Dossier Alumnos

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Dossier Alumnos
16 de octubre
Mañana
11.00 h.
Las inquisiciones de la literatura fantástica.
David Pujante. Universidad de
Valladolid
Catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en la Universidad de Valladolid.
Investigador Principal del Proyecto "Retórica Constructivista: Discursos de la Identidad" (Ref. FFI2013-40934-R)
(2014-2016)
Member of the International Society for the History of Rhetoric
Member of the ISHR Council (2009-2013)
Codirector de la revista digital Castilla. Estudios de Literatura (www.uva.es/castilla)
Libros académicos: De lo literario a lo poético en Juan Ramón Jiménez (1988), Mímesis y siglo XX (1992), El hijo
de la persuasión. Quintiliano y el estatuto retórico (1996 y 1999), Un vino generoso (Sobre el nacimiento de la
estética nietzscheana: 1871-1873) (1997), Manual de retórica (2003) Belleza mojada. La escritura poética de
Francisco Brines (2004).
Numerosos artículos en revistas españolas e internacionales.
Libros de poesía: La propia vida (1986), Con el cuerpo del deseo (1990), Estación marítima (1996), La Isla
(2002), Itinerario (2003), Animales despiertos (2013).
Traducciones: Fernando Pessoa, Antinoo (1985, reed. en Salto de Página, Madrid, 2014), August von Platen,
Sonetos venecianos y otros poemas (1999), Luis Antonio de Villena (compilador), Amores iguales (en este libro David
Pujante traduce a los poetas August von Platen, Fernando Pessoa, Rainer W. Fassbinder, Gino Hahnemann, Detlev
Meyer) (2002).
ABSTRACT
El pensamiento crítico en Occidente, desde la reafirmación del prestigio de la Poética de Aristóteles a partir
del Renacimiento, ha despreciado durante siglos la literatura fantástica en beneficio de la realista. La base de ese
desprestigio se encuentra en la interpretación del texto aristotélico como propugnador de una literatura que sólo
debe hacer réplicas de la realidad. Si la filosofía aristotélica construye su conocimiento con lo que se percibe de
fuera a través de los sentidos, el artista, consecuentemente, también construirá su arte haciendo réplicas de lo que
le llega por los sentidos. Los conceptos teórico-literarios que apuntalan esta visión del arte son los de mímesis y
verosimilitud. Entendiéndose la mímesis, durante muchos siglos, como la imitación por medio del lenguaje de la
naturaleza; y la verosimilitud como el mecanismo para crear la ilusión de realidad en la ficción literaria.
Como nos dice uno de los más conspicuos críticos de la literatura que ha tenido el siglo XX, René Wellek, en
la historia de la crítica literaria, el concepto de imitación o mímesis, cualquiera que haya sido su significado exacto en
Aristóteles (en ninguno de los escritos que nos han llegado del filósofo tenemos una definición), fue interpretado con
mucha frecuencia como la copia literal de la naturaleza, como naturalismo. Este hecho ha pesado como una losa en
las preceptivas más clasicistas, como la del siglo XVIII, y ha sido la causa del desprecio de cualquier literatura de
carácter fantástico, relacionándose la fantasía con el disparate, con lo desapropiado, con lo que no servía para
educar al ser humano y también con una frívola visión lúdica de la literatura, que tanto en los ámbitos religiosos
como en los más racionalistas parecía contraria al desarrollo ético, moral o espiritual de la persona.
13.00 h. De héroes clásicos a superhéroes del cómic: la necesidad de los mitos,
de la Antigüedad hasta hoy. Sara Molpeceres Arnáiz. Universidad de Valladolid
Licenciada en Filología Inglesa y licenciada en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada por la
Universidad de Valladolid; Doctora en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en 2010 por la Universidad de
Valladolid. Ha sido profesora del Área de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en la Universidad de Murcia y
actualmente es profesora del Área de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en el Departamento de
Literatura Española, Teoría de la Literatura y Literatura Comparada de la Universidad de Valladolid.
Entre sus líneas de investigación destacan la Literatura Comparada, especialmente la actualización de mitos en
literatura y otros discursos; la historia de la Hermenéutica y la Hermenéutica de la traducción; Retórica histórica y
aplicada al análisis interdisciplinar de los discursos contemporáneos; y Teoría de la Literatura, en particular estudios
sobre el género fantástico. Entre sus últimas publicaciones destacan los libros Pensar en imágenes. Los conceptos
de mito, razón y símbolo en la cultura occidental (Editum. Universidad de Murcia, 2013) y Mito persuasivo y mito
literario. Bases para un análisis retórico-mítico del discurso (Universidad de Valladolid, 2014); también los artículos
“Una hermenéutica fragmentaria: formas breves, símbolo e ironía en el Romanticismo alemán” (Monteagudo, nº 18,
2
2013), “Aspectos femeninos de la divinidad en la mística de las Tres Culturas” (Tonos Digital, nº 22, 2012), “Del
ideal a la pesadilla: reflexión filosófica y práctica literaria en el Romanticismo alemán. Una perspectiva desde la
Literatura Comparada” (Themata, nº 45, 2012).
Es coordinadora del Proyecto de Innovación Docente ACUPOP: Aplicación de la Cultura Popular a la enseñanza en el
aula (curso 2014/2015), miembro del Proyecto de Investigación RECDID. Retórica constructivista: discursos de la
identidad (periodo 2013-2016; referencia FFI2013-40934-R, financiado por el Ministerio de Economía y
Competitividad) y el representante español del consejo de la International Society for the History of Rhetoric desde
2013.
ABSTRACT
Son diversas las voces en la sociedad actual que ponen en tela de juicio la posibilidad de que el hombre de
hoy crea y cree mitos. Si nos atenemos a una definición tradicional del mito según la cual éste es producto de
estadios primitivos de una cultura o de pueblos incivilizados, es evidente que no hay lugar para él en un contexto
sociocultural como el nuestro, a menos que el mito quede circunscrito a ámbitos como el artístico-literario, donde
sería un bello recuerdo de tiempos pasados.
No obstante, si partimos de una definición moderna del mito, basada en la idea de que el mito es una
construcción simbólica que vehicula las ideas, miedos, obsesiones, creencias, etc., de una sociedad; es evidente que
el mito no sólo puede ser propio de los hombres y mujeres del siglo XXI, sino que, en realidad, sería propio de los
seres humanos de todas las épocas y lugares.
El propósito de esta conferencia es precisamente mostrar cómo los mitos son producto de un pensamiento
de tipo simbólico y reflejan la ideología de la sociedad en la que surgen: los mitos cumplen una importante función
dentro de una cultura, función que hemos de relacionar con la creación, la transmisión y el entendimiento de la
propia identidad de una sociedad y de los sujetos que la componen.
Esto es propio del imaginario mítico clásico, pero también del moderno, ya que, enfrentados a nuevos
desafíos, los hombres y mujeres de un determinado contexto sociocultural reutilizan el material mítico heredado de
etapas anteriores, pero también crean nuevos mitos y universos mitológicos; así, podemos calificar de mitos
modernos al vampiro, el zombi, el cíborg, etc.
En particular, dentro de este trabajo, exploraremos la conexión de los mitos con la ideología de la cultura, así
como la línea que une a los mitos clásicos con los modernos, ejemplificando en concreto con el mito del héroe, tanto
en su vertiente clásica como en sus actualizaciones modernas: los superhéroes del cómic.
17 de octubre
TARDE
Sesión 2. Literatura fantástica: Tolkien, tradición y mitología
16.00 h. Inventar palabras: conceptos clave en la poética de J. R. R. Tolkien.
Eduardo Segura. Universidad de Granada
Licenciado en Historia Moderna (1991), doctor en Filología (2001) y máster en Filosofía (2010). Es autor de una
breve biografía de Tolkien, titulada J.R.R. Tolkien, el mago de las palabras (Casals 2002), y de El viaje del Anillo
(Minotauro 2004), que contiene el texto revisado de su tesis doctoral sobre la teoría literaria del autor inglés, a partir
de un estudio pormenorizado de El Señor de los Anillos. Ha traducido y editado, junto a Guillermo Peris, Tolkien o la
fuerza del mito: la Tierra Media en perspectiva (LibrosLibres 2003), selección de las actas del Congreso del
Centenario de Tolkien, celebrado en Oxford en 1992; y es editor, en colaboración con Thomas Honegger, de Myth
and Magic. Art according to the Inklings (Walking Tree Publishers 2007). Es asimismo autor de un ensayo sobre El
León, la bruja y el armario, titulado Las Crónicas de Narnia, de C.S. Lewis (Cénlit Ediciones 2008). Ha publicado un
volumen en el que se ha reunido su obra ensayística sobre Tolkien y los Inklings desde 1994 hasta la actualidad,
bajo el título J.R.R. Tolkien: mitopoeia y mitología. Reflexiones bajo la luz refractada (PortalEditions 2008). Más
recientemente ha editado y contribuido con diversos capítulos al volumen colectivo sobre la adaptación
cinematográfica de El Señor de los Anillos, dirigida por Peter Jackson, El Señor de los Anillos, del libro a la pantalla
(PortalEditions, 2012).
Ha traducido al español obras de Tolkien, T. A. Shippey, J. Garth y G. K. Chesterton o George MacDonald. Entre sus
líneas de investigación se cuentan la transposición de la literatura al cine, la herencia romántica en la literatura del
siglo XX, o el Movimiento de Oxford y su relación con los Inklings.
3
Es profesor del departamento de Filologías Inglesa y Alemana en la Universidad de Granada, y ha sido profesor e
investigador visitante en las universidades estadounidenses de Marquette y Delaware.
Página personal: www.inklinga.es
https://www.facebook.com/Inklinga?ref=hl
ABSTRACT
El objetivo de esta ponencia es pensar la belleza de las palabras, su valor semántico, su potencialidad como
portadoras de sentido, su capacidad para subcrear, para alumbrar mundos que iluminen éste, situando en
perspectiva los trabajos y los días desde la poética de J.R.R. Tolkien. Mi intención es hablar del modo en que el Arte,
cuando en verdad lo es, explica y manifiesta que había en nosotros más tela de la que fue necesaria para cortar el
traje de nuestro destino: «Por todo el universo resuena el grito del artista: dejadme hacer todo aquello de lo que soy
capaz»1. Por eso es menester que mis palabras tengan como marco la humildad con que debemos acercarnos a la
obra de arte. ¿Por qué? ¿Qué tiene eso que ver con la obra de Tolkien, y con Tolkien mismo?
El Señor de los Anillos es, en palabras de su autor, «un ensayo de estética lingüística sobre la Muerte y la
Inmortalidad». Mi argumento tendrá, pues, que ver con la (de)mostración de esa realidad, y con la refutación de
ciertos prejuicios hondamente arraigados en el (iletrado) inconsciente colectivo intergeneracional. Con todo,
demostrar que una obra de arte lo es encierra una suerte de trampa. Hay motivos objetivos para apreciar la belleza, y
la técnica es uno de ellos. Por tanto, deberíamos enfrentar El Señor de los Anillos con los medios de medición de esa
belleza. Podríamos hacerlo. Sin embargo, ¿no resultaría fatuo nuestro intento? ¿Acaso no hay casos en que la belleza
está más allá de las palabras? ¿No son inefabilidad y Belleza sinónimos? ¿Qué sambenito pesa sobre Tolkien y su
manera de entender el arte de narrar? ¿Por qué esa carga pesa tanto? La respuesta a estas preguntas —que son
una— es poliédrica, como poliédrica es la forma en que se inserta una obra literaria en el tejido de la historia. Porque
un clásico lo es en unas coordenadas que huyen de prejuicios y categorías anacrónicas. Con todo, existen algunas
claves desde las que entender el porqué de este prejuicio endémico que acompaña a nuestro autor, hijo de la
ignorancia biempensante:
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12.
El nominalismo del siglo XIV.
El empirismo del siglo XVII.
El racionalismo ilustrado del XVIII.
El des-encant(amient)o del mundo durante el siglo XX, hasta ahora.
El progreso tecno-lógico y la muerte de la infancia.
La banalización del arte y el desprestigio de fantasía.
La antinomia arte-dinero.
El cine comercial de Hollywood y Peter Pan como aberración.
La democracia como valor absoluto y la perversión de las opiniones autorizadas.
Los medios de (in)comunicación.
La tendencia humana a buscar respuestas fáciles para preguntas difíciles.
Acción vs. contemplación.
Frente a eso, ¿qué antídotos ofrece Tolkien?
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Una belleza que embelesa, en la que resplandece una forma que no es autorreferencial.
La lícita evasión.
La recuperación.
El consuelo de una eucatástrofe que es eco de la Redención.
El retorno de la epopeya: un libro para ser leído en voz alta.
El eco de una época arcana.
La apertura al misterio y al don: la mirada asombrada ante el kósmos.
La esperanza más allá de toda esperanza.
Una barrera frente a la banalidad.
Un mapa antropológico sobre la trascendencia, la nostalgia, el dolor que produce la alegría, las heridas de la
belleza, la lícita melancolía, el sentido del deber no kantiano, o el amor a las propias obras.
11. Un manual de la mirada.
1 El festín de Babette, Gabriel Axel, 1987, a partir del relato homónimo de Isak Dinesen. 4
12. La vinculación entre quehacer filo-lógico, invención lingüística y subcreación.
A LGUNAS I DEAS A D ESARROLLAR
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Tradición y origen oral de los relatos.
Al principio fue el Verbo: Lógos como designio y lógos como palabra.
La invención lingüística como Palabra y subcreación: «Aún creamos según la ley en la que fuimos creados».
Mitopoeia y mitología: cuando el lenguaje era parte de una gramática mítica.
Tolkien y el Romanticismo: tradición y revolución.
¿Una epopeya en el siglo XX, o una epopeya del siglo XX?
Una última consideración sobre la necesidad de la obra de arte: Tolkien y las adaptaciones de su obra.
T EXTOS
1
«Este libro es como un relámpago en un cielo claro; tan marcadamente distinto e impredecible
para nuestra época como lo fueron las Songs of Innocence para la suya. Decir que con él ha vuelto
repentinamente la epopeya heroica —preciosa, elocuente y sin complejos— en una época casi
patológica en su antirromanticismo, no es del todo adecuado. Para nosotros, que vivimos en esta
extraña era, su regreso —y el propio alivio que conlleva— es lo importante. Pero a efectos de la
historia del relato épico —una historia que se remonta hasta la Odisea y más atrás— no supone un
retroceso, sino un avance o una revolución: la conquista de un nuevo territorio».
C.S. LEWIS, “El Señor de los Anillos, de Tolkien”, en Tolkien o la fuerza del mito. La Tierra Media en
perspectiva, E. Segura y G. Peris (eds), LibrosLibres, Madrid 2003.
2
«Y sin embargo los libros que se ocupan de los otros avatares no son de ninguna manera
inferiores. Si tuviera que hacer una selección de grandes momentos (como el canto del gallo
durante el sitio de Gondor), nunca acabaría; sólo mencionaré dos excelencias genéricas (y
totalmente diferentes) del relato. Una es, sorprendentemente, su realismo. Esta guerra posee la
esencia misma de la que conoció mi generación. No le falta nada: el movimiento imperceptible
pero incesante; la siniestra calma del frente cuando “todo está dispuesto”; los civiles que huyen;
las amistades, alegres e intensas; la jovialidad en primer plano sobre un fondo de algo parecido a
la desesperación; y esos golpes de fortuna caídos del cielo, como una reserva de tabaco selecto
«rescatado» de entre unas ruinas. El autor nos ha dicho en otro lugar que su gusto por los cuentos
de hadas alcanzó su madurez a causa del servicio activo. Éste, sin duda, es el motivo por el que
podemos decir de sus escenas de guerra (citando al Enano Gimli), que «hay buenas rocas aquí.
Este país tiene huesos duros». La otra excelencia es que ningún individuo o especie parece existir
con la única finalidad de servir a la trama. Todos existen por derecho propio, y hubiese valido la
pena crearlos por su concreta peculiaridad aunque fuesen irrelevantes. Bárbol le hubiese servido a
cualquier otro autor (si alguien más hubiese sido capaz de concebirlo) para escribir un libro entero.
Sus ojos están «colmados de siglos de recuerdos, y de una larga, lenta y sólida reflexión». A lo largo
de esas edades su nombre ha crecido con él, de modo que ahora no puede pronunciarlo: llevaría
demasiado tiempo. Cuando le dicen que el lugar donde se encuentran es una colina, él se queja de
que «colina» no es sino una «palabra apresurada» para algo que encierra tanta historia».
Ibídem.
3
5
«El valor del mito consiste en que toma todas las cosas que conocemos y les vuelve a conceder la
rica carga significativa que ha quedado oculta por «el velo de la familiaridad». El niño disfruta de su
frío plato de carne (por lo demás insípido para él) mediante la suposición de que se trata de la
carne de un búfalo recién abatido con su propio arco y flechas. Y el niño es sabio. La carne
auténtica le llega más sabrosa a causa de haber sido bañada en una historia; se podría decir que
sólo entonces llega a ser auténtica carne. Si estamos cansados del paisaje real, mirémoslo en un
espejo. Al poner panes, oro, caballos, manzanas, o los mismísimos caminos dentro de un mito, no
nos apartamos de la realidad: la redescubrimos. Mientras la historia permanece en nuestra mente,
las cosas reales son más ellas mismas. Este libro aplica tal tratamiento no sólo a panes y
manzanas, sino al bien y al mal, a nuestros interminables peligros, a nuestra angustia, y a nuestras
alegrías. Al bañarlas en el mito, las vemos más claramente. No creo que él lo hubiera podido hacer
de otra manera».
Ibíd.
4
«No tenía una idea consciente de lo que significaba el Nigromante (excepto como mal siempre
recurrente) en El hobbit, ni tampoco qué conexión pudiera tener con el Anillo. Pero si se quería
proceder a partir del final de El hobbit, creo que el Anillo era la elección inevitable como vínculo.
Luego, si se quería una historia larga, el Anillo adquiría al instante una letra mayúscula, e
inmediatamente aparecería el Señor Oscuro. Y así lo hizo, sin que nadie le invitara, junto al hogar
en Bolsón Cerrado tan pronto como llegué a ese punto. De modo que la Búsqueda esencial
comenzó enseguida. En el camino encontré muchas cosas que me asombraron. Ya conocía a Tom
Bombadil; pero nunca había estado en Bree. Me impresionó ver a Trancos sentado en un rincón de
la posada y no sabía más que Frodo acerca de él. Las Minas de Moria habían sido nada más que
un nombre; y mis oídos mortales jamás habían escuchado hablar de Lothlórien antes de llegar allí.
Sabía que los Señores de los Caballos estaban muy lejos, en los confines de un antiguo Reino de
los Hombres, pero el Bosque de Fangorn fue una aventura imprevista. Nunca había oído hablar de
la Casa de Eorl ni de los Senescales de Gondor. Lo más inquietante de todo: nunca se me había
revelado la existencia de Saruman, y me sentí tan desconcertado como Frodo cuando Gandalf no
apareció el 22 de septiembre. No sabía nada de las Palantíri, aunque en el mismo instante en que
la piedra de Orthanc fue arrojada desde la ventana, la reconocí y supe el significado del verso
folclórico que me había estado rondando la cabeza: siete estrellas y siete piedras y un solo árbol
blanco. Estos versos y nombres afloran, pero no siempre se explican. Todavía tengo todo por
descubrir acerca de los gatos de la Reina Berúthiel. Pero supe más o menos todo acerca de
Gollum y su papel, y acerca de Sam; y sabía también que el camino estaba custodiado por una
Araña» (Carta a W.H. Auden, 7 de junio de 1955), en Cartas de J.R.R. Tolkien, H. Carpenter y C.
Tolkien (eds.), Minotauro, Barcelona 1991.
5
«Mi auténtico gusto por los cuentos de hadas fue despertado por la filología, justo en el umbral de
la juventud, y llevado apresuradamente a su completa madurez por la Guerra»2.
6
2 H. CARPENTER, J.R.R. Tolkien: Una biografía, Minotauro, Barcelona 1990, p. 55. Es muy importante completar las ideas que Carpenter explica en Biografía..., pp. 57-­‐102: una explicación profunda de las razones que llevaron a Tolkien a escribir poesía, y del modo en que la Primera Guerra Mundial (la Gran Guerra) afectó un ánimo tan sensible y apasionado se puede encontrar en la obra de V. FLIEGER, A Question of Time: J.R.R. Tolkien´s Road to Fäerie, Ohio 1997, pp. 218-­‐225. Vid. también mi estudio de esta etapa de la vida de Tolkien, en E. SEGURA, J.R.R. Tolkien, el mago de las palabras, Magisterio Casals, Barcelona 2002, especialmente el capítulo 3, Las ciénagas de los muertos (1911-­‐1918). 6
«Querría que tuviéramos atesorado más de esto [se refería al Kalevala finlandés], algo de este
mismo carácter y que haya pertenecido a los ingleses (...) ¡No se ría! Pero en un tiempo (...) tuve la
idea de crear un cuerpo de leyendas más o menos conectadas, desde las más grandes,
cosmogónicas, hasta el nivel de los cuentos románticos de hadas —las mayores apoyadas en las
menores, en su contacto con el suelo, y las menores extrayendo esplendor de las vastas telas del
fondo—, que pudiera dedicar sencillamente a Inglaterra, a mi país. Deberían poseer el tono y
calidad que yo deseaba, más bien claro y fresco, oler a nuestro “aire” (el clima y el suelo del
Noroeste, de Gran Bretaña y las regiones próximas de Europa; no Italia ni el Egeo, ni menos aún el
Oriente); y aunque poseyeran (si yo podía lograrla) la elusiva belleza que algunos llaman céltica
(aunque es raro hallarla en los auténticos textos antiguos celtas), deberían ser “elevadas”, limpias
de vulgaridad y aptas para las mentes más adultas de una tierra largamente embebida en la
poesía. Yo había de representar por entero algunas de las historias mayores, y dejar muchas
apenas situadas en el plan, y esbozadas. Los ciclos deberían estar vinculados en un todo
majestuoso, y sin embargo dejar lugar para otras manos y mentes que aportaran música, drama,
pintura. Absurdo» (Carta a Milton Waldman, escrita a finales de 1951)3.
7
«Cuando hallaba en alguno de los relatos una aparente contradicción o un nombre poco
satisfactorio, no decía: “Esto no es lo que deseo, debo cambiarlo”, sino que enfocaba el problema
preguntándose: “¿Qué significa esto? Debo descubrirlo”»4.
8
«Surgieron en mi mente como cosas “dadas”, y se vinculaban entre sí a medida que iban llegando
(...). No obstante, siempre tuve la sensación de registrar algo que ya estaba “allí”, en alguna parte,
jamás la de “inventar”»5.
9
«Historias semejantes no nacen de la observación de las hojas de los árboles ni de la botánica o la
ciencia del suelo; crecen como semillas en la oscuridad, alimentándose del humus de la mente:
todo lo que se ha visto o pensado o leído, y que fue olvidado hace tiempo... La materia de mi
humus es, principal y evidentemente, lingüística»6.
10
3 J.R.R. TOLKIEN, Cartas, 131, 172. Acerca de la distinción entre una mitología para Inglaterra y una mitología de Inglaterra, véase T.A. SHIPPEY, El camino a la Tierra Media, Minotauro, Barcelona 1997, capítulo 4, “Una trama cartográfica”. 4 H. CARPENTER, Biografía..., p. 111. Este peculiar modo de entender la creación literaria es de vital importancia a la hora de analizar la voz narrativa que cuenta El Señor de los Anillos, porque la sensación de realidad histórica (en el plano de lo verdaderamente acaecido) de las obras de Tolkien descansa especialmente en la desaparición del autor real que se oculta tras la apariencia de narradores concebidos como historiadores y poetas. 5 Ibíd., p. 108. 6 H. CARPENTER, Biografía..., p. 144. Tolkien abría el prólogo a la edición inglesa con las palabras: ‘This tale grew in the telling’. La referencia es claramente idéntica a la del pasaje citado por este biógrafo. 7
«Como sugerencia, puedo mencionar la opinión de que, para la perfecta construcción de un idioma
como arte se hace necesario levantar al menos el esbozo de una mitología concomitante. No sólo
porque algunos poemas serán inevitablemente parte de la estructura concluida (más o menos),
sino porque la elaboración de un idioma y una mitología son funciones relacionadas (de una forma
coetánea y congénita, no relacionada como lo están la enfermedad y la salud, o como un derivado
respecto a la manufactura principal); para dotar a un idioma de un sabor singular, debe haberse
entretejido entre las hebras de una mitología individual; sí, individual, aunque se elabore en el
marco de una mitopoeia común al ser humano, de la misma manera que la forma que se otorgue a
las palabras puede inscribirse dentro de los límites de la estereotipada fonética humana (...). Lo
contrario también es cierto: la construcción idiomática que se lleve a cabo alumbrará una
mitología»7.
11
«Nadie me cree cuando digo que mi largo libro es un intento de crear un mundo en el que la forma
de una lengua que place a mi estética personal parezca real. Pero es cierto. Alguien me preguntó
(entre otros muchos) de qué trataba el S. de los A., y si era una “alegoría”. Y dije que era un
esfuerzo por crear una situación en la que un saludo común fuera elen síla lúmenn’ omentielvo, y
que esa frase preexistía respecto al libro desde mucho tiempo atrás»8.
12
«El corazón del hombre no está hecho de engaños,
y obtiene sabiduría del único que es Sabio,
y todavía lo invoca. Aunque ahora exiliado,
el hombre no se ha perdido ni del todo ha cambiado.
Quizá conozca la des-gracia, pero no ha sido destronado,
y aún viste los harapos de su señorío,
el dominio del mundo con actos creativos:
y nunca adora a la Gran Máquina,
hombre, subcreador, luz refractada
a través de quien se separa en fragmentos de Blanco
de numerosos matices, que se combinan sin fin
en formas vivas que van de mente en mente.
Aunque hayamos puesto en los agujeros del mundo
elfos y duendes, aunque hayamos levantado
dioses y casas de la oscuridad y de la luz,
y sembrado la semilla del dragón, era nuestro derecho
(bien o mal usado). El derecho no ha decaído.
7 J.R.R. TOLKIEN, Los monstruos y los críticos y otros ensayos, Minotauro, Barcelona 1998, pp. 251 s. El término mitopoeia tiene el significado genérico de “arte de crear mitos, historias”. En esa misma conferencia, Tolkien ofrecía «diversos ejemplos de al menos un idioma que, en la opinión de su constructor [el propio Tolkien] —o más bien en su sentir— ha alcanzado un elevado nivel, tanto de belleza formal, considerada en abstracto, como de ingenuidad en las relaciones entre símbolo y sentido, por no mencionar su elaborada estructura gramatical, ni su hipotético pasado histórico (un elemento necesario, como llega a entender finalmente el constructor, tanto para la satisfactoria elaboración de la forma de las palabras como para crear una sensación de coherencia y unidad de conjunto) (...). Inicialmente me embarqué en este curioso asunto porque de algún modo surgían en mi mente cuestiones que, me parecía, serían de interés no sólo para los estudiosos del lenguaje, sino para aquellos que se dedican más bien a la mitología, la poesía, el arte» (Ibídem..., p. 251 ss). 8 J.R.R. TOLKIEN, Cartas, 205, 310. Ese saludo significa, en quenya, “una estrella brilla en el momento de nuestro encuentro”. 8
Aún creamos según la ley en la que fuimos creados»9.
13
«La relación entre El hobbit y su continuación, creo, es la siguiente. El hobbit es un primer intento o
introducción (...) a una historia compleja que había estado cocinándose en mi mente durante años.
Fue manifiestamente dirigida a los niños por dos razones: tenía en ese entonces hijos propios y
estaba acostumbrado a inventar historias (efímeras) para ellos; me había educado de modo tal
que creía que había una conexión real y especial entre los niños y los cuentos de hadas. O, más
bien, creía que ésta era una opinión recibida de mi mundo y de los editores. Yo dudaba de ella,
pues no coincidía con la experiencia personal de mi propio gusto, ni con la observación de los
niños (en especial los míos). Pero la opinión general era fuerte» (Carta a Walter Allen, sin fecha,
abril de 1959)10.
14
«Ancho, alto y profundo es el reino de los cuentos de hadas, y lleno todo él de cosas diversas: hay
allí toda suerte de bestias y pájaros; mares sin riberas e incontables estrellas; belleza que
embelesa y un peligro siempre presente; la alegría, lo mismo que la tristeza, son afiladas como
espadas»11.
15
«Personalmente, a uno le puede desagradar un vocabulario arcaico, así como el orden de las
palabras, mantenido artificialmente como lenguaje elevado y literario. Puede que se prefiera lo
nuevo, lo vivaz y chispeante (...). El autor de Beowulf no compartió tal preferencia (...). El lenguaje a
emplear debe ser literario y tradicional; no porque ahora haya pasado mucho tiempo desde que el
poema fue compuesto, o porque hable de cosas que desde entonces se han convertido en algo
antiguo, sino porque la dicción de Beowulf era poética, arcaica, artificial (si se quiere) ya en la
época en que fue compuesto»12.
16
«Deberíamos volver nuestra mirada al verde y ser capaces de quedar de nuevo extasiados —pero
no ciegos— ante el azul, el rojo y el amarillo. Deberíamos salir al encuentro de centauros y
dragones, y quizás así, de pronto, fijaríamos nuestra atención, como los pastores de antaño, en las
ovejas, los perros, los caballos... y los lobos»13.
9 J.R.R. TOLKIEN, Mitopoeia, en Árbol y Hoja, Barcelona 1994, p. 137. 10 J.R.R. TOLKIEN, Cartas, 215, 348. Sin pretender ser exhaustivos, indicamos las cartas de Tolkien en las que se hace referencia a sus opiniones sobre el concepto de «niño» y al sentido y alcance de los cuentos de hadas: Cartas 15, 17, 159, 215, 234. La Carta 257 explica los motivos del «disgusto» que Tolkien sentía, al cabo de los años, al contemplar El hobbit desde la perspectiva de la mitología completa de la Tierra Media: el tono infantil intencional del autor; la falta de elaboración de los nombres y toponímicos —que el profesor Shippey explica en El camino a la Tierra Media, capítulos 3 y 4—; las «casualidades» felices que permitieron, en última instancia, ensamblar la trama en la cosmología secundaria; etcétera. 11 J.R.R. TOLKIEN, Sobre los cuentos..., p. 13. 12 J.R.R. TOLKIEN, Monstruos..., pp. 72 y, especialmente, 77. 13 J.R.R. TOLKIEN, Sobre los cuentos..., pp. 71s. 9
17
«No ve ninguna estrella quien no ve ante todo
hebras de plata viva que estallan de pronto
como flores en una canción antigua,
que el eco musical desde hace tiempo
persigue. No hay firmamento,
tan sólo un vacío, o una tienda engalanada,
tejida de mitos y adornada por elfos; y tampoco tierra,
sino el vientre de la madre de donde todo nace»14.
18
«—Mi última mirada ha sido para aquello que era más hermoso —le dijo [Gimli] a su compañero
Legolas—. De aquí en adelante a nada llamaré hermoso si no es un regalo de ella (...). Dime,
Legolas —continuó—, ¿cómo me he incorporado a esta Misión? ¡Yo ni siquiera sabía dónde estaba
el peligro mayor! Elrond decía la verdad cuando anunciaba que no podíamos prever lo que
encontraríamos en el camino. El peligro que yo temía era el tormento en la oscuridad, y eso no me
retuvo. Pero si hubiese conocido el peligro de la luz y de la alegría, no hubiese venido (...).
—¡No! —dijo Legolas—. ¡Ay de todos nosotros! Y de todos aquellos que recorran el mundo en los
días próximos. Pues tal es el orden de las cosas: encontrar y perder, como le parece a aquel que
navega siguiendo el curso de las aguas. Pero te considero una criatura feliz, Gimli hijo de Glóin,
pues tú mismo has decidido sufrir esa pérdida, ya que hubieras podido elegir de otro modo» (SdA I,
537 s)15.
A NEXO
A NÁLISIS DE A LGUNOS A SPECTOS S EMÁNTICOS DE E L S EÑOR DE LOS A NILLOS
A lo largo de El Señor de los Anillos aparecen elementos presentes en la tradición literaria que se
considera, en sentido genérico, «épica». Dichos elementos semánticos son susceptibles de un análisis más
detallado desde la peculiar óptica que Tolkien les otorga. En primer lugar, podemos señalar que en el libro
aparecen monstruos y héroes, enfrentados más allá de la mera lucha entre el bien y el mal (simbolizados
en la obra de Tolkien a menudo por la oposición entre luz y tinieblas, pero no sólo de ese modo, ni de
manera simplificada en términos maniqueos). La clave del origen de los monstruos debe buscarse en el
“Silmarillion”, como metatexto, y se ha estudiado en otro apartado de este libro.
Respecto del papel del héroe, Tolkien retrata al hombre corriente en los hobbits: el everyday man
que ha de hacer frente a un destino que supera sus fuerzas. El propio Tolkien reconocía en los hobbits (y
en especial, en el personaje de Sam Gamyi) a los soldados que lucharon junto a él en las trincheras:
14 J.R.R. TOLKIEN, Mitopoeia, p. 135. 15 Las cursivas son mías. He querido destacar esas palabras porque suponen la salvaguarda de uno de los motivos centrales de la obra: la libertad para actuar de una manera u otra, la aceptación de las consecuencias de los propios actos y la recompensa definitiva a los que fueron fieles, a través del dolor como medio de purificación. En el plano narrativo, estas palabras revelan la necesidad de un narrador que se oculta, y que es siempre providencia en el relato. Cfr. también V. FLIEGER, Splintered Light..., p. 111. 10
hombres capaces de una inquebrantable lealtad y poseedores de un sentido del deber y el honor más allá
de toda prueba.
El motivo del viaje es el habitual en la tradición épica, y a partir de ese viaje se construye no sólo la
trama, sino la evolución de cada personaje singular dentro del universo mítico. El camino como metáfora
del viaje de la vida, se une en este intento de construir una historia verosímil, semejante a la vida del
hombre ordinario. La canción de los caminantes, que entonan Bilbo (SdA I, 56 s y en SdA III, 353) y, más
tarde, Frodo y sus amigos (SdA I, 115 y 116 s), se convierte en un leitmotif de la obra, y vuelve a aparecer
en SdA III, 410, con variantes temáticas que recuerdan al lector la evolución patética que han
experimentado los personajes —y el propio receptor del mensaje literario—.
Por otra parte, en la obra de Tolkien se encuentran presentes los elementos de la naturaleza
(fuego, aire, tierra y agua) transfigurados más allá de lo que podría parecer una mera correspondencia con
un ecologismo simplista. Así, los Anillos son forjados en el fuego, como lo son también las espadas: el
fuego transmite, de algún modo, vida, significada en las runas de vainas y espadas. Los Anillos son anillos
de poder, con capacidad para influir en las voluntades y en el mundo natural (sirven para construir, en el
caso de los anillos de los Enanos y de los Elfos, y para conservar la belleza; o para destruir y dominar, en el
caso del Anillo Único). La forma del Anillo gobernante encierra palabras de poder (spell) en forma de
caracteres ígneos (SdA I, 77).
Se subraya la importancia de la historia a través del linaje de los personajes (los Apéndices poseen
en este sentido una gran fuerza como elementos cohesivos del texto) y de los objetos. Y éstos cobran una
especial importancia en determinados casos: así, los regalos que la Dama Galadriel entrega a cada
miembro de la Comunidad del Anillo en SdA I, 524-535 poseen un contenido que sobrepasa la utilidad
material de cada uno, al convertirse en vehículo de la esperanza (por ejemplo, las lembas, el pan de los
Elfos, que alimenta la voluntad; o la luz del frasco de Galadriel que Frodo hace alumbrar en el momento
del combate a muerte con Ella-laraña (SdA II, 463 ss), y que fortalece su ánimo en el momento de la lucha
al borde de la sinrazón y el olvido).
Otro modo de resaltar la importancia de los nombres es unirlos a una misión concreta, o señalar el
linaje al que pertenece el personaje. Los colores que acompañan a los nombres de los Magos, por
ejemplo, indican también su misión y el rango que ocupan dentro de la Orden de los Istari: Gandalf el Gris
pasará a ser el Blanco tras la traición de Saruman. Su transfiguración lleva consigo un aumento de poder y
una variación caracterológica del personaje.
Reyes, caballos, dragones, son algunos de los elementos que Tolkien señalaba en su ensayo Sobre
los cuentos de hadas como sus favoritos, criaturas omnipresentes en la tradición cuentística. En El Señor
de los Anillos, el rey (Aragorn) es, en cierto modo, quirurgo: cura, juzga —hace que resplandezca la
justicia— y distribuye con equidad, siendo amado por sus súbditos16.
Gandalf, por su parte, un Mago (Wizard), actúa como enviado (angélos) de los Valar, refrendando
la voluntad de aquéllos. Sus funciones son sacerdotales, desde esta perspectiva, al actuar como
mediador. Se enfrenta al Balrog en Moria como «servidor del Fuego Secreto» (SdA I, 469). Es sabio —
Tolkien prefirió para referirse a los magos la palabra wizard, de la raíz inglesa wise—, no un hacedor como
Sauron, sino más bien un consejero. Su voz y consejo no le convierten en providencia por otros, sino que
recuerda a cada uno su papel. También otro Mago, Saruman, era inicialmente cabeza del Concilio Blanco.
Es, en ese sentido, servidor caído de la llama de Anor, frente al fuego de Udûn (cfr. SdA I, 469). De ahí que,
consciente de su dignidad, Frodo le trate con respeto, conforme a su rango:
16 En el caso de Aragorn, una mirada al meta texto nos informa de que, como descendiente de Arathorn, uno de los fieles que no sucumbió a los engaños de Sauron y se salvó del anegamiento de la isla de Númenor, ha heredado de su padre el talante justo de los Hombres de Oesternesse, su sabiduría, prudencia e, incluso, la longevidad de los antiguos Hombres del Occidente. 11
«—¡No, Sam! —dijo Frodo—. No lo mates, ni aun ahora. No me ha herido. En todo caso, no deseo verlo
morir de esta manera inicua. En un tiempo fue grande, de una noble raza, contra la que nunca nos
hubiéramos atrevido a levantar las manos. Ha caído, y devolverle la paz y la salud no está a nuestro
alcance; mas yo le perdonaría la vida, con la esperanza de que algún día pueda recobrarlas» (SdA III,
398; cfr. también ibídem 348 y 391-396).
El tratamiento que hace Tolkien de los elementos del mundo natural permite hablar de un peculiar
ecologismo, como explico infra. Los animales son, en ocasiones, tratados como seres racionales, capaces
de elección entre el bien y el mal. Así, las águilas habitan las alturas, y son aliados de los Pueblos Libres
de la Tierra Media. Los lobos, en cambio (wargs en la terminología inventada por Tolkien), sirven a Sauron,
y también a Saruman. Los cuervos, asimilados tradicionalmente a poderes ocultos y oscuros, aparecen
también así en la mitología tolkieniana (cfr. SdA I, 405, con el nombre élfico crebain), aunque no en El
hobbit.
Los caballos constituyen el elemento diferenciador de los Rohirrim, los Jinetes de la Marca de
Rohan. Son objeto de especial cuidado por parte de los Jinetes (siguiendo la tradición de Númenor), y su
presencia entre ellos caracteriza a esta raza de los Hombres de Gondor. Sombragrís, el caballo de
Gandalf, es el ejemplo egregio de un animal noble y leal, que reúne características legendarias que hacen
de él un espécimen único. Al igual que el águila Gwaihir, Sombragrís entronca con el pasado de la Tierra
Media, y en El Señor de los Anillos se hallan referencias a su parentesco con animales de sus mismas
razas en otro tiempo; referencias que aparecen en el “Silmarillion”.
Los árboles, el universo vegetal, forman un mundo aparte en la Tierra Media. Dejando a un lado los
vastos conocimientos de Botánica que poseía Tolkien, es evidente que la importancia del mundo vegetal
en las descripciones resalta su papel como elemento narrativo y semántico. Para Tolkien el carácter
crucial de los árboles no radica en su mero conocimiento, sino en su tratamiento narrativo como seres
especialmente vivos y sensibles al daño y a la destrucción gratuitos. Su protagonismo en la obra es mayor
que el de los animales.
Los árboles sienten y reaccionan, pero están aletargados (arbóreos es la palabra que Bárbol
emplea en SdA II, 88, para referirse a los ents que están haciéndose excesivamente viejos). Hará falta que
Merry y Pippin convenzan a Bárbol de la necesidad de movilizarlos frente al peligro que supone Saruman,
para que finalmente se decidan a atacar Isengard y cooperar así en la victoria de los Pueblos Libres.
De lo dicho se deduce que los árboles en la Tierra Media son capaces de decisiones morales. Son
capaces de cantar, lo cual les hace semejantes a los Ainur, los seres creados por Ilúvatar al principio de la
Historia inventada17. Su longevidad —no eviternidad— se manifiesta en su forma pausada de comunicarse.
El tiempo narrativo se ralentiza en los capítulos del Libro ii donde los protagonistas son los ents (o
“pastores de árboles”).
Al principio del Libro I se observa el carácter amenazador del Bosque Viejo (capítulo 6). Esta
amenaza latente, que se deja sentir en la atmósfera del lugar, se repite en la percepción de Merry y Pippin
al entrar en Fangorn, el Bosque Negro (SdA II, 78 ss). Llegado el momento de la lucha, en cambio, los ents
y los demás árboles se muestran coléricos y destructores. Quizá este aspecto de la narración guarde cierta
relación con la animadversión que producía en el ánimo sensible de Tolkien observar la tala desmesurada
de árboles y la desaparición progresiva del paisaje rural de Oxfordshire —y de toda Inglaterra— a causa de
la revolución industrial y uno de sus corolarios: la extensión de los transportes y las vías de comunicación
a lo largo de las tierras que él tanto amaba.
17 Cfr. S, pp. 13-­‐23. 12
Otras veces, los bosques guardan cierta semejanza con santuarios, lugares donde el Señor Oscuro
no puede penetrar. Lothlórien, el reino de la Dama Galadriel, es el mejor ejemplo, donde una especie de
estación entre la primavera y el otoño se mantiene de modo eviterno. Es evidente el carácter metafórico
que posee este aspecto narrativo del bosque de Lórien, en relación con el tiempo de los Elfos, y que
veremos en otro capítulo. La casa de Tom Bombadil y Baya de Oro es otro buen ejemplo de este matiz
mágico, atemporal, que envuelve el significado de los espacios naturales de la Tierra Media.
En ambos casos, los bosques hacen sentir al lector el peso de la historia, y son señal de esperanza
en un futuro venturoso: así, el árbol blanco de la estirpe de Telperion, que Aragorn encuentra al final de la
Búsqueda, en SdA III, 331 s, señala el inicio de una nueva Edad, venturosa y pacífica tras la victoria frente
al Enemigo. En este caso, una vez más, se observa el interés de Tolkien por situar cada elemento en el
plano metatextual, con referencias al pasado mítico narrado en “El Libro de los Cuentos Perdidos”.
También el universo mineral se manifiesta vivo. Las montañas, las rocas, poseen la capacidad de
decidir: son sujetos morales. Cuando la Comunidad del Anillo quiere atravesar las Montañas Nubladas
hacia el sur, el monte Caradhras se lo impide (cfr. SdA I, 418). Las minas de Moria son un lugar ominoso,
donde sólo Gimli el Enano, perteneciente a una raza de mineros, se siente a gusto. El paso de la
Compañía por Moria acaba en desastre, con la caída de Gandalf al luchar con el Balrog (SdA I, capítulos 4
y 5).
En definitiva, podemos afirmar que Tolkien desdibuja las fronteras entre los reinos de la vida
espiritual, animal, vegetal y mineral, destacando así la unidad de la creación. Su mundo secundario refleja
un lógos unitario, un plan o designio general. En Tolkien el ecologismo no es científico, sino mítico,
intuitivo. Tolkien ve en la naturaleza, vida. Y esto se manifiesta quizá del modo más elocuente en su
tratamiento del Mar, que adquiere matices nostálgicos, como el símbolo de una perenne sensación de
pérdida18.
En E. SEGURA, El viaje del Anillo, Minotauro, Barcelona 2004, pp. 110-115.
Véanse dos buenos ejemplos de esa coda final de nostalgia y pérdida en SdA III, 352, donde Frodo alude a su
deseo de ver el mar; y en SdA III, 335, cuando Frodo y Arwen se despiden, y la dama Undómiel, la Estrella de la
Tarde, le regala una piedra blanca, simbolizando la inmortalidad élfica, objeto que Frodo guarda y al que se aferra
cuando reaparecen los dolores y las penas del pasado, en SdA III, 405.
1
17.00 h. Pausa
17.30 h. Las tradiciones narrativas en ‘El señor de los anillos’: dialogando con el
pasado. Martin Simonson. Universidad del País Vasco
Estudió escritura creativa, antropología y filología antes de doctorarse en la Universidad del País Vasco con una tesis
sobre estilo narrativo en El Señor de los Anillos. Es el autor de The Lord of the Rings and the Western Narrative
Tradition (Walking Tree Publishers, 2008) y ha traducido una quincena de novelas, obras de teatro y ensayos de
historia del sueco, inglés y noruego para editoriales como Planeta, Santillana y Roca Editorial. Es, junto con Eduardo
Segura, el traductor de la biografía sobre J.R.R. Tolkien Tolkien y la Gran Guerra: el origen de la Tierra media. Martin
también ha editado libros sobre la literatura del Romanticismo y del Oeste norteamericano, como una nueva edición
de los Cuentos de los hermanos Grimm (PortalEditions, 2010) y A Contested West (PortalEditions, 2013).
Actualmente está preparando una edición de los cuentos de hadas originales del Romanticismo alemán, así como un
volumen de ensayos sobre la naturaleza en la obra de J.R.R. Tolkien y una monografía sobre la figura del héroe en la
obra de C.S. Lewis. En la Universidad del País Vasco imparte clases de inglés en el grado de Traducción e
Interpretación, literatura inglesa en el grado de Estudios Ingleses y un curso sobre literatura fantástica en el Máster
de Literatura Comparada.
13
ABSTRACT
Cuando El Señor de los Anillos fue publicada en la década de 1950, no resultó fácilmente clasificable y tardó
en encontrar su lugar en el panorama de los géneros literarios del momento. Las respuestas críticas reflejaron la
confusión: para algunos, era un regreso incómodo de un tipo de narrativa que el modernismo, supuestamente, había
borrado del mapa literario. Otros consideraban que se trataba de una obra refrescante en las tradiciones de la épica
y el romance. Irónicamente, gran parte de los prejuicios críticos hacia la cuestión del género literario de El Señor de
los Anillos fue motivada por el mismo tipo de ceguera que Tolkien denunció en su famosa ponencia Beowulf: los
monstruos y los críticos. Al igual que Beowulf, la obra de Tolkien también tuvo que enfrentarse a una falta de aprecio
crítico relacionada con la negativa de aceptar la centralidad de los monstruos, porque a pesar de su “monstruosa”
originalidad y ubicación fantástica, se encuentra claramente en el centro de la literatura del siglo XX, y no sólo
cronológicamente. A partir de ejemplos de una variedad de expresiones literarias del pasado, mostraré el diálogo
entre los diferentes géneros que están presentes en El Señor de los Anillos, y situaré la obra de Tolkien en el
contexto literario contemporáneo.
23 de octubre
TARDE
Sesión 3. Mitos antiguos y modernos en el cine y la cultura actuales: el zombi
16.00 h. Conferencia-proyección. El mito del zombi y el terror a las masas. Luis
Pérez Ochando. Universidad de Valencia
18.00 h. Pausa
18.30 h. Mesa redonda. Los mitos, metáforas de lo humano
Luis Pérez Ochando. Universidad de Valencia
Catalina Soto de Prado. Universidad de Valladolid
Licenciada en Filología Alemana por la Universidad de Valladolid (1997). Premio Extraordinario (2000). Profesora
Ayudante de la UVA (1997-2002) y de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (2003-2004). Doctora por la
Universidad Politécnica de Madrid (2006). Profesora asociada de la UVA en el Dpto. de Filología Francesa y Alemana
(Área de Alemán) (2008-2013). Desde hace un año Profesora Ayudante Doctora de este departamento.
Mis líneas de investigación se han centrado en los últimos años en las relaciones de Goethe con el mundo forestal y
su impulso al desarrollo sostenible desde su puesto de trabajo al mando del pequeño Ducado de Sajonia-WeimarEisenach. He formado parte del Grupo de Investigación La Recepción del Imaginario Japonés en la Literatura Inglesa
y Francesa de Viajes del siglo XIX (Ref. CSO2009-08530). Asimismo, como profesora de lengua alemana en la
Facultad de Comercio, dirijo un Proyecto de Innovación Docente para alumnos de lenguas extranjeras de otras
titulaciones interesados en el (auto)aprendizaje a través de la plataforma Moodle 2.5. con el título Diseño de
actividades, materiales y recursos para la optimización del (auto)aprendizaje en las asignaturas de inglés y alemán
ofertadas en los distintos grados de la UVa a través de la plataforma Moodle 2.5.
ABSTRACT
Focalizaremos nuestra atención en la figura mitológica germánica por excelencia del Fausto. Rastrearemos
sus orígenes hasta evidenciar a este mito literario como “mito persuasivo”, que sigue activo socialmente y no
identificamos como mito. El mito de Fausto es un elemento constitutivo de la cultura popular alemana, símbolo de la
alta cultura de Europa occidental y de la cultura técnica por excelencia. Analizaremos su influencia en los
totalitarismos del siglo XX y por ende en algunos estilos de vida de nuestro siglo.
Sara Segovia Esteban. Universidad de Valladolid
Licenciada en Filología Clásica y en Teoría de la Literatura y Literaturas Comparadas, divide su actividad
académica entre la lingüística latina, la crítica textual y la historia de la medicina, terreno en el que está realizando
su Tesis Doctoral (El De mulierum affectionibus de Luis Mercado. Edición crítica, traducción y estudio comparativo), y
el estudio de la literatura fantástica y de terror, géneros a los que dedica lecturas, reseñas y artículos de diversa
temática.
14
Entre otros temas, ha analizado las relaciones que se establecen entre la épica clásica grecorromana y la obra
de Tolkien, centrando sobre todo la atención en la estrecha unión entre la Odisea de Homero y el Hobbit («Historia de
una Ida y una Vuelta: de Ulises a Bilbo Bolsón. Influencias de la épica clásica en la fantasía moderna: El Hobbit», en
prensa); asimismo, ha analizado la presencia de la mujer en la literatura fantástica de finales del XX y principios del
XXI, su papel individual narrativo y su inserción en el tejido moral social de cada obra (especialmente, en la obra de
Tolkien y en la saga Canción de Hielo y Fuego, de George R.R. Martin) y la evolución y desarrollo de este proceso
desde la primera obra fantástica de occidente: la Odisea («De madre y señora del hogar a heroína liberadora: el papel
de la mujer en la literatura fantástica, en prensa»).
Actualmente está en la última fase de su doctorado, pero su interés por la literatura fantástica la ha llevado a
analizar la evolución de dos figuras arquetípicas del género, el vampiro y el dragón, cuyo proceso de cambio sigue un
sendero muy similar en ambos casos, que los devuelve a los dos a los orígenes del mito. De dragones hablará en otra
ocasión, y con el vampiro habrá de ir de vuelta directamente al ataúd.
ABSTRACT
«Soy el vampiro Lestat. Soy inmortal. Más o menos. La luz del sol, el calor prolongado de un fuego intenso…: tales
cosas podrían acabar conmigo. Pero también podrían no hacerlo. (…) Ahora soy lo que en Norteamérica llaman una
superestrella del rock». Lestat el vampiro, Anne Rice.
Desde el misterioso varón de Polidori que apaga la alegría en los corazones o el Conde Drácula que rejuvenece
arrebatando la vida a sus víctimas, hasta el vampiro Lestat de las Crónicas vampíricas de Anne Rice, Edward Cullen
de Crepúsculo o Eric Northman de True Blood, la figura del vampiro ha experimentado una profunda transformación
a todos los niveles. Aquel arquetipo de la literatura de terror que se revestía de todos los atributos propios del
folklore, del mito y de la leyenda, que recordaba a las pesadillas y a los cuentos que recorrían la Europa del
Romanticismo, se ha ido adaptando a los tiempos y ha dejado de temer a los crucifijos, ha aceptado que el ajo es un
elemento fundamental en la cultura culinaria, y ha decidido reclamar sus derechos como ciudadano del reino de los
vivos, porque los muertos son demasiado aburridos.
Desvinculado del no muerto, del zombi, de su vulnerabilidad bajo la luz del sol y de otros rasgos propios del origen
del mito, se ha modernizado y se ha integrado en una sociedad que lo ha acogido con los brazos abiertos, perdiendo
de este modo el halo de misterio y de terror que lo caracterizaba. Drácula ya no nos da miedo, aunque quizás eso
cambie en tiempos venideros. La saturación del mito del vampiro tal vez haya alcanzado un punto de no retorno y
necesite renovarse… o morir. Pero esta vez para siempre.
El vampiro: de Conde misterioso a Estrella del Rock y vuelta al ataúd plantea un breve repaso a la evolución del mito
y arquetipo del vampiro desde sus orígenes en el folklore europeo hasta nuestros días, con los vampiros de True
Blood como últimos representantes de la cultura popular occidental, y esboza una hipótesis de evolución a partir de
la última aparición del vampiro en nuestras pantallas: The Strain.
24 de octubre
TARDE
Sesión 4. Mitos antiguos y modernos en el cine y la cultura actuales II: la bruja
16. 00 h. Conferencia-proyección. Las brujas de Salem en la cultura popular actual: la
influencia del pasado en el presente. Marta Gutiérrez Rodríguez. Universidad de
Valladolid
Profesora del Departamento de Filología Inglesa de la Universidad de Valladolid desde el año 2007. En el año 2009
defendió su tesis doctoral titulada “Historia y Ficción: los procesos de Salem (1692) en la literatura angloamericana
del siglo XIX”. En la actualidad su trabajo se centra en la representación de este acontecimiento histórico en novelas
y obras de teatro escritas en las últimas décadas del siglo XX y el siglo XXI. He presentado los resultados de mi
15
investigación en diferentes congresos y he publicado varios artículos, algunos de ellos relacionados con el tema de
esta conferencia: “Pienso ergot soy bruja: la representación de las brujas de Salem en Acceptable Risk” (1994) “The
Afflicted Girls of Salem Village: Victims or Victimizers” (2006), “La venganza de las brujas: Los procesos de Salem
300 años después” (2010), “Witches and Villains: The Bad ‘Guys’ of the Salem Witchcraft Trials” (2010), “Fields and
Frames in Historical Fiction about the Salem Witchcraft Trials: An Analysis of Salem Witchcraft; or the Adventures of
Parson Handy, from Punkapog Pond (1827)” (2010), “The Salem Witchcraft Trials in 19th Century Historical Fiction:
The Literary Construction of Alternative Versions of History (2012) and “Witches and Literary Justice: The Salem
Witchcraft Trials in Nineteenth-Century Historical Fiction (2013).
Actualmente es miembro del Grupo de Innovación Docente ACUPOP cuyo fin último es la introducción de la cultura
popular en el aula.
ABSTRACT
Los procesos por brujería que tuvieron lugar en Salem (Massachusetts) en el año 1692 tuvieron un gran impacto en
la mentalidad de Estados Unidos y más de tres siglos después de que sucedieran todavía siguen siendo un elemento
muy recurrente en el ámbito histórico, con nuevas ediciones de los documentos originales que se conservan, nuevas
narraciones y nuevas interpretaciones y explicaciones de lo que allí sucedió. Y es también más de tres siglos
después cuando no hay una explicación clara de por qué un grupo de niñas y adolescentes acusaron a muchos de
sus vecinos de ser brujas, con el resultado de que 19 de ellos fueron ahorcados, un hombre murió aplastado bajo el
peso de enormes piedras por negarse a declarar y cientos pasaron semanas, hasta meses, encerrados en cárceles
en condiciones infrahumanas.
Pero no es solamente la historia la que ha prestado una atención casi sorprendente a este acontecimiento histórico,
sino que la literatura, desde comienzos del siglo XIX, y sobre todo en el ámbito estadounidense, ha utilizado esta
caza de brujas como núcleo argumental en multitud de novelas, historias cortas, colecciones de poemas y obras de
teatro. Desde la década de 1820, cuando se publicaron en Estados Unidos las primeras novelas históricas sobre
este tema, hasta la actualidad, cerca de 300 novelas se han publicado. Lo más interesante de este número, es que
no sólo el género de ficción histórica se ha fijado en la relevancia de este acontecimiento histórico, sino que desde
los años 1980, otros géneros mucho menos canónicos y más populares como la fantasía, la ciencia ficción, la novela
de detectives y la novela romántica también han utilizado este tema. Y aquí es donde comienza uno de los objetivos
principales de esta conferencia: mostrar cómo los procesos de Salem de 1692 han “viajado” en el ámbito literario
hasta llegar a los géneros populares que acabo de mencionar y cómo dicho viaje ha modificado e influido en la
percepción que en la actualidad se tiene sobre la caza de brujas más importante al otro lado del Atlántico.
Existe un tercer ámbito al que también ha viajado este acontecimiento histórico que es la pequeña y la gran pantalla.
Por tanto, a través de fragmentos de series de TV y de películas intentaré mostrar cómo se ha adaptado la historia
real de lo que sucedió en Salem, estableciendo similitudes y diferencias con lo que ha sucedido en el ámbito literario.
18.00 h. Pausa
18.30 h. Mesa redonda. Mujer, otredad y figuras míticas.
Marta Gutiérrez Rodríguez. Universidad de Valladolid; María Antonia Mezquita
Fernández. Universidad de Valladolid; Sara Molpeceres Arnáiz. Universidad de Valladolid
Definimos y entendemos el mundo que nos rodea mediante oposiciones: bien frente a mal, luz frente a
oscuridad, lo bello frente a lo monstruoso, lo civilizado frente a lo primitivo; etc.
Cuando definimos nuestra identidad como sujeto, grupo o sociedad esta polarización de la realidad también
entra en juego, de tal manera que lo que nos define, lo que somos, suele estar en oposición con lo que define o
16
identifica a ‘los otros’; hasta el punto de que lo que ‘yo’ o ‘nosotros’ somos es necesariamente lo que ‘tú’ o ‘vosotros’
no sois, y viceversa.
Esta caracterización del ‘yo’ y del ‘otro’ es el reflejo de procesos mentales y cognitivos profundamente
arraigados en nosotros y que poseen una base metafórica: entendemos una realidad en términos de otra
conceptualizándola metafóricamente, y este proceso no tiene como resultado simplemente una metáfora, sino todo
un sistema metafórico a gran escala. Por ejemplo, generalmente nos definimos a nosotros mismos (como sujetos o
como grupo) con los términos positivos de las oposiciones, mientras que los negativos van dirigidos a construir la
identidad de lo que nos es ajeno, del ‘otro’; estos enlaces se materializan en metáforas que estructuran nuestro
pensamiento y nuestro lenguaje, y que a veces incluso se arraigan en la cultura formando temas, figuras o
personajes recurrentes que podemos calificar de mitos.
Un caso paradigmático en la cultura occidental es el de la construcción de la identidad femenina como
otredad: al no ser sujeto dominante de su cultura, la mujer viene definida metafóricamente por elementos opuestos
a los usados para construir al sujeto cultural modelo (el varón): debilidad, irracionalidad, carnalidad, animalidad,
maldad, etc., elementos que en nuestra cultura se han interconectado para configurar, en las distintas épocas,
modelos femeninos (mitos femeninos) como la bruja, la harpía, la mujer fatal, la muerta viviente, la vampira, la
autómata, etc.
La intención del presente trabajo es dar cuenta de estos procesos metafóricos que han construido la
identidad femenina en Occidente y exponer alguno de los mitos en los que estas construcciones metafóricas de
identidad se han materializado.
6 de noviembre
TARDE
Sesión 5. Mitología, ciencia ficción y juegos de rol
16.00 h. Conferencia. Más allá del cíborg: el cuerpo posthumano en la ciencia ficción
del siglo XXI. Sara Martín Alegre. Universidad Autónoma de Barcelona
Enseña Literatura Inglesa y Estudios Culturales desde 1991 en el Departament de Filologia Anglesa i de Germanística
de la Universitat Autònoma de Barcelona, del que es Profesora Titular (2002). Es también Consultora (Profesora
Asociada) de la Universitat Oberta de Catalunya desde 1998.
Como investigadora la Prof. Martín Alegre se ha especializado en varias áreas que suele solapar en sus publicaciones:
los Estudios de Género (en especial los Estudios de la Masculinidad), las Ficciones Populares (en especial Gótico y
Ciencia-Ficción), las Adaptaciones Cinematográficas, y, con menor intensidad, el nacionalismo comparativo entre
Escocia y Cataluña, la música pop y rock.
Ha publicado numerosos artículos académicos a lo largo de veinte años, y diversos libros: Monstruos al Final del Milenio
(2002), Expediente X: En Honor a la Verdad (2006), Recycling Cultures (ed., 2006), La Literatura (2008) y Desafíos a la
Heterosexualidad Obligatoria (2011). En 2014 ha publicado con sus estudiantes dos volúmenes online sobre Harry
Potter: Addictive and Wonderful: The Experience of Reading the Harry Potter Series y Charming and Bewitching:
Considering the Harry Potter Series. El listado completo de sus publicaciones está disponible en su web, así como
muchos de los textos.
La Dra. Martín ha participado en distintos grupos de investigación, entre ellos ‘Cos i Textualitat’, en la UAB. Actualmente
es miembro del grupo de investigación ‘Construyendo Nuevas Masculinidades’ de la Universitat de Barcelona. Como
investigadora está ahora especialmente centrada en la ciencia-ficción.
ABSTRACT
El propósito de la conferencia es llamar la atención sobre la importancia de la ciencia-ficción como género
imprescindible para comprender la realidad del siglo XXI. Me centraré sobre todo en cómo este género narrativo usa
premisas científicas y tecnológicas actuales para presentar en sus historias debates de plena actualidad. He
escogido como tema central la representación del cuerpo humano en la ciencia-ficción y cómo esta se ha visto
profundamente afectada por los avances hacia lo que se ha dado en llamar el cuerpo post-humano. La cienciaficción más reciente se está adaptando a los rapidísimos cambios en el entorno tecno-científico y estos cambios
están afectando nuestra propia comprensión de lo que es el cuerpo. La etiqueta cíborg, que se popularizó en los
años 80 del siglo XX se ha quedado de hecho desfasada sin que de momento se hayan ofrecido alternativas.
17
Mi argumentación se apoya en primer lugar en un somero repaso de la importancia del cuerpo humano en el
desarrollo de la ciencia-ficción, hasta llegar a los años 80. En segundo lugar, introduzco el paradigma científico
actual, basado en el deseo de mejorar el rendimiento del cuerpo humano gracias a la aplicación de la
nanotecnología a la biología, la genética, la medicina, la ciencia cognitiva y la informática. Atrapados entre el
transhumanismo y sus críticos, no sabemos decir si estamos consiguiendo grandes logros o arriesgando el futuro de
la especie humana, suspirando por crear monstruos.
A continuación, presento el sub-género de la ciencia-ficción en el que se enmarcan los tres autores que
analizo: la ‘space opera’ de John Scalzi, Richard Morgan e Iain M. Banks. Mi tesis es que la ‘space opera’ permite
gran flexibilidad a la hora de imaginar alternativas post-humanas al cuerpo ordinario porque ya está habituada a la
presencia de múltiples especies imaginarias, tanto humanoides como alienígenas. Scalzi y Morgan utilizan la
habitual separación neo-cartesiana entre mente y cuerpo de la ciencia-ficción post-ciberpunk para imaginar cuerpos
post-humanos muy superiores a nosotros, ofreciendo una utopía transhumanista pero también su crítica. Banks se
ocupa por su parte de presentar con su utópica civilización simplemente llamada la Cultura un entorno hedonista y
feliz, en el que el individuo se enfrenta al reto de ser tan creativo como quiera con su cuerpo post-humano.
Como colofón, insisto en la necesaria revalorización de la ciencia-ficción como el único género capaz de
explicarnos la realidad actual, tan marcada por el avance tecno-científico. No se trata de especular sobre el futuro
sino de entender nuestro presente inmediato y sus consecuencias.
17.00 h. Pausa
17.30 h. Mesa redonda. Mitología y juegos de rol
Severiano Acosta. Producciones Salamarkham. Salamanca
Iván Pérez. Producciones Salamarkham. Salamanca
Profesor asociado (Teoría e Historia de la Educación) en la Facultad de Educación de Palencia (Universidad de
Valladolid). Doctor (Historia Antigua) por la Universidad de Salamanca (Cum Laude, premio extraordinario de
doctorado), es especialista en relaciones de género y mitología griega. Ha realizado estancias de investigación en la
Universidad del País Vasco, la Universidad Complutense de Madrid y la Università degli Studi di Roma “La Sapienza” y
participado y organizado diversos congresos de carácter nacional e internacional. Fue fundador y primer presidente
de la Asociación de Jóvenes Historiadores y es miembro del Grupo de Investigación EPIRUS (Estudios sobre el Poder
en el Imperio Romano – Universidad de Salamanca), de ARYS (Antigüedades, Religiones y Sociedades) y de la AEIHM
(Asociación Española de Investigación en Historia de las Mujeres).
Ha participado en varias revistas científicas; dirige la revista El Futuro del Pasado, es coeditor de Foro de Educación y
ha sido secretario técnico de Stvdia Historica. Historia Antigua.
En relación a la cultura popular ha realizado publicaciones sobre género y videojuegos, género y juegos de rol y sobre
las fuentes antiguas en los juegos de rol, además de varios talleres orientados a jóvenes, utilizando los juegos de rol
como herramienta didáctica.
Forma parte del colectivo Producciones Salamarkham dedicado a la realización, diseño y dirección de juegos de Rol
en Vivo.
ABSTRACT
Desde sus orígenes los juegos de rol (JdRs) han estado vinculados con la literatura fantástica, que a su vez reelabora
el material mítico. JdRs y literatura fantástica establecerán un diálogo ejerciéndose una influencia recíproca y
entrando en contacto con otros medios como el cine, los cómics o los videojuegos. En este diálogo la mitología estará
bien presente. De este modo, la Tierra Media no se comprende sin la mitología nórdica y la literatura fantástica
actual no se entiende sin J. R. R. Tolkien, como tampoco los juegos de rol, debido a la enorme influencia de El Señor
de los Anillos en Dragones y Mazmorras. Este primer JdR posibilitará la creación de mundos fantásticos que darán
lugar a sagas de novelas fantásticas como de Dragonlance, Reinos Olvidados, Ravenloft o Dark Sun, que a su vez
proporcionaron material para crear cómics, videojuegos o películas. Los autores que dieron forma a estos mundos
imaginarios crearon para ellos su propia cosmovisión que incluye las divinidades, los héroes y sus cultos.
Ambientaciones como Reinos Olvidados, Dragonlance o Glorantha tienen ricos panteones que han ido creciendo en
18
tamaño y complejidad a lo largo del tiempo. Del mismo modo, encontramos en los JdRs toda una serie de bestiarios
que beben directamente de las fuentes clásicas. Así, criaturas como el minotauro, el dragón, la quimera, el basilisco,
la hidra o la mantícora son muy conocidas entre los jugadores de rol, cuyos personajes probablemente se las han
tenido que ver con ellas en más de una ocasión.
Esta unión entre fantasía y JdRs es la primera relación de estos con la mitología, pero desde luego no la única.
Evidentemente es necesario tener en cuenta la existencia de una importante cantidad de JdRs que se desarrollan en
ambientaciones mitológicas, así como las propias estructuras de las historias narradas en los JdRs en las que los
jugadores toman el rol de héroes que interpretan en sus viajes iniciáticos, un viaje con un gran potencial educativo
en el que tanto los jugadores como los personajes madurarán a través de sus propias historias interminables.
Juan A. Rodríguez. Producciones Salamarkham. Salamanca
Ingeniero Técnico en Informática de Sistemas por la Universidad de Salamanca y Monitor de Tiempo Libre por la
Escuela Censa. Tiene una amplia experiencia trabajando con jóvenes como monitor de actividades formativas y de
ocio en tiempo libre y también como profesor de apoyo a través del Sevicio de Asuntos Sociales de la Universidad de
Salamanca. Organizador en el grupo Salamarkham de actividades para la difusión de los juegos de rol y eventos de
rol en vivo, ha realizado actividades de este tipo en el II Congreso Internacional de Ficción Criminal en la Universidad
de León y en el VIII Congreso de Novela y Cine Negro de la Universidad de Salamanca. Colabora activamente con el
programa de ocio nocturno Salamanca a Tope dirigido por el Ayuntamiento de Salamanca.
ABSTRACT
La popularización de los juegos de rol (JdRs) hizo surgir nuevas ambientaciones que permitieran a los jugadores
explorar otros universos, otras atmósferas y nuevas propuestas de escenarios más allá de lo puramente fantástico.
Tomando elementos de la literatura de terror y de la literatura gótica, estos nuevos ambientes proponen experiencias
para el jugador muy ligadas a la mitología surgida en torno a los textos de autores como Howard Philips Lovecraft,
Robert E. Howard, Ramsey Campbell o Robert Bloch. JdRs como La Llamada de Cthulhu, El Rastro de Cthulhu o Delta
Green son claramente influenciados por estos textos. La mitología construida y surgida a partir de estos autores tiene
una presencia significativa en el contexto de los JdRs, contribuyendo a su popularidad y extensión a otros medios
como los comics, los videojuegos o los juegos de mesa.
Una nueva vertiente más narrativa hizo que de nuevo se explorase en diferentes mitologías surgidas de los relatos
de terror para proponer nuevas ambientaciones dentro de los JdRs. Si en la etapa anterior el jugador tenía la
oportunidad de ver la recreación de ciertos mitos para investigarlos o enfrentarse a ellos, esta vez podría ser parte de
los mismos explorando las posibilidades de crear un personaje que pertenezca a mitos clásicos de la literatura de
terror como el vampiro o el hombre lobo, ambas integradas en la serie de JdRs de Mundo de Tinieblas. Muchas
propuestas de JdRs con diferentes ambientaciones tienen marcadas raíces mitológicas influenciadas por varias
fuentes, no sólo clásicas, normalmente con una base literaria muy fuerte en el caso del género de terror. Ejemplos
de JdRs como Kult, que beben mucho de la obra del escritor Clive Barker, tienen un profundo interés mitológico con
un desarrollo de la creación del mundo muy detallado.
Dentro de la escena actual, la mitología sigue presente en los JdRs no sólo para explicar los orígenes de un mundo
propio, sino también para mostrar el posible fin del mismo. JdRs como El Fin del Mundo: la ira de los dioses de
Álvaro Lomán nos muestran diferentes escenarios y propuestas cada una correspondiente a una mitología distinta,
mostrando un estudio considerable de las culturas nórdica, maya y cristiana, por citar unos ejemplos.
19.00 h. Exhibición de juegos de rol basados en mitología a cargo de Producciones Salamarkham
19
7 de noviembre
TARDE
Sesión 6. Mitos clásicos y modernos II
16.00 h. Conferencia. Representaciones del mito de Gaia y perspectiva ecocrítica en
‘Avatar’. María Antonia Mezquita. Universidad de Valladolid.
Doctora en Filología Inglesa por la Universidad de Salamanca. Su Tesis Doctoral es un análisis comparativo sobre las
afinidades de la poesía romántica británica en la obra del poeta español Claudio Rodríguez.
Desde 2009 es miembro de GIECO (Grupo de Investigación en Ecocrítica, Instituto de Estudios Norteamericanos
“Benjamin Franklin”- Universidad de Alcalá) y del proyecto CLYMA (Cultura, literatura y medio ambiente), centrados
ambos en el campo de la ecocrítica.
También es miembro del Proyecto de Innovación Docente “ACUPOP (Aplicación de la cultura popular en el aula) de la
Universidad de Valladolid.
Pertenece al Comité Editorial de la Revista ES (English Studies) del Departamento de Filología Inglesa de la
Universidad de Valladolid.
Es autora de la monografía William Blake y Claudio Rodríguez: visiones luminosas y ha publicado diversos artículos
en revistas de impacto y en volúmenes colaborativos. Asimismo, ha realizado presentado comunicaciones y
conferencias en congresos en el territorio nacional y en varios países.
Actualmente, es profesora del Departamento de Filología Inglesa de la Universidad de Valladolid en la Facultad de
Educación de Segovia y ha sido también profesora del Departamento de Filología Moderna de la Universidad de
León.
ABSTRACT
Sin duda alguna, el film Avatar, de James Cameron (2009), es una de las muestras más claras de cómo la
cultura y la naturaleza van, en múltiples ocasiones, de la mano. Y es que Cameron no sólo nos enseña que el orden
en un sistema es básico para la supervivencia de los seres que lo pueblan, sino también cómo la madre tierra tiene
más relevancia de lo que podamos imaginar.
En medio de un ambiente totalmente futurista, Pandora, el planeta donde tiene lugar el desarrollo de los
acontecimientos, se observa el hecho de que la madre tierra puede llegar a proteger y puede ser portadora de vida o,
incluso, de muerte. Así pues, será interesante analizar las diversas representaciones que se ofrecen del mito de Gaia
en la película.
Por otra parte, Cameron refleja una sociedad consumista que explota los recursos y los bienes materiales y
otra, muy diferente, que vive de acuerdo con los ritmos y los procesos naturales y trata de velar por la continuidad de
los mismos. Todo esto puede relacionarse perfectamente con la corriente ecocrítica, que se centra en la
representación de la naturaleza a través de las artes, y con algunas de sus vertientes como la justicia
medioambiental. El mensaje de la defensa del medio ambiente que Cameron lanza a través de su película podría ser
un aviso de que, si permitimos la degradación de nuestro planeta, nos sumiremos en un profundo caos.
17.00 h. Pausa
20
17.15 h. Mesa redonda. Cultura popular, mitología y géneros no canónicos.
Sara Martín Alegre. Universidad Autónoma de Barcelona
Ana María Iglesias Botrán. Universidad de Valladolid
Profesora PAYUD del Departamento de Filología Francesa y alemana. Doctora por la Universidad de Valladolid,
Licenciada en Filología Francesa y Diplomada en Maestro especialista en Lengua Extranjera-francés. Sus líneas de
investigación giran en torno a la transmisión de la ideología a través de la canción, las estrategias discursivas
empleadas en sus textos y las formas de luchar a través de la música popular urbana contra violencias sociales
(racismo, violencia de género, ect.). En el marco de varios grupos de investigación ha publicado numerosos artículos
y ha asistido a diversos congresos científicos relacionados con esta cuestión. En 2014 ha salido publicado su libro
titulado Y lo cantábamos por ti. Historia de Francia a través de sus canciones (Ediciones Universidad de Valladolid)
en el que se relata la interacción entre la historia, la sociedad y las canciones en Francia desde la Edad Media hasta
la actualidad. En la presente conferencia se recuperan algunas de las cuestiones de este libro puestas en práctica en
la UP Millán Santos de Valladolid durante tres cursos académicos, en las asignaturas del Grado en Lenguas
Modernas y sus literaturas, así como en diversos seminarios sobre civilización francesa. El objetivo es exponer la
forma de enseñar y contar la historia social de Francia a través de las canciones como uno de los elementos
esenciales de la cultura popular urbana.
ABSTRACT
En esta intervención se pretende dar a conocer cómo la historia social de un país puede ser contada a través
de las canciones creadas e interpretadas por sus protagonistas. De esta forma podemos mostrar cómo la
construcción simbólica de la lucha contra el poder, las relaciones políticas e institucionales, la lucha de clases, las
reivindicaciones de las minorías, la transmisión de ideologías, etc. ha sido una constante repetida en historia de las
sociedades. Todo ello se manifiesta en los textos de las canciones y se ve representado en los actores que aparecen,
en sus actos y palabras, así como en las relaciones que se establecen entre ellos.
Las formas de expresión y el contenido de los textos de las canciones van variando y modificándose a lo
largo del tiempo, pero en el fondo, la construcción simbólica es la misma: se pretende contar lo que pasa en la
sociedad, modificar las estructuras que se consideran inadecuadas o injustas, y reflejar el momento histórico y sus
actores dotándoles de una identidad concreta.
Veremos por tanto cómo la canción popular urbana es un objeto de estudio por derecho propio para los
investigadores más allá de la musicología, y que cumple todos los requisitos para incluirse no sólo en cursos de
extensión universitaria, sino también en seminarios de asignaturas de filología e historia, o incluso como asignatura
completa.
María Eugenia Herreras Rodríguez. Traductora freelance. Madrid
Traductora freelance.
Investigación centrada principalmente en la traducción de cómics, uso de cómics en la enseñanza del inglés como
lengua extranjera y utilización de TICs en el aula de inglés.
FORMACIÓN ACADÉMICA
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Máster Universitario de profesor de secundaria, bachillerato, formación profesional y enseñanza de idiomas
(especialidad: inglés como lengua extranjera), Universidad de Valladolid.
Máster de Excelencia Europeo en Traducción Profesional e Institucional, Universidad de Valladolid.
Experto en Marketing, Comunicación y Gestión Integral de Eventos, Universidad Complutense de Madrid.
Técnico Superior de Edición Gráfica, Comunidad de Madrid.
Bachelor of Arts (Honours) in Tourism, University of Abertay Dundee.
Traducción e Interpretación, Universidad Complutense de Madrid.
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EXPERIENCIA PROFESIONAL
Traductora freelance. Traducción especializada. Localización web. Edición y corrección de textos. Gestión de
proyectos y memorias de traducción.
Profesor Asociado en la Universidad de Valladolid, Campus Universitario Miguel Delibes y Campus Universitario
Duques de Soria.
OTROS CURSOS
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Corrección Profesional y de estilo.
Redes sociales aplicadas a la docencia.
Google Docs: aplicaciones a la docencia.
Diseño web y herramientas de Internet aplicadas a la docencia.
Diseño y utilización de cursos E-Learning.
La enseñanza bilingüe en inglés en las distintas etapas educativas.
Educación para el Desarrollo y la Ciudadanía Global.
Tratamiento transversal de la educación en valores.
Desarrollo madurativo en Secundaria, Bachillerato y FP. Repercusiones en el ámbito educativo.
18.45 h. Pausa
19.00 h. Conferencia de clausura. La ejemplaridad de los héroes. Carlos García Gual.
Universidad Complutense de Madrid
Catedrático de Filología Griega en la Universidad Complutense (antes en Granada, Barcelona y UNED), emérito este
curso, tras 48 años de docencia universitaria. Libros sobre Literatura Griega, Literatura Comparada, Historia de la
Filosofía, y Mitología Griega. (Algunos títulos: Los orígenes de la novela, Primeras novelas europeas, Epicuro, Historia
del rey Arturo, Audacias femeninas, El zorro y el cuervo, Prometeo: mito y tragedia, Los sietes sabios ( y tres más),
La secta del perro, Mitos, viajes, héroes, Introducción a la mitología griega, Diccionario de mitos, Historia, novela y
tragedia, Encuentros heroicos, Enigmático Edipo, Sirenas. Seducciones y metamorfosis) Crítico literario en El País y
en revistas varias. Traductor de clásicos griegos (Antología de la poesía lírica, Esquilo, Sófocles, Eurípides,
Hipócrates, Platón, Aristóteles, Epicuro, Apolonio de Rodas, Pseudo Calístenes, Odisea de Homero y Vidas y opiniones
de los filósofos de Diógenes Laercio). Premio Nacional de traducción en 1978 y 2002. Comisario de exposiciones de
Libros de España (en Argentina, Cuba, Guatemala y México). Asesor y fundador de "Biblioteca Clásica Gredos" (más
de 400 títulos); ex-editor de Historia National Geographic, etc. Conferenciante en numerosas universidades,
congresos, coloquios, etc.
ABSTRACT
La palabra viene del griego y la mitología griega nos ofrece una catálogo muy variado de héroes , en algunos
casos calificados de "semidioses" y descendientes de los dioses . Pero todos ellos son humanos al ser mortales y
convivir en el mundo humano. Héroes los hay en todas las culturas bajo diversa formas. Lo que los caracteriza es su
arrojo extraordinario, su superioridad en la defensa de los valores de la civilización, su afán de gloria a todo riesgo ,
desafiando la muerte incluso, para bien de la comunidad. Cada cultura y cada época privilegia un tipo de héroes.
(Unos destacan por la audacia guerrera, otros por el afán de aventuras y la búsqueda de nuevos horizontes, otros
por su filantropía y su inteligencia). En el mundo griego, por ejemplo, el troyano Héctor, que combate por su patria y
su familia, resulta más moderno que Aquiles que sólo busca la gloria personal. Y Ulises, aventurero, vencedor por
astucia y no por la fuerza, es aún más moderno. En todo caso, los héroes sirven de ejemplo, ofrecen modelos de
virtud y una conducta admirable , incluso en sus excesos. En la literatura existen héroes épicos, trágicos y
novelescos. Y unas épocas prefieren un tipo y otros, otro.
Hay héroes más populares y otros más selectos. Y también la literatura popular, el cómic y el cine han
forjado numerosos héroes. Y unas cuantas heroínas, por supuesto. De Don Juan a Superman, del rey Arturo a Frodo,
de Robinsón a Tarzán, varían mucho las trazas y las gestas, pero unos y otros atraen la admiración y pueblan el
imaginario colectivo. Algunos héroes se desarrollan en la leyenda y pasan de la historia a la novela - como Alejandro
o el Cid-, otros son puramente fantásticos. Es la tradición, más culta o más popular, la que confirma a los héroes
22
míticos y los hace memorables. Y podemos incluir como marginales a los llamados "antihéroes" como el Pícaro o la
gitana Carmen.
La palabra "héroe" designa también a los benefactores o los que se sacrifican por los demás , y ese sentido
derivan de la connotación positiva del heroísmo clásico.
En la charla citaré ejemplos de los varios tipos de héroes y su relación con la época y la literatura que los
difundió y apreció como modelos de virtud y audacia.
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