. Miguel Benitez y una harpa de su uso q.e con licencia de Nro
Hermano Sota Sindico de vendió (…).2
La entrada nos informa de la presencia de un cuerpo especializado en el cultivo de la
música, en un espacio temporal y territorial absolutamente periférico del que no se
conocían noticias de sochantría alguna, salvo notables excepciones. En cuanto a la
presencia del arpa en los espacios religiosos al sur de Chile, Pereira Salas es el primero en
mencionarla, específicamente en la Catedral de Concepción, indicando que ésta poseía un
conjunto instrumental compuesto de clave, arpa, dos violinistas, un cajero y un pífano.3 La
presencia del arpa y el violín en el periodo es numerosa y refleja la importancia de estos
dos instrumentos como continuo y acompañamiento del canto, y como instrumento
melódico alternativo a éste, en las principales festividades, que en el caso del convento de
Chillán revestían recursos especiales para solemnizar cada una de ellas. Entre las que
destaca el uso del arpa y violín podemos mencionar Navidad, Semana Santa, la Fiesta del
Santo Patrono Ildefonso en enero, y la de San Francisco en el mes de octubre, fiestas en la
que es común destinar gastos a maestros arperos. La siguiente tabla muestra todas las
entradas que los mencionan desde el año 1765 hasta el último libro conservado del periodo
colonial que termina en 1788.4
2
Cuentas Generales del Colegio Seminario de Misioneros Apostólico de Propaganda Fide de San Ildefonso
de Chillán, desde el 30 de septiembre de 1768 al 31 de diciembre de 1769.
3
Pereira, E. 1941. Los orígenes del Arte musical en Chile: 37 Santiago: Imprenta Universitaria.
4
Parte de esta información, pero referida en mayor medida sólo a la presencia del arpa, ha sido presentada por
los autores en el artículo intitulado “Nuevos antecedentes para el estudio de arpa en la periferia colonial
chilena”, trabajo aceptado para publicación en Revista musical Chilena.
5
Tabla n° 1:
MENCIÓN
PAGO
FECHA
DOCUMENTO:
Libro de cargo y data,
Convento Franciscano
de Chillán, V. 1 AFSTFCH
Un peso al q° toco el arpa en
semana Sta
1 Peso
Abril de 1779
f. 129
Dia 8: Un peso al arpista Medina
por su trabajo
1 Peso
8 de Octubre de
1779
f.129
Quatro reales al arpista por su
trabajo
4 Reales
25 de
Diciembre 1779
f.129
Doze reales al maestro medina, q
toco el arpa en la Semana Sta..
Un peso al arpista Medina por su
trabajo
Quatro. R eal violinista de la
noche buena
Quatro r al arpista por haver
tocado el dia del Patron Sn
Idelfonso
dos …al violinista por lo mismo
Dos pesos p° al arpista x semana
Un p° al violinista x semana
“ Dos p° al arpista por su trabajo
26 de Marzo de
1780
25 de
Diciembre de
1780
f.132
4 Reales
Id.
f.136
4 Reales
25 de Enero
de1780
f. 136v
2 Reales
Id.
f. 136
2 Pesos
15 de Abril de
1781
f. 138v
1 Peso
Id.
Ídem
12 reales
1 peso
2 Pesos
5 de Octubre de
1781
25 de
Diciembre de
1781
f. 136
f. 142
“ un p° al arpista que taño la
noche buena
1 Peso
Dos pesos al Arpista p. Semana
Santa
2 pesos
31 de abril de
1782
f. 146v
Ocho reales al maestro Arpista
pos su trabajo
8 reales
3 de Octubre de
1782
f. 150v
4 reales
29 de diciembre
de 1782
f. 153
4 Reales
29 de Enero de
1783
Ídem
2 Pesos
21 de Abril de
1783
f. 198v
Quatro reales al maestro Arpista
“Dia 29. quatro reales. Al niño
arpista
"Dia 21. Dos pesos al Arpista de
semana santta.
f. 144
6
"Dia 5. Catorce reales al
Arpista........."
14 Reales
6 de Octubre de
1783
f. 165v
“(...) siete reales a los maestros de
Arpa, y violin....."
7 Reales
25 de
Diciembre de
1783
f. 169v
"Dho dia...3 pesos al Arpista, y
violinista....."
3 Pesos
11 de Abril de
1784
f. 172v
"Dho dia veinte y un real al
arpista, y violinista.....
2,5 Pesos
Primeramente dia 1le entrego N.
hermano Sindico siete reales al
Harpista
Tres p. al Arpista y violinista
Dos pesos ál Músico Arpista, 2
reales a la Gaita y seis reales ál
Tambor por la Función de N.p.
Francisco
4 de Octubre de
1784
Id., f. 178
7 Reales
1 de enero de
1785
f 182v
3 Pesos
27 de marzo de
1785
1 Peso y 8
Reales
30 de octubre de
1785
f 185
f. 198v
Según esta información, podemos inferir que en una ciudad tan distante de Santiago como
lo es Chillán, existió una marcada actividad musical que involucró la utilización de
variados instrumentos, lo que implica que la extensión geográfica del apoyo instrumental a
los oficios sagrados, fue mucho más allá que los centros urbanos del Reino (Concepción y
Santiago) y que tuvo una marcada presencia en las festividades del convento. Creemos que
este hecho es importante, puesto que señala no solamente que la actividad musical en los
espacios religiosos durante la colonia fue más relevante de lo que se ha sugerido, sino que
además, la existencia de vías de tránsito de instrumentos y maestros constructores.
En el caso de los instrumentos de tecla como el órgano y el clavecín, los datos
suministrados por la documentación conservada nos dan interesantes aportes en cuanto a la
presencia de éstos fuera de Santiago y la construcción de los mismos, la contratación de
intérpretes externos y la conservación por parte de maestros especializados, pertenecientes
a la institución y también de otras contratados para esos fines.
La presencia del órgano en Chile en el periodo colonial, ha sido extremadamente escasa en
la literatura musicológica, contando con solo breves menciones en trabajos de Eugenio
Pereira Salas5, Alejandro Vera6, Constanza Alruiz7 y recientemente José Manuel
5
Pereira, E.1943
Vera, Alejandro. 2009. “La música en los espacios religiosos”. En Marcial Sánchez Gaete (dir.) Historia de
la Iglesia en Chile, Tomo I, En los caminos de la conquista espiritual: 289-322.Santiago de Chile: Editorial
Universitaria y Vera, Alejandro y Valeska Cabrera. 2011. “De la orquesta catedralicia al canto popular: La
6
7
Izquierdo8, todos aportes acerca de instrumentos principalmente en la ciudad de Santiago o
Concepción. Sin embargo podemos comprobar la importancia que revistió el instrumento
para los religiosos, ya que la compra de éste representaba un alto valor económico junto
con los recursos destinados a pagos de un maestro organero a cargo de las reparaciones,
materiales necesarios para la compostura y mantención, ropas para el maestro organista y
contratación de organistas externos. La documentación permite visualizar claramente la
presencia del instrumento en las numerosas celebraciones que incluyen música,
específicamente en las que tienen una mayor participación del coro que permanentemente
es auxiliado por el órgano. En este contexto, la utilización del órgano fue fundamental en la
presencia de cantos que revestían una importancia especial para la comunidad franciscana
de Chillán, por ejemplo en la entonación de Las Laudes que “se han cantado cuando ha
habido organista o numerosa comunidad”9. Las primeras noticias las encontramos en año
1765, en el que se informa de la compra de “un organo con tres rejistros, y la coronación o
remate de talla dorado, que tubo de costo 260 pS”10 producto de los gastos en torno a las
mejoras que se llevaran a cabo en la iglesia durante el año, mejoras que además
involucraron el arreglo y reforma del coro. Además numerosas entradas identifican a Fr.
Pedro Fernández, sacerdote misionero español llegado al colegio en 177411 como el
organista, a quien se le dispensan recursos para vestuario y compostura del instrumento por
150 pesos.12. Es probable además que entre los años 1777 y 1778 el órgano haya presentado
desperfectos ya que se mencionan numerosos pagos al maestro organero y latonero, este
último encargado de la construcción y reparación de la tubería. 13 Un caso del mayor
interés, es la contratación de un maestro organero del convento de La Merced, lo que
permite comprobar que las relaciones en términos de actividad musical del Colegio con su
entorno, no sólo se vinculan a la contratación de músicos laicos, como lo fueran arpistas,
violinistas, niños cantores, tambor y el curioso caso del gaitero, sino que maestros
música religiosa durante el primer centenario de la república”. En Marcial Sánchez Gaete (dir.) Historia de
la Iglesia en Chile, Tomo III, Los nuevos caminos y el estado: 693-704. Santiago: Editorial Universitaria.
7
Alruiz, Constanza. 2006. “Los instrumentos de tecla en Santiago de Chile durante la colonia”. Tesis
presentada al Instituto de Música de la Pontificia Universidad Católica de Chile para optar al grado
académico de Licenciatura en Música mención Musicología.
8
Izquierdo, José Manuel. 2013. El gran órgano de la catedral de Santiago de Chile: Música y modernidad en
una ciudad republicana (1840-1860) Santiago de Chile: Ediciones Universidad Católica.
9
Formulario de lo que se acostumbra practicar en este Colegio en varias festividades y funciones que ocurren
en el discurso del año compuesto y arreglado por disposición del R.P. guardián Fray Gil Calbo por el P.
Miguel Ascasubi. Ex Guardián año 1802. En Iturriaga, Rigoberto. 1994. Usos y costumbres de los religiosos
franciscanos (s. XIX):19. Santiago de Chile: Publicaciones del Archivo Franciscano n° 35.
10
Iturriaga Roberto y Leal Cristian. 2013. Disposiciones Colegio Apostólico de Propaganda Fide de San
Ildefonso de Chillán 1764-1779: 65 Santiago de Chile: Publicaciones del Archivo Franciscano n° 107.
11
Araya, Hugo .1976. Notas biográficas de religiosos franciscanos de Chile: 148 Santiago de Chile: Alfabeta.
12
Cuentas Generales del Colegio Seminario de Misioneros Apostólico de Propaganda Fide de San Ildefonso
de Chillán 1778- 1786.AFST-FCH. Los pagos corresponden a los meses de enero de 1778, noviembre de
1779, diciembre de 1782 y marzo de 1788.
13
Es importante hacer la distinción entre el oficio de organista y organero, ya que el primero se refiere al
ejecutante, mientras que el segundo a quien compone o construye órganos. Para mayor información ver:
Bórquez, Pamela .2012. “Conversaciones con don Luis Gonzalez Catalán, organista: Testimonio de un
músico chileno incansable ante la adversidad”. Neuma: 168. vol. 1
8
especializados de otras órdenes religiosas presentes en la ciudad, lo que conlleva una
interesante interacción social e institucional.
Tabla n° 2
MENCIÓN
PAGO
FECHA
DOCUMENTO:
Libro de cargo y data
Convento Franciscano de
Chillán,
V. 1 AFSTFCH
Treinta pesos que se le
dieron al R.P.
Comendador en
gratificación de la
compostura del Organo…
30 pesos
5 de octubre de 1786
f. 214v
20 Pesos
3 de enero de 1787
f. 220
50 Pesos
23 de febrero de 1787
f. 236
Veinte pesos que se le
dieron al R.P.
Comendador de la Merced
en gratificación por la
Compostura del Organo
Cincuenta pesos al R. P.
Fr. Miguel Acuña por la
compostura del órgano
No ha sido posible establecer a que comunidad religiosa pertenecía Fr. Miguel Acuña, pero
podemos constatar que en esa época no pertenecía al Colegio franciscano ni a la orden de
La Merced, por lo que existe la posibilidad de ser un religioso de Santo Domingo, orden
con una estrecha relación con los franciscanos en la ciudad. Sin embrago las costosas
reparaciones y mantención del instrumento no garantizarían su supervivencia por mayor
tiempo, ya que según la información del secuestro de bienes de septiembre de 1824 en el
coro quedaban “dos líneas de sillas y un facistol y un órgano todo hecho pedazos”14.
En cuanto a la construcción de instrumentos, sabemos al menos de la construcción de un
clavecín, instrumento vinculado al género instrumental per se, a través del inventario de
herramientas de carpintería traídas al convento por el R.P. Comisario Conductor de la
Misión Fr. Alejandro García, sacerdote español llegado al Colegio en 1764 y quien luego
con el padre Gondar formara los estatutos para el régimen de las misiones de 1775 15. De
esta manera se detalla la llegada de “quatrocientas clavijas, y un templador para hacer un
14
Iturriaga, Rigoberto. 1995. Secuestro de Bienes 1824: 129 Santiago de Chile: Publicaciones del Archivo
Franciscano n° 40.
15
Araya, H.1976:169.
9
clave”16, junto a “quatro cajitas de entorchados para el clave y dos novillos de alambres
para el clave”17.
Finalmente la presencia del canto en la cotidianeidad de la vida conventual, merece un
especial espacio por la cantidad, diversidad e importancia que revestía su cultivo. Fray
Miguel Ascasubi, ex guardián, conocido por su Informe cronológico de la misiones del
Reino de Chile hasta 1779, nos presenta en su Formulario detallada información de las
actividades que incluían música en el convento, identificando numerosos servicios con uso
de canto gregoriano como se muestra en la siguiente tabla18:
Tabla n° 3:
Cantos generales:
CANTO
OCASIÓN
LITÚRGICA
(FESTIVIDAD Y/
FECHA)
En numerosas y variadas
fechas y festividades
además de las por
encargo.
CANTO
OCASIÓN
LITÚRGICA
(FESTIVIDAD Y/O
FECHA)
Videntibus illiis, Antífona
Vísperas (Ascensión
del Señor)
Veni Creator, Himno
Maitines (Domingo de
Pentecostés)
Tota Pulchra
O quam gloriosum
est
Regnum.
Antifona
3ª antífona en Maitines o,
Antífona ad Magnificat
en Vísperas (Todos los
Santos, 1-nov)
Misa
Puríssima Concepción
Te ergo, quaesumus.
Himno. Estrofa del
Te Deum laudamus
Varias ocasiones (Acción
de gracias)
Kalenda, oficio cantado
Memento, responso
Maitines (pro difunctis)
Kalenda solemne
Fidelium, himno
Fiesta de María
Magdalena 22 de julio
Vísperas cantadas
Antífona (Común en
el día de una
festividad a la
virgen) jubileo de
Porciuncula
Ídem
La fiesta de Santo
Domingo: 4 de
Agosto, celebrada
con gran solemnidad
por los franciscanos.
San Francisco, el 4
de octubre
Ídem
Probablemente la
16
El templador doblador es un gran tubo de metal que se calentaba a llama y que permitía doblar las tablas del
costado del clave. Agradecemos la información gentilmente suministrada por Eduardo Jahnke.
17
Cuentas Generales del Colegio Seminario de Misioneros Apostólico de Propaganda Fide de San Ildefonso
de Chillán desde el 7 de octubre de 1771 al 16 de agosto de 1775. AFST-FCH
18
Agradecemos especialmente al Doctor David Andrés Fernández, por su valiosa cooperación en la
elaboración final de la tabla presentada, puesto que en muchos de los cantos presentes, no es tarea fácil
establecer su ocasión litúrgica festividad o fecha.
10
Gloria patri, himno
Vexilla
Regis
prodeunt, himno
O crux, ave spes
unica, estrofa del
Vexilla Regis
Te
Fons
salutis
Trinitas, estrofa del
Vexilla Regis
Canto de la pasión
Salve, antífona
Deus in adiutorium,
invocación
doxología menor del
himno, aunque el íncipit
es común a los siguientes
himnos 1) Gloria patri
per inmensa (Apóstoles
Pedro y Pablo, 29 de
julio); 2) Gloria patri
ingenito ejusque (Todos
los Santos, 1noviembre); y 3) Gloria
patri genitaeque
Vísperas (Semana Santa)
Vísperas (Domingo de
Pasión)
?
Gloria Patri
Id.
Vísperas completas con
órgano
Completas con órgano
Id.
Deus
meum
Id.
in
adiutorium
Desde el Jueves al
Sábado Santo.
Sábado u otra ocasión
para la memoria de Santa
María (De Beata María
Virgen) y Semana Santa.
Franciscus
catholicus, antífona
Salmo 70 (69),
Invocación inicial de
todos los oficios
menores.
Ne recorderis,
responsorio
Subvenite, responsorio
vir
Id.
Vísperas (San
Francisco)
Maitines u ocasión
especial (pro
difunctis, visita de
enfermos o
comendación del
alma)
Maitines (pro
difunctis)
Tabla n° 4
Días en que estaba permitido cantar, según las bulas apostólicas y los asuetos generales del
convento.
CANTO
Te Deum y la misa: y algunas veces Vísperas
Bendición y procesión
Missa
Ídem
Vísperas, Te Deum y la Misa
Vísperas, Te Deum y la Misa, y por lo común
hace el oficio el Prelado
Te Deum y la Misa
Missa
Ídem
Te Deum y la Misa
OCASIÓN LITÚRGICA (FESTIVIDAD Y/O FECHA)
Día de Reyes
Día de la Purificación
Día de San Ildefonso
Día de San Josef
Pasqua de Spiritus Santo
Día de Corpus
Día de San Juan Bautista
Día de San Pedro Apostol
Día de Santiago el Maior
La Asunción de N. Señora
11
Missa
Id.
Te Deum, la Misa y algunas veces Vísperas,
Misa de difuntos solemne
Kalenda, Vísperas, Te Deum, Laudes y la
Missa
Responsos
Tota Pulchra, Veni sponsa con los versículos
In Conceptione tua y Ora pro nobis, Beata
Rosa, antífona Coelorum candor.
Natividad de N. Señora
Día del Arcángel S. Miguel
Día de Todos los Santos
Purissima Concepción de N. Señora
Entierro de alguna persona principal
Asuetos generales
Tabla n° 6
Asuetos generales del convento
CANTO
Tota Pulchra, Veni sponsa con los versículos In
Conceptione tua y Ora pro nobis, Beata Rosa,
antífona Coelorum candor
Antífona Coelorum candor, Tota Pulchra
Missa solemne
OCASIÓN LITÚRGICA (FESTIVIDAD Y/O
FECHA)
4 de Septiembre: Fiesta de Santa Rosa de Viterbo,
terciaria franciscana
17 de Septiembre: Fiesta de las Llagas de San
Francisco
13 de junio: Fiesta de San Antonio
Si bien, la información suministrada por Fr. Miguel Ascasubi nos muestra un panorama
general de las numerosas ocasiones en las que la música estaba presente de forma
obligatoria, podríamos agregar numerosas más producto de los encargos de misas cantadas
y otros oficios para fechas en particular, pagados por miembros del vecindario chillanejo
colonial. Tal es el caso de Manuel Zañartu quien encargó una novena con sermón y Misa
cantada con responso para el día de la conmemoración de los difuntos de la orden, después
de la procesión por un valor de 50 pesos. Lo mismo en el caso de Ysabel Santa María que
costeó Misas cantadas y Laudes o el canto del Ne Recorderis solemne por el alma de don
Lorenzo Arrau19. La información presentada, nos permite comprender la real trascendencia
y el importante espacio que representaba la música en la vida del convento, reflejado en los
numerosos libros de canto llano aún conservados y las noticias que disponemos de la
existencia de los mismos en el periodo estudiado. Tal es el caso de la presencia de al menos
un “manual de solfa”, existente en 1802, y mencionado por Ascasubi en relación a las
antífonas entonadas en la fiesta de las Llagas de San Francisco20, probablemente uno de los
tres libros de solfa con fojas de pergamino mencionados en el Secuestro de Bienes de 1824,
junto a dos breviarios y “un salterio grande y un misal y otro libro de solfa con hojas de
19
En el caso de las obligaciones contraídas con particulares para arreglar misas y otros oficios cantados en la
colonia fuera de Santiago, podemos documentar el caso del convento de San Agustín de Talca, que por una
obligación de doña María Vergara en 1787, obligaba a los religiosos a cumplir con una enrome cantidad de
misas cantadas y rezadas. Ver: Ramos, José Miguel .2010. “El corpus musical de la iglesia del hospicio de
Talca: una aproximación a la actividad musical en la ciudad antes del Concilio Vaticano II.” Neuma: 3: 41-57.
20
Iturriaga, R.1994:27
12
papel”21. Un dato interesante es la existencia ya en 1760 del segundo tomo de la obra
Escuela de Música, del organista y compositor español Fr. Pablo Nasarre (1659-1730), obra
publicada en 1724 importantísima en la evolución y comprensión de la teoría musical de la
época, con extensos y detallados contenidos sobre contrapunto, las glosas y las funciones
de los maestros de capilla y organistas22. No debemos olvidar que en la época ya existía una
sochantría, que seguramente aprovechó los diversos aportes del texto. Debemos a
Alejandro Vera la información de la existencia del primer tomo presente en el inventario
hecho a la biblioteca del convento de Santiago en 1799, y de su reciente localización 23, sin
embargo la permanencia del texto en Santiago y no en la biblioteca de Chillán, puede
explicarse por el traslado de numerosos libros y documentación relativa al convento desde
Chillán al archivo de la Santísima Trinidad de Santiago en la década de 1980.
Sin duda alguna, los antecedentes expuestos son sólo una primera y única aproximación a
lo que fuera la vida musical del Colegio durante el periodo tardo colonial, sin embargo
pretenden aportan con diversos datos nuevos y de interés, al conocimiento de la música en
una institución periférica y en un territorio de particular historicidad por los diversos
elementos que lo conforman. La refundación del Colegio en la década de 1830, junto con la
política expansiva y coercitiva del estado chileno en el territorio mapuche, serán
determinantes en los métodos, formas y discursos que del arte musical emanen, formando
una trayectoria histórica desde una herencia colonial marcada por la imagen ilustrada de la
música, al discurso moral que ella representa, vinculado al proyecto modernizador del
estado chileno republicano.
II.
La música en el Colegio y su contexto en la república temprana
La historia de la orden franciscana y la de Chillán como zona de frontera son indisolubles.
La ciudad fundada en el año 1580 por el mariscal Martín Ruiz de Gamboa ha trazado su
devenir entre catástrofes naturales y asedios indígenas, siendo escenario de numerosos
hechos trascendentes en la historia del sur de Chile y estrechamente vinculados a la vida en
el convento. Pero es a partir de los avatares sufridos en torno a las guerras
independentistas, que las misiones y el propio Colegio peligrara su existencia por su bien
conocida posición realista. Luego de la destrucción del convento en el asedio a la ciudad
de 1813, el secuestro de sus bienes que le hiciera el gobierno de Ramón Freire en 1824, y
el éxodo de numerosos religiosos al sur del Bio-Bio y el extranjero, la orden tuvo que
21
Iturriaga, R. 1995:128.
Memorial e inventario de Alhajas traídas por Pedro Angel de Espiñeira a este Colegio Apostólico de
Chillán, 1760, AFST, Asuntos Varios, Volumen 1, fojas 147. Agradecemos la información, suministrada
gentilmente por el profesor Andrés Quitral.
23
Vera, A. y Valeska Cabrera .2011: 732
22
13
sufrir la destrucción total de su convento en el cataclismo que destruyó por completo la
ciudad la mañana del 15 de febrero de 1835. De estos años difíciles, sólo tenemos noticias
parciales que nos informan de la persistencia de los religiosos en cuanto a solemnizar sus
funciones y cotidianeidades con la música, como las numerosas rogativas y procesiones
cantadas en favor de las tropas realistas, mientras el ejército patriota asediaba la ciudad24.
La actitud de apoyar la causa realista ya se había manifestado con fuerza desde que en
1808 se supo del cautiverio de Fernando VII, comenzando de inmediato las iniciativas de
parte de los misioneros de trabajar “con el mayor empeño para mantener fieles a las
legítimas potestades, a los habitantes de la provincia de Concepción, sin desmayar un
punto su celo”25. Así, de la relación hecha por los religiosos acerca del apoyo al general
español Antonio Pareja durante el asedio de la ciudad, podemos extraer lo siguiente:
“Relación de los efectivos auxilios espirituales y temporales que ha dedicado la
comunidad á favor de la Justa Causa desde el año de 1808 hasta fin de el de 1814:
“Cincuenta y dos missas cantadas muchas de ellas con Sermón..
“La franquicia de la Iglesia para las funciones de los Señores Militares que siempre se
hacían en ella: y la concurrencia desinteresada de la comunidad para solemnizarlas
con el canto”26.
Esto demuestra que el apoyo prestado a las fuerzas realistas, era visto como una verdadera
cruzada en la que no sólo debía verse involucrada la comunidad, sino también las mismas
misiones sufragáneas al Colegio, lo que conlleva una dimensión de relación efectiva con el
entorno social con un fin más bien político que puramente espiritual, ya que para los
religiosos, era la propia religión católica la que dependía de los vaivenes políticos.27 Sin
duda el uso permanente de la música en la solemnidad de estas manifestaciones, fue un
vehículo importante en dicha relación, como un elemento de un fuerte componente
persuasivo.
Los años siguientes a la reconquista, serán extremadamente difíciles ya que al retirarse los
realistas con posterioridad a la batalla de Chacabuco en 1817, el convento fue incendiado
junto con el saqueo de la iglesia. Por razones un tanto obvias, la documentación
conservada carece casi por completo de referencias a actividad musical por parte de los
24
Para mayor información ver: Valenzuela, Jaime. 2005. “Los franciscanos de Chillán y la independencia:
Avatares de una comunidad monarquista. Historia 38: 113-138. El historiador, citando a su vez la relación de
Fray Juan Ramón, nos informa de la realización de un solemne Te Deum, en honor a las fuerzas realistas.
25
Circular reproducida por: Lagos, Roberto. 1908. Historias de las misiones del Colegio de Chillán:
433Barcelona: Herederos de Juan Gili.
26
Colegio de misioneros de Chillán 1800-1819. AFST, Fondo Chillán. Asuntos varios
27
Valenzuela, J. 2005:118
14
religiosos, salvo los antecedentes que se presentaran en el secuestro de bienes realizado el
24 de septiembre 1824. Al respecto, es interesante destacar que los bienes fueron solo
parcialmente repuestos luego de decretarse en 1831, durante el gobierno de Joaquín Prieto,
la devolución total de éstos a las órdenes religiosas. Así se evidencia en una carta dirigida
al Gobernador de Concepción don José Contreras por el fray Domingo González, prelado
del convento chillanejo, al no haber recibido todos los bienes relativos pertenecientes al
culto, declarando haber recibido todos a excepción de varios ornamentos y piezas de tela
junto a “un libro de solfa con hojas de papel y otras menudencias”28. En consecuencia, el
periodo de la independencia tuvo fatales consecuencias para el Colegio al ser destruido
completamente por los patriotas una vez derrotadas las tropas realistas en 1817. A
consecuencia de esto, los franciscanos de Chillán abandonan el Colegio en dirección a
Talcahuano, siendo reestablecido cinco años más tarde por gestión de Fr. Domingo
González. Sus miembros debían ser recoletos para las misiones en la Araucanía y Colegio
para indios jóvenes29. Entre 1832 y la destrucción total de lo que quedaba del convento e
iglesia a causa del cataclismo, ha sido difícil de documentar en términos de este trabajo, sin
embargo desde 1838 en adelante, afortunadamente se conserva gran cantidad de
documentación que nos permite indagar en la actividad musical de los religiosos, en un
contexto político diferente y un nuevo espacio, al ser trasladado el convento y la ciudad al
actual espacio desde “Chillán Viejo” a “Chillán Nuevo”30.
28
Carta de Fray Domingo González al Gobernador Intendente de Concepción. Chillán, febrero 26 de 1831. La
carta está transcrita por Iturriaga, R.1995:137-138.
29
Rovegno Juan. 2001:13.
30
Acerca del traslado de la ciudad y el convento franciscano, ver Actas Municipales de Chillán. Archivo
Nacional Histórico V. 1
15
III.
La refundación del Colegio y la mirada modernizadora
Decreto de refundación de misiones (1832)
“Cuando después de haber conseguido nuestra emancipación política: cuando
cimentando ya el orden interior se trabaja para dar impulso a todos los ramos de
prosperidades y para adelantar la civilización en todos los pueblos de Estado, es
preciso que este conato se haga extensivo a todos los habitantes del territorio de
la república. Desgraciadamente existe una gran porción de hombres que
separados de toda sociedad civilizada forman un conjunto de seres, que más
bien parecen brutos que racionales. Estos son los indios bárbaros, que
desparramados en hordas ocupan una parte considerable en el Estado. Estos
infelices no tienen más comunicación que o con los malvados que huyendo por
sus crímenes del rigor de las leyes buscan un refugio entre ellos. O con aquellos
hombres a quienes un interés sórdido conduce, y que cifran su fortuna en el
fomento de toda clase de vicios, sosteniéndolos así en el último grado de
barbarie y de abyección, y originando por esta causa terribles males a los
puebles que se hallan en sus inmediaciones. Por estas consideraciones el
supremo Gobierno, ha creído necesario fomentar una sociedad de hombres
filantrópicos que arrastrando los peligros se les acerquen y procuren por medios
pacíficos atraerlos a las costumbres más suaves, y reducirlos a formar
sociedades arregladas”31.
El documento (parcialmente presentado aquí) refleja el espíritu que motivaría la decisión
de refundar el Colegio, pero también la visión modernizadora de la empresa sustentada en
valores morales y políticos necesarios para la “pacificación” del pueblo mapuche. En este
contexto, la actividad musical realizada en torno al Colegio si bien seguirá teniendo su
carácter funcional de acuerdo a las ordenanzas de la regla, configura un espacio asociativo
en quienes la cultivan desde la mirada ilustrada que representa en la colonia a una actividad
de alto valor discursivo en cuanto su componente moralizador en un contexto histórico,
político y territorialmente fronterizo.32 En definitiva, el cultivo de la música por parte de los
misioneros del Colegio durante el siglo XIX, no sólo estuvo presente en sus usos y
costumbres dentro de la institución, sino que conlleva una interesante dimensión moral, que
de la mano del imaginario de civilización y progreso, se convierte en un poderoso
31
Fray Francisco Maluenda, secretario provincial. Decreto de refundación de misiones. Santiago enero de
1832. Transcrito en: Milos, Diego. 2013. “Misión moral. Misión política. Franciscanos en la Araucanía
1843-1870”: 5-6. Tesis para optar al grado de Antropólogo Social. Universidad de Chile.
32
Entendemos, en términos de este trabajo lo “fronterizo” no sólo en su relación contra el centro, como
tradicionalmente ha sido visto desde la mayoría de los historiadores y musicólogos tradicionales de Chile
durante el siglo XX, sino como una relación fronteriza, un área de interacción de todos los componentes del
territorio. Un excelente desarrollo del concepto fronterizo en la historiografía chilena, puede verse en: Urbina,
Ximena. 2009. La frontera de arriba en Chile Colonial. Interacción hispano-indígena en el territorio entre
Valdivia y Chiloé e imaginario de sus bordes geográficos, 1600-1800. Valparaíso: Ediciones universitarias de
Valparaíso.
16
elemento en la formación de los religiosos que ingresarán a territorio mapuche. Las
instituciones, reglamentos, compositores y toda una diversidad de prácticas que involucra la
actividad musical de los misioneros, son reflejo de esta mirada.
Luego del decreto presidencial de Joaquín Prieto autorizando el traslado de la ciudad a su
actual asiento en 1835, el convento vive un nuevo impulso dado por las nuevas y mejores
condiciones y relaciones con el Estado y la llegada de numerosos religiosos extranjeros.
Este nuevo escenario, permitirá desarrollar el cultivo musical dentro régimen de estudio de
los misioneros, fomentando una actividad musical que trascendió el espíritu puramente
religioso, para abarcar repertorios propios de la música de salón, junto a la creación de
instituciones y reglamentos para la música vocal e instrumental.
Los primeros antecedentes los encontramos vinculados a los gastos destinados a la
contratación de músicos en la Festividad de San Francisco entre 1841 y 1845, llamándonos
la atención lo reducido de estas entradas a diferencias de las numerosas presentes en el
periodo antes de la independencia. La siguiente tabla muestra lo exiguo de dichas entradas.
Tabla n° 7
A los músicos por S. Francisco…1
A los músicos…1.4
A los músicos un escudito de a medio.. 2.1 1/4
Por pago a los músicos…2
Por la compostura de un piano…4
Octubre de 1841
Octubre de 1842
Octubre de 1843
Agosto de 1843
Marzo de 1845 33
Si bien la información en cuanto a existencia de actividad musical en el periodo es reducida
es interesante observar dos cosas: Primero, si bien los pagos corresponden en su mayoría a
una festividad propia de la orden y a la que desde la colonia se han asignado recursos en la
contratación de músicos externos, la entrada de 1843 correspondería a la fiesta de Santo
Domingo, que según los datos suministrado por Ascasubi anteriormente, correspondía al
día 4 de agosto y no al 8 como es en la actualidad. Esto demuestra la estrecha relación del
convento franciscano con los padres de Santo Domingo en Chillán, siendo éstos
solemnemente invitados a la celebración del santo patrono en la iglesia del convento, con
todo el boato y solemnidad que les era posible. Es muy posible además, que la interacción
de los franciscanos con otras órdenes religiosas, se viera presente no sólo en la
participación en la fiestas de cada patrón, sino en la contratación de servicios músicos como
ha podido documentarse durante el siglo XVIII y en otras latitudes periféricas de Chile en
el mismo periodo34. En segundo lugar, es interesante notar la compostura de un piano en
33
Libro de Cargo y data Colegio Apostólico de Chillán. Centro de documentación del patrimonio de Chile
central. Universidad de Talca. Fondo biblioteca del convento franciscano de Chillán. Fojas sin numerar. En
adelante CDPCHC-FCH.
34
En el caso de relación entre jesuitas y mercedarios en Chile trasandino colonial, podemos documentar la
contratación de un maestro organista por el Colegio jesuita de Mendoza en el siglo XVIII, estudio en curso
17
1845, instrumento propio de la música de salón, que nos permite visualizar como la
profunda influencia de un repertorio laico podría verse reflejada en la cotidianidad musical
del convento, hecho que comprobaremos en el tipo de repertorio aún conservado, junto a
numerosos pagos a profesores de piano externos, que sin duda permearon el estilo
italianizante del repertorio laico en las propias prácticas musicales de los religiosos35.
Según Luis Merino, el auge de la actividad de conciertos públicos durante la temprana
república se vincula con una de las facetas del proyecto democratizador de la modernidad,36
y la ciudad de Chillán no es ajena a este fenómeno también presente en otras ciudades
periféricas que desarrollaron una marcada actividad musical y teatral. Por ejemplo, la
prensa de la época resaltaba la necesidad de un afinador de pianos “ya que hay más de 40
instrumentos y al menos 20 señoritas esperando en ellos tocar”37. Además no es difícil
establecer el repertorio predilecto de la sociedad, al conocer el repertorio interpretado en las
numerosas retretas al aire libre por la banda del Batallón Cívico, siendo comunes piezas de
Mercadante y Bellini, entre otros autores célebres en este tipo de espacios38. Dentro del
convento, la presencia del piano y el desarrollo del repertorio mencionado es evidente al
comprobar la cantidad de gastos a contratación de profesores de piano para la educación
musical de los misioneros en los que se mencionan gastos como “(…) al profesor de piano
por afinar el piano…2 pesos” o numerosos gastos mensuales entre enero de 1864 y marzo
de 1868 “(…) al profesor de piano”39. Es interesante destacar los gastos registrados en
septiembre de 1864, en que se destinan 17 pesos y 25 centavos “ Al profesor de piano por
hacer a los coristas i pretendientes paso de canto”40, lo que demuestra que la enseñanza del
maestro contratado no se restringe sólo al piano, sino que se vincula a la música vocal
propia del repertorio de la vida monacal, y que seguramente se vio influenciada por el
repertorio laico común en espacios públicos y privados de la sociedad chillaneja de la
época. Además podemos constatar la presencia del piano en la vida cotidiana del convento,
ya que en un detallado cuadro que manifiesta el Estado del Colegio de S. Ildefonso de
realizado por los autores: “La actividad musical en torno al Colegio jesuita de Mendoza: música y sociedad
urbana en la periferia colonial chilena”.
35
El rescate de los más de 6.000 volúmenes de la biblioteca colonial del convento, arruinada por completo
tras en cataclismo de febrero de 2010, ha sido tarea en gran medida de estos autores con la especial
colaboración de Pamela Bórquez y Denisse Garrido. La primera etapa del trabajo consistió en salvaguardar de
palomas, la lluvia y roedores el material en un lugar con mejores condiciones en el mismo convento, para
luego ser la totalidad de la biblioteca trasladada al Centro de Documentación Patrimonial de la Universidad de
Talca, en donde un equipo especializado realiza el inventario general y el estudio, digitalización y
restauración de las obras y fuentes de mayor valor histórico, desde la más antigua que data de 1517 hasta las
más recientes con data de las primeras décadas del siglo XX. Se conservan cerca de 100 partituras impresas y
manuscritas en su mayoría del siglo XIX, lo que nos ha permitido referenciar el repertorio indicado.
36
Merino M., Luis.2009. “El surgimiento de la sociedad orfeón y el periódico las Bellas Artes. Su
contribución al desarrollo de la actividad musical y de la creación musical decimonónica en Chile” Neuma
2:12
37
El Ñuble, 28 de febrero de 1857, p. 3, c. 2. “Profesor de piano para Chillán”.
38
El Ñuble, 14 de febrero de 1857, p. 3. "Música en la Alameda".
39
Libro de gatos jenerales n° 20 desde el 10 de enero de 1864 al 21 de octubre de 1869. CDPCHC-FCH.
40
Libro de gatos jenerales n° 20…. 21 de septiembre de 1864. CDPCHC-FCH.
18
Chillán en el año 1873, su personal, su observancia y estudios se informa de presencia del
piano y la educación vocal.
“Hai también clase de canto figurado i piano; consta de 8 Alumnos; tres de
ellos para piano, la desempeña el P.Fr, Juan Bautista Gacitúa”41
A continuación de lo anterior, el informe detalla la distribución de horas de esparcimiento
de los misioneros en que “la clase se canto i piano se hace por la noche después de cenar
hasta tocar silencio tres o cuatro veces por semana”42. En definitiva, podemos comprobar
que la actividad musical del Colegio se vio afectada por las particularidades de la actividad
musical laica en el periodo republicano, trascendiendo el cultivo de ésta fuera de la
obligación de la regla hacia espacios de esparcimiento y cotidianeidad en los que se vinculó
a profesores laicos en la educación musical de los religiosos. En cuanto al apoyo de la
música vocal dentro del Colegio, un hecho trascendente es la compra de un gran órgano
para la iglesia, instrumento predilecto de la música sagrada y fuertemente vinculado a la
comunidad misionera desde el periodo colonial. La adquisición del instrumento refleja el
gran alcance de las reformas del arzobispo Rafael Valentín Valdivieso (que a mediados de
siglo encargaba un formidable instrumento para la Catedral metropolitana) en una ciudad
lejana al centro del país. El instrumento construido por el organero italiano Cesar Buzzoni,
fue comprado en Italia en 1856 por fray Diego Chuffa, que viajó al país europeo a colectar
hermanos misioneros, que a fines de ese año sumaban seis sacerdotes y seis hermanos43. La
información es de interés, ya que por las crónicas del diario santiaguino El Ferrocarril,
sabemos de la llegada de Buzzoni sólo hasta 1860, es decir cuatro años más tarde de la
adquisición del instrumento para Chillán, sin embargo sabemos por la prensa local, que ya
se encontraba en la ciudad en abril de 1857 concluyendo la instalación del instrumento.
"Un célebre fabricante de organos"
Hace como 2 meses que tenemos entre nosotros a Don Cesar Buzzoni que ha venido
con el fin de concluir la construcción del organo traido para el templo de san
Francisco, y para darle la colocación correspondiente. La suma modestia de este
artista, le ha hecho pasar hasta ahora desapercibido y lo habría pasado siempre, si una
rara casualidad no hubiese puesto en nuestras manos un ejemplar de la Gaceta oficial
de Jénova, en la cual se leen las palabras que traducimos a continuación"44.
41
Cuadro que manifiesta el Estado del Colegio de S. Ildefonso de Chillán en el año 1873, su personal, su
observancia i estudios. Archivo Histórico Arzobispado de Concepción. R.R.P.P Franciscanos, Asuntos varios
1854-1934. Legajo 34, n° 4, fojas 288-292v.
42
Cuadro1873:3. AHAC.
43
Araya, H.1976:120
44
El Ñuble, 19 de abril de 1857. p.2.c.2
19
El instrumento que tuvo un costo de 818 pesos45 estaba ubicado en el coro detrás del altar
mayor46, y probablemente tuvo una estética sonora italiana como detalla uno de los
anuncios publicados en el mencionado periódico, informando que un instrumento de su
factura se podía apreciar en la iglesia de San Francisco de la ciudad de Chillán47.
"César Buzzoni, italiano, avisa haber abierto un establecimiento de órganos de todos
los tamaños, con instrumentación de estilo italiano tan excelentes como los que se
trabajan en las más acreditadas fábricas de Europa"
Imagen N°1
La iglesia y Convento de San Francisco de Chillán en la década de 1870, según un grabado del
Chile Ilustrado de Recaredo S. Tornero.
45
Libro de Cargo i data n° 7 Colegio de S. Ildefonso de Chillán, 1855-1863. Agradecemos la información a
Carmina Zorrilla, encargada del inventario de la Biblioteca y archivo del Convento de Chillán, custodiado en
el Centro de Documentación Patrimonial de la Universidad de Talca
46
Recaredo S. Tornero.1872. Chile Ilustrado. Guía descriptivo de Chile, de las capitales de provincia, de los
puertos principales: 315 Valparaíso: Librerías i ajencias del Mercurio.
47
Citado en: Milanca Guzmán, M. 2011. “La música en el periódico chileno "El Ferrocarril" (18551865)”. Revista Musical Chilena 54:17-46.
20
Estrechamente vinculado a la actividad musical dentro de la cotidianeidad de Colegio, es el
Reglamento sobre la música vocal e Instrumental para el Colegio de S. Idelfonso de
Chillán48, interesante documento inédito que nos da cuenta de cuán organizada estaba la
actividad musical en el Colegio y de la trascendencia que significaba evitar a toda costa el
contacto con la música profana49. El documento fechado en 1886, único reglamento de
música sagrada fuera de Santiago conocido hasta hoy, hace notar “que no toda la música es
apta para cumplir funciones en el culto separando la que tiene carácter sagrado de la
profana, que tiene por objeto halagar los sentidos y exitar malas pasiones.50 Establece las
normas que permitan “promover la perfeccion i decoro del culto divino en las funciones
religiosas i excitar los fieles a la piedad i devoción”, siendo enérgico en la obligación de
cultivar un estilo musical alejado del mundo profano. El reglamento que consta de 16
artículos divididos en tres partes, nos da cuenta del alcance que tuvo la Pastoral Colectiva
sobre la música i cantos en las iglesias de las Diócesis de Chile51, que junto con las
determinaciones especiales de la orden se tuvieron en vista al formular el reglamento. La
primera parte “De la música obligatoria i solo permitida” nos permite apreciar la
importancia que generó para el directorio del Colegio que cada uno de sus miembros
aprendiera obligatoriamente el canto gregoriano, indicando la interpretación del canto
figurado a “todos aquellos Coristas que a juicio Del Vicario de coro, tengan para ello
aptitud suficiente”, mientras que para la música instrumental podrán dedicarse “aquellos
Religiosos que tengan robustez i habilidad suficientes para ello, según el juicio de un perito
en el arte, sea este Religioso ó secular, pero este no se haga sin el asenso previo del
Directorio”52 De que dicha habilidad haya sido calificada por un perito tanto religioso como
también secular, nos permite comprobar la estrecha relación con el mundo musical laico de
la ciudad, como lo evidenciáramos en la frecuente presencia de profesores de piano en los
años anteriores. La segunda parte “ De los días i horas de clase”, nos muestra el grado de
organización que conllevó la actividad musical de la institución, informándonos de la clase
de música vocal los días jueves de ocho y media de la mañana hasta las diez, y de un
horario fuera de la hora designada para que los Coristas pudieran tener sus ejercicios
prácticos (de música vocal o instrumental) si olvidar que “ el ejercicio de la música vocal ó
48
Reglamento sobre la música vocal e Instrumental para el Colegio de S. Idelfonso de Chillán. 1886. AFST,
FCH. Asuntos varios. 5 fojas.
49
El documento es parcialmente trascrito por Vera, A. y Valeska Cabrera. 2011:732-733, informándonos de
encontrase incompleto y sin referencias de fecha ni a qué lugar se dirige. Agradecemos al hermano Alexis
Escárate (OFM) por ayudarnos en la pesquisa del documento que actualmente es estudiado por los autores.
50
Cabrera Silva, Valeska. 2009. “La reforma de la música sacra en la iglesia católica chilena”: 3 Santiago de
Chile: Tesis Magíster en Artes mención Musicología, Pontificia Universidad Católica de Chile.
51
Larraín, J. et. al. 1887. “Pastoral colectiva sobre la música i canto en las Iglesias de las Diócesis de Chile”.
Boletín Eclesiástico: o sea colección de edictos, estatutos i decretos de los prelados del Arzobispado de
Santiago de Chile: IX: 751-758.
52
Reglamento 1886: 1.
21
instrumental ha de hacerse con tal moderación, que no fatigue demasiado ni perjudique a la
salud, ni quite el tiempo para el estudio de la ciencias”.53
La tercera y última parte, “Observaciones referentes a los cantores i músicos”, establece
entre otras cuestiones, las reglas en cuanto al canto figurado y que jamas se use en el
Colegio en parte alguna del Oficio Divino, siendo autorizado sólo el canto llano Divino
solemne conforme al Misal, Gradual, Ofertorio o Ritual Romano respectivo, en el canto del
Introito, Gradual, Ofertorio, Comunión, Antífonas, Himnos, Salmos etc. En consecuencia
establece claramente que no es posible tomarse la libertad de cantar a capricho “en parte
alguna de los oficios litúrgicos, sino que se debe cantar como está en los libros respectivos
aprobados por una autoridad competente”. Además prohíbe llevar “segunda voz en el tono
de los Salmos et., porque eso es contra de la naturaleza misma del Canto Llano, que debe
ser unísono”.54 En cuanto a la música instrumental, el reglamento es enérgico en establecer
lo ilícito de tocar en la Iglesia bailes de cualquier especie “pues , al permitirse la música
instrumental a los Religiosos de este Colegio, es con el solo objeto de que ella promueva, la
perfección y decoro del culto divino en las funciones religiosas, excitando a los fieles á la
piedad i devoción, i esto no se obtiene con música inútiles y no conforme á la seriedad de
un religioso un cualquier lugar, i que además son ilícitas en las Iglesias55. Esto nos
demuestra el alto grado de valor moral que se quiso imponer a los religiosos, en este caso
vinculado a un modelo de virtud asociado al cultivo de la música según las severas rúbricas
establecidas por la iglesia, en especial las emanadas de la citada Pastoral Colectiva.
En definitiva, el reglamento recomienda a todos los religiosos del Colegio atenerse a las
normas establecidas en la Pastoral Colectiva, en especial a uso restringido de músicas
propias del salón decimonónico, y que siguiendo “la fiel observancia de las cosas que
anteceden, música sagrada, sea vocal, sea instrumental, producirá los efectos deseados __
Culto i Devoción__ i, además se evitarán abusos que han principiado a introducirse”56.
53
Ibídem: 3
El subrayado está en el original.
55
Reglamento 1886: 4.
56
Ibídem : 5
54
22
IV.
Conclusiones
Como una primera aproximación a lo que fuera la actividad musical desarrollada por los
religiosos del Colegio de Misioneros de San Ildefonso de Chillán, hemos pretendido por
medio de la revisión y análisis de archivos en su gran mayoría inéditos, hacer una
contextualización histórica que nos permita conocer nuevos antecedentes de la actividad
musical de una institución periférica, importantísima en las relaciones fronterizas con el
pueblo mapuche a través de las misiones y trascendente en el devenir histórico de la ciudad.
De esta manera podemos concluir que el cultivo de la música, con todas las extensiones que
ello implica, es decir dentro de la propia la regla conventual, en las ocasionalidades del
convento y su entorno, la existencia de libros y maestros especializados, la educación
musical vocal e instrumental, las normativas etc…, fue de gran importancia para el Colegio
de misioneros, y que la visión de lo que su cultivo refleja, es un fuerte impulso a las ideas
morales con las que se quiso formar a los religiosos, visión que tiene sus raíces en el mundo
colonial adscrito a la mirada ilustrada de la música, y que se despliega en el siglo XIX
como proyección modernizadora de un territorio de barbarie, en que era necesario construir
un sujeto productivo y moralmente acorde al imaginario civilizatorio que involucra el
cultivo de la música en el convento.
23
Bibliografía:
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colonia”. Tesis presentada al Instituto de Música de la Pontificia Universidad Católica de
Chile para optar al grado académico de Licenciatura en Música mención Musicología.
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Chile: Alfabeta.
Cabrera Silva, Valeska. 2009. “La reforma de la música sacra en la iglesia católica
chilena”: 3 Santiago de Chile: Tesis Magíster en Artes mención Musicología, Pontificia
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Fide de San Ildefonso de Chillán 1764-1779: 65 Santiago de Chile: Publicaciones del
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Izquierdo, José Manuel. 2013. El gran órgano de la catedral de Santiago de Chile: Música
y modernidad en una ciudad republicana (1840-1860) Santiago de Chile: Ediciones
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Lagos, Roberto. 1908. Historias de las misiones del Colegio de Chillán: 433Barcelona:
Herederos de Juan Gili.
Larraín, J. et. al. 1887. “Pastoral colectiva sobre la música i canto en las Iglesias de las
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los prelados del Arzobispado de Santiago de Chile: IX: 751-758.
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arpa en la periferia colonial chilena”, trabajo aceptado para publicación en Revista musical
Chilena.
24
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Santiago: Editorial Universitaria.
25
Fuentes manuscritas citadas
Libro de Cargo y Data, convento franciscano de Chillan: Volumen 1. AFST-FCH
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Disposiciones del Colegio Seminario de Misioneros Apostólico de Propaganda fide
de San Ildefonso de Chillán, desde el 29 de noviembre de 1765 al 30 de noviembre
de 1768
Cuentas generales del Colegio Seminario de Misioneros Apostólico de Propaganda
fide de San Ildefonso de Chillán desde el 30 de septiembre de 1768 al 31 de
diciembre de 1769.
Cuentas generales del Colegio Seminario de Misioneros Apostólico de Propaganda
fide de San Ildefonso de Chillán desde el 7 de octubre de 1771 al 16 de agosto de
1775.
Cuentas anuales del Colegio Seminario de Misioneros Apostólico de Propaganda
fide de San Ildefonso de Chillán desde el 16 de agosto de 1775 al 18 de julio de
1776.
Cuentas mensuales colegio apostólico de Chillán. 1778-1788
Memorial e inventario de Alhajas traídas por Pedro Angel de Espiñeira a este Colegio
Apostólico de Chillán, 1760. AFST-Asuntos varios.
Colegio de misioneros de Chillán 1800-1819, AFST-FCH. Asuntos varios.
Libro de Cargo y data n° 6. 1843-1854 Colegio Apostólico de Chillán. CDPCHC-FCH
Libro de gatos jenerales n° 20 desde el 10 de enero de 1864 al 21 de octubre de 1869.
CDPCHC-FCH
Libro de Cargo i data n° 7 Colegio de S. Ildefonso de Chillán, 1855-1863. CDPCHC-FCH
Cuadro que manifiesta el Estado del Colegio de S. Ildefonso de Chillán en el año 1873, su
personal, su observancia i estudios. Archivo Histórico Arzobispado de Concepción.
R.R.P.P Franciscanos, Asuntos varios 1854-1934. Legajo 34, n° 4, fojas 288-292v
Reglamento sobre la música vocal e Instrumental para el Colegio de S. Idelfonso de
Chillán. 1886 .AFST, FCH. Asuntos varios. 5 fojas.
Periódicos:
El Ñuble, 28 de febrero de 1857
El Ñuble, 14 de febrero de 1857
El Ñuble, 19 de abril de 1857

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