La modernidad en oferta. Publicidad de las casas comerciales
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La modernidad en oferta. Publicidad de las casas comerciales
La modernidad en oferta. Publicidad de las casas comerciales francesas en la prensa de Guadalajara (1880-1930) Sergio Valerio Ulloa1 La publicidad en la prensa jalisciense Comenzaré diciendo que hay una diferencia sustancial entre propaganda y publicidad, la propaganda tiene un fin político-ideológico y está dirigida a los ciudadanos, mientras que la publicidad tiene un objetivo principalmente económico-comercial y está dirigida a los consumidores. Los comerciantes barcelonnettes utilizaron los medios impresos para el logro de sus fines comerciales, pero no fueron los únicos, ni mucho menos fueron los que inventaron la publicidad en la prensa mexicana. Durante las primeras décadas del siglo XIX, los periódicos fueron órganos de las facciones o grupos políticos, los cuales eran utilizados para promover y difundir sus discursos entre el público, con el fin de convencer a los lectores y para polemizar con sus opositores. En este sentido, los periódicos eran esencialmente un medio de propaganda para las ideas y proyectos de los partidos o grupos políticos. Este tipo de periódicos tenían muy poco o ningún espacio para la publicidad, pero incluían, aunque raramente mensajes con fines puramente comerciales. Poco después, los periódicos transitaron de un contenido esencialmente político a un contenido más diverso, en estos ya no sólo había propaganda política, sino literatura, información, humor, publicidad, etc. Durante las últimas décadas del siglo XIX y las primeras del XX aparecieron los periódicos modernos, en los cuales la información ocupaba las primeras planas, empleaban estrategias modernas para su venta, tenían gran vistosidad en los contenidos gráficos: tipografía, grabados, fotografías; y sus objetivos primordiales eran informar, divertir y vender. Estos periódicos modernos se mantenían mayormente de la publicidad y de las ventas a bajo costo y su 1 Universidad de Guadalajara. 1 proceso de fabricación era industrial a diferencia de los anteriores que era más bien artesanal.2 De esta manera, durante el siglo XIX los periódicos en México desempeñaron un papel fundamental en la formación de la opinión pública y fueron el espacio de confrontación de los partidos políticos, constituyéndose en una parte muy importante del espacio público. Sin embargo, al margen del espacio de la opinión pública, fue surgiendo la publicidad con fines comerciales, poco a poco, y muy lentamente, los periódicos fueron tomando otras funciones, además de ser el espacio de la opinión pública y de la confrontación política, se convirtieron en agencias de publicación de noticias y en agencias de publicidad meramente comercial.3 Así pues, la inserción de publicidad no fue completamente ajena a los periódicos desde principios del siglo XIX, aunque los mensajes publicitarios eran muy escasos y rudimentarios en las primeras décadas de ese siglo. Por tanto, el financiamiento de estos primeros periódicos no fue a partir de la publicidad, sino del Estado, la Iglesia o los grupos políticos que participaban en la arena política y en la lucha por el poder. Los mensajes publicitarios en los periódicos jaliscienses de la mayor parte del siglo XIX no aparecían como anuncios comerciales tal como los conocemos actualmente, es decir, claramente insertos como un texto pagado, sintético, referido al bien o servicio que se vende y dirigido al consumidor. Más bien, los mensajes comerciales se presentaban como textos titulados: “recomendaciones a los lectores” o “avisos”, y se referían a libros o escritos recientemente aparecidos, más tarde se publicitaron bienes y servicios, aunque por el formato utilizado y la vastedad de la información estos textos se confundían con un artículo. Dichos textos se parecían más bien a una inserción pagada que a un anuncio comercial, tal como los conocemos actualmente.4 A principios del siglo XX aparecieron los periódicos modernos en Guadalajara que dieron mayor espacio a la publicidad comercial, fue entonces que los dueños de los periódicos consideraron que la venta de publicidad era una Palacio, “Mirada” 2009, vol. 2, núm. 1, p. 80. Palacio, Disputa, 2001, pp. 26-27. 4 Ibid, p. 256. 2 3 2 fuente muy importante para el financiamiento de sus empresas. A partir de 1902, con la aparición de la Gaceta de Guadalajara, se inició la etapa del periodismo moderno en dicha ciudad, con miras exclusivamente mercantiles, introduciendo linotipos y con patrones norteamericanos, lo cual constituía el sueño de cualquier empresa periodística.5 La publicidad de las casas comerciales barcelonnettes en la prensa jalisciense Las casas comerciales de barcelonnettes en Guadalajara, como otras negociaciones mercantiles, pudieron anunciar sus productos en diversos periódicos y revistas de distintos signo político, ideológico y religioso, ya que el fin de dicha publicidad era principalmente económico. Todavía en la década de 1880 la publicidad en los periódicos jaliscienses continuaba reproduciendo los formatos de las primeras décadas del siglo XIX, esto es, unos tenían el estilo de un pequeño artículo a manera de modernas inserciones pagadas, y otros aparecían como “avisos” a los lectores. El siguiente texto publicado en el periódico Juan Panadero nos muestra el primer tipo de mensaje comercial: La Ciudad de París Ni sé á Europa, pero ni tampoco les quiero hablar de ningún punto de por allá; lo que les voy a decir es que en el cajón de la “Ciudad de París” en esta capital, se encuentra un gran surtido de géneros que han sido enviados expresamente de extranjis para el consumo de dicha casa. Además, se ha abierto en este establecimiento de camisería, paragüería y sedería, un elegante taller de ropa hecha, que es donde encontrarán los hombres, los jóvenes y los niños, trajes completos y otras mil cosillas de gusto, como pueden verlo si gustan mis aparceros, en el aviso que hoy publico en la sección correspondiente. La semana santa se viene como de rayo; no hay que perder tiempo: á comprar sus vestidos á la moda, pues para eso precisamente ha contratado la casa un excelente cortador francés.6 5 6 Palacio, “Literatura”,1987, pp. 269-347. Juan Panadero, 6 de marzo de 1884. 3 El texto anterior está dirigido al público de una manera coloquial y ligera, es más o menos extenso y pretende dar información al lector sobre los productos que expende el cajón de ropa La Ciudad de París. Los almacenes comerciales barcelonnettes en Guadalajara se consolidaron a partir de la década de 1880. De tal manera que no es extraño encontrar publicidad de estas casas en los periódicos de la localidad. El mensaje está destinado al potencial público consumidor: hombres, mujeres y niños, y dice sintéticamente que no es necesario ir a Europa para vestir como allá, pues en La Ciudad de París se encuentra un gran surtidos de ropa y otros productos que pueden comprar para estar a “la moda” europea y mostrar su “buen gusto” en el vestir. El texto menciona sutilmente conceptos fundamentales no solo relativos a las prendas que quiere vender la negociación, sino que se refieren a la imagen de la modernidad que buscan promocionar las casas comerciales barcelonnettes en Guadalajara. Estos conceptos y otros términos van a ser constantes en toda la publicidad de estos establecimientos comerciales: la referencia a Europa como el lugar concreto o imaginario donde se desarrolla y experimenta el mayor avance de la modernidad y de algo consustancial a ella, la moda. Otro concepto importante es la referencia a la “elegancia”, como un elemento de distinción y refinamiento, la cual también es inherente a la moda y a la modernidad. Finalmente, otro detalle, es que el cortador, el productor de esos vestidos y trajes a la moda, viene expresamente de París. El periódico Juan Panadero no dejaba de publicar estos “avisos” con mensajes que pretendían ser literalmente un “Eco de París”, como se titula el siguiente “aviso”: “EL ECO DE PARÍS” ¡GRAN SOMBRERERÍA! Los que suscribimos, tenemos la honra de participar á nuestros amigos y al público en general, que próximamente abriremos un establecimiento de este ramo en la calle de la Aduana, núm. 23 y medio en el que se encontrará constantemente un variado surtido de sombreros de todas clases, de última moda; sombreros para señoras, señoritas y niños: especialidad en todos estos. Además, 4 habrá un gabinete para señoras, que al efecto se ha mandado construir. Una persona se encargará de tomar medida á domicilio a quien lo solicite. Ofrecemos desempeñar con exactitud, baratura y limpieza los trabajos con que el público nos honre. Para el efecto, se cuenta con los mejores operarios de la casa Fortoul y Honnorat, y una práctica adquirida en esta casa, de más de diez y ocho años.7 El texto dice que se están abriendo nuevos establecimientos comerciales de origen francés en Guadalajara, en este caso una sombrerería que ofrece un amplio surtido de sombreros para mujeres y niños, pero sobre todo de la “última moda”, se entiende que la que proviene de París. Con estos anuncios se constata la forma en que la moda se va convirtiendo en un imperativo en la ciudad de Guadalajara, del cual no se salvaran los hombres, las mujeres, ni los niños de la alta sociedad, ni de las clases medias, ya que no sólo se ofrece la última moda sino precios baratos y limpieza, esta última es parte de los elementos discursivos de la modernidad aplicados a distintos rubros en los ámbitos privados y públicos. La compañía “Fortoul y Honnorat” a la que se hace mención en el “aviso”, había establecido una sombrerería en Guadalajara con el nombre de El Sombrero Colorado en febrero de 1878, la sociedad se terminó el 26 de junio de 1884, de tal manera que los operarios de dicha sombrerería pasaron a trabajar a esta nueva denominada El Eco de París.8 Esta estrategia publicitaria de las casas comerciales francesas en Guadalajara no fue un caso aislado, lo mismo ocurrió con otras negociaciones comerciales nacionales y extranjeras en las principales ciudades del país. Pero sobre todo en las ciudades de México y Puebla las tiendas francesas procuraron ampliar sus ventas a partir de inserciones pagadas en distintas publicaciones seriadas como almanaques, directorios, periódicos y folletos.9 Un detalle muy importante que nos dice la publicidad de las tiendas de ropa francesas en Guadalajara en la década de 1880, es el hecho de que trajeran 7 Juan Panadero, agosto de 1884. Valerio, Empresarios, 2002, pp. 55-56. 9 Gamboa, “Los comercios”, 2001, p. 166. 8 5 expresamente de París a uno o varios “cortadores”, quienes reunían “la habilidad y la maestría” necesarias para la elaboración y confección de trajes y vestidos, como lo expresaba la Sastrería Parisiense de los señores Ochoa y Mourguet, ubicada en la calle del Carmen núm. 47. “Sastrería Parisiense” Elegancia y Buen Gusto Los que suscriben, acaban de recibir un surtido muy escogido en casimires, paños, chalecos de pura lana y de seda (últimas novedades). Los clientes encontrarán en esa sastrería la más notable elegancia en el corte, exactitud en la remesa de los trajes y una confección como en las primeras casas de París; pues el cortador es muy conocido, por su práctica en el ramo, en las principales ciudades de Europa. Dentro de pocos días tendremos un “Splendid” surtido en guantes, corbatas, pañuelos, calcetines de seda y Escocia, camisetas, cachenezs, etc. etc. Ochoa y Mourguet.10 Aunque faltan estudios más precisos al respecto, se puede decir que los sastres y modistos de las casas comerciales francesas en Guadalajara se dedicaban en su mayor parte a reproducir los modelos que importaban de París, confeccionados en los grandes almacenes de ropa, sin embargo, no hay que descartar que estos sastres y modistos que llegaron a Guadalajara a partir de la década de 1880 no hubieran tenido iniciativas innovadoras y que no hayan modificado de alguna manera los estilos de los vestidos que los clientes les solicitaban. Después de todo provenían de París donde habían aprendido el oficio y habían trabajado para las principales casas comerciales de Europa. Tal fue el caso de la modista Guillermina Luiset, quien arribó a Guadalajara en 1880 trayendo un gran surtido de trajes, artículos de perfumería y tocados, ropa íntima, telas y abrigos. Madame Luiset informó a su clientela tapatía, principalmente damas de la burguesía, que procuraría “acomodarse” para que sus clientes pudieran conciliar la economía con la elegancia, pero con la condición de que no se tomara en cuenta “únicamente la economía sacrificando la elegancia”. 10 Juan Panadero, S/F, 1885. 6 Las damas tapatías quedaron cautivadas con todo lo que ofrecía madame Luiset quien promocionaba sus elegantes prendas de vestir a través de un folleto publicitario.11 La introducción de la máquina de coser estuvo estrechamente relacionada con la confección de ropa. En la prensa jalisciense de la década de 1880 ya se anunciaban las máquinas de coser marca “White” y se solicitaban agentes de ventas para comerciarlas. La compañía encargada para su comercialización en los estados de Jalisco, Colima y Tepic era la Ferretería y Mercería de Amberg y Belad, apellidos que más bien parecen alemanes que franceses.12 Otro giro relacionado con esta cuestión de la moda y del vestido fue la tintorería, A. Gaupin, dueño de La Tintorería Francesa, en septiembre de 1885 anunciaba al público el establecimiento de su local en la esquina del paseo de la Alameda, núm. 11, y ofrecía desempeñar sus trabajos “tan bien como en las mejores tintorerías de Europa”.13 Durante la década de 1880 los comerciantes barcelonnettes no dejaron de pagar espacios denominados “avisos” para anunciar sus negocios y sus productos, uno de ellos fue Remi Lions, quien promocionaba su restaurante La Pastelería Francesa, ubicado en el Portal Quemado, donde contaba con un buen cocinero francés, capaz de hacer cualquier pedido, desayunos comidas y cenas, cualquier tipo de platillos sueltos y banquetes. También se ofrecía exquisito y legítimo vino Bordeaux, recibido directamente de Europa. Todo ello a precios módicos, y para los “abonados”, por desayuno, comida y cena la cantidad era de 20 pesos mensuales.14 Así se fue introduciendo en la sociedad tapatía y en el resto del estado de Jalisco, el gusto por la moda, la comida, y la cultura francesa, y en términos más generales por todo lo que tenía relación con lo europeo o norteamericano. Lo cual era tomado por las clases medias y altas jaliscienses como sinónimo de moderno, civilizado, elegante y de buen gusto. A este proceso también se le ha llamado Olveda, “Franceses”, 2008, 2008, pp. 122-144. Juan Panadero, 19 de diciembre de 1886. 13 Juan Panadero, 17 de septiembre de 1885. 14 Juan Panadero, 6 de marzo de 1884. 11 12 7 “afrancesamiento” de las clases altas y medias en México, y de manera particular en Guadalajara.15 A fines de la década de 1880 comenzaron a aparecer en la prensa tapatía mensajes o textos con un formato más moderno de anuncio comercial. Aunque seguían apareciendo textos demasiado largos, los nuevos mensajes eran cortos y directos, relativos específicamente a los productos que se ofrecían, con menos evocaciones a los países de donde provenían. La mención a Europa estaba explícita en los nombres de las casas comerciales, esta fue una estrategia comercial de las negociaciones francesas establecidas en distintas ciudades del país, había tiendas con el nombre de Las Fábricas de Francia en las ciudades de México, Puebla, Durango, Aguascalientes y en Guadalajara. Otros nombres de tiendas y negocios en la capital tapatía eran La Ciudad de Londres, La Ciudad de París, El Puerto de Liverpool, La Francia Marítima, La Sombrerería Francesa, La Pastelería Francesa, La Parisiense, Las Fábricas de Lyon, la Panadería Francesa, Cantina Mónaco, el Círculo Francés, el Hotel Francés y el Hotel Roma. De esta manera quedaba claro el origen y la procedencia extranjera de los dueños y de los productos que se expendían en dicho establecimiento. No obstante, se insistía en que las mercancías eran importaciones recién llegadas y que constituían la última novedad o la última moda en Europa, expresamente de París. Algo que también señalaban los anuncios era que las mercancías tenían precios bajos y fijos, y estaban al alcance del público, con lo cual se trataba de eliminar el continuo regateo al que estaban acostumbrados los tapatíos. Durante la década de 1890 Las Fábricas de Francia se anunciaba como un “gran almacén”, ya no se consideraba un simple cajón o tienda de ropa, con el término de almacén, querían convencer a su clientela que habían ascendido de categoría, ya que, según sus dueños, era “la casa más acreditada del estado de Jalisco, tanto por su honradez como por su eficacia”. Hacia 1898 Las Fábricas de Francia mandaron construir un hermoso edificio estilo francés en la esquina de San Francisco y El Carmen, signo inequívoco del éxito comercial pero también de su discurso modernizador. Durante esta década, dicho almacén anunciaba que 15 Olveda, “Franceses”, 2008, pp. 134-137. 8 realizaba ventas al mayoreo y al menudeo, teniendo un surtido completo de sedería, lanas, indianas, gasas y todo tipo de lencería. Además de toda clase de efectos del país y de bonetería. Según esta publicidad, todas las mercancías de Las Fábricas de Francia tenían precios que competían “ventajosamente” con los de ciudad de México. También anunciaba que contaba con una fábrica de bonetería movida por vapor y que era el único agente en toda la República Mexicana y Sudamérica de las máquinas para tejer punto de media de “Creelman Bros”. Finaliza el anuncio con una frase que muestra claramente su oferta ideológica, social y comercial: “¡¡¡EUROPA EN JALISCO!!!”.16 Fuente: Caballero, Segundo, 1896. 16 Caballero, Segundo, 1896. 9 La moda, la novedad, la elegancia y el buen gusto se ofrecían en las casas comerciales francesas a precios accesibles para las clases medias y altas de la sociedad tapatía, y sus ofertas se difundían a través de la prensa destacando que todas sus mercancías provenían del extranjero, principalmente de Europa y Estados Unidos. De esta manera se fue haciendo un imperativo estar a la moda en los círculos sociales de la burguesía local. Durante la década de 1900 a 1910 la publicidad de las casas comerciales barcelonnettes continuó ocupando importantes espacios en la prensa jalisciense, los mensajes eran principalmente textos cortos, claros y precisos, referidos a las mercancías que ofrecían. A mediados de la primera década del siglo XX encontramos algunas imágenes junto con los textos promocionando los productos. En realidad el contenido de los textos publicitarios varió poco durante esa década. La Ciudad de Londres se anunciaba como un gran cajón de ropa, con ventas al mayoreo y menudeo, a precios “nunca vistos en esta capital” y con un surtido completo de efectos del país y del extranjero, de lujo, medio lujo y corrientes, todos a la última moda de la estación. 10 Por su parte Las Fábricas de Lyon, de “Fabre Hermanos”, anunciaban ornamentos y bronces para iglesia, “a precios sin competencia”.17 En tanto que las Sombrererías Francesa y “El Castor” Unidas, de “J. Audiffred & Cía.”, se anunciaba como una fábrica de sombreros movida por vapor y electricidad, con una producción diaria de 400 sombreros, además de que importaba sombreros directamente desde Europa y Estados Unidos, teniendo la especialidad de la fabricación de sombreros charros.18 La mención explícita al uso de la energía de vapor y de electricidad eran signos evidentes de la modernidad en la que operaban dichas fábricas y que los dueños del negocio querían hacer saber a sus clientes. En 1907 la publicidad de las Fábricas de Francia comenzó a ocupar más espacio en la prensa, pues mostraba su nueva organización por departamentos y anunciaba los productos contenidos en ellos con los precios de cada uno. La 17 18 El Regional, 7 de abril de 1905. La Gaceta de Guadalajara, 16 de julio de 1905. 11 división departamental fue una forma más moderna en la organización de las casas mercantiles, entre los departamentos que se enunciaban estaban los siguientes: telas de algodón, telas de seda, tapicería, paraguas, corsetería, perfumería telas blancas, encajes y adornos, casimires, calzado, bonetería, telas de lana, modas y confecciones. Pero no sólo eso era novedoso en Las Fábricas de Francia, también lo era el hecho de que tenían una casa matriz en la ciudad de París, de donde enviaban todas las mercancías a la tienda de Guadalajara, de esta manera tenían acceso directo y sin intermediarios a los grandes almacenes comerciales de la Ciudad Luz y del resto de Europa. En los anuncios se alagaba a la clientela diciéndole que era “elegante” e “inteligente” y que los productos que ofrecían eran “preciosos”, “surtidos”, “finos”, “novedosos”, “los mejores del mundo” y “a la última moda de París”, pero sobre todo a precios accesibles, para lo cual organizaban en ciertas temporadas del año uno o varios días de “grandes baratas” o ventas con grandes ofertas y precios muy rebajados. 19 El siguiente es un ejemplo de dichos anuncios: LAS FÁBRICAS DE FRANCIA DEPARTAMENTO DE MODAS Y CONFECCIONES. Informamos a nuestros elegantes clientes que nuestra casa de París nos acaba de mandar un precioso surtido de sombreros. Todos son modelos de las modistas de fama en París. VERDADERAS NOVEDADES EN LENCERÍA FINA Juegos compuestos de camisas, cubre corsé y pantalón de tela muy fina, calados y bordados. CORSETERÍA FINA El Corsé Jeanne d’Arc El Corsé Le petit merveilleux El Corsé dernier genre El Corsé de Madame Desbruyéres El Corsé La nea del Dr. Glenard (Corsé de resorte) Son las últimas creaciones Parisienses EN EL DEPARTAMENTO DE SEDERÍA 19 El Regional, 12 de junio, 3 de julio y 4 de diciembre de 1910. 12 Hay una gran variedad de cortes para vestidos, confeccionados. Perfumería de Haubigan, de Roger & Gallet, de Pinaud, de Pivert ESPECIALIDAD EN CASIMIRES FRANCESES, INGLESES Y DEL PAÍS. DEPARTAMENTO DE MAYOREO Los grandes contratos que hacemos con los Fabricantes nos ponen en condiciones de poder hacer DESCUENTOS EXTRAS á nuestros marchantes al por mayor. Mandamos muestras a quien las solicite. Fortoul Bec & Cía. Guadalajara. Apartado 17.20 Fuente: Revista Social y de Arte, enero de 1909. La departamentalización de los almacenes comerciales no fue exclusiva de Las Fábricas de Francia, también fue introducida en otros almacenes como El Nuevo Mundo y La Ciudad de México. La tienda de ropa El Nuevo Mundo también se anunciaba del mismo modo y llevaba a cabo sus “baratas” frente a la plaza de 20 La Gaceta de Guadalajara, 7 de abril de 1907. 13 armas, invitando al público a pasar a ver sus aparadores a fin de que se convenciera de la gran variedad y de los “precios nunca vistos” de sus mercancías.21 Por su parte, La Ciudad de México no se quedaba atrás, recurría a los mismos periódicos y a los mismos formatos y textos muy similares que los de La Fábricas de Francia, por lo cual sería ocioso repetirlos, sin embargo cabe destacar que La Ciudad de México anunciaba, en abril de 1906, que su departamento de modas estaba bajo la dirección de una modista de apellido Guillot. También este almacén comercial estaba organizado hacia 1909 por departamentos y de la misma manera que Las Fábricas de Francia, ofrecía días de “gran barata” a su clientela.22 Fuente: El Informador, 29 de agosto de 1920 21 22 El Regional, 28 de septiembre de 1909. La Gaceta de Guadalajara, 5 de julio de 1908, 21 de marzo y 31 de octubre de 1909, 14 Los acontecimientos políticos en México a fines del Porfiriato fueron aprovechados por las casas comerciales barcelonnettes para publicitar sus productos de una manera cómica, lo cual no quiere decir que tuvieran una abierta participación o preferencia política. En el siguiente anuncio La Marina Mercante, de Joseph Brun aprovechó la entrevista entre los presidentes William H. Taft, de los Estados Unidos, y Porfirio Díaz, de México, realizada el 16 de octubre de 1909, para anunciar sus trajes al día siguiente: Para la entrevista Taft y Díaz El General Don Porfirio Díaz, mandó hacer un soberbio traje á Europa, pero el Presidente Taft, teniendo noticias de que en “La Marina Mercante”, había el mejor Departamento de Sastrería de la República Mexicana, y deseoso de demostrar su simpatía por esta hermosa Perla de Occidente, mandó hacer un elegante frac á esta afamada casa, el cual causó la admiración de los distinguidos y numerosos concurrentes. CABALLEROS: no olviden que “La Marina Mercante” Es la casa que viste mejor y más barato. Trajes a la medida desde $21.25 hasta 50.00. Visiten esta casa antes de hacer sus compras. José Brun. Apartado postal 291. Guadalajara, Jal.23 Las casas comerciales comenzaron a introducir nuevos estilos de publicidad, en el anterior nos sorprende que se use un acontecimiento político para hacer publicidad. El estilo relajado y cómico de este anuncio contrasta completamente con la seriedad de los anuncios a los que estaban acostumbrados los lectores de entonces. Los acontecimientos políticos al inicio de la revolución fueron también tema de estos anuncios comerciales. Un acontecimiento poco mencionado por la historiografía de la revolución mexicana es que un mes antes de las elecciones presidenciales de noviembre de 1911, en las cuales resultaron electos Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, se llevaron a cabo en el estado de Yucatán elecciones para gobernador. 23 El Regional, 17 de octubre de 1909. 15 En estas elecciones locales se presentaron José María Pino Suárez y Delio Moreno Cantón como candidatos a la gubernatura del estado. Pino Suárez era gobernador interino y el candidato apoyado por Madero, mientras que Delio Moreno había sido un político local opositor a la oligarquía porfirista yucateca. Parece ser que Moreno contaba con las simpatías populares y que habría ganado las elecciones, pero para sorpresa de los yucatecos, el triunfo le fue adjudicado fraudulentamente a Pino Suárez. Poco tiempo después, Pino Suárez fue llamado por Madero para participar con él en las elecciones presidenciales.24 Esto le dio un motivo a Las Fábricas de Francia para anunciar sus productos, la ironía del anuncio sólo se entiende si se conocen el contexto y los acontecimientos políticos nacionales y locales, para el caso de Yucatán en el periodo de 1910 a 1911: ¡¡ Pino Suárez!! El candidato de Madero, el contrincante de Delio Moreno Cantón, el que fue, en fin, completamente derrotado en las últimas elecciones, debió su monumental fracaso al hecho de no haber comprado ni sus corbatas, ni sus calcetines, ni sus camisetas, ni su calzado, ni su impermeable, ni sus flux de etiqueta, ni otra infinidad de artículos para caballero que sólo se consiguen de excelente calidad y á precios casi regalados en “Las Fábricas de Francia”, de Fortoul, Bec y Cía. Guadalajara, Jalisco, México, Apartado 17.25 Durante los siguientes tres años la prensa en Jalisco siguió siendo la misma, los acontecimientos políticos y militares no habían afectado en gran medida a las empresas periodísticas, ni su formato y contenido había variado mucho. La historiografía sobre la prensa jalisciense ha estdo más atenta a los discursos políticos y literarios que a la publicidad. 26 No obstante, las casas comerciales de barcelonnettes seguían anunciándose en los principales diarios de Guadalajara. La Ciudad de París continuaba anunciando sus trajes y casimires en formato serio y también cómico: 24 http:// es.wik, Wikipedia, Delio Moreno Cantón, consultada el 15 de octubre de 2011. El Regional, 8 de octubre de 1911. 26 Palacio, “La literatura”, p. 298. 25 16 En el departamento especial de “La Ciudad de París” encontrará ud. los últimos estilos de casimires ingleses, franceses y toda clase de artículos para caballero. Portal Bravo y Calle de San Francisco. Guadalajara, Jal.27 ¡Catrines! ¡Los paseos en Cuyutlán están en todo su apogeo! ¿Queréis un elegante vestido de casimir de franela? Lo encontraréis de pura lana y a precios bajos en “La Ciudad de París”. Surtido completo de artículos para caballeros. No olvidar. Portal Bravo.28 Poco después, con la inminente llegada de las tropas constitucionalistas a Guadalajara no sólo se anunciaron trajes, sino también uniformes militares, pero con el “corte más perfecto” y “lo mejor confeccionados”, según anunciaba Las Fábricas de Francia en junio de ese 1914.29 Durante los años de 1914 a 1917 los periódicos de la época porfirista desaparecieron, y se publicaron otros por breves periodos y con pocos números, como órganos de propaganda política de las distintas facciones revolucionarias, de esta manera hubo en Guadalajara periódicos villistas y constitucionalistas, en los cuales la publicidad estaba ausente o era muy escasa.30 Con la aparición de El Informador, el 5 de octubre de 1917, regresaron los periódicos modernos. Según su primera editorial, este periódico no tenía la pretensión de encausar las corrientes de la opinión pública. El editor señala que la misión de El Informador “es modesta y se reduce a satisfacer la exigencia moderna del noticierismo”, es decir, de informar. No obstante, no dejará de opinar y de desempeñar una labor docente y doctrinaria dirigida principalmente a “las masas”. Agrega que, además de informar, su labor será más bien “social que política”, sin descuidar ésta última ya que es una “parte importantísima de la vida nacional”.31 27 El Correo de Jalisco, 30 de marzo de 1914 El Correo de Jalisco, 4 de abril de 1914. 29 El Correo de Jalisco, 2 de junio de 1914. 30 Palacio, “La Literatura”, 1987, p. 297-302. 31 El Informador, 5 de octubre de 1917. 28 17 Desde su primer número El Informador le dio espacio a la publicidad de las casas comerciales francesas.32 El formato de los anuncios volvió a ser un texto sintético y claro, acompañado en algunas ocasiones con imágenes e ilustraciones. La Parisiense, fábrica de jabones y perfumes, comenzó a anunciar pasta de coco para alimentar al ganado, mientras que El Nuevo Mundo volvió a promocionar su gran barata en telas de algodón, su gran surtido de pieles, cuellos, estolas, manguitos y peinetas finas a los “últimos estilos de París”.33 En tanto que El Nuevo París y La Ciudad de México publicitaban casimires, cobertores, mantas de viaje, tilmas, frazadas, franelas, zarapes, camisetas, sweaters y paños de dama a precios muy baratos.34 Los anuncios comerciales hacían alusión a la temporada del año como “la gran venta especial de artículos de invierno”, con lo que se constata que había una moda propia para la temporada de invierno y otra para la de verano. Por su parte, la dulcería, pastelería y nevería llamada El Paraíso Terrestre, de “J. Tiran y Hno.”, se anunciaba como el gran almacén de abarrotes extranjeros, en donde se expendían las “afamadas cervezas de la Compañía Cervecera Toluca y México S. A., de las marcas: Victoria, Marcen Bock, Extra y Pilsner”.35 En consonancia con la última moda “democrática” que se estaba implementando en Europa y Estados Unidos, que había abandonado la suntuosidad y la ostentación, los anuncios de las casas comerciales francesas ya no hablaban de elegancia y refinamiento, solo mencionaban el gran surtido y lo barato de sus precios. Incluso, en La Ciudad de México, ya se anunciaban “pantalones de mezclilla y kaki con pechera para mecánicos” a precios muy reducidos, lo que significaba que la clientela de las casas comerciales se estaba ampliando a las clases trabajadoras. No obstante, dicho almacén no dejaba de ofrecer, para las clases altas y medias, trajes de casimir en distintas clases: pura 32 Ibid. El Informador, 6 de noviembre de 1917. 34 El Informador, 6 de octubre de 1917. 35 El Informador, 8 de noviembre de 1917. 33 18 lana, fino y extrafino, capas, y sobretodos, con un gran surtido y a precios muy reducidos.36 Aunque comenzaba a cambiar lo moda, los almacenes comerciales de Las Fábricas de Francia y La Ciudad de México seguían anunciando una gran variedad de corsets y cubre corsets para señoras y señoritas. Al mismo tiempo que anunciaban pantalones, camisetas y camisas para mujeres, prendas que señalan un cambio en el modo de vestir femenino.37 No obstante la banalidad del anuncio publicitario de las casas comerciales barcelonnettes, los mensajes no dejaban de estar conectados con la realidad histórica y con la tragedia humana de la Primera Guerra Mundial. El 31 de diciembre de 1917, La Ciudad de México anunciaba la venta de juguetes fabricados en los talleres del “Juguete de Francia”, elaborados por soldados heridos y mutilados de la guerra, y que eran enviados especialmente para dicho almacén.38 Al lado de las noticias que daban cuenta de la guerra europea y de la revolución mexicana, se asomaban las trivialidades de la moda y las invitaciones al consumo de todo tipo de prendas y accesorios para el vestido en los anuncios comerciales, que insistentemente decían a los consumidores: “compre…compre” a “los precios más baratos del mundo”. A pesar de la guerra y la revolución la vida cotidiana de la población de Guadalajara seguía su curso, y a ésta La Ciudad de México le seguía ofreciendo “las últimas creaciones de París”, el más selecto surtido de telas finas para la primavera de 1918, velos, etaminas, ponge, chantung, georgette, entre otros artículos de fantasía, adornos, perfumes y confecciones.39 Ese mismo año dicho almacén también ofrecía el “más elegantes surtido de sombreros Stetson y Barsolino” en sus variadas formas y estilos, para hombres y niños y a precios muy reducidos.40 Las Fábricas de Francia no se quedaban atrás, también ofrecía las últimas novedades recibidas de París. El Nuevo Mundo, por su parte, anunciaba una gran variedad de paraguas, telas, puños, impermeables, además de corsés 36 El Informador, 16 de noviembre de 1917. El Informador, 25 de octubre de 1917. 38 El Informador, 31 de diciembre de 1917. 39 El Informador, 30 de abril de 1918. 40 El Informador, 29 de agosto de 1918. 37 19 buenos, baratos y de última moda, marca “Kabo” y “Le Mondain” en sus diferentes estilos, clases y precios.41 Por otro lado, Las Fábricas de México, de “M. Favier y Cía.” ofrecían a las señoritas el “traje estilo sastre” en su departamento de modas y confecciones, con faldas a la medida en casimires “modernísimos desde 9 pesos”. En tanto que la Ciudad de París promocionaba su “¡¡¡REALIZACIÓN!!!” de casimires, ponchos, cobertores, frazadas y colchonetas a precios de fábrica y al costo.42 Los dueños del El Nuevo París, por su parte, ofrecían a las señoras el mejor surtido en calicots finos y telas blancas francesas e inglesas a “precios verdaderamente bajos”.43 Fuente: El Informador, 30 de octubre de 1917 De esta manera, constatamos que el discurso de la modernidad y de la moda no se abandonó a pesar de la guerra europea y la revolución mexicana, el mundo de los negocios y de los consumidores se desarrollaba por otras vías, 41 El Informador, 14 de abril, 19 de mayo y 15 de septiembre de 1918. El Informador, 15 de septiembre de 1918. 43 El Informador, 16 de septiembre de 1918. 42 20 aunque en ciertos momentos las acciones de guerra y los acontecimientos revolucionarios llegaron a afectar seriamente la actividad económica de las casas comerciales barcelonnettes en Guadalajara. Los anuncios de las casas comerciales francesas en la prensa tapatía eran apoyados por artículos sobre la última moda en París en una sección de El Informador que se titulaba “Sección del Hogar”, y que posiblemente estaba financiado por el almacén de ropa La Ciudad de México, ya que al final de los artículos se recomendaba a los lectores acudir a dicha tienda para adquirir los productos referidos en el texto. El autor del artículo (anónimo) hablaba sobre los trajes de noche en las damas, en los cuales se volvía a utilizar conceptos como distinción, elegancia y buen gusto, pero donde la discreción y la sencillez de las líneas eran fundamentales, abandonando la exageración de los “trajes pomposos”, aunque permitiéndose ligeros toques de elegancia refinada.44 Fuente: El Informador, mayo de 1920. 44 El Informador, 13 de abril y 25 de mayo de 1919. 21 Con esta simplificación de la indumentaria femenina, posterior a la primera guerra mundial, comenzó un proceso de desnudamiento del cuerpo, ahora las mujeres enseñaban sus cuerpos delgados esculpidos por la práctica deportiva, los vestidos y trajes permitían más libertad de movimiento y eran mucho más ligeros, pues habían desechado el exceso de tela. Las imágenes se van incorporando a la publicidad comercial y a los discursos de la modernidad y de la moda, ya sea como dibujos o fotografías. En algunos de los anuncios comerciales se ven figuras de mujeres, con estos nuevos vestidos enseñando parte de sus cuerpos, sobre todo sus extremidades. 45 Los nuevos modelos de corsés se promocionan con dibujos de mujeres, primero en ropa interior, luego semidesnudas mostrando gran parte de sus cuerpos, algo impensable en la Guadalajara decimonónica.46 Como parte de este proceso de desnudez del cuerpo y de la seducción, surgió también la moda en las medias que cubren las piernas, preguntaba un anuncio al respecto: “¿Hay Quien Pueda Resistir Tal Encanto?”, entonces la elegancia en las medias eran los talones en punta o cuadrados, y los tonos “adorables y seductores”, que reflejaban las últimas creaciones del reino de la moda, provenientes de París y diseñadas por la famosa “Lucile”, ella era la creadora de las “exquisitas Medias Holeproof de Seda”, cuyas últimas creaciones eran de “lo más chic” y un sello de distinción y elegancia. Los agentes autorizados para la venta de dichas medias en Guadalajara fueron los almacenes de La Ciudad de México y Las Fábricas de México a finales de la década de 1920.47 45 El Informador, 15 de marzo y 24 de abril de 1920. El Informador, 25 de octubre de 1917 y 15 de junio de 1930. 47 El Informador, 27 de noviembre de 1928. 46 22 Fuente: El Informador, 9 de mayo de 1920. También aparecieron figuras masculinas elegantemente vestidas con trajes e impermeables. 48 Los niños y niñas también eran objeto de representación publicitaria con un extenso surtido de trajecitos, sweaters, vestidos, chambritas, gorros, polainas y zapatos, todo en diminutivo, hechuras modernas, estilos de moda, de punto, dril, panamá y casimir, sin faltar los trajecitos de marinero con pantalón largo, eso sí, todos a precios muy cómodos.49 48 49 El Informador, 9 de mayo de 1920. El Informador, 30 de diciembre de 1921, 3 de octubre de 1929 y 15 de junio de 1930. 23 Fuente: El Informador, 7 de noviembre de 1928 y 14 de julio de 1929. Otras imágenes que se incorporaron al discurso publicitario y que también constituyeron signos de modernidad fueron las modernas fachadas de los edificios de las casas comerciales francesas en Guadalajara. Estas imágenes ya eran utilizadas por estas negociaciones en hojas membretadas y en su correspondencia oficial y privada, pero no habían sido utilizadas en los anuncios comerciales sino hasta los inicios de la década de 1920. La primera imagen de este tipo fue de La Ciudad de México y se encuentra entre las astas de un vendado al lado de un texto que anuncia su departamento especial de peletería y toda clase de materiales para calzado, “con un surtido muy extenso y a precios moderados”.50 La imagen del edificio de El Nuevo Mundo apareció en la prensa hasta noviembre de 1928 anunciando un novedoso y gran surtido de telas de lana a bajos precios.51 Por su parte, Las Fábricas de Francia incorporan la imagen de su edificio a su publicidad el 14 de julio de 1929, al lado de la promoción de “una 50 51 El Informador, 14 de noviembre de 1920. El Informador, 7 de noviembre de 1928. 24 infinidad de bonitos regalos para su Carmen”, en referencia al santoral católico por ser el 16 de julio el día de la virgen del Carmen.52 De esta manera, el discurso de la modernidad no sólo se apoyaba en las palabras escritas, sino en las imágenes, y no sólo en las imágenes propias de la indumentaria sino de los objetos y de los edificios. La arquitectura moderna aportó otro elemento del discurso de la modernidad. Los socios de las casas comerciales francesas en Guadalajara, también eran socios de las principales compañías industriales del estado de Jalisco, de esta manera se incorporaron a este discurso los anuncios publicitarios con los edificios de las fábricas de la Compañía Industrial de Guadalajara y de la Compañía Industrial Manufacturera. La primera anunciaba sus fábricas de hilados y tejidos de algodón La Experiencia, Atemajac y Río Blanco, con sus productos consistentes en mantas crudas, calicots, percales, muselinas, telas de vichy, driles y otras, además de que menciona que tiene una planta eléctrica de 2,000 caballos de fuerza, con su domicilio en la Av. Madero núm. 226.53 La segunda, publicitaba sus fábricas denominadas Río Grande, La Sultana y El Salto, situadas en el municipio de Juanacatlán, Jalisco, y la fábrica Hércules, ubicada en Querétaro, también eran fábricas de hilados y tejidos de algodón que producían percales, muselinas, nansús, calicots, telas para camisas, telas de vichy, telas de color liso, telas para forros, driles de fantasía, lonas y mantas, entre otras. Además, la Compañía Industrial Manufacturera informaba al público lector que los únicos concesionarios para la venta de sus productos eran los almacenes de La Ciudad de México y El Nuevo Mundo.54 El discurso de la modernidad no sólo se apoyó en el lenguaje de los anuncio publicitario, también tomó como íconos los productos de la moda, los cuerpos humanos, y la arquitectura de los edificios de los almacenes comerciales y las modernas fábricas textiles. Por eso no fue extraño que el discurso modernizador tocara la arquitectura urbana, el diseño de las calles, avenidas y colonias, y finalmente la construcción y la imagen de las casas. A fines del siglo XIX y principios del XX aparecieron las primeras colonias modernas e higienistas 52 El Informador, 14 de julio de 1929. El Informador, 16 de septiembre de 1925. 54 Ibid. 53 25 en Guadalajara, las cuales constituyeron nuevas formas de organización social del espacio, introduciendo cambios en la urbanización, en la conformación y dimensión de las manzanas, y en el modelo arquitectónico, sustituyendo el antiguo patrón colonial por otros estilos y diseños traídos desde Europa y los Estados Unidos. Fuente: El Informador, 14 de mayo de 1920. 26 Hemerografía El Correo de Jalisco El Informador El Regional La Gaceta de Guadalajara Juan Panadero Revista Social y de Arte Bibliografía Caballero, Manuel, Segundo almanaque mexicano de artes y letras, 1896. Gamboa Ojeda, Leticia, “Comerciantes barcelonnettes de la ciudad de Puebla, 1890-1910”, en Revista La Palabra y el Hombre, núm. 70, abril-junio de 1989, Universidad Veracruzana, pp. 31-57. Olveda, Jaime, “Franceses y el afrancesamiento de Guadalajara a fines del siglo XIX”, en Carlos Martínez Assad (coordinador), De extranjeros a inmigrantes en México, México, UNAM, 2008, pp. 122-144. Palacio Montiel, Celia del, “La literatura en la prensa periódica de Guadalajara durante la Revolución (1910-1940)”, en Wolfgang Voght y Celia del Palacio, Jalisco desde la Revolución. Literatura y prensa, 1910-1940, Guadalajara, Gobierno del Estado de Jalisco/Universidad de Guadalajara, pp. 269-347. --------------- “Una mirada a la historia de la prensa en México desde las regiones. Un estudio comparativo (1792-1950)”, en Revista Digital de Historia Iberoamericana, 2009, vol. 2, núm. 1, pp. 80 http://revistahistoria.universia.net, consultada el 8 de octubre de 2011. --------------- La disputa por las conciencias. Los inicios de la prensa en Guadalajara 1809-1835, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, 2001, pp. 26-27 Valerio Ulloa, Sergio, Empresarios extranjeros en Guadalajara durante el Porfiriato, Guadalajara, Universidad de Guadalajara, 2002. 27