Unidad - centro de documentación del programa urbal

Transcripción

Unidad - centro de documentación del programa urbal
Presentación
Materiales didácticos
En el marco del Proyecto, se han editado el Manual de la Alumna, el Manual de la
Formadora y el Catálogo de Buenas Prácticas.
Tanto el Manual de la Alumna y de la Formadora han sido muy bien considerados,
por parte de todos los municipios socios, así como por parte de las alumnas de los
cursos presenciales.
Los manuales se han editado en castellano ya que era la lengua mayoritaria de los
municipios socios. Pero debido al curso presencial realizado en Torino, se tradujeron
al italiano.
Desde el municipio de Sâo Paulo está tratando de realizar la traducción al
portugués.
De esta forma, se conseguiría poder tener más beneficiarias indirectas del proyecto,
ya que llegaría a más mujeres.
Ambos manuales incluyen, además de la teoría, experiencias en primera persona de
mujeres que ejercen puestos de liderazgo ya sea a nivel político y/ o técnico.
La elaboración del Catálogo de Buenas Prácticas, estuvo a cargo de la Secretaría de
la Mujer de la Intendencia Municipal de Montevideo y la Red de Educación Popular
entre Mujeres de América Latina y el Caribe –REPEM- .
El material elaborado recopila buenas prácticas y experiencias de las mujeres para
aportar a los procesos de aprendizaje e identificación de oportunidades y obstáculos.
Fueron seleccionadas algunas estrategias que, traducidas en acciones o en
instrumentos específicos, han obtenido logros en términos de equidad.
Se seleccionaron cuatro ejes que complementan el material didáctico elaborado para
este proyecto:
•
•
•
•
El poder y las mujeres
La participación política de las mujeres
El empoderamiento
Aportes de las mujeres a la transformación de la cultura política.
La batería de materiales finalmente elaborada junto con un power point, conforman un
paquete didáctico, que ofrece diferentes alternativas y posibilidades para multiplicar,
fortalecer y dar continuidad a una línea de capacitación y formación política a la que
puedan acceder más mujeres desde los diferentes municipios. Esta valoración ha
resultado compartida tanto por las socias como por las destinatarias y alumnas de
este Proyecto.
Unidad 1
Unidad 1
Yo política: Guía para
la formación y capacitación
política para mujeres
Manual de
la alumna
Unidad 1
“Formación y capacitación política para mujeres electas”
URB-AL Red n12 “Mujer y Ciudad”
El equipo que ha diseñado y elaborado esta guía está formado por:
- Maria Dolors Renau i Manen.
- Amor del Álamo Margalef.
- Lidia García Chicano.
- Lluïsa Moret Sabidó.
- Neus Gómez Matarán.
-
-
-
-
Sonia Guerra López.
Sonia Ruiz García.
Luz Martínez Ten.
Rosa Escapa Garrachón.
Autoras:
- Rosa Escapa Garrachón. (Coordinación).
- Luz Martinez Ten. (Elaboración y textos).
Este documento se ha realizado con asistencia financiera de la Comunidad Europea. Los puntos
de vista que en él se exponen reflejan exclusivamente la opinión del equipo del proyecto y, por
tanto, no representan en ningún caso el punto de vista oficial de la Comisión Europea .
320
E743y
Escapa Garrachón, Rosa
Yo política: guía para la formación y capacitación política
para mujeres. Manual de la alumna / Rosa Escapa
Garrachón, Luz Martínez Ten. – 1 ed. – San José, C.R. :
FUNPADEM, 2006.
512 p. : 20 X 29 cm.
ISBN: 9968-875-30-9
1.Mujer – Formación Política. 2. Mujeres en la Política.
3. Mujer – Participación Política. I. Martínez Ten, Luz. III.
Título
Diseño y Maquetación:
Fundación para la Paz y la Democracia (FUNPADEM), Costa Rica
Anabelle Rodríguez, Coordinadora
Jania Umaña, Diseñadora
Gestión:
Escuela Superior de Investigación Comercial y Marketing (ESIC)
Unidad 1
Este trabajo está dedicado a todas las mujeres que
han aplicado sus saberes y esfuerzos al “bien público”
a menudo desde la más completa invisibilidad. Ojalá
pronto sus trabajos aparezcan a la luz pública.
Presentación
La igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres tanto en el
espacio público como en el privado es uno de los retos del siglo XXI,
puesto que la igualdad de derecho no se ha correspondido con una
igualdad de hecho como muestran las estadísticas mundiales. Y a
pesar que en algunos ámbitos los datos nos hacen ser optimistas, en
otros, como por ejemplo la política, todavía queda mucho trabajo por
realizar. En este sentido, creemos que los materiales que presentamos
son un paso importante para la incorporación de la mujer en el ámbito
público, para consolidar liderazgos femeninos, y para el desarrollo de
una ciudadanía plena.
Presentación
Presentación
Es muy importante que las mujeres tomen la voz y la palabra en política,
especialmente en las administraciones locales, que están íntimamente
ligadas con la vida diaria de ciudadanas y ciudadanos. Únicamente de
este modo conseguiremos una verdadera democracia paritaria, en la que
las necesidades e intereses de mujeres y hombres estén representadas
en igualdad de condiciones.
Los manuales que presentamos, junto al Catálogo de Buenas Prácticas,
son los documentos base para la impartición de los cursos presenciales
que se realizarán en Barcelona (mayo 2006), Montevideo (junio 2006),
San Salvador (julio 2006) y Torino (septiembre de 2006) y de los cursos
on-line, que se realizan en el marco del proyecto Formación y capacitación
política para mujeres, coordinado por el Ayuntamiento de Sant Boi de
Llobregat. Desgraciadamente, a los cursos no podrán asistir todas las
mujeres que lo han solicitado, y con las que a nosotras nos gustaría
compartir estas experiencias, pero, en este sentido, creemos que es
importante el efecto multiplicador que tendrá el Manual de formación
para formadoras, que podrá ser utilizado por otras mujeres y aplicado a
otras realidades locales y supralocales. La difusión de la experiencia de
Sant Boi y de las ciudades socias que colaboran en el proyecto puede
convertirse, a su vez, en una buena práctica que mujeres de otras
organizaciones e instituciones tengan en consideración para aplicarla a
sus municipios.
Montserrat Gibert Llopart,
Alcaldesa de Sant Boi de Llobregat
Amor del Álamo Margalef,
Regidora Ponente de Programas
Transversales de Sant Boi de Llobregat
Presentación
Barcelona, abril de 2006
Me complace presentar los materiales de formación y capacitación
política elaborados en el proyecto ‘Yo, Política’ del programa europeo
URB-AL de cooperación, dirigido a instituciones locales de la Unión
Europea y de América Latina y en el que la Diputació de Barcelona
administra la red temática núm.12 que lleva por título: La promoción
de las mujeres en las instancias de decisión local.
Como socios del proyecto, el Área de Igualdad y Ciudadanía de la
Diputació de Barcelona ha contribuido cimentando y llevando a la
práctica lo que en un principio fue una idea surgida de constatar la
necesidad formativa de las mujeres en la esfera política y especialmente
en el mundo local. No se trata únicamente de una formación teórica y
conceptual, sino que se pretende favorecer la presencia y participación
activa de las mujeres en los procesos políticos, así como ofrecer nuevos
modelos de liderazgo.
Presentación
Presentación
La limitada participación de las mujeres en el ámbito público y en el
de la representación política; su infrarrepresentación en la toma de
decisiones; su escaso mantenimiento en puestos de responsabilidad
y en ocasiones también el aislamiento al que deben hacer frente las
mujeres que brindan tiempo y dedicación a la práctica política - en
los gobiernos locales, desde puestos de decisión técnica y política, en
partidos políticos, en asociaciones y entidades comunitarias…- son
elementos que han sido diagnosticados como obstáculos y que deben
ser modificados para la consecución de una sociedad en la que mujeres
y hombres contribuyan por igual.
En este sentido, el proyecto piloto “Formación y capacitación política
para mujeres” (conocido como Yo, Política) aporta soluciones o nuevas
formas de hacer a partir del intercambio de conocimientos y experiencias
de mujeres europeas y latinoamericanas del mundo local y sobre todo
mediante la aplicación práctica de la formación y capacitación política.
Una formación diseñada desde la puesta en común de prácticas
colectivas e individuales y buscando recoger, visibilizar y poner en
valor las aportaciones de las mujeres a la construcción de una plena
ciudadanía. Un proyecto que verá su continuidad en un centro de
formación permanente promovido por la Diputació de Barcelona.
Tanto si tienes los manuales de formación y capacitación política entre
tus manos, como si has tenido acceso a ellos por Internet; seas alumna
o formadora, deseamos que te sean útiles y prácticos y que a todas os
animen a participar en política.
Imma Moraleda Pérez
Presidenta Delegada Área de Igualdad y Ciudadanía
Diputació de Barcelona
Presentación
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Éste es un material precioso.
Detrás de cada página, detrás de cada frase, se acumulan horas de
trabajo, una cantidad ingente de pensamiento feminista, mucha y difícil experiencia política y la firme voluntad de trabajar para que las
mujeres puedan actuar, en todos los ámbitos de su vida pública y privada, como ciudadanas de primera. Es, en cierto sentido, un compendio de saberes y de experiencias formuladas de tal manera que sirva
para destruir este muro infranqueable que, durante tantos años, ha
separado a las mujeres de la vida política. Una vida que, en definitiva,
condiciona la individual y la dimensiona en cada momento histórico.
Esta vida les ha sido largamente negada a las mujeres, y con ella, su
plenitud “humana”.
Introducción
Introducción
Éste es un material precioso porque ha sido diseñado y realizado con
conocimiento de causa, sintetizando muchos saberes y recogiendo experiencias que, tal vez por muy vividas y novedosas, no han logrado
todavía encarnarse en una formalización sistemática, pedagógica y
asequible. Transformar los saberes académicos y los saberes vitales en
materiales de trabajo no es tarea fácil, pero esta primera experiencia
que ponemos en vuestras manos muestra que no sólo es posible, sino
necesario. Y profundamente enriquecedor, tanto desde el punto de vista intelectual como personal.
Este material constituye la base de los Cursos de formación política
para mujeres que, gracias al proyecto Formación y capacitación política para mujeres, va a permitir experimentar y analizar la bondad
de unos métodos novedosos que van a enriquecer el largo diálogo que
mantenemos desde el inicio de la Red 12 Urbal (Promoción de las mujeres en las instancias de poder local). Debe servirnos, a todos los miembros de esta amplia Red, para disponer de un primer instrumento que
refuerce y apuntale este gran puente que estamos construyendo entre
mujeres latinoamericanas y europeas de forma conjunta.
Esta tarea va a servir para que, con la presencia de mujeres formadas,
éticas y decididas, la política llegue a ser lo que siempre debería ser:
un instrumento de convivencia, tolerancia e igualdad. Un instrumento
que permita a todos los seres humanos desarrollarse como personas
y convivir enriqueciéndose de las diferencias. Que haga de cada ser
humano, sea hombre o mujer, una persona que pueda desarrollar plenamente su potencial ciudadano y fraternal.
Ma Dolors Renau
Comisionada de Presidencia para los Programas
Internacionales de Igualdad y Ciudadanía de
la Diputació de Barcelona
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Unidad 1
12
Presentación…………………………………………………………..……..….. 9
Introducción………………………………………………………………….....11
Unidad I: Mujer, política y democracia. Perspectiva feminista de
la participación política de las mujeres………………………...…..…… 23
Indice
Presentación………………………………………………………………....….. 7
Presentación de la unidad……………………………………….……………25
Objetivos de la unidad………….………………………………………………25
1.- Feminismo, política y democracia………………...………….………..26
2.- Barreras y obstáculos para las mujeres en la cultura política…..33
3.- Política, feminismo e izquierdas………………………...…….………...35
4.- Feminismo y agenda política……………………………………………..36
Resumen de la unidad ……………………......………………………….….41
Unidad II: Revisión histórica del feminismo. El feminismo como
filosofía política. El feminismo como movimiento político..................51
El movimiento de mujeres. Asociaciones y redes …………………...... 53
Primera parte. La primera ola. El feminismo ilustrado. ……….…...…55
Presentación de la unidad……………………………………………...…... 55
Objetivos de la unidad………….………………………………………………56
1.- Los antecedentes del feminismo. Discursos a favor
de las mujeres…..........................................................................…..57
2.- Las tres grandes etapas del feminismo…………………………….....60
3.- La primera ola. El nacimiento del feminismo……………………..…61
3.1.- Los inicios del feminismo. La Revolución Francesa y los
cuadernos de quejas………...……..…………………………………...62
3.2.- Con nombre propio: Olimpia de Gouges y Mary
Wollstonecraft..........................................................................66
3.3.- Cronología de la revolución y las reivindicaciones de
las mujeres..............................................................................69
Resumen de la unidad. Primera parte …………………………………….73
13
Indice
Segunda parte. La segunda ola. El feminismo liberal…...………….…83
Presentación de la unidad…………………………………………………....85
Objetivos de la unidad………….………………………………………………85
1.- El siglo XIX. La segunda ola del feminismo…………………….…….86
2. Los inicios del feminismo norteamericano.
La Declaración de Séneca Falls…….............................................….88
3.- El sufragismo en Inglaterra………………………………………………91
4.- El sufragismo en España……………………………………………….…94
5.- El sufragismo en América Latina…………………………………...…..98
6.- Historia del feminismo en América Latina…………………………..100
Resumen de la unidad. Segunda parte ………………………………….113
Tercera parte. El feminismo después de la
Segunda Guerra Mundial…............................................................123
Presentación de la unidad……....…………………………………………..125
Objetivos de la unidad………….…………………………………………….125
1.- La aportación de Simone de Beauvoir………………………….……126
2.- Betty Friedman. La mística de la feminidad………………..………127
3.- Algunas fechas clave en el recorrido histórico de la
reivindicación de los derechos políticos de las mujeres……….….….128
Resumen de la unidad. Tercera parte ……………………………………141
Unidad III: Los feminismos contemporáneos.
Debates y tendencias actuales…....................................................149
Presentación de la unidad…………………………………………………..151
Objetivos de la unidad………….…………………………………………….151
1.- Feminismos y años setenta……………………………………….……152
1.1.- Feminismo liberal………………………………...…….……..156
1.2.- Feminismo Radical……………………………..........………156
1.3.- Feminismo y socialismo………….....…..........……………158
14
Indice
2.- Los nuevos feminismos…………………………………………………..158
2.1.- Feminismo de la diferencia…………………...……………………...159
2.2.- Feminismo institucional…………………….…..…………..161
2.3.- Ecofeminismo……………………………..............…………162
2.4.- Ciberfeminismo………………………….……………....…….163
Resumen de la unidad……………………………………………...……....165
Unidad IV: Perspectivas sobre la participación y la exclusión de
las mujeres en el ámbito político…………………………………………..183
Presentación de la unidad…………………………………………………..185
Objetivos de la unidad………….……………………..……………….…….185
1.- La lucha por la igualdad y el techo de cristal.
Breve recorrido histórico por la reivindicación de los derechos
políticos de las mujeres……................................………………………186
2.- Como reconocer las trampas del techo de cristal.
Obstáculos para la participación política de las mujeres…………...190
2.1.- Primer obstáculo: La división de espacios en la vida
pública y privada. ¿Las mujeres podemos aspirar a participar
en el espacio político sin renunciar a la vida privada?..........191
2.1.1.- ¿Quién concilia?..............................................192
2.1.2.- ¿Se adaptan las organizaciones políticas
a la conciliación?.........................................................193
2.1.3.- ¿Quién negocia para sostener el equilibrio entre
la esfera pública y privada?........................................194
2.2.- Segundo obstáculo. Los modelos de socialización de
las mujeres y los hombres. ¿Cómo nos influye la socialización
en la relación con el poder?..................................................195
2.2.1.- Educación y liderazgo……………..……………….196
2.2.2.- Proyección de futuro………………........………...197
2.3.-Tercer obstáculo. Las jerarquías de las organizaciones
políticas. ¿Somos elegidas las mujeres para ocupar
puestos de responsabilidad?................................................198
2.4.- Cuarto obstáculo. La ausencia de modelos y la falta de
experiencia de las mujeres ¿Tenemos modelos que nos sirvan
de referencia para la práctica política?.................................199
15
Indice
2.5.- Quinto obstáculo. La ausencia de contenidos de género
en las agendas de los partidos ¿Están los temas que nos
interesan en las agendas políticas?......................................200
2.6.- Sexto obstáculo. Las estructuras jerárquicas y con
prácticas de gestión política poco transparentes.
¿Están claras las reglas de participación en las
organizaciones políticas?......................................................201
2.7.- Séptimo obstáculo. El lenguaje sexista ¿Discrimina el
lenguaje a las mujeres?........................................................201
2.8.- Octavo obstáculo. El tratamiento de la imagen de la
mujer política en los medios de comunicación.
¿Nos tratan de la misma forma los medios de
comunicación?.....................................................................202
2.9.- Noveno obstáculo. Los métodos de liderazgo y
negociación. ¿Existen los mismos códigos de negociación?...202
2.10.- Décimo obstáculo. La falta de credibilidad política…..203
3.- Estrategias e instrumentos para favorecer la participación de
las mujeres en la política local….…………….……...........……………..203
Resumen de la unidad…………………………..……………...........…....211
Unidad V: La participación política de las mujeres en los
gobiernos locales…........................................................................219
Presentación de la unidad…………………....……………………………..221
Objetivos de la unidad………….…………………..………………….…….221
1.- Presentación……..………………….……………………………………..222
2.- Mujer y ciudad. La perspectiva de género………………...………..223
3.- Claves para la incorporación de la perspectiva de género en
el gobierno de las ciudades…………………………...…………………….225
4.- Instrumentos para desarrollar políticas de igualdad de
género en el ámbito local................................................................227
I: Instrumentos políticos generales……...………..………………227
II: Instituciones administrativas: estructuras, mecanismos
y recursos………...................................................................228
III: Instituciones participativas…………………………...…...…..229
16
5.1.- Una vida libre de violencia de género……...……………..233
5.2.- La promoción de los derechos
económicos y sociales de las mujeres desde las políticas
locales……………………………………………………..........……...237
5.3.- Políticas locales a favor de los derechos sexuales y
reproductivos de las mujeres……………………………………….238
5.4.- Las mujeres como agentes de desarrollo local……...…..239
Indice
5.- Políticas de fortalecimiento de los derechos de las mujeres
en el ámbito local…........................................................................230
6.- Propuestas para el desarrollo de políticas en urbanismo,
transporte, seguridad ciudadana y vivienda…………….........……….242
Resumen de la unidad………………...................……………………....251
Unidad VI: Hacia un nuevo liderazgo político…………....…………….261
Presentación de la unidad……………………...................……………..263
Objetivos de la unidad………….………..............………………….…….263
Introducción………….…………..............……………………….………….264
1.- Definición y características del liderazgo……………………………265
1.1.- La influencia personal………………………………………..266
1.2.- La acción del liderazgo se ejerce con el fin de conseguir
una determinada meta o metas…………………….......……….268
1.3.- La acción de liderazgo puede ser puntual……..…………268
2.- Estilos de liderazgo………………......................…………………….269
3.- Aprendiendo a ser líderes. Propuestas para la actuación……….272
3.1.- Que debemos aprender para liderar……………………….272
3.2.- Quién nos puede enseñar cómo ser lideres………….…..272
4.- Propuestas para la construcción del liderazgo político
de las mujeres….............................................................................273
Resumen de la unidad…................……………………………………....277
Unidad VII: Desarrollo de habilidades para la práctica política .
Visión estratégica de género. Comunicación…………......…………….295
17
Indice
Presentación de la unidad…………...……..........………………………..297
Objetivos de la unidad………….………………….................…….…….297
1.- La comunicación en la acción política……………………………….298
2.- Comenzando por el principio. ¿Que es la comunicación?..........298
2.1.- Elaboración de la idea que queremos comunicar….….299
2.2.- Codificación o traducción de esa idea a palabras,
imágenes, gestos o cualquier símbolo adecuado para la
transmisión………........................................………………….300
2.3. –Transmisión del mensaje elaborado mediante
el método elegido…..............................................................301
2.4.- Recepción del mensaje por las personas a las que
nos dirigimos……….............................................................301
2.5.- Decodificación del mensaje para que sea entendido…..301
2.6.- Utilización del mensaje por parte de la persona que
lo recibe…………...............................................................….302
3. ¿Qué elementos componen la comunicación?.............................302
4.- Modalidades de comunicación………….........………………………304
4.1.- El lenguaje escrito…………….........…………………………305
4.2.- La comunicación oral………………………………………...308
4.2.1.- Como preparar un discurso………………..………308
4.2.2.- Como dirigirnos al auditorio…………........……...311
4.2.3.- Cómo construir un discurso improvisado…......313
4.3.- La comunicación no verbal……..…………………………..313
5.- Las mujeres en los medios de comunicación…………..…………..316
Resumen de la unidad……………………….……………………………...319
Unidad VII: Planificación desde la perspectiva de género……………327
Presentación de la unidad…………………………………..………………329
Objetivos de la unidad………….………………………………...………….329
1. La importancia de planificar. Planificar para actuar……………...330
2.- La planificación estratégica desde la perspectiva de género……330
3.- Definición y niveles de planificación………………….………………332
4.- Objetivos y claves para la planificación desde la perspectiva
de género………..............................................................................334
18
4.2.- Claves para la planificación con perspectiva de
género……..........................................................................336
5.- Fases de la planificación de proyectos……………………………… 339
Primer paso. Diagnostico de situación. Definiendo
problemas y necesidades…...................................………. 339
Indice
4.1.- Objetivos de la planificación con perspectiva de
género................................................................................335
Segundo paso. Definir los objetivos……………………….…… 347
Tercer paso. Describir las actividades y tareas que vamos a
realizar para alcanzar nuestros objetivos…........................ 351
Cuarto paso. Asignar los recursos y los medios……..……… 355
Quinto paso. Implementación. ……….………………………… 356
Sexto paso. Seguimiento, control y evaluación…….....…… 356
Resumen de la unidad………………....……………………………….... 359
Unidad IX: Desarrollo de habilidades para la práctica política.
Competencias emocionales y resolución de conflictos desde la
perspectiva de género……….....................................................…...371
Presentación de la unidad…………………………………………………. 373
Objetivos de la unidad………….…………………………………….……. 373
1.- Inteligencia emocional y perspectiva de género…………..……… 374
2.- Autoestima, inteligencia y competencia emocional……..………. 378
3-. Resolución de conflictos…………..….………………….……………. 386
3.1.-.El conflicto como proceso……………………………..….. 387
3.2.- Los pasos en la confrontación y resolución del
conflicto..............................................................................388
3.3.- El conflicto desde la perspectiva de género. …..……….388
3.4.- Identificación del conflicto y de las técnicas de
dominación............…..........................................................391
Resumen de la unidad…………………...........……………………………397
19
Indice
Unidad X: Desarrollo de habilidades para la práctica política.
Dirección de equipos humanos, redes y negociación.
Aproximación a la toma de decisiones............................................417
Presentación de la unidad…………………………………..………………419
Objetivos de la unidad………….………………………………………….…419
1.- Redes de apoyo……….………………………….…………...……….….420
1.2.-El pensamiento en red………………………….......………..420
1.3.-La red como estructura…………………………………….....421
1.4.- Tipos de redes…………………………………………………..423
1.5.- Las redes de apoyo…………………………………......…… 424
1.6. -Funciones de las redes………………….……………………425
2.- Organización democrática y equipos de trabajo.……...………… 427
2.1.- Variables que configuran el equipo de trabajo…...…… 428
2.2.- Cómo coordinar equipos……….…………………………… 429
2.2.1.- Coordinación democrática y participativa……...429
2.2.2.- Claves para liderar el equipo……………………….430
3.- Resolución de problemas y toma de decisiones……..…………… 434
4.- Dirección de reuniones……………………...………...……………… 435
4.1.- La preparación. …………….......………………….............436
4.2.- Inicio de la reunión. ………..………………………….........437
4.3.- Transcurso de la reunión. …………………………………..438
4.4.- Cierre de la reunión…………………………………............438
5.- Cómo negociar. …………………………………...............................439
5.1.- Prepararnos para negociar..…………………………….......440
5.2.- Proceso de la negociación………………………................440
5.2.1.5.2.2. 5.2.3. 5.2.4.-
Inicio de la negociación.…….……...................440
Propuesta e intercambio…….…......................441
Intercambio de propuestas....…….............…..442
Cierre y acuerdo. ……………….......................442
5.3.- Estilos de negociación. …………………………….......................442
Resumen de la unidad………………………………………………………..445
Unidad XI: Instrumentos para la práctica de las políticas
de género.......................................................................................453
Presentación de la unidad……………………….............…………….....455
Objetivos de la unidad………….…………………………………………...455
20
2.- Definición y características de las políticas de género...............458
3.- Las estrategias de intervención de las políticas de género.........459
3.1.- La igualdad de oportunidades......................................460
3.2.- La acción positiva como estrategia política...................462
3.2.1.- Ejemplos de medidas positivas en el ámbito
político. Las cuotas, la paridad y el
empoderamiento..........................................................465
A/ Empoderamiento.........................................465
B/ Las cuotas..................................................467
C/ Paridad.......................................................467
Indice
1.- Antecedentes históricos de las políticas de igualdad..................456
3.3.- Mainstreaming o políticas transversales
de género.............................................................................470
3.3.1.- Implementación................................................473
3.3.2.- Metodologías....................................................474
3.3.3.- Requisitos........................................................474
3.3.4.- Ejemplo de análisis de transversalidad en
política general. Transportes.......................................474
3.4.- Estrategia dual............................................................478
3.5.-Los Planes para la Igualdad. Políticas específicas
destinadas a las mujeres......................................................478
3.5.1.- Reflexiones sobre la implementación................479
3.5.2.- Los riesgos.......................................................479
3.5.3.- Áreas de actuación...........................................480
Resumen de la unidad……………………………………………………….485
Anexos……………………………………………….……………………….....493
21
Unidad 1
Unidad I
Mujer, política y democracia. Perspectiva feminista de la
participación política de las mujeres
Presentación de la unidad
Objetivos de la unidad
1.- Feminismo, política y democracia
2.- Barreras y obstáculos para las mujeres en la cultura política
3.- Política, feminismo e izquierdas
4.- Feminismo y agenda política
23
Mujer, política y democracia. Perspectiva feminista de la
participación política de las mujeres
Presentación de la unidad
Los actuales objetivos, los valores y las formas de realizar la política
responden a una larga tradición de ausencia total de las mujeres en la
política y de monopolio de ésta por parte de los varones. Esta ausencia
no tiene justificación posible, ni en términos de democracia, ya que
ésta no será real ni representativa mientras no participen las mujeres, el 50% de la población, ni en términos del valor que las mujeres
aportan a las tareas de producción y reproducción, ni en términos
históricos. El feminismo, en su larga lucha por el reconocimiento de la
inmensa aportación de las mujeres en la historia, plantea una nueva
forma de enfocar el quehacer político, colocando en el centro de las
decisiones políticas los intereses, valores y aportaciones de la mitad de
la humanidad: las mujeres.
Unidad 1
Unidad I
En esta primera unidad, comenzaremos descifrando la relación que
existe entre feminismo y política en el marco democrático e intentaremos aportar las claves ideológicas sobre las que se asienta este material
formativo. Para hacerlo nos hemos basado en las reflexiones de Dolors
Renau en torno a la participación política de las mujeres, así como en
el capítulo “Las mujeres en la política” escrito por Dolors Renau y Sara
Berbel en Sí. Tú puedes del programa URB-AL.
Objetivos de la unidad
- Relacionar el feminismo con diversos conceptos políticos.
- Tomar conciencia del extrañamiento de las mujeres ante un
modelo político masculino.
- Marcar las líneas que definen una política de izquierdas feminista.
- Definir las prioridades de la agenda política desde la perspectiva
de género.
25
Unidad 1
La revolución que ha liberado a
las mujeres occidentales de una
sujeción ancestral es ciertamente
la más profunda y la más durable
de todas las que se han sucedido
en los tiempos modernos.
Sylviane Agacisnsky
1.- Feminismo, política y democracia
El feminismo como movimiento social ha articulado un proyecto político con una decisiva influencia en los gobiernos democráticos, una gran
capacidad para la transformación social y una enorme trascendencia
para cambiar el sentido de la vida del conjunto de la humanidad. Con
el fin de comprender la dimensión y el alcance del feminismo, como
práctica política, vamos a analizar su significado en relación con otras
variables y conceptos sociales:
Feminismo: El feminismo es una opción política que permite una lectura de la realidad distinta de la vigente, y pone en
marcha medidas de transformación del conjunto de la sociedad,
cuestiona las prioridades de la vida colectiva y la actual praxis
política y entraña una dimensión ética que enlaza con el concepto de política entendida como servicio a la colectividad.
Feminismos: No existe un único modelo de feminismo, sino diversas formas en las que se expresa una misma opción. Sin
embargo, los feminismos tienen algo en común: es una opción
que cuestiona las estructuras sociales vigentes; que pone en
entredicho, aunque sea de forma larvada, los valores y prácticas del sistema patriarcal, mientras se abre paso en el seno de
este mismo sistema apoyándose en nuestra cultura occidental
sobre conceptos como ciudadanos, igualdad, acceso igualitario
o bienes sociales.
El Feminismo en la historia: El feminismo tiene tras de sí una
larga historia, no es un fenómeno reciente ni exclusivo del mundo occidental. Ha ido construyéndose venciendo siempre enormes dificultades prácticas y teóricas, en un constante esfuerzo de definición que se ha ido abriendo paso gracias a experiencias concretas enraizadas en cada época: época que ha marcado
los objetivos a alcanzar, a veces de forma divergente y mediante
pluralidad de manifestaciones (desde las sufragistas hasta las
1. El concepto feminismo se desarrolla de forma más extensa en el segundo capítulo de la guía.
26
Feminismos y alianzas: El feminismo se ha debatido contra
las estructuras sociales existentes, pero también contra las estructuras mentales de las propias mujeres que han interiorizado
los modelos sociales y de relaciones patriarcales, con su correlato de autoexigencia constante, responsabilidad y culpa. A la vez,
el feminismo se ha aprovechado y ha sido capaz de aliarse con lo
más vivo del pensamiento progresista y con las prácticas políticas de signo innovador. Y lo ha hecho mediante su esfuerzo por
universalizar los derechos alcanzados por y para las minorías
privilegiadas que, como en el caso del voto, corresponden primero a las clases económicamente pudientes, después a todos los
varones y sólo finalmente, y gracias al esfuerzo de las mujeres,
a todos los seres humanos.
Unidad 1
librepensadoras, dentro o fuera de los partidos, acentuando la
necesidad de acceso a la igualdad en el uso de los bienes sociales o acentuando aspectos diferenciales para construir la propia
identidad…).
Feminismo y crítica social: El feminismo cuestiona la realidad
existente al revisar el papel que la mujer ocupa en el entramado
de la vida social y que hace que cualquier reivindicación, transformación o planteamiento que ella realice para mejorar su vida
o cambiar las condiciones de la misma (buscar su libertad o
la igualdad de derechos), traiga consigo un cuestionamiento de
las propias estructuras sociales en las que está inmersa y que
fundamenta su situación de inferioridad. Por esta razón, la discriminación de la mujer no puede ser contemplada al margen de
las estructuras sociales.
Feminismo e identidad femenina: El feminismo tiene la intención de descubrir la propia identidad femenina. Una voluntad
nueva, distinta de la que ha venido siendo definida por aquellos
que han tenido en sus manos el poder de precisar, dar nombre,
atribuir lugares y posiciones sociales, etc en definitiva de aquellos que han detentado el poder, que han tenido la palabra en un
mundo construido a su imagen y semejanza. Este debate-indagación-construcción de la propia identidad, oscila entre la búsqueda de una manera de ser diferente a la masculina, basada en
aquellos rasgos no compartidos y la búsqueda de una igualdad
de derechos en todos los campos de la vida humana. Cada una
de estas aproximaciones ha dado lugar a distintos tipos de discursos y también de prácticas organizativas y políticas.
27
Unidad 1
Feminismo, teoría y práctica: Existe un feminismo difuso que
impregna la vida cultural y social de los países sin que exista un
reconocimiento explícito de su origen esforzado y militante, un
feminismo que no es reconocido como tal, sino que gracias a su
aparente normalidad, a la penetración que ha logrado en la vida
diaria, es considerado por la mayoría de la ciudadanía como algo
“obvio”. En el otro extremo de un amplio espectro hallamos el
feminismo militante, consciente, voluntarioso y a menudo minoritario que explicita sus orígenes y principios inspiradores,
sus argumentos como avanzadilla de transformaciones sociales,
constructoras de una nueva identidad para las mujeres.
Ambos feminismos, con todos los matices y gradaciones posibles, conviven y se relacionan aquí y ahora, como no podía ser
menos, en una sociedad democrática y plural, dando lugar a
posiciones diversas respecto a las grandes cuestiones del poder,
de los partidos políticos, la maternidad, etc.
Sin embargo, todos los feminismos tienen en común la voluntad
de defensa y promoción de las mujeres.
Feminismo y pacto social: El pacto hombre-mujer debe abordar, además de los aspectos sociales, económicos y políticos que
han configurado las exigencias del feminismo basadas en la voluntad de la igualdad de oportunidades, la vida de la domesticidad, la vida cotidiana, los tiempos y los espacios donde se
produce la vida diaria.
El pacto social debe realizarse también entre las propias mujeres y debe proporcionar bases comunes de actuación, reforzar
las tareas y propiciar los liderazgos.
Feminismo y poder: El poder, al contrario de la imagen más
superficial que de él tenemos, no es algo simple, monolítico y
de producción vertical. Es algo más difuso y complejo que cobra
forma en todos los sentidos de la vida. La relación del movimiento feminista con el “poder” siempre ha sido conflictiva. Actualmente, dada la alta capacidad de autocrítica que tienen los
movimientos de mujeres, el feminismo se halla inmerso en un
debate sobre el poder, su naturaleza y su legitimidad.
Las principales tendencias teóricas del feminismo con respecto
al poder son:
1.- Hay que hablar del poder. Esta postura teórica se
basa en la idea de que lo importante no es ejercer el poder. Tampoco se trata de crear un discurso unitario de
todas las mujeres contra el poder ni sobre el poder. Se
trata, sencillamente, de tener un discurso claro que se
28
2.- Hay que enfrentarse al poder. Las mujeres que lideran esta postura consideran que no puede actuarse de
forma ética con la actual teoría política. Piensan que la
política moderna ha fracasado al no conseguir la emancipación de las mujeres ni de otros grupos. Creen que
deben cambiar las categorías fundamentales en que se
basa la política para dar cabida a las experiencias concretas de las mujeres. El feminismo debe, por tanto,
romper con la tradición moderna y elaborar una teoría
política diferente que salve la ética.
Unidad 1
introduzca en todas los lugares donde el poder se ejerce.
Se le ha criticado que, desde esta perspectiva, la práctica feminista se reduce a ser nada más que una conciencia crítica, perdiendo toda posibilidad de acción.
3.- Hay que tomar el poder. Esta línea de pensamiento
es heredera de los ideales ilustrados de igualdad y universalidad que defiende la teoría política moderna y se
opone, por tanto a la corriente anterior. Las mujeres no
deben renunciar al poder, sino construir una teoría política sobre él que responda a los ideales emancipatorios
de las mujeres. Hay que luchar por el poder allí donde
esté presente. Según esta tendencia la única forma de
mejorar las cosas es participando en ellas, porque sólo
así las mujeres podrán decidir en función de sus intereses de género.
En la actualidad, una corriente mayoritaria entre mujeres parece apostar por esta última tendencia y se ha
propuesto el objetivo de alcanzar el poder político, pero
definiendo el poder de un modo diferente al tradicional
y dentro de un marco más amplio de reivindicaciones
que incluya la igualdad real de oportunidades, el reparto de las tareas domésticas, dar valor al cuidado de
los seres humanos y repartir el poder. En definitiva, no
renunciar al poder pero ejercerlo desde un nuevo contrato social.
Feminismo y paz: “Las mujeres no están esencialmente comprometidas con la paz. Aunque hasta una filósofa tan crítica e
ilustrada como Beauvoir haya llamado varonil al sexo que mata
y femenino al sexo que da la vida, eso no pasan de ser apelaciones retóricas que sólo cierta mística diferencialista puede tomar
como si fueran conceptos. Pero, aunque no sean esencialmen. Texto. Valcárcel, Amelia. “Qué es y qué retos plantea el feminismo” en: Sí. Tú puedes. Formación Política de
mujeres.
29
Unidad 1
te pacíficas ni tampoco lo sean funcionalmente en un sistema
jerárquico patriarcal -porque cada mujer usa su capacidad de
violencia con quienes son débiles aunque sean de su mismo
sexo y porque la disposición atomizada hace que cada una, con
independencia de su voluntad, apoye la violencia de los varones
propios- en una sociedad imparcial las mujeres nada tienen que
ganar con la violencia. La democracia, que es ella misma una
manera de evitar la violencia y remitir al principio de mayorías
guiando éticamente las decisiones, que en ocasiones puede y
debe ser violenta hacia el exterior, tiene que disminuir al máximo la violencia interna. Y no termina su acción cuando evita la
violencia política y civil, sino que está obligada a preservar a sus
ciudadanos lo más posible de su capacidad de violencia mutua.
Esto es, tiene el deber de ser segura. Por otra parte, el florecimiento de formas civilizadas de vida es sólo esperable allí donde
la violencia externa e interna del estado no ocupe demasiado
lugar en el imaginario colectivo. La paz vuelve “femeninos” a
los pueblos, decían ya los historiadores romanos conservadores.
Esto que ellos escribían como una severa crítica, podemos afirmarlo como una firme convicción de las democracias avanzadas.
Los valores que la paz promueve, la convivencia, el cuidado de
las personas, la vida placentera... no son esencialmente femeninos, sino que son apetencia común en sociedades que pueden
permitírselos. Dejo para mejor ocasión profundizar este tema
porque, por su enjundia, no cabe despacharlo sin más. Pero
adelanto que el feminismo puede constituirse en garantía de
paz, del mismo modo que está absolutamente empeñado en la
desaparición de la violencia de género y las violencias individuales. Pueden las mujeres libremente reclamar las armas dentro
de los ejércitos y puede el feminismo colectivamente exigir una
sociedad pacífica e internamente desarmada. Allí donde la capacidad de ejercer violencia es todavía un valor, las mujeres tienen
muy poco espacio y se convierten en víctimas.
Feminismo y Derechos Humanos: Los Derechos Humanos son
el resultado de largos años de lucha por el reconocimiento de la
dignidad básica de las personas. Constituyen el fundamento de
cualquier lucha por la igualdad de oportunidades entre todos los
seres humanos y cobran especial significado cuando hablamos
de la igualdad entre hombres y mujeres.
El reconocimiento de los Derechos Humanos se ha ido ampliando a lo largo de los años y se ha ido extendiendo a nuevos
campos de la vida de las personas. Con respecto a las mujeres,
sólo muy recientemente sus derechos específicos empiezan a ser
considerados Derechos Humanos. Y en esta línea hay que seguir
avanzando mediante la producción de leyes positivas, normas
30
Feminismo y Derechos Sociales: El reconocimiento efectivo
de los Derechos Sociales es la punta de lanza del avance social para todos los seres humanos y muy especialmente para
las mujeres. Los otros derechos, los derechos civiles y políticos
están, de hecho, ampliamente reconocidos aunque su práctica resulte desigual en muchos países, pero nadie los cuestiona
como tales. Los derechos sociales requieren, para que resulten
efectivos, modificaciones de las estructuras sociales y poner recursos a disposición de las políticas igualitarias. Hoy en día,
sabemos que sin los derechos sociales, sin trabajo, sin vivienda,
educación, etc., el uso de los demás derechos resulta a menudo
imposible.
Unidad 1
que cambien los usos, los costumbres y la cultura, tan profundamente enraizada que resulta difícil de cambiar.
Las mujeres parten de una situación de desigualdad, de inferioridad en lo que respecta a los derechos sociales, desigualdad
que se traduce en mayores dificultades para el empleo, salarios
más bajos, pobreza femenina, etc. Las leyes son el elemento corrector de la desigualdad de partida.
Feminismo y política: La feminización de la política puede contribuir a poner en el centro de la política y la economía el desarrollo de la vida de las personas, logrando una sociedad más
habitable y solidaria.
La feminización de la política requiere reforzar la democracia con
la participación de las mujeres (la mitad de la población) tanto
en su estructura como en los puestos de decisión o en la agenda
política. Una estructura que debe encontrar nuevas formas de
actuación que sumen la visión y voces de los colectivos que tradicionalmente han sido excluidos de la lógica del poder. Para ello,
es imprescindible la democratización en la toma de decisiones,
en la gestión y en la comunicación, así como el acercamiento de
la política a la ciudadanía que debe sentirse partìcipe del proceso
democrático. La profundización de la democracia implica tanto
el respeto a los derechos de cada ciudadano y ciudadana como
la posibilidad de expresar nuevas necesidades inquietudes acordes con los tiempos actuales. No hay que olvidar que existe un
desplazamiento de los intereses ciudadanos hacia lo cotidiano,
que el discurso político, todavía anclado en la tradicional separación entre lo público y lo privado, tiende a ignorar. Los grandes
conceptos inspiradores del socialismo (solidaridad, justicia, etc.),
no pueden ser operativos ni aglutinantes desde el punto de vista
social mientras se utilicen desde estructuras clásicas de organización política y no se desplacen al ámbito próximo.
31
Unidad 1
La mujer es portadora, por su historia y su cultura, de un mensaje propio, que debe aportar a la construcción de una sociedad
mejor. Las mujeres pueden aproximar la política a la vida diaria
de los ciudadanos y ciudadanas, cambiando el lenguaje político
y recurriendo a la pedagogía. Sólo así podrá renovarse la política, movilizar a la gente y ser capaces de dar otra visión de la
realidad.
Por lo tanto, es imprescindible, reforzar lo político, consiguiendo
mayor representación, más participación y más comunicación,
además de ser capaces de introducir en la agenda política nuevos temas de reflexión que aproximen la política al 50% de la
población.
Feminismo y democracia: Las oportunidades y libertades de
las mujeres aumentan allí donde las libertades generales estén aseguradas y un estado previsor garantice unos mínimos
adecuados. El feminismo, que es en origen un democratismo,
depende de las democracias para alcanzar sus objetivos del
afianzamiento. Aunque en situaciones extremas la participación
activa de algunas mujeres en los conflictos civiles parezca hacer
adelantar posiciones, lo cierto es que éstas sólo se consolidan
en situaciones libres y estables. Bastantes mujeres han descubierto en su propia carne que el hecho de arriesgar su seguridad
o sus vidas para derrocar una tiranía no las pone a salvo de
padecer las consecuencias de su victoria si el régimen que tras
ella se instala es otra tiranía. Cualquier totalitarismo y cualquier
fundamentalismo refuerza el control social y, desgraciadamente, eso significa, sobre todo, el control normativo del colectivo
femenino. Por eso las medidas de decoro que toma una insurrección triunfante, -indumentarias, de reforma de costumbres,
de protección de la familia, de “limpieza moral”- siempre son
significativas y nunca deben ser consideradas meros detalles
accidentales.
Sólo la democracia, y más cuanto más profunda y participativa sea, asegura el ejercicio de las libertades y el disfrute de
los derechos adquiridos. Por imperfecta que pueda ser, siempre
es mejor que una dictadura de cualquier tipo: social, religiosa,
carismática. En una democracia los cauces para la resolución
de las demandas han de estar abiertos y por ello su presentación pública -aunque ello no signifique acuerdo inmediato- es
condición previa de viabilidad y consenso. Incluso los derechos
adquiridos en una situación tiránica se pierden, lo que indica
el escaso consenso que habían logrado suscitar. Precisamente
porque ninguna ley histórica necesaria rige los acontecimientos
sociales, las involuciones siempre son posibles y nada queda
32
Unidad 1
asegurado definitivamente. La democracia es una forma política que exige su constante defensa y perfeccionamiento, lo que
puede hacerse desde las más variadas instancias, individuales
o asociativas. Incrementar los flujos de participación -lo que supone favorecer la contrastación, el debate y el afinamiento argumental- siempre favorece la presentación en la esfera pública de
los excluidos y sus demandas. Feminismo, democracia y desarrollo económico industrial funcionan en sinergia, de modo que
incluso la comparecencia de feminismo explícito en sociedades
que no lo habían tenido con anterioridad, es un índice de que
están emprendiendo el camino hacia el desarrollo. El feminismo
está comprometido con el fortalecimiento de las democracias y a
su vez contribuye a fortalecerlas.
En la medida que la democracia se consolide no sólo a nivel
de las instituciones que rigen la vida política, sino en todas las
instituciones, organizaciones y estructuras de la vida social, las
mujeres tendrán más oportunidades de participar en igualdad
de condiciones y gozar de los mismos derechos que los hombres
de los bienes sociales y del acceso a los poderes. La democracia
debe calar en la vida diaria, en las escuelas y en las familias, en
las organizaciones y en lo más íntimo de las relaciones personales. Debe extenderse a todos los colectivos que no han gozado
de ella porque han estado sujetos a unas instituciones y formas
de proceder patriarcales. Esto ya está ocurriendo. En la medida
en que se consolida la democracia política, los nuevos colectivos
hacen oír su voz y reclaman sus derechos a una vida digna.
Las mujeres instaladas en el corazón de la vida cotidiana, soporte
de su continuidad, del cuidado de los seres humanos, ocupadas
en la reproducción de la vida y de sus condiciones, ven su destino ligado al reconocimiento efectivo de los derechos de todos los
ciudadanos, a la democracia de la vida diaria donde ellas juegan
un papel fundamental.
2.- Barreras y obstáculos para las mujeres en la cultura política
La actual cultura política no parece convencer a las mujeres. Tanto las
que se han decidido a participar en política como las que no se atreven
a dar el paso, señalan una serie de aspectos de la situación actual que
les parecen negativos de la situación actual:
Se centra en la consecución del poder. Muchas mujeres denuncian
que la actual cultura política ha sido desarrollada por y para gente con
poder. Este objetivo central conlleva luchas constantes por el poder,
intrigas, artificios por ganarse prestigio y la eclosión de rivalidades. La
. Valcárcel, Amelia. “Qué es y qué retos plantea el feminismo” en: Sí. Tú puedes. Formación Política de mujeres
33
Unidad 1
política así entendida crea sus propios ganadores y perdedores. Frecuentemente, los ganadores son los que controlan las reglas del juego
informales del poder. Aquellos que no las dominan (entre quienes se
encuentran las mujeres) quedan en los márgenes y fuera del proceso
de toma de decisiones.
Utiliza estrategias de ataque y defensa: La lucha por el poder conlleva, a menudo, establecer mecanismos en los que unos atacan y el
resto se ve obligado a defenderse. Las mujeres prefieren enfoques más
constructivos, en los que se potencie la resolución colectiva de conflictos y la cooperación general.
Tiene una estructura rígida: Un sinfín de tradiciones y normas se
entrelazan con múltiples intereses creados, restringiendo el desarrollo
personal, político y organizativo. Esta rigidez comporta uniformidad
entre los políticos, dejando muy poco espacio para nuevas formas de
pensar o para ideas no convencionales o alternativas.
Sus valores se basan todavía en una ideología patriarcal: A pesar de
la progresiva incorporación de las mujeres al mundo de la política y de
la también progresiva democratización del funcionamiento interno de
los partidos políticos, lo cierto es que los valores y el funcionamiento en
que se basan están construidos sobre la idea de la división del trabajo,
diferenciando claramente el ámbito público y el privado. Los ejemplos
más evidentes y que tantas mujeres denuncian son:
34
-
No hay límites de horarios. Las reuniones pueden durar hasta
altas horas de la noche y nadie parece preocuparse por volver a
casa. Las mujeres, sin embargo, tienen límites reales que establece la responsabilidad sobre los hijos e hijas y familia.
-
Actos políticos en cualquier día de la semana. A menudo, los actos políticos acostumbran a concentrarse en los fines de semana, precisamente en los días en que podemos dedicarnos a las
relaciones personales, especialmente con nuestros hijos e hijas.
La agenda política está montada en función del padre de familia
tradicional.
-
Relaciones humanas muy competitivas. Son frecuentes los casos en que las mujeres renuncian a puestos importantes en las
listas electorales para evitar disputas con los compañeros. Para
la forma de pensar de muchas mujeres, no vale la pena generar
conflictos y enfrentamientos sólo por estar un puesto o dos más
alto en una lista. La alta competitividad impide el trabajo en
equipo y el surgimiento de relaciones de amistad y la colaboración desinteresada.
Todos estos aspectos explican que las mujeres no se sientan cómodas en
el entorno político, pero no justifica que no debamos participar en él.
3.- Política, feminismo e izquierdas
Unidad 1
Temas alejados de la realidad de las mujeres: Con demasiada frecuencia los órdenes del día se centran en aspectos de procedimiento y
de forma (precisamente para tratar el acceso al poder). El lenguaje, la
ausencia de espacios de debate, la poca dedicación a temas de género
en la agenda política, terminan por situarlas fuera del terreno del juego
al sentir que no es su lucha.
Las mujeres que trabajan en política se ven con frecuencia ante el dilema de priorizar sus intereses como mujeres o los intereses generales
de su formación política. Se trata de un antiguo dilema que ha repercutido en el movimiento feminista produciendo todo un debate acerca
de la pertinencia de la doble militancia en el feminismo y en el partido
político.
La conquista de los derechos de las mujeres es imprescindible para
lograr una política democrática, progresista y participativa.
Las aportaciones de la política de las mujeres a la política general son,
entre otras:
- Actuar como mujeres con conciencia feminista defendiendo los
derechos del 50% de la población.
- Crear una genealogía de mujeres. Es preciso que las mujeres
políticas se legitimen entre sí, se den apoyo político y creen complicidades mutuas en interés de la política femenina. Es importante que se cite por su nombre a las mujeres a quienes se
apoye, o a quienes se responda, o de quienes se recoja una idea.
Es imprescindible también que las mujeres políticas se promocionen entre sí y creen genealogías de mujeres en política. Así
construiremos referentes para las mujeres políticas, pero también para las otras mujeres que están fuera de los partidos, que
observan a sus congéneres y necesitan tener ejemplos válidos y
valiosos.
- Poner de manifiesto que la diferencia sexual es prácticamente relevante. Explicar el olvido sistemático de las aportaciones de los
diferentes movimientos feministas, pero también de las mujeres
en general, como la aportación del trabajo invisible de reproducción de las mujeres. Debemos conseguir que todas las actuaciones políticas contemplen la variable género en su aplicación.
35
Unidad 1
- Revisar los conceptos fundamentales de la filosofía política. Incorporar conceptos como igualdad, democracia, justicia, libertad, contrato social desde la perspectiva de género.
- Redefinir la esfera pública y privada. Recuperar el viejo lema de
“lo personal es político” y trasladar al ámbito público cuestiones que no suelen tratarse por considerarse de ámbito privado.
Cuestiones como valorización del trabajo doméstico, cuidado de
las personas, denuncia y visibilización de relaciones de poder
dentro de las familias, en especial los casos de abuso y violencia
contra las mujeres.
- Extender la democracia a la esfera doméstica. Significa democratizar la vida cotidiana, el uso y la distribución de los tiempos,
así como el reparto de responsabilidades entre géneros. Se trata
de un cambio en la política tradicional derivado de la irrupción
de las mujeres en el espacio público político.
- Introducción de nuevos temas en las agendas políticas. Debemos acentuar la significación política de la diferenciación sexual
y poner énfasis en temas que afectan a las mujeres y que sistemáticamente se olvidan como la sexualidad, la maternidad, el
aborto… E introducir nuevos temas como el cuidado del medio
ambiente, la paz y aquellos que motivan a las mujeres y son necesarios para la supervivencia de nuestra especie.
- Repensar la ciudad. Las mujeres estamos haciendo aportaciones muy interesantes en la reconstrucción del espacio público
del que estuvimos vetadas durante tanto tiempo. Nuestras ideas
respecto a los trazados urbanísticos, la movilidad y las interrelaciones personales. Las mujeres piensan ciudades que sean cercanas a quienes viven en ellas.
- Reforzar la política de participación, a partir de la cohesión entre la teoría y la práctica de la igualdad civil y política. Sólo
disminuyendo las desigualdades se conseguirá que las mujeres
y otros colectivos también discriminados participen en la construcción social, fortaleciendo la democracia.
4.- Feminismo y agenda política
La participación política desde la perspectiva de género implica la incorporación en la agenda política de los temas específicamente relacionados con las mujeres. En el siguiente cuadro hacemos un resumen
de las áreas estratégicas que se definieron en la Plataforma de Acción
de Beijing (1995) y que fueron ratificadas posteriormente en New York
en los años 2000 y 2005.
36
La
feminización
de la pobreza
Desigual
acceso a la
educación
Objetivos estratégicos
1.- Revisar, adoptar y mantener políticas
macroeconómicas y estrategias de desarrollo que tengan
en cuenta las necesidades de las mujeres y apoyen los
esfuerzos por superar la pobreza.
2.- Revisar las leyes y las prácticas administrativas para
asegurar a las mujeres la igualdad de derecho y el acceso
a los recursos económicos.
3.- Permitir a las mujeres el acceso a mecanismos e
instituciones de ahorro y crédito.
Unidad 1
Áreas críticas
1.- Asegurar la igualdad de acceso a la educación.
2.- Eliminar el analfabetismo de las mujeres.
3.- Aumentar el acceso de las mujeres a la formación
profesional, la ciencia, la tecnología y la educación
permanente.
4.- Desarrollar una educación y formación no
discriminatoria.
5.- Asignar recursos suficientes para las reformas
educativas y el seguimiento de su aplicación.
6.- Promover la educación y formación permanente de las
niñas y las mujeres.
Desigualdad
en el acceso y
disfrute de la
salud
1.- Incrementar el acceso de las mujeres durante toda su
vida a servicios de atención a la salud, a la información
y a los servicios relacionados adecuados, asequibles y de
calidad.
2.- Fortalecer los programas de prevención para mejorar
la salud de las mujeres.
3.- Emprender iniciativas no sexistas para hacer frente a
las enfermedades de transmisión sexual, el virus VIH/SIDA
y otras cuestiones de salud reproductiva.
4.-Promover la investigación y difusión de información
sobre la salud de las mujeres.
5.- Aumentar los recursos y realizar el seguimiento de la
salud de las mujeres.
La violencia
contra las
mujeres
1.- Adoptar medidas integradas para prevenir y eliminar la
violencia contra las mujeres.
2.- Estudiar las causas y consecuencias de la violencia
contra las mujeres y la eficacia de las medidas de
prevención.
3.- Eliminar el tráfico de mujeres y prestar asistencia a
las mujeres víctimas de la violencia derivada de esta
actividad y de la prostitución.
37
Unidad 1
Las mujeres
en los
conflictos
armados
Desigualdad
en el
acceso a las
oportunidades
económicas
Desigualdad
en el ejercicio
del poder y
la toma de
decisiones
38
1.- Incrementar y fortalecer la participación de las
mujeres en las soluciones de los conflictos y en el proceso
de toma de decisiones, y protegerlas de situaciones de
conflictos armados y de otra índole, y a las que viven bajo
ocupación extranjera.
2.- Reducir los gastos militares excesivos y limitar la
disposición de armamento.
3.- Promover formas no violentas de solución de
conflictos y reducir la incidencia de las violaciones de los
derechos humanos en las situaciones de conflicto.
4.-Promover la contribución de las mujeres al logro de
una cultura de paz.
5.- Proporcionar protección, asistencia a las mujeres en
las colonias y en los territorios autónomos.
1.- Promover la independencia y los derechos
económicos de las mujeres, incluyendo el acceso al
empleo, a condiciones de trabajo apropiadas y el control
de los recursos económicos.
2.- Facilitar el acceso de las mujeres, en condiciones de
igualdad con los hombres, a los recursos, el empleo, los
mercados y el comercio.
3.- Proporcionar servicios comerciales, formación y
acceso a los mercados, a la información y las tecnologías,
en particular a las mujeres de bajos ingresos.
4.- Reforzar la capacidad económica y las redes
comerciales de las mujeres.
5.- Eliminar la segregación en el trabajo y todas las formas
de discriminación de las mujeres en el empleo.
6.- Fomentar una armonización de las responsabilidades
laborales y familiares entre mujeres y hombres.
1.- Adoptar medidas especiales para garantizar la
igualdad de acceso y la plena participación de las
mujeres en las estructuras de poder y en la toma de
decisiones.
2.- Aumentar las posibilidades de participación de
las mujeres en la toma de decisiones y en los niveles
directivos.
1.- Crear o fortalecer los mecanismos nacionales u otros
órganos gubernamentales.
2.- Integrar la perspectiva de género en las legislaciones,
en las políticas, programas o proyectos públicos.
3.- Elaborar y difundir datos desagregados por sexos, así
como la información destinada a la planificación y la
evaluación.
Las
violaciones de
los Derechos
Humanos de
las mujeres
1.- Promover y proteger los derechos humanos de las
mujeres, mediante la aplicación de todos los instrumentos
de derechos humanos, especialmente la Convención para
Todas las Formas de Discriminación contra las Mujeres.
2.- Garantizar la igualdad y la no discriminación ante la
ley y en la práctica del Derecho.
Los
estereotipos
y la falta de
participación
de las
mujeres en
los medios de
comunicación
La escasa
participación
de las mujeres
en gestión
medio
ambiental
Unidad 1
Debilidad y
marginación
de las
instituciones
de la igualdad
de los géneros
1.- Aumentar el grado de participación de las mujeres en
los espacios de toma de decisiones, de debate y exposición
de ideas de los medios de comunicación y a través de ellos,
a las nuevas tecnologías de información.
2.- Fomentar una imagen equilibrada y sin estereotipos en
los medios de comunicación.
1.- Lograr la participación activa de las mujeres en todos
los niveles de toma de decisiones relativas al medio
ambiente.
2.- Integrar la perspectiva de género y las cuestiones de
interés para las mujeres en las políticas y programas a favor
del desarrollo sostenible.
3.- Establecer o fortalecer mecanismos a nivel regional,
nacional o internacional para evaluar los efectos de
las políticas de desarrollo y medio ambiente sobre las
mujeres.
Estas áreas pueden concretarse en la agenda política a partir de la
concreción en temas políticos específicos. La experiencia muestra que
algunos de los temas que ofrecemos a continuación son especialmente
relevantes para las mujeres:
- Cuidado y formación de la infancia. Educación, lugares recreativos seguros, posibilidades para el ocio y el tiempo libre, etc.
- Condiciones laborales para las mujeres. Equiparación con sueldos masculinos. Seguridad social. Estabilidad de los contratos.
Conciliación de la vida personal y laboral, etc.
39
Unidad 1
- Programas de capacitación y financiación para mujeres
emprendedoras.
- Salud y servicios sociales, con especial incidencia en el tema de
la tercera edad.
- Planificación familiar.
- Nuevos modelos familiares.
- Pensiones en la tercera edad y viudedad. Equiparación con los
derechos masculinos.
- Vivienda, agua, servicios a la comunidad. Situación medio
ambiental.
- Formación técnica y profesional para las mujeres.
- Formación de adultas.
- Lucha contra la pornografía, prostitución, tráfico de mujeres.
- Problemas de la vida cotidiana. Responsabilidades domésticas,
familiares y tiempo libre y familiar.
- Los derechos de las mujeres: situación legal y procedimientos de
instrucción y atención legal.
- Violencia contra las mujeres. Violencia familiar. Centros de
acogida. Tratamiento de las víctimas.
- Violencia política y migraciones.
- Oportunidades y capacitación de las mujeres de minorías.
Las agendas se construirán más fácilmente desde la perspectiva de
género en cuanto más mujeres estén implicadas en iniciativas públicas
y en la medida en que se vaya implantando un nuevo contrato social
entre hombres y mujeres.
40
Unidad 1
R
esumen de la unidad
41
El modelo social en que está instalada nuestra sociedad ha caducado
ya, se ha quedado viejo. Especialmente el contrato implícito de división
de trabajo y roles entre hombres y mujeres. Las mujeres se han incorporado a la educación, al empleo, han relativizado su función reproductora, han alargado el tiempo de vida y reducido, por tanto, el tiempo
de crianza de los hijos y las hijas. Todos estos hechos han conducido
a que las mujeres hayan cambiado su parte del contrato, pero no ha
ocurrido lo mismo con los hombres, de manera que se ha generado
una crisis en la gestión de la interrelación ámbito público-privado. Los
hombres no han correspondido a la incorporación de las mujeres en el
ámbito público con una participación simétrica en las responsabilidades familiares y domésticas que configuran el espacio privado.
Unidad 1
Ideas resumen de la unidad
Por otra parte la organización social sigue respondiendo desde los horarios establecidos a la organización y el mismo concepto de trabajo,
a un modelo de unidad familiar en el que el individuo masculino de la
pareja trabaja fuera de casa a tiempo completo y mantiene económicamente a la familia, mientras que la mujer también se ocupa a tiempo
completo del bienestar familiar y doméstico. Este modelo padece, por
tanto, de serias disfunciones que hay que intentar superar.
Las mujeres feministas estamos embarcadas en el proyecto de crear mecanismos nuevos que permitan a hombres y mujeres actuar conjuntamente. En este contexto surge la propuesta de un nuevo contrato social
entre las mujeres y los hombres para compartir las responsabilidades
familiares, el trabajo y el poder. Este contrato subraya la necesidad de
que hombres y mujeres se comprometan a compartir las responsabilidades familiares, el trabajo y el poder superando los roles sexistas.
Las mujeres deben participar si quieren cambiar el modelo predominante. No será posible cambiar prioridades políticas, modelos, ni formas
de organización en los partidos, ni en la sociedad si las mujeres no se
incorporan con un alto grado de conciencia y seguridad en sí mismas.
Si las mujeres no se movilizan para hacer visible su trabajo, dar valor a
las relaciones personales, alcanzar la corresponsabilidad en el trabajo
doméstico, etc. deberán aceptar su parte de responsabilidad en el mantenimiento y reproducción de las relaciones de poder entre hombres
y mujeres. Las mujeres tenemos conocimientos y valores importantes
que aportar al debate social y por ello deben comenzar a hacer política de una forma diferente, que las satisfaga a ellas y mejore al mismo
tiempo la sociedad en que vivimos. Para ello debemos resolver como
colectivo algunos puntos esenciales como son la pérdida del miedo a alcanzar el poder y lograr la visibilización del trabajo femenino. El acceso
de las mujeres a los puestos de poder debe verse correspondido con un
cambio del modelo social. Un cambio en el sentido que desean muchas
43
Unidad 1
mujeres, cambio en las organizaciones, cambio en los valores, cambio
en las estructuras jerárquicas, cambio en las relaciones de poder de
forma que se alcancen los fines que nos proponemos como feministas.
Las mujeres debemos, y sin duda podemos, conseguir que la participación sea algo más que la oportunidad de votar en las elecciones periódicas y el igual derecho a ser candidata a ellas. Pero sólo podremos
lograrlo actuando como mujeres, como grupo, teniendo claros nuestros objetivos. Los mecanismos de acción positiva, la paridad, los pactos entre mujeres, son concreciones de la mediación política necesaria
para romper esta situación que entendemos como transitoria. Políticas
de una transición hacia una sociedad diferente en la que hombres y
mujeres compartamos responsabilidades y logros.
Preguntas para la reflexión
• ¿Qué implicaciones tiene para la democracia la no participación
de las mujeres en los ámbitos de decisión política?
• ¿De qué forma se establece la relación entre el feminismo
y el poder?
• ¿Qué define la agenda política cuando se establece desde la
perspectiva de género?
• ¿Es posible cambiar las estructuras de los partidos para que
incorporen la visión y aportaciones de las mujeres?
Aclarando conceptos
Democracia paritaria: Este concepto surge en el contexto del debate
que ha generado la elaboración del concepto de “género”, y que fundamentalmente plantea el razonamiento de que las desigualdades (incluidas las del plano político) entre mujeres y hombres no son naturales ni
extraterrenas, sino que han sido producidas por las sociedades humanas, de tal forma las diferencias de sexo son biológicas pero la desigualdad en la condición y posición social son productos de las diferencias
culturales de género, es decir, de lo que cada sociedad considera como
femenino o masculino (Diccionario Electoral, Tomo I, 2000, pág. 307);
en otros términos: la desigualdad entre hombres y mujeres no es natural, sino una construcción social. En el plano político el discurso de
género permea el debate de las desigualdades en la participación política y el desempeño de puestos de decisión entre hombres y mujeres.
Así, el mecanismo de las “cuotas de participación política” para que las
mujeres accedan equitativamente a los puestos de representación ya
es una realidad en varios países de Latinoamérica. Este proceso está
44
Unidad 1
transformando los mecanismos de elección a cargos públicos, debido
a que las mujeres han comenzado a exigir la implantación de cuotas
porcentuales; de paso se ha provocado una interesante discusión que
ha llegado a modificar incluso las ideas sobre democracia y han aparecido conceptos con gran capacidad de instalarse en el debate, como
el de “democracia paritaria”. Entonces, con el concepto de “democracia
paritaria” se alude en principio a la posibilidad de eliminar las “desigualdades injustas” entre mujeres y hombres en el ejercicio del poder;
consecuentemente, implica la paridad de las cuotas de participación
política de forma proporcional. En esos términos la cuota de participación política de la mujer es un componente clave para llegar a la
“democracia paritaria”, la que se instalará al lograr una representación
equilibrada de mujeres y hombres en las funciones decisorias de la
política. (Fuentes: Diccionario Electoral, tomo I, pág. 306-307 / Glosario de términos relativos a la igualdad entre mujeres y hombres: 100
palabras para la igualdad).
Déficit democrático con relación al género: Es el efecto provocado
por una participación política desequilibrada entre hombres y mujeres,
lo que repercute en una disminuida legitimidad democrática. (Fuente:
Glosario de términos relativos a la igualdad entre hombres y mujeres:
100 palabras para la igualdad).
Derecho de las mujeres a la participación política: La Comisión
Andina de Juristas, al referirse al derecho a la participación política y
al acceso a cargos públicos, expresa que ésta se refiere a la “...facultad en virtud de la cual los ciudadanos intervienen en forma directa o
indirecta en la formación del gobierno del Estado, y que a diferencia de
otros derechos humanos que protege a todas las personas que están
bajo la tutela del Estado, este derecho particular protege a los ciudadanos; o sea, a aquellas personas que tienen vínculos jurídicos con el
Estado por ser nacionales de éste y que están en plena facultad para
participar de la formación del respectivo gobierno. No se permite hacer
distinción alguna de ciudadanos en lo concerniente al goce de esos
derechos por motivos de raza, color, sexo, idioma, religión, opiniones
políticas, origen social, posición económica, nacimiento o cualquier
otra índole”. Existen tres manifestaciones sustanciales para el ejercicio de este derecho: 1) el derecho a votar y a ser elegido o elegida; 2)
el derecho de toda persona a participar en la dirección de los asuntos
públicos; y, 3) el derecho a tener acceso a la función pública. También
la participación política de las mujeres incluye la participación en organizaciones y movimientos sociales y en otras actividades y formas de
participación, como son las tendientes a influir o incidir en la gestión
del Estado o en las relaciones de poder entre los distintos grupos de la
sociedad. Esta participación política de la mujer es parte de la noción
integral que debe tenerse acerca de la ciudadanía. (Fuentes: Torres
45
Unidad 1
García, Isabel. La aplicación de la cuota mínima de participación política
de las mujeres : ¿ficción o realidad?. Un diagnóstico para Costa Rica,
1ª edición, San José, C.R. : Fundación Arias para la Paz y el Progreso
Humano, 2001).
Derechos civiles y políticas: Los derechos civiles y políticos tienen por
objeto la tutela de la libertad, la seguridad y la integridad física y moral
de la persona, así como de su derecho a participar en la vida pública.
Por su naturaleza son considerados derechos de carácter individual,
inmediatamente exigibles y cuyo respeto representa para el Estado una
obligación de respuesta, susceptible de control jurisdiccional. Se trata,
en esencia, de derechos que se ejercen frente –y aun contra- el Estado
y proveen a su titular de medios para defenderse frente al ejercicio abusivo del poder político. En ese sentido, basta constatar un hecho que
los viole y que sea legalmente imputado al Estado para que éste pueda
ser considerado responsable de la infracción. Su vigencia depende, en
buena medida, de la existencia de un orden jurídico que los reconozca
y garantice. Algunos de los derechos civiles y políticos son:
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Derecho a la vida: contra la privación de la vida y la “desaparición”.
Derecho a la integridad física: contra la tortura.
Derecho a la libertad: contra la esclavitud y la detención.
Derecho a la igualdad ante la ley.
Derecho a la libertad de expresión.
Derecho a que se respete la vida privada.
Derecho a vivir sin violencia en la familia; no se permite la violencia familiar contra las mujeres, los niños y niñas o las personas ancianas.
Derecho al acceso a la información.
Derecho a la libre circulación (refugiados/as, exiliados/as, emigrados/as, desplazados/as).
Derecho a una nacionalidad.
Derecho a ejercer cualquier actividad.
Derecho a elegir y ser electo/a.
Derecho a la libertad de reunión o asociación.
Derecho a la honestidad administrativa (contra la corrupción de
los gobernantes/as y funcionarios/as públicos).
Derechos económicos, sociales y culturales: Los derechos económicos, sociales y culturales se refieren a la existencia de condiciones
de vida y de acceso a los bienes materiales y culturales en términos
adecuados a la dignidad inherente a la familia humana. Por su naturaleza, al conjunto de estos derechos se le atribuye más bien un carácter
. Fuentes: Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Adoptado por la Asamblea General de la ONU el 16
de diciembre de 1966, entró en vigor el 23 de marzo de 1976; Nikken, Pedro. Ob. Cit. Pág. 29)
46
Algunos derechos económicos, sociales y culturales
Unidad 1
colectivo. Èstos, a diferencia de los civiles y políticos, son derechos
exigibles sólo en la medida en que el Estado disponga de los recursos para satisfacerlos, puesto que las obligaciones contraídas en este
ámbito son de medio o de comportamiento. De ahí, que el control del
cumplimiento de este orden de obligaciones implica algún tipo de juicio
sobre la política económico-social de los Estados, cuestión que escapa,
regularmente, a la esfera judicial. Es por ello que la protección de tales
derechos suele ser confiada a instituciones más político-técnicas que
jurisdiccionales.
Derechos económicos
Derecho al trabajo
Derecho a buenas condiciones laborales
Derecho a un salario justo
Derecho a la libertad de trabajo: contra el trabajo forzado,
la prostitución y la servidumbre por deudas
Derecho a la libertad y organización sindical
Derecho a la propiedad
Derechos sociales
Derecho a comer y a vestirse
Derecho a tener una vivienda digna
Derecho a gozar de salud y atención médica
Derecho a educarse
Derecho a vacaciones y divertirse sanamente
Derechos culturales
Derecho a disfrutar de la creación artística del propio
pueblo
Derecho a los beneficios de la ciencia y de los avances de
la técnica
Derecho al propio idioma
Derecho a la propia cultura
Derecho a la propia religión
Derechos de las mujeres: En primera instancia, se parte de la noción
fundamental de que los derechos de las mujeres están integrados dentro del ámbito global de los derechos humanos para todo ser humano,
hombre o mujer. En segunda instancia, con el movimiento feminista
se abrió el debate sobre los derechos con perspectiva de género, y se
evidenció que el “género” no sólo se refería a “las maneras en las cuales
los roles, las actitudes, los valores y las relaciones con respecto a los
. Fuentes: Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, adoptado por la Asamblea General
de la ONU el 16 de diciembre de 1966, entró en vigor el 3 de enero de 1976; Nikken, Pedro)
47
Unidad 1
niños y niñas, mujeres y hombres se construyen en las sociedades...”;
sino que además el “género” también construye instituciones sociales
como el derecho, la religión, la familia, la ideología, etc., en las que se
crean posiciones sociales distintas para una asignación desigual de
derechos y responsabilidades entre los sexos. El desarrollo de la perspectiva de género, contribuyó a visibilizar las relaciones de poder entre
los sexos y, por lo tanto, la discriminación padecida por las mujeres
en todas las esferas sociales. De esta forma se empezaron a visibilizar
toda una gama de “intereses y necesidades humanas”, lo mismo que
violaciones a los derechos humanos, sentidas mayoritariamente por
mujeres y que no eran perceptibles desde la perspectiva androcéntrica.
Por lo tanto, los derechos de las mujeres hacen referencia al conjunto
de “intereses y necesidades” de la población femenina desvelados por el
debate promovido desde la perspectiva de género y que, en el contexto
de los derechos humanos, constituyen una ampliación de los derechos
humanos de forma específica para la población femenina. Esto le da
un carácter inclusivo al tema de los derechos humanos universales,
lo que debe entenderse como un avance sustantivo en dicha materia.
(Fuente: Facio, Alda. Asegurando el futuro. Las instituciones de derechos humanos y los derechos reproductivos).
Poder: En la noción política y de carácter moderno, el poder alude a
tres aspectos básicos como son: a) el poder entendido como una “capacidad” de la que se dispone para hacer algo, en este caso, el hecho
de tener la fuerza para hacerlo; b) el poder concebido como una institución que para ser legítima supone el “consentimiento” de aquellos
sobre quienes lo ejerce; y, c) el poder analizado como “una característica inherente de las relaciones sociales diversas que tienen lugar
en la sociedad”, y que para autores estudiosos del tema como Michel
Foucault, esta dinámica del poder está explícita en instituciones sociales como la escuela, los hospitales, las prisiones y los asilos; por lo
que sostiene que nadie consigue estar fuera del poder; pero a la vez
sostiene que, “allí donde hay poder hay resistencia”. (IIDH, Diccionario Electoral, 2000, Tomo II, pág. 1000-1005). Bajo esta acepción se
puede entender que “los poderes de dominio son sociales, grupales y
personales, permiten enajenar, explotar y oprimir a otra (o)... son el
conjunto de capacidades que permiten controlar la vida de otros (as),
de expropiarle bienes, subordinarle, y dirigir su existencia... implica
las capacidades de juicio, de castigo y finalmente de perdón... se convierte a su vez, en quien posee la verdad, la razón y la fuerza” (Glosario
de términos sobre género, C.M,F, pág.22). Desde el punto de vista del
género, se comprende la distribución de poderes en el sistema patriarcal; por ejemplo, se establecen relaciones asimétricas entre hombres
y mujeres, asegurando el monopolio del poder al género masculino, y
dejando en desventaja al género femenino. De esta forma, los hombres
construyen las normas que las mujeres deben cumplir, siendo éstos
48
En vista de lo anterior, también se dice que en las sociedades patriarcales existen diversas relaciones de poder que se pueden agrupar en
las relaciones intergenéricas, que son las que establecen los hombres
sobre las mujeres; y las intragenéricas, o sea, las que se dan entre
hombres y entre mujeres. En ambos casos las relaciones de poder se
ven condicionadas por razones de raza, etnia, grupo y la clase social a
la que pertenece cada individuo.
Unidad 1
los mecanismos para “dirigirlas” y “controlarlas”, evaluar sus conductas y discriminarlas. Dichos mecanismos de control se concretan en
las relaciones sociales y personales coaccionándolas por medio de las
leyes, el amor, la supresión de sus bienes o la violencia.
Glosario de términos
http://www.iidh.ed.cr/comunidades/derechosmujer/docs/dm_documentospub/glosario_genero.pdf
Lecturas para la reflexión
Feminismo y socialismo. Una relación fecunda en Dolors Renau. Socialismo y feminismo. Ed. Mediterrània. Barcelona. 2004.
Feminismo y socialismo. Reflexionemos desde una doble óptica: y socialista. Hagámoslo desde un lugar ligeramente “descentrado”, con una
sensibilidad acorde con nuestra posición un tanto “marginal” en el sentido que se produce desde unos márgenes ligados a nuestra militancia
feminista, desde nuestra modo de ver la realidad, nuestro distinta experiencia personal y también política. Con una visión similar, en muchas
aspectos a la de nuestros compañeros varones, pero distinta en muchos
otros. Desde nuestro compromiso con el socialismo, con las ideas de progreso que nos han dado un sentimiento de pertenencia a un proyecto, a
una práctica que ha enriquecido nuestra visión del feminismo, mientras
hemos estado luchando a veces casi con desesperación para introducir
ideas y prácticas feministas en la práctica y en el pensamiento socialista. A menudo no podemos identificar la filiación de algunas ideas que
nos animan y trabajamos codo con codo en las prioridades y propuestas
del partido con un sentimiento de identificación clara. Otras veces, no
es así. Otras veces nuestra visión entra en conflicto con el discurso, con
las prioridades, pero sobre todo las prácticas conservadoras en las cuestiones que atañen al género. Y tenemos que establecer distancia para
pensar la política, pensar el partido, pensar el destino de las mujeres en
la política y sobre todo el objeto de la política tal como la entendemos:
el bienestar de toda la población, la libertad, la igualdad y el máximo de
justicia posible para todos los seres humanos.
. Fuentes: Diccionario Electoral, San José Costa Rica, # 2, 2000 / Glosario de términos sobre género. Centro
Nacional para el Desarrollo de la Mujer y la Familia.
49
Unidad 1
De esta contradicción vivida día a día, de esta fidelidad a dos códigos
distintos, nace el pensamiento del feminismo socialista.
Hilvano mi reflexión a partir de tres ideas fundamentales. La primera
afirma que el feminismo es política. La segunda, que el socialismo no
podrá avanzar sin el feminismo. Y la tercera: hay que lograr un pacto
de “mixtud” que abarque todos los aspectos del pensamiento y la acción política.
El feminismo es política. Tal vez sea el primer aspecto que hay que
señalar. La tercera pervivencia de modelos culturales androcéntricos,
tan profundos como visibles, ha tendido a negar el carácter político
del feminismo. Éste debe, sin embargo, ser considerado una actividad
política de primer orden “homologada y normalizada”, al igual que son
otras cuestiones cuyos efectos recaen sobre el conjunto de la población: su carácter de transversalidad, dado que el factor género está
presente en todos los aspectos de la vida cotidiana.
Es fundamental no dar por sentado que la política, lo político, sólo
puede ser como es en la actualidad, o como ha sido históricamente construida. Hecha a la medida de los varones, se ha basado en el
profundo convencimiento de que su actividad, su pensamiento y sus
valores representaban y representan. Lo “humano” ha estado siempre
encarnado e interpretado por los varones y ha dado lugar a tareas a las
que las mujeres podemos sumarnos si lo deseamos.
En la medida que empezamos ya a saber que “lo humano” está compuesto por hombres y mujeres, que la mixtitud lo conforma lo humano,
podemos empezar a pensar que la política podría haber sido de otra
manera. O que, tal vez, podría haber sido de otra manera si las mujeres
hubiéramos intervenido en ella plenamente como seres humanos-mujeres, qué pueden hablar y decir lo que está bien y lo que está mal, qué
es lo necesario y que es lo imprescindible, qué es lo más urgente y lo
menos urgente, etc. Difícil de imaginar. Porque a la todavía escasa presencia de las mujeres en la política se suma un discurso, unos hábitos
culturales, unas formas de actuar muchas veces inconscientes, unas
dificultades objetivas que no hacen más que recordar un día sí y otro
también a los seres humanos femeninos su posición ligeramente atrás,
su falta de “algo” que no facilita su adaptación a un mundo que le preexiste. Un mundo cuyas reglas de juego y cuya concepción de poder se
han fraguado a lo largo de los siglos sin su experiencia y a menudo con
un pensamiento que, al otorgarse la representación del bien común de
lo universal y colectivo, ha negado la existencia tanto de diferencias
reales como de jerarquías impuestas.
50
Amorós, Celia (Coord). Historia de la teoría feminista. Universidad Complutense de Madrid. 1994.
Amorós, Celia. Diez Palabras claves sobre mujer. Editorial Verbo Divino. Pamplona. 2000.
Amorós, Celia. La gran diferencia y sus pequeñas consecuencias…para
la lucha de las mujeres. Colección Feminismo. Ediciones Cátedra.
Madrid. 2005.
Unidad 1
Para saber más. Bibliografía y páginas web recomendadas
Amorós, Celia y De Miguel, Ana. Teoría feminista: de la ilustración a la
globalización. Minerva editores. Madrid. 2005.
Beltrán, Elena y Maqueira Virginia (Eds). Feminismos. Debates teóricos
contemporáneos. Alianza editorial. Madrid. 2001.
Bocchetti, Alexandra. Lo que quiere una mujer. Ed Feminismos. Ediciones Catedra. Segunda Edición. Madrid. 1999.
Freedman, Jane. Feminismo ¿Unidad o conflicto? Ed. Nancea.
Madrid. 2004.
Giró, Joaquín (ed). El género quebrantado. Editorial Catarata.
Madrid. 2005.
Hirata, Helena. Laboire Helene, La Doaré, Helene, Senotier, Daniele.
Diccionario crítico Feminista. Editorial síntesis. Madrid 2002.
Larumbe, Ma Angeles. Una inmensa minoría. Influencia y feminismo en
la Transición. Prensa Universitarias de Zaragoza. Zaragoza. 2002.
Molyneux, Maxine. Movimientos de mujeres en América Latina. Ed Feminismos. Ediciones Catedra. Segunda Edición. Madrid. 2001.
Renau, Dolors. Socialismo y feminismo. Ed. Meditarranía.
Barcelona. 2004.
Sau, Victoria. Diccionario Ideológico feminista. Ed Icaria.
Tercera Edición. Barcelona. 2000.
Sendon De Leon, Victoria. Marcar Las Diferencias: Discursos Feministas ante un Nuevo Siglo. Icaria. Barcelona. 2002.
Valcárcel, Amelia. La política de las mujeres. Colección Feminismo.
Ediciones Cátedra. Madrid. 2004.
51
Unidad 1
Varela, Nuria. Feminismo para principiantes. Ediciones B.
Barcelona 2005.
Elementos para elevar la participación política de las mujeres
http://www.socialism.com/espanol/candelaria.html
Mujeres y liderazgo
http://www.manuela.org.pe/dcivil_proyecto2.asp
Participación política de las mujeres: ¿cómo avanzamos hacia una
mayor justicia de género? Carmen de la Cruz
http://www.voltairenet.org/article137091.html
Participación social de las mujeres
http://www.demuca.or.cr/publica/declaracion_mujeres_gobiernoslocales.shtml
52
Unidad 1
Unidad II
Revisión histórica del feminismo. El feminismo como
filosofía política. El feminismo como movimiento
político. El movimiento de mujeres
Asociaciones y redes
Primera parte. La primera ola. El feminismo ilustrado
Presentación de la unidad
Objetivos de la unidad
1.- Los antecedentes del feminismo. Discursos a favor de las mujeres
2.- Las tres grandes etapas del feminismo
3.- La primera ola. El nacimiento del feminismo
3.1.- Los inicios del feminismo: La Revolución Francesa y los
cuadernos de quejas
3.2.- Con nombre propio: Olympia de Gouges y Mary
Wollstonecraft
3.3.- Cronología de la revolución y las
reivindicaciones de las mujeres
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Revisión histórica del feminismo. El feminismo como
filosofía política. El feminismo como movimiento
político. El movimiento de mujeres. Asociaciones y redes
Unidad 2
Unidad II
Primera parte. La primera ola. El feminismo ilustrado
Presentación de la unidad
En esta unidad realizaremos un recorrido por la historia de los tres
últimos siglos del pensamiento y de la acción feminista, rescatando
aquellas obras, hechos e ideas que han ido configurando nuestra herencia en el camino hacia la igualdad. Tanto desde el ámbito académico como desde el movimiento feminista, se ha realizado un importante
trabajo de investigación, elaboración de textos y difusión, que nos han
permitido conocer a nuestras antecesoras y los hechos e ideas fundamentales que protagonizaron. Aportaciones sin las cuales difícilmente
podríamos comprender la realidad en la que estamos inmersas, nuestra identidad tanto individual como colectiva, y las metas que aún nos
quedan por conseguir.
Esta unidad se ha elaborado gracias a estas valiosas aportaciones, que
nos han ayudado a adquirir una memoria propia de nuestro pasado.
Para poder hacer este recorrido de forma ágil, hemos dividido la unidad en tres partes que se corresponden con los distintos periodos del
feminismo. En cada una de las partes, teoría y práctica feminista se
entrelazan reafirmando la doble condición del feminismo como movimiento y como ideología. Comenzaremos con una introducción en la
que analizaremos la relación entre teoría y práctica que nos llevará
directamente a los precedentes del feminismo. Como en el resto de la
guía, encontraremos artículos para la reflexión, aclaración de conceptos y bibliografía. En esta unidad, el apartado Para saber más donde
ofrecemos una extensa bibliografía y páginas web especializadas en los
temas tratados, tiene un especial interés por la posibilidad de ampliación y profundización que aporta la literatura especializada.
55
Unidad 2
Objetivos de la unidad
- Relacionar teoría y práctica feminista como motores de cambio para
la conquista de la igualdad en los distintos momentos históricos.
- Conocer los hechos más significativos de la historia del
feminismo relacionándolos con el contexto social en que
suceden.
- Reflexionar sobre la evolución y las aportaciones ideológicas y
teóricas que se realizaron en las distintas etapas de la historia
del feminismo.
- Reconocer las aportaciones individuales y colectivas de las
mujeres en la conquista de la igualdad.
- Analizar la evolución de las ideas feministas en la historia
y relacionarlas con el momento actual.
56
Amelia Valcárcel
1.- Los antecedentes del feminismo. Discursos a favor de las mujeres
El Feminismo ha existido siempre y cada vez que las mujeres, individual o colectivamente, se han quejado de su destino bajo el patriarcado y han reivindicado una situación diferente, una vida mejor. Desde
la época de Grecia y Roma, encontramos innumerables ejemplos de
mujeres que cuestionan el rol y la situación en la que viven; mujeres
que expresan en sus obras y sus actos su rebeldía, voluntad de cambio
e inconformismo. Mujeres que aportan sus ideas y propuestas en los
distintos campos del conocimiento, la política o el arte. Mujeres que
han permanecido invisibles y cuya obra y biografía, gracias al trabajo
de las investigadoras y teóricas, está siendo rescatado del olvido.
Unidad 2
No conozco casi nada que sea de sentido común.
Cada cosa que se dice que es de sentido común
ha sido producto de esfuerzos y luchas de alguna gente por ella.
El Feminismo ha estado presente, a través de la historia, en cada crítica, en las revueltas y denuncias de las mujeres ante los estados de servidumbre o cuando han manifestado su deseo de cambio. Pero estas
críticas cuestionaban las consecuencias de la jerarquía que padecían
las mujeres, no el origen de la subordinación femenina. Tendremos
que esperar a la Ilustración, momento en el que se empieza a plantear
el concepto de igualdad, para que el Feminismo cobre una entidad
como teoría y movimiento: una teoría crítica que cuestionará el discurso dominante sobre la condición femenina y que reunirá a las mujeres
en torno a un movimiento en el que canalizarán sus reivindicaciones
de forma organizada y activa, y que se plantearán colectivamente, por
primera vez, en el espacio público.
Anteriormente, a partir del Renacimiento, el debate se había centrado
en la naturaleza y los deberes de los sexos. Un precedente importante
del pensamiento a favor de las mujeres, lo encontramos en Christine
de Pizan, una mujer inusual para su época, nacida en Venecia en el
año 1364. Con sólo cuatro años se trasladó a Francia, donde se educó
y vivió hasta su muerte. Christine fue la primera mujer en Francia
que se ganaba la vida como escritora y, quizá, la primera en toda Europa. Es considerada una precursora del Feminismo ya que se dedicó
a mejorar la vida de las mujeres, a través de su obra literaria. Esta
se enmarca en el género literario de memorias de agravios, en el que
recogen las quejas de las mujeres ante su situación social pero no se
. De Miguel Álvarez, Ana. “Feminismos”. 10 palabras clave sobre mujer. Amorós, Celia (coord.) ED. Verbo
Divino. Madrid. 2002.
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Unidad 2
cuestiona la asimetría del poder entre hombres y mujeres ni se persigue un proyecto alternativo e igualitario.
Christine escribió la Ciudad de las damas, en 1405, en la que da forma
a una utopía centrada en una ciudad, en la que las mujeres agraviadas
ejercen, su autoridad y reflexiona sobre cómo sería esta ciudad sin las
guerras, ni caos provocado por el hombre. Fiándose de su experiencia,
elogia el cuerpo femenino y la vida independiente, escribiendo “¡Huid,
damas mías, huid del insensato amor con el que os premian; huid de
la enloquecida pasión, cuyos juegos placenteros siempre terminan en
prejuicio vuestro!” En sus libros abordó temas como la violación o el
acceso de las mujeres al conocimiento, y fue una de las primeras mujeres que se atrevió a hablar de los derechos de las mujeres.
Christine contesta en su obra, La ciudad de las damas, a Jean de Menú
y sus aportaciones al Roman de la Rose, convirtiéndose en una de las
primeras manifestaciones del debate conocido como la Querelle des femmes que recorrería Europa del siglo XV al XVIII, y que incluiría autoras
como Laura Terracita, Lucrecia Marinella, Marie de Gournay o la española María Zayas, Anderson y Zinnser (Sánchez Muñoz, 2001:18).
Sin embargo, como comentábamos anteriormente, las obras de estas
autoras no son consideradas feministas porque, a pesar de analizar la
situación de las mujeres y exaltar la excelencia y superioridad de esta
frente a los discursos que remarcan su inferioridad, no cuestionan que
se la obligue a estar bajo la autoridad masculina.
Es con la Ilustración cuando se empiezan a plantear grandes debates
sobre las formas de Estado, la libertad, la igualdad, el contrato social,
la legitimidad del orden político, el individuo, la riqueza, la naturaleza
o la religión.
Otro de los grandes precursores de la teoría feminista lo encontramos
en la figura de Poullain de la Barre. A las puertas del siglo XVIII publica en 1673, un libro polémico y radicalmente moderno titulado De
l’égalite des deux sexes (La igualdad de los sexos), que se centra en
fundamentar la igualdad natural entre varones y mujeres, por encima
de las costumbres y los prejuicios vigentes en la sociedad. Poullain, un
pensador adelantado a su tiempo, heterodoxo y pre ilustrado, rompe
con los discursos de excelencia o inferioridad al basar su análisis sobre
el concepto de la igualdad. (Cobo, 1994:12).
. Sánchez Muñoz, Cristina. “Genealogía de la vindicación” en Feminismo. Debates teóricos contemporáneos.
Alianza Editorial.. Madrid. 2001. Pág18
. Cobo, Rosa. “El discurso de la igualdad en el pensamiento de Poullain de la Barre” en Amorós, Celia (coord.)
Historia de la teoría feminista. Instituto de Investigaciones feministas de la Universidad Complutense de Madrid.
Dirección General de la Mujer. Comunidad de Madrid. 1994.
58
Algunas de las tesis defendidas por Poullain de la Barre:
- La mente no tiene sexo. Frente al tradicional postulado de inferioridad femenina, defiende la capacidad intelectual de las mujeres para participar en el mundo de las letras e incluso en los
asuntos de estado y de su gobierno.
Unidad 2
En sus textos, Poullain expone sus ideas, basándose en la razón moral,
por la que desligitimiza las opciones e ideas de las escrituras, de las
autoridades científicas y filosóficas que hacen referencia a la desigualdad entre los sexos.
- Cuestiona los prejuicios existentes y el predominio masculino,
al reconocer que la sujeción femenina es contraria al estado de
la naturaleza en el cual todos los humanos son iguales, aunque
no todos los individuos tienen las mismas capacidades intelectuales. Estas diferencias varían en función de las personas y no
de los sexos.
- Apela a la igualdad natural entre hombres y mujeres, y propone que
la educación sea el instrumento más significativo para conseguir la
emancipación de las mujeres. Las diferencias educativas específicas para hombres y mujeres no son consecuencia de la desigualdad
natural entre los sexos sino que, por el contrario, es la desigualdad
cultural la que produce las dos formas de educación.
- Reclama para las mujeres el acceso a todas las profesiones y
funciones sociales.
- Anticipándose al discurso de la Ilustración, mantiene que el recurso a la razón es la vía fundamental para eliminar la desigualdad.
Poullain de la Barre se basó en las ideas más avanzadas del momento
para desarrollar sus tesis, aunque la influencia de su discurso no se
desarrollará plenamente hasta el siglo siguiente, en el que la Ilustración afirmará que todos los hombres nacen libres e iguales y, por lo
tanto, con los mismos derechos.
59
Unidad 2
Ideas clave
El Feminismo ha estado presente a lo largo de la historia de la
humanidad, aunque es en la Ilustración cuando se desarrolla una
teoría crítica, capaz de cuestionar el discurso dominante sobre la
condición femenina. Una teoría que reúne a las mujeres en torno a
un movimiento en el que canalizan sus reivindicaciones de forma
organizada y activa. Por primera vez, las mujeres se manifiestan
colectivamente en el espacio público para exponer sus ideas.
Los discursos de inferioridad o excelencia de las mujeres se anticiparon al concepto de igualdad de la Ilustración. Ambos discursos
tienen en común su carácter existencialista o biologista. Christine
de Pisan defiende la excelencia de las mujeres frente al varón.
Poullain de la Barre es un pensador que se adelantó a los discursos de la Ilustración, proponiendo la igualdad de los sexos, batallando contra los prejuicios que ahogan la libertad de las personas
y defendiendo los mismo derechos para las mujeres en todas las
funciones sociales.
2.- Las tres grandes etapas del feminismo
Antes de iniciar el camino por la historia del Feminismo, vamos a intentar visualizar los tres periodos que ha atravesado como filosofía,
política y como práctica:
Feminismo ilustrado: Desde sus orígenes hasta la revolución
francesa.
Se presenta como una gran polémica, como un debate, sobre
todo acerca de la igualdad en la inteligencia y la reivindicación
de la educación.
Feminismo liberal sufragista: Desde el manifiesto de Séneca
Falls en 1848 hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Continúa la lucha por la educación, a la que añade los derechos
políticos -elegir y ser elegida- y se centra en el acceso a todos los
niveles educativos, profesionales y de sufragio.
Feminismo contemporáneo: Comienza en 1968, y sigue en vigor en este principio de siglo XXI.
Comienza como una lucha por los derechos civiles, para irse
centrando en los derechos reproductivos, la paridad política y el
papel de las mujeres en el proceso de globalización.
60
El nacimiento del Feminismo moderno se sitúa en el contexto del siglo
XVIII, conocido como siglo de la Ilustración.
La Ilustración surgió como reacción contra el absolutismo. Desde un
planteamiento práctico, la Ilustración pretende cambiar el mundo,
imaginando cómo debería ser, a la vez que busca las vías para llevar
sus ideas a la práctica. En este siglo encontramos el origen de las
ideas, de gran parte del marco institucional y de bastantes modos de
vida actuales; es también la fuente de nuestro horizonte político e incluso de reformas sociales y morales en las que todavía nos estamos
inspirando.
Unidad 2
3.- La primera ola. El nacimiento del feminismo
Algunos de los conceptos fundamentales de la democracia actual que
tienen su origen en este siglo son:
- La idea de igualdad, unida al concepto de ciudadanía.
- La necesidad de subordinar el poder al ejercicio de la ley. (Estado de Derecho).
- La división de poderes. (Legislativo, Ejecutivo, Judicial).
- El concepto de soberanía popular, voluntad general y Contrato
Social de Rousseau que hacen referencia al pacto que deben
hacer los seres humanos para vivir en comunidad, por el que
todos deben limitar parte de su libertad y derechos por igual, sin
por ello, renunciar a ellos.
Como consecuencia del nuevo contexto ideológico, se promulgan las
primeras declaraciones sobre Derechos Humanos. Recordemos la Declaración de Independencia de Estados Unidos (1776) que incluye los
derechos de defensa de las libertades civiles y políticas del individuo y
la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano que surge
en la Revolución Francesa. En ésta, se afirma que los hombres nacen
y permanecen libres e iguales en derechos. Se reconoce el derecho a la
vida y a la integridad física, a la libertad de pensamiento y de expresión, a la propiedad, a la resistencia a la opresión, a la igualdad ante la
ley, a la presunción de inocencia y a la participación política.
Y es entonces, en el marco de la Ilustración, cuando las mujeres comienzan a preguntarse por qué ellas se quedan fuera del proyecto de igualdad
y se les veta el acceso a la ciudadanía y a todo lo que ésta representa:
desde el derecho a la educación hasta el derecho a la propiedad.
61
Unidad 2
Si la razón ilustrada pide la universalidad de derechos para todos,
¿cómo es posible que, al mismo tiempo, excluya a la mitad de la humanidad?
Se consideraba normal hablar de ciudadanía, de igualdad, de leyes o
de delegación de poder pero sin que ello afectara a una distinción fundamental: la que existe entre hombres y mujeres.10 (Valcárcel, 2004).
Sublevándose contra una lógica que les niega la categoría de ciudadanas, las mujeres se articulan, tanto en la teoría como en la práctica,
como un grupo social oprimido con características e intereses propios,
es decir como un movimiento social11 que se revela contra una situación de subordinación y exclusión (Amorós y de Miguel, 2005:66).
Los artífices de la Ilustración no habían previsto ni deseado esta reacción. Aunque se admitió de buen grado la participación de las mujeres
en los procesos revolucionarios, no estaban dispuestos a tolerar su
presencia en los espacios políticos, educativos o laborales. Y aunque,
ante las reivindicaciones de las feministas, se actuó con toda la contundencia, no consiguieron hacerlas retroceder. Las mujeres aprovecharon para entrar por la puerta que se entreabría con la razón ilustrada y se negaron a capitular tanto sus argumentaciones, como en sus
actitudes. Tal y como afirma Amelia Valcárcel, el feminismo es heredero directo de los conceptos ilustrados, y es un movimiento ilustrado él
mismo. Pero es un hijo no querido de la Ilustración.
3.1.- Los inicios del feminismo. La Revolución Francesa y los
Cuadernos de Quejas
Comencemos situándonos en Francia, en el inicio de la Revolución. Las
mujeres participaban muy activamente en los distintos ámbitos políticos. Un ejemplo de su activismo ideológico lo encontramos en la creación de los salones literarios y políticos, donde se alumbraba buena
parte de la cultura y la política del momento.12 No menos importante
fue el fuerte protagonismo que tuvieron en los sucesos revolucionarios.
La participación de las mujeres en las capas populares, en las barricadas y en las jornadas revolucionarias, constituye la expresión de la
participación de la práctica femenina de la ciudadanía y de la soberanía popular de género.
10. Valcárcel, Amelia. La política de las mujeres. Feminismos. ED. Cátedra 3ª edición. Madrid. 2004.
11 . Amorós, Celia, De Miguel, Ana (Eds). Teoría feminista de la ilustración a la globalización. De la Ilustración al
segundo sexo. I Volumen. Madrid. Minerva Ediciones. 2005. Pág 66
12. Madame de Beaumer en 1761, en un artículo publicado por la revista femenina francesa Journal des Dames”:
”Nosotras las mujeres pensamos bajo nuestro peinado igual que vosotros lo hacéis bajo vuestras pelucas. Somos
capaces de razonar igual que vosotros. Somos tan capaces como vosotros. De hecho, por nosotras, vosotros
perdéis la razón cada día”.
62
Cuando Su Muy Cristiana Majestad Luis XVI, rey por
la gracia de Dios -señor absoluto gobernante de uno
de los más poderosos estados del mundo- volvía como
habitualmente de la caza al atardecer del 14 de julio
de 1789, anotó con su acostumbrada pedantería las
piezas cobradas. Debajo de “otros sucesos” escribió lacónicamente: “Sin novedad”.
Unidad 2
Los estudios históricos han reconocido el papel detonante que tuvo la
iniciativa de las mujeres de París cuando, tres meses después de la
toma de la Bastilla, el cinco y seis de octubre de 1789, alrededor de seis
mil mujeres parisinas se movilizaron en protesta por las penurias, la
escasez de pan, la crisis de subsistencia y los altos precios, protagonizando la crucial marcha de Versalles. Las mujeres conseguirían trasladar a París al Rey y a la Reina, desde donde les sería más difícil eludir
los graves problemas del pueblo.
Poco después se presentó ante Su Majestad el duque
de Liancourt para darle un excitado parte de los acontecimientos de París: el pueblo había conquistado la
ciudadela de la corona, la Bastilla.”Pero oiga, monsieur
-se enfadó el rey- esto es un motín!” El duque respondió: “Se equivoca, Sire: es la Revolución”.13
Los hombres tomaron la Bastilla, las mujeres tomaron al Rey. El uno de octubre todo fue estropeado por
las damas de Versalles. El seis, todo fue reparado por
las mujeres de París. Son las mujeres las que nos han
dado la libertad. (Guihaumou y Lapied).14
El 14 de enero de 1789, Luis XIV convoca los Estados Generales (no
habían sido convocados desde 1614) en lo que constituiría el preludio
de la Revolución.
“Nos, necesitamos el concurso de nuestros fieles súbditos para que nos ayuden a superar las dificultades
que Nos encontramos relativas al estado de nuestras
finanzas, y para establecer, de acuerdo con Nuestros
deseos, un orden constante e invariable en todos los
aspectos del gobierno que tienen que ver con la felicidad de Nuestros súbditos y con la prosperidad de
Nuestro reino. Estas importantes razones Nos han determinado a convocar la Asamblea de los Estados Ge13. Texto. Web http://www.editorialbitacora.com/armagedon/revolucion01/revolucion01.htm
14. Guihaumou y Lapied. Citado por Nash, Mary. Mujeres en el mundo. ED. Alianza. Ensayo, Madrid. 2005.
Pág.76.
63
Unidad 2
nerales de todas las provincias, tanto para que Nos
aconsejen y Nos asistan en todos los asuntos que sean
expuestos ante Nos, como para hacernos saber los deseos y quejas de nuestros súbditos de forma que, por
una mutua confianza y amor recíproco, se aporte lo
más prontamente posible un remedio eficaz a los males
del estado, que los abusos de todo género sean reformados y prevenidos por buenas y firmes disposiciones
que aseguren la felicidad pública y que nos aporten
a Nos particularmente, la calma y tranquilidad de las
que Nos hemos carecido desde hace largo tiempo”.
Convocatoria de los Estados Generales, Luis XIV. En
Versalles el 14 de enero de 1789.
Los tres estados -nobleza, clero y pueblo- se reúnen para redactar sus
quejas para presentarlas ante el rey. Y es en este momento cuando toda
Francia se pone a redactar “cuadernos de quejas”, cuando las mujeres
toman conciencia, de forma colectiva, de que su particular situación
queda excluida de las demandas generales y de que disponen de muy
pocas oportunidades para dar a conocer sus propias reivindicaciones.
Los “cuadernos” parroquiales ya están repletos de reivindicaciones de
todo tipo; en cuanto a los oficios, muy pocos son los que abren sus
puertas a las mujeres (no habrá más que dos comisiones de “obreras”
en la Asamblea del Tercer Estado, la de las pescaderas y la de las fruteras). Algunas mujeres se dan perfecta cuenta de lo importante que
era que sus quejas no quedaran sumergidas en un torrente de reivindicaciones genéricas. Lo dijeron ellas con toda claridad. Tanto las mujeres de las corporaciones y que contribuían a los gastos de la nación
(Duhet: 1974)15 como aquellas otras que formaban parte de los movimientos sociales y políticos, y que tuvieron un papel importante en la
Revolución,16 son conscientes de su protagonismo en la formación de
la nueva sociedad que se está gestando, y bajo el nuevo concepto de
igualdad universal tienen el derecho a hablar, a ser escuchadas y a
participar (Varela, 2005).
15. La comunidad de las modistas, plumajeras y floristas, por respeto par con las órdenes reales, no ha querido
protestar ante la convocatoria hecha por barrios para elecciones de los Esados Generales, a pesar de que, si
nos atenemos a los reglamento, debería haber sido realizada a través de las corporaciones. Sin embargo…dicha
comunidad, numerosa y que tributa anualmente al Rey una suma importante, tanto en concepto de impuestos,
como de derechos de maestrazgo y demás, podía, lógicamente, esperar estar representada”. Duhet, Paule Marie
Las mujeres y la revolución. Barcelona. Ediciones Península. 1974, p[ag 25
16. Dos de los clubes más importantes fueron la Confederación de amigas de la verdad creada por Etta Palm
y la asociación de mujeres republicanas Revolucionarias. En estos clubes se discutían los principios ilustrados
y la participación de las mujeres en la esfera política. Varela, Nuria. Feminismo para principiantes. Ediciones B.
Barcelona. 2005.
64
Se podría responder que estando demostrado, y con razón, que un noble no puede representar a un plebeyo, ni
éste a un noble, del mismo modo un hombre no podría
con mayor equidad, representar a una mujer, puesto
que los representantes deben tener absolutamente los
mismos intereses que los representados: las mujeres no
podrían, pues, estar representadas más que por mujeres.17(2005).
Unidad 2
El Cuaderno de Quejas y Reclamaciones de la anónima Madame B.B.
de País de Caux presentó su escrito en defensa de las mujeres en clave
política, con un amplio abanico de reflexiones de signo feminista y argumentó el derecho de las mujeres a una representación política propia:
Sin embargo, pronto se comprobó que una cosa era que la República
agradeciera y condecorara a las mujeres por los servicios prestados y
otra, muy distinta, reconocerlas más allá de su papel como madres y
esposas. De esta forma las mujeres quedan excluidas de la Convocatoria General y deciden empezar a redactar sus propios cuadernos de
quejas, enviando sus peticiones al Rey el 1 de enero de 1789.
Excluidas como estamos las mujeres de las Asambleas
nacionales por leyes demasiado bien cimentadas como
para abrigar la esperanza de infringirlas, no os suplicamos, Majestad, autorización para enviar nuestros diputados a los Estados Generales; sabemos demasiado
bien en qué medida este padrinazgo influirá en la elección y cuán sencillo resultaría a los elegidos entorpecer
la libertad de los sufragios.18 (1974).
En los Cuadernos de Quejas, las mujeres solicitaron fundamentalmente
el acceso a las escuelas y el derecho a una educación que les permitiera
obtener mejores puestos de trabajo. Para las mujeres, el acceso a la educación revertía en la educación de los hijos. Pedían el derecho al trabajo
y la exclusión de los varones de los oficios de mujeres. Otro aspecto fundamental de sus quejas era el referido a la vida matrimonial: derechos
matrimoniales y respecto a los hijos, así como una mayor protección de
los intereses personales y económicos en el matrimonio y en la familia.
Reclamaban la prohibición de la prostitución. Otro de los aspectos sobre
el que las mujeres reclamaban justicia era la situación de malos tratos,
la violencia de género y el abuso en el matrimonio. Y pidieron algo más:
el derecho al voto que garantizara su representación política.
17. Alonso y Belichón.. Citado por Nash, Mary. (2005): Mujeres en el mundo. Ed. Alianza. Ensayo. Madrid. 1989.
18. Duhet, Paule Marie. Las mujeres y la revolución. Barcelona. Ediciones Península. 1974
65
Unidad 2
Pero los Cuadernos de Quejas de las mujeres no fueron tenidos en cuenta. En agosto de 1789, la Asamblea Nacional proclama la Declaración de
los Derechos del Hombre y el Ciudadano sin incluir a las mujeres. Dos
años más tarde Olympia de Gouges publica la réplica feminista Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana.
3.2.- Con nombre propio: Olympia de Gouges y Mary Wollstonecraft
Olympia de Gouges
Olympia de Gouges era mujer del pueblo, activista revolucionaria y de
tendencias modernas con una extensa obra literaria cuyos textos tuvo
que imprimir, en muchas ocasiones, ella misma.
En 1791, escribe La Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana. Una obra que constituyó la denuncia de los principios universales de libertas y libertad que defendían la revolución, ya que excluía a
las mujeres de los derechos políticos.
Olympia de Gouges escribió en el prólogo y epílogo de su declaración:
“Las madres, las hijas, las hermanas, representantes de
la Nación, piden ser constituidas en Asamblea Nacional.
Considerando que la ignorancia, el olvido o el desprecio de
los derechos de la mujer son las únicas causas de las desgracias públicas y de la corrupción de los gobiernos, han
resuelto exponer en una solemne declaración los derechos
naturales, inalienables y sagrados de la mujer…
Mujer, despiértate; el arrebato de la razón se deja oír en
todo el universo. Reconoce tus derechos...”19
La Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana era un
calco del Contrato Social de Rousseau y de la Declaración de los Derechos del Hombre de 1789, con la diferencia que, en ella, planteaba un
contrato social entre hombres y mujeres que rechazara la doble moral
y la desigualdad sexual.20 Olympia argumentó que si la mujer podía
subir al cadalso era, por tanto, igual que el resto de los individuos.
19. Declaración completa de los Derechos de la mujer y la ciudadana en: http://www.juntadeandalucia.es/averroes/
iesaverroes/webquest/revolucionFrancesa/paginas/paginasecundariadocumento/mujeres/declaraciondederechosmujer.htm
20. Nash, Mary y Tavera. Susana. Experiencias desiguales. Conflictos sociales y respuestas colectivas. (Siglo XIX).
Editorial Síntesis. 5ª edición. Madrid. 1994. Pág. 61
66
- La equiparación de los derechos a los del hombre.
- El derecho a la libertad, a la propiedad, a los cargos públicos.
- El acceso al sufragio.
Olympia dedicó la declaración a María Antonieta, con la que compartiría el destino de la guillotina en 1793.
Unidad 2
Lo más importante de la Declaración de los Derechos de la Mujer y de
la Ciudadana fue el reconocimiento de la personalidad política de las
mujeres como parte integrante del pueblo soberano. Además exigía:
Mary Wollstonecraft
“Si la mujer es capaz de comportarse como un ser racional, no hay porqué tratarla como una esclava o como una bestia que depende de la
inteligencia del hombre cuando se une a él”.21
La obra de Mary Wollstonecraft se inscribe en el contexto de la revolución francesa como una de las voces fundacionales del feminismo
liberal. Publicó en 1792, Vindicación de los derechos de la mujer, junto
a otros textos en los que se pueden encontrar las bases del feminismo
del siglo XIX y el siglo XX.
Mujer excepcional tanto por su capacidad intelectual como por su espíritu valiente y decidido, tuvo renombre por su posición crítica ante
la situación que ocupaban las mujeres en la sociedad y las polémicas
que mantuvo con pensadores como Burke y Rousseau. Rechazó públicamente las tesis misóginas de Rousseau y sus alegaciones acerca
de que el objetivo de vida de las mujeres era complacer a los hombres
(2005)22. Sus detractores se referían a ella con el sobrenombre de “hiena con faldas”.
Mary Wollstonecraft nace en Inglaterra en 1759. Un padre alcohólico
marcó una infancia presidida por la violencia y la precariedad de la que
escapa cuando se va a vivir con su hermana y una amiga. Un acto que
confirma su carácter libre y rebelde en una época en la que estaba mal
visto que las mujeres vivieran sin la protección de un varón. Ninguna
otra mujer de su tiempo reunió tal cantidad de experiencias en treinta
y ocho años, ni se acercó de un modo tan vibrante y conmovedor al
cumplimiento de todos sus sueños. Wollstonecraft murió justo cuando
empezaba a sentir en su propia vida la felicidad y la satisfacción que
había imaginado, al dar a luz a la hija que más tarde se convertiría en
Mary Shelley, la autora de Frankenstein”23.
21.Fragmento del Cap. II de Vindicación de los Derechos de la Mujer. Mary Wollstonecraft.
22. Nash, Mary Mujeres en el mundo. Historia, retos y movimientos.Alianza ensayo. Madrid. 2005.
23. Showalter, Elaine. Mujeres rebeldes. Una reivindicación de la herencia intelectual feminista. Ed. Espasa.
Madrid. 2002.
67
Unidad 2
Su primera obra sobre la educación femenina “Pensamientos acerca
de la educación de las niñas, es un encargo de Joseph Johnson quien
la introduciría en los círculos literarios e intelectuales. A esta primera
obra seguirían artículos en revistas y obras en las que iría desarrollando los planteamientos expuestos en Vindicación de los derechos
de la mujer.
Mary Wollstonecraft encontró en el grupo editorial de Johnson, además
de la posibilidad de vivir de sus escritos, un lugar de encuentro, donde
conocer a todos los escritores independientes, radicales o inconformistas seguidores de Holbach, Voltaire, D’Alembert o Rousseau, con
los que tuvo ocasión de charlar y discutir apasionadamente sobre el
progreso de la civilización o la perfectibilidad del hombre pero, sobre
todo, sobre la necesidad de cambiar las estructuras sociales para el
bien de todos.
El grupo de intelectuales que se reunía en torno al grupo editorial seguía con interés y admiración todo cuanto sucedía en Francia. Cuando
la Revolución estalló en 1789, todos se reunieron para celebrarla. Mary
Wollstonecraft asumió con su apasionamiento habitual los principios
de la Revolución, porque estaba convencida que los derechos humanos iban a ser por fin reconocidos y esto supondría el final de la opresión y la injusticia.24
Como contestación al libro titulado Reflexiones sobre la revolución francesa, Mary escribe treinta páginas en un panfleto que se titularía En
defensa de los derechos del hombre y en el que afirma que no puede
lograrse una sociedad justa sin igualdad, y condena la discriminación
de la que son objeto las mujeres. Wollstonecraft, animada por el debate
que se había generado en torno a la igualdad y los derechos de ciudadanía, escribiría en tan sólo seis semanas Vindicación de los derechos
de la mujer, que Johnson publicaría en 1792. Una obra que, en palabras de Amelia Valcárcel, “no nacía sola. Estaba avalada por el difuso
sentimiento igualitarista que fluía en el conjunto social en el momento
previo a la Revolución y que la Ilustración había cultivado. Transmitía
también las actitudes de bastantes mujeres que, generalmente por su
origen y encuadre social, habían conseguido acceder a grados incluso
amplios de cultura”.25
Las tesis que Mary Wolltonecraft defendió en Vindicación:
- Denuncia las constricciones en las que las mujeres estaban
obligadas a moverse.
24.Mary Wollstonecraft. Vindicación de los Derechos de la Mujer. Ed Tribuna feminista. Madrid 1977. Pág. 10
25. Valcárcel, Amelia. “Qué es y qué retos plantea el feminismo”, en materiales de formación política de mujeres.
Sí. Tú puedes. Diputación de Barcelona. Barcelona. 2001. Pág 7
68
- Niega que las mujeres sean inferiores a los hombres intelectualmente argumentando que, en esta como en otras cuestiones,
ambos sexos son iguales.
- Defiende la idea de que es el rol de “ángel del hogar” el que limita
el desarrollo de la personalidad y la capacidad de expresión de
las mujeres.
- El acceso a la educación no sólo habría de situar a las mujeres en un plano de igualdad con respecto a los hombres sino
que sería el medio por el cual las mujeres lograrían su independencia económica, ya que les permitiría acceder a trabajos remunerados.
Unidad 2
- Defiende que las asimetrías entre sexos no se deben a diferencias biológicas y sí a la educación y socialización.
- Frente al modelo de madre y esposa dependiente y sumisa defendida por Rousseau, defiende la figura de una madre educada, activa en la sociedad y capaz de educar a sus hijos en los
valores de independencia, igualdad y justicia.
Las reivindicaciones de Mary Wollstonecraft traspasaron el tiempo, teniendo repercusión en el feminismo de las siguientes décadas. Criticaron los valores, costumbres y conductas del modelo de género que la
sociedad imponía. Partiendo de las tesis de igualdad, profundizó en las
causas por las que las mujeres estaban discriminadas, proponiendo
líneas de reflexión y alternativas para el desarrollo de los derechos de
la mujer.
3.3.- Cronología de la Revolución y las reivindicaciones de las mujeres
La Revolución Francesa resultó una amarga derrota para las mujeres
a las que no sólo no se otorga las legítimas aspiraciones de igualdad,
sino que el Código Napoleónico, cuya extraordinaria influencia ha llegado prácticamente a nuestros días,26 las relega con más fuerza, a la
situación de subordinación como madres y esposas, vetando sus derechos civiles que, sin embargo reconoce para los hombres, durante
el periodo revolucionario. La represión contra las mujeres no se hizo
esperar. Fueron ajusticiadas, se prohibieron las reuniones, se cerraron
los clubs y se les vetó la entrada al ámbito político.
26. De Miguel, Ana. “Feminismos”, en Amorós, Celia (Coord.) 10 palabras claves sobre mujer, Editorial Verbo
Divino, Estella 4ª edición. 2002. Pág. 226
69
Unidad 2
A pesar de la defensa que las mujeres emprendieron por sus derechos
civiles en la Revolución, quedaron excluidas del ejercicio de la ciudadanía en Europa y en Estados Unidos. El cuerpo legislativo europeo
y estadounidense negaron su estatus de sujetos políticos y legisló su
subordinación social a la familia, al establecer el principio de autoridad
patriarcal del padre o del esposo. A pesar de la difusión de los Derechos del Hombre en las sucesivas revoluciones liberales y democráticas a lo largo del siglo XIX y de la gradual apertura de los derechos
políticos de los varones, los de las mujeres seguirían sin reconocerse
hasta bien entrado el siglo XX. 27
14 de julio
de 1789
Toma de la Bastilla.
5 y 6 de
octubre de
1789
6.000 mujeres parisinas realizaron la marcha a Versalles
trasladando al Rey y a la Reina a París.
1788
Documento anónimo dirigido al Rey. Pétition des femmes du
Tires au Roi.
Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano
26 de agosto
sin incluir a las mujeres. A pesar de ser un proyecto universal
de 1789
de libertad e igualdad de los derechos excluye a las mujeres.
14 de julio
de 1790
1790
1791
Petición de las mujeres del Tercer Estado al Rey.
Marqués de Condorcet, defensor de la causa femenina, solicita
que la nueva república eduque igualmente a las mujeres y a
los hombres, así como la admisión de las mujeres al derecho
de la ciudadanía y el derecho al trabajo.
Se aprueba la constitución, cuyo preámbulo es la
Declaración de los Derechos del Hombre y del ciudadano
de 1789. La constitución distingue entre dos categorías
de ciudadanos: activos -varones mayores de 25 años
independientes y con propiedades- y pasivos- hombres sin
propiedades y todas las mujeres sin excepción. 28
Olympia de Gouges publica Los Derechos de la mujer y de la
Ciudadana Réplica femenina y feminista de la Declaración de
los Derechos del Hombre (1789) que no incluía a la mujer.
20 de abril
de 1792
Declaración de guerra.
27. Nash, Mary Mujeres en el mundo.op.cit. Pág. 79
28. Varela, Nuria. Feminismo para principiantes. Ediciones B. Madrid 2005. Pág. 34
70
Se obtiene la ley del divorcio.
21 de enero
de 1793
Ejecución de Luis XVI.
Junio 1793
Las mujeres son excluidas de los derechos políticos.
Octubre
1793
Se ordena disolver los clubes femeninos. Entre 1789 y
1793 había censados cincuenta y seis clubes republicanos
femeninos activos en la emisión de peticiones y con
expresiones políticas a favor de los derechos de las mujeres.
Noviembre
1793
Son guillotinadas Olympia de Gougues y una importante
luchadora de la Revolución, la señora Roland. Otras mujeres
son encarceladas.
Mayo de
1975
Se prohíbe a las mujeres asistir a las asambleas políticas. No
pueden reunirse más de cinco mujeres en las calles.
Unidad 2
Agosto 1792
El Código Napoleónico fue una nueva forma de derecho
positivo que sustituyó la dispersión que existía en el antiguo
orden con los distintos derechos parciales de castas, oficios y
estamentos. El código establece un derecho universal basado
en el modelo romano que fue imitado posteriormente por toda
Europa y cuyas repercusiones se han mantenido prácticamente
hasta la actualidad.
¿Cuáles fueron las líneas sobre las que se sustenta el Código
Napoleónico?
1804
Negó a la mujer los derechos civiles reconocidos durante
el periodo revolucionario e impone una legislación
discriminatoria, según el cual el hogar es definido como el
ámbito exclusivo de actuación femenino.
El código convierte el matrimonio en un contrato desigual
exigiendo en su artículo 312 la obediencia de la mujer al
marido.
Con el Código de Napoleón la minoría de edad perpetua de
las mujeres quedaba consagrada: Eran consideradas hijas o
madres en poder de sus padres, esposo e incluso hijos.
No tenían derecho a administrar su propiedad, fijar o
abandonar su domicilio, ejercer la patria potestad, mantener
una profesión o emplearse sin permiso, rechazar a un padre o
a un marido violentos.
71
Unidad 2
72
La obediencia, el respeto, la abnegación y el sacrificio
quedaban fijados como sus virtudes obligatorias.
1804
El nuevo derecho penal fijó para ellas delitos específicos que,
como el adulterio y el aborto, consagraban que sus cuerpos no
les pertenecían.
A todo efecto ninguna mujer era dueña de sí misma, todas
carecían de lo que la ciudadanía aseguraba: la libertad.
*Secuencia de datos de Duhet, Paule Marie Las mujeres y la revolución. Barcelona. Ediciones Península. 1974.
Unidad 1
R
esumen de la unidad
Primera parte
73
Las mujeres de la Revolución consiguieron subir al patíbulo pero no a
la tribuna. Así, entraron, el siglo XIX, atadas de pies y manos pero con
una experiencia política propia a su espalda, que ya no permitiría que
las cosas volviesen a ser exactamente igual que antes, pues una nueva
lucha había empezado .29
28
Las primeras expresiones de una voz colectiva de mujeres coinciden
con el desarrollo revolucionario en la formación de los clubes republicanos femeninos y la presentación de las primeras declaraciones políticas de los derechos de las mujeres.
Unidad 2
Ideas resumen de la unidad
Las mujeres francesas de las clases populares protagonizaron protestas
contra el alza del coste de la vida y reclamaron no sólo la satisfacción de
las necesidades más urgentes sino mejoras de las condiciones de vida.
Las mujeres de la clase media y popular exigieron reivindicaciones de
signo feminista que reclamaban sus derechos políticos.
El conocido discurso de la Revolución Francesa se basó en los principios de libertad, igualdad y derechos universales. En el transcurso de
los acontecimientos políticos, las mujeres desempeñaron un papel activo tanto en el proceso político como la reelaboración un discurso más
igualitario que las incluyese como ciudadanas y sujetos de los nuevos
derechos políticos derivados de la transformación revolucionaria.
El debate feminista ilustrado afirmó la igualdad entre hombres y mujeres, criticó la supremacía masculina, e identificó los mecanismos culturales y sociales que influían en la construcción de la subordinación
masculina, elaborando estrategias para conseguir la emancipación de
las mujeres.
Los textos avanzaron en la idea de que la subordinación de las mujeres
no se debía a causas divinas o naturales sino a consecuencias de la
construcción social.
Las peticiones de las mujeres fueron discutidas por los ideólogos de la
Ilustración como Hobbes, Locke, Rousseau y Montesquieu. Se cree en
la libertad del ciudadano, pero la mujer no debe tener derechos.
Uno de los argumentos más importantes esgrimidos por las mujeres
fue el de la ciudadanía. Contemplaron el mundo público y el lugar de
las mujeres desde el centro de la utilidad pública. Pusieron de relieve
la figura de la madre educadora como esencial en el proyecto de socialización y civilización.
29. Valcárcel, Amelia. La memoría colectiva y los retos del feminismo. Pág. 13
75
Unidad 2
El principio de individualización abrió el camino para el reconocimiento
de subjetividad histórica de las mujeres y de su libertad emancipadora.
Preguntas para la reflexión
•
¿Las aportaciones individuales de las mujeres a lo largo de la
historia, antes de la Ilustración se pueden considerar feministas?
•
¿Qué aportaciones a la historia del feminismo recuerdas?
•
¿Cuáles crees que fueron las causas de la discriminación de la
mujer a lo largo de la historia?
•
¿Qué papel desempeñaron las mujeres en la Revolución Francesa?
•
¿Se puede equiparar la participación de las mujeres en las revueltas francesas con algún otro episodio de la historia?
•
¿Por qué el concepto de igualdad esgrimido en las Declaraciones
del Hombre excluía a la mujer?
•
¿Cuáles son las claves que explican el surgimiento del feminismo
en la Ilustración?
•
¿Cuáles de las ideas de Mary Wollstonecraft siguen siendo actuales en la actualidad?
•
¿Qué paralelismo podemos encontrar entre las reivindicaciones
del siglo XVIII y las reivindiciones realizadas por el movimiento
feminista en la actualidad?
•
¿Qué causas explican la trascendencia de la obraVindicación de
los derechos de la mujer?
•
¿Por qué se opusieron los filósofos de la Ilustración a las vindicaciones feministas?
Aclarando conceptos
Feminismo: El concepto feminismo proviene del vocablo galo “feminismo”
de “femme” (mujer) y de la palabra latina “femina” que significa mujer.
El origen del término feminista, al parecer se empleó, por primera vez,
en 1871, en un texto médico francés, para designar la interrupción
del desarrollo de los órganos y caracteres sexuales en pacientes masculinos, que aparentemente sufrían una feminización de su cuerpo.
Alejandro Dumas adoptó el término para utilizarlo en un panfleto que
76
Si acudimos al Diccionario de la Real Academia Española, comprobaremos que el feminismo es definido como “La doctrina social favorable
a la mujer, a quien concede capacidad y derechos reservados antes a
los hombres. Movimiento que exige para las mujeres iguales derechos
que para los hombres”.
Unidad 2
abordaba el adulterio para designar a las mujeres que se comportaban
en estas situaciones, de forma considerada como masculina. Por tanto,
médicamente el término se utiliza para hablar de la feminización de los
varones, y en política para definir la masculinización de las mujeres.30
A partir de 1890, el término es adoptado en Inglaterra (feminism) en
sustitución de womains (mujerismo).
Una definición que dista de la realizada por autoras de la teoría feminista. A continuación ofrecemos tres versiones sobre el término.
Marta Colorado, Liliana Arango y Sofía Fernández: “El
feminismo se puede considerar un movimiento social, un
campo teórico expresado en diferentes corrientes de pensamiento, y como expresión cultural. Como campo de acción
constituye un movimiento social de lucha por la liberación
de la mujer, al constatar la discriminación hacia ella existente en todos los países y la desigualdad de oportunidades
entre hombres y mujeres; la discriminación manifestada de
diversas formas, de acuerdo con la tradición cultural, el desarrollo económico y el sistema sociopolítico de cada país.
Como movimiento, es expresión de la resistencia de las mujeres a aceptar y permanecer en roles y situaciones sociopolíticas, culturales e ideológicas fundamentadas en la jerarquía
entre hombres y mujeres que justifican la discriminación de
estas”. 31
Victoria Sau: “El feminismo es un movimiento social y político que se inicia formalmente a finales del siglo XVIII, y que
supone la toma de conciencia de las mujeres como grupo o
colectivo humano, de la opresión, dominación y explotación
de que han sido y son objeto por parte del colectivo de varones en el seno del patriarcado bajo sus distintas fases históricas de modelo de producción, lo cual las mueve a la acción
para la liberación de su sexo con todas las transformaciones
de a sociedad que aquélla requiera”.32
30. Freedman, Jane. Feminismo ¿unidad o conflicto? Ed. Nancea. Madrid. 2004. Pág. 16.
31. Colorado, Marta. Arango, Liliana, Fernández, Sofía. Mujer y feminidad. Ed. Dirección de la Cultura. Colombia
1998. Pág. 87
32. Sau, Victoria. Diccionario ideológico feminista, vol I, Icaria, Barcelona 2000. Pág. 121
77
Unidad 2
Mary Nash: En su obra Mujeres en el mundo. Historia, retos
y movimientos define feminismo como: “El pensamiento feminista y la expresión más contemporánea del feminismo
como movimiento social constituyen un fenómeno histórico
complejo, con múltiples corrientes que no pueden reducirse
a manifestaciones uniformes. No existe un único canon universal del feminismo”. Posteriormente introduce la definición
de los historiadores Akkerman y Stuurman en Perspectives
on Feminist Political Thought in European History: “Crítica de
la misoginia y de la supremacía masculina; la convicción de
que la condición de las mujeres no era un hecho inmutable
de la naturaleza sino que se podía mejorar; la existencia de
un sentido de identidad de grupo, de género; la voluntad de
hablar en nombre de las mujeres y de defender el sexo femenino con la intención de ampliar el ámbito de actuación de
las mujeres”.33
Machismo: Recurriendo nuevamente al Diccionario de la
Real Academia Española encontraremos que machismo es
un término que se define como “Actitud de prepotencia de
los varones respecto a las mujeres”. Es importante aclarar
que no hay correlación entre ambas definiciones, aunque se
suelen utilizar como términos opuestos. Tal y como aclara
Amelia Valcárcel, el feminismo no es un machismo al revés,
pero es absolutamente contrario al machismo. La verdadera
razón del machismo es la propia jerarquía sexual, no algunas de sus indeseables consecuencias. El término dual de
machismo podría ser hembrismo si se conociera “actitud prepotente de las mujeres hacia los varones y si surgiera una
“doctrina social favorable al hombre, a quien concede capacidad y derechos reservados antes a las mujeres, o movimiento que exige para los varones iguales derechos que para
las mujeres, esta doctrina o movimiento debería denominarse “hominismo”.34 Es importante aclarar esta diferenciación
por que coloquialmente, muchas personas contraponen el
término feminismo a machismo queriendo hacer referencia
a la intención de revancha o superioridad de derechos de
las mujeres, desvalorizando el contenido, fines y medios del
movimiento feminista.
33. Nash, Mary. Mujeres en el mundo. Historia, retos y movimientos. Madrid, Alianza ensayo.2005. Pág. 68-69
34. Simón Rodríguez, Elena. Democracia Vital. Editorial Nancea Madrid. 1999. Pág. 81. 78
La respuesta de Mary Wollstonecraft a las argumentaciones de
Rousseau
Uno de los filósofos fundamentales de la Ilustración fue Rousseau. Nació en Suiza en 1712, y fue uno de los grandes ideólogos de la Revolución Francesa, de la comuna de París, de los movimientos comunistas
del siglo XIX, inspiró a Tomas Jefferson en su Declaración de Independencia de los EE.UU de América.
Autor de El Contrato Social, Rousseau manifiesta otra manera de paliar la degeneración a la que nos vemos abocados en el estado social,
y que resume en su célebre frase “el hombre nace libre, pero en todas
partes se encuentra encadenado”. Las injusticias sociales y la fractura de “clase” pueden mitigarse no sólo a través de la educación, sino
transformando el orden social de manera endógena, es decir, desde el
interior de la sociedad misma, y sin violencia. Los hombres deben establecer un nuevo Contrato Social que los acerque a su estado natural.
El nuevo contrato social es un pacto de la comunidad con el individuo
y del individuo con la comunidad, desde el que se genera una “voluntad
general” que es distinta a la suma de las voluntades individuales y que
se constituye en fundamento de todo poder político. La soberanía ha de
emanar de la voluntad general, siendo indivisible e inalienable.35
Unidad 2
Lecturas para la reflexión
Este gran pensador, cuya influencia llega hasta nuestros días, tuvo sin
embargo una postura contundente en lo que se refiere al sexo, afirmando contundentemente que la distinción jerárquica entre los sexos
es de origen natural. Las teorías de Rousseau fueron contestadas por
Mary Wollstonecraft en su obra Vindicación.
Valcárcel, Amelia. La política de las mujeres. Presenta la contrapuesta polémica ideológica que se plantea entre los dos autores
de la Ilustración.
Rousseau inauguró el modo de hacer filosofía política que triunfaría en
el siglo XIX. De hecho, gran parte de lo que entendemos por orden político es producto de sus conceptualizaciones. Pues bien, en lo relativo
al sexo fue extraordinariamente concluyente: político es aquello que
surge del pacto social; la desigualdad entre los sexos no tiene origen;
es por el contrario natural. El campo social mismo cuando se articula
políticamente ha de hacerlo bajo la metáfora de un pacto para todos
y dentro del cual producirán todos los pactos necesarios: en orden a las
leyes, a la formación de mayorías, las creencias, etc. Todo ello afectará a
35. Diez de la Cortina Montemayor, Elena. http://www.cibernous.com/autores/rousseau/teoria/biografia.html
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Unidad 2
aquellos individuos a los que se concede capacidad política, que son, potencialmente, todos los seres humanos. Ahora bien, el orden de lo político
y el orden natural son dos casos. Al igual que las sociedades animales permanecen en el orden de la naturaleza, en la esfera de los seres humanos
hay rasgos y comportamientos que pertenecen al orden de la naturaleza,
luego no deben ser tocados ni cambiados. Son prepolíticos. Lo más relevante de las sociedades humanas que pertenece sin embargo al orden natural es la distinción entre varones y mujeres. No es una distinción física
ni biológica. Marca lo que deben hacer unos y otras y en qué sentido sus
esferas del mundo están separadas. Las mujeres son la parte de la naturaleza que está introducida en la vida espiritual (que es la política) y deben
ser a ella reconducidas si intentan salirse. Porque si se salen se producirá
un desorden generalizado en lo político.
Rousseau afirma contundentemente algo que el siglo XIX, tuvo claro:
decía, simplemente, que la distinción jerárquica de poder, de dignidad,
de autoridad, de saber, entre varones y mujeres no era producto de un
esfuerzo para que la distinción existiera, era, por el contrario, natural. Y lo natural debía seguir existiendo sin ponerle ninguna cortapisa.
Toda mutación, todo cambio, más bien debía ir encaminado a que se
produjera tal cual.
La idea de igualdad, que es una idea fortísima, siempre se matiza restringiendo su campo de aplicación. Rousseau, teórico de la igualdad,
la restringe a un sólo grupo, sin embargo, muy amplio: el de todos
los varones de una comunidad política, lo que no deja de ser una gran
novedad. Ahora bien ¿Qué sucedió? Que ello fue la chispa que hizo
nacer el pensamiento feminista tal y como hoy lo conocemos y con los
mismos rasgos que tiene y conserva en la actualidad. Las respuestas a Rousseau forman el primer corte teórico del feminismo. Su obra
fundacional, la Vindicación de Mary Wollstonecraft. Este libro que es
un continuo rebatir el sexismo de Rousseau, repite hasta la saciedad
el mismo punto ¿Cómo es que el señor Rousseau se puede permitir
decir que la mitad de la especie humana está en estado natural y que
además ha de ser conservada en él? Y de este punto deriva a otro: ¿en
que sentido puede mantenerse un tracto naturalista dentro de la humanidad sin que la propia humanidad quede afectada en su conjunto?
El punto elegido por Wollstonecraft es, a todo efecto, el punto de la excelencia. Si la humanidad tiene al menos una mitad para la cual valen
las explicaciones naturalistas, no hay razón para pensar que no valgan
para toda ella. El naturalismo hace vacilar la estructura política que
Rousseau defiende. Si Rousseau acepta la teoría de Wollstonecraft el
resto de sus ideas no tiene legitimidad teórica para mantener la desigualdad entre sus sexos.
80
Unidad 2
Para Rousseau, sin embargo, esta contradicción no existe, es una cosa
que quiero que reflexionemos. A Rousseau no le parecía contradictorio
en absoluto ser demócrata para los varones y naturalista para las mujeres. A quien sí le parecía contradictorio era a Mary Wollstonecraft. El
discurso de esta autora es el primer discurso feminista contrastado
que difiere de la tradición anterior, así fuera cultivado por pensadores
tan evidentemente feministas como Poulain de la Barre. No es un discurso galante ni cortés, ni referido a salvar de los efectos más claros
del sexismo de las mujeres. Es, por el contrario, la asunción completa
de la idea de igualdad y de su red conceptual, la asunción del nuevo
paradigma político y la denuncia de las restricciones interesadas. Si
Wollstonecraft no fuera Rousseniana su Vindicación no habría sido posible. (2004: 58-60).36
Para saber más. Bibliografía y páginas web recomendadas
Amorós, Celia, De Miguel, Ana (Eds) Teoría feminista de la ilustración a
la globalización. De la Ilustración al segundo sexo. I Volumen. Madrid.
Minerva Ediciones. 2005.
Cobo, Rosa. “El discurso de la igualdad en el pensamiento de Poullain
de la Barre”. En Amorós, Celia (coord.) Historia de la teoría feminista.
Instituto de Investigaciones feministas de la Universidad Complutense
de Madrid. 1994.
Colorado, Marta; Arango, Liliana; Fernández, Sofía. Mujer y feminidad.
Ed. Dirección de la Cultura. Colombia 1998.
De Miguel, Ana. “Feminismos”, en Amorós, Celia (DIR.) 10 palabras
claves sobre mujer, Editorial Verbo Divino, Estella 4ª edición. 2002.
De Torres Ramírez, Isabel. (coord). Los feminismos en la historia en Miradas desde la perspectiva de género. Madrid. Ed.Nancea 2005.
Duhet, Paule Marie. Las mujeres y la revolución. Ediciones Península.
Barcelona. 1974.
Freedman, Jane. Feminismo ¿unidad o conflicto? Ed. Nancea.
Madrid. 2004.
Nash, Mary y Tavera, Susana. Experiencias desiguales. Conflictos sociales y respuestas colectivas. (Siglo XIX). Editorial Síntesis. 5ª edición.
Madrid.1994.
Nash, Mary. Mujeres en el mundo. Historia, retos y movimientos. Alianza Ensayo. Madrid. 2005.
36. Amélia Valcarcel 2004. La política de las mujeres. Ed. Cátedra. Feminismos. 3ªEdición. Madrid.
81
Unidad 2
Sánchez Muñoz, Cristina. “Genealogía de la vindicación” en Feminismo. Debates teóricos contemporáneos. Alianza Editorial.
Madrid. 2001.
Sau, Victoria. Diccionario ideológico feminista, vol I, Icaria,
Barcelona 2000.
Showalter, Elaine. Mujeres rebeldes. Una reivindicación de la herencia
intelectual feminista. Ed. Espasa. Madrid. 2002.
Simón Rodríguez, Elena. Democracia Vital. Ed.Nancea. Madrid.1999.
Pág. 164-165
Valcárcel, Amelia. La política de las mujeres. Cátedra. Madrid. 1997.
Wollstonecraft, Mary. Vindicación de los derechos de la mujer. Ed Tribuna feminista. Madrid 1977. Pág. 10.
Christine de Pizan y su papel como antecesora de Sor Juana Inés
de la Cruz.http://www.cofc.edu/chrestomathy/vol2/evans.pdf
Hufton Olwen H. Las mujeres en la revolución 1789-1796
http://www2.sas.ac.uk/ilas/genero_segunda1_Hufton.pdf
La memoria colectiva y los retos del feminismo Amelia Valcárcel
Unidad mujer y desarrollo Santiago de Chile 2001.
http://www.ongdclm.org/PUBLICACIONES%20DIGITALES/
mujer%20y%20desarrrollo/Noviembre/fem.pdf
Los feminismos a través de la historia 1. Feminismo premoderno.
Ana de Miguel en creatividad feminista.
http://www.creatividadfeminista.org/articulos/feminismo_premoderno.htm
Movimiento feminista y redefinición de la realidad.
Por Ana de Miguel Álvarez Universidad de A Coruña.
http://www.nodo50.org/mujeresred/feminismo-ana_de_miguel-movimiento_feminista.html
Rosa María Rodríguez Magda. Revista debats.
http://www.alfonselmagnanim.com/debats/76/editorial.htm
Stephanie Evans Christine De Pizan: Luisa Elena Betancourt.
http://www.cayomecenas.com/mecenas2265.htm
Una mirada sobre los sucesivos feminismos. Por María Salas
www.nodo50.org/mujeresred/feminismo-maria_salas.html
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Revisión histórica del feminismo. El feminismo como
filosofía política. El feminismo como movimiento
político. El movimiento de mujeres.
Asociaciones y redes
Unidad 1
Unidad II
Segunda parte. La segunda ola. El feminismo liberal
Presentación de la unidad
Objetivos de la unidad
1.- El siglo XIX. La segunda ola del feminismo
2.- Los inicios del feminismo norteamericano.
La Declaración de Séneca Falls
3.- El sufragismo en Inglaterra
4.- El sufragismo en España
5.- El sufragismo en América Latina
6.- Historia del feminismo en América Latina
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Presentación de la unidad
Seguimos el recorrido de la historia adentrándonos en el siglo XIX, de
la mano de las sufragistas. Después de analizar el contexto social en el
que se comienza a elevar la voz de las mujeres, analizaremos las principales obras y los momentos clave de una lucha que no terminaría hasta
décadas más tarde.
Objetivos de la unidad
Unidad 2
Segunda parte. La segunda ola. El feminismo liberal
- Conocer el proceso histórico en el que se comienzan las reivindicaciones de las sufragistas.
- Introducción a las principales obras feministas del siglo XIX.
- Análisis de la consecución del sufragio en Estados Unidos, Europa y Latinoamérica.
85
Unidad 2
Decidimos: Que todas las leyes que impidan que la mu
jer ocupe en la sociedad la posición que su conciencia
le dicte, que la sitúen en una posición inferior a la del
hombre, son contrarias al gran precepto de la naturaleza y, por tanto, no tienen ni fuerza ni autoridad.
Declaración de sentimientos Séneca falls. Nueva York
19 y 20 de julio de 1848
1.- El siglo XIX. La segunda ola del feminismo
Recordamos que las mujeres dejaban el siglo XVIII, excluidas de la ciudadanía y relegadas al ámbito del hogar. Sin embargo, su participación
en los procesos revolucionarios, la difusión de las teorías feministas
sobre la igualdad que comenzaban a difundirse en toda Europa, en
Estados Unidos y, años más tarde, por el resto del continente americano, había conseguido que la carrera por la emancipación iniciada
continuara y que, pese a los intentos de disolución, no tuviese vuelta
atrás. Como afirma Amelia Valcárcel “El feminismo no ha perdido
hasta la fecha ninguna de las batallas en que se ha empeñado. Ha
tardado más o menos en conseguir sus resultados, pero ha mantenido
sus objetivos invariables”.37
El siglo XIX, fue consolidando el modelo sociopolítico liberal que heredó, en gran medida, de las exigencias igualitarias de la Ilustración,
intentando dar respuesta a los nuevos problemas que surgían del capitalismo y la revolución industrial. Las mujeres sufrieron directamente
las consecuencias de la nueva situación económica y social. Por una
parte, las mujeres proletarias fueron incorporadas masivamente al trabajo industrial, como mano de obra más barata y más sumisa que los
varones. Como sus compañeros, quedaron totalmente al margen de las
riquezas producidas por la industria, y su situación de miseria se convirtió en uno de los hechos más sangrantes del nuevo orden social.38
Por otra, las mujeres burguesas quedaron enclaustradas en un hogar
que representaba el triunfo del varón.39 (2005)
37. Valcárcel, Amelia. “Qué es y qué retos plantea el feminismo” en Materiales de Formación política de mujeres. Sí.
Tú puedes. Diputación de Barcelona. Barcelona. 2001. Pág 24.
38. En el siglo XIX, la mayoría de las mujeres de las clases trabajadoras se veían obligadas a trabajar en fábricas o
industrias domésticas para poder ganar un salario. A pesar de cumplir el mismo horario (en jornadas de 12 horas) y
en las mismas tareas, las mujeres recibían un salario sensiblemente inferior al de los hombres. Por el hecho de ser
mujeres, cobraban la mitad o dos tercios del salario de sus compañeros. Se intentaba justificar diciendo que si la
mujer era soltera no necesitaba mantener una familia, y si era casada su marido la podía mantener. Después de un
parto, las mujeres tenían que incorporarse inmediatamente al trabajo. La situación era tan grave que, a mediados
del siglo XIX, se empezaron a elaborar las primeras leyes protectoras.
39. Amorós, Celia y De Miguel, Ana. Teoría feminista. De la Ilustración a la globalización. Vol 1. Minerva ediciones.
86
Unidad 2
El Código de Napoleón había establecido una forma de derecho que
restringía a la mujer al ámbito del hogar. Como expresa Amelia Valcárcel, la separación de la esfera pública y privada, familia y estado,
en que consistía el concepto del estado de Rousseau, fue admitida
completamente por el estado liberal (2000),40 concibiendo al ciudadano como un padre de familia y recluyendo a la mujer en el ámbito del
hogar. Los principales filósofos del siglo XIX, (Hegel, Schopenhauer,
Kierkegaard, Nietsche), que tuvieron una notable influencia en la formación de los discursos científicos y técnicos, participaban de esta
concepción, construyendo un discurso misógino romántico en torno
a la mujer y que contraatacaba los planteamientos de Wollstonecraft,
Gouges y Condorcet, condenándola a la exclusión de la esfera pública y otorgándole el papel de “ángel del hogar”. La naturaleza cobró
un papel fundamental en el discurso misógino de filósofos de la talla
de Schopenhauer que afirmaba: “Todas las mujeres son la mujer, en
el fondo la hembra, y ninguna de ellas tiene derecho a un trato que
no sea de sexo segundo, llegando a afirmar que la naturaleza quiere,
como estrategia, que las mujeres busquen constantemente un varón
que cargue legalmente con ellas”.
El discurso de la misoginia romántica cobra una fuerza desmesurada
contra una vindicación, la de la igualdad. Tendrá una gran repercusión en círculos elitistas, porque existe el peligro de que esta vindicación pueda prender y transformar la sociedad. Como nos recuerda
Amelia Valcárcel (2000), sabemos lo que es el miedo y las sociedades
también lo sienten. Los mundos tienen miedo cuando se ven abocados
a un cambio y quieren defenderse de él. La misoginia romántica se
utilizó contra la segunda gran ola del feminismo: el sufragismo.41
En este contexto ideológico, las mujeres de la burguesía media expresan con gran indignación su situación de propiedad legal de sus
maridos y la imposibilidad para acceder a la educación o a cualquier
profesión que les permita la autonomía. Sin derechos políticos y civiles, sin formación y sin trabajo, la única salida es el matrimonio o la
pobreza.
Las mujeres comienzan a organizarse en torno a la reivindicación del
sufragio, luchando por la igualdad en todos los terrenos, para conseguir la auténtica universalización de los valores democráticos y liberales. Su estrategia es conseguir el derecho al voto y el acceso al parlamento para cambiar las leyes y las instituciones. Además, el voto es
Madrid. 2005. Pág.66.
40. Valcárcel Amelia. “Filosofía de la historia e historia del feminismo” en Valcárcel, Amelia, Renau Dolors, Romero
Rosalía. Los desafíos del feminismo ante el siglo XXI. ED. Instituto Andaluz de la Mujer, 2000. Pág 31.
41. Valcárcel Amelia, op.cit. Pág. 33
87
Unidad 2
un medio que les permitirá unir a mujeres de clases sociales y opiniones políticas muy diferentes, pues consideran que las mujeres sufren,
en cuanto mujeres, discriminaciones parecidas, independientemente
de su clase social.42
Ideas clave
El siglo XIX, fue un siglo de grandes movimientos sociales emancipatorios en el que el Feminismo aparece por primera vez como
un movimiento internacional con una identidad teórica y organizativa.
El sufragismo fue un movimiento de agitación internacional presente en todas las sociedades industriales que tuvo dos objetivos
concretos: el derecho al voto y los derechos educativos, y consiguió ambos a lo largo de tres generaciones de mujeres.
2. Los inicios del feminismo norteamericano. La Declaración de
Séneca Falls
El Movimiento para los Derechos de las Mujeres surgió en Norteamérica, en gran parte como consecuencia de la participación de las mujeres
en el movimiento contra la esclavitud que comenzó en los años treinta.
Las mujeres colaboraron de manera activa en la recogida de firmas y
peticiones abolicionistas. Sin embargo, pronto vieron cómo los varones
limitaban sus funciones. La participación organizada en estos grupos
antiesclavistas sirvió para lanzarse a la arena pública.43 Al percibir la
situación social y personal de los esclavos negros, reflexionaron sobre
la suya propia y lo limitado de la esfera doméstica donde se encontraban confinadas.44
El impulso que necesitaban para agruparse como colectivo se produjo
en 1840, en el Congreso Antiesclavista Mundial, celebrado en Londres.
La delegación norteamericana incluía a cuatro mujeres pero el Congreso, escandalizado por su presencia, rehusó reconocerlas como delegadas e incluso ocultó su presencia tras unas cortinas, simplemente
por el hecho de que eran mujeres y éste no era su sitio. Lucrecia Mott
y Elisabeth Cady Stanton, dos de las delegadas norteamericanas, volvieron de Londres indignadas, humilladas y decididas a intensificar su
campaña por el reconocimiento de sus derechos.45
En 1848, un nuevo proceso revolucionario conmociona a Europa. Es
en ese año, cuando, en París, se presenta el Manifiesto Comunista de Carlos Marx. Los movimientos sociales, herederos de las ideas
42. De Miguel, Ana. “Feminismos”,op.cit. Pág 228
43. Miyares, Alicia en Amorós, Celia. Historia de la Teoría Feminista. Op cit. Pág 73.
44. Nuño Gomes, Laura. Mujeres: de lo privado a lo público. Ed Tecnos. Madrid 1999. Pág 45.
45. El manifiesto de “Séneca Falls” http://www.geocities.com/Athens/Parthenon/8947/Miyares.htm
88
Unidad 2
igualitarias de la Ilustración, estaban tomando fuerza en el intento de
dar respuesta a los acuciantes problemas que generaba la revolución
industrial y el capitalismo. Muy lejos de Europa, al otro lado del Atlántico, tiene lugar una reunión que supondrá el inicio del sufragismo
en Norteamérica. El 19 de julio de 1848, Lucrecia Mott y Elisabeth
Cady Stanton, convocaron una convención en la Iglesia de Wesleyan
en Séneca Falls (Estado de New York) que reunió a 68 mujeres y 32
hombres, en la que Elisabeth Stanton pronunció un memorable discurso y pidió el voto para las mujeres. En esta convención se aprobó y
consensuó46 la Declaración de Séneca Falls, uno de los textos básicos
del sufragismo americano.
Al igual que hiciera Olympia de Gouges al redactar su Declaración
utilizando la Declaración del Hombre y el Ciudadano, las mujeres allí
reunidas tuvieron como referencia la Declaración de la Independencia
Norteamericana, lo que le serviría para dotar a sus reivindicaciones
de la legitimidad política e ideológica que ya estaba reconocida en el
mundo público. La reunión de Séneca fue el primer foro público en el
que las mujeres se plantearon la necesidad de impulsar un movimiento
de reivindicación de la mujer en el que se pidiera el sufragio universal.
Un sufragio para las mujeres que se identifica con el sufragio negro,
continuando la estrecha colaboración con el movimiento abolicionista
del que eran deudoras.
En el Documento de Séneca Falls las mujeres se enfrentaban a las restricciones políticas que les impedían votar, presentarse a las elecciones, ocupar cargos públicos a partidos políticos o asistir a reuniones.
La Declaración:
- Representa las posiciones feministas de un grupo relativamente extenso de mujeres norteamericanas.
- Fórmula, por primera vez, una filosofía feminista de la historia y
denuncia las vejaciones ejercidas por el hombre sobre la mujer.
- Reivindica la igualdad entre el hombre y la mujer.
- Condena las múltiples discriminaciones a las que está sujeta la
mujer.
- Elabora un programa de reivindicaciones que constituye la primera
alternativa global del feminismo norteamericano, exigiendo:
46. La Declaración es el primer documento colectivo del Feminismo norteamericano. A diferencia de textos europeos como
los de Olympia de Gouges o Mary Wollstonecraft, fue consensuada por las mujeres reunidas en Séneca Falls.
89
Unidad 2
• Igualdad de salarios y de opciones laborales, derecho
a la posesión y administración de bienes, tener cuentas corrientes propias o abrir negocios.
• Derecho a la libertad y a la participación política.
• Acceso a la educación.
• Igualdad en el matrimonio.
A partir de la reunión de Séneca Falls, las organizadoras viajaron por
todo el país para que sus voces fueran escuchadas; una campaña que
se vio interrumpida por la guerra civil norteamericana, paralizando el
proceso que habían iniciado en la conquista de sus derechos.
El movimiento de mujeres había nacido ligado al movimiento abolicionista. A mediados del siglo XIX, no era fácil para las mujeres actuar en
el espacio público, a causa del ambiente puritano y doméstico en que
vivían. Sin embargo, en este contexto religioso, defender la causa de
los esclavos negros estaba bien visto. El movimiento abolicionista les
había proporcionado la oportunidad de actuar para defender sus ideas
en público, una base de concienciación ideológica que las llevaría a
reivindicar la igualdad de derechos para las mujeres, y la experiencia
necesaria para desarrollar una organización independiente. Pero necesitaban independizarse del movimiento abolicionista para crear sus
propias organizaciones. El proceso fue muy dificultoso, ya que existían
lazos ideológicos y de lealtad que les unían. Cuando estalla la guerra,
las mujeres que habían comenzado a trabajar por sus derechos, vuelven a defender la causa abolicionista, dejando la lucha por su propia
causa, para apoyar a la Unión y la abolición de la esclavitud.47
Una vez acabada la guerra, las mujeres confiaban en que el Partido
Republicano al que habían apoyado, defendería el derecho al voto de
las mujeres.48 Muy lejos de sus expectativas, el partido presenta, en
1866, la Decimacuarta Enmienda a la Constitución, negando explícitamente el voto a las mujeres y concediendo el voto a los esclavos
varones liberados. Como el propio Lincoln había dicho, era la hora del
negro, y las mujeres iban a tener que esperar a que llegara la suya. Las
mujeres sufrieron una doble traición, la del Partido Republicano y la
del Movimiento Abolicionista que se negó a apoyarlas, temiendo perder
las conquistas conseguidas. A partir de esta fecha, las mujeres de Estados Unidos empezaron a luchar de forma organizada en favor de sus
derechos, tratando de conseguir una enmienda a la Constitución que
les diera acceso al voto.
47. Nuño Gómez, Laura. op.cit. Pág. 46
48. Nuño Gómez, Laura. op.cit. Pág. 47
90
Se cuenta que Charlotte Woodward, firmante de la Declaración de Séneca Falls, fue la única mujer que vivió lo bastante para votar en las
elecciones presidenciales de 1920.
Unidad 2
En 1869, Susan B. Anthony y Elisabeth Cady, dos líderes sufragistas
muy significativas, forman la Asociación Nacional Pro-Sufragio de la
Mujer. Fue el primer paso del feminismo radical americano que actuaba
independientemente de los partidos políticos. En 1896, las sufragistas
emprenden campañas por el voto, estado por estado. En 1869, Wyoming había concedido el voto a las mujeres sin apenas lucha; le siguió
Colorado en 1893, después Utah (1895) e Idaho (1896) y, finalmente,
el Estado de Washington (1910). En 1918, la “enmienda Anthony” volvió a figurar en la agenda del Congreso y, esta vez, dos tercios de los
representantes votaron afirmativamente.
Fue una lucha larga y penosa, en la que muchas mujeres se pusieron
a prueba, pero no llegó al radicalismo de Gran Bretaña.49
Ideas clave
Las sufragistas son herederas de las ideas de igualdad universal
que defendieron sus predecesoras en la Ilustración. La defensa de
los Derechos de la Mujer ha sido una carrera de relevos a través
del tiempo y del espacio.
El movimiento sufragista nace en Norteamérica ligado al movimiento abolicionista.
Como foro reivindicativo, el abolicionismo desarrolló una percepción
política de la opresión femenina, la organizó colectivamente y contribuyó a que el Feminismo también fuera un movimiento político.50
Séneca Falls representa la primera reunión colectiva en las que las
mujeres firman un documento conjunto de petición de sus derechos.
3.- El sufragismo en Inglaterra
En Europa, Gran Bretaña sería el segundo país en el que el Feminismo
aparece de forma organizada y en el que se produjo el movimiento sufragista más potente y radical.
Surgió en 1851, sólo tres años después de la Declaración de Séneca
Falls, cuando un grupo de mujeres inglesas celebraron en Sheffield
un acto público en el que pedían el voto para la mujer. Las sufragistas
49. Salas, Maria. Una mirada sobre los sucesivos feminismos
http:// www.nodo50.org/mujeresred/feminismo-maria_salas.html
50. Nash , Mary y Tavera, Susana. op.cit. Pág 66
91
Unidad 2
inglesas consiguieron tener como aliado a John Stuart Mill, casado con
una feminista, Harriet Hardy Taylor, quien en 1869, escribió un ensayo
que tendría gran importancia en el desarrollo del feminismo de todo el
mundo: La sujeción de la mujer.51
Para darnos cuenta de la repercusión de esta obra, pensemos que se
publicó a la vez en Norteamérica, Australia, Nueva Zelanda, Francia,
Alemania, Austria, Suecia y Dinamarca. Un año después fue publicada
en Polonia y en Italia. En 1883, el debate de La sujeción de la mujer dio
lugar a la fundación del movimiento feminista Finlandés y, seguramente, fue inspirador del nacimiento del movimiento feminista, en muchos
otros países.
¿Por qué fue tan importante esta obra? Su argumentación se convirtió
en una expresión teórica fundamental para muchas sufragistas británicas y americanas que aceptaron la línea argumental que defendía
el sufragismo desde una perspectiva liberal. Es decir, contemplaba la
igualdad ante la ley y no el conjunto de las desigualdades sociales.
Justificaba teóricamente el sufragio femenino a partir del hecho, corrientemente aceptado entonces, de que fueran los individuos (hombres y mujeres) de mayor talento los que representaran al conjunto de
los ciudadanos. Desde esta perspectiva, no tenía sentido excluir de la
política a las mujeres de los sectores privilegiados.52
Aunque otras sufragistas optaron por corrientes más democratizadoras, la obra de Stuart Mill supuso un duro ataque contra la esclavitud
legal, la educación embrutecedora y la opresión moral basada en la
sujeción de la esposa.53 Los Mill defendían la aplicación consecuente de
los principios liberales entre los que se encontraban el principio de libertad y autonomía personal, la primacía moral de la persona frente al
colectivo social, la afirmación igualitaria, el universalismo y la creencia
en la posibilidad de mejora y progreso de las personas, acompañado
por un sistema de igualdad de oportunidades. En este contexto, los
privilegios del sexo masculino están asentados en prejuicios a cerca
de las mujeres, obstaculizando la racionalidad y la modernización que
exige la sociedad industrial del siglo XIX.
¿Cuáles son las razones para la subordinación de las mujeres? Los Mill
rechazan la idea de Rousseau acerca de la naturaleza diferenciada de
las mujeres y señalan, al igual que Wollstonecraft, el origen social y
cultural de las diferencias entre hombres y mujeres.54
51. http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/02589516444614584232268/index.htm
52. Nash , Mary y Tavera, Susana. op.cit. Pág. 65
53. Miyares, Alicia, op.cit. Pág. 63
54. Sánchez, Cristina. “Genealogía de la vindicación” en Feminismo. Debates teóricos contemporáneos. Beltrán
Elena, Maquieira (eds.) Ed. Alianza Editorial. Madrid. 2001. Pág. 53-55
92
- Recoge las demandas del movimiento a favor de las mujeres del
siglo XIX: el derecho a la educación, el acceso al trabajo y el derecho al sufragio.
- Cuestiona la falta de libertad de las mujeres en una sociedad
pretendidamente liberal como la inglesa, defensora de los derechos del individuo.
- Reivindica el papel de la familia como escuela para la educación
en los valores democráticos. Frente a la autoridad ilegítima del
marido en el matrimonio, propone la introducción del principio
de libertad y de autodeterminación. Si el principio de gobierno
en el ámbito público es aquel que está basado en el consenso
y respeta la libertad individual del pluralismo de valores y la
tolerancia a otras formas de vida, y si estos valores deben regir
las sociedades democráticas, deben por tanto extenderse a la
familia, siendo ilegitima la autoridad marital.
Unidad 2
De la obra de los Mill nos interesa destacar:
- Ataca la idea de que la autoridad pueda estar basada en la fuerza y no en el libre consentimiento: la ley del más fuerte, entendida como algo propio de la naturaleza humana y sedimentada
a través de la costumbre, concede a los hombres un poder que
la teoría feminista ha calificado como “patriarcal”, sistema de
dominación masculina constituido mediante pacto interclasista
entre varones.
- Denuncia la exclusión de las mujeres de la vida laboral y pública. La igualdad legal de las mujeres es una condición indispensable para el progreso de la sociedad. La competencia de libre
mercado no puede prescindir de mano de obra y si a las mujeres se les proporcionase educación, los beneficios sociales se
incrementarían. Aunque los planteamientos que hace, los está
dirigiendo a las mujeres de clase media que aspiraban a ser admitidas en la vida profesional.
Stuart Mill presentó a la Cámara de los Comunes, en 1866, la primera
petición oficial del Comité por el Sufragio Femenino. Fue el verdadero
paladín de las mujeres en la Cámara baja inglesa junto con Jacob Bright que, incansablemente insistía en presentar propuestas para obtener
el derecho político de las mujeres. En 1867, Jacob Bright profetizó: Si
los mítines carecen de efecto, si la expresión precisa y casi universal de
la opinión no tiene influencia ni en la Administración ni en el Parlamento,
inevitablemente las mujeres buscarán otros sistemas para asegurarse
estos derechos que les son constantemente rehusados. A pesar de todo,
las sufragistas inglesas siguieron casi cuarenta años más defendien-
93
Unidad 2
do la causa feminista por medios legales. En 1903, cansadas de no
ser tomadas en cuenta, cambiaron de estrategia y pasaron a la lucha
directa con tácticas pacíficas como la interrupción sistemática de los
discursos de los ministros, la irrupción en las reuniones del Partido
Liberal para plantear sus demandas o se negaban a pagar las multas
que imponía la policía.
Las feministas y la policía inglesa entraron en una espiral de violencia
que no finalizó hasta la llegada del estallido de la Primera Guerra Mundial. Con este motivo, el Rey Jorge V amnistió a todas las sufragistas
y encargó a Lady Pankhurst el reclutamiento y la organización de las
mujeres para sustituir a los varones que debían alistarse: ¡un buen
ejemplo del pragmatismo inglés!
Por fin, el 28 de mayo de 1917, fue aprobada la Ley de Sufragio Femenino, por 364 votos a favor y 22 en contra, después de cincuenta años
de lucha y 2.584 peticiones presentadas al Parlamento.
Ideas clave
El término sufragistas se refiere a la movilización de las mujeres
en torno al voto.
Las sufragistas no sólo reivindicaban el derecho al voto. Luchaban
por la igualdad en todos los terrenos apelando a la auténtica universalización de los valores democráticos y liberales.
Desde un punto de vista estratégico, consideraban que, una vez
conseguido el voto y el acceso al parlamento, podrían comenzar a
cambiar el resto de las leyes e instituciones.
El voto era un medio para unir a mujeres de opiniones políticas
muy diferentes.
El sufragismo fue un movimiento de carácter interclasista que consideraba que todas las mujeres sufrían, en cuanto mujeres, e independientemente de su clase social, discriminaciones semejantes.
4.- El sufragismo en España
A finales del siglo XIX, llegaban a España noticias del movimiento feminista del resto de los países, así como de las ideas sufragistas, que
penetraban de una manera abierta u oculta en diversos círculos o núcleos. Sin embargo, no es hasta el siglo XX, cuando en España, se comienza a debatir sobre el voto de las mujeres. La poca incidencia que
94
En la primera década del siglo XX, y a partir de la acción de figuras
aisladas como la de Carmen de Burgos, en todo el Estado español
se llevan a cabo actividades de carácter feminista en defensa de reformas legales. Las mujeres se organizaron en torno a una ideología,
un objetivo común, constituyendo diferentes asociaciones, entre otras,
la Asociación Nacional de Mujeres Españolas (ANME), que ocupó el
centro político, o la Unión de Mujeres Españolas (UME), situada a la
izquierda. En torno a la ideología más conservadora, las mujeres se
agruparon alrededor del periódico La voz de la Mujer.
Unidad 2
tuvieron en España las ideas de la Revolución Francesa, la práctica
ausencia de la revolución industrial y la influencia de la Iglesia Católica, defensora del papel exclusivo de la mujer en la familia frenaron, sin
duda, la filtración de las ideas emancipadoras que se extendían por los
países europeos y por Estados Unidos.
El voto universal para las mujeres fue aceptado por el Parlamento español de la Segunda República, después de un acalorado debate, pero,
y esto es muy importante, con el valiente apoyo de un movimiento
asociativo de mujeres, aunque no llegara a ser movimiento sufragista
con capacidad de movilizar previamente a las mujeres españolas. En
los pasillos, miembros de la Asociación Nacional de Mujeres Españolas
repartían entre los diputados y los medios de prensa unas cuartillas
escritas a mano que decían: “Señores diputados: no manchen ustedes
la Constitución estableciendo en ella privilegios. Queremos la igualdad de los derechos electorales ¡Viva la República!”. La consecución
del voto fue el resultado de la lucha de una mujer, la diputada por
el Partido Radical Clara Campoamor, y unos cuantos parlamentarios
masculinos.
No era la primera vez que se lograba el derecho al voto para las mujeres. En 1908 se solicitó el voto administrativo para las mujeres emancipadas y cabezas de familia, solicitud que fue mayoritariamente rechazada. Durante la dictadura del General Primo de Rivera se planteó
por segunda vez, en 1927, y mediante un decreto se concedió el voto
parcial sólo para las mujeres mayores de veintitrés años que “sean vecinas y no estén sujetas a la patria potestad, autoridad marital, ni tutela, cualquiera que sean las personas con quienes en su casa vivan”.
Se excluía así a las casadas, para proteger la unidad familiar, “ya que
podrían ejercerlo contra sus maridos”.55
En septiembre de 1931, en plena preparación de la nueva Constitución, se inician los debates sobre el derecho al voto de la mujer. Aunque pueda resultar sorprendente, fueron los parlamentarios más conservadores y de derechas los primeros en mostrarse a favor, mientras
55. Diaz Aguado, Mª José. Prevenir la violencia contra las mujeres. Construyendo la Igualdad. Instituto de la Mujer.
Madrid. 2002. Pág 161
95
Unidad 2
que los de izquierdas se mostraban dudosos y suspicaces. La derecha
suponía que las mujeres estarían muy influidas por las posiciones conservadoras de la Iglesia Católica y que esto les iba a favorecer a ellos.
Sin embargo, Clara Campoamor, del Partido Radical, defendió desde
el primer momento y con completa vehemencia el voto universal de
las mujeres. Tuvo como adversaria en el debate a Victoria Kent, que
argumentó en contra, no porque pusiera en duda la capacidad de la
mujer, sino por que pensaba en sus limitaciones culturales y de criterio político. Clara Campoamor defendió la igualdad de todos los seres
humanos, razones ideológicas que no podían refutar los partidos de
izquierda y que les hizo votar a favor del sufragio y ganar la votación
en la segunda vuelta.
A continuación recogemos un extracto del Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados el día que se produjo el debate sobre la aprobación del voto a las mujeres:
Victoria Kent: Creo que no es el momento de otorgar el
voto a la mujer española. Lo dice una mujer que, en el momento crítico de decirlo, renuncia a un ideal. Quiero significar a la Cámara que el hecho de que dos mujeres se
encuentren aquí reunidas y opinen de manera diferente,
no significa absolutamente nada, porque dentro de los mismos partidos y de las mismas ideologías, hay opiniones
diferentes (...)
En este momento vamos a dar o negar el voto a más de
la mitad de los individuos españoles y es preciso que las
personas que sienten el fervor republicano, el fervor democrático y liberal republicano, nos levantemos aquí para
decir: es necesario aplazar el voto femenino (...) Señores
Diputados, no es cuestión de capacidad; es cuestión de
oportunidad para la República (...) Pero hoy, señores Diputados, es peligroso conceder el voto a la mujer.
Clara Campoamor: Yo, señores Diputados, me siento ciudadana antes que mujer, y considero que sería un profundo error político dejar a la mujer al margen de ese derecho,
a la mujer que espera y confía en vosotros; a la mujer que,
como ocurrió con otras fuerzas nuevas en la Revolución
Francesa, será indiscutiblemente una nueva fuerza que se
incorpora al Derecho y no hay sino que empujarla para que
siga su camino. No cometáis, señores Diputados, ese error
político de gravísimas consecuencias. Salváis a la República, ayudáis a la República, atrayéndos y sumándoos esa
fuerza que espera ansiosa el momento de su redención.
96
Diario de sesiones. 1 de octubre de 1931
Ideas clave
Las feministas españolas tuvieron una actuación social bastante
reducida. Se inclinaban mayoritariamente por los asuntos sociales
como el derecho a la educación o al trabajo. Con la proclamación
de la República, en abril de 1931, la igualdad pasó por fin a ser una
posibilidad real.
Unidad 2
Lamentablemente las mujeres españolas ejercieron únicamente en dos
ocasiones su derecho al voto, ya que el levantamiento militar de Franco
el 18 de julio del 36, la guerra civil posterior y la derrota republicana,
acabaron con éste y tantos derechos, no sólo para las mujeres sino
para todos los ciudadanos.56
En un decreto de 8 de mayo de 1931, la República concedió el voto
a todos los hombres mayores de veintitrés años y declaró que las
mujeres y los curas podían ser elegidos para ser diputados. En
las elecciones celebradas aquel año fueron elegidas dos mujeres
diputadas, Victoria Kent por Izquierda Republicana y Clara Campoamor por el Partido Radical. A finales de ese mismo año ingresa
otra mujer diputada: Margarita Nelken por el Partido Socialista.
Clara Campoamor, abogada, fue la más asidua defensora de los
derechos de las mujeres y desempeñó un papel importante en el
debate acerca del sufragio femenino.
La Constitución de 1931 se aprobó el 9 de diciembre, introduciendo
elementos modernizadores y democratizadores, perfilando el estado
social y democrático de derecho. Esta constitución, fue la primera y
suprema norma legal, que consagró el principio de la igualdad entre el
hombre y la mujer frente a la ley. El artículo 25 decía: “No podrán ser
fundamento de privilegios jurídicos: la naturaleza, la afiliación, el sexo,
la clase social, la riqueza, las ideas políticas ni las creencias religiosas...”. Por su parte, el artículo 40 hablaba de la admisión de todos los
ciudadanos y todas las ciudadanas, sin distinción de sexo, tanto para
ocupar cargos públicos como cualquier forma de trabajo”.57
Las primeras elecciones en las que participaron las mujeres fueron
las de 1933, e inevitablemente se les echó la culpa de la victoria de la
derecha. El voto femenino se convirtió, según Clara Campoamor, en
el “chivo cargado con todos los pecados de los hombres, y ellos respiraban tranquilos y satisfechos de sí mismos cuando encontraron esta
inocente víctima, criatura a cuenta de la cual salvar sus culpas. El voto
femenino fue, a partir de 1933, la lejía de mejor marca para lavar las
torpezas políticas varoniles.58
56. Tremosa, Laura. Calvet i Puig, Dolors. “Las olvidadas de la historia” en Mujer y ciudadanía. Ed Bellaterra.
Barcelona. 2001.
57. Presencia de mujer. Del Derecho al voto a la democracia paritaria. FETE-UGT. Illes Balears. 2001
58. Sacnlon, Geraldine. La polémica feminista en la España Contemporánea. Ed. Akal. 1986. Pág. 281.
97
Unidad 2
5.- El sufragismo en América Latina
A finales del siglo XIX, en los distintos países de América Latina las
mujeres, generalmente de clase media o instruidas, empezaron a participar activamente, de forma individual o en pequeños grupos, en la
dirección de una importante lucha para transformar la situación de
todas las mujeres.
Al igual que en los países europeos o en Estados Unidos, no representaban a la mayoría de la población femenina, a la que durante generaciones se le había condicionado a apoyar una forma de vida tradicional,
patriarcal y dominada por los varones. Sin embargo, el trabajo realizado por estos grupos militantes resultó fundamental para conseguir los
objetivos de igualdad entre hombres y mujeres. Es importante señalar,
que en estos países, este movimiento coincidió con otro, liderado por
activistas de la clase obrera, que hacía hincapié en la protección y la
igualdad de los derechos de las mujeres y los niños.
Los intereses de las activistas se dirigían a buscar la igualdad ante la
ley, tomar sus propias decisiones, acceder a la educación y contribuir
al enriquecimiento de sus países. Reclamaban la autosuficiencia para
sí mismas a la vez que luchaban por conseguir mayores cuotas de justicia social para las mujeres más desfavorecidas. Aunque el término
feminismo raramente se empleaba, en el último tercio del siglo XIX se
hizo patente que existía una práctica política dirigida a la consecución
de los Derechos de la Mujer. La actividad que los grupos realizaban,
prosiguió en las primeras décadas del siglo XX, culminando en una segunda ola feminista que obtendría el voto de las mujeres y las reformas
de los Códigos Civiles.59
Con la misma argumentación que la empleada por las sufragistas inglesas o norteamericanas, las feministas de América Latina incluyeron
en su agenda, la consecución del voto. Estaban convencidas de que
el cambio social sólo se alcanzaría con la consecución del voto. La
experiencia adquirida por el movimiento feminista con los socialistas,
anarquistas y las organizaciones de trabajadores preparó el camino
para movilizar a las mujeres en torno a intereses comunes y aumentó
el grado de conciencia en lo referente a la efectividad de la presión de
grupo. Además, la participación de todas las mujeres de todas las clases sociales y colores en las revoluciones mexicana (1910) y boliviana
(1920), entre otras causas similares, les puso frente a la triste realidad
de que seguían estando subordinadas a pesar de los limitados avances
logrados.60
59. Navarro, Marysa. Sánchez Korrol, Virginia. Mujeres en América Latina y el Caribe. Ed Narcea. Madrid 2004. Pág
155-156
60. Navarro, Marysa. Sánchez Korrol,op.cit. Pág. 167
98
Cuba obtiene el voto en 1934, tras la caída, apoyada unánimemente por todos los grupos feministas, del Presidente Gerardo
Machado, quien había prometido y luego rechazó la idea del sufragio universal. Entre los grupos feministas hay que destacar la
actuación del Comité cubano para la defensa del sufragio femenino, dirigido por Pilar Jorge de Tella y Ofelia Domínguez Navarro,
que unió a todas las feministas en 1928, con independencia de
su orientación política.
Unidad 2
A continuación haremos un breve recorrido por los países de América
y la consecución del voto de la mujer.
Puerto Rico. Con un movimiento feminista muy difuso, las mujeres lograron el voto en 1932. Hay que resaltar el papel ocupado
por las mujeres en las elecciones municipales, como por ejemplo, Felisa Rincón de Guatire, que fue elegida como alcaldesa de
San Juan entre 1948 y 1968. En un periodo de treinta años, la
alcaldía de treinta y nueve municipios, de un total de sesenta y
siete fue ocupada por mujeres.
Cuba y Puerto Rico estaban controladas por los intereses de Estados Unidos.
Brasil. Las mujeres obtuvieron el voto en 1932. Los progresos
del feminismo fueron lentos y costosos en una sociedad extremadamente clasista que relegaba a la mujer de los puestos de
dirección y responsabilidad política.
Argentina. Entre 1911 y 1946, fueron rechazados quince proyectos de ley distintos a favor del sufragio de las mujeres. Las
mujeres consiguieron el voto por mayoría en 1947, un año después de la elección como presidente de Juan Domingo Perón,
enormemente influenciado por su mujer Eva Perón, que no tenía
ningún cargo en el Gobierno pero que ejerció una gran influencia política y social y que encabezó la Fundación Eva Perón y
presidió el Partido Peronista de Mujeres.
México. Las defensoras del sufragio femenino destacaban el
ejemplo de las soldaduras (mujeres de soldado) y su contribución a la formación del Estado revolucionario como una razón
de peso para conceder el voto a las mujeres. A pesar de la contribución de las mujeres como trabajadoras civiles, reporteras,
propagandistas, y activistas políticas a la revolución mexicana
de 1910, no obtuvieron el voto hasta 1958.
99
Unidad 2
Entre 1929, año en que las mujeres obtienen el derecho al voto en
Ecuador y 1961, cuando se concede el sufragio en Paraguay, el derecho al voto fue ampliándose a todas las mujeres en América Latina y el
Caribe Español.
El derecho al voto no se tradujo en la creación de planes de igualdad o
en la plena incorporación de la mujer al ámbito político. Como veremos
en la tercera parte de esta unidad, la conquista del voto fue el primero
de los escalones de una empinada cuesta hacia la conquista de la participación política.
6.- Historia del feminismo en América Latina
En la tabla siguiente se ha resumido la cronología del movimiento feminista en América Latina. Nos ha parecido importante visualizar el
camino emprendido por las mujeres en la consecución de la igualdad a
lo largo de tres siglos. Como se puede observar, en el transcurso de la
historia, las mujeres de forma individual y colectiva fueron consiguiendo con inmensas dificultades y de forma gradual cuotas de independencia, igualdad y libertad.
La tabla de sucesos históricos está copiada de la dirección de Internet: http://www.amarc.org/enredadas/asiescribimos1900-1961.htm.
Queremos agradecer a las mujeres que han hecho este trabajo su generosidad al colectivizar el conocimiento sobre nuestra historia.
Siglo XVII- XVIII
1651
1777
1781
100
MEXICO. Nace sor Juana Inés de la Cruz, escritora, poeta,
ensayista y erudita en ciencias. Fue una de las precursoras de la
educación femenina.
ECUADOR. En plena colonia, las mujeres indias y las cacicas
organizaron un levantamiento en contra de la pretendida nueva
Numeración de Indios, que permitiría ajustar las tasas tributarias.
URUGUAY. Nace Petrona Rosende, poeta y educadora, que
abogó por la educación de las mujeres.
1813
1827
VENEZUELA. Juana Ramírez organiza un ejército de mujeres
a favor de la causa de la independencia. Este batallón tomo
el nombre de “Las Mujeres” y Juana recibe el título de “Juana
Ramírez la “Avanzadora”, por ser la primera en avanzar hacia el
enemigo.
CHILE. Nace, en Concepción, Rosario Ortiz, apodada “La
Monche”. Es una de las primeras periodistas de América Latina. Junto con Ursula Binimellis, integró la redacción del diario de
avanzada liberal “El Amigo del Pueblo”.
1830
ARGENTINA. Aparece el primer periódico de mujeres titulado “La
Argentina”, para difundir los derechos femeninos.
1836
MÉXICO. Se empieza a editar “El Semanario de las Señoritas
Mexicanas”, una publicación para difundir las ideas feministas.
1830
PERÚ. Mediante autorización del Proto-Medicato, Nicolasa Butler
rinde exámenes y es aprobada para optar al título de farmacéutica,
convirtiéndose en la primera mujer titulada.
1842
BRASIL. Nisia Floresta (1809-1885), abolicionista, republicana y
feminista, promueve en Río de Janeiro una serie de conferencias
sobre estas causas. Traduce el libro de Mary Wollstonecraft
Vindicación de los Derechos de la Mujer, bajo el título Dereitos
das Mulheres e Injustificadas dos Homens.
1845
PERÚ. Nace en la ciudad de Moquegua la escritora Mercedes
Cabello de Carbonera, una de las precursoras de la educación de
las mujeres.
1852
1853
1856
1862
1868
Unidad 2
Siglo XIX
BRASIL. Juana Paula Manso de Noronha, escritora argentina,
funda “O Jornal das Senhoras”, el primer periódico dirigido por
mujeres para el “mejoramiento social y emancipación de la
mujer”.
PUERTO RICO. Nace Ana Roqué de Duprey, precursora de los
derechos de la mujer en ese país.
COSTA RICA. Pancha Carrasco se enlista en el ejército patriota
para luchar contra el filibustero Walker. En la vida cotidiana
Pancha lucha contra los prejuicios de su época y en defensa de la
libertad de las mujeres.
BRASIL. Julia de Albuquerque Sandy Aguilar empieza a editar en
Río de Janeiro el periódico “O Bello Sexo”.
CUBA. Rosa Castellanos, llamada “Rosa, la Bayamesa” pelea en
guerras independentistas, otorgándosele el grado de capitana. Funda un hospital para heridos, desarrolla los conocimientos
sobre hierbas medicinales.
101
Unidad 2
102
1869
CUBA. Ana Betancourt demanda a la Asamblea Constituyente
de Guaimaro igualdad de derechos para las mujeres en la nueva
Constitución.
1870
MEXICO. Nace la Sociedad Feminista La Siempreviva, para
defender el derecho de las mujeres a la educación. Esta sociedad
editó un periódico y funda una Escuela para Niñas.
1872
COLOMBIA. Aparece en Bogotá el periódico “El Rocío” para
defender las ideas de emancipación femenina.
1873
BRASIL. La profesora Francisca Senhorina da Motta Diniz funda
el periódico feminista “O Sexo Feminino”. Editado por mujeres,
defiende el derecho a la educación y al voto.
1874
PERÚ. Aparecen casi simultáneamente dos publicaciones
dirigidas y editadas íntegramente por mujeres. La primera es “El
Álbum”, periódico fundado por las escritoras Carolina Freire
de Jimes y la argentina Juana Manuela Gorritti. La segunda es
“Alborada”, semanario de familias, literatura, arte y educación,
hecho en la imprenta de la periodista y escritora Ángela
Carbonell.
1876
CHILE. En La Serena, un grupo de mujeres logra inscribirse para
participar en las elecciones presidenciales de ese año. Lo hicieron
amparadas en la ley de 1847, que no prohibía tácitamente el voto
femenino, pero se les impide votar.
REP. DOMINICANA. Socorro Sánchez funda una biblioteca para
mujeres.
1877
CHILE. Un grupo de escritoras funda el periódico “La Mujer”.
1878
BRASIL. En Sao Paulo se estrena la pieza teatral “O Voto
Feminino” escrita por Josefina Alvares de Azevedo, periodista y
escritora.
1879
PUERTO RICO. Nace Luisa Capetillo, feminista, anarquista y
sindicalista.
1881
BRASIL. María Augusta Generosa Estrella, a los 14 años de edad,
se va a estudiar medicina a Estados Unidos (1874), convirtiéndose
en la primera médica brasileña. Funda en Nueva York el periódico
“A Mulher”, para mostrar a las mujeres de su país “que las
mujeres, lo mismo que los hombres, se pueden dedicar al estudio
de las ciencias”.
1883
MÉXICO. Concepción Gimeno de Flaquer funda “El Album de la
Mujer” donde escribe: “La mujer no es solamente un útero…”
1888
BRASIL. En Sao Paulo, Josefina Álvarez de Acevedo edita el
periódico “A Familia”, para oponerse a los “antiguos y tontos
prejuicios contra las mujeres”.
1891
VENEZUELA. Empieza a circular en Caracas el Semanario “El
Ávila” dirigido por Rebeca, seudónimo de Concepción Acevedo
de Taylhardat, escritora y defensora de los derechos de la mujer.
1892
COSTA RICA. Nace Ángela Acuña, fundadora de la Liga Feminista
y la primera mujer que recibe título de abogada.
1893
PUERTO RICO. Ana Roqué de Duprey funda el periódico
“La Mujer”, una publicación escrita, impresa, administrada y
distribuida por mujeres
1894
CHILE. En Santiago se crea la Sociedad Emancipadora de la Mujer.
Unidad 2
1889
BOLIVIA. La escritora peruana Carolina Freire de Jaimes edita, en
la ciudad de Sucre, “El Album”.
ARGENTINA. Cecilia Grierson se convierte en la primera médica
del país.
CHILE.- Martina Barros Borgoño traduce La Esclavitud de la Mujer
de John Stuart Mill y la publica en el periódico La Mujer.
Siglo XX
1900
PANAMÁ. Nace Clara González de Berhinger, fundadora del
Partido Nacional Feminista. Edita, además, la revista Orientación
Feminista.
COLOMBIA. Nace Ofelia Uribe de Acosta, precursora de la lucha
por los derechos de la mujer en su país. Muere en 1998, a la edad
de 88 años.
REP. DOMINICANA. Nace Delia Weber, poeta y educadora, una
de las fundadoras de Acción Feminista Dominicana.
PERÚ. Mediante autorización especial, Laura Rodríguez Dulanto se
convierte en la primera mujer graduada de médica cirujana.
BRASIL. En Minas Gerais tres jóvenes, Cleia, Zelia y Nicia Correa
Rabello, fundan el periódico feminista “Voz Feminina”, con el
subtítulo “Organo dos Direitos da Mulher. Literario y noticioso”.
1901
ARGENTINA. La sufragista uruguaya María Abella funda, en
Buenos Aires, la revista “Nosotras”.
1902
PUERTO RICO. Empieza a circular el periódico “La Evolución”, de
la sufragista Ana Roqué de Duprey.
ARGENTINA. Fenia Chertkoff, educadora, escultora y feminista,
funda el primer Centro Socialista Femenino para iniciar una
campaña por el derecho al divorcio.
1903
ARGENTINA. La gremialista Carolina Muzzilli funda la Unión
Gremial Femenina, dependiente de la Unión General de
Trabajadores.
103
Unidad 2
1904
1905
1906
1907
1908
1910
104
ARGENTINA. Se funda el Centro de Universitarias Argentinas y,
a iniciativa de ellas, se celebra en Buenos Aires, en 1910, el I
Congreso Femenino Internacional.
MÉXICO. En la ciudad de México se crea la Sociedad Protectora
de la Mujer, la más antigua agrupación feminista de la capital
mexicana.
PARAGUAY. Serafina Dávalos, precursora del feminismo, funda
el Colegio Mercantil de Niñas, para la formación de peritas
mercantiles y contadoras.
ARGENTINA. Se realiza en Buenos Aires el I Congreso
Internacional de Libre Pensamiento, organizado por el Centro
Feminista que fundó Alicia Moreau de Justo.
MÉXICO. Dolores Jiménez y Muro, Inés Malvaez y Elisa Acuña
Rosetti editan, en prisión, el periódico “Hijas de Cuahtemoc” para
“vincular la lucha revolucionaria a la transformación de la mujer”.
ARGENTINA. Juana Rouco, conjuntamente con Virginia Bolten,
Teresa Caporaletto y María Collazo, organiza el Centro Femenino
Anarquista.
PARAGUAY. Serafina Dávalos, considerada como la primera
feminista paraguaya, presenta una controvertida tesis doctoral que
suscita gran escándalo y donde analiza críticamente la condición
de las mujeres. Dávalos es la primera mujer en obtener el título de
abogada.
PUERTO RICO. La feminista, anarquista y sindicalista Luisa
Capetillo defiende el derecho al sufragio y a la organización de las
mujeres en sindicatos.
URUGUAY. Paulina Luisi, sufragista y precursora del feminismo, se
gradúa de médica.
PERÚ. Fruto de las campañas realizadas por las mujeres de la
generación literaria del 90´, se promulga una ley que permite el
ingreso de las mujeres a la universidad.
BRASIL. En Río de Janeiro se funda el Partido Republicano
Femenino y aparece la revista “Tribuna Femenina”, dirigida por
Leolinda Daltro, lideresa del Partido.
PERÚ. La escritora Teresa González de Fanning presenta en el I
Congreso Femenino Internacional de Buenos Aires una ponencia a
favor de derogar leyes como la del adulterio (que pena de distinta
manera según el sexo) y a favor del derecho de las mujeres casadas
para administrar sus bienes.
PUERTO RICO. La feminista, anarquista y sindicalista Luisa
Capetillo edita la revista “La Mujer”.
1912
COSTA RICA. Lita Chaverri Matamoros es la primera mujer que
logra ingresar a la Escuela de Farmacia. Se gradúa en 1917, como
farmacéutica.
1913
ECUADOR. Matilde Hidalgo se convierte en la primera mujer que
culmina la enseñanza secundaria.
CHILE. En Antofagasta se funda el Centro Femenino Belén de
Sárraga, en homenaje a la libre pensadora y anarquista española
que recorría América Latina divulgando su pensamiento y la lucha
por la emancipación de la mujer. Paralelamente se crean centros
similares en Iquique y Valparaíso.
1914
PERÚ. La feminista María Jesús Alvarado Rivera funda en Lima
Evolución Femenina, la primera agrupación feminista de esa época.
CUBA. Se forma el Partido Nacional Feminista que plantea la
igualdad política.
1915
URUGUAY. María Collazo empieza a editar el periódico “La
Batalla”, una publicación de “ideas y críticas”.
PUERTO RICO. Aparece por primera vez “Pluma de Mujer”,
revista de literatura, ciencias y artes, dedicada a la mujer y dirigida
por la escritora María Luisa de Angelis.
VENEZUELA. Ingresan a la Universidad, para estudiar medicina:
Virginia Pereira Álvarez, Luisa Martínez y Sara Rosa Bendayán.
PUERTO RICO. La feminista, anarquista y sindicalista Luisa
Capetillo es arrestada en Cuba por vestir pantalones en público.
1916
MÉXICO. Hermila Galindo presenta al Congreso Constituyente una
ley a favor del sufragio de las mujeres. Funda la revista La Mujer
Moderna de orientación feminista.
En Yucatán se realiza el I Congreso Feminista Nacional, convocado
por el General Salvador Alvarado, Gobernador de ese estado.
URUGUAY. Se realizan las primeras manifestaciones sufragistas. Simultáneamente se funda el Consejo Nacional de Mujeres, cuya
primera iniciativa es presentar, en 1917, una solicitud ante la
Asamblea Constituyente para obtener el derecho al voto.
Unidad 2
1911
PERÚ. María Jesús Alvarado Rivera, considerada la precursora
de las ideas de emancipación de las mujeres peruanas, ofrece
una conferencia magistral en la Sociedad Geográfica de Lima en
defensa del feminismo.
URUGUAY. A iniciativa de la sufragista María Abella, se crea en
el Ateneo de Montevideo la sección uruguaya de la Federación
Femenina Panamericana, para luchar por los derechos civiles y
políticos.
PERÚ. La escritora y feminista Zoila Aurora Cáceres participa y
auspicia la creación del Sindicato de Telefonistas
105
Unidad 2
106
1917
PUERTO RICO. La periodista y sufragista Ana Roqué de Duprey
funda la Liga Femínea Puertorriqueña y la revista “La Mujer del
Siglo XX”.
BRASIL. Selda Potocka funda en Río de Janeiro la Asociación de la
Mujer Brasileira.
1918
ARGENTINA. Alicia Moreau de Justo, socialista y feminista, funda,
en Buenos Aires, la Unión Feminista Nacional.
PARAGUAY. Virginia Cordovallán, Serafina Dávalos y otras mujeres
promueven la creación del movimiento feminista en Asunción.
BRASIL. Bertha Lutz, sufragista y feminista, funda la Liga por la
Emancipación Intelectual de la Mujer.
1919
MÉXICO. Se crea el Consejo Feminista para luchar “por la
emancipación de la mujer”.
URUGUAY. La feminista Paulina Luisi apoya y asesora la creación
de la Unión de Telefonistas.
PUERTO RICO. Se realiza el I Congreso de Mujeres Trabajadoras,
también llamado “Congreso Feminista”.
ARGENTINA. Aparece el Partido Feminista Nacional, dirigido por
María Luisa Lanteri y Alfonsina Storni. Lanteri se presenta como
candidata a diputada en un acto simbólico.
CHILE. Se funda el primer partido femenino –Partido Cívico
Femenino- para la lucha por los derechos civiles y políticos.
Simultáneamentese funda el Consejo Nacional de Mujeres.
BRASIL. Con motivo de las discusiones en las Cámaras Legislativas
sobre la ley de sufragio femenino, las líderes del Partido
Republicano Femenino comparecen ante el Congreso para asistir a
las votaciones y presionar.
PERÚ. Se crea el Comité Femenino de Lucha Pro Abaratamiento de
las Subsistencias. Convocan a un “mitin femenino por el hambre”.
Llaman a todas las mujeres, sin distinción de clases, a defender sus
derechos.
1920
ARGENTINA. El Partido Feminista Nacional, la Unión Feminista
Nacional y el Comité Pro Derechos de la Mujer se unen para
organizar simulacros de votación femenina dentro del mes de las
elecciones municipales.
COLOMBIA. Se realiza la primera huelga obrera en Medellín,
dirigida, encabezada y negociada por una obrera: Betsabé
Espinosa.
PUERTO RICO. La líder obrera y feminista Genara Pagán de
Arce demanda civilmente a la Junta Local de Inscripciones por
considerar un acto inconstitucional negarle el derecho al voto a las
mujeres.
BOLIVIA. Nace Petronila Infantes, una de las líderes de la
Federación Obrera Femenina.
1922
ARGENTINA. Juana Rouco Buela, anarquista, funda el periódico
feminista “Nuestra Tribuna”, primera publicación anarquista
internacional escrita por mujeres para mujeres.
CHILE. El Consejo Nacional de Mujeres presenta un proyecto de
ley sobre derechos civiles y políticos de la mujer.
PERÚ. “Evolución Femenina” presenta una solicitud a la Comisión
Reformadora del Código Civil para acabar con la discriminación de
los llamados “hijos ilegítimos”.
REP. DOMINICANA. Petronila Angélica Gómez funda, en San
Pedro de Macorés, la revista “Fémina”, como tribuna de defensa de
los derechos de la mujer.
BRASIL. La sufragista Bertha Lutz funda en Río de Janeiro la
“Federacao Brasileira pelo Progresso Feminino”.
1923
MÉXICO. Se realiza en Ciudad de México el I Congreso Feminista
de la Liga Panamericana de Mujeres. Una de sus demandas
centrales es: “un sólo tipo de moral en asuntos sexuales para el
hombre y la mujer”.
BRASIL. En Río de Janeiro se funda el Grupo Emancipación
Femenina.
BOLIVIA. Un grupo de mujeres profesionales e intelectuales abre,
en La Paz, el Ateneo Femenino para luchar por los derechos civiles
y políticos.
ARGENTINA. Se realiza en Buenos Aires la “Semana Internacional
para la Agitación Femenina Proletaria”.
1924
ECUADOR. Al convocarse a elecciones para senadores y
diputados, Matilde Hidalgo, luchadora sufragista, acude a
inscribirse haciendo uso de los derechos otorgados por la
Constitución de 1897, donde no existía ningún impedimento
tácito por razón de sexo para ejercer el derecho a voto. Encuentra
resistencia y su caso es sometido a consulta, resolviéndose a su
favor. Matilde se convierte así en la primera mujer votante de su
país.
URUGUAY. Es creado el Comité Femenino Anti – Militarista, ante
la presentación de un proyecto de ley en el Senado para el servicio
militar obligatorio.
CHILE. Surge el Partido Demócrata Femenino para luchar por los
derechos políticos de las mujeres.
PERÚ. La escritora y feminista Zoila Aurora Cáceres crea la
Asociación “Feminismo Peruano” para luchar por el sufragio
femenino.
Unidad 2
1921
ECUADOR. Matilde Hidalgo se convierte en la primera médica
de Ecuador, después de largas batallas contra las autoridades
universitarias.
107
Unidad 2
108
1925
CUBA. Nace la Organización Nacional de Asociaciones Femeninas
que agrupa a once entidades. Emprenderá campañas a favor de la
educación de las mujeres.
PARAGUAY. Virginia Corvallán publica el ensayo El Feminismo: La
Causa de la Mujer Paraguaya.
COLOMBIA. La dirigenta obrera y defensora de los derechos de
las mujeres María Cano recibe, en el Día de los Trabajadores, el
premio a la mejor luchadora.
PUERTO RICO. Se crea la Asociación Puertorriqueña de Mujeres
Sufragistas.
BRASIL. En Sao Paulo aparece el Partido Liberal Feminista, fundado
por Julieta Monteiro Soares da Gama.
1926
MÉXICO. Aparece en Ciudad de México el primer número de la
revista mensual “La Mujer”, de clara orientación feminista, tal
como lo expresa en el editorial su fundadora y editora, la periodista
María Ríos Cárdenas.
1927
COLOMBIA. Cerca de catorce mil mujeres indígenas firman un
manifiesto denominado “Los Derechos de la Mujer Indígena”.
ARGENTINA. En la provincia de San Juan (Buenos Aires), las
mujeres conquistan el derecho a votar.
BOLIVIA. Se funda la Federación Obrera Femenina que, entre otras
reivindicaciones, defiende el derecho al divorcio absoluto, la plena
igualdad de los hijos y el concubinato.
1928
BOLIVIA. Tiene lugar el Congreso del Ateneo Femenino.
1929
PUERTO RICO. Se aprueba una ley que otorga el derecho al
voto exclusivamente a las mujeres que saben leer y escribir. De
inmediato, las organizaciones sufragistas reinician campañas
para que ese derecho se haga extensivo a todas las mujeres sin
distinción.
ECUADOR. Se aprueba la ley que otorga el sufragio a las mujeres. Matilde Hidalgo de Prócel, la primera mujer bachiller, médica,
concejala y diputada, es también la primera en ir a las urnas.
BOLIVIA. Tiene lugar, en Cochabamba, el I Congreso Feminista.
COLOMBIA. Se realiza en Bogotá el IV Congreso Femenino
Internacional, impulsado por Georgina Fletcher, una de las
precursoras del feminismo en este país. En el mismo Congreso,
Ofelia Uribe de Acosta, líder sufragista, presenta una moción a
favor de que se otorgue a las mujeres el derecho a administrar sus
bienes. Este pedido se lo llevó a la Presidencia de la República y
fue aprobado en 1932.
1932
MEXICO. En Tabasco las mujeres participan por primera vez en las
elecciones legislativas locales.
URUGUAY. Se aprueba la ley que otorga el voto a las mujeres.
BRASIL. Por ley las mujeres pueden votar.
1933
CHILE. A iniciativa de Felisa Vergara, Amanda Labarca y Elena
Doll, se crea el Comité Nacional Pro Derechos de la Mujer.
PERÚ. Se otorga el voto municipal a las mujeres.
COLOMBIA. Ofelia Uribe de Acosta y un numeroso grupo de
mujeres consiguen la aprobación de una ley que abre las puertas
de la universidad a las mujeres.
1934
CUBA. En La Habana se crea la Unión Nacional de Mujeres. Las mujeres, al mismo tiempo, consiguen el derecho a voto y
se promulga la primera ley de derechos de maternidad par las
trabajadoras.
CHILE. Las mujeres votan por primera vez en las elecciones
municipales.
BRASIL. Dos años después de haber conquistado el voto, la
Federacao Brasileira pelo Progresso Feminino, de Bertha Lutz,
lanza un manifiesto público llamando a las mujeres a elegir
representantes que defiendan sus derechos ante el Parlamento.
HAITÍ. Aparece la Liga Femenina de Acción Social. Esta
organización es la primera en plantear la igualdad de la mujer.
Lucha por la reforma del Código Civil y por el sufragio femenino.
Unidad 2
1931
MÉXICO. En Tabasco se funda el Partido Feminista Radical.
REP. DOMINICANA. La Acción Feminista Dominicana, fundada
por la escritora Abigail Mejía, hace un llamamiento a todas las
mujeres para luchar por sus derechos.
BRASIL. Nathercia da Silveira funda la Alianza Nacional
de Mujeres, para la defensa de los derechos de las mujeres
trabajadoras.
PERÚ.- Feminismo Peruano, que lidera Zoila Aurora Cáceres, hace
público un manifiesto a favor del sufragio, con ocasión de las
elecciones para la Asamblea Constituyente.
109
Unidad 2
110
1935
VENEZUELA. Carmen Clemente Travieso, una de las primeras
luchadoras por la causa de las mujeres, funda la Agrupación
Cultural Femenina.
MÉXICO. En Ciudad de México nace el Frente Femenino Pro
Derechos de la Mujer, la más fuerte y masiva organización de
mujeres en la década de los 30.
PUERTO RICO. Una ley reconoce el derecho al sufragio para todas
las mujeres, sin distinciones.
CHILE. Se crea el Movimiento Pro – Emancipación de las Mujeres
de Chile, una de las más importantes organizaciones de mujeres de
ese país durante las décadas de los 30 y 40. Paralelamente aparece
el periódico “La Nueva Mujer”, órgano de dicho movimiento, bajo
la dirección de la periodista Marta Vergara.
1936
MÉXICO. Se crea el Consejo Nacional del Sufragio Femenino.
VENEZUELA. Mercedes Carvajal, escritora y luchadora por los
derechos de las mujeres, funda en Caracas la Junta Patriótica
Femenina.
URUGUAY. Se realiza el I Congreso Nacional de Mujeres, en el
que participan 28 organizaciones que piden derechos civiles y
políticos y mejores condiciones de trabajo y se oponen a la guerra.
PERÚ. Un grupo de mujeres de distinta filiación política de
izquierda funda, en Lima, “Acción Femenina”, para luchar por
la igualdad de salarios, capacitación profesional, creación de
guarderías infantiles y cambios legales.
1937
COLOMBIA. En la ciudad de Tunja, Ofelia Uribe de Acosta
crea un espacio radial, “La Hora Feminista”, que suscita mucho
escándalo.
MÉXICO. La primera propuesta de despenalización del aborto es hecha por feministas vinculadas a la Sociedad de
Médicas Mexicanas, además de pedir campañas educativas de
anticoncepción.
BOLIVIA. Organizado por la Liga Femenina tiene lugar, en
Cochabamba, el Congreso Femenino, para pedir igualdad jurídica
de los hijos, entre otras demandas.
CHILE. El Movimiento Pro- Emancipación de las Mujeres de Chile
realiza su I Congreso Nacional.
1939
EL SALVADOR. Se otorga el voto a las mujeres.
1940
VENEZUELA. Tiene lugar en el Ateneo de Caracas el I Congreso
Femenino Venezolano, convocado por diversas organizaciones
nucleadas en el Frente de Asociaciones Unidas Pro- Reforma del
Código Civil.
1942
VENEZUELA. Diversas asociaciones de mujeres, entre ellas la
Agrupación Cultural Femenina y la Asociación Venezolana de
Mujeres, reúnen cerca de 12 mil firmas y entregan al Parlamento
una petición para la modificación de algunos artículos del Código
Civil.
REP. DOMINICANA. Se promulga una ley que otorga el voto a las
mujeres.
1943
URUGUAY. Dos parlamentarias del Partido Colorado, Magdalena
Antonelli y Sofía Álvarez Vignoli, logran la aprobación de una ley
de igualdad civil a favor de las mujeres.
1944
Unidad 2
1941
PERÚ. El Comité Nacional Pro- Derechos Civiles y Políticos de la
Mujer, que preside Elisa Rodríguez Parra de García Rossell, eleva al
Parlamento un proyecto de ley a favor del voto.
COLOMBIA. Ofelia Uribe de Acosta y un grupo de mujeres fundan
el periódico “Agitación Femenina”, para la conquista del voto,
entre otras demandas.
CHILE. Se funda en Santiago la Federación Chilena de Instituciones
Femeninas, que luego hace una gran campaña por los derechos
políticos.
1945
GUATEMALA. Se promulga la ley que otorga el voto a las mujeres.
VENEZUELA. Las mujeres pueden votar en las elecciones.
municipales. Paralelamente se funda “Sección Femenina”, para
luchar por la extensión del voto.
PERÚ. Tiene lugar una Asamblea de “Evolución Femenina”,
para retomar la campaña por el sufragio a través de la entrega de
un memorial a la Comisión que discute el voto femenino en el
Parlamento.
PANAMA. Las mujeres acceden al voto.
BOLIVIA. Se concede el voto municipal a las mujeres. Simultáneamente se organiza un Comité para iniciar una campaña
por los derechos civiles, el voto, la igualdad de salarios y acceso
libre a la educación superior.
1946
CHILE. María de la Cruz, luchadora y defensora de los derechos de
la mujer, funda el Partido Femenino Chileno. Al mismo tiempo, el
Movimiento Pro- Emancipación de la Mujer Chilena da inicio a una
campaña por el voto a través de un manifiesto.
VENEZUELA. Se expide una ley por la cual se otorga el sufragio
femenino para las elecciones de la Asamblea Nacional
Constituyente, donde son electas dos mujeres.
111
Unidad 2
1947
ARGENTINA. Las mujeres obtienen el derecho al voto.
BOLIVIA. Se organiza el Bloque de Jornada Femenina para luchar
por los derechos laborales, el voto y el costo de la vida.
CHILE. El II Congreso Nacional de Mujeres, lanza la consigna:
“Queremos votar en las próximas elecciones”.
1948
COSTA RICA. Se decreta el voto para las mujeres.
BOLIVIA. Nace la agrupación Interamericana de Mujeres para
levantar los derechos de las madres solteras, abandonadas y/o
divorciadas.
1949
CHILE. Las mujeres obtienen el voto.
ARGENTINA. Bajo el auspicio de Eva Perón, se funda el Partido
Peronista Argentino.
1950
HAITÍ. Se otorga el voto a las mujeres.
1951
CHILE. Inés Enríquez Frodden es elegida diputada por
Concepción, convirtiéndose en la primera parlamentaria.
1952
BOLIVIA.- Una ley concede el voto a las mujeres.
1953
MÉXICO. Se promulga la ley que otorga el voto a las mujeres.
ARGENTINA. Delia Parodi, peronista, es la primera mujer en
ocupar la vicepresidencia de la Cámara de Diputados.
PERÚ. Nace la Asociación Femenina Universitaria para realizar
campañas educativas y lograr el derecho al voto.
1955
PERÚ. Una ley otorga el derecho a voto para las mujeres.
COLOMBIA. Ofelia Uribe de Acosta funda en Bogotá el periódico
semanal “Verdad”, integrado por mujeres.
HONDURAS. Las mujeres conquistan el sufragio.
NICARAGUA. Se promulga una ley para el sufragio femenino.
1956
MÉXICO. Las mujeres votan por primera vez en las elecciones
legislativas federadas.
1957
1959
1961
112
ECUADOR. Carmela Suárez Veintimilla de López es la primera
mujer ecuatoriana que llega al Congreso por elección popular.
BOLIVIA. Se crea la Alianza de Liberación de la Mujer Americana,
liderada por Yolanda Bedregal, para luchar por la igualdad de
derechos.
PARAGUAY. Las mujeres conquistan el derecho al voto.
Unidad 1
R
esumen de la unidad
Segunda parte
113
Las feministas del siglo XlX y primeros años del siglo XX, lucharon por
conseguir la igualdad de derechos respecto a los hombres argumentando que eran personas humanas igual que ellos. Se puso énfasis en
los aspectos igualitarios y en el respeto a los valores democráticos. En
ese sentido se puede decir que era un movimiento basado en los principios liberales.
Al movimiento sufragista la política democrática le debe dos grandes
aportaciones. Por una parte la palabra “solidaridad” que fue elegida
para sustituir a la palabra fraternidad, con claras connotaciones masculinas. La otra gran aportación fueron sus formas de protesta que,
desde una actuación “no violenta”, intentaban llamar la atención desde
los márgenes políticos. El sufragismo inventó nuevas formas de protesta como las manifestaciones, la interrupción con preguntas sistemáticas del orador, la huelga de hambre, el autoencarcelamiento, la tirada
de panfletos reivindicativos, etc. Éstos fueron métodos innovadores
que luego fueron incorporados por otros movimientos como el pacifismo o el movimiento Pro Derechos Civiles.
Unidad 2
Ideas resumen de la unidad
El feminismo ha sido, como movimiento social, una de las manifestaciones históricas más significativas de la lucha emprendida por las
mujeres para conseguir sus derechos. Aunque la movilización a favor
del voto, es decir, el sufragismo, haya sido uno de sus ejes más importantes, no puede equipararse sufragismo y feminismo. Éste último tiene una base reivindicativa muy amplia que, a veces, contempla el voto,
pero que, en otras ocasiones, también exige demandas sociales como
la eliminación de la discriminación civil para las mujeres casadas o el
acceso a la educación y al trabajo remunerado.
Preguntas para la reflexión
• ¿Existen diferencias entre el sufragismo europeo y el
latinoamericano?
• ¿Qué figuras emblemáticas recuerdas del sufragismo de tu país?
• ¿Qué consecuencias tuvo el sufragismo en los países
latinoamericanos?
• ¿Por qué hay que esperar al siglo XX, para que se otorgue el
derecho al voto en España y los países de América Latina?
• ¿Qué diferenció el movimiento sufragista inglés del americano?
• ¿Qué pensaban conseguir con el sufragio las mujeres?
115
Unidad 2
• ¿Por qué se considera el sufragismo como un movimiento
interclasista?
• ¿Qué contribuciones hicieron las sufragistas a la democracia?
• ¿Cuál fue la colaboración de las mujeres americanas con el
movimiento abolicionista?
• ¿Qué experiencia obtuvieron las mujeres tras su participación en
el movimiento abolicionista?
• ¿Cuáles fueron las causas de la ruptura y la independencia del
movimiento feminista?
• ¿Sobre qué líneas argumentales comienzan las mujeres a reivindicar la igualdad en el siglo XIX?
• ¿En qué forma afectó la industrialización a las mujeres?
• ¿Cuál fue la herencia del Código de Napoleón?
• ¿Cuáles fueron las claves de la misoginia romántica?
Aclarando conceptos
Androcentrismo: Consiste en considerar al hombre como medida de
todas las cosas. Enfoque de un estudio, análisis o investigación desde la perspectiva masculina únicamente y utilización posterior de los
resultados para la generalidad de los individuos, hombres y mujeres.
Este enfoque unilateral se ha llevado a cabo sistemáticamente por los
científicos, lo cual ha deformado ramas de la ciencia tan importantes
como la Historia, la Etnología, la Antropología, la Medicina, la Psicología, y otras.
Teoría feminista: La teoría feminista es una teoría crítica de la sociedad, una teoría que irracionaliza y deslegitima la visión establecida
por el patriarcado de la realidad, introduciendo otra voz, otro punto
de vista, otra mirada. La teoría crítica nos permite ver cosas que sin
ella no nos hubiéramos cuestionando porque la ideología patriarcal
está tan firmemente interiorizada, sus modos de socialización son tan
fuertes que sin esta conciencia crítica las mujeres podemos caer en el
engaño de creer que la situación de inferioridad y subordinación es
algo normal, natural e inmutable. Así, el acceso al feminismo supone la adquisición de una nueva red conceptual, “unas gafas” que nos
116
Unidad 2
muestran una realidad ciertamente distinta de la que percibe la mayoría
de la gente, cuestionado la relación de poder y la subordinación de las
mujeres a los varones, profundizando en las causas socioculturales e
investigando en propuestas para su transformación61.Ofrece, por tanto,
un nuevo enfoque para nombrar y transformar el mundo. La globalización, feminización de la pobreza, la violencia, el poder, la inmigración, la
habitabilidad de las ciudades, la educación…todos los espacios y ámbitos que conciernen a las mujeres son analizados desde una perspectiva
crítica que cuestiona y propone alternativas. Porque la teoría feminista
no se agota en el enunciado del problema, sino que una vez define la
situación injusta o problemática, intenta encontrar las causas para, por
último, articular respuestas alternativas, universalizarlas e implicar a
todos los seres humanos en la construcción de una sociedad diferente.
Algunas de las características de la teoría feminista son:
La relación entre teoría y práctica. La complejidad de temas y la profundidad del análisis desarrollados por la teoría
feminista no sólo no han supuesto un alejamiento de los intereses de las mujeres ni del movimiento feminista sino que, tal
y como señala Amelia Valcárcel, en los colectivos de mujeres y
en los núcleos feministas existe mayor vocación teórica que en
ningún otro colectivo. La teoría feminista hace posible que las
mujeres que accedemos a la conciencia feminista, reconozcamos nuestra propia experiencia en las elaboraciones abstractas y conceptuales de la teoría, porque éstas han partido de
esas mismas experiencias. De esta forma, teoría y práctica se
relacionan al influirse y retroalimentarse mutuamente.
Búsqueda constante de respuestas a las incesantes preguntas y problemas relevantes que interesa formular a la realidad.
No es, por tanto, una teoría acabada ni tampoco monolítica.
La teoría feminista indaga en las fuentes religiosas, filosóficas,
científicas, históricas, antropológicas y artísticas, pero también en el sentido común, para poner en cuestionamientos
los estereotipos, prejuicios y contradicciones sobre los que se
sustenta el sistema patriarcal. Y va más allá cuando una vez
ha definido una situación desde una perspectiva feminista,
intenta explicar la razón por la que se ha producido, analizando las causas para seguidamente dar alternativas dirigidas al
conjunto de la sociedad como un cambio deseable.
61. “Teoría crítica implica, en fin, bastante más que rechazo o denuncia de un estado de cosas, ya que consiste en
un refuerzo, teórico y práctico, por modificar las relaciones imperantes. Lopez de la Vieja, Mª Teresa. Ética y crítica
feminista. Salamanca. Ediciones Universidad de Salamanca. 2004. Pág 28 Sau, Victoria. Diccionario ideológico
feminista. Volumen I. Ed Icaria. Barcelona 2000. Pág 123.
117
Unidad 2
Feminismos en plural. Dentro del feminismo se encuentran
un conjunto de teorías que difieren en muy diversos planteamientos y que, sin embargo, comparten un sólido enfoque específico.62 Porque, aunque las distintas teorías feministas y,
consecuentemente, los distintos movimientos feministas, mantienen distintas concepciones de la igualdad, la diferencia, la
emancipación de los valores cívicos se sitúan en un pacto simbólico frente al patriarcado que los convierte en transgresores,
subversivos e insurgentes. La cohesión de las distintas teorías
y sus movimientos se concreta en los pactos que las mujeres
realizan en las causas comunes. Los encuentros, las movilizaciones, las estrategias políticas, las reuniones mundiales son
algunas de las manifestaciones más evidentes de pactos entre
mujeres en la consecución de un fin común y colectivo.
Lecturas para la reflexión
A lo largo de esta unidad hemos analizado el inicio y las consecuencias
del movimiento sufragista en el siglo XIX y XX. Como veíamos al principio, en el siglo XIX, se desarrollaron diversos movimientos políticos que
tuvieron una gran trascendencia en el campo social y diferentes formas
de entender la situación de la mujer. Ana de Miguel, en su artículo Feminismos, realiza un resumen de los feminismos socialista, marxista y
anarquista que completa la visión de la lucha de las mujeres por sus
derechos en el siglo XIX. El texto completo puede encontrarse en Internet en la dirección: http://www.creatividadfeminista.org/articulos/feminismo_moderno2.htm.
Extracto del artículo Feminismos de Ana de Miguel
El feminismo socialista. El socialismo como corriente de pensamiento siempre ha tenido en cuenta la situación de las mujeres a la hora
de analizar la sociedad y proyectar el futuro. Esto no significa que el
socialismo sea necesariamente feminista, sino que en el siglo XIX, comenzaba a resultar difícil abanderar proyectos igualitarios radicales
sin tener en cuenta a la mitad de la humanidad.
Los socialistas utópicos fueron los primeros en abordar el tema de la
mujer. El nervio de su pensamiento, como el de todo socialismo, arranca de la miserable situación económica y social en que vivía la clase
trabajadora. En general, proponen la vuelta a pequeñas comunidades
en que pueda existir cierta autogestión -los falansterios de Fourier- y
se desarrolle la cooperación humana en un régimen de igualdad que
afecte también a los sexos. Sin embargo, y a pesar de reconocer la necesidad de independencia económica de las mujeres, a veces no fueron
lo suficientemente críticos con la división sexual del trabajo. Aun así,
62. (*1) Texto adaptado. De Miguel, Ana. “Los feminismo en la historia” en Miradas desde la perspectiva de género.
Isabel de Torres Ramírez (coord). Nancea. Madrid. 2005.
118
Flora Tristán en su obra Unión Obrera (1843) dedica un capítulo a
exponer la situación de las mujeres. Tristán mantiene que “todas las
desgracias del mundo provienen del olvido y el desprecio que hasta hoy
se ha hecho de los derechos naturales e imprescriptibles del ser mujer”
(19). En sus proyectos de reforma, la educación de las mujeres resulta crucial para el progreso de las clases trabajadoras, aunque, eso sí,
debido a la influencia que como madres, hijas, esposas, etc..., tienen
sobre los varones. Para Tristán, las mujeres “lo son todo en la vida del
obrero”, lo que no deja de suponer una acrítica asunción de la división
sexual del trabajo. Desde otro punto de vista, entre los seguidores de
Saint-Simón y Owen cundió la idea de que el poder espiritual de los varones se había agotado y la salvación de la sociedad sólo podía proceder de lo “femenino”. En algunos grupos, incluso, se inició la búsqueda
de un nuevo Mesías femenino.
Unidad 2
su rechazo a la sujeción de las mujeres tuvo gran impacto social, y la
tesis de Fourier de que la situación de las mujeres era el indicador clave del nivel de progreso y civilización de una sociedad fue literalmente
asumida por el socialismo posterior.
Tal vez la aportación más específica del socialismo utópico resida en
la gran importancia que concedían a la transformación de la institución familiar. Condenaban la doble moral y consideraban el celibato
y el matrimonio indisoluble como instituciones represoras y causa de
injusticia e infelicidad. De hecho, como señalara en su día John Stuart
Mill, a ellos cabe el honor de haber abordado sin prejuicios temas con
los que no se atrevían otros reformadores sociales de la época.
Socialismo marxista. A mediados del siglo XIX, comenzó a imponerse
en el movimiento obrero el socialismo de inspiración marxista o “científico”. El marxismo articuló la llamada “cuestión femenina” en su teoría
general de la historia y ofreció una nueva explicación del origen de la
opresión de las mujeres y una nueva estrategia para su emancipación.
Tal y como desarrolló Friedrich Engels en el origen de la familia, la
propiedad privada y el Estado, obra publicada en 1884, el origen de la
sujeción de las mujeres no estaría en causas biológicas -la capacidad
reproductora o la constitución física- sino sociales. En concreto, en la
aparición de la propiedad privada y la exclusión de las mujeres de la
esfera de la producción social. En consecuencia, de este análisis se
sigue que la emancipación de las mujeres irá ligada a su retorno a la
producción y a la independencia económica.
Este análisis, por el que se apoyaba la incorporación de las mujeres
a la producción, no dejó de tener numerosos detractores en el propio
ámbito socialista. Se utilizaban diferentes argumentos para oponerse
al trabajo asalariado de las mujeres: la necesidad de proteger a las
119
Unidad 2
obreras de la sobreexplotación de que eran objeto, el elevado índice de
abortos y mortalidad infantil, el aumento del desempleo masculino, el
descenso de los salarios... Pero como señaló Auguste Bebel en su célebre obra La mujer y el socialismo, también se debía a que, a pesar de la
teoría, no todos los socialistas apoyaban la igualdad de los sexos.
No se crea que todos los socialistas sean emancipadores de la mujer;
los hay para quienes la mujer emancipada es tan antipática como el
socialismo para los capitalistas.
Por otro lado, el socialismo insistía en las diferencias que separaban a
las mujeres de las distintas clases sociales. Así, aunque las socialistas
apoyaban tácticamente las demandas sufragistas, también las consideraban enemigas de clase y las acusaban de olvidar la situación de
las proletarias, lo que provocaba la desunión de los movimientos. Además, la relativamente poderosa infraestructura con que contaban las
feministas burguesas y la fuerza de su mensaje calaba en las obreras
llevándolas a su lado. Lógicamente, una de las tareas de las socialistas fue la de romper esa alianza. Alejandra Kollontai, bolchevique y
feminista, relata en sus Memorias algunas de sus estrategias desde la
clandestinidad. En diciembre de 1908, tuvo lugar en San Petersburgo,
y convocado por las feministas “burguesas”, el Primer Congreso Femenino de todas las Rusias. Kollontai no pudo asistir, porque pesaba una
orden de detención sobre ella, pero pudo preparar la intervención de
un grupo de obreras. Estas tomaron la palabra para señalar la especificidad de la problemática de las mujeres trabajadoras, y cuando se
propuso la creación de un centro femenino interclasista, abandonaron
ostentosamente el congreso.
Sin embargo, y a pesar de sus lógicos enfrentamientos con las sufragistas,
existen numerosos testimonios del dilema que les presentaba a las mujeres socialistas. Aunque suscribían la tesis de que la emancipación de las
mujeres era imposible en el capitalismo -explotación laboral, desempleo
crónico, doble jornada, etc.- eran conscientes de que para sus camaradas
y para la dirección del partido la “cuestión femenina” no era precisamente
prioritaria. Más bien se la consideraba una mera cuestión de superestructura, que se solucionaría automáticamente con la socialización de los
medios de producción, y, en el peor de los casos, “una desviación peligrosa hacia el feminismo”. Esto no impidió que las mujeres socialistas se
organizaran dentro de sus propios partidos; se reunían para discutir sus
problemas específicos y crearon, a pesar de que la ley les prohibía afiliarse a partidos, organizaciones femeninas. Los cimientos de un movimiento
socialista femenino realmente fueron puestos por la alemana Clara Zetkin
(1854-1933), quien dirigió la revista femenina Die Gliechhteit (Igualdad) y
llegó a organizar una Conferencia Internacional de Mujeres en 1907.
120
Unidad 2
El socialismo marxista también prestó atención a la crítica de la familia
y la doble moral, y relacionó la explotación económica y sexual de la mujer. En este sentido, es imprescindible remitirse a la obra que Kollontai
escribe ya a principios del siglo XX. Kollontai puso en un primer plano
teórico la igualdad sexual y mostró su interrelación con el triunfo de
la revolución socialista. Pero también fue ella misma, ministra durante
sólo seis meses el primer gobierno de Lenin, quien dio la voz de alarma
sobre el rumbo preocupante que iba tomando la revolución feminista
en la Unión Soviética. La igualdad de los sexos se había establecido por
decreto, pero no se tomaban medidas específicas, tal y como ella postulaba, contra lo que hoy llamaríamos la ideología patriarcal.
Movimiento anarquista. El anarquismo no articuló con tanta precisión teórica como el socialismo la problemática de la igualdad entre los
sexos, e incluso cabe destacar que un anarquista de la talla de Pierre
J. Proudhom (1809-1865) mantuvo tranquilamente posturas antiigualitarias extremas. Estas son sus palabras: “Por mi parte, puedo decir
que, cuanto más pienso en ello, menos me explico el destino de la mujer fuera de la familia y el hogar. Cortesana o ama de llaves (ama de
llaves, digo, y no criada); yo no veo término medio”.
Sin embargo, el anarquismo como movimiento social contó con numerosas mujeres que contribuyeron a la lucha por la igualdad. Una de
las ideas más recurrentes entre las anarquistas -en consonancia con
su individualismo- era la de que las mujeres se liberarían gracias a su
“propia fuerza” y esfuerzo individual. Así lo expresó, ya entrado el siglo
XX, Emma Goldman (1869-1940), para quien poco vale el acceso al trabajo asalariado si las mujeres no son capaces de vencer todo el peso de
la ideología tradicional en su interior. Así, el énfasis puesto en vivir de
acuerdo con las propias convicciones propició auténticas revoluciones
en la vida cotidiana de mujeres que, orgullosas, se autodesignaban “mujeres libres”. Consideraban que la libertad era el principio rector de todo
y que las relaciones entre los sexos han de ser absolutamente libres. Su
rebelión contra la jerarquización, la autoridad y el Estado, las llevaba,
por un lado y frente a las sufragistas, a minimizar la importancia del
voto y las reformas institucionales; por otro, veían como un peligro enorme lo que a su juicio proponían los comunistas: la regulación por parte
del Estado de la procreación, la educación y el cuidado de los niños.
Para saber más. Bibliografía y páginas web recomendadas
Amorós, Celia y De Miguel, Ana. Teoría feminista. De la Ilustración a la
globalización. Vol 1. Minerva ediciones. Madrid. 2005.
De Miguel, Ana. “Los feminismo en la historia” en Miradas desde la
perspectiva de género. Isabel de Torres Ramírez (coord).
Nancea. Madrid. 2005.
121
Unidad 2
Díaz Aguado, Mª José. Prevenir la violencia contra las mujeres. Construyendo la Igualdad. Instituto de la Mujer. Madrid. 2002.
López de la Vieja, Mª Teresa. Ética y crítica feminista. Salamanca. Ediciones Universidad de Salamanca. 2004.
M.Sacnlon, Geraldine. La polémica feminista en la España Contemporánea. Ed. Akal. 1986.
Navarro, Marysa. Sánchez Korrol, Virginia. Mujeres en América Latina
y el Caribe. Ed Narcea. Madrid. 2004.
Nuño Gomes. Laura Mujeres: de lo privado a lo público. Ed Tecnos.
Madrid. 1999.
Presencia de Mujer. Del Derecho al voto a la democracia paritaria. FETEUGT. Illes Balears. 2001.
Sánchez Cristina. “Genealogía de la vindicación”. En Feminismo. Debates teóricos contemporáneos. Beltrán Elena, Maquieira (eds.) Ed. Alianza Editorial. Madrid. 2001.
Sau, Victoria. Diccionario ideológico feminista. Volumen I. Ed Icaria.
Barcelona. 2000.
Tremosa, Laura. Calvet i Puig, Dolors. Las olvidadas de la historia en
“Mujer y ciudadanía”. Ed Bellaterra. Barcelona. 2001.
Valcárcel Amelia. “Filosofía de la historia e historia del feminismo” en
Valcárcel Amelia, Renau Dolors, Romero Rosalía. Los desafíos del feminismo ante el siglo XXI. ED. Instituto Andaluz de la Mujer. 2000.
Valcárcel, Amelia. “Qué es y qué retos plantea el feminismo” en Materiales de Formación política de mujeres. Sí. Tú puedes. Diputación de
Barcelona. Barcelona. 2001.
El manifiesto de “Séneca Falls”
http://www.geocities.com/Athens/Parthenon/8947/Miyares.htm
Salas. Maria. Una mirada sobre los sucesivos feminismos
http://www.nodo50.org/mujeresred/feminismo-maria_salas.html
http://www.amarc.org/enredadas/asiescribimos1900-1961.htm
http://www.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/02589516444614584232268/index.htm
122
Unidad 1
Unidad II
Revisión histórica del feminismo. El feminismo como
filosofía política. El feminismo como movimiento
político. El movimiento de mujeres.
Asociaciones y redes
‘Tercera parte. El feminismo después de la Segunda Guerra Mundial
Presentación de la unidad
Objetivos de la unidad
1.- La aportación de Simone de Beauvoir
2.- Betty Friedman. La mística de la feminidad
3.- Algunas fechas clave en el recorrido
histórico de la reivindicación de los derechos
políticos de las mujeres
123
El feminismo después de la Segunda Guerra Mundial
Presentación de la unidad
En la tercera parte nos aproximaremos al discurso de dos mujeres que
influyeron decisivamente en la configuración del feminismo contemporáneo: Simone de Beauvoir y Betty Friedman. A continuación realizaremos un recorrido cronológico por las fechas más importantes de la
lucha de las mujeres.
Unidad 2
Tercera parte
Objetivos de unidad
- Situar la obra de Simone de Beauvoir y Betty Friedman.
- Comprender las aportaciones que realizaron al feminismo contemporáneo.
- Reflexionar sobre la evolución y las aportaciones ideológicas y
teóricas que se realizaron en las distintas etapas de la historia
del feminismo.
- Conoce los sucesos más representativos en la lucha por la
igualdad.
125
Unidad 2
El día que una mujer pueda no amar con su debilidad sino con su fuerza, no escapar de sí misma
sino encontrarse, no humillarse sino afirmarse,
es día el amor será PARA ella como para el hombre fuente de vida y no un peligro mortal.
Simone de Beauvoir
1.- La aportación de Simone de Beauvoir
En la unidad anterior veíamos como las inglesas conseguían el voto
tras la Primera Guerra Mundial (1914-1917. La consecución del voto
y todas las reformas que trajo consigo, habían dejado relativamente
tranquilas a las mujeres que vivían porque sus demandas habían sido
satisfechas, vivían en la tan ansiada igualdad legal. Parecía que había
llegado la decadencia del feminismo. Conseguido el derecho al voto y
a la educación superior, muchas mujeres abandonaron la militancia.
Otras continuaron trabajando fundamentalmente en los aspectos económicos y las reformas de las leyes.
Simone de Beauvoir irrumpe en 1949, en el feminismo, reavivando el
movimiento. Fue pionera dando ejemplo de cómo la teoría feminista supone una transformación revolucionaria de nuestra comprensión de la
realidad. Tal y como ha contado la propia Simone, hasta que emprendió
la redacción de El Segundo Sexo apenas había sido consciente de sufrir
discriminación alguna por el hecho de ser mujer. Entonces ya era una
mujer conocida y reconocida tanto por ser filósofa como por escritora.
Simone de Beauvoir nació en París en 1908. Licenciada en Filosofía en
la Sorbona, intenta contestar en El Segundo Sexo a la pregunta que se
hace sobre el hecho de ser mujer. El Segundo Sexo es un libro que consta de dos tomos, el primero titulado Los hechos y los mitos y el segundo
La experiencia vivida. La aportación de esta obra reside en:
- La capacidad de razonar y convencer acerca de la situación de
la mujer.
- Simone expone la teoría de que la mujer siempre ha sido considerada “la otra” con relación al hombre sin que ello suponga
una reciprocidad. El hombre nunca es el otro.
- El hombre es el centro del mundo, en la medida y la autoridad.
Una idea que el feminismo recogería como androcentrismo.
- Simone llega a la conclusión de que la mujer ha de ser ratificada
por el varón a cada momento, el varón es lo esencial y la mujer
siempre está en relación de asimétrica con él.
126
- Su obra incorpora un carácter interdisciplinar. El feminismo
posterior ya no sólo se quedará en la investigación sino que indagará en todas las ciencias y disciplinas del conocimiento.
- La autora separa la naturaleza de cultura y profundiza en la
idea de que el género es una construcción social. Aunque ella no
utiliza la palabra género.
Unidad 2
- Define el término de heterodesignación ya que considera que las
mujeres comparten una situación en común: los varones les imponen que no asuman su existencia como sujetos, sino que se
identifiquen con la proyección que en ellas hacen de sus deseos.
- Los primeros requisitos, según Beauvoir, para la libertad de las
mujeres son la independencia económica y la lucha colectiva. Lo
fundamental, antes que ninguna otra cosa, es haber sido educada para la autonomía.
El poso de El Segundo Sexo cala a lo largo de los años cincuenta y se
convierte en un libro muy leído por las nuevas generaciones feministas, la constituida por las hijas, ya universitarias de las mujeres que
obtienen después de la Segunda Guerra Mundial el voto y los derechos
educativos. Hijas Universitarias que serán quienes inicien la tercera
ola del feminismo.63
2.- Betty Friedman. La mística de la feminidad
Nació en 1921, en Peroia (EE.UU). Podía definirse como el prototipo
de mujer norteamericana de su época en la década de los cincuenta.
Pero una serie de circunstancias la obligaron a profundizar tanto en
sus sensaciones como en el mundo que la rodeaba. En 1963, escribe
La Mística de la Feminidad. Obra a la que dedicó cinco años de su
vida. Con un lenguaje claro analizaba la vida de las mujeres e incluso su propia vida. Facilitó a millones de mujeres, en distintos países,
tener referencias comunes con otras mujeres y permitió identificar su
situación de opresión como experiencia ya no personal, sino colectiva.
La Mística de la Feminidad fue un revulsivo en un nuevo proceso de
concienciación feminista al crear una nueva identidad colectiva capaz
de generar un movimiento social liberador.
Además para Friedman, el problema era político: La Mística de la Feminidad, que en realidad era la reacción patriarcal contra el sufragismo
y la incorporación de las mujeres a la esfera pública durante la Segunda Guerra Mundial, identifica mujer con madre y esposa, con lo que
cercena toda posibilidad de realización personal y culpabiliza a todas
aquellas que no son felices viviendo solamente para los demás. 64
63. Varela, Nuria. Feminismo para principiantes., Barcelona Ediciones B. 2005. Pág 87
64. De Miguel Alvarez, Ana. “Feminismos” en 10 palabras clave sobre mujer. Amorós, Celia (Coord.) ED. Verbo
Divino. Madrid. 2002. Pag 237
127
Unidad 2
A partir de la publicación, Betty Friedman contribuye a la creación de la
Organización Nacional para Mujeres (NOW). Había contribuido a la toma
de conciencia de las mujeres sobre su opresión, pero no veían cuales
eran los caminos para cambiar las cosas. Esta organización ha llegado
a ser una de las organizaciones feministas más poderosas de Estados
Unidos y sin duda la más representativa del feminismo liberal.
3.- Algunas fechas clave en el recorrido histórico de la reivindicación de los
derechos políticos de las mujeres
La conquista de la igualdad ha sido un largo camino protagonizado
principalmente por los movimientos de mujeres, que en todo el mundo
han influido creando una conciencia social en defensa de sus derechos.
A pesar de los grandes avances alcanzados la situación de discriminación hacia las mujeres sigue siendo una constante en todo el planeta.
Recientemente, en marzo de 2005, en New York se celebro la reunión
de revisión y evaluación de la Declaración y Plataforma de Acción de
Beijing (PAM) con el objetivo de analizar la implementación de la Plataforma que fuera firmada por 189 gobiernos en la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer realizada en Beijing, China, en 1995. En las etapas
previas de Beijing +10 se promovió un proceso de debate sobre su
oportunidad. Varias ONG y redes expresaron su preocupación acerca
de los riesgos que existirían -ante las circunstancias políticas globalesde perder conquistas logradas en las plataformas de las Conferencias
de las Naciones Unidas en los años 90. Finalmente, en New York se ratificó la Declaración de Beijing, el documento más completo producido
por una conferencia de Naciones Unidas con relación a los derechos de
las mujeres.
Anteriormente, conscientes de la situación de discriminación de la mujer, los gobiernos reunidos en septiembre de 2000, en la Cumbre del
Milenio de las Naciones Unidas, decidían como una de las metas a
conseguir para el 2015, potenciar el papel de la mujer y promover la
igualdad entre el hombre y la mujer, comprometiéndose a eliminar las
desigualdades entre los géneros y en todos los niveles de la enseñanza
para 2015.
Beijing +10 y los Objetivos del Milenio constituyen dos plataformas internacionales que comprometen a los gobiernos del planeta a proseguir
el trabajo por los derechos de la mujer.
128
En el siguiente cuadro hemos resumido algunos de los momentos históricos de la conquista por la igualdad.
Siglo
XVI
La obra escrita por María Lejars, titulada La igualdad
de los hombres y las mujeres.
1731
La obra de la inglesa Mary Astell, La proposición
formal dedicada a las damas para el mejoramiento
de sus verdaderos y más grandes intereses.
http://oregonstate.edu/instruct/phl302/philosophers/astell.
html//www.pinn.net/~sunshine/book-sum/astl_mrg.html
1789
El primer hito histórico más importante del
feminismo, se produjo en 1789, durante la
Revolución Francesa, cuando las mujeres de París,
exigieron por primera vez el derecho al voto para las
mujeres en su marcha hacia Versalles. “Las mujeres
habían comenzado exponiendo sus reivindicaciones
en los cuadernos de quejas, y terminaron afirmando
orgullosamente sus derechos. La transformación
respecto a siglos anteriores significa el paso del gesto
individual al movimiento colectivo: la querella es
llevada a la plaza pública y toma la forma de un
debate democrático: se convierte por vez primera
de forma explícita en una cuestión política (…)
Sin embargo, la Revolución Francesa supuso una
amarga, y seguramente inesperada, derrota para
el feminismo (…) las mujeres de la Revolución
Francesa observaron con estupor cómo el nuevo
Estado revolucionario no encontraba contradicción
alguna en pregonar a los cuatro vientos la igualdad
universal y dejar sin derechos civiles y políticos a las
mujeres”.65
http://clio.rediris.es/udidactica/sufragismo2/origfem.htm
Unidad 2
Al amparo de las decisiones que se adoptaron en la Conferencia de
Beijing, los movimientos de mujeres continúan pensando globalmente
y actuando localmente en todos los rincones del planeta siguiendo las
huellas que iniciaron nuestras predecesoras. Un camino valiente, no
exento de dificultades que se proyecta en nuestro futuro y al que debemos nuestro presente.
65. De Miguel, Ana “Feminismos” en Amorós, Celia (Coord.) 10 palabras clave sobre la mujer. Editorial Verbo
Divino, Estrella 4 Edición. Pág. 223-226
129
Unidad 2
130
1791
La Declaración de los Derechos de la Mujer y de la
Ciudadana, redactada y presentada a la Asamblea
Nacional Francesa, por la activista francesa Olympia
de Gouges, afirma por primera vez la dignidad de
las mujeres y el reconocimiento de sus derechos y
libertades fundamentales. La Revolución Francesa, a
pesar de su lema “Libertad, Igualdad, Fraternidad” la
consideraría subversiva. En su artículo X la escritora
francesa declaraba “la mujer tiene el derecho a ser
llevada al cadalso y, del mismo modo, el derecho
a subir a la tribuna”. Olympia fue guillotinada en
1793, aunque nunca subió a una tribuna. Muchas de
sus compañeras fueron recluidas en hospicios para
enfermos mentales.
http://thales.cica.es/rd/Recursos/rd99/ed99-0257-01/
Olympia.html
1792
La inglesa Mary Wollstonecraft publica el libro
Reivindicación de los Derechos de la Mujer, que
se considera uno de los manifiestos feministas más
radicales de la historia, por proponer que las mujeres
recibieran el mismo trato que el varón en materia de
educación, derechos políticos y laborales y, además,
que se la juzgara con los mismos parámetros
morales con los que se consideraba al varón.
http://www.telecable.es/personales/deb1/mary_
wollstonecraft.htm
1832
Mary Smith de Stannore, presentó a la Cámara de los
Comunes de Inglaterra, una petición reclamando los
derechos políticos de las mujeres.
www.mujeractual.com/sociedad/8marzo/lucha.html
1857
El 8 de marzo de 1857, las obreras de la industria
textil y de la confección, realizan una gran huelga y
se manifiestan en las calles de Nueva York, exigiendo
el derecho al trabajo y condiciones de salubridad y
seguridad adecuadas.
1866
El Primer Congreso de la Asociación Internacional
de Trabajadores, aprueba una resolución relativa al
trabajo profesional de la mujer.
http://ateneovirtual.alasbarricadas.org/historia
1889
Durante el Congreso fundador de la Segunda
Internacional Socialista celebrado en París, la
dirigente alemana Clara Zetkin, pronuncia su primer
discurso sobre los problemas de la mujer en el
que defiende el derecho de la mujer al trabajo, la
protección de las madres y de los niños y así como
la amplia participación de éstas en el desarrollo de
la vida política.
www.rebelion.org/izquierda/lowy010203.htm
www.mujereshoy.com/secciones/379.shtml
1899
En La Haya (Países Bajos), tiene lugar una
conferencia internacional que reúne a numerosas
mujeres, en condena de la Primera Guerra
Mundial. Para muchas personas, este hecho supuso
el comienzo de los movimientos por la Paz que
cobrarían importancia a lo largo del siglo XX.
1908
El ocho de Marzo de 1908, ciento treinta mujeres
trabajadoras de una fábrica textil de Nueva York
deciden ir a la huelga en reivindicación de mejores
condiciones de trabajo. El encierro de éstas dentro
de a fábrica terminaría en tragedia después de
que un incendio provocado arrasara la fábrica
con estas mujeres dentro. Dicen que la tela que
tejían en este momento era de color violeta. Ese
color se convertiría después en el símbolo de los
movimientos feministas.
1910
El 8 de marzo de 1910, Clara Zetkin propuso, en
la Segunda Conferencia Internacional de Mujeres
Socialistas celebrada en Copenhague-Dinamarca,
que todos los años se celebrara una manifestación
internacional en honor a la lucha de las mujeres
por sus derechos y su libertad. La propuesta fue
aprobada y firmada por las y los más de cien
delegados de 17 países.
www.socintwomen.org.uk/SPANISH/resumenhistorico.html
Unidad 2
1869
Wyoming primer país que reconoce el derecho al
voto de las mujeres. Posteriormente lo harían Nueva
Zelanda en 1893 y Australia en 1902. En Francia
primer país que proclamo el sufragio universal
masculino (en 1848) y el último que reconoció el
derecho al voto de las mujeres (21 de abril de 1944).
131
Unidad 2
1911
El 8 de marzo de 1911 se celebra por primera vez
en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, el Día
Internacional de la Mujer. Más de un millón de
hombres y mujeres se manifiestan reclamando,
no sólo el derecho de sufragio y a ejercer cargos
públicos, sino el derecho a condiciones de trabajo
igualitarias, el fin de la discriminación por género y
el derecho a la formación profesional.
1912
La celebración del Día Internacional de la Mujer
llega a Francia, Países Bajos y Suecia.
1913
Primera manifestación del Día Internacional de
la Mujer en Rusia, S. Petesburgo, a pesar de la
intimidación ejercida por parte de la autoridad
policial.
1914
El Día de la Mujer está marcado por la protesta
contra la guerra que amenaza Europa. De nuevo, las
mujeres deciden enarbolar la bandera de la paz.
www.via-publica.org/diciembre1/paginas/GUERRA.htm
1918
1920
1929
132
Se crea en España la Asociación Nacional de
Mujeres Españolas.
www.arrakis.es/~corcus/losantos/losnuestros/campoamor.
htm
http://webs.demasiado.com/victoriakent/
Inglaterra. Sufragio Universal.
Ecuador. Sufragio Universal.
1931
La Constitución Española de la II República otorga el
derecho de sufragio a las mujeres mayores de edad.
www.almendron.com/historia/contemporanea/sufragismo/
sufragismo_3.htm
1932
Brasil. Puerto Rico. Uruguay. Sufragio Universal.
1945
Italia. Sufragio Universal.
1947
Argentina y Venezuela. Sufragio Universal.
1949
Simone de Beauvoir publica El Segundo Sexo. Uno
de los textos clásicos del feminismo en el que la
autora afirma “No se nace mujer, se llega a serlo” La
filósofa separa naturaleza de cultura y profundiza en
la idea de que el género es una construcción social.
http://www.creatividadfeminista.org/articulos/2004/
fem_chesca_beuvoir.htm
1949
El Salvador. Sufragio Universal.
1952
La Organización de Naciones Unidas (ONU),
instituye el 8 de marzo como “Día Internacional de
la Mujer”.
www.unhchr.ch/spanish/html/menu3/b/22_sp.htm
1954
En la asamblea General de Naciones Unidas se
reconoce que las mujeres continúan sujetas a leyes,
tradiciones y prácticas discriminatorias que entran
en contradicción con la Declaración Universal de
los Derechos Humanos.
1955
Honduras, Nicaragua y Perú. Sufragio Universal.
1961
Paraguay. Sufragio Universal.
Unidad 2
1948
En la primera sesión de la Asamblea General
de Naciones Unidas se designó a una comisión
para que redactara el borrador de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos. La persona que
presidió dicha comisión fue Eleonor Roosevelt, cuya
influencia se reflejo no sólo en su artículo segundo
en que de se establece que todas las personas deben
disfrutar de los derechos y libertades recogidos
en la declaración sin distinción alguna de raza,
color, sexo, idioma, religión, opinión política o
de cualquier otra índole, origen nacional o social,
posición económica, nacimiento o cualquier otra
condición.., sino que también por la utilización
del término “todos los seres humanos” en vez del
empleado tradicionalmente hasta el momento de
“todos los hombres”.
133
Unidad 2
1963
Betty Friedman publica La Mística de la Feminidad.
Un libro que contribuyo a la conciencia de las
mujeres sobre su propia opresión. Analiza Friedman
el sentimiento de malestar y frustración de las
mujeres norteamericanas de los años cincuenta,
dedicadas por entero al hogar y a los hijos que
asumían conscientemente esta dedicación como su
destino. La Mística de la Feminidad, que en realidad
era la reacción patriarcal contra el sufragismo y la
incorporación de las mujeres a la esfera pública
durante la Segunda Guerra Mundial, identifica
mujer con madre y esposa, con lo que cercena toda
posibilidad de realización personal y culpabiliza a
todas aquellas que no son felices viviendo solamente
por los demás.66
1967
Declaración de la Asamblea General de Naciones
Unidas sobre la Eliminación de la Discriminación
contra la Mujer.
1969
Kate Millet publica Política Sexual, donde aplica el
término patriarcado al sistema de dominación más
universal y más extendido en el espacio. Parte de
la afirmación de que el sexo tiene una dimensión
política si entendemos por política “el conjunto de
relaciones y compromisos estructurados de acuerdo
con el poder en virtud de los cuales un grupo de
personas queda bajo el control de otro grupo (…)”
Para Millet, la consecución de la autonomía de
la mujer pasa por la eliminación del patriarcado.
La contradicción principal no es la de las clases
sino la del género, cómo también lo proclaman las
feministas radicales francesas y alemanas.67
66. De Miguel, Ana, “Feminismos”. Pág. 237, en Amorós Celia (Coord.) 10 palabras clave sobre mujer. Editorial
Verbo Divino, Navarra. 2002.
67. López Pardina, Teresa, “Autonomía”. Págs. 177-178, en Amorós Celia (Coord.) 10 palabras clave sobre mujer.
Editorial Verbo Divino, Navarra. 2002.
134
1977
1979
Unidad 2
1975
La ONU organiza en México, la primera
Conferencia Mundial sobre la Mujer. Se declara
ese año, el Año Internacional de la Mujer. De esta
primera Conferencia Mundial nacería un “Plan de
Acción”, cuyo resultado fue la proclamación por la
Asamblea General de la ONU del “Decenio de las
Naciones Unidas para la Mujer” (1975-1985).
Se identificaron tres objetivos fundamentales:
1.- La igualdad plena de género y la eliminación de
la discriminación por motivos de género, en especial
en el ámbito educativo.
2.- La integración y plena participación de las
mujeres en el desarrollo.
3.- La necesidad de contribuir cada vez más al
fortalecimiento de la paz mundial.
www.unifem.org.mx/beijinunifem4.htm
La Asamblea General de la ONU aprueba la
Resolución 32/142, por la que se insta a los Estados
a que, conforme a sus tradiciones históricas y
costumbres, proclamen un día del año, como día de
las Naciones Unidas por los derechos de la mujer y
la paz internacional.
http://daccess-ods.un.org/access.nsf/Get?Open&DS=A/RES/
32/142&Lang=S
La Asamblea General de la ONU aprueba la
“Convención sobre la Eliminación de todas las
Formas de Discriminación contra la Mujer”, uno
de los logros más importantes del decenio a la que
se han adherido ya más de 130 países. Este tratado
que representa la Carta Magna de los Derechos
Humanos de la Mujer, define la discriminación
contra la mujer como “Toda distinción, exclusión
o restricción basada en el sexo que tenga por
objeto o por resultado menoscabar o anular el
reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer,
independientemente de su estado civil, sobre la base
de igualdad del hombre y la mujer, de los derechos
humanos y las libertades fundamentales en las
esferas políticas, económicas, social, cultural y civil
o cualquier otra esfera” .
www.unhchr.ch/spanish/html/menu3/b/e1cedaw_
sp.htm
135
Unidad 2
136
1980
Tiene lugar en Copenhague (Dinamarca) la II
Conferencia Mundial sobre la Mujer, cuyo objetivo
primordial es evaluar el desarrollo del “Decenio para
la Mujer”. Asistieron representantes de 145 Estados
Miembros.
Se aprueba un “Programa de Acción” para la
segunda mitad del decenio, que pondrá énfasis en
temas relativos al empleo, la salud y la educación.
Aparece por primera vez enunciados que hacen
referencia a la violencia contra las mujeres, la
prostitución, el tráfico de personas y la participación
de las mujeres en la vida internacional.
www.emakunde.es/emakunde/igualdad_ONU/cuando_
c.htm
1981
El Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y
del Caribe, celebrado en Bogotá (Colombia) sienta
las bases de la reflexión sobre las distintas formas
de violencia que se ejerce contra las mujeres y
la promoción de una cultura de paz, así como la
búsqueda de la armonía en las relaciones entre los
hombres y las mujeres en el hogar. Se proclama el
día 25 de noviembre, “Día Internacional de la No
Violencia contra la Mujer”.
1985
En Nairobi (Kenia), tiene lugar la III Conferencia
Mundial sobre la Mujer. En esta conferencia se
aprueben por consenso, “Las Estrategias de Nairobi
orientadas hacia el futuro para el adelanto de las
mujeres hasta el año 2000”. Se examinan y evalúa el
Decenio de las Naciones Unidas para las Mujeres.
A pesar de los avances logrados son todavía muchos
los obstáculos que existen, debido entre otras
cosas a la crisis económica que atraviesan muchos
países y que agravan la situación de discriminación
de las mujeres. En esta conferencia se adopta
el procedimiento de consenso para aprobar el
documento principal de la conferencia, obteniendo
el compromiso de los gobiernos. Este documento
recoge las medidas que deben adoptarse en el plano
nacional, regional e internacional, para promover el
reconocimiento social del papel de las mujeres y del
ejercicio de sus derechos humanos
1992
El Comité de la ONU para Erradicar la
Discriminación contra la Mujer adopta la
Recomendación 19 sobre la violencia contra la
mujer. Esta recomendación declara que la violencia
contra la mujer es una forma de discriminación
contra ella que refleja y perpetúa su subordinación,
y solicita que los Estados eliminen la violencia
en todas las esferas. Exige a todos los países
que ratificaron la CEDAW (Convención sobre la
Eliminación de todas las Formas de Discriminación
contra la Mujer) que preparen informes para
el Comité de la ONU incluyendo información
acerca de las leyes y la incidencia de la violencia
de género, así como las medidas tomadas para
detenerla y eliminarla.
Unidad 2
1989
Seminario Internacional celebrado por el Consejo
de Europa en 1989, con el título “La democracia
paritaria. 40 años de actividad del Consejo de
Europa”.
Declaración Final de la Primera Cumbre Europea
“Mujeres en el Poder”, celebrada en Atenas en
noviembre de 1992, bajo los auspicios de la
Comisión Europea.
137
Unidad 2
Conferencia Mundial sobre los Derechos Humanos
de Viena: Se refuerza la naturaleza inalienable de los
derechos humanos y, por tanto, el reconocimiento
de los derechos humanos de las mujeres se
incorpora a la agenda de la ONU, al considerar
que los derechos de género, étnicos, religiosos,
culturales o políticos, no podrán prevalecer para
menospreciar el derecho de la mujer.
1993
138
En este mismo año las Naciones Unidas aprueban
una declaración sobre la Eliminación de la Violencia
contra la Mujer señalando que “La violencia contra
la mujer es una manifestación de las relaciones de
poder históricamente desiguales entre hombres y
mujeres que han conducido a la dominación de
la mujer por el hombre, a la discriminación contra
la mujer y a la imposición de obstáculos contra su
pleno desarrollo, y que el uso de la violencia es uno
de los mecanismos decisivos mediante los cuales se
coloca a la mujer en una posición de subordinación
frente al hombre” .La Comisión de los Derechos
Humanos de la ONU nombra la primera Relatora
Especial sobre violencia contra la mujer, lo cual
permite recibir denuncias e iniciar investigaciones
sobre violencia contra las mujeres en todos los
países miembros de la ONU.
http://alainet.org/mujeres/show_textmuj_
es.php3?key=244
1994
Conferencia Internacional sobre Población y
Desarrollo de El Cairo. Considera como parte
fundamental para el desarrollo humano la toma de
conciencia por parte de las mujeres, su situación, y
las oportunidades que tengan para cambiarla.
www.un.org/popin/icpd/newslett/94_19/icpd9419.
sp/1lead.stx.htm
1994
Por iniciativa de la Comisión Interamericana de
Mujeres (CIM), en resolución aprobada el 9 de junio
de 1994, en la VII Sesión Plenaria, la Asamblea
General de la Organización de Estados Americanos
aprueba la “Convención Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la
Mujer” (Convención de Belem do Para).
Unidad 2
1995
En Beijing tiene lugar la “IV Conferencia Mundial
sobre la Mujer”, cuyo objetivo es analizar y discutir
ampliamente la situación de las mujeres en el
mundo y determinar las acciones prioritarias que hay
que llevar a cabo para acabar con la desigualdad por
género. En esta conferencia se adopta, por consenso,
una Plataforma de Acción, que recoge una serie de
medidas que deben implementarse en un período de
quince años y cuya meta es la igualdad, el desarrollo
y la paz. Se declara que “la igualdad entre hombres
y mujeres es una cuestión de derechos humanos y
constituye una condición para el logro de la justicia
social, además de ser un requisito previo necesario
y fundamental para la igualdad, el desarrollo y la
paz”. En Beijing se pone de manifiesto la necesidad
de implicar e impregnar todas las actuaciones
políticas y a toda la sociedad, no sólo a las mujeres,
y se acuña el termino “mainstreaming”, que hace
referencia a la integración de la óptica de igualdad
de oportunidades en todas las políticas nacionales,
desde la planificación hasta la ejecución de las
mismas y en todos los ámbitos de actuación.
http://www.onu.org/documentos/confmujer.htm. La
declaración de Beijing y Plataforma de Acción de la
IV Conferencia Internacional sobre las mujeres:
Son los compromisos adoptados en la conferencia.
Se aclaran las acciones que deben realizar tanto los
gobiernos como el sector no gubernamental y la
comunidad internacional. Este programa tiene por
objetivo eliminar todos los obstáculos que dificultan
la participación de las mujeres en todos los ámbitos
de la vida pública y privada y la toma de decisiones
en las esferas económicas, social, cultural y política
así como de compartir el poder entre hombres y
mujeres en todos los ámbitos de la vida profesional y
privada.
139
Unidad 2
Marcha mundial de las mujeres.
Organizaciones de mujeres de más de 150 países
se coordinan para protestar contra la pobreza y la
violencia contra las mujeres en el mundo.
www.ffq.qc.ca/marche2000/es/index.html
2000
Decisión de la Comisión de 19 de junio de 2000,
relativa al equilibrio entre hombres y mujeres en
los comités y los grupos de expertos creados por la
comisión (2000/407/CE), publicado en DO L 154/34,
de 26.6.2000.
2000
2005
140
Beijing + 5, woman 2000 “la mujer en el 2000:
Igualdad entre los géneros. Desarrollo y paz para el
siglo XXI” Nueva York, 2000. La Asamblea General
de Naciones Unidas convoca en Nueva York un
periodo extraordinario de sesiones, en ellas se
analizan los progresos y obstáculos de las medidas
y acciones propuestas en la Plataforma de Acción
de Beijing. Los estados participantes reafirman su
empeño en la consecución de metas y objetivos
contemplados en Beijing y de tomar medidas y
adoptar nuevas iniciativas para hacer frente a los
obstáculos y nuevos desafíos originados por la
mundialización.
Conferencia Internacional Beijín + 10. New
York. Revisión y evaluación de la Declaración y
Plataforma de Acción de Beijing (PAM) se desarrolla
en Nueva York, en marzo de 2005. El objetivo
de este proceso global y regional es revisar la
implementación de la Plataforma que fuera firmada
por 189 gobiernos en la IV Conferencia Mundial
sobre la Mujer realizada en Beijing, China, en 1995.
http://www.choike.org/nuevo/informes/1360.html
Unidad 1
R
esumen de la unidad
Tercera parte
141
Los logros conseguidos han sido protagonizados mayoritariamente
gracias a los movimientos de mujeres que han incidido en las instituciones y en las políticas privadas y públicas. El Estado ha sido centro
del interés de las políticas feministas, debido a la certeza de que al
transformarlo se amplia la incidencia política, es posible estabilizar
logros y alternativas, asegurar su normalidad social y jurídica y con
ello se extienden y perduran los cambios. De ahí los afanes feministas
por impulsar políticas publicas y acciones gubernamentales y civiles,
nacionales e internacionales, tendentes a lograr el adelanto de las mujeres y por crear instituciones estatales y supranacionales cuya obligación es promover y asegurar vías para la democracia de género en la
sociedad, 65en las comunidades, en las familias y en las66 parejas, en
las organizaciones y en las personas.6768
Unidad 2
Ideas resumen de la unidad
La participación de la mujeres en la toma de decisiones y en la representación del poder político o económicos es una de las señas de
identidad del movimiento de mujeres contemporáneo, y garantiza que
las mujeres se encuentren en el centro de la adopción de decisiones
políticas ha sido una constante en la historia feminista que hoy continúa siendo prioritaria como se ha puesto de manifiesto en la reunión
Beijing+10 celebrada en New York en 2005.
Transcurridos más de cien años desde las conquistas de las sufragistas, aún hay algunos países que no reconocen a las mujeres este derecho ni de ser elegidas en las elecciones. (Programa de naciones Unidas
para el Desarrollo, PNUD, Informe de Desarrollo Humano 2003).
“Al ritmo actual las mujeres tardarán cinco siglos en conseguir la igualdad, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Más de noventa países están gobernados por gabinetes exclusivamente masculinos. De
aquí a 475 años los puestos de decisión política y económica del mundo
estarán repartidos en iguales condiciones entre hombres y mujeres. Esta
es la principal conclusión de un estudio elaborado por la OIT”.69
El poder es uno de los espacios que más resistencia ofrece y ha ofrecido
al cambio y a la entrada de las mujeres, pues el mundo de las toma de
decisiones y del poder político es un ámbito especialmente difícil para
el acceso y la participación de las mujeres.
65
66
67
68. Proyecto EQUAL 1.0 Metal. Magali Martínez Soliman. 2004.
69. Extracto de un artículo publicado en Diario Avui el 5-2-93 y recogido en: De otra manera, Cuadernos de Educación de adultas, vol4. Instituto de la Mujer, 1994. Citado en Prevenir la violencia de las mujeres: construyendo la
igualdad. M José Díaz Aguado, Madrid 2002. Instituto de la Mujer.
143
Unidad 2
Es indudable que, durante las últimas décadas, la situación política de
las mujeres ha experimentado avances en algunos aspectos importantes; pero no es menos cierto que este progreso no ha sido homogéneo,
que persisten las desigualdades entre hombres y mujeres y que sigue
habiendo obstáculos importantes que entrañan graves consecuencias
para el bienestar y el desarrollo. Esta situación se ha agravado por los
procesos de globalización y feminización de la pobreza.
Preguntas para la reflexión
•
¿Cómo ha sido la evolución del movimiento feminista en el país
en que vives?
•
¿Qué fechas clave recuerdas en la historia de las mujeres?
•
¿Qué paralelismos encuentras entre tu biografía y la tu madre
con el avance del movimiento feminista?
•
¿Qué organizaciones han liderado la conquista de la igualdad en
el país en que vives?
•
¿Cuáles de las conquistas en la igualdad consideras que es más
importante?
•
¿Qué reuniones te gustaría añadir en la agenda en los próximos
años?
•
¿Recuerdas o has protagonizado alguna acción con repercusión
directa en el gobierno?
Aclarando conceptos
Patriarcado: Es una forma de organización política, económica, religiosa y social basada en la idea de la autoridad y liderazgo del varón,
en la que se da predominio a los hombres sobre las mujeres; del marido
sobre las esposas; del padre sobre los jóvenes y de la línea de descendencia paterna sobre la materna. El patriarcado ha surgido de la toma
de poder histórico por parte de los hombres, quienes se apropiaron de
la sexualidad y reproducción de las mujeres y de sus productos, los hijos, creando al mismo tiempo un orden simbólico a través de los mitos
y la religión que lo perpetúan como única estructura posible. (Dolors
Reguant, La mujer no existe, Maite Canal. Bilbao 1996. Pág. 20)
144
La segunda ola. La politización de la esfera privada. Hacia una
redefinición de la política.
Celia Amorós y Ana de Miguel. Teoría Feminista de la Ilustración
a la Globalización. Minerva Ediciones. 2005. Pág. 71
Tras la conquista de los derechos políticos, en numerosos países europeos tuvo lugar tras el fin de la Primera Guerra Mundial las mujeres comprobaron las enormes dificultades que comportaba su acceso
igualitario al ámbito público, donde más que con un techo de cristal se
topaban en aquel entonces con un autentico muro de hormigón armado. Constatar las diferencias de la igualdad formal llevó al feminismo a
un nuevo resurgir organizativo y a una nueva etapa de gran vitalidad
vital y creativa teórica. Los sesenta, fueron en general, años de intensa
agitación política. Las contradicciones de un sistema democrático que
tiene su legitimización en la universalidad de sus principios, pero que
en realidad es clasista, sexista, racista e imperialista motivaron la formación de la nueva izquierda y diversos movimientos sociales radicales
proderechos civiles, estudiantiles, pacifistas y claro, esta feministas .
En buena medida la génesis del movimiento de liberación de la mujer hay que buscarla en el creciente descontento de las mujeres como
papel subsidiario y cercano al tradicional que se les adjudica en el
movimiento Antisistema. De nuevo a través del activismo político junto
con los varones, como en su día las sufragistas en la lucha contra la
esclavitud, como las mujeres tomaron cuenta de la peculiaridad de su
opresión y optaron por organizarse de forma autónoma.
Unidad 2
Lecturas para la reflexión
La denominada segunda ola del movimiento mantuvo una línea de continuidad con los planteamientos y reivindicaciones de inclusión en la
esfera pública, y se fundamento en la necesidad de establecer mecanismos sociales y políticos capaces de romper las dinámicas excluyentes
del sistema patriarcal como la discriminación positiva y las cuotas.
(…) El feminismo de los años sesenta como perspectiva teórica y como
movimiento social ha iluminado y ensanchado la concepción del modo
por el que un sistema de poder se manifiesta y reproduce, y ha desarrollado múltiples estrategias y métodos de lucha en todas las áreas y
niveles sociales. Es imprescindible no olvidar el complejo proceso por
el que las mujeres llegaron a desentrañar que es lo que les pasaba en
una sociedad en que la urgencia e importancia de otras luchas- de clase, anticoloniales y nacionalistas- siempre tienden a desplazar e invisibilizar las cosas de mujeres. En una sociedad en que, frecuentemente,
los problemas que afectan a los varones son definidos como problemas
sociales y los problemas de las mujeres son exactamente eso, problemas de mujeres.
145
Unidad 2
Para saber más. Bibliografía y páginas web recomendadas
Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
h t t p : / / w w w . u n h c h r. c h / h u r i d o c d a / h u r i d o c a . n s f / ( S y m b o l ) /
A.RES.48.104.Sp?Open
Document
http://www.isis.cl/temas/conf/ddhh.htm
Democracia paritaria
http://www.democraciaparitaria.com/
Educación y modelos de género en la Europa contemporánea
http://www.helsinki.fi/science/xantippa/wes/westext/wes213.html
El aprendizaje del feminismo histórico en España.
Por Mary Nash
http://www.mujeresenred.net/historia-MaryNash1.html
El feminismo en la Europa Mediterranea. De 1789 a 1945
http://www.iespana.es/jocana59/sufragismo/femespana2.htm
El feminismo social en España
http://clio.rediris.es/udidactica/sufragismo2/femespana1.htm
El protagonismo social, político y cultural de las mujeres
latinoamericanas en el siglo XX.
http://mazinger.sisib.uchile.cl/repositorio/lb/filosofia_y_humanidades/vitale/obras/sys/fmu/a/c08.pdf
El voto femenino en España. Historia
http://www.almendron.com/historia/contemporanea/sufragismo/
sufragismo_1.htm
Emilia Pardo Bazán
http://www.msu.edu/user/wilso122/fem.htm
España. El voto de las mujeres: 70 aniversario
http://www.elsocialista.es/esp-70votomuje.HTML
Feministas mexicanas del siglo XIX
http://www.mdemujer.org/historia/s-xix/historia.htm
History of Women’s Suffrage in America
http://www.historychannel.com/cgibin/
frameit.cgi?p=http%3A//www.historychannel.com/exhibits/woman/
main.html
146
La mujer latinoamericana y el derecho al voto
http://mazinger.sisib.uchile.cl/repositorio/lb/filosofia_y_humanidades/vitale/obras/sys/fmu/f/Conquistastar.pdf
La oposición al sufragismo
http://clio.rediris.es/udidactica/sufragismo2/antisufrag.htm
La Revolución Francesa y los derechos de la mujer
http://clio.rediris.es/udidactica/sufragismo2/revfran.htm
Unidad 2
Imágenes de la mujer en la España del siglo XIX.
Por Teresa Gómez Trueba
http://www.lehman.cuny.edu/ciberletras/v06/gomeztrueba.html
Las precursoras de los Derechos Humanos de las Mujeres
http://www.cimacnoticias.com/noticias/02dic/s02121005.html
Los Derechos Humanos de las Mujeres. Itinerario de una Historia
Recorrido histórico sobre los diferentes momentos y las protagonistas
de una lucha que todavía mantenemos. Isis Internacional
http://www.undp.org/rblac/gender/campaign-spanish/womenshumanrights.htm
Los orígenes del feminismo histórico
http://clio.rediris.es/udidactica/sufragismo2/origfem.htm
Marguerite Gobat : le pacifisme au féminin
http://www.m-ici.ch/ftp/pdf/103605742111_Marguerite Gobat.pdf
Mujer y Derechos Humanos Influencia del feminismo en la reivindicación de los derechos humanos de las mujeres. Principales actos violatorios. Instrumentos jurídicos. Por Mariblanca Staff Wilson
http://www.derechos.org/koaga/viii/staf.html
Pacifistas, la larga marcha - calendario de mujeres y pacifismo
en el siglo XX
http://www.mujeresenred.net/pacifistas-h.html
Patriarcado por Katheen O Kelly
http://home.planet.nl/~pearaya/patriar.htm
Sufragismo y feminismo la lucha por los derechos de la mujer
http://clio.rediris.es/udidactica/sufragismo2/revfran.htm
Upstate New York and the Women’s Rights Movement - Movimiento de mujeres Nueva York siglo XIX
http://www.lib.rochester.edu/rbk/women/women.htm
147
Los feminismos contemporáneos. Debates y
tendencias actuales
Unidad 1
Unidad III
Presentación de la unidad
Objetivos de la unidad
1.- Feminismos y años setenta
1.1.- Feminismo liberal
1.2.- Feminismo Radical
1.3.- Feminismo y socialismo
2.- Nuevos feminismos
2.1.2.2.2.3.2.4.-
Feminismo de la diferencia
Feminismo Institucional
Ecofeminismo
Ciberfeminismo
3.- Aclarando conceptos
4.- Lecturas para la Reflexión
4.1.- Feminismo liberal
4.2.- Feminismo indígena
4.3.- Feminismo e Islam
5.- Para saber más
149
Los feminismos contemporáneos. Debates y
tendencias actuales
Presentación de la unidad
Feminismos
El recorrido por la historia nos lleva a los años sesenta, intensos en
cuanto agitación política. El sueño americano se había convertido en
pesadilla tras el asesinato de Kennedy y las protestas juveniles se generalizaron a raíz de la guerra de Vietnam. El sistema tenía contradicciones profundas, era sexista, racista, clasista e imperialista aunque se presentara como el mejor de los posibles. Todo esto motivó la
formación de la nueva izquierda y el resurgir de diversos movimientos
sociales radicales como el movimiento antirracista, el estudiantil, el
pacifista y el feminista, todos unidos por el carácter contracultural. No
eran reformistas, no estaban interesados en la política de los grandes
partidos, querían nuevas formas de vida.70 Las organizaciones estaban
dominadas por los hombres, que eran críticos con la cultura norteamericana pero que aceptaban el sexismo como parte de la misma. Muchas
mujeres no encontraron su espacio ni un trato de igualdad entre estos
partidos y movimientos. Las mujeres se encontraban marginadas de
las actividades y reproduciendo la división sexual del trabajo. Dentro
de las organizaciones eran relegadas a los trabajos menores. Por otro
lado, las mujeres se veían invisibilizadas como líderes y sin que sus
voces fueran tomadas en cuenta. Muchas mujeres decidieron escindirse y optar por tomar las riendas de su militancia. La primera decisión
política del feminismo fue la de organizarse de forma autónoma, separándose de los varones. Así se constituyó el movimiento feminista.
Unidad 3
Unidad III
En esta unidad expondremos las diferentes corrientes que surgen desde los años setenta hasta nuestros días.
Objetivos de la unidad
- Conocer las diferentes corrientes del feminismo.
- Analizar las propuestas de los feminismos.
- Comparar las distintas posiciones.
- Reflexionar sobre las posiciones que establecen los distintos
feminismos.
70. Varela, Nuria. Feminismo para principiantes. Ediciones B. Barcelona 2005. Pág. 103
151
Unidad 3
El feminismo no ha perdido hasta la fecha ninguna
de las batallas en que se ha empeñado. Ha tardado
más o menos en conseguir sus resultados, pero ha
mantenido sus objetivos invariables
Amelia Valcárcel
1.- Feminismos y años sesenta
Tras la importante obra de Simone de Beauvoir, el feminismo se desplaza a los Estados Unidos donde tuvo lugar la llamada segunda ola.
Esta plantea nuevos temas para el debate, nuevos valores sociales y
una nueva forma de autopercepción de las mujeres. La segunda ola se
apoya en un amplio movimiento de mujeres que supieron organizarse,
reunirse y discutir las experiencias de su vida cotidiana. Estos grupos
de mujeres tuvieron un papel determinante en la toma de conciencia
de éstas respecto a la subordinación y llevaron a cabo una reflexión
interna que creó un espacio propio tanto en sus vidas diarias como en
las organizaciones políticas y en la elaboración teórica. 71
Para comprender en toda su profundidad el significado del feminismo de
los años setenta y su repercusión en la actualidad hemos escogido un
fragmento del texto de Amelia Valcárcel editado en el material Tú puedes
que aporta una visión profunda del movimiento en esta década.72
El feminismo de los años setenta supuso el fin de la mística de la feminidad y abrió una serie de cambios en los valores y las formas de
vida que todavía se siguen produciendo. Lo primero que realizó fue una
constatación: que aunque los derechos políticos -resumidos en el voto- se
tenían, los derechos educativos se ejercían, las profesiones se iban ocupando -sin embargo no sin prohibiciones explícitas aún para algunas-73
las mujeres no habían conseguido una posición paritaria respecto de los
varones. Continuaba existiendo una distancia jerárquica y valorativa
que en modo alguno se podía asumir como legítima. De tal constatación
surgió el análisis de lo que estaba ocurriendo y la articulación de los
nuevos objetivos a alcanzar.
Se diagnosticó, y con certeza, que, por una parte, la obtención del voto
para nada había supuesto el cambio en los esquemas legislativos heredados por lo que afectaba a grandes partes del derecho civil y de fami71. Sánchez Muñoz, Cristina, Beltrán Pedreira, Elena; Álvarez, Silvia. “Feminismo liberal, radical y socialista” en
Feminismos. Debates teóricos contemporáneos.Ed Alianza Editorial. Madrid 2001. Pág. 75
72. Valcárcel, Amelia. “Qué retos y que es el feminismo” En Mujer tú puedes.
73. Por ejemplo permanecía vedado por ley el acceso a las magistraturas, el ejército, el clero; y, por supuesto, el
acceso de facto a las profesiones prestigiosas, la política, las ingenierías, arquitectura, medicina, economía y un
largo etcétera donde las mujeres se mantenían siempre a título de excepciones.
152
En todos los países avanzados, en la década de los setenta, coincidiendo
con los momentos más agitativos de las protestas feministas, se produjeron revisiones y reformas legales que permitieran a las mujeres el efectivo uso de su libertad, que hasta entonces sólo en abstracto se les concedía. Pero no era voluntad del feminismo de los setenta detenerse ahí.
Desde el principio había planteado la subversión del orden normativo
heredado, que no se limitaba a lo estrictamente legal. Por este camino las
reformas legislativas fueron completadas con la entrada en la juridicidad
de ámbitos hasta entonces considerados privados.74 El feminismo estaba
borrando las fronteras tradicionales entre lo privado y lo público.
Unidad 3
lia. Por otra, el conjunto completo de lo normativo no legislado -moral,
modales y costumbres- apenas había sufrido cambios. Se hacía imperiosa, pues, una revisión de la legislación a fin de volverla igualitaria
y equitativa. La igualdad de derechos era sólo aparente, mientras no
se fijara en nuevos textos. El feminismo de la tercera ola no se podía
contentar con el sólo derecho al voto, sino que inició la tarea de repaso
sistemático de todos y cada uno de los códigos a fin de detectar en ellos,
y posteriormente, eliminar los arraigos jurídicos de la discriminación todavía vigente.
En el terreno legislativo el trabajo principal se realizó en una década, la
de los setenta y primeros años de los ochenta. Pero la tercera ola feminista había previsto también que los ámbitos normativos no legales ni
explícitos habían de ser alterados. La revolución en la moral, las costumbres y los modales, el conjunto que solemos conocer por mores, se iba
produciendo en paralelo con la renovación legislativa. Lo que resultaba
más notorio y producía mayor escándalo eran los nuevos juicios sobre
su sexualidad y las nuevas libertades sexuales de las mujeres “liberadas”. Las relaciones prematrimoniales se hicieron por lo menos tan frecuentes como lo habían sido en el pasado, pero quienes las mantenían
se negaban a culpabilizarse o ser culpabilizadas por ellas. El empleo de
contraconceptivos, dispositivos uterinos, espermicidas, la comercialización y uso semilegal de “la píldora” permitían a las mujeres de las avanzadillas estudiantiles una disposición sobre sí mismas desconocida.
El cambio en los mores se iba produciendo en parte con independencia
del núcleo militante. Para éste, “abolición del patriarcado” y “lo personal es político” fueron los dos grandes lemas. El primero designaba el
objetivo global y el segundo una nueva forma de entender la política,
que tenía sus claves no en la política gerencial, sino en el registro contracultural. Se impuso, sobre todo a través de Marcusse, un concepto
mucho más amplio y en ocasiones poco manejable del término político,
heredero directo de la filosofía frankfurtiana -política es todo aquello que
entrañe una relación de poder-. Tal acepción, a la que posteriormente
74. Pongo como ejemplo la violación en el seno del matrimonio, figura impensable en el momento en que
fue planteada.
153
Unidad 3
se añadieron aditamentos foucaultianos, permitía volver a tematizar la
veta más clásica y profunda del feminismo desde sus orígenes: el injusto
privilegio. Pero ahora el análisis, pese a la utilización de un término tan
amplio, se afinaba. Los nuevos datos y aportaciones del psicoanálisis,
la antropología cultural, la sociología... y, en fin, la panoplia corriente de
la cultura política contracultural, permitían diagnósticos otrora imprevisibles. La nueva filosofía feminista se estaba formando según el consejo
kantiano de elevar lo particular a categoría.
Kate Millet, S. Firestone, J. Mittchell, C. Lonzi, cada una a su manera, eran receptoras de un minucioso trabajo previo, el de los grupos de
mujeres que por todas partes habían ido surgiendo al amparo de el ya
citado “lo personal es político”. Literalmente aquellos primitivos grupos
ponían en común experiencias personales para someterlas a contrastación y debate.75 Dificultosa y aún dolorosamente, sus integrantes iban
rehaciendo con los hilos de sus vidas particulares toda la trama de la
opresión común. De este humus previo, ahormado por el lenguaje político
prevalente en la izquierda contracultural, surgieron las obras de cabecera de este período: la Política Sexual de Kate Millet y la Dialéctica del
Sexo de Sulamith Firestone.
A medida que los análisis se pormenorizaban e iban abarcando situación legal, laboral, medios de comunicación, educación, salud, sexualidad, pareja, El segundo Sexo de Beauvoir, sobre el cual había depositados más de veinte años de olvido, se fue haciendo también relevante.
Cierto que no estaba articulado en un lenguaje inmediatamente político,
pero daba a su estilo explicaciones convincentes de algunos fenómenos
globales. Había iniciado en solitario la entrada del feminismo en la “filosofía de la sospecha”. No sin ciertas reservas fue añadido a los anteriores. Estas eran mayores en aquellos grupos más radicalizados que recibieron como algo propio el Manifiesto del SCUM de Valerie Solanas. 76
En cualquier caso la totalidad del movimiento era contemplada desde
fuera como una protesta radical y en ocasiones incomprensible, tanto por
su tipo de demandas como por su modo de presentarlas. Y esto no sólo
era así en los ámbitos conservadores, sino que también las tensiones se
agudizaron con los propios compañeros de viaje. El “hijo no querido de la
Ilustración”, que con el sufragismo se había vuelto el incómodo pariente
del liberalismo, ahora se percibía como el indeseable, por inesperado,
compañero del 68. Ahora, cuando se estaba apunto de tocar el cielo utópico y derribar al “sistema” ¿a qué venía la revuelta de las mujeres? ¿No
se daban cuenta de que fragmentaban “la lucha final”?
75 . Para un análisis más pormenorizado de estas formas organizativas remito a mi libro A. Valcárcel Sexo y
filosofía, sobre mujer y poder, Anthropos, 1991. Del mismo modo lo hago para el debate fundamental acerca de “la
contradicción principal”, que aquí no podré reproducir pormenorizadamente por necesidad de síntesis.
76. Manifiesto SCUM http://www.sindominio.net/karakola/textos/scum.htm
154
Como heredero directo que es del igualitarismo, el feminismo siempre
ha contado con una tensión propia: la que se establece entre la filia y el
liderazgo. Esto a menudo hizo caer al movimiento en lo que ha llegado
a llamarse “la tiranía de la falta de estructuras”. En efecto, el feminismo es de suyo un igualitarismo tan básico que ello mismo entorpece en
ocasiones, tomado el movimiento en toda su extensión, su acción colectiva. El feminismo de los setenta podía confiar en la novedad de sus
demandas y en su capacidad de agitación, cuantitativamente entonces
asombrosa. Pero casi no contaba con liderazgos y muchas veces tampoco los deseaba. Los grupos se formaban por afinidad a la par militante
y amistosa y funcionaban precisamente por esta amistad ética y políticamente dirigida para la que el término griego filia resulta adecuado.
Este modo de fraguarse era muy adecuado, dado el género de discurso
y experiencias que había que abordar en la primera fase: elevar la anécdota a categoría implicaba a veces revelar cosas personales e incluso
íntimas, lo que se facilitaba con la filia por apoyo. Sin embargo, tanto el
diagnóstico como la concepción de objetivos eran políticos. De modo que
se pretendía incidir en lo público desde un espacio que se construía como
semiprivado. Pero es que el feminismo buscaba también la transformación de cada militante en una mujer distinta, liberada. En las lizas por
la jerarquía, que no tardaron en aparecer, se formó una pequeña élite
de mujeres que no había sido convalidada por sus varones homólogos
ni provenía de las estructuras relacionales masculinas y que pretendía
interlocuciones políticas directas. Querían llevar adelante por ellas mismas los cambios apetecidos, en todo lo que la política vigente estuviera
dispuesta a ceder.
Unidad 3
Acostumbrados a operar también con la dinámica de las excepciones,
incluso los reductos políticos más extremos intentaron desviar aquella
potencia acéfala. Por la parte de la teoría con el asunto previo de “la
contradicción principal, por la práctica mediante engañosas ofertas de
cooptación. “¿Para qué necesitas tú ser feminista?” fue una pregunta
que bastantes mujeres oyeron. Sobreentendía que el feminismo servía
como vehículo para las incompetentes. Las “que valían” podían intentar
vías de acceso a las élites grupusculares sin semejante equipaje.
Esto chocaba con el problema paralelo de la doble o única militancia,77
pero aún lo complicaba, dado que los liderazgos a que me refiero igual
surgían en grupos de doble adscripción como en otros radicales de única
militancia. En estas circunstancias el feminismo tuvo que replantearse
el tema del poder.
El movimiento se canaliza en tres grandes corrientes que reflexionan
desde distintas perspectivas sobre las grandes cuestiones que conciernen a la mujer y al conjunto de la sociedad.
77. De nuevo me veo obligada para no desdibujar el hilo principal expositivo a remitirme a mi libro Sexo y filosofía
ya citado anteriormente.
155
Unidad 3
1.1.- Feminismo liberal
Su origen se encuentra en la organización NOW fundada por Betty
Friedman en 1966. El feminismo liberal se caracteriza por definir la
situación de las mujeres como una desigualdad- y no de opresión o
explotación- y por postular la reforma del sistema hasta lograr la igualdad entre los sexos.
Entre las propuestas del feminismo liberal destacamos:
- Definen como uno de los principales problemas de las mujeres,
la exclusión de la esfera pública y propugnan reformas relacionadas con la inclusión de las mismas en el mercado liberal.
- Promueven la formación de las mujeres para ocupar cargos públicos.
Elena Simón define el feminismo liberal desde la presunción de que se
ha de establecer ante todo un pacto entre géneros, explícito entre seres libres, para poder arrancar y conseguir en todos los ámbitos de la
sociedad, la igualdad de oportunidades y de trato para las mujeres. Su
idea central podría ser explicada como “si quieres, debes poder”, para
que no se te niegue ninguna de las elecciones a las que tienes derecho
como ser humano de igual categoría que el hombre. 78
1.2.- Feminismo radical
Se desarrolla entre 1967 y 1975. Como decíamos en la presentación,
los años setenta fue una época de una gran intensidad política con una
clara tendencia contracultural. No estaban interesados en la política
reformista de los grandes partidos, sino en forjar nuevas formas de
vida y un nuevo modelo de hombre.
Muchas mujeres entraron a formar parte de estos movimientos. Sin
embargo, las discrepancias tanto sobre los objetivos como la situación
que tenían las llevaron a buscar un espacio propio en el que ocupar un
papel activo y visible. La primera decisión política del feminismo fue la
de organizarse de forma autónoma, separándose de los varones, decisión con la que se constituyó el Movimiento de Liberación de la Mujer.
Produciéndose la primera escisión dentro del feminismo radical: la que
dividió a las mujeres en políticas y feministas. 79
78. Simón Rodríguez Elena. Democracia Vital. Nancea. Madrid. 1999. Pág. 166
79. De Miguel, Ana. “Feminismos” en 10 palabras clave sobre mujer. Amorós, Celia (coord.) ED. Verbo Divino.
Madrid. 2002. Pág 240
156
Política sexual de Kate Millet, publicada en 1969, y La dialéctica del
sexo de Sulamith Firestone, editada en 1970. En estas obras se definieron conceptos fundamentales para el análisis feminista como el
patriarcado, el género y la casta sexual. El patriarcado se define como
un sistema de dominación sexual que es, además, el sistema básico de
dominación sobre el que se levanta el resto de las dominaciones, como
la clase o la raza. El patriarcado es un sistema de dominación masculina que determina la opresión y subordinación de las mujeres. El género expresa la construcción social de la feminidad y la casta sexual se
refiere a la experiencia común de la opresión vivida por las mujeres.80
Unidad 3
El feminismo radical tuvo dos obras fundamentales:
Los planteamientos del feminismo radical fueron:
- Considera que la lucha socialista es una condición necesaria
pero no suficiente para el establecimiento de una sociedad en
que las mujeres sean libres. El socialismo no incluye al feminismo. Mientras que el feminismo sí puede contener al socialismo. Marcase reconoce que “también las instituciones socialistas
pueden discriminar a las mujeres” y que en este sentido “no sólo
está justificado sino que es necesario un movimiento de mujeres independiente. El feminismo radical piensa que las mujeres
deben organizarse solas, sin hombres, pues la lucha va dirigida
contra las instituciones patriarcales que ellos representan”. 81
- La sexualidad las diferencia del movimiento NOW.82 Además de ganar el espacio público es necesario transformar el espacio privado.
Con el eslogan “lo privado es político” identificaron, áreas de la vida
que se declaraban privadas y revolucionaron el sistema analizando
las relaciones de poder dentro de la familia y la sexualidad.
- Consideran que todos los varones reciben beneficios económicos, psicológicos y sexuales dentro del sistema patriarcal.
- Crean espacios propios como los grupos de autoconciencia o
las organizaciones alternativas para desarrollar una salud y ginecología protagonizada por las mujeres. También se crearon
guarderías, centros de mujeres maltratadas, centros de defensa
personal y un largo etcétera.
- Exigen el impulso igualitarista y antijerárquico. Ninguna mujer
está por encima de otra. Las líderes estaban mal vistas.
80. Varela, Nuria. Feminismo para principiantes. Ediciones B. Barcelona 2005. Pág 105
81. Sau, Victoria. Diccionario ideológico Feminista. Ed Icaria. Barcelona 2000. Pág 129
82. Betty Friedman contribuyó a fundar en 1966 la que ha llegado a ser una de las organizaciones feministas más
poderosas de Estados Unidos, y sin duda la máxima representante del feminismo liberal, la Organización Nacional
para Mujeres NOW.
157
Unidad 3
La negación de la diversidad de mujeres dentro del feminismo radical
fue una de las causas de su declive. La tesis de hermandad de todas
las mujeres unidas por una experiencia común se vio amenazada por
la cuestión de clase o de orientación sexual. Pero, fueron las agónicas
decisiones internas, más el lógico desgaste del movimiento, lo que trajo
a mediados de los setenta el fin del activismo del feminismo radical.83
Ninguna mujer tenía más poder que otra. Y esta forma de entender la
igualdad trajo muchos problemas. Tantos que muchas de las lideres
fueron expulsadas de los grupos que ellas mismas habían creado. Jo
Freeman supo reflejar esta experiencia personal en su obra La tiranía
de la falta de estructuras.
1.3.- Feminismo y socialismo
El feminismo iba decantándose contra el patriarcado, un sistema de
dominación sexual, y el socialismo contra el sistema capitalista o de
clases. Sin embargo, existieron numerosas alianzas entre el feminismo
y el socialismo. Muchas mujeres militaban en partidos socialistas o
comunistas, a la vez que lo hacían en una organización feminista o se
organizaban dentro de su propio partido para cuestiones específicamente feministas, separándose de los hombres, a los que llevaban sus
conclusiones para que el partido las asumiese.84
Las feministas socialistas han llegado a reconocer que la categoría de
analítica del marxismo son “ciegas al sexo” y que la “cuestión femenina” nunca fue la cuestión feminista. Pero también consideraban que
el feminismo es ciego para la historia y para la experiencia de muchas
mujeres trabajadoras, inmigrantes o de color. De ahí que sigan buscando una alianza más progresiva para los análisis de clase, género y
raza. En esta renovada alianza, el género y el patriarcado son las categorías que vertebran sus análisis de la totalidad social.85
2.- Los nuevos feminismos
Tal y como expresa Nuria Varela, a partir de 1975, el feminismo nunca
volvió a ser uno. El feminismo radical abrió las compuertas y se difundió por todo el mundo cobrando distintas formas.
Desde entonces, hablamos de feminismos en plural para referirnos a
las distintas corrientes. A pesar de la diversidad de planteamientos de
los nuevos feminismos podemos afirmar, tal y como demuestran los
83. De Miguel, Ana. “Feminismos” en 10 palabras clave sobre mujer. Amorós, Celia (coord.) ED. Verbo Divino.
Madrid. 2002. Pág 245
84. Sau, Victoria. Diccionario ideológico Feminista. Ed Icaria. Barcelona 2.000. pág 128
85. De Miguel, Ana. “Feminismos” en 10 palabras clave sobre mujer. Amorós, Celia (coord.) ED. Verbo Divino.
Madrid. Pág. 246
158
Para entender la diversidad de feminismos debemos situarnos en un
mundo globalizado y complejo, donde se han conseguido enormes éxitos en los países democráticos que integran en sus formas de gobierno
y en sus leyes el concepto de igualdad. Para las nuevas generaciones,
la igualdad es un derecho con el que convive con naturalidad. Para
el conjunto de mujeres reivindicaciones como igual salario, medidas
frente a la violencia o políticas sociales son aceptadas unánimemente.
Sin embargo, la acción continúa tanto en el espacio de la reivindicación
y la concienciación como en la reflexión, la teoría o la política. En
todo el mundo, las mujeres de forma individual y colectiva, desde muy
diversos espacios, van tejiendo el curso de la historia con una mirada
propia.
Unidad 3
acuerdos adoptados en las diferentes cumbres mundiales de la mujer,
que es mucho más lo que nos une que lo que nos separa.
La gran fuerza del feminismo y su ya larga historia nace, en primer
lugar, de ser una teoría de justicia, legítima, que brota de la vida y,
en segundo lugar, de ser una teoría crítica. El feminismo todo lo que
toca lo politiza.86 Cuestiona y recuestiona, piensa y repiensa, propone
y hace, insólito sería entonces, que no fuese crítico consigo mismo.87 Y
es que, tal y como afirma Amelia Valcárcel, el feminismo no es sólo una
teoría ni tampoco un movimiento, ni siquiera una política. Siendo todo
eso, ha sido y es también, una masa de acciones, a veces en apariencia
pequeña o poco significativa. Cada vez que una mujer individualmente
se ha opuesto a una pauta jerárquica heredada o ha aumentado sus
expectativas de libertad en contra de la costumbre común, añade un
gesto más a la suma de acciones contra corriente, de rebeldías y afirmaciones, que tantas mujeres han hecho y hacen formando parte de
la red feminista.
2.1.- Feminismo de la diferencia
El feminismo de la diferencia surge entorno a 1978, respondiendo a la
“igualdad entre los sexos” en la que se apoyan socialistas y radicales.
Las feministas de la diferencia acuñan el término “diferencia” aportándole un valor propio. Reivindican el concepto y se centran en la
diferencia sexual para establecer un programa de liberación de las mujeres hacia su auténtica identidad. Victoria Sendón refleja la búsqueda
de la identidad en el siguiente párrafo:
“Nosotras, las de la diferencia, nos encontramos con un panorama que planteaba la crisis del sujeto y prefiguraba la postmodernidad. Nuestros lagares rebosaban incertidumbre y cuestionamiento sin cuento. Todo era nuevo porque partíamos de lo que
86 Varela, Nuria. Feminismo para principiantes. Ediciones B. Barcelona 2005. Pág. 118
87. Varela, Nuria. Feminismo para principiantes. Ediciones B. Barcelona 2005. Pág. 118
159
Unidad 3
se estaba pensando al hilo de la época (…) queríamos ser mujeres
libres porque sí, por derecho propio, y así íbamos viviendo todos
los simulacros de la libertad, todas las osadías de atreverse, todas las explosiones de la dicha”.88
El movimiento radical dio lugar al feminismo cultural y al de la diferencia en Europa. La falta de estructuras y la ausencia de líderes de
los grupos feministas provocó una desestructuración importante en el
movimiento, a la vez que producía un efecto de sororidad que desembocó en la conciencia de género.
Una de las ideas claves del feminismo de la diferencia la encontramos
en que la diferencia no significa desigualdad y subraya que lo contrario de la igualdad no es la diferencia sino la desigualdad. El feminismo de la diferencia plantea la igualdad entre hombres y mujeres, pero
nunca la igualdad con los hombres, porque esto implicaría aceptar el
modelo masculino. Entre sus propuestas destaca la importancia de lo
simbólico: “Las cosas no son lo que son sino lo que significan”.89 Y reivindican que lo que hacen las mujeres puede ser significativo y valioso,
sea igual o no a lo que hacen los hombres. Entre las fórmulas para
crear otro “orden simbólico” se da mucha importancia al arte: el cine,
la literatura, la música, las plásticas diversas utilizan símbolos que
van al corazón del problema”.90
Victoria Sendón define trece puntos del feminismo de la diferencia:91
1.- El feminismo de la diferencia no es opuesto al de la igualdad,
porque no son contrarios conceptualmente.
2.- El objetivo de este feminismo es la transformación del mundo desde
el cambio de vida de las mujeres.
3.- El punto de partida, tanto estratégico como epistemológico, radica
en la diferencia sexual.
4.- Nuestra diferencia sexual respecto de los varones no constituye un
esencialismo que nos hace idénticas, sino diversas.
5.- Nuestro propósito no consiste en ser iguales a los hombres, sino en
cuestionar el código secreto de un orden patriarcal que convierte las
diferencias en desigualdades.
6.- Los cambios estructurales y legislativos pueden ser un punto de
partida, pero no de llegada.
88. Sendón, Victoria. Marcar las diferencias. Ed Icaria. Barcelona 2002. Pág. 14
89. Sendón, Victoria. Marcar las diferencias. Ed Icaria. Barcelona 2002 Pág. 19
90. Varela Nuria. Feminismo para principiantes. Ediciones B. Barcelona 2005. Pág 120
91. http://www.creatividadfeminista.org/index.htm
160
8.- La complicidad y solidaridad entre las mujeres constituye nuestro
bagaje político más poderoso.
9.- La lucha por el poder comienza en la autosignificación, la autoridad
femenina y el empoderamiento de espacios creados por las propias
mujeres.
10.- El objetivo del poder no consiste en conseguir “cargos” para las
mujeres, sino en lograr una representatividad sustantiva, y no abstracta, propia del sujeto universal y neutro.
Unidad 3
7.- Crear orden simbólico significa introducir la variable de la diferencia sexual en todos los ámbitos de la vida, del pensamiento, de la
política. La variable no es el género, que es un sexo colonizado, sino
la diferencia.
11.- El feminismo de la diferencia es una ética fundada en valores que
nosotras tendremos que ir definiendo.
12.- El pensamiento de la diferencia sustituye la lógica binaria por la
lógica analógica, que tiene que ver con la vida y no con conceptos interesados que la sustituyen.
13.- El feminismo de la diferencia no es una meta, sino un camino
provisional. No es un dogma, sino una búsqueda.No es una doctrina
sectaria, sino una experiencia al hilo de la vida
Las pioneras del feminismo de la diferencia fueron Luce Irigaray, filósofa y psicoanalista belga que en París forma parte de L’École Freudienne. Junto a ella otras feministas destacadas del feminismo francés son
Annie Leclerc y Hélène Cixous. En Italia hay que destacar La Librería
de Mujeres de Milán y la Biblioteca de mujeres de Parma.
2.2.- Feminismo institucional
El feminismo institucional comienza a tomar forma como tal, a partir
de noviembre de 1967, cuando las Naciones Unidas adoptó la “Declaración sobre la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer”. A
partir de este momento la situación de la mujer compete tanto a los
gobiernos como a las instituciones internacionales. Este feminismo reviste diferentes formas en los distintos países occidentales: desde los
pactos interclasistas de mujeres nórdicos -donde se ha podido llegar
a hablar de feminismo de Estado-, a la formación de lobbys o grupos
de presión americanos, hasta la creación de ministerios o institutos
interministeriales de la mujer. A pesar de estas diferencias, los feminismos institucionales tienen algo en común: el decidido abandono de la
apuesta por situarse fuera del sistema y por no aceptar sino cambios
radicales. Un resultado notable de estas políticas ha sido el hecho,
realmente impensable hace tan sólo dos décadas, de que mujeres de-
161
Unidad 3
claradamente feministas lleguen a ocupar puestos importantes en los
partidos políticos y en el Estado. 92 Todo un desafío tal y como declara
Ana de Miguel, para un colectivo que se ha formado a lo largo de la
historia en los márgenes del poder o más precisamente en el no poder.
La paulatina presencia de las mujeres en los espacios de gobierno y en
las universidades ha ido creando una nueva configuración de la participación política feminista que ha sido proclamada en la Declaración
de Atenas de 1992, con la exigencia de un nuevo contrato social y de la
democracia paritaria. 93
2.3.- Ecofeminismo
Es una corriente de pensamiento aparecida en Europa en el último
tercio del siglo XX. Actualmente, existen varias corrientes de filosofía ecofeminista, algunas de corte esencialista y otras constructivistas.
Por lo tanto, es difícil resumir sus premisas. No se puede hablar de
ecofeminismo sino de ecofeminismos en plural. El ecofeminismo nació
como contestación a lo que desde ese movimiento definen como «apropiación masculina de la agricultura y de la reproducción» (es decir, de
la fertilidad de la tierra y de la fecundidad de la mujer, lo cual consideran una consecuencia del desarrollismo occidental de tipo patriarcal
y economicista). Según el ecofeminismo, dicha apropiación se habría
traducido en dos efectos perniciosos: la sobreexplotación de la tierra y
la mercantilización de la sexualidad femenina.94
En el ecofeminismo se aúnan tres movimientos: el feminista, el ecológico y el de la espiritualidad femenina. En los países del sur, son las mujeres quienes controlan todas las fases del ciclo alimentario. Se calcula
que en América Latina y Asia, las mujeres producen más del 50% de
los alimentos disponibles, cifra que en Asia llega al 80%. Pero también
son ellas las que se encargan de conseguir el agua y la leña. A cambio,
estas mujeres son dueñas del 1% de la propiedad y su acceso a créditos, ayudas, educación y cultura está tremendamente restringido. Las
escofeministas fueron las primeras en dar la voz de alarma de que la
pobreza, cada vez tiene más rostro de mujer.95
Un ejemplo de la actuación del ecofeminismo es el movimiento Chipko
(en hindú significa abrazar), que nació cuando las mujeres se opusieron a la deforestación en el estado indio de Uttar Pradesh, en los años
setenta. Las mujeres se abrazaban a los árboles para evitar que fueran
cortados. En 1977, se crea el programa Cinturón Verde creado por
Wangari Maathai, combinando el desarrollo comunitario con la protec92. De Miguel, Ana. “Feminismos”. En 10 palabras clave sobre mujer. Amorós, Celia (coord.) ED. Verbo Divino.
Madrid. 2002. Pág 253
93. Se amplia este concepto en el último capítulo de la guía.
94. http://es.wikipedia.org/wiki/Ecofeminismo
95. Varela, Nuria. Feminismo para principiantes. Ediciones B. Barcelona 2005. Pág 127
162
2.4.- Ciberfeminismo
Internet es una herramienta fundamental en el desarrollo del feminismo. Las mujeres han encontrado una herramienta para crear redes de
forma participativa y horizontal. Internet se ha convertido en un medio
de comunicación alternativo en el que elaborar informaciones propias,
distribuyéndolas a todo el planeta de forma rápida y eficaz. Formación,
bibliotecas virtuales, recursos, asesoramiento o intercambio de planteamientos teóricos o prácticos son algunas de las actividades que se
desarrollan desde las páginas creadas por colectivos feministas. Internet ha resultado un excelente espacio para la preparación de campañas o la difusión de eventos locales o mundiales. Prueba de ello han
sido las convocatorias realizadas desde la IV Conferencia Mundial de
Pekín, en las que las mujeres hemos seguido tanto los debates como
el transcurso de las conferencias a través de la Red. Por otra parte,
Internet ha sido utilizado por los grupos de mujeres para organizar plataformas de acción conjunta. Una muestra son los portales de política
y mujer que en estos momentos ofrecen noticias, artículos, eventos o
posicionamientos de las mujeres.
Unidad 3
ción medioambiental. Maathai se puso en marcha con la reflexión de
“no podemos esperar sentadas a ver cómo se mueren nuestros hijos de
hambre”. Desde entonces, las mujeres del Cinturón Verde han plantado 30 millones de árboles y creado 5.000 guarderías.
El primer éxito del ciberfeminismo social se vivió en la IV Conferencia
Mundial de las Mujeres de Pekín, donde un equipo de 24 mujeres creó
un espacio electrónico con información de lo que ocurría en la capital
china en 18 idiomas, que contabilizó 100.000 visitas en su Web. Teniendo en cuenta la poca o nula cobertura informativa de estos encuentros,
según los países, la experiencia fue positiva y reveladora. Puesto que
el feminismo está ausente de los grandes medios de comunicación, en
Internet se encuentra el mejor instrumento para comunicar y comunicarse. A partir de Pekín, se constató que las redes electrónicas ofrecen
una nueva dimensión a la lucha y el trabajo feminista. Quizás el mejor
ejemplo fue la Marcha Mundial de Mujeres del año 2000, organizado
por las feministas canadienses, que movilizó a millones de activistas de
todo el mundo en torno a dos ejes fundamentales de la lucha feministas: la pobreza y la violencia de género.96
Internet es un excelente recurso para la colectivización y democratización del saber, para la generación de noticias alternativas, la gestión
del conocimiento y el activismo social.
96. Boix, Montserrat, “La comunicación como aliada. Tejiendo redes de mujeres”, en Boix, M., Fraga, C., Sendon, V.,
El viaje de las Internautas. Una mirada de género a las nuevas tecnologías. Madrid Ameco, 2001, pg . 51
163
Unidad 1
R
esumen de la unidad
165
El feminismo de los años setenta, igual que el del siglo XIX, se extiende
de forma internacional. La onda de choque parte de Estados Unidos y
llega rápidamente a los países europeos.
Dos hechos ayudan a la rápida expansión. Por una parte las manifestaciones de mayo del 68 y por otra, las manifestaciones públicas que
las mujeres realizan para celebrar los cincuenta años de consecución
del voto femenino en Estados Unidos.
A pesar de su carácter extraparlamentario, el movimiento de liberación
de las mujeres tiene la capacidad de suscitar amplias movilizaciones
junto a las mujeres sindicalistas, mujeres de partidos de izquierda y de
derecha o de asociaciones luchando por los derechos de las mujeres,
por ejemplo la planificación familiar. Pero son las campañas de derecho al aborto las que constituirán los acontecimientos más importantes y significativos.
Unidad 3
Ideas resumen de la unidad
El movimiento de los años setenta se abre con tres corrientes que plantean de distinta forma sus métodos y estrategias en la lucha contra la
opresión de las mujeres. Feminismo liberal, radical y socialista.
El enfrentamiento más contundente se produce entre feministas liberales y feministas radicales por otro. La corriente liberal defiende la promoción de valores individuales y la defensa de los derechos de las mujeres con los hombres. Se trata de un feminismo reformista que intenta
que a través de la política se consiga la reducción de desigualdades de
las mujeres. Por el contrario, el movimiento radical subraya la necesidad de romper con las estructuras sociales existentes.97
Preguntas para la reflexión
• ¿Cómo ha repercutido el feminismo de los años setenta en la
actualidad?
• ¿Qué puntos de coincidencia entre las diferentes corrientes
feministas?
• ¿Cuáles son las cuestiones divergentes entre las distintas
corrientes feministas?
97. Hirata, Helena. Laboire Helene, La Doaré, Helene, Senotier, Daniele . Diccionario crítico Feminista. Editorial
síntesis. Madrid 2002. pág 161
167
Unidad 3
Aclarando conceptos
Affidamento: Término del feminismo de la diferencia que define el
proceso por el cual se crean lazos sólidos entre mujeres otorgándose
confianza y autoridad unas a otras. De esta manera se reconstruye la
autoridad femenina inexistente en el patriarcado. Explica que precisamente el patriarcado se basa en la autoridad paterna en detrimento de
la materna. Así el affidamento entre mujeres es la práctica social que
rehabilita a la madre en su función simbólica. Al recuperar la grandeza materna perdida, su valor simbólico, se podrá construir al mismo
tiempo la autoridad social femenina98.
Movimientos feministas: El feminismo como movimiento colectivo de
lucha de mujeres se manifiesta en la segunda mitad del siglo XIX. Estas luchas se apoyan en el reconocimiento de las mujeres como grupo
específico y sistemáticamente oprimido. Además de la afirmación de
que las relaciones entre hombres y mujeres no están inscritas en la naturaleza, pero que la posibilidad política de su transformación existe:
la vindicación de derechos nace de la fragmentación entre la afirmación de principios universales de igualdad y las realidades del compartir desigual de los poderes entre hombres y mujeres. En este sentido
la reivindicación política del feminismo sólo puede emerger en relación
con la conceptualización de derechos humanos universales; se adentra
en las teorías de los derechos de la persona; cuyas primeras formulaciones jurídicas proceden de la revolución americana y francesa.
Los movimientos feministas deben distinguirse de los movimientos populares de mujeres que no piden como primera exigencia los derechos
específicos de las mujeres.
Hablar de “movimientos feministas” permite designar bajo una misma
denominación las diversas formas de los movimientos de mujeres, el feminismo “liberal” o burgués, el feminismo radical, las mujeres negras y
toda la modalidad de los movimientos actuales. La expresión movimiento de mujeres representa pues las movilizaciones de mujeres con un
objetivo único, como los movimientos populares de mujeres en América
Latina o los movimientos por la paz en Irlanda o en Oriente Medio.99
98. Sendón Victoria. Marcar las diferencias. Ed Icaria. Barcelona 2002.
99. Hirata, Helena. Laboire Helene, La Doaré, Helene, Senotier, Daniele . Diccionario crítico Feminista. Editorial
síntesis. Madrid 2002. PG 158-159
168
1.- Feminismo liberal
Una inmensa minoría. Influencia y feminismo en la Transición
Larumbe, Ma Ángeles
Prensa Universitarias de Zaragoza
Zaragoza 2002
En las teorías de la igualdad, el núcleo de análisis sobre la situación de
la mujer está constituido por dos premisas básicas: Primera, son las
estructuras sociales las que han colocado a la mujer en una posición de
desigualdad, y no de diferencia. Este estatus desigual se ha caracterizado
en todas las culturas por ofrecerle menos oportunidades, menos recursos materiales y de poder que a los hombres, y, basándose en la clase, la
raza, la religión, la educación, la nacionalidad o cualquier otro factor socialmente relevante se la ha minusvalorado frente a estos. Segunda, esta
desigualdad no procede de ninguna diferencia biológica entre hombres y
mujeres, ya que ningún modelo de variación natural relevante distingue
a los sexos, que es un rasgo puramente cultural y, por tanto, modificable
al variar la estructura social y los valores dominantes.
Unidad 3
Lecturas para la reflexión
La creencia de que la situación de la mujer puede cambiar distingue
a esta corriente de otras que consideran que las diferencias de género
sólo resultan parcialmente remediables. Sobre esta común interpretación existen dos variables fundamentales: el feminismo liberal y el
feminismo marxista.
Dentro del enorme abanico de la teoría feminista contemporánea, el feminismo liberal o reformista ocupa una posición minoritaria y, sin embargo, es tal vez, el más difundido, al haber sido fácilmente asimilado
a las prácticas reformistas propias de los países más avanzados. Sus
planteamientos, que enlazan con la primera ola del feminismo, han
contribuido a institucionalizar el problema y han animado a muchos
gobiernos a la creación de redes de servicios y organismos administrativos para que se ocuparan del tema, al proponer reformas graduales para mejorar la situación de la mujer. También están en la base de
una buena parte de la cultura popular, que aboga por una mujer profesional, por la corresponsabilidad en las tareas domésticas y el cuidado
de los hijos, así como por una enseñanza coeducativa.
La explicación feminista liberal parte de la división sexual del trabajo
y de la existencia de dos esferas separadas: de la actividad social: la
pública y la privada. La localización de la mujer y de los trabajos que
desempeña en la esfera privada y su minusvaloración frente a la esfera
pública servirían para explicar el estatus de inferioridad que padece.
169
Unidad 3
La socialización sistemática de niños y niñas en roles distintos, correspondientes a esferas propias de su género sería uno de los factores
principales en el mantenimiento de esta situación. Las propuestas
de solución no pasan por la revalorización de esfera privada, que es
vista como un circulo vicioso de tareas indispensables pero rutinarias
asociadas al trabajo doméstico y al cuidado de los hijos, si no por la
inserción de la mujer en la esfera pública en pie de igualdad, ya que
en ella se encuentran las verdaderas recompensas de la vida social que
conducen a la realización y autoestima.
Este modelo social, que restringe el acceso de las mujeres y su plena
incorporación a lo público, es el responsable de la desigualdad entre los
género y se apoya en una ideología universalmente extendida que las
feministas liberales identifican con el nombre de sexismo y que sigue el
modelo de otras ideologías discriminatorias como el racismo. Basándose en prejuicios sin ningún fundamento científico y apoyándose en un
pretendido orden natural, el sexismo avala prácticas provechosas para
los hombres y sanciona un orden social que pretende inmutable.
Su estrategia de acción descansa en el encuadramiento y la movilización
de las mujeres en organizaciones que, haciendo uso de los canales políticos legales, conciencien a la sociedad y presionen a la administración
para lograr cambios paulatinos. La igualdad de oportunidades en materia de educación y empleo es tarea de las administraciones y de la sociedad contribuir a que se produzcan cambios en la estructura de la familia
o en los medios de comunicación de masas para que las personas que no
se socialicen en roles de género rígidamente separados.
Sus propuestas se vehiculan mediante objetivos claramente definidos
a través de estas organizaciones, estructuradas de modo formal y jerarquizado, y que suelen trabajar en estrecha colaboración con las
instituciones, o dentro de ellas, e influyendo sobre las formaciones
políticas establecidas. Entre las principales aportaciones teóricas que
debemos destacar, de modo particular, la de Betty Friedman, que con
la mística de la feminidad inició en 1963, la producción teórica del feminismo de segunda generación.
2.- Feminismo indígena
Distintas maneras de ser mujer:
¿Ante la construcción de un nuevo feminismo indígena?
Aída Hernández Castillo Salgado
http://www.rimaweb.com.ar/
Aunque la construcción de relaciones más equitativas entre hombres
y mujeres se ha convertido en un punto medular en la lucha de las
mujeres indígenas organizadas, el concepto de feminismo no ha sido
170
Unidad 3
reivindicado dentro de sus discursos políticos. Este concepto sigue estando identificado con el feminismo liberal urbano, que para muchas
de ellas tiene connotaciones separatistas que se alejan de sus concepciones de la necesidad de una lucha conjunta con sus compañeros
indígenas. Quienes llegamos al feminismo tras una experiencia de militancia en organizaciones de izquierda, sabemos la fuerza ideológica
que han tenido los discursos que representan al feminismo como una
“ideología burguesa, divisionista e individualista” que separa a las mujeres de las luchas de sus pueblos. Las experiencias del feminismo
liberal anglosajón, que de hecho si partieron de una visión muy individualista de los “derechos ciudadanos”, han sido utilizadas para crear
una representación homogeneizadora del “feminismo”. Apropiarnos de
este concepto y darle nuevos sentidos ha sido parte de la lucha de los
múltiples feminismos mexicanos que se han venido gestando en las
últimas décadas.
La reivindicación de un “feminismo indígena” sólo será posible en la medida en que las mujeres indígenas le den un contenido propio al concepto de “feminismo” y lo sientan útil para crear alianzas con otras mujeres
organizadas. De momento, muchas de sus demandas, tanto las dirigidas al Estado como a sus organizaciones y comunidades, se centran en
reivindicar “la dignidad de la mujer” y la construcción de una vida más
justa para todos y todas. La Ley Revolucionaria de Mujeres, promovida
por las militantes zapatistas, es uno de los múltiples documentos que
expresan estas nuevas demandas de género. La citada ley consta de diez
puntos entre los que se encuentra el derecho de las mujeres indígenas
a la participación política y a los puestos de dirección, el derecho a una
vida libre de violencia sexual y doméstica, el derecho a decidir cuantos
hijos tener y cuidar, el derecho a un salario justo, el derecho a elegir con
quien casarse, a buenos servicios de salud y de educación, entre otros.
Aunque esta ley no es conocida en detalle por todas las mujeres indígenas, su existencia se ha convertido en un símbolo de las posibilidades
de una vida mejor para las mujeres.
Estas nuevas demandas de género se han expresado de distintas formas en foros, congresos y talleres, que se han organizado a partir de
1994, y han venido a cuestionar tanto las perspectivas esencialistas
del movimiento indígena, que ha presentando a las culturas mesoamericanas como armónicas y homogéneas, como los discursos generalizadores del feminismo que enfatizan el derecho a la igualdad sin considerar la manera en que la clase y la etnicidad marcan las identidades de
las mujeres indígenas. De frente al movimiento indígena, estas nuevas
voces han cuestionado las perspectivas idílicas de las culturas de origen prehispánico, discutiendo las desigualdades que caracterizan las
relaciones entre los géneros. A la vez, han puesto en tela de juicio la
171
Unidad 3
dicotomía entre tradición y modernidad que ha reproducido el indigenismo oficial, y que en cierta medida comparte el movimiento indígena
independiente, según la cual sólo hay dos opciones: permanecer mediante la tradición o cambiar a través de la modernidad.
Las mujeres indígenas reivindican su derecho a la diferencia cultural
y, a la vez, demandan el derecho a cambiar aquellas tradiciones que
las oprimen o excluyen: “También tenemos que pensar qué se tiene
que hacer nuevo en nuestras costumbres, la ley sólo debiera proteger
y promover los usos y costumbres que las mujeres, comunidades y
organizaciones analicen si son buenas. Las costumbres que tengamos
no deben hacer daño a nadie”.
Paralelamente, las mujeres indígenas están cuestionando las generalizaciones sobre “la mujer” que se han hecho desde el discurso feminista
urbano. En el deseo de imaginar un frente unificado de mujeres contra
el “patriarcado”, muchos análisis feministas han negado las especificidades históricas de las relaciones de género en las culturas no occidentales. En este sentido es importante retomar la crítica que algunas
feministas de color han hecho al feminismo radical y liberal norteamericano por presentar una visión homogeneizadora de la mujer, sin reconocer que el género se construye de diversas maneras en diferentes
contextos históricos.
3.- Feminismo e Islam
Shahrzad Mojab enseña en el Departamento de Educación de Adultos,
Desarrollo Comunitario y Asesoría Psicológica de la Universidad de Toronto, Canadá.
http://www.webislam.com/
El feminismo, al igual que la idea y la visión política de la igualdad de
género, concebidas en el mundo occidental y liberal, llegó a las “sociedades islámicas” a finales del siglo diecinueve. Desde el principio, el
debate se centró en la compatibilidad de la idea de la emancipación de
las mujeres con los principios del Islam.
La primera mujer que ofreció una reinterpretación minuciosa de los
textos religiosos en defensa de los derechos de las mujeres probablemente fue Nazira Zain al-Din, nacida en el Líbano en 1905. Su primer
libro era una denuncia de la opresión patriarcal, que consideraba contraria a los principios del Islam. Dijo: “El velo es un insulto para los
varones y para las mujeres”. Cuando se publicó el libro en 1928, hubo
manifestaciones en contra de él, incitadas por hombres religiosos, y
amenazas a los dueños de las librerías que lo vendían.
El conflicto en torno a los derechos de las mujeres implicaba, sin embargo, algo más que compromisos discursivos entre intérpretes anta-
172
Unidad 3
gónicos de las escrituras. Durante la primera mitad del siglo las sociedades islámicas estaban cambiando tanto interna como externamente
a través del impacto del colonialismo, el modernismo, el nacionalismo
y el socialismo. Las mujeres urbanas de clase media y alta, durante
mucho tiempo recluidas en el espacio privado de las casas, empezaban a reclamar su participación en la vida pública. Algunas mujeres
campesinas participaron también en las luchas anticoloniales y en los
movimientos de reforma agraria. De esta manera las mujeres constituyeron una nueva fuerza social. Las reivindicaciones por sus derechos,
de haber sido reconocidos y ejercidos, habrían requerido una redistribución del poder tanto en la esfera privada como en la pública. Así
surgió un movimiento de mujeres en Irán durante la Revolución Constitucional (1906-1911).
Las fuerzas sociales - nacionalistas, islamistas y comunistas - no podían pretender llegar al poder sin una agenda a favor de la movilización y de la organización de las mujeres. Igualmente interesado en el
control de los movimientos de mujeres incipientes estaba el Estado.
Algunas de las naciones-estado que se acababan de crear, como Turquía e Irán, se apropiaron de los movimientos feministas al disolver
las organizaciones independientes y su prensa escrita y al garantizar
algunos derechos para las mujeres. Los poderes coloniales, que gobernaban sobre muchos de los nuevos países creados tras la primera
Guerra Mundial, también estaban interesados en controlar el avance
de los movimientos feministas.
Hoy los debates de los primeros tiempos continúan
Hoy en día existe una gran diversidad dentro de los movimientos de
mujeres y de las teorías feministas. Estudiosas contemporáneas como
Leila Ahmed, Aziza al-Hibri, Riffat Hassan y Fátima Mernissi han realizado investigaciones de gran calidad y han impulsado nuevos esfuerzos para reconciliar el feminismo con el Islam.
Entre los desarrollos más significativos de finales del siglo está la llegada al poder de un nuevo estado teocrático, la República Islámica de
Irán, que ha influido en la dirección de la lucha por los derechos de las
mujeres. El estado islámico anunció que las relaciones de género iban
en contra del Islam y eran occidentales. La islamización de las relaciones de género fue muy amplia, pero desde el principio encontró fuertes
resistencias. A mediados de los años 90, el régimen islámico estaba
atravesando una seria crisis: había fracasado en su intento de controlar a las mujeres, los trabajadores, las nacionalidades disidentes, los
estudiantes, la prensa escrita, los artistas y los intelectuales laicos. La
resistencia espontánea de las mujeres se extendió.
173
Unidad 3
La crisis del estado islámico ha provocado diferentes respuestas por
parte de las facciones en el poder, de los actores no estatales y de las
feministas. En este artículo examinaré la respuesta feminista académica, que está fuertemente dividida.
“Feminismo islámico” - haciendo presión por las reformas legales
Un grupo de feministas, la mayoría de ellas académicas laicas que viven en occidente, ha empleado el término “feminismo islámico” para
referirse a las alternativas islámicas al feminismo occidental. Consideran el Islam como el único camino autóctono y auténtico hacia la
igualdad y la justicia de género. Este término es empleado de forma
más específica para referirse al activismo político de un número relativamente pequeño de mujeres iraníes que buscan la mejora de las relaciones de género islamizadas, principalmente mediante la estrategia
de hacer presión para conseguir reformas legales dentro del marco de
la República Islámica. No obstante, las propias activistas musulmanas
no emplean este término.
Algunas defensoras del “feminismo islámico” lo comparan con la teología de la liberación en occidente. Otras académicas y activistas feministas rechazan la tesis de la compatibilidad y consideran que el “feminismo islámico” es un oxímoron, una contradicción en sus propios
términos. Si lo que se entiende por feminismo es aliviar las presiones
patriarcales sobre las mujeres, haciendo que el patriarcado sea menos terrible, el “feminismo islámico” sería desde luego una tendencia
feminista. Pero si el feminismo es un movimiento que pretende abolir
el patriarcado, contribuir a crear una sociedad en la que cada persona
pueda dar forma a su vida libre de restricciones económicas, políticas,
sociales y culturales, entonces el “feminismo islámico” resulta ser bastante inadecuado.
La experiencia de la República Islámica ha demostrado que la teocracia
islámica refuerza de hecho el sistema patriarcal tradicional. De este
modo, el “feminismo islámico” está justificando relaciones de género
desiguales.
Las feministas académicas que reconocen el “feminismo islámico” tienden a considerar el Islam, aunque no otras religiones, como el motor
de la historia, el constructor de la identidad y una presencia constante
en la historia, inscrita de forma permanente en la mente y en el cuerpo
de cualquier persona musulmana. Si bien resulta problemático tratar
el Islam como actor de la historia, el principal problema son las suposiciones implícitas de las feministas académicas sobre el patriarcado, el
movimiento de mujeres y el feminismo. Subestiman el patriarcado y el
174
La reforma legal como un campo en disputa
El primer conflicto abierto del estado islámico con la gente del país
ocurrió a principios de marzo de 1979, cuando Khomeini invitó a las
mujeres empleadas en el gobierno a llevar velo y ordenó la suspensión
de la Ley de Protección de la Familia del régimen anterior y el despido
de todas las juezas. Mujeres y varones laicos reaccionaron inmediatamente, entre otras cosas, con manifestaciones con motivo del 8 de
marzo, Día Internacional de las Mujeres. Este suceso demostró que la
islamización en Irán no iba a ser en absoluto una tarea fácil. Por una
razón: la sociedad iraní había experimentado grandes transformaciones desde la Revolución Constitucional de 1906-1911. Las mujeres
constituían una fuerza política muy vital y en ese momento estaban organizadas en numerosas organizaciones de izquierdas, socialistas, nacionalistas e islámicas. Esto contrastaba fuertemente con la situación
de Afganistán en los años 90, donde los líderes religiosos decidieron
islamizar las relaciones de género por decreto y con uso de la fuerza. El
Estado iraní se sentía limitado por una esfera pública llena de vitalidad
y de energía. Estaba formada por numerosos espacios de debate y de
crítica que incluían periódicos, revistas, panfletos, folletos, cintas de
casete, literatura fotocopiada, debates en las calles, periódicos murales, etc. Otra limitación era la herencia legal de la gran maquinaria estatal. Bajo estas condiciones, la ley era un instrumento indispensable
para aplicar políticas islámicas de género.
Unidad 3
papel de la concienciación, es decir, del feminismo, en la lucha contra
el patriarcado. Para elaborar mi crítica me centraré en la reforma del
sistema legal.
Las críticas a la estructura jurídico-legal se reanudaron en los años
90. La legislación, que limitaba la capacidad de las mujeres en muchos
aspectos, junto con la violencia contra las mujeres empleada por las
fuerzas coercitivas en los espacios públicos, indignó incluso a algunas
mujeres progubernamentales. Las expresiones de desacuerdo con el
sistema legal se limitaron básicamente a aquellos que aceptaban el régimen islámico, pues la oposición había sido eliminada o silenciada.
Dos leyes fueron criticadas de forma considerable en los medios de comunicación: la primera el carácter discriminatorio de las leyes de custodia fue cambiada por el gobierno ante las protestas que suscitó. La
Asamblea Islámica aprobó en 1988, una reforma sin tratar el problema
fundamental la negación de los derechos de las madres y no introdujo
cambios sustanciales en la ley.
175
Unidad 3
La segunda reforma tenía que ver con el derecho de las mujeres a
juzgar. Menos de un mes después de llegar al poder y sin esperar a la
aprobación de nuevas leyes, la República Islámica despidió a todas las
juezas. Una vez más, la presión desde el exterior y desde el interior del
país obligó al gobierno a aprobar en 1995, un único artículo, que permitía la contratación de mujeres en el nivel de la judicatura, aunque
sin el poder de juzgar.
La perspectiva del feminismo islámico
Los relatos sobre la reforma legal pueden interpretarse de diferentes
maneras: desde una perspectiva feminista islámica o desde una posición feminista crítica.
Las expertas legales y las académicas, al aceptar el marco jurídico-legal del Estado islámico, ven con optimismo las perspectivas de futuro
de los derechos de las mujeres en Irán. Creen que una reinterpretación
del Islam, junto con una estrategia de presión, preparará el terreno
para que finalmente se reconozca la igualdad de derechos de las mujeres con respecto a los varones. Algunos periódicos de mujeres como
Farzaneh y Zanan actúan como instancias de presión. Demuestran las
inconsistencias de la ley y sostienen que el sistema legal actual entra
en conflicto con el “espíritu afectuoso” del Islam y con su respeto por
las mujeres.
Otra forma de convencer a los religiosos y al aparato legislativo de la
igualdad entre mujeres y varones es argumentar que las leyes discriminatorias por razón del género no están arraigadas en el Islam sino más
bien en la tradición y en la historia, y como tales, pueden ser cambiadas sin ninguna dificultad. Estas críticas revelan la misoginia o, para
expresarlo con sus cautas palabras, el sesgo masculino de la ley, pero
no cuestionan sus raíces religiosas. En lugar de ello, niegan el hecho
de que las fuentes de la legislación son religiosas e islámicas.
Los dos casos de reformas de la ley no desafían el ejercicio del poder masculino. Incluso si se permitiera que las interpretaciones “feministas” de los textos religiosos y de las tradiciones fueran tomadas
en cuenta durante el proceso de reforma, su incorporación en la ley
implicaría un proceso político, es decir, un proceso de conflictos y de
compromisos sobre la redistribución y el ejercicio del poder. Dado que
las leyes están concebidas según una agenda claramente religiosa y
patriarcal, su reforma requeriría o de una revisión radical o descartar
sus bases teológicas.
Las feministas no rechazan la reforma, que es un medio para democratizar las relaciones de género y las relaciones sociales. La agenda
176
Una visión feminista crítica
Las feministas islámicas insisten en la especificidad o, incluso, en la
singularidad de las mujeres musulmanas y de su posición en la sociedad. Consideran que el Islam trata a las mujeres con dignidad y con
respeto y les garantiza la igualdad de derechos. Sin embargo, el régimen de derechos en general y los derechos de las mujeres en particular
son producto de las luchas por la democratización en las sociedades
occidentales. La cuestión de los derechos es inseparable de la ciudadanía, el Estado democrático y la sociedad civil.
Unidad 3
de las “feministas islámicas” iraníes para la reforma es, no obstante,
patriarcal. Sus límites están fijados por el Estado, que no está dispuesto a avanzar hacia la democratización de las relaciones de género, un
proceso que requiere tanto la separación entre la ley y la religión como
la separación entre el Estado y la religión.
Las feministas islámicas y las relativistas culturales que las apoyan reclaman la igualdad en las leyes de la misma manera que el liberalismo
ha defendido la igualdad formal. Al igual que sus contrapartes liberales, han establecido una separación entre la ley y el ejercicio del poder
político. Consideran la ley como un instrumento neutral que de igual
manera puede servir a intereses diversos. Esto constituye una forma
de “positivismo legal”, que entiende la ley como un “sistema autónomo
y autosuficiente” que no guarda ninguna relación con la producción de
las relaciones de poder. No obstante, diferentes tendencias del pensamiento legal crítico sostienen que la ley, lejos de ser un instrumento
neutral, legitima, mantiene y permite la distribución y la concentración
de poder en la sociedad. Feministas teóricas especializadas en temas
legales ven el análisis de los derechos y el “legalismo liberal” como formas patriarcales que pueden servir para enmascarar el sesgo patriarcal de las leyes.
Algunas críticas no sólo cuestionan el valor de la teoría de los derechos
sino también el valor de las leyes en sí como un instrumento para conseguir mejoras para las mujeres. Sostienen que las leyes son fundamentalmente patriarcales y que articular las luchas de las mujeres en
términos legales inevitablemente reforzaría el patriarcado. Incluso si
los movimientos sociales logran victorias en la defensa de los derechos,
es el propio Estado quien reinterpreta sus objetivos sociales radicales
en términos de derechos; de esta manera, al situar el poder social en
el Estado en vez de ubicarlo en la gente, la lucha por los derechos conduce finalmente a la pasividad, refuerza la alienación y la carencia de
poder y coopta a los movimientos sociales para mantener el statu quo.
177
Unidad 3
Comparado con las luchas feministas occidentales, el proyecto de las
feministas islámicas está muy limitado tanto en la teoría como en la
práctica. A diferencia del liberalismo occidental, que ha logrado instituir un amplio régimen de derechos que garantizan la igualdad, el “feminismo islámico” no es lo suficientemente ambicioso como para exigir
la igualdad formal universal. Esta tendencia feminista, por ejemplo, no
ha desafiado las leyes enormemente opresivas por las que las mujeres
musulmanas y las no musulmanas no son tratadas de manera igualitaria, al ser castigadas estas últimas con mayor brutalidad.
Tanto en Irán como en los regímenes laicos, la separación entre la religión
y la política sigue siendo un requisito para llevar a cabo una reforma legal
radical. En el caso de Irán una separación de este tipo no conllevaría una
reforma sino el desmantelamiento del Estado islámico, que fue construido
conscientemente sobre la unidad de la religión y del Estado.
Y tú, ¿de qué lado estás?
Mientras muchas feministas académicas siguen celebrando el nacimiento del feminismo islámico, su singularidad y su autenticidad, la
amplia resistencia de la población iraní ha cuestionado no sólo el sistema de apartheid de género sino también los propios fundamentos del
régimen teocrático. A finales de los años 90, tanto intelectuales islámicos como líderes que habían estado implicados en la construcción de
esta teocracia, cuestionaron la afirmación de que la República Islámica
representa a Allah en la tierra. Estudiantes universitarios, medios de
comunicación escrita favorables a la reforma, activistas disidentes y algunos religiosos defendieron la separación del Estado y de la religión.
Mientras las personas favorables a la reforma dentro y fuera del gobierno no lograron desplazar a los conservadores, la crisis económica
y política del país continuó avivando el fuego del desacuerdo y de la disidencia. Los trabajadores y las personas asalariadas son quienes más
han sufrido las penurias económicas, y las mujeres, los estudiantes y
los jóvenes están sujetos a presiones sociales y culturales que ya no
pueden seguir soportando. Aún cuando el apartheid de género continúa siendo una política oficial, las mujeres han iniciado la ofensiva y
se niegan a seguir las normas islámicas que obligan a las mujeres a
vestirse de una determinada manera.
El hecho de que la legitimidad de la teocracia iraní haya sido cuestionada y que la resistencia de las mujeres en contra del apartheid de
género continúe, constituye una seria crisis para el Estado islámico.
Las feministas occidentales e iraníes que han dedicado muchos esfuerzos a construir las “identidades de las mujeres musulmanas” y los
“feminismos islámicos” no han sabido responder a los desarrollos en
178
La teocracia islámica y el feminismo islámico en Irán han llegado a un
callejón sin salida. Pero en la teoría feminista existe otro callejón sin
salida aún más serio. Desde la puesta en marcha de los programas de
estudios de mujeres en los años 70, el feminismo académico ha realizado avances considerables tanto teórica como metodológicamente.
Igualmente significativo es el éxito de los movimientos de mujeres en
numerosos países occidentales al obligar al Estado androcentrista a
garantizar la igualdad legal entre los dos géneros.
Unidad 3
los conflictos de género en Irán. Mientras la teocracia en Irán se está
desintegrando, continúan esencializando a las mujeres de los países
islámicos como seres religiosos.
Sabemos, sin embargo, que la igualdad legal no conduce a la igualdad en el mundo extralegal, por ejemplo, las desigualdades de género
basadas en la clase, la religión, la raza o la nacionalidad. De hecho,
lo último condiciona seriamente cualquier cosa que se pueda lograr
mediante lo primero. En mi opinión aquí es donde radica la crisis de la
teoría feminista En los países occidentales, el feminismo liberal ya ha
logrado su proyecto de reforma legal que ha necesitado varios siglos.
¿Qué toca hacer ahora? Las diversas tendencias en la teoría social y
en la teoría feminista que llevan el prefijo ‘post-’ no van más allá de
las reivindicaciones del feminismo liberal. Sin duda, al centrarse en
la identidad, la cultura, el lenguaje, el discurso, el deseo y el cuerpo,
estos enfoques teóricos han elaborado contribuciones muy relevantes
para la comprensión del patriarcado. Sin embargo, políticamente no
han logrado el mismo desarrollo que el feminismo liberal: mientras el
feminismo liberal defiende la igualdad legal y un régimen de derechos
como condiciones universales de género, el ‘post- feminismo’ niega la
universalidad de derechos tales como un salario igual, la igualdad de
oportunidades, el cuidado de niños y el control de la natalidad. En esta
teorización las mujeres del mundo son fragmentadas en religiones, etnicidades, tribus, culturas, naciones y tradiciones, lo que determina la
agenda de los movimientos de mujeres y de los movimientos feministas.
Las ramificaciones políticas de este relativismo cultural son evidentes.
La fragmentación de las mujeres en entidades religiosas provocada por
el relativismo cultural y la particularización de las reivindicaciones de
las mujeres según el interés del patriarcado religioso han contribuido
a la formación de alianzas entre la Santa Sede y países islámicos tales
como Irán y Arabia Saudí. Hasta el año 1998, sólo once de los veintidós
miembros de la Liga de Estados Árabes habían ratificado la “Convención para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra
las Mujeres” (CEDAW), y el resto la habían aprobado con reservas. En
todas las reservas el Islam era el obstáculo para la eliminación de una
u otra forma de discriminación.
179
Unidad 3
La particularización de las mujeres, del patriarcado y la opresión en
la teoría feminista postmoderna también está en conflicto con la internacionalización de los movimientos de mujeres y de los movimientos
feministas. La globalización de la economía capitalista ha agudizado los
conflictos de clase y de género por todo el mundo, especialmente en los
países en desarrollo. La violencia contra las mujeres está extendiéndose
por todo el mundo islámico.”Y tú, ¿de qué lado estás?” Esa es la pregunta
que tienen que responder todas las feministas y las teorías feministas.
Empleo con reticencia los términos “sociedad islámica”, “país islámico”
o “mujer musulmana”. No sería apropiado caracterizar a las personas,
a las sociedades, a las culturas o a los países según su religión o, mejor
dicho, según la religión que se practica de forma predominante.
Este artículo es una versión reducida de un artículo publicado en la revista Feminist Revue, nº 69, winter 2001. http://www.feminist-review.
com Traducido del inglés por Rosa Morillo Balad
Para saber más. Bibliografía y páginas web recomendadas
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Unidad 3
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Lola G. Luna. De la emancipación a la insubordinación: de la
igualdad a la diferencia
http://www.nodo50.org/mujeresred/feminismo-a_puleo-igualdad-diferencia.html
Jessie Blanco La igualdad y la diferencia: aportes del feminismo
http://av.celarg.org.ve/Eventos/AguadecoloniaSesion1.htm
182
Unidad IV
Presentación de la unidad
Objetivos de la unidad
1.- La lucha por la igualdad y el techo de cristal.
Breve recorrido histórico por la reivindicación de
los derechos políticos de las mujeres
2.- Como reconocer las trampas del techo de cristal.
Obstáculos para la participación política de las mujeres.
Unidad 1
Perspectivas sobre la participación y la exclusión de las
mujeres en el ámbito político
2.1.- Primer obstáculo. La división de espacios en la vida pública y privada. ¿Las mujeres podemos aspirar a participar en
el espacio político sin renunciar a la vida privada?
2.1.1.- ¿Quién concilia?
2.1.2.- ¿Se adaptan las organizaciones políticas
a la conciliación?
2.1.3.- ¿Quién negocia para sostener el equilibrio entre la esfera pública y privada?
2.2.- Segundo obstáculo. Los modelos de socialización de las mujeres y
los hombres. ¿Cómo nos influye la socialización en
la relación con el poder?
2.2.1.- Educación y liderazgo.
2.2.2.- Proyección de futuro.
2.3.- Tercer obstáculo. Las jerarquías de las organizaciones
políticas. ¿Somos elegidas las mujeres para ocupar puestos
de responsabilidad?
2.4.- Cuarto obstáculo. La ausencia de modelos y la falta de
experiencia de las mujeres ¿Tenemos modelos que nos
sirvan de referencia para la práctica política?
2.5.- Quinto obstáculo. La ausencia de contenidos de género en las
agendas de los partidos ¿Están los temas que nos interesan en las
agendas políticas?
2.6.- Sexto obstáculo. Las estructuras jerárquicas y con prácticas
de gestión política poco transparentes. ¿Están claras las reglas de
participación en las organizaciones políticas?
2.7.- Séptimo obstáculo. El lenguaje sexista ¿Discrimina
el lenguaje a las mujeres?
2.8.- Octavo obstáculo. El tratamiento de la imagen de la mujer política
en los medios de comunicación. ¿Nos tratan de la misma forma los
medios de comunicación?
2.9.- Noveno obstáculo. Los métodos de liderazgo y negociación.
¿Existen los mismos códigos de negociación?
2.10.- Décimo obstáculo. La falta de credibilidad política.
3.- Estrategias e instrumentos para favorecer la participación
de las mujeres en la política local
183
Perspectivas sobre la participación y la exclusión de las
mujeres en el ámbito político
Presentación de la unidad
Una vez nos hemos adentrado en el concepto de democracia y ciudadanía concretando diversas propuestas y modelos de participación desde la perspectiva de género, nos surge la necesidad de preguntarnos
cuales son las razones que nos impiden ejercer, en igualdad de condiciones, nuestra participación en el ámbito político. Para contestar a
esta pregunta nos adentraremos en la historia hasta el momento en el
que las sufragistas inician las reivindicaciones por el derecho al voto,
subrayando la diferencia entre igualdad legal y la igualdad real, y definiendo lo que simbólicamente llamamos “techo de cristal”.
Unidad 4
Unidad IV
Definiremos cuales son los obstáculos con los que nos encontramos
en la práctica política, impidiendo nuestra plena participación en la
ciudadanía.
Objetivos de la unidad
- Conocer el recorrido realizado por las mujeres en la conquista
de la igualdad.
- Analizar la distancia que se establece entre la igualdad legal y la
igualdad real.
- Desvelar y clasificar las variables que actúan obstruyendo la
plena ciudadanía de las mujeres.
185
Unidad 4
Ningún sexo puede gobernar sólo. Creo que una
de las razones de que haya fracasado tan lamentablemente la civilización ha sido por tener un
gobierno unilateral.
Nancy Astor (1879-1964)
1.- La lucha por la igualdad y el techo de cristal. Breve recorrido histórico
por la reivindicación de los derechos políticos de las mujeres
Para comprender la repercusión que la igualdad tiene en la ciudadanía de las mujeres es necesario que hagamos un pequeño viaje y nos
remontemos en la historia, hasta el periodo de la Ilustración,100 que
surge en el siglo XVIII, como una reacción que caracteriza a los estados
modernos frente al absolutismo. La Ilustración defiende el liberalismo,
la igualdad de derechos para los hombres, la necesidad de resolver los
problemas mediante la razón, así como la necesidad de subordinar el
poder al ejercicio de la ley (al Estado de Derecho) y la división de poderes (Legislativo, Ejecutivo y Judicial) propuesta por Montesquieu, así
como el contrato social de Rousseau que hace referencia al pacto que
los hombres hacen para vivir en comunidad.
En este contexto surgen los pilares de la democracia moderna: la libertad y la igualdad. Sobre estas dos ideas se sustenta gran parte del discurso político de la democracia actual. Y es sobre la idea de igualdad
sobre la que se fundamenta el feminismo como tradición política.
“En el gran siglo de la Ilustración, las vindicaciones de la igualdad entre los sexos se hicieron más y más fuertes y, sin embargo, cuando las
primeras políticas que restringieron la capacidad de la ciudadanía al
voto fueron puestas en ejercicio, el colectivo completo de las mujeres
quedó fuera (…) La respuesta primera de la democracia excluyente,
para seguir manteniendo en su divisa la igualdad y negarla, sin embargo, a la mitad de la población, fue, sabemos, naturalizar el sexo (…)
Si la desigualdad que mantenían los varones con las mujeres no tenía
origen político, no tenía, por tanto, soluciones políticas. Se afirmó por
autores bien diversos que era una desigualdad natural”.
100. Celia Amorós ha apuntado a la propia Revolución Francesa como el primer momento histórico en el que las
mujeres se articulan, tanto en la teoría como en la práctica, como un grupo social oprimido con características e
intereses propios, es decir como un movimiento social (Amorós 1192, 1998). Así, por ejemplo, en la Revolución las
mujeres se autodesignan el tercer estado del tercer estado”, y tiene lugar, también, la primera declaración de los
Derechos de la Mujer y la ciudadanía, redactada por la Girondina Olympia de Gouges. Pero sin duda será a lo largo
del siglo XIX cuando se desarrollaron importantes movimientos de mujeres que lucharon por cambiar la situación de
exclusión y servidumbre”. Ana Miguel Álvarez. “Hacia un nuevo contrato social, políticas de redefinición y políticas
reivindicativas en la lucha feminista”. Pg 308 en El reto de la participación. José Manuel Robles (Comp) Ed. Machado
Libros.Madrid. 2002.
186
El sufragismo101 movimiento que surge en el seno del liberalismo, se
opuso frontalmente al naturalismo reivindicando no sólo el derecho
al voto, sino la igualdad en todos los frentes, apelando a la auténtica
universalización de los valores democráticos y liberales.
Las sufragistas consideraban que una vez conseguido el voto y el acceso al parlamento podrían comenzar a cambiar el resto de las leyes
e instituciones con el fin de transformar la vida de las mujeres y por
extensión del conjunto de la sociedad. El voto era un medio de unir a
las mujeres de condiciones sociales, económicas muy diferentes y opciones políticas muy diferentes. Fue un movimiento interclasista que
consideraba que todas las mujeres sufrían discriminación.
Unidad 4
Es a mediados del siglo XIX, con la segunda gran ola de vindicación
feminista que se inicia en Europa y en América del Norte, desde donde
las mujeres defendiendo el derecho a la igualdad, exigen la participación en la ciudadanía a través del voto.
La lucha de las sufragistas no cristaliza hasta el siglo XX, en el que se
reconoce el derecho de las mujeres a participar en las elecciones democráticas. A lo largo de más de setenta años, país por país, con el escenario de dos guerras mundiales, la conquista del voto fue abriéndose
camino en la consecución de la ciudadanía como un derecho inexcusable. Como manifiesta Amelia Valcárcel, el feminismo se convirtió en
uno de los núcleos más activos dentro de la tradición democrática.
La conquista del voto no bastó para alcanzar las transformaciones a
las que aspiraban las sufragistas. La obtención del derecho al sufragio
pasivo por parte de las mujeres significó, desde los primeros tiempos,
su participación como electoras, en términos de gran igualdad con los
hombres en las consultas electorales. Sin embargo, esta incorporación
a la ciudadanía no implicó una paralela incorporación como “elegidas” en las asambleas legislativas y en los órganos de decisión política.
Durante años, no hubo cambios significativos. Se creyó que los logros alcanzados en la educación, el trabajo y el control de la natalidad
conllevarían a la igualdad real en el espacio público, pero no fue así.
El derecho nominal de las mujeres a presentarse a las elecciones y a
ejercer cargos de decisión política permaneció prácticamente vacío de
contenido en la realidad.
101. El feminismo ha sido, como movimiento social, una de las manifestaciones históricas más significativas de la
lucha emprendida por las mujeres para conseguir sus derechos. Aunque la movilización a favor del voto, es decir, el
sufragismo, haya sido uno de sus ejes más importantes, no puede equipararse sufragismo y feminismo. Este último
tiene una base reivindicativa muy amplia que, a veces, contempla el voto, pero que, en otras ocasiones, también
exige demandas sociales como la eliminación de la discriminación civil para las mujeres casadas o el acceso a la
educación, al trabajo remunerado (...) Nash, Mary y Tavera, Susana: Experiencias desiguales: Conflictos sociales y
respuestas colectivas (Siglo XIX) Madrid, 1995, Ed. Síntesis, Pág.. 58.
187
Unidad 4
En los márgenes del 68, resurge desde la izquierda, la tercera ola del
movimiento feminista cuyas precursoras fueron Beauvoir y Friedman.
Las mujeres que militan activamente en la ciudadanía y la política en
el mismo papel de subordinación que han mantenido con el varón en
el ámbito privado y social, se revelan nuevamente bajo el eslogan “lo
personal es político”.102
La igualdad se redefine con un nuevo significado: no puede dividirse
la vida del ser humano en dos esferas independientes, la pública y la
privada, porque ambas se desarrollan bajo la presión del dominio del
poder patriarcal. Las mujeres comienzan a reunirse “solas” para analizar su situación en los distintos espacios que ocupan y redefinen las
causas que llevan a “problemas personales” como la discriminación en
el trabajo, la falta de control del propio cuerpo, la asignación de determinados papeles en el espacio de lucha política, la ausencia de placer
o la violencia como parte del sistema patriarcal. “En consecuencia las
feministas de los años 60 tratan de definir el conjunto de estructuras de
poder que las vinculan a un género dado de relaciones de subordinación
y conducen la existencia de las mujeres hacia ámbitos cerrados. A este
poder excluyente lo llaman poder patriarcal”.103 Un poder que se mantiene y se reproduce en todo el planeta, desarrollando múltiples estrategias
y métodos para mantener la situación de subordinación en el espacio
privado, y la exclusión de las mujeres del espacio público.
A partir de la comprensión de la estructura del sistema patriarcal las
feministas buscan estrategias que desde el ámbito legal, político y cultural puedan subvertir el orden de subordinación. Es en este proceso
desde donde se han ido creando organismos de igualdad en los distintos ámbitos nacionales e internacionales y promulgando las leyes
que protegen a las mujeres de muchos de nuestros países. A partir de
la conquista del voto y tan sólo en unas décadas la situación jurídica
de las mujeres se ha ido transformado hasta conseguir en todas las
democracias el acceso a la igualdad legal. Sin embargo, todo el camino
recorrido no ha desembocado en la igualdad real.
A pesar del esfuerzo realizado por las mujeres feministas en los distintos momentos históricos, el sistema se sigue resistiendo al reparto
de poder que sigue detentado mayoritariamente por los varones. La
igualdad se encuentra en una enorme contradicción. A diferencia con
102. “Lo privado es político” fue uno de los gritos de batalla de los movimientos feministas de los 70. Querían por
cierto, afirmar, que la dominación patriarcal debía ser combatida en los propios hogares. Pero si lo privado es político
quiere decir, en tanto lo político es público, que los privado es público, lo que es un contrasentido muy grande. Más
como también es cierto que la dominación privada del patriarcado deber ser también un tema político, lo que debe
decirse en ese sentido no es que lo privado es político, sino que hay en los más diversos sentidos de la vida, temas
que pueden y deben ser politizados. Mires 2004. Citado por Nancy Piedra Guillén. En “Promotoras de cambios,
protagonistas de luchas: cultura política de las mujeres en Costa Rica.”
103. Amelia Valcárcel La política de las mujeres. Feminismos. Editorial Cátedra. Madrid 2004. Pág. 94
188
La igualdad conquistada ante las leyes confiere a la sociedad un falso
espejismo de protección, convirtiendo la discriminación en una antigualla del pasado. Sin embargo, las estadísticas de forma tozuda y
persistente se empeñan en demostrar que las mujeres continuamos
sin estar presentes en las esferas de responsabilidad política y en la
toma de decisiones. A pesar del acceso a los estudios, a pesar de las
leyes que nos protegen, a pesar del cambio cultural de la sociedad, las
mujeres continúan sin alcanzar las cuotas de representación equiparables a las de los varones.
Unidad 4
etapas anteriores en las que las mujeres tenían vetado explícitamente
el acceso a los distintos ámbitos políticos, sociales, económicos y culturales, correspondiendo la definición de los roles a la separación de
los espacios público y privado, actualmente, nos encontramos con que
las nuevas generaciones crecen y se educan con el convencimiento de
que la igualdad es un hecho.
Conviene dejar muy claro que la ausencia de las mujeres del poder no
es un problema coyuntural que se irá resolviendo con el paso del tiempo o con las acciones que hasta ahora se han realizado, sino que nos
enfrentamos con un problema estructural que continúa discriminando
a las mujeres y afecta negativamente a la calidad de nuestras democracias. Como revelaron las feministas de los años sesenta y ochenta,
el sistema patriarcal forma un entramado de prácticas que perpetúa la
situación de discriminación en todos los ámbitos. Es lo que denominamos “el techo de cristal”. Un escudo de resistencia que nos permite observar de forma distorsionada una aparente igualdad a la vez que nos
impide acceder a ella. La consecuencia es evidente, para el conjunto de
las mujeres existe una barrera no explícita y difícilmente identificable
que obstaculiza su paso a la igualdad.
Más de diez años después de la Declaración de Atenas, en la que se
analizaba como la ausencia de mujeres en las estructuras políticas
repercute en el conjunto de la sociedad, produciendo un déficit democrático, seguimos constatando que el acceso a los derechos políticos
formales no conduce a la igualdad en la práctica. ¿Cuáles son las razones? ¿Dónde se encuentran las resistencias? ¿Cuáles son las reglas
que traban el acceso a la igualdad? Sin duda, marcar el contorno del
techo de cristal nos ayudará a identificar los obstáculos y definir las
posibles estrategias para continuar el camino iniciado en la conquista
de la igualdad.
189
Unidad 4
Recuerda que:
Las estadísticas de los países con regímenes democráticos
demuestran que las mujeres están subrepresentadas en
los órganos de decisión legislativos, del gobierno, de las
administraciones públicas y del poder judicial. Y esto sucede tanto en los poderes centrales como en los regionales.
La diferencia es más acusada en el caso de los poderes
locales. No se ha conseguido el objetivo del 50% de representación de las mujeres propuesto por la Plataforma de
Acción de Beijing. Según la Unión Interparlamentaria, el
porcentaje de mujeres, como media mundial, es de un 6%
en los gobiernos y un 10% en los parlamentos, lo que dicho
de otro modo significa que el 94% de quienes tienen un
puesto en los gobiernos, y el 90% de quienes lo tienen en
los parlamentos, son hombres... No se ha llegado al 30%
que podría considerarse como un objetivo mínimo intermedio. Sólo Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia han
superado el 30% con el sistema de cuotas.
2.- Como reconocer las trampas del techo de cristal. Obstáculos para la
participación política de las mujeres
Definir los obstáculos que dificultan nuestra participación en los ámbitos políticos es remitirse a múltiples causas que no siempre, son fáciles de visibilizar ya sea porque remiten a vivencias relacionales con el
poder, a fórmulas de funcionamiento de las organizaciones aceptadas
y reguladas desde los intereses de una parte del colectivo, factores de
socialización o a prioridades y valores que entran en contradicción con
el espacio privado o personal.
Normalmente lo vivenciamos de forma personal, como si las contradicciones y las dificultades que constantemente nos encontramos nos
ocurrieran de forma individual y no por el hecho de formar parte de
un colectivo discriminado. Y en la individualización nos hacemos responsables de las contradicciones de un sistema que por una parte nos
abre la puerta para la plena incorporación a la ciudadanía, a la vez
que reclama que cumplamos los papeles que tradicionalmente se nos
ha otorgado. La vivencia individual nos lleva a la culpabilización y al
desencanto ¿Cómo es posible llegar a todo? ¿Podemos cumplir la multiplicidad de roles de la vida privada y pública sin entrar en colisión?
¿Tenemos derecho a participar sin renunciar a nuestra vida privada?
¿Es legítimo denunciar prácticas discriminatorias dentro de nuestras
organizaciones? ¿No es esto deslealtad? Y cuando intentamos encon-
190
Unidad 4
trar resonancia con las compañeras y hallar alianzas podemos ser clasificadas como sospechosas. Porque cuando hablamos de lo que nos
ocurre en los espacios de participación política, cuando las mujeres colectivizamos nuestra experiencia y expresamos la necesidad de transformación, la resistencia al cambio de las organizaciones y el conflicto
de intereses pueden provocar una respuesta defensiva de la que difícilmente puede resultar una solución negociada. Sin duda hay salida
a esta espiral que se deriva de la contradicción entre la igualdad legal
y la igualdad real. La larga práctica de supervivencia a lo largo de la
historia nos ha permitido encontrar estrategias para defendernos de la
discriminación y fortalecer nuestra participación política. Pero antes
de adentrarnos en este territorio tenemos que aprender a reconocer
los materiales sobre los que se construye el techo de cristal. Vamos a
intentar dar corporeidad a una barrera que aunque real y resistente no
siempre es fácil de identificar.
2.1.- Primer obstáculo: La división de espacios en la vida pública y privada. ¿Las mujeres podemos aspirar a participar en el espacio político sin
renunciar a la vida privada?
Mariete Sineau publicaba en Le Monde Diplomatique de marzo del
2002, un artículo con los resultados de una investigación realizada en
la Asamblea Nacional francesa en el que señala que “el acceso al poder
político parece exigir vidas privadas diferentes según se trate de hombres o de mujeres. Mientras que el matrimonio y los hijos (a menudo
numerosos) son bien asumidos por los hombres, estas opciones demuestran ser mucho menos compatibles con la carrera de las mujeres.
Ellas se ven con frecuencia obligadas a romper su pareja, a limitar su
descendencia, incluso a no tener ningún hijo. Allí reside la injusticia
que padecen las mujeres en la política: se ven acorraladas por el dilema
“vida privada o poder”, mientras que los hombres nunca se ven enfrentados a semejante opción”.104 Y para ilustrar esta afirmación ofrecía los
siguientes datos:
El 84% de los diputados están casados frente a un 56% de las mujeres
que tienen vida matrimonial. El 8% de los varones viven sólos frente al
29% de las mujeres en las mismas circunstancias. Un 20% de las diputadas están divorciadas frente al 8% de los diputados. Por último, el 19
% de las diputadas no tienen hijos frente al 10% de los diputados que
no son padres. Cuando son madres, son menos las que tienen hijos/as
pequeños /as . En 1997, cuando ingresaron en la asamblea sólo el 15%
tenía uno o más hijos de menos de 10 años contra casi el 30% de los
hombres.
104. Mariete Sineau. “El elitismo no murió con la paridad” Artículo publicado en el núm. 17 de la edición chilena de Le
Monde Diplomatique, marzo 2002. Compilación: Género y globalización Mujeres. Le Monde Diplamatique. Editorial
Aún creemos en los sueños. Santiago de Chile 2004. pg 69
191
Unidad 4
María Antonia García de León hace un análisis muy parecido del Parlamento Español “El modelo estándar del parlamentario, el que producen los varones, es el siguiente: licenciado, 44 años, casado y con tres
hijos, y queda distorsionado en el caso de las mujeres parlamentarias.
Estas muestran un grado de soltería muy importante y un número de
hijos mucho menor (el 46% de las diputadas casadas o divorciadas tienen menos de dos hijos y el 32% dos hijos). (…) una vez más ajustado
a la imagen convencional del establishment para los políticos y, por
el contrario, una situación más fragmentada para las mujeres, y en
proceso de sustitución de lo que era la realidad tradicional femenina
(matrimonio e hijos). Sustitución a la que el varón en absoluto se ve
obligado y, al contrario, para él, la esposa e hijos son signos de estatus
y de respetabilidad”.105 En la misma línea argumental se sitúa Nora
Levinton “las mujeres tienen que prescindir (en el lenguaje común “sacrificar”106) matrimonio, hijos, etc., de un modo diferencial para llegar
a los primeros puestos”.
Tal y como señalan las autoras, las mujeres que nos dedicamos a la
política solemos encontrarnos en la difícil encrucijada de elegir entre la
vida privada y la vida pública, una división de espacios y roles asignados
a hombres y mujeres, que ha estado presente a lo largo de toda la historia de la humanidad. Lo que nos lleva a una segunda reflexión ¿Por qué
afecta más a las mujeres que a los varones cuando el papel social y público se ha desdibujado para ambos a causa de nuestra incorporación al
ámbito público? A la vista de las estadísticas ofrecidas en el artículo, son
las mujeres las que se ven afectadas por la decisión de intentar hacer
compatibles los dos universos ¿Por qué no afecta de la misma forma a
los varones? ¿Las mujeres tenemos que asumir solas el coste de la cuota
de participación política? ¿No es posible un reparto equitativo que nos
lleve a la corresponsabilidad? Al ser ésta una de las claves básicas para
entender por qué las mujeres “no contamos en igualdad” intentaremos
responder desde diferentes argumentaciones:
2.1.1.- ¿Quién concilia?
Evidentemente conciliamos las mujeres, no los varones. “En la medida
que las mujeres se han ido integrando (incorporando) en el mercado laboral, ha ido desapareciendo el modelo familiar “hombre proveedor de
ingresos-mujer ama de casa” y se ha ido abriendo paso un nuevo modelo que tiende a consolidarse: el hombre mantiene su rol casi intacto
pero la figura del ama de casa tradicional tiende a desaparecer, lo cual
no significa que ésta abandone sus tareas de cuidadora y gestora del ho105. García de León, Mª Antonia. Elites discriminadas. Editorial Anthoropos. Barcelona. 1994. Pág. 118.
106. Levinton, Nora “Mujeres y deseo de poder: Un conflicto inevitable” en ¿Desean las mueres el poder? Hernando,
Almudena (coord.) Minerva ediciones. Instituto de Investigaciones feministas.2003. Pág. 215.
192
Como consecuencia las mujeres nos enfrentamos prácticamente en solitario a la conciliación de los tiempos y trabajos en el espacio privado y
público. Una mujer que tenga a otras personas a su cargo, que trabaje
y que además participe activamente en el ámbito político, se enfrenta
a la triple jornada. Para hacer compatibles todos estos espacios nos
convertimos en especialistas en la utilización del tiempo y la gestión de
actividades que se desarrollan en diversos planos. Podemos estar presentes en una reunión a la vez que con una llamada solucionamos una
emergencia en el hogar. ¿Quién de nosotras no ha estado pendiente
de lo que ocurre en casa mientras asistimos a un comité? Para hacer
compatibles ambos mundos nos hemos visto obligadas a desarrollar
nuevas estrategias de relación y de cuidado, grandes dosis de resistencia y la renuncia al tiempo que nos es propio.
Unidad 4
gar, sino que de hecho asume el doble papel, el familiar y el laboral”107
2.1.2.- ¿Se adaptan las organizaciones políticas a la conciliación?
Como en el ámbito laboral, las mujeres nos incorporamos a un mundo
construido y definido por los varones. Un mundo que se sostiene en la
división espacio público y privado, es decir, que se apoya en la presencia
de alguien en el ámbito familiar porque se requiere que el protagonista
de la acción política tenga libertad de tiempo y de acción. Esta es la lógica que lleva a programar reuniones o comidas de trabajo sin tener en
cuenta la salida de los colegios o que alguien tendrá que estar en casa
cuando llegue la prole. También suele ocurrir que se utiliza los espacios
informales que no están previstos en la agenda para resolver cuestiones
que han quedado pendientes. En el espacio político, al igual que en la
alta dirección se espera una disposición prácticamente absoluta que no
admite excusas. Las consecuencias las veíamos en las estadísticas que
ofrecíamos al ilustrar la situación personal de diputados y diputadas en
Francia y en España. Somos las mujeres mayoritariamente las que nos
vemos obligadas a realizar renuncias. El papel de sostén que realizamos
desde la familia y que facilita su disponibilidad al quehacer político no
suele producirse a la inversa.
Ante esta realidad se requiere lo que ya se ha formulado como “nuevo contrato social”, es decir, el compromiso entre hombres y mujeres
para compartir responsabilidades públicas y privadas, de forma que
no haya impedimentos para ninguno de los sexos en el desarrollo de
cualquier actividad.108
107. Cristina Carrasco. ¿Conciliación? No, gracias. Hacia una nueva organización social. En Malabaristas de la Vida.
Mujeres, tiempos y trabajos. Editorial. Icaria Barcelona 2003. Pág. 28.
108. Renau Manén, Dolors y Berbel Sánchez, Sara. Las mujeres en la política. Material didáctico Cursos de “Formación de Mujeres, cargos electos Municipales” – Programa desarrollado por el Departamento de Cooperación
Internacional, de la Diputació Barcelona 2001/2002.
193
Unidad 4
2.1.3.- ¿Quién negocia para sostener el equilibrio entre la esfera
pública y privada?
Las mujeres nos hemos incorporado a un modelo de organización diseñado desde la visión masculina. Para que una mujer pueda responder
a todas las exigencias de horarios y actividades tiene que realizar una
negociación constante entre la atención al cuidado, el trabajo asalariado y la participación política. Con todo el desgaste y la tensión que
esto supone cuando además se nos exige pagar un plus de entrega por
jugar en el campo que no nos correspondía. Así, la mujer que se dedica
a la militancia política tiene que demostrar doblemente que sus intereses no interfieren en la dedicación a los suyos y a la inversa, que el
hecho de tener familia no interfiere en la dedicación política y que su
presencia nunca se verá resentida por las exigencias del ámbito privado. Finalmente, manejamos el tiempo de forma circular y global, consiguiendo estar en todos los espacios de forma simultánea. Planificando
la reunión de mañana desde la cocina y respondiendo a la profesora de
inglés en el descanso de la reunión.
A esta doble disposición hay que añadir el sentimiento de culpa e incompetencia como madres y/o pareja, cuando delegamos los asuntos
domésticos. Desde el rol femenino la dedicación propia entra en contradicción con la función histórica de “ser para o por” que señalaba
Rousseau en su discurso de la igualdad, en el que decía: “La política
pertenece a los hombres, igual que les pertenece la racionalidad, la jerarquía, la cultura, el temple, el valor, el carácter y el acuerdo. Las mujeres deben estar excluidas de la política y limitarse al buen arreglo de
la casa, a la obediencia, a la dulzura, y en general a facilitar la libertad
y el éxito de los varones a cuya autoridad han sido subyugadas”.
Mª Elena Simón explica las trampas de la negociación: “Partiendo de la
ética de la justicia y de la actitud de imparcialidad, juegan con ésta en el
mundo relacional-familiar. Su mayor empeño consiste en poder parcelar
sus tiempos y espacios de manera que se distingan bien los dedicados
a los demás (…) Es posible que algunas -contra viento y mareas- persistan, pero sólo cuando tienen un gran equilibrio emocional y psíquico, son
muy ambiciosas, luchadoras o conocedoras de las trampas que encierra
el sexismo: si una puede llegar a comprender que todo eso le ocurre por
ser mujer, puede vivir la esquizofrenia dominándola y ahogando así las
frustraciones o el sentido de culpa. Pero en el camino dejarán sin duda
muchas energías, que podrían optimizar y positivizar globalmente sin
tener que rendir y rendirse cuentas continuamente ni tener que aprender a convivir en medio de dudas y pesares que las acechan desde su
existencia dividida”.109
109. Simón Rodríguez. Elena. Democracia Vital Editorial Nancea Madrid .1999. Pág 79.
194
Las fricciones y la tensión entre los intereses de la pareja, la familia y la
participación política están claramente dibujadas en las estadísticas.
Las mujeres nos vemos condicionadas por la necesidad de negociación
y terminamos priorizando según nuestra escala de valores para poder
llegar a todo, aunque esto implique renuncias completas o parciales.
Es un peaje que conlleva que conciliemos dos mundos divididos. La
corresponsabilidad y la conciliación entre vida laboral y familiar o lo
que definimos como el nuevo contrato social es parte de la respuesta a
uno de los puntos cardinales de la desigualdad.
Unidad 4
Y es que “Somos mujeres habitadas (...) No responder a las necesidades
de quienes habitan el centro de nuestras vidas nos conduce a la culpa.
La otra opción es convertirnos en una “superwoman”, con los enormes
costes personales que tiene dejar de atender nuestras necesidades y de
cuidarnos a nosotras mismas”.110
2.2.- Segundo obstáculo. Los modelos de socialización de las mujeres
y los hombres. ¿Cómo nos influye la socialización en la relación con el
poder?
Los diversos mecanismos de la socialización nos permiten adaptarnos
al medio cultural y social en el que vivimos. Como estos son sexistas
la socialización individual y grupal también lo es. El proceso de socialización humana tiene dos finalidades, por una parte la construcción
de nuestra identidad y la construcción de la subjetividad. Lo que nos
interesa, ahora, es ahondar en la socialización en cuanto a identidad
desde la perspectiva del género.
“La formación de la identidad tiene que ver con el aspecto más social
del individuo. Los modelos a los cuales conformarse vienen de fuera,
por adición escalonada, a base de sumar posibilidades vistas y vividas
en otras personas, con las que nos vamos identificando, creando alrededor lo igual y lo diferente, lo que nos acerca y lo que nos separa,
lo que nos agrada y lo que nos disgusta, lo que consideramos posible
o imposible, conveniente o inconveniente para nuestra persona. En
última instancia nos vamos haciendo hombres y mujeres, nos identificamos con el género, con lo que cada grupo humano o cada cultura se
conceptualiza como masculino y femenino”.111
Los medios y vías de socialización son muy diversos. La familia, los
medios de comunicación, la calle, los iguales, los medios culturales
intervienen educando el género y evolucionando de acuerdo con los
valores, creencias e ideología de cada época y lugar. Como decíamos
110. “Proyecto EQUAL I0 .metal” Magali Martínez Solimán.
111. Simón Rodríguez, Elena. Democracia Vital Editorial Nancea Madrid .1999. Pág 36
195
Unidad 4
anteriormente si la sociedad es sexista la forma de socializarnos como
varones o mujeres también lo será. Como consecuencia interiorizamos
un modelo determinado de lo que se espera de una mujer y que influirá
en nuestro acercamiento al espacio de participación política. “Los modelos de comportamiento actúan como organizadores inconscientes de la acción y es esta característica inconsciente, lo que los hace más difícilmente modificables. Se transmiten de generación en generación y siglo tras
siglo a través de la imitación de conductas y de actitudes que no llegan
a explicarse verbalmente ni por escrito, pero que son sabidas por todos
y compartidas por casi todos”. 112 Modelos que podemos transformar al
compartirlos, objetivizándolos, analizando su origen, las causas y las
consecuencias, a la vez que establecemos un modelo coeducativo que inculque nuevos valores en la educación. A continuación veamos algunos
ejemplos de cómo influye la educación desde la perspectiva de género.
2.2.1.- Educación y liderazgo
Las mujeres y los hombres recibimos una distinta socialización. Como
demuestran los estudios realizados en el entorno escolar, los niños
suelen recibir más atención por parte del profesorado,113 las niñas se
educan con contenidos, textos e imágenes en las que no están presentes las mujeres, las estructuras escolares reproducen la discriminación de las mujeres en los puestos de responsabilidad y por último,
se excluye a la mujer de las expectativas de liderazgo, de influencia o
competitividad a través de los juegos. Los juegos de las niñas no suelen ser competitivos sino que están orientados al cuidado (cocinas,
muñecas, cuerda, corros). Los niños son estimulados para sobresalir,
competir, y desarrollar estrategias para desenvolverse en el circuito de
las altas jerarquías. La falta de reconocimiento incide en la seguridad
sobre las capacidades de las mujeres, e incluso interiorizamos el poder
como algo ajeno. La socialización de la identidad femenina influye en el
acercamiento político, tal y como expresa Begoña San José:114
112. Montserrat Moreno. Cómo se enseña a ser niña. Ed. Icara. Barcelona, 1986. p. 22. Primera edición.
113. ¿Cuál es la causa de la diferencia de trato que se establece en las aulas entre niñas y niños? Una de las
posibles explicaciones se podría hallar en que los docentes se adaptan al propio comportamiento de los alumnos
y alumnas, puesto que también se ha comprobado que los y las niños son más variables en su conducta que las
niñas, los y las docentes deben estar más pendientes de ellos y han de controlarlos más. Otra hipótesis apunta a
la supuesta tendencia de las niñas a distraerse más que los niños. Pero estas explicaciones, que podrían resultar
convincentes al comprobar una mayor interacción con los alumnos más retrasados, dejan de serlo cuando se demuestra que esta interacción mayor se mantiene también con los niños más avanzados del grupo. Por otra parte, si el
comportamiento más conflictivo de los niños puede explicar que los maestros y maestras les riñan más, también se
ha comprobado que la atención que les prestan sigue siendo más elevada en cuestiones relativas a trabajo escolar,
sobre el cual la iniciativa del y la docente es mucho mayor”. Marina Subirats Martori, Revista Iberoamericana de
Educación. Número 6 Género y Educación Septiembre - Diciembre 1994.
114. San José, Begoña. “De la impotencia al empoderamiento” en ¿Desean las mujeres el poder? Hernando,
Almudena (coord.) Minerva ediciones. Instituto de Investigaciones feministas.2003. pág 164
196
- El poder sigue siendo asumido mayoritariamente como
un asunto de los varones.
Unidad 4
- Cualquier mujer que ejerza algo de poder político, profesional, económico, familiar, percibe el rechazo de los
hombres y también de las mujeres, que hemos interiorizado la legitimación del monopolio masculino del poder
por “naturaleza” . La mujer que ejerce liderazgo intenta
minimizar la reacción contra ella, disimulando, sublimando o negando que ejerce el poder porque tiene mérito, capacidad y legitimación para ello.
- Las mujeres tienen miedo al rechazo por la perdida de
su “identidad como mujeres” si son demasiado fuertes o
poderosas. El poder se disimula ahora por las mujeres
como a principios del siglo XX, se disimulaba la inteligencia o la educación.
2.2.2.- Proyección de futuro
Niños y niñas se proyectan de distinta forma en su futuro. Recientemente pedimos a un grupo de niños y niñas de siete años que hicieran
una redacción sobre como serían dentro de diez años. Todos los niños,
hasta los que tenían claras dificultades escolares, escribieron sus expectativas como profesionales de prestigio o políticos. Todos querían
ser presidentes, astronautas, científicos o importantes hombres de negocios. Ninguno hablaba de la familia o de los hijos. Sin embargo, las
niñas, incluso aquellas que sobresalían por los resultados escolares,
proyectaban sus carreras dentro del modelo de profesiones femeninas
(enfermeras, profesoras, etc.) y todas describían lsus futuras vidas de
casadas y con hijos. La falta de modelos femeninos, la educación sexista, la falta de una educación afectiva influye de forma que la socialización continua realizándose desde los roles tradicionales. La falta de
proyección está presente en la orientación profesional, en las expectativas que vamos diseñando a cerca del lugar que queremos habitar en
el mundo.
Esta falta de expectativas nos influye cuando nos planteamos qué posiciones queremos alcanzar en la participación política. Según una encuesta del (CIS)115 mujeres y hombres asignamos aproximadamente el
mismo valor al trabajo, al ocio, la belleza o la amistad pero en lo que
más nos diferenciamos es en la aspiración a “ser elegido en una cargo
público”, que es tres veces más motivo de felicidad para los hombres,
seguida de “tener mucho poder e influencia” a lo que aspiran el doble
115. Centro de Investigaciones Sociológicas de España, estudio 2203, diciembre de 1995
197
Unidad 4
de hombres que de mujeres. En el estudio cualitativo de “Más mujeres
en los poderes locales” las concejalas o exconcejalas percibían unánimemente que desear el poder está mal visto por sus seres queridos,
dispuestos a sentirse agraviados y postergados, mal visto por sus compañeros de partido y de equipo municipal, para quienes una mujer
con ambición es una perversión de la naturaleza, y mal vista por ellas
mismas, que mayoritariamente se justificaban ante la entrevistadora
diciendo que sólo querían ser concejalas el menor tiempo posible”.116
Participación y autoexigencia. Las mujeres nos planteamos mayores
exigencias en cuanto a aptitudes personales y tiempo de experiencia
para nuestro ascenso en la carrera política. Porque la participación de
las mujeres aún es una excepción que rompe con los roles tradicionales y como tal está en el punto de mira. Una mujer participante en
un estudio realizado por la Fundación Dolores Ibarruri afirmaba: “...
le dicen a un hombre que lo van a nombrar ministro y lo primero que
piensa es ¡ya era hora! Se lo dicen a una mujer y lo primero que dice
es: ¿tú crees que lo haré bien? ¿Tú crees que podré?...”.117
Si los varones deben aprender a cooperar para la igualdad, las mujeres
debemos afirmarnos en nuestras voluntades y valorar nuestras acciones y capacidades.
2.3.-Tercer obstáculo. Las jerarquías de las organizaciones políticas.
¿Somos elegidas las mujeres para ocupar puestos de responsabilidad?
La situación se repite en todos los ámbitos, en la educación, en la empresa, en las instituciones, justicia, organizaciones las mujeres vamos
desapareciendo gradualmente en el ascenso jerárquico. Cuanto más
cerca de la dirección menos mujeres. ¿Es que no queremos estar en lo
alto de las estructuras? ¿O es que el poder no quiere a las mujeres? La
respuesta se encuentra en la selección o mejor, en quien selecciona al
candidato. Los procesos de selección y elección funcionan con filtros
que a medida que van superando niveles, van haciendo cada vez más
estrechas las oportunidades de llegada de las mujeres a las élites políticas” ¿y por que? Sencillamente porque la selección la realizan grupos
muy restringidos formados por varones, ya que son los que ocupan las
posiciones de dirección. “Cualquier tribunal profesional está compuesto casi en su totalidad por hombres, produciéndose así una afinidad
de pautas culturales entre examinado y examinadores”.118 Además lo
harán desde la apariencia de neutralidad generada exclusivamente por
los méritos logrados de forma individual. “El hecho de ser varón, al can116. San José, Begoña. “De la impotencia al empoderamiento” en ¿Desean las mujeres el poder? Hernando, Almudena (coord.) Minerva ediciones. Instituto de Investigaciones feministas.2003. Pág 164
117. Proyecto EQUAL I0 .metal Magali Martínez Solimán.
118. García de León, Mª Antonia. Elites discriminadas. Editorial Anthoropos. Barcelona. 1994. Pág. 50.
198
Unidad 4
didato le dota por si mismo de autoridad, lo acrisola en su rol, mientras
que la situación novedosa que constituye una mujer, en situación de
examen profesional, en el mejor de los casos produce curiosidad, sorpresa, duda”.119 “En un mundo en que todo está determinado por la
conducta masculina, la participación de las mujeres en espacios públicos se convierte en un reto, ya que aunque no se tenga conciencia
de género o se sea feminista, cuando se participa en ellos (en espacios
públicos) se producen cambios, por eso la resistencia de los varones es
tan fuerte, y por eso se desarrollan tantos mecanismos reguladores, y
aunque la mayoría de las mujeres cumplen cargos públicos sin tener
una actitud crítica, la presencia de estas resulta amenazante para el
sistema”.120
Y junto a la selección externa funciona también, nuestra propia autoselección. Antes de presentarnos a un puesto determinado lo pensamos
varias veces, ya sea porque no estamos convencidas de poder competir
o porque de antemano sabemos que nos tenemos que blindar ante el
enjuiciamiento de nuestro currículo. Esta es una de las razones que explica la poca presencia de las mujeres en los puestos de responsabilidad
de los partidos. En el Plan de Acción de la CIM para la participación de
la mujer en las estructuras de poder y de toma de decisiones 1998121,
en el que se incluyen diagnósticos subregionales, para la Región Andina
se comenta lo siguiente: “La conformación de los partidos políticos presenta una elevada proporción de mujeres, en algunos casos representan
la mitad de la militancia. Pese a ello, su presencia en los órganos de
dirección es todavía muy limitada, aun en aquellos países en que se ha
logrado que algunos partidos políticos hayan establecido una cuota de
mujeres en los organismos de dirección”. Y anotan que ocurre lo mismo
en organizaciones y confederaciones sindicales.
2.4.- Cuarto obstáculo. La ausencia de modelos y la falta de experiencia
de las mujeres. ¿Tenemos modelos que nos sirvan de referencia para la
práctica política?
Por razones históricas, las mujeres tienen una menor experiencia en la
consecución y manejo de los recursos del poder institucional. La ausencia de las mujeres en la vida y en las actividades “públicas” procede
de la vieja división en el espacio privado y público. En todos los países,
los factores más importantes que han impedido a la mujer participar
en la vida pública activa han sido los factores culturales y las creencias
religiosas, que han cumplido un papel importante en el confinamiento
de la mujer a actividades del ámbito privado.
119. García de León, Mª Antonia. Elites discriminadas. Editorial Anthoropos. Barcelona. 1994. pg 50
120. Nancy Piedra Guillén. En “Promotoras de cambios, protagonistas de luchas: cultura política de las
mujeres en Costa Rica (sin editar)
121. Adaptado por la Asamblea de Delegados de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM), en noviembre de
1998, mediante resolución CIM/RES. 198 (XXIX-0/98).
199
Unidad 4
Esta división de espacios y roles, y la asignación histórica de cada uno
de ellos a hombres y mujeres ha estado presente a lo largo de toda
la historia de la humanidad, por lo que existe una falta de referentes
femeninos que actúen en claves feministas dentro de las estructuras
políticas, constituyendo barreras importantes en el desarrollo del liderazgo de las mujeres. Una ausencia de figuras femeninas que no necesariamente se corresponde con la realidad, como están demostrando
los estudios de historia feminista. Las mujeres hemos participado en
todos los campos culturales, de la economía, de la ciencia, la política
y el saber, aunque hasta hace pocos años, gracias a los estudios de no
se nos haya reconocido. Es ahora, gracias a la perspectiva de género,
cuando comienza a reescribirse la historia y a rescatar la aportación
de la mujer en todos los ámbitos. Por otra parte, las mujeres tenemos
una amplia, importante e interesante experiencia en los espacios locales y comunitarios, en las redes sociales, en los espacios de relación y
negociación, así como en la gestión de la realidad cotidiana. Un cúmulo de habilidades y capacidades que puestas en práctica en todos los
órdenes políticos pueden influir en los modelos tradicionales de hacer
política, acercándola al conjunto de la ciudadanía.
2.5.- Quinto obstáculo. La ausencia de contenidos de género en las agendas de los partidos. ¿Están los temas que nos interesan en las agendas
políticas?
Las dificultades para introducir los temas prioritarios, que preocupan a
las mujeres en las agendas de las organizaciones hacen que se sientan
“extrañas o no relevantes”a los intereses de las organizaciones. Dolors
Renau122 precisa “hasta ahora las prioridades han tenido que ser establecidas de acuerdo con unos modelos en las que apenas se vislumbraba alguna otra dimensión que no fuera la económica, y dentro de ésta
las grandes cifras macroeconómicas, visión que acompañaba la preocupación por las grandes infraestructuras y una determinada forma
de entender la producción. Sólo en los últimos años se han ido incorporando otras visiones, como aquellas que unen desarrollo y libertad,
desarrollo y participación, desarrollo y mujer (…) Necesidades que nunca han entrado en las agendas, como las necesidades de cuidado, de
pertenencia a un grupo, de convivencia, de vivienda, de trabajo dignos,
de integración social, de maneras de manejar la vida cotidiana de forma
más vivible, de educación igualitaria, son vividas de forma especialmente aguda por las mujeres. Y son ellas las que expresan la urgencia de
su incorporación en los programas. (…) Gracias al concepto de género
disponemos ahora de una nueva manera de leer la realidad. Falta crear
instrumentos para que se aplique transversalmente de forma que llegue
a incluirse de manera “natural” en todas las decisiones”.
122. “Otra política es posible” Maria Dolors Renau. Revista URB-AL. Red Nº 12. 2005
200
Los mecanismos de gestión, organización, desarrollo de programas,
toma de decisiones de las organizaciones políticas excesivamente jerarquizadas obstaculizan nuestra participación cuando optamos por otras
formas de “negociación” y diálogo más horizontales u otras formas de
entender los modelos políticos. La ocultación, la falta de transparencia,
la no circulación de la información, el ejercicio de relaciones de poder
en espacios reducidos, la formación de núcleos restringidos de toma
de decisiones, el desconocimiento de las reglas del juego, etc repercuten en la creación de redes de intereses que dificultan la entrada de
las mujeres. Los mecanismos de exclusión no suelen ser explícitos, se
sino que se gestan entre pequeños grupos o élites que se parapetan en
espacios encubiertos. La falta de claridad dificulta la democratización
de las estructuras y la participación de las personas que no conocen el
funcionamiento de unas reglas que no son explícitas. Cuando las decisiones se llevan pactadas, cuando no es fácil conocer la información
y casi imposible acceder a los grupos de decisión, la participación se
convierte en una especie de laberinto en el que hay que ir sorteando
obstáculos para llegar a la meta. Y en esta maraña perdemos las últimas en llegar, las mujeres.
Unidad 4
2.6.- Sexto obstáculo. Las estructuras jerárquicas y con prácticas de
gestión política poco transparentes. ¿Están claras las reglas de participación en las organizaciones políticas?
2.7.- Séptimo obstáculo. El lenguaje sexista. ¿Discrimina el lenguaje a
las mujeres?
El lenguaje es el medio de comunicación verbal por excelencia y se
puede definir como el instrumento principal mediante el cual se transmite conocimiento y se representa el mundo en que vivimos. Es una
herramienta que nos enseña a pensar de un determinado modo y que
nos sirve como vehículo para relacionarnos. Con respecto a hombres y
mujeres, el lenguaje identifica lo que es femenino y lo que es masculino; lo que se nombra y lo que no se nombra; lo que está permitido y lo
que está prohibido. El lenguaje no es, por tanto neutral sino que está
lleno de matices y de intenciones,123 y en el ámbito político, al igual que
en otros espacios de relación, el lenguaje forma parte del “currículo
oculto”. Un sistema de reglas no escrito que actúa discriminando a la
mujer. Si tenemos en cuenta que en política la palabra es el instrumento básico para definir las ideas, comprenderemos la importancia
de la utilización de un lenguaje no sexista inclusivo y respetuoso con
la presencia y participación de las mujeres.
123. Mujeres y hombres por la Igualdad. Instituto de la Mujer España. 2005
201
Unidad 4
2.8.- Octavo obstáculo. El tratamiento de la imagen de la mujer política
en los medios de comunicación. ¿Nos tratan de la misma forma los medios de comunicación?
Los medios de comunicación representan la ventana en la que los políticos y políticas pueden dialogar con la sociedad. ¿Tratan de la misma
forma a los varones que a las mujeres políticas? Begoña San José realizó un estudio en seis comunidades autónomas españolas en 1999,
con estas conclusiones:
- Las cuotas de aparición en medios de comunicación de las mujeres políticas es inferior a su cuota de presencia en las instituciones, por lo que los medios invisibilizan la escasa participación existente.
- Los medios hablan más de las mujeres cuando son candidatas
que cuando ejercen cargos. El factor novedad está más consagrado como vendible al hacer listas y vender bien a las “chicas”,
que cuando éstas se ponen a hacer política.
- Cualitativamente hay una aplicación de estereotipos femeninos
asignados a las mujeres relacionados con menor asertividad o fuerza. Los hombres: afirman, califican, etc. exigen, aseguran, reclaman, acusan, discuten, aclaran, mientras que las mujeres políticas: dicen, niegan, defienden, proponen, rechazan, presentan…
- Los nombres propios de las mujeres como fuente de noticia aparecen menos en los titulares que los de sus homólogos masculinos. Con frecuencia la acción de una mujer se atribuye a su
partido o cabeza de lista.
2.9.- Noveno obstáculo. Los métodos de liderazgo y negociación.
¿Existen los mismos códigos de negociación?
Tal y como muestran los estudios sobre liderazgo, las mujeres lideramos nuestros equipos con una flexibilidad y comprensión que los hace
más eficaces. La participación horizontal, la colaboración, los trabajos en red, la comunicación transversal, el trabajo por objetivos y la
cooperación en los equipos son modelos que las mujeres han puesto en
práctica en su participación comunitaria y feminista. Esta metodología
más horizontal entra en confrontación con las estructuras excesivamente jerárquicas y autoritarias.
202
Hay, por último, un obstáculo mayor que no tiene que ver sólo con las
mujeres, pero que sí repercute directamente en las mujeres. Este obstáculo se deriva de la pérdida de confianza en la política como actividad,
y en los partidos políticos como organizaciones, fenómeno mayoritario
en los países occidentales. En este sentido, hay dos cuestiones que se
deben analizar. Para empezar se deben observar las tendencias de afiliación y militancia en partidos políticos. Además, se tiene que analizar
el fenómeno de pérdida de confianza en las instituciones políticas (que
puede derivar en una pérdida de legitimidad democrática), del que se
viene hablando desde los años 70, en las democracias consolidadas.
Unidad 4
2.10.- Décimo obstáculo. La falta de credibilidad política
Precisamente este factor de crisis de la política de partidos que afecta
a todos los Estados, se ha convertido en un motivo más por el que se
argumenta que es necesario que los gobiernos, los partidos y las organizaciones (de mujeres) participen en estrategias para conseguir una
presencia equilibrada de mujeres y hombres en la toma de decisiones
políticas. Así se manifiesta que, lograr que las mujeres se encuentren
en el centro de toma de decisiones políticas puede ser una manera de
reafirmar las credenciales de la política y la democracia.
3.- Estrategias e instrumentos para favorecer la participación de las mujeres en la política local 124
Existen muchas políticas y estrategias diferentes que gobiernos y partidos pueden adoptar y adaptar a fin de aumentar la participación de
las mujeres en la política. En los apartados siguientes se propone para
su debate cinco instrumentos políticos (se profundiza un poco más en
aquellos que se piensa son de aplicación en el ámbito municipal, dejando simplemente planteados aquellos cuyo logro depende de ámbitos
competenciales mayores):
- Investigación, recopilación de estadísticas y seguimiento: uno
de los instrumentos más importantes de las políticas de acción
positiva es la recopilación y publicación de estadísticas relevantes. Se trata de la confirmación empírica de la infrarepresentación de mujeres en la toma de decisiones. El paso siguiente es la
divulgación de las cifras.
La recopilación de datos sobre presencia de las mujeres en la
toma de decisiones políticas es un paso esencial para incrementar dicha participación... Con el fin de que las políticas gubernamentales destinadas a mejorar la situación se centren en lo
124. Este apartado se basa en el Documento Etapa 2004 “Hacia la plena ciudadanía de las mujeres” elaborado
por Rosa Escapa y Lázaro González para la Red Urbal núm. 12: “La promoción de las mujeres en las instancias de
decisión locales”, coordinada por la Diputación de Barcelona.
203
Unidad 4
fundamental; es asimismo aconsejable realizar investigaciones
sobre las barreras específicas que existen en cada país. También
es necesario realizar un seguimiento para evaluar la eficacia de
determinadas políticas.
- Sensibilización: los gobiernos pueden desempeñar una función
muy importante en el cambio de actitudes de la gente con respecto a la integración de la mujer en la política.
Se está hablando de la realización de campañas de sensibilización, que centren su atención sobre la importancia de una
participación igualitaria de mujeres y hombres en la toma de
decisiones, para progresar en la erradicación de la percepción
estereotipada de que los políticos son hombres.
Esto incluye posibles programas en medios de comunicación de
apoyo práctico a las candidatas, creando incluso canales específicos o plataformas para conseguir que sus manifiestos políticos
reciban atención pública (Irlanda).
- Ampliación del grupo de candidatos: Se han realizado muchos
estudios sobre los efectos de los procesos de socialización en el
aprendizaje de los papeles políticos. Es especialmente importante observar que hombres y mujeres se socializan de diferente
manera, lo que tiene consecuencias para sus posteriores posiciones en la sociedad. Así se habla del incremento de la participación e implicación política de las mujeres mediante la realización de cursos de formación dirigidos a eliminar barreras en la
participación de las mujeres en la toma de decisiones políticas.
•Socialización política: esferas pública y privada/ausencia de modelos.
•Educación cívica: comprensión de los principios democráticos.
•Formación profesional y enseñanza universitaria:
Existen en el campo del perfeccionamiento profesional
programas específicamente concebidos para ampliar el
grupo de candidatas potenciales para la actividad política. Estos programas ayudan a las mujeres a adquirir conocimientos y capacidades necesarios para presentarse como candidatas en elecciones locales o para
competir por cargos de dirección en la vida cultural, los
sindicatos y otras organizaciones sociales.
204
Unidad 4
Un ejemplo de programas de este tipo lo tenemos en los
Países Bajos, donde el Ministerio de Asuntos Sociales
ha patrocinado varios programas de formación para las
mujeres en general y para las mujeres inmigrantes en
particular. En estos programas de formación se incluye
el conocimiento del sistema político, especialmente de
sus aspectos jurídicos y financieros; el desarrollo personal, incluidas las capacidades de comunicación y negociación, técnicas de presentación y manejo de los medios de comunicación; la gestión del tiempo en la vida
laboral, la vida política y el hogar; así como el apoyo
psicológico y la evaluación de los avances conseguidos.
•Formación de cuadros: La mayor parte de los partidos
ofrecen programas de formación para sus miembros y
sus cuadros. Están dirigidos a la formación de mujeres
y hombres para que se presenten a elecciones y adquieran cualificación para la realización de campañas, técnicas de presentación y negociación, y formación relativa a la relación con los medios de comunicación.
Para las mujeres que carecen de suficiente confianza en
si mismas para presentarse como candidatas, resultan
de gran utilidad los programas de formación específica
ofrecidos por los partidos (programas de formación de
cuadros dirigidos a mujeres).
- Adaptación de los criterios de selección de los partidos políticos:
Se trataría de examinar los criterios de captación y selección
para descubrir enfoques sexistas, proponiendo definición de
nuevos criterios de elegibilidad e introducir políticas de acción
afirmativa (cuotas, listas que alternen hombres y mujeres, periodos máximos de permanencia en el cargo, etc.). Todo ello al
objetivo de superar la infrarepresentación actual de la mujer en
la toma de decisiones políticas.
•Requisitos de elegibilidad: Los criterios de elegibilidad
para políticos potenciales son mucho más difusos que
las normas que rigen la elegibilidad y el acceso en otros
ámbitos como el profesional o empresarial. Tal como
son en la actualidad, los procedimientos de captación y
selección que utilizan los partidos todavía están sesgados de manera que promueven la continuidad de grupos de individuos, predominantemente hombres, en los
puestos de poder. Es muy difícil vencer a las personas
que ocupan los cargos, y hay muy pocas vacantes para
puestos políticos de alto nivel. Las características que
205
Unidad 4
más se valoran en los dirigentes políticos son aquellas
principalmente asociadas con los hombres. De manera
similar, los criterios por los que se evalúan las cualificaciones para cargos públicos están definidos por la experiencia de los hombres. Si se incrementara la diversidad
de características que buscan los seleccionadores para
dirigentes políticos, se contribuiría a incorporar un mayor número de mujeres en los cargos públicos.
•Establecimiento de cuotas: Es uno de los instrumentos más controvertidos en cuanto a promover la igualdad de mujeres y hombres en la toma de decisiones
políticas, al que ya nos hemos referido en otro epígrafe de este capítulo, así como también hemos hablado
del concepto de paridad. Es importante que las cuotas
se combinen con otros programas para incrementar la
participación de las mujeres en los partidos, tales como
programas de formación para mujeres que son cuadros
del partido, y bases de datos de recursos humanos con
los nombres y perspectivas profesionales de las afiliadas al partido.
•Consolidación de liderazgos: Los estudios disponibles
demuestran que la duración de la carrera política de
los hombres es más larga que la de las mujeres, y que
cuando ocurren fenómenos de renovación de cuadros, la
renovación se hace, mucho más a costa de las mujeres
que de los hombres, y que en general el nivel de rotación
en los puestos “cuota” de mujeres es mucho más alto
que el de hombres. Este fenómeno no sólo tiene que ver
con las características personales de las mujeres o las
dificultades de conciliación de los diferentes roles que
tienen las mujeres. Fundamentalmente se explica, porque los hombres detentan el poder real en las organizaciones, y por que a menudo las mujeres sólo detentan un
poder delegado, lo que explica la mayor permanencia de
los hombres en el ejercicio del poder y la representación
política.
•Legislación: Consiste en la adopción de medidas jurídicas que garanticen una participación igualitaria de
mujeres y hombres en la toma de decisiones políticas,
para que ello no dependa de la voluntad política de un
gobierno específico o de los dirigentes de un partido. Se
trata de una legislación en la que se exija una representación paritaria, de la que también se ha hablado en
206
Unidad 4
otro epígrafe de este capítulo. La legislación destinada
a lograr la igualdad de género en la representación política es la estrategia más directa, pero también la más
controvertida. Hasta ahora muchos gobiernos la han
rechazado considerándola inconstitucional y contraria a las leyes contra la discriminación existentes. Un
ejemplo de situación contradictoria es la modificación
constitucional francesa y su ley electoral a favor de la
paridad o la derrota de las feministas y socialistas portuguesas o francesas por el de la inconstitucionalidad
de las legislaciones electorales a favor de la paridad.
Estrategias
1. En primer lugar, puesta en marcha de todas las acciones que incidan en los factores que afianzan el techo de cristal: reparto de
responsabilidades familiares, socialización de las mujeres para la
toma de decisiones, avance de los elementos objetivos de selección para puestos de decisión, etc.
2. La segunda cuestión importantísima es diagnosticar la situación,
disponer de datos y hacer un seguimiento de la situación de las
mujeres en los diferentes sectores. Es fundamental disponer de
argumentos para defender la participación de más mujeres en los
puestos de decisión.
Esta necesidad de afianzar los argumentos puede parecer una o
obviedad, pero no lo es. Existen muchos enemigos de la democracia paritaria. Existen también enemigas, mujeres que dicen
que ellas no quieren ser mujeres cuotas. Se utilizan toda clase de
argumentos para ridiculizar y combatir esta lucha de las mujeres.
Por eso, es muy importante cargarse de razones y conocer las estadísticas para demostrar la ausencia de las mujeres en el poder y
los argumentos para defender que esto, además de ser injusto, es
negativo para la democracia y la sociedad. Documentos europeos
a favor de la democracia paritaria comienzan diciendo: “Europa
tiene más de 370 millones de habitantes, un 51% de los cuales
son mujeres. A pesar del hecho de que la igualdad entre hombres
y mujeres es uno de los principios fundamentales de la legislación
de la Comunidad Europea, hay muy pocas mujeres en los puestos
de toma de decisiones, tanto a nivel europeo como en los órganos
de representación de los Estados Miembros”.
Dar ejemplos es muy útil y muy demostrativo. Grecia tiene un 4%
de mujeres alcaldesas y Portugal un 11%. Suecia, que ha incorporado medidas activas, tiene un 41%.
207
Unidad 4
La Declaración de Atenas planteaba que:
- Las mujeres son la mitad del talento y de las capacidades de la
sociedad. Usar eficientemente los recursos humanos significa
no excluirlas del poder.
- La ausencia de mujeres plantea el problema de la legitimidad
de las estructuras políticas actuales. Una democracia representativa, en la que los únicos representantes de la sociedad son
hombres, es una democracia incompleta.
- Las mujeres deben contribuir a cambiar la cultura y la agenda
política.
3. Medidas concretas de acción positiva:
- Modificación de las normas de financiación de los partidos políticos: este tipo de medidas lo que persiguen es obligar a los
partidos políticos a cumplir objetivos de paridad si no quieren
verse penalizados a través de su financiación.
- Cuotas aplicadas por los partidos políticos en la elaboración de
sus listas electorales.
- Modificaciones electorales: en los últimos años, se han producido iniciativas en varios países europeos para garantizar la presencia de mujeres en los órganos de representación, mediante
la modificación de la normativa electoral, introduciendo cuotas
o criterios de paridad (Bélgica, Italia y Portugal) o modificando
la Constitución (Francia).
4. Pactos y redes de mujeres: Las redes de mujeres, que incluyen el
trabajo coordinado de las mujeres que trabajan en distintos ámbitos
(ONGs, cargos institucionales, plataformas feministas), son muy importantes en este tema.
Hace falta en este trabajo contemplar la pluralidad ideológica;
también el reconocimiento del trabajo que realizan las mujeres en
distintos ámbitos: reconocer lo importante que son los avances
que las mujeres consiguen por el análisis y el trabajo de lo que
podríamos llamar las “teorías del feminismo”; reconocer también
y apoyar a las mujeres que trabajan en los partidos políticos y en
las instituciones; apoyar a las asociaciones de mujeres, tanto a las
que trabajan en temas específicos como a las más generalistas.
Trabajar en esta dirección, también incluye apoyar la consolidación de liderazgos y reivindicar la visibilidad de las mujeres.
208
6. El fortalecimiento de los organismos de igualdad y la denuncia de
su vaciamiento de contenido.
Ejemplos de estrategias para gobiernos y partidos
Gobierno
Tipo 1: Estrategias relacionadas con las
barreras individuales.
Partido político
Unidad 4
5. El trabajo horizontal, el mainstreaming: incluir en la agenda política
en todas las áreas, la variable de la situación de las mujeres. Tener
en cuenta que, además, esto debe incluir los distintos niveles de
actuación: municipal, autonómico, nacional e internacional.
Tipo 1: Estrategias relacionadas con
las barreras individuales.
Captación: Campañas de sensibilización Captación: Campañas para
mediante la financiación de ONGs
movilizar a las mujeres para que se
de mujeres (campañas de carteles,
afilien a los partidos políticos.
publicidad en televisión, anuncios, etc.)
Selección: Formación, incluidos
Captación y selección: Formación
los cursos de formación de cuadros
de mujeres mediante la financiación
dirigidos a mujeres.
de centros especiales de formación,
Selección: Mujeres que todavía
organizaciones de mujeres o partidos
no se deciden a que las nombren
políticos.
ayudan a los miembros electos a fin
Selección: Puesta a disposición
de obtener experiencia y confianza.
de instalaciones que liberen de
Fondos destinados a guarderías para
responsabilidades familiares a los/as
hijos/as de cuadros del partido.
representantes electos (ayudas para
contratación de cuidadores de niños; los
permiso por maternidad para diputadas,
etc.).
209
Unidad 4
Tipo 2: estrategias relacionadas con las
barreras institucionales.
Tipo 2: estrategias relacionadas con
las barreras institucionales
Selección: Banco de datos con
nombres de potenciales candidatas
para cargos públicos.
Selección: Adaptación de los criterios
de selección; eliminación de los
prejuicios existentes en relación con
el sexo.
Captación y selección: Financiación
de partidos políticos (secciones para
mujeres).
Selección: Revisión de procedimientos
y criterios de selección de todos los
cargos políticos.
Selección: Base de datos de nombres,
antecedentes y objetivos de la carrera
de afiliadas al partido.
Selección: Establecimiento de cuotas
para las estructuras internas del
partido y los organismos electorales.
Selección: Cuotas para cargos políticos
designados.
Selección: Distribución alterna de
hombres y mujeres en la lista de
Selección y elección: Legislación
candidatos o presentación de listas
(cambio de legislación electoral a fin
únicamente de mujeres.
de exigir que los partidos nombren a
un determinado porcentaje de mujeres)
210
Unidad 1
R
esumen de la unidad
211
La participación de la mujeres en la toma de decisiones y en la representación del poder político o económicos es una de las señas de
identidad del movimiento de mujeres contemporáneo, y garantizar que
las mujeres se encuentren en el centro de la adopción de decisiones
políticas ha sido una constante en la historia feminista que hoy continúa siendo prioritaria como se ha puesto de manifiesto en la reunión
Beijin+10 celebrada en New York en 2005.
Transcurridos más de cien años desde las conquistas de las sufragistas, aún hay algunos países que no reconocen a las mujeres el derecho
de ser elegidas en las elecciones. (Programa de Naciones Unidas para
el Desarrollo, PNUD, Informe de Desarrollo Humano 2003).
Unidad 4
Ideas resumen de la unidad
“Al ritmo actual las mujeres tardarán cinco siglos en conseguir la igualdad, según la OIT. Más de noventa países están gobernados por gabinetes exclusivamente masculinos. De aquí a 475 años los puestos de
decisión política y económica del mundo estarán repartidos en iguales
condiciones entre hombres y mujeres. Esta es la principal conclusión de
un estudio elaborado por la Organización Internacional del Trabajo.”125
El poder es uno de los espacios que más resistencia ofrece y ha ofrecido
al cambio y a la entrada de las mujeres, pues el mundo de las toma de
decisiones y del poder político es un ámbito especialmente difícil para
el acceso y la participación de las mujeres.
Es indudable que, durante las últimas décadas, la situación política de
las mujeres ha experimentado avances en algunos aspectos importantes; pero no es menos cierto que este progreso no ha sido homogéneo,
que persisten las desigualdades entre hombres y mujeres, y que siguen
habiendo obstáculos importantes que entrañan graves consecuencias
para el bienestar y el desarrollo. Esta situación se ha agravado por los
procesos de globalización y feminización de la pobreza.
“Para participar y cambiar la política tenemos que incorporar a la agenda de lo público y de la toma de decisiones, las prioridades, intereses
y perspectivas que las mujeres tienen sobre la realidad. Se trata de la
aportación específica y diferente de las mujeres en el mundo común. Y
se trata también de cambiar las reglas del juego y de la cultura política, formal e informal, que acompaña a todos los procesos de toma de
decisiones y de la explicación de las mismas.
El reto estriba ahora en plasmar las experiencias de las mujeres en formulaciones políticas, es decir, hay que atreverse a plantear cómo que125. Extracto de un artículo publicado en Diario Avui el 5-2-93 y recogido en: De otra manera, Cuadernos de Educación de adultas, vol4. Instituto de la Mujer, 1994. Citado en Prevenir la violencia de las mujeres: construyendo la
igualdad. M José Díaz Aguado, Madrid 2002. Instituto de la Mujer.
213
Unidad 4
remos las mujeres que sea la política, de forma que no sólo beneficie a
la mitad silenciada de la sociedad sino que represente una auténtica
transformación de los mecanismos profundos que dinamizan la actual
vida colectiva, tanto en sus instituciones como la de la cultura de los
partidos y los aspectos más informales del manejo de los poderes”. Mª
Dolors Renau.126
PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN
• ¿Pueden las mujeres participar plenamente en los espacios políticos?
• ¿Cuáles son las dificultades que afrontan las mujeres cuando
deciden trazar su carrera política?
• ¿Coinciden las prioridades de las mujeres y las de los hombres
en el programa político?
• ¿Qué actitudes dificultan el acercamiento de las mujeres a los
círculos de toma de decisiones?
• ¿Disponen las mujeres de las mismas oportunidades a la hora de
expresar sus opiniones?
• ¿Las organizaciones incorporan en su práctica la conciliación de
la vida familiar y laboral?
• ¿Deben adecuarse las organizaciones políticas a los nuevos modelos propuestos desde la perspectiva de género o deben ser las
mujeres las que se adapten a la realidad de los partidos?
• ¿Por qué es menor la participación política de las mujeres en las
organizaciones políticas?
• ¿Qué estrategias deben utilizar las mujeres para acceder a los
puestos de decisión y dirección en las organizaciones?
126. “Otra política es posible”. Dolors Renau, Comisionada para los Programas Internacionales de Igualdad y
Ciudadanía de la Diputación de Barcelona. 2005. Página Web Proyecto “Formación y Capacitación Política para
Mujeres” http://www.yopolitica.org.
214
Barreras invisibles: Actitudes resultantes de las expectativas, normas
y valores tradicionales que impiden la capacitación (de la mujer) para
los procesos de toma de decisiones / para su plena participación en la
sociedad.
Equidad entre hombres y mujeres: Imparcialidad en el trato a hombres y mujeres. Puede tratarse de igualdad en el trato o de un trato
diferente, pero que se considera equivalente en términos de derechos,
beneficios, obligaciones y oportunidades.
Unidad 4
Aclarando conceptos
Igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres: Ausencia de
toda barrera sexista para la participación económica, política y social.
Igualdad de trato entre mujeres y hombres: Ausencia de discriminación, directa o indirecta, por razones de sexo.
Techo de cristal: Barrera invisible resultante de un complejo entramado de estructuras en organizaciones dominadas por varones, que
impide que las mujeres accedan a puestos importantes
Igualdad legal: La igualdad jurídica, responde a la voluntad de adecuar legislativamente el principio de no discriminación por razón de
sexo entre hombres y mujeres. Se trata de igualdad formal. Consecuentemente, los derechos otorgados por este tipo de políticas son más
normativos que sustantivos debido a que se trata como “iguales” a
colectivos que en realidad son “diferentes”.
Desigualdad de género: Es aquella que influye de tal forma que adscribe a las mujeres a ocupar posiciones no equitativas respecto a las
que ocupan los hombres, en las mismas situaciones. La lectura desde
el género explica como la construcción social de la identidad de género influye directamente en los roles que adoptan los hombres y las mujeres.
El sexismo: El término «sexismo» se utiliza en las ciencias sociales
para designar aquellas actitudes que introducen la desigualdad y la
jerarquización en el trato que reciben los individuos, sobre la base de
la diferenciación de sexo; así por ejemplo, el establecimiento de ciertas
funciones como exclusivamente femeninas en masculinas en el ámbito
laboral, o el rechazo de una candidata a un puesto de trabajo por el
único hecho de ser mujer, presuponiendo que el ser hombre o mujer
confiere distintas posibilidades para realizar determinadas tareas. El
sexismo, derivado del orden patriarcal de la sociedad, es una pauta
cultural a la que hoy se oponen casi todas las leyes vigentes en el mundo occidental, dado que la democracia se basa en la idea de que todas
215
Unidad 4
las personas deben ser tratadas por igual y tener las mismas oportunidades, con independencia de su etnia, sexo o clase social. Sin embargo,
las discriminaciones sexistas siguen estando profundamente arraigadas en la cultura, aun cuando los cambios legislativos hayan modificado algunos aspectos y las hayan convertido en menos evidentes de lo
que fueron en otras épocas o de lo que son todavía en otras culturas.
Lecturas para la reflexión
¿Desean las mujeres el poder? Hemos seleccionado un fragmento del capítulo de Mabel Buri, titulado “El deseo del poder en la
construcción de la subjetividad femenina”
Ejercer influencia, tener poder. Aunque algunas estudiosas dentro
del movimiento de mujeres afirman que, en la actualidad, ha ocurrido
el final del patriarcado, (Manifiesto del Colectivo de Sotosopra 1997),
otras autoras sostienen lo contrario. A Jonnasdottir,) en su tesis política El poder del amor, Le interesa el sexo a la democracia?, afirma
que en las sociedades del norte de Europa, donde se ha logrado una
igualdad formal entre hombres y mujeres en cuanto a las oportunidades de trabajo, educativas, de participación política, etc., sin embargo,
persisten desigualdades de género. Esa desigualdad se afirma sobre la
inequitativa distribución de la responsabilidad de amar y de cuidados,
dentro de los vínculos de pareja, familiares y de atención de niños.
La autora debate el siguiente interrogante: ¿Por qué a pesar de contar
con una política pública bien intencionada y activa para conseguir la
igualdad entre los sexos, en las sociedades occidentales actuales todavía
persiste el desequilibrio y la desigualdad entre hombres y mujeres? Al
mismo tiempo que existe igualdad en cuanto a los derechos y oportunidades desde un punto de vista formal, también se dan ciertos mecanismos subyacentes que recortan las posibilidades reales de las mujeres
para alcanzarlos ¿por qué o cómo persisten las posiciones de poder político y social de los hombres frente a las mujeres, incluso en esa sociedad
del norte de Europa, donde la mayor parte de las mujeres adultas tiene
un empleo de tiempo completo o media jornada, en las cuales se cuenta
una elevada proporción de mujeres bien cualificadas, y en las que las
disposiciones estatales de bienestar, que obviamente beneficiarían a las
mujeres, se hallan relativamente bien desarrolladas?
Su hipótesis es que el patriarcado actual se sostiene sobre la lucha de
condiciones políticas del amor, más que sobre las condiciones del trabajo de las mujeres. Entiende el amor como “prácticas de relación sociosecuales y no como emociones que habitan dentro de las personas”.
Su tesis es sobre el amor como poder humano, materialista, alienable y
como práctica social, como un concepto básico para la reproducción del
216
Considero que en tanto esta responsabilidad de amar y cuidar los vínculos recaiga predominantemente sobre las mujeres, seguiremos encontrando que el género femenino adquirirá influencia pero no poder.
Ejercer influencia consiste en incidir sobre las maneras de pensar y de
sentir de los otros, mientras que tener poder consiste en contar con las
herramientas necesarias para decidir sobre lo que otros hacen. Aunque a menudo ambos coinciden, esto no siempre es así. A lo largo de la
historia, las mujeres han sido orientadas siempre a la adquisición de
influencia pero no de poder, en particular influencia que se ejerce en el
ámbito privado, pero no el poder que se adquiere en el ámbito público.
Ser reina del hogar, implica que, como toda reina, se influye, se reina,
pero no se gobierna.
Unidad 4
patriarcado. Afirma que hoy en día las mujeres cuestionan ser usadas
como fuente del placer y energía en condiciones que no controlan para
consumir su fuerza, una fuerza que los hombres convierten en poder
instrumental, sin darles la autoridad a cambio, manteniéndose ellas a
cargo del poder expresivo o afectivo. Pero lo que otorga verdaderas oportunidades de poder en la sociedad son las habilidades instrumentales,
no las expresivas-que lo sumo llevan a tener influencias, pero no poder
ni autoridad.
La influencia se ejerce a través del intercambio subjetivo con un fuerte
componente afectivo que inspira a los otros a tratar de seguir la opinión de quien ejerce la influencia, especialmente cuando los sentidos
que le otorga a las ideas o los modos de pensar. Se tiene influencia
cuando el modo de ver el mundo y de interpretarlo incide sobre los
otros, logrando que sigan sus criterios de significación. (…) ¿Será un
valor interesante incorporar en los nuevos modos de hacer política la
experiencia acumulada históricamente por las mujeres, en saber influir y procurar ganar consenso?...
¿Desean las mujeres el poder? Hernando, Almudena (coord.) Minerva
ediciones. Instituto de Investigaciones feministas. 2003.
Para saber más. Bibliografía y páginas web recomendadas
García de León, Mª Antonia. Elites discriminadas. Editorial Anthoropos. Barcelona.
Hernando, Almudena (coord.) ¿Desean las mueres el poder? Minerva
ediciones. Instituto de Investigaciones feministas.2003.
Le Monde Diplomatique, marzo 2002. Compilación: Género y globalización Mujeres.
217
Unidad 4
Le Monde Diplamatique. Editorial Aún creemos en los sueños. Santiago de Chile 2004.
Malabaristas de la Vida. Mujeres, tiempos y trabajos. Editorial. Icaria
Barcelona 2003.
Moreno, Montserrat. Cómo se enseña a ser niña. Ed. Icara. Barcelona, 1986.
Proyecto “EQUAL I0 .metal” Magali Martínez Solimán.
Renau Manén, Dolors y Berbel Sánchez, Sara (2001): Las mujeres en
la política. Material didáctico Cursos de “Formación de Mujeres, cargos
electos Municipales” – Programa desarrollado por el Departamento de
Cooperación Internacional, de la Diputació Barcelona 2001/2002.
Simón Rodríguez, Elena. Democracia Vital. Editorial Nancea.
Madrid.1999.
Valcárcel, Amelia. La política de las mujeres. Feminismos. Editorial
Cátedra. Madrid 2004.
http://www.mujeresenred.net/politica.htm
http://www.fes.org.ar/Act_Mujer_Politica.htm
http://www.mujereshoy.com/secciones/157.shtml
http://www.vozdemujer.org/politica.htm
Página Web Proyecto “Formación y Capacitación”
Política para Mujeres http:// www.yopolitica.org
218
La participación política de las mujeres en los
gobiernos locales
Presentación de la unidad
Unidad 1
Unidad V
Objetivos de la unidad
2.- Mujer y ciudad. La perspectiva de género
3.- Claves para la incorporación de la perspectiva de género en el
gobierno de las ciudades
4.- Instrumentos para desarrollar políticas de igualdad de género en el
ámbito local
4.1.- Instrumentos políticos generales
4.2.- Instituciones administrativas: estructuras,
mecanismos y recursos
4.3.- Instituciones participativas
5.- políticas de fortalecimiento de los derechos de las mujeres en el
ámbito local
5.1.- Una vida libre de violencia de género
5.2.- La promoción de los derechos económicos y sociales de las
mujeres desde las políticas locales
5.3.- Políticas locales a favor de los derechos sexuales y
reproductivos de las mujeres
5.4.- Las mujeres como agentes de desarrollo local
6.- Propuestas para el desarrollo de políticas en urbanismo,
transporte, seguridad ciudadana y vivienda
219
Presentación de la unidad
Esta unidad es un resumen del Documento Etapa de la Red Urbal
núm. 12: “La promoción de las mujeres en las instancias de decisión locales”, coordinada por la Diputación de Barcelona, cuyos
autores son Rosa Escapa y Lázaro González. Este documento, se realiza transcurrido el primer año del programa.
Unidad 5
Unidad V
La participación política de las mujeres en los
gobiernos locales
Está considerado como un documento estratégico de la Red. El documento íntegro puede ser consultado en la página en la que se contienen diferentes publicaciones generadas en la Red: http://www.diba.
es/urbal12/documentos/publicaciones.htm 127
Para los contenidos de esta unidad hemos seleccionado cinco de los puntos que hacen referencia a instrumentos de la igualdad, a políticas de fortalecimiento y a propuestas para el desarrollo de políticas de género.
Objetivos de la unidad
- Analizar la importancia de la perspectiva de género en las políticas locales.
- Comprender las claves de género que hay que tener en cuenta
en el desarrollo de políticas locales.
- Conocer los instrumentos para el desarrollo de políticas de
Igualdad de Oportunidades en las ciudades.
- Conocer las políticas de fortalecimiento.
- Analizar las propuestas para el desarrollo de políticas de
urbanismo.
127. El presente programa de formación política de mujeres se desarrolla en el ámbito de esta Red, entre países
socios de la misma. Prueba de la importancia del trabajo desarrollado en este tiempo, es en parte este material
didáctico que permanentemente recurre o hace referencia a ponencias, documentos, entrevistas, conclusiones etc.,
generados en el ámbito de la red (página WEB http://www.diba.es/urbal12/castellano.htm).
Recordemos que la Red núm. 12 está compuesta por unos 200 socios y diversas instituciones asociadas
pertenecientes a los países de América Latina y la Unión Europea asociados, con una representación por continentes del 60% y 40% respectivamente: El objetivo general de la red es el de compartir experiencias y promover
proyectos comunes entre entidades locales de países de la UE y América Latina, con la finalidad de proponer nuevos
modelos de ciudad, a través de la implementación transversal de políticas de igualdad de oportunidades y de la
promoción de una ciudadanía activa de las mujeres.
221
Unidad 5
...Y yo sabía ya, al entrar en una ciudad, por
muy piadosos que fueran sus habitantes, por
muy benévola la sonrisa de su rey, sabía yo que
no nos darían la llave de nuestra casa. Nunca
nadie se acercó diciéndono: “ésta es la llave de
vuestra casa, no tenéis más que entrar”.
Hubo gente que nos abrió sus puerta y nos sentó
a su mesa, y nos ofreció agasajo, y aún más.
Éramos huéspedes, invitados. Pero nosotros no
pedíamos eso, pedíamos que nos dejaran dar.
Porque llevábamos algo que allí, allá, donde
fuera, no tenían...
María Zambrano
La Tumba de Antígona
1.- Presentación
Las ciudades constituyen el espacio de relación más próximo entre administración y ciudadanía. Es el ámbito donde se desarrolla una parte
muy importante de la vida cotidiana. El lugar donde las políticas se hacen más cercanas y accesibles y en donde se establecen las condiciones
más idóneas para la participación democrática. Las mujeres siempre
han contribuido al desarrollo vital de las ciudades, sin embargo, han
permanecido en un segundo plano en cuanto a las decisiones sobre su
desarrollo y las estrategias de gobernabilidad, porque los municipios
se han conformado de acuerdo a la dicotomía entre espacios públicos y
privados, en los que se basaba la división de roles en función del género del “viejo contrato social”, según el cual el hombre salía a trabajar y
la mujer se quedaba en casa. Las mujeres no han estado presentes en
la toma de decisiones y en las políticas que han acompañada los procesos de desarrollo y de transformación del hábitat urbano, salvo de
una forma coyuntural o desde fuera del ámbito institucional. Es hace
apenas unas décadas cuando comienzan a ocupar puestos de responsabilidad en la administración municipal. La incorporación de la perspectiva de género a esta realidad, aporta una dimensión distinta en la
creación de un modelo de ciudad más habitable, solidaria y saludable,
que tenga en cuenta el bienestar, la diversidad y la plena participación
del conjunto de sus habitantes.
222
Nuestra insistencia en definir y concretar la participación de las mujeres en el gobierno de las ciudades, no se debe a un asunto de demografía. No es el hecho de que las mujeres representen la mitad, o más
de la mitad en algunos lugares, de la población, sino, el hecho, que
hemos subrayado en otras ocasiones, de que estamos discriminadas
y subordinadas. No es en la naturaleza biológica de los sexos donde
se encuentran las razones de desigualdad de las mujeres respecto a
la existencia de los hombres, si no en la sociedad y la cultura a través
del tiempo y el espacio. Es decir, es un asunto que tiene que ver con
las ideas y las acciones de la sociedad y las culturas en los procesos
históricos hasta el presente.
Unidad 5
2.- Mujer y ciudad. La perspectiva de género128
Precisamente para despegar a las mujeres de las explicaciones basadas
en los aspectos biológicos y en la religión, es que se acuñó y difundió el
término “género” 129 en los años setenta.
De origen inglés, el término “género” se propuso como una categoría
de análisis para diferenciar lo que son construcciones sociales y culturales, de lo que son los elementos biológicos del sexo femenino. Así,
es posible demostrar que las características humanas consideradas
“femeninas” son adquiridas mediante complejos procesos individuales
y sociales, en vez de derivarse esas características “naturalmente” de
su sexo. Se estableció, entonces, la distinción entre sexo y género.
El término en inglés no se corresponde exactamente con nuestro género en español, el que se refiere a la clase, especie o tipo de cosas, por
ejemplo: un género musical, o una tela mientras que en inglés se refiere
directamente a la construcción social de lo masculino y lo femenino.
El concepto de género, como el de descentralización y el de gobernabilidad, es complejo, contiene distintos puntos de vista y está expuesto a
la polémica. Actualmente, se encuentra ampliamente difundido entre
los organismos internacionales y agencias de cooperación, en los medios gubernamentales y entre las organizaciones no gubernamentales.
Es gracias a los estudios y a los movimientos feministas desde los años
setenta en varios países, que el concepto de género se planteó como
una nueva y diferente visión no solamente del hombre y la mujer, sino
de la sociedad y la historia. El creciente reconocimiento público de las
desigualdades e injusticias que sufren las mujeres en distintas sociedades, así como del enorme potencial de desarrollo que representan,
128. Texto Extraído de la Guía para la Formulación y ejecución de políticas municipales dirigidas a mujeres 2003.
Programa de Gestión Urbana. Coordinación para América Latina y El Caribe. http://hq.unhabitat.org/cdrom/ump/CD/
conceptual.html
129. La definición del término género y su implicación en la realidad de las mujeres se explica de forma más
amplia, en el apartado de definiciones al final de la unidad.
223
Unidad 5
ha permitido la entrada del enfoque de género que individualiza y especifica la problemática de las mujeres, no fundamentada en el determinismo de la biología y/o la religión.
Uno de los mayores obstáculos y desafíos que enfrentan los países para
lograr un desarrollo humano y sostenible es la persistencia de la inequidad y la injusta desigualdad de oportunidades, que ocurre entre clases
sociales, entre comunidades étnicas, entre la ciudad y el campo y entre
los hombres y las mujeres. De acuerdo a las Naciones Unidades (ONU):
La más persistente de esas disparidades es la que prevalece
entre hombres y mujeres, en desmedro de éstas. Sin que sus
capacidades sean inferiores a las de los varones, el menosprecio, la discriminación y la opresión hacen de la gran mayoría
de ellas seres perjudicados y subalternos. Esta situación desventajosa para la mujer se da en todos lo países, en todos los
aspectos primordiales de la vida: en la nutrición, la salud, la
educación, el trabajo, la comunicación, la economía, la política,
y en la administración pública y privada.
Si se toma como marco de orientación de las políticas y los proyectos
el desarrollo humano y sostenible, el enfoque de género cobra cada día
mayor importancia, ya que el mismo no se puede lograr sin el reconocimiento de la contribución de las mujeres al proceso de desarrollo. Así
se entiende que:
El desarrollo humano y sostenible tiene como objetivos el crecimiento económico sostenido, el desarrollo social, la protección
del medio ambiente y la justicia social. El logro de esos objetivos
será posible con la participación activa de las mujeres y de los
hombres en los procesos de desarrollo, a través de la igualdad
de oportunidades y con una participación más equitativa como
agentes y como beneficiarios del desarrollo.
La perspectiva de género aporta al desarrollo de las ciudades:
- Una forma de mirar y de pensar los procesos sociales, las necesidades y demandas, los objetivos y beneficios del desarrollo.
- Una metodología de trabajo a favor del principio de equidad y en
contra de la discriminación-subordinación de la mujer.
- Concebir el desarrollo desde los sujetos como agentes de cambio
y tener conciencia de que las acciones de desarrollo se ven afectadas, en su dirección e impacto, por las relaciones que no son
equitativas de género.
224
- Impulsar la adquisición individual y colectiva de poder (“empoderamiento”) como estrategia para superar los obstáculos que
impiden la equidad entre los géneros, ya que sólo entre sujetos
pares con poder se puede construir la equidad entre hombres y
mujeres.
Unidad 5
- Reconocer la heterogeneidad de las necesidades y demandas de
la población, teniendo en cuenta las de los hombres y las de las
mujeres, pero sin asumir que son indistintas; así como reconocer las consecuencias que implican las políticas públicas para
hombres y mujeres.
- Brindar la posibilidad de establecer una nueva relación entre el
gobierno local y las mujeres, haciendo realidad la promesa de
democratización y desarrollo al enfrentar simultáneamente la
pobreza, la calidad de vida y la discriminación-subordinación de
la mujer.
3.- Claves para la incorporación de la perspectiva de género en el gobierno
de las ciudades
Tal y como afirmábamos en el inicio de la unidad, el ámbito local es
el más cercano a la vida de las personas y, por lo tanto, un espacio
adecuado para solventar muchos de los problemas que tienen que ver
con los derechos de las mujeres. A partir del marco legislativo, que
garantiza el derecho de igualdad, el gobierno local puede desarrollar
propuestas concretas dirigidas a mejorar la calidad de vida de las mujeres, luchar contra la discriminación e influir en las actitudes y prácticas sociales que repercutirán en una relación más equitativa entre
hombres y mujeres.
Muchas de las acciones orientadas al desarrollo humano ocurren en el
ámbito local y es también en ese ámbito, donde se organizan muchos
de los servicios que son necesarios para garantizar la igualdad de oportunidades. Por ello, el local es también el espacio más cercano y accesible para el ejercicio de la ciudadanía. Es, en consecuencia, un espacio
estratégico para promover la igualdad de las mujeres y el ejercicio de
sus derechos sociales y políticos.
Los gobiernos locales, que cada vez han de disponer mayores atribuciones y recursos, dentro de políticas adecuadas de descentralización,
tienen una serie de posibilidades de actuación a favor de la participación política de las mujeres en las ciudades. Para el desarrollo de políticas para la igualdad de oportunidades en los municipios es importante
tener en cuenta las siguientes claves:
225
Unidad 5
- Las mujeres tradicionalmente se han hecho responsables de
actividades y servicios comunitarios. Están bien preparadas
para asumir también responsabilidades en el gobierno de
las ciudades, si se hace visible su labor y toman conciencia
del valor de lo que hacen, refuerzan su autoestima y se les
reconoce como sujetos de derecho y de decisión colectiva.
- Los poderes locales tienen grandes responsabilidades en la
protección ambiental, cuyo deterioro crea riesgos que amenazan sobre todo a los pobres y a las mujeres, que son a
menudo doblemente pobres.
- Los gobiernos locales enriquecen y democratizan sus programas de actuación si escuchan más las opiniones de las asociaciones o grupos organizados de mujeres en cuanto a gasto
público en áreas como vivienda, ordenación del territorio y
planificación de los servicios urbanos.
- El desarrollo local, generador de riqueza y de cohesión social,
hoy apenas es concebible sin la aportación de las mujeres,
en su planificación y en la misma concepción del desarrollo.
- Los servicios sociales básicos, como la educación, la salud,
especialmente la salud sexual y reproductiva, y los servicios
de atención a personas dependientes, tienen una incidencia
enorme en la vida de las mujeres. Los poderes locales están
obligados a planificarlos teniendo en cuenta esta circunstancia, y a contar para ello con la intervención de mujeres en la
toma de decisiones.
- Las infraestructuras públicas dependientes de los municipios, como el transporte y comunicaciones, el alumbrado público, el suministro de agua y otras, proporcionan movilidad
y seguridad de modo especial a las personas más pobres de
la comunidad, entre las que son mayoritarias las mujeres.
Por ello la perspectiva de género ha de ser tenida en cuenta
en las inversiones y planes de infraestructuras públicas.
- Los programas locales de promoción del empleo, con la participación del sector público y privado, han de tener como
uno de sus destinatarios principales a las mujeres, dada su
inferior tasa de empleo y su mayor dificultad de acceso a empleos de calidad.
- La lucha contra la violencia de género también se puede
combatir más fácilmente desde las políticas locales, haciendo que las mujeres dirijan las medidas tendentes a erradicarla, y que participen en los foros o comités destinados a
226
4.- Instrumentos para desarrollar políticas de igualdad de género en el
ámbito local130
La democratización, la descentralización y la solvencia financiera son
condiciones importantes para el desarrollo de políticas en el ámbito local, espacio donde las personas pueden ejercer sus derechos en la vida
cotidiana. Durante los últimos años, sin embargo, importantes áreas
de población han sufrido las consecuencias de la reducción del gasto
y del abandono por parte de los poderes públicos de algunas de sus
funciones clásicas. La reducción de prestaciones y servicios sociales
afecta a toda la población, pero, en muchos casos, especialmente a las
mujeres, que deben suplir en el núcleo familiar, necesidades básicas,
con enormes dificultades. En contextos de precariedad, es más difícil,
pero también más necesario, el contar con instrumentos para desarrollar políticas de igualdad y desde este punto de vista, resulta fundamental la presencia y, la presión de las mujeres, tanto desde dentro de
los partidos políticos y las instituciones, como desde los movimientos
vecinales y las organizaciones de mujeres.
Unidad 5
organizar la seguridad ciudadana, restaurar la paz y superar
las consecuencias de los conflictos.
Los instrumentos de la igualdad a nivel local son
1.- Instrumentos políticos generales
- Leyes nacionales sobre los derechos de las mujeres y la igualdad
entre mujeres y hombres.
- Leyes nacionales estableciendo porcentajes o paridad de género
a nivel nacional y autónomico y municipal.
- Programas de acciones positivas en los partidos políticos
municipales.
- Existencia de asociaciones y organizaciones de mujeres.
Si no hay mujeres en los gobiernos de las municipalidades, en
los ayuntamientos, difícilmente se pondrán en marcha políticas
eficaces y con los recursos necesarios. Tampoco se pondrá en
práctica la transversalidad en las políticas generales.
130. Extracto del Documento. Hacia la plena ciudadanía de las mujeres. Documento Etapa. 2004
227
Unidad 5
2.- Instituciones administrativas: estructuras, mecanismos
y recursos
- Delegación, Concejalía u Oficina de la igualdad entre mujeres y
hombres (provista de los recursos humanos y de su presupuesto adecuado), situada al mismo nivel jerárquico que otras áreas
políticas municipales y responsable tanto del desarrollo de las
políticas específicas destinadas a la igualdad de género como del
seguimiento de la transversalidad en las políticas generales.
- Plan de puesta en marcha de las políticas de igualdad de género
(con objetivos precisos, indicadores y un presupuesto específico).
- Voluntad política de integrar el enfoque de género en las políticas municipales, con asignación de responsables en todas las
Concejalías o áreas. Cada una de ellas debe definir objetivos, en
materia de igualdad de género, asegurando el diseño, la puesta
en marcha, el seguimiento y la evaluación de los mismos. Las
personas implicadas deben recibir formación en transversalidad
de género.
- Creación de un órgano de coordinación de las políticas de mainstreaming, que trabaje en colaboración con la Concejalía, área u
Oficina de la igualdad.
- Acceso y/o elaboración de los datos estadísticos desglosados
por género para todas las actividades municipales.
- Evaluación del impacto de las políticas, los programas y los servicios municipales en función del análisis de género.
- Formación de la aplicación del enfoque de género en la gestión
municipal (impartida al personal y a los técnicos/as municipales). Sensibilización de los y las responsables políticos/as.
- Programa de igualdad de género en la contratación (con objetivos específicos para las diferentes categorías de personal).
- Servicios de información a nivel de distrito, barrio o comunidad.
- Procedimientos para el seguimiento de las peticiones, necesidades y juegos de los ciudadanos y las ciudadanas.
228
- Consejo, Comisiones o Comités de mujeres relacionados con el
Consejo Municipal teniendo por mandato las propuestas y el seguimiento del cumplimiento de la política de igualdad de género.
- Comités permanentes de colaboración sobre temas concretos
(seguridad, transporte, vivienda, resolución sobre conflictos,
medioambiente, etc.), reuniendo grupos de mujeres, organismos
comunitarios y otros actores implicados.
Unidad 5
3.- Instituciones participativas
- Mecanismos de consulta y de incentivación de la participación
ciudadana.
Propuesta de Modelo de Organización
(*Nivel de máxima responsabilidad)
COMITÉ DE COORDINACIÓN DE LA TRANSVERSALIDAD
Unidad de análisis de género
Alcaldesa/Alcalde
Regidor/Regidora*
Educación
Formal e
Informal
Empleo
Hacienda Formal e
Informal
Urbanismo
Salud
Vivienda
Servicios
Sociales
Urbanismo
y Medio
Ambiente
Participación
Ciudadana
Gobernación y
Seguridad
Igualdad
entre
hombres y
mujeres
Plan de Políticas
específicas.
Estamos hablando de una propuesta, de un modelo posible. Cada ciudad, cada municipio o ayuntamiento tiene sus particularidades y sus
prioridades. Se deben adaptar los instrumentos, por lo tanto, a las situaciones concretas. En muchas ocasiones la realidad es muy precaria
o el poder de las mujeres muy débil. Se trata entonces de comenzar al
nivel posible. Como si estuviéramos construyendo un puzzle de piezas
que vamos encajando y superponiendo. Quizás al comienzo sólo tengamos una pequeña área de igualdad para trabajar, con poco personal y
menos presupuesto. No importa si tenemos clara la estrategia y dónde queremos llegar. La historia de la lucha de las mujeres ha durado
229
Unidad 5
decenios, siglos. Conseguir instrumentos y recursos para cambiar la
situación no es fácil, pero es más fácil si sabemos lo que queremos, la
estrategia para conseguirlo y las herramientas que hacen falta. Por esta
razón, no hay que conformarse con lo que algunas veces, se denomina
despectivamente “cosas de mujeres”. Una oficina, un área, una concejalía de la mujer es en muchas ciudades un logro muy importante.
También es muy importante disponer de un programa de actuaciones,
articulado y dotado de recursos. Pero si todavía no hemos conseguido
ese paso, podemos trabajar con algunas actuaciones concretas priorizando lo más urgente. El objetivo es que al final todas las políticas tengan en cuenta a las mujeres, que la ciudad responda a las necesidades
de todos y todas. Que todos y todas participen en el proceso de diseño
y configuración de la ciudad. Que hombres y mujeres sean ciudadanos
y ciudadanas en la realidad y no sólo en las leyes.
5.- Políticas de fortalecimiento de los derechos de las mujeres en el
ámbito local
Las políticas públicas son un elemento estratégico para garantizar la
equidad de género, ya que permiten el diagnóstico de las desigualdades, la planificación, los recursos, la evaluación y la sostenibilidad de
las acciones.
Muchas de las declaraciones y compromisos sobre los derechos de las
mujeres y la igualdad de género se han promovido por conferencias
y organismos internacionales, que han pedido a los gobiernos de los
países su ratificación. Las Naciones Unidas y los organismos dependientes han tenido un protagonismo especial en las declaraciones y
resoluciones sobre los derechos políticos de las mujeres, la eliminación
de todas las formas de discriminación, la eliminación de la violencia
de género, la protección de mujeres y niños/ as en emergencias y conflictos armados, la violencia contra las trabajadoras inmigrantes y la
igualdad de las mujeres en materia de propiedad, acceso y control de
la tierra y derecho a una vivienda digna.
Una de las más recientes resoluciones de las Naciones Unidas, la llamada Declaración del Milenio, se propone también la igualdad de derechos y oportunidades de las mujeres como un objetivo básico del
desarrollo, la lucha contra la pobreza y la paz.
Las resoluciones y declaraciones internacionales sobre los derechos de
las mujeres y la igualdad de género han desempeñado un papel importante en la progresiva toma de postura de los gobiernos y en la concienciación de la opinión pública de los países sobre las discriminaciones.
230
La mayoría de los países han ratificado los principales acuerdos internacionales sobre la igualdad de las mujeres y muchos de ellos, especialmente los más desarrollados, han transformado sus legislaciones
para garantizar la igualdad ante la ley. Afortunadamente son cada vez
menos numerosos los países que, por razones culturales, religiosas o
simplemente de oportunidad política, se resisten a reconocer legalmente la igualdad de derechos de las mujeres.
Unidad 5
Hoy, como reconoce el Informe de Desarrollo Humano 2003 del PNUD,
la equidad de género no sólo es una cuestión de justicia social, sino
una fuerza impulsora del desarrollo. La falta de autonomía de las mujeres quiebra los vínculos entre productividad, salud y educación. Las
mujeres con mayor nivel de educación son un potencial inapreciable
para el mercado laboral, la economía, la mejora de los servicios públicos, sobre todo los servicios básicos, y también un factor decisivo en la
mejora de la calidad de vida de las familias.
La eficacia transformadora de las leyes, sin embargo, es escasa, cuando éstas no van acompañadas de la acción política orientada a promover el ejercicio de los derechos. Esta acción transformadora sólo es
posible dentro de políticas centradas en la expansión de la democracia.
Ésta implica también que las mujeres participen en la toma de decisiones a través de estructuras democráticas o mediante la movilización y
actuación colectiva directa.
En las dos últimas décadas el avance de muchos países hacia la democracia ha ido acompañado, de procesos de descentralización. En este
tiempo, distintos regímenes en más de 60 países, muchos de ellos de
América Latina, han iniciado la transferencia de la autoridad política,
de los recursos y las responsabilidades administrativas desde el gobierno central o de cada estado o región a las instituciones locales.
La descentralización política es un proceso muy relevante desde el
punto de vista de los derechos de las mujeres, por distintas razones:
- Porque permite una respuesta más rápida a sus necesidades
reales, al ofrecerles mayores oportunidades de participación directa en la formulación y puesta en marcha de las políticas.
- Porque es más fácil aumentar la transparencia de las medidas, reduciendo la corrupción, gracias a la mejora de los
flujos informativos directos.
- Porque mejora la entrega de los servicios básicos como educación, salud, vivienda y agua potable, que tanto afectan al
bienestar de las mujeres.
231
Unidad 5
- Porque los conflictos se pueden resolver mejor con el debate
y la negociación en el ámbito de la propia comunidad. Las
mujeres han demostrado ser un agente eficacísimo de negociación y mediación en los conflictos en este ámbito.
- Porque hay más motivación para resolver los problemas cotidianos en el nivel local, que las mujeres conocen mejor que nadie.
- Porque, en definitiva, la propia localidad ofrece más oportunidades a las personas de tener voz en las decisiones políticas que afectan directamente a sus vidas.
La descentralización política, para ser efectiva, necesita que se transfieran recursos a las autoridades locales para la prestación de los servicios básicos. Los procesos de descentralización deben garantizar la
solidaridad entre todos los territorios de un país y la prestación normalizada y equitativa para todas las personas de servicios compartidos
como la salud, la educación o la creación de infraestructuras que requieren grandes inversiones.
La descentralización de las competencias y servicios, sin embargo, no
es una panacea cuando el Estado no tiene capacidad efectiva para garantizar ni su prestación, ni la representación de los usuarios y usuarios, ni la transparencia básicas. Los Estados débiles pueden sentir la
tentación de traspasar servicios a las administraciones locales cuando
tienen problemas para prestarlos, o pueden tender a repartir el poder
con las élites locales. Por eso la descentralización se relaciona más con
la capacidad, el éxito y el potencial del Estado que con su fracaso. Para
que la descentralización sirva a los intereses de la población, especialmente si sufre alguna discriminación, las autoridades locales han de
tener el poder y los recursos suficientes, estar comprometidas con los
ciudadanos y ser competentes. Pero a la vez, la descentralización debe
apoyarse en una sociedad civil bien informada y en las organizaciones
de ciudadanas y ciudadanos capaces de recoger y articular las opiniones e intereses de la comunidad.
Todo lo que a continuación se expone acerca de las políticas locales
como instrumento para la igualdad de derechos y oportunidades de
las mujeres se basa en los citados supuestos: autoridades locales con
poder y recursos suficientes, comprometidas con la comunidad, que
está integrada por ciudadanos y ciudadanas informadas, solidarias y
que tienen acceso a las decisiones comunes.
232
La violencia de género es un atentado contra los derechos humanos y
libertades fundamentales. Constituye también, como dice la Convención sobre la Eliminación de todas las formas de Discriminación contra
las Mujeres, una manifestación de poder y dominación de los hombres
sobre las mujeres, y “uno de los mecanismos fundamentales por los
que se fuerza a la mujer a una situación de subordinación respecto del
hombre”.
Ha existido una excesiva tolerancia de la violencia de género en los
procesos de socialización de casi todas las culturas, hasta que la persistencia de los crímenes, tratos degradantes y abusos ha conseguido
percibirse como una de las mayores vergüenzas para la democracia. El
problema es cómo acabar con esta vergüenza. Pero no va a ser fácil si
la violencia de género se sigue considerando como una mera patología
individual de los agresores y no como una patología social, que tiene
profundas raíces culturales y que se ve favorecida con frecuencia por
factores externos al agresor, como el alcoholismo, las condiciones económicas difíciles o las condiciones de violencia colectiva.
Unidad 5
5.1.- Una vida libre de violencia de género
¿Cómo pueden las políticas municipales contribuir a una vida libre de
violencia de género? Mucho o poco, según si se actuo o no de forma
concertada y global con otras políticas nacionales, y con todos los medios a disposición de la democracia. Las políticas municipales, además
de concertarse con otras políticas globales, deben orientarse prioritariamente a prevenir la violencia.
La prevención de la violencia de género debe comenzar por la escuela,
con una acción transversal a todas las áreas de aprendizaje y desde la
primera infancia. El objetivo educativo esencial es incentivar valores
de respeto mutuo, de tolerancia y de igualdad de oportunidades. Estos
valores se defienden mejor cuando la propia organización de la escuela
garantiza la igualdad de trato y los docentes, hombres o mujeres, son
con su conducta ejemplo de estos valores.
Las escuelas tienen también un papel importante en la prevención de
la violencia hacia los niños y niñas que están en situación especial de
riesgo. Para ello se necesitan programas de atención específicos e individualizados dirigidos a quienes se encuentran en esta situación.
Las autoridades locales en muchos países tienen escasas competencias educativas, por lo que sus políticas de prevención de la violencia
de género deben orientarse a apoyar acciones concertadas con las administraciones educativas y, sobre todo, con las comunidades escolares de la localidad.
233
Unidad 5
Un segundo ámbito de prevención son los medios de comunicación
social. La tolerancia de la violencia, incluida la de género, sigue siendo
escandalosa en estos medios, especialmente en la televisión, que es el
de mayor audiencia. Los poderes locales en pocos casos tienen capacidad de influir en los programas de televisión o de otros medios, pero sí
pueden promover campañas mediáticas contra la violencia que se inflige a las mujeres o utilizar distintos mecanismos para que los programas que fomentan la discriminación no cuenten ni con el apoyo de la
publicidad institucional ni con el favor de las organizaciones locales.
La prevención también se puede ejercer mejorando la seguridad de las
mujeres. Las políticas de seguridad local son esenciales en este sentido, aunque deben estar coordinadas con otras políticas de seguridad
del Estado. Lo importante en este tipo de prevención es organizar dispositivos y espacios seguros, para que la agresión sea difícil. Muchas
agresiones de género ocurren en la calle, pertenezcan o no los agresores a la familia de las agredidas. La ubicación y/o vigilancia de los
parques, de los estacionamientos, de los centros comerciales, de las
paradas de autobuses y de otros lugares que frecuentan las mujeres,
es una medida disuasoria fundamental. Otras agresiones ocurren en
los propios domicilios, en los que las medidas de seguridad son menos
eficaces, pero también son posibles y dependen mucho de la determinación de las autoridades para evitarlas.
Además de la prevención, el ámbito local resulta fundamental para mejorar los servicios comunitarios a disposición de las mujeres víctimas
de la violencia. Entre las políticas destinadas a mejorar estos servicios
habría que destacar:
- El apoyo a las organizaciones y asociaciones de la localidad,
desde las deportivas y culturales hasta las económicas, que
integren como miembros a las mujeres sin ningún tipo de
discriminación.
- El apoyo a las asociaciones de hombres o mujeres, que tengan como objetivo específico la prevención de la violencia de
género o la asistencia a las víctimas. Es muy positivo que
cada vez más hombres se incorporen a esta lucha activa contra la violencia de género, no sólo por su efecto ejemplificador,
sino porque pueden contribuir a desactivar el estereotipo de
la dominación vinculado a la condición masculina, ya que el
machismo y su exponente agresivo perjudica al conjunto de
la sociedad.
- La mejora de los mecanismos de detección de los malos tratos por los servicios sociales y sanitarios, así como la capacitación específica del personal de los servicios.
234
- La dotación de servicios y casas de refugio, con los medios
y el personal debidamente capacitado, que pueda también
atender a las diferencias culturales de las víctimas, hoy frecuentes, en países que acogen a mujeres inmigrantes.
- La organización de programas de empleo específicos, que incluyan acciones de capacitación laboral, y de educación y
atención a sus hijos e hijos, que prioricen la inserción de las
mujeres en situación de dependencia económica, para que
nunca la pobreza o la necesidad de mantener a sus hijos las
obligue a volver al maltratador.
Unidad 5
- La presencia en la policía local de mujeres especialmente
preparadas, que se encarguen de atender a las víctimas, sobre todo en los momentos posteriores a las agresiones.
- La provisión de ayudas económicas y servicios de atención
social a las víctimas, mientras sean necesarias.
- La protección especial a las mujeres pertenecientes a minorías étnicas, a las que viven en comunidades rurales remotas, a las detenidas, a las ancianas, a las minusválidas o a
las que viven en medio de conflictos armados.
- En general, cualquier política local que vaya destinada a tomar en consideración las necesidades de las mujeres doblemente expuestas a la violencia.
No cabe duda, que estas políticas de mejora de los servicios comunitarios de atención a las víctimas son más caras que las que se orientan
a la prevención, pero resultan imprescindibles, mientras la violencia
de género no se erradique totalmente, que es el objetivo final. Sin los
medios y recursos adecuados, las declaraciones y las disposiciones políticas, se quedan en mera retórica y no sirven para garantizar la más
mínima solidaridad con las víctimas.
La erradicación total se logrará cuando cambien radicalmente las actitudes, creencias y tradiciones que amparan la violencia de género. Este
cambio implicará un compromiso social muy fuerte, que resultará más
fácil a las nuevas generaciones que hayan crecido libres de los estereotipos de poder y dominación relacionados con el género.
Mientras tanto, los cambios legales y la mejora de tratamiento judicial de
la violencia contra las mujeres son esenciales. Estos cambios no dependen de las políticas locales, pero sí implican un compromiso local. Los
cambios deben orientarse, entre otras, en las siguientes direcciones:
235
Unidad 5
- El reconocimiento y penalización adecuada de las violencias
ejercidas contra las mujeres.
- El establecimiento de medidas de protección judicial eficaces, de acuerdo con un nuevo enfoque de los delitos contra
las mujeres.
- La restricción de los derechos de custodia y visita a los hijos
e hijas cuando hay riesgo de violencia.
- Las medidas contra el acoso sexual de las mujeres adultas por
personas que tienen autoridad o responsabilidad sobre ellas.
- La persecución, con los medios más eficaces, de las nuevas
formas del delito de tráfico y de explotación sexual de seres
humanos.
Finalmente, cualquier política local contra la violencia de género debe
ser diseñada y puesta en práctica con la participación de mujeres en
los organismos responsables.
Esto resulta imprescindible no sólo porque son las mujeres quienes
mejor conocen sus propias necesidades y problemas, sino porque existe una amplísima evidencia sobre la eficacia de esta participación.
Como demuestran los informes de organismos internacionales, las
mujeres que sufren la peor parte de la violencia en los conflictos bélicos, son un extraordinario agente de pacificación y reconstrucción, y
saben llegar como nadie a las raíces del conflicto y a las soluciones. Los
conflictos bélicos dejan enormes secuelas, no sólo económicas y sociales, sino también psicológicas, que son incluso más duraderas, como
las depresiones, odios..., que las mujeres enfrentan con gran realismo,
cuando forman parte de los comités de pacificación.
En situaciones de paz colectiva, la violencia de género no es de muy
distinta naturaleza para las víctimas, aunque la sociedad se empeñe en
considerarla como una estadística aleatoria de conflictos meramente
individuales. Quienes han pasado por la situación de violencia, necesitan primero ayuda para recuperar la autoestima y la capacidad de
vivir sin miedo. Pero, una vez que lo han conseguido, son un excelente
recurso humano para organizar una comunidad y una ciudadanía libre de la violencia.
No es sólo el hecho de ser mujer lo que capacita para tomar decisiones
políticas contra la violencia de género, sino el haber tenido experiencia
de lo que la violencia conlleva, como víctima o como profesional que ha
236
Por ello, las políticas locales contra la violencia de género deben ser
dirigidas por mujeres que conozcan bien las raíces y las soluciones del
problema. La “complicidad” de los hombres es imprescindible, pues los
orígenes de la violencia están en los prejuicios que afectan a toda la
sociedad, hombres y mujeres. Pero éstas tienen derecho a ser la parte
fundamental en las decisiones para erradicar la violencia que más directamente les afecta.
Una vida libre de violencia de género es una vida más libre sin más y
también el mejor exponente de una ciudadanía auténticamente democrática.
Unidad 5
ayudado a las víctimas, o sencillamente como ser humano que las ha
sabido comprender y ayudar a salir adelante.
5.2.- La promoción de los derechos económicos y sociales de las mujeres desde las políticas locales
Garantizar los derechos económicos y sociales de las mujeres es esencial para ayudar a salir de la pobreza (hay más mujeres pobres a causa
de la desigualdad de género) y tener una calidad de vida.
El derecho a la educación, al trabajo, a igual remuneración, a la protección de la salud, a la seguridad social, a la propiedad, al ocio y esparcimiento, a la participación en la vida cultural, a tener una vida digna,
etc., han sido reconocidos en las legislaciones de la mayor parte de los
países sin distinción de género. Pero en la realidad las discriminaciones
de género persisten en cada uno de ellos. En la mayoría de los países
las mujeres abandonan antes los estudios; en todos cobran menos por
el mismo trabajo; en todos tienen menos tiempo para el ocio y el esparcimiento; en muchos no tienen garantizados los servicios de salud materno-infantil; gran parte de las mujeres pobres no tienen acceso a una
vivienda social; bastantes países restringen aún el derecho a la propiedad de las mujeres o lo subordinan al consentimiento de un varón.
Los estados tienen la obligación de reconocer la igualdad de las mujeres con los hombres ante la ley y poner los medios para que esta igualdad sea efectiva. Nadie puede negar esta responsabilidad principal de
los poderes públicos nacionales o regionales, en la medida de sus competencias. Dejando bien sentada esta premisa, también se puede decir
que los poderes locales son los que toman las decisiones que afectan
más inmediatamente o de forma más cercana a la calidad de vida de
las ciudadanas y ciudadanos.
Los organismos municipales tratan de cerca o deciden sobre la cantidad y calidad de los servicios que la población utiliza habitualmente
como el transporte colectivo, los servicios de ocio, la seguridad, la
237
Unidad 5
disponibilidad de vivienda social, la planificación del territorio que incluye los servicios de educación y de salud y los programas de desarrollo local. Los municipios, además, juegan un papel central en la armonización de todas las intervenciones de otros actores sobre el territorio,
incluidos los organismos gubernamentales.
5.3.- Políticas locales a favor de los derechos sexuales y reproductivos
de las mujeres
La lucha a favor de la igualdad de las mujeres debe ir acompañada de
la afirmación de su diferencia como ser humano, la reivindicación de
su especificidad sexual y de la maternidad como función social y como
fuente de desarrollo personal.
La formidable lucha que han mantenido las mujeres en el siglo XX,
para afirmar su imprescindible autonomía económica, ha dejado en
parte en segundo lugar la importantísima experiencia personal y social, específica de las mujeres, que supone la maternidad. Una concepción de la producción como valor supremo de la vida económica
ha dejado a la reproducción como una actividad de valor secundario e
incluso como un obstáculo para la producción. Al desvalorizar social
y económicamente la maternidad frente al trabajo se desvaloriza a las
mujeres y una parte de su ser diferencial.
Asimismo, valores y creencias de diverso tipo, han dado a la mujer un
mero papel instrumental de madre, al servicio de una sociedad que
necesita disponer de la fuerza de trabajo adecuada. Se ha negado la
maternidad como experiencia personal y se ha desvalorizado el estatuto de la maternidad.
Por otra parte, los mismos valores y creencias citadas se han encargado de poner trabas al desarrollo de la sexualidad de la mujer, enfatizando unas veces su papel instrumental materno, otras veces su papel
de instrumento sexual del hombre.
Las políticas locales de igualdad a favor de las mujeres, como las de
todos los poderes públicos, han de ayudar a romper esta dicotomía
producción/reproducción y afirmar las diferencias como principio de
nuestro mismo ser humano, unido a la identidad de derechos.
Tal vez no parezca importante la contribución que desde los municipios
se puede hacer a este cambio de mentalidad y sobre la valoración de la
sexualidad femenina y el estatuto de maternidad, pero consideramos
que líneas de acción como las siguientes serán de gran ayuda:
238
- Aumentar los números de ayudas y programas municipales dedicados al cuidado de los niños pequeños, con el fin de apoyar a
las madres trabajadoras.
- Reconocer el trabajo social no pagado que las mujeres prestan
a la comunidad, usando el ahorro que este trabajo supone para
incrementar los servicios que dan acceso gratuito a las madres
y mujeres que se hacen cargo de personas dependientes, a los
servicios sociales, culturales, deportivos, de ocio, y de todo tipo,
que dependen del municipio.
Unidad 5
- Contribuir a que los servicios de atención primaria den acceso
a todas las mujeres a los programas de asistencia a la salud
sexual y reproductiva.
- Promover la educación sexual y la coeducación de niñas y niños,
con programas de apoyo a las escuelas en este sentido.
- Facilitar que las ciudades sean espacios de relación y cohesión,
que permitan la completa integración de todas las personas en la
vida de la comunidad, independientemente de su origen, sus recursos económicos, su cultura, su sexo y su orientación sexual.
5.4.- Las mujeres como agentes de desarrollo local
El desarrollo regional y local es un campo de enorme interés para las
mujeres en cuanto usuarias de servicios y también en cuanto agentes
y/o dirigentes del desarrollo. El desarrollo local consiste fundamentalmente en la mejora de la calidad de vida de todas las personas y en la
mejora de su participación ciudadana. Esto implica la consideración de
distintas dimensiones en los planes de desarrollo local: el crecimiento económico, el incremento del empleo, la prioridad social del gasto
público, la mejora de los servicios públicos, la inclusión de todas las
personas en la comunidad, la utilización y potenciación del capital humano local, el reconocimiento de las diferencias étnicas y culturales,
la protección de los recursos históricos y ambientales, etc. Una concepción del desarrollo local desde una sola dimensión, por ejemmplo
de económica, es absolutamente ineficaz y puede crear más problemas
que los que resuelve.
Una concepción equilibrada del desarrollo obliga a considerar a las mujeres como agentes y no sólo como beneficiarias del desarrollo local.
Como agentes del desarrollo local, las mujeres se ubican muy bien
en un medio que vincule desarrollo económico, integración social e
identidad cultural, y a la vez, poseen una sólida experiencia de la vida
239
Unidad 5
cotidiana. Por otra parte, cada vez más las mujeres poseen una sobrecualificación en relación con su presencia en la vida económica.
El desarrollo local pierde, en consecuencia, el potencial de recursos
humanos que suponen las mujeres, si éstas no se integran con una
representación significativa y eficaz en los órganos que diseñan y deciden en este campo.
La mayor presencia de las mujeres en los comités de desarrollo local
conlleva, en primer lugar, que sean reconocidas como agentes y socios
solventes del desarrollo. Esto implica mejorar la visibilidad de la contribución de las mujeres al desarrollo, organizando el marketing social
de sus realizaciones y sus estructuras de representación: su presencia en las mesas de concertación, su papel como emprendedoras, su
aportación a los servicios comunitarios, la implantación de sus asociaciones... Para ello habrán de tener acceso a todas las tribunas locales:
dosieres de prensa sobre la actualidad local, lugares de discusión de la
agenda política local, comisiones de consulta, lobbies, asociaciones...
El objetivo de estas acciones es hacer valer el saber hacer específico
y las competencias de las mujeres como grupos organizados y como
individuos para tomar decisiones que afectan a la calidad de vida de
toda la comunidad.
Pero es importante, asimismo, que el desarrollo local tenga en cuenta
los intereses y las realidades de las mujeres. La condición de las mujeres en una ciudad es muy plural. Sus realidades dependen no sólo de
su condición de género, sino de su ubicación en la escala social, su pertenencia a unos grupos humanos o su desarraigo, su entorno familiar,
su origen étnico o cultural, etc. Depende, sobre todo, de su mayor o menor independencia económica. El mero hecho de que algunas mujeres
tomen parte en las decisiones políticas y económicas de la localidad no
garantiza que se tengan en cuenta las realidades de todas las mujeres,
especialmente de las que, a su discriminación de género, unen otras,
especialmente la pobreza. Las mujeres en puestos de poder local que no
entienden las realidades de intereses de mujeres de otras clases u otros
grupos diferentes al suyo aportan poco al desarrollo local.
Por ello resulta imprescindible que las políticas y decisiones de desarrollo local tiendan a corregir las situaciones que más perjudican
a las mujeres. Estas políticas han de restablecer en gran medida los
derechos económicos y sociales violados por una doble discriminación.
Reseñemos brevemente algunas de las tareas prioritarias:
- Garantizar el derecho a la educación a lo largo de la vida es
también una de las prioridades de las políticas, pues aunque
en muchos lugares las niñas y jóvenes tienen ya un nivel de
educación equivalente o superior a los varones, muchas jóvenes
abandonan tempranamente los estudios por necesidad familiar
240
- El derecho al trabajo es un derecho inalienable de todo ser humano, e incluye la aplicación de criterios igualitarios de selección de personal, la libertad de elegir profesión, el derecho a
igual remuneración, a la seguridad social, a la protección de
la salud y seguridad en las condiciones de trabajo, a proteger
el empleo de las mujeres en los periodos de maternidad y a garantizar protección especial a la mujer durante el embarazo. Es
obvio que la responsabilidad de todos los poderes públicos en
la protección del derecho al trabajo es muy clara, aunque hoy
es uno de los derechos de las mujeres más violados. Desde los
poderes locales la contribución más eficaz puede consistir en la
promoción de programas de empleo local de las mujeres, que incluyan formación ocupacional, y en el papel ejemplificador que
la administración local debe ejercer en el trato laboral de las
mujeres que son sus empleadas.
Unidad 5
o presión cultural y muchas mujeres adultas carecen de oportunidades o tiempo para una actualización de sus competencias
profesionales, sobre todo cuando necesitan reincorporarse al
mercado laboral tras intervalos dedicados a la familia. Los programas de educación y formación profesional en la vida adulta
constituyen una excelente política de igualdad de oportunidades
en la que los municipios deben participar decididamente.
- El derecho a la salud sexual y reproductiva de las mujeres incluye como requisito diferencial no sólo el acceso a los servicios
de atención sanitaria comunes al resto de la población, sino
también a la planificación familiar, a la atención especializada
durante el embarazo, el parto, el período posterior al parto, la
atención materno-infantil y la prevención y tratamiento de enfermedades ginecológicas. Avala la necesidad de dicho acceso la
alta tasa de mortalidad materna e infantil que está vinculada a
la imposibilidad de acceso de las mujeres pobres a dichos servicios especializados de salud.
- El derecho a la salud incluye también el acceso a otros servicios locales como el agua potable y el saneamiento. Las mujeres
tradicionalmente han jugado un papel muy importante en la
provisión de agua y condiciones de higiene a las familias. En los
países en vías de desarrollo lo siguen jugando. Es por tanto una
prioridad sanitaria la mejora de estos servicios y la facilitación
del acceso de las mujeres a los bienes que proporcionan, para
incrementar su calidad de vida. Pero a la vez es preciso que los
municipios promuevan los procesos de la Agenda 21 Local y que
las mujeres participen en ellos como recomienda el capítulo 24
de esa Agenda.
241
Unidad 5
- Los impuestos municipales también han de tener en cuenta la
consideración de género. Muchas tasas y consumos cargan sobre las familias, como el consumo de agua, el servicio de recogida de basuras, el impuesto de bienes inmuebles, sin tener
suficientemente en cuenta que las mujeres son más frecuentemente cabezas de familia y pobres. No es necesariamente más
justo que todos paguen igual o que determinados consumos o
impuestos no tengan en cuenta situaciones diferenciales de género, como las circunstancias sociales y el tipo de familia.
- La inclusión de las mujeres sin recursos económicos en la vida
de la comunidad, exige también que los servicios sociales, culturales y de ocio, que dependen del municipio, se planifiquen con
una perspectiva de género. Sería una injusticia inconcebible en
una sociedad democrática que ellas no fueran un grupo destinatario con prioridad para recibir la atención de esos servicios.
- La participación de las mujeres pobres en los servicios culturales
y de ocio también ha de ser una prioridad municipal, pues les
ayudan a sentirse miembros de la comunidad y compartir sus
espacios de encuentro, de bienestar y de intercambio emocional.
6.- Propuestas para el desarrollo de políticas en urbanismo, transporte,
seguridad ciudadana y vivienda
Desde los años 80, diferentes autoras feministas comienzan a poner
de manifiesto que los entornos espaciales de las ciudades reproducen las relaciones sociales en general y las relaciones de género en
particular. Por otra parte, cambios acelerados están creando problemas en nuestras ciudades, a los que no se está dando la respuesta
adecuada. Esto es obvio para muchas mujeres, que deben realizar
múltiples roles de trabajadoras, madres o responsables del sostén
familiar y que sufren graves carencias de tiempo y espacio, en el intento de realizar todas sus tareas en una sociedad y en un entorno
urbano que no las reconoce ni las apoya.
En las ciudades actuales las mujeres que combinan rutinas y trayectorias entre lo doméstico y lo profesional, lo público y lo privado,
la casa y la ciudad y que siguen soportando una gran asimetría en el
reparto de responsabilidades dentro de la familia se enfrentan todos
los días al carácter inhóspito de la ciudad, la falta de zonas verdes y
de servicios, la pésima dotación en infraestructuras, los problemas
de circulación, los niveles inaceptables de ruido y contaminación, la
ausencia de lugares de sociabilidad y al déficit de autonomía de las
personas más débiles respecto a la accesibilidad y a la seguridad.
242
Aunque los problemas se pueden enfocar desde distintos ángulos,
en los últimos años se han realizado contribuciones interesantes,
planteando la necesidad de facilitar las actividades y necesidades
de la vida cotidiana en un marco espacial adecuado, con las infraestructuras necesarias y los transportes que permitan cubrir las
distancias.
Unidad 5
En la ciudad postindustrial la crisis de la habitabilidad se ha visto
acentuada por el aumento desmesurado de los extrarradios, por la
degradación de los cascos urbanos históricos, por la estructuración
compleja del tiempo, articulado en distintos horarios, mientras aparecen nuevas tipologías de trabajo, flexibles y reducidas, que exigen que se lleven a cabo nuevos análisis sobre la recomposición del
tiempo y del espacio en nuestras ciudades.
Desde el punto de vista de la planificación urbanística, se trata de
permitir a las personas desarrollar sus actividades dentro de un ámbito espacial-temporal concreto. Para las mujeres y también para los
hombres, poder compaginar sus vidas laborales y familiares puede
ser casi imposible en un espacio urbano en el que barrios residenciales/dormitorios están muy distantes de los lugares donde se trabaja, mal comunicados entre sí y con falta de integración de las infraestructuras sanitarias o educativas en los proyectos cotidianos.
En torno a estos problemas, han surgido en los últimos años, análisis teóricos, e iniciativas prácticas de muy distintas características
y dimensiones. Desde el proyecto Frauen-Werk-Stadf que desarrolló
en Viena un complejo de viviendas diseñado desde el punto de vista
de las mujeres y la vida cotidiana, hasta la experiencia canadiense
“Parada Segura” que permite a las mujeres que utilizan el transporte público en horarios de noche, bajar fuera de parada y cerca
de su casa, pasando por la creación de Unidades de Asesoramiento
en igualdad y género en las administraciones locales (Comunidad
Autónoma de Andalucía en España), un número importante de experiencias se están llevando a cabo para contribuir a integrar la
perspectiva de género en el urbanismo (www.generourbano.org).
243
Unidad 5
Ideas clave
La participación de las mujeres en las ciudades ha sido
el tema central desarrollado por la Red Urb-al núm. 12:
“La promoción de las mujeres en las instancias de decisión locales”, cuyos contenidos se encuentran en la
página Web: http://www.diba.es/urbal12/
A continuación presentamos las conclusiones del Seminario realizado
en el Salvador en el 2003 que plantea las siguientes propuestas:
- Que las ciudades se planifiquen con la participación de las mujeres, ya que sus puntos de vista ayudarán a mejorar los espacios de convivencia, el medio ambiente, los planes de vivienda,
los transportes, la seguridad y otros muchos aspectos que hacen a las ciudades más humanas y habitables.
- Que se fomente la ciudadanía activa de las mujeres para que
puedan ser elegidas alcaldesas y concejalas en un porcentaje
similar a los hombres.
- Que las ciudades promuevan un pacto social para que mujeres
y hombres compartan las responsabilidades en la familia, en el
empleo y en el gobierno municipal.
- Que las ciudades sean espacios de cohesión social, en los que
se sientan acogidos sin discriminación todos los grupos humanos y en los que los conflictos se resuelven por el diálogo y no
por la fuerza. Que las ciudades constituyan espacios de aprendizaje de paz y resolución pacífica de conflictos.
Algunas propuestas
A continuación se plantean algunas de las propuestas más frecuentes
desarrolladas por los trabajos mencionados. La estructura, y parte del
contenido de las propuestas, está basada en el trabajo de Frederika
Gepken, directora del proyecto EQUA. Holanda.
Agrupación espacial de varias funciones
La zonificación fragmenta la sociedad y las zonas urbanas monofuncionales hacen más difícil la convivencia. Por esta razón es positivo
integrar y mezclar usos y funciones en el diseño urbanístico.
244
Recomendaciones
-
Acercar equipamientos a la vivienda
.
.
-
Tiendas móviles, comidas a domicilio, teleasistencia.
Servicios colectivos en la planta baja de los edificios de pisos y
condominios.
Unidad 5
Cuando distintos equipamientos como un centro escolar, guarderías, instalaciones deportivas y sanitarias, se encuentran a escasa
distancia unos de otros, es posible llevar a cabo los distintos eslabones de la cadena de actividades diarias de una manera más fácil.
Trabajar cerca del domicilio
.
.
Oficina de teletrabajo dentro del barrio.
Proporcionar espacio de oficinas a pequeña escala dentro del
barrio o en la ciudad.
-
Presencia y agrupación de las funciones y de los equipamientos
. Mezclar funciones asociadas con el trabajo y el domicilio en
zonas urbanas.
. Presencia de guarderías.
. ubicación de las funciones en relación las unas con otras.
. Agrupar funciones (complementarias), por ejemplo, instalaciones
recreativas para niños cerca del centro escolar, escuela colectiva;
combinación de tiendas, servicios y viviendas.
. Acceso fácil a los equipamientos.
-
Funciones y equipamientos agrupados en zonas con posibilidades de
trabajo
.
.
Guarderías, tiendas, bancos, instalaciones de ocio, por ejemplo
instalaciones deportivas y restaurantes, etc.
Romper las divisiones entre suburbio y centro urbano, haciendo
que cada uno tenga las ventajas del otro.
Calidad del sistema de transporte público y privado
La calidad del transporte público y privado es otro factor importante. De hecho, aquellas personas que deben compaginar diversas
tareas se benefician cuando la distancia entre distintos eslabones
en la cadena de sus tareas pueden cubrirse de modo rápido, seguro,
cómodo y económico.
245
Unidad 5
Recomendaciones
-
Sistema de transporte de calidad
.
.
.
.
.
Eficaz (tan directo como sea posible).
Buena red bien intercomunicada.
Diseño bien pensado.
Seguro.
Medidas inversoras, normativas, fiscales y de gestión que
permitan reducir el transporte privado y mejorar el transporte
público.
-
Buen sistema de transporte público
. Acceso fácil a las paradas y estaciones.
. Conexión frecuente y rápida con el transporte público.
. Adaptado a ancianos niños y minusválidos.
. Tarifas económicas, información disponible, taquillas de billetes,
etc.
. Intercambiadores para trasbordo entre transporte privado y
público.
. Mobiliario y mantenimiento del intercambiador: teléfonos, aseos,
información, etc.
. Intercambiadores equipados con servicios.
. Transporte a medida, autobuses con paradas solicitadas, taxis-bus,
tren-taxi, colectivos.
-
Nuevas zonas de vivienda y trabajo donde el tráfico y el transporte se
integran
.
.
-
Fácilmente accesible por coche, tren, autobús, etc.
Crear aparcamientos disuasorios en los accesos a las ciudades
congestionadas para disminuir la entrada de vehículos privados a
las mismas.
Reforzar desde el punto de vista del género
.
.
Trazado, rutas y frecuencia del transporte público, en relación
a los patrones de movilidad de las mujeres que vinculan
desplazamientos laborales con desplazamientos debidos a la vida
cotidiana.
Combatir la inseguridad, real o percibida, en el transporte
público, en las paradas, en los estacionamientos.
La calidad del espacio público
El espacio urbano puede estimular la interacción entre las personas, creando espacio intermedios de convivencia. Hay que cuidar
suficientemente la seguridad, de tal forma que los grupos más vul-
246
Recomendaciones
-
Calidad del espacio público como lugar de encuentro
. Mobiliario urbano.
. Limpieza.
. Lugares de estar.
. Impulsar la creación de espacios intermedios entre los lugares
privados y públicos.
-
Seguridad colectiva en lugares públicos
. Buen alumbrado.
. Ubicación clara y bien organizada de zonas “verdes” y
“adoquinadas” en el espacio público.
. Buen mantenimiento del espacio público.
. Espacio público a prueba de agresiones.
. Evitar al máximo crear zonas peligrosas (túneles utilizados con
poca frecuencia, aparcamientos mal alumbrados, etc.)
. Combinar zonas vulnerables con actividades que impliquen
vigilancia
. Evitar el crecimiento de macrocentros comerciales en las
periferias de las ciudades, para proteger la vida de los mercados y
tiendas pequeñas y crear estructuras de zonas verdes urbanas en
todos lo niveles de la planificación.
. El espacio intermedio deberá favorecer el juego de los niños y
niñas, de los y las jóvenes del vecindario y el encuentro entre las
persona adultas, y deberá respetar la tranquilidad y la seguridad
de las mujeres y de las personas ancianas.
. Calles peatonales donde el recorrido sea tranquilo, despejado,
agradable y seguro.
. Cuidar los criterios de diseño de los equipamientos: usos mixtos,
iluminación, vigilancia natural desde ventanas y calles, diseño
para uso nocturno, accesibilidad de vehículos, ergonomía, etc.
. Tener en cuenta las necesidades de distintos grupos de mujeres
y familias, especialmente los grupos más vulnerables: mujeres
cabeza de familia; mujeres mayores; mujeres inmigrantes;
mujeres maltratadas, etc.
Unidad 5
nerables, incluidos los niños y las niñas de menor edad, los ancianos/ as y los y las, así como miembros más frágiles de nuestra
sociedad puedan desplazarse sin problemas. Hay que dedicar una
atención especial a la accesibilidad para sillas de ruedas, andadores
y cochecitos de bebé. El espacio urbano debe diseñarse con lugares
de “estar” y con recorridos compatibles con las personas.
247
Unidad 5
Calidad de la oferta de vivienda
Una vivienda bien pensada, flexible en términos de funcionalidad y
utilización, es un factor clave. Puede permitir el llevar a cabo cadenas de actividades complejas, adaptarse a los cambios inevitables
en el ciclo vital de las personas, así como por los del ciclo vital de
una familia. Cuando el espacio para vivir es tal que se puede adaptar a las necesidades evolutivas de las familias y las personas, éstas
serán menos propensas a mudarse fuera de su barrio, lo cual potenciará el desarrollo de fuertes vínculos sociales.
Recomendaciones
-
Oferta de vivienda para distintos esquemas de actividad, familias y etapas
de la vida
.
.
.
.
.
.
Adaptabilidad a las actividades de las personas.
Adaptabilidad al ciclo vital.
Distribución interior de la vivienda. Necesidades diferenciales
para distintas agrupaciones familiares: mujeres cabeza de familia,
personas mayores solas; padres con hijos adultos; personas adultas
sin parentesco. Tipos y tamaños de las piezas, relaciones entre
ellas. Adaptación a los nuevos papeles de hombre y mujeres en la
familia y a las nuevas formas de vida.
Características de una nueva política de vivienda. Papeles de los
sectores públicos y privado. Papel del tercer sector y las cooperativas.
Regulación, financiación, subvenciones y ayudas fiscales. Papel de
la promoción pública directa.
Soluciones para segmentos específicos de la demanda, en particular
la demanda de hogares encabezados por mujeres y los mayores.
Innovación en las formas de tenencia alternativas a la propiedad.
Elaboración de las políticas desde el punto de vista del género
Para conseguir un urbanismo de calidad hay que permitir que las
organizaciones, los organismos interesados e implicados directamente (oficinas por la igualdad, asociaciones vecinales, comisiones
consultivas de mujeres, etc.) contribuyan a la planificación desde
las etapas preliminares del diseño y estén presentes en el desarrollo
de los proyectos.
248
-
Promover políticas de educación ciudadana y de uso de la ciudad.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Participación en las modificaciones normativas en las
legislaciones urbanísticas, en la redacción de planes y en la
gestión urbanística necesaria para garantizar la mezcla de usos.
Integración de la planificación urbanística y las políticas de
transporte e infraestructuras. Modificaciones institucionales:
estructuras y procesos de coordinación interinstitucional y
resolución de conflictos.
Mecanismos para proteger el uso dotacional e impedir las
recalificaciones.
Identificar los contextos institucionales donde debe integrarse la
perspectiva de género.
Definir las estructuras necesarias a nivel local.
Identificar los impactos diferenciales de género de la legislación
urbanística y los cambios normativos y legislativos que puedan
ser propuestos a corto plazo.
Identificar las prácticas actuales específicas de la planificación
que producen efectos discriminatorios con las mujeres.
Identificar modos concretos en que las necesidades de las
mujeres pueden ser introducidas en cada faceta de los procesos
formales e informales de planificación: por ejemplo, en la
redacción de planes, en el desarrollo de los proyectos, en los
procedimientos de control y de consulta pública.
Tener en cuenta cómo se consideran en cada uno de esos
procesos los efectos distributivos para distintos grupos de
personas, incluyendo distintos grupos de mujeres (solas con hijos,
mayores, con o sin trabajo remunerado, etc.).
Identificar y definir instrumentos que permitan introducir la
variable de género en la definición y evaluación de las políticas
urbanas y la planificación, por ejemplo indicadores y estadísticas.
Evaluar los impactos diferentes entre hombres y mujeres de los
recursos públicos que se invierten en urbanismo: por ejemplo en
transporte motorizado, transporte público, equipamientos.
Unidad 5
Recomendaciones
249
Unidad 1
R
esumen de la unidad
251
Las políticas locales influyen de forma decisiva en las condiciones de la
existencia humana, si aportan los servicios necesarios a la calidad de
vida de las personas con menos recursos y ayudan a generar el sentido
de pertenencia a una comunidad. Los derechos humanos también se
pueden garantizar con estas políticas, pues las personas no ejercen
sus derechos por el mero hecho de verlos reconocidos en las leyes. Las
políticas locales inciden en la práctica social que hoy es un factor más
decisorio, si cabe, que las leyes para erradicar toda discriminación.
Las argumentaciones que se enfocan al género se basan fundamentalmente en los principios de equidad y justicia para las mujeres. Como
punto de partida, se trata del reconocimiento de que en la sociedad en
su conjunto, y en el nivel local, existen situaciones de discriminación
de las mujeres respecto a los hombres.
Unidad 5
Ideas resumen de la unidad
La perspectiva de género aporta a la gestión municipal, un elemento
consustancial a la gestión municipal que responde al desafío de la innovación, que articula eficiencia y bienestar, que se abre a la inclusión
de la diversidad social, y que alienta la liberación de las energías sociales para el desarrollo humano y sostenible. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), de las Naciones Unidas,
afirma que:
El desarrollo sostenible exige la integración explícita de la perspectiva de
género. Lo que gana la gestión municipal, por lo tanto, es cualitativamente más que un insumo técnico que le facilita visualizar la heterogeneidad
de beneficiarios de su política y oferta institucional, le permite identificar acertadamente las diferentes necesidades y demandas de mujeres y
hombres, calibrar mejor las obras y proyectos a realizar, dónde y cómo,
racionalizando el uso de los recursos y aumentando la eficacia.
Preguntas para la reflexión
• ¿De que forma la perspectiva de género influye y cambia la posición de las mujeres en las ciudades?
• ¿Cómo y con qué estrategias deben articularse la participación de
las mujeres en las ciudades?
• ¿Qué políticas son prioritarias en las ciudades para mejorar la
situación de las mujeres?
• ¿Qué relación existe entre desarrollo y políticas de género?
253
Unidad 5
Aclarando conceptos
Género: la organización de Naciones Unidas (ONU), en los trabajos
preparatorios de la IV Conferencia Mundial sobre las Mujeres celebrada en Pekín, en septiembre de 1995, adoptó oficialmente la definición
de género como una herramienta de análisis de la realidad de todas las
mujeres. El género se dice es “la forma en que todas las sociedades del
mundo determinan las funciones, actitudes y relaciones que conciernen
al hombre y a la mujer. Mientras que el sexo hace referencia a los aspectos biológicos que se derivan de las diferencias sexuales, el género es
una definición de las mujeres y de los hombres, construida socialmente
y con claras repercusiones políticas. El sexo de una persona es determinada por la naturaleza pero su género lo elabora la sociedad.
Sexo: Características biológicas de las personas, viene
determina por los genes.
Género: Características sociales aprendidas y como tal se
pueden cambiar.
Roles de género: Es el conjunto de tareas y funciones que realizan
mujeres y hombres según lo que cada sociedad les asigna. Sus comportamientos y conductas se aplican artificialmente como un cliché,
en función del sexo de las personas. Así, tradicionalmente el rol femenino atribuye a las mujeres el cuidado de la familia y de los afectos,
confinándolas al espacio doméstico y negándolas el acceso al espacio
público, donde tienen lugar las decisiones políticas y económicas. Los
hombres, sin embargo, ocupan el espacio público, considerado socialmente como el único productivo y en el que se desarrolla la actividad
laboral, social. En contraposición se les priva de participar en los cuidados y los afectos.
De generación a generación y de un lugar a otro, tareas que en un sitio
están íntimamente ligadas a los hombres, en otro son realizadas por
mujeres. Por ejemplo, en América del Norte, se supone que los agricultores son hombres, pero en África la mayor parte de la producción de
alimentos proviene del esfuerzo realizado por mujeres. Es importante
comprender que estas variaciones se dan entre países, pero también
dentro de los mismos países, entre regiones o grupos culturales. De
tiempo en tiempo, nuestros propios roles cambian a medida que nos
transformamos de hija/hijo en adultos y padres/madres.
Género y sexo: El sexo identifica la diferencia biológica entre mujeres
y hombres. El género identifica las relaciones sociales entre ellos. Por
lo tanto, se refiere no a hombres y mujeres sino más bien a la relación
entre ellos y la manera en que dicha relación se construye socialmente.
254
Moser, Caroline O.N. (1993). Gender Planning and development: Theory,
practice and training; New York: Routledge.
Estereotipos: Son el conjunto de ideas simples, pero muy arraigadas
en la conciencia colectiva y que se escapan del control de la razón. Los
estereotipos determinan cuáles deben ser los comportamientos y las
actitudes, correctas o incorrectas, de mujeres y de hombres, construyendo su personalidad de una forma unidireccional.
Unidad 5
Las relaciones de género son específicas a cada contexto y a menudo
cambian como respuesta a las circunstancias cambiantes.
Discriminación desde la perspectiva de género: La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la
Mujer, la define como: Toda distinción, exclusión o restricción basada
en el sexo que tenga por objeto o por resultado menoscabar o anular el
reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer, independientemente de su
estado civil, sobre la base de la igualdad del hombre y la mujer, de los
derechos humanos y las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural y civil, o en cualquier otra esfera.
La igualdad de género: Implica el reconocimiento e igual valoración
social de mujeres y de hombres, así como las tareas y funciones que
realizan. Este concepto presupone la ausencia de cualquier tipo de
jerarquía de un sexo sobre otro, así como la plena participación de
mujeres en todos los ámbitos de la sociedad: público, laboral y privado.
Desde un punto de vista jurídico, la igualdad de género forma parte
consustancial de los Derechos Humanos y eje fundamental de cualquier ordenamiento democrático.
Lecturas para la reflexión
Guía para la Formulación y ejecución de políticas municipales
dirigidas a Mujeres 2003. Programa de Gestión Urbana. Coordinación para América Latina y El Caribe www.pgualc.org
Política Social y Mujeres. La proximidad de los municipios a las mujeres representa a la vez una ventaja y una desventaja: por un lado, ellas
son su principal público interesado y las que llevan hacia las familias
los servicios y programas asistenciales; sin embargo, es en la comuna
donde parece más fácil la ilusión de que lo que se hace por las familias
representa automáticamente una ventaja para las mujeres.
Tradicionalmente, los municipios conciben y se dirigen a la mujer en
su rol de madre y en su condición de pobre, mutuamente reforzándose
las prácticas paternalistas y asistenciales. Asimismo, dos supuestos
255
Unidad 5
impiden visualizar políticas más eficaces para las mujeres de sectores
populares:
1) Que no existen diferencias en la pobreza de los hombres y mujeres,
o dicho de otro modo, que las necesidades y características de la pobreza son semejantes en un mismo nivel socioeconómico, independientemente del sexo u otra diferencia de las personas.
2) Que las mujeres son un grupo homogéneo, de similares características y necesidades, cuyas diferencias son irrelevantes para la política
social.
La heterogeneidad de las mujeres en condiciones de pobreza -recuperando aquí la caracterización de heterogeneidad antes señalada- y
las diferencias de género dentro de la pobreza, han sido reconocidas
y documentadas en numerosas investigaciones, y por los organismos
de las Naciones Unidas y agencias internacionales de cooperación. Sin
embargo, aún aparece la contraposición entre equidad social y equidad
de género en el campo de las políticas sociales, supeditando la equidad
de género a la superación de la pobreza, o sea: la falsa disyuntiva de
optar entre invertir en pobreza o invertir en igualdad de oportunidades,
creyendo que una vez superada la pobreza se podrá enfrentar la problemática de las mujeres. Consideradas sólo como pobres, dado que
la política social opera con estrategias de localización particularmente
sobre grupos vulnerables, los esfuerzos y recursos no se dirigen a todas las mujeres pobres, descuidando al conjunto de las mujeres que
están en situación económica desfavorable. Además, el “maternalismo”
de la política social -en tanto discursos y prácticas que ensalzando el
rol materno femenino determinan políticas y programas, en nombre de
las necesidades y capacidades especiales de las mujeres relacionadas
con su roles familiares- contribuye a la exclusión y la confusión en un
doble sentido: mayor acceso a los servicios sociales cuando las mujeres
son madres; confusión entre los objetivos y beneficios dirigidos a las
familias, y a las mujeres.
La pobreza y los roles tradicionales se potencian mutuamente, en consecuencia, las políticas sociales deben abordar ambos aspectos a la vez.
En este sentido, la apuesta para la política social local es asumir que los
objetivos de equidad social y equidad de género no se contraponen, por
el contrario, la superación de la pobreza será más rápida y la política
social será más eficiente si se construye desde una perspectiva de equidad de género.
Las mujeres son parte constituyente de todos los grupos de pobreza:
desempleados, subempleados, pobres del campo o la ciudad, jóvenes,
tercera edad, indígenas. De igual manera el género no es una varia-
256
El gobierno local tiene que aprender a contemplar y responder a la
pobreza femenina más allá de la privación de elementos materiales, teniendo en cuenta las variadas formas y combinaciones que presenta:
La pobreza del tiempo: Las tareas domésticas y las atenciones
personales a los miembros de la familia consumen gran parte
del tiempo y de la energía de las mujeres.
Unidad 5
ble más de la pobreza, sino una dimensión integrante e integral de la
pobreza. El desafío de la heterogeneidad es abordable, entonces, por
medio de la homogeneidad de criterios de equidad de género.
La limitación del acceso a la recreación y al descanso es la
consecuencia más predecible.
La pobreza de trabajo: La mayoría de los empleos de las mujeres en las ciudades son de baja productividad y baja remuneración. Tratan de conseguir trabajos cerca de la casa y organizar la vida cotidiana para desplazarse en un radio restringido,
compitiendo con otras mujeres por las limitadas alternativas
de trabajo que existen alrededor.
La pobreza de vínculos sociales: Tiene que ver con el acceso y
pertenencia a los “activos sociales” que son vínculos con otras
personas en términos de relaciones de intercambio y reciprocidad; si las mujeres pobres carecen de este tipo de vínculos y
redes sociales son doblemente desafortunadas.
La privación estética: Se cree que para las/los pobres los criterios estéticos son irrelevantes, supuestamente las carencias y
frustraciones de cada día llevan a la gente a un estado de desinterés por el aspecto estético de las condiciones de vida. Sin
embargo, se empeñan por embellecer el lugar que habitan con
lo que pueden y como pueden, siendo un aspecto importante
en la percepción subjetiva de la pobreza. Para las mujeres, los
espacios verdes en el barrio adquieren un especial significado
de sociabilidad y calidad de vida. Lo estético estrechamente
conectado a lo práctico, es un potencial de las mujeres en el
mejoramiento de las condiciones de pobreza.
La privación de seguridad: Entre los hogares de mayor pobreza se repiten los “azares catastróficos” como accidentes, incendios, enfermedades repentinas y graves, eventos de robos
o problemas judiciales. Son “azares” que en realidad derivan
de las permanentes condiciones de precariedad e inseguridad
que rodean la vida cotidiana de las familias pobres. Todas estas emergencias afectan de manera especial a las mujeres.
257
Unidad 5
Otra cuestión a reconsiderar en la política social del gobierno
local es el tema de la vulnerabilidad asociada a las mujeres pobres. Los grupos vulnerables, entre los que se cuentan las mujeres, son objetivos de las políticas sociales focalizadas que establecen los organismos financieros internacionales adoptadas
por los Estados nacionales y, en consonancia, por los gobiernos
locales. El enfoque de vulnerabilidad puede ser útil para iluminar ciertos procesos que llevan a caer en la pobreza, y prestar
atención no solamente al problema de los recursos materiales
sino de los no materiales. Por ejemplo: la vulnerabilidad de la
mujer está relacionada con la mayor restricción de expresar sus
derechos y de participar en la vida pública social, política y laboral debido a la oposición del cónyuge o compañero, y a la falta
de tiempo por las responsabilidades doméstica que no son compartidas. Es decir, que son factores de género los que inciden
sobre el grado de vulnerabilidad de las mujeres pobres.
Un aspecto de suma importancia que hay que cuidar, es la
frecuente confusión entre la vulnerabilidad relacionada con
recursos y una “fragilidad” atribuida a características inherentes a las mujeres. En este sentido, un énfasis abusivo y
malentendido en las mujeres como grupo vulnerable, ha
llevado a considerarlas como víctimas pasivas y legitimar
políticas asistencialistas.
Las mujeres jefas de hogar constituyen un grupo vulnerable
objetivo de las políticas focalizadas de combate a la pobreza,
ante las evidencias del creciente aumento de las familias pobres a cargo de una mujer en las ciudades latinoamericanas,
y la constatación de la “feminización de la pobreza” desde la
década de los años ochenta.
Para saber más. Bibliografía y páginas web recomendadas
Carta de Roma. Las mujeres por la renovación de la política y la
sociedad. 1996.
Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujeres: Acción para la Igualdad, el
Desarrollo y la Paz. Declaración y Plataforma de Acción. Beijing. 1996.
Declaración de Atenas. Adoptada en la Primera Cumbre Europea “Mujeres en el Poder” Atenas 1992.
258
Documentos de RED URB-AL Nº 12. Diagnostico inicial, ponencias y
conclusiones del Seminario de lanzamiento en San Salvador, Plan Operativo. 2003
Martínez Ten, Carmen y Gutiérrez López, Purificación El voto de las
mujeres 1877-1978. Hacia la representación paritaria. Catálogo de la
Exposición.
Unidad 5
Documento de la Comisión Europea. “Cómo conseguir una participación igualitaria de mujeres y hombres en la adopción de decisiones
políticas” Guía para la aplicación de políticas destinadas a incrementar
la participación de la mujer en la toma de decisiones políticas. Luxemburgo. 1997.
Resolución del Parlamento Europeo sobre el informe de la Comisión
sobre la aplicación de la recomendación 96/694 del Consejo de 2 de diciembre de 1996 (COM (2000)120 - (5-0210/2000 - 2000/2111 ((OS)).
Participación Equilibrada de las Mujeres y los Hombres en los procesos
de toma de decisión.
San José, Begoña. El poder en lo local. Jornadas “Construyendo la igualdad en el espacio público”. Unidad para la Igualdad de Oportunidades y
Políticas de Género de la Diputación Foral de Bizkaia. 2002.
Valcárcel, Amelia. Feminismo y poder político. Colección de Mujeres
Progresistas.
Carta Europea de las Mujeres en la Ciudad, 1994-95. Se puede
consultar en: http://www.habitat.aq.upm.es/boletin/n7/acarta.html.
Gobernabilidad. Sociedad Civil y Participación Igualitaria. Naciones Unidas Cumbres. Temas y Sub-temas
http://www.pnud.org.ve/cumbres/temasoportunidades.html
Recomendación general 23, adoptada por el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, 16° período de sesiones, 1997, U.N. Doc. A/52/38. CEDAW Gen Rec 23 in Spanish
http://www1.umn.edu/humanrts/gencomm/Sgeneral23.htm
259
Unidad 1
Unidad VI
Hacia un nuevo liderazgo político
Presentación de la unidad
Objetivos de la unidad
1.- Definición y características del liderazgo
1.1.- La influencia personal
1.2.- La acción del liderazgo se ejerce con el fin de conseguir una
determinada meta o metas
1.3.- La acción de liderazgo puede ser puntual
2.- Estilos de liderazgo
3.- Aprendiendo a ser líderes. Propuestas para la actuación
3.1.- Que debemos aprender para liderar
3.2.- Quién nos puede enseñar cómo ser líderes
4.- Propuestas para la construcción del liderazgo
político de las mujeres
261
Hacia un nuevo liderazgo político
Presentación de la unidad
A lo largo de toda la Historia las mujeres han sido, intencionada y
drásticamente, apartadas de los puestos que conllevaban especial relevancia y significación política o social. Sin embargo, a pesar del aislamiento y el silencio a los que fueron, con frecuencia recluidas, no
dejaron nunca de ejercer su autoridad e influencia, liderando causas
que creían legítimas y justas.131 En esta unidad trabajaremos sobre los
aspectos que conlleva el liderazgo desde una perspectiva de género.
Unidad 6
Unidad VI
Objetivos de la unidad
- Definir el concepto de liderazgo desde la perspectiva de género.
- Conocer las diferencias entre el estilo de liderazgo femenino y
masculino.
- Ser concientes de la autopercepción que tenemos las mujeres
sobre nuestra capacidad de liderazgo.
- Comprender la importancia del aprendizaje y el asesoramiento
en la capacitación para liderar.
- Conocer las claves para el liderazgo político de las mujeres.
En la construcción de este capítulo nos hemos apoyado en la obra de
Marcela Lagarde, asi como en el trabajo realizado por Magalí Martínez
Solimán y Neus Albertos Meri, en la Guía para el empoderamiento de
las mujeres. Proyecto Equal. 1.0. metal.
131. “En las mujeres no existe carencia de poder porque éste circula a través de las redes paralelas, sutiles y subrepticias. Las relaciones de poder no son unidireccionales, de arriba abajo o de los hombres contra las mujeres; éstas
se ejercen en múltiples direcciones. Desde los lugares de la subordinación se despliegan fuerzas, complicidades,
alianzas, resistencias”. Colorado López, Marta, Arango Palacio, Liliana, Fernández Fuente, Sofía Mujer y feminidad.
Medellín 1998. Pág. 122.
263
Unidad 6
Debemos plantearnos hacernos reconocibles
unas a otras en cualquier parte donde nos
encontremos, en cualquier circunstancia en
que sea posible.
Alessandra Bochetti
Introducción
Una de las pruebas más evidentes del liderazgo de las mujeres se encuentra en su participación en los movientos feministas, sociales y
políticos con los que ha conseguido, a través de una intensa lucha,
que los gobiernos abran la puerta de la ciudadanía excluida de la humanidad, asumiendo que tienen la responsabilidad de desarrollar (con
recursos humanos, financieros y legales) acciones públicas a favor del
desarrollo y la emancipación de las mujeres. Las políticas de igualdad
desde la perspectiva de género, son el resultado indudable del liderazgo colectivo ejercido por el movimiento feminista, y por aquellas mujeres que desde cargos políticos han sostenido una conciencia de género,
usando su poder a favor del avance colectivo de las mujeres.
La otra prueba del liderazgo de las mujeres se encuentra en la capacidad que tienen de transformar, desde una perspectiva de género, los
espacios, las normas y la cultura de relación, en los espacios de responsabilidad política de organizaciones, instituciones o partidos.
Como veremos más adelante, los estudios de liderazgo afirman que
existe un estilo diferenciado entre hombres y mujeres, subrayando que
el liderazgo femenino es más cooperativo, flexible, dialogante y creativo, características que los estudios atribuyen a la diferente socialización y educación recibida.
Estas variables empiezan a ser muy valoradas en el mundo empresarial, por los excelentes resultados que tienen en la gestión de recursos
humanos, en el desarrollo de tareas y en la consecución de metas propuestas. Desde una perspectiva de género, el liderazgo ejercido por las
mujeres es mucho más que consencuencia de variables socializadoras.
Se trata de una apuesta ideológica. Las mujeres que ejercen un liderazgo feminista, de forma consciente y voluntaria, intentan implementar
nuevos valores en las organizaciones de las que forman parte, porque
están convencidas de que tan importante es alcanzar el objetivo que se
proponen, como la forma en que se consigue, valorando el proceso y la
participación de las personas que lo hacen posible.
264
Intentar poner en práctica este modelo de liderazgo en estructuras fuertemente jerarquizadas, como son las organizaciones políticas, resulta
todo un reto difícil de afrontar, pero imprescindible para el ejercicio
político desde la perspectiva de género.
1.- Definición y características del liderazgo
Unidad 6
El liderazgo femenino conlleva una visión innovadora, apuesta por
un estilo cooperativo que subraya la importancia de la comunicación,
la creación de redes, las relaciones interpersonales y la participación
como elemento indispensable de las organizaciones.
Generalmente, cuando pensamos en líderes, vienen a nuestra mente
aquellas personas carismáticas que tienen una enorme influencia sobre
los grupos, consiguiendo llevarlos a cumplir los objetivos que se proponen. Esta, es una percepción muy sesgada del liderazgo, que atribuye a
un número muy reducido de personas, cualidades extraordinarias para
manejar y guiar grupos. Y aunque es cierto que existen personalidades
muy fuertes con capacidad de comunicación y seducción que llegan a
ser grandes lideres, no es menos real que el carisma sin ideología, ética
y razón ha engendrado verdaderos monstruos cuya huella permanece
en la memoria histórica de los pueblos. Como iremos viendo a lo largo
de esta unidad, el liderazgo no pertenece a unos pocos escogidos, es
algo mucho más normal y extendido. Está presente en todas las actividades en las que aparezcan las relaciones humanas. En la familia, la
amistad, la comunidad, las asociaciones, el trabajo, se establecen lazos
e intercambios de influencia entre unas personas y otras. Este liderazgo
que ejercemos de forma natural y espontánea en nuestra vida cotidiana, se transforma en una herramienta básica para el trabajo, cuando lo
aplicamos a las organizaciones políticas, constituyendo una de las variables imprescindibles para conseguir el éxito de las ideas y proyectos.
En política es fundamental influir, adhesionando voluntades y energías,
de forma que el conjunto de la organización crea, defienda y trabaje por
conseguir un proyecto común. Pensemos en ejemplos muy concretos, y
no tan lejanos, en la historia feminista, como la consecución del voto, el
divorcio, el derecho a la educación, al trabajo y tantas otras propuestas,
planteadas, batalladas y ganadas.
265
Unidad 6
Sin el liderazgo trangresor de grupos de mujeres132, estos derechos, que
ahora nos parecen de sentido común, pero que en su tiempo fueron
observados como verdaderos desatinos que contradecían las normas
básicas de la lógica y la convivencia, nunca hubieran sido aceptados
política y socialmente. 133
Nos es fundamental aprender a liderar, al igual que nos son imprescindibles las compañeras lideresas que desempeñan un papel catalizador,
defendiendo su ideología feminista dentro de las organizaciones políticas. Como decíamos al principio, si bien es cierto que existen personas
con una personalidad especialmente cualificada para el liderazgo, no
es menos cierto, que el liderazgo se aprende, para lo que es necesario
conocer y entrenarse en las habilidades y técnicas necesarias para la
comunicación, la planificación y visión estratégica, diseño de proyectos, dirección de organizaciones y coordinación de equipos humanos.
Detengámonos en esta definición y en subrayar las características que
más nos interesan:
1.1.- La influencia personal que no debe confundirse con manipulación,
presión o desarrollo ilegítimo del poder. El liderazgo desde la autoridad,
es distinto del poder.134 Para ejercer el liderazgo es necesario tener la
sensibilidad intelectual y afectiva que nos ayuden a captar las necesidades de las personas y los grupos. No se trata por tanto de imponer
nuestras ideas a las demás personas sino de negociar a partir de los
intereses compartidos, trabajando por una causa común. En este sentido, existen tres puntos que no deberíamos perder nunca de vista:
1.1.1.- La influencia es multidireccional. La propuesta por la
que vamos a movilizarnos, puede surgir de cualquiera de las
personas del grupo, por lo que tendremos que tener capacidad
de escucha canalizando las aspiraciones y propuestas. Un mal
sentido del liderazgo es considerar que estamos obligadas a hacer propuestas continuamente o buscar salidas a todos los conflictos y problemas. Lo más eficaz es compartir la información,
132. Aunque la influencia de los grupos de mujeres se ha dejado sentir de forma universal, la realidad es que en las
distintas “olas” del feminismo, los grandes cambios fueron promovidos por unos cuantos cientos de mujeres cuya
influencia ideológica consiguió traspasar las estructuras sociales, anexionando a su causa una gran parte de la
población.
133. A lo largo de la historia de la igualdad, la influencia de los movimientos de mujeres ha sido un referente continuo.
La presión hacia los partidos políticos y los gobiernos ha resultado fundamental para que se promulgaran medidas
y programas a favor de la igualdad. Es necesario recordar la alianza entre los grupos de mujeres que militan al
margen de los partidos y las mujeres que actúan desde el interior de éstos, en la búsqueda de estrategias para conseguir procesos de concienciación social, debates, definición y legitimación de las propuestas. Existen innumerables
ejemplos, por citar sólo dos, en España el trabajo del movimiento feminista en la transición resultó un referente para
el articulado de leyes y reglamentos; la Ley para la Eliminación de Violencia de Género se debe a las acciones de
concienciación realizadas durante años por los grupos de mujeres.
134. “Las mujeres, las madres enseñamos, al enseñar a hablar, la coincidencia entre las palabras y las cosas, entre lo
que se dice y lo que se hace; o sea, el sentido de la autoridad, autoridad que es distinta del poder, distinta porque no
se impone sino que se reconoce” Rivera, María Milagros. Mujeres en relación. Ed. Icaria. Barcelona 2001, Pág. 62.
266
Recordemos siempre, que el liderazgo debe facilitar a todas las
personas aportar su punto de vista, incluidas aquellas que son
más reservadas o tienen más dificultades para exteriorizar sus
pensamientos.
1.1.2.- La influencia necesita del sentido del tiempo. Hay que buscar o esperar el momento adecuado para iniciar e impulsar determinados procesos. Podemos tener una propuesta valiosísima
y que la organización no esté preparada para escucharla, ya sea
porque es demasiado rompedora o porque los intereses están
dirigidos hacia otros objetivos. ¿Quiere esto decir que debemos
renunciar a presentarla y a defenderla? No, hay que saber manejar la información, “colocándola” estratégicamente y gradualmente en el momento que mejor pueda ser escuchada. Tenemos
que mantener el pulso, maniobrando con el tiempo, regulando
las informaciones de forma que los compañeros y compañeras
no se sientan presionados y, por lo tanto, rechacen la propuesta
antes de comprenderla en su totalidad. El sentido del tiempo
está muy relacionado con la capacidad de escucha y lo que se
suele llamar “el don de la oportunidad”. El liderazgo requiere
calibrar el momento, el espacio y las alianzas que más nos interesan para que nuestra propuesta reciba las adhesiones que
necesitamos. Pensemos en un ejemplo muy cercano ¿Hubiera
sido posible plantear las cuotas en los años cuarenta o cincuenta? Obviamente no era el momento para que los partidos y la
sociedad fueran receptivos a esta propuesta. Fue necesario dar
pasos previos para llegar a alcanzar objetivos más ambiciosos.
Muchas propuestas valiosas no han llegado a realizarse porque
se plantearon en el tiempo y lugar inadecuado, desperdiciándose una valiosa oportunidad.
Unidad 6
abrir canales de comunicación y fomentar la participación. De
esta forma, todas las personas se involucrarán en el proyecto,
ofreciendo lo mejor de sí mismas para llegar a cumplir los objetivos.
1.1.3.- La infuencia necesita de las alianzas. Es un error liderar
en solitario. Las mujeres lo sabemos bien, los movimientos feministas han buscado la creación de redes para defender sus aspiraciones. También en las organizaciones es necesario buscar coaliciones y crear tramas de influencia. Compartir la información,
democratizar las decisiones, sin miedo a la pérdida de poder, nos
garantizará el éxito de nuestros objetivos. En el capítulo del techo
de cristal hablábamos de cómo los varones suelen artícular espacios informales para intercambiar información y tomar decisiones
en grupos reducidos. Nosotras proponemos todo lo contrario. Se
267
Unidad 6
trata de crear autopistas de información dentro y entre organizaciones que nos permitan recabar apoyos. Las mujeres tenemos
una enorme capacidad de comunicación, aprovechémosla, establezcamos alianzas que nos permitan defender aquellas causas
que creemos justas, creando verdaderas telas de araña en las
estructuras. Habremos triunfado cuando una propuesta que comenzó fraguándose en un pequeño grupo termina formando parte de la agenda política de la organización.
1.2.- La acción del liderazgo se ejerce con el fin de conseguir una determinada meta o metas. En palabras de Marcela Lagarde “Muchas
mujeres reconocen que, a pesar de lo negativo de la política, desde
sus espacios es posible potenciar la autoridad del discurso y concretar
acuerdos imprescindibles para lograr cambios, defender posiciones o
consolidar en la sociedad, en el Estado, cambios sociales, económicos,
legislativos, judiciales y culturales imprescindibles desde una perspectiva de género. Si arriban mujeres con conciencia, tradición y acciones
políticas de género, su presencia y participación contribuyen a llevar
a la esfera de la política las necesidades, aspiraciones, intereses, denuncias y propuestas de mujeres que construyen alternativas sociales.
Esta amalgama de elaboraciones se convierte en la agenda política, y
las mujeres aparecen con un perfil político específico de género.135
1.3.- La acción de liderazgo puede ser puntual. Ejercer el liderazgo no es
una posición constante, continua y sin interrupciones. Esfuerzo que
termina desgastando y quemando por lo agotador que resulta para las
personas estar siempre en la primera fila del escenario.
Antes de comenzar a liderar un programa o propuesta, es importante
analizar nuestra capacidad, la energía, el tiempo y las ilusiones de que
disponemos. Ante todo es importante ser conscientes de cuales son
nuestras prioridades. Con frecuencia las mujeres que participamos en
política nos sentimos obligadas a responder a todas las causas, cuando no podemos estar en todos los frentes, ni es necesario que ocupemos todas las posiciones.
A la vez, de forma errónea, exigimos a las mujeres que tienen puestos
significativos y visibles que respondan a todas nuestras demandas. Y
esto es prácticamente imposible. ¿Cuántas veces nos hemos sentido
decepcionadas porque ante la llamada de una política o una académica
para una charla ésta se ha excusado? ¿o por que no han aparecido en
una manifestación o han firmado un manifiesto?. Parece que el hecho
de ser una mujer lideresa o directiva obligara a estar disponible en todo
momento y razón. Y no es justo. No es justo para ellas ni para nosotras,
135. Lagarde, Marcela. Proyecto Equal. I.O Metal. Guía para el empoderamiento de las mujeres. Texto de Marcela
Lagarde. Pág 12.
268
2.- Estilos de liderazgo
Ante la ausencia de modelos, las mujeres tenemos dos opciones. Por
una parte, copiar los modelos más jerarquizados tanto en los rasgos
externos como el vestir, la forma de comunicar o expresarse, los usos
del tiempo o los ademanes, así como y en lo referente a actitudes en el
ejercicio del poder, aspiraciones y ambiciones. O ratificarnos en aquellas actitudes y valores que revalidan un modelo de liderazgo más dialogante, democrático y flexible.
Unidad 6
el liderazgo deber se una propuesta de cuidado y respeto. Como decíamos anteriormente, debemos vivir con tranquilidad nuestras elecciones involucrándonos en el liderazgo de aquellas causas que realmente
nos interesen y para las que nos sintamos preparadas y dispuestas. No
es sano estar permanentemente disponibles para el partido, ni para la
asociación, ni para el movimiento.
En este sentido las investigaciones realizadas en torno al liderazgo en
las empresas ratifícan la hipótesis de que existen claras diferencias de
liderazgo entre un estilo más jerárquico (Beta) y un estilo más flexible
(Alfa). Lynn Rosener y Peter Schwarz, de laUniversity Research Institute:136
ESTILO BETA
ESTILO ALFA
Inclinación racional
Empatía
Analíticos - racional
Intuición- Inteligencia
emocional
Búsqueda de soluciones deterministas a
problemas específicos
Cuantificación de los resultados y objetivos
obtenidos
Capacidad de síntesis
Valoración de la calidad
Relaciones jerárquicas
Confianza en las relaciones
horizontales- apoyo mutuo
Razonamiento basado en paradigmas
previos
Búsqueda de soluciones
globales
136. Rosener, L. y Schwartz, P., “Women Leadership and the 80,s. What Kind of leaders do we need?” en The report: Round Table on New Leadership in the Public Interest, Nueva York, NOW Legal Defense and Education Fund,
Octubre, 1980.
269
Unidad 6
En la actualidad, numerosas mujeres líderes están demostrando con
su ejemplo que podemos ejercer la dirección política desde una perspectiva propia, diferenciada de la tradicción masculina del ejercicio del
poder. La influencia del liderazgo de las mujeres se ha dejado sentir en
las corporaciones locales, las organizaciones sociales y políticas, y en
las empresas, transformando las estructuras con todos los cambios
que esto supone a nivel de organización, comunicación y dirección de
recursos humanos.
Tal y como afirma Alicia Kaufaman “Las mujeres suelen tener una actitud más receptiva y participativa, no sólo permitiendo la existencia
de un lugar de trabajo con características diferentes sino, y esto es lo
más importante, creando oportunidades para los miembros de la organización, al tener a nivel laboral vidas más satisfactorias cooperativas
y más plenas, en su conjunto”.137
Veamos las diferencias entre el estilo de dirección ALFA y BETA en relación con variables como el tiempo, la planificación, la organización,
los objetivos o la relación con el equipo:138
ESTILO ALFA
Organización
-
-
Dificultades para asumir
puestos directivos. Tendencia a
dar el poder a otros.
Encuentran más positivo estar
en el centro de la organización
que en la cumbre de las
organizaciones.
Más partidarias de la
colaboración que de las
jerarquías.
ESTILO BETA
Organización
- Tendencia a adquirir poder
personal.
- Valoran el ascenso personal por
encima de otros valores como
los vínculos o el crecimiento
personal.
- Desarrollo de estructuras
jerárquicas donde es más
importante la posición que la
persona.
- Necesidad de controlar la
información, las situaciones y los
procesos.
137. Kaufaman, Alicia. Tercer milenio y liderazgo femenino en Nuño Gómez Mujeres de lo privado a lo público.
Ed Tecnos. Madrid 2000. Pág 183
138. Entre el creciente elenco de autores y autoras que han trabajado sobre esta cuestión, Michael Genovese,
Stephen Robbins, Barbro Dahlbon Hall Pipa Norris, Rosabeth Kanter, Mercedes Sánchez Apellániz, Clara Coria,
Marcela Lagarde y la politóloga norteamericana Jane Mansbridge han hecho aportaciones importantes que marcan
la existencia de los estilos diferentes de liderazgo entre hombres y mujeres. Citado en Dirigir y liderar con enfoque
de género. pág 97
270
- Proyección a largo plazo.
- Valoración de la calidad en el
proceso y no sólo de los resultados
finales.
- Planificación del trabajo con ritmo
estable y con pausas programadas.
-Visión de conjunto de la
organización.
-Valoran el tiempo para otras
actividades.
Clima y trabajo en equipo
- Implicación emocional.
- Importancia al clima de trabajo.
- Valoración de la parte humana de
las personas.
- Valoración de las relaciones,
intentando que las personas que
trabajan se sientan integradas y
valoradas.
- Consultan y apoyan a su equipo
de trabajo.
- Comunicación horizontal de
forma que la información se
comparte.
- Fomento de la implicación de
las personas en el proyecto y su
participación.
- Valoración de la diversidad.
Tiempo
- Ritmo más apacible, con
pequeñas pausas durante el día,
evitando acumulación del estrés.
- Comparten las tareas
profesionales con las tareas
cotidianas de la vida personal.
Fines y objetivos
- Valoración del proceso, no sólo de
la meta y el objetivo.
Planificación y temporalidad
- Proyección a corto plazo.
- Valoración de los resultados y
objetivos alcanzados.
- Agenda muy estructurada.
- Más interés en lo operativo,
inmediato.
- Visión jerárquíca de la organización
Unidad 6
Planificación y temporalidad
Clima y trabajo en equipo
- Actitud objetiva y no emocional.
- Importancia del respeto a la
estructura y a las reglas.
- División de espacios por la
jerarquía.
- Control de las funciones del
equipo.
- Control sobre la información.
- Utilización informal de la
información.
Tiempo
- El tiempo se emplea
prioritariamente en el espacio
público.
- Con frecuencia el trabajo continua
en el ámbito doméstico.
Fines y objetivos
- Preocupación por conseguir el
objetivo o meta fijada.
271
Unidad 6
3.- Aprendiendo a ser líderes. Propuestas para la actuación
3.1.- Qué debemos aprender para liderar
Lo decíamos al principio, el liderazgo no es una cualidad exclusiva de
unos pocos, todas podemos aprender y poner en práctica técnicas y herramientas para liderar. Lo primero que tendremos que tener en cuenta son las cualidades que debemos desarrollar. Estas son las tres C:
1.- Capacidad para atraer, entusiasmar, para mostrar confianza en los objetivos que queremos conseguir.
2.- Capacidad para pensar y resolver los problemas de forma
creativa e innovadora.
3.- Capacidad para escuchar, entender e integrar a cada una
de las personas de forma individual, activando lo mejor de su
personalidad.
3.2.- Quién nos puede enseñar cómo ser líderes
Muchas de las mujeres que han llegado a ocupar un puesto de liderazgo han contado con un apoyo y un estímulo en su recorrido. Como
hemos comentado, se aprende, a ser líder y el acompañamiento de
otras personas que asesoren, guíen, orienten y supervisen el proceso
es imprescindible para conseguir una formación integral. Una mentora puede aportarnos el estímulo necesario para dominar nuestras
actitudes y capacidades. Se trata del affidamento del que habla Luisa
Murano de la Librería de Milan.139
Una mentora o mentor es una persona que brinda su apoyo a fin de
estimular, apuntalar, desarrollar a otra mujer que tiene menos experiencia. Son modelos de apoyo, consejo y orientación, lo cual en nuestro caso es enormemente importante porque no contamos con muchos
modelos que nos sirvan de referencia. La persona que nos guía puede
ayudarnos a desarrollar nuestras habilidades y capacidades a la vez
que nos muestra los códigos “no visibles de la organización”: Aspectos
tan importantes para poder actuar, como son la estructura, los fines, el
ideario político, el lenguaje, las relaciones que se establecen, los cargos,
la agenda, los objetivos, los códigos, las maneras y las estrategias.
139. “De affidamento han hablado las socias de la Librería de Mujeres de Milán. El affidamento es una relación
política privilegiada entre dos mujeres: dos mujeres que no se definen como iguales en términos de sonoridad sino
como diversas y dispares. Se entabla para dar vida al deseo de una de ellas de existencia y de intervención concreta
del mundo. Rivera, María Milagros. Mujeres en relación. Ed Icaria. Barcelona 2001, Pág 45,
272
¿Qué podemos aprender en el asesoramiento?
- A desarrollar una masa crítica de conocimiento y experiencia,
necesaria para lograr el cambio que queremos.
- Muchas veces, a pesar de la experiencia y de estar capacitadas,
no tenemos referentes que nos ayuden a calibrar si estamos
realizando un buen trabajo, el acompañamiento nos servirá de
refuerzo para sentirnos valoradas.
- Es imprescindible contar con personas que nos sirvan de referente para analizar lo que ocurre y sobrevivir en situaciones
hostiles.
Unidad 6
La mentora tiene que ser una persona con más experiencia, conocimientos o visión que otra que necesita desarrollarlos.
- Nos ayuda a incorporar otros puntos de vista.
- Nos ayuda a complementarnos.
Recuerda que:
Si no cuentas con una persona que te pueda asesorar y
orientar, aprende de otras mujeres. Busca referentes en tu
entorno, en otros ámbitos o en la historia de las mujeres.
Aunque no puedas contactar con ellas o verlas diariamente
o incluso aunque no puedas llegar a conocerlas jamás, es
importante tener modelos que te sirvan de referente y de las
cuales puedas aprender aspectos éticos, estratégicos y actitudes para encarar los problemas y los éxitos. En el feminsmo existen y han existido mujeres líderes que han logrado
grandes cambios con un estilo propio.
4.- Propuestas para la construcción del liderazgo político de las mujeres
Marcela Lagarde en su libro “Para mis socias de la vida”140 desarrolla
una serie de puntos en los que con toda la sabiduría y la cercanía de
un lenguaje próximo y cálido, define la construcción del liderazgo político de las mujeres. A partir de estos puntos hemos desarrollado diez
claves que dibujan un mapa que nos podrá guiar en la construcción
de un liderazgo propio y feminista:
140. Lagarde y de los Ríos, Marcela. Para mis socias de la vida. Editorial. Horas y horas. Madrid 2005
273
Unidad 6
1.- Aprender a representar los propios intereses y liderazgos universales. Desde la pespectiva de género es importante
que las mujeres representemos aquellos intereses y necesidades
que nos son propios. Tenemos que estar presentes en todos los
contextos políticos, en los espacios locales, nacionales e internacionales, defendiendo nuestros intereses y aquellas causas
universales que nos conciernen. “Romper la idea de que las mujeres no podemos representar intereses colectivos. En nuestros
países, aunque ha habido lideresas muy importantes, incluso
presidentas, la mayoría de ellas no han tenido el reconocimiento social para hacer liderazgos universales, es decir, liderazgos
de mujeres y de hombres y de instituciones. Las instituciones
no reconocen liderazgos de las mujeres o liderazgos en otros
espacios. Entonces, como parte de la ciudadanía, tenemos que
construir la capacidad de representación universal de las mujeres, algo que todavía no es costumbre y tampoco forma parte
de la cultura”.141
2.- Adquirir capacidad de argumentar y nombrar. Una parte
importante del liderazgo se sustenta en la capacidad de argumentar nuestro proyecto. En el caso de las mujeres, los argumentos
sólidos son fundamentales para romper la barrera del descrédito que nos rodea como recién llegadas al espacio político. “Los
liderazgos de las mujeres contemporáneas requieren capacidad
argumental, confianza en lo que decimos para poder transmitirlo
a otras personas”.142 Creando discursos que se sostienen sobre
teorías y palabras que expliquen nuestra experiencia, colocando
nuestros intereses como prioridad de la agenda política.
Por otra parte, necesitamos lenguajes diversos que nos permitan
trabajar con las mujeres de todos los ámbitos. En este sentido
los liderazgos contemporáneos requieren la capacidad de traducir a un lenguaje cotidiano, desde las complejas teorías de desarrollo económico hasta los complicados temas de salud.
3.- Adquirir capacidad de defensa propia. Siendo osada pero
sin ponerse en riesgo. La medida entre ser temeraria y osada es
muy clara cuando la persona se cuida a sí misma en el proceso
de liderazgo, cuando se protege y cuida su desarrollo. Si descuida su salud o su estabilidad vital, está siendo temeraria. Los
parámetros actuales son otros, porque en el centro de la perspectiva de género está la calidad de vida de las mujeres.
141. Ob. Cit. Lagarde, Marcela. Pág 296
142. Ob. Cit Lagarde, Marcela. Pág 297
274
5.- Aprender a disentir dentro del juego democrático. Sin renunciar al diálogo y a la negociación.
Unidad 6
4.- Tener el compromiso de género. Posicionándonos públicamente desde la perspectiva de género. Este es un aspecto muy
importante no solamente ideológicamente, sino en acciones concretas, en hechos, en las relaciones puntuales de cada día y en
las propuestas que hacemos. No es suficiente con conseguir que
haya mujeres en puestos políticos, es necesario que las mujeres
nos representen incorporando la perspectiva de género, trabajando por una sociedad que mantenga relaciones más igualitarias.
6.- Generar alianzas y pactos. Una cualidad importante del
liderazgo es poder detectar en los ámbitos en los que nos desenvolvemos, con quien podemos sintonizar, ya sean personas
del mismo sector o de otros movimientos sociales o políticos.
Entendiendo que las alianzas no tienen que hacerse desde la
aceptación total de nuestro discurso. Lo interesante es crear
redes que nos permitan llegar a acuerdos en puntos determinados, ya que los procesos políticos no pueden ser de completa
incondicionalidad, tienen que ser democráticos, con discusión,
discrepancia y propuesta.
7.- Desarrollar liderazgos eficientes. Que reúnan las características modernas de la eficiencia, de las cuales destacamos las
siguientes:
- Asumiendo las responsabilidades de las que nos hemos
hecho cargo.
- Atendiendo a las personas con el tiempo necesario, creando vías de comunicación que lleven a una atención cuidada y de calidad. Las personas tienen que sentir que se las
hace caso y que se las escucha.
- Observando y captando lo que ocurre en el entorno social
y político. “Tomar en cuenta todos los detalles de lo que
pasa, lo que está en el ambiente y no se dice, interpretando continuamente lo que ocurre aunque las personas no
lo digan”.143
- Desarrollando la capacidad de futuro o de análisis que
nos lleve a formular hipótesis de lo que puede ocurrir.
“Las lideresas debemos tener capacidad de análisis político no solamente en la problemática específica sino en el
cuadro político en el que nos movemos”.144
143. Ob. Cit Lagarde, Marcela. Pág 309
144. Ob. Cit Lagarde, Marcela. Pág 309
275
Unidad 6
8.- Desarrollar liderazgos incluyentes. Creando redes y alianzas con personas de instituciones, organizaciones y entidades
con las que no necesariamente se coincide desde la perspectiva
de género, pero con las que nos acercan intereses comunes que
confluyen en nuestras propuestas políticas. Las alianzas se deben establecer de forma horizontal y democrática, sin creernos
superiores o con el control de la verdad sobre otras organizaciones. Este tipo de actitudes lleva a la ruptura de las alianzas.
9.- Liderar desde el respeto a la diversidad. Se trata de sintonizar a partir del principio de la diversidad, creando alianzas
con plataformas, movimientos u organizaciones con las que coincidamos en aspectos claves, y avanzar conjuntamente.
10.- Hacer pactos políticos y éticos en el movimiento de
mujeres. Pactos basados en puntos concretos que nos lleven al
posicionamiento en aquellos terrenos en los que nos sentimos
implicadas.
276
Unidad 1
R
esumen de la unidad
277
El “liderazgo” consiste en la “influencia interpersonal”, ejercida en una
situación y dirigida, a través del proceso de comunicación, hacia el logro de una determinada meta o metas. 145
La diferencia entre gestionar un programa o un proyecto y liderar es
que al gestionar nos centramos en la tarea y en los objetivos a seguir.
Mientras que liderar implica tener la capacidad de imaginar mentalmente el proceso que queremos crear, trasladando esta idea a las demás personas que se involucrarán con su energía y motivaciones en la
tarea, en los procesos para alcanzar los objetivos.
Unidad 6
Ideas resumen de la unidad
Para ejercer el liderazgo es necesario tener la sensibilidad intelectual
y afectiva que nos ayuden a captar las necesidades de las personas y
los grupos.
Tenemos que tener la libertad de elegir las causas, momentos y acciones que nos interesa liderar o en las que queremos participar formando parte del liderazgo grupal.
Características generales del liderazgo
-
-
-
-
Se trata de una influencia dirigida al cambio social.
La acción de liderazgo se ejerce con un fin.
Tiene sentido colectivo.
Tanto en su fin como en el proceso es importante que esta influencia se expanda llegando a una colectividad mayor.
En el mundo empresarial los Departamentos de Recursos Humanos
y Dirección señalan la que el estilo femenino es el más idóneo para el
trabajo en organizaciones. ¿Por qué tenemos una autopercepción tan
pobre de nosotras mismas?
Tal vez la clave se encuentra en que desde el momento en que las mujeres nos hemos ido incorporando al espacio político como dirigentes o
líderes nos hemos encontrado con tres obstáculos importantes:
1.- Por una parte el choque cultural al transgredir ante la reclusión en la vida privada, quebrantando un papel que negaba
la capacidad de las mujeres de liderar y dirigir.
2.- Por otra, la ausencia de modelos y referentes femeninos en
los que pudieramos reflejarnos y aprender.
145. Hemphill/cons. 1994. citado por. Kaufaman, Alicia. “Tercer milenio y liderazgo femenino” en Nuño Gómez
Mujeres de lo privado a lo público. Ed Tecnos. Madrid 2000. Pág 181.
279
Unidad 6
3.- Y por último, el no reconocimiento de la autoridad que estaba detentada por los hombres. Tal y como expresan Célia
Amorós y Amélia Valcarcel, el reconocimiento no lo otorgan las
mujeres sino los hombres, que tienen el tipo de poder que les
permite darnos la investidura. El liderazgo se construye. Hay
temperamentos y formas de ser que favorecen la emergencia
del liderazgo, pero cualquier persona que se lo proponga puede desarrollar las habilidades necesarias.
El liderazgo requiere de la confianza tanto en el proyecto o la propuesta
que vamos a desarrollar, como en las personas que lo llevarán a cabo.
Todas las personas tienen su propio valor. Liderar significa saber mirar, escuchar, reconocer. En definitiva, descubrir qué es lo que esta
persona sabe hacer, qué le entusiasma, en qué se siente segura, en
qué es única. Liderar es mucho más que sumar voluntades y energía,
es conseguir que cada miembro del equipo se sienta protagonista del
proyecto.
Preguntas para la reflexión
• ¿Eres capaz de tener unos valores compartidos con otras personas
y desarrollar un proyecto hacia esos valores?
• ¿Eres capaz de que otras personas compartan unos determinados
objetivos y trabajen por lograrlos?
• ¿Somos capaces de influir con nuestras creencias y valores en la
sociedad?
Aclarando conceptos
Capacitación: Proceso de acceso a los recursos y desarrollo de las capacidades personales para poder participar activamente y modelar la
vida propia y la de la comunidad en términos económicos, sociales y
políticos.
Autoridad: Desde el feminismo también se explica que tener un cargo
no significa tener poder y que el poder se construye en grupo. Cuando
las mujeres salieron de la clausura familiar, se reunieron, se encontraron y se comunicaron, empezó a circular la autoridad entre ellas. La
autoridad, para el feminismo, tiene que ver con el respeto, con el prestigio, con el reconocimiento de las mujeres como creadoras de cultura
y pensamiento “Todo empieza cuando una mujer habla a otra mujer”
Uno de los mayores empeños del patriarcado ha sido el aislamiento de
280
Empoderamiento:147 Este tèrmino proviene del inglés empowerment y
significa facultarse, habilitarse, autorizarse. La pabra empoderamiento
comenzó a utilizarse en los Estados Unidos durante los movimientos
de derechos civiles de los años setenta, y en los movimientos de mujeres a mediados de la década de los sesenta.
El empoderamiento es un proceso por medio del cual las mujeres incrementan la capacidad de configurar sus vidas y las de su entorno,
una evolución sobre la conciencia, el estatus y la influencia que pueden ejercer en la interacción social. Consiste en un proceso a través
del cual la mujer se faculta, se habilita y se autoriza. Empoderarse es
sentir la capacidad para hacer cosas, viviendo con autoridad y reconocimiento.
Unidad 6
las mujeres. Cada una en su ámbito privado, en su entorno familiar,
sin compartir sus experiencias con otras mujeres. Cuando las mujeres
comenzaron a hablar, también comenzaron a escucharse, organizarse
y autorizarse.146
El empoderamiento es una herramienta para contrarrestar los mensajes y mecanismos de desautorización que continuamente se está
ejerciendo contra las mujeres, con el objetivo de manternerlas en una
situación de subordinación.
“Un objetivo de las agendas políticas de mujeres de todo el mundo que
actúan a favor de diversas causas, es lograr el empoderamiento de
las mujeres. Se pretende modificar las pautas políticas que coartan la
vida personal y colectiva y crear condiciones para eliminar los poderes
personales y sociales que oprimen a las mujeres. El empoderamiento
se concreta, al mismo tiempo, al lograr que cada mujer consolide los
poderes personales que ya tiene y cada día se haga de más poderes
vitales y los conecte de manera integral”148
El proceso de empoderamiento necesita de procesos cognitivos, psicológicos y económicos que nos permitan reconocer los obstáculos que
impiden la igualdad, y realizar una reflexión crítica y transformadora.
Pero el conocer que existen vías legales para combatir las desigualdades de género no es suficiente. A parte de conocer los derechos legales, las mujeres debemos conocer las dimensiones sociales, políticas,
culturales, y psicológicas de la opresión, y su expresión en el derecho,
junto a las acciones eficaces que facilitan la transformación.
146. Varela, Nuria. Feminismo para principiantes. Ediciones B. Barcelona 2005. Pág 198
147. Denman, Catalina. Aranda Patricia, Cornejo, Elsa. Poder y empoderamiento de las mujeres en
http://www.colson.edu.mx/region_y_sociedad/revista/18/18_8.pdf
148. Lagarde de los Ríos, Marcela. Claves feministas. Ed horas y horas. Madrid. 2000. pág 29
281
Unidad 6
-
Componente cognitivo del empoderamiento: Comprensión de las
mujeres sobre su situación de subordinación, así como las causas de ésta en los niveles micro y macro de la sociedad y la necesidad de tomar decisiones.
-
Componente psicológico. Desarrollo de sentimientos que las mujeres pueden poner en práctica a nivel personal y social para
mejorar su condición, así como la creencia de que pueden tener
éxito en sus esfuerzos por el cambio.
-
Componente político: Se traduce en la necesidad de afrontar
aquellos problemas que nos afectan directamente y que históricamente han sido ignorados por el estátus que esto implica. El
empoderamiento implica la presión para incorporar la persectiva de género en la legislación y la transformación de la sociedad
hacia relaciones más igualitarias.
Lecturas para la reflexión
Seminario del BID/PROLID
“Liderazgo de la mujer: teoría y práctica”
Cancún, México, agosto de 2000
Grupo A. Ascenso al poder: el contexto para el cambio
Marcia Rivera149
Pregunta: América Latina está atravesando una serie de cambios macroeconómicos, políticos y culturales. En este contexto, ¿cuáles factores favorecen o desfavorecen un aumento en el número de mujeres en
puestos de decisión en el campo político? ¿Se presentan estos mismos
factores en toda América Latina?
EL ASCENSOR ESTÁ DAÑADO:
POR FAVOR, SIGA SUBIENDO POR LA ESCALERA
A modo de introducción...
En los setenta sabíamos que iba a ser difícil, pero nos animaba la fuerza de la juventud, las historias de las que nos precedieron, la convicción racional de que la equidad no sólo era razonable sino indispensable; un imaginario que se enriquecía con cada pequeño encuentro del
incipiente movimiento de mujeres, el reconocimiento progresivo de la
validez de nuestra lucha y el apoyo que poco a poco fueron dando a los
149.Directora Ejecutiva, Instituto Centromericano de Educación para el Desarrollo, ILAEDES. San Juan, Puerto Rico
282
Han pasado 25 años desde que se celebró la primera Conferencia Mundial de la Mujer, organizada por Naciones Unidas. Este período ha sido
testigo y también gestor de los cambios más veloces, profundos y abarcadores en la historia de la humanidad. La abrumadora revolución
científico-tecnológica ha transformado profundamente nuestro acervo
de saber y nuestras percepciones sobre los fenómenos biológicos, naturales y físicos, colocando al conocimiento como el factor más importante de la competitividad económica, y al mercado como articulador
supremo de las relaciones económicas y sociales. Además, las nuevas
tecnologías han trastocado nuestro sentido de tiempo y de espacio, induciendo el que vivamos ahora en espacios de flujos y no de lugares, y
que se valore mucho más el presente inmediato que el tiempo histórico
o el del futuro. La racionalidad y la ética, así como las nociones de dignidad, solidaridad, justicia, derechos, equidad, desarrollo, usura, delito, también mudaron de piel y de contenido. Estamos inmersos en una
vigorosa revolución científica y en una compleja y confusa revolución
epistemológica, en donde los preceptos fundamentales de la construcción de nuestro imaginario social cambiaron de significado, afectando
seriamente la capacidad de interacción entre las personas. La noción
de prójimo se desvanece frente a un individualismo postmoderno que
nos reitera que cada cual debe resolver su situación como pueda.
Unidad 6
reclamos de las mujeres la mayoría de los organismos internacionales.
Sabíamos que iba a ser difícil, pero nunca imaginamos que el camino
fuera tan largo, empinado y tortuoso.
En el último cuarto de siglo, se fue consolidando en el planeta un modelo económico que se muestra indiferente a la desigualdad, o más
bien la aprovecha y refuerza en función del lucro. La llamada “globalización” se asienta en los dramáticos diferenciales de niveles de vida
y de condiciones de trabajo que existen entre los países desarrollados
y los llamados países emergentes, en el desmantelamiento del Estado
benefactor y en el descalabro de las organizaciones gremiales y sindicales tradicionales. Sin la desregulación de mercados y los bajos
costos de mano de obra en China y Corea, la empresa Walmart no habría sido capaz de generar ganancias anuales que exceden al producto
interno bruto combinado de dos terceras partes de los países en vías
de desarrollo.
La globalización es sostenida también por la sobreexplotación de las
mujeres. Impulsadas por el deterioro de los ingresos familiares y la
necesidad de ganar un salario, y alentadas por nuevas aspiraciones de
consumo de bienes y servicios, han entrado a los mercados de trabajo y
sucumbido masivamente al desgaste de la doble o triple jornada. Además de los requerimientos de su puesto de trabajo, deberán cumplir
con las exigencias del trabajo doméstico, que está lejos de ser asumido
proporcionalmente por los hombres. También deberán enfrentar la
283
Unidad 6
carga adicional que genera la reducción de servicios sociales básicos que ha hecho el Estado. La privatización de servicios de salud,
por ejemplo, ha significado para muchas mujeres tener que asumir el
cuidado de familiares que están envejeciendo o enfermos porque no
pueden pagar los costos de servicios que hace unos años prestaba el
aparato gubernamental. El recorte de los gastos gubernamentales ha
significado también un incremento en los requerimientos de trabajo
comunitario y por parte de las ONG, el cual se canaliza hacia las mujeres porque éstas siempre han estado dispuestas a realizar trabajos
voluntarios.
Nos encontramos, entonces, con que las mujeres no están ya frente a
la situación de doble jornada que denunciábamos en los años setenta,
sino frente a la verificación de que su trabajo no remunerado se ha
multiplicado exponencialmente. Como nunca antes en la historia de
la humanidad las mujeres enfrentan hoy altos niveles de stress, de fatiga crónica, de enfermedades cardiovasculares, así como de violencia
doméstica. Según confirman los datos, ha crecido significativamente
la proporción de mujeres que ejercen solas la jefatura del hogar. Por
ello, lejos de interpretar como victoria histórica la mejora en índices
de participación de las mujeres en el mercado de trabajo, necesitamos
estudiar bien a fondo si ello ha significado una mejora en su calidad
de vida. La estrategia de los setenta suponía que alcanzar la igualdad
de oportunidades y de condiciones de trabajo era equivalente a tomar
el ascensor hacia la equidad de géneros. Hoy sabemos que numerosos
factores inciden para que esto no sea posible y que nos encontramos
con que debemos seguir lentamente tomando la ruta de la empinada
escalera para superar la subordinación.
El camino incierto que nos aguarda
Vulnerabilidad, incertidumbre e inseguridad parecen ser las claves del
nuevo milenio. Aprender a manejarse en ellas no es fácil. El discurso
que nos vende la oportunidad como el emblema del nuevo contexto
internacional se tambalea frente a las realidades contundentes que
viven las grandes mayorías de América Latina, la región de mayor desigualdad social del mundo. La pobreza ya es un factor estructural de
nuestras sociedades, como también han pasado a serlo la corrupción,
la existencia de poderes paralelos al Estado y la violencia en sus múltiples manifestaciones. La especulación financiera le disputa ferozmente
terreno a la producción de bienes y servicios y a la generación de empleos, y claramente va ganando la contienda. Su sostén proviene de intrincadas redes de actividades ilícitas -compra-venta de drogas, juego,
tráfico de mujeres, niños, órganos, armas, lavado de dinero- así como
de la creciente concentración de capitales en las grandes empresas
transnacionales. Basta un movimiento de un actor clave en el mundo
de las finanzas para que millones de seres humanos puedan pasar del
284
Hace 25 años, las mujeres demandábamos igualdad de oportunidades:
en la educación, el mundo del trabajo, la gestión pública y la política.
También queríamos una mejor distribución de las responsabilidades,
particularmente en el ámbito de la familia. Pero eso fue antes de que se
instalara un modelo de capitalismo salvaje con consecuencias sociales
funestas. Hoy sabemos que no se trata de sostener ese orden, que no
basta con demandar igualdad de oportunidades y responsabilidades,
aunque estas reivindicaciones sigan siendo importantes. De lo que se
trata es de repensar totalmente la forma de organizar la economía y la
sociedad, en función de otro tipo de desarrollo que permita potenciar las
capacidades individuales y colectivas y que permita a todas las personas
gozar de una vida digna, en un clima de igualdad de oportunidades, derechos y deberes. Esa es la gran lección de tres décadas de luchas.
Unidad 6
bienestar a la pobreza absoluta de un día a otro, sin que exista protección alguna. Brasil, México e Indonesia han sufrido en carne propia
estos vaivenes en años recientes.
La evidencia es contundente: los países que han hecho de la equidad
de género y de la equidad social una política de Estado y un compromiso ciudadano han eliminado la pobreza, tienen altos índices de desarrollo humano, menores problemas de gobernabilidad y han logrado
una convivencia más armónica, aunque no sean los más ricos. Para
llegar allí, todos ellos han orientado sus procesos económicos hacia el
logro del desarrollo humano y han utilizado políticas de acción afirmativa de diverso tipo. Es decir, el Estado -repensado y reestructuradoha intervenido para asegurar un clima de igualdad de oportunidades
y para regular los mercados, muy distinto a lo que ocurre en los países de América Latina, donde el Estado mecánicamente reduce cada
vez más su ámbito de acción siguiendo las condiciones que imponen
los organismos financieros internacionales. El eje de la acción política
en los países escandinavos ha sido la búsqueda de un desarrollo incluyente, la búsqueda de la equidad en su sentido más abarcador, y
la construcción de una democracia participativa. Los movimientos de
mujeres de América Latina están en una gran encrucijada y deberán
decidir si centran su acción en impulsar una nueva estrategia de desarrollo humano desde la reivindicación de la equidad social, étnica y de
género, o si se conforman con las migajas residuales del actual modelo
económico-social.
Poder femenino, ¿cómo se ejerce y para qué se quiere?
Las mujeres constituyen apenas 12.7% del total de parlamentarias en
el mundo, y en América Latina son menos de 10%. También es muy
baja su participación en cargos de gabinete del poder ejecutivo, aunque
algo mejor es la situación en las estructuras de poder local (alcaldías,
285
Unidad 6
intendencias, consejos municipales). ¿A qué se debe realmente esa
baja participación? El grueso de los informes y los estudios realizados
por investigadores académicos y por organismos internacionales destaca factores relacionados con dificultades de participación al interior
de los partidos políticos, con limitaciones del ordenamiento electoral,
con los altos costos de las campañas políticas, con la falta de confianza
que tiene el electorado en las mujeres candidatas, entre otros. Todos
esos factores juegan un papel importante, ciertamente, pero debemos
preguntarnos si son los únicos. ¿No estarán pesando también otras
condiciones? Una que nos parece muy importante es la dificultad real
de disponer de tiempo y de recursos para el trabajo político. Además
del incremento de tiempo de trabajo que ha significado para las mujeres los procesos de ajuste y globalización, la inserción de las mujeres
en el mercado de trabajo es todavía desigual y canalizada hacia puestos de menores salarios. Es casi impensable entrar en una contienda
electoral en esas circunstancias.
Por otro lado, es evidente que en los últimos 25 años, las mujeres han
venido cobrando mucha conciencia de las limitaciones del terreno de
la política partidista en América Latina, y en muchos países han organizado movimientos fuera de los partidos para reivindicar derechos
ciudadanos y reclamar una democracia con más sustancia. El pensamiento más original y la capacidad de accionar en favor de una nueva
democracia viene de las mujeres. Las Madres de Plaza de Mayo, los movimientos por los desaparecidos de las dictaduras militares en Chile y
Centroamérica, el gran número de mujeres que dirigen organizaciones
comunitarias y ONG en la región, así como su activa participación en
las esferas de debate de los organismos internacionales, dan cuenta
del extraordinario compromiso político de las mujeres latinoamericanas. Pero es un compromiso con otro tipo de política, enmarcada en
la búsqueda de un nuevo paradigma de desarrollo y de otro concepto
de la democracia. Por ello, considero que la estrategia para fortalecer
el poder de las mujeres no pasa por tratar de insertarlas en sistemas y
procesos que ellas mismas consideran corruptos, poco representativos,
o disfuncionales a una democracia realmente sustantiva y participativa. Una estrategia alternativa sugeriría ayudar a instalar plenamente
los debates sobre construcción de futuros alternativos en cada país, a
partir del trabajo que ya están haciendo tantas mujeres y de los liderazgos que en esos movimientos se van gestando.
A juzgar por las preocupaciones que convocan a los movimientos de
base en la región (en los que se destacan las mujeres como líderes),
podemos identificar algunos elementos claves de lo que podría ser la
agenda de un nuevo liderazgo político de mujeres de América Latina:
286
- La reorientación de prioridades en los presupuestos del Estado, transfiriendo recursos hacia inversión en el sector social, particularmente en educación y salud de las mujeres.
- La promoción de medidas dirigidas a frenar la especulación financiera que genera alta volatilidad en los mercados
internacionales, a través de un pequeño impuesto a las
transacciones, que pueda ser dirigido a inversión social.
Unidad 6
- Un compromiso genuino con la erradicación de la pobreza y la construcción de regímenes económicos y sociales
incluyentes.
- La recuperación de los canales del trabajo en equipo y la
construcción de salidas colectivas a los problemas económicos y sociales. Fuerte inversión en la construcción de
capital social que permita generar masa crítica donde se
necesite.
- Una transformación profunda del terreno de la política,
que incluya reformas de los procesos y sistemas electorales para asegurar su legitimidad, honestidad y confiabilidad, estableciendo un clima de igualdad de condiciones
en las contiendas.
- La promoción de un compromiso de Estado y una conciencia ciudadana sobre el valor de la equidad social, de
géneros y de etnias como eje central de una nueva estrategia de desarrollo humano sostenible.
- La instauración de un régimen de derecho pleno, erradicando la corrupción de todas las esferas, con un sistema
confiable de justicia, mecanismos de rendición de cuentas y un aparato estatal eficiente para asegurar el cumplimiento de derechos y deberes ciudadanos.
- El impulso a un proceso vigoroso de construcción de ciudadanía.
Los liderazgos emergentes
Como suele suceder, los procesos que están en curso en la región muestran grandes contradicciones. En el nivel del discurso, todos los regímenes y todos los políticos dicen favorecer la equidad de géneros, estar preocupados por la creciente pobreza y la marginación de minorías étnicas,
y desear la paz social. Pero en el nivel de las políticas que se instrumen-
287
Unidad 6
tan vemos pocos avances, con contadas excepciones –las designaciones
de nuevo gabinete en Chile con una alta proporción de mujeres muy capaces, la aprobación de la nueva Constitución en Venezuela que denota
un compromiso de Estado con la equidad en todas sus variantes, y la
orientación de muchos de los programas sociales en Brasil, dirigidos a
empoderar a las personas y no meramente a ofrecer caridad.
Las evaluaciones que se han hecho recientemente en seguimiento de
los compromisos de las Cumbres de Cairo, Beijing y Copenhague ratifican que se ha avanzado poco en el cumplimiento de los acuerdos. Sin
duda, el logro más importante de estas iniciativas de Naciones Unidas
ha sido la movilización de organizaciones de la sociedad civil que continúan ejerciendo presión sobre los gobiernos para instarlos a cumplir
con lo que firmaron. Pero el proceso también desató una proliferación
de instancias no gubernamentales, creadas para figurar internacionalmente y captar recursos de la cooperación, haciendo que el campo de
las ONG en América Latina y el Caribe sea hoy un universo sumamente
difícil de aprehender por su dispersión y diversidad.
Así encontramos que algunas ONG son instituciones de larga data,
otras son recientes o están en vías de consolidación. Las hay grandes,
con centenares de funcionarios asalariados, otras muy chicas y otras
tantas que articulan su trabajo a partir de un voluntariado. Algunas
funcionan muy profesionalmente y otras improvisan de día a día. Unas
buscan tejer consensos y acuerdos con otras organizaciones para adelantar el trabajo en colaboración, mientras que otras funcionan con
la lógica de la competencia de mercado, disputándose el terreno de
búsqueda de fondos, la representación de determinados sectores y la
visibilidad política.
Los objetivos, antecedentes, estilos de trabajo, programas, recursos
financieros y formas de relación con su propia base, con los estados
de la región, con el sector privado y con los organismos del sistema
internacional, son también extremadamente diversos. Generalmente
dicen tener un compromiso con la equidad de géneros, pero no siempre
esto se verifica en la práctica. Hay las que se insertan cómodamente en
relaciones de clientelismo con el Estado, y las que se nutren de la confrontación permanente. Las que desarrollan trabajo serio, que abona al
desarrollo económico y social de los pueblos, y las que viven de forma
parasitaria de donantes institucionales o individuales. Las que se jugaron y se juegan a diario por fortalecer la democracia, la equidad, el
respeto a los derechos humanos y el desarrollo, y las que se hicieron
cómplices de funcionarios y regímenes corruptos y violadores de la seguridad de las personas.
288
En momentos en que se debate la necesidad de compartir las responsabilidades de la gestión pública y los Estados buscan reestructurarse
para traspasar muchas de sus responsabilidades históricas, resulta
imprescindible contar con soportes sociales que puedan acoger algunas de estas esferas de acción. De ahí que contar con organizaciones
no gubernamentales bona fide, que realmente tengan representatividad y legitimidad social, sería muy importante. Sin embargo, desmalezar el campo no ha sido fácil, aun cuando sabemos que allí están
las reservas de nuevos liderazgos, tanto de mujeres como de hombres,
para la región.
Unidad 6
Aunque no existen estudios concluyentes, se estima que en las últimas
dos décadas en América Latina y el Caribe han surgido unas veinte mil
de estas llamadas Organizaciones no Gubernamentales. El grueso opera bajo la forma de fundaciones, asociaciones civiles, corporaciones sin
fines de lucro y otras formas jurídicas mayormente de carácter nacional, aunque hay muchas ya internacionales. Se definen a sí mismas
como organizaciones privadas de fines públicos.
Entre el grueso de las ONG de desarrollo parece existir plena conciencia de los problemas que enfrenta el sector y voluntad de enfrentarlos y destilar el campo. Los procesos que han atravesado las ONG de
América Latina para ganar legitimidad y respetabilidad son encomiables, y ciertamente hay una camada de líderes emergentes -hombres
y mujeres- curtidos al fragor de la lucha social y con conciencia de la
complejidad de los problemas que enfrenta la región y que eventualmente pueden llegar a ocupar posiciones importantes en la estructura
del poder político de los países. Por ello, habría que continuar ayudando a que las propias ONG puedan destilarse, avalando el que las
mismas instituciones desarrollen mecanismos para evaluarse entre sí
y puedan construir un marco confiable de representatividad. Un paso
en esa dirección ha sido la conformación en varios países de las asociaciones nacionales de ONG. Las propias organizaciones establecen
los parámetros de quién puede estar en la asociación, y en algunos
casos ya comienzan a trabajar en la elaboración de normas comunes,
de códigos de ética y de controles y contrapesos para el ejercicio compartido del poder. También están buscando complementariedades y
colaboración en acciones de carácter nacional, y discutiendo cómo definir los ámbitos apropiados para lo público y lo privado. Esos procesos
ameritan ser avalados y apoyados tanto por los gobiernos como por la
comunidad internacional. No basta hablar de lo bueno que sería contar con nuevos liderazgos, en particular femeninos, y con una sociedad
civil, activa, vigilante, integrada; hay que invertir en los procesos que
puedan tender a su fortalecimiento. Una vez que las sociedades reconozcan sus nuevos líderes, el proceso de cambiar las bases del terreno
de la política costará menos. Las nuevas tecnologías de comunicación
289
Unidad 6
han dado a los ciudadanos y a muchos de estos grupos acceso a información que antes sólo manejaban los gobiernos. Bien utilizadas,
estas tecnologías pueden contribuir al fortalecimiento de las capacidades de planificación, gestión, fiscalización de las ONG y a hacer más
efectiva la participación de las personas. La expansión fenomenal que
ha tenido el trabajo en redes electrónicas en América Latina ha sido
fundamentalmente impulsada por las ONG de desarrollo. Pero todavía
persisten rezagos importantes en el uso que las mujeres están dando
a estas nuevas posibilidades, lo que sugeriría la elaboración de programas específicos de fortalecimiento de las capacidades de liderazgo de
mujeres por vía electrónica.
El apoyo desde el ámbito internacional
Como hemos insistido, se precisa reenfocar la mirada sobre el problema
del poder. Hay un cuestionamiento contundente de los sistemas políticopartidistas que se verifica en todos los países de la región y en paralelo
han surgido nuevos espacios de acción política no partidista. Allí radica
un dilema y un gran desafío para los organismos internacionales.
Desde nuestra perspectiva, la apuesta debe ser hacia fortalecer el desarrollo de nuevos liderazgos femeninos que nazcan de instancias de
la sociedad civil y que encarnen valores éticos y compromiso con la
equidad en todas su formas. Sólo así podremos frenar la entrada de
personajes vacuos y deshonestos, que vienen apoyados por las grandes
fuerzas económicas y las mafias, al terreno de la política. Un riguroso
cotejo de las prácticas cotidianas de las organizaciones de la sociedad civil donde se destacan las mujeres servirá para detectar aquellas
realmente comprometidas con la transparencia, el manejo eficiente y
honesto de recursos y la democracia interna. Una vez detectado ese
semillero debe abonársele acercándole experiencias concretas, amplias
y variadas, de formación y capacitación. Las mujeres líderes del futuro
deberán conocer a fondo la naturaleza de los debates económicos que
se dan internacionalmente hoy, la estructura del sistema internacional, desarrollar destrezas formales de mediación y negociación, y manejarse óptimamente con las nuevas tecnologías de comunicaciones.
Los organismos de Naciones Unidas, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y las agencias bilaterales en la promoción del
liderazgo de la mujer pueden desempeñar un papel muy importante en
esa dirección. Pero necesitarán reformular el problema y también sus
programas, a fin de volcar su esfuerzo al replanteo de las estrategias
de desarrollo que permitan lograr la equidad y la democracia y no meramente a “insertar” mecánicamente a más mujeres en procesos que
están llevando al desastre económico y a la desintegración social. Confiar en que puede haber un nuevo ascensor, una fórmula mágica para
290
La agenda de un nuevo liderazgo político de mujeres de América
Latina:
Artículos del diario español El País. España, domingo 22 de enero
de 2006. Referencias
Unidad 6
incrementar automáticamente el nivel de poder político de las mujeres
es tan ilusorio como lo fue en los años setenta pensar que a través del
mercado de trabajo habríamos de lograr la equidad. Deberemos seguir
subiendo por la larga y empinada escalera y sin duda tardaremos más,
pero llegaremos con músculos fortalecidos y energías renovadas para
hacer los cambios fundamentales.
Michelle Bachelet / Presidenta electa de Chile
La socialista Michelle Bachelet, de 54 años, se convertirá el próximo
11 de marzo en la primera mujer que accede a la presidencia de Chile.
En su cartera trae la reforma del sistema de pensiones y un plan de
empleo que ayude a reducir la pobreza en la economía más boyante de
Latinoamérica. Bachelet se ha comprometido además a garantizar que
el Estado y la justicia den salida a los procesos abiertos por la violencia
política de la dictadura.
“Las heridas del pasado se curan con más verdad”.
Jorge Marirrodriga y Manuel Délano Santiago
Cuatro años y sin reelección. Ese es el plazo que tiene Michelle Bachelet (Santiago, 1951) para sentar las bases de una sociedad con un
reparto más justo de la riqueza, la gran asignatura pendiente del Chile
próspero que hereda de Ricardo Lagos.
Pregunta. ¿Cuál será la primera medida concreta que tomará después
de colocarse la banda presidencial del próximo 8 de marzo?
Respuesta. Tengo un plan de 36 medidas que cumpliré en los primeros
100 días. Mis tres primeras medidas son: el reajuste de las pensiones
más bajas, el acceso automático a las pensiones asistenciales y la gratuidad para los mayores de 60 años en los hospitales públicos. Son
medidas concretas mientras avanzamos en las restantes, que incluyen
la reforma del sistema de pensiones, con el envío de un anteproyecto
de ley en el segundo semestre.
P. El presidente Lagos ordenó abrir las puertas del Palacio de La Moneda como gesto de su presidencia. ¿Cuál será el suyo?
R. Más que un acto físico, el equivalente a la apertura de las puertas
291
Unidad 6
de La Moneda será mi formación de Gobierno. El gabinete paritario es
un símbolo claro de que quiero abrir la Moneda a los ciudadanos, a las
mujeres y a los hombres, lo que requiere dar espacio a éstas. También
lucharé con mucha fuerza contra todo tipo de discriminación. Chile
somos todos, y esto significa puertas abiertas a las regiones, a las mujeres, adultos mayores, jóvenes, pueblos originarios. Lo simbólico sería
la integración, y el primer gran acto, el Gobierno paritario.
P. Durante su campaña anunció que terminará con los últimos vestigios de la dictadura, el sistema electoral binominal. ¿Cómo podrá
llevarlo a cabo sin el apoyo de la derecha?
R. A pesar de que tenemos una mayoría muy importante en el Parlamento y por primera vez mayoría en el Senado, no alcanzamos el
quórum que requiere el cambio del sistema binominal. Los resultados
en la última elección parlamentaria demostraron a la Concertación y a
la derecha que con este sistema mucha gente estupenda se pierde y no
llega al Parlamento. Espero llegar a acuerdos con una parte de la derecha para que apoye cambiar este sistema por uno más representativo.
P. ¿En sólo cuatro años de gobierno y sin reelección habrá tiempo suficiente para acortar la brecha entre ricos y pobres, uno de los principales problemas de la economía chilena?
R. Obviamente, la distribución del ingreso no se resuelve en un Gobierno; es una tarea para varios… Trabajaremos a través del plan de
igualdad de oportunidades para generar más empleo y sacar a la gente
de la pobreza. Hay tareas con resultados a largo plazo, que vamos a
iniciar o consolidar en los cuatro años.
El Pais, domingo 22 de enero de 2006
“Líderes rompedoras”
“La nueva generación de mujeres en el poder aporta cercanía y
transparencia a la política”.
Francisco Perejil. Madrid
La socialista de 54 años Michelle Bachelet, ganadora de las últimas presidenciales de Chile, separada y agnóstica, ha prometido un Gobierno
con tantos ministros como ministras en un país donde nunca hubo una
presidenta; la democristiana Ángela Merkel, primera canciller en la historia de Alemania a sus 51 años, emergió como una figura clave en la
Unión Europea cuando el pasado diciembre desbloqueó las negociacio-
292
Para saber más. Bibliografía y páginas web recomendadas
Amorós, Celia. La gran diferencia y sus pequeñas consecuencias para
la lucha de las mujeres. Ed Cátedra. Barcelona. 2005.
Bocchetti, Alesasandra. Lo que quiere una mujer. Editorial Cátedra.
Madrid 1999.
Unidad 6
nes presupuestarias; la economista de Liberia licenciada en la universidad de Harvard Ellen Jonson Sirleaf, de 67 años, primera presidenta
africana, ha declarado que luchará contra la corrupción, “principal enemigo” de su país. La avalan los años que fue ministra de Finanzas y se
destacó precisamente por su lucha contra las corruptelas.
Freedman, Jane. Feminismo ¿unidad o conflicto? Ed Narcea.
Madrid. 2004.
Hernando Gonzalo, Almudena. ¿Desean las mujeres el poder?. Minerva
ediciones Madrid 2003.
Lagarde, Marcela. Proyecto Equal. I.O Metal. Guía para el empoderamiento de las mujeres. Texto de Marcela Lagarde.
Lagarde y de los Rios. Claves feministas. Ed. Horas y horas. Madrid
2000.
Lagarde y de los Rios. Para mis socias de la vida. Ed Horas y horas.
Madrid. 2005.
Lagarde y de los Rios. Género y feminismo. Ed Horas y horas. Madrid 2005.
Nuño Gómez, Laura. Mujeres de lo privado a lo público. Ed. Tecnos.
Madrid. 1999.
Rivera, María Milagros. Mujeres en relación. Ed. Icaria. Barcelona
2001, Pág 62.
Sendon de Leon. Marcar las diferencias. Ed. Icaria. Barcelona 2002.
Uriarte, Edurne. Elizondo Arantxa (cord). Mujeres en política.
Ed Ariel . Barcelona. 1977.
293
Desarrollo de habilidades para la práctica política (I)
Visión estratégica de género. Comunicación
Presentación de la unidad
Objetivos de la unidad
1.- La comunicación en la acción política
Unidad 1
Unidad VII
2.- Comenzando por el principio. ¿Qué es la comunicación?
2.1.- Elaboración de la idea que queremos comunicar
2.2.- Codificación o traducción de esa idea a palabras,
imágenes, gestos o cualquier símbolo
adecuado para la transmisión
2.3. –Transmisión del mensaje elaborado
mediante el método elegido
2.4,- Recepción del mensaje por las personas
a las que nos dirigimos
2.5.- Decodificación del mensaje para que sea entendido.
2.6.- Utilización del mensaje por parte
de la persona que lo recibe
3. ¿Qué elementos componen la comunicación?
4.- Modalidades de comunicación
4.1.- El lenguaje escrito
4.2.- La comunicación oral
4.2.1.- Como preparar un discurso
4.2.2.- Como dirigirnos al auditorio
4.2.3.- Cómo construir un discurso improvisado
4.2.3.- La comunicación no verbal
5.- Las mujeres en los medios de comunicación
295
Desarrollo de habilidades para la práctica política (I)
Visión estratégica de género. Comunicación
Presentación de la unidad
A lo largo de esta Unidad identificaremos cuales son los elementos que
componen la comunicación desde una perspectiva de género. Aprenderemos las principales herramientas de la comunicación política y
analizaremos cuales son las variables que actúan discriminando a las
mujeres en las organizaciones políticas.
Unidad 7
Unidad VII
Objetivos de la unidad
- Conocer los elementos de la comunicación.
- Aprender los pasos que son necesarios para la realización de un
discurso.
- Conocer las claves más importantes para hablar en público.
- Analizar los elementos de la comunicación que discriminan a las
mujeres en las organizaciones políticas.
- Reflexionar sobre el papel de las mujeres en la introducción de
la perspectiva de género en los medios de comunicación.150
150. Este capítulo se ha elaborado teniendo como base el material que Sara Berbel escribió para “Yo Política”. Los
materiales de formación política cedidos por la Fundación Jaime Vera y el material cedido por las Mujeres del Partido
Laborista de Noruega.
297
Unidad 7
La razón más fuerte que tiene esta mujer para
hablar es que el mundo necesita oír su voz.
Sería una catástrofe para todo ser humano
que quedase ahogado el grito de la mitad de
la familia humana…
Anna Julia Cooper
1.- La comunicación en la acción política
Cuentan las leyendas clásicas que los atenienses levantaron a la puerta de la fortaleza una estatua de una leona de bronce sin lengua para
mostrar que el silencio en la mujer es una gran virtud. Pero aquella
estatua se había esculpido para honrar a una mujer que pese a ser
torturada no reveló ninguno de los secretos que conocía sobre una
conjura que se fraguaba contra los tiranos. Así, lo que era inicialmente
un silencio heroico se transformó en un modelo de constante imitación
para la mujer común, requerido en cualquier acto de su vida cotidiana
y a través de siglos de historia.151
Hemos ido quebrando la barrera del silencio impuesta culturalmente,
durante siglos. La palabra de las mujeres fue abriéndose camino a
través de las artes, la ciencia, la literatura y la política en un ejercicio
incesante de ser reconocidas de forma individual y colectiva. Tomar la
palabra ha significado poder nombrar la discriminación, reivindicar,
redefinir nuestro rol e inventar nuevas formas de concebir la realidad.
En la medida en que esta palabra ha sido escuchada, hemos ido tomando posiciones de libertad en todos los aspectos de nuestra vida,
intercambiando y socializando nuestra experiencia.
Nuestras voces están cada vez más presentes en el mundo político a
pesar de una socialización que condiciona nuestra libertad a la hora de
expresarnos y de las barreras del sistema patriarcal que actúan intentando relegarnos a un segundo plano.
2.- Comenzando por el principio. ¿Qué es la comunicación?
La comunicación es una de las acciones más importantes de nuestra
vida. En la base de la comunicación se encuentra la relación y la capacidad de incidir en el curso de los acontecimientos. Para nosotras,
las mujeres, comunicarnos es fundamental para defender nuestros derechos, pero también para cambiar el mundo en la medida en que lo
deseamos.
151. Lozano Domingo, Irene Lenguaje femenino, lenguaje masculino. Minerva ediciones. 2005, Pág 23
298
Para que la comunicación tenga lugar no basta transmitir un mensaje.
Es necesario que éste sea recibido y que tenga para la persona que lo
recibe, el mismo sentido que para la persona que lo envió.
Unidad 7
Comunicarse es compartir información, estableciendo un proceso de
entendimiento que nos permite compartir lo que sentimos y lo que conocemos. En el terreno político el papel de la comunicación es imprescindible. La comunicación en política, al igual que en la vida personal,
es un viaje de ida y vuelta. Necesitamos conocer los “resortes” que nos
permiten conectarnos con los ciudadanos y ciudadanas de forma que
les hagamos partícipes de nuestra propuesta de acción, a la vez que
sostenemos un sentido de “escucha” haciéndonos receptivas a sus demandas y propuestas.
La comunicación es como un viaje. Hay que empezar diciendo dónde se
va a ir. Tener claro el objetivo de la comunicación es un requisito básico
para obtener el éxito. Es preciso, además, identificar los elementos que
intervienen en toda comunicación para poder ser capaces de manejarlos
y controlarlos adecuadamente. No sólo hay que atender el mensaje que
se quiere dar, sino también la forma en que se hace y, muy especialmente, analizar las características del receptor o receptora de nuestra comunicación. En función del público a quien la mujer se dirija, el mensaje se
expresará de forma diferente ya que el principal objetivo de toda comunicación es que se entienda claramente lo que se desea transmitir.
La comunicación se desarrolla en seis pasos:
2.1.- Elaboración de la idea que queremos comunicar
Este primer paso, es fundamental en nuestra participación política. No
sólo, porque es importante poder elaborar una propuesta coherente
con el contexto en el que nos desenvolvemos, sino porque, nos interesa
incorporar a este discurso la perspectiva de género que como feministas
defendemos, aportando otra mirada, otra lectura sobre la realidad que
nos rodea. Marcela Lagarde hace referencia al discurso de género:
En referencia a la construcción del discurso:
“Otra cosa es en los espacios públicos, en los espacios políticos. Aquí las mujeres necesitamos sobre todo argumentos
sólidos, científicos y filosóficos. Necesitamos tener argumentos
y propuestas para poder participar en los espacios donde se
cambian las cosas. Aquí la estrategia es otra. No se trata de
pensar que porque tenemos ansia de justicia van a tomar en
cuenta lo que decimos. Tenemos que demostrar que sin los
cambios que proponemos no se puede”.152
152. Lagarde, Marcela. Para mis socias de la vida. Cuadernos Inacabados. Ed Horas y horas. Madrid.2005.
299
Unidad 7
En referencia al género:
“Las transformaciones de las mujeres inventadas a la
luz de la perspectiva de género, con todos los obstáculos
para su puesta en práctica, representan ya avances sociales, económicos, educativos, sanitarios y políticos en
todas las comunidades locales o nacionales donde se ha
trabajado con él, en el tratamiento de los grandes problemas de nuestro tiempo (…) La problemática de género en
que estamos inmersas las mujeres y hombres hoy, forma parte sustantiva en la construcción de la democracia
y la redefinición de los modelos de desarrollo, así como
de la reasignación de la vida personal y colectiva.153
2.2.- Codificación o traducción de esa idea a palabras, imágenes, gestos
o cualquier símbolo adecuado para la transmisión
Tenemos que tener en cuenta a quién va destinado el mensaje y el método con el que lo transmitimos para poder escoger las palabras y los
signos adecuados y organizarlos de manera conveniente.
En la traducción de las ideas en palabras tendremos que tener presente
por una parte, lo que representamos como mujeres políticas y por otra
el hecho de que aunque nos dirigimos al conjunto de la ciudadanía, es
necesaria la visibilización de las mujeres como parte fundamental en la
construcción democrática. Durante mucho tiempo los estudios sobre
la participación política de las mujeres sostenían que las diferencias
entre la conducta política de las mujeres y de los hombres provenían de
las carencias de conocimiento político de las primeras. Sin embargo a
partir de las teorías de género, se propuso que lo que sucedía es que la
política se definía socialmente como un espacio masculino y por ello las
mujeres estaban ausentes. Sin embargo, nuevos estudios han demostrado que en la medida que las mujeres se han incorporado a la vida social, económica y política, las mujeres pueden tener más participación
que los varones y su voto ser más progresista que el masculino.154
En varios países, en la medida en que los intereses específicos de las
mujeres se han incorporado a la arena política, su voto depende de la
oferta programática que los partidos le hacen en los temas que tienen
que ver con la emancipación femenina. Así las mujeres votan por otras
153. Lagarde, Marcela. Género y feminismo. Desarrollo humano y democracia. Cuadernos Inacabados. Ed Horas y
horas. Madrid. 1997. pág 19
154. Recordemos la polémica suscitada entre Clara Campoamor y Victoria Kent en el debate sobre el voto de las
mujeres o las argumentaciones defendidas para negar el voto a la mujer en muchos países latinoamericanos porque
éstas podían estar influenciadas por la iglesia en sus opiniones electorales.
300
2.3. Transmisión del mensaje elaborado mediante el método elegido
Tenemos que seleccionar el canal y los soportes más adecuados, cuidando que nuestro canal esté libre de interferencias. Recordemos que
la comunicación es una herramienta fundamental en política, siendo
tan importante la que se transmite de forma oral como corporal o escrita. Todas ellas comunican lo que queremos decir pero también lo
que realmente pensamos, así que es importante mostrarse sinceras,
y sobre todo ser coherentes entre nuestras opiniones y actuaciones,
porque la emisión de mensajes no siempre es voluntaria, a veces comunicamos de modo inconsciente; es decir, la elaboración de la idea,
su codificación y la transmisión del mensaje pueden producirse sin
que nos demos cuenta.
Unidad 7
mujeres o castigan a los partidos o candidatos que se han pronunciado
en contra de la igualdad de los sexos o en temas que afectan a la vida
de las mujeres.155
2.4.- Recepción del mensaje por las personas a las que nos dirigimos
Las personas a las que nos dirigimos tienen que estar atentas y prepararlas para recibir nuestro mensaje. Para ello deben sentir que nos estamos dirigiendo a “ellas y a ellos”. En este punto nos parece importante recordar que si utilizamos un lenguaje sexista, es muy posible que
las mujeres no se sientan parte interlocutora de nuestro discurso. La
lengua no es neutra y refleja la relación de los sexos en la sociedad y la
posición de la mujer en dicha relación. El predominio de lo masculino
en la sociedad significa que lo masculino determina el uso de la lengua.
De ahí que la discriminación consista en el uso genérico del masculino
como genérico referencial para los dos sexos. En definitiva el masculino ha prevalecido y sigue prevaleciendo sobre el femenino.156
Las mujeres hemos permanecido ocultas en el lenguaje a través del
genérico masculino o del artículo neutro. Verbalizar la presencia de las
mujeres es imprescindible para sentirnos destinatarias del mensaje.157
2.5.- Decodificación del mensaje para que sea entendido
Las ciudadanas y ciudadanos a los que nos dirigimos “leen” o traducen las señales que leS han llegado, para aceptar su significado. La
comprensión se produce en la mente de la persona que recibe el mensaje. Debemos recordar que podemos lograr que las personas a las
155. Astelarra, Judith “Nuevos desafíos para el ejercicio de la ciudadanía de las mujeres” en Los desafíos del feminismo ante el siglo XXI. Valcárcel, Amelia, Renau, Dolors y Romero Rosalía (eds). Ed Instituto Andaluz de la Mujer.
2000. Pág 231
156.http://www.fmujeresprogresistas.org/pdf/LENGUAJESEX.pdf
157. Existen numerosos estudios y manuales acerca del lenguaje no sexista. En la página Web. Mujeres en Red
encontrarás artículos y guías on line. http://www.nodo50.org/mujeresred/lenguaje.html
301
Unidad 7
que nos dirigimos nos “oigan” pero no hay modo de obligar a nadie a
que atienda o interprete correctamente. Recordemos a las mujeres en
la Revolución Francesa o las Sufragistas. Los métodos que emplearon
fueron lo suficientemente contundentes como para ser “oídas” pero la
interpretación correcta de su mensaje tardó décadas en ser trasladada
a la práctica. Nuevamente recurrimos a las palabras de Marcela Lagarde recogidas en el apartado 2.1 que afirma: “...no se trata de pensar...
Tenemos que demostrar…”
2.6.- Utilización del mensaje por parte de la persona que lo recibe
Una comunicación correctamente establecida puede suponer una modificación del comportamiento o de la actitud de la persona que lo recibe como consecuencia de la información que antes no tenía.
3. ¿Qué elementos componen la comunicación?
El primer elemento de la comunicación es el Emisor. Es el/la autor/a
de la información que se transmite.
En los textos de formación política que estamos consultando para hacer esta unidad, la persona que emite el mensaje se llama emisor.
Nuevamente, las mujeres quedamos ocultas tras el velo del lenguaje.
Políticamente a las mujeres nos interesa ser “emisoras” bien visibles,
convirtiéndonos en referentes y modelos para facilitar el camino a otras
mujeres, como anteriormente nuestras antecesoras nos mostraron el
nuestro. En este sentido Amelia Valcárcel afirma:
“No es infrecuente escuchar que uno de los problemas fundamentales para la actuación de las mujeres dentro de los espacios públicos es la ausencia de modelos. Las mujeres se sienten
recién llegadas a los espacios públicos porque en efecto nunca
se les ha permitido ocuparlos, pero, sobre todo, porque no suelen
conocer ni por tanto reconocer la deuda que con sus acciones
colectivas tienen esos espacios.
(…) Sin quererlo no tenemos modelos y también sin quererlo, podemos constituirnos en modelos, para bien y para mal”.158
En la misma línea de reflexión Marcela Lagarde afirma:
“…Pensamos que las mujeres no tenemos modelos, que como
somos inaugurales no sabemos como hacer las cosas. Pero no
sabemos por ignorancia. Hay mujeres que nos han antecedido
158. Valcárcel, Amelia. “La política de las mujeres” en Feminismos. Ediciones Cátedra. 4a Edición Madrid 2004
Pág 85
302
Como emisoras podemos actuar de forma colectiva o individual:
- Colectiva. Por ejemplo cuando emitimos un mensaje como grupo, asociación o partido.
- Individual. Cuando lo hacemos en primera persona.
Unidad 7
y podemos aprender de ellas observando como han hecho las
cosas. Esto de que no hay más modelos que los masculinos para
mí es una gran mentira que debemos derrumbar dando a conocer
los procesos del liderazgo de mujeres, tenemos que conocer las
historias de las lideres y difundirlas”.159
Tanto individual como colectivamente es importante que las mujeres nos signifiquemos en nuestros discursos, haciéndonos visibles y
referentes como modelos para otras mujeres.
Otros elementos que componen la comunicación son:
Receptor o receptora: La persona o colectivo de personas destinatarias de la comunicación.
Mensaje: Contenido de la comunicación.
Código: Es un convenio o conjunto de símbolos regulados que
permiten convertir las ideas en estímulos perceptibles (sonidos,
imágenes…)
Canal: Es el vehículo o camino que permite a esa información llegar desde la persona que lo emite hasta la persona que la recibe.
Filtros: Son las actitudes personales, prejuicios y barreras que
pueden tener la persona que emite y la persona que recibe el mensaje y que distorsionan el mensaje.
Intereses: Son el conjunto de temas y cuestiones que tienen que
ver con las personas que protagonizan el proceso. Sólo existe verdadera comunicación cuando coincidimos con la intersección de
estos intereses.
Feed-Back: Es un mensaje “de vuelta” que permite verificar si la
información llego a las personas a las que estaba destinada con el
significado que pretendíamos.
159. Lagarde, Marcela, Para mis socias de la vida. op.cit. 252
303
Unidad 7
Mensaje
Fuente de
información
Señal
emitida
Emisora
Código
Señal
recibida
Canal
Ruido
Mensaje
Receptora
Destinataria
Código
Ideas clave
Para lograr una comunicación efectiva con la sociedad
hay que respetar cuatro reglas:
1.- Hablar el mismo lenguaje que las personas a las que
nos dirigimos (lo más claro y sencillo posible).
2.- Hablar de los problemas y situaciones que más preocupan a los destinatarios y destinatarias. Para ello tendremos
que estudiar estos problemas y conocer las soluciones y
alternativas posibles.
3.- Conocer las opiniones de las personas a las que dirigimos nuestro mensaje (sociales, políticas, religiosas, culturales…). Es muy importante para entrar en su campo de
interés.
4.- Ser breves y concretas. Es difícil seguir con atención las
exposiciones y argumentos largos.
4.- Modalidades de comunicación
La comunicación puede servirse de diversos “lenguajes”, diferentes tipos de signos (sonoros, visuales, táctiles) capaces de simbolizar ideas,
conceptos y sentimientos. A cada uno de estos “tipos de signos” les
llamamos lenguaje.
304
Lenguaje escrito: Vehículo de comunicación que se apoya en la utilización de signos gráficos (letras) capaces de componer palabras.
Lenguaje verbal: Vehículo de comunicación que se apoya en la
utilización de palabras habladas.
Lenguaje corporal: Vehículo de comunicación que se basa en el
empleo de gestos, miradas, acciones, etc. A menudo esos gestos
tienen significados distintos en función de la cultura.
Unidad 7
Existen cuatro tipos de lenguajes:
Lenguaje icónico: Vehículo de comunicación que se basa en la
utilización de la imagen.
4.1.- El lenguaje escrito
Es obvio pero necesario insistir en que en política los documentos escritos son muy importantes. Las líneas políticas se definen en programas, los/las representantes escriben sus discursos (o los leen),
las personas con cargos políticos escriben artículos a petición de la
prensa, dan charlas o conferencias... etc. También en este campo es
mucho menos frecuente hallar escritos de mujeres que de hombres.
Sin embargo, resulta fundamental recoger en textos el pensamiento
político, ya que es lo único (aparte de las actuaciones realizadas) que
queda para la historia. Sirve por otra parte para formar a nuevos/as
militantes y también para convencer de la bondad de las ideas a los/as
posibles lectores/as.
El dominio del lenguaje escrito es tan fundamental como el hablado si
se quiere ser un/a buen/a comunicador/a. Sin embargo, se trata de
un aspecto al que se presta muy poca atención o se delega en otras
personas, como si fuera tan fácil que alguien que no seamos nosotras
mismas pueda interpretar nuestros pensamientos.
En muchos discursos se aprecian ambigüedades o indefiniciones que
son provocadas precisamente por el hecho de que quien da la charla no
es la misma persona que ha escrito el papel que tiene ante sus ojos. Por
otra parte, escribir lo que se va a decir ayuda a clarificar las propias
ideas y a concretar las argumentaciones. Creemos, por tanto, que toda
mujer que desee ser una buena política, tiene que tomarse en serio la
puesta en palabras escritas de su ideario político.
305
Unidad 7
En el proceso de creación de un texto pueden distinguirse tres fases:
- La planificación.
- La redacción (el momento en que efectivamente se escribe el
texto).
- La revisión de lo escrito.
Nos centraremos sólo en el primer punto ya que dar pautas de redacción excede el propósito de este apartado.
La planificación es el proceso de reflexión que debe realizarse antes de
comenzar a escribir. Y decimos “debe” porque se trata de una fase con
frecuencia omitida ya que suele parecer innecesaria. Muchas personas
empiezan a escribir sobre un tema o responder una pregunta sin haber
meditado antes sobre lo que van a decir. El resultado suele ser un texto
inconexo, con poca o nula coherencia interna.
En consecuencia, es muy recomendable planificar lo que va a escribirse con el fin de conseguir textos adecuados al público y a la situación
en que se inscriben. Una guía para planificar correctamente resultaría
de plantearse, y responder, ciertas cuestiones:
1. Objetivos del texto: ¿Para qué se escribe el texto? ¿Qué objetivo hay que lograr con el texto?
Aunque parezca que todos los textos se redactan para informar de algo, en realidad en un escrito se cumplen diversas
funciones sociales. De este modo, un texto político ciertamente informa de la posición teórica sobre algún tema concreto pero también transmite emociones, sentimientos, trata de
despertar el interés de quien lo lee en el asunto tratado y
posiblemente pretenda lograr algún reconocimiento entre los
lectores o entre los compañeros y compañeras de partido. En
consecuencia, es importante ser conscientes de todo lo que
estamos transmitiendo en un texto y de cuáles son nuestros
objetivos al respecto.
2. El texto como espacio de relación: ¿A quién se dirige el texto? ¿Qué sabe exactamente el lector o lectora? Por otra parte,
¿cómo quiere presentarse la autora ante el lector o lectora?,
¿qué imagen pretende transmitirle?
Un texto establece una relación entre el/la emisor/a y el/la
receptor/a porque se trata de un acto de comunicación. No
306
Unidad 7
pensar en ello puede conducir al fracaso de la comunicación.
Hay que plantearse quién es el destinatario del texto (por
ejemplo, todas sabemos que el/la lector/a de El País (periódico diario español progresista) tiene posiciones diferentes que
un lector/a de ABC (periódico diario español conservador)
respecto a temas como el aborto, el terrorismo, las relaciones
sexuales, la religión, etc.) A partir de aquí, conviene recopilar
la máxima información sobre el colectivo a quien se dirige el
escrito para adaptarse a sus gustos y necesidades, la única
forma de que nuestro texto tenga éxito entre ellos. También
resulta interesante plantearse qué imagen quiere dar de sí
misma la autora del escrito (imagen académica, coloquial,
profesional, informal) ya que debe tener en cuenta que quien
la lee va a juzgarla por el texto escrito.
3. Organización de las ideas: ¿Qué debe decir el escrito
exactamente? ¿Cómo se organizará la información para que
la comunicación sea más eficaz?
Esta es la fase de producción. Para escribir el contenido, la
autora debe primero reunir información, documentarse, para
poder hablar con propiedad. Posteriormente debe seleccionar
cuál de la información recopilada le interesa de acuerdo con
los objetivos del escrito. Con frecuencia leemos artículos en los
que hay un exceso de información no organizada, de manera
que al acabar no sabemos cuál es el propósito del artículo. Los
expertos/as recomiendan buscar una idea central en torno a
la cual se desarrolle el resto del texto. A partir de este núcleo
conviene diseñar un esquema que divida y ordene otros posibles subtemas.
4. Géneros: ¿En qué géneros se inscribe el texto? ¿Cuáles son
las características asociadas al género escogido?
Por género entendemos el tipo de texto, socialmente aceptado, que responde a la necesidad de la situación comunicativa
en que se inscribe nuestro escrito. Está claro que no escribimos lo mismo ni de la misma forma en una postal de navidad
que en una carta de pésame. Tampoco es igual la forma de
un artículo de prensa que la de un discurso que va a ser leído en voz alta posteriormente. Muchos de los discursos que
fracasan y que se hacen terriblemente monótonos para la
audiencia fallan precisamente por haber estado concebidos
como artículos de un diario o escritos programáticos, sin tener en cuenta su objetivo final. En cualquier caso, hay que
procurar que, sea cual sea el género escogido, se exprese de
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Unidad 7
forma clara y precisa, con objetividad. Hay que procurar huir
de los escritos enrevesados y empalagosos, que confunden a
los y las lectores/as, además de aburrirles mortalmente.
5. Secuencias textuales básicas: ¿Qué tipo de secuencias textuales (argumentación, exposición, descripción, narración)
se van a emplear en el texto?
En ocasiones un diálogo puede introducir un texto, ejemplificando la idea que se va a enunciar posteriormente. En la
práctica, es posible que hallemos diferentes formas textuales
en un mismo texto (descripción, argumentación, exposición);
lo importante en cualquier caso es que seamos nosotras quienes decidamos cuál de ellas vamos a utilizar y en qué orden,
para mejor cumplir los objetivos propuestos.
4.2.- La comunicación oral
El lenguaje oral tiene una enorme capacidad de expresión. El lenguaje
hablado nos comunica con las ciudadanas y ciudadanos de una forma
sucesiva en el tiempo. Palabras y gestos desaparecen instantes después de ser emitidos. Es más, cada palabra borra la anterior. La persona que nos escucha, no puede volver atrás si nosotras no lo hacemos.
No puede “hojear el final de la novela” mientras nosotras no le llevemos
de la mano. Por esta razón, debemos conocer los recursos propios del
lenguaje hablado y utilizarlos de forma decidida para nos entiendan.
4.2.1.- Como preparar un discurso
Siempre que tengamos que pronunciar un discurso, una conferencia,
dar un informe, introducir un tópico o tomar un asunto durante un
debate debemos aplicar la siguiente regla de oro: UNA BUENA PREPARACIÓN ESTIMULA LA CONFIANZA EN UNA MISMA. El proceso de
preparación puede dividirse en cuatro fases principales:
1.- Pensar el tema a tratar. Hay que dedicar tiempo a pensar
lo que se desea decir. Es recomendable también que las mujeres
políticas lleven una libreta de notas a mano, como hacen las
escritoras, donde puedan escribir las ideas que se les ocurran
y que consideren de interés. Es cierto que al principio puede
causar pereza pero a la larga los beneficios de dedicar tiempo de
preparación a todas nuestras intervenciones, son enormes.
308
3.- Preparar el manuscrito. Aquí es importante seguir las indicaciones que hemos señalado en el apartado de cómo elaborar un texto escrito. Es preciso señalar, aunque parezca obvio,
que toda intervención debe contar con tres partes fundamentales: Introducción, núcleo principal y conclusión.
Unidad 7
2.- Reunir documentación y material sobre el asunto en
concreto. Buscar en libros, otros documentos, referencias, o
consultar especialistas que puedan orientar sobre la materia.
Siempre es importante tener mucho más conocimiento del que
después vaya a transmitirse en el discurso. Proporciona confianza en una misma y además permite contestar con propiedad y holgura las posibles intervenciones (críticas o no) del
debate posterior.
4.- Aprenderse el manuscrito. Si se conoce perfectamente el
contenido del manuscrito, la confianza al salir a la tribuna es
mucho mayor. Por una parte, la oradora sabe que no puede
quedarse en blanco, porque tiene el texto escrito delante pero
al mismo tiempo es posible que no necesite leerlo puesto que lo
conoce en profundidad. En todo caso, señalar con rotulador los
títulos o algunas ideas a modo de recordatorio puede ser útil.
Se dice que para poder estar confiada y tranquila antes de un discurso hay que haber dedicado un 75% del tiempo a la preparación, un
15% a técnicas de respiración y relajación y un 10% a la motivación.
Se comenta que en una ocasión Churchill recibió grandes elogios por
un discurso improvisado muy bueno y él contestó: “Sólo me tomó una
semana prepararlo”.
309
Unidad 7
Ideas clave
Cuatro preguntas para preparar nuestro discurso:
¿Qué tengo que decir? Fijar las ideas (principal y secundaria) que queremos expresar de forma breve y
sencilla.
¿Cómo construyo el discurso? Organiza la estructura
que te permita desarrollar esas ideas de forma clara y
comprensible.
¿Cómo lo presento? Escoge las informaciones y datos
que quieres transmitir, los argumentos y razones en
los que te vas a poyar y los recursos de todo tipo que
vas a emplear.
¿Cómo llego a las personas con las que me quiero comunicar? Sé clara y sincera evitando frases e ideas que no
tengas interiorizadas. Emplea la fuerza de tu convicción,
intentando responder a los intereses de las ciudadanas y
ciudadanos.
Recuerda que...
Es importante que una vez hayas elaborado el guión o el
discurso completamente escrito, comiences a practicar en
voz alta. Ponte delante de un espejo o pide a una amiga que
te escuche. Es mejor que no lo leas. Tampoco es necesario
que lo aprendas de memoria. Sin embargo, el tener un esquema delante te ayudará a no perderte.
Recuerda que te estás dirigiendo a personas con realidades
e intereses muy concretos. Cuando ensayes ten presente
la imagen de esas personas que te van a escuchar y a las
que vas a escuchar. Practica hasta que todas las ideas se
encadenen en la secuencia deseada, las palabras broten
con la fluidez apropiada y tu discurso tenga el tiempo del
que dispones.
310
Para establecer una auténtica comunicación, lo primero que debemos
preguntarnos, es quiénes son las personas a las que nos vamos a dirigir, qué intereses tienen y cómo se sentirán cuando nos escuchen.
No sabremos responder exactamente a estas preguntas pero podemos
tener una idea aproximada que nos ayudará a conectar y establecer la
comunicación
Número. El número de personas es importante. Si se trata
de un grupo de treinta o cuarenta personas la comunicación
puede establecerse de forma bidireccional. Si son grupos más
grandes tendremos que establecer otro tipo de opciones.
Unidad 7
4.2.2.- Cómo dirigirnos al auditorio
Mujeres y hombres. Las audiencias pueden ser mixtas o tratarse de un grupo de mujeres o de hombres. Como aclarábamos anteriormente es importante visibilizar a las mujeres.
Edad: Los intereses varían enormemente en función de la
edad.
Nivel educativo e intereses profesionales: Debe tenerse en
cuenta la educación, tanto escolar como la derivada de la experiencia, porque tendrás que ajustar tu tono y nivel de discurso a esta variable.
Ideología y pertenencia a asociaciones (sociales, políticas,
religiosas…): La posición ideológica o pertenencia a una asociación puede decirnos mucho acerca de cómo son las personas, sus intereses y la percepción del tema.
Ideas clave
La información que reúnas a cerca de las personas a las
que te vas a dirigir te servirá para adaptar tu discurso
y el tema. No vale tener la lección aprendida y aplicarla
en cualquier circunstancia. Ten en cuenta, siempre, a
las personas a las que te diriges. Ponte en el lugar de
las personas a las que te vas a dirigir y si existe la posibilidad, establece un diálogo con el auditorio.
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Unidad 7
En el momento de dirigirnos oralmente a un auditorio, es preciso que tengamos en cuenta los siguientes aspectos:
- Ligar las ideas de las oraciones.
- Presentar las ideas según su importancia. Saber lo que quieres
decir y lo que es importante para ti.
- Evitar la ambigüedad y las faltas de sentido de la frase. No intentes utilizar palabras o giros que te sean ajenos. Tienes tu
propia forma de expresarte y muchos recursos, recuérdalo.
- Combinar frases cortas y largas para evitar la monotonía y la
ampulosidad (la oración corta es útil para describir algo o resumir nuestros pensamientos; la larga nos ayudará a desarrollar
temas más complejos o que deban ser argumentados.
- No repetir, al menos en exceso, ideas ni palabras. Depende de
las variaciones en la frecuencia de vibración de las cuerdas vocales. Puede influir en el cambio de significado de una oración y
en la expresión de determinados sentimientos.
- No utilizar palabras sin estar seguras de su significado y de su
pronunciación.
- Ser exacta en las cifras y en las citas.
- No sobreestimar ni subestimar el conocimiento del público sobre la materia en cuestión. Lo mejor es expresarse de forma
sencilla y concreta, sin tecnicismos ni “lenguaje político”.
En general, para ser una buena oradora se recomienda leer con toda la
frecuencia que sea posible, tanto libros como prensa, pero realizando
un tipo de lectura reflexiva, no en diagonal, observando la estructura
de las frases, los usos gramaticales, etc. No hay que tener miedo tampoco de detenerse unos segundos durante la explicación para pensar
lo próximo que se desea decir, es importante pensar mientras se habla.
Y por último, señalar que en una persona que se dedica a la política
es esencial que el discurso contenga compromiso y opiniones, para no
caer en los discursos retóricos vacíos de contenido que desprestigian la
política y a sus representantes.
312
El lenguaje verbal tiene una enorme importancia en la
acción
política. Es una pieza básica que nos permite:
- Conectar con los ciudadanos y ciudadanas.
- Captar sus expectativas y demandas.
Unidad 7
Ideas clave
- Transmitir nuestras propuestas.
- Debatir nuestros planteamientos.
- Convencer.
4.2.3.- Cómo construir un discurso improvisado
Cuando tengas que improvisar un discurso no te asustes. Tómate unos
minutos para pensar y construye un esquema mental que contenga
la presentación, desarrollo y conclusión. Define claramente cual es la
idea que quieres transmitir. Algunos consejos son:
-Recurre a tu experiencia. Recuerda alguna situación parecida
y qué planteaste entonces.
-Si no te sientes preparada, cuida especialmente la brevedad.
No te extiendas más de lo necesario.
-Sé clara y concisa. No te enredes en argumentaciones en las
que puedes perderte.
-Explica lo que tienes que decir de forma breve y resumida.
4.3.- La comunicación no verbal
En una intervención en público, a menudo pensamos que estamos
comunicándonos únicamente de forma verbal. No nos damos cuenta
de que, como en otras muchas situaciones, la comunicación es total.
Además de las palabras intervienen otros códigos como el sonido, las
acciones, los gestos…
313
Unidad 7
Una buena comunicadora hace compatible lo que dice con su expresión facial y con las señales que proyecta su cuerpo. Si una mujer dice
que está encantada y su expresión es huraña, nadie la creerá. En una
cuestión política, la credibilidad de la oradora quedará bastante mermada si no concuerda su expresión con sus palabras. A pesar de que
los gestos y movimientos son en buena parte inconscientes, podemos
controlarlos en la medida en que los conozcamos. Algunos de los componentes de la comunicación no verbal son:
-
El tono de voz. Hay que tener en cuenta la modulación, la rapidez al hablar, los silencios y las pausas. El tono de voz puede
motivar o aburrir.
-
Gestos faciales y corporales. La sonrisa, la relajación o crispación del rostro influyen en lo que se está comunicando. También
la postura corporal o los tics nerviosos, el movimiento de las
manos, etc.
-
La mirada. Es más fácil de controlar. Puede transmitir confianza
o desconfianza básicas. Sustituye y complementa a la voz. Mirar
a la gente a los ojos suele ser más convincente que muchas palabras.
-
Los objetos próximos. Tienden a manifestar la ansiedad de la
comunicadora y distraen a la audiencia (evitar jugar con bolígrafos, clips, papeles, etc.).
-
El espacio personal y social. La distancia física que mantenemos
con las demás personas correlaciona bastante con la actitud
que tenemos hacia ellas (mayor simpatía, mayor proximidad y
viceversa).
Una oradora segura de sí misma tendrá una postura relajada, realizará
movimientos fáciles y pausados, tendrá una expresión facial sonriente, la cabeza alzada, contacto visual directo y tanto el movimiento del
cuerpo como la cabeza estará orientado hacia quienes la escuchan.
Por el contrario, en una mujer insegura de sí misma observaremos una
postura rígida, los músculos tensos, inquietud en sus movimientos, la
expresión facial estirada y hosca, la cabeza hacia abajo, sin contacto
visual (en todo caso, miradas furtivas) y el movimiento del cuerpo y de
la cabeza tenderá a alejarse de los demás.
Otro aspecto fundamental de la comunicación no verbal es tener en
cuenta las diferencias culturales a la hora de interpretar lo que se nos
comunica y lo que comunicamos. Por eso siempre hay que saber a qué
314
-
EE.UU.: Está bien, de acuerdo.
-
Japón: Dinero.
-
Francia: Cero, sin valor.
-
Malta: Homosexual (ano).
También en el lugar de trabajo y análisis político es importante que las
mujeres sepamos controlar el espacio y la comunicación no verbal.
Ideas clave
Unidad 7
audiencia nos estamos dirigiendo y cuáles son sus códigos culturales.
Por ejemplo, el gesto de unir el índice y el pulgar en un círculo y levantar la mano tiene diferentes significados en cada país:
Los gestos tienen siempre insignificado, aún cuando los
hagamos de forma inconsciente y también tiene significado
la ausencia de gestos. El lenguaje gestual es muy rico, pero
en él no existen reglas fijas. Intenta ser siempre natural y
espontánea.
315
Unidad 7
Recuerda que...
El espacio físico donde se desarrolla la intervención también tiene su influencia. No se realiza la misma charla en
una gran sala con una tarima elevada al frente y micrófono
que en un local informal, reducido, con sillas dispuestas
en círculo.
El propio estado de ánimo es otro aspecto a tener en cuenta. Si un día nos sentimos especialmente cansadas o deprimidas, deberemos motivarnos más antes de comenzar
nuestra intervención para no transmitir sensaciones negativas al público que nos escucha.
Por otra parte, el grado de conocimiento de las personas
participantes también influirá en el nivel de seguridad y el
tipo de exposición de la oradora. La charla será sin duda
diferente si la dirigimos a compañeros/as de partido que si
estamos representando a nuestro partido en una convención internacional, donde todo el público es desconocido.
Controlar la comunicación se nos muestra como un arte imprescindible para triunfar en política. Practicando las habilidades comunicativas puede lograrse un alto nivel de eficacia
y, al mismo tiempo, lograr la autoafirmación de las mujeres
que se entrenan en ello. Conseguirán seguridad y confianza
en sí mismas porque se sentirán capaces de expresar con
corrección lo que piensan y sienten, pero también porque
los demás reconocerán esa capacidad suya y las valorarán
por ello. La conclusión es que cualquier mujer puede lograrlo, no es una habilidad innata, puede mejorarse con la
práctica así que ¿a qué esperan para empezar?
5.- Las mujeres en los medios de comunicación
Los medios de comunicación y las redes en Internet se han convertido en recursos imprescindibles para la transmisión de las propuestas políticas. Tanto en América Latina como en Europa comienzan a
emerger las mujeres periodistas que están intentando influir para introducir la perspectiva de género. Son mujeres que trabajan en contra
del orden patriarcal tomando decisiones tanto de contenido como de
forma que repercuten en la imagen y el protagonismo de las mujeres.
Se han organizado en redes, asociaciones, están ejerciendo liderazgos
316
Unidad 7
muchas veces no comprendidos y no considerados, pero tienen que
llevarlos adelante, colocarlos junto a una visión de las cosas y potenciarlos como lenguaje. En América Latina existe todo el movimiento de
redes comunitarias que es sobre todo femenino. Son mujeres, de las
comunidades, de los barrios, de los pueblos que están haciendo radio
con una perspectiva de género.160 A esta iniciativa hay que sumar las
páginas feministas que en Internet están construyendo una verdadera
tela de araña de solidaridad feminista y de difusión del conocimiento.
Mujeres en Red. Creatividad feminista, ciberfeminismo.org, Cimac, Isis
Internacional, Las Penelopes...son algunas de las páginas construidas
por y para difundir el pensamiento y la práctica feminista.
Recuerda que...
Cuando vayas a hablar en público tanto en una reunión,
comité, consejo, conferencia, charla o mitin es importante
que recuerdes que…
Es normal que puedes sentir cierta sensación de vértigo o
de inseguridad porque cuando tenemos que expresarnos
en situaciones menos conocidas o que entablan cierto riesgo no conoces como van a reaccionar las personas a las
que te diriges. No te preocupes. Esta sensación nos ocurre
a todas.
Cuando hablamos en público nos colocamos en una situación de vulnerabilidad. Estar seguras de lo que vamos
a decir nos ayudará a mantener la calma. Gana seguridad
ensayando previamente y estudiando tu discurso o la reunión. Convéncete de que todo va a salir bien.
Tú te conoces bien. Utiliza los recursos que conoces para relajarte, respirar bien, vencer el cansancio y mostrar tu compromiso. Imagina que todo saldrá bien. Esto te ayudará.
Muéstrate:
• Como eres y expresa aquellas ideas en las que
crees.
• Transmite tu entusiasmo y convencimiento.
• Confía en ti, de forma que los demás puedan confiar también.
• Utiliza tu capacidad creativa e imaginación.
• Mantén la capacidad de escucha para conectar con
las personas a las que te diriges.
• Comunícate con sencillez y claridad.
160. Lagarde, Marcela. Para mis socias de la vida. op.cit. 190
317
Unidad 1
R
esumen de la unidad
319
En esta ocasión hemos seleccionado un artículo del libro “Lenguaje
femenino, lenguaje masculino”161, de Irene Lozano Domingo, porque
aunque en esta unidad no hemos abordado la forma de hablar de los
hombres y las mujeres, es importante tener en cuenta esta variable
para codificar y descodificar los mensajes. La autora trata en su libro
los diferentes aspectos de la expresión de mujeres y hombres, intentando dar respuesta a la siguiente pregunta ¿Condiciona nuestro sexo
la forma de hablar?
Discurso privado y discurso público
Unidad 7
Lecturas para la reflexión
Las situaciones en que tradicionalmente han hablado las mujeres son
distintas a las de los hombres, como también difieren los contextos en
que se producen su socialización y el aprendizaje de estilos conversacionales distintos. Esto ha llevado a establecer dos patrones que se
han llamado discurso privado y discurso público.
El discurso privado es una conversación de carácter informal entre
un número no muy grande de personas, cuya meta primordial es el
mantenimiento de las relaciones sociales y el estrechamiento de las
relaciones. Es propio de las interacciones femeninas, no sólo entre mujeres adultas sino ya desde la infancia. El discurso público puede ser
informal o formal y suele tener como principal meta el intercambio de
información. Se considera que el carácter público de la conversación
va siendo mayor a medida que disminuye la confianza entre los interlocutores o aumenta el número de estos. La socialización de los varones
se lleva a cabo en este tipo de discurso desde la infancia. Esta división
no significa que las mujeres no dominen el discurso público o que los
hombres no mantengan conversaciones en el discurso privado, sino
que existen unos rasgos propios de cada estilo que aparecen con mayor
frecuencia en un discurso que en otro.
La asociación entre lo público y lo masculino por un lado y lo privado
y lo femenino por otro va disminuyendo a medida que la asignación de
roles a cada uno de los sexos se va flexibilizando y ya no se condena a
los hombres a lo público -el trabajo fuera de la casa- y a las mujeres a
lo privado -la casa y la familia-. Pero los efectos de la educación sobre
nuestra forma de conversar y relacionarnos son enormes, aunque por
su carácter social pueden, claro está, cambiarse.
161. Irene Lozano Domingo el libro Lenguaje femenino, lenguaje masculino. Minerva ediciones. Madrid 2005.
Pág 167-168
321
Unidad 7
No está de más insistir que cuando se habla de dos estilos diferentes
se quiere decir exactamente eso, que son distintos, que cada sexo tiene
su forma peculiar de entender, valorar y llevar a cabo una interacción
y lo hace según sus parámetros. Cada individuo es único y su forma
de relacionarse con el mundo que le rodea a través del lenguaje está
condicionada por un sinfín de factores, entre los cuales su género tiene un peso específico. Nuestra forma de hablar contribuye a hacernos
como somos; tan diferentes que a veces nos parece que hablamos diferentes idiomas, tan parecidos que a pesar de todo nos entendemos
mediante un sistema que ninguna otra especie animal ha desarrollado:
el lenguaje.
Aclarando conceptos
Diferencia debida al género: Diferencia existente entre mujeres y
hombres, en cualquier ámbito, por lo que respecta a sus niveles de
participación, acceso a los recursos, derechos, remuneración o beneficios.
Participación equilibrada entre hombres y mujeres: Reparto de las posiciones de poder y de toma de decisiones (entre el 40% y el 60% por sexo)
entre mujeres y hombres en todas las esferas de la vida, que constituye
una condición importante para la igualdad entre hombres y mujeres (Recomendación 96/694 del Consejo, de 2 de diciembre de 1996, DO L 319).
Para saber más. Bibliografía y páginas web recomendadas
Catalá González, Aguas Vivas; Garcia Pascual, Enriqueta. Ideología
sexista y lenguaje. Valencia. Galaxia, 1995.
Lozano Domingo, Irene. Lenguaje femenino, lenguaje masculino. Minerva ediciones. 2005.
Muñoz, Blanca. “El género en los espacios públicos de comunicación”.
en VV.AA. El espacio según el género. ¿Un uso diferencia? Madrid. Universidad Carlos III 1995.
ALAI Mujeres
http://alainet.org/mujeres/show_textmuj_es.php3?key=1038
ALAI Mujeres - Países: Ecuador, Kenia, Tailandia.
http://alainet.org/mujeres/show_textmuj_es.php3?key=1036
Artemisa noticias
http://www.artemisanoticias.com.ar
322
Choike: Género - Temas: Der_Humanos - Países: Uruguay, Nicaragua,
Otros. http://www.choike.org/nuevo/97/7/info_util6.html
Comunicación Audiovisual: Discussion on Mecanismos de género: Temas: Educación - Países: Madrid.
http://dialogica.com.ar/mt/mt-tb.cgi?__mode=view&entry_id=305
Consejo Nacional de la Mujer - Países: Argentina, España.
http://www.cnm.gov.ar/areainterv/informatica.htm
Unidad 7
A Primera Plana No8 Generación - Países: Panamá, México, Otros.
http://www.aprimeraplana.org/www/No8/paginas/trabajoinformativo.htm
Cotidiano Mujer - Países: Salvador, León, Uruguay, Otros.
http://www.cotidianomujer.org.uy/1998/8mientras.htm
Enlaces de Interés - Países: España, Otros (19).
http://webs.uvigo.es/pmayobre/enlaces_de_interes.htm
Feminismos, comunicación y tecnologías de la información - Países:
Varios. http://www.mujeresenred.net/m_boix-feminismo_y_comunicacion.html
FORO COMUNICACION Y CIUDADANIA - Países: Tailandia, Kenia,
otros http://www.movimientos.org/foro_comunicacion/doc_bang_
esp.html
Hacia una Nueva Sociedad de la Comunicacion y de la Informacion Países: México, Suiza.
http://www.cem.itesm.mx/dacs/publicaciones/logos/anteriores/
n31/jesteinou.html
Imágenes locales, identidades globales - Países: Varios.
http://www.womenaction.org/women_media/esp/1/euro_amer.html
INFOAMÉRICA -Libertad de expresión en América Latina - Países:
Ecuador, Chile.
http://www.infoamerica.org/libex/libex_7_d_4.htm
InfoCIP: V Encuentro Mujer-Comunicación_Relatoria III Encuentro Países: Cuba,
http://www.cip.cu/webcip/eventos/serv_espec/comunic-mujer/antecedentes/iii_enc-relato.html
323
Unidad 7
La Asociación de Escuelas de Periodismo y Comunicación Social - Países: Chile, Cataluña, otros.
http://www.periodismo.uchile.cl/asepecs/ponencias/3pcmusach.htm
La imagen de la mujer en la sociedad de la información - Temas: Economia - Países: España, Madrid, otros.
http://www.uc3m.es/uc3m/inst/MU/grupo_caridad.html
La Imagen de la Mujeres en los medios masivos de comunicación - Países: México.
http://www.laneta.apc.org/telemanita/bol11_art3.html
La mujer y los medios de comunicación - Países: Varios.
http://www.un.org/spanish/conferences/Beijing/fs10.htm
La red de periodistas con perspectivas de género en República Dominicana: Una mirada diferente para las noticias.
http://www.revistafuturos.info/futuros_7/app_2.htm
Lenguaje. Existen numerosos estudios y manuales a cerca del lenguaje
no sexista. En la página Web. Mujeres en Red encontrarás artículos y
guías on line.
http://www.nodo50.org/mujeresred/lenguaje.html
Lenguaje. VV.AA Lo femenino y masculino en el Diccionario de la Lengua de la Real Academia de la lengua. Instituto de la Mujer 1998.
http://www.fmujeresprogresistas.org/pdf/LENGUAJESEX.pdf
Mujeres en Red. Periódico feminista
http://www.mujeresenred.net/news/article.php3?id_article=103
Nuevas voces, nuevas imágenes
http://www.womenaction.org/women_media/esp/2/
Nuevas voces, nuevas imágenes - Países: Australia, Palestina, Otros
http://www.womenaction.org/women_media/esp/2/codigos.html
Radio Feminista/ Mujeres frente a los globalitarismos mediáticos - Países: México, Brasil, Otros (4).
http://www.fire.or.cr/abril03/notas/katerina.htm
Radio Internacional Feminista/
http://www.radiofeminista.net/oct05/camp_guate/campana_comunicadoras.htm
324
RIMAweb: Feminismos, comunicacion y tecnologias de la informacion
- Países: Montserrat, otros.
http://www.rimaweb.com.ar/medios/boix_feminismos_tic.html
Voces para el cambio - La comunicación y la mujer rural - Países: Varios.
http://www.fao.org/docrep/X2550s/X2550s04.htm - En caché
Unidad 7
RAZON Y PALABRA - Países: México, Madrid, otros.
http://www.cem.itesm.mx/dacs/publicaciones/logos/anteriores/n9/
lasam.htm
WomenAction 2000 - Contribución alternativa sobre Mujer y Medios.
- Países: Varios.
http://www.womenaction.org/csw44/altrepspa.htm
325
Presentación de la unidad
Unidad 1
Unidad VIII
Planificación desde la perspectiva de género
Objetivos de la unidad
1.- La importancia de planificar. Planificar para actuar
2.- La planificación estratégica desde la perspectiva de género
3.- Definición y niveles de planificación
4.- Objetivos y claves para la planificación desde la
perspectiva de género
4.1.- Objetivos de la planificación con perspectiva de género
4.2.- Claves para la planificación con perspectiva de género
5.- Fases de la planificación de proyectos
Primer paso. Diagnóstico de situación
Definiendo problemas y necesidades
Segundo paso. Definir los objetivos
Tercer paso. Describir las actividades y tareas que vamos a
realizar para alcanzar nuestros objetivos
Cuarto paso. Asignar los recursos y los medios
Quinto paso. Implementación
Sexto paso. Seguimiento, supervisión y evaluación
327
Planificación desde la perspectiva de género
Presentación de la unidad
La planificación es un instrumento básico en la realización de políticas
y proyectos desde la perspectiva de género. Garantizar la presencia
de las mujeres como protagonistas activas y destinatarias de la acción exige incorporar medidas explícitas que visibilicen su presencia,
intereses, dificultades y aportaciones. En esta Unidad estudiaremos
algunas de las claves imprescindibles para la realización de proyectos
incorporando la perspectiva de género.
Unidad 8
Unidad VIII
Objetivos de la unidad
- Conocer el concepto y claves de la planificación.
- Analizar las consecuencias de la planificación cuando no se realiza desde la perspectiva de género.
- Identificar los objetivos y claves de la planificación desde la perspectiva de género.
- Analizar las fases del proceso de planificación.162
162. El documento de planificación se basa en el trabajo realizado por Carmen Martínez Ten. Ponencia “Transversalidad o Enfoque Integrado de Género en las Políticas Locales. (Instrumentos para desarrollar políticas de
igualdad)”. Seminario “Hacia la plena ciudadanía de las mujeres” Programa Urbal Red nº 12 “Mujer y Ciudad”
Barcelona, 21, 22 y 23 de abril de 2004
Documentos de formación Fundación Jaime Vera.
Hacia la plena ciudadanía de las mujeres. Documento Etapa 2004. Urbal Red 12 Mujer y Ciudad. Diputación de
Barcelona
López Méndez, Irene. Sierra Leguita, Beatriz. Integrando el análisis de género en el desarrollo. Ed Instituto Universitario de Desarrollo y Cooperación. Madrid. 2.000
Instituto de la Mujer. España. Guía para la incorporación de la perspectiva de género. 2004
329
Unidad 8
Las mujeres somos los auténticos arquitectos
de la sociedad.
Harriet Beecher Atowe (1811-1896)
1.- La importancia de planificar. Planificar para actuar
En el libro de Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas, cuando
Alicia se encuentra con el gato y le pregunta qué camino debe seguir,
éste le responde que dependerá del lugar al que quiera ir, de manera
que cuando Alicia le contesta que no le importa mucho a dónde, el gato
le responde que en tal caso no tiene ninguna importancia por dónde
vaya. En nuestro caso, también es fundamental saber hacia donde
queremos dirigirnos, cuál es nuestro destino concreto y elegir la ruta
que nos llevará a él. A este conjunto de decisiones y actuaciones le llamaremos planificación.
Para que las cosas pasen, hay que planificarlas. Las cosas no pasan
solas y cuando hablamos de cosas nos referimos a aquellos logros y
metas, aquellos objetivos importantes que nos proponemos conseguir.
Para ello cada cierto tiempo tendremos que hacer un alto en el camino,
decidir sobre el lugar al que deseamos llegar y cuál es la dirección que
queremos tomar.
Planificar es una tarea o un proceso que permite decidir qué hacer
para cambiar una situación problemática, modificar situaciones insatisfactorias, evitar que una situación dada empeore o crear nuevas
situaciones. La planificación se inicia a partir del análisis de una realidad que se quiere modificar o transformar. Cuando se planifica, se
está diseñando una estrategia de intervención (sea ésta un plan, un
programa, una política o un proyecto) que incluye ciertas actividades y
supone la exclusión de otras.
2.- La planificación estratégica desde la perspectiva de género
Planificar es traer el futuro al presente para actuar sobre él, ahora. En
la planificación hay un reto: conseguir alcanzar, a partir de situaciones
dadas, objetivos desafiantes.
La planificación se desarrolla en forma de proceso. Abarca un periodo
de tiempo que marcamos en corto, medio y largo plazo.
Desde la perspectiva de género, la planificación debe contar desde un
inicio con las personas a las que se va a dirigir el proyecto y muy especialmente con las mujeres y sus situaciones concretas. De no hacerlo
así, podríamos ignorar sus intereses y problemas, y conseguir tan sólo
parcialmente los objetivos propuestos.
330
Las directrices de los distintos foros y conferencias relacionados con
la igualdad de oportunidades definen como un objetivo estratégico la
participación de las mujeres en todos los momentos y los niveles de
ejecución de las políticas y los programas de igualdad de género.
Errores comunes en la planificación sin perspectiva de género
La planificación puede ser realizada sin enfoque de género, y esto tiene
consecuencias especialmente negativas sobre las mujeres. Una planificación que se realiza sin perspectiva de género conduce a:
Unidad 8
Por otra parte, contar desde el principio con la participación de los destinatarios y las destinatarias facilitará que esas personas se preocupen
del éxito y la continuidad de la propuesta.
- Ocultar la realidad de las mujeres. Al mencionar a los hombres se da por supuesto que también se nombra a las mujeres, cuando éstas pueden ser sujetos inexistentes tanto en
la creación de empleo como en los beneficios de la creación
de empresas y otras acciones y políticas.
- Ignorar las necesidades de las mujeres. Los problemas no
tienen por qué ser los mismos para hombres y mujeres, o
incluso los mismos problemas pueden ser vividos de distinta forma. Piénsese, por ejemplo, en la compatibilización de
la vida laboral, personal y familiar.
- No realizar medidas específicas de motivación e información. La baja participación de las mujeres en sectores de
los que tradicionalmente han estado alejadas pueden llevarlas a ignorar nuevas oportunidades; con lo que tan sólo
se beneficiarán los hombres, a menos que se estructuren
acciones específicas de información y captación.
- Dar por supuesto que el coste de oportunidad de las mujeres es cero. Es decir, no tener en cuenta las circunstancias familiares que las obligan en muchas ocasiones a optar por renunciar a la incorporación al mercado de trabajo
porque el sistema patriarcal responsabiliza a las mujeres
de las tareas y cuidado en el hogar. Planificar actividades
en horarios que chocan con las actividades tradicionales
de las mujeres significa la pérdida de oportunidades o la
sobrecarga de trabajo. A la vez que se proponen actividades
es necesario trabajar para hacer cambios estructurales en
los sistemas de discriminación. La estructura actual de los
331
Unidad 8
tiempos, la división sexual del trabajo y el reparto de usos
de los tiempos y tareas son sexistas por tanto, deberíamos
incidir en cambios en los usos de los tiempos (conciliación,
corresponsabilidad…).
- Ignorar que las mujeres desempeñan trabajos importantes
en sectores de la economía sumergida o informal que pueden ser regularizados y valorados.
- Tener presente las ayudas que en los distintos niveles de la
administración o de los organismos multilaterales se ofrecen para fomentar la igualdad de oportunidades.
No hay que olvidar que las mujeres pueden desarrollar actividades
productivas en el sector tradicional, informal o en la producción
para el autoconsumo. Desarrollan actividades productivas, desde el
punto de vista social y comunitario. Las mujeres trabajan más horas que los hombres en todos los lugares del mundo, y lo hacen en
múltiples áreas y sectores. La planificación que no considera estos
aspectos no sólo no resuelve los problemas de las mujeres, sino que
muchas veces crea demandas conflictivas sobre su tiempo, mayores
cargas de trabajo y, a largo plazo, proyectos fracasados de los que se
termina responsabilizando a las propias mujeres.
3.- Definición y niveles de planificación
La planificación es un proceso articulado por el cual analizamos la
realidad, definimos nuestras prioridades y metas a corto, medio y largo plazo, establecemos las estrategias más adecuadas, definimos las
actuaciones y desarrollamos una serie de normas y directrices que
impliquen al conjunto de la organización.
Planificamos en diferentes escalas, dependiendo de la dimensión de las
propuestas que queremos realizar.
Plan: Es el instrumento técnico-político que expresa el conjunto
de metas, fines, objetivos, medios y recursos del que se dota una
organización para orientar su actividad. Integra un conjunto de
programas y proyectos que lo hacen posible.
En este nivel de planificación encontramos los Planes de
Igualdad que han constituido una herramienta muy valiosa para la implementación de las políticas de género
en el estado español. Los Planes de Igualdad comprenden
un conjunto de medidas de igualdad interrelacionadas,
332
Los más comunes en el estado español son los de violencia de
género (o protocolos de actuación en el ámbito local).
Programa: Es el instrumento destinado a facilitar el logro de
las metas y objetivos definidos en el plan general. En el programa establecemos los objetivos más específicos que pueden ser
alcanzados mediante la ejecución de un conjunto de acciones
integradas denominadas “proyectos”. Varios programas relacionados pueden constituir un plan. Los programas suelen tener
un ámbito temporal inferior al plan.
Unidad 8
con las que se pretende combatir la desigualdad entre
hombres y mujeres en los diferentes frentes económico,
político, educación, salud, cultura… 163
Los Planes de Igualdad pueden estructurarse en programas más
específicos que desarrollan cada una de las áreas de interés:
Educación, empleo, salud, participación ciudadana, etc.164
Proyecto: Es el instrumento que expresa el conjunto menor de
actividades relacionadas para el cumplimiento de los objetivos
del programa. Varios proyectos constituyen un programa.
Un ejemplo de proyecto es el desarrollado en la Ciudad de
San Carlos Municipalidad de San Carlos y el Municipio de
Málaga con fondos del Programa URBAL en Costa Rica,
en el que a partir del análisis del frágil liderazgo de las
mujeres en las organizaciones sociales se han propuesto
como objetivo generar la construcción y el fortalecimiento
de liderazgos femeninos en espacios formales y no formales, para el ejercicio del poder y la toma de decisiones en
el ámbito local. Para la cual se han programado una serie
de actividades como son la creación de una red de apoyo
y reflexión, el desarrollo de un mapa social y la incidencia
en los medios de comunicación para explotar la participación de las mujeres participantes.
Un proyecto está integrado por actividades: conjunto de operaciones o tareas que se realizan con un propósito u objetivo
común y que precisan de un tiempo de realización.
163. Valiente Fernández, Delia. “Guía práctica par la elaboración de planes y políticas de Igualdad Municipales.
Federación Española de Municipios y provincias. Pág 27
164. Por ejemplo el Plan de Igualdad de Oportunidades y Derechos de Montevideo incorpora el programa Comuna
mujer creando espacios para canalizar la energía de grupos activos de mujeres que al tiempo que crecen y se
fortalecen, brindan a la comunidad servicios, espacios y proyectos.
333
Unidad 8
En el ejemplo de la red de mujeres de los Ayuntamientos de Costa Rica las actividades pueden ser: realización
de un informe de diagnóstico de situación, reuniones de
intercambio de experiencias entre las mujeres, convocatorias de ruedas de prensa, cursos de formación y de empoderamiento.
Una actividad tiene varias tareas: actuaciones o trabajos muy
concretos.
Por ejemplo, la actividad Reunión de las mujeres para el
intercambio de experiencias tiene las siguientes tareas:
buscar local, preparar el guión de la reunión, realizar la
convocatoria por escrito, enviar la convocatoria, llamar
a las mujeres, confirmar su asistencia, adecuar el local,
preparar documentación para entregar, conducir la reEjemplo:
Plan de Igualdad de Oportunidades de Sao Paulo.
Programa de participación política de mujeres.
Proyecto de liderazgo de mujeres.
Actividad Curso de formación de mujeres lideres.
Tarea: Redacción del documento de conclusiones.
unión, tomar acta de los acuerdos.
4.- Objetivos y claves para la planificiación desde la perspectiva de género
La planificación que se elabora tomando en cuenta la perspectiva de
género como un eje transversal de todo el proceso, parte de considerar
la realidad de las mujeres y de los hombres. Esto pasa por tener en
cuenta las diferencias que existen entre mujeres y hombres, particularmente aquéllas que se derivan de las desigualdades en el poder y en
el acceso a los recursos. Este tipo de planificación no sólo reconoce que
entre hombres y mujeres se establecen relaciones desiguales de poder,
sino también que hombres y mujeres ocupan posiciones distintas en
la sociedad, de lo que se derivan otros problemas de carácter social,
cultural, económico y político. La subordinación no sólo tiene implicaciones en la posición de las mujeres en la sociedad, también las tiene
en las condiciones materiales de su existencia, que, por lo general,
son más precarias y de menor autonomía. Las mujeres, en términos
relativos, son más pobres que los hombres en cualquier sociedad. A
esto, entre otras cosas, contribuyen la división sexual del trabajo, las
responsabilidades familiares y el trabajo no remunerado.
334
4.1.- Objetivos de la planificación con perspectiva de género
La planificación con perspectiva de género tiene como objetivos:
- Impulsar la igualdad de oportunidades entre hombres y
mujeres.
Unidad 8
Sin embargo, las mujeres desde sus espacios como jefas de hogar, cuidadoras o agentes comunitarios, resuelven problemas cotidianos individualmente o a través de organizaciones informales, y pueden aportar
la visión y el conocimiento, no sólo de sus necesidades, sino de las
necesidades concretas de la comunidad.165
- Visibilizar los múltiples roles que asumen las mujeres en la
sociedad y más concretamente en la economía.
- Incluir la visión y las propuestas de las mujeres en las políticas
públicas.
- Incluir medidas positivas que incrementen la participación de
las mujeres en todos los sectores laborales, educativos y de toma
de decisiones.
- Visibilizar las prácticas que discriminan a las mujeres para su
erradicación.
- Adoptar medidas para eliminar las barreras y obstáculos que
discriminan a las mujeres.
- Definir e incluir los intereses de las mujeres en los ámbitos sociales y económicos.
- Democratizar la sociedad contribuyendo a que entre hombres y
mujeres se establezcan relaciones más igualitarias de poder.
- Utilizar racionalmente los recursos que pueden aportar tanto
hombres como mujeres para el conjunto de la sociedad.
Algunas de las características a las que atiende la planificación desde la perspectiva de género son:
165. Martínez Ten, Carmen. Ponencia “Transversalidad o Enfoque Integrado de Género en las Políticas Locales.
(Instrumentos para desarrollar políticas de igualdad)”. Seminario “Hacia la plena ciudadanía de las mujeres” Programa Urbal Red nº 12 “Mujer y Ciudad” Barcelona, 21, 22 y 23 de abril de 2004.
335
Unidad 8
- Las mujeres no son un grupo homogéneo. Es necesario analizar
cuáles son las necesidades específicas de cada grupo. clase, etnia, orientación sexual…)
- Responder a la realidad y las necesidades de las destinatarias y
los destinatarios.
4.2.- Claves para la planificación con perspectiva de género
- Los programas y proyectos que propongamos tienen que ser realistas y realizables con los recursos con los que contamos y en el marco en el que se va a desarrollar. Esto quiere decir que el programa
debe ser realizable y operativo dentro del marco de posibilidades
que ofrece el contexto social, político, institucional y humano en el
que ha sido pensado. Es mejor proponer proyectos.
Por ejemplo un programa de formación de mujeres adultas
puede comenzarse con un aula de participación. En la medida que conseguimos recursos podemos proponer la creación
de un Centro integrado de formación de mujeres.
- Identificar las necesidades, prácticas e intereses de las mujeres,
derivadas del rol y posición que ocupan en la sociedad. Existe
el riesgo de dirigirnos a las mujeres como un grupo único, ignorando diferencias de edad, estatus socioeconómico, etnia, etc.
- Deben responder a demandas, necesidades y objetivos que nos
son prioritarios.
Por ejemplo, si en un ayuntamiento existe un nivel de desempleo importante existe una demanda de creación de un
programa de formación. Este deberá orientarse hacia actividades generadoras de empleo, teniendo en cuenta las características y recursos de la zona y el perfil de las mujeres que
van a participar.
- Contar con la participación de las destinatarias respondiendo a
sus diversas realidades, considerando los valores creencias y costumbres en el marco de la igualdad y el respecto a la diversidad.
336
- Es importante planificar acciones que faciliten el encuentro de
mujeres, de forma que se establezcan espacios para discutir y
poner en común sus problemas y necesidades. Debemos contar con su participación, respondiendo al momento en que se
encuentran. El encuentro y el análisis son esenciales para los
procesos de empoderamiento. Es importante tener en cuenta
que el empoderamiento es un proceso único para cada mujer o
grupo de mujeres. Un grupo de mujeres que ha desarrollado un
espacio y un proceso para discutir su situación no va a articular
los mismos intereses que un grupo recién formado o que una
comunidad en la que no existe un espacio en el que las mujeres
se reúnen.166
Unidad 8
Por ejemplo. No es lo mismo la realización de un programa
de salud en una zona urbana o rural o en diferentes comunidades culturales. Es fundamental establecer espacios de
diálogo en el que consensuar las propuestas y el desarrollo
del programa.
- Incorporar a las mujeres en todos los ámbitos de decisión, áreas
y procesos del proyecto.
- Prever los instrumentos y los medios adecuados a los fines. Con
frecuencia los programas de Igualdad no son otra cosa que una
declaración de fines y propósitos, ya que no existe ninguna dotación económica, ni recursos humanos o materiales para alcanzarlos. Es importante reivindicar la aportación económica
que garantice no sólo el éxito de nuestro proyecto sino la importancia política que requiere.
- Establecer tiempos y ritmos adecuados. Se trata de precisar el
tiempo que necesitamos para realizar cada actividad y el tiempo
de ejecución de cada proyecto que forma parte del programa.
En los programas de ayuntamientos y comunidades tenemos
que tener en cuenta el ritmo de las mujeres que participan en
el programa, su capacidad de innovación, las resistencias, la
capacidad de organización e implicación, las circunstancias del
entorno. 167
- En cuanto a las organizaciones, en la introducción del gender
mainstreaming deberemos recordar que existen resistencias por
parte de los grupos y sectores amplios cuyos intereses se verán
166. López Méndez, Irene. Sierra Leguita, Beatriz. Integrando el análisis de género en el desarrollo. Ed Instituto
Universitario de Desarrollo y Cooperación. Madrid. 2.000. pg 76
167. Ander-Egg, Ezequiel. Introducción a la planificación. Ed Humanitas. Buenos Aires. pág 109
337
Unidad 8
afectados por nuestras propuestas. Somos las mujeres las que
lideramos e integramos políticas de igualdad de género en las
organizaciones e instituciones, e intentamos implicar al conjunto de la organización en una nuevo concepto de cultura de democracia paritaria que la recorra transversalmente.168
- Ser flexibles y saber integrar los imprevistos. La flexibilidad consiste en prever un margen operativo para situaciones cambiantes o de emergencia, en las que es necesario efectuar acciones
rápidas o producir algunos cambios de dirección. Sobre todo
cuando se trata de nuestro primer plan o programa es necesario
ir adaptándolo y modificándolo de acuerdo con lo que nos va
demostrando la experiencia.
Ideas clave
Planificar es decidir de forma anticipada lo que hay que
hacer. La programación se apoya en el diagnóstico de la
situación de la que partimos y tiene como referencia la situación a la que queremos llegar cumpliendo una serie de
objetivos.
Recuerda que ...
La planificación suele presentarse como un reto difícilmente abarcable. Sin embargo si sabemos planificar lo particular, podremos asumir retos y proyectos de gran envergadura. En los movimientos de mujeres existen innumerables
ejemplos de proyectos que se han extendido a nivel geográfico y temporal. No olvidemos que cotidianamente y de forma constante programamos y planificamos nuestras acciones. Desde que nos acostamos y repasamos mentalmente
todas las actividades que debemos realizar hasta que se
cierra el día y evaluamos que resultados hemos obtenido,
hemos realizado un complejo ejercicio de planificación integrando los diferentes planos de nuestra vida personal y
profesional.
168. Muchos de los problemas que afectan a las mujeres, o por los que éstas se muestran más interesadas, han
entrado en la discusión política en la medida en que las propias mujeres las han impulsado. Así por ejemplo los
problemas específicos de la salud femenina, el aborto, la eliminación de leyes discriminatorias, la formación de
mujeres, la protección de la infancia y otros muchos temas han sido especialmente impulsados por mujeres. La
descripción que de este proceso realiza Hill Bystydzienski para el caso noruego podría ser trasladada al resto de los
países democráticos; donde las mujeres han ocupado una parcela de poder significativa. “la creciente respuesta del
Gobierno Noruego a las ideas expresadas por las mujeres activistas coincide con el número creciente de mujeres
en las instituciones públicas. A medida que las mujeres han entrado en el Parlamento y en los Gobiernos regionales
y municipales, han hecho posible que los problemas, preocupaciones y valores de las mujeres sean discutidos,
debatidos y legislados más abiertamente y más frecuentemente. Muchas de estas mujeres recibieron su formación
política de los movimientos de mujeres y estuvieron cercanas a los puntos de vista y demandas de las mujeres
activistas. Por lo tanto, llevaron la agenda feminista a la esfera pública, a la esfera de la política, y en esa esfera
esa agenda tuvo un significativo impacto. Uriarte, Edurne Elizondo, Arantaxa (coord.) Mujeres en política. Editorial
Ariale. 1977. Pág 73-74
338
Unidad 8
Para las mujeres, en la conciliación de la vida personal y laboral, la
planificación es un ejercicio cotidiano de equilibrios donde todas la piezas deben encajar, las actividades deben ser realizadas y los objetivos
cubiertos. Posiblemente a lo largo de un día realizaremos cerca de más
de cien tareas diferentes. Comenzamos haciendo un diagnóstico de la
situación (el niño está malo y la niña ha quedado para estudiar en casa
de una amiga, dejar preparada la comida porque tengo una reunión
de trabajo, recoger la ropa porque lloverá y no olvidar el proyecto para
la subvención, hacer lista de la compra mientras realizo el guión del
encuentro de mujeres, etc.) y hemos calibrado todas las posibilidades
y recursos de los que disponemos para llegar a cada uno de nuestros
objetivos. Esta capacidad para tomar decisiones y elegir estratégicamente entre las diversas opciones es un valor añadido para la toma
de decisiones en política. Gro Harlem Bundtland, la que fuera primera
ministra de Noruega señala que “las mujeres están más preparadas
para usar ejemplos personales y para combinar su pensamiento político o sus principios con sus observaciones concretas cotidianas de sus
propias vidas y de las vidas de los que las rodean, y eso hace que las
discusiones sean más concretas y tengan más contenido, y eso añade
algo a la totalidad de esas discusiones. Si no entiendes el tipo de situación que una familia de una comunidad local afronta todos los días
¿entonces cómo puedes tener una imagen de conjunto?169
5.- Fases de la planificación de proyectos
Las fases de la planificación estratégica desde el punto de vista de género difieren de las fases clásicas de la planificación estratégica:
- Diagnóstico.
- Planteamiento de objetivos.
- Formulación de actividades.
- Asignación de recursos y definición de indicadores.
- Implementación: operativización.
- Evaluación.
Primer paso. Diagnóstico de la situación. Definiendo problemas y
necesidades
La primera fase de diagnóstico es esencial. Puesto que se parte del
reconocimiento de las desigualdades en la sociedad entre mujeres y
hombres, es importante que en el diagnóstico se reflejen las múltiples
dimensiones en las que estas desigualdades se manifiestan.
Cualquier programa, proyecto o actividades debe partir de un buen
conocimiento de la realidad, que posibilite su transformación. Este conocimiento de la realidad no debe limitarse a “ver los hechos”, sino
169. Uriarte, Edurne Elizondo, Arantxa (coord) Mujeres en política. Editorial Ariale. 1977. pág 72
339
Unidad 8
que debe completarse con un análisis de los mismos que nos permita
hacer un “diagnóstico” de situación.
Preguntas esenciales….
¿Cuál es el problema?
¿Quién lo identifica?
¿Qué demandas están en juego?
¿Qué formulación / representación se hace del problema?
Qué se identifica como causa del problema?
El término diagnóstico tiene para nosotras un sentido especial que se
deriva de la mirada de la realidad que realizamos desde la perspectiva
de género. Nos interesa detectar cual es la situación de las mujeres en
los distintos ámbitos. La información que proporciona el diagnóstico
resulta fundamental para la formulación del resto de las fases de la
planificación, y por esta razón se debe recoger la información con el
mayor rigor posible. Esta información, además, proporciona las razones que justifican el proceso de la planificación y el diseño de planes,
programas, proyectos y actividades con los que se intentará resolver el
problema detectado o mejorar una situación insatisfactoria. Puesto que
se parte del reconocimiento de las desigualdades en la sociedad entre
mujeres y hombres, es importante que en el diagnóstico se reflejen las
múltiples dimensiones en las que estas desigualdades se manifiestan,
así como la diferencia de intereses y las propuestas como ciudadanas
y ciudadanos.
Para poder hacer ese estudio es necesario disponer de la información
que sea precisa. La información que nos interesa recoger será diferente según el tipo de programa que queramos desarrollar. Pero esos datos deben
ser analizados y juzgados. La mera información, aunque es indispensable, no es suficiente. Y hemos de analizar la realidad con unos criterios
determinados que respondan a la perspectiva de género. De esta forma
conoceremos la situación y posición de los hombres y mujeres en relación
con las prioridades de los proyectos que queremos desarrollar.
A continuación se desarrolla una propuesta genérica de diagnóstico
a escala municipal o de ciudad basada en la adaptación del protocolo
de recogida de información para una diagnosis de género en el ámbito
local de la Diputación de Barcelona (Servei de Promoció a les Polítiques
d’Igualtat Dona – Home).
340
I: Territorio
• Ubicación geográfica, territorio (km2), marco histórico.
• Características de los barrios, distritos o comunidades,
tipos de viviendas, recursos y equipamiento.
• Mapa y cartografía de la zona.
• Padrón: número de habitantes, sexo, edad, distribución
por barrios, etc.
• Movilidad y redes de transporte.
Unidad 8
Propuesta de diagnóstico de género en el ámbito local:
Aspectos generales.
II: Organigrama municipal
• Organización de los diferentes servicios, estructura,
técnicos y trabajadores municipales (hombres y mujeres).
• Relaciones con otras instituciones (autonomía, estados,
provincia, región, etc.).
• Jerarquía en el gobierno municipal. Áreas y participación
de hombres y mujeres.
• Programas transversales e interdepartamentales.
• Organismos consultivos y de participación ciudadana:
asociaciones y organizaciones vecinales; organizaciones
informales; partidos políticos y sindicatos.
• Asociaciones y organizaciones de mujeres (formales e
informales)
III: Sociodemografía
• Pirámide de edad.
• Personas inmigrantes, etnias y niveles de ingresos.
• Natalidad, envejecimiento.
• Tipos de familias: monomarentales, extensas, parejas de
hecho, abandono de hogar.
• Seguridad ciudadana.
• Servicios sociales.
• Exclusión social: mujeres y hombres sin hogar, índices de
pobreza.
341
Unidad 8
IV: Educación y formación
• Alfabetización y nivel de estudios de la población; población
escolarizada; desglose de datos en mujeres y hombres, en
todos los niveles educativos y en el profesorado.
• Escuelas de personas adultas.
• Absentismo escolar y fracaso escolar.
• Datos de género y coeducación.
V: Actividades económicas y usos del tiempo
• Tipos de economía, PIB, IPC, explotación de recursos
(agrícolas, industriales, comerciales, artísticos y culturales,
gastronomía, artesanía, etc.).
• Tasas de población activa, ocupada y desempleada por
sexos.
• Economía sumergida, los sectores informales.
• Discriminación salarial.
• Sectores de actividad y tipo de empresas, tipos de
contratación, precariedad, horarios.
• Características de la población inactiva o desempleada.
• Características de la población cuidadora por sexo, edad,
barrios y nivel de formación, nivel de renta, movilidad y
grado de autonomía.
• Actividades de ocio, tipo y población que participa.
• Tiempo de ocio y tiempo libre con relación al trabajo.
• Infraestructuras lúdicas, zonas de uso público,
equipamientos, deportivos y culturales: usos por sexo.
• Los usos del tiempo por hombres y mujeres.
• Medios de comunicación locales.
VI: Salud de la población
• Centros de salud: índices de frecuentación, especialidades,
urgencias
• Número de médicos y médicas por habitantes, farmacias,
medicina tradicional
• Medicina general, planificación familiar, salud sexual y
reproductiva, salud mental, salud laboral, motivos de las
consultas, prevención, consumo de fármacos por hombres
y mujeres
• Drogodependencias
342
En muchos casos la información no existirá o no estará disponible. El
objetivo a conseguir en estos casos será doble:
1.- Iniciar programas de recogida de datos desglosados por sexos,
y reclamar estadísticas e indicadores desagregados, de forma que
conoceremos como afecta a cada uno de los dos sexos el aspecto o
tema que se está analizando. En algunos documentos aparecen la
expresión de “datos segregados por género” equivocando el género,
construcción cultural, con el sexo, característica biológica de la
persona.
Unidad 8
El análisis de la realidad debe completarse con la información de las
demandas y las necesidades, las respuestas existentes y los recursos
y equipamientos. Finalmente, se deben analizar los puntos fuertes y
débiles y las tendencias y las conclusiones con perspectiva de género.
2.- Promover proyectos de investigación sociológica (encuestas
cuantitativas, análisis cualitativos) para poder diagnosticar la realidad y las necesidades en ámbitos concretos... Es necesario recoger diferenciadamente la realidad de mujeres y hombres, para que
las conclusiones nos permitan detectar, cómo afectan a unas y a
otros, teniendo en cuenta los estereotipos a la hora de formular
hipótesis de trabajo y cuestionarios, ya que de otro modo, las conclusiones pueden estar sesgadas.
PROCESO DE DIAGNÓSTICO
Recursos Equipamientos
-Datos e información por áreas (realidad)
-Demandas y necesidades
mujeres y hombres)
(desde el punto de vista de
-Respuestas y programas en marcha (realidad)
Puntos fuertes. Carencias y
debilidades
Tendencias a futuro
343
Unidad 8
Investigación de los hechos
En un primer momento se trata, de recoger los hechos y situaciones de la
población o el territorio. Los datos pueden recogerse de forma cuantitativa
o cualitativa. Es como hacer una fotografía o un inventario de la realidad.
Esto puede exigirnos una serie de operaciones mentales como:
- Describir
- Enumerar
- Clasificar
- Comparar
- Distinguir
- Definir
Recordemos que incorporar el diagnóstico de género es obtener un informe situacional de la igualdad de género en un contexto en el que
vamos a actuar. Por ello, es necesario revisar el sistema de recogida de
información que vayamos a utilizar, así como los instrumentos con los
que recogemos la información. Si no recogemos de forma desagregada
la variable sexo, además de otras variables socioeconómicas, como la
edad o las cargas familiares, no será posible interpretar la realidad
desde el enfoque de género.
El diagnóstico de género sirve para visualizar:
- La existencia de los desequilibrios de género.
- Los mecanismos a través de los cuales se reproducen las situaciones de discriminación de género.
- Identificar barreras a la participación de las mujeres y estrategias para superarlas.
¿Qué datos nos es preciso recoger?
Depende del tipo de proyecto. Pueden ser los referidos a la población
(su cuantía, evolución y distribución por edades, situación socio-económica, participación de mujeres y hombres, nivel cultural, costumbres y tradiciones, escalas de valores imperantes,...). También todo lo
referente a servicios, equipamientos e infraestructuras de todo tipo (sanitario, educativo, cultural, deportivo, de ocio, urbanístico, zonas verdes, comunicaciones,...). Lo importante es tener información relevante
que nos permita conocer la situación y posición de hombres y mujeres
en relación con las prioridades o las áreas que queremos desarrollar
con nuestras políticas.
Nuestro objetivo es descifrar y conocer:
- las diferentes situaciones y hechos que afectan la vida de las
mujeres y los hombres, y a partir de la visibilidad encontrar
las coincidencias y divergencias, así como sus causas.
- La visión y la propuesta de las mujeres sobre todo aquello
que las concierne en las áreas en las que vamos a trabajar.
344
Es importante identificar y fomentar la participación de
las asociaciones, organizaciones de mujeres.
¿Cómo recoger los datos?
- A través de herramientas cuantitativas y cualitativas.
- La consulta de informes y estadísticas sobre la situación de
hombres y mujeres en el contexto en que se va a intervenir.
Unidad 8
Ideas clave
- La consulta de estudios referentes a los distintos campos en los
que vamos a intervenir.
- Utilizar fichas técnicas en la recogida de información que sistematicen la perspectiva de género.
- Herramientas participativas que recojan desde un punto de
vista cualitativo los intereses, opiniones, prioridades, problemas específicos de las mujeres involucradas en la acción. Las
herramientas participativas se utilizarán para llegar a un acuerdo sobre prioridades.
Recuerda que...
La información debe estar desagregada por sexo y cruzada con
otras variables como las características sociales y culturales.
Los datos objetivos son indispensables pero no suficientes
porque al mismo tiempo hay que registrar los indicadores
subjetivos, es decir, los que detectan las opiniones, actitudes, preferencias y estereotipos en las relaciones sociales
de género.
Los indicadores cualitativos ayudan a promover y conocer los
intereses de las mujeres y para fomentar su participación.
Es importante utilizar un lenguaje que incluya ambos
sexos. Favoreciendo una comunicación externa e interna,
donde las mujeres estemos representadas. Las formas de
usar el lenguaje, tanto oral como escrito tienen mucho que
ver con la forma de pensar y el pensamiento también se
modifica, según los usos del lenguaje. Las lenguas están
en permanente evolución y en la medida en que las mujeres se incorporan a cargos, oficios, profesiones o titulaciones que antes tenían vetadas, la lengua utiliza los propios
recursos o innova soluciones.
345
Unidad 8
¿Cómo analizar los datos?
Una vez hemos obtenido toda la información útil que nos ha sido posible, teniéndola ya organizada y sistematizada, es el momento de interpretar esos hechos que hemos visto, poniéndonos las gafas desde la
perspectiva de género.
Con esos criterios para interpretar la realidad, seremos capaces de detectar los problemas que afectan a la comunidad de nuestro entorno
desde la perspectiva de género, analizando sus causas y consecuencias, clasificando las situaciones, priorizando las actuaciones y haciendo propuestas de mejora. Es importante contrastar esos problemas
que vemos con las organizaciones y redes de mujeres que participan
en la comunidad.
Con ello habremos concluido nuestro diagnóstico de situación y estaremos en condiciones de planificar cómo vamos a actuar. Porque cualquier plan de actuación debe partir del conocimiento de los problemas
reales para ser eficaz (mediante la investigación y el análisis de los
hechos). Sólo así podremos proponernos unos fines que sean los más
necesarios y, a la vez, factibles.
Pero, además, un buen diagnóstico habrá contemplado los factores
o fuerzas que concurren en esa realidad que analizamos (en relación
al proyecto o proyectos que pensamos realizar), distinguiendo aquellos que van a influir de forma favorable y desfavorable sobre nuestros
propósitos. En este sentido hemos de tener en cuenta que al hacer un
diagnóstico no partimos de cero, y habremos de considerar todo lo que
se haya hecho hasta ese momento en nuestro campo de actuación.
Y, finalmente, al elaborar un diagnóstico de una situación, descubriremos aquellos recursos e instrumentos de que disponemos ya para
acometer nuestro programa.
346
Al analizar la información ten en cuenta que:
- Hombres y mujeres ocupan posiciones distintas en la sociedad y viven de manera diferente los mismos problemas.
- Las mujeres como grupo social tienen menos acceso a los
recursos económicos, sociales y culturales y sus condiciones materiales repercuten en su calidad de vida.
- Toma en cuenta el triple rol que ejercen las mujeres (productivo, reproductivo y comunitario), de esta manera no
limita las posibilidades de participación y desarrollo de las
mujeres
Unidad 8
Recuerda que...
La información debe ser analizada de forma que:
- Se identifique la situación y posiciones de las mujeres y
de los hombres, poniendo de manifiesto las particularidades de cada género.
- Compara los datos y establece indicadores relacionales
para averiguar las diferencias de posición y situación que
nos permitan analizar las desigualdades existentes entre
hombres y mujeres.
- Interpreta la información intentando descubrir cuales
son las desigualdades entre los géneros y que es lo que las
mantienen.
Segundo paso. Definir los objetivos
Una vez tenemos un conocimiento de la situación que nos rodea y de
los problemas a los que nos queremos enfrentar, tenemos que analizar
los recursos y factores positivos y recursos que pueden ayudar a cambiar para mejor dicha situación.
Dar solución a los problemas significa marcar unos objetivos a alcanzar y designar las actividades que nos permitan conseguirlos.
Es el momento de plantearnos qué queremos hacer. Posiblemente
lo primero que decidiremos será trabajar para conseguir la igualdad
en una sociedad más justa. Pero este tipo objetivo, formulado de forma tan amplia, es prácticamente imposible de concretar en respuestas
prácticas. Tenemos que concretar el proyecto.
Si somos responsables políticas en una ciudad o en un barrio y nuestro objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas incorporando la perspectiva de género, podemos definir las áreas de actuación,
347
Unidad 8
salud, vivienda, empleo, cultura, infancia, etc. y en cada una de estas
áreas determinar los logros concretos que queremos obtener con nuestra gestión.
Se trata de especificar cuales son nuestros objetivos, lo que queremos
conseguir con nuestra acción.
Idea clave
Un objetivo puede ser definido como un propósito, un logro
que queremos alcanzar en un tiempo determinado. Cuando señalamos cuales son nuestros objetivos, explicitamos
lo que queremos conseguir por medio de nuestro proyecto.
Si los objetivos son claros, todo el equipo y la comunidad
con la que trabajamos pueden participar en su consecución. Nos ayudan a orientar las actividades y trabajos a
realizar y transmite confianza y seguridad. Si los objetivos no están claramente definidos o son inalcanzables, no
podremos utilizar ninguna fórmula de programación. Sin
objetivos se va a la deriva, y para andar a la deriva no hace
falta programar.
Condiciones para definir bien los objetivos
Cuando nos proponemos programar nuestra actividad, esto es, hacer
un plan de trabajo, no basta con marcarnos una serie de objetivos que
expliquen lo que queremos conseguir. Es necesario que estén bien formulados, que cumplan una serie de requisitos para que sean útiles y
todo el mundo los entienda.
Desde la perspectiva de género los objetivos deben recoger explícitamente las necesidades e intereses de las mujeres, de forma que no
queden invisibilizadas por el genérico y se tenga en cuenta las particularidades en cada una de las áreas del proyecto.
Condiciones para la formulación de objetivos
- Escritos: Siempre es mejor fijar nuestros propósitos en un documento que confiarlo a la memoria. Por otra parte así será más
fácil evaluar si se van consiguiendo o no esos objetivos, y nos
ayudará a juzgar si cumplen o no las demás condiciones.
- Claros y sencillos: La claridad y la sencillez en la formulación
ayudará a que los demás y nosotros mismos sepamos exactamente lo que nos proponemos alcanzar. Si a la hora de establecer los objetivos, la formulación que utilizamos es confusa o
348
- Realistas: No tiene sentido establecer objetivos óptimos si su
cumplimiento no es posible. Esto lo sabremos teniendo en cuenta el análisis de la situación que hemos tenido que hacer antes.
Para que nuestros programas tengan valor, los objetivos que nos
propongamos han de ser viables, han de poderse alcanzar teniendo en cuenta las dificultades y los recursos de que disponemos, así como el contexto político en que nos movemos. Para
ser realistas, no hay que confundir lo posible, lo deseable y lo
probable. Siempre hay que adecuar lo deseable a lo posible de
cada coyuntura, y lo posible de cada circunstancia debe apuntar para hacer realidad lo probable.
Unidad 8
abstracta, fácilmente las actividades para cada uno de ellos se
confundirán, restando eficacia al proceso y haciendo imposible
el control.
- Pertinentes: Es otro requisito que está en relación con el anterior y que tiene un doble sentido: que respondan a los problemas reales que hemos detectado (que sirvan para algo), y que
sean coherentes con el conjunto del programa que queremos
realizar.
- Mesurables: Es una condición importantísima. Sin ella no se
puede constatar la eficacia conseguida en la realización, contrastando los resultados alcanzados con los objetivos (para lo
cual ambos deben ser susceptibles de medida). Hay que establecer, de manera precisa, “cuánto” se quiere alcanzar del objetivo
que nos hayamos marcado, y también “dónde” (en qué lugar) y
“cuándo” (en qué plazo). Hay objetivos que no pueden cuantificarse numéricamente, pero sí pueden medirse definiendo los
criterios que nos permitan saber cuándo se han alcanzado.
- Operativos: Otro requisito que debe acompañar al anterior es
que los objetivos sean operativos, que puedan realizarse mediante la ejecución de determinadas tareas o acciones. Para que
un objetivo sea “operativo” o “conductual” debe indicar la realización de una acción (debe inducir a obrar, a “operar”), en unas
condiciones determinadas y con los criterios de cumplimiento
que deseemos.
- Priorizados: No todos los objetivos tienen igual importancia. De
ahí surge la necesidad de establecer un orden de preferencia o
prioridades. Para ello debemos tener claros los criterios (pueden
ser de tipo político, de tipo técnico o de orden práctico). A veces
los objetivos prioritarios serán aquellos que tienen más rentabilidad política o que solucionan problemas más acuciantes; otras
349
Unidad 8
serán aquellos que, dada la situación, son más fáciles de alcanzar, o aquellos cuyo cumplimiento condiciona el logro de nuevos
objetivos. En cualquier caso, debe quedarnos claro que no basta
con señalar un conjunto de objetivos desordenado, hay que establecer una jerarquización con unos criterios claros.
En relación a esto es importante tener en cuenta que podemos marcarnos objetivos generales y objetivos específicos. Los primeros suponen
un logro en un campo de actuación amplio, y su cumplimiento supone
alcanzar varios objetivos más secundarios y concretos. Podemos compararlo con una rama principal, de la que se bifurcan diversas ramitas.
Al terminar la definición de objetivos preguntémonos:
¿Se ha llevado a cabo en el momento oportuno un análisis de género
que haya servido de base para establecer el objetivo de las actividades?.
¿Han participado las mujeres en la definición de los objetivos y las
prioridades?
¿Los objetivos generales responden a las necesidades de hombres y
mujeres?
¿Especifican los objetivos a quién va dirigido y quién se espera que
beneficie el proyecto (hombres y mujeres)?
¿Quién participa en la definición de prioridades y necesidades que
deben atenderse?
¿A que necesidades prácticas y estratégicas responde el proyecto?
¿Cuáles son las mejoras y cambios para hombres y mujeres? ¿Quién
se espera que se beneficie con los recursos del proyecto? 170
170. López Méndez, Irene. Sierra Leguita, Beatriz. Integrando el análisis de género en el desarrollo. Ed Instituto
Universitario de Desarrollo y Cooperación. Madrid. 2.000. Pág 101
350
La integración del enfoque de género en la definición de los
objetivos asegura que los grupos implicados o las personas
que se benefician del proyecto estén claramente identificados, evitando recurrir a términos generales como ciudadanos o población que aglutinan una gran variedad de experiencias e intereses. Si los objetivos no especifican a las
personas o grupos a los que van dirigidos, la intervención
podría estar:
- Definiendo de manera incorrecta o imprecisa las personas o grupos de personas que van a participar o beneficiarse de los resultados.
Unidad 8
Recuerda que...
- Beneficiando involuntariamente en mayor grado a los
grupos más visibles, con mayor poder o capacidad de movilización dentro de la comunidad.
Tercer paso. Describir las actividades y tareas que vamos a realizar
para alcanzar nuestros objetivos
Una vez que tenemos marcados nuestros objetivos sabemos a dónde
queremos llegar, lo que queremos conseguir. Pero esos objetivos no van
a alcanzarse sólos, sino mediante la realización de una serie de actividades y tareas, mediante nuestra acción.
Cuando ya tenemos fijada la meta de nuestro camino se trata de echarse a andar, de ACTUAR. Esta es la parte central de la elaboración de un
programa: decidimos anticipadamente lo que vamos a hacer. Aquí
es fundamental cuidar la coherencia entre los diversos aspectos de
nuestro proyecto, asegurando que las acciones que vamos a emprender sirvan para conseguir los objetivos que nos hemos propuesto.
Podemos entender un programa o plan de acción como una “red de actividades”, en el cual hay una serie de puntos cruciales (los objetivos) y
unas tareas que conducen a ellos. En este paso tenemos que describir
nuestras futuras acciones, y el resultado de lo que hagamos serán los
objetivos que nos hayamos propuesto. Pero hemos de poner cuidado
en no confundir las actividades, tareas o acciones (que vienen a ser lo
mismo: lo que vamos a realizar), con los objetivos (el resultado de lo
que hagamos).
Ciertos objetivos se pueden alcanzar mediante una secuencia simple
de actividades, algunas de las cuales se pueden llevar a cabo paralelamente (al mismo tiempo), mientras que otras dependen de la conclusión de tareas anteriores. Otros objetivos, en cambio, se lograrán
351
Unidad 8
mediante la realización de una sola actividad, o de varias actividades
independientes.
Objetivo secundario
No 1
OBJETIVO GENERAL
No 1
Actividad B
Objetivo secundario
No 2
Actividad A
Actividad C
Actividad D
Objetivo secundario
No 3
Actividad F
Actividad E
Este esquema presenta una red de actividades posibles encaminadas
a lograr varios objetivos secundarios (o específicos) que, a su vez, se
engloban en un objetivo más general.
Hay que tener en cuenta que no es suficiente con indicar qué cosa
se hace. Al programar las actividades que vamos a llevar a cabo es
necesario especificar quién y con la ayuda de quiénes las realizará,
cuándo, dónde, cómo (con qué metodología) y sobre todo con qué
recursos y medios.
Ideas clave
Al programar las actividades desde una perspectiva de género es necesario:
- Utilizar técnicas participativas desde la perspectiva
de género en todos los momentos del proyecto.
- Incluir estrategias para la participación de las mujeres, cuando existan barreras que la obstaculicen.
- Organizar actividades de forma que las mujeres tengan la posibilidad de participar de igual manera que
los hombres.
Considerar el calendario, ubicación y duración de las actividades. Tener en cuenta la doble carga de trabajo de las
mujeres que les hace disponer de menos tiempo libre.
Considerar la movilidad de las mujeres. La flexibilidad
que tienen para ausentarse del hogar durante largos periodos y las normas o costumbres que limitan su capacidad de desplazarse o participar en actividades.
352
Si las mujeres no se expresan con libertad en grupos mixtos, organizar por separado las reuniones o formación.
Prever medios y recursos para facilitar la participación
de las mujeres (medios de transporte, cuidado de niños,
etc.)
- Cuando existen desequilibrios en la situación de los
hombres y las mujeres, considerar qué actividades
centradas específicamente en las mujeres, se pueden poner en práctica, o qué medidas de acción positiva son necesarias para que las mujeres puedan
participar y beneficiarse de los proyectos y recursos
en la misma medida que los hombres,
Unidad 8
Ideas clave
- No aumentar la carga de trabajo de las mujeres, ni
utilizarlas como mano de obra no remunerada.
En los programas específicos dirigidos a las mujeres introducir actividades de empoderamiento que permitan:
- Adquirir conocimientos y un mayor entendimiento
sobre las relaciones de género, las relaciones de poder, y las formas en que dichas relaciones pueden
ser modificadas.
- Desarrollar la capacidad para generar oportunidades de elegir, y con ello adquirir mayor influencia y
poder de negociación.
. Adaptado de: Pautas para la integración del análisis de género en las etapas del ciclo de
proyecto. López Méndez, Irene. Sierra Leguita, Beatriz. Integrando el análisis de género en el
desarrollo. Ed Instituto Universitario de Desarrollo y Cooperación. Madrid. 2000.
Cuarto paso. Asignar los recursos y los medios
Recurso, o medio, es todo aquello que está entre uno mismo y su acción, y directamente relacionado con ella para posibilitarla. Es decir,
todo aquello que nos va a servir para realizar las actividades que nos
permitan alcanzar nuestros objetivos; las “herramientas” con que vamos a contar para llevar a cabo nuestra acción.
353
Unidad 8
Pero no debemos pensar que sólo los instrumentos materiales son
nuestros recursos. Utilizamos la palabra “herramienta” en un sentido figurado. En la categoría “recursos” podemos incluir desde los instrumentos de trabajo a un determinado marco legal, pasando por la existencia
de una organización solidaria o el prestigio personal de un compañero.
Cada situación permite el empleo de numerosos medios; el reto es encontrarlos y tenerlos claros para ver nuestras posibilidades de acción.
Los medios pueden ser de varios tipos:
- Medios físicos (entorno y condiciones físicas de las cosas
disponibles).
- Medios materiales (los elementos o cosas que hay a nuestra
disposición).
- Medios financieros (fondos económicos y fuentes de financiación).
- Medios técnicos (conocimientos disponibles o adquiribles).
- Medios sociales (los valores de la sociedad y sus mecanismos).
- Medios jurídicos (el marco legal establecido).
- Medios institucionales (instancias de poder).
- Medios asociativos (aplicar la solidaridad o la fuerza de los
colectivos).
- Medios humanos (fuerza de trabajo).
Cuando queremos emprender una tarea, antes de asignar los recursos
y medios necesarios, hay que saber con qué contamos. Esto debe estar ya hecho: lo habremos descubierto al analizar la situación en que
nos encontramos. Así determinaremos los recursos de todo tipo que
tenemos disponibles.
Lo siguiente es asignar a cada una de las actividades que hemos programado los medios humanos, materiales, etc. que sean necesarios.
Posiblemente descubramos que necesitamos recursos de los que no
disponemos. La solución será sustituirlos por otros que ya tengamos,
o prever las acciones precisas para conseguirlos.
En cualquier caso, hay que especificar claramente los recursos que
existen y están disponibles y los que es preciso adquirir o conseguir,
con la indicación de los plazos de tiempo en que esta adquisición ha
de producirse.
354
Establecer el tiempo y el ritmo del programa
El toque final de cualquier programa, que hará posible su realización,
consiste en temporalizarlo, en fijar su cronología desde el comienzo
hasta el final, señalando el orden en que van a emprenderse las acciones y los plazos para el cumplimiento de los objetivos, sin olvidar que
también hemos de marcarnos tiempos determinados para la consecución de determinados recursos.
Unidad 8
Finalmente, al asignar todos los medios y recursos a las actividades
que configuran nuestro plan, hemos de cuidar al máximo la coherencia (fijarnos en que sean los instrumentos más apropiados para la realización de las tareas y la consecución de los fines; que estén asignados
en cantidad suficiente, y que vayan a estar disponibles en el momento
oportuno) y el cumplimiento de todos los detalles.
Cuando precisamos el tiempo requerido para realizar cada actividad, y
el tiempo total de ejecución, hemos de dejar una cierta holgura o tiempo flotante, pues nuestro calendario puede verse alterado por factores
imprevistos. En el tiempo de realización de nuestro programa pueden
incidir, fundamentalmente, el respaldo político que dicho programa tiene, la posible resistencia por parte de grupos o sectores cuyos intereses
se ven afectados, etc.
Para elaborar el calendario de nuestro plan de actuación lo primero
será establecer el orden cronológico de las diferentes tareas previstas,
de cara a conseguir los objetivos que han sido priorizados. Seguidamente hay que indicar el tiempo de realización de cada actividad, teniendo en cuenta los posibles retrasos. Así habrá tareas cuyo plazo de
realización se mueva entre ciertos límites (“lo más pronto posible” y “lo
más tarde permisible”). Hemos de ser conscientes también de que hay
actividades que no pueden iniciarse hasta que no se hayan finalizado
otras, o hasta que no se haya cumplido un determinado objetivo.
Quinto paso. Implementación
Una vez más hacemos referencia a la necesaria visibilización y participación de las mujeres en la toma de decisiones y en todos los procesos
del proyecto. Para reequilibrar las relaciones de poder entre hombres y
mujeres es necesario:
- Asegurar una presencia equilibrada de ambos sexos en los
órganos de participación y decisión, facilitando el acceso a
las mujeres al poder político, económico, social, etc., ya que
la progresiva ausencia de mujeres a medida que asciende
en la esfera de poder, prestigio o remuneración ha llevado
a la acuñación del término “techo de cristal”. La existencia
355
Unidad 8
de esta barrera se manifiesta sobre todo, por sus efectos: en
aquellos casos en los que el acceso a los cargos se produce
por cooptación o libre elección, el número de mujeres es muy
inferior a aquellos en los que existen mecanismos formales
y objetivos de acceso. La sociedad tiene que incorporar al
51% de la población porque es de justicia y porque no puede
permitirse perder los recursos humanos que representan la
mitad de la población.
- Consultar a los organismos de igualdad y asesoramiento por
parte de estos, quienes pueden asesorar en el desarrollo de
la igualdad de género en los diferentes proyectos.
- Consultar a las asociaciones de mujeres. Es importante estar pendientes de las reflexiones que los grupos de mujeres
vayan realizando y a la forma que tienen de vivirlos.
Sexto paso. Seguimiento, supervisión y evaluación
Finalmente, hemos de prever en nuestro Programa el seguimiento, control y evaluación del mismo, con objeto de poder corregir o solucionar
las desviaciones y problemas que se presenten en su desarrollo.
Se trata de controlar constantemente la marcha de las actividades,
comparar con lo que habíamos previsto en nuestro programa, evaluar
si todo va bien o no, y enmendar nuestra planificación en caso de ser
necesario.
- Controlar es comprobar la “realización” de una acción. Su objetivo es asegurarse de que los acontecimientos se ajustan al plan
trazado...
- Evaluar es comprobar la “eficacia” de una acción. Su objetivo es
comprobar si el desarrollo del programa nos está permitiendo
alcanzar los objetivos previstos.
La evaluación cumple tres papeles: papel de pronóstico (predicción de
futuro), papel de medida (control final de resultados) y papel de diagnóstico (análisis de errores y desviaciones). Una evaluación participativa multiplica los resultados.
356
Es necesario analizar si el proyecto ha identificado los problemas de las mujeres y en que los objetivos y resultados
de la acción han tenido en cuenta las diferencias y desigualdades entre hombres y mujeres.
Es importante evaluar el nivel de participación en todas las
etapas.
Los indicadores que nos permitirán hacer un seguimiento
de la política o programa llevado a cabo son:
Unidad 8
Recuerda que...
De realización: Para identificar que las actuaciones van dirigidas a las mujeres u hombres y cuantas son aparentemente comunes, es decir las que afectan de una forma
igual ambos sexos.
De impacto. Que permiten conocer cómo se benefician las
mujeres y los hombres de las actuaciones programadas.
De inversión. Para conocer cual es el gasto realmente aplicado a la política de igualdad.
357
Unidad 1
R
esumen de la unidad
359
Realizar un análisis de género que consiste en: Realizar un proceso
teórico/práctico que permite analizar diferencialmente entre hombres
y mujeres los roles, las responsabilidades, los conocimientos, el acceso, uso y control sobre los recursos, los problemas y las necesidades,
prioridades y oportunidades con el propósito de planificar el desarrollo
con eficiencia y equidad.
El análisis de género implica necesariamente estudiar formas de organización y funcionamiento de las sociedades y analizar las relaciones sociales. Estas últimas pueden darse de mujer a mujer, de varón
a varón, de varón a mujer y viceversa, el análisis de género enfatiza
en estas últimas. El análisis de género no debe limitarse al papel de la
mujer, sino que debe cubrir y comparar el papel de la mujer respecto
al hombre y viceversa.
Unidad 8
Ideas resumen de la unidad
La planificación con perspectiva de género se resume en los siguientes ítems
- Análisis previo sobre desigualdades hombre/mujer:
Diagnóstico.
- Objetivos explícitos sobre reducción de desigualdades hombre/
mujer. Construir las condiciones y los mecanismos necesarios
para lograr la igualdad de oportunidades para mujeres y hombres, en lo que tiene que ver con el acceso y con el control de
servicios, de recursos, de información y de procesos de toma
de decisiones.
- Facilitar la mejora en las condiciones de vida de ambos géneros
y que, a la vez, transforme la posición de la mujer con relación
a la del hombre, a la de su comunidad y a la de la sociedad en
general.
- Datos desagregados por sexos.
- Analizar -antes de que se produzcan- los efectos de las acciones de un proyecto/plan/política de desarrollo, sobre los diferentes grupos sociales.
- Medidas específicas para superar dificultades identificadas,
en relación al fomento de la autonomía y al fomento de la
participación.
361
Unidad 8
- Posibilidad de acceso igualitario hombre/mujer a los beneficios
que se pretenden obtener del proyecto. Definir explícitamente,
en qué medida mujeres y hombres podrán llegar a beneficiarse
con su acción.
- Coherencia con las Leyes y/o Planes de Igualdad de Género, en
su ámbito competencial.
- Indicadores que permitan conocer la evolución de la situación
de mujeres y hombres.
Para incorporar la igualdad de género hay que tener en cuenta todos los procesos que configuran el proyecto
La decisión. Tiene que ser asumida desde el órgano directivo de
forma colegiada y con la participación de las personas implicadas.
La planificación Para que todo el proyecto de realización tenga
en cuenta la perspectiva de género.
La ejecución. Utilizar metodologías participativas desde la perspectiva de género de forma que las mujeres puedan implicarse y
participar.
La evaluación. Utilizando indicadores, o creándolos cuando no
existan, que permitan medir el avance social de las mujeres y los
beneficios que obtiene de las diferentes políticas o normas.
Preguntas para la reflexión
• ¿Qué variables de género solemos tener en cuenta en la planificación de nuestros proyectos?
• ¿Utilizamos datos desagregados por sexo?
• ¿Incorporamos las necesidades y condiciones de las mujeres en la
formulación de objetivos?
• ¿Están las mujeres presentes en la toma de decisiones y en la ejecución de proyectos?
• ¿Los proyectos específicos tienen una dotación económica?
• ¿Se realizan evaluaciones de los resultados obtenidos?
362
Mainstreaming: La organización (reorganización), la mejora, el desarrollo y la evaluación de los procesos políticos, de modo que una perspectiva de igualdad de género se incorpore en todas las etapas políticas,
a todos los niveles y en todas las etapas, por los actores normalmente
involucrados en la adopción de medidas políticas. Grupo de especialistas en Gender Mainstreaming-Consejo de Europa (1999) .
El análisis de género: Es la herramienta básica del enfoque de género. Parte de la consideración de las formas en que los hombres y las
mujeres participan de forma diferente en el hogar, en la economía y en
la sociedad, y trata de identificar estructuras y procesos (legislación,
instituciones sociales y políticas, prácticas de socialización, prácticas y
políticas de empleo) que pueden perpetuar los patrones de desventaja
de las mujeres.
Unidad 8
Aclarando conceptos
Los intereses de género: Son aquellos que las mujeres (o los hombres
en su caso) pueden desarrollar en virtud de su ubicación social de
acuerdo con los atributos de género. Pueden ser estratégicos o prácticos: cada uno se origina de distinto modo y tiene diferentes implicaciones para la subjetividad de las mujeres.
Las necesidades prácticas de género: Son las necesidades de las mujeres como las actrices de roles predeterminados por la sociedad y como
responsables de ciertas cargas y obligaciones sociales preestablecidas,
destinadas básicamente a la familia inmediata y la comunidad local.
Indicadores cuantitativos: Se definen como medidas de cantidad.
Indicadores cualitativos: Se definen como las percepciones y juicios
de las personas sobre un tema.
Conceptos definidos en: López Méndez, Irene. Sierra Leguita, Beatriz. Integrando el análisis de género en el desarrollo.
Ed Instituto Universitario de Desarrollo y Cooperación. Madrid. 2000.
Estadísticas desagregadas por sexo: Recogida y desglose de datos y
de información estadística por sexos, para poder proceder a un análisis
comparativo. A estas estadísticas se les llama a veces “desagregadas
por género”.
Estudios sobre la mujer: Enfoque académico, generalmente interdisciplinario, del análisis de la condición femenina y de las correlaciones
sexistas, así como de lo relativo a las diferencias hombre-mujer en todos los demás ámbitos.
363
Unidad 8
Evaluación comparativa: La evaluación es la aplicación de métodos
y técnicas de las ciencias sociales para levantar juicios relativos a la
utilidad y eficacia de las acciones implementadas, así com a la responsabilidad de las agencias gubernamentales. (Conseil Scientifique de
l´Evaluation, 1997). La valoración de una acción emprendida por los
poderes públicos para abordar una problema. (Bustelo, 2004).
Evaluación en función del género: Examen de las propuestas políticas, para analizar si afectan a las mujeres de forma diferente que a los
hombres, al objeto de adaptarlas para neutralizar los efectos discriminatorios y fomentar la igualdad entre hombres y mujeres.
Planificación desde la perspectiva de género: La planificación de
género es un conjunto teórico de procedimientos, metodologías y herramientas para la incorporación de la perspectiva de género en las
acciones de desarrollo y forma así parte fundamental de la perspectiva de género en el desarrollo. La planificación de género fue sobre
todo promovida por Caroline Moser. Implica entender el proceso de la
planificación como un proceso de naturaleza política y no sólo técnico
ya que considera la desigualdad entre hombre y mujeres y pone como
punto de orientación el logro de la igualdad y la equidad entre ellos. El
objetivo de la planificación de género es “emancipar a la mujer de su
subordinación y llevarla a alcanzar la igualdad, la equidad y el Empoderamiento...” (Moser 1995). La base conceptual de la planificación de
género es la diferenciación de roles y necesidades prácticas y estratégicas entre hombres y mujeres. De tal manera que, una planificación de
género exige la aplicación de una gama de herramientas conceptuales
para el análisis de las relaciones entre hombre y mujeres. Algunos de
ellos son: La división genérica del trabajo, el triple rol de las mujeres
pobres, el acceso y control sobre recursos y beneficios, las necesidades
prácticas y estratégicas, la diferenciación entre condición y posición, y
el potencial de transformación.
http://www.mugarikgabe.org/castellano/Glosario/P1.htm#poder
Lecturas para la reflexión
Con el fin de ampliar la Unidad incluimos un texto de la Escuela virtual
de género. http://www.escuelavirtualdegenero.org.co/index.htm
364
La integralidad que la Planeación con Perspectiva de Género se refiere,
por una parte, a la intervención en múltiples niveles de actuación social e institucional, para lograr superar la marginación del tema de la
equidad entre los géneros.
Estos niveles -que interactúan permanentemente- son:
- Desarrollo conceptual y realización de investigaciones: En
este nivel se ubica el debate conceptual y metodológico sobre
los diferentes temas relacionados con la construcción de las
relaciones de género y con sus formas de concretarse en la
realidad. La investigación ha aportado -y debe continuar haciéndolo- datos e imágenes de estas muestras concretas de
las relaciones de género en tópicos específicos.
Unidad 8
Niveles de actuación
- Establecimiento de políticas nacionales, integración a planes
de desarrollo y marco jurídico: En este nivel se trabaja en el
diseño y en la puesta en marcha, tanto de políticas nacionales que promuevan la equidad entre los géneros como en la
integración de la perspectiva de género a políticas nacionales centradas en otros temas (sectoriales), y a los planes de
desarrollo nacionales, departamentales y municipales. También se trabaja en este nivel, el desarrollo y reglamentación
de leyes que controlen los factores de inequidad entre los
géneros en diferentes ámbitos (laboral, de acceso a servicios,
de acceso a los niveles de toma de decisiones).
- Adecuación institucional: este nivel contempla acciones de
transformación de la estructura y de los procedimientos de
gestión de las organizaciones, tanto gubernamentales como
no gubernamentales. Se trata de acciones relacionadas con
la planeación de proyectos, con la asignación presupuestal,
con el manejo de información, con la capacitación de funcionari@s, con la prestación de servicios y con la evaluación.
Así, se pretende que la perspectiva de género se integre de
manera estructural a la acción institucional, y que la estrategia utilizada para enfrentar el problema de la inequidad,
no se restrinja a pequeños y marginales programas dirigidos
a mujeres y ejecutados por unidades de la institución, de
bajo status y con escaso presupuesto.
- Aplicación a proyectos y a programas: este nivel se refiere a
acciones específicas -que tienen que ver con lo operativo en
las instituciones no gubernamentales. Como se ha aclarado
antes, la Planeación con Perspectiva de Género se aplica a
365
Unidad 8
cualquier proyecto de desarrollo y no solamente a proyectos
dirigidos a mujeres.
- Fortalecimiento de la participación, organización y autonomía:
La Planeación de Género tiene como uno de sus planteamientos centrales, la necesidad de que toda acción de desarrollo se realice de manera participativa y de que contribuya
a fortalecer la organización y la autonomía de la población
involucrada, especialmente de los grupos más marginados
de las esferas de decisión y que cuentan con escaso poder de
negociación.
- Cotidianizar las relaciones de equidad: las relaciones entre
los géneros se recrean permanentemente en lo cotidiano. Es
ahí, donde se perciben más claramente las transformaciones, los conflictos, la solidaridad entre mujeres y hombres,
las inquietudes sobre las identidades femenina y masculina,
las pequeñas conquistas, los temores. Por esto, la cotidianidad es un escenario privilegiado para trabajar en el logro
de la equidad entre los géneros, a través de la reflexión, del
diálogo y de la búsqueda de alternativas que permitan la
justa satisfacción de las necesidades de los hombres y de las
mujeres.
Ámbitos de interacción
La integralidad planteada por la planeación con perspectiva de género
se refiere además que al trabajar tomando en cuenta todos los ámbitos de interacción de las personas: el reproductivo, el productivo, el
comunitario, el político y el cultural, se intenta superar algunos enfoques -del desarrollo humano y del problema de la equidad entre los
géneros- que han centrado su análisis y su acción en uno sólo de esos
ámbitos.
La PLANEACIÓN CON PERSPECTIVA DE GÉNERO plantea, entonces, la
necesidad de realizar programas integrales, que revisen cuidadosamente
la realidad cotidiana de las mujeres y de los hombres, y que consideren
cualquier acción tomando en cuenta la complejidad de dicha realidad.
Por otra parte, esta planeación plantea que sólo intervenciones integrales, pueden llegar a remover los obstáculos que impiden conseguir la
equidad de género, de manera más profunda y permanente.
Las fallas cruciales de las intervenciones que no toman en cuenta todos los ámbitos de interacción de las mujeres y de los hombres están
en que:
366
- Pueden limitar la acción de las mujeres, especialmente en lo
comunitario y en lo político, debido a que no encaran los obstáculos específicos que éstas tienen para participar.
- Tienden a mantener los roles tradicionales de género y a hacer
caso omiso de la problemática que esto genera, especialmente
para las mujeres.
- No plantean alternativas para transformar los roles tradicionales
de los hombres, que podrían enriquecerlos en su desarrollo personal, tales como la posibilidad de que asuman de una manera
distinta, las tareas relacionadas con el ámbito reproductivo.
Unidad 8
- Proponen actividades que no se ajustan a los múltiples roles de
las mujeres y terminan sobrecargándolas de trabajo.
- Al realizar acciones aisladas, no cuestionan las relaciones entre
las mujeres y los hombres.
¿Qué son ámbitos de interacción?
Quienes se interesan en el estudio de las relaciones entre los géneros,
así como en la búsqueda de sistemas sociales que favorezcan la equidad entre las mujeres y los hombres, han encontrado útil caracterizar
los grupos humanos -según la forma como se organizan para realizar
actividades- en cinco grandes ámbitos de interacción: Reproductivo,
productivo, comunitario, político y cultural.
-
Reproductivo: Comprende todas las interacciones que un grupo realiza para desarrollar actividades que conduzcan a la supervivencia de la especie y a la recuperación del potencial de
trabajo de todos los miembros de la unidad social básica (hogar). Incluye acciones tales como la reproducción, la crianza,
la alimentación, el cuidado de la salud, el descanso, el apoyo
afectivo y la organización del hogar.
-
Productivo: Comprende todas las interacciones que el grupo
realiza con el objeto de transformar la naturaleza y producir
bienes y servicios para consumo e intercambio. Generalmente,
son las actividades reconocidas como trabajo, y que contribuyen
al ingreso familiar, siendo -casi siempre- recompensadas con un
salario.
-
Comunitario: Comprende todas las interacciones que realiza el
grupo, orientadas a mantener las condiciones básicas de funcio-
367
Unidad 8
namiento y de bienestar del grupo social en su conjunto. Agrupa
las actividades colectivas que procuran la obtención de servicios
y el fortalecimiento de las organizaciones sociales de base, así
como las actividades de negociación entre diversos grupos de la
comunidad y el Estado.
- Político: Comprende las interacciones que el grupo realiza para
adquirir y manejar poder, así como la forma de organización para
tomar decisiones concernientes a toda la sociedad o a grupos de
ella. Incluye actividades que se ejecutan en los niveles directivos o de representación de las diferentes organizaciones de la
sociedad: partidos políticos, sindicatos, ONG, organizaciones de
base y organizaciones gremiales, además de las que se realizan
en todas las instancias de decisión de la administración pública,
tanto en los niveles nacionales como en los locales, y en las ramas ejecutiva, legislativa y judicial.
- Cultural: Comprende todas las interacciones que el grupo realiza para producir, mantener y controlar los ideales de vida, los
valores, las creencias y las normas del grupo social. Reúne las
actividades de socialización, de aculturación, de generación de
opinión pública, y de orientación y de manejo ideológico, a través
de múltiples medios, tales como la crianza, la educación formal,
los medios masivos de comunicación, y las expresiones de la
cultura popular, entre otras, ritos y fiestas.
“La planificación de género incluye varias características críticas. Primero, es tanto de naturaleza política como técnica. Segundo, asume el conflicto en el proceso de planificación. Tercero, comprende procesos transformativos. Cuarto, caracteriza la planificación como un ‘debate’. (…) El
análisis de las razones que subyacen a los supuestos de planificación
actuales se relaciona con los roles y las necesidades de las mujeres y
los hombres en sociedad. Esto pone de relieve la naturaleza abiertamente política de la planificación de género y cuestiona de modo directo la
visión de que la metodología de la planificación de género puede contentarse con adoptar un conjunto de procedimientos técnicos ‘neutros’
y universalmente aplicables. (…) La lógica del proceso de planificación
entonces requiere la ‘negociación’ como la base de su agenda. Las técnicas de planificación integral racional apropiadas para las tradiciones de
planificación basadas en el consenso son, por ello, inadecuadas como
metodología para la planificación de género; más bien se requiere una
metodología en que la dimensión política de la negociación sea una preocupación central.
Para la identificación de tal metodología, dos metodologías recientemente articuladas pueden contribuir a la planificación de género. Una
368
Unidad 8
es el enfoque de economía política, centrada en la redistribución de los
recursos mediante el cambio estructural. (…) La metodología de planificación requerida para satisfacer necesidades estratégicas de género
es de naturaleza claramente ‘política’. Las necesidades estratégicas de
género provienen de la subordinación de las mujeres a los hombres en
la sociedad. Desde la perspectiva del enfoque de la economía política,
tal redistribución del poder y de los recursos entre hombres y mujeres
requiere de transformaciones estructurales. La planificación como debate sienta la base para una metodología de planificación con un enfoque
de economía política. (…) Reconoce que la planificación no es ni un mero
proceso técnico, ni uno exclusivamente político, sino que su real preocupación es la interacción entre los dos. La premisa central de este modelo
es que, en una sociedad plural con una diversidad de intereses, a menudo en conflicto, el modo democrático de acción colectiva tiene que ser su
curso mediante el debate. (…) La meta de la planificación de género se
refiere, en última instancia, a los cambios en las relaciones entre grupos
en sociedades, más específicamente entre hombres y mujeres. Por ello,
la metodología de planificación debe poner el énfasis en la planificación
como un proceso iterativo. (…)
La planificación de género se ocupa de los procesos transformativos que
son intensamente políticos y que podrían implicar conflicto. Esto requiere
una metodología de planificación que enfatice el debate, la negociación
y la resolución del conflicto. El supuesto es que tal proceso no necesariamente tiene que ser racional o integral. La planificación como debate se
acerca más a esta forma de proceso planificador”.171
Para saber más. Bibliografía y páginas Web recomendadas
Barrig, Maruja / Wehkamp, Andy, editoras. Sin Morir en el Intento: Experiencias de Planificación de género en el desarrollo. Red Entre Mujeres. Diálogo Sur-Norte. Novib. Lima, Perú, noviembre 1994.
Moser, Caroline. “La planificación de género en el Tercer Mundo: enfrentando las necesidades prácticas y estratégicas de género”. En: Una
nueva lectura: Género en el Desarrollo. Guzmán, Virginia; Portocarrero, Patricia, y Vargas, Virginia; compiladoras. Editado por Red entre
Mujeres y Flora Tristán Ediciones. Lima, 1991.
“Hacia la planificación de género. Una nueva tradición de planificación y
metodología planificadora”. En: Planificación de género y desarrollo. Editado por Red entre Mujeres y Flora Tristán Ediciones. Lima, 1995. Pp.
171. Moser, Caroline. La planificación en el Tercer Mundo: enfrentando las necesidades prácticas y estratégicas.
En: Una nueva lectura:Género en el Desarrollo. Guzmán , Virginia; Portocarrero, Patricia, y Vargas, Virginia; compi-
ladoras. Editado por Red entre Mujeres y Flora Tristán Ediciones. Lima. 1991. Pág. 55-113.
369
Unidad 8
Guía de Género
http://guiagenero.mzc.org.es/
Guía metodológica para integrar la perspectiva de género en proyectos y programas de desarrollo. Instituto Vasco de la Mujer
(EMAKUNDE).
http://www.emakunde.es/images/upload/guia_cast.pdf
La Planificación Urbana desde la Perspectiva de Género. Por un
Derecho a la Ciudad Igualitaria.
http://www.nodo50.org/mujeresurbanistas/Cursos/AJusto_seminario.html
Metodología de Evaluación desde una perspectiva de Género.
http://www.apcwomen.org/gem/esp/entender/analisis_genero.htm
Políticas de género en la Unión Europea y algunos apuntes sobre
América Latina.
http://www.mugarikgabe.org/castellano/Glosario/textos/
ue%20y%20pol%20de%20gen.pdf
370
Desarrollo de habilidades para la práctica política (II).
Competencias emocionales y resolución de conflictos
desde la perspectiva de género
Unidad 1
Unidad IX
Presentación de la unidad
Objetivos de la unidad
1.- Inteligencia emocional y perspectiva de género
2.- Autoestima, inteligencia y competencia emocional
3.- Resolución de conflictos
3.1.3.2.3.3.3.4.-
El conflicto como proceso
Los pasos en la confrontación y resolución del conflicto
El conflicto desde la perspectiva de género
Identificación del conflicto y de las técnicas de dominación
371
Desarrollo de habilidades para la práctica política (II).
Competencias emocionales y resolución de conflictos
desde la perspectiva de género
Presentación de la unidad
El proceso del liderazgo reúne una serie de capacidades que están relacionadas con la inteligencia emocional. En esta unidad intentaremos
definir las capacidades emocionales desde la perspectiva de género.
Abordaremos la resolución de conflictos como proceso, trabajaremos la
conducta asertiva y por último, analizaremos los conflictos más frecuentes a los que se tienen que enfrentar las mujeres en el ámbito político.
Unidad 9
Unidad IX
Objetivos de la unidad
-
Conocer las capacidades emocionales del liderazgo desde la
perspectiva de género.
-
Abordar la resolución de conflictos.
-
Conocer el tipo de conductas que desarrollamos ante los
conflictos.
-
Profundizar en la conducta asertiva.
-
Analizar los conflictos desde la perspectiva de género,
en el ámbito político.
373
Unidad 9
Las mujeres han de ser reconocidas. Sus palabras
deben ser escuchadas. Las mujeres se adelantarán.
Tal vez haya que profetizarlo o quizá no sea preciso, pero el sentimiento es tan fuerte que las mujeres
se adelantarán y proclamarán lo que sienten. Tanto
que las gentes deseen o no oírlas, sucederá porque
tiene que ser. Ya es tiempo.
Vickie Downey (India pueblo)
1.- Inteligencia emocional y perspectiva de género
Durante muchos siglos pensamos que la razón y las emociones constituían aspectos diferenciados del ser humano. Pensamos con el cerebro
y amamos con el corazón. La razón suele considerarse el universo de
la seguridad, mientras que las emociones nos conducen al error. Filósofos y pensadores nos han advertido continuamente de las trampas
a las que nos pueden conducir las emociones. Séneca, condenaba la
emoción como algo que puede esclavizar a la razón. Kant la consideraba como una enfermedad de la mente. Spinoza como lo que inclina la
razón a la parcialidad.172
Contradiciendo esta línea de reflexión, recientes estudios, en el campo
de la psicología, han revalorizado el mundo de la inteligencia emocional como un instrumento valioso para las distintas facetas que desarrollamos en las organizaciones, como son la dirección de equipos, el
liderazgo y la gestión de conflictos. La inteligencia emocional describe
aptitudes complementarias, pero distintas, de la inteligencia académica, habilidades puramente cognitivas medidas por el cociente intelectual. La inteligencia emocional hace referencia a la capacidad humana
de sentir, entender, controlar y modificar nuestros estados emocionales con referencia a una/o mismo y a los demás, a partir de la valiosa
información que las emociones nos facilitan sobre nuestro entorno y
nuestra propia realidad subjetiva, es decir, sobre lo que somos, percibimos y sentimos.173
172. Sastre Vilarrasa, Genoveva. Moreno Marimón, Montserrat. Resolución de conflictos y aprendizaje emocional. Una
perspectiva de género. Ed Gedisa. México. 2004. Pág 19. http://www.educacionenvalores.org/objetivos del milenio/objetivo3/index3.htm.
173. Blaise Pascal (1623-1662), coetáneo de Descartes, dentro del mismo contexto cultural del Racionalismo y el
Barroco, fue el primero en hablar de las razones del corazón. El corazón tiene razones que la razón no entiende.
Después de unos años centrados en la investigación matemática, Pascal recibió un fuerte impacto emocional. Del
enaltecimiento y valoración de las razones de la razón, propio de un matemático, pasó a la valoración y defensa de
las razones del corazón. ¿Y a qué se refiere Pascal cuando habla de razones del corazón? Se refiere al conocimiento
que aporta el corazón con sus intuiciones: el corazón me proporciona unas certezas que la razón, propiamente dicha,
no me puede dar. Pascal pasa del elogio de la razón o esprit de geómétrie al elogio del corazón o esprit de finesse. El
espíritu geométrico se basa en los principios racionales, en unos principios que una vez conocidos es casi imposible
negar. El espíritu de finura se basa en el conocimiento inmediato, en el conocimiento de aquello vivido y experimentado por un mismo: hace referencia a las «cosas del sentimiento». Esto mismo ocurre con María Zambrano y su
maestro Ortega Gasset, él defendía la razón vital mientras que ella defendía la razón poética.
374
De la misma forma que se aprende el liderazgo, también es posible
desarrollar nuestra capacidad emocional. El aprendizaje de estas capacidades se denomina “Competencias emocionales” y comprende los
procesos personales de autoconciencia, autorregulación, empatía, habilidades sociales y motivación. Así como los conocimientos necesarios
para la aplicación en los modelos organizativos de gestión de calidad
que se están desarrollando en los distintos ámbitos administrativos y
empresariales de toda Europa y Estados Unidos. El concepto y las estrategias de la inteligencia emocional se han convertido en una gran revolución cultural, tanto en el marco de la dirección de empresas como
en la dirección institucional y política. Hasta el punto, de que en el
mercado editorial y formativo existe todo un elenco de cursos, seminarios, manuales, guías y tratados acerca del liderazgo y las competencias emocionales que han desplazado el interés por otros contenidos
más clásicos que actualmente se consideran menos eficaces.
Unidad 9
Lo que no significa que el cociente intelectual y las habilidades técnicas
sean irrelevantes. Son importantes pero no suficientes. Las investigaciones que se han llevado a cabo en este campo, demuestran que una
persona puede tener un alto grado de rendimiento, una mente analítica, gran conocimiento de la materia en la que trabaja, un sin numero
de ideas y sin embargo, sin la capacidad emocional suficiente para entender las situaciones, relacionarse y conducir las emociones, no llegar
a ejercer el liderazgo.
Existe un gran paralelismo entre las novedosas propuestas de aplicación de la Inteligencia emocional para dirección y el liderazgo, realizadas por la psicología social174 y el proceso realizado de autoafirmación, que los grupos de mujeres, llevan practicando desde hace más
de cuatro décadas en diferentes contextos organizativos (asociaciones, grupos de mujeres, partidos políticos, etc.).
174. En 1990 dos psicólogos norteamericanos, el Dr. Peter Salovey y el Dr. John Mayer, acuñaron un término
cuya fama futura era difícil de imaginar. Ese término es ‘inteligencia emocional’. Hoy, a casi diez años de esa
‘presentación en sociedad’, pocas personas de los ambientes culturales, académicos o empresariales ignoran el
término o su significado. Y esto se debe, fundamentalmente, al trabajo de Daniel Goleman. En los años ochenta,
un modelo precursor de la inteligencia emocional (aún sin ese nombre tan explícito) había sido propuesto por
Reuven Bar-On, psicólogo israelí. Y en años recientes, otros teóricos han desarrollado variaciones de la misma
teoría, por ejemplo, el Dr. Hendrie Weisinger, con su interesante obra ‘La inteligencia emocional en el trabajo’.
Pero fue Daniel Goleman, quien llevó el tema al centro de la atención en todo el mundo, a través de sus obras ‘La
inteligencia emocional’ (1995) y ‘La inteligencia emocional en la empresa’ (1999). El nuevo concepto, investigado
a fondo en estas obras, irrumpe con inusitado vigor y hace tambalear las categorías establecidas a propósito de
interpretar la conducta humana (y por ende de las ciencias) que durante siglos se han dedicado a desentrañarla:
llámense psicología, educación, sociología, antropología, u otras. Daniel Goleman “La inteligencia emocional en
la empresa”. 2005.
375
Unidad 9
El origen del autoconocimiento lo encontramos en el feminismo de
los años sesenta, que cuestiona una sociedad que relega los problemas de las mujeres a un rango de invisibilidad, mientras que otras
luchas siempre resultaban de una importancia sustancial y social.
Tal y como nos indica Ana de Miguel175 es imprescindible no olvidar
el complejo proceso por el que las mujeres llegaron a desentrañar que
es lo que les pasaba en una sociedad en la que la urgencia e importancia de otras luchas, siempre tienden a invisibilizar las cosas de
mujeres. En una sociedad en que los problemas que afectan a los
varones son problemas sociales y los problemas de las mujeres, son
exactamente, eso, problemas de mujeres.
Este apasionante proceso supuso el paso de la experiencia personal
a la lucha colectiva y el surgimiento de la solidaridad entre mujeres. Un proceso que a pesar de que estuvo a menudo tejido de crisis
personales e ideológicas, constituyó una verdadera escuela de conocimiento y experiencia, tanto personal como militante.
Las mujeres comenzaron a reunirse solas y a comprender que los
“problemas personales” como la discriminación en el trabajo asalariado, la ausencia de placer o la asignación de ciertos papeles “femeninos” en la lucha política antisistema -como servir el café a los
compañeros o pasar sus manifiestos a máquina- eran en realidad
productos de una estructura específica que había que comprender y
cambiar. En esta línea una de las aportaciones más importantes del
movimiento feminista, fue la organización de pequeños grupos, en los
que entre otras actividades se practicaba la autoconciencia.
Esta práctica comenzó en el New York Radical Woman (grupo fundado
en 1967) y fue Sara Chid quien le dio el nombre de “consciousnessraising”. Consistía en que cada mujer del grupo explicase las condiciones en que experimentaba y sentía su opresión. El propósito de
estos grupos era despertar la conciencia latente que todas las mujeres tenemos sobre nuestra opresión para propiciar “la reinterpretación política de su propia vida” y poner bases para su transformación,
construyendo la teoría desde su propia experiencia personal y no
desde el filtro de ideologías previas.
Otra función substancial de estos grupos fue la de contribuir a la
revalorización de la palabra y las experiencias de un colectivo
sistemáticamente inferiorizado y humillado a lo largo de la historia
aportaron la creación de grupos para la reflexión, el intercambio de
experiencias y la creación de una teoría propia. Además se plantea175. De Miguel Álvarez Hacia un nuevo contrato social. Políticas de redefinición y políticas reivindicativas en la
lucha feminista. En Manuel Robles (Comp) El reto de la participación. Movimientos sociales y organizaciones. Ed.
Mt. 2002
376
Unidad 9
ron el cuestionamiento de las jerarquías y de la falta de democracia
de las estructuras de las organizaciones, así como la búsqueda de
nuevas estructuras más igualitarias en el diseño de los grupos de
mujeres. De esta época es la formación de grupos de autoayuda y
la construcción de espacios propios, alternativos a los generales, en
los que enfocar desde la perspectiva feminista la salud (proyectos de
planificación familiar), la formación, (educación de adultas, aulas de
feminismo), la cultura (tertulias feministas, exposiciones, librerías,
cafés, festivales de cine de mujeres), la economía, la defensa personal
y un largo etcétera de propuestas alternativas que las mujeres fueron
cimentando desde el convencimiento de que era posible y necesario
desarrollar espacios propios de libertad que se rigieran por una lógica propia. Muchos de los espacios y proyectos de mujeres que hoy
existen son, en cierta forma, herederas de las pioneras de los años
sesenta y setenta.
Si bien es cierto, que debemos mucho a esta etapa del feminismo,
también debemos recocer que el proceso de los grupos en el movimiento feminista no siempre resultó positivo. Existieron escisiones,
desacuerdos y disfunciones que en muchas ocasiones terminaron en
ruptura y la expulsión o el abandono de muchas mujeres, por la falta
de coherencia en las mismas estructuras organizativas que habían
creado176 A pesar de los errores y las dificultades, las mujeres de que
en los años 70 participaron en el movimiento feminista, contribuyeron a construir los referentes de reflexión y una metodología de trabajo que continúa presente en los colectivos de los movimientos feministas, en los grupos de base y en los proyectos socio comunitarios.
Esta forma organizativa y metodológica, también se trasladó al ámbito del conocimiento. “La organización de pequeños grupos de mujeres
generalmente con experiencia militante en el movimiento, dispuestas
a intervenir activamente sobre su realidad más cercana llegó también a la Universidad. Cuando las mujeres con conciencia de género
se constituyeron en sujetos de investigación pasaron a convertirse,
de forma reflexiva en objetos de investigación. Para las sociólogas
Lengermann y Niebrugge Brantley, el surgimiento de los estudios de
género arranca de un interrogante engañosamente sencillo: ¿Qué hay
de las mujeres? En otras palabras. ¿Dónde están las mujeres en la
situación que se está investigando? Si no están presentes ¿Por qué
no lo están? Y si lo están ¿Qué es lo que hacen exactamente? ¿Cómo
experimentan la situación? El reto de las nuevas teorías y de las investigaciones será crear conceptos capaces de captar la especificad
de la situación de las mujeres, de identificar los mecanismos sociales
por los que tiene lugar la desigualdad sexual”. 177
176. Como cierre de la unidad adjuntamos un extracto de la obra La tiranía de la falta de estructuras que Jo Freeman escribió en 1988 dando forma teórica a su experiencia.
177. De Miguel Ana. Ob cit. Pág 317.
377
Unidad 9
Continuando con esta línea de trabajo de autoconocimiento, en esta
unidad intentaremos dar algunos apuntes para la resolución de
conflictos, la negociación, el trabajo en equipo, desde una perspectiva de género.
2.- Autoestima, inteligencia competencia emocional
A partir de la reflexión de nuestra experiencia individual y colectiva
en las organizaciones, podemos desarrollar habilidades personales y
sociales para conocer y manejar nuestros propios sentimientos, interpretar o enfrentar las emociones de los demás, afrontar a la culpa
y la frustración, sentirnos bien con nosotras mismas, con nuestros
objetivos y formas de actuar, así como ser eficaces en los retos que
nos propongamos. También podemos aprender, y esto es realmente
interesante para nosotras en el entorno político, a leer que dinámicas,
códigos y relaciones de poder, se establecen a nivel micro (grupos y
equipos de trabajo) y macro (cultura, valores y clima de la organización) condicionando nuestra participación como mujeres.
El conocimiento de nosotras mismas, de las relaciones y sinergias
que se establecen, nos proporcionan herramientas para afrontar los
conflictos, desarrollar redes, investirnos de autoridad, reconocer el
valor de otras mujeres y participar de acuerdo con nuestros propios
intereses feministas.
Para ilustrar qué son las competencias emocionales en el liderazgo
político, hacemos referencia a una reunión convocada desde el Ayuntamiento de Sant Boi178 a la que asistieron mujeres alcaldesas, directivas
de diferentes ayuntamientos y de la Diputación de Barcelona así como
mujeres de larga trayectoria política, con las que pudimos conversar
sobre estos temas y en la que nos mostraron sus estrategias para ejercer su cometido con una perspectiva de género. La reunión resultó
toda una escuela de formación política de mujeres. A continuación
y a partir de las reflexiones de estas mujeres y especialmente de las
mujeres alcaldesas, analizaremos las competencias emocionales en la
acción política:
Autoconciencia
La autoconciencia significa tener un profundo entendimiento de nuestras emociones, fortalezas, debilidades, necesidades e impulsos. Las
personas con una fuerte autoconciencia se aproximan al equilibrio, al
no ser demasiado críticas, ni tampoco considerarse excepcionales. La
autoconciencia nos aporta un grado de honestidad que nos ayuda a reconocer como los sentimientos nos afectan e influyen en las relaciones
178. Sant Boi. 6 de febrero de 2006
378
El ejercicio de autoconciencia, el conocimiento de nosotras mismas,
nos permite fijar nuestros valores, no perdernos en una lógica que no
es nuestra y estimar lo que realmente nos importa. Una mujer altamente autoconsciente sabe hacia dónde se dirige y por qué, y por ello
es capaz de ser firme a la hora de decir que no es interesante un proyecto o declinar una forma de actuar que le es ajena. Seguirá siendo
ella misma y no se mimetizará con los valores patriarcales del poder.
El autoconocimiento es como una brújula que nos permite saber hacia
donde nos dirigimos y por qué. La seguridad nos permite ser flexibles,
delegar y compartir el liderazgo.
Unidad 9
con otros miembros de la organización, nos posicionan ante nuestro
trabajo y militancia.
En la reunión de Sant Boi, las mujeres alcaldesas afirmaban que tenían que enfrentarse con demasiada frecuencia a la lógica de los compañeros, que tienen otra forma de entender la alcaldía, cuestionándolas e indicándolas cómo tienen que desarrollar la dirección del ayuntamiento. Para no caer en situaciones de desestabilidad es importante
saber qué es exactamente lo que quieres y como quieres hacerlo, aún
cuando te enfrentas a posiciones contrarias o al desgaste del cargo. Por
ejemplo, una de las alcaldesas había centrado el esfuerzo de su mandato en la consecución de un edificio para la construcción de un centro
cultural. “Si yo no hubiera tenido muy claro que podíamos conseguirlo
–comentaba-, podría haberlo perdido, pero sabía que esto era lo que la
ciudad necesitaba. La constancia, creer en una misma, y no dejar que
otros decidan por ti es imprescindible para resistir. Y la resistencia en
política es fundamental. Hay que estar muy segura de lo que haces y
de cómo lo haces. Por el hecho de ser mujeres estamos continuamente
cuestionadas, por eso tienes que conocer muy bien tus prioridades, tus
posibilidades y más aún como quieres actuar”.
En la misma reunión las alcaldesas transmitieron una idea muy clara acerca de su ocupación en el cargo político como una función que
desempeñan en un tiempo determinado. Esta conciencia de que ser
alcaldesas es una actividad más en su vida, les infunde una enorme
tranquilidad en referencia al tiempo en que van a ocupar el cargo. Es
decir son conscientes de que pueden desempeñar un sinfín de funciones que responden a sus intereses e ideales en distintos espacios de
la vida pública y privada. Por esta razón valoran, no sólo conseguir los
objetivos que se han propuesto, sino también el cómo han logrado, el
proceso. La autoconciencia nos lleva a buscar la coherencia entre los
objetivos que perseguimos y el como llegamos a ellos.
379
Unidad 9
¿Cómo podemos desarrollar la autoconciencia? Desde la reflexión y el
intercambio en espacios colectivos. En la formación, los encuentros,
los seminarios entre mujeres con las que compartimos intereses comunes. En los momentos en los que podemos hablar abierta y tranquilamente de nuestras vivencias individuales y subjetivas, reflexionando
sobre el marco en el que nos desenvolvemos y tomando conciencia de
nosotras mismas.
Al terminar la reunión las alcaldesas manifestaban la importancia de
tener espacios de encuentro en los que poder intercambiar sus experiencias, sus formas de afrontar el quehacer político, las estrategias
de supervivencia ante las críticas y el acoso… en definitiva la forma en
que las mujeres se desenvuelven en los puestos de liderazgo político.
Empoderamiento
Se refiere al proceso por el cual las mujeres nos hacemos conscientes
de nuestros propios intereses y de cómo se relacionan con los intereses
de las otras, en orden a participar desde una posición de mayor fuerza
en la toma de decisiones e influir claramente en ellas. Desde el empoderamiento aprendemos a leer cuales son los mecanismos de subordinación que nos han impedido tomar las riendas de nuestras vidas
y estar en los lugares de decisión. El empoderamiento es más que la
participación en la toma de decisiones: incluye el proceso que nos lleva
a sentirnos capaces, legitimadas para tomar decisiones y aprovechando al máximo las oportunidades que se nos presentan, asumimos los
riesgos para influir en la toma de decisiones.
Las dimensiones del empoderamiento son:
Dimensión cognitiva: Se refiere a la comprensión por parte de las
mujeres de las condiciones y causas de la subordinación en los niveles
micro y macro. Incluye la realización de opciones que pueden ir contra
las expectativas culturales y las normas sociales.
Dimensión económica: Requiere que las mujeres tengan acceso a, y
control sobre, los recursos productivos, de forma que asegure un cierto
grado de autonomía financiera. Sin embargo los cambios en la balanza
del poder no alteran necesariamente los roles tradicionales de género
o normas sociales.
Dimensión política: Implica que las mujeres tengan la capacidad para
analizar, organizar y movilizar el cambio social.
380
Al colectivizar el saber acerca de cómo desenvolverse en el mundo político interpretamos desde una perspectiva de género lo que ocurre en
las organizaciones. Esto nos permite hacer una lectura objetiva de los
factores que nos discriminan, por el hecho de ser mujeres en un ámbito que nos ha sido negado y que aún ofrece grandes resistencias a las
mujeres. Tomar conciencia de los factores que nos discriminan como
colectivo es un paso importante para el empoderamiento y una enorme liberación al poder comprender que las causas por las que se me
discrimina y por las que tengo/encuentro más barreras que un varón
para ejercer la política son consecuencia del orden patriarcal. Saber
que no me ocurre a mí sola, sino que nos ocurre a un colectivo cambia
completamente la visión de los acontecimientos.
Unidad 9
Dimensión financiera: Incluye las creencias en que las mujeres pueden actuar en los niveles personales y sociales para influir en sus realidades individuales y en las sociedades en las que viven. 179
Todas las mujeres de la reunión coincidieron en que la aceptación para
ir en las listas como candidatas llegó, no porque ellas se lo hubieran
planteado en primera estancia, sino porque se lo “habían ofrecido”. A
la gran mayoría les habían ofrecido ir en un puesto de salida “por que
no se iba a conseguir gobernar por falta de apoyos o porque en las
peleas internas no encontraban a otro candidato” Cuando eran ellas
las que habían decidido presentarse para el cargo lo hacían motivadas
por mejorar las condiciones del pueblo o ciudad “era la única forma de
cambiar una realidad con la que no estaban conformes”. En el proceso
habían aprendido a empoderarse aún a costa del aislamiento y las críticas internas de los propios compañeros. “Lo importante no es llegar
-comentaban- esto es relativamente sencillo, lo que es realmente difícil
es permanecer y aprender a ejercer con responsabilidad el ejercicio de
la autoridad. Hacerlo de la manera que tú crees que tienes que hacerlo
y no como otros quieren que lo hagas. Porque el problema, es que una
vez estás, quieren que respondas a sus intereses y tú te has presentado para cambiar la realidad, solucionar problemas de los vecinos y las
vecinas como tú crees que debes hacerlo”.
Este es un ejemplo, de cómo las mujeres nos empoderamos legitimando el proceso de toma de decisiones.
Autorregulación
Es la capacidad para controlar nuestras emociones. Esto no quiere
decir que no las tengamos en cuenta, que no las escuchemos, sino que
conectemos con ellas, las reconozcamos y regulemos la expresión de
179. López Méndez, Irene. Sierra Leguina, Beatriz. Integrando el análisis de género en el desarrollo. Ed Instituto
Universitario de Desarrollo y Cooperación. Madrid. 2.000. Pág 34.
381
Unidad 9
las mismas. Por ejemplo, la autorregulación la aplicamos cuando estamos nerviosas y tenemos que hablar en público, cuando debemos dirigir una reunión especialmente complicada que nos provoca tensión.
En innumerables situaciones las emociones nos pueden jugar una
mala pasada. La autorregulación nos permite distanciarnos, manejar
la situación y controlar lo que ocurre sin exponernos emocionalmente,
a la vez que creamos un clima de confianza y serenidad. Por ejemplo,
estamos ante un debate especialmente difícil en el que tenemos que
defender un proyecto. El control nos ayudará a razonar con claridad,
hacer partícipe a los demás y conducir el proceso exponiendo nuestros
puntos de vista y sin que nuestros intereses nos traicionen.
La autorregulación nos permite afrontar los conflictos sin derrumbarnos. Con demasiada frecuencia, en política se nos acusa a las mujeres de ser blandas o histéricas. Estereotipos180 que son utilizados para
ejercer posiciones de discriminación.
La autorregulación influye en la creación de climas seguros, positivos
y de confianza en las organizaciones. En la misma reunión a la que
hacíamos referencia anteriormente, las alcaldesas manifestaban cómo
tuvieron que ganarse la confianza y credibilidad del equipo del ayuntamiento mostrando firmeza en sus decisiones e indicaciones. Imponerse
de forma agresiva o mostrar falta de confianza conduciría a la desconfianza del equipo.
Por último, la política es un espacio altamente inestable en el que los
cambios y los conflictos se suceden con mucha rapidez. En este contexto hay que mantener la calma y la confianza ante los avatares y las
situaciones difíciles, sabiendo afrontarlos sin entrar en pánico, con
juicio y serenidad. Asumiendo las nuevas situaciones sin que perdamos nuestro criterio. En relación con el ejercicio en el gobierno o en
la oposición, una mujer dirigente comentaba “lo importante es saber
cuando hay que abandonar las batallas y cuando se debe regresar. Es
importante retirarse antes de quemarse para poder volver”. Este tipo
de actuaciones requiere de un importante autocontrol y serenidad.
Motivación
Las razones por las que las mujeres se dedican a la política desde
una actitud feminista, cuando es un ejercicio con un enorme desgaste
personal y tienes que enfrentarte a las barreras del “techo de cristal”,
sólo pueden encontrarse en el profundo convencimiento de las ideas,
180. “Los estereotipos son ciertos mecanismos cognitivos de simplificación de la realidad. Tales simplificaciones,
impuestas por razones de economía del esfuerzo mental comportan, sin embargo, el peligro de la distorsión” Carlos
Jiménez y Graciela Malgesini.
382
La motivación es una competencia emocional importante que nos “empuja” a desear estar en una situación determinada, a tener logros y
alcanzar metas. La motivación nos hace desplegar toda la energía para
alcanzar los objetivos que nos proponemos, nos hace persistentes, y
nos lleva a desarrollar una forma creativa de desempeñar el ejercicio
del poder, buscando alternativas a aquellos problemas o situaciones
con las que no estamos de acuerdo.181
Empatía
Unidad 9
la confianza en el cambio para construir una sociedad más justa, así
como la gratificación y la experiencia que aporta el ejercicio político.
De todas las dimensiones de la inteligencia emocional, la empatía es la
más fácil de reconocer. Empatía significa considerar los sentimientos
de los empleados/as, junto con otros factores, en el proceso de tomar
decisiones inteligentes. En el ejercicio político de las mujeres es posible
que esta empatía se desarrolle desde la proximidad y la cercanía.
“Incorporamos otra perspectiva” -afirmaba una de las alcaldesas- “entendemos lo que pasa en la cotidianidad de la ciudad. La importancia
de los servicios sociales, de un centro cultural o de disponer de un centro educativo. Nos fijamos en los bancos de la plaza. Fíjate que cosa,
tan sencilla, un banco! Pero tan necesaria para pararte a descansar, a
charlar, a disfrutar de la calle. Y si pones un banco de piedra frío, no
te sientas. Este tipo de gestos que tienen que ver con la vida son muy
importantes para los ciudadanos y ciudadanas”. “Te paran en la cola
del supermercado y te cuentan los problemas -comenta otra de las alcaldesas- somos próximas, nos ven como accesibles”.
Montserrat Gibert i Llopart, Alcaldesa del Ayuntamiento de Sant Boi
de Llobregat por el Partido Socialista de Catalunya nos decía en una
reciente entrevista:
“El liderazgo de las mujeres lo definiría muy próximo, sin prisas, sin necesidad de destacar. Las mujeres hacen una política que quizá no “vende” tanto como la política tradicional, pero que va consolidando cosas, y
transformando el mundo.
Las mujeres aportan realismo e ilusión a las ciudades. Nosotras mostramos que hay una alternativa, que es posible cambiar la sociedad. En
general, las mujeres nos enfrentamos a las dificultades, y si no podemos
solucionarlas hoy, ponemos las bases para solucionarlas mañana. Y,
después, tenemos una sensibilidad más detallista, que nos hace pensar
en todo, también en los pequeños detalles”.
181. La motivación por la política está estrechamente relacionada con el acceso al poder. En los materiales del
proyecto. Bruera, Silvana. Gonzáles, Mariana. Magnone, Natalia. “Aprendiendo de las prácticas políticas de las
mujeres” encontramos una amplia reflexión a cerca del poder y las mujeres.
383
Unidad 9
Autoestima
Al igual que el empoderamiento las teorías de Inteligencia emocional no suelen recogerla, pero nosotras hemos aprendido que es fundamental. Está estrechamente relacionada con el autoconocimiento
(paso previo para lograr una alta autoestima) y el empoderamiento
(proceso relacionado con la toma de decisiones y posterior al logro de
autoestima).
Marcela Lagarde define la autoestima como el conjunto de experiencias subjetivas y de prácticas de vida que cada persona experimenta
sobre sí misma. En la dimensión subjetiva intelectual, la autoestima
está conformada por los pensamientos, los conocimientos, las dudas, las elucubraciones y las creencias acerca de una misma, pero
también sobre las interpretaciones que elaboramos sobre lo que nos
sucede, lo que nos pasa y lo que hacemos que suceda. Es una conciencia del yo y del mundo marcada por la relación que tenemos de
nosotras mismas a partir de las condiciones de género.182
Hemos querido diferenciar la autoestima del autoconocimiento porque es un ejercicio incorporado a la formación de mujeres que va más
allá de conocerse a una misma. La autoestima, tal y como afirma
Sara Berbel183 es un factor de supervivencia fundamental para la vida
de las personas y es especialmente importante en la arena política,
porque un nivel adecuado nos capacita para sobrevivir a las críticas,
a los conflictos y a las relaciones difíciles con el entorno. Permite superar los momentos dolorosos y tener la confianza de que podemos
modificar, de acuerdo con nuestros intereses, el curso de nuestra
vida. Nos permite enfrentarnos a las situaciones complicadas o que
nos dan miedo, con seguridad en las propias habilidades.
Una mujer con un buen nivel de autoestima podrá defender sus propuestas, aunque haya una mayoría en contra y no resentirse por ello;
podrá oponerse a alguien en público sin temor, dando valor a sus argumentos, aunque otras personas le hagan el vacío y la menosprecien
y, sobre todo, no se sentirá culpable por hacer aquello que desea y
que cree que debe hacer.
Uno de los factores necesarios para incrementar la autoestima es el
autoconocimiento. Conocer las cualidades que tenemos es importante para valorarse y actuar con seguridad. Identificar los pensamientos
negativos que tenemos sobre nosotras mismas resulta imprescindible
182. Lagarde y de Los Ríos, Marcela. Claves feministas para la autoestima de las mujeres. Ed Horas y horas. Madrid. 2000. Pág. 31 y 32.
183. Berbel Sara. Módulo de Autoafirmación. Materiales para la formación política de mujeres “Mujer, tú puedes”.
Diputación de Barcelona
384
Para conseguir elevar el nivel de autoestima es necesario:
1.- Ser conscientes de la propia autoestima. Desarrollar el autoconocimento para definir que áreas se deben trabajar.
2.- Proponerse prácticas en ámbitos personales. Metas posibles y
valiosas como son:
Unidad 9
para saber que opinión tenemos realmente sobre nuestra valía. Los
pensamientos negativos que tenemos sobre nosotras mismas nos impiden actuar de la forma que desearíamos.
- Ser conscientes de las propias actitudes y las de los
demás.
- Aceptarse a sí misma, asumiendo las limitaciones y no culpabilizándose.
- Buscar el equilibrio de la energía intelectual, emocional,
física y de conciencia.
- Asumir las propias responsabilidades.
- Reconocer los sentimientos negativos.
- Autoafirmarse con pensamientos positivos.
- Vivir con un propósito.
Habilidades sociales
Hasta aquí, hemos hecho referencia a los componentes emocionales
que tienen que ver con nosotras mismas. En la relación con los demás,
la política requiere de un importante componente de habilidades sociales que hace referencia a la capacidad de comunicación y relación.
-
Influencia: Idear efectivas tácticas de persuasión.
-
Comunicación: Saber escuchar abiertamente al resto y
elaborar mensajes convincentes.
-
Manejo de conflictos: Saber negociar y resolver los desacuerdos que se presenten dentro del equipo de trabajo.
-
Liderazgo: Capacidad de inspirar y guiar a las personas y al
grupo en su conjunto.
385
Unidad 9
-
Catalizadora del cambio: Administradora de las situaciones
nuevas.
-
Constructora de lazos: Alimentar y reforzar las relaciones
interpersonales dentro del grupo.
-
Colaboración y cooperación: Trabajar con otras personas
para alcanzar metas compartidas.
-
Capacidades de equipo: Ser capaz de crear sinergia para la
consecución de metas colectivas.
3-. Resolución de conflictos
Tanto en las relaciones interpersonales, en las organizaciones e instituciones políticas, así como en el contacto con otras entidades, podemos
encontrar situaciones conflictivas a las que tendremos que responder
de forma positiva, buscando, en la medida que sea posible, una salida
negociada y satisfactoria para las partes involucradas.
Lo primero que debemos saber sobre el conflicto es que es universal
e inherente a los seres humanos. Las relaciones con las personas se
basan siempre en la diversidad de posiciones, en las coincidencias o divergencias. El conflicto forma parte de la inteligencia y es el resultado
de la expresión de opiniones, intereses o valores contrarios.
El conflicto es aquella situación en la que varias personas o partes
implicadas siguen metas diferentes y valores contradictorios o valores
contrapuestos. También, incluso estando de acuerdo en las metas y los
objetivos, por muy diversas causas, puede haber conflicto. Por ejemplo,
porque no compartamos la misma prioridad de intereses, la forma de
afrontar un problema o un objetivo, el tiempo en que debemos actuar
o las personas que deben realizar ciertas tareas o roles dentro de la
organización. Por otra parte no siempre la razón por la que expresamos
nuestras divergencias se corresponde a la causa real. En momentos de
tensión o desgaste un suceso sin importancia, que en otro momento
habría pasado desapercibido, hace estallar los ánimos convirtiéndose
en la vía catalizadora de nuestro malestar.
A pesar de que idealmente quisiéramos que no existieran conflictos (el
conflicto siempre provoca situaciones de desestabilidad emocional, tanto
individual como grupal) es importante que aceptemos el conflicto como
algo normal. Cuando lo ignoramos o intentamos taparlo provocamos que
la situación quede estancada y difícilmente se resuelva. Por el contrario,
cuando somos capaces de afrontar los conflictos, de forma positiva, estos se pueden convertir en un elemento de cambio y evolución.
386
Unidad 9
El ideograma chino para la palabra crisis se representa con dos signos
aparentemente antagónicos: el que se lee como peligro, asociado al que
se lee como oportunidad. Y ¿no es acaso lo que representa también el
conflicto? Un peligro si se enfatizan las posturas extremas, pero una
oportunidad si, gracias a él, aflora la pluralidad de pensamiento o de
percepción de la realidad que puede tener el efecto diversificador de
renegociación de valores comunes. El éxito de la transformación del
conflicto en oportunidad de cambio reside en muchos casos en la perspectiva con la que se trate. Un planteamiento sistemático de éste, no
desde la neutralidad, sino desde la mediación, una escucha atenta y
activa de las partes en presencia, la búsqueda común de soluciones o
alternativas que sean productivas para todas las personas implicadas
pueden convertir al conflicto en una oportunidad de crecimiento y enriquecimiento.
3.1.- El conflicto como proceso
Los conflictos no son fotos fijas sino que están en continua evolución,
tienen causas, desarrollo y consecuencias. Si enfocamos el conflicto
como proceso, nos será mucho más fácil desmontar sus raíces, explicar
cómo o por qué se ha ido desarrollando y calibrar sus consecuencias.
Preguntémonos en qué punto de este proceso podríamos haber actuado
para darle otra salida, cuáles son las circunstancias que lo han provocado, y si las consecuencias de su no resolución son corregibles.
Como todo proceso, el conflicto tiene un final que puede ser o no positivo. Lo cierto es que un conflicto que se perpetúa en el tiempo tiene
unos costes psicológicos, organizativos y la atención, que la situación
requiera, porque la no resolución correcta del conflicto puede hacer
que éste en apariencia desaparezca, cuando en realidad lo que está
ocurriendo, es que deja de expresarse abiertamente y permanece de
forma latente. Con frecuencia los conflictos conllevan costes muy
difíciles de asumir, por lo que normalmente tendemos a buscar salidas
que nos sitúen fuera del enfrentamiento. Es importante que nos tomemos nuestro tiempo y dediquemos minando el clima y el equilibrio de
las personas y de la organización.
Ante el conflicto solemos adoptar una de las cinco de las posturas
siguientes:
1. Evitación: Desviamos la atención hacia otra dirección, pensando que el tiempo resolverá los problemas sin nuestra intervención.
2. Suavización: Se invoca la lealtad, el espíritu de equipo, la colaboración y la necesidad de “limar asperezas” pero las buenas palabras no evitan que la situación continúe existiendo.
387
Unidad 9
3. Supresión: Se hace uso del poder para que las diferencia
no afloren.
4. Compromiso: Cada parte en conflicto se priva de algo por
igual en beneficio de la unidad. Generalmente no queda ninguna de las partes satisfechas.
5. Confrontación El conflicto se aborda directamente. Se exploran las causas que han dado lugar al conflicto, el proceso y
se aclaran los malentendidos. Por último se generan soluciones viables, y se elige una, mutuamente aceptada.
3.2. Los pasos en la confrontación y resolución del conflicto
1. Identificar y definir con precisión el problema. Es importante
que nos centremos en él y no nos dispersemos en los elementos que se han ido añadiendo posteriormente o provocaremos el
efecto bola de nieve que puede llevarnos a cuestionarnos todo.
2. Recabar información de todas las partes.
3. Trazar un mapa del conflicto.
4. Generar alternativas y buscar soluciones. Buscar la participación de todas las partes implicadas, desarrollando la mediación
entre ellas de forma que todas las personas se sientan implicadas en su solución.
5. Analizar los posibles costes del desacuerdo y buscar un número
suficiente de alternativas dirigidas a su resolución.
6. Buscar el consenso y aplicar la alternativa seleccionada. Evaluar los resultados.
3.3.- El conflicto desde la perspectiva de género184
La posición de las mujeres en los conflictos en la arena política no es
fácil, máxime cuando continuamente se nos recuerda que no es un
espacio “propio” por lo que hemos de entrenarnos para responder de
forma adecuada a situaciones que nos deslegitimizan o nos sitúan fuera del centro de decisiones. Sara Berbel, propone la utilización de conductas asertivas y eficaces cuando se nos presentan situaciones que
requieren respuestas claras y eficaces, sin vacilaciones: “las mujeres,
poco acostumbradas a lidiar con relaciones de poder en situaciones de
184. Capítulo adaptado del texto de Sara Berbel. Mujer tú puedes.
388
Podemos agrupar las respuestas ante los conflictos en tres modelos:
Conducta pasiva: Es aquella que pone los derechos de las otras
personas por delante de los propios. Se acepta lo que el otro o la
otra desea, relegando los propios deseos. Con esta conducta puede llegarse al extremo de que los propios deseos sean violados.
Unidad 9
igualdad, con frecuencia no saben reaccionar a ellas de manera adecuada para sus intereses. Aprender técnicas asertivas es un medio para
reforzar la confianza en una misma y resolver con éxito situaciones de
discriminación de la vida política y personal”.185
Algunos estudios han demostrado que la socialización
de las niñas premia las conductas pasivas y obedientes. Conductas que actuaran como barreras en las
elecciones profesionales, en los comportamientos sociales y por supuesto en el espacio político.
Conducta agresiva: Es aquella que considera que los propios
derechos son lo más importante, incluso a costa de los derechos
de los demás. Deteriora las relaciones personales y crea hostilidad a su alrededor.
Algunas mujeres como reacción a la educación recibida, desechan la pasividad y deciden comportarse de
forma más enérgica, llegando incluso a copiar los modos agresivos de sus colegas varones. Muchas de ellas
dicen que son “supervivientes”, que tanto en política
como en el mundo laboral, la única forma de sobrevivir
es adoptar los modelos masculinos, luchar y competir, si no quieren ser sometidas. Estas mujeres valoran
mucho los puestos de poder a los que han llegado y
no suelen mostrar comprensión hacia otras mujeres
que todavía están en el camino. Consideran que, igual
que ellas lo han conseguido, y bastante les ha costado,
las demás también pueden hacerlo. Son mujeres con
fama de “duras”, implacables, a menudo temidas por
su mano de hierro. Si llaman la atención es porque son
muy pocas, pero extremadamente llamativas.
Conducta asertiva: Es aquella en la que las mujeres defienden
sus propios derechos al tiempo que respetan los de los demás. Se
coloca en el punto medio entre la actitud pasiva y la agresividad.
Es la conducta que mejor funciona en la mayoría de los casos.
185. Berbel Sara. Ob.cit... Pág. 70.
389
Unidad 9
Las mujeres que practican la conducta asertiva son
buenas líderes, adquieren confianza en sí mismas y
son respetadas por las demás personas, puesto que
su actuación siempre intenta ser coherente.
Las tres conductas se comportan de forma diferente
en cuanto al lenguaje que utilizan, los objetivos que se
proponen y la expresión corporal que las acompaña. En
la siguiente tabla quedan reflejadas las diferencias.
Tabla 1: Comparación de conductas
PASIVA
AGRESIVA
ASERTIVA
Mensaje
Usted tiene razón.
No importa lo
que yo piense. No
importa cómo me
sienta.
Yo tengo razón. Si
usted no piensa como
yo, está equivocado/a.
Sus sentimientos no
cuentan.
Así es como yo veo
la situación. Esto es
lo que pienso. Y estos
son mis sentimientos.
Objetivo
Evitar cualquier
conflicto.
Conseguir lo que se
desea: ganar.
Crear comunicación
y respeto mutuos.
Medios
Voz débil y
vacilante.
Voz fuerte o
presuntuosa, emitida Tono firme, cálido,
a borbotones con una bien modulado,
inflexión perentoria o cadencia uniforme.
sarcástica.
Mirada
Mirada apartada o
baja.
Mirada fría y
penetrante.
Mirada directa,
abierta y sincera.
Cuerpo
Postura encogida
y cabizbaja,
movimientos
nerviosos de las
manos, excesivos
movimientos de
cabeza.
Postura “estirada”,
rígida, inclinada
hacia delante,
manos en caderas,
frecuentemente señala
con el dedo, manos
cerradas, golpes de
puño.
Postura relajada y
bien equilibrada,
manos sueltas a cada
lado del cuerpo,
gestos relajados.
Lo más importante es que los resultados de estas conductas son absolutamente diferentes. Adoptando una actitud pasiva las mujeres se
sienten muy mal consigo mismas, si practican un comportamiento
agresivo se ganan la enemistad de los demás y sólo si son capaces de
mostrarse asertivas conservan el respeto hacia sí mismas y se ganan el
de las demás personas.
390
PASIVA
Muy poco respeto
por una misma.
Lástima o rencor
hacia los demás.
Necesidades
insatisfechas.
Frecuentemente
Resultados se sienten dolidas
y/o inquietas:
esperan que los
otros adivinen lo
que desea o lo que
quiere decir. No se
hacen progresos en
los temas reales.
AGRESIVA
ASERTIVA
Dudosa respecto a
sí misma. Tiene que
llevar las riendas
en todo momento,
cueste lo que
cueste. Relaciones
interpersonales
deterioradas: crea
hostilidad en los
otros. Puede ganar
posiciones a corto
plazo a costa de
los demás.
Sostiene y amplía
el respeto por sí
misma. Consigue las
metas que desea.
Se centra en temas
reales. Aumenta
la confianza
en sí misma.
Crea relaciones
interpersonales
adecuadas.
Unidad 9
Tabla 2: Resultados según conductas
3.4.- Identificación del conflicto y de las técnicas de dominación
Identificar las técnicas de dominación
Hay situaciones claras en que las mujeres se sienten avasalladas
y saben que deben reaccionar de forma asertiva para defender sus
derechos. Sin embargo, en otras ocasiones no es fácil identificar las
agresiones. Los hombres en la arena política utilizan algunas técnicas
suficientemente sutiles como para que las mujeres no se den cuenta
de ellas o, a lo sumo, sientan un malestar inespecífico que no saben
exactamente a qué responde ni cómo hacerle frente. De hecho, el movimiento de mujeres del Partido de los Trabajadores de Noruega ha
identificado una serie de circunstancias a las que llaman “Técnicas de
dominación” a causa de las cuales las mujeres son sistemáticamente
relegadas o menospreciadas. Ellas han descubierto que a menudo los
hombres emplean estas técnicas para conservar su poder y las utilizan no sólo para la opresión de género sino para la opresión de otros
grupos que puedan resultar rivales en algún momento. Consciente o
inconscientemente, esos métodos se usan contra las mujeres y las hacen disminuir la confianza en sí mismas, de ahí la importancia de
desenmascararlas, al tiempo que aprendemos a no usarlas en nuestro
propio ejercicio político. Algunas de las más utilizadas.
• Ridiculización: A menudo se utilizan chistes, dibujos y
gráficos que contribuyen a reforzar actitudes arraigadas.
Por supuesto, no nos referimos a la sana costumbre de
reírse con humor de una misma, sino a situaciones que
391
Unidad 9
ponen a las mujeres de forma individual y colectiva en
situación de ridículo. Si se analizan bromas y dibujos políticos de hombres y mujeres, se observa que varían enormemente según el género ridiculizado. Las representaciones cómicas y chistes de políticos varones casi nunca
se refieren a sus genitales o a aspectos físicos por debajo
de su cuello, mientras que las caderas femeninas, los pechos y las piernas son un objetivo favorito para todo tipo
de chistes. Este tipo de ataques dejan a menudo indefensas a las mujeres que son objeto de los mismos pues son
muy difíciles de rebatir. Las mujeres no deben participar
nunca en este tipo de descalificaciones hacia otras mujeres ni permitir que se produzcan en su presencia.
• Sentirse invisible: Puede interesar este apartado a todas
las mujeres que hayan experimentado las siguientes situaciones alguna vez:
-
Quien dirige una reunión o sesión te pasa de largo
cuando has pedido la palabra.
-
Algunas veces no se te requiere para intervenir en
un encuentro, reunión o sesión, en el trabajo o en
reuniones privadas.
-
Nadie comenta o se interesa en lo que has dicho.
-
Asuntos que tú has traído a discusión no se incluyen en los informes, en las minutas o en los
medios de comunicación.
-
Cuando llega tu turno y empiezas a hablar en una
reunión amplia algunos comienzan a mirar el móvil, bostezar, consultar el reloj, conversar en voz
baja, levantarse para ir al servicio...
En estos casos hay que reivindicar la propia presencia, así como la de las demás mujeres. Si nadie escucha, debe detenerse el discurso y mirar a la audiencia
hasta obtener su atención. Si los temas de las mujeres
no se toman en cuenta, ellas deben incluirlos una y
otra vez en el orden del día, o retomarlos tantas veces
como sea necesario, apoyadas por sus compañeras en
comités o reuniones. Hay que sacar de la invisibilidad
histórica a las mujeres y a sus actuaciones.
392
Unidad 9
• Retener información: Un hecho que causa amplia insatisfacción entre las mujeres es que los hombres intercambian información en situaciones informales, fuera de los
lugares pensados para ello (reuniones, ejecutivas, debates, plenos). Los hombres se intercambian información,
consensúan temas, forman opiniones e incluso toman
decisiones en círculos restringidos, mientras toman una
cerveza en el bar, antes de la reunión o después de ella,
o en las llamadas “comidas de negocios”. Las mujeres no
suelen ser invitadas a tales encuentros y tampoco pueden
asistir a ellos ya que priorizan sus obligaciones familiares una vez acabadas las reuniones formales. Estos canales de información informales dan un gran resultado en
cuanto a conocimiento y contactos, situaciones de las que
las mujeres quedan excluidas, con el perjuicio que eso supone para su nivel de información y su actividad política.
• Proposiciones pirata: Muchas veces las mujeres expresan ideas o comentarios que pasan desapercibidos y
comprueban un tiempo después, o incluso más tarde en
la misma reunión, cómo los hombres se han apropiado de
sus argumentos, haciéndolos propios, y recibiendo elogios y reconocimiento por ellos. Las mujeres suelen quedarse anonadadas, no saben cómo manejar la situación y
optan por quedarse calladas sin protestar. Esta reacción
pasiva no favorece la autoestima de las mujeres sino que,
por el contrario, crea resentimiento y frustración. En casos así las mujeres deben defender sus puntos de vista,
reivindicar que han sido ellas las autoras y, sobre todo,
aprender a apoyarse mutuamente entre mujeres. Así, si
se observa que una mujer está siendo “pirateada”, otra
debe intervenir y señalar la autoría: “La propuesta que
María originalmente ha planteado...”.
• Menosprecios: Otra variante de las técnicas de dominación es aquella en que una mujer es tratada con expresiones aparentemente cariñosas o paternalistas en las que
realmente se le está subestimando o incluso insultando.
No debemos permitir expresiones como: “Mira, tú no entiendes...” o “No comprendes de qué se trata...” o “te contradices...”. Hay que replicarlas haciendo notar que también es posible que sea el interlocutor quien no comprenda o no haya escuchado lo que has dicho como debiera.
Otros ejemplos de menosprecio verbal son: “¡Qué guapa
te pones cuando te enfadas!” o ¿No eres capaz de enten-
393
Unidad 9
der una broma, niña mía?”o “¿Tienes alguna opinión al
respecto, querida mía?”. Todas estas expresiones sirven
para neutralizar y desarmar a las mujeres, por ello hay
que estar alerta y tener las respuestas a punto, o ignorarlas conscientemente si no se le ocurre ninguna réplica
adecuada en el momento.
• Interrupciones: Un estudio realizado en Norteamérica
mostró que el 90% de las interrupciones realizadas en
conversaciones y debates las hacían hombres y que estas
interrupciones se hacían en mayor medida a las mujeres
que a los hombres. Por otra parte, los hombres tienen
una gran facilidad para monopolizar las conversaciones
con largos discursos. Si una mujer es interrumpida, debe
dar a entender claramente que no ha terminado todavía
y continuar con su exposición. Si otras personas están
charlando mientras ella tiene la palabra, debe detenerse
y mirarlas fijamente hasta que comprendan que se están
poniendo en ridículo y dejen de conversar. Sólo entonces
deberá la ponente continuar su exposición. También aquí
debe funcionar el apoyo entre mujeres, incluso aunque
no sean del mismo partido. Si una mujer está haciendo uso de la palabra, las otras deben prestarle atención,
aunque no se esté de acuerdo con lo que expresa.
Ensayar la conducta asertiva
Todas las técnicas de dominación que hemos estado analizando pueden ser neutralizadas y revertir en un aumento de la seguridad en
las mujeres que las resuelven positivamente. Responder asertivamente
suele ser el mejor método para lograr el éxito en situaciones conflictivas o que las mujeres viven como difíciles.
Sin embargo, muchas mujeres explican que les resulta muy difícil replicar adecuadamente en el momento en que ocurre la agresión o el ataque verbal. Dicen que se quedan sin habla y sólo mucho rato después,
cuando no pueden dormir por culpa de la sensación que la situación
les ha provocado, aciertan con las palabras que deberían haber dicho.
Esto les provoca rabia y aún más insatisfacción. Pues bien, el único remedio frente a esto es la práctica. La conducta asertiva debe practicarse con situaciones ficticias o reales, cuando la mujer está a solas delante de un espejo o incluso con una amiga. Revivir la situación en que
fue ridiculizada, o en que se sintió mal, y responder de acuerdo con la
defensa de sus derechos y la expresión de sus sentimientos. Esta práctica también sirve para preparar situaciones que se sabe serán difíciles
394
Los pasos a seguir para llevar a cabo la práctica de la conducta asertiva son los siguientes:
1. Buscar una postura relajada y ensayar mentalmente o
bien delante de un espejo, en voz alta. Hay mujeres que
prefieren practicar la situación con una amiga.
Unidad 9
(pedir un aumento de sueldo a un/a jefe/a, confesar una decisión que
se sabe no va a gustar al líder del partido, explicar una postura contraria a la mayoría) y da excelentes resultados puesto que cognitiva y
emocionalmente la mujer está por fin dispuesta a afrontarla.
2. Imaginar la situación en que no hemos sido asertivas
pero pensando cómo nos gustaría haber actuado si se
repitiera la ocasión.
3. Seguir el siguiente guión de actuación respecto a la
situación que se desea solucionar:
-
Expresar lo que deseo. Se trata de buscar las
palabras que mejor expresen lo que queremos
obtener delante de la situación o problema.
-
Fijar el momento o lugar más oportuno para
discutir el problema que nos afecta a nosotras
y a las personas implicadas.
-
Describir la situación problemática que queremos cambiar de la forma más detallada posible.
-
Expresar lo que siento en la situación/problema en primera persona (yo) sin reprochar a los
demás su posición o su actuación en la situación/problema.
-
Escribir el mensaje que queremos dar a la persona implicada en la situación/problema.
4. Ensayar la conducta asertiva en voz alta varias veces
antes de llevarla a cabo.
5. Poner en práctica la conducta asertiva.
395
Unidad 9
396
En conclusión, hemos visto cómo el comportamiento asertivo es aquel
que nos ayuda a comunicar de manera clara y con confianza nuestras
necesidades, deseos y sentimientos a otras personas, sin agredirlas
ni abusar de ellas. Aunque es una conducta difícil para las mujeres
porque no hemos sido educadas para llevarla a cabo, puede aprenderse con relativa facilidad si se siguen las técnicas que hemos descrito
y se practica con perseverancia. Sus beneficios son muchos ya que
permite atreverse a decir no, decidir lo que no se desea y ser capaz de
expresarlo claramente y sin complejos (yo quiero, yo deseo...), no tener
miedo a los riesgos, decir y recibir cumplidos con naturalidad, hacer y
recibir críticas justas, separar los hechos de las opiniones, reconocer
que los puntos de vista son diferentes y ser capaz de lidiar con esas
diferencias. Permite, en definitiva, conciliarse con una misma y actuar
con libertad en el ámbito privado y en el público, teniendo confianza en
las propias posibilidades. Es, por tanto, la mejor aliada de las mujeres
para lograr autoafirmarse y trabajar por el nuevo modelo de política y
de sociedad que desean.
Unidad 1
R
esumen de la unidad
397
La inteligencia vinculada a nuestras emociones nos permite relacionarnos bien, trabajar en equipo, comunicarnos adecuadamente, desarrollar nuestra intuición, solucionar conflictos de forma constructiva,
entusiasmarnos.
Si escuchamos la información que nos proporcionan las emociones,
podremos entender lo que nos ocurre, la forma por la que reaccionamos de una determinada manera, lo que nos afecta, nuestras capacidades y habilidades para afrontar las situaciones que nos son conflictivas y que pueden dañarnos o dañar a las demás personas. Modificar
nuestras conductas y pensamientos con el fin de dirigirlas.
Unidad 9
Ideas resumen de la unidad
La existencia del conflicto es prueba de la diversidad de posibilidades del
ser humano y, por lo tanto, generador de cambio personal y social.
Una vez declarado el conflicto hay que afrontarlo, dialogar, analizar las
causas, de la forma más objetiva posible, buscar las soluciones de forma conjunta, analizar sus implicaciones para las personas. Por último
realizar un seguimiento de su evolución.186
Las actitudes que tomamos frente a los conflictos son un reflejo de
nuestras creencias, valores y expectativas. Son resultados mentales en
los que la razón y la emoción están estrechamente vinculadas y que
son simplemente complejos.
Si tenemos que resolver el conflicto deberemos acercarnos a la otra
persona y entender como se siente. Es decir, intentaremos situarnos
en su punto de vista, para divisar desde él, aspectos del conflicto que
habían pasado desapercibidos.
Preguntas para la reflexión
• ¿Qué competencias emocionales consideras que desarrollan las
mujeres en el ejercicio del liderazgo?
• ¿Qué consecuencias tiene el empoderamiento de las mujeres para
su participación política?
• ¿Qué actitudes pones en juego ante las críticas y los obstáculos
que te encuentras en el ejercicio político?
• ¿Qué posición adoptas ante los conflictos?
186. Prieto Ballenato, Guillermo. Trabajo en equipo. Ediciones Pirámide. Madrid 2005. Pág 143
399
Unidad 9
•¿De qué forma te afectan las situaciones en las que se intenta invisibilizarte?
•¿Qué consejo darías a las mujeres que quieren participar de forma activa en el espacio político?
Aclarando conceptos
Autonomía: La autonomía implica soberanía. En primera instancia
soberanía sobre nosotras mismas. Soberanía sobre el sexo al que pertenecemos. Es necesario adquirir la facultad personal y social de la
autonomía. Para construir sujetos soberanos con capacidad de elección, de cara a la disyuntiva vital. Los seres autónomos no aceptan condiciones de sumisión ni imponen condiciones de dominio. Así
rompen la dinámica de las relaciones perversas de poder, del poder
controlar en invadir la vida del otro próximo o del otro generalizado
por parte del bien situado simbólicamente, que no necesita ni siquiera
acreditar el mérito de ser objetivamente mejor o de servir más. Entre
seres autónomos se establecen condiciones de partida para negociar
y pactar, porque cada quien conoce y respeta el espacio ajeno “reconociendo al otro como un legítimo otro” semejante y libre como yo.
Equivalencia: Significa ser igual en estimación, valor, potencia o eficacia. Tiene que ver con la ecuanimidad y la correspondencia. Se
inspira en la semejanza por paralelismo y en la igualdad de resultados a partir de formas distintas y favorece así la variedad armónica,
el equilibrio y la reciprocidad. La equivalencia denota reciprocidad
y tiene vocación nominalista de nombrar y permitir la designación,
con todos los matices diferenciadores de lo que cada persona o grupo
quiera dotar. Facilita un simbólico imaginario de mestizaje, fuente de
respeto, de reconocimiento otorgado y de conformidad legítima, sea
cual sea la condición natural o social del sujeto. 187
Conflicto: El conflicto es aquella situación en la que varias personas
o partes implicadas siguen metas diferentes y valores contradictorios
o valores contrapuestos.
Autoestima: Marcela Lagarde la define como el conjunto de experiencias subjetivas y de prácticas de vida que cada persona experimenta sobre sí misma. En la dimensión subjetiva intelectual, la autoestima esta conformada por los pensamientos, los conocimientos,
las dudas, las elucubraciones y las creencias acerca de una misma,
187. Autonomía y equivalencia son dos términos definidos por Elena Simón “Democracia Vital”, Editorial Nancea.
1999. Pág. 189
400
Lecturas para la reflexión
Como cierre de la unidad adjuntamos un extracto de la obra La tiranía de la falta de estructuras que Jo Freeman escribió en 1988,
dando forma teórica a su experiencia.
La tiranía de la falta de estructuras
Jo Freeman
Traducción: Fany Rubio
Publicado por Forum de Política Feminista - La organización de
las asociaciones de mujeres.
Subido a la red por Mujeres en Red
Unidad 9
pero también sobre las interpretaciones que elaboramos sobre lo que
nos sucede, lo que nos pasa y lo que hacemos que suceda. Es una
conciencia del yo y del mundo marcada por la relación que tenemos
de nosotras mismas a partir de las condiciones de género
En los años de conformación del Movimiento de Liberación de la Mujer,
se ha puesto especial énfasis en lo que se llama grupos sin Liderazgo
y Estructura, como la principal si no la única forma organizativa del
movimiento. El origen de esta idea se encuentra en la reacción natural
contra la sociedad sobreestructurada, en la que estamos inmersos y
contra el inevitable control sobre nuestras vidas que aquella confiere
a otros, así como contra el continúo elitismo de la izquierda y grupos
similares entre aquellos que supuestamente combaten esta sobreestructuración.
Sin embargo, la idea de la falta de estructura ha pasado de ser una
sana contratendencia a convertirse en una idea de propio derecho. La
noción que implica es objeto de tan escaso análisis como el término es
objeto de amplio uso, convirtiéndose en parte intrínseca e incuestionable de la ideología del Movimiento de Liberación. En la etapa de gestación del movimiento esta cuestión carecía de importancia; definido su
objetivo y método principal, como la toma de conciencia, el grupo de
concienciación sin estructura era un excelente medio para dicho fin.
El carácter relajado e informal que lo regla propiciaba la participación
en las discusiones y el ambiente de apoyo que normalmente se creaba
permitía una mayor percepción de lo personal. Si los resultados no
fueron más concretos que esta percepción de lo personal la cuestión no
tenía mayor importancia, ya que realmente su objetivo no era otro.
Los problemas no comenzaron a surgir hasta que los pequeños grupos
de concienciación agotaron las virtudes de la concienciación y decidieron que querían hacer algo más concreto. Ante esta decisión los grupos
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Unidad 9
normalmente se atascaron porque la mayoría no quería cambiar su
estructura al tiempo que modificaban sus tareas. Las mujeres habían
aceptado plenamente la idea de la falta de estructura sin percatarse de
los límites que encerraba su aplicación. Se trató de utilizar el grupo sin
estructura y las charlas informales, en cuestiones no adecuadas basándose en la ciega creencia de que cualquier otra forma organizativa
no podía ser más que opresiva.
Si el movimiento pretende expandirse más allá de estas etapas elementales de desarrollo tendrá que abandonar algunos de sus prejuicios
sobre la organización y la estructura. No hay nada inherentemente
pernicioso en estas dos cuestiones; ambas pueden ser y son frecuentemente mal empleadas pero rechazadas de pleno porque su empleo no
es correcto, es lo mismo que negar los instrumentos necesarios para
su posterior desarrollo. Es necesario por lo tanto comprender por qué
no funciona la falta de estructura.
Estructuras formales e informales
Al contrario de lo que nos gustaría creer no existe algo similar a un
grupo sin estructuras. Cualquier grupo de personas que, por razones
se une durante un periodo de tiempo determinado y con un objetivo
cualquiera, se dará inevitablemente una u otra forma de estructura:
ésta podrá ser flexible y variará con el tiempo; tal, vez sirva para distribuir tareas equitativa o injustamente y también para distribuir el poder y la influencia entre los distintos miembros del grupo, pero aquella
se conformará independientemente de la personalidad, facultades, o
intereses de las personas que lo componen. El simple hecho de ser
individuos con talento, predisposiciones y procedencias distintas hace
que este hecho sea inevitable. Sólo si nos negamos a relacionamos o a
interactuar sobre cualquier base podríamos aproximarnos a algo similar a un grupo sin estructura, y no es ésta exactamente la naturaleza
de un grupo humano.
Lo anterior quiere decir que, aspirar a crear un grupo sin estructura es
tan inútil y engañoso como pretender que existan noticias objetivas que
las ciencias sociales estén libres de valores o que exista una economía
libre. Un grupo laissez-faire es tan realista como una sociedad laissezfaire: la noción de grupo sin estructura se convierte en una cortina de
humo que favorece a los fuertes o a aquellas personas que pueden establecer su hegemonía incuestionable sobre los demás. Esta forma de
hegemonía puede establecerse muy fácilmente porque la noción de falta de estructura no impide la creación de estructuras informales; sólo
lo impide de las formales. De forma similar, la filosofía del laissez-faire
no impidió a los económicamente prepotentes establecer un control sobre los salarios, los precios y la distribución de los bienes; únicamente
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En la manera que cualquier persona tenga la oportunidad de involucrarse en un grupo o de participar en sus actividades, la estructura del
mismo deberá ser explícita, no implícita. Las normas de cómo se toman
las decisiones deben ser abiertas y conocidas por todas, lo que sólo
ocurrirá si son formalizadas; esto no quiere decir que la formalización
de la estructura de un grupo destruya necesariamente su estructura
informal, normalmente no ocurre así, pero sí impide que la estructura
informal tenga un control predominante, al tiempo que ofrece mejores
medios para atacarlas si la gente involucrada no responde a las necesidades generales del grupo.
Unidad 9
impedía que el gobierno lo hiciera. Así, la falta de estructura feminista,
es normalmente defendida por aquellas que tienen mayor poder (sean
o no conscientes de ello). En la medida en que la estructura del grupo
es informal, las normas de cómo se toman decisiones son sólo conocidas por unas pocas, y la conciencia de que existe una relación de
poder se limita a aquellas que conocen las normas. Aquellas que no las
conocen, o no han sido seleccionadas para su iniciación permanecerán
en la confusión o sufrirán la paranoica impresión de que ocurre algo de
lo que no tienen plena conciencia.
La falta de estructura es organizativamente imposible. No se puede
decidir si se quiere formar un grupo con o sin estructura; a partir de
ahora este vocablo sólo será empleado para referirnos a la idea que representa: el término falta de estructura, será empleado para referirnos
a aquellos grupos que no han sido estructurados conscientemente en
una u otra forma; por el contrario nos referiremos a grupos estructurados al hablar de aquellos que lo han hecho conscientemente. Un grupo
estructurado siempre tiene una estructura formal y, también puede tener una estructura informal o encubierta. Es esta estructura informal,
especialmente en los grupos no estructurados, la que crea las bases
para el desarrollo de élites.
La naturaleza del elitismo
El término elitista es probablemente aquél que ha sido objeto de mayor
abuso en el movimiento de liberación de la mujer. Cuando se utiliza en
el movimiento normalmente se refiere a individuos concretos, aunque
las características y actividades personales de aquellas a quienes se
aplica difieran notablemente. Un individuo en cuanto tal no puede ser
elitista, ya que la única aplicación adecuada de este término es si está
referida a un grupo. Ninguna persona, independientemente de lo bien
conocida que sea, puede ser una élite.
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Unidad 9
Correctamente el término élite se refería a un pequeño grupo de gente
que dominaba otro grupo mayor del que es parte, sin tener normalmente
una responsabilidad directa sobre este grupo mayor y, actuaba frecuentemente, sin su consentimiento o conocimiento. Una persona se convierte en elitista al ser parte de o defender la dirigencia de ese pequeño
grupo, independientemente de que sea conocida o no por los demás. La
notoriedad no es equivalente de elitismo. Las élites más insidiosas están
habitualmente compuestas por gente que el gran público desconoce. Las
élites inteligentes son, por lo general, lo suficientemente sagaces como
para no darse a conocer; saben que si son conocidas se les observa, y la
máscara que encubre su poder deja de ser salvaguardada.
El hecho de que las élites sean informales no quiere decir que sean
invisibles. En la reunión de cualquier grupo pequeño quien quiera que
tenga un ojo avizor y una oreja atenta puede darse cuenta de quién
influye sobre quién. Los miembros de un grupo con buenas relaciones
entre sí se relacionarán con mayor frecuencia que otra gente. Se escuchan más atentamente y se interrumpen menos; repiten los puntos de
vista u opiniones de los otros y si hay conflicto ceden más amigablemente; también tienden a ignorar la lucha a brazo partido con los ajenos (‘out), cuyo asentimiento no es necesario para tomar una decisión,
sin embargo los ajenos (‘out) necesitan mantener buenas relaciones
con los in. Evidentemente las líneas de demarcación no están tan delimitadas como yo he establecido aquí: en la interacción se producen
matices; no se suele actuar sobre un guión escrito: una vez que se conoce a quien se debe consultar antes de tomar una decisión y de quien
depende el sello de la aceptación, se sabe quien dirige los asuntos. Y
sin embargo, como cualquier actitud en un grupo está sujeta a interrelación y reciprocidad, quien se niega a este juego lo ignora. Contar con
todas, consultar a todas.
Las élites no son grupos de conspiración; rara vez un grupo pequeño
se reúne y trata deliberadamente de acaparar a otro grupo mayor para
sus fines. Las élites son nada más y nada menos que grupos de amigas que, incidentalmente, participan en la misma actividad política,
aunque por otro lado, probablemente llevarían una actividad política
independientemente de que mantuvieran o no una amistad. La coincidencia de estos dos hechos es lo que genera una élite en un grupo
determinado y también lo que hace tan dificultosa su ruptura.
Estos grupos de amigas funcionan con redes de comunicación al margen de cualquier canal que el grupo haya establecido con este fin y, si
no existen canales, funcionan como la única red de comunicación; porque esta gente es amiga, porque habitualmente comparten los mismos
valores y concepciones políticas, porque se hablan en circunstancias
de la vida cotidiana, porque se consultan cuando tienen que tomar
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Algunos grupos, depende de su tamaño, pueden tener más de una
red informal de comunicación, incluso éstas pueden entremezclarse.
Cuando sólo existe una red de este tipo, ésta se convierte en la élite del
grupo sin estructura independientemente de que sus miembros quieran o no ser elitistas. Si por otro lado, es la única red existente en un
grupo estructurado aquella puede o no equivaler a su élite, dependiendo de la composición y naturaleza de su estructura formal. Si existen
dos o más redes de amigas, tal vez éstas compitan entre sí por el poder
en el grupo, creando de esta forma tracciones; también puede ocurrir
que una de las tracciones deliberadamente abandone la competición
dejando a la otra como élite del grupo. En un grupo estructurado coexisten normalmente dos o más redes de amigas que compiten entre sí
por el poder formal. Podría considerarse que ésta es la situación más
sana, ya que los miembros restantes pueden actuar de árbitros entre
los dos grupos que compiten por el poder y, de esta forma plantear determinadas exigencias a aquellos con los que se alían temporalmente.
Unidad 9
pequeñas decisiones sobre sus vidas, la gente que participa en estas
redes tiene más poder que aquella que no participa. Es raro el grupo
que no establece alguna red informal de comunicación a través de las
amigas que en él se hacen.
El carácter inevitablemente elitista y exclusivista de las redes de comunicación informal entre amigas no es una peculiaridad del movimiento
feminista ni un fenómeno nuevo para las mujeres. Este tipo de relaciones informales han servido durante siglos para excluir a las mujeres
de participar en grupos integrados de los que eran parte. En cualquier
profesión u organización estas redes han creado una mentalidad de
grupo cerrado al igual que los lazos de compañero de colegio han impedido con eficacia que las mujeres (alguna) como grupo (así como
algunos hombres aislados) tuvieran acceso igualitario a los recursos
de poder o a un reconocimiento social. Gran parte del esfuerzo de los
movimientos feministas del pasado ha estado dirigido a formalizar las
estructuras de decisión y los procesos de selección con objeto de facilitar el ataque directo contra los mecanismos de exclusión de las mujeres, pero no ha tenido lugar dentro del propio Movimiento Feminista
porque inconscientemente se plantea que todas son mujeres (en teoría
todas iguales, una clase).
Como bien sabemos, estos esfuerzos no han impedido la persistencia
de la discriminación contra la mujer, aunque por lo menos ésta se ha
hecho más difícil.
Dado que los grupos del movimiento no han tomado decisiones concretas respecto de quien debe ejercer el poder en su seno, los criterios
que se siguen difieren de uno a otro punto del país, los cuales respon-
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den por ejemplo, en la primera etapa del movimiento, el matrimonio
era normalmente un pre-requisito para participar en la élite informal.
Es decir, de acuerdo con las enseñanzas tradicionales las casadas se
relacionan fundamentalmente entre sí, considerando que las solteras
son un peligro excesivo como amigas íntimas. En muchas ciudades el
criterio fue matizado incluyendo en la élite exclusivamente a aquellas
que estaban casadas con hombres de la nueva izquierda. Esta norma
encierra algo más que la simple tradición, ya que los hombres de la
nueva izquierda tienen normalmente acceso a recursos que el movimiento necesitaba a través de los hombres, en vez de por sí solas. Con
el transcurso del tiempo el movimiento ha cambiado y el matrimonio
ha dejado de ser un criterio universalmente válido para la participación
real, si bien todas las élites informales adoptan normas por las que
sólo pueden pasar a ser miembros mujeres que tienen determinadas
características materiales o personales. Estas normalmente son: procedencia de clase media (a pesar de toda la retórica existente sobre relacionarse con la clase trabajadora), estar casada; no estar casada pero
vivir con alguien, ser o pretender ser una lesbiana, tener entre 20 y 30
años, haber estudiado en la universidad o tener al menos cierto nivel
educativo, ser marginal y no ser demasiado marginal tener una postura política o reconocimiento de progre tener hijos o, cuando menos,
que a uno le gusten los niños, no tener hijos, tener una personalidad
en cierta manera femenina con características tales como ser agradable vestirse de forma adecuada (bien sea de forma tradicional o con un
estilo moderno) etc., también existen determinadas características que
casi inevitablemente definirán como persona marginal con quien no
hay que relacionarse, éstas incluyen: ser demasiado mayor, tener una
jornada de trabajo de 8 horas y, aún más, si se tiene una intensa dedicación profesional no ser agradable’’ y ser soltera de forma explícita (es
decir, no tener una actividad hetero u homosexual ).
Podríamos añadir otros criterios de selección pero todos tendrían cierta
relación con los anteriormente enumerados; los pre-requisitos típicos
para participar en las élites informales del movimiento, y, por lo tanto,
para ejercer cierta forma de poder, tienen relación con la clase social,
la personalidad y la disposición de tiempo. No incluyen la competencia, la dedicación al feminismo, el talento o la potencial contribución al
movimiento; aquellos son los criterios que se emplean para establecer
una amistad, estos los que cualquier movimiento u organización ha de
adoptar si quiere tener una cierta eficacia política.
La normas para participar pueden variar de grupo en grupo, pero las
vías de incorporación de la élite informal -si uno responde a los criterios establecidos- es muy parecida en todos los lados. La única diferencia substancial reside en que uno haya estado en el grupo desde un
comienzo o se haya incorporado una vez formado. Si se es parte desde
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el comienzo es importante que el mayor número de amigas se incorpore
al tiempo. Si por el contrario, ninguno de los miembros se conoce muy
bien, debe entonces establecer amistad con un grupo selecto y fijar las
normas de interacción informal básicas para la creación de cualquier
estructura informal. Una vez creadas las normas informales éstas se
mantienen a sí mismas, siendo una de las mejores tácticas para ello el
continúo reclutamiento de nueva gente que encaje. Una se incorpora a
una élite de forma similar a como una se compromete con una “sororidad”. Si alguien es considerado como una persona que promete, ésta es
‘empujada’ por los miembros de la estructura informal y, según el caso,
iniciada o dejada de lado. Si la sororidad no tiene la suficiente conciencia política como para conscientemente iniciar el proceso, éste puede
desencadenarse de forma similar a como uno se hace miembro de la
élite que goce de respeto en su seno y cultivar activamente su amistad.
Es muy probable que en un futuro te introduzca al grupo iniciado.
Todos estos procedimientos llevan su tiempo, de forma que si se trabaja ocho horas o se tiene alguna obligación similar es normalmente
imposible llegar a ser parte de la élite, simplemente porque no hay
suficientes horas para asistir a todas las reuniones y cultivar las relaciones personales necesarias para tener voz en la toma de decisiones;
ésta es la razón por la que las estructuras formales para la toma de
decisiones son un regalo para las personas cargadas de trabajo. Contar
con un procedimiento fijo para tomar decisiones garantiza, hasta cierto
punto, la participación de todos y cada uno de los miembros.
Aunque esta disección del proceso de formación de una élite en los
grupos pequeños ha sido expuesta desde una perspectiva crítica, no
ha sido hecha en la creencia de que las estructuras informales sean
inevitablemente malas, simplemente son evitables. Todos los grupos
crean estructuras informales como consecuencia de las normas de interacción entre los miembros del grupo, estas estructuras informales
pueden ser muy útiles. Pero sólo los grupos sin estructura están totalmente regidos por ellas. Cuando las élites informales se conjugan con
el mito de la falta de estructura, es impensable tratar de poner cortapisas al uso del poder, éste pasará a ser arbitrario.
Lo dicho hasta el momento encierra dos consecuencias potencialmente
negativas, de las que debemos ser conscientes, la primera es que la estructura informal guardará una gran semejanza con una sororidad en
donde cuando se escucha a alguien es porque te cae bien y no porque
diga cosas significativas.
En la medida en que el movimiento no desarrolla una actividad externa, lo anterior no tiene mayor importancia, pero si su evolución no
ha de detenerse en esta etapa preliminar necesariamente tendrá que
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modificar dicha tendencia. La segunda consecuencia negativa se cifra
en que las estructuras informales no obligan a las personas que lo integran a responder ante el grupo en general. El poder que ejercen no
les fue entregado y por lo tanto no se les puede arrebatar. Su influencia, no se basa en lo que ellas hacen por el grupo y, por lo tanto, no
pueden ser directamente influidas por el mismo. De lo anterior no se
deduce necesariamente que las estructuras informales den lugar a un
comportamiento irresponsable cara al grupo, ya que aquellas personas
a quienes les interesa mantener su influencia tratarán normalmente
de responder ante el grupo, lo que ocurre es que éste no puede exigir
dicha responsabilidad, depende de los intereses de la élite.
El sistema de estrellas
La noción de falta de estructura ha creado el sistema de estrellas. Vivimos en una sociedad en la que se espera que los grupos políticos
tomen decisiones y designen a determinadas personas para que las
expongan ante el público en general. La prensa al igual que el público
no sabe escuchar con seriedad a las mujeres, en cuanto que mujeres,
quieren saber lo que el grupo piensa. Hasta el momento existen tres
técnicas para conocer la opinión de amplios sectores, el voto o el referéndum, el sondeo de opinión pública, y la alocución de portavoces
en determinados mítines. El Movimiento de Liberación de la Mujer no
ha empleado ninguna de estas técnicas para comunicarse con el público. Ni el movimiento en su conjunto ni la mayoría del sin número de
grupos que lo componen han concretado la forma de conocer o dar a
conocer su posición sobre temas varios. Sin embargo, el público está
condicionado a que existan portavoces. Si bien es cierto que el movimiento no ha designado explícitamente portavoces, sí ha lanzado a
muchas mujeres que han atraído la atención del público por diversas
razones. Estas mujeres no representan normalmente a un grupo determinado o un estado de opinión; ellas lo saben y normalmente así
lo dicen, pero dado que no existe un portavoz público del movimiento
para dar a conocer la postura del mismo ante un tema, dichas mujeres
son utilizadas como portavoces. De esta forma, independientemente de
su voluntad e independientemente de que el movimiento lo acepte o no,
las mujeres que gozan de cierta notoriedad se encuentran por defecto
desempeñando el papel de portavoces.
Esta es una de las causas principales del resentimiento que muy frecuentemente se siente hacia estas mujeres, designadas como las estrellas. Puesto que las mujeres del movimiento no las designaron para
exponer sus puntos de vista aquéllas se sienten agraviadas cuando
la prensa presume que sí lo hacen. Pero en la medida en que el movimiento no designe sus propios portavoces estas mujeres se verán
empujadas por la prensa y el público a desempeñar dicho papel, independientemente de sus propios deseos.
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Son varias las consecuencias negativas que se deducen de lo anterior
tanto para el movimiento como para las mujeres llamadas estrellas.
En primer lugar porque el movimiento, al no haberlas designado como
portavoces, está maniatado para revocar su mandato, la prensa las
situó en ese lugar y sólo la prensa es quien puede optar por prestarles
o no atención. Aquella continuará buscando estrellas para que actúen
como portavoces, en la medida en que no existan alternativas oficiales
a las que acudir en busca de declaraciones representativas del movimiento; asimismo, el movimiento carecerá de control en la designación
de sus portavoces en la medida en que siga creyendo que no debe tener
ningún portavoz. En segundo lugar las mujeres que se encuentren en
esta situación son frecuentemente objeto de ataques virulentos por
parte de sus hermanas, actitud en absoluto positiva para el movimiento y también dolorosamente destructiva para las mujeres afectadas.
Estos ataques sólo conducen a que estas mujeres abandonen el movimiento -muchas veces profundamente ofendidas- o a que dejen de
sentirse responsables ante sus hermanas; tal vez, mantengan cierta
lealtad difusamente manifestada hacia el movimiento, pero dejarán de
ser susceptibles a las presiones de otras mujeres del movimiento. Uno
no puede sentirse responsable hacia aquella gente que es la causa de
tal sufrimiento sin tener algo de masoquista y, normalmente, estas
mujeres son demasiado fuertes como para someterse a este tipo de
presión personal.
De esta forma la reacción ante el sistema de estrellas anima de hecho
el mismo tipo de irresponsabilidad individualista que el movimiento
condena, el movimiento al purgar a una hermana por actuar de estrella pierde cualquier forma de control que pudiera haber ejercido sobre
ella la cual se siente entonces libre para cometer todos los pecados
individualistas de que ha sido acusada.
La impotencia política
Los grupos sin estructura pueden ser muy eficaces para conseguir que
las mujeres hablen de sus propias vidas pero no son tan eficaces en
llevar adelante alguna actividad política, se estancan, cuando las personas que lo componen no hacen otra cosa que hablar a no ser que modifiquen su forma y quieran llevar a cabo otra actividad. Puesto que el
movimiento en la mayoría de las ciudades está tan falto de estructura
como los grupos de concienciación que lo componen, no es más eficaz
al enfrentarse con tareas concretas que los propios grupos aislados.
La estructura informal que lo caracteriza rara vez tiene la suficiente
cohesión o está lo suficientemente arraigada entre las mujeres como
para lograr una incidencia real, en consecuencia el movimiento genera
mucha actividad y pocos resultados. Desafortunadamente las conse-
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cuencias que se desprenden de esta actividad no son tan inocuas como
sus escasos resultados, siendo su víctima el propio movimiento.
Algunos grupos cuando no son muy grandes y trabajan en pequeña escala, han centrado su actividad en proyectos locales. Sin embargo, esta
opción restringe la actividad del movimiento a nivel local y no opera
en un ámbito regional o nacional. Así mismo estos grupos, con objeto
de tener un funcionamiento operativo quedan finalmente reducidos al
grupo informal de amigas que inicialmente lo controlaban, lo que excluye a otras muchas mujeres. En la medida en que la última forma
asequible de participar en el movimiento sea a través de los pequeños
grupos de mujeres no gregarias se encuentran en notable desventaja.
Finalmente, en la medida que la vía principal para llevar a cabo una
actividad organizada se limite a los grupos de amigas, el elitismo quedará institucionalizado.
En aquellos grupos que no encuentren un proyecto local a que dedicarse, la razón de su existencia queda limitada a permanecer unidas.
Cuando un grupo no tiene actividades concretas y la concienciación
sí es una actividad concreta las mujeres que lo integran dedican sus
energías a controlar a las restantes, lo cual no es tanto consecuencia
de un deseo pernicioso de controlar a las demás (aunque a veces lo
es), como producto de la incapacidad para mejor encauzar sus facultades. Las personas capaces, las que disponen de tiempo y necesitan
justificar por qué se agrupan, dedican sus esfuerzos al control ajeno y
consumen su tiempo criticando las personalidades de los otros miembros del grupo: las luchas internas y el juego por el poder se imponen.
Sin embargo, cuando un grupo lleva adelante algún tipo de actividad la
gente aprende a llevarse con los demás y a eludir las antipatías personales en función del objetivo más amplio. La necesidad de remodelar a
las personas atendiendo a la imagen que de ellas tenemos, encuentra
sus propios límites.
La crisis de los grupos de concienciación deja a la gente sin lugar al
que acudir, y la falta de estructura les deja sin punto de referencia. En
este caso, las mujeres del movimiento se repliegan sobre sí mismas o
sus hermanas o buscan otras alternativas para actuar, aunque pocas
asequibles. Algunas mujeres se dedican a sus asuntos lo que puede
desencadenar una explosión de creatividad individual de la que, en
gran parte, se beneficiará el movimiento, aunque esta no sea una alternativa válida para la mayoría y desde luego, no propicie un espíritu
de esfuerzo conjunto de grupo. Otras abandonan el movimiento porque
no quieren desarrollar un proyecto individual y tampoco encuentran la
forma de sumarse o iniciar un proyecto colectivo que les interese.
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Unidad 9
Otras muchas se dirigen hacia organizaciones políticas que les ofrecen
el tipo de estructura y actividad externa que no han logrado encontrar en el movimiento de mujeres, aquellas organizaciones políticas
que conciben el movimiento de liberación como uno de los muchos
temas a los que las mujeres deben dedicar su tiempo, encuentran en
el movimiento un camino de reclutamiento de nuevas afiliadas. Estas
organizaciones no necesitan infiltrarse, (aunque esta opción no quede
excluida) ya que el deseo de una actividad política coherente generada
en las mujeres a partir de su participación en el movimiento, es suficiente para animar a incorporarse a otra organización cuando el movimiento no ofrece cauce a sus energías y proyectos.
Las mujeres que se adhieren a otras organizaciones políticas, permaneciendo al tiempo en el Movimiento de Liberación de la Mujer, o aquellas que se incorporan al movimiento al tiempo que militan en otras
organizaciones políticas, se convierten a su vez en el marco de nuevas
estructuras informales. Estos círculos de amigas se basan más en su
común actividad política -no feminista-, que en las características anteriormente apuntadas aunque, en última instancia, actúan de forma
muy similar. Estas mujeres al compartir los mismos valores, ideas y
concepciones políticas se convierten asimismo en élites informales, sin
una estructura planeada o formal, sin responsabilidad ante el grupo y
actúan por derecho propio, sea o no su intención.
En los grupos del movimiento las nuevas élites informales son frecuentemente consideradas como una amenaza por las antiguas, dicho
sentimiento de amenaza responde a la realidad.
Estas nuevas redes políticamente encadenadas rara vez se conforman
con limitarse a ser meras sorodidades como de hecho lo eran las antiguas y quieren hacer proselitismo de sus ideas políticas y feministas,
actitud por otro lado absolutamente natural, aunque sus implicaciones no han sido plenamente analizadas por el movimiento feminista.
Las antiguas élites rara vez están dispuestas a exponer abiertamente
sus diferencias porque ello implicaría descubrir la naturaleza de la
estructura informal del grupo. Muchas de estas élites informales se
han protegido bajo la bandera del anti-elitismo y la falta de estructura.
Con objeto de contrarrestar eficazmente la competencia de una nueva
estructura informal del grupo tendrían que manifestarse públicamente
alternativas que estarían cargadas de arriesgadas consecuencias. Así,
para mantener su poder es más fácil racionalizar la exclusión de la
otra estructura informal por el procedimiento de acusarlas de rajas reformistas, lesbianas o la única alternativa real consiste en estructurar
formalmente el grupo de forma tal que la estructura de poder inicial
quede institucionalizada. Pero esto no siempre es posible. Lo es, si
con anterioridad las élites informales gozaban de suficiente cohesión
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y habían en gran medida, acaparado el poder. Estos grupos cuentan
en su haber con un pasado de cierta eficacia política, si la cohesión de
la estructura informal se ha manifestado como un funcionamiento no
se modifica sustancialmente, aunque la institucionalización de la estructura de poder propicia su cuestionamiento formal. Los grupos que
más necesitan de una estructura son frecuentemente los más capaces
para crearla. Sus estructuras informales no han sido suficientemente
conformadas y su adhesión a la ideología de la falta de estructura les
lleva a ser reacias, a cambiar su técnica. Cuanto menos estructurado
es un grupo, cuanto mayor es su falta de estructuras informales y
cuanto más se aferra a la ideología de la falta de estructura tanto más
vulnerable es a ser acaparado por un grupo de camaradas políticos.
Dado que el movimiento en su conjunto está tan falto de estructura
como la mayoría de los grupos que lo componen, es tan susceptible
como éstos de ser directamente influido, aunque el fenómeno se manifieste de una forma distinta. A nivel local la mayoría de los grupos
pueden actuar autónomamente pero, los únicos grupos que pueden
hacerlo a escala nacional están organizados sobre estas bases. En consecuencia ocurre frecuentemente que son las organizaciones feministas estructuradas las que ofrecen directrices de ámbito nacional en
las actividades feministas, directrices que están determinadas por las
prioridades que rigen en dichas organizaciones. Así grupos como NOE
y VEAL, y algunos colectivos de mujeres de la izquierda, son las únicas
organizaciones capaces de montar una campaña nacional. Los innumerables grupos invertebrados del MLM pueden optar por apoyar o no
estas campañas nacionales, pero no tienen capacidad de montar las
suyas propias, siendo así que sus miembros se convierten en la clase
de tropa de las organizaciones estructuradas; los grupos que se dice no
estructurados no tienen forma de beneficiarse de los amplios recursos
del movimiento para defender sus prioridades, ni siquiera cuentan con
un método para decidir cuáles son aquellas.
Cuanto menos estructurado es un movimiento menos es su control
sobre el proceso de expansión en que se desarrolla y sobre las acciones
políticas en que se empeña, lo cual no quiere decir que sus ideas no se
divulguen. Si existe cierto interés por porte de los medios de comunicación y si se dan las condiciones adecuadas, las ideas del movimiento
feminista tendrán amplia difusión, pero la difusión en determinadas
ideas no implica necesariamente que estos sean llevados a la práctica,
sino simplemente que son objeto de discusión. En la medida en que
el ideario feminista, pueda llevarse a la práctica se podrá actuar de
acuerdo, pero si su realización exige una fuerza política coordinada no
podrá actuarse en concordancia.
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Siempre que el movimiento de liberación de la mujer mantenga como
forma organizativa los pequeños e inactivos grupos de discusión entre
amigas, los peores problemas de la falta de estructura brillarán por su
ausencia, pero esta forma de organizarse tiene sus propios límites: es
políticamente ineficaz, exclusivista y discriminatoria para las mujeres
que no están o no pueden estar ligados a círculos amistosos. Aquellas
que no encajan en las organizaciones existentes por causa de su clase,
raza, ocupación, educación, estado civil o materno, personalidad, etc.,
inevitablemente se sentirán desanimadas a incorporarse, aquellas que
por el contrario sí encajan, desarrollarán intereses encubiertos para
mantener las cosas tal como están.
Los intereses encubiertos de los grupos informales se verán reforzados
a su vez por las estructuras informales existentes y el movimiento no
tendrá forma de determinar las personas que deberán ejercer el poder
en su seno. Si el movimiento prosigue eludiendo deliberadamente la
responsabilidad de designar las personas que ejerzan el poder, seguirán
sin tener formas para abolirlo, de hecho su actitud se reduce a abdicar
el derecho de exigir que aquellas personas que de hecho lo ejercen sean
responsables de ello. Asimismo si el movimiento se empeña en diluir el
poder al máximo posible porque sabe que no puede exigir responsabilidades a las personas que de hecho lo ejercen, impedirá que un grupo
o persona lo domine totalmente aunque simultáneamente garantice su
máxima ineficacia posible. Es necesario encontrar una solución intermedia entre las estructuras de dominación y la ineficacia.
Estos problemas están alcanzando su punto rígido actualmente debido
a que el movimiento está necesariamente cambiando en su naturaleza.
La concienciación como principal función del Movimiento de Liberación
de la Mujer comienza a ser absoluta. Debido a la intensa propaganda
en los dos últimos años de los medios de comunicación y también a los
numerosos artículos y libros que actualmente circulan, la liberación de
la mujer se ha convertido en un tema cotidiano.
Sus temas son debatidos y surgen grupos de discusión cuyas mujeres
no tienen ninguna conexión explícita con los grupos del movimiento.
El movimiento debe indicar otro tipo de tareas, necesita establecer sus
prioridades, articular sus objetivos, y proseguir en sus campañas de
forma coordinada y para hacerlo, ha de organizarse a escalas local,
regional y nacional.
Principios para una estructuración democrática
Una vez que el movimiento deja de aferrarse tenazmente a la ideología
de la falta de estructuras tiene la posibilidad de desarrollar aquellas
formas organizativas que mejor se adecuen a su funcionamiento, lo
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que no quiere decir que debamos irnos al otro extremo, y ciegamente
imitar las formas tradicionales de organización; pero tampoco debemos
rechazarlas todas con igual ceguera, algunas de las técnica tradicionales serán útiles aunque no perfectas, otras no ofrecerán atisbos de lo
que debemos o no debemos hacer para lograr determinados objetivos
con un coste mínimo para las personas que componen el movimiento;
pero sobre todo, tendremos que ensayar distintas formas de estructuración y desarrollar técnicas varias a emplear en situaciones diversas.
El sistema de sorteo es una de las ideas que han surgido del movimiento. No es aplicable a todas las situaciones aunque si es útil en algunas,
hacen falta más ideas para desarrollar una estructura, pero antes de
empezar cualquier experimento inteligente debemos aceptar la opción
de que no hay nada inherentemente pernicioso en la propia estructura,
sólo su excesiva presencia. En tanto que iniciamos este proceso de ensayo-error podemos tener presentes algunos principios que son fundamentales para cualquier estructuración que aspire a ser democrática y
también políticamente eficaz por métodos democráticos.
Estos principios son:
1.- La delegación por métodos democráticos, da formas específicas de autoridad a personas concretas y para tareas
delimitadas; permitir que algunas personas asuman trabajos o tareas por defecto no quiere decir más que no serán
realizados con seriedad. Si alguien es seleccionado para
realizar una tarea, preferiblemente tras expresar su interés
y voluntad de llevarla a cabo han adquirido el compromiso
y no puede ser fácilmente ignorado.
2.- Exigir a las personas en quienes se ha delegado autoridad que sean responsables ante aquéllas que las han elegido. De esta forma el grupo tiene control sobre las personas
que se encuentran en posiciones de autoridad. Individuos
aislados ejercerán el poder pero es el grupo quien tiene la
última palabra sobre cómo aquél ha de ejercerse.
3.- Distribución de la autoridad entre el mayor número de
gente que sea razonablemente posible, lo que impide que
se cree un monopolio de poder y exige a las personas que
se encuentren en puestos de autoridad a consultar otras
muchas en el proceso de ejercerlo, también ofrece la posibilidad de que mucha gente adquiera responsabilidad sobre tareas específicas y, por lo tanto se desarrolle en distintas facetas.
414
Unidad 9
4.- Rotación de puestos entre distintas personas. Designar
a una persona a un puesto porque goza de simpatías en el
grupo o entorpecer su labor porque no las tiene, no beneficia a largo plazo ni al grupo ni a la persona en concreto.
La capacidad, el interés y la responsabilidad, han de ser
las premisas que actúen en dicha selección. Deben en este
sentido, ofrecerse oportunidades para que la gente adquiera nuevas capacidades, pero, la mejor forma de llevar esto
a cabo es mediante un programa de aprendizaje y no por
el método de echarse al agua para aprender a nadar. Asumir una responsabilidad que no se domina bien es muy
desmoralizador, a la inversa, estar en una lista negra por
actuar correctamente no es muy animoso para potenciar
las propias facultades. Las mujeres han sido penalizadas
por actuar de forma competente a lo largo de la historia y
no es necesario que el movimiento reproduzca el mismo
proceso.
5.- Difusión de la información a todo el mundo lo más frecuentemente posible. La información es poder. El acceso
a la información aumenta el propio poder; cuando una
red informal divulga nuevas ideas e información del grupo fuera del mismo, está desencadenando un proceso de
formación de opinión sin contar con aquel. Cuanto más se
conoce sobre el funcionamiento de cualquier cosa y mayor
es la información de lo que ocurre, mayor será la eficacia
política de los miembros del grupo.
6.- Acceso igualitario a los recursos que el grupo necesita, lo que siempre es factible, aunque deba proporcionarse
un miembro que mantenga el monopolio sobre un recurso
necesario (una multicopista a la que tiene acceso por vía
del marido, a un cuarto de revelado) puede condicionar en
exceso el empleo de este recurso. Los conocimientos de los
distintos miembros pueden ser igualmente asequibles si
aquellos están dispuestos a enseñárselos a los demás, intercambio de material, etc.
Si estos principios son aplicados queda garantizado que, cualquiera
que sean las estructuras desarrolladas por los distintos grupos del
movimiento, aquellos están controlados y responden ante el grupo. El
conjunto de personas que se encuentre en puestos de autoridad será
amplio, flexible, abierto y temporal. No podrán fácilmente institucionalizar su poder porque las decisiones últimas serán tomadas por el
grupo en su conjunto. Este tendrá la capacidad de decidir las personas
que ejerzan autoridad en su seno.
415
Unidad 9
Para saber más. Bibliografía y páginas web recomendadas
De Miguel Álvarez, Ana. “Hacia un nuevo contrato social. Políticas de
redefinición y políticas reivindicativas en la lucha feminista”. En Manuel Robles (Comp) El reto de la participación. Movimientos sociales y
organizaciones. Ed Mt. 2002.
Field, Lynda. Autoestima para la mujer. Barcelona. Ed Cairos. 1997.
Fisher, Helen. El primer sexo. Las capacidades innatas de las mujeres
y cómo están cambiando el mundo. Taurus. Madrid.
Helgesen, Rally. La ventaja de ser mujer. El liderazgo femenino. Ed
Granica. 1993.
Lagarde y de l.os Ríos, Marcela. Claves Feministas para la autoestima
de las mujeres. Cuadernos inacabados. Ed Horas y horas.
Madrid 2000.
Loden, Mary lin. Dirección femenina. Barcelona. Editorial Hispano
Europea.
Sastre Vilarrasa, Genoveva. Moreno Marimón, Montserrat. Resolución
de conflictos y aprendizaje emocional. Una perspectiva de género. Ed
Gedisa. México. 2004.
416
Desarrollo de habilidades para la práctica política (III).
Dirección de equipos humanos, redes y negociación.
Aproximación a la toma de decisiones
Presentación de la unidad
Unidad 1
Unidad X
Objetivos de la unidad
1.- Redes de Apoyo
1.2.-El pensamiento en red
1.3.-La red como estructura
1.4.- Tipos de redes
1.5.- Las redes de apoyo
1.6. -Funciones de las redes
2.- Organización democrática y equipos de trabajo
2.1.- Variables que configuran el equipo de trabajo
2.2.- Cómo coordinar equipos
2.2.1.- Coordinación democrática y participativa
2.2.2.- Claves para liderar el equipo
3.- Resolución de problemas y toma de decisiones
4.- Dirección de reuniones
4.1.- La preparación
4.2.- Inicio de la reunión
4.3.- Transcurso de la reunión
4.4.- Cierre de la reunión
5.- Cómo negociar
5.1.- Prepararnos para negociar
5.2.- Proceso de la negociación
5.2.1.- Inicio de la negociación
5.2.2.- Propuesta e intercambio
5.2.3.- Intercambio de propuestas
5.2.4.- Cierre y acuerdo
5.3.- Estilos de negociación
417
Desarrollo de habilidades para la práctica política (III).
Dirección de equipos humanos, redes y negociación.
Aproximación a la toma de decisiones
Presentación de la unidad
En esta unidad trabajaremos distintos aspectos relacionados con la
coordinación de equipos humanos dentro de las organizaciones e instituciones políticas. Existe una amplia bibliografía sobre coordinación
de equipos de trabajo, negociación y resolución de problemas. En la
unidad se plantean, desde una perspectiva de género, indicaciones
concretas y recomendaciones sobre como abordar cada una de las variables que forman parte de la coordinación de equipos humanos.
Unidad 10
Unidad X
Objetivos de la unidad
- Conocer la filosofía de las redes informales en las
organizaciones.
- Abordar la coordinación de equipos humanos desde una
perspectiva de género, democrática y participativa.
- Aprender a resolver problemas de forma eficaz...
- Capacitar en la planificación y desarrollo de reuniones.
- Conocer las variables que forman parte de las
negociaciones.
419
Unidad 10
Nos unimos a vosotras y a las mujeres de la libertad de todo el mundo que están unidas en
la Amistad, el entendimiento y común deseo de
construir un mundo de paz.
The New York Times, 21 de febrero de 1947
1.- Redes de apoyo188
La historia de las mujeres ha estado vinculada de un modo u otro a la
imagen real o simbólica de la red. Red como símbolo, como estructura
social, como tipo de pensamiento, como forma de relación…
La imagen del telar es una de las más antiguas asociadas con el ámbito
femenino; de hecho, el término rueca, uno de los más arcaicos, también alude al telar o a la máquina de hilar. El uso de la rueca estaba
tan extendido que ni siquiera el poderoso rey padre de la Bella Durmiente consiguió erradicarlo completamente de su reino para proteger
a su hija. En la mitología universal las deidades femeninas a menudo
se representan junto a la rueca, entretejiendo la trama de la existencia humana, y uniendo a través de finísimos hilos los acontecimientos
ocurridos en el pasado con los que sucederán en el futuro. Por ese motivo, las diosas hilanderas de la mitología griega y germánica también
eran las diosas del destino. La aceptación del destino como vínculo
entre el pasado y el futuro es la expresión máxima de la imagen de la
telaraña, y se ha querido ver en ella un símbolo también de una nueva
forma de trabajar y hacer política en la actualidad, liderada especialmente por mujeres, que no sólo tiene en cuenta objetivos futuros sino
también el reconocimiento de aprendizajes y experiencias pasadas, así
como el valor de la intuición.
1.2.- El pensamiento en red
Algunas investigadoras han llegado a la conclusión de que las mujeres
tienen un tipo de pensamiento diferente al masculino. Helen Fisher189
es una antropóloga que ha profundizado en este tema, argumentando
que, así como los hombres actúan en línea recta con un único objetivo final, las mujeres atienden a múltiples estímulos al mismo tiempo.
Todo esto nos llevaría a la posibilidad de utilizar este tipo de pensamiento para crear organizaciones y estructuras que beneficien los objetivos, en este caso políticos, de las mujeres.
188. Texto de Sara Berbel Las redes de apoyo. Materiales para la formación política de mujeres “Mujer, tú puedes”.
Diputación de Barcelona.
189. Helen Fisher. El primer sexo. Taurus. Madrid. 2000
420
Unidad 10
Según Fisher, las mujeres piensan de forma contextual, holística, en
redes de factores interrelacionados. Los hombres, sin embargo, tienden a centrarse en una sola cosa a la vez, con un tipo de pensamiento compartimentado y gradual o “pensamiento por pasos”. Al parecer,
estos procesos mentales suceden en la corteza prefrontal del cerebro
ya que es la parte que controla la capacidad para mantenerse al tanto de muchos fragmentos de información simultáneamente, ordenar y
ponderar estos datos a medida que se acumulan y descubrir pautas en
dicha información. Más aún, permite prever resultados de estas pautas, tener flexibilidad mental, razonar hipotéticamente, enfrentarse a
contingencias y hacer planes para el futuro. Todas estas acciones son
aspectos diversos del pensamiento en red. Según los estudios llevados
a cabo sobre el tema, cabe esperar que al menos el 50% de las mujeres
estén genéticamente mejor equipadas que los hombres para coordinar
multitud de elementos de información, fundamento del pensamiento
en red. No hay más que comprobar la frenética actividad de muchas
mujeres a primera hora de la mañana para darse cuenta de que esto
es así: vistiendo niños/as, preparando sus comidas, alimentando al
perro, sirviendo las galletas del desayuno y acordando horas por teléfono con la canguro, la señora de la limpieza y sus colaboradores/as
del trabajo. Y todo al mismo tiempo.
Posiblemente sea esta característica de pensamiento la que facilita que
las mujeres organicen estructuras en red, en lugar de jerárquicas. Pero
veamos cómo son estas estructuras y qué ventajas tienen.
1.3.- La red como estructura
El empresario multimillonario H. Ross Perot fue quien acuñó la famosa
frase que dice que:
La vida es como una telaraña y no como un organigrama.
Exactamente eso es lo que piensan muchas de las mujeres que están
en puestos de responsabilidad, en empresas o en estructuras políticas.
Y no sólo lo piensan sino que lo traducen en la creación de formas de
organización novedosas, donde la interrelación entre las personas deviene fundamental, en detrimento de la posición jerárquica.
El principio en que se basan estas nuevas estructuras parte de lo que
los norteamericanos han llamado Networking o red de contactos personales. Se trata de una idea que se apoya en los siguientes axiomas:
- El movimiento de las personas se realiza en círculos sociales.
421
Unidad 10
- La red de relaciones personales no es libre ya que las personas
nos movemos en círculos sociales definidos (hay estudios que
muestran lo difícil que es relacionarse con personas de diferente
clase social a la nuestra).
- Los círculos sociales se solapan en algunos puntos (ahí radica
la posibilidad de movilidad entre clases sociales y círculos de
amistad, trabajo, etc.).
- Los círculos sociales se relacionan entre ellos.
- La gestión de los contactos exige una interacción frecuente.
- El mundo es un pañuelo.
- Las relaciones sólo se pueden crear con el cara a cara.
- Para establecer una relación duradera es necesario un número
determinado de horas de relación.
- No es necesario el cara a cara para mantener la relación.
- El número aproximado de interacciones posibles de una persona a lo largo de su vida es de 1.000.000.
La Dra. Helgesen190 explica que, en el curso de sus investigaciones,
observó que, cuando las mujeres entrevistadas describían sus funciones en las organizaciones, generalmente se referían a sí mismas como
ubicadas en el medio de una estructura. No en la cúpula, como responsables que eran, sino en el centro de una red. Su comunicación por
tanto, no era “hacia abajo” sino hacia afuera. Se sentían “conectadas”
a las personas de su entorno y expresaban este modelo de estructura
como determinado por un núcleo de influencia en torno al cual existían órbitas y líneas radiales. Esta es la trama de la telaraña, ajustada
en cada momento a la necesidad de supervivencia y desarrollo de la
organización en cuestión.
Este modelo influye en el lenguaje de las mujeres, pero también en la
gestión que desarrollan, así como en la forma de planificar las reuniones. No es una casualidad que sean mayoritariamente mujeres quienes
han aplicado el “esquema circular de manegement”, basado en la rotación de personal en diferentes puestos y funciones de la organización,
de modo que todos se enriquezcan con este esquema circular.
190. Helgesen, S. Obra cit. Ver Bibliografía
422
Quedan claras, pues, las diferencias entre los conceptos de jerarquía y
de red. Estos conceptos son opuestos porque la posición más deseable
para unos puede ser la más peligrosa para los otros. En la práctica, la
cúpula de la jerarquía está en el vértice de la pirámide y el centro del
sistema orbital en el medio de la progresión jerárquica. Llegar al más
alto nivel es el objetivo en el esquema jerárquico, cuanto más lejos de
los demás, mejor. Esta visión comporta percibir como peligroso e “inmovilizador” el hecho de estar en una posición central. Las diferencias
se hallan también en el tipo de comunicación ya que mientras desde el
punto de vista jerárquico hay que utilizar obligatoriamente los canales
adecuados y filtrar y seleccionar la información, en el orbital se valora
la comunicación fluida, directa y no predeterminada.
Unidad 10
Las reuniones que planifican no tienen el único objetivo de transmitir
información por parte del/de la presidente/a, como tantas veces pasa
en las organizaciones políticas tradicionales que conocemos, sino que
sirven para comunicarse los proyectos e ideas entre los diferentes equipos que componen la organización.
Uno de los principales valores de estas nuevas estructuras radica en
que la importancia está en la correlación de equipos, antes que en la
contribución individual. Este amplio compromiso –un compromiso con
la totalidad o el conjunto-, está implícito en la imagen de “telaraña”. Las
líneas orbitales y radiales comprometen a todo el conjunto: cada punto
de contacto es también un nexo de unión. Lo fundamental de este sistema es la inclusión, no la exclusión como ocurre en la mayoría de los
que conocemos. En definitiva, se trata de una estrategia regida por la
oportunidad, que opera mediante la intuición y se caracteriza por la perseverancia, características todas ellas propias de la psique femenina.
1.4.- Tipos de redes
Existen diversos tipos de redes de comunicación en equipos. Éstas son
las más usuales:
Gráfico 1: Redes de comunicación
423
Unidad 10
Tabla 3: Características de las redes de comunicación
Cadena
Rueda
Vías múltiples
Velocidad
Poca
Alta
Alta
Precisión
Baja
Alta
Media
Liderazgo
Escaso
Alto
Ninguno
Satisfacción
Poca
Poca
Alta
Como puede observarse, de entre los diferentes tipos de redes, el más
satisfactorio es el de vías múltiples, una vez más, el de tela de araña,
aunque implica la disminución o incluso la desaparición de un sólo
líder en función de diversos líderes (afectivos, de conocimiento, etc.).
Así pues, si las mujeres nos sentimos tan cómodas en estos nuevos
tipos de estructura, ¿por qué no fomentarlo y potenciarlo en la vida
política de forma que nos ayude a conseguir el cambio social que pretendemos?
1.5.- Las redes de apoyo
Las mujeres que están en cargos importantes en el mundo político,
explican que a menudo se sienten solas por el hecho de que hay pocas
mujeres a su alrededor, el lenguaje y la organización es típicamente masculina y no siempre reciben toda la información que deberían.
Como sabemos, la información es imprescindible para lograr metas
personales y ser eficaz en la gestión política. Los hombres utilizan los
canales formales para decidir cosas, pero con frecuencia se reservan
las cuestiones más delicadas o que requieren consenso para ocasiones
informales. De este modo, al acabar una reunión se van a tomar una
copa y es allí donde resuelven las posibles diferencias o pactan los
asuntos realmente claves, o bien lo hacen en una comida de negocios o
mientras juegan a tenis. ¿Cuántas veces se ha visto que las decisiones
en los congresos políticos no las toman los delegados/as con su voto
sino que se han tomado previamente en los pasillos?
Las mujeres quedan con frecuencia al margen de estas decisiones porque no participan de los contactos masculinos, no suelen estar incluidas en ese tipo de comunicación informal e incluso es posible que tampoco lo deseen porque las mujeres tienen otras prioridades. No conciben la política (ni el trabajo) como un deber de plena disponibilidad,
424
Por este motivo, las mujeres necesitan crear sus propias estructuras
que les permitan conciliar la necesidad de estar informadas para realizar una excelente tarea política y la de ocuparse de cuestiones personales o familiares que tienen, como mínimo, la misma importancia que
la actuación política.
Una de las mejores posibilidades es, sin duda, la de crear redes de
apoyo.
Unidad 10
como hacen los hombres. Cuando se acaba una reunión, a muchas
mujeres no les apetece continuar la jornada de trabajo yendo a tomar
una copa: prefieren volver a casa para abrazar a sus hijos, estar con su
pareja o, sencillamente, dedicarse un poco de tiempo a sí mismas.
Una red de apoyo es aquella estructura en la que un
grupo de personas intercambian ideas, información,
conocimientos y recursos para su beneficio mutuo
Esta definición implica que, en una red de mujeres, cada participante
debe estar dispuesta a dar y a recibir. Esta red no puede convertirse en
un club de mujeres resentidas contra los hombres o contra el mundo
en general, un grupo terapéutico, un grupo donde se realizan conspiraciones secretas o un club exclusivo de “chicas de élite” que buscan
su propio interés.
Se trata de que las mujeres que han llegado arriba en la jerarquía del
cargo que desempeñan, contacten con mujeres que realizan otras actividades para compartir experiencias, comparar situaciones, intercambiar información y darse apoyo mutuamente. Si se unen las fuerzas se
agranda el poder de cada una.
1.6.- Funciones de las redes
Las mujeres se mueven generalmente en círculos más restringidos que
los hombres, al menos en el ámbito público. Sus contactos más frecuentes son la familia, las amigas más cercanas y algunos colegas. Por
eso es esencial que aprendan a buscar la complicidad de otras mujeres
creando o participando en redes de apoyo.
Es importante mantener la continuidad de la red a base de reuniones
periódicas. No importa el número de participantes que asistan, lo básico es que exista una continuidad en el tiempo para que no se desintegre. La experiencia muestra que los fines de semana o días festivos
no son adecuados para las reuniones, ya que la asistencia (especialmente entre mujeres) suele ser muy baja. Es preferible dedicar días
425
Unidad 10
laborables para las reuniones de la red. A veces es una buena idea
aprovechar la hora de la comida, o la de la merienda, justo después de
la jornada de trabajo.
Participando en una red de apoyo, las mujeres disfrutan de las siguientes oportunidades:
- Extienden sus contactos sociales.
- Crean nuevas amistades.
- Acceden a más información y actualizan la que tienen.
- Conocen de primera mano lo que está ocurriendo en otros ambientes.
- Intercambian experiencias.
- Pueden organizarse para trabajar en equipo.
- Ganan tiempo personal porque el tiempo de trabajo está
repartido.
- Multiplican el nivel de “conocimiento” (cada una es experta en
temas diferentes).
- Realizan un entrenamiento social (tolerancia, aceptación de la
diversidad).
- Refuerzan la complicidad femenina: mujeres de diversas orientaciones políticas pueden en un momento determinado apoyarse para defender un tema específico de mujeres en el gobierno
local, el parlamento o en su nivel de responsabilidad política.
- Legitiman el trabajo de las mujeres. Las mujeres saben que no
están solas en el ejercicio de su cargo y que tienen un respaldo
femenino detrás que les da soporte.
En definitiva, las principales funciones de las redes de apoyo pueden
resumirse en dos: la primera es que aumentan la autoestima y la confianza de las mujeres porque les permite saber que no están solas, que
otras mujeres están trabajando con ellas e incluso dispuestas a apoyarlas en caso de necesidad. Este es uno de los aspectos esenciales de
las redes de mujeres.
426
Unidad 10
La segunda es que permite avanzar en la construcción de un modelo
de sociedad diferente al que tenemos, más justo y que incorpora los
valores que las mujeres desean aportar. Por una parte porque redefine
las relaciones de poder, haciendo énfasis en la comunicación interpersonal. Establece relaciones entre iguales, no jerárquicas y por ello más
igualitarias y más participativas. Y por otra porque facilita que las mujeres, a partir de la autoridad que otras mujeres les reconocen, puedan
ejercer políticas que defiendan los intereses femeninos en todos los
ámbitos sociales. Si las mujeres deben sus puestos a los hombres que
las han colocado en esos lugares, será a ellos a quienes estarán agradecidas y nunca podrán actuar con libertad en defensa de los intereses
de las mujeres. Sin embargo, si son otras mujeres las que legitiman y
apoyan su política, no tendrán ataduras que les impidan trabajar por
esa sociedad más justa que todas deseamos.
2.- Organización democrática y equipos de trabajo
Las organizaciones e instituciones políticas, diseñan su programa teniendo en cuenta los objetivos que desean alcanzar en las distintas
áreas en las que van a intervenir. Con el fin de cumplirlos, ponen en
marcha estrategias que son encargadas a personas o a equipos. Los
equipos cumplen la función de realizar trabajos, crear ideas, actuar de
vínculo con otros equipos. 191
En una estructura participativa, se invierte la pirámide organizativa192,
propiciando que los equipos se sientan parte de la entidad. De esta forma los equipos generan, lideran y gestionan las propuestas, contribuyendo a dar forma al contenido y a las líneas ideológicas de la organización. La forma más idónea de trabajar es desarrollando equipos de trabajo que se interrelacionen a través de una red que vaya entretejiendo
la propia estructura de la organización. Este tipo de organización tiene
una mayor flexibilidad, capacidad de toma de decisiones y adaptación
a los procesos y los cambios que las clásicas estructuras jerárquicas.
La diferencia con el sistema de red que definíamos en el apartado anterior, reside en que éstas se establecen en un nivel informal mientras
que los equipos se establecen formalmente, con el propósito, de que
varias personas aporten sus esfuerzos en el desarrollo de una propuesta concreta y así conseguir unos objetivos determinados. Desde
este planteamiento, es necesario subrayar la importancia, en la confianza de las personas, sus potencialidades y creatividad, así como el
descubrimiento de las nuevas tecnologías para difundir la información
a todos los niveles de la organización. Desde la perspectiva de género,
las mujeres tendemos a situarnos y a participar más en las estructuras
191. Roncal Vargas, Carmen La coordinación de los equipos de trabajo. En Trabajo social hoy. Segundo semestre 2004.
192. Las evidencias demuestran que ya no es posible producir eficazmente en el modelo de organización taylorianacaracterizada por un poder piramidal, con las tareas fraccionadas, y un saber sobre el sentido general de la acción
celosamente guardado por una elite. López Camps, Jordi y Gadea Carrera, Albert Servir al ciudadano. Ediciones
Gestión 2000. Barcelona 1995 Pág 161
427
Unidad 10
más horizontales que permiten establecer relaciones de intercambio y
cooperación. Tal y como veíamos en la unidad V, los sistemas jerárquicos contienen múltiples obstáculos que impiden la participación en los
diferentes espacios de toma de decisiones.
2.1.- Variables que configuran el equipo de trabajo
Trabajar en equipo no significa desaparecer en lo colectivo. El trabajo
en equipo tiene una dimensión individual y otra grupal que se complementan entre si. Si la compenetración del equipo, se realiza de forma
positiva se conseguirá un tipo de colaboración, en la que cada una de
las personas desarrollará su potencial, a la vez que se sentirá parte del
trabajo común. De esta forma, cada persona se hará cargo de la tarea
para la que está mejor preparada, a la vez que interactúa con los demás en la consecución de los objetivos que se han propuesto.
Las ventajas del trabajo en equipo son:
- Permite la multiplicación (sinergia) de conocimientos y de
información.
- Se aportan enfoques diferentes para responder a las distintas situaciones.
- Un equipo coordinado es más eficaz que las partes por
separado.
- Tanto la posibilidad de compartir perspectivas diferentes, tener acceso a la información y el conocimiento, como el trato
abierto y receptivo, conduce a que los miembros de un equipo se enriquezcan individual y colectivamente.
- Se logra una mayor comprensión de las decisiones cuando
todas las personas han colaborado en la generación de las
mismas.
- Se alcanzan altos grados de motivación hacia el proyecto y la
organización generada, por el sentimiento de pertenencia, la
participación, el intercambio y la comunicación.
Para que el equipo funcione deberemos tener en cuenta que:
- La coordinación se establece de forma democrática y
participativa.
428
- Es necesario desarrollar un espíritu de colaboración y cooperación cimentados en la confianza mutua. La confianza
mutua implica el respeto al trabajo de la otra persona y a su
capacidad para resolver situaciones problemáticas.
- Existe un clima de aceptación de las diferencias de las distintas personas del equipo. Cada persona trae consigo aspiraciones, preferencias y actitudes diferentes. Es de esperar
que ante los problemas que se han de resolver, existan desacuerdos, pero estos desacuerdos pueden ser incluso positivos. Son la expresión de ópticas diferentes, que dan valor al
equipo.193
Unidad 10
- Los objetivos y el proyecto deben ser compartidos y asumidos
por todas las personas, así como el proyecto, la estrategia,
reparto de tareas y tiempos son expuestos y consensuados.
2.2.- Cómo coordinar equipos
2.2.1.- Coordinación democrática y participativa
Como veíamos en el apartado anterior la coordinación democrática y
participativa es fundamental para crear un clima de colaboración, cooperación e implicación. Para conseguirlo es necesario:
Participar: Es tomar parte de los procesos en los que nos involucramos. Si conocemos los objetivos y estamos de acuerdo
ideológicamente con la propuesta, nos implicaremos de forma
que aportaremos lo mejor de nuestras capacidades para que el
proyecto salga adelante.
Dialogar: Es contar con la opinión del resto del equipo y saber
enriquecerse de las diferencias. En la medida que se conversa y
se intercambian puntos de vista para buscar mejores alternativas de acción se dialoga. Pero además, la comunicación es la
única vía por la que se puede cohesionar el equipo. Establecer
tiempos formales e informales para analizar la situación, valorar, estudiar casos o resolver problemas es fundamental para
que todos los miembros del equipo se sientan implicados.
Delegar: Trabajar en organigramas, más horizontales significa
confiar en la iniciativa y capacidad de decisión de las personas
que van a desarrollar los proyectos. Delegar no es simplemente asignar tareas. Es transferir a otras personas autoridad y
responsabilidad para desarrollar determinados trabajos. Para
que la delegación sea eficaz es importante:
193. Escuela Julián Besteiro. Dirección y técnicas de trabajo en equipo. UGT. Madrid 2005. Pág. 12
429
Unidad 10
- Definir claramente las tareas, los objetivos y las metas
que las personas en quienes hemos delegado, deben
desempeñar.
- Delimitar concretamente sus responsabilidades y
marcar líneas generales de actuación a la vez que se
garantiza el respeto a la iniciativa y la toma de decisiones sobre su misión.
- No intervenir en su ámbito de acción y responsabilidad, sino en circunstancias excepcionales
- Respaldar su actuación y apoyar las decisiones que
ha tomado.
- Prever con antelación los canales de información de forma que haya una comunicación constante y adecuada.
- Coordinar las actividades, orientando el proceso.
Descentralizar: Cuando la coordinación se realiza en organizaciones complejas con sedes en distintos lugares, o niveles de
actuación, es necesario descentralizar lo máximo posible, de
forma que la burocracia no aplaste las iniciativas. Las decisiones deben tomarse lo más cerca posible del lugar en el que se
actúa, para ello es necesario que la autoridad y la iniciativa la
asuman, en la medida que sea posible los equipos de trabajo.
2.2.2.- Claves para liderar el equipo
Las actitudes más idóneas para la coordinación de equipos son:
Estimular el trabajo de todas las personas del equipo, reconociendo tanto de forma individual como grupal, las aportaciones que realizan. A pesar de que a veces nos puede lo urgente y la cantidad de
trabajo, es importante encontrar tiempo para reunirse y dialogar,
no sólo sobre lo que se ha conseguido, sino también sobre el cómo
se ha conseguido. Subrayar los logros, afianzar la identidad del
grupo, señalar la contribución de cada una de las personas es un
ejercicio continuo que no debe descuidarse. Deberíamos recordar
siempre que la gestión y el desarrollo en cualquier ámbito público
o político lo realizan las personas. Sin el equipo que gestiona un
Ayuntamiento, un Departamento de la Mujer o un Plan de salud
sería imposible contar con servicios de calidad adecuados al marco
y las necesidades de las personas. Sin un equipo que se identifique
430
Saber escuchar y comprender a las personas con las que colaboramos. Los equipos están formados por personas con intereses
y capacidades diferentes. Al tener en cuenta sus expectativas, preferencias, capacidades y circunstancias personales estamos respetando a la persona en su totalidad y no sólo su perfil profesional.
Esto es importante en todos los ámbitos, pero más en el espacio
político y social donde es necesario conjugar conocimientos, habilidades, ideología y una gran dosis de voluntad para que los objetivos
se hagan realidad. Las personas que forman los equipos aportan la
perspectiva de su propia experiencia. Cuando queremos incorporar
la perspectiva de género, la propia experiencia de las mujeres del
equipo es una fuente de información y reflexión muy valiosa. Se
trata por tanto, de aplicar nuestra visión, nuestros conocimientos
y vivencias a la dimensión del proyecto. Un proyecto en el que las
personas se sienten implicadas siempre tiene una calidad mayor
que aquellos en que no se ha conseguido hacer partícipe al equipo.
Proyectos dotados con infraestructura y medios han resultado un
absoluto fracaso cuando el factor de cohesión humana ha fallado. Ya sean programas específicos para las mujeres o introducir
la perspectiva de género, debemos crear alianzas para que todo el
equipo comparta unos valores, ideología y una metodología feminista, para lo cual es necesaria la formación, pero también el diálogo
y el intercambio de perspectivas. El primer paso para encontrar
alianzas y cambiar actitudes es la escucha y el diálogo.
Unidad 10
con la perspectiva de género, por mucho empeño que pongamos,
nunca se hará realidad.
Administrar correctamente el tiempo: El tiempo se debe administrar en dos sentidos. Por una parte huyendo de las reuniones
innecesarias o demasiado largas que entorpecen el ritmo de trabajo
y el clima del equipo. Por otra parte, planificando el trabajo, organizando las reuniones y repartiendo las tareas, contando con las
circunstancias personales. De esta forma, conseguiremos, por una
parte conciliar la vida personal y profesional, por otra, respetar los
ritmos e intereses de cada persona. Diversos estudios realizados sobre empresas en las que se estipula que el horario de trabajo debe
respetar los tiempos de la vida personal, han demostrado que los
resultados son mejores que en las empresas en las que no hay horarios de salida. Las mujeres aunque hemos aprendido a administrar el tiempo de forma eficaz nos movemos siempre en la culpa de
dejar el trabajo para marcharnos a otros espacios. Desde la coordinación se deben fomentar los horarios respetuosos con las vidas
personales, de forma que nos hagamos responsables de “cerrar” a
tiempo para vivir en otros espacios.
431
Unidad 10
Establecer mecanismos de confianza en el equipo: Sabiendo
delegar y descentralizar la toma de decisiones. Cuando trabajamos
con equipos mixtos es importante que recordemos que la socialización nos sitúa a las mujeres, en muchas ocasiones, en un segundo plano. Prácticamente en todos los ámbitos profesionales y
políticos sigue imponiéndose el modelo de mujer que “no aspira”
ni “ambiciona” una mayor responsabilidad. Habitarnos, hacernos
presentes, colocarnos en primera persona es un ejercicio difícil de
realizar cuando hay que romper la imagen colectiva que se tiene de
las mujeres. Desde la coordinación hay un importante trabajo de visibilización. Se trata de apoyarnos en el saber de las “otras” a la vez
que potenciamos su y nuestro desarrollo y capacitación. Interrogar
directamente, subrayar las contribuciones, afianzar los logros, delegar, son estrategias positivas para empoderar a las mujeres.
Aceptar las sugerencias e implicar al equipo en la toma de
decisiones: Porque coordinar no es tener todas las respuestas sino
saber plantear los problemas y los retos al equipo. De esta forma la
puesta en común desarrollará las sinergias necesarias para afrontar los proyectos, tomar decisiones en equipo y responsabilizarse
de los logros obtenidos. Nuevamente hay que tener cuidado con la
forma en que atendemos las sugerencias. Es fácil hacer “más caso”
a la persona que tiene más fuerza argumentando o defendiendo
una postura. Pero el tener más fuerza no significa tener más razón.
Si utilizamos técnicas de decisión participativas, daremos cabida a
todo el equipo. Al igual que ocurre en la escuela cuando el profesorado centra más la atención en los varones porque hablan más y se
expresan con mayor libertad, desde la coordinación deberemos corregir situaciones en las que las mujeres no participen por falta de
espacio o libertad de iniciativa. Todas las opiniones deben ser debatidas para que finalmente se consiga una solución consensuada.
Situar a las personas en el lugar más adecuado: Es importante
que cada persona se sitúe en el lugar más idóneo para su experiencia, formación o actitudes y habilidades. No olvidemos que muchas
veces a las mujeres nos cuesta desempeñar ciertos cargos por miedo al fracaso o por falta de autoestima. Otras veces, los estereotipos nos encasillan en ciertas funciones. Así, es frecuente observar
como determinadas áreas como economía o presupuestos son desempañadas por varones mientras las áreas sociales por mujeres. Es
importante que las mujeres estén donde realmente quieren estar y
desarrollen las funciones que les son más propicias por capacidad,
preparación y actitudes. La valoración no debe depender nunca de
una visión sesgada por el sexismo. Desde la coordinación podemos
potenciar a una persona para que desarrolle plenamente todas las
capacidades y su autoestima. Se trata de analizar cuales son sus
capacidades y actitudes, facilitando su desarrollo. Es una forma de
empoderar a las mujeres dentro de los equipos de trabajo.
432
Unidad 10
Reconocer el trabajo de las personas que participan en el equipo: En este sentido es importante visibilizar la autoría de las actividades. Por ejemplo, incluir el nombre de todas las personas en el
organigrama de la organización con la descripción de sus funciones.
Con demasiada frecuencia las funciones de las mujeres quedan veladas porque no son valoradas o porque no las hacemos valer. Sin
embargo todos los trabajos son importantes y todas las personas
esperamos ser reconocidas por la función que desempeñamos, sea
la de limpiar las oficinas o dirigir un proyecto. El reconocimiento
puede expresarse de formas muy diferentes. Tanto en los actos públicos donde se reconoce el mérito de las personas que han llevado
a cabo una gestión o proyecto, en las reuniones, al atender a los
ciudadanos y ciudadanas detrás de un mostrador o en un teléfono,
en la firma de documentos, de publicaciones, en los organigramas
y en las publicaciones. Al visibilizar a las personas, humanizamos
las instituciones y los partidos, los hacemos más cercanos. Sabemos que detrás de unas siglas hay personas concretas con las que
podemos dialogar. Si estas personas son mujeres que desempeñan
muy diferentes puestos, estamos contribuyendo a que haya una
visión de la mujer más compleja y real. Por ejemplo si realizamos
una publicación, como una guía de mujer para un ayuntamiento, incluir en los créditos los nombres de las mujeres que lo han
coordinado, escrito, etc. El reconocimiento es el primer paso para
visibilizarnos.
Crear entornos de trabajo profundamente humanos: Con sensibilidad para la realidad personal y con sentido de la escucha. El
clima de trabajo se consigue cuando:
- Creamos un clima de acogida y confianza.
- Favorecemos la comunicación y las relaciones interpersonales.
- Compartimos y aceptamos los objetivos.
- Existe un compromiso en la realización del proyecto y
un apoyo en los momentos críticos.
433
Unidad 10
- Respondemos a las necesidades de las personas. Crear
un clima humano es conseguir unas condiciones de
trabajo de calidad que respondan a las necesidades
que tenemos también en el cuidado de nuestra vida
personal. Guarderías, servicios de apoyo para la familia
y otros servicios son elementos que demuestran que las
organizaciones se “preocupan” de las personas.
Por otra parte, existen gestos que no por cotidianos, son menos importantes, por ejemplo comenzar una reunión con un café, crear espacios
para los comentarios personales, subrayar los logros, dialogar sobre
como nos sentimos en el equipo… en definitiva crear espacios donde
cada una de las personas que integran el equipo se sientan respetadas
y valoradas, incluso en los momentos críticos, nos ayudará a dibujar
un clima de confianza, colaboración y compromiso.
3.- Resolución de problemas y toma de decisiones
Constantemente, en la vida, tomamos decisiones de cuya resolución
dependemos. Una decisión equivocada como mínimo nos hace perder
el tiempo y nos frustra. Las decisiones correctas tendrían que ser aquellas que se tomaran con el menor riesgo posible. Y aunque esto no
siempre se puede hacer, sí es cierto que cuantos más datos tengamos,
más fácil será estudiar las alternativas y valorar las consecuencias.
La participación del equipo en la toma de decisiones, tanto si las consecuencias recaen directamente sobre él, como si no, ayuda al cumplimiento de éstas. Una formula para tomar decisiones es aplicar el
Proceso de Resolución de Problemas194. Este método lo utilizaremos,
preferentemente cuando:
- Exista una diferencia entre lo esperado y lo realizado.
- Se quiera pasar de un análisis vago a delimitar claramente el problema.
- Haya inseguridad sobre cómo abordar una cuestión.
Los pasos en el Proceso de resolución de problemas son:
1.- Identificar y seleccionar el problema. Se realiza un listado de
los problemas y se decide cuál es el que se debe abordar. Describimos como está la situación y cómo estaría si se resolviese
el problema.
194. López Camps, Jordi y Gadea Carrera, Albert Servir al ciudadano. Ediciones Gestión 2000. Barcelona 1995.
Pág. 187-188
434
Diagrama causa-efecto. Búsqueda de las causas y efectos del
problema.
Análisis de los campos fuerza. Buscar e identificar que
factores ayudan y que factores impiden modificar la diferencia entre la situación real y la deseada.
Análisis coste beneficio. Determina si una actuación es
eficaz desde la perspectiva de los costes.
3.- Determinar soluciones potenciales. Realizar un listado con las
posibles soluciones.
Unidad 10
2.- Análisis del problema. El equipo recaba datos e información
sobre el problema y lo analiza. El análisis se puede realizar utilizando diferentes técnicas como:
4.- Seleccionar y planificar la solución. Antes de decidirse, es
importante analizar las consecuencias que ésta pueda tener. A
continuación, es necesario diseñar un plan de trabajo que nos
permita gestionarla.
5.- Implementar la solución. El equipo de trabajo aplica su plan
y va readaptándolo, teniendo en cuenta las necesidades del
proceso.
6.- Evaluación de la solución. Recogemos datos de los resultados
obtenidos, los comparamos con lo esperado y evaluamos los
objetivos.
4.- Dirección de reuniones
Las reuniones son uno de los procedimientos más utilizados en los
ámbitos políticos, porque en este espacio, debatimos desde nuestro
punto de vista sobre aquellos temas de interés para la organización.
Las reuniones son un lugar de encuentro en el que se explicitan intereses, objetivos, problemas, situaciones. En las reuniones se hacen
acuerdos, tomamos decisiones, coordinamos esfuerzos, creamos alianzas o establecemos rupturas. Por decirlo de otra forma, las reuniones
son el punto neurálgico de las organizaciones.
Una reunión es un acto que se lleva a cabo por un conjunto de
personas localizadas en un lugar preciso durante un tiempo
determinado, de modo que tengan la posibilidad de influenciarse directamente mediante la comunicación interpersonal,
con la intención de alcanzar unos objetivos comunes por medio del esfuerzo colectivo.195
195. Materiales formativos de la Fundación Jaime Vera
435
Unidad 10
Sin embargo, no siempre las reuniones cumplen el propósito para el
que fueron convocadas. Es en estas situaciones, cuando sentimos que
el tiempo se escurre y no podemos hacer nada por retenerlo, cuando
esto ocurre daríamos lo que fuera por poder reconducirla y hacerla
más eficaz. Veamos algunos de los problemas más frecuentes en el desarrollo de las reuniones:
A menudo los temas se tratan con una extensión excesiva.
Con frecuencia se produce la “reunionitis” o el hábito de reunirse sin una causa importante produciendo un desgaste y
sentimiento de pérdida de tiempo y de objetivos.
Las reuniones se prolongan de forma innecesaria porque se
introducen temas que no son relevantes para el asunto que
se está tratando. Este tipo de situaciones suele ocurrir cuando no se tiene un orden del día y el tiempo estructurado.
Cuando las personas que asisten se recrean más en sus exposiciones, que en el objetivo de la reunión, se alargan las intervenciones, realizando exposiciones retóricas o repetitivas.
Con frecuencia, cuando la asistencia es de representantes
de varias organizaciones, todo el mundo, se siente obligado a
intervenir para visualizar su presencia, aún a costa de repetir lo que ya se ha dicho o de alargarse indefinidamente.
A este tipo de situaciones se le suele denominar ladrones de tiempo.
Para que las reuniones resulten operativas, es necesario organizarlas
en función de los objetivos y moderarlas, con criterios de eficacia. Las
fases de la reunión son:196
4.1.- La preparación
•
Identificar los objetivos de la reunión.
•
Establecer las tareas que se van a realizar.
•
Fijar el orden del día.
•
Preparar el material o documentación. Hay documentos que
conviene entregar antes de la reunión para que se vayan
preparando los temas.
196. Escuela Julián Besteiro. Dirección y técnicas de trabajo en equipo. UGT. Madrid 2005.
436
Realizar convocatoria o aviso previo. Es mejor por escrito y
con antelación suficiente. La convocatoria debe incluir:
-
-
-
-
-
Fecha, hora y lugar.
Quien convoca.
Objetivo de la reunión.
Orden del día.
Tiempo aproximado.
•
Crear una buena atmósfera, teniendo en cuenta el entorno
físico y material.
•
Buscar la adecuación entre el local y el tamaño del grupo.
Un local demasiado grande y con excesiva distancia física
entre las personas, reduce la comunicación y la participación. Un local excesivamente pequeño produce mucha incomodidad.
•
Es conveniente disponer los asientos en círculo o en forma
elíptica para que todas las personas puedan verse.
•
Preparar la infraestructura adecuada: agua, café, folios, cañón, ordenador, etc.
Unidad 10
•
4.2.- Inicio de la reunión
•
Recibir a las personas que han acudido. Tratamiento de
cordialidad a la vez que de respeto y seriedad.
•
Presentación de las personas relacionándolas con las entidades o instituciones.
•
Lectura del orden del día. Expresar los objetivos de la reunión, estado de la cuestión y posibles alternativas, hipótesis o interrogantes de base.
•
Establecer el modo en el que se van a establecer las intervenciones. Conceder la palabra por orden de intervención.
Si el grupo funciona bien y hay pocas personas, no es necesario establecer un método de moderación.
437
Unidad 10
4.3.- Transcurso de la reunión
Si vamos a coordinar la reunión tendremos que:
•
Crear un clima favorable.
•
Centrar la atención de las personas que participan.
•
Definir claramente los objetivos de la reunión.
•
Alentar la participación de las personas que asisten.
•
Escuchar activamente. Nunca aparecer como desinteresada
o aislada de lo que ocurre.
•
Captar y centrar la atención del grupo en las cuestiones a
resolver y los objetivos a alcanzar. Limitar amablemente las
intervenciones excesivamente largas.
•
Asegurarnos de que todas las personas participan.
•
Ayudar a formular mejor sus ideas a los miembros del grupo
que tienen dificultades para hacerlo de manera
comprensible.
•
Neutralizar a las personas agresivas, e impedir los enfrentamientos personales.
•
Reaccionar con calma ante situaciones imprevistas, manteniendo el control de la reunión, pero sin ser autoritaria.
4.4.- Cierre de la reunión
Las reuniones hay que “concluirlas” no “dejarlas morir”. Lo ideal es que
la reunión transcurra en el tiempo establecido.
La reunión se debe concluir con:
- Los acuerdos y decisiones que se han tomado.
- Cuáles son los pasos, actividades y tareas que hay que
realizar para cumplir los acuerdos y llevar a cabo las
decisiones tomadas.
438
- Designar las personas responsables que deben llevarlo a
cabo.
- Asignar los recursos que sean necesarios para concretar
las actividades y tareas propuestas.
- Establecer un cronograma de actividades que se deriven
de las resoluciones tomadas en la reunión.
Cuando se considere oportuno debe redactarse un acta final.
Unidad 10
Si se considera oportuno, es conveniente:
Al finalizar realizaremos un resumen de la reunión con las conclusiones y decisiones que se han tomado.
5.- Cómo negociar
El último de los puntos de esta unidad, pero no menos importante es
la negociación. La negociación es un proceso que empleamos continuamente en el ámbito político cuando intentamos lograr acuerdos sobre
aquellos temas que nos interesan.
La negociación es un proceso a través del cual dos o más personas -por
sí mismas o como representantes de otros- tratan de tomar acuerdos.
Suele tratarse de un acercamiento gradual, a través de concesiones
mutuas. Es una forma de alcanzar nuestros objetivos cuando dependen de la relación con otras personas.
La negociación puede tener varios objetivos:
- Intercambio de servicios o actividades.
- Cooperación para realizar un objetivo común, de forma
que todas las partes consigan resultados que no podrían
obtener por separado.
- Producir cambios dentro de las organizaciones como por
ejemplo la incorporación de las cuotas o la paridad.
- Superación de un conflicto entre las personas que
negocian.
439
Unidad 10
5.1.- Prepararnos para negociar
En muchas ocasiones tendremos que negociar, no sólo en nombre propio, sino también en representación de otros colectivos, para defender
sus intereses o sus derechos. En estas ocasiones la responsabilidad
que asumimos es enorme, por lo que tendremos que prepararnos de
forma cuidadosa. No debemos olvidar que una buena negociación conlleva un cierto éxito para todas las partes. Para conseguir el acuerdo
debemos prever los intereses y movimientos de la parte contraria. De
esta forma podremos reaccionar sin dejarnos dirigir y sin apartarnos
de nuestros objetivos. Una buena negociación es tejer redes de acuerdo alrededor.
La preparación para la negociación nos proporcionará:
- Confianza. Porque tendremos claros los objetivos que
queremos conseguir, la forma de hacerlo.
- Pensamientos precisos sobre el plan estratégico que nos
permitirá escuchar activamente a la otra parte.
- Hablar de forma positiva adaptándose a la forma y estilo
de negociar de la otra persona, intentando comprender
sus puntos de vista.
- Optimización del tiempo de negociación al haber preparado la estrategia, tácticas y argumentos, consiguiendo
no divagar.
5.2.- Proceso de la negociación
5.2.1.- Inicio de la negociación
440
•
Es importante conocer la opinión de la otra parte, sus planteamientos, objetivos.
•
Presentar nuestro punto de vista.
•
Definir las posibles soluciones o compromisos que nos pueden llevar al acuerdo.
Es importante que mostremos la información de forma progresiva, de forma que la vayamos manejando en el transcurso del proceso.
Al principio de la negociación es cuando existe más distancia y desconfianza entre las partes, como intentamos
llegar a un acuerdo que nos convenga a varias partes es
importante:
-
Saber escuchar sin interrumpir, aunque no estemos de acuerdo con lo que la otra parte afirma.
Unidad 10
Ideas clave
- Evitar la discusión destructiva y demagógica.
- Intentar mantener un clima de cordialidad y
tranquilidad.
5.2.2.- Propuesta e intercambio
Una vez hemos expuesto nuestras posturas se comienza en un proceso
de propuestas y contrapropuestas que debe derivar a una aproximación entre las partes.
Es importante:
- No interrumpir la exposición. Escucharla hasta el final y
hacer preguntas sobre los puntos que no están claros.
- Analizar cada propuesta minuciosamente. Pedir tiempo
para estudiarlas y contestar cuando nos encontremos
preparadas para tener una respuesta.
- Cuando existan dificultades de comunicación es importante resumir la posición de la persona interlocutora.
En el proceso de negociación, existe un momento en que las partes tienen que aproximarse para llegar a acuerdo. Si no existe esta voluntad
es muy difícil continuar. Entonces tendrás que tener en cuenta:
- Los puntos o cuestiones sobre los que nunca podrás
negociar.
441
Unidad 10
- Los puntos o cuestiones sobre las que quieres negociar.
Una vez hemos escuchado a la otra parte tenemos que exponer nuestra
propuesta:
- Presenta los objetivos y las opciones de forma distinta,
incluso utilizando argumentos de la persona con la que
negocias.
- Presta atención y toma nota de las propuestas que te hace
la otra persona.
5.2.3.- Intercambio de propuestas
Una vez hemos realizado la aproximación prepararemos propuestas
más elaboradas, cuya finalidad es ir avanzando a un acuerdo. Es importante que estemos preparadas para recibir y dar propuestas. A veces es importante ir avanzando sobre los temas donde podemos llegar a
acuerdo más fácilmente e ir aparcando los más discutidos. Finalmente
se abordarán los temas más complejos. La forma en que los defenderemos influirá en la consecución de la negociación.
5.2.4.- Cierre y acuerdo
Es el momento más delicado, tenemos que asegurarnos que el cierre se
realiza sobre los acuerdos que hemos adoptado, precisando cada uno
de los puntos.
Recuerda que...
En todo el proceso de negociación es fundamental establecer una posición de escucha activa. Se trata de crear un
clima de confianza e interés, a la vez que captamos con
atención todos los mensajes verbales y no verbales de la
persona con la que negociamos.
5.3.- Estilos de negociación
Existen múltiples estilos de negociación. Los más frecuentes son el impositivo, argumentativo, formalista, diplomático. Lo cierto es que debemos buscar el estilo que se adecue a nuestra forma de ser, a nuestros
principios y forma de relacionarnos. Algunas de las características de
una persona negociadora son:
442
La escucha activa es:
Razones para la escucha:
•Ser consciente de la otra persona.
•Observar e interrogarse continuamente.
•Retroalimentarse resumiendo el
contenido.
•Detectar las palabras claves
•Demostrar consideración a la otra
persona.
•Crear clima de confianza.
•Disminuir la competitividad y la
tensión.
•Crear un clima de confianza y cooperación y receptividad.
Los enemigos de la escucha activa
son:
Las ventajas de la escucha activa son:
•Los prejuicios y los filtros.
•La falta de empatía.
•La alteración emocional
•Las barreras físicas y emocionales.
•Creamos un clima de confianza
•Suavizamos las tensiones.
•Comprendemos con más fidelidad
el mensaje.
•Hacemos que la otra persona se
sienta importante.
•Precisamos mejor los objetivos.
•Nos permite tomar tiempo para
pensar.
•Podemos pedir más aclaraciones
Unidad 10
Capacidad de escucha. Es importante poner en juego nuestra
parte emocional, sabiendo escuchar y entender los puntos de
vista de la otra persona, aceptarlos independientemente de si
estás de acuerdo o no.
Saber escuchar, también es ser sinceras con nosotras mismas,
cuestionando nuestros propios criterios para poder abrirse a
otras posibilidades. Lo que no quiere decir que perdamos de vista los objetivos que nos proponíamos. Se trata de saber escuchar
y ceder en aquello que no nos resulta fundamental y buscar un
punto de contacto entre tus intereses y los de la otra persona.
Amabilidad y firmeza. Es necesario aportar espacio a la negociación pero también, mantenernos firmes justificando nuestras
decisiones. Saber qué es lo que defendemos a la vez que intentamos encontrar soluciones para ambas partes.
Principios y a la vez comprensión de los intereses en juego.
Las negociaciones que vamos a realizar se basan en principios
morales y sociales. En este espacio de diálogo es importante no
olvidar que una buena negociación es aquella donde todas las
partes terminan satisfechas (técnica del “ganar ganar”). Para lograrlo no deberemos posicionarnos en exceso, tendremos que
ser creativas y buscar alternativas.
443
Unidad 10
444
Tenacidad. Debemos ser resistentes y saber perseguir los
objetivos siendo:
-
Unas buenas estrategas. Preparando la negociación.
-
Entendiendo como será el proceso de negociación.
-
Previendo las situaciones que pueden presentarse.
-
Teniendo una actitud positiva.
-
Con seguridad y confianza en nosotras mismas. En muchas ocasiones tendremos que superar prejuicios y estereotipos de la parte con la que negociamos, es importante
estar seguras de quienes somos y lo que representamos
sin mostrar actitudes que puedan dificultar la comunicación. La convicción de nuestras ideas, nuestra actitud y
dominio de la situación nos ayudaran a manejar el contexto de la negociación.
Unidad 1
R
esumen de la unidad
445
Condiciones del trabajo en equipo
-
Confianza mutua.
-
Comunicación espontánea.
-
Apoyo mutuo y colaboración.
-
Comprensión e identificación del grupo con los objetivos.
-
Tratamiento adecuado de las diferencias.
-
Habilidades para trabajar en equipo.
-
Liderazgo.
Unidad 10
Ideas resumen de la unidad
Para construir un equipo es necesario hacer confluir en el grupo
-
Perfiles profesionales complementarios.
-
Un clima emocional cooperativo.
-
Una misión u objetivo que comparta todo el equipo.
-
Un equilibrio entre lo que aportan las personas y lo que
reciben por parte de la organización.
Para conseguir un equipo eficaz, es necesario
-
Potenciar las capacidades de todas las personas.
-
Conseguir un funcionamiento fluido y abierto con
adaptabilidad al cambio.
-
Resultados significativos y de calidad.
-
Reconocimiento y aprecio mutuo.
-
Crear un clima de confianza, respeto y tolerancia, donde
todas las personas se expresan con libertad.
447
Unidad 10
Las claves para liderar un equipo son
-
Inspirar confianza.
-
Esforzarse en el logro de los objetivos.
-
Comunicar con eficiencia.
-
Recoger las diferentes aportaciones y valorar las sugerencias.
En las reuniones
La reunión debe tener unos objetivos claros, y las personas que asisten
deben conocerlos y compartirlos. Para esto, conviene que exista un orden del día previo que se haya comunicado a todas las personas.
Es conveniente facilitar que el intercambio de opiniones vaya avanzando de manera ordenada o fluida. Para ello es necesario vigilar para que
el debate no se estanque, o derive hacia temas secundarios, o se pase
de un tema a otro sin acabar de concluir el anterior.
Para que todas las personas participen, puede ser conveniente limitar
de manera amable algunas intervenciones y estimular otras.
Ayudar a concretar conclusiones y objetivos finales y contribuir a asegurar el cumplimiento de los mismos a través de compromisos y precisiones.
-
Sugerir procedimientos y estrategias alternativas.
-
Conocer las necesidades de su equipo.
-
Cumplir los compromisos contraídos.
-
Coordinar, motivar, impulsar la participación para alcanzar los objetivos o resolver problemas.
Y en los momentos críticos, es importante mantener la calma. Asumir
la responsabilidad. Estar con el equipo, apoyando y encontrando soluciones a los problemas.
448
•
¿Cómo estableces tus relaciones dentro de la organización?
•
¿Qué funciones tienen las redes de mujeres?
•
¿Qué puede aportar el funcionamiento democrático y participativo a los partidos políticos?
•
¿Qué características valoras más en la coordinación de
equipos de trabajo?
•
¿Cuándo consideras que se ha producido una buena
negociación?
Unidad 10
Preguntas para la reflexión
Aclarando conceptos
Solidad: Es un concepto emergente surgido de la crítica feminista al
patriarcado. Se basa en la autoridad y la genealogía femeninas. Tiene
connotaciones de concordancia y conformidad, que el diccionario adjudica a los términos de hermandad y fraternidad y se asocia también
al significado de otras palabras como “asentimiento, consenso, crédito
y valor entendido”. Se emparienta con significados cercanos a “conciliación, convenio y mediación”, que nos servirán para explicar por y
para nosotras el camino del pacto. Las mujeres de países democráticos
no tenemos por que seguir entrando en el juego de la rivalidad entre
mujeres, por que podemos elegir nuestra forma de vida de relación y
nuestra forma de sustento. Necesitamos pactar entre nosotras de forma expresa y consciente o de forma espontánea y táctica, para discernir los que nos une y lo que nos separa. A estas dos formas de pactar
les llama Celia Amorós, “pactos sellados o seriados”. La solidad no ha
sido cívica ni política, sino doméstica. Los pactos bóricos, sellados y
juramentados, tendrán que proseguir un camino apenas emprendido
en la representatividad social y civil, para no colaborar más en el lanzamiento de piedras sobre nuestro propio tejado, para ir consiguiendo
posiciones sorales en las que reconocernos cada vez más y desde ahí
poder afrontar una vida de relación más rica y más humana entre nosotras y los varones, o dicho de otro modo, una vida de relación equipolente y equipolente. (Fragmento de “Democracia Vital”, Pág. 162. Elena
Simón. Editorial ANAGRAMA 1999) .
Escisión vital: Integra el núcleo del conflicto interior que sintetiza las
contradicciones externas producidas en las relaciones, en los ámbitos y las esferas de la vida, en las ideologías y en la política. Cada
449
Unidad 10
mujer debe enfrentar en el mundo las contradicciones entre modernidad y tradición y, al mismo tiempo, sus propias contradicciones internas producto de la escisión entre valores, estilos y decisiones personales basadas en la dimensión subjetiva, tradicional o moderna, y
en el moderna, y en el modo de vivir, que reproducen o replican las
contradicciones externas. Fragmento de Marcela Lagarde y de los Ríos.
“Claves feministas para la autoestima de las mujeres”. Cuadernos inacabados. Horas y horas.
Solidaridad: Es un término acuñado del primitivo sufragismo y fue el
feminismo el que lanzó esta palabra al discurso “global” político. En el
tríptico ilustrado la palabra a la cual “solidaridad” sustituyó fue fraternidad. Al no poder admitir los significados obviamente masculinos de
fraternidad, tanto el movimiento sufragista americano como el británico
en su día, comenzaron a utilizar un sinónimo aparente “solidaridad”.
Las mujeres hemos oído casi infinitas veces que somos entre nosotras
naturalmente enemigas e incapaces por tanto de solidaridad y éxito
conjunto. No basta con deshacerse de estos juicios atribuyéndolos a la
malevolencia patriarcal. La tienen sin duda, pero también reflejan el
obligado comportamiento que ha tenido el colectivo de mujeres antes
de saber y obrar como colectivo autoconsciente. Cuando emergió el
“nosotras”, se estableció también el paisaje de la solidaridad, la ayuda
mutua, los caracteres meliorativos y si, fuera el caso la parcialidad.
Debió de ser un momento colectivo de tal fuerza emocional que aquellas que lo vivieron le justificó la vida. Fragmento de Amelia Valcárcel.
Las políticas de las mujeres. Ed Cátedra. Madrid. 2004.
Lecturas para la reflexión
Recurrimos a Amelia Valcárcel que en su libro La política de las mujeres
hace una reflexión acerca de las asociaciones de mujeres y las redes.
Distinta es la experiencia de las redes. En todos nuestros estados están, por así decir, en fase previa. Sobre todo las mujeres interesadas en
la acción política son quienes las echan en falta saben cuan decisivas
llegan a ser en los mecanismos de cooperación. Las redes necesitan
además una implementación, o una intendencia si se prefiere, que pocas mujeres poseen. Su éxito viene definido por rapidez, oportunidad,
cosas ambas que suelen necesitar despachos, secretarías, disponibilidad, viajes, intermediaciones y a la larga serie de sobreentendidos
que todo ello indica. Y, por si fuera, poco, las redes poco sólidas son
interrumpidas por cualquier opacidad, aunque sea pasajera. Que nadie imagine, de todas maneras, una suerte de trama sombría presenta
al lado de la relativa claridad de lo público; las redes no son más que
el nombre de los sistemas de confianza y acción que suelen actuar en
450
La experiencia de las redes de mujeres es todavía muy corta en el
tiempo y parecen presentar problemas específicos. La relativa desindividualización de las mujeres da la impresión de que las hace por el
momento menos hábiles para admitir un sistema de confianza relativamente inseguro. Creo que no otra cosa revela la preferencia, que
incluso ha llegado a teorizarse por affidamento. Por una red no supone
una relación estrecha, sino operativa. Y bastantes mujeres se sienten
incómodas, insisto en el porque el momento, en la práctica de relaciones que supongan la confianza dentro de unos límites, pero no de la
amistad, por ejemplo. Ni, por descontado, la enemistad, sino más bien
un uso sistemático de la buena opción dentro de una estructura calcada del dilema prisionero. Creo que se debe a la falta de práctica por la
ausencia obligada de los lugares relevantes que se ha padecido.
Unidad 10
sinergia con los sistemas formales. Todo el mundo los conoce e incluso
en el nivel más cotidiano los practica cuando llama a un amigo para un
asunto o busca canales para sus intereses.
Cae por su peso que estructuras paralelas macroasociativas de una
parte y redes de otra, son elementos imprescindibles para una buena
negociación de la voluntad común y de la visibilidad de tal voluntad y
potencia de acción, luego la pregunta no puede ser si son deseables,
que lo son sin duda alguna, sino como contribuir a realizarlas. Amelia
Valcárcel. Las políticas de las mujeres. Ed. Cátedra. Madrid. 2004.
Pág. 206-207.
Para saber más. Bibliografía y páginas web recomendadas
Albert, Lucien y Simon Pierre. Las relaciones interpersonales. Biblioteca psicosociología. Ed. Herder. Barcelona.1980.
Idalberto Chiavenato. Administración de Recursos Humanos.
Mc Graw Hill.
Jon Katzenbach y Douglas Smith. La Sabiduria de los Equipos. CECSA,
México. 1997.
Perry Pascarella. Cómo Recompensar a los equipos. Harvard DEUSTO
Business Review. Febrero 1998.
Dinámicas de grupo.
http://www.gestiopolis.com/recursos/documentos/fulldocs/rrhh/
TecDinGrUCH.pdf
451
Unidad 10
452
El Trabajo en equipo.
http://www.gestiopolis.com/recursos/documentos/fulldocs/rrhh/
treqorguch.htm
Importancia del Trabajo en equipo.
http://www.gestiopolis.com/recursos/documentos/fulldocs/rrhh/tequch.pdf
Siete causas por las que fallan los equipos de trabajo.
http://www.mujeresdeempresa.com/relaciones_humanas/relaciones020501.shtml
Instrumentos para la práctica de las políticas de género
Unidad 1
Unidad XI
Presentación de la unidad
Objetivos de la unidad
1.- Antecedentes históricos de las políticas de igualdad
2.- Definición y características de las políticas de género
3.- Las estrategias de intervención de las políticas de género
3.1.- La igualdad de oportunidades
3.2.- La acción positiva como estrategia política
3.2.1.- Ejemplos de medidas positivas en el ámbito político.
Las cuotas, la paridad y el empoderamiento
A/ Empoderamiento
B/ Las cuotas
C/ Paridad
3.3.- Mainstreaming o políticas transversales de género
3.3.1.- Implementación
3.3.2.- Metodologías
3.3.3.- Requisitos
3.3.4.- Ejemplo de análisis de transversalidad en política
general. Transportes
3.4.- Estrategia dual
3.5.- Los Planes para la Igualdad de género. Políticas específicas
destinadas a las mujeres
3.5.1.- Reflexiones sobre la implementación
3.5.2.- Los riesgos
3.5.3.- Áreas de actuación
453
Instrumentos para la práctica de las políticas de género
Presentación de la unidad
En esta última unidad nos hemos centrado en las políticas de género,
definiendo sus objetivos y estrategias. Es importante recordar que han
sido diseñadas con el propósito de corregir las situaciones de discriminación de las mujeres, garantizando su participación en todos los
espacios, especialmente en el ámbito de toma de decisiones y en la
representación del poder político o económico.
Unidad 11
Unidad XI
Objetivos de la unidad
- Reflexionar sobre el proceso histórico que lleva del Código Napoleónico a las políticas de igualdad.
- Analizar las razones sobre las que se diseñan las políticas de
género.
- Conocer las principales líneas de políticas de género:
La igualdad de oportunidades.
Las acciones positivas.
Las políticas específicas.
La transversalidad o mainstreaming.
Políticas duales.
Planes de Igualdad.
- Analizar las diferencias existentes y la necesidad de complementariedad entre el mainstreaming y las políticas específicas.
- Conocer diferentes modelos de aplicación de los planes de igualdad.197
197. Esta unidad es una adaptación del Documento Etapa 2004 “Hacia la plena ciudadanía de las mujeres”. Urbal
Red 12 Mujer y Ciudad. Diputación de Barcelona y de la ponencia de Carmen Martínez Ten “Transversalidad o
Enfoque Integrado de Género en las Políticas Locales. (Instrumentos para desarrollar políticas de igualdad)”.
Seminario “Hacia la plena ciudadanía de las mujeres” Programa Urbal Red nº 12 “Mujer y Ciudad” Barcelona, 21,
22 y 23 de abril de 2004.
455
Unidad 11
El feminismo, no hace falta decirlo, no habría
avanzado sin los cambios legales y otras reformas estructurales del espacio público ligadas
al estado de bienestar, pero su consolidación
real procede igualmente de la lucha por captar las mentes y propiciar el empoderamiento
personal y colectivo de las mujeres en su vida
cotidiana y en sus interacciones en el resto de
los contextos de acción social. Transformaciones estas que no se realizan por decreto y
que no conseguimos imaginar cómo se habrían
producido sin la militancia perseverante, minuciosa y a menudo silenciosa, de las redes
del movimiento feminista.
Celia Amorós
1.- Antecedentes históricos de las políticas de igualdad
Los avances de igualdad conseguidos en el marco político nunca obedecen a hechos casuales198. Responden al empeño constante y decidido
de las mujeres por transformar una realidad que históricamente las
ha discriminado. Tanto las políticas de igualdad como las acciones
positivas son instrumentos que se diseñan con el objetivo de suprimir
las barreras que impiden el acceso de las mujeres al ejercicio de sus
derechos. Barreras que siguen persistiendo a pesar de la consolidación
de la igualdad legal. Hasta llegar a la adopción de medidas positivas
se ha recorrido un largo proceso en el que el sistema se ha defendido
una y otra vez, de muy diversas formas, de las legítimas aspiraciones
de igualdad de la mitad de la humanidad. Recordemos que tras las
peticiones de ciudadanía que reclamaban nuestras antecesoras en la
Revolución Francesa, la respuesta obtenida fue contundente. Se instaura un código civil con el que la ley sancionaba a las mujeres a la
inferioridad jurídica y política.
198. “Las reivindicaciones no pueden entenderse como algo dado, lógico o natural. Al contrario recordemos que
incluso una reivindicación tan aparentemente “natural o evidente” como el derecho al sufragio era rechazada como
antinatural por la mayor parte de la sociedad (…) Entender el feminismo es entender que las múltiples formas en que
se concreta y reproduce la opresión de las mujeres nunca ha sido ni evidente ni de sentido común, al contrario, han
sido resultado visible de intensos procesos colectivos de elaboración de nuevos marcos de justicia”. Amorós Celia.
“Teoría feminista: de la ilustración a la globalización.” Minerva Editores. Pág. 63
456
Como pudimos ver en la unidad II, el movimiento sufragista se rebeló
contra esta situación. La petición del voto para las mujeres fue considerada como el primer paso para la consecución del acceso a los espacios
que habían sido vetados como la educación, la participación económica,
la vida cultural o social. Al finalizar la Segunda Guerra Mundial el derecho al voto fue extendiéndose en los países europeos y americanos.
La consecución del voto no equiparó a las mujeres con los hombres. El
estado siguió considerando a la mujer como responsable principal de
la familia y de las tareas de cuidado y bienestar a la vez que la plena
ciudadanía, la autoridad y estatus de dominio recaían en el varón.
Unidad 11
El Código Civil Napoleónico, que sirvió de modelo en muchos países,
restringió una vez más, a las mujeres al ámbito de la familia convirtiendo a los hombres en sus jefes, a la vez que les otorgaba un mayor
estatus en el mundo público. 199
Con la llegada del Estado de Bienestar, se introduce un conjunto de
medidas que cambian, en principio, la relación entre lo público y lo privado. Los derechos sociales, que son la base del Estado de Bienestar,
se destinan básicamente a las familias y no a los individuos como ocurre con los derechos de ciudadanía. Los derechos sociales se vinculan a
las personas que tienen un puesto de salario en el mercado de trabajo,
haciéndoles responsables de los miembros de la familia. Como el resto
de políticas públicas, este tipo de medidas afectó a las mujeres, pero
no de la misma manera que al resto de la población ya que reforzaba
la situación de discriminación en que se encontraban, al consolidar su
rol en la familia y no eliminar los obstáculos que en el ámbito público
las impedía participar en igualdad de condiciones.200
199. Esta división de espacios y roles y la asignación histórica de cada uno de ellos a hombres y mujeres, se recoge de
muchas maneras a lo largo de la historia, pero es especialmente llamativa su reproducción incluso en el Nuevo Régimen
fruto de la Ilustración y la Revolución Francesa, que no sólo excluye a las mujeres del principio de igualdad, negándoles
en primer lugar el derecho a la ciudadanía (junto con los niños, los locos y los condenados, sino que además en su
tiempo se hace una descripción exhaustiva de las cualidades y habilidades que poseen cada uno de los sexos y de los
espacios que les corresponde ocupar. Así Rousseau en su exclusión de las mujeres del discurso sobre la igualdad decía
que “la política pertenece a los hombres igual que les pertenece la racionalidad, la jerarquía, la cultura, el temple, el valor,
el carácter y el acuerdo. Las mujeres deben estar excluidas de la política y limitarse al buen arreglo de su casa, la obediencia, la dulzura, y, en general, a facilitar la libertad y el éxito de los varones a cuya autoridad han sido subordinadas”.
200. Como se recoge en el marco de la Recomendación general 23, adoptada en 1997, por el Comité para la Eliminación
de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), las esferas pública y privada de la actividad humana
siempre se han considerado distintas y como tales han tenido su propia reglamentación. Invariablemente, se han asignado a la mujer funciones en la esfera privada o doméstica vinculadas con la procreación y la crianza de los hijos mientras
que en todas las sociedades estas actividades se han tratado como inferiores. En cambio, la vida pública, que goza de
respeto y prestigio, abarca una amplia gama de actividades fuera de la esfera privada y doméstica. Históricamente, el
hombre ha dominado la vida pública y a la vez ha ejercido el poder hasta circunscribir y subordinar a la mujer al ámbito
privado. Por lo general en todos los países, los factores más importantes que han impedido a la mujer participar en la
vida pública activa han sido los valores culturales y las creencias religiosas, que han cumplido un papel importante en
el confinamiento de la mujer a actividades del ámbito privado. Pese a la función central que ha desempeñado en el
sostén de la familia y la sociedad y a su contribución al desarrollo, la mujer se ha visto excluida de la vida política y del
proceso de adopción de decisiones que determinan, sin embargo, las modalidades de la vida cotidiana y el futuro de
las sociedades. En tiempos de crisis sobre todo, esta exclusión ha silenciado la voz de la mujer y ha hecho invisibles
su contribución y su experiencia que quedaba patente en todos los frentes, como ha demostrado una y otra vez, como
ocurrió por ejemplo en las dos guerras mundiales.
457
Unidad 11
La igualdad es una meta política central de los sistemas democráticos
y liberales. El Estado se plantea asumir que la desigualdad de hecho
de las mujeres frente a la igualdad ante la ley fuera una realidad. No
había bastado con la incorporación de las mujeres para conseguir la
equidad entre las mujeres y los hombres. Para corregir esta desigualdad era necesaria la participación de los poderes públicos, que se debían hacer responsables de conseguir no sólo la igualdad legal, sino
una igualdad real. Para ello, se exigió que, al igual que con respecto a
otros grupos, la desigualdad debía ser combatida desde el propio Estado con políticas adecuadas a este fin. En la medida que estas demandas adquirieron legitimidad y consenso, en muchos países se comenzaron a implementar políticas públicas para corregir la desigualdad y
la discriminación de las mujeres. 201
Ideas clave
La concepción de igualdad en el pensamiento político democrático surge mucho más tarde que otras nociones como
los derechos y obligaciones, la libertad y la democracia.
La posición social y política de las mujeres se consideraba
predeterminada por la naturaleza y por ello no era especialmente cuestionada. El sufragismo y el feminismo cuestionaron esta concepción y el Estado debe revisarla desde
el momento en que las mujeres se incorporan a la política.
De esta visión surgen las políticas a favor de la igualdad.
La presión social ejercida desde distintos sectores, como los
movimientos reivindicativos de mujeres en todo el mundo,
han sido el primer paso para crear una concienciación social favorable para equilibrar las desigualdades existentes
a nivel político, económico, social y laboral entre mujeres
y hombres.
2.- Definición y características de las políticas de género
¿Qué son las políticas de género? Las políticas de género son un tipo
de específico de políticas públicas que integran, a su vez, a las políticas
contra la discriminación por razones de sexo y que tienen como objetivo eliminar la discriminación por razón de sexo.
201. Astelarra Judith Veinte años de políticas de igualdad. Colección Feminismos. Ed. Cátedra. Madrid 2005.
Pág. 59
458
¿Qué características tienen las políticas de género? Se trata de políticas públicas con una especificad propia, tanto en los objetivos que
se proponen como en la forma en que se aplican.
Consideran que es prioritario y relevante eliminar las formas de discriminación hacia las mujeres. Incorporan a la agenda pública los temas
específicos referidos a las mujeres como ciudadanas de pleno derecho.
En este sentido se ha logrado un gran avance al pasar de la invisibilidad o aceptación de la discriminación de las mujeres a que éstas sean
el objetivo central de la agenda política.
Unidad 11
¿Quién promueve las políticas de género? Las políticas de género
son el resultado de las demandas que a partir de la década de los setenta y ochenta, las mujeres a través del movimiento feminista y de los
partidos políticos, comienzan a hacerle a los Estados, reclamando su
intervención con el fin de eliminar las barreras que discriminan a las
mujeres en todos los ámbitos.
Se implementan a través de organismos y mecanismos creados concretamente para ello combinando la creación de medidas específicas y el
enfoque transversal.
El enfoque transversal surge como respuesta a la no neutralidad202 de
las políticas. Cada actuación del estado puede tener un impacto diferente en la situación de hombres y mujeres y producir, aunque sea de
modo indirecto, una situación que perjudique a la equidad de género.
Por ello es necesario introducir la dimensión de género en todas las
actuaciones de las instituciones del Estado.
Las políticas de género se implementan a nivel estatal, nacional y local,
encontrando un referente continuo en las recomendaciones realizadas
por los organismos internacionales como Naciones Unidas, la Unión
Europea, CEPAL...
3.- Las estrategias de intervención de las políticas de género
Existen varios tipos de medidas antidiscriminatorias cuyo diseño, fines
e implementación responden a distintas variables como son las tradiciones políticas del país, los diferentes sistemas políticos o el tipo de
desigualdad que se intenta corregir.
202. “El tratamiento igualitario requiere que todas las personas se midan de acuerdo con las mismas normas, pero
en realidad no existen normas de conducta y de cumplimiento “neutrales”. Allá donde existan grupos privilegiados y
grupos oprimidos, la formulación de leyes, políticas y reglas de las instituciones privadas tenderán a estar sesgadas
a favor de los grupos privilegiados, en virtud de que su particular experiencia configura implícitamente la norma. Por
tanto, allá donde existan diferencias grupales, en capacidades, socialización, valores y estilos cognitivos y culturales,
sólo atendiendo a dichas diferencias se podrá lograr la inclusión y participación de todos los grupos en las instituciones económicas y políticas (Young, 1996) en Dema Moreno, Sandra. A la igualdad por la desigualdad. Ed KRK.
Universidad de Oviedo. 2000. Pág. 119
459
Unidad 11
En este apartado analizaremos las principales líneas de políticas de
género:
- La igualdad de oportunidades.
- Las políticas específicas y acciones positivas.
- La transversalidad o mainstreaming.
- La estrategia dual.
- Los planes de igualdad.
3.1.- La igualdad de oportunidades
La igualdad de oportunidades surge en el mundo anglosajón en el siglo
XIX, y se extiende rápidamente por los países occidentales.
El objetivo de las políticas de igualdad de oportunidades es garantizar
el acceso de las mujeres al mundo público. Una vez que se reconoce a
las mujeres los mismos derechos que a los varones es necesario garantizar que pueden ejercerlos, de esta forma evitamos la discriminación.
La filosofía sobre la que se sustenta se encuentra en la tradición liberal clásica. Todos los individuos deben tener las mismas oportunidades y las desigualdades que se produzcan dependerán de los méritos
de las personas.
La metodología de las políticas de igualdad de oportunidades
consiste en:
- Eliminar las barreras legales, económicas, sociales, culturales y de poder para que las mujeres puedan acceder al mundo público.
- Garantizar el acceso de las mujeres a la educación y la cultura de forma que tomen conciencia de sus derechos individuales y de la libertad para ejercerlos en el trabajo, la vida
social o la política.
- Garantizar la formación de las mujeres de forma que les permita incorporarse al mercado de trabajo.
- Cambios legislativos, eliminando en primer lugar las leyes
que discriminan a la mujer y en segundo lugar, legislar a
favor de la equidad promulgando leyes específicas para los
distintos problemas de discriminación como la violencia de
género, laborales, conciliación de la vida personal y laboral.
460
- Las condiciones de partida para la participación de las mujeres no son iguales que las de los hombres.
- La igualdad de trato no permite por si misma compensar los
handicaps que puedan sufrir las mujeres en los niveles psicológicos, sociales y culturales. Dar iguales posibilidades a
hombres y mujeres constituye una igualdad de trato, pero no
asegura una igualdad sustancial, como nos demuestran las
estadísticas. 203
Unidad 11
Obstáculos para el logro de objetivos en la igualdad de oportunidades
entre Hombres y mujeres:
- Existen trabas de origen cultural que actúan como barreras
impidiendo que las mujeres tengan las mismas oportunidades
en el acceso al empleo, la educación, la política, etcétera.
- Los roles del mundo público se segregan inmediatamente en
masculinos y femeninos y el valor de la jerarquía mantiene el
predominio masculino y la discriminación de las mujeres.
- El acceso al mundo público no cambia las responsabilidades en el mundo privado. La doble jornada repercute en la
percepción, aspiraciones y capacidad de las mujeres en el
ámbito público. Las actividades de las familias son las que
permiten la existencia y funcionamiento del mundo público, porque están vinculadas a la reproducción humana y al
mantenimiento cotidiano de las personas. Una tarea que es
tan valiosa que si no existiera, la sociedad no funcionaría.204
Ideas clave
La igualdad de oportunidades es una estrategia que ha tenido muchos éxitos pero no ha alcanzado los objetivos que
se proponía al encontrar obstáculos, como los roles que los
hombres y las mujeres ocupan en el ámbito privado, o las
situaciones de discriminación que la sociedad mantiene
contra las mujeres.
203. Dema Moreno, Sandra. Ob. cita. Pág.116
204. Astelarra Judith. Ob. cita. Pág. 77
461
Unidad 11
3.2.- La acción positiva como estrategia política
Las acciones positivas surgen como una respuesta complementaria a
la igualdad de oportunidades. Las mujeres no son iguales en el punto
de partida y esta desigualdad las impedirá que tengan posibilidad de
llegar al mismo tiempo desde la aplicación exclusiva de normas igualitarias. Es imprescindible corregir esa situación de desventaja, por
lo que tendremos que diseñar un paquete de medidas específicas que
permitan estar situadas en la misma posición de salida que los hombres, y que por tanto garanticen la igualdad real de oportunidades.
Definimos las acciones positivas como una estrategia destinada
a establecer la igualdad de oportunidades, por medio de unas
medidas que permitan contrarrestar o corregir aquellas discriminaciones que son el resultado de prácticas o sistemas sociales .(Comité para la Igualdad del Consejo de Europa).
Las políticas específicas destinadas a las mujeres utilizan las
acciones positivas y la discriminación positiva como herramientas para conseguir la igualdad. Las acciones positivas son medidas compensatorias temporales para favorecer a las mujeres con
el fin de compensar diferentes niveles de partida (por ejemplo,
un programa de formación para mujeres). La discriminación positiva es una forma de acción positiva pero que no actúa sobre
los niveles de partida, sino directamente sobre los resultados
(por ejemplo, seleccionar a una mujer en lugar de a un hombre
con las mismas cualificaciones para un empleo).
La tipología de las acciones positivas puede ser muy diversa:
462
-
Políticas. Las cuotas de representación femenina en los partidos políticos o la aplicación de la paridad. Cuotas establecidas en las instituciones políticas: Parlamento, gobierno,
ayuntamiento, listas cremalleras, etc.
-
Económicas. Subvenciones que favorecen la contratación de
mujeres.
-
Culturales o educativas. Incorporación de lenguaje no sexista
en los libros de texto. Creación de estudios de la mujer.
-
Legales. Iniciativas judiciales para que no se discrimine a las
mujeres.
-
Sociales. Empoderamiento de las mujeres.
Las acciones positivas se pueden realizar con distintos objetivos.
-
-
Compensatorios. Son aquellas que intentan reparar un perjuicio causado por la discriminación.
Distributivos. Se refieren a la capacidad de la acción positiva
como mecanismo de redistribución de los bienes.
-
Promociónales. Impulsar a las mujeres para que alcancen la
igualdad de oportunidades. Por ejemplo programas de formación de mujeres adultas.
-
Preferentes. Otorgan un trato preferente con el fin de evitar
la discriminación.
-
Diversificadores. Favorecen la diversidad de opciones de las
mujeres atendiendo a sus características específicas.
Unidad 11
Bajo la acepción de acción positiva se incluyen todas aquellas medidas
puntuales o estrategias más amplias, cuyo objetivo es reequilibrar la
desigualdad existente entre hombres y mujeres y que abarcan desde
una estrategia global como son los planes de igualdad de género, el
establecimiento de estructuras como Organismos de Igualdad, hasta
medidas concretas de una empresa. 205
Las acciones positivas se dirigen a:
-
Medidas directas. Se dirigen al colectivo de mujeres.
-
Medidas indirectas. Dirigidas al conjunto de la población
aunque la finalidad es favorecer al colectivo de mujeres.
Entre las características de las acciones positivas destacamos:
Son igualatorias: Tienen por objetivo acabar con la
discriminación de las mujeres sin atentar contra la situación del colectivo dominante, salvo lo que se refiere a
los privilegios adquiridos a costa de la discriminación de
las mujeres. Este concepto es muy importante porque la
aparición de las acciones positivas provoca numerosas
discusiones puesto que parece que provocan nuevas desigualdades. Sin embargo, para conseguir la igualdad es
necesario reconocer la desigualdad de partida.
Temporales: Se establecen a corto, medio o largo plazo de
acuerdo con los objetivos que se han establecido Existen
en la medida que existe la discriminación. Por ejemplo, una
205. Guía para la Incorporación de la perspectiva de género. Instituto de la Mujer. Madrid. 2004
463
Unidad 11
medida de acción positiva puede estar dirigida a alcanzar
un determinado número de mujeres en estudios tradicionalmente considerados como masculinos. Los programas
finalizaran cuando el objetivo se haya conseguido.
Sistemáticas: La igualdad de oportunidades ha de conseguirse a través del cumplimiento de objetivos que puedan ser evaluados.
Dinámicas y flexibles: Ya que las medidas puestas en
práctica no son fijas e inmutables sino que tienen que ser
revisadas e ir modificándose en función de cómo evoluciona el colectivo al que se aplique.
En la Unión Europea se admite formalmente su existencia desde el año
2002. Hasta entonces hay una larga polémica social y jurídica entorno a la licitud de corregir situaciones de discriminación o desigualdad
mediante medidas u acciones a su vez “discriminatorias” aunque se
califique esta discriminación como “positiva”, lo cual ha incidido en
este tiempo en cierta indecisión en cuanto a su formulación y planteamiento formal desde los gobiernos.
Así la UE recoge hoy explícitamente en su normativa, el que los Estados miembros puedan mantener o adoptar acciones positivas, sin
hablar específicamente de mujeres, sino “las personas del sexo menos
representado” y en referencia especial a la igualdad de trato de hombres y mujeres en el trabajo:
Directiva 2002/73/ce del Parlamento Europeo y del Consejo de
23 de septiembre de 2002, que modifica la Directiva 76/207/CEE
del Consejo relativa a la aplicación del principio de igualdad de
trato entre hombres y mujeres en lo que se refiere al acceso al
empleo, a la formación y a la promoción profesionales, y a las
condiciones de trabajo.
“Considerando lo siguiente:
(14) Los Estados miembros podrán… mantener o adoptar medidas que prevean ventajas específicas para facilitar a las personas del sexo menos representado el ejercicio de actividades profesionales o para evitar o compensar las desventajas que sufran
en sus carreras profesionales. Dada la situación actual…, los
Estados miembros deben, en primer lugar, aspirar a mejorar la
situación de la mujer en la vida laboral.
464
Tales medidas permiten la existencia de organizaciones de personas del mismo sexo cuando su objetivo principal sea promover las necesidades especiales de tales personas y fomentar la
igualdad entre hombres y mujeres”.
La implantación del Plan de Acción Positiva ya sea en el ámbito
más amplio, como es la acción política de un gobierno, o en el ámbito
de colectivos más pequeños, como sucede en el caso de una empresa,
puede seguir dos tipos de estrategias:
Unidad 11
(15) La prohibición de la discriminación debe entenderse sin
perjuicio del mantenimiento o la adopción de medidas destinadas a evitar o compensar situaciones de desventaja sufridas por
un grupo de personas del mismo sexo.
A-Medidas específicas para mujeres. Dirigidas a combatir las discriminaciones por razón de sexos y aumentar
la presencia de mujeres en todos los ámbitos de la vida
social.
B-Introducción de mainstreaming de género en todas
las políticas, programas y proyectos desarrollados desde
el Gobierno para promover la igualdad entre mujeres y
hombres. Esto implica el examen sistemáticos de todas
las medidas que afectan a la vida cotidiana, analizando
las causas y evaluando los posibles efectos que pueden
tener diferentes impactos y significado en las vidas de
hombres y mujeres y que deben ser tenidos en cuenta si
el objetivo es promover la igualdad de género.
3.2.1.- Ejemplos de medidas positivas en el ámbito político. Las cuotas,
la paridad y el empoderamiento
A/ Empoderamiento
Hay que hacer en este tema, una mención especial a la Conferencia de
Beijing de 1995, porque sus análisis, recomendaciones y estrategias
siguen estando vigentes. Además, la celebración de esta conferencia
realmente supone un hito y un referente en el análisis de la situación
de las mujeres en el mundo y en la definición de medidas y estrategias
nacionales e internacionales para afrontarlas, recogidas en su Plataforma de Acción.
La Declaración de Beijing y la Plataforma de Acción, los dos documentos resultantes de la conferencia, resumen el esfuerzo realizado por miles de organizaciones y organismos, sociales, privados y públicos, para
465
Unidad 11
concretar un análisis de la situación y perfilar estrategias de alcance
nacional e internacional.
En la Plataforma de Acción de Beijing, se propone combatir las limitaciones y obstáculos existentes, promoviendo el avance y el empoderamiento206 de las mujeres de todo el mundo” (Declaración de Beijing)
y garantizándoles por tanto la posibilidad de realizar todas sus potencialidades en la sociedad y de configurar sus vidas de acuerdo con sus
propias aspiraciones.
La Declaración considera indispensable favorecer que la mujer participe en la vida pública, para aprovechar su contribución, garantizar que
se protejan sus intereses y cumplir con el principio de que el disfrute
de los derechos humanos es universal, sin tener en cuenta el sexo de
la persona. La Declaración de Beijing afirma que la participación plena
de la mujer es fundamental, no solamente para su potenciación, sino
también para el adelanto de toda la sociedad.
Es importante recordar aquí algunas de las consideraciones que se
contienen en la Declaración de Beijing, con las que los gobiernos participantes en la conferencia declaran estar de acuerdo entre otras, de:
Que el empoderamiento de las mujeres y su plena participación en condiciones de igualdad en todas las esferas de
la sociedad, incluyendo la participación en los procesos de
toma de decisiones y el acceso al poder, son fundamentales
para el logro de la igualdad, el desarrollo y la paz.
Que los derechos de las mujeres son derechos humanos.
El cumplimiento de la Plataforma para la Acción requiere
el compromiso de los gobiernos y de la comunidad internacional. Al asumir compromisos de acción a nivel nacional e
internacional, incluidos los asumidos en la Conferencia, los
gobiernos y la comunidad internacional reconocen la necesidad de tomar medidas prioritarias para el avance y el
empoderamiento de las mujeres.
206. A lo largo de las unidades hemos hecho referencia varias veces al empoderamiento. Una vez más conviene recordar que las políticas de igualdad resultan eficaces en la medida en que las mujeres tomen conciencia de su situación y asuman cuotas de poder en su vida personal y pública, ejerciendo con decisión sus derechos Este concepto
tiene una doble dimensión: por un lado significa la toma de conciencia del poder que individual y colectivamente
tienen las mujeres. En este sentido, el empoderamiento tiene que ver con la recuperación de la propia dignidad de
cada mujer como persona. En segundo lugar, el empoderamiento tiene una dimensión política, en cuanto que pretende que las mujeres estén presentes en los lugares donde se toman las decisiones, es decir, ejercer el poder).
466
B/ Las cuotas
Hay que tener en cuenta que durante mucho tiempo el bajo número
de mujeres en los órganos de decisión política, asambleas legislativas
y gobiernos se entendió como un problema de las mujeres, como una
carencia de aspiraciones a ocupar puestos políticos, que debía llevar a
la realización práctica del principio de igualdad entre hombres y mujeres. Consecuentemente los instrumentos que se arbitraban eran instrumentos equiparatorios que pretendían ir igualando la participación
de las mujeres a la de los hombres, que era el patrón de referencia.
En esta línea debe entenderse, en los años 70 y 80, la introducción de
cuotas de participación de mujeres en las listas de los partidos políticos. El partido socialista popular danés fue probablemente el primero
que introdujo las cuotas en la década de los 70, especificando que cada
uno de los sexos tenía que estar representado con al menos un 40% de
los candidatos electorales.
Unidad 11
Cuando las mujeres, ya en los años 80, se plantearon como nueva
tarea política del movimiento romper ese techo de cristal y acceder en
pie de igualdad a las instancias del poder político, la primera estrategia
fueron las cuotas. El objetivo fue fijar en los estatutos de los partidos
políticos unas cuotas obligatorias de mujeres que garantizara su presencia en las asambleas legislativas, en los gobiernos y en las administraciones públicas.
Las cuotas han resultado una estrategia muy útil para incrementar la
presencia de mujeres en los parlamentos y otras instancias de poder
político. Esta medida no ha estado exenta de críticas y de obstáculos y
se ha introducido, bien por vía legal, bien por vía de las normas internas de los partidos políticos. En este último caso, la adopción por un
partido del sistema de cuotas ha producido un efecto “bola de nieve”
que ha arrastrado incluso a los partidos que se declaraban contrarios
al mecanismo, y que lo rechazaban formalmente, a incluir más mujeres en sus listas.
Adicionalmente, el debate sobre las cuotas ha supuesto que se pusiera
públicamente en evidencia la existencia de la desigualdad entre hombres y mujeres en el ámbito del poder político y la necesidad de adoptar
soluciones prácticas para el problema.
C/ Paridad
El término, y la idea misma de la democracia paritaria, es muy reciente
y supone un punto de inflexión fundamental en la argumentación legitimatoria de la participación de las mujeres en los procesos de toma de
467
Unidad 11
decisión política y, por lo tanto, en las instancias donde se toman estas
decisiones: parlamentos y gobiernos.
Hasta finales de los años 80, la escasa participación de las mujeres
en estas instancias se veía, como ya hemos mencionado, como una
carencia de igualdad, una discriminación de la mujer. A partir de la
elaboración del concepto, el énfasis se pone en las carencias de una
democracia que se desarrolla sin la participación activa del 50% de los
ciudadanos. Es verdad que las mujeres tienen un problema, porque
están excluidas de las decisiones que les afectan, pero también la democracia tiene un problema, ya que la exclusión persistente de las mujeres del terreno político constituye un fracaso conceptual y práctico de
la democracia representativa. Este cambio de óptica es fundamental.
Los primeros antecedentes del término, los encontramos en un seminario organizado por el Consejo de Europa en 1989, con el título “La
democracia paritaria. 40 años de actividad del Consejo de Europa”.
Pero es en el año 1992, en la Declaración Final de la primera Cumbre
Europea “Mujeres en el Poder”, celebrada en Atenas en noviembre de
1992, bajo los auspicios de la Comisión Europea y con la participación
de ministras, primeras ministras y mujeres ilustres en los distintos
ámbitos de actividad social, donde se contiene de forma clara y precisa
la justificación de lo que llamamos “la democracia paritaria”.
La Declaración comienza constatando que “la situación de las mujeres
en la toma de decisión política sigue caracterizada por una profunda desigualdad en todas las instancias y que la participación de las mujeres en la
toma de decisión no ha mejorado en algunos países desde los años 70”.
A partir de estos hechos, el documento contiene afirmaciones de enorme calado político: “Las mujeres constituyen la mitad de las inteligencias y de las capacidades potenciales de la humanidad y su infra-representación en los puestos de decisión constituye una pérdida para el
conjunto de la sociedad”.
“Una participación equilibrada de mujeres y hombres en la toma de
decisiones puede generar ideas, valores y comportamientos diferentes
que vayan en la dirección de un mundo más justo y más equilibrado,
tanto para las mujeres, como para los hombres”.
“La ausencia de las mujeres es un déficit democrático incompatible
con una verdadera democracia. Este déficit sólo puede ser superado
con un reparto más justo de las responsabilidades públicas y privadas
y una presencia más equilibrada de hombres y mujeres en los órganos
de decisión política”.
468
En Atenas también se define y conceptualiza el objetivo para superar
esta situación: la democracia paritaria implicaría una representación
equilibrada de hombres y mujeres del 60/40, o lo que es lo mismo, que
ninguno de los dos sexos supere en representación el 60%.
También Naciones Unidas, en la Conferencia Mundial sobre la Mujer
de Beijing, en septiembre de 1995, se unió de manera inequívoca a
las fuerzas que propugnaban una igual participación de las mujeres
en todos los ámbitos de decisión como una condición necesaria para
el logro del desarrollo y la paz, en términos claros y concluyentes: “la
participación igualatoria de la mujer en la adopción de decisiones, no
sólo es una exigencia básica de justicia o democracia, sino que puede
considerarse una condición necesaria para que se tengan en cuenta
los intereses de la mujer. Sin la participación activa de la mujer y la
incorporación de su punto de vista a todos los niveles del proceso de
adopción de decisiones, no se podrán conseguir los objetivos de igualdad, desarrollo y paz”.
Unidad 11
La Declaración destaca “la necesidad de realizar modificaciones profundas en la estructura de los procesos de decisión con el fin de asegurar la igualdad entre hombres y mujeres”.
La Plataforma de Acción que se aprobó en Beijing tras la Conferencia
fija como un objetivo estratégico obligatorio para los Gobiernos firmantes de la Declaración “el adoptar medidas para garantizar a la mujer
(incluso, cuando proceda, en los sistemas electorales) igualdad de acceso y la plena participación en las estructuras de poder y en la adopción de decisiones”.
A la vez, la Plataforma establece como directriz que han de adoptar los
Gobiernos y las demás instituciones públicas y privadas de los países
firmantes la “adopción de medidas positivas para conseguir que exista
un número decisivo de mujeres dirigentes ejecutivas y administradoras en puestos estratégicos de adopción de decisiones”.
La Declaración de Atenas (1992) y la Plataforma de Acción de Beijing
(1995) constituyen, sin duda, referentes claves en la conceptualización
y en las propuestas sobre participación de las mujeres en la toma de
decisiones y el poder político. La Declaración de Atenas definió la situación existente de “desigualdad profunda en todas las instancias y
organismos públicos y políticos a todos los niveles -local, regional, nacional y europeo-” como una situación de déficit democrático, en la que
el acceso a los derechos políticos formales no conduce a la igualdad en
la práctica.
469
Unidad 11
470
Estos planteamientos han tenido una incidencia importante y se han
desarrollado o incluido posteriormente en estrategias regionales de fomento de la igualdad, como por ejemplo, en América Latina y Europa,
y han penetrado también en países que han introducido modificaciones legislativas o constitucionales. Un número significativo de partidos
políticos han incluido en sus reglamentos de funcionamiento interno, cláusulas para asegurar una representación más equilibrada en la
participación de hombres y mujeres.
3.3.- Mainstreaming o políticas transversales de género
La necesidad de desarrollar políticas a favor de la igualdad entre mujeres y hombres es un objetivo asumido por Naciones Unidas desde la
década de los años setenta. A través de las Conferencias Internacionales dedicadas a la igualdad de género se han preconizado programas
y estrategias encaminadas a conseguir mejorar la salud, la educación
o el empleo de las mujeres. Sin embargo, y sobre todo a partir de mediados de los años noventa, se hace cada vez más evidente que las políticas destinadas únicamente al colectivo de mujeres, no son suficientes, y que por sí solas no consiguen modificar las condiciones sociales
estructurales en las que se apoya la desigualdad de género. Además
existe la evidencia, cada vez más concluyente, de que la desigualdad de
género no es un problema sólo de las mujeres, sino de toda la sociedad.
Se abre paso, entonces, un nuevo enfoque para las políticas de igualdad, basado en la transversalidad o mainstreaming, y que se plantea
con fuerza sobre todo a partir de la Cuarta Conferencia Mundial sobre
las Mujeres celebrada en Beijing en 1995, y en la Plataforma de Acción
resultado de esta conferencia, que invita a los Gobiernos a “integrar la
perspectiva de género en todas las políticas para analizar sus consecuencias para las mujeres y los hombres antes de tomar decisiones”.
Algunos grupos o instituciones prefieren traducir la palabra
mainstreaming por enfoque integrado de género, en lugar de
por transversalidad.
La estrategia de la transversalidad es una apuesta reciente
para conseguir cambios estructurales de profundo calado
que a medio plazo nos lleve a una igualdad de género efectiva y real. La dificultad es que precisa de un tiempo de
maduración, desarrollo y concreción.
En la actualidad se trabaja en su implementación y en el
análisis de metodología para su aplicación.
Unidad 11
Ideas clave
El mainstreaming constituye una estrategia por la cual, la
igualdad de género se coloca en el centro de las decisiones,
actuaciones y presupuestos políticos. Se trata de tener en
cuenta de manera sistemática las diferencias entre las condiciones, las situaciones y las necesidades de las mujeres
y los hombres en el conjunto de todas las políticas de la
comunidad, al nivel de su planificación, de su desarrollo y
de su evaluación.
Se ha ido configurando a partir del análisis de los obstáculos persistentes que la igualdad de género encuentra en la aplicación de políticas de igualdad. Pese a la aplicación de las políticas de igualdad de
trato y las acciones positivas, siguen persistiendo resistencias sociales
a una redistribución del poder entre los géneros y a una mejora de la
situación relativa de las mujeres. Uno de los principales obstáculos es
que la igualdad entre hombres y mujeres se entendía como un tema o
problema de las mujeres, apartándose cada vez más de las principales prioridades políticas. Es necesario comprender que la igualdad de
género es una responsabilidad social de todas las personas, hombres
y mujeres, que defienden unas normas igualitarias y justas para la
sociedad en la que viven.207
207. Martínez ten Carmen. Documento inédito
471
Unidad 11
La Comisión Europea y el Consejo de Europa definen el mainstreaming
de género como:
La movilización de todas las políticas generales y medidas con
el propósito específico de lograr la igualdad, teniendo en cuenta,
activa y abiertamente, en la fase de planificación, sus posibles
efectos sobre las situaciones respectivas de hombres y mujeres.
(Comisión Europea, 1996).
La reorganización, mejora, desarrollo y evaluación de los procesos políticos para incorporar, por parte de los actores involucrados
normalmente en dichos procesos, una perspectiva de igualdad de
género en todos los niveles y fases de las políticas. (Consejo de
Europa 1988).
Estrategia de igualdad de opotunidades entre
mujeres y hombres
Políticas Específicas
dirigidas a Mujeres
•Un problema específico
resultante de una situación de desigualdad.
•Desarrollo de una
política específica para
ese problema mediante
los instrumentos existentes para trabajar por la
igualdad. (Organismos
de igualdad, planes de
igualdad de oportunidades).
Transversalidad
PUNTO DE PARTIDA
• Políticas generales.
ACTUACIONES
•A corto/medio plazo.
•Se limita a áreas políticas específicas y no
afecta al proceso político como un todo.
472
•Reorganización del
proceso político logrando que se tenga en
cuenta la perspectiva de
género (para lograr la
igualdad como objetivo).
•A largo plazo (busca
una transformación).
TIPO DE POLÍTICA
•Afecta al proceso
político en conjunto.
La metodología necesaria para Integrar la Perspectiva de Género en
las políticas generales implica articular un proceso que debe empezar
antes de la planificación de políticas para:
1º
2º
3º
4º
Conocer la situación (información).
Saber a dónde se quiere llegar (objetivos).
Planificar lo que hay que hacer (planificación).
Valorar lo que se ha conseguido (evaluación).
Primera etapa
Unidad 11
3.3.1.- Implementación
El mainstreaming implica saber, en primer lugar, si una determinada
política tiene impacto en las relaciones de género. Para ello se plantea
analizar las siguientes cuestiones:
A: ¿La política va dirigida a uno o más grupos objetivos?
¿Afectará a la vida diaria de uno o más grupos de población?
B: ¿Existen en el campo de la propuesta diferencias entre
mujeres y hombres? (En lo que se refiere a derechos, recursos, la participación, las normas y los valores vinculados a la pertenencia a un sexo).
Si la respuesta a alguna de estas preguntas es afirmativa, entonces
hay que elaborar los aspectos de género, comenzando por hacer un
diagnóstico de la situación de partida de las relaciones de género en la
política de que se trate (diferencias en relación al trabajo remunerado,
a la toma de decisiones, a la familia, diferencias de recursos y de normas culturales, etc.).
Segunda etapa
A partir de aquí, se trata de evaluar los posibles efectos de la política
que se va a poner en marcha sobre la situación de mujeres y hombres.
Hay que analizar si tendrá impacto positivo o negativo sobre las relaciones de género, sobre todo en lo que se refiere a autonomía e igualdad, sopesando las tendencias a medio y a largo plazo.
Tercera etapa
Finalmente, y ya en la fase de planificación, hay que anular los posibles
efectos negativos de la política analizada y plantear alternativas que
promuevan la igualdad de género en lo que se refiere a participación,
distribución de recursos, prestaciones, tareas y responsabilidades en
la vida pública y privada, etc.
473
Unidad 11
3.3.2.- Metodologías
El trabajo en el mainstreaming ha dado lugar a diferentes metodologías (SMART, Proyecto europeo BETSY para la igualdad en los sistemas de gestión, GEM para integrar el análisis de género en las nuevas
tecnologías de información y comunicación, etc.).
3.3.3.- Requisitos
La transversalidad no podrá aplicarse sin una serie de requisitos:
- Voluntad política.
- Conocimientos de planificación de políticas.
- Sensibilización sobre género de las personas implicadas en la
elaboración de políticas.
- Datos sobre hombres y mujeres y relaciones de género en diferentes áreas.
- Mecanismos de control y seguimiento.
- Recursos materiales y humanos suficientes.
3.3.4.- Ejemplo de análisis de transversalidad en política general.
Transportes
Al estudiar un sector aparentemente neutro, como el de los transportes, un examen más atento pone de manifiesto diferencias sustanciales
entre mujeres y hombres en cuanto a las modalidades de utilización
y acceso a los medios de transporte públicos y privados. Las mujeres tienen acceso a un coche particular con menos frecuencia que los
hombres, y utilizan más los transportes públicos. En consecuencia,
les importan mucho las mejoras relativas a la disponibilidad y el coste
de los transportes públicos. Para ellas es importante un diseño de la
red de transporte que permita un acceso fácil a los servicios (centros
de salud, colegios, comercios) y al trabajo. Estas desigualdades tienen
implicaciones en cuanto a la participación de las mujeres y de los hombres, respectivamente, entre los distintos grupos objetivos del sector
del transporte, y se ven influidas por el desequilibrio existente entre
hombres y mujeres en los niveles de responsabilidad de este sector.
En este sector hay diferencias entre los dos sexos en la distribución
de los recursos (por ejemplo, un coche privado) y las dificultades de
tiempo (en la medida en que un coche privado representa un ahorro
474
Ejemplos de objetivos y estrategias que reducen la desigualdad entre
hombres y mujeres en el sector transporte:
EMPLEO
FORMACIÓN Y
EDUCACIÓN
EMPRESA
Mejoras en las
oportunidades de
empleo para las
mujeres en el sector
del transporte,
particularmente
a nivel de las
políticas y la
gestión.
Mejoras en la
igualdad de
participación de las
chicas y las mujeres
en los cursos
de formación y
educación relativos
a las profesiones
del sector de los
transportes.
Mejores
cifras de
creación de
empresas de
mujeres en el
sector de los
transportes.
CONCILIACIÓN
DEL TRABAJO
CON LA VIDA
FAMILIAR
Unidad 11
de tiempo). El proceso de decisión en la familia sobre la utilización de
un recurso limitado, como el coche familiar, puede estar influido por
normas y valores sociales en cuanto a la importancia relativa que se
concede a las necesidades del marido y de la mujer, respectivamente. El diseño de la red de transporte público debe tener en cuenta los
trayectos que realizan las mujeres y su adecuación a las necesidades
reales de mujeres y hombres.
Mejoras en los
accesos con los
transportes a las
oportunidades
de empleo, a los
servicios, a los
centros educativos
y de salud.
475
Unidad 11
Ideas clave
Enfoque integrado de género/transversalidad es la integración sistemática de las necesidades y prioridades de
hombres y mujeres en todas las políticas desde la fase de
planificación, estudiando sus efectos cuando se aplican,
supervisan y evalúan.
El enfoque integrado de género o mainstreaming supone una
visión muy ambiciosa desde el punto de vista conceptual,
al igual que otras estrategias de carácter transversal, como
por ejemplo el desarrollo sostenible, implica un modelo que
requiere enormes transformaciones sociales, económicas y
políticas, y por esta razón debe plantearse como un proceso continuo y a medio y largo plazo, de aprendizaje, negociación e intercambio de experiencias. En este capítulo del
documento se exponen, tanto a nivel conceptual como operativo, los instrumentos, la planificación y las propuestas de
contenidos de las políticas de igualdad.
La estrategia mainstreaming de género no pretende cambiar a las mujeres para que se adapten a una sociedad en
la que prevalezca exclusivamente los valores, usos y costumbres masculinas sino que actúa para que la sociedad
globalmente cambie, de modo que pueda reflejar la vida
de hombres y mujeres. Pretende que la sociedad cambie
para que pueda abordar la igualdad de oportunidades de
género.
3.4.- Estrategia dual
La estrategia del mainstreaming de género nace con la intención de
iniciar procesos de cambio social, que requerirán su tiempo y que implican importantes desafíos de la concepción de las políticas, en las
instituciones responsables, en la administración de los recursos y las
relaciones interpersonales. Estos cambios, no se conseguirán fácil ni
rápidamente, ya que, serán necesarias herramientas técnicas y recursos pero además, una inmensa labor de concienciación y sensibilización social para mitigar las resistencias del cambio. Y por supuesto será imprescindible contar con una voluntad y compromiso político, profesional e individual explícito. Un error que conviene evitar es
contraponer las políticas específicas a la transversalidad. Diferentes
476
Las políticas dirigidas específicamente a las mujeres, además de conseguir mejorar situaciones concretas, sirven para dar visibilidad y sensibilizar sobre la discriminación y la desigualdad de género. Generalmente son la primera etapa de las estrategias de igualdad de género,
tanto desde el ámbito gubernamental, como desde los grupos y movimientos sociales. Su existencia, por lo tanto, es muy necesaria. Hay
que tener en cuenta, además, que las experiencias sobre transversalidad de género, todavía son escasas y recientes.
Unidad 11
experiencias demuestran que, en ocasiones, se ha utilizado el discurso del mainstreaming para suprimir recursos destinados a políticas
específicas para mujeres, con el resultado de que se han perdido los
recursos y las políticas específicas sin que en las políticas generales se
haya incluido la dimensión de género. Por otra parte, y si no se han
burocratizado, las áreas de mujer de gobiernos municipales, regionales
o nacionales actúan de sensibilizadores e impulsores de actuaciones
en otras áreas, planteando estrategias de transversalidad.
La conclusión es que no deben oponerse las estrategias de transversalidad y las políticas específicas, sino hacerlas complementarias y coherentes entre sí. Por esta razón ambas estrategias, mainstreaming y políticas específicas complementan su acción para avanzar en el alcance
social. Esto es lo que se llama estrategia dual.
En la estrategia dual, las acciones específicas (que satisfacen a necesidades prácticas de las mujeres) y las acciones generales están dirigidas a fomentar el equilibrio social, laboral y político entre hombres y
mujeres, respondiendo así, a planteamientos estratégicos mediante la
inclusión de objetivos de igualdad en todas las políticas.
De esta forma, acciones específicas y medidas generales se convierten
en dos estrategias complementarias para conseguir una misma meta: la
igualdad de oportunidades y de resultados entre hombres y mujeres.
La aplicación de la estrategia dual requiere por tanto la complementariedad de los dos sistemas:208
208. Instituto Andaluz de la Mujer. Introducción al enfoque integrado o mainstreaming de género.
477
Unidad 11
Políticas específicas igualdad
Objetivos
Mainstreaming
Superar obstáculos
Superar obstáculos específicos
específicos de género para la
para la participación de las
participación equitativa de
mujeres.
mujeres y hombres.
Tipo de
medida
Específica para mujeres
La acción se centra en las
mujeres.
Medidas específicas de
igualdad.
Medidas generales en las que
se pueden realizar acciones
de igualdad dirigidas a:
Mujeres y hombres.
Mujeres u hombres.
Responde
Necesidades prácticas.
Necesidades prácticas.
Intereses estratégicos.
Actores
Estructura o mecanismos
específicos para trabajar la
igualdad.
Actores ordinarios, lo que
supone una reorganización
del proceso político con la
perspectiva de género.
Resultado
Escasa modificación en las
medidas generales.
Se actúa sobre las dificultades
de las mujeres para acceder
a las condiciones de los
hombres.
Reducen cambios
funcionales.
Incluye acciones
específicas que responden
particularidades de un
colectivo.
Modificaciones y cambio
estructural al actuar sobre
el entorno y sensibilizar a
los/as agentes sociales en
la necesidad de un cambio
beneficioso para las mujeres y
hombres.
Cambios estructurales.
Horizonte
temporal
A largo plazo.
A medio y largo plazo.
3.5.- Los Planes para la Igualdad. Políticas específicas destinadas
a las mujeres.
Los Planes de Igualdad de oportunidades son un tipo particular de políticas de género cuyo propósito es atacar las distintas dimensiones de la
discriminación: las estructurales, que se derivan de la división sexual
del trabajo y de la posición de la mujeres en la familia, en el mercado
y la vida política, y las de carácter cultural, derivadas de la imposición
de determinados patrones de interpretación y de comunicación de la
realidad social que se brinda a las mujeres.
Parten de reconocer el carácter sistémico de las desigualdades de género y, por ende, la necesidad de operar simultánea y coordinadamente en distintos campos de acción de políticas locales. Esta forma de
478
3.5.1.- Reflexiones sobre la implementación
La elaboración de los planes de igualdad ha significado avances de carácter simbólico y discursivo sobre la existencia de las desigualdades
de género, de su carácter sistémico y de la pertinencia de la acción
Institucional al respecto.
Unidad 11
conceptuar la discriminación explica la necesidad de operar simultáneamente en distintos ámbitos si se quiere cambiar la posición de la
mujer en cualquiera de ellos. Por ejemplo, transformar su posición en
el mercado de trabajo implica actuar también en los ámbitos de la familia, de la educación y de los medios de comunicación, entre otros.
Al mismo tiempo, ha dotado a los distintos integrantes de los mecanismos de género, de un discurso común y ha elevado su capacidad
argumentativa en torno a los objetivos y acciones propuestas; ha dado
sentido y cohesión a propuestas y acciones aisladas que existían previamente al incorporarlas a un marco común de referencia; ha dado
una brújula que orienta la implementación y evaluación de las acciones, aspectos que resultan ser especialmente importantes en instituciones sin mucha experiencia ni historia en el tratamiento del tema y
que necesitan proyectarse en el futuro.
La implementación del plan propicia igualmente un mejor conocimiento sobre el quehacer de la administración y las organizaciones de mujeres. Las/os integrantes de los distintos mecanismos institucionales
encargados de coordinar las políticas deben moverse en escenarios institucionales variados, ponerse en contacto con diferentes instancias y
actores, dentro y fuera de la Administración, a los cuales se debe convencer de la utilidad y pertinencia de la implementación de políticas de
género en su sector o institución. Este hecho les obliga a considerar
las diversas dimensiones del quehacer de los gobiernos locales, no sólo
administrativas y burocráticas, sino también políticas, comunicativas,
simbólicas y subjetivas.
3.5.2.- Los riesgos
En cuanto a los riesgos de los planes de igualdad de oportunidades, el
principal es la desarticulación y fragmentación del plan en un conjunto
de medidas no interrelacionadas, ni jerarquizadas entre sí. Tomando
como justificación el Plan, se podría implementar acciones sin considerar la importancia relativa de unas respecto a las otras, y de sus
efectos en el cumplimiento de los propósitos generales del mismo.
Por otra parte, se puede perder el sentido de las acciones propuestas
al independizarlas de sus propósitos. La capacitación laboral podría
479
Unidad 11
constituirse, por ejemplo, en un mecanismo para profundizar la segregación en el mercado de trabajo, si se reduce a perfeccionar las
habilidades de las mujeres en los espacios tradicionales. Las políticas
contra la violencia hacia la mujer podrían reforzar la dependencia de
las mujeres a la familia, si no se transfieren los recursos necesarios
para elevar su autonomía.
Una manera de contrarrestar estos riesgos es transmitir a las autoridades y funcionarios de las distintas instancias locales, la visión de lo
que se aspira alcanzar en cada sector, el sentido y objetivo de las acciones, y no limitar el intercambio a acuerdos sólo en torno a acciones
específicas.
La necesidad de convencer de la pertinencia de los objetivos y acciones del Plan, presenta también el peligro de promover una adscripción
excesiva a la lógica y objetivos institucionales de otros sectores para
asegurar la aceptación de las medidas propuestas y el riesgo de diluir
la especificidad de las demandas de género, de “desgenerizar” las agendas, como lo han señalado algunas autoras.
Otro riesgo importante es la utilización de los Planes, como marketing
político, usándolos como publicidad, sin que tras las medidas anunciadas haya recursos presupuestarios y de personal.
3.5.3.- Áreas de actuación
En este apartado recogemos a título indicativo las sugerencias de estudios específicos como los realizados por la Federación Española de
Municipios y Provincias (FEMP), la Agenda para la Igualdad de Oportunidades de Greenwich, las propuestas de la Red URB-AL nº 12 y la estructura del Nuevo Contrato Social entre hombres y mujeres integrado
en los objetivos de esta RED.
Según el estudio de la FEMP:
El estudio de la FEMP selecciona las demandas de las mujeres en España, dependiendo del tamaño de los municipios a los que pertenecen
(grandes ciudades de más de 500.000 habitantes, capitales mayores de
200.000 habitantes, otros municipios con más de 50.000 habitantes y
ciudades más pequeñas).
Las áreas que priorizan las mujeres en este estudio para las políticas
locales destinadas a la igualdad son las siguientes:
480
Destacan de manera generalizada las siguientes áreas de actuación:
. Educación.
. Economía y Empleo.
. Violencia.
. Asociacionismo.
- En un segundo plano, aunque consideradas de manera integral, aparecen
las áreas de:
. Mujeres en situación de exclusión.
. Salud.
. Poder y toma de decisiones.
. Imagen y comunicación.
-
Abarcadas de manera muy puntual en determinados municipios, nos
encontramos las dos áreas restantes:
. Medio Ambiente.
. Mujeres Rurales.
-
La orientación, la información y el asesoramiento se presentan como el
primer objetivo a cubrir a través de la atención individualizada en el 100%
de los municipios.
Unidad 11
-
Según la agenda para la igualdad de oportunidades de Greenwich:
Otros estudios como el desarrollado en Greenwich (Londres) señala
como áreas prioritarias las siguientes:
481
Unidad 11
Áreas críticas de interés
-
Desigualdades entre mujeres y hombres en la toma de decisiones en todos
los niveles.
-
Desigualdades e inadecuaciones y acceso desigual a la educación y la
formación.
-
Inadecuaciones y acceso desigual a la asistencia sanitaria y servicios
relacionados.
-
La persistente y creciente carga de pobreza para las mujeres
-
La violencia contra las mujeres.
-
Desigualdades de género en la gestión de los recursos naturales y la
salvaguarda del entorno.
-
Desigualdades en las estructuras y políticas económicas, en todas las
formas de actividades productivas y en el acceso a los recursos.
-
Mecanismos insuficientes en todos los niveles para promover la mejora de
la situación de las mujeres.
-
Discriminación persistente contra las mujeres y violación de los derechos
de las mujeres.
-
Los efectos de las armas y otros tipos de conflictos en las mujeres,
incluyendo las mujeres emigrantes y refugiadas.
-
Falta de respeto, promoción y protección inadecuadas de los derechos
humanos de las mujeres.
-
Estereotipos de las mujeres y desigualdades en el acceso de las mujeres a la
participación en los sistemas de comunicación especialmente los medios
de comunicación.
Según los documentos de la Red URB-AL nº 12:
La Red URB-AL nº 12 hace especial énfasis en la participación de las
mujeres en la planificación urbana (vivienda, transportes, seguridad,
servicios sociales, saneamiento etc.), y en una estructura que responde
al Nuevo contrato social entre mujeres y hombres que persigue: compartir el poder, el empleo y las responsabilidades familiares. También
y en el Seminario del Salvador se plantean como temas importantes
(Mª del Carmen Viñas Presidenta del Centro de Estudios Mar del Plata Argentina y Sandra Barraza Coordinadora Nacional de la Comisión
482
Muchas ciudades y municipios han desarrollado Planes Integrales por
la Igualdad entre mujeres y hombres, o actuaciones concretas que sin
constituir un Plan Integral suponen los primeros niveles para la construcción de una estrategia de Políticas de Igualdad. A continuación
reproducimos el marco teórico del Nuevo Contrato para la igualdad de
oportunidades desarrollado en el Seminario del Salvador, para a continuación desarrollar algunas áreas concretas correspondientes a las
líneas de acción del Nuevo Contrato Social entre mujeres y hombres.
Unidad 11
Nacional de Desarrollo El Salvador), la participación de las mujeres
desde los espacios informales, su papel como agentes de cohesión social y su actual protagonismo en la vida cotidiana (saneamiento básico,
entorno y convivencia ciudadana, calidad de vida, etc.). Finalmente es
necesario considerar temas relacionados con las mujeres, los conflictos armados y los procesos de paz.
Ponencia “Vida Familiar/Laboral y Actividad Política”. Mª del Carmen
Viñas Presidenta del Centro de Estudios Mar del Plata Argentina:
El nuevo Contrato Social tiene tres objetivos esenciales:
-
Compartir las responsabilidades familiares
Conseguir este objetivo supone:
.
Sensibilización y concienciación sobre las responsabilidades familiares
(trabajo doméstico, cuidado de las personas).
.
Reorganización de horarios de modo que hombres y mujeres puedan
compartir el trabajo fuera del hogar y la atención familiar (jornada
laboral, horarios comerciales, escolares, de reuniones políticas, etc.).
Creación de servicios para apoyar el trabajo familiar. (jardines
maternales, centros de cuidado de ancianos).
.
-
Compartir el trabajo
Lo que implica:
.
Ampliar el concepto de trabajo al no asalariado.
.
Impulsar a través de la negociación colectiva que las ganancias de
productividad se dirijan a la reducción del tiempo de trabajo y a la
creación de nuevos empleos.
Reducir horas extras.
Conseguir jubilaciones anticipadas.
Obtener ayudas fiscales para los períodos de licencias, excedencias,
reducciones de jornada, etc. para atender el cuidado de hijos y personas
mayores, para ampliar la formación, etc.
Regular el empleo a tiempo parcial en lo laboral y de protección social
(hoy es una forma de subempleo para mujeres y jóvenes).
Fomentar los llamados empleos de proximidad.
.
.
.
.
.
483
Unidad 11
.
-
Compartir el poder
Es decir:
.
Lograr la democracia paritaria en todas las instancias de representación
y decisión social y política.
.
Visualizar la participación de la mujer en las actividades políticas,
culturales y sociales.
Articular redes de mujeres.
.
484
Defender la igualdad de trato y oportunidades y erradicar las
discriminaciones en razón del sexo (presencia equilibrada de hombres y
mujeres en la negociación, igual retribución por igual trabajo, formación
profesional para diversificar opciones laborales, incorporación de la
mujer a los sectores con nuevas tecnologías).
Unidad 1
R
esumen de la unidad
485
La presión social ejercida desde los distintos sectores, como los movimientos reivindicativos de mujeres en todo el mundo, han sido el
primer paso para crear una concienciación social favorable para equilibrar las desigualdades a nivel político, económico, social y laboral
entre mujeres y hombres.
Los gobiernos de los países occidentales han recogido esa demanda
social incorporando a sus actuaciones políticas la acción positiva,
considerada como “Estrategia destinada a establecer la igualdad de
oportunidades, por medio de unas medidas que permitan contrastar o
corregir aquellas discriminaciones que son el resultado de prácticas o
sistemas sociales. (Comité para la Igualdad del Consejo de Europa).
Unidad 11
Ideas resumen de la unidad
Las acciones positivas son todas aquellas medidas puntuales o estrategias más amplias, cuyo objetivo es reequilibrar las desigualdades existentes entre hombres y mujeres y que abarcan desde una estrategia
global como son los planes de igualdad, el establecimiento de estructuras como Organismos de Igualdad, hasta medidas concretas en el
ámbito de la empresa.
En una sociedad democrática, junto a la acción que llevan a cabo los
poderes públicos y las instancias formales de poder, es fundamental
el papel de la sociedad civil. El Movimiento de Mujeres, junto a sindicatos, asociaciones, partidos políticos, juegan un papel trascendental
en la definición de las necesidades de las mujeres y en la búsqueda
de respuestas innovadoras y eficaces a situaciones problemáticas que
puedan afectarlas.
El mainstreaming de género, es la organización, la mejora, el desarrollo
y la evaluación de los procesos políticos, de modo que la perspectiva
de igualdad de género, se incorpore a todos los niveles y en todas las
etapas, por los actores normalmente involucrados en la adopción de
medidas políticas (Definición del Grupo de Trabajo sobre Mainstreaming del Consejo de Europa).
Preguntas para la reflexión
•
¿Cuál es la razón por la que se implementan las políticas de
género?
•
¿Qué diferencia existe entre las políticas específicas y el
Mainstreaming?
487
Unidad 11
•
•
¿Qué repercusión tiene en la sociedad la implementación de
políticas de género?
¿En qué sentido afecta a las mujeres que un servicio como
transporte o vivienda no se diseñe desde la perspectiva de
género?
•
¿Qué causas explican que no se pueda conseguir la igualdad real a pesar de haberse establecido la igualdad legal?
•
¿Qué medidas específicas de género se han establecido en
tu ayuntamiento?
Aclarando conceptos
Exclusión: Es un proceso social que supone eliminar o limitar el acceso a una persona o grupo de personas a sus derechos y/o oportunidades laborales, económicas, políticas y culturales. Dicho proceso
social de separación o distanciamientos puede tener diferentes causas
y manifestaciones.
Reparto de responsabilidades: Para que una persona -mujer u hombre- tenga una vida completa y plena, debe atender a tres espacios
distintos y complementarios como son:
- El espacio público (laboral, participación social, política y
cultural).
- El espacio doméstico (tareas del hogar, afectos y cuidados de
otras personas).
- El espacio privado (ocio, formación, es decir que cada persona se dedique a sí mima).
La asunción por parte de las mujeres de la doble jornada –laboral y doméstica-, limita sus posibilidades reales de participar en la promoción
profesional, la formación y desarrollar otros intereses y expectativas en
los diversos ámbitos (sociales, culturales, políticos…).
Con el fin de facilitar la participación social y pública de las mujeres y
los hombres, se hace necesario un reparto más igualitario entre ambos
sexos de dedicación a las tareas domésticas y el cuidado de las personas dependientes, así como la creación de una red más amplia y consistente de recursos sociales, que respondan a las nuevas necesidades
emergentes.
488
Unidad 11
Paridad: Es un valor político de contrapeso de la igualdad, término al
que la paridad se asimila en el diccionario. Pero es mejor realizar su
explicación por analogía con el concepto matemático de equidiferencia, que se define “como igualdad de dos razones por diferencia”. La
paridad es un término que han introducido las mujeres en el lenguaje
y en los foros políticos. Referida a la proporcionalidad representativa entre hombres y mujeres, se aplica como calificativo: “Democracia
paritaria”, remite a los discutidos porcentajes y a las denostadas cuotas de presencia estadística de mujeres en sectores en que se hallen
subrepresentadas y propugna la discriminación positiva para conseguir espacios laborales o políticos en los que, siendo mujer, es difícil
o casi imposible entrar sólo por méritos propios, aunque estos sean
relevantes, ya que los espacios económicos y de poder político se hallan
bien hiperocupados por los varones (...). (“Democracia Vital”, Pág. 160.
Elena Simón. Editorial
ANAGRAMA 1999.)
Cuota: Proporción dada o parte de puestos, escaños o recursos que
deben ser atribuidos a un colectivo específico, generalmente siguiendo
ciertas normas o criterios, con la que se pretende corregir un desequilibrio anterior, generalmente en posiciones de toma de decisiones o en
cuanto al acceso a oportunidades de formación o a puestos de trabajo.
Directivas sobre la igualdad de trato: Directivas que amplían el alcance del principio de la igualdad de trato entre hombres y mujeres
(que inicialmente, en el Tratado de Roma, sólo se refería a la remuneración). Este principio ha ido ampliándose al acceso al empleo, a
la formación y a la promoción profesionales y a las condiciones de
trabajo (Directiva 76/207/CEE del Consejo, de 9 de febrero de 1976,
DO L 39 de 14.2.1976), a los regímenes legales de seguridad social
(Directiva 79/7/CEE del Consejo, de 19 de diciembre de 1978, DO
L 6 de 10.1.1979), a los regímenes profesionales de seguridad social
(Directiva 86/378/CEE del Consejo, de 24 de julio de 1986, DO L 225
de 12.8.1986), a quienes ejerzan una actividad autónoma, incluidas
las actividades agrícolas (Directiva 86/613/CEE del Consejo, de 11 de
diciembre de 1986, DO L 359 de 19.12.1986), a la trabajadora embarazada, que haya dado a luz o en periodo de lactancia (Directiva 92/85/
CEE del Consejo, de 19 de octubre de 1992, DO L 348 de 28.11.1992)
y al permiso parental (Directiva 96/34/CE del Consejo, de 3 de junio
de 1996, DO L 145 de 19.6.1996).
489
Unidad 11
Lecturas para la reflexión
En esta ocasión hemos elegido un fragmento del libro de Judith Astelarra titulado Veinte años de políticas de igualdad209 en el que realiza un
balance y analiza el resultado de las políticas de igualdad en España.
“(…) Se puede decir que hay tres requisitos básicos para que las políticas de igualdad tengan relativo éxito y se puedan abordar las estrategias de más alcance. El primero es que haya una masa crítica de
feministas (cuantitativa y cualitativa) en las instituciones del estado,
ya que son mujeres que están allí porque se sienten comprometidas
con las mujeres. Multiplicar esto por una gran cantidad es de enorme
importancia para que efectivamente se cree en toda la Administración
la posibilidad de profundizar posteriormente las políticas de igualdad
de oportunidades. El segundo requisito es que las políticas adquieran
una dinámica propia que no pueda ser cambiada. Es decir, se trata de
que institucionalmente no se pueda echar atrás una política determinada. Esto no depende sólo de la militancia de las mujeres que están
en el Estado. Para conseguirlo hay cuatro elementos muy importantes: investigación, implementación, evaluación y revisión de políticas.
Hay que crear una comunidad de policy makers. Los profesionales que
desarrollan y aplican las políticas. Estas requieren experiencia y conocimiento, sobre todo por el intercambio internacional, que es muy
importante en esta área. Es necesario analizar cuáles son las mejores
medidas, cómo se puede hacer progresos y cómo puede conseguir cambiar la realidad social que determinan las mujeres.
Finalmente, el último requisito se refiere a la capacidad de asumir las
diferencias que puedan existir entre las mujeres destinatarias de las políticas, lo que se podría denominar como las características de la clientela. En el momento de implementar políticas determinadas aparecen las
diferencias que existen entre los variados grupos de mujeres. Son sus
problemas y necesidades específicas las que se deben resolver. Pero al
mismo tiempo no se pueden olvidar que las mujeres, a pesar de sus diferencias, son un colectivo en tanto que todas sufren algún tipo de discriminación. Por ello es necesario mantener la dimensión de género como
algo común, para que exista un lobby o grupo de presión de las mujeres
que exija que haya políticas de género. Pero las respuestas concretas
que se aborden desde las políticas de igualdad han de tomar en cuenta
las diferencias entre los distintos sectores sociales de mujeres”.
209. Astelarra Judith Veinte años de políticas de igualdad. Colección Feminismos. Ed. Cátedra. Madrid 2005. Pág
90-92
490
Avanzando en la Teoría de Género. Guía Metodológica para trabajar
con Grupos. Mujeres Jóvenes, 2001.
Carolyn Hannan (Directora de la División de Avance de las Mujeres
de Naciones Unidas), y Dirgitta Aqestrog (Grupo Interdepartamental
de Género. Comisión Europea. Unión Europea). Intervenciones en las
Jornadas Internacionales sobre Meanstreaming. Unidad de Igualdad y
Género. Sevilla, octubre de 2003.
Documento Etapa 2004 “Hacia la plena ciudadanía de las mujeres”.
Autores Rosa Escapa y Lázaro González. Urbal Red 12 Mujer y Ciudad.
Diputación de Barcelona.
Unidad 11
Para saber más. Bibliografía y páginas web recomendadas
Frederika Gepken, Emancipatiebureau EOUA, Holanda: cómo incorporar una perspectiva de género a la práctica corriente del planeamiento.
Fundación Mujeres (1999). Guía para la Aplicación Práctica del Mainstreaming en el Ámbito Local.
Informe de la Universidad de Edimburgo (1998). Maquinaria Política de
Igualdad y Transversalidad de Género.
Instituto Andaluz de la Mujer (2001). Mainstreaming o enfoque integrado de género. Sevilla.
Ponencia de Carmen Martínez Ten “Transversalidad o Enfoque Integrado de Género en las Políticas Locales. (Instrumentos para desarrollar políticas de igualdad)”. Seminario “Hacia la plena ciudadanía de las
mujeres” Programa Urbal Red nº 12 “Mujer y Ciudad” Barcelona, 21,
22 y 23 de abril de 2004.
Carta Europea de las Mujeres en la Ciudad, 1994-95.
http://habitat.aq.upm.es/boletin/n7/acarta.html.
Greenwich (Londres). “Interpretación e implementación de la Plataforma global de Beijing en el barrio de Greenwich de Londres”. Grace Evans (Unidad de Igualdad de la Mujer. División de Inclusión Social y Justicia. Barrio de Greenwich, Londres). SEMINARIO CIUDAD E
IGUALDAD GIRONA, 15, 16 i 17 de junio. Panel de experiencias I.
http://www.ajuntament.gi/generes/ponencies/grace_es.pdf
491
Unidad 1
ANEXOS
493
Dolors Renau nos recuerda en la introducción de este material, la
enorme importancia que tiene la experiencia y el conocimiento de las
mujeres feministas que participan en política. Los testimonios, las reflexiones y documentos que han aportado las compañeras, que forman
parte de este proyecto y la bibliografía consultada, han constituido, sin
duda, la base sobre la que poder ir construyendo con mayor o menor
fortuna, cada uno de los capítulos.
Anexos
Voces de mujeres
En un espacio que tradicionalmente ha sido negado a la mitad de la
humanidad, las mujeres hemos ido diseñando y configurando espacios
de encuentro para debatir, intercambiar y reinventar otra forma de
hacer política.
Escuchar las voces de otras mujeres que desde la proximidad o desde diferentes partes del mundo expresan problemáticas y opciones relacionadas con el espacio político, nos ha permitido comprender que es necesario, edificar desde nuestro saber colectivo, otra forma de hacer política.
Una política en la que la mitad de la humanidad se sienta reconocida y
participe en el diseño y desarrollo de la sociedad que creemos.
En estas últimas páginas, queremos recoger retazos de las voces de las
mujeres que han participado o están cercanas a este proyecto. Por motivos técnicos no pueden estar todas, pero sin duda, a través de estas
reflexiones, podremos escuchar las palabras de todas aquellas que han
querido compartir su experiencia, haciendo colectivo su conocimiento
de la política desde la perspectiva de género.
A todas y cada una, nuestro más sincero agradecimiento.
495
Anexos
Voces de mujeres en política
Una de las ideas más recurrentes es el valor añadido que las mujeres
aportan al contexto político, tanto en el modo como en la inclusión en la
agenda política de determinados contenidos. María Dolors Renau, lo
expresa en el siguiente texto:
“El lema “otro mundo es posible” empezó a circular por la vida
pública de la mano de las experiencias de Porto Alegre. Dicha
frase y todo lo que ella incluye nos confirman en la esperanza
de que las realidades actuales puedan ser transformadas para
bien. A menudo, también, decimos que la incorporación de las
mujeres a los lugares de decisión política no sólo responde a
su derecho a decidir plenamente, en plan de igualdad, sobre los
asuntos que conciernen a toda la humanidad, sino que su presencia va a transformar una vida colectiva que está necesitando
urgentes transformaciones. Otra política es posible. Y, para que
así sea, las mujeres debemos intervenir plenamente en ella”.
Mª del Carmen Viñas, secretaria de Relaciones Internacionales del
Partido Socialista Popular de Argentina, argumenta la necesidad de “estar en la política para el cambio”:
“Actualmente, las mujeres protagonizan roles fundamentales de
la sociedad civil. Las agrupaciones comunitarias, las entidades
defensoras de los derechos humanos y de medio ambiente tienen, a menudo, una mayoría de mujeres entre sus miembros.
Lo que sucede es que las mujeres sobresalen más dentro de la
política no institucional o en los movimientos sociales locales,
pero continúa al margen del proceso político formal.
Y cuando las mujeres estamos en política, cometemos un gran
error: luchar por una política de la presencia, pero ¿para que
estar ahí? Estar en política debe significar visibilizar los problemas de las mujeres. Esto es importante, sin embargo creo que el
desafío de hoy es avanzar hacia otros temas: la mundialización
de la economía, los problemas medioambientales, el debate sobre la paz y la guerra – entre otros- requieren de nuestro punto
de vista. Por ejemplo a la hora de decidir los presupuestos, y,
desafortunadamente, en estos lugares no estamos”.
Pero en el cómo podemos llegar las mujeres a situarnos en el espacio
político, venciendo las dificultades y obstáculos existentes, la paridad
parece constituir una de las estrategias más aceptadas.
. Revista “Mujer y Ciudad” nº 1. Febrero de 2004 Red URB-AL nº 12. http://www.diba.es/urbal12/castellano.htm
496
“La paridad viene siendo una reivindicación activa de las mujeres –y de muchos hombres- para perfeccionar nuestros sistemas democráticos. Cuando hablamos de paridad no hablamos
de cuotas, sino del 50% o de un 60-40% indistintamente, en
lo que a representación femenina y masculina se refiere. Estos
instrumentos de democracia paritaria deberían ser elementos
integrantes de la democracia representativa, instrumentos de
“acción positiva” (…) allí donde ha existido la obligatoriedad de
crear listas cremalleras o de integrar a las mujeres en paridad
real, el número total de mujeres elegidas ha aumentado claramente. Y ese incremento suele tener un espejo en la agenda política, es por eso, que se apoya la participación de las mujeres:
cuando las mujeres están presentes, emergen necesidades y demandas que hasta el momento se habían mantenido invisibles
en la esfera pública ¿Quién sino iba a acordarse de la necesidad
de contar con guarderías para una mayor corresponsabilidad y
conciliación de la vida personal y laboral?”
Anexos
Lidia Garcia Chicano, Cap del Servei de Promoció a les Polítiques
d’Igualtat Dona – http: //www.diba.es/, señala al respecto:
Amor del Álamo Margalef. Regidora Ponente de Programas Transversales de Sant Boi de Llobregat.
“La mayoría de nosotras luchamos cada día para conseguir una
mayor representación femenina en nuestros municipios; para
que las listas electorales de nuestros partidos no sólo sean paritarias, sino que además las mujeres estén situadas en posiciones preferentes; para conseguir conciliar nuestra vida personal
con la laboral, etc. Sin duda, es un trabajo arduo, por lo que
muchas de las compañeras, sean del partido que sean, abandonan a corto, medio plazo, pocas de nosotras podemos apostar
por la política como lo hacen nuestros compañeros de partido
y/o de gobierno, es decir, como una verdadera profesión de vida.
(…) Deseamos que todas y cada una de nosotras nos atrevamos
no sólo a iniciarnos en política, sino a consolidarnos como políticas, porque para conseguir una democracia paritaria, la voz de
las mujeres también debe ser escuchada”.
Estrella Rodríguez, alcaldesa de Apopa (El Salvador), manifiesta ante
la siguiente pregunta “Y cuales son los canales más adecuados para propiciar el empoderamiento de las mujeres que aún no están en el gobierno
pero que sí tienen esa vocación y sólo necesitan de cierto impulso”?
“El hecho de que los partidos políticos incorporen cuotas ha marcado un camino. Tal vez no sea el ideal, pero ha dado un camino
. Entrevista de Flavia Tello Sánchez para VOX LOCALIS. Enero 2006.
497
Anexos
para que las mujeres transiten por esa ruta donde encuentren
la oportunidad de dar a conocer la potencialidad de las mujeres.
Ahora me parece que acciones como las que la UIM (Unión Iberoamericana de Municipalistas) realiza para atraer mujeres en
la formación, la preparación y la promoción de la incorporación
de mujeres al frente de puestos importantes, termina de reafirmar las capacidades que las mujeres tienen. Por eso creo que
esa puede ser una de las rutas”.
La política desde la perspectiva de las mujeres es un tema que hemos
tratado extensamente a lo largo de los distintos capítulos. En este sentido Helle Degn, Diputada del Parlamento danés, Ministra de Cooperación para el Desarrollo, Presidenta del Comité de Política Exterior del
Parlamento Danés, primera mujer presidenta de la Asamblea parlamentaria de la OCDE, nos define la democracia y la participación de las
mujeres de la siguiente forma:
“El modelo de democracia deberá modificarse, debemos apostar
por un modelo más participativo en el que se instaure un sistema
de consulta. De la misma manera que los empresarios preguntan a los consumidores, los políticos deberían iniciar un mayor
diálogo con sus votantes. Y en ese marco las mujeres han sido
llamadas para desarrollar un papel extraordinario, participando
en el desarrollo de sociedades más participativas en las que todo
el mundo pueda hacer llegar sus peticiones a los políticos.
La diferencia entre los hombres y las mujeres es que las mujeres
nunca han sido invitadas a los círculos de poder. Y desde esta
situación debemos tomar ventaja para poner un poco de orden y
acabar con el mercado político e instaurar sistemas de toma de
decisiones más abiertos y transparentes. Eso es lo que los ciudadanos esperan, lo que las votantes quieren apoyar con su voto.
Por eso, pienso que las mujeres deberían iniciar un proceso en el
que las decisiones sean tomadas de una forma más transparente y es un mensaje que dirijo muy especialmente a los países en
transición y a los nuevos países de la Unión Europea.
Creo que las mujeres de todo el mundo, uniendo nuestros esfuerzos y participando juntas local o globalmente, podemos representar un cambio para la democracia, tanto de cara a los
resultados que se pueden obtener para la mitad de la población
femenina como aportando soluciones que den respuesta a los
problemas que confronta la sociedad a todos los niveles. Es muy
. Revista “Mujer y Ciudad” nº 2. Octubre 2004 Red URB-AL nº 12. Entrevista realizada por Neus Gómez Matarán,
Coordinadora de la Red URB-AL núm. 12 “Mujer y Ciudad”, Diputación de Barcelona, a la cual debemos, entre
otras muchas cosas, algunas de las voces que se recogen en diferentes partes de este material, http://www.diba.
es/urbal12/castellano.htm.
498
Recordamos las palabras de Alessandra Bocchetti, autora del libro
Lo que quiere una mujer en las que afirmaba que:
Anexos
importante que las mujeres incrementen su participación; para
hacerlo simplemente unámonos con aquellas personas con las
que vivimos y expresemos cuáles son nuestras expectativas de
cara a mejorar nuestra calidad de vida. (…). Juntas podemos
hacer que las cosas cambien. Podemos conseguirlo.”
“Las mujeres debemos renunciar a la inocencia de ser víctimas,
así como a la debilidad y la miseria con las que el patriarcado ha
tratado de identificar a las mujeres, y debemos convertirnos en
sujetos políticos, pasar a hacer política, mostrarnos en política,
ya que la experiencia femenina es necesaria en este ámbito. La
presencia femenina en política es necesaria no sólo para ejercer
el poder como lo han hecho tradicionalmente los hombres, y
algunas mujeres que lo han ejercido, claro ejemplo de ello son
por ejemplo los casos de Margaret Teacher o Condolezza Rice, si
no para transformar la fuerza de las mujeres en poder hacer, en
gobernar desde lo que quiere una mujer”.
Uno de los temas, quizás más difíciles de describir es el de los obstáculos que las mujeres vivenciamos en la política. Montserrat Gibert i
Llopart, Alcaldesa de Sant Boi de Llobregat por el Partit Socialista de
Catalunya afirma:
“El mayor obstáculo es que las mujeres todavía no participamos
de manera masiva en la toma de decisiones. Esto es completamente necesario. Pero como la igualdad en la política todavía
no se ha producido, la realidad es difícil. Por ejemplo, muchas
mujeres participan en política pero no asumen liderazgos, y si
lo hacen, pronto se retiran. Esto es una gran dificultad, porque
tienes que contrarrestar mucho, debemos consolidar liderazgos
de mujeres. Los hombres hacen carrera política, pero a las mujeres nos cuesta mucho. Debemos conseguir la conciliación laboral y la familiar, pero no sólo las mujeres, sino también los
hombres”.
Marielos Cubillo, Presidenta de la Comisión de la Mujer de la Municipalidad de San José, Costa Rica. Nos describe una vivencia con la que
todas podemos sentirnos identificadas:
“Siempre he luchado para que haya igualdad y equidad. En todos los espacios públicos la mujer tiene que trabajar más porque siempre se le exigirá más que a un hombre. Y es que nuestros mayores obstáculos se encuentran en los roles. Aunque yo
no tenga ningún problema de parte de mi familia y tenga todo
. Nos aporta el testimonio de Alessandra Bocchett, Sonia Guerra López, coordinadora general de este proyecto.
499
Anexos
el apoyo, hay momentos en que sentimos como se remuerde un
poquito la conciencia. Pienso: que estoy trabajando pero debería
estar en la casa, estoy trabajando y debería estar con mi esposo
en tal actividad. Y es muy difícil que las mujeres nos liberemos
de este sentimiento, porque en algún momento sentimos la culpa
de que estamos abandonando la familia por estar en política.
Yo tengo más horas dedicadas a la participación ciudadana y a
la participación política que en la participación con la familia y
eso es un obstáculo aunque una esté liberada.
Y otro de los problemas fundamentales es la ausencia de una
herencia política. Cuando las mujeres llegamos sin pertenecer
al marco de la política, sin tener personas que te precedan, entonces el camino debemos andarlo con nuestro propio esfuerzo
y esto cuesta muchísimo más.”
Volviendo a los contenidos de la agenda política desde la perspectiva
de género nos encontramos con dos valiosos testimonios de Brasil y
Costa Rica.
Ana Rosa Ruiz, Fundadora del Partido Nueva Liga Femenina de Costa
Rica plantea que:
“Las políticas de género en el desarrollo social, económico y cultural de las ciudades deben formar parte de una concepción integral, es decir, no pueden ser vistas como un anexo. Por ejemplo,
en lo referente a la gestión cultural. Piensen en las campesinas,
en las indígenas cuya vida está ligada a la naturaleza. Cuando
yo hablo de ese valor, de ese trabajo que no suele ser reconocido por la sociedad, no solo estoy hablando de la reproducción
humana, estoy hablando del tiempo voluntario, de su participación en la comunidad. Y está el otro trabajo que nos lleva a
lo cultural, y es que muchas mujeres hacen la huerta a la par
y no estamos hablando de cualquier huerta, estamos hablando
de una huerta que en muchos casos está sembrada de plantas
medicinales y estamos hablando de que este conocimiento que
transmiten las mujeres es parte de una herencia que se transmite de madres a hijas.
En una economía de mercado donde son las mercancías las que
tienen valor si están envasadas y compradas, los mismos componentes que adquirimos a la farmacéutica, dejan de tener valor
si los hemos conseguido de nuestra huerta, a partir de nuestros
conocimientos. Y este saber que forma parte de nuestra cultura,
500
Anexos
lo estamos perdiendo a la vez que están obligando a las mujeres
a irse al mercado de trabajo y desgraciadamente a maquilas,
como vendedoras ambulantes, como chanceras, como trabajadoras del sexo, como trabajadoras domésticas. En la mayoría
de estas situaciones reciben bajos salarios y sufren grandes niveles de explotación. Estamos dejando atrás una cultura que
debe estar presente en el entorno político porque forma parte de
nuestra herencia, identidad y forma de entender la vida como
mujeres.”
María Amelia de Almeida Teles de la Unión de Mujeres de Sao Paulo
afirma:
“Es fundamental que las políticas públicas adopten la perspectiva de género. Es necesario mejorar la situación de las mujeres.
Y cuando hablo de la situación de las mujeres siempre pienso en
la situación de la sociedad como un todo, pues si la situación de
las mujeres mejora, usted va a mejorar la situación del conjunto
de la comunidad. Por ejemplo en 1964, las mujeres salieron a la
calle. Todo quedo paralizado con el golpe y todo empeoro. El movimiento feminista Brasileño batalló por la caída de la dictadura
y por una democracia consolidada. Hoy hemos conseguido que
las voces de las mujeres sean escuchadas y es muy difícil que se
silencien como entonces. Sin embargo aún no hemos conseguido que las políticas públicas asuman la perspectiva de género.
Es cierto que se hacen programas pero suelen ser intentos que
dependen de personas concretas. No constituyen una línea consolidada. Queda mucho por hacer para que los gobiernos consoliden las políticas de género con presupuestos, funcionariado
y continuidad.”
Sonia Maria Coelho Gomes feminista y formadora de la “Sempreviva
Organización Feminista” - SOF, en San Paulo, nos recuerda la necesidad de la formación para la consolidación del liderazgo de las mujeres.
“Uno de los instrumentos que a mi juicio resulta más importante en la consolidación de liderazgos es el de la formación de
mujeres. Para fortalecer su lucha y dotarlas de visibilidad en el
espacio político es necesario constituir espacios de formación
donde nos sintamos escuchadas y reconocidas. Los espacios de
formación son imprescindibles para redefinirnos como mujeres.
Aprender de nuestra experiencia, valorar nuestro conocimiento
. La Sempreviva Organización Feminista - SOF; ONG que organiza formación feminista y capacitación para las mujeres del movimiento popular y social en general y coordina la Marcha Mundial de Mujeres en Brasil. La SOF ha sido la
Ong que impartió la formación de las mujeres lideres delegadas y consejeras de las comunidades que han participado
de la experiencia del OP (presupuesto participativo) en la ciudad de Säo Paulo. Página Web: www.sof.org.br.
501
Anexos
y recibir el apoyo del grupo es imprescindible para actuar en el
espacio político donde con frecuencia se ahoga nuestra voz. El
reconocimiento que nos otorga el colectivo de mujeres nos fortalece y nos da confianza en nosotras mismas, para ocupar los
espacios de decisión en la vida pública.
Margarita Carranco, concejala de desarrollo económico de la Municipalidad de Quito (Ecuador) y dirigente nacional de la Coordinadora
Política de Mujeres Ecuatorianas, nos proporciona su reflexión a cerca
del papel de las mujeres en el sostenimiento de las políticas desde la
perspectiva de género.
“Yo creo que la sensibilización de la madre, de la trabajadora, de
la dirigente barrial, de la dirigente gremial, de las mujeres profesionales, universitarias, arquitectas, ingenieras y las políticas
debe permitirnos entender cómo está estructurado el mundo,
y cómo este universo cultural nos ha afectado tanto, y cómo
al tomar conciencia, podemos transformarlo, introduciendo los
cambios en la familia, en el trabajo, en la política, y en el mundo
cultural: escribiendo poesía de manera distinta, pintando cuadros de manera distinta, lograremos lanzar mensajes distintos
que transformen nuestra realidad.
Si las mujeres descubrimos el verdadero poder que tenemos,
dejamos de ser funcionales a los gobiernos nacionales y locales.
Porque lo que hemos sido hasta ahora, ha sido ser funcionales a
ellos. Y dicen eso de “hay qué maravillosas son las mujeres, hay
las mujeres cuando hablan, hay las mujeres cuando se organizan... “, pero luego las mujeres no aparecen en el escenario. Y
siguen siendo los mismos los que deciden las cosas.
Hemos sido funcionales, hemos venido sosteniendo la crisis de
Latinoamérica y del mundo entero. Yo creo que ahora sí podemos decir que seguimos sosteniendo, no hay problema, pero a
cambio de derechos, a cambio de recursos para nuestros derechos, a cambio de inclusiones. De lo contrario nada. Pienso que
entramos en un milenio donde debemos acentuar, radicalizar
posiciones, mucho más feministas. Yo siempre digo, género y feminismo es subversivo. Cuando no entiendes lo que es el género
y el feminismo ¿qué vas a cambiar? De momento somos cuatro
gentes, especialmente en Latinoamérica y Europa, no hay muchas mujeres organizadas y sensibles. Somos apenas 0,2% de la
población las que nos dedicamos paulatinamente, a medida que
tomamos conciencia.”
. Entrevista realizada para el nº 3 de la Revista “Mujer y Ciudad” de la Red URB-AL núm. 12. Pendiente de publicación.
502
“En Cataluña se ha avanzado mucho. Medidas como, por ejemplo, la paridad de las mujeres y los hombres en el Gobierno
han ayudado mucho a visualizar los cambios producidos en la
sociedad en un período corto de tiempo. Estas medidas, no lo
olvidemos, son fruto de la decisión política. Y precisamente, el
Gobierno central promueve una ley de igualdad para que esta
sea una realidad en las empresas en los próximos años.
Anexos
Inma Moraleda, Diputada d’Igualtat i Ciudadania de la Diputació de
Barcelona, nos advierte en esta entrevista que a pesar de lo mucho que
se ha avanzado, aún queda mucho por realizar para que las mujeres
participemos en igualdad de condiciones en los espacios de decisión
política, social y económica.
Pero todavía queda mucho por realizar. Cualquier ámbito que se
analice presenta datos que lo demuestran: únicamente un 10%
de los ayuntamientos catalanes tienen alcaldesa; en el Estado
español ninguno de los principales grupos de comunicación está
dirigido por una mujer y de los 157 diarios que se publican sólo
17 están dirigidos por mujeres; aunque las mujeres son mayoría en la universidad, sólo hay un 12% de catedráticas; las
mujeres seguimos cobrando un 40% menos que los hombres;
seguimos dedicando el triple de tiempo que los hombres al trabajo doméstico; seguimos representado el 85% de las personas
cuidadoras...
Es necesario que las mujeres participemos en igualdad de condiciones en los espacios de decisión política, social y económica. Debemos repensar la forma en que repartimos los tiempos
hombres y mujeres en nuestra sociedad, y fomentar la corresponsabilidad en los trabajos de atención familiar. Es necesario
fomentar medidas para favorecer la coeducación y para eliminar
las discriminaciones laborales todavía existentes.”
Sonia Ruiz, técnica en política social de la Diputació de Barcelona, contextualiza las estrategias feministas que deben de llevarse a la práctica
política entrelazando los distintos espacios por los que las mujeres caminamos cotidianamente:
“La justicia social feminista navega por otros mares, entrelazados con la vida y las experiencias cotidianas de las mujeres.
Otros retos estratégicos se encuentran en la esfera ‘vital-capital’,
el marco donde se insertan los tiempos, los espacios, y todos los
trabajos. La participación de las mujeres en la esfera pública
(en la política institucional, en la vida cultural, y desde luego
también en el mercado laboral) no puede pasar tan sólo por su
. Entrevista publicada en “El Periódico” 8 de marzo de 2006.
503
Anexos
mera integración. Debe conllevar necesariamente una transformación con criterios feministas. El trabajo remunerado en la
actualidad otorga ciudadanías, y por lo mismo cada vez más
feministas buscan alternativas económicas, que son finalmente
vitales y que sobre todo tienden a frenar la precarización de la
existencia. Un modelo económico basado en criterios de explotación femenina (violencia, prostitución, acoso, discriminaciones
salariales, segregación vertical y horizontal, techo de cristal, …)
es rechazado frontalmente. Y al ámbito laboral hay que sumar el
trabajo de cuidado y doméstico - tan ligado a la vida de las personas- de forma mayoritaria desarrollado por mujeres, desde la
invisibilidad del hogar y el escaso reconocimiento cuando sale
de éste. En esta esfera donde se unen vida, trabajos, tiempos y
mercado, también el gobierno del Estado ha tenido a bien intervenir a través de una ley de dependencia que está siendo discutida en el Parlamento en la actualidad. Las aportaciones de las
organizaciones de mujeres en el buen desarrollo de este nuevo
pilar de derechos son necesarias, pues son muchas reflexiones y
prácticas que deben ser tenidas en consideración. La presencia
de las mujeres, la paridad se suele notar, nada más llegar.”
Lluïsa Moret Sabidó, Jefa de Programas Transversales del Ayuntamiento de Sant Boi, comparte con nosotras las razones por las que las
mujeres debemos estar en la política construyendo un modelo de liderazgo propio, en el que reconocernos y desde el que aportar una nueva
forma de mirar y actuar en política.
“Además de la evidencia de que las mujeres debemos y tenemos
que estar presentes en la política y ejercer liderazgo político,
creo que estamos obligadas a reflexionar sobre lo que subyace
a esta afirmación. En este sentido, quiero compartir con todas
vosotras algunas de las palabras que fluyen en mí, desde el debate interno:
“Somos mujeres, ¡soy mujer!, estamos en nuestros mundos, en
el mundo, como mujeres, ¡estoy mujer!”
Esta es la afirmación. Esta es nuestra afirmación.
En la distancia entre el ser y el estar, en el estar sin renunciar a
ser, se encuentra la clave de nuestro liderazgo femenino. Si somos capaces de acortar esta distancia progresivamente, y hacer,
y hacernos en el mundo como mujeres sujetos que a la vez son
y están, conseguiremos visibilizar la necesidad, por lo que tiene
de útil y de enriquecedora, de la presencia de nuestra forma de
decidir, de opinar, de aportar, de proponer, de negociar, de ejercer en lo público, en lo político.
504
Debemos nutrirnos de estos valores y habilidades a las que nos
han hecho renunciar, y recuperarlos como propios, como presentes preciosos que aportamos a la dimensión de lo público
y por tanto, de lo susceptible de ser compartido con aquellos y
aquellas que quieran participar de este reto abocado al futuro
“incierto”, pero futuro al fin y al cabo, de diseñar un nuevo escenario en lo político que incluya el ser y estar femenino como
valor definitivo e irrenunciable”.
Anexos
Como dice Nélida Piñon, escritora brasileña, premio Príncipe de
Asturias de las letras: “ ...las mujeres son seres cercanos a las
agonías humanas, que además tienen una capacidad innata de
decir, de narrar y una memoria secreta que se transmite de unas
a otras y que aflora en cualquier momento: como la palabra, el
olor de la comida o nuestro imaginario”.
Recordando la historia de las mujeres durante tanto tiempo silenciada,
Sonia Guerra López, Coordinadora general del proyecto, “Formación y
capacitación política para mujeres”, afirma….
“Las mujeres siempre han hecho política, pero ellas no han sido
reconocidas de la misma forma que los hombres. El patriarcado
ha silenciado durante muchos siglos la obra y el pensamiento
de las mujeres, dejando al sexo femenino sin referentes, sin historia y sin genealogía. Las mujeres de hoy debemos conocer y
reconocer a todas aquellas antepasadas que lucharon por conseguir que la situación de las mujeres en el mundo mejorase. De
este modo, poco a poco, construiremos una genealogía femenina, que nos permitirá, a su vez, establecer vínculos y espacios
de relación que nos fortalezcan y empoderen”..
Por último Neus Gómez Matarán, Coordinadora de la Red URB-AL núm.
12 “Mujer y Ciudad”, Diputación de Barcelona define la continuidad del
proyecto dentro de la RED Mujer y ciudadanía y declara sentirse….
“Una receptora privilegiada de la voz de tantas mujeres extraordinarias que durante estos años han participado en las actividades de la Red. Conversar con ellas, pero, sobre todo, escucharlas ha permitido consolidar algunos planteamientos iniciales de
trabajo en red. En ese sentido, la formación política, específica,
y con perspectiva de género, ha pasado a ocupar un lugar central en el proyecto de continuidad de la Red. Para ello, la mejor
medida, la mejor apuesta, ha pasado por este proyecto, y por
otros proyectos comunes aprobados en el marco de la Red Mujer y Ciudad, en los componentes formativo ha sido central. La
. Proyecto en el que se desarrolla este material y que lidera el Ayuntamiento de Sant Boi.
505
Anexos
culminación de este trabajo va a ser la creación del Centro de
Formación Política Mujer y Ciudad, liderado por la Diputación
de Barcelona, que ofrecerá a nuestras mujeres, latinoamericanas y europeas, la posibilidad de acceder a cursos presenciales
(que se organizarán a partir del 2007 en Barcelona, Buenos Aires y San José), y virtuales, que puedan complementar y reforzar sus capacidades, y de esa forma mejorar sus posibilidades
de participar (y consolidarse) en la política en mejores (igualdad
de) condiciones.”
Otras voces....
En el capítulo IX del material didáctico se introducen las reflexiones del
grupo de trabajo que realizamos en Sant Boi, cariñosamente denominado “la mesa de regidoras”, formada por las alcaldesas Montserrat
Gibert i Llopart, Alcaldesa de Sant Boi de Llobregat, Dora Ramón Cabot, Alcaldesa de Martorell, Tomasa Jiménez Frías, Alcaldesa de Sant
Climent de Llobregat y Joana Maria Badell, Alcaldesa de Begues, junto
con Amor del Álamo Margalef Regidora Ponente de Programas Transversales de Sant Boi, acompañadas entre otras por Mª Dolors Renau i
Manen, Comisionada de la Presidencia para los Programas Internacionales de Igualdad y Ciudadanía de la Diputación de Barcelona.
Para cerrar este último apartado transcribimos algunas de las consideraciones que surgieron entonces....
§ Obstáculos….
“A los hombres les cuesta reconocer que tú puedes tener un
cargo con responsabilidad mayor…aunque intentemos explicar
que la alcaldía es un ejercicio que ocupa un espacio de tu vida
y que cuando acabe desempeñaremos otro trabajo…duramos
poco tiempo por que no generamos los mecanismos necesarios
para perpetuarnos en el puesto de poder…porque creo que no
hay que hacerlo…”
“Cuando llegas a alcaldesa te encuentras con equipos masculinos que dirigen la administración….y les cuesta reconocer que
quien va a dirigir es una mujer.”
“Nosotras sabemos de donde venimos, a donde vamos y a donde
queremos ir…y esto puede ser un handicap en un espacio como
el político que es altamente competitivo.”
“Los obstáculos se presentan cuando las reglas del juego no están claras, cuando hay una lógica que no nos pertenece o cuando hay fidelidades que no entendemos. Cuanto más democráti-
506
§ Lo que aportamos las mujeres a la política…
“Las mujeres tenemos una gran capacidad de colocarnos en el
contexto del municipio…pero sobre todo tenemos una gran capacidad para la escucha. Vamos por la calle y escuchamos y a partir
de allí interpretamos. No necesitamos el manual para interpretar
lo que ocurre en la calle y fomentar la participación. Creo en la
intuición…y en este sentido nosotras tenemos una gran capacidad para leer lo que ocurre en la realidad y además para vivir en
el conflicto. El conflicto o no nos hace crecer o no nos desmoraliza
y sabemos manejarlo para buscar soluciones...
Anexos
cas y más vitales son las organizaciones mejor nos manejamos
las mujeres porque entendemos como podemos manejar las reglas, el problema es cuando esto no está claro y las decisiones se
adoptan en espacios restringidos y por caminos poco claros.”
Por último me gustaría señalar la humildad…para hacer política
se tiene que ser humilde y a nosotras no nos cuesta ser humilde…Tal vez por eso los ciudadanos y ciudadanas se identifican
más fácilmente con nosotras. Somos más próximas, más cercanas. La gente te aborda en la calle para contarte sus problemas.
Y en una sociedad tan salvaje, con tan pocos puntos de referencia, y unas identidades tan difuminadas, todos y todas necesitamos comunicarnos e identificarnos con alguien muy próximo.
Lo necesitamos muchísimo.”
“Las mujeres somos muy prácticas, sabemos diferenciar lo que
es importante de lo que no…y no tenemos que adornarlo todo.
Por decirlo de alguna forma somos más eficaces…”
“Hay percepciones sencillas que son cotidianas que nosotras vivimos y percibimos distinto…”
§ Por qué participar en política…
“Porque si queremos cambiar las cosas tenemos que estar en
los espacios de decisión e intentar que las mujeres que vengan
después no se encuentren con las dificultades con las que nos
tropezamos nosotras…”
§ Y las últimas ideas…
“Tenemos que trabajar en alianza con otras mujeres. Tenemos que
pensar que por el hecho de ser mujer merecen nuestro apoyo”
507
Anexos
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“Tenemos que aprender a ser resistentes. En política es importante saber resistir. Antes de quemarte, retírate y luego vuelve…pero resiste”
“Merece la pena estar en política…a pesar de todo…la política es
un trabajo de gran dignidad y de un gran compromiso humano.
La política es apasionante porque es la vida…”
“Formación y capacitación política para mujeres electas”
URB-AL Red n12 “Mujer y Ciudad”
El equipo que ha diseñado y elaborado esta guía está formado por:
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Maria Dolors Renau i Manen.
Amor del Álamo Margalef.
Lidia García Chicano.
Lluïsa Moret Sabidó.
Neus Gómez Matarán.
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Sonia Guerra López.
Sonia Ruiz García.
Luz Martínez Ten.
Rosa Escapa Garrachón.
Autoras:
- Rosa Escapa Garrachón. (Coordinación).
- Luz Martinez Ten. (Elaboración y textos).
Basada en los materiales de:
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Maria Dolors Renau i Manen.
Sara Berbel Sánchez.
Amelia Valcárcel.
Carmen Martinez Ten.
Marisa Revilla.
Rosa Escapa Garrachón.
- “Mujer, Tú puedes”. Diputación de
Barcelona.
- Red URB-AL núm. 12 “Mujer y
Ciudad”. Diputación de Barcelona.
- Fundación Jaime Vera.
- Fundación Julián Besteiro.
Y la colaboración de…
- Neus Gómez Matarán (Coordinadora de la Red
URB-AL núm. 12 “Mujer y Ciudad”. Diputación
de Barcelona).
- Sonia Guerra López (Coordinadora General del
Proyecto de Formación y Capacitación Política
para Mujeres. Ayuntamiento de Sant Boi).
- Sonia Ruiz García (Espacio Francesca
Bonnemaison. Servicio de Promoción a las
Políticas de Igualdad Mujer-Hombre. Diputación
de Barcelona).
- Maryluci de Araujo Faria (São Paulo. Brasil).
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Maria Lucia da Silveira (São Paulo. Brasil).
Loly Balladares (Quito. Ecuador).
Vannina Grijalva (Quito. Ecuador).
Maria Susana Piersanti de Oettinger (Asunción.
Paraguay).
Ana Silvia González (San Salvador. El
Salvador).
Anabelle Rodríguez (FUNPADEM. Costa Rica).
Rosanna Braga (Torino. Italia).
Isabel Soto (Montevideo. Uruguay).
... que nos acercaron la realidad de las mujeres líderes en América Latina y Europa.
A la mesa de regidoras, formada por:
- Montserrat Gibert i Llopart, Alcaldesa de Sant Boi de Llobregat.
- Amor del Álamo Margalef, Regidora Ponente de Programas Transversales de Sant Boi.
- Dora Ramon Cabot, Alcaldesa de Martorell.
- Tomasa Jiménez Frías, Alcaldesa de Sant Climent de Llobregat.
- Joana Maria Badell, Alcaldesa de Begues.
- Lidia García Chinaco, cap del Servei de promoció a les Politiques d`Igualtat de la Diputació de Barcelona
... que aportaron y compartieron con nosotras su experiencia política desde la perspectiva de género.
Y también a:
- Mª Dolors Renau i Manen, Comisionada de la
Presidencia para los Programas Internacionales de
Igualdad y Ciudadanía. Diputación de Barcelona.
- Amor del Álamo, Regidora Ponente de Programas
Transversales. Ayuntamiento de Sant Boi de
Llobregat.
- Lidia García Chicano, Jefa del Servicio de
Promoción a las Políticas de Igualdad MujerHombre de la Diputació de Barcelona.
- Margarita Carranco: Concejala de desarrollo
económico de la Municipalidad de Quito (Ecuador)
y dirigente nacional de la Coordinadora Política de
Mujeres Ecuatorianas.
- Mª del Carmen Viñas, Secretaria de Relaciones
Internacionales del Partido Socialista Popular de
Argentina.
- Helle Degn, excomisionada del Consejo de
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Estados Bálticos, exministra y exparlamentaria
danesa.
Estrella Rodríguez, alcaldesa de Apopa (El
Salvador).
Marielos Cubillo, Regidora y Presidenta de la
Comisión de la Mujer, de la Municipalidad de San
José.
Ileana Argentina, desde 1997, diputada en la
Asamblea Legislativa por la Circunscripción
Nacional de El Salvador.
Ana Gladys Zetino, Concejala Responsable de
Género en la Alcaldía Municipal de San Salvador,
entre otras responsabilidades.
Martha Carolina Recinos Montes, Gerente General
de la Alcaldía de San Salvador.
Ana Rosa Ruiz, fundadora del Partido Nueva Liga
Femenina de Costa Rica.

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