Bosquejo de Estudio I. Introducción

Transcripción

Bosquejo de Estudio I. Introducción
Creciendo en Humildad (Parte 3)
Bosquejo de Estudio
Este documento es solo un corto resumen de este sermón, que sirve para seguir el sermón o repasar los puntos
principales.
I. Introducción
La humildad no es una característica humana muy popular en nuestra sociedad. Si usted
escuchas las noticas, o lees los periódicos, o entras en las redes sociales, la humildad realmente
brillará por su ausencia. ¿Por qué? La humildad puede solo estar presente donde Dios está
presente. Donde Dios no está (honrado), la humildad está ausente. La verdadera humildad
solamente puede sobrevivir en donde Dios es exaltado. Cuando Dios es expulsado de la vida del
hombre, el que viene entonces a tomar el trono de su corazón es el hombre mismo. Lo cual es
realmente la expresión máxima de orgullo, el hombre pensando que dueño y señor de su propia
vida.
Definiciones:
Orgullo: El orgullo es cuando los seres humanos pecadores aspiran al estatus y posición de Dios
y se niegan a reconocer su dependencia de Él. Orgullo es contender por la supremacía de Dios,
y exaltar nuestros corazones en contra de Él.
Humildad: Evaluarnos honestamente a nosotros mismos a la luz de la santidad de Dios y de
nuestro pecado. Tener una noción correcta de quienes somos nosotros a la luz de quien es El.
A. El Peligro del Orgullo
1. El orgullo fue el Primer Pecado
a. Satanás: Por su belleza deseó ser igual a Dios.
b. Eva: Vio el fruto prohibido como algo que la haría igual a Dios.
2. El orgullo es odiado por Dios
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a. Proverbios 6.16–19 (LBLA) - 16 Seis cosas hay que odia el Señor, y siete son abominación
para El: 17 ojos soberbios, lengua mentirosa, manos que derraman sangre inocente, 18
un corazón que maquina planes perversos, pies que corren rápidamente hacia el mal, 19
un testigo falso que dice mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos.
b. Proverbios 16.5 (LBLA) - 5 Abominación al Señor es todo el que es altivo de corazón;
ciertamente no quedará sin castigo.
3. El orgullo es opuesto por Dios
a. Santiago 4.6 (LBLA) - 6 Pero El da mayor gracia. Por eso dice: Dios resiste a los soberbios,
pero da gracia a los humildes.
4. El orgullo trae destrucción
a. Proverbios 16.18 (LBLA) - 18 Delante de la destrucción va el orgullo, y delante de la caída,
la altivez de espíritu.
B. La Bendición de la Humildad
1. Promesas para los humildes
a. Dios habita con los humildes - Isaías 57.15
b. Dios mira a los humildes - Isaías 66.1–2
c. Dios da gracia a los humildes - Santiago 4.6
2. Cambiando nuestro entendimiento de la grandeza
› Para el mundo el ser grande es alcanzar muchos logros, conquistar metas, realizar sueños,
ejercer dominio o autoridad, tener control de todo o todos. Si vamos a fomentar la
humildad en nosotros, tenemos que cambiar nuestro entendimiento de lo que ser grande
realmente es.
3. Jesus redefine la grandeza
a. Marcos 10.43–44 (LBLA) - 43 Pero entre vosotros no es así, sino que cualquiera de
vosotros que desee llegar a ser grande será vuestro servidor, 44 y cualquiera de vosotros
que desee ser el primero será siervo de todos.
4. Jesus es nuestro ejemplo
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a. Marcos 10.45 (LBLA) - 45 Porque ni aun el Hijo del Hombre vino para ser servido, sino
para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.
C. El ejemplo de Jesus
1. Se humilló en Su encarnación: Filipenses 2.5–7 (LBLA) - 5 Haya, pues, en vosotros esta
actitud que hubo también en Cristo Jesús, 6 el cual, aunque existía en forma de Dios, no
consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, 7 sino que se despojó a sí mismo
tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres.
2. Se humilló en Su vida: Filipenses 2.7 (LBLA) - 7 sino que se despojó a sí mismo tomando
forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres.
3. Se humilló en Su muerte: Filipenses 2.8 (LBLA) - 8 Y hallándose en forma de hombre, se
humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
4. Fue exaltado en Su resurrección: Filipenses 2.9–11 (LBLA) - 9 Por lo cual Dios también le
exaltó hasta lo sumo, y le confirió el nombre que es sobre todo nombre, 10 para que al
nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en el cielo, y en la tierra, y debajo de
la tierra, 11 y toda lengua confiese que Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
II. Fomentando la Humildad cada Día
A. Debemos ponerlo en práctica
1. Hablar de humildad no es suficiente, tenemos que ponerlo en práctica. Debe haber un
esfuerzo de nuestra parte, una aplicación de la verdad de Dios en nuestras vidas.
2. John Stott: En cada paso de nuestro proceso de crecimiento y de madurez, y en cada área
aspecto de nuestra obediencia y servicio cristiano, nuestro más grande enemigo es el
orgullo, y nuestro mejor aliado es la humildad.
B. Vivir a los pies de la cruz de Cristo
1. Para realmente matar el orgullo cada día, y cultivar la humildad, tenemos que meditar en la
gloria del sacrificio de Jesus.
2. La cruz de Cristo nos humilla. ¿Por qué?
a. Nos muestra quienes somos nosotros:
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i. John Stott:
Cada vez que miramos la cruz, Cristo parece estar diciéndonos: "Estoy aquí por ti. Es tu
pecado el que estoy cargando, tu maldición estoy sufriendo, tu deuda que estoy
pagando, tu muerte estoy muriendo. "Nada en la historia o en el universo nos reduce
al más minúsculo tamaño como la cruz. Todos nosotros nos inflamos, desde nuestro
punto de vista somos mejores de lo que realmente somos; hasta que visitamos el
Calvario. Es allí, al pie de la cruz, que somos reducidos a nuestro verdadero tamaño.
C. Tenemos que reconocer que somos siervos no señores
Salmo 100.1–2 (LBLA) - 1 Aclamad con júbilo al Señor, toda la tierra. 2 Servid al Señor con alegría;
venid ante El con cánticos de júbilo.
D. Tenemos que reconocer nuestra dependencia en Dios.
Salmo 100.3 (LBLA) - 3 Sabed que El, el Señor, es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros
mismos; pueblo suyo somos y ovejas de su prado.
E. Tenemos que expresar gratitud a Dios.
Salmo 100.4 (LBLA) - 4 Entrad por sus puertas con acción de gracias, y a sus atrios con alabanza.
Dadle gracias, bendecid su nombre.
F. Tenemos que aprender a descansar en Dios
1 Pedro 5.5–7 (LBLA) - 5 Asimismo, vosotros los más jóvenes, estad sujetos a los mayores; y
todos, revestíos de humildad en vuestro trato mutuo, porque Dios resiste a los soberbios, pero
da gracia a los humildes. 6 Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que Él os exalte
a su debido tiempo, 7 echando toda vuestra ansiedad sobre El, porque Él tiene cuidado de
vosotros.
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