Pureza sexual

PUREZA SEXUAL
Introducción
En 1984, la empresa Gallup hizo una investigación que reveló que los miembros de
Iglesia y los que no los eran se comportaban del mismo modo en cuestiones morales
tales como la mentira, el engaño, el hurto y el sexo.1
Mucha gente se queja de “cómo está el mundo”, y en la Iglesia esto es muy común.
Nuestros hijos están siendo sometidos diariamente a presiones de grupo, que los llevan
a tener conductas sexuales que no son capaces de manejar a su temprana edad, y les
producen daños psicológicos irreversibles, pero aún así lo hacen, para tener la
aceptación de su grupo social. Los padres nos quejamos y prohibimos (o consentimos),
pero nos informamos poco o nada, y peor aún, participamos de estas corrientes
“mundanas” en secreto. Tenemos una alta responsabilidad como padres de familia y
como hijos de Dios. El propósito del presente ensayo es informar brevemente sobre la
pureza sexual que Dios demanda de sus hijos.
Qué es la pureza sexual
Primero debemos definir la palabra pureza.
Puro, ra. (1) adj. Libre y exento de toda mezcla de otra cosa. (4) adj. Casto, ajeno a la
sensualidad. (6) adj. Mero, solo, no acompañado de otra cosa.2
Como la pureza es la cualidad de puro, aplicado a la sexualidad podemos definir el
término “pureza sexual” como: “La sexualidad ejercida en los términos que la definen
esencialmente, sin contaminaciones ni deformaciones”.
El sexo fue inventado y puesto en la tierra por Dios. La reproducción de los seres vivos
es por abrumadora mayoría por medios sexuales, es el impulso más fuerte en los reinos
animal y vegetal. Algunas especies sólo viven para reproducirse. Un campo de flores, la
migración de los salmones, las mariposas nocturnas, las luciérnagas, la polinización del
coral, la melena del león y las luchas entre elefantes son sólo ejemplos de que hay sexo
en todos lados y de que el sexo –la reproducción está moviéndolo todo.
El hombre está involucrado en esta mecánica universal de manera muy especial, porque
es el único que es capaz de tener relaciones sexuales por puro placer, practicarlo y
disfrutarlo prácticamente toda su vida, y si Dios nos dio este impulso irresistible,
entonces no podemos menos que creer que no puede estar prohibido.
La religión católica enseña, al menos tradicionalmente, que el pecado original fue el
sexo –y el arte universal no nos ha ayudado para tener una imagen correcta, pero al salir
del Edén, el hombre siguió teniendo relaciones sexuales –y seguramente seguía
disfrutándolas. Al terminar el diluvio universal, Noé y su familia recibieron las mismas
instrucciones que Dios le dio a Adán y Eva: “tengan muchos hijos y llenen la tierra”
(Génesis 9.1). Sin embargo, a partir del pecado original, la sexualidad del hombre tenía
una impureza añadida por el pecado: la vergüenza. (Génesis 3.7).
1
2
Murphy, E. F. (2000, c1994). Manual de guerra espiritual (electronic ed.). Nashville: Editorial Caribe.
Diccionario de la Lengua Española. – Vigésima segunda edición.
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PUREZA SEXUAL
Por qué hablamos de la pureza sexual.
Hablamos de la pureza sexual porque contaminar nuestra sexualidad tiene serias
consecuencias.
En la concepción original del diseñador divino, el hombre es el género humano en
comunión con Dios. Las personas solteras necesitan de un compañero del sexo opuesto
para completar el diseño original, dado que no es bueno (agradable, excelente,
placentero) que el hombre esté solo (Génesis 2.18) (no es malo, tampoco), y Dios
bendijo (dio permiso, derecho legal) tener relaciones sexuales dentro del matrimonio
(Génesis 1.28).
El matrimonio es una unión para toda la vida, y las relaciones sexuales con una sola
persona para toda la vida implican varias ventajas, entre ellas menciono:
1. Compromiso. Necesario porque garantiza la compañía del cónyuge en la vejez y en
los tiempos difíciles, el sustento económico de la familia, la salud emocional, la
afirmación de la autoestima y más cosas y valores que no podrían apoyarse en una
relación sin lazos firmes y duraderos.
2. Salud. Es evidente que el riesgo de enfermedades de transmisión por vía sexual se
reduce drásticamente o desaparece al tener relaciones sexuales con una sola persona,
y facilita el control de infecciones y enfermedades.
3. Planificación. Si las parejas sexuales se multiplican, también se multiplican los
hijos que resultan de estas relaciones y los problemas que ello implica. La
planificación redunda en metas cumplidas, satisfacción personal, buena economía y
en general bienestar familiar.
4. Tranquilidad. Saber que nos hemos relacionado con personas comprometidas nos
da seguridad en los negocios, la Iglesia y la familia, y nos brinda seguridad y
tranquilidad, porque tenemos un mayor grado de certeza en el futuro. Saber que
tenemos y somos una pareja sexual única nos ofrece sin duda tranquilidad.
5. Generosidad. En las relaciones sexuales sanas aprendemos a dar como en ningún
otro lugar. Lo que te provoca más placer en la cama es nuestra entrega a nuestro
cónyuge. El egoísmo en la alcoba no hace más que meter piedras a la cama.
La lista podría seguir y seguir, pero ahora, reflexionemos en lo que perderíamos si no
tuviésemos esas ventajas; las relaciones sexuales fuera del matrimonio y la
promiscuidad sexual nos traen exactamente lo contrario: desapego, inseguridad,
enfermedades, egoísmo, soledad y amargura.
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PUREZA SEXUAL
Para quién es la pureza sexual.
Cuando hablamos de pureza sexual la primera imagen que viene a nuestra mente es:
jóvenes solteros, pero la pureza sexual tiene un alcance más extenso.
Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla...
–Hebreos 13.41
La palabra griega traducida como lecho es koite: acto sexual, y el contexto nos indica la
preeminencia del matrimonio ante el acto sexual. La expresión sin mancilla se tradujo
del griego amiantos: puro, libre de aquello que deforma su naturaleza o lo desvaloriza.
Mi traducción es: “Honroso sea en todos el matrimonio, y el acto sexual sea puro, sin
deformaciones”. Por deformaciones la Escritura lo define mucho mejor que yo:
Por eso, Dios los ha abandonado a pasiones vergonzosas. Hasta sus
mujeres han cambiado las relaciones naturales por las que van contra la
naturaleza; de la misma manera, los hombres han dejado sus relaciones
naturales con la mujer y arden en malos deseos los unos por los otros.
Hombres con hombres cometen acciones vergonzosas, y sufren en su propio
cuerpo el castigo merecido por su perversión.
–Romanos 1.26-272
Las relaciones sexuales en una pareja casada deben sujetarse a esta sentencia para seguir
siendo puras, sin embargo, fuera de esto, el derecho legal que Dios ha concedido a las
parejas casadas para tener relaciones sexuales respalda los acuerdos que la pareja tome
en la intimidad en cuanto a juegos sexuales, posiciones durante el coito, frecuencia de
las relaciones, dónde practicarlo, y en general lo que la imaginación les mande.
Recordemos que el sexo es para darnos placer, y no debe haber vergüenza en esto. La
vergüenza es un asunto del pecado.
Sin embargo, los límites de los acuerdos íntimos cambian mucho de persona a persona,
y las restricciones que ponga un cónyuge en cuanto a las formas de amar, deben ser
negociadas con su pareja sin imponer jamás voluntades o razones mediante chantajes,
argumentos “legales”, amenazas, usando la Biblia, y bajo ninguna circunstancia
mediante la violencia o el terror. Todo debe ser mediante el diálogo y el amor.
Queda claro entonces que la pureza sexual no es sólo para solteros, pero los solteros
tienen algo más en que pensar, porque Dios no aprueba que tengan actividad sexual
antes del matrimonio, y además de eso, tampoco aprueba lo expuesto anteriormente.
1
Reina Valera Revisada (1995) Bible Text. 1998. Exploración del sistema de búsqueda de Logos.; Logos 2.0f Guía para el usuario.
(electronic ed.). Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.
2
La Biblia de estudio Bible Text: Dios habla hoy. 1998. Exploración del sistema de búsqueda de Logos.; Logos 2.0f Guía para el
usuario. (electronic ed.). Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.
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Pornografía y masturbación: solteros y casados.
Y ahora, la pregunta: ¿Es malo masturbarse?
El problema de la masturbación es que no es un simple acto físico como lavarse el
cabello, porque siempre va acompañado de imágenes mentales sexuales.
“Ustedes han oído que se dijo: ‘No cometas adulterio.’ Pero yo les digo
que cualquiera que mira con deseo a una mujer, ya cometió adulterio
con ella en su corazón.
–Mateo 5.27-28 1
Esta declaración de Jesús nos deja claro que el coito comienza antes del acto mismo, en
la mente de las personas. Aunque la Biblia nunca menciona la palabra masturbación, sí
menciona que mirar con deseo es adulterar, y aunque lo parezca, no es una actitud
excesivamente rígida, sino que es el resultado del simple análisis del corazón humano;
la masturbación es una forma de narcisismo, que enfatiza la propia gratificación, y niega
la debida consideración de un cónyuge hacia el otro en el matrimonio, y por lo tanto no
es apropiada.
¿Y qué hay de los solteros? Bueno, los solteros no tienen a quien adulterarle, pero hay
que recordarles que la única forma de tener relaciones sexuales lícitas es dentro del
matrimonio. La masturbación es placer auto-inferido, lo que al paso del tiempo termina
siendo un placer de solitarios y egoístas. Sin duda es más simple masturbarse que
mantener un matrimonio. Esto es una cuestión de auto-control y decisiones.
A los solteros y a las viudas les digo que es preferible quedarse sin
casar, como yo. Pero si no pueden controlar su naturaleza, que se
casen, pues más vale casarse que consumirse de pasión.
–1ª. Corintios 7.8-9 2
Si una persona soltera se la pasa masturbándose y sigue soltera, no es que “ame su
libertad”, sino que se ha vuelto egoísta, o está incapacitado para relacionarse. Ni le
vayan a salir granos, ni se va a quedar ciego, ni se le va a agotar el esperma.
Respecto a la pornografía, va muy ligada a la masturbación, pero implica problemas
mayores, y es que nunca se queda donde está, siempre avanza. Haga un experimento: si
se dedica a buscar las revistas “para adultos” que estaban de moda hace unos quince
años, lo más probable es que ya no las encuentre en el mercado. Hay otras, hay muchas
más y son peores.
Las mujeres desnudas de las primeras revistas pornográficas han pasado de vampiresas
a niñas teniendo relaciones sexuales explícitas. Las relaciones hombre-mujer se han
“diversificado”, ahora las revistas y otros medios muestran con toda libertad y descaro
relaciones múltiples, relaciones homosexuales, sexo con bebés, con ancianos, con
1
La Biblia de estudio Bible Text: Dios habla hoy. 1998. Exploración del sistema de búsqueda de Logos.; Logos 2.0f Guía para el
usuario. (electronic ed.). Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.
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La Biblia de estudio Bible Text: Dios habla hoy. 1998. Exploración del sistema de búsqueda de Logos.; Logos 2.0f Guía para el
usuario. (electronic ed.). Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.
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personas discapacitadas, con personas obesas o mutiladas, con animales, con muertos.
Las “excentricidades” han rebasado los límites de lo creíble, y todo se encuentra
fácilmente en el quiosco de la esquina o disponible por Internet o la televisión
restringida.
Ya conocen el dicho: “Un poco de levadura hace fermentar toda la
masa.”
–1 Corintios 5.6 1
Las personas que buscan una revista con mujeres desnudas, al paso del tiempo terminan
con bestialismo, sadomasoquismo, mutilaciones y asesinatos sexuales en vídeo, (o en
realidad) porque no podrán controlarlo, siempre crece, como Pablo lo explica:
Como no quisieron reconocer a Dios, él los ha abandonado a sus
perversos pensamientos, para que hagan lo que no deben.
–Romanos 1.28 2
Desviaciones sexuales
La conducta homosexual es la desviación de la conducta sexual más conocida, y ha sido
estudiada ampliamente mediante el método científico por mucho tiempo. Los estudiosos
Master y Johnson publicaron los resultados de una extensa investigación en 1979,
razonando que la homosexualidad no es una enfermedad, sino una conducta adquirida.
Alfred Kindsey concluyó que las normas hétero u homosexuales se adquieren, y
dependen en alto grado de las costumbres en las que el sujeto ha sido educado.
Para el autor de este ensayo, esto ya estaba establecido desde la creación del ser
humano, cuando se cita “varón y mujer los creó” en Génesis 1.27, y las conductas
aprendidas no definen esencialmente a una persona, porque eso equivaldría a decir que
un bebé es un jamón sin identidad. En el transcurso de nuestras vidas nos vemos
afectados por el ambiente y no tenemos control sobre eso hasta la edad adulta. Por
ejemplo, sería injusto decirle a una prostituta violada por su padre cuando era niña, que
vende su cuerpo porque le gusta hacerlo, y que no puede hacer otra cosa porque eso es
lo que es. Seguramente si hubiera tenido otra historia su presente sería diferente.
La mayor parte de las conductas sexuales desviadas pueden ser corregidas, cuando la
persona afectada es aceptada y confrontada con amor y comprensión por amigos
honestos que le presenten al verdadero Jesucristo, y tratamiento profesional responsable.
Dios habla directamente al corazón y es el único que puede convencernos donde nadie
más se atrevería siquiera a intentarlo.
Las desviaciones sexuales, ahora llamadas “preferencias sexuales” no deberían ser un
motivo para rechazar o juzgar a una persona, pero en la realidad así sucede, y el
afectado reacciona casi invariablemente con agresión al rechazo, empeorando la
situación. El mejor consejo es amar al pecador, no a su pecado.
1
La Biblia de estudio Bible Text: Dios habla hoy. 1998. Exploración del sistema de búsqueda de Logos.; Logos 2.0f Guía para el
usuario. (electronic ed.). Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.
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La Biblia de estudio Bible Text: Dios habla hoy. 1998. Exploración del sistema de búsqueda de Logos.; Logos 2.0f Guía para el
usuario. (electronic ed.). Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.
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PUREZA SEXUAL
El sexo puro. La pureza sexual
A los cristianos nos gusta decir que no somos de este mundo, pero evitamos en lo
posible aceptar que estamos en este mundo (Juan 15.19).
Lo veamos o no, las corrientes del mundo nos impulsan hasta arrastrarnos, a menos que
les resistamos como resistiríamos la corriente de un caudal que nos arrastra a nuestra
muerte, y tenemos la capacidad para hacerlo, porque en nosotros está el poder de Dios
(2ª. Corintios 12.10) y el auto-control (2ª. Timoteo 1.7).
El mejor sexo es como el buen vino o el perfume: sin contaminación.
Calma tu sed con el agua que brota de tu propio pozo. No derrames el
agua de tu manantial; no la desperdicies derramándola por la calle.
Pozo y agua son tuyos, y de nadie más; ¡no los compartas con extraños!
¡Bendita sea tu propia fuente! ¡Goza con la compañera de tu juventud,
delicada y amorosa cervatilla! ¡Que nunca te falten sus caricias! ¡Que
siempre te envuelva con su amor!
–Proverbios 5.15-19
Conclusión
No nos dejemos engañar, todo el mundo nos contará historias maravillosas sobre sus
hazañas sexuales, sabremos de campeones sexuales en la industria porno y fuera de ella,
el mundo nos mentirá mostrándonos una ilusión, donde la promiscuidad y la libertad
mal entendida reinan y aparentarán hacernos felices, pero los verdaderos campeones
sexuales se encuentran en los largos matrimonios con relaciones sexuales sanas y
constantes, y en los hombres y mujeres solteros que se esfuerzan por descubrir su
sexualidad sólo con la persona amada.
Dios, por su poder, nos ha concedido todo lo que necesitamos para la
vida y la devoción, al hacernos conocer a aquel que nos llamó por su
propia grandeza y sus obras maravillosas. Por medio de estas cosas nos
ha dado sus promesas, que son muy grandes y de mucho valor, para que
por ellas lleguen ustedes a tener parte en la naturaleza de Dios y
escapen de la corrupción que los malos deseos han traído al mundo. Y
por esto deben esforzarse en añadir a su fe la buena conducta; a la
buena conducta, el entendimiento; al entendimiento, el dominio propio;
al dominio propio, la paciencia; a la paciencia, la devoción; a la
devoción, el afecto fraternal; y al afecto fraternal, el amor.
–2ª. Pedro 1.3-7 1
Responsable del texto:
Ricardo González
[email protected]
14 de junio de 2009
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La Biblia de estudio Bible Text: Dios habla hoy. 1998. Exploración del sistema de búsqueda de Logos.; Logos 2.0f Guía para el
usuario. (electronic ed.). Miami: Sociedades Bíblicas Unidas.
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