A pesar del comunismo

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A pesar del comunismo
voz
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ACCIÓN CATÓLICA
A pesar del comunismo
Fue ayer Polonia. Es hoy Hungría, Serán mañana ¡os
demás pueblos sojuzgados por las doctrinas y las fuerzas
perversas del comunismo los que intentarán a cara descubierta, por los medios a su alcance, ofreciendo el pedio a la
muerte, sacudir las cadenas, gritar y respirar a los cuatro
vientos las ansias de una legítima y justísima libertad.
Porque ees claro para todos que el orden perturbado
en los pueblos no puede restablecerse ni con el poder de las
armas, portadoras de la muerte; ni con la violencia impuesta a los ciudadanos, que no puede sofocar sus sentimientos
más íntimos; ni con teorías falaces, que corrompen los espíritus y violan los derechos de la Iglesia y de la conciencia
ci vil y cristiana». •
Ahí están, para demostrar la realidad de estas afirmaciones pontificias, la desigual lucha a muerte de pueblos
enteros, pueblos fradicionalmente creyentes de la Europa
oriental, que ven ahogadas en sangre sus ansias de independencia y libertad, de volver a las prácticas de fe de sus mayores, de dar a sus hijos la educación cristiana que realmente les haga libres, de poder invocar a Dios sin miedo a
las bayonetas ni a la cárcel en plazas y calles, en escuelas
y centros de trabajo, en el seno del hogar y en la serenidad
de las conciencias.
El caso de Hungría, como el de Polonia y demás países
que viven día tras día la mayor tragedia de los nuevos
tiempos, por fuerza ha de conmover al mundo. Faltaría, si
no fuera así, el último resto de amor a la verdad que Cristo
nos trajo. Y hubieran sido vanos y estériles dos milenios
de cultura y de educación cristianas.
Pero no. La Humanidad entera ha sentido un profundo
repudio hacia la ominosa violación de todos los derechos
conculcados por el más perverso sistema que conocieron
los siglos. En Hungría, como en tantos otros países esclavizados, sigue viva y despierta la conciencia de una dignidad y de un sentido del destino personal y nacional, que es
radicalmente incompatible con la situación infrahumana a
que están sometidos. Sigue viva y despierta la fe y el amor
al Redentor, que «moverán aún a esos pueblos, a pesar del
comunismo*.
Junto al pueblo húngaro, < afligido por tantos dolores y
bañado con tanta sangre*, y junto a <Ios otros pueblos de
la Europa oriental, privada de sus libertades religiosas y
civiles», estamos todos los cristianos y todos los hombres
amantes del propio fuero y dignidad.
El escándalo de los sin Dios, que es el escándalo de la
y sangre de conciencias maltrechas, ha de estallar forzosa-
Santa Pureza
La santa Pureza la da Dios cuando
se pide con humildad.
¡Qué hermosa es la santa pureza!
Pero no es santa, ni agradable a Dios,
si la separamos de la caridad.
La caridad es la semilla que crecerá y dará frutos sabrosísimos con el
riego, que es la pureza.
Sin la caridad, la pureza es infecunda, y sus aguas estériles convierten
las almas en un lodazal, en una charca
inmunda, de donde salen vaharadas
de soberbia.
¿Pureza? -preguntan. Y se sonríen.
Voz de Malgrat. 1/12/1956. Pàgina 17
mente en un clamor de espanto, pero a la vez en una indignación sin límites que sacuda las conciencias y aproxime a
los hermanos.
Que las veces de todos se levanten acordes hacia Dios.
Que todas las gentes —como pide el Vicario de Cristo—, en
las ciudades, en los pueblos y en los más remotos caseríos,
en cualquier sitio donde resplandece la luz del Evangelio,
invoquen el poderosísimo patrocinio de la Madre de Dios.
Para que, al fin, brille sobre los pueblos que viven horrores
de dersecución y de muerte la paz auténtica de Cristo, < fundada en la justicia, en la caridad y la libertad debida*.
(De (Ecclesia*)
Son los mismos que van al matrimonio
con el cuerpo marchito y el alma desencantada.
Os prometo un libro -si Dios me
ayuda- que podrá llevar este título:
(Celibato, Matrimonio y Pureza*.
Hace falta una cruzada de virilidad
y de pureza que contrarreste y anule
la labor salvaje de quienes creen que
el hombre es una bestia.
- Y esa cruzada es obra vuestra.
Muchos viven como ángeles en medio del mundo. - Tú... ¿por qué no?
Cuando te decidas con firmeza a
llevar vida limpia, para ti la castidad
no será carga: será corona triunfal.
Nos dicen que...
...CONTRASTA desagradablemente con el buen aspecto que va ofreciendo cada día nuestra población, estas
canales de desagüe de los aleros que,
rotas por su mitad, en los días de lluvia, vierten toda el. agua sobre Jos sufridos viandantes a los que de nada
les sirve protegerse con un endeble
paraguas.
¿No podría buscarse una manera
de procurar que se diera arreglo a
ellos en provecho de todos?
VOZ, el periódico para el malgratense.

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