El Español de México, Romanística - Español, literatura, cultura
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El Español de México, Romanística - Español, literatura, cultura
Languages Marc Hempel El Español de México Seminar paper 1 Institut für interkulturelle Studien der RWTH Aachen, Fachbereich Romanistik Hauptseminar: Fonética y Fonología (SS 2008) Referent: Marc Hempel Datum: 09.07.2008 Ausarbeitung: Español de México 1. Introducción México es el país hispanohablante más grande del mundo. Limita con los Estados Unidos, Belize y Guatemala y con sus 103 millones de habitantes supera con mucho el país de origen de la lengua castellana, la propia España. También por el número todavía aumentando de inmigrantes mexicanos en los Estados Unidos, la influencia de su dialecto es muy grande y quizá en los siguientes años incluso se potenciará. Por eso parece muy interesante examinar el dialecto y sus características fonéticas, sobre todo porque hay algunas peculiaridades que no se encuentran en ningunos dialectos del español. Por lo general, se puede decir que el español de América es muy influido por andalucismos, es decir rasgos del habla de Andalucía, porque muchos de los colonizadores provenían de esta provincia trayendo consigo su manera de hablar. Por ejemplo el yeísmo y el seseo, las características más prominentes del español suramericano (incluyendo el mexicano), provienen de esta región y se conservaron allá hasta ahora. La situación dialectal en México se caracteriza por la fuerte orientación al dialecto de la Ciudad de México. Llevándose casi un quinto de los habitantes, el dialecto de la capital goza de un gran prestigio y muchos hablantes aspiran a hablar así. Sin embargo, muchas regiones del país son bilingües porque todavía se conservan muchos idiomas indígenas – el náhuatl y el maya siendo los más grandes. Estas lenguas influyen el español fuertemente y es por eso que por ejemplo el español de Yucatán es tan diferente. Generalmente se puede hacer una división dialectal binaria entre las tierras altas y las zonas costeras.1 En esta tesis por eso me limito a explicar los aspectos generales del 1 cf. Kubarth 1987, p. 67 2 español mexicano y las características fonéticas de los dialectos del Distrito Federal y de Yucatán. 2. Aspectos generales El español mexicano cuenta con una notable proximidad a la norma hispánica ideal. “Ello podría ser fruto del alto nivel cultural que alcanzó, desde fecha muy temprana, el Virreinato de la Nueva España.”2 Los mexicanos rechazan muchas desviaciones de la norma como vulgares pero sí hay raras ocasiones en que el español de México se aparta de esta. Como casi toda América Latina, México realiza un total seseo y un generalizado yeísmo – fenómenos bastante conocidos que por eso no explicaré más detalladamente. El “fenómeno más detonante y más curioso”3 del español mexicano, que lo caracteriza fuertemente y que pueden notar incluso hablantes sin experiencia es el consonantismo firme que posee. Las sonoras intervocálicas /b/, /d/ y /g/ y secuencias consonánticas como /ksk/, /nst/, /kst/, /ks/ o /bst/ se conservan siempre, llevando a la pronunciación ‘correcta’ de palabras como exquisito, construir, texto, examen o abstracto. Mientras que en la mayoría de dialectos españoles predominan realizaciones del tipo [eskwisito], [costruir], [testo], [esamen] o [astrakto], los mexicanos las rechazan como vulgares y dan mucha importancia a los consonantes. Un fenómeno que va acompañando al consonantismo es el vocalismo que consiste en la debilitación y aún pérdida de vocales átonas, especialmente en contacto con /s/. Eso lleva a pronunciaciones como antes, pesos, noch’s o incluso ch’ste.4 Al contrario de muchos dialectos españoles, el sonido /s/ juega un papel muy importante en México ya que siempre se conserva. En combinación con el fenómeno del consonantismo así muchas veces se crean acumulaciones extrañas de consonantes como /croksi/ (creo que sí) o /lo supims/ (lo supimos). 2 cf. Lope Blanch 1996, p. 82 3 cf. Kubarth 1987, p. 68 4 cf. Lope Blanch 1996, p. 82 3 Generalmente, el tempo de elocución es lento y el tono moderado, pero sin embargo, por el fenómeno que acabo de describir, hablantes no-mexicanos tienen la impresión de una manera de hablar siempre con prisa.5 Una de las pocas ocasiones en que el dialecto mexicano se distingue de la norma hispánica es en el tratamiento de hiatos y diptongos. Los hiatos como /ea/, /eo/, /oa/ o /oe/ frecuentemente se diptongizan llegando a pronunciaciones como [tjatro] (teatro), [pjor] (peor) o [twaya] (toalla) mientras que a veces se reducen otros diptongos como en [prekasjon] (precaución) o [umentar] (aumentar) o incluso se consonantizan como en [jabla] (jaula). Un aspecto bastante peculiar del habla mexicano es la asibilación de la vibrante /r/ en posición final de la palabra, pero no en comienzo de sílaba ni precedida de /t/. “La asibilación – con sonoridad o ensordecida – se produce casi exclusivamente ante pausa: [saliř], [komeř], [atař].”6 Este fenómeno se crea bajo la influencia del náhuatl, una lengua indígena con 1.5 millones de hablantes en que el /r/ asibilada es un sonido regular. Aunque para hablantes no-mexicanos es muy difícil producirlo, los indígenas lo usan siempre y es un sonido común en su manera de hablar. Sobre todo en el sur de México (incluyendo la capital) hay una tendencia al rehilamiento de /y/, fenómeno muy popular en los estados rioplatenses y también conocido como žeismo. Consiste en la pronunciación de /y/ como [ž] o incluso [Z], si bien en México en posición inicial absoluta o ante /s/ el fenómeno va en aumento (ej.: [laZegwas] (las yeguas)). Otra característica general del dialecto mexicano es que el sonido /g/ antes de /wa/ muchas veces se elimina en palabras españolas o por lo menos es muy débil como en [awa] (agua) o [waDalupe] (Guadelupe). 5 cf. Kubarth 1987, p. 69 6 cf. Lope Blanch 1996, p. 83