Las vías romanas 19 y 20 del Itinerario de Antonino

Transcripción

Las vías romanas 19 y 20 del Itinerario de Antonino
El Nuevo Miliario
Número 3, diciembre de 2006
SUMARIO
-Editorial: Pongamos que hablo de Madrid... y un mea culpa
3
-Las vías romanas del norte de Marruecos, por Enrique Gozalbes
6
-Cañada y Calzada de la Plata: Tramo 1, por Santiago Bayón
14
-Las vías romanas 19 y 20 del Itinerario de Antonino, por Raúl Villanueva
25
-Madrid romano: nuevos puntos de vista, por Carlos Caballero
37
-”El Beneficio”: una ya vieja alternativa para Miaccum
49
-Titulcia, un enclave arqueológico aún por conocer, por Lorenzo Galindo y Vicente M. Sánchez
24
-Vías y restos romanos en la Sierra de Guadarrama, por Alejandro Beltrán
65
-La calzada romana entre Emerita Augusta y Caesar Augusta a su paso entre Complutum y
Segontia, por Elena Martín
79
-Revisión 2006 de la A-24, por Enrique Suja
84
-Los Beatles y Segobriga: algunas curiosidades y datos inéditos sobre las excavaciones en el
teatro de Segobriga en la década de los 60 del siglo XX, por Santiago Palomero
89
-El camino de Albacete al Pozo de la Peña, Chinchilla de Montearagón (Albacete), por F.J. López
Precioso, R. Noval, Mª.T. Molina y A. Collados
95
-La calzada de La Losilla (Albacete), por J.L. Fernández, J. Rodríguez Morales e I. Moreno
103
-La triste e increíble historia de la cándida (Eréndira) calzada Carthago Nova - Segobriga a su paso
por La Losilla, Chinchilla (Albacete), por “D. Quixote y Sancho”
106
-Los Congresos Internacionales de Caminería: el paradigma de la diversidad
108
-Ingenieros contra arqueólogos: no existe tal lugar
110
-La Vía de la Plata en la historiografía moderna, por Isaac Moreno
112
-Un segundo comentario a la obra de Manuel Durán Fuentes, con motivo de la segunda edición
de su libro “La construcción de Puentes Romanos en Hispania”, por Santiago Palomero
115
-Lo que se dice...
117
-La Vega Baja de Toledo y la privatización de la arqueología española, por J. Carrobles
125
-Juanelo y su artificio. Antología
126
-Convocatorias
128
-Renovación de suscripciones
130
-Pautas para la presentación de originales
131
El Nuevo Miliario
Consejo de redacción: Carlos Caballero, Santiago Palomero, Guillermo Sven Reher
Colaboradores de este número: Gonzalo Arias, Santiago Bayón, Alejandro Beltrán, Jesús Carrobles, Antonia
Collados, José L. Fernández Montoro, Leonardo Fernández Troyano, Lorenzo Galindo, Enrique Gozalbes, Jesús Jiménez
Guijarro, Francisco J. López Precioso, Elena Martín Blas, Mª.Teresa Molina, Isaac Moreno, Rocío Noval, Jesús Rodríguez
Morales, Vicente M. Sánchez, Jesús Sánchez, Manuel Santonja, Enrique Suja, Francisco Vázquez Cañas, Raúl Vega,
Raúl Villanueva. Fotos de portada: Mosaico de las Musas de Complutum, foto Creative Commons; Contraportada:
Piedra Escrita, Cenicientos, foto C. Caballero
Contacto: Carlos Caballero; c/. Espronceda, 14; 28003 MADRID; tel. 627 301 219. Guillermo-Sven Reher Díez; c/, Jordán
23 5º Dcha; 28010 MADRID; tel. 658159256
Correo – e: [email protected]
Imprime: Cyan, proyectos y producciones editoriales. c/. Fuencarral, 70, Madrid
Patrocina: Fundación Juanelo Turriano.
Depósito Legal: M-51.322-2005
ISSN: 1885-9534
El Nuevo Miliario no comparte necesariamente las opiniones vertidas por sus colaboradores,
que son únicamente responsabilidad de los firmantes de los trabajos
2
El Nuevo Miliario
nº 3, diciembre 2006
Editorial
Pongamos que hablo de Madrid... y un mea culpa
Bueno, pues aquí estamos de nuevo, con la mejor
Lo normal es que yo trabaje sólo lo justo para la
de las sonrisas miliarias, dispuestos a sacar el nú-
revista, como en el número 1, cuyo editorial sobre
mero 3, después de las críticas (constructivas, to-
"Cañadas, cordeles y veredas" no ha sido objeto
do hay que decirlo) y las alabanzas (que alguna
de ninguna crítica, a pesar del lirismo, la política y
también la hubo) con que fue recibido el número
ser contado en primera persona. Pero reconocerán
anterior.
conmigo que yo no tengo la culpa de que un
Ministro con cartera (socialista) protagonice una
La portada con el Ministro Caldera y algunos sesu-
aventura romántica con un miliario que transita
dos comentarios del miliario que suscribe estos
desde el franquismo a la democracia y que eso
textos han generado cierta polémica sobre lo que
sea noticia para aparecer en portada... junto con
uno de nuestros amables suscriptores no ha duda-
"La calzada de la Plata" y "El Miliario de
do en llamar "abuso de la lírica y la política".
Somport". Pero no se les pase por alto, que en el
mismo editorial llamamos la atención a la Junta de
Pero permítanme, con todo que aluda a un cúmulo
Comunidades de Castilla la Mancha (también so-
de circunstancias que
cialista) por el problema de la urbanización en la
debemos
a
Vega Baja de Toledo y en "La Losilla" en Chinchilla
nuestros lectores para
(Albacete) y el peligro de destrucción de un tramo
evitar malinterpretacio-
de la calzada Carthago-Nova – Segóbriga. O sea
nes: el autor habitual
una de cal y otra de arena, que es lo que decía el
de los editoriales es un
título. Pero es que además a esta vía, por si fuera
servidor, o sea el milia-
poco y porque no nos fiamos de la Administración
rio dibujado que apare-
(de ninguna) les pusimos de vigilantes a los
ce sonriente, indiferen-
Hernández y Fernández de la fraternidad detecti-
te o triste, según la
vesca miliaria (de cuya autoría soy i-responsable)
temporada. Puede a al-
para que nos informasen número a número de las
gunos parecerles inusual
peregrinas y quijotescas aventuras que, sin dudar-
que un miliario piense, hable y escriba o se transmita te-
lo, allí tendrán lugar, como se comprueba en este
lepáticamente, pero es que los miliarios aunque
nuevo número. Aprovecho también para pedir di-
muchos se crean que somos de piedra y en efecto
sculpas en este mea culpa editorial a los que se
los somos, también tenemos corazón, como la
sintieron aludidos de una forma inadecuada o por
estatua del Príncipe Valiente. Y por supuesto que
mis expresiones algo "chelis" (Maestro Umbral
tenemos un alma zen y derecho a la lírica y a la
dixit). Aquí en el Nuevo Miliario el cliente siempre
prosa.
lleva razón. El Miliario puede no ser "inocente", ni
nº 3, diciembre 2006
aclarar
El Nuevo Miliario
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sólo de "piedra", pero no quiere ser maleducado.
ganó en la votación del Consejo de Redacción 3 a
Los "implicados" saben que los quiero y yo sé que
0 y fue encargado a un reconocido arqueólogo y
ellos a mí también a pesar de mi estilo "freaky" y
museólogo de prestigio. En un próximo número
políticamente poco correcto (por ejemplo llamo
nuestro enviado especial viajará a Toledo y transi-
"abuelo" al Maestro Gonzalo Arias). Carlos,
tará por su Vega Baja, salvo que se tercie en su ca-
Guillermo y Santiago son como unos padres para
mino algún otro desmán. El Miliario Extravagante,
mí y yo lo reconozco, a pesar de sus admonicio-
nuestro antecesor, nunca fue "inocente", pues se de-
nes, soy un hijo un poco "consentido", pero ellos
cantó por la Democracia y el Pacifismo, de una ma-
no tienen la culpa de haberme adoptado demasia-
nera sutil e inteligente a la vez que abría caminos
do crecidito. No puedo prometer ser "bueno" pero
antiguos y nuevos. Por eso en El Nuevo Miliario
lo intentaré...
aspiramos "a la gloria de la extravagancia" en el
sentido más literal del término. De ahí que la per-
Decía que lo normal es que en el editorial y poco
plejidad, la ironía y el sentido del humor sean las
más se acabe mi trabajo y así será en los siguien-
únicas armas pacíficas con las que el Miliario se
tes números, pero no pude contenerme, y les pido
opone a los que maltratan el Patrimonio. ¿No es
disculpas por ello, a "entrevistar" al Ministro perso-
suficiente utopía sacar un nuevo número cada seis
nalmente. Sé que dicha entrevista ha sido juzgada
meses?...
por algunos
como "inadecuada por exceso de
sahumerio", pero para otros ha sido "jugosa"...y re***
conozco que el tripartito de El Nuevo Miliario ha
tenido mucha paciencia conmigo, pero es justo reconocer que los tres miembros del Consejo de
Redacción me pusieron pegas y que si la entrevista
En éste, en concreto, como la canción de Sabina,
pasó por dos votos contra uno, mi siguiente fechoría,
hablaremos de Madrid; bueno, para ser exactos
la de la creación del Miliario Torrente (una versión
navegaremos por Madrid antes de que fuese
dura de los Hernández y Fernández) fue derrotada
Madrid:
también 2 a 1, y sólo quedó la música del Fary y
lo de "apatrullar la Mancha", permaneciendo el
-Carlos Caballero ha "cocinado" para ustedes un
resto cerrado bajo siete llaves en los "Archivos
"estado de la cuestión" en el que, cual "popular co-
secretos del Miliario" hasta su apertura dentro de
cido madrileño", aparecen (casi) todos los nom-
50 años. Por tanto ningún miembro del Consejo de
bres y teorías que intentan explicar el Madrid
Redacción hace valoraciones políticas, otra cosa
Romano:
es que me las "consientan" a regañadientes. Ergo
también "Mea Culpa".
"Las niñas ya no quieren ser princesas
y a los niños les da por perseguir
Pero ahí se acabó todo porque el artículo del
el mar dentro de un vaso de ginebra
puente de Toledo (Madrid) firmado por Al-arif no
Pongamos que hablo de Madrid"
tiene nada que ver conmigo ni con los editores,
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El Nuevo Miliario
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-En nuestra "Revista Antecessor" El Miliario
"Donde el deseo viaja en ascensores
Extravagante el Maestro Arias popularizó una cu-
un agujero queda para mí
riosa teoría que hacía nacer Madrid en un cruce
que me dejo la vida en sus rincones
de dos vías romanas, la calle de Atocha y la de
pongamos que hablo de Madrid"
Alcalá (la teoría "romántica"):
-Madrid también es km.0 desde su Puerta del Sol,
por eso este editorial quiere recordar con mucho
" Allí donde se cruzan los caminos
cariño al recientemente fallecido Julio Gavín, crea-
donde el mar no se puede concebir
dor de la Asociación de Amigos del Serrablo y dar-
donde regresa siempre el fugitivo
le las gracias por restaurar más de 35 iglesias
pongamos que hablo de Madrid"
románicas con sus manos y las de sus ayudantes,
abriéndonos un nuevo camino pirenaico, en el que
Madrid es lo que se ve y lo que no se ve; hay todo
se respira la ternura, la luz, el paisaje y el buenha-
un submundo, castizo en La Corrala, gay en
cer de este "arquitecto del cielo".
Chueca, étnico en Lavapiés y "underground" en
Malasaña . Por eso y como no podía ser de otra
forma las excavaciones suburbanas de las gran-
"Los pájaros visitan al psiquiatra
des obras civiles también serán objeto de análisis,
las estrellas se olvidan de salir
pero además habrá quien defenderá nuevos plan-
la muerte viaja en ambulancias blancas
teamientos sobre viejas mansiones, un viejo asun-
pongamos que hablo de Madrid".
to de la temática miliarista, enriquecido ahora con
resultados de nuevas investigaciones en el piede-
Para acabar nos quedamos con el sentido de la to-
monte del Guadarrama y en la vieja Titulcia del
lerancia, del humor y de la vida de nuestro colega
Jarama.
miliarense Raúl... que "torea" la "broma" de un
cáncer como un valiente torero... mientras quede
torero, como bien reconoce. Nada lo dicho, que
"El sol es una estufa de butano
hay que intentar "torear" y engañar a la "Bicha" vi-
la vida un metro a punto de partir
viendo lo más y lo mejor posible:
hay una jeringuilla en el lavabo
pongamos que hablo de Madrid".
" Cuando la muerte venga a visitarme
que me lleven al sur donde nací
- Desde la Universidad llegan, en fin, nuevos vien-
aquí no queda sittio para nadie
tos que soplan en forma de revisiones sobre cami-
Pongamos que hablo de Madrid".
nos trazados por viejos ríos, como el Guadarrama
o el Henares, y a esa labor se entregan Alejandro
Vale, viator, no podemos ser menos que Raúl, to-
Beltrán y Elena Martín.
rearemos el Miliario... hasta que quede Miliario.
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Las vías romanas del norte de Marruecos
Enrique Gozalbes Cravioto
Universidad de Castilla-La Mancha
Estudios sobre las vías romanas
El estudio de las vías romanas de Marruecos, aún
en la actualidad, descansa en las interpretaciones
formuladas en el siglo XIX por Charles Tissot
(1878). Este personaje fue Cónsul general de
Francia en Tánger, cargo ejercido entre 1871 y
1876, en una época en la que eran muy complicadas las comunicaciones en el país, por seguridad y
otra que el Itinerario de Antonino, con los datos sobre distancias y mansiones.
Tissot no siempre fue leal a algunas fuentes de información que le aportaron datos; en esas mismas fechas,
con menor bagaje de conocimientos es cierto, había hecho ya lo mismo el Vice-cónsul español en Larache,
Teodoro De las Cuevas. Éste había localizado ya la importante colonia romana de Iulia Valentia Banasa, en el
Fig. 1. Las vías romanas de Marruecos, a partir del Itinerario de Antonino, según Tissot (1878)
por el atraso sumo de las infraestructuras, Tissot
logró recorrer el territorio, buscando las antiguas
vías romanas, y planteando la identificación de las
ruinas antiguas que observaba. Naturalmente, la
fuente literaria básica para el estudio no podía ser
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El Nuevo Miliario
curso del Sebú, lo que comunicó a Tissot; éste utilizó los
datos, recogió los vestigios de Banasa como descubrimiento propio sin citar a De las Cuevas (Pons,
1988: 249-250). Pocos años más tarde el propio
De las Cuevas rectificaba en algunos puntos el re-
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corrido de la vía romana, a partir de la identificación de la estación de Frigidae, mencionando la
existencia de un puente inédito en la zona (De las
Cuevas, 1885).
Durante todo el periodo de la colonización francoespañola en Marruecos (de 1912 a 1956) el estudio de Tissot, y su identificación de los topónimos
romanos, fue canonizado. Tan sólo Chatelain
(1944) documentó ya el dato aportado por Tissot
(Saavedra, 1884: 219), a saber que las vías romanas en Marruecos no debían estar pavimentadas,
puesto que en este caso el empedrado de Volubilis
desaparecía nada más cruzar las puertas de la
ciudad. Pudo percatarse bien de estos datos en
sus excavaciones, iniciadas en el año 1915 con
prisioneros alemanes de la Primera Guerra
Mundial.
En 1948 dos españoles, el Padre César Morán y el
bibliotecario Guillermo Guastavino, emprendieron
un estudio de vías en el Norte de Marruecos. En
sus recorridos pudieron percatarse de lo mismo,
haciendo algunas observaciones acerca de la bifurcación de las vías en la zona de Ad Mercuri, y
sobre todo acerca de nuevas ruinas romanas en el
recorrido de caminos antiguos (Morán y Guastavino,
1948). Por su parte Miguel Tarradell, pese a aportar
una metodología de trabajo moderna, no era demasiado aficionado al andar por esos campos, por lo
que no tiene nada de extraño que en su trabajo la
localización de nuevos asentamientos fueran,
siempre, en zonas costeras, o a partir de informaciones en zonas relativamente bien comunicadas
(Tarradell, 1954).
No existe ningún tipo de novedades hasta que en
1962 Maurice Euzennat publicó su estudio sobre
las vías romanas de Marruecos en el Itinerario de
Antonino. El autor era en aquel entonces Jefe del
Servicio de Antigüedades de Marruecos, y aportó
conocimientos novedosos sobre los vestigios.
Euzennat destacaba cómo en el caso de la
Tingitana la fotografía aérea no aportaba nada al
conocimiento, pues al tratarse las vías romanas de
simples pistas sus huellas en el paisaje eran nulas.
En cualquier caso, la principal aportación de
Euzennat fue la de negar que la statio de Ad
Mercuri, bifurcación de las dos vías de Antonino,
se pudiera identificar con el campo de ruinas de
Dchar Jdid, como aparecía seguro desde el estudio de Tissot. Por un lado, la distancia de 18 millas
recogida en el Itinerario es inferior a la real, y en el
lugar no sólo se hallaba una statio, sino una impor-
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tante ciudad, de considerables dimensiones. Ésta
no sería otra que la colonia romana de Iulia
Constantia Zilis (o Zilil según otros manuscritos). A
partir de esta consideración, Ad Mercuri se debía
encontrar más al Norte.
La statio siguiente, la de Ad Novas, se encontraría
más hacia el Sur, en la zona de Beni Arós, en la
orilla izquierda del río Jarrub, donde se habían localizado importantes restos romanos en diversos lugares, en especial sendos castella militares del Alto y
Bajo Imperio (Euzennat, 1962). Asentamientos que, a
partir de los informes de interventores militares, había
localizado Tarradell.
En los años sucesivos, las exploraciones arqueológicas de Michel Ponsich, en las regiones de
Tánger (Tingi) y de Larache (Lixus), a partir de la
cartografía de asentamientos antiguos, le permitieron trazar sobre el mapa algunas vías de comunicación antiguas. Desde entonces no se han producido novedades significativas. Tanto es así que en
la obra de síntesis de Chevallier (1997) simplemente se retoman las conclusiones de Euzennat
(con el añadido de fotos de pistas de la región de
Tánger, posibles vías antiguas según las hipótesis
de Ponsich). Llegados a este punto, es preciso
señalar que en el Itinerario de Antonino se reflejan
tan sólo, de forma expresa, tres ejes viarios en la
Tingitana. Y sobre todo, destaca el que todas estas
vías partan de un único punto, la colonia romana
de Tingi, actual Tánger.
Las vías marítimas
Desde Tingi se bifurcaban las comunicaciones por
mar y por tierra. Tingi era el puerto de entrada en
la provincia romana de la Mauritania Tingitana. Sin
duda, este carácter principal lo tenía desde antes
de la romanización. Sin embargo, fue en época de
Augusto cuando Roma adoptó la decisión política
más trascendental. La administración romana
había concedido el territorio mauritano al rey Iuba
II, prisionero desde muy pequeño y educado en
Roma, pero antes sustrajo tierras del reino, con
colonias y municipios en Argelia y N.O. de
Marruecos. En concreto, Tingi pasó a ser municipio primero, y en momento impreciso muy posterior incluso colonia romana.
En la decisión de Augusto era preciso fijar una comunicación bien establecida con sus municipio y colonias extra-territoriales, adscritos a la administración de la Bética. En este sentido, la administración
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romana fijó la comunicación entre los puertos de
Baelo y de Tingi como la precisa comunicación.
Como señalaba Estrabon acerca de Baelo, "habitualmente se embarca aquí para pasar a Tingi de
la Maurosía, y tiene también mercado y salazones". También Plinio (NH. V, 2) menciona la travesía entre Tingi y Baelo y veremos después el testimonio similar del Itinerarium Maritimum.
Las vías por mar de la Tingitana en el Itinerario de
Antonino son las siguientes:
1. A Tingi litoribus navigatur usque ad Portus
Divinos (It. Ant. 9-11). Se trata de una comunicación no terrestre sino naval, con imprecisiones en
las distancias que Gonzalo Arias, comentando trabajos míos anteriores, atribuía a la dificultad de
medir en millas lo que eran travesías marítimas
(Arias, 2004: 26-27). En efecto, contra lo reflejado
de forma muy errónea en un trabajo muy antiguo
sobre esta comunicación (Blázquez y Delgado
Aguilera, 1901), esta vía no era terrestre sino que
refleja una comunicación naútica. En el principio
del Itinerarium Provinciani Antonini Augusti se documentan realmente los puertos (y no simples desembarcaderos). Partiendo de Exploratio Ad Mercurios se citan Tingi a 174 millas, Rusadder a 318 millas de ésta
última, y Caesarea maritima, la capital de la
Mauritania Caesariense (Argelia) a 493 millas de
ella.
Rusadder no es otra que la actual ciudad de
Melilla, como sabemos por otras muchas fuentes
clásicas, el principal puerto de toda la costa mediterránea; la distancia de 318 millas de Tingi es
coincidente con la que después se ofrece de forma
pormenorizada, con la cita de las stationes marítimas menores o desembarcaderos. La identidad de
muchos de estos topónimos no parece nada clara:
Ad Septem Fratres, topónimo que dio lugar al
nombre de Ceuta, con toda probabilidad no se
hallaba en ésta, sino al Oeste (zona de
Beliunex); Ad Abilem mucho más probablemente
es el nombre del enclave romano de Ceuta; Ad
Aquilam Minorem probablemente corresponde a
la zona del río Negrón, al Sur de Ceuta; Ad
Aquilam Maiorem parece corresponder al actual
cabo Negro; Ad Promuntorium Barbari se suele
identificar con el cabo Mazari; Taenia Longa es
probablemente Uad Lau, etc.
2. A Tingi Mauritania... per maritima loca
Carthaginem usque Ab Exploratione, quod
Mercurios dicitur (It. Ant. 2-3). Esta es la única alusión a una vía que sorprenderá a algunos estudio-
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El Nuevo Miliario
sos del Marruecos antiguo que no la han tenido en
consideración. El hecho de hallarse la referencia al
principio del documento, fuera de la parte de
Marruecos que generalmente se conoce por la recopilación de Roget (1923: 39-40), sin duda explica este silencio. En la referencia del documento se
refleja una navegación entre el puerto de Tingi y el
enclave meridional atlántico de Exploratione, quos
Mercurius dicitur, con 174 millas de distancia, cifra
indudablemente errónea para hacerla corresponder con las distancias que luego se ofrecen para la
ruta terrestre.
Tánger, punto de partida de las vías
El puerto de Tingi, como arranque de las vías tiene
su lógica, puesto que en el texto del Itinerarium
Maritimum (495, 4-5), una especie de addenda al
de Antonino, se refleja la comunicación usual De
Hispaniis a Bellone traiectus Tingi Mauritaniam,
stadia CCXX. Las vías partían de Tingi porque el
puerto de Tánger era, en especial en su comunicación con Baelo Claudia (Bolonia, Tarifa), el que
servía para la entrada y salida de viajeros y mercancías, marcando la conexión con las principales
rutas navales del Mediterráneo (Gozalbes, 2000).
Por otra parte, en el entorno de Tingi los vestigios
de caminos y obras públicas debieron ser bastante
más monumentales, y sin duda diversificados.
Sobre la variedad de los mismos, no tanto acerca
de sus características, ya trató Ponsich (1964;
1970) a partir de los vestigios arqueológicos.
Volveremos acerca de una de ellas, la comunicación hacia el Sur (hacia Ad Mercuri) más adelante.
Nos interesa algo más reflejar la calidad y cierta
monumentalidad de los caminos en las inmediaciones de la propia ciudad antigua de Tingi.
De hecho, es muy posible que a la salida de esta
ciudad los caminos estuvieran empedrados. En
1674 un anónimo informante español, espía en la
plaza inglesa de Tánger, indicaba que existían vestigios de caminos romanos muy bien empedrados: "un
arrezife o dos que de la ciudad salen y entran en la
Berbería, que en lo fuerte y bien empedrado, aunque
el día de oy roto en muchas partes, parecen estos
caminos obras suyas y semejantes a los arrezifes
que de ellos V. S. havrá notado en España" (La
Vérone, 1972: 142).
El mismo informante indicaba además que "ay tres
cuartos de legua de la ciudad, y sobre el río que
llaman de los Judíos, una puente ya rota y caída,
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de la qual todavía quedan dos o tres arcos en pie,
que me ha certificado un buen architecto de la ciudad, es de las obras más hermosamente acabadas y fuertes que en su vida ha visto.... es de piedra muy fuerte, y por los lados toda la piedra está
labrada como en puntas muy menudas de diamante. Está roto por allí el camino que entra a la puente, y todo empantanado y perdido, que todo denota
muchissima antigüedad, y que esta puente fue sin
duda de los mismos romanos".
1. Ab Exploratione, quod Mercurius dicitur-Tingi
colonia. Se trata de una ruta que une ciudades
marítimas, la ruta occidental, tal y como refleja el
texto: litoraria mansionibus his. Estas ciudades
están bien localizadas algunas de ellas, como es
el caso de Sala, de Thamusida, de Banasa, hay
cierta discusión respecto a Frigidis, no la hay en
cuanto a Lix colonia, ni a Tabernis, habiéndose
producido novedades en los últimos años respecto
a Zilil.
Dicho puente, no obstante, no era para el paso de
personas, sino que formaba parte de un magnífico acueducto; el franciscano español Manues
Castellanos, en 1898 mencionaba los vestigios del
gran acueducto romano que atravesaba el Uad alYahud, "por un puente cuyos cimientos son lo único que existe hoy" (Castellanos, 1898: 62). Hacia
1890 el diplomático francés Henry de la Martinière
realizó algunas fotografías que se conservan en la
Biblioteca Nacional de París. En las mismas, a mi
alcance inéditas, se ve descender por la ladera hacia el curso del río varias grandes pilastronas, con
alguna timida señal del arranque de los arcos.
De forma tradicional la colonia romana de Iulia
Constantia Zilis se identificaba con la actual población de Arcila. Euzennat puso en duda este hecho
en su estudio de 1962. En excavaciones arqueológicas más recientes, reutilizados en obras tardías,
se han localizado en Dchar Jdid (donde antes se
creía estaba Ad Mercuri) un conjunto de pedestales con el nombre de la colonia de Zilil (Lenoir,
1987). A la luz de este descubrimiento no cabe duda de que este gran campo de ruinas, de poco
más de 30 hectáreas de recinto interior urbano
(unos 8.000 habitantes), correspondía con la antigua colonia fundada por Augusto. El hecho obliga
a replantear toda la cuestión de la travesía de las
vías romanas por el Norte de Marruecos.
Entre dichas fotografías hay una diferente, que sí
parece representar los vestigios de un antiguo
puente. Del mismo se conservaba un gran arco,
con bastante luz, y el arranque de otro, así como
dos aliviaderos (fig. 2). "Pretendido puente romano", según Tissot (1878: 45), en la zona Oeste de
la bahía, entre Tánger y el lugar conocido como
"Tanya Balia" (Tanger el Viejo), asentamiento medieval y moderno (pese a su nombre). Según La
Martinière, "se ve el arco de un antiguo puente bizantin, destruido en la Edad Media árabe para evitar, con sus piedras, a los navíos cristianos perseguir a los corsarios" (La Martinière, s.f.: 18). El
franciscano español del siglo XIX, afirmaba que el
puente era romano, y que había sido destruido por
los "moros" que huían de una armada enemiga
(Castellanos, 1898: 61). En cualquier caso, el
puente a la luz de la fotografía inédita (Biblioteca
Nacional de París), parece indudablemente romano (fig. 2).
Las vías terrestres
El Itinerario de Antonino tan sólo menciona dos vías
terrestres que, partiendo desde Tingi, cruzaban el territorio ocupado de Norte a Sur. En la mención del texto
itinerario las estaciones y las distancias comienzan por
el Sur.
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De hecho, la propia conexión hacia el Sur, la vía
Zilil-Banasa, hasta ahora se consideraba que la
vía romana no era otra que la carretera construida
por los españoles en la época del Protectorado,
que modernizaba el viejo camino anterior, entre
Arcila y Larache, pasando por el poblado de Lalla
Djilalia, donde se encuentra Tabernae (Morán y
Guastavino, 1948: 13). Sin embargo, la revisión de
la ubicación de la colonia de Zilil replantea totalmente este aspecto. La vía romana al pasar por
Zilil en dirección meridional giraba hacia la costa
(en dirección a Arcila) hasta Dar Sied, lugar donde
las obras militares de los españoles en su día
afectaron a un importante establecimiento antiguo,
ubicado en una posición estratégica como cruce
de caminos; desde allí la vía se dirigía hacia el
Sur, en dirección a Tabernae, en un trayecto de
camino antiguo muy bien identificado por Ponsich
(1966: fig. 1).
2. Item ab Tocolosida Tingi (It. Ant. 23-24). Esta vía
era la interior de la Tingitana, o la oriental, y desde
la ciudad extrema de Tocolosida, pasaba por
Volubilis, que fue capital de la provincia al menos
en el siglo III, Aquis Dacicis, Gilda, Vopiscianis,
Tremulis, Oppido Novo, Ad Novas, Ad Mercurios y
Tingi colonia. En lo que respecta al Norte de la
Tingitana, sin duda la nueva identificación de Zilil
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también obliga a revisar algunas de las identificaciones que se han planteado.
Oppido Novo no está localizado con precisión. No
aparece en otras fuentes de la antigüedad, sin duda por ser fundación romana de plena época imperial (como sugiere incluso su nombre), y el hecho de que las stationes previas y posteriores no
hayan sido identificadas con total seguridad, ocasiona una cumplida problemática. Generalmente
se identifica con Alcazarquivir, y ello parece congruente (Euzennat, 1962: 606). El problema, no
definitivo, es que los restos de Alcazarquivir hoy
conocidos son escasos como para confirmar esta
hipótesis.
Desde Oppido Novo (Alcazarquivir o sus cercanías) la vía romana enlazaba con Ad Novas, de
localización imprecisa. Ponsich (1966: fig. 1) creyó
reconocer esta vía en un camino antiguo que pasaba por Tlata de Raissana. El único problema de
esta identificación es puramente conceptual, ya
que atravesaba una zona que está desprovista de
vestigios de explotaciones agrícolas romanas, en
lo que parece con cierta claridad un territorio libre
para la trashumancia indígena. De acuerdo
además con esta interpretación la statio de Ad
Novas se hallaría en la gran llanura del Tenin de
Sidi Yamani, como señaló Tissot (1878: 163-164),
a partir de las distancias (45 kms.), puesto que en
el Itinerario de Antonino se señalan 32 millas. Por
el contrario, mucho más probablemente dicho
asentamiento corresponde a las ruinas de Suiar,
ciudad alto-imperial, con castellum de esta época y
con prolongación temporal en el siglo IV.
El arranque de las vías desde Tingi y la
mansio Ad Mercuri
Fig. 2. Foto inédita de Martinière (siglo XIX).
Posible puente romano en la bahía de Tánger. [N.del
Ed.: Por su indudable interés reproducimos esta
imagen, pese a su baja calidad por el mal estado de
conservación del original]
En cualquier caso, las distancias, y la importancia
del río Lukus y su curso alto, hacen congruente la
identificación de Oppido Novo con la zona de
Alcazarquivir. Apenas a cinco kilómetros al S.E. de
Alcazarquivir se encuentra, junto al monte Gani,
un lugar conocido como Cunna, una suave loma
alargada en el que los restos de cerámicas y ladrillos antiguos son muy numerosos (Morán y
Guastavino, 1948: 17). Sin duda, este lugar también puede reunir las características para la
identificación de la ciudad antigua. Pese a todo,
en el siglo XI el geógrafo al-Bakri decía sobre
Ksar Sanhaya, ciudad sobre el río Lukus (y que
corresponde con toda probabilidad con
Alcazarquivir según muchos estudiosos): "se ven
aquí los restos de monumentos antiguos porque
allí es donde se establecieron los reyes del
Magrib en tiempos antiguos".
10
El Nuevo Miliario
Las dos vías terrestres partían de una bifurcación
que recibe el nombre de Ad Mercuri. El mapa de
las vías romanas de Tissot (fig. 1) interpreta la existencia de una vía que muy pronto gira hacia el Oeste, y
básicamente ocupa una posición paralela, muy cercana, a la de la vía occidental durante un largo trayecto. La interpretación no era muy lógica, aunque
esta consideración resulte opinable. Por el contrario, si la vía interior se desplaza más hacia el
Este la existencia de las dos vías gana en lógica,
puesto que se produce una mayor distancia entre una y otra.
En su estudio sobre las vías romanas del Norte de
Marruecos, Morán y Guastavino (1948: 10) ya
tenían una intuición que mostraba que el lugar supuesto de Ad Mercuri (y que hoy sabemos erróneo) no correspondía: "confrontados los mapas, el
terreno y la información oral de los habitantes de la
comarca, resulta que los caminos tradicionales en
el país se bifurcan a unos 5 kilómetros más al
Norte".
No tiene nada de extraño. Esta estación de Ad
Mercuri, como hemos visto, hasta hace bien poco
se localizaba en las ruinas de Dchar Jdid, hoy reconsideradas con mejor criterio (y prueba epigráfica) con la colonia romana de Zilil. Así pues, la bifurcación tenía que producirse al Norte de la colonia romana. Ahora bien, ¿en qué lugar se hallaba
la estación de Ad Mercuri. No en el que se deduce
nº 3, diciembre 2006
de los caminos tradicionales y que señalaban los
estudiosos españoles. Naturalmente tampoco en
Dchar Jdid.
las que generalmente han llevado a no tener en
cuenta ese trazado.
La solución más sencilla, la aportada por Euzennat
(1962: 601-602) es la de ubicar Ad Mercuri justo al
Norte de la zona de Arcila, y con interrogantes lo
ubica en Hajara (en Nahal). Ello entra en la lógica
de la existencia en dirección Sur de una importante barrera montañosa, conocida por los españoles
de la época del Protectorado como Cuesta
Colorada. Esa ubicación tiene a su favor que es un
lugar lógico para el paso de la vía, al Occidente de
la barrera, de hecho coincidiendo con la misma
carretera actual, y la comunicación que existía en
el siglo XIX. En la zona hay abundantes restos arqueológicos de época romana, por lo que la interpretación a priori es verosímil.
Como zona de montaña, parece inútil buscar en ella
vestigios de granjas romanas. No obstante, por la
zona del poblado de El Manzla (que por cierto, da
nombre a la comarca en las cartas marroquíes de
escala 1/50.000) existe un paso entre dos grandes
bloques de montañas, evitando y dejando a un lado el murallón del macizo de Hauita ben Mediar,
que fue conocido como Cuesta Colorada por los
españoles de la primera mitad del siglo XX. Ello
supone un paso mucho más oriental que el generalmente considerado, al Este de la Cuesta
Colorada y no al Oeste de la misma. Pero este paso de la vía romana justificaría las cifras del
Itinerario de Antonino, desde luego la mayor cercanía de Ad Novas en relación con Zilil.
No obstante, existe algún dato que no encaja en
absoluto. Dicha posición es muy cercana a
Dchar Jdid, lugar ahora de reubicación de Zilil.
Ello correspondería con la lectura más usual del
Itinerario, que fija en seis las millas de distancia.
Ahora bien, esta distancia parece excesivamente
corta como separación de mansiones, y aunque
tampoco resulte un argumento decisivo, otros
manuscritos incluyen la distancia de 16 millas.
Así pues, a 6 ó 16 millas de Zilil, y a 12 de Ad
Novas. Tanto en una cifra como en la otra, no
siendo coincidente, las diferencias no son muy
grandes. Destacamos, no obstante, que tanto en
el caso de Ad Mercuri como en el de Ad Novas,
el nombre va precedido de la preposición Ad.
Debemos recordar aquí la tesis, tantas veces expuesta, por el fundador de El Miliario
Extravagante, Gonzalo Arias, acerca de que en
los casos en los que aparece esta preposición se
refleja el paso "junto a".
Esta nueva reconstrucción tiene a su favor
además un dato arqueológico. El equipo francomarroquí (entre otros E. Lenoir y A. Akerraz) que
ha excavado en Zilil exploró precisamente esta zona, detectando la existencia del paso que indicamos (hoy un pequeño camino). Al Este de la
Cuesta Colorada detectó la existencia de una torre
de vigía de época romana, y lo que considera otro
puesto de control de mayor importancia, junto a
una bifurcación natural, junto a uno de los afluentes del Ued Jarrub. Dominando el camino, el equipo de exploración detectó la existencia de "una
plataforma rectangular perfectamente aplanada.
No se conserva ninguna elevación, pero sobre los
lentiscos los restos de muros de grandes aparejos
irregulares en la vertiente Norte, y en la vertiente
Sur una escalera con dos largos escalones". La
hipótesis de que se trata del templo de Mercurio,
que diera lugar al nombre de la bifurcación de caminos, parece bastante verosímil (Lenoir, 1993).
La vía romana partía de Tingi en dirección Sur,
exactamente por el trayecto que estableció
Ponsich (1964: 276-279). Las fotografías que el
autor incluye muestra el trayecto de la vía en algunos puntos. Es un trayecto plenamente paralelo a
una carretera moderna, y también al trazado de la
línea del ferrocarril, en ambos casos hasta concluir
en el curso del río Meharhar. Las comunicaciones
modernas continúan el curso del río, por tanto girando hacia el Oeste. Por el contrario, parece poco
dudoso que la vía romana antigua continuaba recta en dirección Sur, dejando a un lado (al Este) el
enclave romano de Rgaia, localizado pero no excavado (Tarradell, 1954: 109), penetrando en una
zona montañosa, cuyas características han sido
Otro dato suplementario podemos también aportar
a favor de esta interpretación. En realidad, este fue
un camino muy antiguo, y de hecho era el que
estaba vigente en la Alta Edad Media, como vemos en el texto de Al-Bakri (siglo XI): "Alcalá de
Ibn Jarrub está a una jornada de marcha de
Tánger. Es una gran ciudad construida sobre el pico de una montaña, que tiene bosques, jardines,
mucho ganado y campos cultivados.... en las cercanías se encuentra una gran ciudad.... situada
sobre los bordes del Zalul, río que se encuentra
antes de llegar a Alcalá de Ibn Jarrub". La posición
relativa en la ruta es la misma, y la ciudad posterior sobre el Zalul no es otra que la sucesora de
Zilil, incluso en el nombre.
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El Nuevo Miliario
11
ro más al Este de esta ciudad.
En cualquier caso, estas interpretaciones suponen
que en el Norte de Marruecos la vía oriental del
Itinerario de Antonino tiene que desplazarse hacia
el Este, ganando bastante lógica las interpretaciones. Porque la posición de Ad Novas se identifica
con Suiar, que no corresponde a un único asentamiento, sino a todo un conjunto de restos romanos
en la parte baja de Beni Arós, algunos de ellos
más al Este que los otros. Y después se abre la última de las encuestas, que la tradicional ubicación
de Oppidum Novum en Alcazarquivir pueda abrir
paso a una ubicación en el curso del río Lukus, pe-
Son muchas las interrogantes que están en pie.
En cualquier caso, las vías que están documentadas en el Itinerario de Antonino no son los únicos
caminos existentes. En todo caso, como ocurría
en el Marruecos del siglo XIX, según testimonios
de viajeros y de diplomáticos, en el momento de
iniciarse las lluvias (en el otoño), las pistas se convertían en un lodazal intransitable. La comunicación de cada ciudad con su territorio más próximo
se convertía en penosa, y muy problemática con
otras urbes.
Fig. 3. Las dos vías del Itinerario de Antonino, con sus estaciones. 1: Ad Mercuri. 2: Ad Novas. 3: Zilil. 4:
Tabernae. 5: Lixus. 6: Oppidum Novum.
12
El Nuevo Miliario
nº 3, diciembre 2006
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El Nuevo Miliario
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Cañada y Calzada de la Plata
TRAMO 1: Sistema Central (Sierra de Béjar). Baños de Montemayor - Valdefuentes
de Sangusín
Santiago Bayón Vera
(Presidente de ARIC 90 Varas, Asociación para la Recuperación Integral de las
Cañadas)
El Sistema Central (Sierra de Béjar)
El Sistema Central separa la penillanura extremeña de la Meseta Norte, marcando el límite meridional de la meseta castellano-leonesa. La Sierra
propia de la vertiente sur es el típico bosque mediterráneo, siendo el árbol natural la encina, aunque
también existen alcornoques y pinares de repoblación. Existen asimismo castaños que pueden
ascender hasta los 1000 m. En adelante, se instala
(1) Nuevo enlosado en el Puerto de Béjar
de Béjar forma parte del macizo occidental de la
Sierra de Gredos. Esta sierra constituye un inmenso macizo granítico siendo una de sus características destacables la fuerte asimetría entre sus dos
vertientes: hacia el sur las pendientes son muy
acusadas, mientras que en la vertiente norte la inclinación es mucho menor. Este dimorfismo también se manifiesta en su clima. La vertiente sur goza de un clima templado y muy húmedo mientras
que la cara norte resulta de una neta continentalidad, siendo las temperaturas medias anuales
bajas (inferiores a los 10ºC) y la precipitación
anual elevada (más de 1000 mm). La vegetación
14
El Nuevo Miliario
el roble melojo. En este piso montano la vegetación dominante sería así el robledal si no fuera por
la trasformación sufrida en la búsqueda de pastos
para el ganado. Los prados bajos son por tanto el
resultado de la destrucción por el hombre de las
primitivas formaciones vegetales en busca de pastos para el ganado. A esta diversidad de ecosistemas se añade su riqueza faunística, que tiene su
principal refugio en el adyacente macizo central de
la Sierra de Gredos.
La Sierra de Béjar es la unidad que lo identifica
con sus fuertes pendientes y su vegetación de ro-
nº 3, diciembre 2006
De arriba abajo y de izquierda a derecha, (2) Miliario moderno en la milla 132; (3) Miliario a la salida del puente
de la Malena; (4) Tablero y (5) vista general del puente de La Malena
bles y castaños. Hay que destacar en esta comarca la existencia de un turismo constante lo que se
refleja en que, por ejemplo, la vía pecuaria presenta varios indicadores y carteles sobre la Ruta de la
Plata señalándola como itinerario turístico.
En las zonas de piedemonte de sierra las pendientes son más suaves, en torno al 10%. La altura media del piedemonte oscila entre los 900 y
1000 m. La cercanía de la sierra y sus condiciones climáticas más rigurosas influyen sobre esta
unidad incrementando la precipitación y disminuyendo la oscilación térmica. Clima subhúmedo
fresco con precipitaciones entre 600 y 1000 mm
y temperaturas que van desde los 11 a los 16ºC.
Los suelos son delgados, pobres en bases, con
escaso poder retentivo del agua y según se
adentran en la sierra son más ricos en materia
orgánica. Toda la unidad supone una franja de
transición entre el encinar y el robledal. El carácter ecotónico entre encinares y robledales es de-
nº 3, diciembre 2006
bido al aumento de altitud.
Entre estas zonas de transición a la montaña se
encuentra la Cuenca de Sangusín y el Alto Valle
del Alagón. En estas comarcas las pendientes son
más suaves y la influencia atlántica permite unas
mayores precipitaciones que en las zonas circundantes por lo que existe un gradiente de vegetación entre el alcornoque-encina-quejigo-roble, aunque corresponde al dominio potencial del roble
melojo. En el Alto Valle del Alagón el uso dominante es el forestal-ganadero. En la Cuenca de
Sangusín se da un predominio casi total de pastos
con árboles en linderos (robles y fresnos). Estos
prados de siega son el dominio del ganado vacuno. Son zonas poco pobladas y pobres a pesar de
su potencialidad.
Análisis de los obstáculos:
A lo largo de la Cañada Real de la Plata se encuentra una variada tipología de obstáculos, que
El Nuevo Miliario
15
contabilizan un total de 361. En líneas generales,
de los 587 Km de vía pecuaria analizada se obtiene una superficie aproximada de 7024505 m2 ocupada, que en volumen (para aquellos obstáculos
que no son longitudinales) supone un total de
477194,7 m3. El carácter público representa un
porcentaje algo menor (40,7%) aunque no muy
alejado respecto a lo que supone la apropiación
privada de la vía pecuaria (59,3%).
El tipo de obstáculo que se repite en más ocasiones (67) es el de vallados / cancelas, correspondiendo tanto a los vallados laterales de fincas, como a la presencia de cancelas, porteras, cancillas,
etc. que obstaculizan perpendicularmente el paso
por la vía pecuaria y a los que no se le ha dimen-
ferrocarril (tan sólo detectado en una ocasión) son
consideradas prevalencias, que han supuesto
acuerdos entre distintas Administraciones.
En cuanto a los cruces con el ferrocarril, cabe destacar que del total de 14 cruces, 10 de ellos son cruces
a nivel, lo que implica una alta peligrosidad en la
mayoría de los casos.
Muy seguido (en número de 53) aparecen los cultivos herbáceos que, al tratarse de obstáculos longitudinales provocan una importante pérdida de superficie para la vía pecuaria. Añadiendo a estos
cultivos herbáceos, los arbustivos y arbóreos, así
como las repoblaciones, se obtiene un total de
3679810 m2 de vía pecuaria invadida.
(6) Calzada y cañada, restos de sillares
sionado superficie, sino tan sólo la anchura de la
cañada que se encuentran obstaculizando.
En segundo lugar, y en número de 54 aparecen los
cruces con carreteras sin señalización, que a la
hora de evaluar su peligrosidad probablemente habría que añadirle los 9 cruces con señalización detectados, habiendo sido tratados independientemente los solapamientos de la vía pecuaria con la
carretera, que en un número total de 36, supone la
importante cantidad de 816700 m2 de superficie
perdida por el asfalto.
Tanto este caso, como el solapamiento con vías de
16
El Nuevo Miliario
Vertederos y escombreras ocupan una posición relevante en cuanto a su número de aparición, 66 en
total, suponiendo un total de 38592 m2 ocupados,
generando un volumen de escombros en torno a
los 30000 m3.
Edificaciones, tanto de carácter público como privado, suponen un total de 14, lo que significa una
pérdida de 1119749 m2. A ello habría que añadir
otro tipo de construcciones que por su peculiaridad
se han analizado por separado. Se trata de las gasolineras, en número de 3, y los cementerios, en
número de 1; todo ello eleva a 122394 m2 la superficie perdida.
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Las áreas recreativas, detectadas en número de 2,
no suelen suponer un obstáculo demasiado lesivo
para la vía pecuaria, aunque suponen una superficie de 21305 m2. Junto a ellas se encuentra la
presencia de tendidos eléctricos y telefónicos, a
los que se le han otorgado dimensiones longitudinales, ya que su presencia es de carácter aéreo (a
excepción de los postes o torretas de soporte) y
acompañan a la cañada en un total de 31 kilómetros.
La presencia de zanjas, el acceso a fincas, el apiladero de maderas o la presencia de zonas de extracción de áridos u otro tipo de materiales supone
un porcentaje de obstaculización mucho menor,
suponiendo el total de todos ellos un 2,76% de las
tipologías de los obstáculos detectados.
UNIDAD 5. Sistema Central (Sierra de
Béjar)
La vía pecuaria, reducida prácticamente a la anchura de la antigua calzada romana, con la que
coincide en buena parte de su trazado, apenas
se ve obstaculizada. Se trata en su mayoría de
una colada que discurre por la vertiente oriental
del valle del río Cuerpo de Hombre. La propia
anchura que supone su clasificación como colada es el mayor obstáculo para el tránsito ganadero por esta vía pecuaria.
UNIDAD 6. Cuenca del Sangusín y Alto
Valle del Alagón
La zona de transición tras la Sierra de Béjar presenta una fuerte presión ganadera, lo que condi-
ciona la aparición de un importante número de
cancillas, así como vallados laterales que intrusan
parte del terreno de la vía pecuaria.
nº 3, diciembre 2006
El solapamiento con las carreteras se produce tan
sólo en los pasos por núcleos urbanos, separándose posteriormente ambos trazados. Una vez más
ello implica la presencia constante de escombreras
y vertederos.
PROVINCIA: SALAMANCA
TÉRMINOS MUNICIPALES QUE ATRAVIESA LA
CAÑADA REAL DE LA PLATA O VIZANA
Puerto de Béjar
Peñacaballera
Cantagallo
Béjar
Aldeacipreste
La Calzada de Béjar
Navalmoral de Béjar
Valdefuentes de Sangusín
TÉRMINOS MUNICIPALES QUE ATRAVIESA LA
CALZADA ROMANA
Puerto de Béjar
Peñacaballera
Cantagallo
La Calzada de Béjar
Navalmoral de Béjar
Valverde de Valdelacasa
Peromingo
Valdefuentes de Sangusín
TÉRMINOS MUNICIPALES QUE ATRAVIESA LA
VÍA FÉRREA RUTA DE LA PLATA (ASTORGA PLASENCIA)
Puerto de Béjar
Cantagallo
Béjar
Navalmoral de Béjar
Sanchotello
Fresnedoso
Ledrada
Nava de Béjar
TÉRMINOS MUNICIPALES QUE ATRAVIESA EL
CAMINO DE SANTIAGO DEL SUR
Puerto de Béjar
Peñacaballera
Cantagallo
La Calzada de Béjar
Navalmoral de Béjar
Valverde de Valdelacasa
Peromingo
Valdefuentes de Sangusín
Cartografía ING
1:50.000 [553] Béjar; 1:25.000
El Nuevo Miliario
17
[553 –I] Ledrada [553- III] Béjar
TRAMO 1:
PUERTO DE BÉJAR – VALDEFUENTES
DE SANGUISIN
La Cañada Real de la Plata y la Calzada Romana
abandonan Extremadura para alcanzar la Meseta
Norte, por la provincia de Salamanca (Comunidad
de Castilla y León). Las características principales
de esta comarca son comunes en las zonas serranas con pendientes fuertes y vegetación forestal
más abundante. La Sierra de Béjar resulta ser una
zona de corredores de cañadas, cordeles, veredas
y calzadas que definen el paisaje y resalta el
Pasada a alcantarilla de traza romana, la calzada
y la cañada se ponen a la izquierda de la carretera N – 630, se hace visible parte de firme, que
aparece bien conservado casi en 2 Kilómetros,
sillares de grandes de grandes dimensiones
que volveremos a encontrar de las mismas características en el tramo cercano al puente de
la Malena, de dudoso origen.
En este punto la institución provincial ha colocado
un nuevo "miliario" en las obras que se han realizado recientemente, que no entraremos a valorar,
ya que este tipo de obras viene a desvirtuar el
carácter romano de las obras y nos convierten los
caminos en dignos de un "peplum" de las mejores
producciones cinematográficas.
(7) Miliario
carácter de espacio de tránsito. Entre la vegetación hay que destacar los robles y castaños.
A continuación describiremos el recorrido de la
Cañada Real de la Plata que se va solapando con
la Calzada Romana en casi todo el recorrido en
este tramo, hasta el término municipal de La
Calzada de Béjar.
La Calzada merece una descripción individualizada por ser el tramo de Castilla y León donde se
encuentran los únicos vestigios.
18
El Nuevo Miliario
La altura coincide con el cambio de vegetación,
destacando los vistosos castaños presentes en todo el recorrido de la vía pecuaria en el término
municipal de Puerto de Béjar.
En el kilómetro 82 de la carretera N – 630 la calzada romana se pone del lado derecho de la carretera y continúa por un trecho de un kilómetro en
estado de abandono total. En este tramo nos encontramos con una alcantarilla de factura romana
hecha para salvar un arroyo y se conserva su factura primitiva sin haber sufrido ninguna modifica-
nº 3, diciembre 2006
ción; está hecha de un pilar en pie que acaba en
ángulo y encima de él las lajas de piedra muy anchas y a ambos lados del pilar.
Justamente en paraje de la Vega varios autores
sitúan la mansio de Caelionicco [Caelionicco (A24)
= Finca de la Vega, entre Puerto de Béjar y
Peñacaballera (Salamanca). ROLDAN HERVAS
1971]. En la subida al municipio de Puerto de
Béjar a la derecha de la calzada, cuya situación
corresponde bien a las características de los poblados indígenas en una ladera protegida al oeste
por la Sierra. No se ha realizado ninguna excavación que puedan dar fiabilidad a los datos.
Entra la cañada junto a la calzada en el término
municipal del Puerto de Béjar por el paraje de Las
la citada carretera la cañada la abandona por la izquierda.
Continúan construcciones en diseminado también
cuando abandona la vía pecuaria la carretera antes citada, a la altura del kilómetro 82: a su izquierda linda con el término municipal de Peñacaballera
mientras que a su derecha con las cercas de mampuesto que establecen una anchura de 6 metros.
En el paraje de La Vega la vía pecuaria se encuentra con el edificio de una antigua fábrica de curtidos hoy en día abandonada.
La calzada y la cañada bajan por una pendiente
muy pronunciada por los parajes de La Cuadrilla,
Los Linarejos y La Vega. La calzada o camino real,
(8)Miliarios en Calzada de Béjar
Moreras. En este término municipal la Cañada
Real de la Plata se denomina Colada de Baños o
Romana y su anchura oscila entre 27 y 6 metros.
Durante casi un kilómetro y medio domina la población en diseminado a ambos lados de la vía pecuaria, que se extiende no solo cuando coincide
con la carretera nacional N – 630 y futura autovía
Vía de la Plata, donde se encuentra la antigua
Venta del Chusco (nombre de Venta que aparece
con frecuencia en la Cañadas Reales como por
ejemplo en la Cañada Real Leonesa Occidental en
el término municipal del Cepeda de la Mora en la
provincia de Ávila). A la altura del kilómetro 82 de
nº 3, diciembre 2006
como algunos autores nos quieren convencer aparece bien conservada en este tramo empedrada
con losas pequeñas, y en el paraje de La Vega
está delimitada por cercas piedra de mampuesto.
Pastizales con grandes pendientes, robles y castaños son las piezas que configuran el paisaje
que atraviesa la vía pecuaria, resultando un
trayecto agradable para el caminante pero en muy
mal estado para los rebaños.
Cañada y calzada atraviesan el puente de La
Magdalena (La Malena) en su origen romano pero
El Nuevo Miliario
19
que no queda ningún vestigio del mismo ya que lo
que podemos observar es una obra de los siglos
XVII tardío. Este puente ha sufrido muchas reformas debido a las riadas producida por el río
Cuerpo de Hombre a lo largo de los siglos.
Nada más atravesar el puente nos encontramos
con una explanada en las orillas del río Cuerpo de
Hombre que fue descansadero, hoy debido al
asfaltado del camino no se puede apreciar el
carácter del mismo. Cerca del mismo, se encuentran unos apriscos (del Chinato) construidos en
forma circular con todas las cerchas vistas de madera y con un patio empedrado de rollos y en el
centro un miliario con el número CXXXIII perfectamente conservado de grandes dimensiones donde
Un kilómetro más adelante cañada y calzada van
a caballo entre los términos de Béjar y
Adeacipreste por el paraje de El Perucho. Todos
estos términos municipales carecen de Proyectos
de Clasificación de Vías Pecuarias.
Todo este recorrido está salpicado por construcciones aisladas caracteriza de la zona de carácter
agroganadero.
La vía en este tramo va por una calleja de 6 metros de anchura, generalmente empedrada (sillares al parecer de origen romano trasformados en
épocas posteriores, siglo XVIII por el tipo de labra) y con vallas de mampuesto de piedra entre
(9) Infraestructura ganadera
puede leer perfectamente su inscripción, algunos
autores lo atribuyen a la época de Nerón. Esta
construcción junto con una fábrica de luz a escasos metros merecen una mención especial ya que
se trata de construcciones únicas en su género y
que nos hablan de la tradición pastoril y ganadera
de la zona.
La cañada real va a caballo entre los términos municipales de Aldeacipreste y Cantagallo dejando
siempre a la derecha el río Cuerpo de Hombre y a
su izquierda la Cañada Real Soriana Occidental,
atravesando los parajes Las Sauceras (Cantagallo) y
Ganchillas (Aldeacipreste).
20
El Nuevo Miliario
castaños, nogales y avellanos que aunque dan
apariencia de frondosidad y cerramiento no impide la transitabilidad de la vía. Es un paseo muy
agradable aunque inútil para el paso de ganados. Hay que decir que este camino se utilizo mucho en otras épocas especialmente entre los siglos V al XVIII, algunos autores le atribuyen la denominación de Camino Real, ya que era la única
comunicación entre Extremadura y la meseta. No
existe documento alguno que de fe de ello y no figura en toda la documentación de la Mesta con
puerto real.
Calzada y Cañada van paralelas al río Cuerpo de
nº 3, diciembre 2006
Hombre y a caballo entre los términos municipales
de Aldeacipreste y Cantagallo y deja a la izquierda
la llamada colonia de San Francisco, donde el P.
Moran vio un miliario y donde seguimos viendo
pavimento de la antiguo y varios trozos de miliarios o mojones de señalización que indicaba la
media milla, pero aun sin investigar. En este tramo
de la calzada se han movido a lo largo de la historia los miliarios, por lo que resulta difícil ubicar su
primitivo lugar. A escasos metros nos encontramos
con el Parador de Sinforiano, donde solían parar a
descansar los pastores que había dejado los rebaños en el descansadero del puente de la
Malena, en el podemos apreciar restos de miliarios.
Clasificación de Vías Pecuarias), la vía pecuaria
atraviesa el camino o la carretera asfaltada que va
desde Béjar a Aldecipreste, a la altura del paraje
Monte del Fraile (Casa de los Molinos) es donde se
despide el camino pecuario del río Cuerpo de
Hombre.
Cañada y calzada siguen ascendiendo hacia el
municipio de La Calzada de Béjar.
A pesar de que este municipio carece de Proyecto
de Clasificación su trazado es fácilmente identificable. Hasta llegar al municipio acompaña a la vía
pecuaria el arroyo de La Pedrera y el ancho de la
misma no supera los 40 metros, delimitados por
cercados de piedra mampuesta que la separan de
(10) Miliario integrado en una cerca
Este tramo termina a la altura del Caserío de San
Francisco, antigua ermita de San Francisco relacionada con la trashumancia y el Camino de Santiago
Sur, donde solían parar los pastores con su ganado
para solicitar la protección del mismo a largo del
camino, estos hitos aparecen a lo largo del todo el
sistema canariego de España. Algunos autores
lo remiten como una tradición religiosa antes de
la implantación del cristianismo en España, es la
sustitución de un ídolo por otro.
Entra la cañada real a caballo entre los términos
municipales de Béjar y La Calzada de Béjar
(municipio que también carece de Proyecto de
nº 3, diciembre 2006
los pastizales cercanos, así como de los robledales y encinares, en esta parte del recorrido nos encontramos pavimentos en buen estado.
Antes de entrar en el casco urbano a nuestra derecha están los restos del antiguo fortín romano /
árabe, del cual solo queda el recinto y es difícil definir una época ha sufrido varias reformas y usos a
lo largo de la historia, más tarde pasaremos la
Ermita del Humilladero convertida hoy en albergue
de peregrinos del Camino de Santiago del Sur, la
entrada del casco urbano de la Calzada de Béjar
se realiza por un camino de 7 metros.
La vía pecuaria atraviesa la calle principal con
El Nuevo Miliario
21
sopórtales y con signos de carácter religioso que
nos dan una idea de que no encontramos en el
mencionado Camino de Santiago Sur, abandonando
el casco urbano de La Calzada de Béjar por el lado
Norte durante un kilómetro discurre por un tramo
bien definido, por los parajes de Prado de Oviedo
y Bechinas entre cercas de mampuesto que la separan de los pastizales y praderas adyacentes con
disponibilidad de agua (fuentes, abrevaderos y
charcas) y en buen estado el pasto, ya que apenas se transita por este tramo de la cañada. En
definitiva podemos definirlo como modélico a no
ser por la anchura que tiene la vía pecuaria, 7 metros.
A la altura del paraje El Plantío la cañada se cruza
Béjar, siguiendo hacia el sur por los parajes de
Prado Campillo, Prados Merinos (nombre de la raza de oveja que trashumaba, la merina) (Casa de
los Vegones del Campillo). En este lugar y en la
casa de los Vegones del Campillo sirve de pilar a
la pared del pajar otro miliario con el número
CXXXIX y El Plantío donde se cruza con la carretera que va desde Béjar a Ciudad Rodrigo, para
seguir cañada y calzada por los parajes de Las
Bechinas y Prado de Oviedo. Aquí el paso de la
calzada es amplio y bordeado por paredes de cercas de piedra hasta entrar el casco urbano de La
Calzada de Béjar.
En el paraje la Calzada a escasos metros de la
Laguna de la Dehesa, la calzada y la cañada to-
(11) Miliario 139, antes en Nuevos Ministerios (Madrid)
con la carretera comarcal C–515 (Béjar –
Tamamés) y continua por un camino recto que comienza con una anchura de 15 metros para ir
estrechándose hasta 6 metros, atravesando los
parajes de Prados Merinos y Prado Completo.
man rumbos diferentes.
A dos kilómetros del cruce con la carretera C- 515
y a la altura del paraje La Dehesa, la vía pecuaria
cambia bruscamente dirección (NE a NO) realizando un ángulo recto y se separa de La Calzada
Romana Vía de la Plata que sigue para el Norte.
Tras el área predominante de la Sierra el paisaje
se suavizan en la cuenca del río Sangusin. Esta
zona poco poblada junto a dehesas de robles muy
aclaradas los prados de siega y pastos con dosel
arbóreo de robles y fresnos. Según se asciende
hacia el Alto Alagón la influencia atlántica provoca
mayor número de precipitaciones.
El uso predominante en la zona es forestal,
La calzada va a caballo entre los términos municipales Valdefuentes de Sangusín y Navalmoral de
22
El Nuevo Miliario
La cañada da un giro hacia el este atravesando
los parajes del Campo y Saniela ya en el término
de Valdefuentes de Sangusín.
nº 3, diciembre 2006
además de ganadero (predominantemente de ganado bovino).
La Calzada se dirige hacia el norte y en línea
recta y atraviesa los parajes de La Dehesa, La
Ollera y La Quejida. En el paraje y junto a la
Laguna existente, se encuentra restos de un miliario. Para luego cruzar el río Sangusín.
La cañada se introduce en el término municipal de
Valdefuente de Sangusín, por la Colada de Navalmoral,
que es así como se denomina la Cañada Real de la
Plata en este tramo, con una anchura de 4 metros. El
camino que transita la vía pecuaria está delimitado por
cercas que la separan de las dehesas de encinas.
La vía pecuaria se encuentra en este tramo muy
erosionada por lo que no puede ser aprovechado
su pasto ni por el ganado local.
A la altura del río Sangusín, la Cañada Real de la
Plata se solapa con la carretera para pasar el
puente y juntarse a la Cañada Real Soriana
Occidental que no abandonará hasta el término
municipal de Los Santos.
En esta área de encuentro de las dos cañadas se
ha creado espontáneamente un área de recreo
muy visitada. Continúan las cañadas por la
Cañada Real de Extremadura, nombre que adquiere aquí el paso de las dos cañadas, con una
anchura de 75 metros, y aparecen en este paraje
de La Vega frecuentemente encinas en el interior
de las mismas.
Según nos vamos acercando al casco urbano, las
cañadas se van estrechando debido a los vallados
de piedra que las delimitan, y antes de entrar en
el municipio de Valdefuentes de Sangusín nos encontramos con una escombrera que a veces sirve
de firme a las mismas.
Las cañadas a la altura del cementerio municipal
discurren durante dos kilómetros solapadas con
la carretera que une Guijuelo con Cristóbal estrechándose a 30 metros.
bre de La Cañada Real de la Plata.
Las vías pecuarias vuelven a cruzarse con la
carretera de Guijuelo a Cristóbal y continúan por
una senda con las misma características pero
con una anchura de 25 metros.
Poco a poco la altitud se hace más patente por el
cambio de la vegetación.
Las cañadas reales abandonan el término municipal de Valdefuentes de Sangusín por el paraje de
Las rozas donde se encuentra un vertedero controlado.
El paso del río Sangusin de la Calzada y el
Camino de Santiago del Sur, se debía hacer según
algunos autores por un puente del que no queda
ningún resto, también es verdad que el río
Sangusín nunca llevo mucho caudal.
Desde el arroyo del Chapato, frente a Valverde de
Valdelacasa el trazado de la calzada puede distinguirse perfectamente atravesando hacia el norte
por los parajes de Peña Milanero, La Canaleja y El
Chapado, una vez pasado río Sangusín.
En este municipio debió encontrase la mansio
[Ad Lippos (A24) = Valverde de Valdelacasa
(Sala-manca). ROLDÁN HERVÁS 1971] en la llanura de bajada al pueblo por el oeste y rodeada
por el arroyo Chapato, justamente en el prado
que hay junto al arroyo y en el que se encuentran
restos de edificios. Allí podemos encontrar un miliario en la cerca de una casa y se ven abundantes restos de piedra de cantería distribuidos y
reaprovechados por diferentes edificios del municipio.
La Calzada romana Vía de la Plata sale del
término de Valverde de Valdelacasa por el paraje del
Coto y solapada con la carretera que une Valdelacasa
con Valverde de Valdelacasa.
A la altura del paraje Castaño de Torta las cañadas
encuentran dos abrevaderos que quitan la sed al
ganado estante que pastorea las mismas.
Cruzando el arroyo de Prados Morenos, las cañadas se separan de la carretera para dejarla a su izquierda y continuar por una senda de unos 15 metros de ancho definida por vallados de piedra, un
nuevo abrevadero esta vez roturado con el nom-
nº 3, diciembre 2006
Nota:
Para las referencias bibliográficas y documentales de la
ruta 24 del Itinerario de Antonino, véase Catálogo de
vías romanas de Hispania, publicado por Gonzalo Arias.
El Nuevo Miliario
23
Leyenda del Mapa
del tramo 1
1. Miliario del Jardín del
Coto de Nuestra Señora
del Carmen
2.Alcantarilla
3.Puente de la Malena o
Magdalena
4.Miliario CXXXIII
5.Miliario pilón
6.Miliario valla
7.Miliario de Parador de
Sinforiano
8.Miliario Columna
9.Miliarios CXXXVII….
LVII
10.Fortín de origen romano
11.Alcantarilla
12.Miliario CXXXIX
13.Miliario
14.Miliario CXLII (traído
del MOPU)
15.Miliario CXLIII
16.Alcantarilla
17.Miliario CXLIV
24
El Nuevo Miliario
nº 3, diciembre 2006
Las vías romanas 19 y 20 del Itinerario de Antonino
Raúl Villanueva González
El trabajo que sigue es un resumen de la comunicación que presentamos en el VIII Congreso
Internacional de Caminería Hispánica, celebrado
en Pastrana (Guadalajara) los días 26 al 30 de junio del 2006, titulado: "Revisión de las vías 19 y 20
del Itinerario de Antonino correspondientes a la antigua Gallaecia". Decíamos en el resumen-prólogo
que como consecuencia del descubrimiento en
1988 del miliario de Trajano, en el puente del Burgo
(Pontevedra), Antonio de la Peña Santos, arqueólogo
director de las excavaciones, presenta en el II
Congreso de Gallaecia (A Guarda–Pontevedra, mayo
1990) una revisión a las vías romanas pontevedresas
("Consideraciones sobre las vías romanas de la
provincia de Pontevedra" Castrelos III-IV, 1990-91,
217-243). Dicho estudio concluye, que por esta
provincia sólo pasaba una vía antoniniana y que
tendría que corresponderse con la que Saavedra,
en sus Discursos ante la Real Academia de la
Historia (1862) menciona con el número 19. Peña
Santos niega el paso por esta provincia pontevedresa de la ya mítica "Per Loca Maritima" o vía 20,
también para Saavedra. A partir de entonces los
ambientes universitarios gallegos y con ellos, la
gran mayoría de los autores que posteriormente
estudiaron las vías romanas gallegas, dan como
cierto sus conclusiones sin mayores comentarios.
Al día de hoy, creemos que los argumentos que en
su día desarrolló Peña Santos no se sostienen, de
aquí esta nueva revisión con un nuevo enfoque del
paso de las vías 19 y 20 por tierras de la antigua
Gallaecia. Por motivos de espacio no nos fue posible hacer un estudio metodológico de las mismas, limitándonos a dar a conocer una nueva visión de ambas vías, concretamente el sistema de
medición que se debería conceder a la vía 20 ó
Per Loca Maritima, muy diferente a como se venía
haciendo hasta la fecha en que para el tramo
Bracara Augusta y Grandimiro se utilizaba el estadio de 185 m, con el consiguiente desaguisado en
la ubicación de las mansiones, y no la milla, que
sería lo esperado, como la utilizada usualmente en
el resto del itinerario hispánico. Esto, en realidad,
era el principal de la comunicación. Basamos, allí,
la crítica a Antonio de la Peña, precisamente en
los argumentos que el propio autor utiliza como
más sólidos, y que se centran en lo siguiente:
a) El aceptar Iria por Pria.
b) Los miliarios.
nº 3, diciembre 2006
c) En su convencimiento cuando dice: "hoy por
hoy, en la actual provincia de Pontevedra , tan solo
existen evidencias objetivas del paso de una vía
romana principal, y que su trazado no puede apartarse del pasillo natural de la Depresión Meridiana
sin entrar en el resbaladizo campo de la especulación", o cuando dice: "no tiene sentido pensar que
la vía XX o Per Loca Marítima discurriese a lo largo de la costa pegada al litoral, dando tantos quiebros que el viaje por ella sería absolutamente interminable".
d) El "hallazgo" de Bouza Brey: VICOS
CAPORUM.
e) Mediciones.
1º) Respecto al cambio de Iria en lugar
de Pria
Tiene preconcebido, el autor, que Iria al encontrarse en la Depresión Meridiana (desde Santiago a
Tuy es coincidente con la actual carretera N-550)
tiene y debe corresponderse con la Pria del
Itinerario. Para ello, nos dice el autor, utiliza como
Fuentes Principales con referencia a las vías romanas de Galicia: el Itinerario de Antonino, la
Tabla de Peutinger y el Anónimo de Ravena.
Respecto a los Itinerarios de Antonino no utiliza
más que la edición de Cuntz (1929), y da la impresión de no haber consultado ni a Wesseling
(1735), Parthey y Pinder (1848), ediciones que con
otras anteriores se conserva siempre el nombre de
Pria. Decíamos que solo utiliza la edición de
Cuntz, en la creencia de que éste (Cuntz) reconoce en sus conjeturas la lectura de Iria, sin embargo
en la relación de las mansiones nombra a Tria y
Pria como variante. Cuntz dice:"nomina non correxi nisi ea quae gravius corrupta sunt"; que, si no
estoy confundido, reconoce que cambió nombres
que encontró corrompidos. No encontré en ninguna de las ediciones consultadas, juntamente con
las ya mencionadas de Wesseling y Parter et
Pinder otra mansión que no fuera de nombre Pria.
Respecto a la Tabla de Peutinger, hemos de reconocer que sí figura el nombre de Iria, pero también
tenemos que decir que la Tabla para Hispania no
tiene validez, toda vez que es una restitución de
Miller de comienzos del pasado siglo ya que a la
original se le perdió la parte correspondiente a la
El Nuevo Miliario
25
Península Ibérica y por lo tanto no vale como prueba documental. En cuanto al Anónimo de Ravena,
aunque sí figura una Iria, tampoco se puede considerar como fuente Principal ya que es una relación
de ciudades muy posterior al Itinerario, algunas
ciudades coinciden en ser mansiones y otras no,
por lo tanto no nos va a decir grandes cosas ni a
solucionar graves problemas. En otro orden de cosas, el autor nos dice que: "El recorrido de estas
vías según el Itinerario, sería el siguiente".
entre algunos núcleos de población, al hacerla
más directa. El miliario del Burgo es un claro ejemplo, indicando distancias a la capital conventual lucense, y utilizando en su recorrido dos vías distintas (parte de la 20 hasta Aquis Celenis y parte de
la 19 desde esta misma mansión hasta Luco
Astúrica. Otro ejemplo, lo tenemos en los de
Adriano encontrados entre Redondela y Tuy, que
indican distancias no a la capital de convento
(Bracara Augusta) y sí a la primera mansión de
una principal ( A Tude).
3º) Respecto a los comentarios que figuran en el apartado: c)
A continuación y siguiendo la paginación de Cuntz
(copiando de Wesseling) pone la relación de las
mansiones y le da a la 430,4 (paginación de W.) el
nombre de Iria; y esto no es correcto ya que Cuntz
no lo hace, evidentemente. Tanto Pria como Iria
son ciudades totalmente distintas, lo quiso el
Itinerario y hay ejemplos que lo justifican; como:
Prianes (Asturias), Pria (Llanes, Asturias),
Priaranza (El Bierzo), Prio (Cantabria), Priabona
(Italia), Iria Flavia (Galicia), Iria (Italia), Iria
(Portugal).
2º) Los miliarios
El que la mayoría de los miliarios que tenemos, se
hayan encontrado en el tramo que Peña Santos
denomina "Depresión Meridiana", no nos dice otra
cosa, que por esa traza pasaba una vía romana
(fruto de tres tramos, parte hasta Tuy la vía 19, de
Tuy a Redondela una secundaria y a continuación
la misma vía 20 o Per Loca Maritima, de mucho
tráfico y utilizada para acortar algunas distancias
26
El Nuevo Miliario
Cuando Antonio de la Peña estudió las vías (1990)
no existían al descubierto tramos de vías auténticos romanos; hoy sí los tenemos, un tramo de
aproximadamente kilometro y medio en Lombo da
Maceira- Barro (Pont.) a escasos metros del camino de peregrinos (información facilitada por el arqueólogo de la Diputación Prov. de Pontecvedra;
proyecto Interreg III, Vías Atlánticas y notas de
prensa -varias- en el periódico Faro de Vigo) y
además, en Vigo, tenemos dos tramos de camino
romano de los afirmados conocidos como "iniecta
glarea" que se pueden ver en las fotos 1 y 2 con
los comentarios respectivos a pie de foto, que demuestra que la vía pasaba por Vigo al cumplirse las
distancias del Itinerario y, además, acompañarle
parte del topónimo actual de la ciudad de Vigo (Vico
Spacorum). Y, sí, tiene sentido que la vía discurriese un largo tramo a lo largo de la costa pegada al litoral, por dos motivos suficientemente convincentes:
1º) POR QUE ASI LO QUIERE EL ITINERARIO:
PER LOCA MARITIMA, por la costa, es lo que dice
y además muy claramente, y 2º) también tiene mucho sentido que hubiese un camino costero (como
hoy también los tenemos) para comunicar todas
las villas marítimas, cabicastros y ciudades importantes, (Vigo: salinas, salazón etc). Por lo tanto SÍ
tiene sentido el paso de la 20 por Vigo.
4º) ¿CAPOROS o COPORI?. El "hallazgo" de Bouza Brey.
Éste es el gran argumento de Peña Santos, basado en el "hallazgo" de Bouza Brey. El autor dice
que la vía 19 y 20 transcurren juntas desde el origen en Bracara Augusta hasta (probablemente, dice) el río Ulla, límite entre las provincias de
Pontevedra y Coruña y para ello se apoya en el
elevado número de miliarios encontrados en las
nº 3, diciembre 2006
RESTOS DE CAMINO ROMANO A SU PASO POR LA CIUDAD DE VIGO.
Se encuentran documentados en la ciudad de Vigo, al menos, dos tramos de camino romano de los
conocidos como "afirmados" y que los antiguos conocían como iniecta glarea, con capa de rodadura a base de gravillas, cuarcitas, cuarzos y otras minúsculas piedras duras muy compactadas.
Fotografía donde se observan restos de camino. Debido a que las excavaciones son recientes y a falta
de los informes pertinentes, la empresa ANTA DA MOURA por mediación de una de sus arqueólogas Dª
Carmela Torres, tuvo la amabilidad de facilitarnos la foto con el siguiente comentario: "Excavación arqueológica en Areal 16, Vigo. Dirección Xurxo Constenla. La fotografía se corresponde con los restos de
un camino romano construido con cantos de cuarzo sobre un lecho de arcilla. Está en mal estado de
conservación afectado por cimentaciones modernas (en foto delimitado por linea roja). Sería parte de un
camino que discurría en paralelo a la línea de costa, posiblemente relacionado con el localizado en Rúa
Hospital nº 5, con ramales en dirección su (hacia el interior), según otros restos localizados en rúa
Pontevedra y Areal".
En el informe valorativo depositado en la Consellería de Cultura (Pontevedra) el arqueólogo Sr. Chao, director de la excavación, dice lo siguiente:.."trátase dun empedrado formado por cantiños moi miudos de
cuarzo e cuarzita. Aparece disposto nun plano inclinado que vai perdendo cota.....de época romana"
Lugar: rua Oliva nº 12. Vigo.
nº 3, diciembre 2006
El Nuevo Miliario
27
trazas y principalmente, en "el gran acierto" de
Bouza Brey cuando dice: "un hallazgo: Vico
Spacorum no es sino VICOS CAPORUM, "las aldeas de los caporos de Plinio, como fácilmente se
comprende" (en revista El Miliario Extravagante, 5
de 1964 pág 13). En base a este aserto del jurista
Bouza Brey y otros, Peña Santos dice: "De lo que
sí estamos seguros es de la ubicación en tierras
coruñesas de las restantes mansiones. VICO SPACORUM podría situarse en las proximidades de
Rois, y su nombre en el Itinerario está equivocado
(CARRÉ ALDAO, 1935:271-272; MORALEJO
LASSO, 1973:198; BOUZA BREY, 1978:33) pues
en realidad debería decir VICOS CAPORUM, en
clara referencia a los Caporos, pueblo citado por
Plinio y por Ptolomeo, que se situaría aproximadamente entre el río Sar y Caldas de Reis (ROMERO
MASÍA y POSSE MESURA, 1987:69)."
-Partiendo de una forma *SPACOROS, se obtiene
por metátesis reciproca de las consonantes oclusivas la inversión *SCAPOROS. El recurso a la
metátesis ya había sido utilizado por otros autores
(Carré Aldao,Bouza Brey, Moralejo Alvarez, Peña
Santos), si bien para sugerir justamente lo contrario: que el testimonio SPACORUM se encontraría
deturpado por inversión y debería corregirse como
VICOS-CAPORUM. Resulta difícil de mantener
una hipótesis que no se corresponde con la tradición manuscrita en lo que respecta al orden de las
oclusivas P-C. Y tampoco parece pertinente la enmienda que reubica la S a partir de un único testimonio obviando los diecinueve que confirman la
lectura VICO SPACORUM. Esta enmienda altera,
además, el caso ablativo VICO, que sabemos tiene otras ocurrencias en el Itinerario con una precisa función.
Para esclarecer esto he consultado con dos especialistas, un filólogo y un epigrafista, pero antes un
par de comentarios:
-El desarrollo de una vocal protética E ante grupo
inicial compuesto de S + consonante es un proceso establecido y constatado para toda la parte occidental de la Romanía; huelga decir que afecta a
todas las palabras que comienzan por S líquida,
bien procedan del latín o de otras lenguas. Por
tanto, es obligada la evolución *SCAPOROS >
ESCAPOROS.
a) El Itinerario de Antonino solo contiene acusativos, ablativos y locativos.
b) Plinio IV, 111, no menciona a ningún CAPOROS
y sí relaciona a unos COPORI, que se deben situar por encima del río Ulla,
c) Una mansión nunca puede ser un grupo de aldeas, con una le llega.
Hemos solicitado ayuda a la distinguida filóloga Dª
Dolores González de la Peña sobre lo que tratamos, y en amable comunicación personal nos dice
lo siguiente, enlazándolo con datos que también le
facilitamos de unos ESCAPORO/ESCAPOROS
que habíamos encontrado. Dice la especialista:
"Claudio González Zúñiga. Historia de Pontevedra
(1846) pp 15-16: "...A San Vicente de Trasmañó
adonde por encima de los molinos de Riofrío hoy
existe el lugar de ESCAPORO..."
Celso García de la Riega. Galicia Antigua (1904) p
347: "Perdura como testimonio de la primera [se
refiere a Vico Spacorum] además del nombre actual, Vigo, el de ESCAPOROS en un lugar de la
parroquia de Trasmañó".
El topónimo ESCAPORO/ESCAPOROS, lugar de
la parroquia de San Vicente de Trasmañó
(Redondela, Pontevedra) puede relacionarse con
el testimonio documental VICO SPACORUM.
28
El Nuevo Miliario
-Tras sufrir metátesis reciproca de las consonantes
oclusivas, el resultado no experimentó sonorización de la sorda intervocálica –P->-B-. Lo esperable sería *ESCABOROS, pero no ha sido así posiblemente por cruce con el paradigma de ESCAPAR (procedente del latín vulgar EXCAPPARE),
sin descartar que haya habido un proceso de geminación expresiva, o que, incluso, se trate de un
cultismo.
-*SPACOROS > *SCAPPOROS > ESCAPORO(S).
En dos foros de historia (http://www.celtiberia.net/verrespuesta.asp?idp=6573 y http://www.celtiberia.net/verrespuesta.asp?idp=4770) la Doctora Dª Alicia Mª. Canto,
profesora titular de Epigrafía y Numismática de la
U.A.M., comenta lo siguiente:
"Una sugerencia: Debe de ser "Copori" y no
"Capori". Los primeros están epigráficamente documentados como antropónimo varias veces
(Coporus y Coporicus) y, lo que es más importante, como etnia, asi lo entiendo en CIL II 5250:
Caturo / et Virius / Copori / Cel(- - -) f(ilii) et Bo /
utia Meid(uniensis) / h(eredes) ex t(estamento)
f(aciendum) c(uraverunt), de Lamego, Port. En
cambio, no se documentan en epigrafía ni los
Caporos como pueblo ni algún antropónimo en
nº 3, diciembre 2006
Capor-. Plinio lo da bien"
es poco menos que asombrosa.
"Este pueblo es persistentemente mal citado como
"Capori", fiando más en Ptolomeo, o suponiendo
que esa mansio del Itinerario tiene que ver con ellos. Pero ellos y su ciudad Noeta son citados por
Plinio el Viejo (IV, 111) como Copori, y eso es lo
que confirman los testimonios epigráficos, que
creo deben zanjar la cuestión"
Es muy posible pudiera haber habido error en el
Itinerario, máxime cuando la cifra parece "exacta",
X millas. Hemos hecho una pequeña comprobación: si a la distancia de 179 millas (Bracara-Luco,
s/ Itinerario) le restamos la suma de las distancias
que indican los miliarios de O Burgo (96 millas a
Luco) y el de Arcade (66 millas a Bracara), nos
quedarían 17 millas que forzosamente tendrían
que corresponder a la distancia entre el miliario de
O Burgo y el de Arcade.
En atención personal me dice que en Ptolomeo,
existen variantes según las ediciones, así en la de
Nobbe consta CAPORÓN, en la de Münster de
1540 dice:CEPORÓN y en la de Stevenson de
1932: CAPORI. La diferencia de los COPORI de
Plinio es sólo en una vocal.
Por nuestra parte creemos que poco hay que decir, no es correcta la lectura de Capori atribuida a
Plinio, siendo Copori lo escrito por aquel; tanto
Bouza Brey como Peña Santos erraron al imputarle esos Capori a Plinio; tampoco consultaron la
epigrafía existente y menos aún tuvieron en cuenta
las formas gramaticales que el Itinerario da a las
mansiones.
Aún existe otro epígrafe (CIL II, 2585) que nos habla de un posible PRINCEPS CO(pororum) tal como lo entienden hoy la mayoría de epigrafistas,
entre ellos Arias, Le Roux, Tranoy en IRL Nº 34.
5º) Las mediciones
El autor estudia las distancias entre Tude y Aquis
Celenis, solamente dos son las mansiones a identificar: Búrbida y Turoqua. Se apoya para ello, y
con muy buen criterio, en el Itinerario y en los miliarios que fijan distancia:
-miliario de O Burgo, A L. LXXXXVI mp
-miliario de Arcade, A B. LXVI mp
-miliario de O Padrón –Sajamonde- a Tude XVII
mp
Hace las comprobaciones pertinentes siguiendo la
carretera nacional 550. En este tramo el posible
camino romano prácticamente no toca a la carretera, y habría de tenerse en cuenta.
Búrbida la ubica a las 16 millas que le indica el
Itinerario, y después de múltiples operaciones
aritméticas, llega a la conclusión de que si se eliminan diez millas al tramo Turoqua – Aquis Celenis
la coincidencia en colocar Turoqua en Pontevedra
nº 3, diciembre 2006
Hemos comprobado esta distancia (siempre por
la N-550 como hace Peña Santos) y nos salen,
salvo error, 12,3 Kms, es decir 8,31 millas; por lo
tanto el "error" existente no sería de las X millas
que se habla sino de algo menos, concretamente
8,69 millas (17 – 8,31 = 8,69 mp), aproximadamente 9 millas, que al no ser cifra "exacta" veo muy
difícil el representar a Turoqua en Pontevedra.
Turoqua habrá que buscarla por traza distinta, y como comentaremos más adelante, el camino romano
Tude – Aquis Celenis debe tenerse como sumatorio
de al menos dos, muy importante como lo certifican
los miliarios que le acompaña.
Deberíamos tener en cuenta que al eliminar esas
X millas, el tramo Turoqua-Luco que el Itin. indica
104 mp, se reduciría a 94 mp y que flaco favor le
estaríamos haciendo al miliario del Burgo, ya que
indican muy claramente LXXXXVI M.P. Entiendo
que este miliario no apoya la teoría de creer error
en el Itinerario, y sí me hace pensar que se están
mezclando varios iters en uno. Entiendo que la
mansión de Turoqua habrá que buscarla por otras
latitudes. Tampoco tengo muy claro si las distancias llegarían para alcanzar Luco desde Iria Flavia
(para Peña Santos la Pria del Itinerario) con las
millas del miliario del Burgo
STADIA, esa gran desconocida de la
vía 20. ¿Millas o Estadios?.
Arias Bonet incluye a la vía 20 dentro de esas "rutas polémicas" difíciles de representar, y en este
caso la dificultad estriba en querer identificar a
esas Estadias con la medida de origen griego, el
estadio de 185 m, que es lo que en realidad significa. El Stadiasmos es lo medido con estadios y
aparentemente de tal forma debería de ser. Es posible que la palabra Estadia tenga en algún momento un doble significado. Desconozco si son
simples casualidades o por el contrario obedezca
El Nuevo Miliario
29
a algo que no entiendo por el desconocimiento total del griego. Al final todo se reduce a una anécdota de trabajo de campo. Conocíamos que la
Estadiometria era un procedimiento de medición
indirecta de distancias, mediante miras estadimétricas o ESTADIAS y taquímetros. Esas miras topográficas (ESTADIAS), graduadas, conocidas
también como parlantes, eran las usadas en los
trabajos topográficos para calcular la distancia desde el aparato (origen) a donde se encontraba la
mira (punto observado). Si dejamos correr la imaginación y al origen le llamamos lugar de salida de
la vía y al lugar donde se encuentra la mira, decimos que es la "mansión", tendríamos un símil "caminero" que nos hiciese reflexionar sobre esas
estadias del Itinerario. Muy posible que esa stadia topográfica (mira) tenga un origen de Stare "estar de
pie". Por lo tanto siempre serían distancias desde el
zarían siquiera para llegar a la isla de Ibiza y por el
contrario si las medimos en millas romanas dan
exactamente los 592 kms necesarios para llegar
posteriormente, después de rodear la isla de Ibiza,
volver a la península y costeando llegar más menos kilométro a Carthago Spartaria.
En otro orden de cosas, hay algo que me llamó
poderosamente la atención en el Itinerario de
Antonino, edición G. Parthey et Pinder (1848)
cuando en sus notas críticas a la vía 20 (pág 204)
encontramos lo siguiente:
- 423. 8 (se refiere a Aquis Celenis) stadia mp Q,
stadia mpm T (manuscrit. Q y T)
- 424. 1 (se refiere a Vico Spacorum) stadia mpm
CXCV T, (manusc. T).
- 424 2 (se refiere a Ad Duos Pontes) stadia mpm
TRAZAS DE LAS VIAS 19, 20 Y SECUNDARIA TUY-REDONDELA.
origen a la mansión correspondiente. ¿Qué ventajas
plantea este sistema?, pues que aunque se pierdan
mansiones de ubicación intermedia, siempre se
podrían representar todas las mansiones por muy
dislocadas que estén. Nos recuerda Roldán
Hervás en su "Itineraria Hispana", p 27, que "...sólo los viajes por mar se hacen en estadios, computados por los romanos como 1/8 de milla, cuando
no también en algún caso en millas romanas". Un
claro ejemplo es el periplo: "Insula Diana Lesbos
Ebusos, ab hac insula Cartagine Spartaria....estadia CCCC"; los 400 estadios (72 kms) no alcan-
30
El Nuevo Miliario
T U, stadia mp Q (man. T U Q)
- 424. 3 (se refiere a Grandimiro) stadia mpm T U
V, stadia mp Q (man. T U V Q)
Esos mpm (con rasgo encima de la segunda m)
puede significar miliarium passum o como en algunos sitios pone la edición de 1512 de Godofredus,
milia plus minus. Creo que tanto de una forma como de la otra están hablando de millas. Entiendo
que esos "stadia mpm"se deben corresponder a
esas estadias medidas en millas.. Si a la Per Loca
Maritima no le retiramos su condición de ser un camino costero tal como lo dice su nombre, y así lo
nº 3, diciembre 2006
LAS VÍAS ROMANAS 19 Y 20 SEGÚN EL ITINERARIO DE ANTONINO
nº 3, diciembre 2006
El Nuevo Miliario
31
quiso el Itinerario, estas distancias "stadias" en
millas se ajustan a las distancias intermansionarias
tal como veremos a continuación; la exactitud es
realmente asombrosa y como se suele decir coincidente al metro.
LA VIA "PER LOCA MARITIMA"
Vamos a fragmentar su traza en cuatro tramos,
prestando mayor atención a los tres primeros,
Bracara Augusta-Vico Spacorum, Vico SpacorumBrigantium y Brigantium - Luco Augusti, ya que el
cuarto desde Luco Augusti a Asturica Augusta es
un tramo suficientemente conocido con alguna dificultad al adentrarse en El Bierzo.
a) PRIMER TRAMO: BRACARA AUGUSTA –
VICO SPACORUM.
Partía la vía romana de Bracara haciendo su salida por la necrópolis de los Maximinos tal como
apuntábamos en el capítulo 3 apartado 4. Hasta
Barcelinhos, atravesaba a Bracelos por el río
Cávado y orillándole llegaría a Esposende, es posible una mansión en el castro de S. Lourenço o
en la misma foz del Cávado en el posible
Promontorium Avarum, seguiría orillando hasta
alcanzar el Neiva (antiguo Naebis) para atravesarlo por un posible puente romano donde quedan restos de estribo a los pies de Castelo de
Neiva, restos romanos y un ara a los Lares Rurales;
alcanzaría el Limia y lo atravesaría por las proximidades de Darque hasta llegar al castro de Santa
Lucia, castro muy romanizado, hoy en la villa de
Viana do Castelo (estupendo topónimo viario), quizá
y por las distancias otra posible mansión de nombre
Atrium de las crónicas medievales. Llegaría el camino a Äncora y después a Caminha, castro también muy romanizado. Otra posible mansión de
nombre quizá Caminia; no atravesaba aquí el Miño
por su dificultad; pasaba por el castro y la villa romana de Lobelhe (Vilanova de Cerveira) para llegar
a Tude tras pasar por Valença do Minho.
Desde Tude a La Guardia, la antigua Abóbriga de
Plinio, pasaba por todos los castros del litoral ribereño. Abóbriga es muy posible fuese también mansión romana, los restos del oppidum del Trega lo
avalan así como también las distancias; alcanzaría
Bayona La Real, antigua Erizana después de pasar entre castros y villas del litoral existentes, esta
Erizana con castro en Monte do Boi es posible
también fuese mansión por su importancia y las
32
El Nuevo Miliario
distancias proporcionales existentes a Abóbriga
y a Vico Spacorum. Llegaría a Vigo después de
pasar por todos los cabicastros de la ría y villas
encontradas (Panxón, Toralla, Alcabre...). Hemos
comprobado la distancia del recorrido que comentamos varias veces, para arriba, para abajo, mapas digitales y otros de la cartografía nacional y los
resultados son, cuando menos sorprendentes, kilómetro arriba kilómetro abajo se ajustan a los 185
kms del Itinerario, es decir a las 125 millas. La toponimia viaria es numerosa e importante. La romanización costera es innegable. Toda la costa sembrada de tégula y muchos restos de ánfora, castros
y varias villas. Äncora posiblemente un embarcadero
de la época romana.
Parte de este tramo de Vía lo estudia nuestro buen
amigo Tamuxe (1975) ("La vía romana per loca
marítima por el bajo Miño y costa Atlántica"), entre
Tude y Vico Spacorum y por la parte portuguesa lo
hace el profesor Carlos Alberto Brochado de
Almeida, dándolo como romano; su, "per loca" la
lleva un poco más al interior ("Proto-Historia e
Romanizaçao da bacia inferior do Lima" 1990).
También es de contemplar lo que nos comenta D.
Angel Blázquez y Jiménez al rematar la "MEMORIA de los los resultados obtenidos en viajes y excavaciones practicados en 1921-22" (1923), decía:
"El comisionado ha visto restos de una magnifica
calzada que iba por la costa, desde Tuy, pasando
por, la Guardia, Vigo y Redondela y ha encontrado vestigios de las vías del interior y del litoral en
bastante lugares, acompañando fotografías". Algo
miraría, no lo dudo, ya que hoy día algo se puede
observar, pero me da que se refiere al empedrado
del antiguo camino Real. Creemos que el camino
Real que de Vigo iba a La Guardia, solapó a casi
toda la traza del romano como ya es normal y tiene sucedido en otros muchos lugares. Sólo recoger dos documentos que algo nos dicen, uno de
1139 delimitando coto: "usque ad petram in qua
stat cruz, que est Inter. Figueros et Portozelo, iuxta viam que venit per marinam" (E. Flores, E.
Sag.22 apéndice VIII) y otro ya tardío de 1529 de
la: "estrada que vay da Guarda para tui" (ACT.
Becerro Negro, fol. 80) que recoge Elisa Ferreira
Priegue en "Los caminos medievales de Galicia"
(1988).
LA MANSIÓN VICO SPACORUM
Los hallazgos arqueológicos que se vienen produciendo en Vigo en estos últimos 10/15 años han
dado unos resultados muy altos de presencia romana. Restos de construcciones, necrópolis, sali-
nº 3, diciembre 2006
nas, tanques de salazón, calzadas, ánforas a nivel
de playa, una preciosa ara funeraria de una viguesa llamada Ivlia, etc... Si a todos estos últimos
hallazgos se le suman los ya conocidos y concretamente esas veintinueve estelas funerarias y
un ara funeraria de Flacinia aparecidas en 1953
también en la misma necrópolis del Areal a escasos metros de esa otra Ivlia aparecida sobre la calzada que ya comentamos en el apartado cuatro,
son cuando menos sorprendentes; además de esa
basa romana con su fuste (hoy desaparecida) por
la necrópolis de la entrada sur en la c/ Marques de
Valterra. Muchas son las intervenciones arqueológicas que se han realizado en áreas del casco
viejo y zona del Areal.
"Ecclesiam etiam S. Maria de Vico, .....per fontem
S. Eugenia, inde per locum quem vocant viam veterem..." (Archivo Catedral de Tuy). Subía por la
calle Real (ya es típico este nombre por donde pasa camino romano), atraviesa el casco viejo de
Vigo dejando un tramo de la vía romana que se
encuentra musealizada in situ tal como comentamos en el apartado 4, foto 2.
Ante los hallazgos que se vienen realizando, hace
pensar que Vigo fue un núcleo industrial marítimopesquero (tanques salazón, salinas) de relevante
importancia; los trozos de camino romano documentados (fotos 1 y 2 capitulo 4), las necrópolis de
entrada y salida a lo largo del camino, y si además
las distancias del Itinerario se cumplen, forzosa-
Plano realizado por el teniente Rodríguez Muñiz en 1595. Se pueden ver los dos puentes, que otros anteriores
se supone dieron nombre a la mansión: Ad Duos Pontes. Un sello: Archivo General de Simancas. En un privilegio de Ordoño II consta: "ambas pontes" y en otro de 1463 figura: "Judgado de Entramas las pontes" (Celso
García de la Riega: "Galicia Antigua" (1904).Hoy el río Tomeza (derecha) se encuentra casi todo canalizado. Es
muy difícil que coincidiendo las distancias, esos documentos que hablan de "entre ambos puentes" y el dibujo
de Muñiz donde se ven esos dos puentes enfrentados, no se corresponda Pontevedra. con la mansión Ad Duos
Pontes.
La vía 20 entraba en Vigo por los arenales de Coia
procedente de Bouzas, Alcabre, pasaba por delante de la Iglesia de San Francisco, antiguamente
llamada de Santa Eugenia, que en documentos del
rey Fernando II de León del año 1170 posiblemente se hacía referencia a esta vía romana:
nº 3, diciembre 2006
mente deben corresponderse con la Per Loca
Maritima del Itinerario de Antonino.
El Nuevo Miliario
33
b) SEGUNDO TRAMO, VICO SPACORUM – BRIGANTIUM
Sale la vía de Vigo por la necrópolis del Areal en
orillamar y continúa hasta bordear el castro de la
Guia, pasa el del Sino y el de las Torres de Padín y
continuando por el antiguo camino Real atraviesa
Redondela pasa Cesantes y el lugar de Sobreira
donde aparecieron dos miliarios, atraviesa el
Verdugo y llega a Pontevedra, la Ad Duos Pontes
del Itinerario, después de pasar el puente del
Couto. Aquí otro miliario.
La distancia Vico Spacorum / Ad Duos Pontes. =
Stadia Ad Duos Pontes – Stadia Vico Spacorum =
150 – 125 = 25 millas = 37 kilómetros, que sí se
ajustan por el litoral y antiguo camino Real.
LA MANSIÓN AD DUOS PONTES.
Miliario de Adriano indicando a Luco Augusti 96
millas, apareció a escasos metros del puente de El
Burgo de construcción medieval documentado como Pontis Veteri en escritura del Monasterio del
Lérez (Murguia 1988).
Los hallazgos romanos se encuentran dentro del
casco histórico y corresponden a ánforas próximo
al miliario, tégulas, estructuras, cerámicas, trozo
de mosaico, ánforas por el río Lérez.
"Dotatio Ecclesiae S. Jacobi per Regem
Adefonsum III in die Consecrationis Templi Era
937 Anno 899.Coelico glorioso........& ejusdem saltum Magnimiri vocatum, Ecclesiam S. Eulalia in
Montenigro,
quam
obtinuit
Theodemirus
Episcopos, cum universis praestationibus suis..."
("España Sagrada" E. Flores –1765-, apéndice tomo XIX p340-341 Madrid.)
"Donación a la Iglesia de Santiago por el rey
Alfonso III en el día de la consagración del templo.
Año 899.
..."y la iglesia de Sta. Eulalia de Montenegro más
el bosque de MAGNIMIRI que Teodomiro obispo
consiguió con todas sus prestaciones..."
Teodomiro fue obispo de Iria cuya Iglesia fue
Santa Eulalia hoy Santa María. Se sabe que
Tristán de Montenegro era de los Montenegro al
norte de Pontevedra. Este Magnimiri es lo mismo
que Grandimiro; magni y grandi es lo mismo, grande, alto.
Las distancia Aquis Celenis /
Grandimirum = Stadia Grandimirum – Stadia Aquis
Celenis = 180 – 165 = 15 millas que se podrían
ajustar a lo que hoy es el Castro Lupario (Rois-La
Coruña) . Un oppidum con recintos muy romanizado. Estudiado por Fernando Acuña Casatroviejo
"Noticias Arqueológico-numismáticas del Castro
Lupario" C.E.G. 1971
LA MANSIÓN AQUIS CELENIS
LA MANSIÓN DE TRICONDO
Desde Ad Duos Pontes se sale por A Santiña,
Pedrapicada, Alba, Cerponzóns, Barro, Caldas de
Reyes la antigua Aquis Celenis. Por mediación del
arqueólogo de la Diputación Provincial de
Pontevedra sabemos del hallazgo de un tramo de
1,5 kms de ager romano casi tocando al camino
de peregrinos por la zona de Barro.
Esta mansión se encuentra a XXII millas de
Grandimirum y a XXX de Brigantium (Coruña) pudiendo corresponderse con el castro de Burgao
Parroquia de Trasmonte. De Grandimiro pasaba a
Pedreira, la Rocha, Santiago, Puente Sionlla, Rua
Travesa, Sigúeiro, Vilanova, Cabanas, A Igrexa,
Burgao.
La distancia entre ambas mansiones son: Stadia
Aquis Celenis – Stadia Ad Duos Pontes = 165 –
150 = 15 millas = 22,2 kms que sí se ajustan al camino que hemos seguido que no es otro que el de
los peregrinos.
LA MANSIÓN DE GRANDIMIRUM
Es posible que el nombre de Grandimirum se
corresponda con el de Magnimiri que figura en el
siguiente documento:
34
El Nuevo Miliario
LA MANSIÓN DE BRIGANTIUM
De Burgao y a XXX millas la mansión Brigantium,
pasaba por Sobreira, Montaos, Costa, Calle,
Poulo, Buscás Andemil, Bruma, y siguiendo prácticamente el camino de peregrinos por Sergude,
Alvedro, Eiris, entraría en Brigantium por la calle
Real.
Si a los textos de Dión Casi (XXXVII 53) que mencionan una Brigancio ciudad de Gallaecia y al de
Orosio , "Brigantia Gallaetia civitas" se le añade el
nº 3, diciembre 2006
itinerario de Antonino que aparentemente sí parece ubique en Coruña la ciudad de Brigantium, no
debería quedar duda alguna. La Brigantium del
Itinerario debe corresponderle la ciudad de Coruña
en función de las distancias que la fijan con mayor
precisión que los textos que la complementan de
Orosio y Dión Casio.
c) TERCER TRAMO, BRIGANTIUM – LUCO AUGUSTI
Me da la impresión que en este tramo de vía se
produce un error por omisión, se aprecia muy claramente la falta de millas, no es posible llegar a
Luco con las millas que da el Itinerario. El problema, entiendo, radica en un error por homeoteleuton, es decir: al error producido por saltar de una
palabra a otra similar omitiendo el texto intermedio.
Se aplica principalmente a la trascripción de textos
bíblicos o antiguos. Gonzalo Arias lo explica con
varios ejemplos de las omisiones que detectó él y
varios investigadores extranjeros en el Itinerario de
Antonio.(ver: El Miliario Extravagante, 16, 1988).
Pongo el itinerario corregido tal como lo interpreto
y entre corchetes, lo omitido:
BRIGANTIUM
[FLAVIUM BRIGANTIUM]
CARANICO
LUCO AUGUSTI
XXX
XVIII
[XXX]
XVII
Se justifica: se omite una línea por ser homónima
a la anterior (salvo el acompañante Flavium). En
todo caso no tiene importancia alguna el existir
una Brigantium detrás de otra, en el iter 25 una
mansión Aquae Bilbitanorum a XVI mp de otra
Bilbili.
Por lo tanto Betanzos sería Flavium Brigantium,
Baamonde se correspondería con Caranico y Luco
Augusti con la capital del convento lucense.
Parece que no es posible la etimología Brigantium
> Betanzos y creemos, como caso hipotético con
posibilidad limitada: BRIGANTIA (por segmentación) > briga-antia > (castrum) - UNTIA (nombre de
Betanzos en las crónicas antiguas). Quizá la combinación Flavium/Bravío acompañase en la formación del primer elemento Flavium Brigantium
d) CUARTO TRAMO, LUCO AUGUSTI – ASTURICA AUGUSTA
Casi todo su recorrido transcurre por el camino
nº 3, diciembre 2006
real; así Timalino debe ubicarse en el castro de
Baralla, Ponte Naviae en As Nogais, Uttaris en el
castillo de Auctares en Vega de Valcarce, Bergido
en el castro Ventosa (Pieros), Interamnio Flavio en
Bembibre y Asturica en Astorga.
El tramo Bergido - Asturica es muy curioso, si ubicamos un Interamnium en Onamio, en el castro
que da al río Paradasolana, se encuentra enfrentado al Vendeñuelo y por su izquierda baja del monte otro regato que en su conjunto se encuentra
"entrerríos" y Onamio es lo que significa, comprobaremos que las distancias se ajustan al metro.
Castro Ventosa, Cacabelos, Ponferrada, Onamio
(¿interamnium?), Paradasolana, Castillo del Monte,
Matavenero, Poibueno (antiguo Monasterio) con fuerte
subida a Fonfria, Viforcos, Brazuelos y Astorga. El tramo
Astorga - Viforcos fue estudiado ya por Ernest
Loewinsohn y lo da como romano. Lo he medido y pateado y las coincidencias son asombrosas. También son
asombrosas las mediciones por el alto de la Cruz de
Hierro.
LA VIA 19. Item a Bracara Asturicam
mp CCXCVIIII.
Salía de Bracara Augusta esta vía por la necrópolis do Campo da Viña, para dirigirse a Prado,
Fornelos y llegar a Ponte de Limia (aquí la mansión de LIMIA), después de atravesar el río Limia
se acercaría por Labruja, Sapardos y rebasando
Valença do Minho llegaría a Tuy (aquí la mansión
TUDE), continuaba por la Ponte do Louro y orillando el Miño alcanzaría el Puente de Fillaboa, lo
atraviesa y sube por el Tea arriba hasta
Ponteareas,
pasando
posteriormente
por
Ribadetea, Castro, Padrón y Sequeiros hasta llegar a Borbén (aquí la mansión de BURBIDA);
Moscoso, Oitabén, Eiras, cruzaría el Verdugo para
alcanzar en difícil pendiente el castro Barbudo,
Puente Caldelas y Tourón (aquí la mansión de TUROQUA), sube a Mirón, Almofrey, baja a Calvelo y
por aquí cruza el río Lérez para alcanzar Filgueira,
San Andres de Xeve, ermita de San Roque, Cruce
o Foxo, A Picota, Ponte da Picota, A Pedrado,
Vilacoba, Amil, Cosoirado, Soer, San Andrés de
Asar para, atravesando el Puente Taboada, alcanzar Caldas de Reyes (aquí la mansión de AQUIS
CELENIS); pasamos a Cuntis, Arcos, A Ponte do
Porto Carreira y llegar a La Estrada (aquí la mansión de PRIA); por Cereixo, San Jorge de Cereixo,
Sequeiros, Olives, Froiz, Barreiro y Escuadro llegamos a Silleda, cruzamos el Puente Taboada, pasamos Prado, Bendoiro, Pedrouzos de Arriba,
El Nuevo Miliario
35
Santiso, Mesón do Viento y llegamos a Erbo (aquí
la mansión de ASSECONIA); por Cancelas, Ponte
das Abellas, Moimenta, llegamos a Trascastro y al
Castro de A Golada (aquí la mansión de BREVIS);
Castro de Amarante, Antas de Ulla, Carreiros,
Puente sobre el Ulla, Monterroso y dejando la carretera nacional tomamos un viejo camino que por
Siete Iglesias que nos conduce a Arada, Arxona,
Milleiros. Ligonde, Airese, Rego y por la montaña llegaremos a Marzán (aquí la mansión de MARTIAE),
por Entrambas aguas llegaremos a la capital del
convento lucense, LUCO AUGUSTI. Posteriormente
hasta Asturica Augusta por las mismas mansiones y
recorrido que las de la vía 20. Las distancias se han
comprobado varias veces y se ajustan muy bien al
Itinerario de Antonino.
Concluimos en la creencia de que la vía Per Loca
Maritima se debe medir en millas romanas y no en
estadios como se venía haciendo hasta ahora, y
que ésta pasaba por la ciudad de Vigo, el Vico
Spacorum del Itinerario de Antonino y por
Pontevedra, la Ad Duos Pontes romana. Por la
Depresión Meridiana pasaba una vía muy importante de comunicación entre Brigantium y Bracara
Augusta, y la formaba la vía 20 y una secundaría
que unía Redondela con Tuy y la 19 por tierras
portuguesas hoy. El Miliario de El Burgo, que fija
distancia a Luco de LXXXXVI mp, se cumple muy
bien; el tramo Pontevedra / Caldas fija las Stadias
15 millas (165-150 = 15) y el tramo entre Caldas
de Reyes con Lugo según la vía 19 indica una cifra de 81 millas que sumándolas para cubrir todo
el recorrido Pontevedra - Lugo dan las 96 exigidas
por el miliario de El Burgo en Ad Duos Pontes.
la definen como ciudad industrial marinera en los
siglos I al IV d- C (salinas, salazón...) y tramos de
calzada romana "iniecta glarea" a orilla del mar y
sí tiene sentido el paso por ella de la Per Loca
Maritima, entre otras cosas por cumplirse, también, las distancias del Itinerario de Antonino (stadia CXXV millas = 185 km que son exactamente
los que hay desde Bracara Augusta por la costa
(per loca maritima) hasta la ciudad de Vigo, al margen de acompañarle el topónimo actual.
- Al norte del río Ulla no existió nunca ninguna etnia que hiciera mención a los Caporos como quiere de la Peña al pretender llevar a tierras coruñesas al Vico Spacorum por una mala lectura de
Vicos Caporum. Quedó suficientemente aclarado
que esa etnia es la de los Copori.
- En base a todo ello, creo que al día de hoy ya no
existen pruebas mínimamente sólidas que indiquen que por la provincia de Pontevedra pase únicamente una vía romana, la vía 19, acompañando
a la 20 por una misma traza desde su nacimiento
en Bracara hasta el río Ulla, y sí que ambas rutas
van totalmente desdobladas desde su nacimiento
hasta Luco Augusti, como de tal forma lo precisa el
Itinerario de Antonino y se constata en la arqueología de campo.
b) Respecto a nuestra propuesta de la Vía 20
- Consideramos que por la Depresión Meridiana
pasó una importante vía de comunicación romana,
como lo certifican los miliarios, restos de camino
(Barro) y otros signos epigráficos y estructurales; y
su traza se corresponde a la suma de varias como
quedó razonado anteriormente.
- Somos conscientes que sería muy necesario una
propuesta acompañada de una metodología viaria
suficiente basada en la cartografía de yacimientos,
la documentación medieval, la toponimia, la fotografía aérea, las prospecciones, la estructura y el
reconocimiento del camino y aquellos otros signos
como puentes, epigrafía, etc, etc. Por motivos limitados de espacio es imposible y creemos suficiente la comprensión a esas Stadias, que tanto
sueño les privó a muchos investigadores, que dan
solución (al metro) a las distancias intermansionarias y posibilitando la ubicación de las mansiones.
Todas las distancias de ambas vías las hemos
comprobado y se ajustan muy bien al Itinerario. Si
lo hemos conseguido, mi satisfacción personal y
caso de no ser así, ya sabemos...la investigación
continúa.
- Iria, no consta en ninguna edición del Itinerario
de Antonino, hay equivocación en la relación que
presenta de la Peña.
En Vigo, a 12 de Noviembre de 2006.
CONCLUSIONES DEFINITIVAS:
a) Respecto a la teoría de Antonio de la Peña
- En Vigo hay restos suficientes e importantes que
36
El Nuevo Miliario
nº 3, diciembre 2006
Madrid romano: nuevos puntos de vista
Carlos Caballero
Arqueólogo
La búsqueda de unos míticos orígenes romanos
para la ciudad de Madrid alimentó decenas de trabajos desde que la villa se convirtiera en capital de
España en 1561 y fuera para muchos una necesidad imperiosa encontrarle a la ciudad unas raíces
remotas. Se entendió siempre que Madrid había
de corresponderse con alguna de las ciudades romanas mencionadas por las fuentes, y así se equiparó primero con la Mantua ptolemaica, identidad
que se consagró al ocupar un lugar en 1656 en el
frontispicio del plano de Texeira (Madritum sive
se desplazó a ese lugar el emplazamiento de la
Miaccum antoniniana.
A estos indicios iniciales tampoco se unieron muchos más en el primer momento de expansión de
la arqueología madrileña, ya en el siglo XX, coincidiendo con el funcionamiento del Instituto
Arqueológico Municipal capitaneado por José
Pérez de Barradas y nacido como consecuencia
natural de los trabajos acometidos por él junto a
Obermaier y Wernert. El intenso control llevado a
Cenicientos. Piedra Escrita
Mantua carpetanorum urbis regia), y más tarde,
fue relevada por la identidad con la Miaccum del
Itinerario de Antonino. Durante siglos, sin embargo, la investigación arqueológica respondió a tan
tenaz empeño con unos resultados ciertamente
parcos (de Carrera, 1994): apenas algunas inscripciones embutidas en muros del casco antiguo, un
presunto miliario junto a la Puerta de Moros y, más
recientemente algunas cerámicas recuperadas en
el entorno del núcleo primigenio de la ciudad, en
las cercanías del Palacio Real. A finales del XIX,
con los inicios de la arqueología en Madrid, se obtuvieron las primeras noticias sobre la villa romana
de Carabanchel, en la posesión de los Montijo, y
nº 3, diciembre 2006
cabo por este equipo en las explotaciones de graveras y areneros del bajo Manzanares, alimento
infinito de la voraz ciudad en expansión, aportó un
sinfín de valiosísima documentación para el conocimiento, fundamentalmente, del Paleolítico y la
Edad del Bronce madrileños, pero tuvo mucha menor incidencia en el mundo romano, donde sólo se
conocieron con detalle los yacimientos de
Villaverde, Cantarranas y la Casa de Campo. Poco
a poco, sin embargo, una vez salvado el colapso
provocado por la guerra, y gracias primero a los
sucesores de Pérez de Barradas en el Instituto y
después al esfuerzo de la Universidad y del
Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la
El Nuevo Miliario
37
existencia de un territorio madrileño habitado por
romanos fue cobrando fuerza. Así se conocieron
las villae de Valdetorres de Jarama o de La
Torrecilla, y se pusieron en marcha tímidamente
proyectos de investigación sobre el mundo romano
que permitieron valorar por vez primera monumentos como la Piedra Escrita de Cenicientos, estudiar
calzadas romanas o investigar el patrimonio romano bajo las ciudades en expansión, como sucedió
en uno de los estudios precursores, el de la calle
Sur de Getafe.
Poco después, ya en los primeros años 80 del siglo XX, el estudio de la ciudad de Complutum, primero como consecuencia del crecimiento de la
ciudad, y después como resultado de la implica-
sede del Museo arqueológico municipal (Museo de
San Isidro).
No obstante, un mayor conocimiento del mundo
romano madrileño es consecuencia de las grandes
obras civiles, que desde hace decenio y medio se
desarrollan a buen ritmo en toda la Comunidad con
sus siempre contradictorios efectos para el patrimonio
arqueológico: al tiempo que se documentan centenares de yacimientos, sus estructuras se destruyen para
dar paso a la nueva infraestructura. Estas épocas dieron a conocer nuevos enclaves: desde los últimos coletazos de la villa romana de Villaverde, excavada por
Ángel Fuentes al construirse el nudo Supersur, la construcción de las autopistas radiales, las diversas vías
de circunvalación (M-40, M-50), la ampliación del
Talamanca. Puente de supuesto origen romano (Foto: Creative Commons)
ción municipal y del esfuerzo de unos cuantos ilusionados pioneros encabezados por Antonio
Méndez y Modesto Quijada, sentó las bases de la
investigación moderna de un Madrid romano. Las
competencias en materia de cultura, transferidas a
las Comunidades Autónomas en 1985, sirvieron
para sistematizar el procedimiento de excavaciones arqueológicas en la capital y su entorno y fue
así como, poco a poco, más lentamente al principio, se fue llenando de puntos nuevos el mapa del
Madrid romano. Así se documentó la presencia romana, más que testimonial, en el núcleo primigenio de la ciudad, en la colina de las Vistillas, en lugares como la Casa de San Isidro, actualmente
38
El Nuevo Miliario
aeropuerto de Barajas, la construcción de nuevos
barrios (no sólo en la capital, también en la
mayoría de los municipios colindantes… y no tanto), las líneas del AVE o las sucesivas ampliaciones del Metro han proporcionado un sinfín de nuevas noticias de enclaves romanos que configuran
un nuevo paisaje para el Madrid de hace 2.000
años. Desglosar aquí todos los hallazgos, enriquecidos además con los trabajos vinculados con algunos proyectos promovidos por la Administración
o por las Universidades, sería una labor que excedería con creces el espacio disponible en este texto1, pero se recogen algunos de los más significativos, que han contribuido a modificar la visión ge-
nº 3, diciembre 2006
neral existente, y que serán analizados en cuatro
apartados distintos.
IV d. C. se superpuso la edificación principal, hasta
que esta villa tardía quedó también abandonada y
sus ruinas sólo fueron esporádicamente ocupadas
en la etapa altomedieval.
1) Las villae:
Uno de los principales avances se ha obtenido en
el conocimiento de las villae romanas: dado que la
vida de carácter urbano en Madrid en época romana se reduce prácticamente a la ciudad de
Complutum (pues sin duda resulta discutible el
carácter estrictamente urbano que pueda atribuirse
hoy a otros enclaves recogidos por las fuentes clásicas y susceptibles de haber estado en territorio
madrileño, como Titultia, Miaccum, Varada,
Mantua, Egelesta o Caracca), un aspecto fundamental viene de la mano del estudio de las villae
romanas, la mayoría de ellas integradas en el territorio complutense o señalando sus límites. Entre
ellas destaca la de El Val, en Alcalá de Henares,
un establecimiento con tres fases sucesivas de
ocupación (que cubren los siglos I a VI d.C.), actualmente integrado ya en la ciudad; además, sobresale en Valdetorres del Jarama el monumental
edificio octogonal de funcionalidad no definidida
(parte quizás de una villa o de un palatium), que se
empezó a construir a mediados del siglo IV d.C. y
se abandonó, probablemente sin llegar a estrenarse, a comienzos del s. V; finalmente, se conocen las
villae de El Rasillo, El Guijo y El Encadenado, localizadas durante la construcción de la nueva pista del
aeropuerto de Barajas (Esteban, 2005; Pozuelo y
Vigil-Escalera, 2003).
En cuanto a Madrid, en el territorio del actual municipio, se localizaban también varias villae, de las
que la mejor conocida es La Torrecilla, en el curso
bajo del Manzanares, junto a la desembocadura
del Arroyo Culebro. Las excavaciones han revelado una residencia que conoció varias fases y sobrevivió hasta fines del s. V d. C. Por lo demás,
tanto en el curso final del Manzanares, como en algunos lugares del este de la capital, se recogieron
vestigios romanos registrados por Pérez de
Barradas (1929) y Fuidio (1934). Además, se documentaron los restos de la villa de Carabanchel,
que proporcionó materiales de amplia cronología
que abarcan desde los momentos finales de la II
Edad del Hierro, hasta época bajoimperial; conviene, en este sentido, apuntar que recientemente,
nuevos trabajos acometidos en el entorno han permitido ampliar el conocimiento que se tenía de
este yacimiento2. En cuanto a la villa de Villaverde
Bajo, se sabe que un primer enclave, de los siglos
I al III, fue destruido a finales de este siglo. En el s.
nº 3, diciembre 2006
Precisamente en el conocimiento del mundo suburbano es donde más ha avanzado la investigación en los últimos años: así, además de enclaves
de menores dimensiones integrados en el sistema
romano, como La Gavia, en Madrid (El Cerro de
La Gavia…, 2005), o supervivientes a la llegada
Galapagar. Calzada romana
de los romanos, como el Pontón de la Oliva, en
Patones, o El Llano de la Horca, en Santorcaz
(que actualmente excava el Museo Arqueológico
Regional), otras villae se han documentado en la
zona sur de la provincia, como Tinto Juan de la
Cruz (Barroso et al, 2001), y Cacera del Valle o La
Indiana (Morín et al. 1997), todas ellas en Pinto, o
La Pingarrona, en Boadilla del Monte (Alfaro y
Martín, 2000), además de los diversos yacimientos, probablemente testimonios de una o varias villae, descubiertos en Villaviciosa de Odón y
El Nuevo Miliario
39
Boadilla (Vega, 2005) durante la anterior ampliación de la denominada carretera de los pantanos.
Un capítulo aparte merecen, dentro de este apartado, los enclaves productivos del alfar de Velilla
de San Antonio, o las graveras de Retamares
(Bernal y Sánchez, 2006) y Viña Machaca
(Domínguez Bolaños, 2006), documentados durante las obras de ampliación del Metro. En todos
los casos se repite un mismo esquema: las villae
se asientan próximas a una vía importante de comunicación, normalmente cerca de un río principal,
Galapagar. Miliario
sobre alguna de sus terrazas más elevadas, y con
una pequeña vega y un bosque en los que abastecerse de productos agrícolas y cinegéticos.
2) Las vías romanas y sus mansiones:
Pese a ser un área marginal, en la que tan sólo
destaca la ciudad de Complutum, los diferentes
estudios realizados han ido, poco a poco, dejando
fuera de toda duda que el territorio madrileño
40
El Nuevo Miliario
desempeñaba un papel destacado en la red viaria romana de Hispania. No obstante, tanto el
trazado de las rutas principales, como la ubicación de las mansiones, siguen siendo lugares comunes de discusión ya que, como es sabido, los
datos proporcionados por el Itinerario de Antonino
permiten tener la certeza de que las mansiones de
Titultia y Miaccum se encontraban en territorio madrileño, si bien no es posible precisar dónde, aunque sobre esas dudas se volverá más adelante,
después de una visión de conjunto sobre la red
viaria romana en Madrid.
Ante todo, las fuentes y los datos arqueológicos
disponibles coinciden en señalar que la red viaria se estructuraba en torno a dos grandes ejes,
uno de dirección norte – sur, y otro suroeste –
noreste. Así, el único paso de la Sierra cuyo
uso en época romana está constatado, el puerto
de la Fuenfría, daría acceso a una ruta que, en
esencia, seguiría el curso del Guadarrama. Los
trabajos arqueológicos han sido variados en la zona, desde los más tempranos ligados a la Junta
Superior de Excavaciones y Antigüedades (vgr.,
Blázquez, 1911), hasta los actuales, pasando por
la intervención realizada por Mariné (1988), el
proyecto desarrollado por la Comunidad de Madrid
a finales del siglo XX (Caballero, Fernández,
Martín, 2003 y 2004), que no hubiera sido posible
sin la iniciativa de los técnicos Fernando Velasco
y Antonio Méndez, o las labores que se vienen
desarrollando últimamente en los diversos caminos que conforman la red vinculada al Puerto, en
su coronación y en su piedemonte, estos últimos
como consecuencia de las diversas carreteras de
nuevo trazado que acompañan al desmedido crecimiento urbanístico de Galapagar. En consecuencia, la bibliografía generada es relativamente
abundante, con algunas nuevas interpretaciones
(Rodríguez Morales y Moreno, 2002) y, en especial, a raíz del proyecto realizado a finales de los
años 90. En el camino se localizan elementos singulares, como el significativo vado del Toril, en
Galapagar, excavado en 1999 por la empresa
Groma, Estudio de Arqueología y Patrimonio, al
que acompañan restos de calzada intervenidos en
1994, aunque llama particularmente la atención el
hecho de que el camino está jalonado, especialmente en el arranque de la subida al puerto, por
una serie de miliarios del siglo III que atestiguan
diferentes intervenciones en la ruta, y que también
han sido objeto de un trabajo de recopilación y sistematización (Caballero, Fernández y Martín,
2003) que recoge toda la bibliografía anterior generada por la ruta. En ese trabajo se aporta,
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además, la primera lectura del miliario de Galapagar,
actualmente conservado en el Ayuntamiento de la localidad, y se ordena la información existente acerca
de los diversos miliarios asociados a esa zona del
piedemonte.
El paso de la Fuenfría comunicaba las ciudades de
Segovia y Toledo, coincidiendo, en este tramo, con
la ruta descrita por el Itinerario de Antonino (número 24 en la relación de Saavedra). Sin embargo, su
recorrido plantea también discrepancias entre los
investigadores, en particular de Gonzalo Arias,
quien diseña una alternativa completamente nueva
a partir de la teoría de los empalmes (vgr. Arias,
1995). Una vez abandonada la sierra el camino
seguiría por el piedemonte jalonado por los asentamientos romanos de El Beneficio (Collado
Mediano) y Monesterio (San Lorenzo de El
Escorial), hasta alcanzar Galapagar, para mantener después sentido sur, hasta la confluencia de
los ríos Aulencia y Guadarrama, donde se registra
la presencia de un yacimiento de amplia estratigrafía (el despoblado de Villarejo) cuya potencialidad no ha sido, sin embargo, suficientemente valorada por la bibliografía; al respecto puede verse
una nota en este mismo número de El Nuevo
Miliario. Al sur de ese punto, la ruta del
Guadarrama saldría del territorio madrileño en dirección a Toledo y pasaría junto al yacimiento de
Santa María de Abajo (Carranque). Fernández –
Galiano (1989, 2001) describe la presencia en ese
punto, junto al yacimiento, de un vado tradicionalmente utilizado para salvar el Guadarrama. En la
zona, por otro lado, se ha constatado la presencia
de varios lugares en los que el río es vadeable, y
siempre se ha asociado al más antiguo camino por
la zona la existencia de la "Vereda de la
Calzadilla", que daría servicio a varias villae romanas situadas en vegas de cortos arroyos tributarios
del Guadarrama que, actualmente, son de curso
estacional (Rodríguez y Barrio, 2003).
Del anterior camino se desprendería, en algún
punto del piedemonte situado posiblemente hacia
Los Molinos, una segunda ruta de sentido norte –
sur. En esencia, el trazado ha sido establecido por
Gonzalo Arias, asociándolo al empedrado de La
Machota (Zarzalejo), y pasaría por El Escorial y
Fresnedillas para llegar a El Santo, en Aldea del
Fresno (Arias, 1995), un lugar de peregrinaje tradicional cuya antigüedad viene subrayada por la
presencia de vestigios romanos y visigodos. En todo caso, esta ruta seguiría su recorrido, ya en tierras toledanas, hacia La Torre de Esteban
Hambrán. En cuanto al camino de La Machota, en
nº 3, diciembre 2006
cambio, la factura del empedrado parece claramente posterior, con los clásicos picos de balizamiento de los caminos de la Edad Moderna
(Moreno, 2004: 226), y hay que relacionarlo, más
bien, con el camino de El Dehesón, en El Escorial,
con el que indudablemente comparte características constructivas.
Finalmente, la llamada "calzada de Fuentevieja"
constituiría una corta variante de este camino por
el Guadarrama. Se trata de diversos tramos empe-
El Escorial. Camino de El Dehesón
drados acompañados de obras de fábrica menores
(García de Mateos, 1995), que tendrían una continuación en dirección sur, ceñida al curso del río
Perales, y daría servicio a los enclaves romanos
de Quijorna, Perales de Milla y Villamanta, en una
zona en la que se situaría la ciudad de Mantua,
municipio desde época flavia (Contreras, Jiménez,
Martín, 1993).
Es probable, además, que el Puerto de Malagosto
fuera una alternativa al de la Fuenfría, como una
El Nuevo Miliario
41
de las posibles continuaciones naturales hacia el
sur de la comunicación entre Coca y Segovia. La
idea original, debida a Francisco Alonso Otero
(1988), y matizada por Dimas Fernández-Galiano
(1989), se referiría a la ruta recogida en el
Anónimo de Ravena, IV, 44 (Fernández, Martín,
Caballero, 2000: 181) que, procedente de
Albeceia, atravesaría la Sierra por el puerto de
Malangosto para dirigirse a al puente de
Talamanca, primero, y Complutum, después,
dejando a su paso el extraño edificio octogonal tar-
San Lorenzo de El Escorial. Monesterio: pilae
correspondientes a un hyppocaustum
dorromano de Valdetorres. Desde la ciudad complutense cabe, además, suponer una continuación
meridional del camino, hacia Torres de la Alameda.
De confirmarse la más que probable existencia romana de esta ruta, habría que considerar una alternativa lógica, esbozada también por FernándezGaliano (1989), que seguiría el curso del Jarama
al sur del puente de Talamanca, hacia los diferentes enclaves de Barajas, Velilla de San Antonio,
Titulcia y Aranjuez, en una ruta identificable con la
25 antoniniana.
42
El Nuevo Miliario
Con todo, un eje de similar importancia cruzaba de
este a oeste el territorio madrileño. Se trataba de
una ruta desprendida de la vía Emerita –
Caesaraugusta en Complutum, y cuyo destino era,
posiblemente, el camino del Guadarrama, para lo
que debía de atravesar el territorio actualmente
ocupado por la ciudad de Madrid, a donde llegaría
cruzando el Abroñigal por el más antiguo paso conocido, el puente de Ventas (Corella, 2000).
Manteniendo siempre el rumbo, el camino se dirigiría a la zona ocupada por el puente de Segovia,
donde existiría un vado ya documentado en época
medieval (Fernández Casado, 1974; Corella,
2000). Este trazado este – oeste, identificado por
Arias (2004) y Fernández Casado (1974: 6), alcanzaría la zona sur de la Casa de Campo (junto a los
arroyos de Meaques y Retamares) y, más adelante, Boadilla del Monte y, siguiendo el arroyo de la
Vega (Alfaro y Martín Bañón, 2000; Vega, 2005),
Villamanta, donde la presencia romana está ampliamente constatada en el arroyo Grande, y Aldea
del Fresno, para confluir en El Santo con el camino
que venía desde la sierra.
La misma línea descrita por el itinerario anterior,
pero con un trazado algo más meridional, sería la
formada por una ruta que, desde Alcalá de
Henares, llegara a Carranque siguiendo todo el
curso bajo del arroyo Culebro. Partiría de Alcalá
hacia el sureste cruzando el puente de Zulema
(Cezón, 2006) y, una vez atravesado el Henares,
mantendría el rumbo, en dirección a Mejorada del
Campo y Velilla de San Antonio, para, siguiendo
casi con seguridad la Cañada Real, atravesar el
Manzanares por el vado de La Torrecilla
(Fernández-Galiano, 1989), actualmente inexistente por las grandes transformaciones en la zona,
pero registrado aún en la cartografía de comienzos
del siglo pasado (Blasco, Lucas, 2000: 13). Junto a
él se localiza, además, la villa de La Torrecilla, tras
la cual el camino remontaría el arroyo Culebro hasta alcanzar Pinto (La Indiana, Tinto Juan de la
Cruz). En ese lugar, la ruta dejaría de ceñirse al
curso del Culebro (Vigil-Escalera, 1997: 205), pero
mantendría el rumbo para, tras pasar por Titulcia,
unirse, en las proximidades de Carranque, a la ruta norte – sur ya descrita.
Como es sabido, todo este entramado viario incluía, aparte de la ciudad de Complutum, otras dos
mansiones, Titultia y Miaccum, sobre cuyo emplazamiento se sigue debatiendo en la actualidad. En
ambos casos las interpretaciones clásicas conviven con otras modernas sin que exista un argu-
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mento concluyente para inclinarse por ninguna,
especialmente porque los datos aportados por el
Itinerario de Antonino no son suficientes por sí
mismos para obtener una solución definitiva.
a) Titultia: en este mismo número de El Nuevo
Miliario se vuelve a plantear la posibilidad de que
la mansio se localizase junto al tramo final del río
Aulencia, hipótesis también apoyada por Gonzalo
Arias; como alternativa, Rodríguez Morales y
García Romero (2003) han propuesto Móstoles.
Paralelamente, el equipo encargado de la excavación de Carranque aporta también sólidos argumentos –la envergadura del yacimiento, su situación junto a la "vereda de la calzadilla" y su distancia a Toletum, en particular. Finalmente, la interpretación tradicional, que ubicaba la mansio en
Bayona de Tajuña, ha recibido recientemente nuevos impulsos, gracias a las excavaciones realizadas en el casco urbano de la localidad de Titulcia
(que, en todo caso, revelan la existencia de una
imponente ciudad romana, como también puede
verse en otra contribución en este mismo número
de El Nuevo Miliario) y a la existencia del monumento de Ciempozuelos3, recientemente identificado como un arco de triunfo por Armin Stylow
(2004), y relacionado con el rango municipal que tuvo el enclave titulciano en época romana. El problema, ciertamente, no tiene solución en el estado actual de los conocimientos: a favor del Aulencia juegan, sin duda, la distancia medida desde Segovia y
el carácter de encrucijada viaria, circunstancias que
también acompañan a Móstoles; a favor de los otros
dos lugares, la distancia desde Complutum o
Toletum y las dimensiones y características de los
yacimientos, peor conocido el de Titulcia (Bayona),
en tanto que buena parte del actual núcleo urbano
se dispone sobre el romano (y prerromano);
además, es preciso tener en cuenta alguna cuestión territorial sobre la que se tratará más adelante, y que obliga a considerar la hipótesis de que
Titultia se localice en la zona más meridional de la
provincia de Madrid; en sentido similar a éste se
había manifestado también Santiago Palomero
(2001).
b) Miaccum: en cuanto a esta mansio situada entre Segovia y Titultia, sabida es la existencia de
una interpretación más que centenaria que la localiza en los alrededores de Madrid, junto a la Casa
de Campo, idea que se ha revitalizado en los últimos tiempos (Fuentes, 2000). Otros la sitúan en el
piedemonte serrano, en los yacimientos de
Monesterio (San Lorenzo de El Escorial) o El
Beneficio (Collado Mediano), que comparten ca-
nº 3, diciembre 2006
racterísticas, amplia cronología y situación junto a
una vía de comunicación. Estos últimos yacimientos aportan, además, el cumplimiento de las distancias desde Segovia (Jiménez Guijarro, 2005;
Caballero, Fernández y Martín, 2004). En el estado actual de la investigación, cualquiera de los dos
podría corresponder a Miaccum, de modo que no
existen elementos suficientes para inclinarse categóricamente por uno u otro. Dado que los argumentos a favor de El Beneficio se defienden en
otro lugar de este mismo número de El Nuevo
Galapagar. Cruce sobre el arroyo del Toril. (Foto:
GROMA, Estudio de Arqueología y Patrimonio)
Miliario, es preciso decir aquí que, a favor del yacimiento situado en San Lorenzo de El Escorial cabría esgrimir su ubicación, al pie de un yacimiento
de la II Edad del Hierro (lo que podría estar hablando de la inserción del yacimiento de
Monesterio en el sistema de traslados al llano generalizados por Roma desde época Flavia), en
una encrucijada y junto a un paso principal del río
Guadarrama, actualmente salvado mediante el
Puente del Herreño. El yacimiento de Monesterio,
por lo demás, en la breve campaña realizada en
El Nuevo Miliario
43
44
El Nuevo Miliario
nº 3, diciembre 2006
1997, además de una estela funeraria actualmente
conservada en el Museo Arqueológico Regional,
proporcionó desde una escasa muestra de materiales campanienses (formas Morel 2160 y
Lamboglia 2), hasta Terra Sigillata Hispánica Tardía
anaranjada y gris, denominada tiempo atrás
"Paleocristiana"; se identificaron, además, entre las
producciones Hispánicas Tardías las formas Mezquíriz
17 y 15/17, todo ello asociado a una estructura doméstica que incluía un hyppocaustum.
Visto lo anterior, quizás sea más propicio considerar que la mansio no estaba estrictamente junto al
camino, sino que se accedía a ella mediante un
corto diuerticulum, o que no cabe esperar un asentamiento urbano al que asociar Miaccum, sino varias posadas próximas y de similares características, como Monesterio y El Beneficio. En todo caso, queda mucho camino por recorrer para dar por
zanjada esta cuestión.
tendrían un límite común en el entorno de la ciudad de Madrid, y que ese límite estaría marcado
por numerosas villae romanas (La Torrecilla,
Carabanchel, Villaverde, Retamares, Meaques,
etc.). Al norte de la ciudad, y en toda la rampa del
piedemonte serrano quedaría, sin embargo, toda
una zona marginal cuya existencia estaría condicionada no sólo por la planificación derivada de la
distribución de los centros rectores, sino también
por factores físicos, como la presencia de zonas
de más difícil acceso y de entornos naturales capaces de constituir unidades cerradas o bosques
más o menos inaccesibles (como el Monte de El
Pardo y la Casa de Campo, según sostiene
Fuentes, 2000: 203). Se trata de condicionantes físicos con fuerza suficiente como para determinar
la distribución de asentamientos y el trazado de la
red viaria.
4) La ciudad de Madrid en época romana:
3) Los límites de las ciudades:
El avance de las investigaciones sobre la época
romana en Madrid permite tener un más amplio
mapa de distribución de asentamientos en el que
se aprecia que, probablemente, la zona centro de
la provincia era el límite entre dos o más unidades
de carácter urbano. La rápida imposición del sistema económico romano, con su característica sociedad urbana, implica que los centros rectores
controlaban amplias áreas, pero en muchas de
ellas el control se ejercía tan sólo de modo marginal.
Paralelamente, tiene lugar una importante reorganización territorial que hace que, en el actual territorio madrileño, la zona oriental quede incluida en el
Conventus Iuridicus Caesaraugustanus, mientras
que la occidental pertenecerá al Carthaginensis; al
menos, eso parece desprenderse tanto de las fuentes literarias (Plinio, NH, III, 24, cita a Complutum entre los pueblos estipendiarios del Convento
Cesaraugustano, y se sabe que la ciudad fue municipalizada en época Flavio), como de la existencia de vestigios arqueológicos que señalan límites
efectivos, como el terminus augustalis de
Colmenar Viejo y, probablemente, la Piedra Escrita
de Cenicientos, límite a su vez con la Provincia
Lusitania (Canto, 1994).
Desde la perspectiva territorial, cabe considerar
que el territorio madrileño dependía de tres municipios distintos, Complutum, Mantua y Titultia4, que
nº 3, diciembre 2006
Finalmente, cabe preguntarse por la labor encomendada a la ciudad de Madrid en esta época. El
nacimiento de la ciudad en un cruce de vías romanas, intuido a partir de algunos indicios, no parece
un planteamiento descabellado, al menos a partir
de los momentos finales del Imperio Romano, a la
luz de la distribución de hallazgos arqueológicos
tardorromanos en la capital. "Madrid empezó siendo un cruce de vías romanas en un desnudo paraje de la Meseta", había escrito Gonzalo Arias en
1963, y esa idea, que ha sido la piedra angular de
muchos de sus trabajos, merece ser revisada a
medida que se aportan nuevos datos.
La distribución de villae refleja, ya se explicó que
probablemente también por razones territoriales,
una particular concentración en la capital, en las
proximidades de la vía que, desprendiéndose de la
gran ruta Emerita – Caesaraugusta, busca el tramo medio del Guadarrama. En cambio, para el
otro puntal de la teoría de Arias, la llamada vía del
Esparto, las pruebas aportadas tienen menor entidad. Es cierto que Ángel Fuentes (2000: 199) ha
explicado cómo muchos de los yacimientos romanos de los que se tienen noticias en la Ciudad
Universitaria (como Cantarranas o el Puente de los
Franceses) debieron de desaparecer a lo largo de
los años 30 del siglo XX, con la construcción de la
Universidad y con la instalación en ese lugar de la
línea de frente durante la guerra iniciada en 1936.
No obstante, intervenciones realizadas a finales
del siglo pasado en el entorno (en el Colegio
Nuestra Señora de África) proporcionaron notables
El Nuevo Miliario
45
vestigios materiales tardorromanos probablemente
pertenecientes a un enorme basurero (Guiral,
1997). Por otra parte, tanto en el curso final del
Manzanares, como en algunos lugares del este de
la capital, se recogieron vestigios romanos registrados por Pérez de Barradas (1929) y Fuidio
(1934); pero, pese a todos estos datos, la distribución del poblamiento habría que atribuirla más
bien a la existencia de una vía de sentido este –
oeste a la que se ceñirían los enclaves, y a la localización, al norte de lo que hoy es el casco urbano
época romana y que no se incorporará a las fuentes hasta que Al Himyari la describa como una
"ciudad importante de Al-Andalus, levantada por el
emir Muhammed ben al-Rahman", y a las fuentes
itinerarias, hasta que, en el s. X, algunas fuentes,
particularmente Istajri, mencionen por vez primera
Mayrit como un lugar de paso que permite establecer una variante en el tradicional camino Complutum
– Toletum. No obstante, la desmedida expansión urbanística de la Comunidad de Madrid, que ha desvelado la presencia de muchos más enclaves romanos de los que se suponía hace sólo un decenio, y la aplicación de nuevas tecnologías (vgr.
Bermúdez, 2006), puede en cualquier momento
aportar esos datos que faltan, por lo que las conclusiones de un trabajo como éste han de ser
siempre provisionales. Hasta entonces, los arqueólogos habremos de conformarnos con tratar
de extraer la mayor información disponible de los
grises indicios, fundamentalmente arqueológicos,
que apuntan más bien a que la ciudad ocupaba
una posición periférica en el territorio de los tres
municipios romanos existentes en el centro de la
Península.
Noviembre de 2006
Notas:
Colmenar Viejo, Ermita de los Remedios. Terminus
Augustal reutilizado como piedra de altar (Foto:
Fernando Colmenarejo)
de la capital, de un enorme bosque del que el actual Monte del Pardo no sería sino un reducto
(Fuentes, 2000: 203).
En definitiva, cabe pensar que los indicios manejados por Arias para construir la hipótesis de la vía
del Esparto no bastan para suponer que todo el
camino tuviera un origen cronológicamente
común, ni que atravesara la ciudad de Madrid. Al
menos, las conclusiones sólo pueden, hoy día, presentarse con una fuerza mucho menor que aquellas
que se refieren a la existencia, en la misma época,
de un camino que uniera Complutum y el curso medio del Guadarrama a través de lo que hoy es la ciudad de Madrid, ciertamente una zona marginal en
46
El Nuevo Miliario
1) Y se remite, para ello, al Anuario de Actuaciones
Arqueológicas de la Comunidad de Madrid, visitable en
http://www.madrid.org y, desde allí, siguiendo el enlace
de la Consejería de Cultura y Deportes, el menú
"Enlaces relacionados".
2) Se trata de materiales recuperados en las labores
del cementerio de Carabanchel (Caballero et al, 2002)
y de nuevos trabajos realizados en 2005 a raíz de la
construcción de una carretera en el entorno de la cárcel.
3) En realidad, y como se sabe, en el lecho del río
Jarama, limítrofe entre Ciempozuelos y Titulcia.
4) En este caso, teniendo en cuenta su posible ubicación en Carranque o en la antigua Bayona de Tajuña;
pero la hipótesis no es válida para el despoblado de
Villarejo ni para Móstoles, pues se solaparían los territorios controlados por los municipios de Titultia y Mantua.
Por una cuestión puramente territorial es preciso desplazar Titultia hacia el sur.
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El Nuevo Miliario
nº 3, diciembre 2006
"El Beneficio": una ya vieja alternativa para Miaccum
Jesús Jiménez Guijarro
Director Servicio de Arqueología de Collado Mediano
Técnico Fac. Museos- Subdirección General de Museos (Comunidad de Madrid)
[email protected]
Desde hace más de un siglo las pesquisas de numerosos investigadores, de nada dudoso comportamiento acientífico, del mundo romano y especialmente de sus vías de comunicación pusieron su
centro de atención en la Sierra de Guadarrama. La
razón es de sobra conocida por todos: la búsqueda
del pretendido paso de la calzada romana desde
Segovia hacia Miaccum…dondequiera que ésta se
encontrase ésta última y dando por supuesto que
Segovia se encontraría sino en el mismo solar de la
actual ciudad castellana, sí en sus proximidades.
Sin duda las pesquisas por estas tierras madrileñas
tuvieron mucho que agradecer a los hallazgos epigráficos realizados en las cercanías de Villalba y
publicados por E. Hübner (1869).
Desde los primeros, y en cierto modo –pese a su
modestia- espectaculares, hallazgos de Blázquez
(digamos a guiño de humor ‘El Viejo’, como cariñosamente nos enseñó ese otro gran investigador
que comparte su mismo apellido) en torno a la localidad de Cercedilla, las claves de la investigación giraron en torno a la resolución del enigma de
Miaccum, al menos una vez parecían bastante claras las correspondencias de Cauca, Segovia y posiblemente Complutum, como acabamos de ver.
Dos fragmentos de miliario, ajados y maltrechos
por el tiempo –también se intuye que por la mano impía del hombre-, sirvieron para dotar de
una cronología ‘indudablemente’ (entonces al
menos) romana a un buen tramo de vía empedrada que discurría por la Fuenfría procedente
de las tierras segovianas y que, aparentemente,
descendía hacia las tierras madrileñas por esa
localidad de Cercedilla para dirigirse hacia los
predios de Collado Mediano (Blázquez y
Sánchez Albornoz, 1920).
No muy lejos en el tiempo de las pesquisas de
Antonio Blázquez, el modesto cura párroco de
Collado Mediano descubría, por el azar que tantas
veces acompaña a la arqueología, las ruinas de lo
que parecía ser evidente muestra de la antigüedad
(Jiménez Guijarro, 2006;e.p.). Pero la mofa de la
Historia roba protagonismo a quien lo merece y a
nº 3, diciembre 2006
veces se lo da a quien no lo busca –o tampoco
presenta méritos para ello-, y así, tratando el párroco de San Ildefonso de buscar más ciencia que la
del Seminario, recurrió a la docta Academia de la
Historia a quien, puntual y cumplidamente, comunicó el hallazgo arqueológico realizado en el municipio serrano, al tiempo que solicitaba a los ‘mineros de ocasión’ que desistiesen, no ya en su extracción de ‘gabarro’, sino también en su búsqueda de
un tesoro que se resistía a comparecer. Y la burla
que señalábamos llegó cuando la dicha carta, por
error en el destinatario, no llegó a quien debía llegar y durmió el sueño ajado de los justos en un
anaquel de aquella sabia Institución hasta 1997.
En aquél año, los trabajos de reorganización –digamos también de revitalización- de la Real
Academia de la Historia llevados a cabo por Martín
Almagro Gorbea, permitieron que aquella carta,
sencilla y aparentemente inútil, viera la luz
(Maier,1998) y que empezase una de las historias
más rocambolescas, y en parte divertidas (también
con sus cruentas dosis de humor negro), que ha
vivido el autor de estas líneas.
Mientras tanto, otro investigador de docta pluma y
cristalina y sabia visión de la temática de la caminería romana –también buen y paciente caminante-, se percataba de las posibilidades que ofrecía
un municipio como Collado Mediano (Arias Bonet,
1987). Así fue como, también por azar (no en vano
seguía otra pista… como suele acontecer en tantas ocasiones al arqueólogo de campo), Gonzalo
Arias redescubrió (por segunda vez) el yacimiento
de El Beneficio. A la vista de los restos no dudó en
elaborar y publicar la escueta hipótesis de que
aquella ruina sencilla, no muy alejada de lo que se
creía fue la calzada que Saavedra denominó XXIV
en su estudio del Itinerario de Antonino, pudiese
ser la buscada Miaccum. Negro sobre blanco
quedó el lance y El Beneficio se sumió, de nuevo,
en el sueño de los laureados.
Mientras tanto, con el paso del tiempo y el barrunto de los laureles de la gloria, Miaccum había sido
establecida, a capón, en las inmediaciones de
Madrid, cerca de la Casa de Campo por la similitud
El Nuevo Miliario
49
fonética de la vetusta mansio y el Arroyo de
Meaques. Así las cosas encajaban algo mejor y
Titulcia podía bajarse hasta las cercanías del Tajo
aunque, según A. Blázquez y Sánchez Albornoz
(1920), seguía observándose un error en las distancias expresadas por el Itinerario. Saavedra había solucionado esta cuestión indicando la ausencia de la
mención a una mansio justamente –y no deja de ser
curioso- al descender la Sierra de Guadarrama;
mansio que colocó, también ‘a capón’ en las inmediaciones de Guadarrama, allá donde se encontraban las ruinas de un ventorro abandonado.
También en las cercanías –relativas- de donde se
halló un tesorillo de aúreos romanos (Quiñones,
1620); también cerca de donde procedían algunas
monedas de bronce, halladas con motivo de las
entre otros, nombres personales como los de
Amparo Martín, Carlos Caballero, Sonia
Fernández o de aficionados con buenas lecturas y
buen tino como Arturo Mohíno. Así, en el mismo
momento en el que las viejas líneas del párroco de
Collado veían de nuevo la luz, se redescubría (una
vez más) un fragmento de miliario en Galapagar
(Caballero et alii, 2002), se atisbaban restos de
calzada (reales o no) por varios municipios –cada
vez más- y sobre todo se llamaba la atención sobre los restos arqueológicos carpetanos existentes
en los Cierros de la Asunción y lo que parecía más
destacado, el redescubrimiento del potencial arqueológico que tenían los predios del actual apeadero de ferrocarril de San Yago, donde décadas
atrás, Hübner avistase desde la ventana de un tren
Figura 1.- Vista general de la Vía empedrada en el acceso a la posada.
obras de construcción del nuevo camino de
Guadarrama, que fueron remitidas a la Real
Academia de la Historia y que el Padre Alejandro
Panel estudió, por regia orden, en 1719.
Y dado por bueno el discurrir de la ‘calzada’ por
los municipios del noroeste de la Comunidad de
Madrid, y dada por más válida la construcción ad
hoc de la retahíla de mansiones desde Segovia
hasta Complutum, el tiempo dio paso a nuevas investigaciones y no menos sorprendentes hallazgos. Entre ellos destacan sin duda los derivados
de la ingente labor de la Carta Arqueológica de la
Comunidad de Madrid. Y destacan en esta labor,
50
El Nuevo Miliario
–más lento que los de ahora, sin duda- los restos
epigráficos de varias aras votivas romanas.
Así, antes de que apareciese en escena el ajo de
todas las salsas y quisiese vestir con plumas ajenas el hallazgo de otros a golpe de promesa y verborrea politiquera de baja estopa –pagado todo
con el dinero público...con generosidad excesiva-,
empezó a circular la hipótesis de que Miaccum pudo encontrarse en las cercanías de la finca de
Monesterio, en El Escorial (Fernández Galiano,
1989). Aparentemente esta hipótesis se avalaba
en unos descubrimientos arqueológicos de los que
no tenemos, hasta la fecha, más que parcas evi-
nº 3, diciembre 2006
dencias, y lo sabe bien (mejor que nadie) quien
nos impele a ofrecer dato sobre dato. Antes señaló
también D. Fernández Galiano (Ibid.) su creencia
en que allá pudiera ubicarse la Miaccum romana y
en este mismo asunto abundaron y ahondaron
otros investigadores (Caballero Casado, 1997).
Lamentablemente, con el patinazo posterior del
‘reconocimiento’ de Titulcia en la villa romana de
Carranque (Fernández Galiano, 2001), hay quien
ha preferido dejarse a este investigador en el tintero. Nosotros, también negro sobre blanco, no lo
hemos descuidado (Jiménez Guijarro, 2006 b)
aunque, por impuesta carestía de espacio –que
denota la elección de un tipo de letra infame- debimos dejar de mencionarlo en otra obrita que ha tenido o tendrá, quizás, algo más de difusión
una Tesis, acuciado por los problemas de pecunio
que achuchan a la práctica totalidad de los investigadores de campo despojados del oropel que la
Universidad reserva sólo a los elegidos en comandita, y empujado al precipicio por insidias y envidiosos revestidos momentáneamente de poder, reculó en Collado Mediano con el encargo explícito
de buscar las raíces de aquél municipio. A esta labor fui invitado amablemente por Cristina Ruiz, arqueóloga generosa que debía ocupar un lugar que
yo alcancé, exclusivamente, por cuestiones administrativas. El regalo que me hizo entonces no he
conseguido pagárselo aún –ni tal vez logre hacerlo
nunca-.
Con gran parte de esta información en la mente e
Figura 2.- Vista general del área termal. En primer plano, bajo la cubierta de protección, suspensurae de latericium del caldarium.
(Jiménez Guijarro, 2006 a).
Y en esas estábamos cuando este modesto
prehistoriador, buscando el desvelo de su pasión megalítica y neolítica con la que concluir
nº 3, diciembre 2006
incluso una copia ajada de la mencionada carta
del párroco de San Ildefonso empezamos a excavar un lugar que ya habíamos sondeado en 1997.
Pero esta vez la fortuna mostró otro rostro diferente, e iluminó lecturas viejas, y de golpe acudieron
El Nuevo Miliario
51
a la mente la carta mil veces leída del párroco de
Collado Mediano, y regresaron los desvelados paseos por Cercedilla, y las opiniones de Gonzalo
Arias tomaron todo su sentido–no en vano fue la
primera persona a quien recurrimos para pedir su
opinión al avanzar las excavaciones, pese a que
Caballero incida en el “olvido” a su cita en el librito
de marras ya glosado (Caballero Casado, 2006:7677; sirva este inciso incisivo de cariñosa estocada a
mi amigo)-. Y excavamos, y excavamos, y creamos
un Servicio de Arqueología, y dimos a conocer,
porque lo creíamos importante, el hallazgo (y redescubrimos por tercera vez el yacimiento de El
Beneficio). Y llegaron los miopes ávidos de hallazgos y los que se quieren lucir medallas que robaron,
y los envidiosos, y los malos (que los hay y de
les formados por grandes bloques de granito
(Fig.1), un relleno de tierra y piedra menuda, organizado estratigráficamente. Camino este que alcanza, procedente de la Sierra, el edificio que a
continuación describiremos, y lo supera –como no
podía ser de otro modo- dejándolo a un lado para
buscar, en rectilíneo discurrir, las tierras de
Collado Villalba y Galapagar.
Si interesante es la calzada, más aún lo son los
restos de un edificio notable, parcialmente destruido, pero del que se han conservado en un
estado aceptable algunos elementos, como las
termas (Fig. 2). Y digo termas por alusiones
(Caballero Casado, 2006), porque aquí no hay un
suelo calefactado, sino un conjunto de tres salas,
Figura 3. Excavación de la calzada
sexo variado y condición diversa) y decidieron hacer escarnio de la hipótesis con mente lenta y miope comportamiento. No faltaron airadas opiniones
en Internet, ni llegó jamás la ayuda tan solicitada
como imprescindible de la Dirección General de
Patrimonio (la ley lo dice también….aunque quien
deba cumplirla prefiera seguir favoreciendo a los
amigos sólo). Y así llegamos hasta lo que de veras
interesa: ¿qué hay en realidad en Collado
Mediano?.
Hay un trazado viario romano bien conservado,
que además hemos sondeado adecuadamente y
que presenta, constreñido por los bordillos latera-
52
El Nuevo Miliario
articuladas de modo canónico y que conforman,
en una misma ala del edificio – la orientada al Sur, el circuito organizado del baño romano: caldarium, con restos de la suspensura del balneum, tepidarium y frigidarium con su pequeña bañera bien
conservada. Y digo termas porque en el derrumbe
que cubría los arruinados hyppocausta aparecieron numerosos tubulii.
Hoy, el avance de las excavaciones, que aún continúan a un ritmo destacado en cuanto a trabajo de
campo, laboratorio e investigación se refiere, nos
permite avanzar más respecto a las noticias publicadas (Jiménez Guijarro, 2006 a; 2006 b; e.p.) en
nº 3, diciembre 2006
cuanto a la arquitectura del edificio –sin menosprecio del trabajo de caracterización de la arquitectura
en el que estamos, junto a N. Morère, inmersos-.
Hoy tenemos la certeza de que los trabajos de extracción de ‘gabarro’ –una suerte de lamprófido-, y
también de la búsqueda del tesoro que antes mencionamos, destrozaron al menos cinco estancias
(hoy desaparecidas) que conformaban un ala lateral adosada al Este del edificio termal. De ellas,
dada la profundidad alcanzada en aquellas excavaciones, no tenemos más evidencia que el arranque de unos muros y algunos centímetros de
depósito adosado a los mismos y que confiamos
que nos ofrezcan datos de interés acerca de la
funcionalidad de estas estancias según avancen
nuestros trabajos.
Respecto a la cronología, contamos con un dato
de elevado interés como es la existencia de dos
fases sucesivas de edificación. Este hecho no solo
tiene un interés cronológico, dada la superposición
de dos edificios aparentemente semejantes en
planta, sino que nos permite obtener interesantes
conclusiones acerca de la implantación inicial romana en la zona.
Dado que los restos documentados de esta primera fase corresponden casi exclusivamente a los niveles de cimentación/fundación, poco podemos
avanzar respecto a la funcionalidad de los espacios presentes. De la zona de contacto entre las
fases I y II proceden algunos de los más interesantes materiales que nos permiten ofrecer una cronología para el siglo I d.C. para la fundación inicial
del edificio. Los materiales de esta primera fase
son, sin embargo, muy escasos, lo cual parece ser
una evidencia clara de la intencionalidad del desmontaje de la primera fase en el momento en que se decide
construir la segunda –la de mayor esplendor-.
De momento no hemos solucionado la razón o el
motivo que subyace a la sustitución de una construcción por otra. Sí existe la certeza de la intencionalidad
de limpiar y preparar la zona a la hora de edificar la
segunda construcción, momento en el que los cimientos de la primera fase se emplean como soporte directo para algunos de los muros de la segunda y parte de la techumbre, convenientemente
fracturada, se empleó para nivelar el terreno; este
hecho ha supuesto para nosotros una ventaja al
servir de notable capa de separación entre las dos
fases constructivas.
Para algunos de los especialistas que han visitado
nº 3, diciembre 2006
el yacimiento los potentes derrumbes de tejas que
colmatan algunas de las estancias –especialmente
las Estancias 5 (frigidarium), 8, 9 y 13- corresponderían a rellenos de amortización efectuados por
los últimos ocupantes del yacimiento (a los que llaman erróneamente ‘ocupas’ –y digo erróneamente
puesto que no ‘ocupa’ quien ya vivía allí-). Nuestra
opinión, basada en los datos empíricos, apunta a
que se tratan de genuinos derrumbes del tejado
–algo que hemos podido corroborar además recuperando un fragmento de techumbre, con su disposición original in situ-. Alcanzamos esta interpretación basándonos en el tamaño de las tejas
–que aparecen normalmente prácticamente completas- y en su disposición ordenada.
En cuanto a los materiales, dejaremos de lado los
procedentes de la primera fase, que como hemos
dicho son muy pobres y se reducen a algunos
fragmentos de cuenco de la forma Ritt.8. Los materiales de la Fase II presentan una clara preponderancia de los elementos datados a partir del 320
A.D., con notable representación de la forma 37T y
de los platos y fuentes -Formas Palol 3, Lamboglia
59, 74 Palol 4- (Jiménez Guijarro, e.p.). En lo referente a las decoraciones se aprecia un recurso casi exclusivo a la temática –cronológicamente
tardía- de los grandes círculos y lúnulas, todo ello
dentro de un monótono y abrumador predominio
de las cerámicas lisas de engobes pobres, de mala calidad y pastas anaranjadas propias de las producciones denominadas ‘africanas’.
El apartado de la cerámica de cocina es amplio y
el material aparece disperso de forma desigual por
las diferentes estancias; destacan algunas fuentes
de asar con morfología similar a las fuentes de imitación rojo pompeyano, todas ellas con notables
evidencias de sometimiento basal al fuego, lo que
nos ha permitido realizar una aproximación a la
temática culinaria de la posada.
CONCLUSIÓN
Las conclusiones preliminares a las que hemos llegado hasta la fecha, y aún siendo necesario avanzar y concluir los trabajos en curso, son interesantes (Fig.4).
La existencia del tramo viario ahora descubierto nos
permite añadir un elemento más del posible trazado
de la Vía XXIV del Itinerario de Antonino. Así, tenemos la certeza de que este camino descendía de la
Sierra de Guadarrama hacia el actual término mu-
El Nuevo Miliario
53
nicipal de Collado Villalba por un lugar diferente a
aquél por el que, sin evidencia alguna, lo hicieron
descender Blázquez y Sánchez Albornoz y por lo
tanto aquella hipótesis de trabajo debe quedar
descartada y superada por los nuevos hallazgos. El problema queda planteado respecto a
por dónde discurría este camino antes de alcanzar la posada de El Beneficio. Las opciones
son tres, como hemos señalado en otra ocasión
(Jiménez Guijarro, 2006 b), atendiendo al hecho
de que entre La Fuenfría y El Beneficio media la
serranía de El Castillo. O bien se enlazaba directamente superando el Collado de Roblelpoyo, o mediante un rodeo por el Oeste (El Jaralón-Peña
Rubia) o el Este (laderas de El Castillo-La Paloma)
de los altozanos de la mencionada serranía.
Segovia.
La topografía y la ausencia de cualquier evidencia
arqueológica invitan a suponer que cualquiera de
los otros dos hipotéticos trazados resultan inviables, además, por los desniveles que deben superarse –obviando la lógica búsqueda del trazado
longitudinal más acertado-.
Ahora bien, ¿podría haber cumplido el edificio de
El Beneficio cualquier otra función distinta a la de
una posada?. Honestamente, con los datos que
poseemos creemos que no. Bien es cierto que la
ausencia de excavaciones arqueológicas en posadas de cronología romana en nuestro país no nos
ayuda mucho a la hora de establecer paralelos. No
Figura 4.- Mapa sintético con la propuesta de desarrollo de la Vía XXIV del Itinerario de Antonio y el Divertículo
de Talamanca.
Cualquiera de las tres posibilidades presenta similares problemas y un hecho común: la ausencia
generalizada de evidencias arqueológicas.
El trazado que nos parece más lógico es el que
desde La Fuenfría, y una vez superada la actual
localidad de Cercedilla se dirige por la actual carretera de Los Molinos a Collado Mediano. Aquí el
camino discurriría a media ladera y en el fondo de
valle, habiendo sido alterado por diversas construcciones, y especialmente por la mencionada carretera
y por el trazado del ferrocarril que enlaza Madrid y
54
El Nuevo Miliario
obstante, la propia configuración del edificio, el hecho de que, siendo una construcción de porte modesto -en su totalidad de mampostería- cuente con
un destacado espacio termal y sobre todo la evidencia de que el edificio se encuentre estrechamente ligado a una vía empedrada, así como su
propia ubicación o el hecho de que las millas de
separación entre Segovia y Miaccum, señaladas
por el Itinerario de Antonino, se cumplan aquí perfectamente, nos imposibilitan a ofrecer de momento otra interpretación para el enclave.
nº 3, diciembre 2006
Nuestra valoración no quita interés ni importancia
a otros yacimientos. Lo digo específicamente por
el caso de Monesterio. Alguno podría pensar en el
hecho de que Monesterio hubiese sido la buscada
Miaccum y entonces El Beneficio no fuese más
que una mutatio dependiente de ella. Podría ser, y
digo podría porque tan sólo el avance de las investigaciones en ese otro enclave podría arrojar
algo de luz. Y digo podría porque no sería muy
sencillo explicar la existencia de una mutatio y
una mansio a tan escasa distancia, a no ser por
su uso diferenciado. Y digo podría porque creo,
honestamente, que de Monesterio está todo por
decirse y demostrarse. Sin duda, y esto es algo
que es importante tener claro, la zona de influencia de la finca Monesterio y el Puente del Herreño,
estaban en relación directa con el tránsito de la vía
romana que descendía desde Collado Mediano.
Que esta fuese realmente la Vía XXIV es algo que
sólo podemos certificar por la presencia de un
fragmento de miliario, inequívocamente fuera de
contexto: pocas golondrinas aún para determinar
la existencia de una primavera, ¿no?.
Y por último, ¿cómo quedaría la configuración viaria en el contexto serrano a nuestro parecer atendiendo a los restos arqueológicos descubiertos?.
En primer lugar debemos señalar, como ya hemos
hecho en varias ocasiones (Jiménez Guijarro,
2006 a; 2006b; e.p.) nuestro convencimiento acerca de que la Vía XXIV fue un camino de segundo
orden, bastante distante de lo que se tiene certeza
que fueron los caminos principales del mundo romano en la provincia hispana. Es nuestra creencia
además que el paso de esta vía de enlace entre la
Meseta Norte y Sur, esto es, enlazando las cuencas del Tajo y del Duero, debía articularse en un
panorama viario algo más complejo que lo definido
hasta la actualidad. A modo de hipótesis no nos
extrañaría, por los restos conservados en otros
contextos geográficos, la existencia de un divertículo de enlace Este-Oeste y que uniese los territorios occidentales y orientales y los municipios en
ellos comprendidos. Así, la red viaria romana quedaría definida, de un modo general, en el contexto
del Norte de la Comunidad de Madrid de una forma más completa y articulada en torno al discurrir
de las grandes cuencas fluviales atendiendo a su
potencialidad económica: minería (cobre, plata,
oro y piedra –granito y gabarro principalmente-) y
pastos en el extremo centro-occidental y agricultura y piedra (caliza) en el oriental.
Sin muchas evidencias al respecto hemos pensado alguna vez en una vía que enlazase
nº 3, diciembre 2006
Complutum con un hipotético camino hacia la
Meseta Norte a través del puerto de Somosierra.
Tan sólo la latinidad del término, un hallazgo monetario, aún inédito, en las inmediaciones de
Somosierra, y la notable concentración de enclaves romanos en el espacio de influencia del curso
medio y alto del Jarama nos permiten mantener
esta hipótesis. La existencia de esta vía justificaría
la necesidad de un divertículo que, bordeando la
pre-sierra del eje Guadarrama-Somosierra, enlazase Collado Mediano –y la Vía XXIV- con
Talamanca del Jarama. El divertículo meridional
correspondería con la Vía XXIX –que enlaza la
Lusitania con Zaragoza pasando por Titulcia-.
Titulcia debió ser mansio importante puesto que
era nodo de las vías XXIV, XXV y XXIX. Titulcia se
encontraba, si los datos del Itinerario pueden tomarse con cierta fidelidad, a 24 millas de Toletum
y Miaccum respectivamente, a 30 millas de
Complutum y 18 millas de Vico Cuminario.
Miaccum pasaría a ser de este modo una parada
más en un camino alternativo para alcanzar
Caesaraugusta.
Si atendemos al criterio romano no sería difícil
establecer la posibilidad de que su trazado viario
hubiese sido establecido atendiendo al cuadriculado damero basado en ejes principales de orientación Norte-Sur y Este-Oeste, aproximados. Este
planteamiento se asemeja a nuestra propuesta en
la que, lamentablemente sólo contamos con los
datos del Itinerario de Antonino, pero que aún así
es de notable interés. Cabe suponer, aunque sea
mucho suponer, la existencia, en la cara segoviana de la Sierra de Guadarrama, de un trazado paralelo al desarrollo de la sierra y por ello paralelo
también a nuestra propuesta de divertículo en las
inmediaciones de Collado Mediano y con evidencias en las tierras colmenareñas (Colmenarejo et
alii, 2005). Este ramal, suponemos que también
secundario, discurriría con un trazado similar al de
la actual Nacional 110 y vendría corroborado por
los abundantes restos arqueológicos localizados
en los últimos años en su ámbito de influencia.
Es por ello que, aun sin ser demasiado original,
mantenemos la necesidad de seguir trabajando y
profundizando en el análisis de la red viaria romana como una malla organizada tejida sobre los conocimientos geográficos, más o menos precisos,
del momento. En cierto modo esta filosofía subyace en la teoría de los empalmes de Arias (1987) y
en cierto modo se intuye en el mapa sintético realizado por Roldán. A nuestro modesto modo de ver
El Nuevo Miliario
55
sería importante dejar de lado las cuestiones personales y personalistas respecto a mansiones y
trazados viarios y trabajar (científicamente, no con
la lengua) en la búsqueda y comprensión de las
cuestiones económicas (zonas de explotación y
productos explotados, por ejemplo) que subyacen
al establecimiento de una red viaria compleja.
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56
El Nuevo Miliario
nº 3, diciembre 2006
Titulcia, un enclave arqueológico aún por conocer
Lorenzo Galindo San José
Vicente Marcos Sánchez Sánchez-Moreno
Arqueoestudio S. Coop.
Esta publicación viene motivada por la realización en
el año 2005 del proyecto "Estudio sobre el patrimonio
arqueológico en el término de Titulcia", trabajo promovido y encargado por la Dirección General de
Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, que
incluía entre otros aspectos la prospección intensiva
conocer algunas características de la ocupación
histórica de la ciudad. Bajo el actual casco urbano
de Titulcia y en el entorno próximo, se localiza un
yacimiento arqueológico de grandes proporciones,
que cuenta con varias fases cronológicas.
Evidentemente su localización, delimitación y caracterización cronológica, cultural y tipológica, vie-
Foto 1. Vista general del casco urbano de Titulcia
del término municipal, la revisión de las Áreas de
Protección Arqueológica de las Normas Subsidiarias
del año 2000 y el diagnóstico del Patrimonio
Arqueológico enfocado a su posterior conservación
y difusión, trabajo que continuaba y ampliaba el realizado en el año 2001 de "Revisión de la Carta
Arqueológica del Termino Municipal de Titulcia", llevado a cabo por el mismo equipo.
La existencia de restos arqueológicos bajo la actual ciudad de Titulcia es conocida desde antiguo,
como atestigua la amplia bibliografía existente sobre el tema. Los resultados de las actuaciones realizadas verifican esta existencia, permitiéndonos
nº 3, diciembre 2006
ne condicionada por la dificultad que conlleva su
ubicación bajo una zona urbanizada, donde la
mayoría de la superficie se encuentra construida,
asfaltada, o bajo una nivel de relleno (escombros o
basura) de cronología contemporánea. Aún así
son numerosos los restos materiales y evidencias
que hemos podido documentar en diferentes puntos del casco urbano y en las zonas colindantes.
El núcleo de poblamiento del territorio que compone el término municipal de Titulcia, lo constituye el
espolón situado entre los ríos Jarama y Tajuña,
emplazamiento del actual casco urbano. La elec-
El Nuevo Miliario
57
Fotos 2 y 3 Vistas generales de las nivelaciones realizadas en la parte sur del cerro
ción de este emplazamiento viene motivada por
una serie de factores, principalmente naturales:
buena visibilidad del territorio colindante, una delimitación natural del espacio urbano y una fácil defensa del mismo al contar con escarpes naturales,
y dominio de las vegas, así como, la cercanía a rutas naturales de comunicación, como sin duda
58
El Nuevo Miliario
serían los amplios valles de los ríos. Es aquí donde se han documentado las cerámicas más antiguas del municipio, adscritas a la Edad del Bronce.
La existencia de un oppidum carpetano en el espacio superior del espolón se encontraría atestiguada por una serie de evidencias localizadas principalmente en la parte más elevada del cerro, así
nº 3, diciembre 2006
como en la zona norte y noreste. Los restos delimitan un espacio comprendido por el Cordel de la
Tranquila por el norte y nordeste, hasta alcanzar la
Cañada Galiana, los limites naturales del cerro por
el oeste, y las calles Palomar y Mirador por la zona
sur. Dentro del casco urbano se han documentado
varios perfiles en los que se diferencian estratos arqueológicos de este periodo, sobre los que posteriormente se realizaron viviendas rupestres, actualmente abandonadas, que han perdido en algunos
puntos la parte construida exterior, y el revoco de
las paredes, dejando al descubierto niveles de cenizas y arenas, con abundantes materiales cerámicos de esta cronología, caracterizada por la docu-
a la altura de la calle Mirador, que defendería el
acceso por esta ladera, que junto con la ladera
este, son las únicas accesibles. La existencia de
numerosas viviendas excavadas en la roca, hoy
día visibles, ha motivado la propuesta por algunos
autores (URBINA, D., 2002) de su origen carpetano, principalmente aquellas localizadas en la ladera norte del cerro. Aunque como hemos mencionado anteriormente, aquellas actualmente accesibles
y que presentan una estratigrafía asociada se encontrarían cortando a niveles de este periodo y por
lo tanto serían de momento posteriores.
Por tanto este yacimiento debemos de ponerlo en
Foto 4 Vista del interior de la "Cueva de la Entrada"
mentación de fragmentos con decoraciones pintadas de tipo geométrico y estampilladas, así como
bordes de pico de pato. En los terrenos sin edificar, localizados al norte y noreste del casco urbano, con el límite de la Cañada Galiana, zona con
protección de Reserva Arqueológica, encontramos también abundante material cerámico en superficie con las mismas características que las anteriormente descritas, así como restos de adobes.
No son tantos los ejemplos inmuebles existentes,
debido a la ocupación urbanística masiva y sin
control que se realizó desde los años ochenta. El
único resto inmueble de estos momentos corresponde con un paramento que interpretamos como parte
de una muralla localizada en la ladera sur del cerro,
nº 3, diciembre 2006
relación con los yacimientos en altura de la segunda edad del Hierro de la Comunidad de Madrid como Cerro Redondo (Fuente del Saz del Jarama),
el Llano de la Horca (Santorcaz) o el Cerro de la
Gavia (Madrid). De este mismo momento se ha localizado otro yacimiento que se encontraría a una
distancia de 900 m. lineales, en la margen izquierda del río Jarama en los límites de su plataforma
de inundación. De éste sólo conocemos la presencia de abundantes restos cerámicos que presentan
los mismos rasgos crono-culturales que los documentados en el castro, no pudiéndose interpretar
la finalidad del mismo, pudiéndose tratar de necrópolis o hábitat en llano.
El Nuevo Miliario
59
El estudio del espacio urbano de época romana es
el que más datos aporta. La ubicación e identificación de la Titulcia Romana es un tema de debate
antiguo, que en la actualidad no se encuentra resuelto. Son numerosas las publicaciones sobre los
hallazgos realizados tanto en el propio cerro como
en sus cercanías, destacando sobre todo las referentes a la epigrafía y en especial al llamado "Arco
o Monumento de Ciempozuelos" (CABALLERO
ZOREDA, L., MARINÉ, M., 1982-83, MARINER BIGORRA, S., 1983 y STYLOW, A. U., VON HESBERG, H., 2004). Por medio de este trabajo no
pretendemos resolver la controversia, sino tan sólo
apuntar la existencia de un núcleo urbano de épo-
dum carpetano que sólo utilizaba la parte superior
del cerro, llegando a ser, incluso, mayor que en la
actualidad. La elección de esta ladera para el desarrollo urbanístico tiene grandes ventajas en las
condiciones de habitabilidad, como son el mayor
número de horas de insolación y una protección
de los vientos fríos del norte. De momento poco se
puede decir de la jerarquización urbana y de su
estructura interna.
Como decíamos, la planificación urbana en época
romana se ha ideado mediante la generación de
espacios aterrazados o nivelados, para los cuales
sean realizando rebajes en la roca del cerro, sobre
Foto 5 Puerta excavada de acceso desde el río Jarama
ca romana de gran importancia, según indica el
registro arqueológico, debajo de la actual Titulcia.
Así la documentación de calles, casas rupestres y
una puerta de acceso, conforman este núcleo que,
como veremos más adelante, vértebra un espacio
geográfico colindante. El desarrollo urbano en
estos momentos genera una transformación del
espacio muy importante, principalmente mediante
la realización de aterrazamientos en la ladera sur
del cerro, con el fin de poder ordenar los diferentes
espacios en planos horizontales, a diferentes alturas y la generación de calles, que permiten la utilización urbanística de toda la ladera, ampliándose
de esta forma el espacio urbano respecto al oppi-
60
El Nuevo Miliario
los que se construyen los viales o calles. Este modelo urbanístico se ha documentado al pie de la ladera sur. El abandono de estos viales urbanos han
tenido como consecuencia la formación potentes
rellenos con materiales de cronología romana, de
los siglos I y II d.C., donde destaca la aparición de
restos de estucos de pintura mural, junto con abundantes restos constructivos y cerámicos, destacando la presencia de Terra Sigillata Hispanica alto imperial y cerámicas comunes romanas.
Otra de las característica principales es la existencia de arquitectura rupestre, bien atestiguada en
algunas ciudades romanas asentadas sobre anti-
nº 3, diciembre 2006
guos oppida celtibéricos. Los ejemplos de este tipo de
arquitectura los encontramos en ciudades como
Tiermes, Iruña, Roa o Valeria. Arquitectónicamente
se puede dividir en dos tipos: arquitectura rupestre
retallada, en donde se realiza la base de los suelos, cimientos y arranques de las paredes tallándolas en la roca; y la excavada, en donde los espacios son excavados en las laderas de los cerros,
principalmente habitaciones y corredores que pueden presentar hornacinas y lucernarios igualmente
tallados en la roca. A este último tipo de arquitectura rupestre corresponden las casas documentadas
en la parte norte de Titulcia ("Cueva de Vascos",
"Cueva de la Mora" y "Cueva de la Entrada"), así
so, que permitiría el paso desde el río Jarama
(desde la zona baja del páramo) hasta la zona
alta del Cerrón.
Este acceso aprovecharía un posible paso natural
por un cortado, que habría sido ampliado y adaptado mediante la excavación en trinchera con sección cuadrangular en su tramo superior, que tendría la función de suavizar la pendiente, mientras
que la parte inferior, que arrancaría desde el valle
hasta enlazar con el tramo superior, se construiría
utilizando la técnica del terraplén con muro de contención, desde aquí se enlazaría con la posible
calzada que recorrería el valle del Jarama, debido
Foto 6 Foto área con circulo en torno al que se distribuyen los yacimientos sincrónicos
como muy posiblemente las documentadas en la
parte inferior del cerro, en su ladera sur, casas que
tendrían los accesos desde los viales retallados.
En relación con este enclave arqueológico, se ha
documentado también una posible puerta o acce-
nº 3, diciembre 2006
a la localización de algún tramo de vía muy deteriorada a la altura de Madrid, debajo del Antiguo
Camino de Torrelaguna (REDONDO GÓMEZ, E et
alli, en prensa), durante la excavación puntual del
yacimiento arqueológico del Guijo, que uniría todo
el conjunto de yacimientos rurales de esta crono-
El Nuevo Miliario
61
Fotos 7 y 8 Vista de la vía documentada en las cercanías de Titulcia
logía localizados entorno al río. El acceso en su
parte superior se bifurca en dos, siguiendo uno de
los tramos en el Cordel de la Tranquila, y el otro se
dirige hacia el sur, con dirección hacia el pueblo.
En este último camino, en los laterales se han documentado amontonamientos de piedras y cantos,
62
El Nuevo Miliario
y en menor medida restos de adobe y ladrillo que
podrían corresponder con un cierre murario,
además, en el entorno se observan perfiles que presentan abundante material cerámico, mayoritariamente carpetano y estructuras talladas en la roca.
nº 3, diciembre 2006
Este núcleo urbano de época romana, situado debajo de la actual Titulcia, actúa de punto focal del
territorio circundante, articulándose entorno a él
los demás yacimientos de cronología romana localizados en el municipio ("Casa del Campanario",
"El Butarrón", "Chozos Bajo", "Los Arenales", "La
Encomienda" y "Soto del Hinojar") y que, a priori,
tendrían una funcionalidad rural. Todos estos yacimientos son sincrónicos y se distribuyen en torno
a un círculo (con centro en el espolón donde se
emplaza la ciudad) de aproximadamente 1.170 m.
de radio estando, en la mayoría de los casos, separados unos de otros por la misma distancia.
Estos datos nos atestiguan una planificación del
territorio circundante.
Los enclaves rurales documentados se sitúan sobre llano, en su mayoría en las cercanías de las riberas de los ríos Jarama y Tajuña, siendo aptos
para la explotación agropecuaria de las fértiles vegas, con tamaños que oscilan entre 3 y 10 hectáreas. El yacimiento "La Casa de la Encomienda"
parece tener características diferentes al resto por
el abundante material latericio, principalmente
fragmentos de ímbrices, y por su cercanía a una
vía romana, que han dado pie a pensar que este
correspondería con una necrópolis hispanorromana o con un centro industrial de material constructivo.
La documentación de materiales cerámicos de
época visigoda en la mayoría de los yacimientos,
nos demuestra la existencia de una continuidad en
la explotación del medio rural y del centro urbano.
En cuanto a los viales, se localizó en la vega de la
margen derecha del río Tajuña, al oeste del casco
urbano de Titulcia, un espacio excavado en trinchera en una pequeña elevación que delimita la
zona de vega, cuyas dimensiones son de 52 m de
largo y 29 m de ancho, con orientación SW-NE y
que interpretamos como parte de una calzada de
época romana, realizada con una técnica habitual
en la construcción de estas vías para salvar pequeños collados (MORENO GALLO, I, 2004) y que
compartiría características con el tramo superior
del acceso existente desde "El Cerrón" hasta la ribera del río Jarama. Este tramo enlazaría con una
antiguo camino que vendría por la margen derecha del Tajuña desde el casco urbano de Titulcia y
que parece continuar hacia el actual municipio de
Chinchón.
La documentación de esta vía, la fosilización de
caminos históricos como la Cañada Galiana y el
Cordel de los Manchegos, así como su situación
nº 3, diciembre 2006
privilegiada en la unión de los ríos Jarama y
Tajuña hacen de este municipio un nudo de comunicación importante desde época antigua, haciendo del enclave del Cerrón un lugar idóneo para
controlar las vías de comunicación del espacio sureste de la región de Madrid y que articularía el
territorio de esta ciudad.
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El Nuevo Miliario
nº 3, diciembre 2006
Vías y restos romanos en la sierra de Guadarrama
Alejandro Beltrán Ortega
Archivo Epigráfico de Hispania
La llamada «calzada romana» de Cercedilla es
uno de los pasos naturales del Sistema Central,
utilizado para comunicar ambas mesetas. El puerto de la Fuenfría, por el que discurre la calzada,
tiene una altura de 1796 metros, similar a la de cotas adyacentes como Navacerrada o Navafría.
Con el crecimiento de Madrid y su conversión en
capital del Estado, la calzada se utilizaría para la
comunicación entre Madrid y Segovia, y La Granja
poco después con la dinastía borbónica, siendo
sustituida después por el paso del puerto de
Guadarrama o de Los Leones en el año 1741, durante el reinado de Felipe V, y por el paso del
puerto de Navacerrada en 1788/90 de la mano de
Carlos III1. Actualmente ninguna carretera moderna cruza la calzada en este tramo, llegando tan sólo a la zona de Las Dehesas, lo que ha facilitado
su conservación.
La parte conservada de la calzada pertenece a la
cara sur del puerto de la Fuenfría, con una longitud de 2550 metros. Los tramos son largos y rectos, y en ocasiones con un desnivel muy alto, con
un 15% de pendiente media, y llegando incluso a
un 21% en su tramo final. Este enorme desnivel ha
hecho dudar del origen romano de este tramo,
planteándose la posibilidad de que este camino
fuera una nueva ruta usada en época moderna.
Su construcción data, supuestamente, del siglo I
d.C2., y fue realizada con materiales de la zona,
es decir gneis y granito. Estos materiales pudieron sacarse de una posible cantera hallada cerca
del puente del Descalzo, en Cercedilla, según el
descubrimiento de Cesario de Miguel3, si bien
está sin estudiar ni corroborar.
Los restos de la calzada romana de Cercedilla, comienzan a ser visibles al poco de pasar el puerto
de la Fuenfría, en dirección sur, siguiendo el curso
del arroyo de la Venta desde su nacimiento por su
margen izquierda, hasta cruzarlo y quedar a su
derecha tras el paso del puente de Enmedio, siguiendo así hasta el puente del Descalzo, donde
ya desaparece de la vista, posiblemente tapada
por la carretera de las Dehesas4, hasta aparecer
de nuevo un trozo junto al arroyo. Estos restos visibles, que en un principio fueron catalogados como romanos pudieran no corresponder a esta épo-
nº 3, diciembre 2006
ca, sino a un camino posterior trazado en el siglo
XVIII. La similitud de estos restos con los de la llamada «calzada de Riofrío» apoya esta tesis5.
Un poco más adelante se encuentra otro nuevo
puente, muy pequeño, que vuelve a cruzar el
arroyo a la altura de la finca de Montes Claros,
para volver a desaparecer bajo la carretera hasta
la estación de ferrocarril de Cercedilla y llegar hasta otro puente, el del Reajo o del Molino, de gran
tamaño y enorme belleza, que está en uso por la
actual carretera junto al túnel del tren.
Poco después deja la carretera, pasando por la colonia de los Prados y por la Ermita de Santa María
de Natívitas, pero sin restos visibles. De aquí pasa
a la calleja de Santa María, cruza el río de Las
Puentes por un puente no romano, heredero de
uno anterior, y pasa a coincidir con el camino viejo
de El Escorial y con la carretera de Guadarrama al
Ventorrillo, pasando por el límite con Collado
Mediano, llegando hasta Alpedrete y Villalba,
según el itinerario de Blázquez. Hasta entonces se
había supuesto que el puerto era el punto de paso
utilizado para la comunicación entre Segovia,
Toledo y Alcalá de Henares, siguiendo las rutas
433/437 y 438/439 del Itinerario de Antonino, pero
sin confirmar de ninguna manera su autenticidad.
Por tanto, a partir de la obra de Blázquez6, es
aceptado por todos los investigadores que la calzada de Cercedilla es romana y el paso utilizado
para unir Segovia y la meseta sur, quedando la
polémica para el itinerario exacto de la calzada a
partir de su salida de Cercedilla7. Blázquez, y con
él, De Miguel y Eced8, afirman que el itinerario es
el anteriormente descrito, pero otros autores difieren notablemente de este recorrido. Blázquez afirmaba que la calzada, tras dejar Cercedilla y pasando por Los Molinos, bajaba hasta Villalba y
Torrelodones para llegar a la Casa de Campo, junto al arroyo Meaques, donde él situaba Miaccum.
Por tanto se trataría de dos calzadas, una que
discurriría entre Mérida y Zaragoza, y otra que
comunicaría Asturica Augusta, con Segovia y
Castulo9. Sin embargo estudios recientes realizados por Gonzalo Arias10 intentan demostrar
que el trazado de la calzada, que Blázquez y
Sánchez-Albornoz no consiguieron encontrar y situaron básicamente bajo lo que hoy es la autovía
El Nuevo Miliario
65
A-6 (Madrid- A Coruña), en realidad continuaría
bajo la actual carretera Guadarrama- El Escorial,
siguiendo la misma dirección N-S que el trozo de
calzada conservado. Según el estudio de Enrique
Villagrasa11, a quien el director de las obras, José
Rodríguez Lende, realizadas en la autovía en
1965, le informó de que primero se construyó la
autovía paralela a la antigua carretera de A
Coruña, y después se desmontó la antigua en varios tramos para hacerla de dos carriles, siguiendo
el trazado Villalba - Torrelodones - Las Matas - Las
Rozas. En estas obras, que provocaron que se removieran grandes cantidades de tierra para nivelar
en altura la vía con la nueva carretera, no se halló
ningún resto como miliarios, losas grandes, cimientos de calzada, sepulturas, monedas, etc. Lo
que hace pensar, a algunos investigadores, que la
calzada de la Fuenfría no continuaría por esta zona. Sin embargo los restos encontrados en las
afueras de Galapagar12 demuestran que la vía pasaba por esta localidad, siguiendo después hacia
Titulcia.
Sin embargo, el propio Gonzalo Arias, sitúa la supuesta Vía del Esparto bajo la actual A-6, pero tan
sólo en el tramo comprendido entre Madrid y
Majadahonda, a partir de donde se desviaría hacia
Colmenarejo para continuar hasta El Escorial13 y
Peguerinos.
Para Gonzalo Arias la vía, que él denomina de La
Machota, llegaría hasta El Escorial para continuar
después de cruzar un puentecillo romano identificado por él mismo sobre el río Aulencia, por la zona de Zarzalejo, casi de forma paralela a la vía del
ferrocarril, quedando algunos trozos conservados
con hitos para indicar el camino en caso de nieve,
según los hallazgos de Rafael Perera14, bordeando el pico de La Machota, del cual recibe
el nombre. A partir de aquí ya no hay restos visibles de la calzada. De aquí continuaría dirección
Fresnedillas hasta llegar a la Torre de Esteban
Hambrán y un poco más adelante hasta La Puebla
de Montalbán, donde cruzaría el Tajo. Según este
trazado, Gonzalo Arias sitúa Titultiam entre
Villanueva de la Cañada y Brunete, y Miaccum15
entre Collado Mediano y Alpedrete. De esta forma
se formaría un triángulo viario entre la Vía de la
Machota, la Vía veinticinco del itinerario Antonio
(que unía Emerita Augusta y Caesaraugusta) y la
llamada Vía del Esparto (que uniría Cartagena y el
Norte y no estaría mencionado en el Itinerario de
Antonino, pero atestiguado por algunos restos y un
miliario hallado en Murcia), cuyos vértices serían
Madrid, La Torre de Esteban Hambrán y El
66
El Nuevo Miliario
De arriba abajo, dos vistas del firme de la calzada de
Cercedilla, y de los restos excavados junto al cementerio de Galapagar
Escorial, quedando Titultiam situada prácticamente
en el medio16. Este cruce de la vía hacia Corduba,
con la que uniría el Levante, haría de Madrid, entonces despoblada, un punto estratégico y elevado
que los musulmanes se apresuraron en fortificar
durante la época medieval, y de esos caminos
nº 3, diciembre 2006
quedaría el vestigio del cruce de las calles
Atocha/Santiago y Mayor.
De este modo la Vía de La Machota, entre Segovia
y El Escorial, sería en realidad la número 24 del
Itinerario Antonio, que para unir Emerita Augusta y
Caesaraugusta, describiría una especie de N, para
pasar por Zamora y Madrid17, lo que hace pensar
que en realidad se trate de una mezcla de vías
distintas.
La vía alternativa del Puerto de la
Fuenfría
Un estudio de Rivas López y Rodríguez Morales18
propone un nuevo trazado para la calzada romana,
que transcurriría por otra zona del puerto, distinta
de la «calzada oficial»19, a partir de unos 100 metros al noroeste de la confluencia de los arroyos
del Infierno y de la Venta. Este lugar se encuentra
a unos 300 metros del lugar donde Blázquez halló
un miliario20. El camino continúa sin apenas restos
visibles entre los bosques de pinos, cruza dos carreteras y se topa con el actual edificio de los ingenieros de montes. A partir de ahí el trazado gira a la derecha y se pueden observar los primeros restos de
empedrado y de muro lateral. Unos 500 metros
después se cruza el arroyo de Pinolubero por un
vado, sin restos de ningún tipo de paso artificial
hasta cruzar de nuevo otro arroyo, el de Majavilán,
donde los autores observaron posibles restos de
un alcantarillado por el que se sumerge el arroyo
durante un pequeño tramo. De nuevo se hallan en
esta zona restos de empedrado, con las piedras
más pequeñas amontonadas a los lados y las más
grandes desaparecidas, posiblemente reutilizadas
en otra zona. Tras esta zona se llega al cruce que
conduce al Collado de Marichiva, donde se pierde
el rastro de la calzada hasta llegar a la zona del
Hoyuelo, donde la calzada aparece tallada en la
roca del suelo por una trinchera que alcanza los 4
metros de profundidad en algunos tramos. Esta
zona además es la única visible con la fotografía
aérea. De nuevo se cruzan dos arroyos, el de la
Barranca y el de la Peña, por vados naturales, si
bien en este último se observan restos de una posible alcantarilla. Poco después, a un lado se aprecian restos de una posible cantera utilizada quizá
para la construcción de los muros y parapetos laterales de este tramo.
El camino sigue con trechos cortados por sedimentos de roca hasta cruzarse con otro camino a
la derecha, ya atestiguado anteriormente21 y que
nº 3, diciembre 2006
quizá sirvió de camino auxiliar para llevar materiales hasta la calzada moderna. Tras este tramo se
llega casi al final de la vía, con restos de empedrado hasta que se cruza con la vía oficial a unos 350
metros de la cima del puerto. El hecho de que este
Camino Viejo a Segovia se introduzca por debajo
de la «calzada oficial» puede ser una prueba de
su mayor antigüedad22.
Este camino alternativo tiene una anchura media
de 4 metros y medio, oscilando en algunos tramos
entre los 6 metros de anchura máxima hasta los
2,5-3 de los pasos estrechos. La pendiente media
es del 11% frente a los 12,3 de la otra vía, y la
longitud es de 4275 metros, frente a los 3825 de la
anterior. La calidad del trazado parece superior al
de la «calzada oficial» y sus capacidades como
carretera mayores23.
Esta alternativa cuenta además con otro dato a su
favor, y es la correspondencia exacta con la cifra
dada por el miliario encontrado cerca de su inicio.
Este indica una distancia de XVII millas desde ese
punto hasta Segovia, es decir 25175 metros, lo
que da 17 millas de 1180 metros exactos. Desde el
miliario hasta la mansio de Miaccum tendría que
haber entre 7 y 12 millas (10,76-17,76 kms.) según
la lectura que se haga del Itinerario Antonino o de
los manuscritos. El yacimiento de Monesterio se
sitúa en la milla 27, mientras que el lugar donde
fueron hallados los dos epígrafes24 está en la
milla 28,5. El camino transcurriría siguiendo la
carretera M-966 hasta la estación de ferrocarril
de Cercedilla25, se sigue bordeando la vía de
tren hasta cruzar el río Guadarrama por el puente de Matasnos y se continúa hasta el cruce con
la M-621, siguiendo la vía pecuaria llamada
Cañada Real de Merinas o Cañada Real
Segoviana. En este punto que hace de límite entre los términos municipales de Guadarrama y
Alpedrete es donde quizá estuvieran los 3 hitos
de piedra que se mencionaban en los archivos
de la Villa de Guadarrama26 y que dio a conocer
Blázquez27. En este tramo también se han hallado posibles restos de empedrado28. Desde aquí
sigue por el puente del Herreño y siguiendo la M510 hasta Galapagar donde se hallan nuevos restos de la calzada29.
Puentes «romanos»:
Los puentes romanos son muy frecuentes a lo largo de los recorridos de las calzadas, ya sea para
superar grandes ríos como para pequeños arroyos
El Nuevo Miliario
67
o torrenteras. Estos puentes son una muestra del
nivel tan alto alcanzado por la ingeniería romana.
Los romanos solían construir los puentes apoyándolos sobre roca natural, tratando así de hacer
más seguros y duraderos. Para ello se hacía un
estudio del río que se quería superar, localizando
el tramo idóneo para construir el puente, con lo
que se demuestra que antes de la construcción de
la calzada se estudiaba todo su trazado para elegir
estos lugares.
En el caso de los existentes en la calzada de
Cercedilla, los puentes y terraplenes estaban protegidos por antepechos de un metro de espesor,
hechos con piedra y mortero de cal de aproximadamente un metro de altura, con una tapa de piedra de veinticinco centímetros de espesor de una
sola pieza, con un vuelo a cada lado30.
La piedra exterior de los muros está en seco, sin
rejuntar, si bien el relleno está constituido de hormigón ciclópeo de cal y piedra, normalmente cantos rodados del propio río. De esta manera se absorbía gran parte del empuje de los rellenos contra
los muros, evitándose así la fatiga y el deterioro de
los mismos.
Los puentes de Cercedilla tienen unos diez metros
de anchura de promedio, y responden todos a un
mismo criterio constructivo. Los arcos son de medio punto, cerrados. La piedra está sin labrar, si
bien tiene la forma adecuada su función dentro de
la estructura del puente.
a) Puente del «Reajo» o del «Molino»:
Este puente es quizá el más importante y hermoso
de todos. Está construido para salvar el cauce del
río de La Venta, que más tarde se convertirá en el
Guadarrama, y actualmente está en servicio para
el paso de la carretera comarcal M-110.
El puente está sujeto por seis contrafuertes hexagonales de gran altura, ya que la distancia desde
el cauce al antepecho es de 15,40 metros. El arco
de medio punto se protege con cuatro contrafuertes, los de aguas arribas más fuertes para soportar
la embestida de las aguas, iniciados en punta, y
los otros dos de forma semi-hexagonal31.
La construcción responde a tres fases visiblemente diferenciadas, la primera desde los paramentos
hasta la línea horizontal del inicio del arco. La se-
68
El Nuevo Miliario
De arriba abajo: Otra vista de los restos hallados en
Galapagar junto al cementerio,
vista del trazado de la vía alternativa en la Fuenfría y
restos de empedrado de la vía alternativa.
gunda corresponde a la parte del intrados del arco,
continuando la elevación hasta la altura de la vía.
La tercera y última fase es la construcción de las
protecciones laterales.
nº 3, diciembre 2006
Puente del Reajo o del Molino: Vistas desde aguas abajo y desde aguas arriba
El puente tiene un llamativo esviaje respecto a la
dirección del río, lo que hace pensar a De Miguel
que los ingenieros romanos llegaron a desviar ligeramente la dirección del río32, según se deduce de
las grandes piedras presentes en el fondo y en los
laterales del río, que encauzan las aguas hacia el
arco. Durante el estudio de este puente, este autor
nº 3, diciembre 2006
encontró restos de la calzada junto a él. Según
Rivas López y Rodríguez Morales33 este puente
sería del siglo XVIII, siendo construido para la calzada moderna.
El Nuevo Miliario
69
Puente de la Venta: Vista del puente aguas arriba y detalle del arco de medio punto aguas arriba
b) Puente de la «Venta»:
Este puente, sobre el río del mismo nombre, se
encuentra situado en la carretera del valle de la
Fuenfría, poco antes de llegar a Las Dehesas, en
la esquina de la finca de Montes Claros. Es el más
pequeño de los existentes, pero sigue siendo utili-
70
El Nuevo Miliario
zado para el paso de vehículos. Ha sido restaurado y modificado en varias ocasiones, pero sigue
manteniendo su estructura original «típicamente
romana».
Este puente parece ratificar la existencia de la calzada por debajo de la actual carretera. El retran-
nº 3, diciembre 2006
queo de la cimentación se encuentra enfoscado y
la anchura del puente llega a los nueve metros.
Sus proporciones, el material utilizado y la técnica
constructiva es la misma que en los restantes
puentes. Cerca de él, se encuentran dos contrafuertes sin identificar su función y una masa de
hormigón superficial que podría corresponder a alguna tubería de agua34.
c) Puente de «El Descalzo»:
Este puente es el segundo en tamaño, cruzado
también por la actual carretera, su estado de conservación es ideal, con el firme original y los paramentos laterales intactos.
Su técnica de construcción es idéntica a los anteriores, con las piedras de la bóveda trabadas entre
sí con mortero de cal.
Este puente fue restaurado ante el peligro de ruina
que amenazaba. Se encuentra casi al inicio de la
zona conservada de calzada al comienzo de la subida al puerto. En una de las rutas alternativas
este puente no se utiliza para subir el puerto35.
d) Puente de «Enmedio»:
Este puente es el que se encuentra a mayor altitud, a más de 1600 metros. Es el de peor estado
de conservación, si bien recientemente se han
acometido obras de restauración. La capa superficial es la más dañada por el uso del puente en el
arrastre de troncos procedentes de la explotación
forestal de la zona.
La técnica constructiva vuelve a ser la misma que
en los anteriores, si bien el lamentable estado de
conservación hacen difícil el estudio de sus materiales y formas originales. Como el puente anterior,
carece de sentido en uno de los trazados alternativos del camino romano36.
e) Puente de «Matasnos»:
Este puente se encuentra en el límite entre
Cercedilla y Los Molinos. Se trata de un puente relativamente moderno, construido en la primera mitad del siglo XIX. Pero para algunos investigadores
se trata de una sustitución de un antiguo puente
romano, ya que al parecer la calzada discurriría en
la dirección del puente, esto es N-S, para pasar a
la izquierda de Los Molinos.
Puentes, afluente del Guadarrama, y parece construido en el mismo emplazamiento y cimentación que su
precedente romano, incluso con su mismo diseño
exacto.
f) Puente «romano» de El Escorial:
Este último puente es el hallado por Rafael Perera
a las afueras de El Escorial. Se sitúa sobre el río
Aulencia, y según Gonzalo Arias pertenecería a
la vía de La Machota. Estaba en un deplorable
estado de conservación, por lo que se acometió
su restauración en 1982.
Parece compartir las técnicas y materiales de los
existentes en Cercedilla, si bien ha sido escasamente estudiado.
Inscripciones y miliarios relacionados
con la vía romana de la Fuenfría:
Alpedrete:
1. Ara votiva de granito con inscripción votiva decorada con molduras en su mitad inferior y con un
creciente con dos árboles a los lados en su parte
superior. Medidas: 145 x 50 x 43. Campo epigráfico: 51 x 42. Letras: 7-4. Fue hallada entre los términos de Collado-Villalba y Alpedrete, en el kilómetro 40 del ferrocarril Madrid-El Escorial. Se conserva en el Museo Arqueológico Nacional, inv. nº
16503.
Cantaber / Elguism/iq(um) Luci f(ilius) / Marti /
Magno /v(otum) s(olvit) a(nimo) l(ibens)
«Cantaber, del clan de los Elguismios, hijo de
Lucio, cumplió su voto a Marte el Grande con buen
ánimo y de buena voluntad»
En lín. 3 se ha leído también IO, lo que daría lugar
al nombre Elguismio. En esta misma línea Hübner
leyó P por F, dando lugar a Luci(i) p(uer). Es la
única referencia a Mater Magno en esta zona. El
cognomen indígena Cantaber es muy frecuente
en la Península, con más de 15 testimonios,
mientras que Elguismiq(um) tiene que ser el
nombre de un clan, ya que no está atestiguado
como antropónimo y su posible relación con
otros nombres como Elgiano, Elguanus o Elguisteri
es bastante forzada. Tampoco Cantaber indica un
necesario origen cántabro37. Por la paleografía se
puede datar a finales del siglo I d.C.
El puente supera el cauce del arroyo de Las
nº 3, diciembre 2006
El Nuevo Miliario
71
Bibliografía: CIL II 3061 = 5870; ILER 224; LICS
181; ILCAM 69; Rada y Delgado, p. 506-507;
Fernández-Guerra, p. 122; Rivero 15; Tovar,
(1946-1947), 87, (1949), 87; Iglesias Gil, 35;
Albertos, 171; Crespo, 132; González Rodríguez
(1986 y 1986a), 121; Haley p. 102, g; Peralta, p.
225; Hurtado pp. 55-56; Hispania Epigraphica On
Line 8891.
2. Ara de granito cuyo estado deteriorado y fragmentario, dificulta su lectura. Medidas: 72 x 28,5 x
26. Letras: 4,2-3,5. Interpunción: triángulo. Se encontró en el mismo lugar y circunstancias que la
inscripción anterior. Se conserva en el Museo
Arqueológico Nacional, inv. nº 16488.
Lectura a): LICS, HEp 4, ILCAM
Ami/a · Ael/ariq(um) / Lari/bus
«Amia de los aelaricos a los Lares»
Lectura b) CIL II, Rada y Delgado, FernándezGuerra, Iglesias Gil, González Rodríguez, Crespo,
Peralta
Ami/a · Ael/ariq(um) / Marti / v(otum) s(olvit)
l(ibens)
«Amia de los aelaricos a Marte, lo dedicó de buen
grado»
El cognomen Ammia, aquí Amia, es muy frecuente
en la Península. El clan tan sólo se conoce por
esta inscripción, aunque son frecuentes los nombres de clanes que comienzan por AEL en esta zona. Parece más clara la opción de Laribus en la
lectura del teónimo, descartando la fórmula final
que correspondería a la parte perdida de la inscripción. La pieza está localizada y por tanto no son
correctas las afirmaciones de algunos autores que
la sitúan en paradero desconocido. Por la paleografía se puede datar en el siglo II d.C.
Bibliografía: CIL II 3062 = 5870; ILER 224; LICS
180; HEp 4, 1994, 527; ILCAM 68; Rada y
Delgado, p. 507; Fernández-Guerra, p. 122; Rivero
16; Tovar (1946-1947), 87; Iglesias Gil, 86;
Albertos, 170; Crespo, 131; González Rodríguez
(1986), 53, (1986a), 12; Haley p. 102, g; Peralta, p.
115 y 225; Hispania Epigraphica On Line 8892.
Cercedilla
3. Miliario de granito que tan sólo conserva su tercio inferior y una parte de su plinto cuadrado.
72
El Nuevo Miliario
Medidas: (145) x 50 diám. Letras: 7-4,5.
Interpunción: redonda. Fue hallado en 1911 en las
inmediaciones (unos 700 metros) del puente de la
Venta o de Santa Catalina, durante el transcurso
de unas obras de mantenimiento de la calzada romana. Se conserva actualmente en el Museo
Arqueológico Nacional, inv. nº 38.30538.
a) Lectura de Blázquez y Delgado Aguilera (Brah
LVIII, 142-147)
VSPNL QILU / CIDII D. AUG. TRIB. / C[. . .] VII [...]
b) Lectura de Fita (Brah LVIII, 148)
[Imp. Nerva Caes/ar. Aug. Traian]/3us. Germ. p. m.
trib. / [potest. IIII p. p.] / c[os] IIII. [restitu/6it a Miaco
/ XL]
c) Lectura del MPT (nº 108)
[Imp/erator) Caes(ar) C(aius) Iul(ius) Verus
Maximinus P(ius) F(elix) Aug(ustus) Germ(anicus)
max(imus) Dacic(us) max(imus) Sarmat(icus)
max(imus) pontif(ex) max(imus) trib(unicia) potest(ate) V imp(erator) VII p(ater) p(atriae) co(n)s(ul)
proco(n)s(ul) et C(aius) Iul(ius) Verus Maximus nobilissimus Caes(ar) Germ(anicus) max(imus)
Dacic(us) Max(imus) Sarmat(icus) max(imus) princeps iuventutis fil(ius) d(omini) n(ostri) Imp(eratoris) C(aii) Iul(ii) Veri Maximini P(ii) F(elicis)
Aug(usti) vias et pontes tempore vetustatis conlapsos restituerunt curan(te) Q(unito)] Decio leg(ato)
Aug(ustorum) pr(o) pr(aetore) [c(larissimo v(iro) ¿a
Segovia? M(ilia)] p(assum) XVII
d) Lectura de Stylow
- - - - - - ?/ [- - - ? vias et pontes tempore vet]us(tate) cor/[ruptos restituerunt curante Q.] Decio leg.
Aug. Pr. p. [- - -/- - -?]+ p. XVII
Este miliario ha sido atribuido a diferentes emperadores, desde Vespasiano o Trajano hasta las actuales hipótesis que lo atribuyen a Maximino y
Máximo, dándole una fecha entre el 1 de enero y
mayo-junio del año 238. las millas indicadas (XVII)
coinciden en la distancia en línea recta desde el
puente de la Venta hasta Segovia, unos 25,5 kms.
Desde luego la reconstrucción del MPT parece
muy hipotética, ya que los renglones parecen demasiado largos como para haber tenido cabida en
el miliario. También omite las letras CO+ encima
de la mención a Decio y añade c(larissimo) v(iro)
tras pr(o) pr(aetore) cuando parece innecesario. La
lectura más correcta parece sin duda la proporcionada por Stylow, si bien el valor fundamental de
este miliario es que haya conservado la cifra de
millas, en la que coinciden los dos últimos autores.
nº 3, diciembre 2006
Puente del Descalzo: Vistas del puente desde aguas arriba y aguas abajo
Bibliografía: Blázquez LVIII, 144 y 148; De Miguel
y Eced, 15; MPT 108; Stylow, 581-590, nº II; AE
1994, 1055; HEp 5, 1995, 550; C. Caballero – S.
Fernández – A. Martín, 2002, ILCAM 125.
4. Miliario de granito partido en dos partes. La mitad inferior conserva parte del basamento.
nº 3, diciembre 2006
Medidas: 94 x 26 diám. Letras: 8-7. Como el ejemplar anterior fue hallado en 1911 en las cercanías
del puente de La Venta Se conserva en el Museo
Arqueológico Nacional inv nº 38.30639.
- - - - - - / IP[- - -] / Nob(ilissimus) /3Caes(ar) / - - - --
El Nuevo Miliario
73
Vista del firme restaurado del puente de El Escorial
Su mal estado de conservación impide una reconstrucción fiable del texto del miliario. Por la
paleografía, el título y las medidas se puede fechar en el siglo IV.
nep(os) Ant(onini) [- - - /pro]nep(os) [Hadria]ni
a[b]nep(os) [- - - / Tra]ian[i - - -] Nervae
a[d]n[ep(os) - - - / - - - F]el(ix) Aug(ustus) [- - -/- - p]ontif(ex) m(aximus) [- - - /- - -] co(n)s(ul) IIII [- - -]
Bibliografía: BRAH LVIII, 144; Stylow, p. 582, nota
24; HEp 5, 1995, 551; C. Caballero – S.
Fernández – A. Martín, 2002; ILCAM 126.
La inscripción corresponde al cuarto consulado del
emperador Caracalla, entre los años 213 y 217. En
esta pieza resulta curiosa la falta de adscripciones
divinas de los emperadores que aparecen en el
texto. Es una lástima que no se haya conservado
la cifra de millas que tendría el miliario, ya que hubiera sido de gran ayuda para la localización exacta de los establecimientos de Titultiam y Miaccum.
Galapagar
5. Miliario muy fragmentado y sin restos de inscripción hallado en las afueras del pueblo y que tan
sólo conocemos por una referencia de Stylow.
Bibliografía: Stylow, p. 587.
6. Miliario de granito muy desgastado. Medidas:
130 x 50 diám. La pieza fue hallada en el casco urbano al realizar unas obras. Se conserva en las
dependencias del Ayuntamiento de la localidad40.
Hasta hace poco tiempo tan sólo teníamos la referencia de Stylow que a su vez se basaba en una
mención del LICS, l. c. 9 con nº 32, que lo sitúa en
la vía de Ávila a Complutum, que seguiría el actual
trazado del ferrocarril; sin embargo, recientemente
Caballero, Fernández y Martín (2002) aportaron la
lectura e interpretación siguientes:
Imp(erator) [C]a(esar) [Sev]eri [Pii F- - -] /Anto[nini]
74
El Nuevo Miliario
Bibliografía: Stylow, p. 587; C. Caballero – S.
Fernández – A. Martín, 2002; LICS, p.9, 141-142,
2001; HEp 11, 2001, 325.
Torrelodones
7. Miliario de granito muy desgastado. Medidas:
165 x ?. La pieza no conservaba inscripción y aunque parece que fue adquirido por el Museo
Arqueológico Nacional está actualmente en paradero desconocido. El testimonio de Blázquez nos
hace situarlo en Torrelodones, ya que fue hallado
«a 800 metros aproximadamente, al otro lado del
río Guadarrama, sobre el camino que va de
Torrelodones a Galapagar».
Bibliografía: Blázquez – Sánchez Albornoz, 1920,
nº 3, diciembre 2006
10-11; Rivero 115; MPT 229; Stylow, pp. 586-587;
ILCAM 128.
Robledo de Chavela
8. Miliario anepígrafo. Medidas: 160 x 34. Este miliario no conserva inscripción y según su descubridor correspondería a la vía que unía Móstoles y
Ávila. La pieza conserva parte del basamento, pero no está entero ni por arriba ni por abajo.
Bibliografía: Rodríguez Morales, J., «Un puente
abulense y un miliario madrileño», El Miliario
Extravagante 76, 2001, 40.
Conclusiones:
Es indudable que el puerto de la Fuenfría fue el
paso utilizado en época romana para unir Segovia
con el territorio de la actual Comunidad de Madrid.
Así lo demuestran tanto los miliarios hallados en la
zona, como los restos arqueológicos viarios que
transcurren por el puerto. Los estudios más recientes muestran el verdadero trazado de época romana que transcurre desde la zona de las Dehesas
hasta casi la cima del puerto por otra diferente a la
que cruza la «calzada oficial». Esta sería entonces
un camino construido en el siglo XVIII abandonándose lo que actualmente sería el Camino Viejo a
Segovia y que es el verdadero itinerario romano.
Así pues los conocidos «puentes romanos» que
cruzan esta vía a partir de las Dehesas serían
obras de época moderna, si bien seguían una
estética y un patrón de construcción romano. A
partir de este punto la calzada transcurriría bajo la
actual carretera a Guadarrama, llegando hasta
este municipio y posteriormente pasando por los límites de Alpedrete, dónde podemos situar
Miaccum, como lo atestiguan las lápidas funerarias halladas en esta zona. Posteriormente la calzada se dirigiría hasta Galapagar, donde se ha hallado un miliario y restos de empedrado. Desde
aquí se dirigiría hasta Titulcia, cuya situación y trazado exacto sobrepasa los límites de este artículo.
Notas:
1) MARINÉ, M., Excavación en la calzada romana del
Puerto de Fuenfría (Cercedilla, Madrid), Noticiario
Arqueológico Hispánico.
2) Para esta fecha hemos de admitir su origen romano
3) DE MIGUEL Y ECED, C., La vía romana a su paso
por Cercedilla, Madrid, 1980, 29.
4) DE MIGUEL Y ECED, C., 1980, 17.
5) FERNÁNDEZ ESTEBAN, S. – JIMÉNEZ SANZ, C. –
MARTÍN ESPINOSA, A., Valoración arqueológica de la
nº 3, diciembre 2006
Miliario conservado en el Ayuntamiento de
Galapagar
calzada de Riofrío (La Granja, Segovia), Revista de
obras públicas 3370, 1997, 73-74.
6) BLÁZQUEZ Y DELGADO AGUILERA, A., Vía romana
del Puerto de la Fuenfría, Boletín de la Real Academia
de la Historia LVIII, 1911, 142-147 y «Vías romanas de
Botoa a Mérida. Mérida a Salamanca. Arnaca a
Sigüenza. Arriaca a Titulcia. Segovia a Titulcia y
Zaragoza al Bearne», Memorias de la Junta Superior de
excavaciones arqueológicas 21, 1918.
7) Parece claro que el puerto de la Fuenfría fue utilizado
como paso hacia Segovia en época romana, otro asunto
es si los restos «oficiales» son realmente de época romana o si la calzada original discurría por otra zona del
puerto.
8) DE MIGUEL Y ECED, C., 1980, 20.
9) DE MIGUEL Y ECED, C., 1980, 14.
10) ARIAS, G. Repertorio de caminos de la Hispania romana, Madrid, 1987, 380-383.
11) VILLAGRASA, E. , El Miliario Extravagante 13, 1967.
12) VALLESPÍN GÓMEZ, O. – CABALLERO CASADO,
C. – CONEJO GARCÍA, Á., Calzada romana de
Galapagar (Madrid), Apuntes de Arqueología 69, 1995,
24-25
13) Si bien Gonzalo Arias admite la existencia de unos
posibles restos de calzada hallados en Las Rozas de
Madrid, si bien él los ajusta a un hipotético desvío de la
Vía de La Machota a la altura de Guadarrama o ago
más al sur, que pasaría por esta localidad hasta Madrid
desde donde se dirigiría hacia Guadalajara y de ahí, a
Valencia. Arias, G. 1987.
14) PERERA, R., El Miliario Extravagante 9, 1965.
15) Otros estudios sitúan Miaccum al suroeste de
Boadilla del Monte, en una zona llamada La Vega
Sagrilla, ZAPICO MAROTO, L., El inagotable tema de
Miacum y Titulcia, El Miliario Extravagante 81, 2002, 42.
16) ARIAS, G. 1987, 380-383.
17) ARIAS, G. 1987, 384. El autor propone dos alternativas para situar Miaccum en el llamado Cerro del Castillo
de Alpedrete o en el yacimiento de El Beneficio, a unos
2 kilómetros de Collado Mediano.
El Nuevo Miliario
75
18) Ya lo apuntaba RIVAS LÓPEZ, J. en un primer artículo (El Camino viejo a Segovia en el Valle de la
Fuenfría, El Miliario Extravagante 74, 2000, 35) que luego completaría. RIVAS LÓPEZ, J. – RODRÍGUEZ MORALES, J., Una nueva calzada romana en el valle de la
Fuenfría, El Miliario Extravagante 75, 2000, 24-29. Este
primer trabajo dio lugar a una polémica por la supuesta
falta de rigor arqueológico del estudio, como se observa
en FERNÁNDEZ, S. _ CABALLERO, C., La intuición,
¿una innovación metodológica a las puertas del nuevo
milenio?, El Miliario Extravagante 77, 2001, 18-19.
19) MARTÍN ESPINOSA, A. – OREJA MARTÍN, J. G. –
RAMOS ALTAMIRA, J. – SÁNCHEZ GARCÍA-ARISTA,
M., Vía secundaria en la calzada romana del puerto de
la Fuenfría (Cercedilla), Apuntes de Arqueología 69,
1995, 23-24. En este pequeño artículo ya sé hablaba sobre un sondeo en una vía alternativa a la calzada oficial.
El sondeo, muy modesto, confirmó la inexistencia de
preparación en el tramo estudiado y halló algunos restos
76
El Nuevo Miliario
metálicos que no aportaban cronología. Sin embargo al
final del artículo se aventura un posible origen medieval
o moderno para esta vía alternativa por las dificultades
de recorrido que suponía la vía oficial.
20) Vid. infra nº 3.
21) M. MARINE, 1988.
22) RODRÍGUEZ MORALES, J. – MORENO GALLO, I., La vía del puerto de la Fuenfría, 2000,
Cimbra 345
23) RODRÍGUEZ MORALES, J. – MORENO GALLO, I., 2000. En algunos párrafos de su artículo los
autores consideran inequívoco este trazado alternativo como el verdaderamente romano, llegando
a acusar de considerar a la «calzada oficial» como
obra de ingenieros romanos un «menosprecio a la
inteligencia humana».
nº 3, diciembre 2006
24) Vid. infra nº 1 y 2.
25) RIVAS LÓPEZ, J., Un viejo mapa de Cercedilla
y otros datos, El Miliario Extravagante 83, 2002,
27-28. En este artículo y basándose en un mapa
antiguo y posibles restos arqueológicos el autor
propone un trazado alternativo al tramo de calzada
a su paso por la localidad de Cercedilla, por el llamado Camino de Matalavieja, diferente al propuesto
por De Miguel, que cruzaba innecesariamente dos
veces el arroyo de la Venta.
26) Vid. Infra nº 3 y 4. Quizá fueran estos los hitos,
pero su identificación no es segura.
27) BLÁZQUEZ Y DELGADO AGUILERA, A., Vías
romanas de Botoa a Mérida. Mérida a Salamanca.
Arnaca a Sigüenza. Arriaca a Titulcia. Segovia a
Titulcia y Zaragoza al Bearne, Memorias de la
Junta Superior de excavaciones arqueológicas 21,
1918, 15.
28) RIVAS LÓPEZ, J., Otro tramo de calzada en
la pre-Sierra madrileña, El Miliario Extravagante
71, 1999, 34-35.
29) VALLESPÍN GÓMEZ, O. – CABALLERO CASADO, C. – CONEJO GARCÍA, Á., 1995, 24-25.
Este pequeño estudio halló varios tramos de calzada romana en esta zona, siguiendo durante un
tiempo la Cañada Real Segoviana, hasta el Guijo,
donde cruzaría el Guadarrama a la altura del
puente del Herreño hacia la Fuenfría. En dirección
opuesta se han hallado posibles restos cerca de la
Iglesia Parroquial y a la salida del pueblo, donde
cruzaría de nuevo el Guadarrama en las cercanías
del puente de Alcanzorla. Hay que señalar, por
otra parte, la posible presencia de minas romanas
en Galapagar, explotadas hasta el siglo V (SUJA,
E. Las minas de Galapagar, El Miliario
Extravagante 79, 2001, 26).
30) DE MIGUEL Y ECED, C. 1980, 27-29.
31) DE MIGUEL Y ECED, C. 1980, 34-35.
32) DE MIGUEL Y ECED, C. 1980, 38.
33) RIVAS LÓPEZ, J. – RODRÍGUEZ MORALES,
J., Una nueva calzada romana en el valle de la
Fuenfría, El Miliario Extravagante 75, 2000, 28.
34) DE MIGUEL Y ECED, C. 1980, 42.
35) RIVAS LÓPEZ, J., 2000, 35.
36) RIVAS LÓPEZ, J., 2000, 35.
37) Así lo pensaron PERALTA LABRADOR (2000,
p. 225, nota 2018) entre otros, que señala este ara
como dedicada por un cántabro a Marti Magno,
pero sin justificar el porqué del origen del personaje. Anteriormente otros como Rada y Delgado
también habían señalado este origen para el dedicante, así interpretaban la inscripción como «El
cántabro Elguísi
mo, hijo de Lucio…», que parece incorrecta.
38) Actualmente en el Museo Arqueológico
nº 3, diciembre 2006
Regional [N. del Ed.]
39) Actualmente en el Museo Arqueológico
Regional [N. del Ed.]
40) Quiero agradecer la colaboración del personal
del Excelentísimo Ayuntamiento de Galapagar que
amablemente me permitieron y ayudaron a fotografiar y estudiar tanto el miliario como a localizar
los restos de la calzada.
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nº 3, diciembre 2006
La calzada romana entre Emerita Augusta y Caesar
Augusta a su paso entre Complutum y Segontia
Elena Martín Blas
El presente trabajo es un resumen de lo presentado en el X Encuentro de Historiadores del Valle del
Henares.
La infraestructura viaria romana desarrollada durante el Imperio no sólo fue un importante éxito, sino también un hecho de profundo significado.
Proporcionó la base para establecer y mantener
un Imperio con la máxima durabilidad de la
Historia Europea. Así mismo establece las líneas
por las que mercaderes, población, soldados, etc.,
intercambiaron ideas, cultura y formas de vida,
otorgando una mayor homogeneidad al Imperio.
Además determinó la localización de algunos de
los grandes centros urbanos europeos, hoy en día
aún vigentes.
Los romanos aprendieron de los etruscos la habilidad de construir carreteras. Los etruscos, desde el
siglo IX a.C., dejaron testigos en la actual Toscana
que demuestran su habilidad como ingenieros1.
Fueron ellos quienes enseñaron a los romanos a
construir acueductos, puentes, carreteras,… pero
los romanos dieron un paso más: pavimentaron
milla a milla de cada una de sus vías principales.
Otro factor fundamental en el impulso de la red viaria
romana fue el cursus publicus o correo estatal, implantado en el siglo III a.C., que adquiere con la llegada del Imperio unas dimensiones desconocidas
hasta el momento en ninguna civilización.
En cada una de las provincias romanas dos o tres
ciudades servían como nudos en las vías de comunicación. En Hispania tenemos a Caesar
Augusta, Corduba y Emerita Augusta. La economía del Imperio romano dependía directamente
de las carreteras, esta infraestructura otorgaba
una facilidad expansiva mayor.
El último paso en la construcción de una calzada es
la colocación de miliarios. Se colocaban cada milla,
en Italia cada uno de ellos contenía una inscripción
dando la distancia desde Roma o desde la ciudad
donde la carretera comenzaba. En cambio, en las
provincias, los miliarios mostraban la distancia
entre ciudades, entre la cabecera de la carretera,…ocasionalmente contenían más información
nº 3, diciembre 2006
como las distancias entre tres o cuatro puntos
principales de la calzada o la distancia de un extremo a otro de la misma. Estos miliarios eran
muy útiles y necesarios para un viajero o transeúnte de la calzada, que quisiese conocer cuanto camino le quedaba, donde podría comer o
donde descansarían los animales.
La política viaria romana llegó hasta Hispania,
estableciéndose numerosas vías principales que
unían las diferentes urbes y zonas importantes de
la península, entrelazándose a su vez con otras
de carácter secundario. Tal fue la obra realizada,
que la península quedó totalmente comunicada
entre sí, y con el resto del Imperio, sobretodo con
la capital: Roma.
En el caso de Hispania observamos que la continuidad de estas vías llega hasta el mismo siglo
XIX, incluso en la actualidad, muchas de las carreteras nacionales que la surcan corren paralelas a
antiguas calzadas romanas.
Gracias a diferentes fuentes epigráficas y literarias, nos ha llegado hasta la actualidad una visión
de lo que representaron estas calzadas, y a su vez
una ayuda para poder continuar nuestras investigaciones acerca de las mismas. Una de estas
fuentes principales2 para el estudio es el "Itinerario
de Antonino", un recorrido detallado por las principales rutas de Hispania con los puntos de descanso y cambio de postas, en cada una de ellas y las
distancias parciales entre los mismos. Existen varios problemas acerca de esta fuente, ¿quién era
Antonino? Se supone que se refiere a uno de los
emperadores Antoninianos pero es algo hipotético,
¿Cuál era el fin de este documento?,…preguntas
sin respuesta lo que la convertiría en una fuente
poco fiable pero la realidad es que es de las pocas
con las que se cuenta para el estudio de las calzadas romanas en Hispania, algunos autores lo fechan en los años ochenta del siglo III, en época de
Diocleciano.
Otra fuente es el Anónimo de Rávena, una cosmografía del mundo conocido hasta entonces, realizada supuestamente en el siglo VII d.C., perteneciendo a un autor cristiano lo que se nota en la
El Nuevo Miliario
79
obra. Se piensa que se fundamenta en la Tabula
Peutingeriana y en otros mapas realizados por
geógrafos anteriores.
Ya en época Renacentista contamos con las obras
de Ambrosio de Morales, cronista de Felipe II y
Antonio Agustín, personaje de gran importancia,
estudiosos de la numismática y de la toponimia
peninsular. Sus obras beben de fuentes antiguas,
principalmente de las obras de Estrabón, Mela,
Ptolomeo, Avieno, Itinerario de Antonino,…3
Dentro de este amplio tema, el objeto de esta exposición no es más que intentar ofrecer toda la
información posible acerca del tramo entre
Complutum y Segontia, etapa perteneciente a la
vía encargada de comunicar Emerita Augusta
(Mérida) con Caesar Augusta (Zaragoza).
Si tomamos un mapa de Hispania en época imperial con sus trazados de vías observaremos rápidamente que la mayoría de estas se encontraban
situadas en las costas, recorriendo las principales
urbes costeras y uniéndolas entre sí. Este tipo de
calzadas serian denominadas como Viae Publicae,
es decir, vías que comunicaban ciudades principales y estaban a cargo del Estado.
La vía Augusta o Heraclea unía la mismísima capital del imperio, Roma, con la otra punta del mismo,
de forma literal, Gades, el recorrido de esta queda
bien explicado de forma detallada en los famosos
Vasos de Vicarello, pasando por todo la costa mediterránea peninsular. La Vía de la Plata se trazaba entre Emerita Augusta y Asturica Augusta,
uniendo la provincia de Sur a Norte. Otra vía importante sería la del norte, recorriendo la etapa
comprendida entre Astorga y Tarragona, atravesando ciudades importantes como Clunia,
Numantia o Caesar Augusta. Todas estas vías se
unirían en diferentes puntos entre si para de esta
manera poder acceder a todos los puntos de la
provincia Hispana.
Aún así si nos fijamos en el mapa resultante del
recorrido de estas vías nos daremos cuenta que el
interior peninsular quedaría supuestamente incomunicado.
Pero el "Itinerario de Antonino" nos habla de una
vía4 muy importante que atravesaba de suroeste a
noreste la Península, partiendo de Emerita
Augusta y llegando hasta Caesar Augusta.
Recorrería numerosos puntos siempre siguiendo
una técnica constructiva muy depurada, saltando
80
El Nuevo Miliario
los impedimentos orográficos que ofrece la geografía peninsular. Esta calzada estaría dentro del
grupo de las vías principales ya que une dos de
las principales ciudades romanas hispanas.
Al llegar a la etapa Complutum-Segontia, tras pasar por diferentes zonas, tomaba el corredor del
Henares como paraje natural que ofrece una forma
sencilla de paso y así facilitar el tránsito. Aquí el
principal guía del camino es el Río Henares.
Podemos observar cómo los romanos eran verdaderos ingenieros de caminos, no solo tenían una
desarrollada técnica constructiva sino que también
sabían aprovechar los pasos naturales que les
eran ofrecidos.
Entre las dos mansiones Complutum y Segontia,
la vía tomaría el Río Henares como recorrido y seguiría su trazado a lo largo del Valle5, como explica topográficamente Abascal Palazón en su libro
sobre las vías de comunicación romanas en la provincia de Guadalajara, intentando ofrecer una hipotética visión del paso de esta calzada por tierras
alcarreñas.
El camino en esta zona toma un perfil longitudinal,
ofreciendo una capacidad portante con lo cual
estaríamos ante una calzada de rodadura, que facilitaría el paso de mercancías. Lo cuál queda
comprobado al aparecer materiales procedentes
de otros lugares del Imperio en el centro peninsular, tales como cerámicas o mármoles exóticos.
En la primera etapa del tramo, nos encontramos
con la mansión de Complutum. Algunos autores
explican al estudiar más detenidamente el
Itinerario de Antonino, que esta mansión está
escrita en caso acusativo concluyendo que
Complutum estaría cerca del paso de la calzada6.
Una realidad es que en el siglo III d.C., la ciudad
de Complutum se trasladó desde el Cerro del Viso
a su localización actual, más cerca del propio Río
Henares, y si tomamos las indicaciones dadas por
Abascal, sobre la situación y paso de la calzada
por Complutum, más los miliarios encontrados7,
podríamos llegar a pensar de que realmente la vía
llego a pasar por Complutum, además contamos
con varios datos arqueológicos que demuestran el
paso de ésta cerca de la ciudad.
El cambio de localización de la misma podríamos
achacarlo a un interés económico más que geográfico, ya que la nueva zona de expansión elegida añade un problema de agua, es decir, a menos
nº 3, diciembre 2006
de un metro bajo el suelo se encuentra agua, entonces ¿porqué este traslado desde una zona con
un suelo mejor para poder construir? Posiblemente
por la causa anteriormente mencionada, un interés
económico, ya que al situarse en un cruce de caminos y en el paso de una vía importante como lo
era esta, se diera el empujón necesario para que
Complutum se desarrollara como urbe importante
dentro de Hispania y dentro del Imperio, así como
una forma de dar salida, más fácilmente a sus productos comerciales.
muestra un factor importante para demostrar la importancia de esta calzada a nivel comercial y económico.
A partir de Complutum y saliendo de la ciudad por
el antiguo Camino de los Afligidos, de época visigoda, la vía continuaría paralela al curso del río
Henares, recorriendo numerosos enclaves hasta
Cabe mencionar, que en la actualidad a tres kilómetros de Azuqueca de Henares, en el pueblo de
Alovera, se están realizando trabajos arqueológicos, dando en primera instancia unos resultados
que hacen pensar en procedencia romana11.
Situados en una zona cercana a las vías del ferrocarril y dentro del marco territorial de las villas romanas encontradas en Azuqueca de Henares,
mencionadas anteriormente. Además de numerosos asentamientos que han ido apareciendo según
se va industrializando el corredor.
La otra cercana al río Henares y dentro de la propiedad privada de la Finca Acequilla, perteneciente
al Marqués del Valle de la Colina10. Aquí, aparte
de vestigios que demuestran la existencia de una
villa romana, se encontraron varios elementos de
acepción visigoda pertenecientes a varios ajuares
funerarios.
Esto plantea la hipótesis de que en la etapa entre
Complutum y la siguiente mansión Arriaca, existía
una amplia densidad poblacional demostrada con
los últimos descubrimientos realizados, llegando a
la conclusión de un yacimiento romano cada 2’5
kilómetros en esta zona12.
El sector Complutum - Segontia de la vía Emerita
Augusta - Caesar Augusta, según Roldán.
llegar a la siguiente mansión mencionada por
Antonino, Arriaca.
A lo largo de este trazado intermedio, numerosos
vestigios arqueológicos nos demuestran el paso de
la calzada, a la altura de Azuqueca de Henares, ya
en la provincia de Guadalajara, se encontraron y se
excavaron dos villas romanas, las dos con una cronología del siglo II d.C. pero en diferentes enclaves
geográficos. Una de ellas en el polígono industrial
Comendador, situada paralelamente al recorrido del
ferrocarril (Madrid-Barcelona)8. Se encontraron varias estancias construidas con muros así como varios
materiales, entre ellos cabe destacar unos fragmentos de terra sigillata hispánica, cuyo estudio podría
confirmar la relación con los alfares riojanos9, cuyas
producciones llegaron a casi toda la Península
Ibérica, incluyendo el corredor del Henares, lo que
nº 3, diciembre 2006
El trazado verdadero de la vía en esta zona es
bastante desconocido, aunque se encontraría
posiblemente en el camino central que dejan
estas villas y asentamientos, en el recorrido actual de la carretera Nacional II, que transcurre dirección Madrid -Barcelona.
Siguiendo el camino marcado en el itinerario de
Antonino, la siguiente parada sería Arriaca.
Identificada por algunos autores con la actual
Guadalajara, aunque algunos restos encontrados
hace pensar que su verdadero emplazamiento se
encontraría en el triangulo formado por las poblaciones de Usanos, Marchamalo y Fontanar. A partir
de esta zona, la vía seguiría el cauce del río
Henares hasta llegar a Caesada, en la actualidad
perteneciente al municipio de Espinosa de
Henares, donde en 1980 hubo una excavación con
resultados que demuestran la existencia romana
en la zona, además el perímetro urbano de dicho
yacimiento coincide con las 46 millas mencionadas
por Antonino desde Complutum13.
El
camino
desde
Caesada
hasta
Segontia
El Nuevo Miliario
81
(Sigüenza), parece bastante incierto, ya que continuaría por el margen del Río Henares, hecho bastante complicado por la geografía de la zona. Llegaría
hasta el pueblo de Matillas y abandonaría el Río
Henares para continuar por el Río Dulce, exactamente por el margen derecho del mismo, seguidamente
seguiría su trazado por un camino paralelo o cercano
a la carretera entre Mandayona y Sigüenza, así hasta
llegar a Segontia14.
En realidad no se ha encontrado ningún camino o
prueba que demuestre la existencia del paso de
esta vía por la zona. Con lo cual cualquier afirmación acerca del trazado original del paso de la calzada entre Arriaca y Segontia parece bastante
aventurada e hipotética, solo se pueden realizar
varías lápidas funerarias romanas, datadas alrededor del siglo II d.C. Entre ellas destacan:
a) [Va]lerius / [Vale]rianus / Segontinus / annor(um)
XXII / h(ic) s(itus) e(st) s(it) t(ibi) t(erra) l(evis)15
En este caso estamos ante un Segontinus, un
topónimo inusual, ya que solo existen dos inscripciones más, una encontrada en Tarraco16 y otra
en Azuqueca de Henares17 (Guadalajara). Este
topónimo normalmente se identifica con la actual
Sigüenza, en este caso es una solución factible ya
que según el Itinerario de Antonino Segontia se
encontraba a 63 millas de Complutum, coincidiendo con la localidad de Sigüenza, pero no hay que
olvidar que Ptolomeo, Plinio y Estrabón sitúan el
Vista de la ciudad de Sigüenza; la ruta 24 del Itinerario de Antonino discurriría a espaldas de la ciudad, quedando en segundo plano en la imagen
suposiciones por el momento.
En cambio si que se han encontrado pruebas epigráficas que documentan el paso de personas por
la zona. Estas pruebas son inscripciones funerarias encontradas a lo largo de la etapa explicada,
estos personajes fallecidos a su paso por las diferentes zonas de la calzada se caracterizan porque
en su lápida se especificó su lugar de origen.
Por ejemplo, en la fachada de la Catedral
Magistral de Alcalá de Henares se encontraron
82
El Nuevo Miliario
mismo topónimo entre los arévacos, en la rivera
del Duero. Si fuera así, Segontia no dependería
del conventus caesaraugustanus sino de Clunia.
b) D(is) M(anibus)/ Corelli(o) / Saturnino /
ann(orum) XXX/ Corell[i]us / limicus fra/tri piissimo
/ s(it) t(ibi) t(erra) l(evis) 18
Aquí nos encontramos ante un limicus, topónimo
que pasa a engrosar la larga lista de foráneos que
aparecen en las inscripciones de Complutum.
nº 3, diciembre 2006
c) Herculi / sacrum / G(aius!) Annius et/ Magia Atia/
Clun(ienses) ex vot(o) 19
d) L(ucio) Sepronio Lovi/ [filio] an(orum)/ ux[a]mensi/ [P]er [pe]na/ [f(aciendum)] c(uravit)
Dos ejemplos de clunienses encontrados en
Complutum. Normalmente los celtibéricos elegían
como lugar de migración los territorios situados al
oeste, pero también los de la Meseta Sur Oriental,
siendo Complutum un lugar de paso obligado20.
Este segundo caso destaca porque los habitantes
de Uxama Argaela destacan por su capacidad migratoria21.
Cabe mencionar también la pieza encontrada en
Azuqueca de Henares cuyo protagonista es otro
seguntino y que fue encontrada siguiendo la vía en
dirección Arriaca, cerca del curso del Río Henares:
e) Dis Man(ibus) / M(arco) Messio Abscanto /
Seguntino / Iulia Scinti(l)a Marito / Pientisimo et sibi22
La zona estudiada en profundidad ofrece numerosos datos que demuestran el continuo paso de
transeúntes y mercancías por la calzada. Varios
ejemplos citados con anterioridad de asentamientos romanos aparecidos y estudiados, situados en
las cercanías de esta etapa de la calzada, además
de numerosas inscripciones de personajes que perecieron en el camino y que fueron enterrados junto a su correspondiente lápida, dejando un testigo
de su paso por la calzada.
Además no hay que olvidar que el recorrido entre
Emerita y Caesar Augusta era una forma de atravesar el centro peninsular, por un camino relativamente llano y por consiguiente relativamente fácil,
que a través del Valle del Ebro, cuya situación natural hacen de él un camino con salida hacia el
mar y por lo tanto con posible dirección al centro
del imperio Roma.
Todos estos datos expuestos a lo largo del documento ofrecen una visión primaria de lo que pudo
ser y significar el corredor del Henares en época
romana, lógicamente solo son pequeñas pinceladas dentro de un lienzo que aún queda por terminar de determinar, y de encajar todas las piezas.
Notas
1) Casson, Lionel, Travel in the Ancient World, The
Johns Hopkins University Press, London, 1994.
nº 3, diciembre 2006
2) Roldán Hervás, J.M., Itineraria Hispania. Fuentes antiguas para el estudio de las vías romanas en la península ibérica, Dep. de Hª Antigua, Universidad de
Valladolid, Madrid, 1975.
3) V.V.A.A., Rutas, ciudades y monedas en Hispania,
Archivo Español de Arqueología, Anejos de AEspa XX,
Madrid, 1999.
4) Se trata de la vía número 25 según la división realizada por Antonino.
5) Abascal Palazón, J. M., Vías de comunicación romanas de la provincia de Guadalajara, Guadalajara, 1982.
6) Arias, Gonzalo, Repertorio de caminos de la hispania
romana, 1987.
7) CIL II, 4912, Imp(erator) Nerva / Caesar Aug(ustus) /
Traianus Ger(manicus) / pont(ifex) max(imus); CIL II,
4913, Imp(erator) Nerva Cae/sar Au[g(ustus)] Trai/anus
Ger(manicus) pont(ifex) / max(imus) trib(unicia) pot(estate) / [II]II p(ater) p(atriae) co(n)s(ul) I[I] res/tituit a /
Compl(uto)
8) Balbín, R y Valiente, J., Carta Arqueológica de la provincia de Guadalajara, Arqueología de Guadalajara,
Patrimonio Histórico-Arqueológico, Castilla- La Mancha,
Servicio de Publicaciones de la Junta de Comunidades
de Castilla-la Mancha, Toledo, 1995. La denominación
de esta excavación es "Polígono Industrial UG-XVI"
9) Cardín López, Isabel y Cuadrado Prieto, Miguel Ángel, Una casa romana en el polígono industrial de
Azuqueca de Henares (Guadalajara), Actas VIII
Encuentro de Historiadores del Valle del Henares, Alcalá
de Henares, 2002.
10) Vázquez de Parga, L., Informe provisional sobre las excavaciones arqueológicas en Azuqueca (Guadalajara),
Noticiario Arqueológico hispánico, VII, 1963.
11) En el último Congreso de Musealización de
Yacimientos Arqueológicos (Santiago de Compostela,
noviembre de 2006), se presentó un primer avance de
los resultados de la excavación dirigida por Ernesto
Agustí, en Val de la Viña, donde, efectivamente, se documentó una zona productiva de una villa romana [N.
del Ed.]
12) Cardín López, I. y Cuadrado Prieto, M. Á., Una casa
romana..., Actas VIII Encuentro de Historiadores del
Valle del Henares, Alcalá de Henares, 2002.
13) Abascal Palazón, J.M., Vías de comunicación romanas de la provincia de Guadalajara, Guadalajara, 1982.
14) Ibidem n. 13
15) HEp I, 460.
16) CIL VI, 3853.
17) Abascal Palazón, J.M., Epigrafía romana de la
Provincia de Guadalajara, Wad-Al-Hayara 10 (1983),
pp.69-71, n.15.
18) CIL II, 3034.
19) CIL II, 5855.
20) Gómez-Pantoja, J., Inscripciones romanas de la catedral magistral de Alcalá de Henares, en C. Alonso del
Real et al. (eds.), Urs Aeterna (Actas y colaboraciones
del coloquio internacional "Roma. Entre la literatura y la
historia. Homenaje a la Prof. Carmen Castillo)
Pamplona: 2003, pp. 493-511.
21) Haley, E.W., Migration and Economy in Roman
Imperial Spain, Barcelona 1991, p.87.
22) Abascal Palazón, J.M., Vías de comunicación romanas de la provinca de Guadalajara, Guadalajara, 1982.
El Nuevo Miliario
83
Revisión 2006 de la A-24
Enrique Suja
Los arcanos que oculta el recorrido de la A-24 a su
paso por la Comunidad de Madrid parecen destinados a convertirse en un siempre inconcluso
estudio. Los más de ellos los hemos perdido definitivamente con el pasar de la vida, algunos otros
los hemos atisbado in extremis y, los que aún
corrían libres por el campo se han encontrado con
un reciente depredador de corazón mecánico y gasolina en vez de sangre que está desprendiendo
rápidamente los cuarzos del empedrado: las motos, los quads y los 4 x 4. Confiemos en la buena
disposición de los viatores para poder completar
su estudio antes de que no quede ningún vestigio
del interesante poblamiento romano en el oeste de
la Comunidad de Madrid.
Descendemos hacia el sur por el camino de los
Palacios, actualmente carretera entre Colmenarejo y
Villanueva del Pardillo, pasamos por la Universidad
Carlos III en cuyo entorno se encontraba el "caño
viejo", un manantial en las resecas lomas a 20 metros
del camino. Cuando lo vi semienterrado estaba protegido por grandes piedras no demasiado antiguas.
El tramo de esta vía comprendido entre el puerto
de la Fuenfría y el pueblo de Galapagar viene siendo estudiado desde antiguo y ya nos ha desvelado muchos de sus secretos: el miliario de Cercedilla hallado
por Blázquez en 1916 o el "Miaccum" de Collado
Mediano descubierto apenas en el año 2005, los tres hitos de piedra que se encontraban en 1630 junto
al Camino Real en el término de Guadarrama,
los magníficos restos en Monesterio, la piedra
miliaria y la posible ara de Galapagar, etc. Entre
Galapagar y Colmenarejo el camino del Prado de
Marinero parece la mejor posibilidad.
Las vetas de mineral corren entre Colmenarejo y
Galapagar donde también existen minas de este
metal. Y no resulta difícil asociar el nombre de este
segundo pueblo con las tortas del metal fundido
conocidas como galápagos.
El tramo de ruta que vamos a describir comienza
en Colmenarejo, se acerca al río Aulencia, cruza el
casco urbano de Villanueva del Pardillo, circunda
el despoblado del Retamar y lo perdemos en el
Km. 21,700 de la autopista de A Coruña. Unos 19
Km., unas 13 millas.
Se trata de un camino empedrado con cuarzos y
pegmatitas que conserva un ancho estable de 4
metros a lo largo de todo este recorrido.
Recordamos que cuatro metros es también el ancho del camino en Collado Mediano.
Nosotros encontramos el camino empedrado al
sur del pueblo de Colmenarejo, allí donde se encontraba la "Piedra de las Mozas" que se perdió
durante la urbanización de la zona. Según me dijeron se trataba de una piedra con letras que se encontraba clavada en uno de los prados junto al camino.
84
El Nuevo Miliario
A los dos kilómetros sale a la izquierda un camino
que nos llevará a la "Mina Pilar", abandonada en
los primeros años del siglo XX, cuyos filones de
cobre ya fueron beneficiados por romanos y visigodos. Grañeda, et. al. 1944, dice que "la mina de
Colmenarejo fue explotada ya en época romana y
por la fuerza tuvo que serlo por los visigodos"1.
Continuamos 1 Km. más sobre el asfalto hasta que
encontrarnos, a la derecha, con la colada Cabeza
Aguda. Allí, en un altillo, se encuentra un monolito
que señala el Coto Real en 1793. Según descendemos hacia el río Aulencia vamos viendo amplios
tramos del camino empedrado a nuestra izquierda
(foto 1) hasta encontrarnos con una bifurcación en
el camino. Se trata del punto Titultiam de la A-24,
del que nos ocuparemos más adelante.
Desde este punto comienza a girar al S-E durante
1.500 m. hasta encontrarse con el arroyo
Valbellido a 200 metros del río Aulencia. A partir de
aquí toma una clara dirección Este, manteniéndose visible 1.500 metros más. Estos tres últimos
kilómetros se encuentran dentro de la Finca
Garnica (Garnica, como sabemos, fue un contador
de Hacienda con Felipe II que acabó siendo señor
de Valdetorres). Las propias "casas de Garnica" se
encuentran ubicadas sobre un mirador terraplenado sobre el río, la civitas y su molino harinero.
Situadas a 300 metros del camino empedrado parecen una buena propuesta para una villa.
La huella del camino perdido entre los sembrados
acompaña, al norte, la M-503 durante 1.000 metros
hasta llegar al arroyo de Los Palacios. El arroyo sólo
se llama así en ese lugar y me parece una clara referencia a las edificaciones romanas que debieron
nº 3, diciembre 2006
De arriba abajo y de izquierda a derecha, (1) El camino en Colmenarejo, (2) El camino en Villanueva del Pardillo,
(3) El Vado del Guadarrama y (4) El camino en Las Rozas
existir en la suave loma que asciende hasta el actual casco urbano de Villanueva del Pardillo, estas
edificaciones debieron de ser el origen de este
pueblo. Gregorio de Andrés hace derivar Pardo de
la voz latina paries = pared, de donde se derivan
parietinas = casa con paredes sin techo y pardia =
ruinas de un edificio2.
En la fotografía del vuelo del 38-39 y en los fotoramas de la zona que podemos visualizar en Google
Earth vemos que la ruta atraviesa en diagonal el
casco urbano con dirección N-O, entra en el pueblo por la calle del Caño Nuevo, pasa junto a la
iglesia y sale por la calle Severo Ochoa que es en
realidad el camino del retamar urbanizado, la A-24.
A los pocos metros del último hormigón aparece
nuevamente el camino empedrado con cuarzos
que sigue manteniendo el ancho de cuatro metros.
(Foto 2).
A 1.500 metros del pueblo, en un promontorio, se
nº 3, diciembre 2006
encuentra la "casa del Cerro Martín"; el camino
que conduce a ella arranca de la propia vía y presenta el mismo aspecto del empedrado. Unos
1.500 metros más adelante llegamos al río
Guadarrama que cruzamos mediante un vado.
Lamento con esta noticia decepcionar a los que
buscaron un puente durante tanto tiempo pero, al
menos, queda resuelto este arcano. Este vado (foto 3) resulta naturalmente un lugar emblemático;
actualmente en él se encuentra el mojón jurisdiccional de tres términos municipales: Villanueva del
Pardillo, Galapagar y Las Rozas y, seguramente
existió durante mucho tiempo otro muy polémico
que separaba el Alfoz de Madrid de las tierras de
Segovia.
Quinientos metros después de cruzar el río, ya en
la margen izquierda, término municipal de Las
Rozas, ascendemos a una amplia terraza donde
se encuentran los restos del antiguo despoblado
del Retamar donde se veneraba la imagen de
El Nuevo Miliario
85
Nuestra Señora del Vado. Este poblamiento tendrá
seguramente un origen romano. Ceán Bermúdez
en el Sumario de Antigüedades Romanas en
España, supongo que refiriéndose al lugar, escribe: "En su recinto aún se perciben algunos vestigios al parecer de la antigua ciudad de Miacum en
la Carpetania y, al decir de otros arqueólogos también son descubiertos restos romanos, cimientos
de antiguas construcciones, pedazos de argamasa
endurecida por la acción de los siglos y fragmentos de barros colorados de los que se designan
con el nombre de saguntinos"3. Ceán Bermúdez
cita Miaccum pero yo prefiero evocar los nombres
de Egelesta o Ilarcuris.
Madrid con Alfonso VI, a quien el rey entregó tierras
y escudo5.
La ruta circunda el despoblado por el norte para
cruzar la C-505 Las Rozas-El Escorial muy cerca
de la rotonda del puente del Retamar, siendo visible unos ciento cincuenta metros más (foto 4), se
dirige al oeste durante cuatro kilómetros atravesando los lugares de la Viña Tapia, Nava de los
Santos y Fuente del Cura, todos ellos desaparecidos bajo las urbanizaciones de El Cantizal, Monte
Rozas y el Parque Empresarial. Perdemos el camino definitivamente junto al Km. 21,7 de la autopista
de A Coruña, cerca del apeadero de Pinar, allí
donde el mapa dice "coto caído", precisamente6.
El lugar del Retamar fue en 1312 de García
Cordel de la Despernada
Fernández, nieto de Donna Silocha4, quien fuera
también propietario de El Forcajo antes de ser
Villafranca del Castillo o Castillo de San Andrés,
ambas tierras fronterizas. Tal vez este personaje
sea descendiente de aquél capitán segoviano del
mismo nombre que se distinguió en la toma de
86
El Nuevo Miliario
Todo este recorrido debe de haber sido utilizado
para el desplazamiento de las monterías de
Alfonso XI en 1342.
Finalmente, si unimos el último tramo de la A-29
Chapinería-Titultiam con el tramo de la A-24
Titultiam-Complutum obtenemos un camino festo-
nº 3, diciembre 2006
neado de enclaves habitados que cruza la
Comunidad de Madrid con dirección O-E.
En el punto Titultiam que dejamos atrás debía de
existir un cipo indicador del viario aún en el siglo
XV, como se desprende de la lectura de las
Relaciones7 …"y en el mojón de este bosque y
dehesa estaba puesta una estatua de piedra en figura de mujer, en medio del Camino Real"…"va
desde Segovia a Toledo y pasa por medio de este
lugar"…"y pasando gente le arrojaban piedras de
tal suerte que acertaron a romper una de las piernas". Una estatua muy interesante teniendo en
cuenta la proximidad de la civitas, desde entonces
este tramo de vía que une este punto con el final
de la A-29 en Villanueva de la Cañada se conoce
de Peguerinos. Debió de tener cinco ojos y se conservan dos tajamares y las dos rampas de acceso.
El total de la obra supera los 30 metros de largo
con un ancho de cuatro. Parte del material original
se encuentra reciclado en las posteriores construcciones del entorno. Trescientos metros aguas
abajo se encuentran los restos de una represa
cuyas aguas estaban destinadas a poner en funcionamiento la mola acuaria. Las ruinas de este
molino forman parte de un puente, actualmente
caído, en el camino antiguo de Madrid a Robledo
de Chavela que pasaba por este lugar en 1499. Es
muy posible que estas tres construcciones, el
pontón, la represa y el puente, fueran destruidas
durante la batalla de Brunete en julio de 19378.
Titultiam y su entorno viario
como Cordel de la Despernada (Mapa 1).
Conserva la orientación N-S y va a ser el nexo de
unión entre las vías 24, 25 y 29, además de permitir el acceso al enclave aulentino. Bordeando los
cerros en nuestro descenso hacia el río Aulencia
nos encontramos con el único tramo conservado
en este recorrido, felizmente en buen estado,
construido mediante cuarzos apisonados y encajados por sendos bordillos de piedras. El ancho de la obra es aquí de cinco metros, lo que
permite la especulación. Ya en el lecho del río nos
hallamos con los restos de un pontón al uso de los
nº 3, diciembre 2006
Esta zona conserva el topónimo Politomena, de
politus y de mena, Apolitomena en un documento
de 1845 donde el prefijo apo sería griego.
Las colinas de la margen derecha del río son ricas
en vetas de caolín y feldespatos, que seguramente
fueron beneficiadas por los romanos al mismo
tiempo que las de cobre ya que el caolín resulta un
elemento fundamental en el barniz de la cerámica
sigillata.
A los pocos metros de cruzar el río desaparece el
camino, perdido en la frenética actividad industrial
El Nuevo Miliario
87
que desarrolló la Fábrica de Loza de Valdemorillo
para la extracción de los feldespatos de la zona en
la segunda mitad del siglo XIX, pero el trazado actual es el mismo.
A un kilómetro al sur del citado pontón, a la izquierda, un diverticulum empedrado que ahora se dirige
hacia el Este nos va a llevar directamente a la
"puerta norte" de la civitas, siendo éste el único acceso.
Algo más de dos mil metros al Sur se encontraba
la Venta de la Hidalga o Venta del Molinillo, situada
en el cruce de la vía con el camino de Matamoros
que unía el despoblado del Villarejo con el pueblo
de Valdemorillo y que debió de estar en uso durante mucho tiempo. El camino continúa unos trescientos metros más hasta perderse junto al "Cerro Lijar"
bajo el asfalto de la M-600 con dirección a
Villanueva de la Cañada, antiguamente La
Despernada.
Este camino intercambiador deberá de terminar en
las primeras casas de este pueblo, allí donde se
encuentra la calle empedrada: el punto Titultiam
de la A-29. A partir de aquí el camino se bifurca y
tiene otra nomenclatura: hacia el Poniente se llama Camino de Quijorna, la CL 3 del Mapa Índice
de El Miliario Extravagante, y hacia el Sur el Balat
Humayd o el carril de Tirabuey nos llevará seguramente al punto Titultiam de la A-25. Entiendo que
en todo este entramado viario se cumple la teoría
de los empalmes de G. Arias.
En cuanto a Titultia ¿qué decir? Sigue siendo "la
niña de mis ojos" en todo este estudio, siempre la
he protegido. Luché y peleé por su honra cuando
fue descarnada y lo que hoy escribo es en su beneficio. Baste entonces con un ramillete de consideraciones sobre su desaparición, entendiendo
que su situación geográfica en el centro del importante nudo viario la convierten necesariamente en
un gran almacén.
Las Relaciones9 nos informan sobre los tesoros
hallados en el lugar en tiempos de Juan II y
Enrique IV de Trastámara, los sepulcros con ajuares, la propia estatua Despernada y el gran circuito
de casas, ya despoblado en el siglo XV, asolado y
sembrado con viñas a partir del siglo XVI. El agricultor que quedaba en la zona nos contó en una
ocasión que después de la Guerra del 36 fue recogido todo el metal que se encontró por el campo
para venderlo como chatarra; también nos dijo que
la piedra de la zona se había recogido con carros
88
El Nuevo Miliario
para utilizarla en el firme de la M-503 y del puente
sobre el río. Aún me produce escalofrío pensar
que los deseados mármoles de la civitas puedan
estar bajo el asfalto. Las graveras, con el correr
del tiempo, se han engullido varias hectáreas del
enclave y algún chalet ha crecido en la temporada
de setas.
Hace mucho tiempo que no visito la zona por temor a encontrarme con nuevos desmanes y he
dejado la custodia del arcano a los pies de
Aulentina, la ninfa del lugar.
Addenda
De los cuatro puntos Titultiam que cita el Itinerario
de Antonino, A-24, A-25, A-26 y A-29, dos han quedado al descubierto: A-24 Y A-29 y un tercero parece que está en fase de maduración: A-25.
Solamente nos queda por situar al que se encuentra en la lejana A-26. Aquí es donde cedemos el
uso de la palabra a los viatores que han estudiado
esta ruta, de seguro que tienen una propuesta para esta localización.
Notas
1) Arquitectura y Desarrollo Urbano. Tomo VI. C.A.M.
1999; Libro Blanco de la Minería de la Comunidad de
Madrid 1995; Las Minas de Cobre de Colmenarejo. Un
trabajo de Luis Jord Bordehore, Octavio Puche Riart y
Luis Felipe Mazadiego Martínez
2) Gregorio de Andrés. Las Cacerías en la Provincia de
Madrid en el siglo XIV. Anales del Instituto de Estudios
Madrileños. Tomo XV
3) Página Web del Ayuntamiento de Las Rozas
4) Tomás Domingo Palacios. Archivo General de la Villa
de Madrid. Tomo I. 1888
5) Diego de Colmenares. Historia de Segovia. Cap. XI
6) He utilizado los mapas del Topográfico Nacional
1:25.000.
Hojas:
Galapagar
533-IV
558-II,
Navalagamella 558-I y el Mapa Topográfico de la
Comunidad de Madrid 1:5.000
7) Relaciones de Felipe II para la Despernada. Cap. I.
1575
8) La ofensiva sobre Segovia y la Batalla de Brunete.
Monografías de la Guerra de España nº 7. Editorial San
Martín. Madrid 1972
9) Relaciones de Felipe II para la Despernada. Cap. 49
nº 3, diciembre 2006
Los Beatles y Segóbriga :Algunas curiosidades y datos inéditos sobre las excavaciones en el teatro de
Segóbriga en la década de los 60 del siglo XX.
Santiago Palomero Plaza.
La consulta de las Actas del Patronato
Arqueológico Provincial que desembocaron en la
creación del primer Museo de Cuenca nos proporcionó una serie de datos inéditos y curiosos sobre
las primeras excavaciones en Segóbriga en la década de los 60 y sus resultados. Estas actas escri-
¡Qué podemos decir de aquellos tiempos de la
Dictadura para que nadie se moleste, la última vez
que les puse el color gris hubo alguna queja, así que
lo dejaremos "en blanco y negro" y que cada uno interprete lo que quiera! Pero sí, presidia el Excmo.
Gobernador Civil de la Provincia las reuniones y en
Vista aérea de Segobriga (Foto: Archivo Fotográfico del Museo de Cuenca)
tas de puño y letra por D. Francisco Suay
Fernández nos han permitido un acercamiento
profesional y humano a la figura de este conservador honorífico del Museo de Cuenca, gracias al
cual el Museo hoy es una realidad y además nos
permite asomarnos a aquellos dificiles primeros
tiempos de la arqueología conquense.
nº 3, diciembre 2006
esta década los nombres fueron el de D. Eugenio
López y López y el de D. Mariano Nicolás García,
al que yo recuerdo vestido de civil-militar con
aquella casaca blanca o de azul falangista en ocasiones señaladas; las reuniones se celebraban la
mayoría en la Sala de Juntas del Gobierno Civil y
estaban presentes los respectivos Presidentes de
la Diputación (D. Guillermo Ruipérez) y Alcaldes
El Nuevo Miliario
89
de Cuenca (D. Rodrigo Lozano y D. Andrés Moya);
como vocal figuraba D. Julio Larrañaga y los jefes
del servicio económico de Ayuntamiento y
Diputacion, que eran los órganos gestores de dicho Patronato, siendo secretario Paco Suay.
Por aquellos tiempos y para que nos hagamos una
idea en otros paises de Europa había democracia,
con mayúsuculas y sobre todo "buenas vibraciones", por ejemplo en el Reino Unido los Beatles
iniciaban desde la Caverna, el mítico local del grupo en Liverpool, su carrera musical.
En 1962, cuando los Beatles componían y editaban "Love me do", nuestra Junta decretraba "se-
En el año 1963 en que los Beatles sacaban a la
luz "With the Beatles" en nuestra junta de
Patronato se informan de los primeros resultados
de las excavaciones llevadas a cabo en el teatro
de Segóbriga: La zona excavada corresponde al
teatro, dejando descubierta una cuarta parte del
mismo, encontrándose en muy buen estado de
conservación, lo que será motivo para que, una
vez totalmente excavado, se inicie su reconstrucción. Los resultados no han podido ser más halagüeños, junto con una buena cantidad de fragmentos de esculturas, en buen estado de conservación, han aparecido capiteles, fustes, epigrafía y
gran cantidad de elementos decorativos y arquitectónicos, buena prueba del éxito y riqueza de la
Anfiteatro de Segobriga (Foto: Archivo Fotográfico del Museo de Cuenca)
sión ordinaria" en aquel frío febrero (¿es politicamente correcto decir que en la Dictadura hacía frío
o hay que hablar de clima subtropical con fauna y
vegetación subsahariana?). Pues bien sea como
fuere lo reseñable es que en aquella Junta se solicita por medio de instancia al Sr. Director General
de Bellas Artes una ayuda económica de 50.000
pesetas para realizar la primera campaña de excavaciones en la ciudad de Segóbriga, siendo
Director del Museo de Cuenca y del Museo
Arqueológico Nacional el prof. D. Martín Almagro
Basch.
90
El Nuevo Miliario
antigua Segóbriga. Se ha recuperado asimismo un
vaso romano de plata de gran valor arqueológico y
una figurita de bronce... Igualmente se propone
el desplazamiento de un escultor para que, con
cargo a los fondos del Patronato, se proceda a la
restauración de las estatuas y nadie mejor que el
sr. Llopis, escultor al servicio del Museo
Arqueológico de Barcelona, dependiente de la
Excma. Diputación Provincial de Barcelona, para
lo cual el Exmo. Gobernador realizará las gstiones
oportunas para su desplazamiento. Tanto para
ésta como para otras excavaciones se utilizan fondos del paro, concedidos por el Gobernador, que
nº 3, diciembre 2006
También en este año se adquieren dos peanas de
piedra de Novelda para sustentar dos de los capiteles aparecidos en las excavaciones.
a la que faltan cabeza y brazos, en buen estado de
conservación, capiteles, fustes, epigrafía y gran
cantidad de cerámica muy fragmentada. Asimismo
se deja al descubierto parte de la "muralla ibérica"
(sic) al este de la ciudad, apareciendo al pie de la
misma 16 enterramientos de niños de corta edad
entre tégulas y urnas de ofrenda a su lado. Todos
estos materiales han sido depositados en el
Museo Arqueológico Provincial.
Se solicitan otras 50.000 pesteas a la Dirección
General de Bellas Artes para el año 64 en Marzo
continuar las excavaciones, mientras que el
Gobernador Civil concede 55.000 para el mismo
año 63 con cargo a los fondos del paro.
El Director de la excavación y del Museo
Arqueológico, D. Martín Almagro resalta la necesidad de realizar una nueva campaña a finales de
año para imprimir mayor ritmo a la excavación, para lo que sería preciso solicitar una nueva subven-
además servirán para señalizar Segóbriga en la
carretera Madrid-Valencia y el arreglo de un tramo
de un Km. de longitud del emplame entre la citada
carretera y Segóbriga, ya que en épocas de lluvia
se pone intransitable.
Termas de Segobriga (Foto: Archivo Fotográfico del Museo de Cuenca)
Entre el año 63 y 64 los Beatles editan "A Hard
Day,s Night" y "Beatles for Sale" y en las actas del
Patronato se recogen los resultados de la segunda
campaña de excavaciones en el teatro de
Segóbriga, realizados por el Director de la primera
campaña, el Señor Díaz Martos, debidamente autorizado por la Dirección general de Bellas Artes.
Como se esperaba, los resultados han sido tan
buenos como en la primera campaña, excavándose aproximadamente la mitad de la "scaena" y
"cavea" del teatro, encontrándose entre otros materiales de menos importancia una figura femenina
nº 3, diciembre 2006
ción a la Dirección General de Bellas Artes, una
vez presentada la correspondiente memoria, ya
que así lo exige dicho Organismo en reciente comunicación, la tercera campaña.
El Sr. Almagro propone sean colocadas a ambos
lados de la carretera nacional Madrid-Valencia,
carteles y señales sobre Segóbriga y un panel explicativo al pie de la excavación de la importancia
de la ciudad tanto en época romana como celtibérica.
Por otro lado el Jefe de Servicio de Relaciones
El Nuevo Miliario
91
Exteriores de la Delegación Nacional de la
Juventud, D. Gonzalo Alonso Santos, visita las excavaciones de Segóbriga con el fin de proponer allí
la instalación de un Campo de Trabajo, similar al de
las ruinas de Ampurias.
Se consigue colocar indicadores en el tamaño autorizado por el MOPU en la carretera MadridValenica con la siguiente inscripción: "Ruinas de
Segóbriga a 3 km. Cabeza de la Celtiberia (Plinio,
XXI)" y otras dos flechas con el nombre de
Segóbriga en la carretera de Saelices a Villamayor
de Santiago.
del Museo, D. Francisco Suay, que a partir de ese
momento, se hará cargo de las excavaciones,
siendo desde entonces habitual su presencia y la
de su familia en los veranos segobricenses. Por
estos años entra en la historia de la arqueología
peninsular uno de su pesos pesados actuales, D.
Martín Almagro Gorbea, que realiza las primeras
campañas en la que fue su primera excavación; La
Necrópolis Celtibérica de "las Madrigueras" en
Carrascosa del Campo, Cuenca. Lo sé muy bien
porque entonces yo era un niño y esa sigue siendo
la finca familiar hasta el día de hoy. Mi iniciación a
la arqueología fue por "tradición oral" porque oí en
mi casa como el hijo del panadero, Maximino, le
Segobriga, teatro (Foto: Archivo Fotográfico del Museo de Cuenca)
En el año 1965 vino la revolución de "Help" y el
mundo "hippie" de amor y flores de los Beatles que
se contrapone a la realidad nacional de los "25
años de paz" del eslogan franquista que un helicóptero del ejército arrojó sobre mi pequeño pueblo. Por aquel entonces se recoge de las actas del
Patronato la realización de la correspondiente memoria de las excavacioes de Segóbriga para cuyo
fin la señorita Elena Losada, Directora de la tercera campaña de Excavación, se traslada al Museo
Arqueologico de Cuenca junto con el conservador
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El Nuevo Miliario
contaba a mi padre, Maestro Nacional y amigo de
Paco Suay, cómo junto al rio, en nuestra finca aparecían unas urnas de barro "que se le deshacían
en las manos"; aquello me pareció muy poético y
por eso quise desde ese momento ser arqueólogo.
En el 66 los Beatles editan "Revolver" y en el 67
el muy famoso "Sargent's Peppers Lonely Hearts
Club Band" y Martín Almagro, hijo, realiza la tercera campaña de excavaciones en Las Madrigueras,
siendo los resultados tan interesantes como en las
campañas anteriores. Han aparecido gran canti-
nº 3, diciembre 2006
dad de tumbas con ajuares que servirán para estudiar con todo detalle la vida del pueblo de los olcades. Y como ha sido tradición a lo largo de su carrera D. Martín Almagro Gorbea escribe su primera
gran monografía, sobre las Madrigueras, que todos los estudiantes posteriores hemos manejado
alguna vez, y más un servidor, que la tiene dedicada.
Con cargo a los presupuestos ordinarios del
Patronato conquense se realiza una pequeña
campaña en el teatro romano con el fin de dejar libre de tierras todo el graderío, siendo para ello
conveniente el empleo de una pala mecánica.
Beatles. Y qué decir del famoso Mayo francés,
pues bien las actas del Patronato del Museo
Arqueológico Provincial, que por cierto son las últimas que se conservan en el Museo y que hemos
podido consultar, siguen impertérritas a lo suyo y
ajenas al mundanal ruido revolucionario:
Este es el año en que aparece el mosaico de
Salvacañete y D. Julio Larrañaga, Delegado
Provincial de Excavaciones Arqueológicas y Paco
Suay, conservador del Museo realizan allí unas pequeñas catas, confirmando el hallazgo.
También es el año en que el propio Profesor
Segobriga. Otra vista del teatro durante el proceso de excavación
(Foto: Archivo Fotográfico del Museo de Cuenca)
El año 68 es un año mítico para nuestros Beatles
porque sacan el conocido en el mundillo beatlemaniaco como "El Blanco"; todavía eran tiempos en
que esos grandes LPs rodaban con la ayuda de
una aguja, proporcionando eses siseo y silbido
especial que los actuales CDs o MP 3 no producen
siendo dificil de olvidar ese tonillo del "Obladi,
Oblada" que ya forma parte de la memoria colectiva de la Humanidad y del Patrimonio Inmaterial
con que la UNESCO debería distinguir a los
nº 3, diciembre 2006
Almagro se desplaza un par de semanas a Villar
del Humo para estudiar, fotografiar y sacar los calcos de la zona de Selva Pascuala.
Se realizan excavaciones arqueológicas en el ala
derecha del teatro de Segóbriga, procediendo primero a retirar la tierra vegetal para llegar al estrato
arqueológico, quedando la zona en condiciones
óptimas para su investigación.
El Nuevo Miliario
93
Y no habiendo más asuntos que tratar la
Presidencia del Pleno del Patronato levantó el acta
de la sesión a las trece horas del 25 de febrero del
68, de todo lo cual como Secretario Paco Suay
certificó...
Luego ya la historia se olvida de este Patronato
con la creación del Museo de Cuenca, su traslado
desde el antiguo Pósito, su inauguración, su paso
al Patronato Nacional de Museos y una historia
que nació con el humilde museo de Paco Suay en
Valeria hoy está a punto de presentar su renovado
Proyecto Museológico de la mano de Ángel
Fuentes, que esperemos vea la luz esta misma legislatura, 30 y pico años después de su puesta en
funcionamiento.
Qué decir de lo leido del viejo Patronato salvo
subrayar la habilidad de D. Martín Almagro y
Paco Suay para obtener fondos para museos en
tiempos tan dificiles, siendo las Dictaduras poco
proclives, por definición a aventuras culturales.
Curiosamente 40 años después la necrópolis de la
zona de Las Madrigueras en Carrascosa del
Campo vuelve a ser noticia nacional porque la
aparición de un poblado celtibérico, en las cercanías de la Fuente del Juncar, ha supuesto la paralización de un MacroProyecto Urgente de canalización y creación de un "pantano" en la zona con
el fin de dar agua a La Mancha desde el propio
trasvase.
El teatro de Segóbriga forma parte afortunadamente, aunque a mi juicio con demasiadas pegas, de
un proyecto europeo de representación de teatro
clásico por estudiantes de Bachillerato que inunda
mayo y junio de una juventud que debía ser bienvenida a los museos y áreas culturales, pero que
es no muy bien tratada y por el contrario vigilada a
golpe de pito por empresas privadas de seguridad
que atentan con esa actitud contra el buen gusto y
la cultura. Esperemos que triunfe el sentido común
y los estudiantes de clásicas dejen de ser tratados
como borregos porque son personas más cultas
que la media....Ahora Segóbriga es un Parque
Arqueológico y mi amigo Gerardo, el viejo guarda,
fue galardonado con la Medalla de Castilla la
Mancha por el mérito a su trabajo.
Y bueno, todos saben que los Beatles desparecieron, que un imbécil mató a John Lenon, pero que
éste a cambio nos dejó "Imagine"...
Nota:
[Los editores quieren expresar su agradecimiento al
Museo de Cuenca, de cuyo Archivo Fotográfico proceden las cinco primeras imágenes que ilustran este texto,
por la cesión de estos documentos históricos sobre las
primeras excavaciones en Segobriga]
Imagen actual del Anfiteatro de Segobriga
(Foto: Creative Commons)
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El Nuevo Miliario
nº 3, diciembre 2006
El camino de Albacete al Pozo de la Peña, Chinchilla de
Montearagón (Albacete)
Noticia preliminar de las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo.
F. Javier López Precioso, Rocío Noval Clemente,
Maria Teresa Molina Torralba, Antonia Collados Jiménez.
La oportunidad que hemos tenido durante el mes
de agosto de 2006 para poder excavar lo que se
ha venido denominado como la vía romana C-1
del catálogo de Arias Bonet, nos ha permitido poder evaluar arqueológicamente una calzada que
comunicaba en el ámbito geográfico comarcal la
ciudad de Chinchilla con la de Albacete. Dicha calzada se viene denominado catastralmente como
Carretera Vieja de Madrid a Valencia y también como el camino de Albacete al Pozo de la Peña si
atendemos a los planos cartográficos de escala
1:50.000. Dicha oportunidad viene dada por la
construcción sobre unas 120 hectáreas de una urbanización residencial con un área dotacional.
La deducción apriorística por la que se afirmaba
que ese tramo de calzada era de origen romano
ha llevado a una intensa confusión mediática y a
una cierta presión que en ningún caso era aconsejable para el buen desarrollo de los trabajos de
evaluación en el campo de la prospección superficial y de documentación arqueológica intensiva y
extensiva en un segundo caso.
Por ello establecimos una estrategia de trabajo
que siempre nos ha funcionado: la total independencia de criterio profesional y la documentación
en dos niveles básicos: la estricta metodología ar-
queológica, sustentada en el método Harris,
complementada por un extenso equipo de trabajo y unos medios materiales de primer orden,
y una intensiva consulta a los repertorios, artículos y libros sobre caminería española, de tal manera que no nos viéramos "contaminados" por la
supuesta romanidad de la vía y pudiéramos trabajar en una amplísima banda cronológica que
llega hasta nuestros días. Por otra parte hemos
de decir que lo que aquí se escribe está sujeto a
una revisión posterior, ya que el trabajo de consulta no ha finalizado y nos espera una ingente
tarea de consulta en archivos y bibliotecas.
La propia dinámica de la excavación nos ha permitido establecer una estrategia de trabajo donde ha
sido importante el descubrimiento de una línea de
documentación bibliográfica que tiene en cuenta
las carreteras del siglo XVIII y XIX, que se expresa
en diversas publicaciones de la Revista de Obras
Públicas, iniciada en 1853 y en reuniones y congresos de caminería, obras publicas e historia de
la construcción que han sido obviadas muchas veces.
La excavación arqueológica constó de ocho grandes sondeos, la suma de los cuales arroja una superficie de intervención de 2.346,7 m2.
Figura 01. Sondeo 04. Tramo oriental de la calzada. Unidades estratigráficas.
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El Nuevo Miliario
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Relación de sondeos con sus medidas y superficie.
De todos ellos los sondeos 04 y 05 son los que
han arrojado un mayor nivel de información sobre
el estado de la calzada, a lo que debemos sumar
el sondeo 02, lugar en el que ha parecido una gran
tajea.
Por el contrario los sondeos 06, 07 y 08, aquellos
localizados más al norte y más cerca de Albacete,
han arrojado menor información debido al alto nivel de destrucción por la continuadas labores agrícolas que han ido ocupando sistemáticamente la
calzada, hasta reducir el camino a su mínima expresión. En el caso del sondeo 01, la calzada estaba totalmente desaparecida debido a la roturación
del bancal de secano por donde discurría antiguamente.
El sondeo 02 es el que ha dado una importante
información estructural, ya que en él se descubrió
una tajea de cuatro luces can aletas laterales y
tajamares y una serie de unidades estructurales
muy numerosas que permiten definir esta obra como compleja.
(2). Sondeo 05. Vista general con orientación N-S de
la calzada. Bordillo oriental careado y obra pequeña
de paso (tajea). (3). Sondeo 05. Vista parcial de la
tajea. Orientación WE. Unidades estratigráficas. (4)
Sondeo 06. Vista Sur-norte de la calzada. Unidades
estratigráficas.
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El Nuevo Miliario
En lo que se refiere a las consideraciones finales
que hemos deducido de la intervención arqueológica hemos de hacer notar que estamos ante una
noticia preliminar, por lo que estas conclusiones
están sujetas a una revisión profunda, algo que
ocurre con las definiciones de estructuras y estratigrafías son también preliminares.
También queremos resaltar que usamos indistintamente los términos calzada, vía, camino o carretera a la hora de citar el eje de comunicaciones que
hemos documentado y que no tienen valor cronológico sino que son sinónimos. Para nosotros
tiene el mismo valor histórico una vía romana que
nº 3, diciembre 2006
un camino de ruedas del siglo XVI o que una carretera del siglo XVII o XIX.
Se trata de una carretera con las siguientes características técnicas: Bordillos laterales de piedra caliza, formados por piedras de tendencia rectangular con acabado en la parte exterior. La distancia
entre bordillo y bordillo es de 6,70 metros.
La capa de rodadura se caracteriza por ser muy
compacta y estar apisonada, es de color gris blanquecino, está compuesta de diversas capas de áridos, la más fina encima y es posible que sea asociable a los que se denomina como capa "macadam". Por otra parte creemos haber documentado
restos de empedrado muy degradado en el sondeo 05.
Existen dos obras de fábrica, una en el sondeo 05,
denominada "tajea menor" y otra en el sondeo 02,
denominada "tajea mayor". Dichas obras de fábrica están construidas con sillares de arenisca muy
compacta. En uno de los sillares de la "tajea mayor
se ha localizado una letra "A" tallada.
En la revisión de la bibliografía de carreteras de
época moderna y contemporánea, es decir entre
los siglos XVI y XIX, hemos encontrado un esquema de la sección de las carreteras de los años 20
del siglo pasado muy ilustrativo, ya que es similar
al que nosotros hemos documentado, con un ancho de vía de 6 metros.
Ahora bien, la medida de 6,70 metros que nosotros hemos documentado corresponde más bien a
caminos de primer orden del siglo XVIII.
En lo que atañe a la cronología de la obra, la falta
de datos que teníamos al principio ha ido supliéndose con diversas referencias que nos permiten
pensar en estos momentos que el camino que nosotros hemos reconocido existe desde el siglo XVI
al menos, y que estructuralmente es reformado en
profundidad en la época de Carlos III, durante el
mandato del Conde de Floridablanca.
(5) Sondeo 07. Vista general sur-norte. Bordillo
Uriol Salcedo en su trabajo "Apuntes para una
historia del transporte en España (II)", en la
Revista de Obras Públicas, de Agosto de 1978,
pp. 625 y ss., dice lo siguiente: "Completando los
párrafos de Floridablanca con sus descripciones
en los diferentes recorridos que hicieron por nuestro país, puede darse una idea bastante aproximada de la red española de carreteras al finalizar
el reinado de Carlos III: a las carreteras construi-
nº 3, diciembre 2006
oriental; (6). Sondeo 07. Sección del corte 7.
Unidades estratigráficas; (7). Sondeo 07. Vista nortesur de la calzada. Unidades estratigráficas.
das en tiempos de Fernando VI, de Reinosa a
Santander y del puerto de Guadarrama, hay que
añadir, casi siempre como mejoras de los caminos
de ruedas preexistentes, los caminos, de Vitoria a
Irún y a Pamplona, de Bilbao a Pancorbo, de
El Nuevo Miliario
97
de la Sierra de Guadarrama por el alto del León y
por Somosierra, el tramo de Burgos a Vitoria en la
carretera de Irún, varios tramos de las carreteras
de Galicia y Extremadura, el tramo de Murcia a
Cartagena, y de Lorca a Águilas, la comunicación
con Antequera y Vélez Málaga..."
Por tanto tenemos claro que la obra de fábrica que
se ve y que nosotros hemos excavado puede fijarse cronológicamente en el último tercio del siglo
XVIII, y que la cronología última de los restos
estructurales de la carretera que hemos documentado se debe ubicar entre los siglos XIX y acaso
principios del XX, aunque este último extremo se
encuentra pendiente de confirmación, y que es denominada como "Carretera Vieja de Madrid a
Valencia", tal y como figura en los planos catastrales del municipio de Chinchilla, y que hoy en día
discurre al este de la que se usa. Es la que se denomina en tiempos de la Ilustración como
"Carretera de Madrid a Valencia por Fuente de la
Higuera", que después pasa a ser la N-430, y ser
hoy la A-31 y la A-35. Los pequeños restos de empedrado localizados en la zona 05, sin una clara
definición, pueden ayudar a fijar su uso en el siglo
XVIII, pero el tamaño del mismo es muy reducido
en comparación con la totalidad de la traza documentada. Por el contrario la capa de rodadura que
se ve en superficie y que nosotros asociamos preliminarmente al tipo "macadam" habla de su uso
continuado hasta finales del siglo XIX al menos.
Tal y como hemos comentado más arriba es evidente que tiene su origen al menos en el siglo XVI
y que puede ser el recuerdo de la vía romana que
unía Cartagena (Carthago Nova) con el centro de
la Península Ibérica, pasando por Saltici
(Chinchilla). No tenemos datos para determinar
que el uso de este tramo se inicie en época romana, si bien se considera que la vía C-1 del repertorio de Arias Bonet, dentro del ámbito de la provincia romana cartaginense, pasa a los pies de
Chinchilla, fundamentándose en diversos trabajos
antiguos.
(8). Sondeo 08. Vista general del corte. Orientación
Sur-Norte; (9). Sondeo 01. Vista general.
Orientación E-W; (10). Sondeo 02. Obra de fábrica
–Tajea-. Orientación E-W. Unidades estratigráficas.
Madrid a los Reales Sitios, el camino de Madrid a
Cádiz, casi en su totalidad, el de Madrid a Valencia
por Fuente de la Higuera, varias leguas, desde
Barcelona, en los caminos hacia Zaragoza y
Valencia, los caminos desde Madrid a los pasos
98
El Nuevo Miliario
Ahora bien, lo que sí es cierto es que Saltici existe
y que está comunicada con otras poblaciones romanas de la provincia de Albacete. Es posible y
casi cierto que el yacimiento romano conocido como el Pozo de la Peña sea esa Saltici y que la red
viaria siempre pase por sus cercanías, por ello
esta calzada que hemos documentado es el recuerdo de ese eje viario de época romana.
Otro aspecto que queremos resaltar es que no se
han realizado trabajos intensivos de prospección
nº 3, diciembre 2006
viaria por la zona y que todo parecen ser noticias
vagas y difusas, y que la excavación arqueológica
realizada por nosotros en esta zona es la única
que nos puede ayudar a entender la red viaria antigua de la provincia de Albacete en este territorio
chinchillano.
También aparece una referencia en el repertorio
de caminos de Villuga de 1.543, y de una manera
muy sintomática: una pequeña raya recta que enlaza Cingila, es decir Chinchilla, con Albacete. Es
claro que esta base es la que sirve de apoyo para
establecer la red de caminos reales, que después
pasará a ser la Red de Carreteras en el siglo XIX.
Lo que nosotros hemos documentado es un tramo
sensiblemente recto que enlaza el Pozo de la
Peña con el centro de Albacete, tal y como se
aprecia en la foto aérea, que enlaza con una calzada de alta calidad dos poblaciones muy significativos, por una lado la ciudad más importante de
esta zona del Reino de Murcia, que después será
capital provincial y por otro la ciudad histórica de
Chinchilla.
El que la carretera local B-12, que sale del Pozo
de la Peña, aproveche parte del trazado para ser
reasfaltada y que exista otro tramo de carretera
que va desde el enlace con la autovía hasta
Albacete nos hace pensar también que es una
carretera conocida hasta tiempos relativamente
actuales y que se reaprovecha en algunos tramos para dar servicio a edificaciones actuales.
De todo lo anterior se deduce que hemos realizado una excavación arqueológica en un tramo de
carretera que se usó hasta tiempos relativamente
recientes, que tiene su origen al menos en el siglo
XVI y que fue profundamente reformada en el siglo
XVIII. No es descartable que sea el recuerdo de un
eje viario de época romana, pero de este momento
no hemos encontrado restos evidentes que lo puedan corroborar, pero es lógico pensar que así sea.
Los resultados de la excavación han permitido
establecer una serie de recomendaciones por las
cuales se propone a la administración competente
en materia de patrimonio histórico que se conserven los tramos documentados en los sondeos 04 y
05 y que se conserve la tajea del sondeo 02, liberando aquellas otras zonas en donde los restos
viarios están muy degradados. Hemos de reseñar
por otra parte la notable actuación de los técnicos
de patrimonio histórico de la Delegación de Cultura
de Albacete, que han colaborado en todo momento con los técnicos que han llevado a cabo la inter-
nº 3, diciembre 2006
(11). Sondeo 08. Vista parcial de la obra de fábrica.
Orientación oeste. Unidades estratigráficas; (12).
Sondeo 03. Vista parcial. Unidades estratigráficas;
(13). Sección de carretera. Tomado de Manuel
Aguilar "Secciones transversales de carreteras con
afirmado de macadam ordinario". Revista de Obras
Públicas, 1923, 71, tomo I (2387): 133-134.
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El Nuevo Miliario
nº 3, diciembre 2006
La calzada de La Losilla (Albacete)
José Luis Fernández Montoro, Jesús Rodríguez Morales, Isaac Moreno Gallo
A mediados de la década de los años noventa, la
realización de una serie de exploraciones a lo largo de un eje NW-SE, cuyos extremos se sitúan en
las inmediaciones del pueblo conquense de
Pozoamargo y la ciudad albaceteña de Chinchilla
de Montearagón, nos había permitido comprobar
la similitud de una variedad de restos viarios localizables a lo largo del mismo.
Respaldados por la historiografía y la bibliografía
existente, determinamos que su desarrollo debía
de formar parte del trayecto de la vía romana que
enlazó las ciudades de Carthago Nova y Segobriga.
Esta calzada, cuyo trazado no está recogido en el
Itinerario de Antonino, llevaba siglos llamando la
atención de naturales y eruditos, esencialmente por
la magnitud y apariencia de sus vestigios, entre los
que cabe destacar la presencia de un terraplén elevado y de unos bordillos característicos, además de
las noticias sobre restos arqueológicos asociados
a la calzada y la existencia de aljibes de aprovisionamiento a lo largo de su recorrido.
Comprobado el inmejorable trazado, además de la
inexistencia de restos en los trayectos alternativos
-vagamente sugeridos por otros investigadores-,
se ha podido establecer también la relación entre
el hábitat romano y la vía de comunicación, pero
no únicamente en base a una distribución espacial
y coherente de yacimientos, si no como puntos
reales de apoyo al tránsito viario, al pie y junto a la
misma calzada.
Metidos de lleno en la revisión de la red de calzadas romanas en la Provincia de Albacete y sus
aledaños, siempre refiriéndonos a las que presentan signos evidentes de infraestructura, ratificamos
las impresiones adquiridas entre Albacete y
Pozoamargo, en cuanto a similitud de técnicas
constructivas y apariencia de los restos, máxime
cuando son idénticas a las que tiene el otro gran
vial del SE manchego: el Camino de Aníbal.
Es decir, nos encontrábamos ante una obra que
respondía a las características de una calzada romana de primer orden, manifestándose como una
carretera dotada de importantes avances técnicos,
cuya construcción tenía un notable afán de perdurabilidad.
nº 3, diciembre 2006
Mientras se completaban los datos del trayecto en
cuestión tuvimos noticia, a principios del presente
año, del comienzo de las obras de construcción de
una urbanización de grandes proporciones en el
paraje de La Losilla, ubicado entre las localidades
de Chinchilla de Montearagón y Albacete. Dicho
proyecto afectaba de lleno a los restos que se conservaban de la calzada y que no habían sido reflejados en el informe de impacto ambiental previo
a la obra.
Ante la premura de tiempo, en abril se improvisó
una alegación particular dirigida a la Consejería de
Cultura, a través de su Delegación de Albacete, y
se hicieron todas las comunicaciones posibles, enviadas a diversas entidades administrativas, políticas, medios de comunicación y grupos sociales,
así como a personas particulares y profesionales,
que tuvieran interés en la conservación y estudio
del Patrimonio. Todas estas intervenciones se realizaron de la forma más rápida posible, a través de
Internet, mientras se procedía a publicar en la Web
toda información digna de interés.
Entre tanto la asociación CARRAQUINEA valoró
los restos y decidió apoyar la defensa de la calzada, enviando una serie de notas a los medios de
comunicación que, por primera vez, acusaron la
problemática en titulares periodísticos y noticias
radiofónicas, dirigiéndose además la Plataforma,
por escrito, a la Presidencia de la Comunidad
Autónoma.
Ambos requerimientos, el particular y el de
CARRAQUINEA, obtendrán respuesta casi al
unísono (16 y 17 de mayo respectivamente),
confirmando el Gobierno de Castilla-La Mancha
la necesidad del estudio de los restos y la voluntad de llevarlo a cabo.
Durante el mes de agosto se ha realizado la campaña de excavaciones, sin que hayamos sido avisados ninguno de los denunciantes, en principio
motivadores de la misma.
Los trabajos desarrollados han consistido en seis
catas de limpieza de la superficie del camino conservado, más el desenterramiento del Puente de
El Nuevo Miliario
103
De arriba abajo, (1) El Pontón de Cansalobos, después de la excavación;
(2) Alcantarilla de La Losilla, cercana a Albacete; (3) El corte marcado indica donde se desmontó el camino antiguo para la elevación del terraplén y la construcción de la alcantarilla que permitiera pasar sobre el pequeño arroyo.
104
El Nuevo Miliario
nº 3, diciembre 2006
Cansalobos y de la alcantarilla de La Losilla, un
poco más cerca de Albacete, los cuáles hemos visitado posteriormente.
Nuestra opinión está motivada únicamente por el
interés en la conservación de la calzada y es ajena, por lo tanto, a cualquier intención descalificadora. Aún así debemos resaltar que presenta, desde
nuestro punto de vista, ciertas carencias y excesos,
en cuanto a la aplicación de la metodología arqueológica adecuada para la excavación de una vía.
Las carencias, desde nuestro punto de vista, están
en la ausencia de catas de corte transversal de la
calzada, con lo que no habrá sido posible averiguar mucho sobre las distintas capas del firme, de
cimentación, intermedias y rodadura. La existencia
de reparaciones o rehabilitaciones modernas de la
calzada y otro tipo de cuestiones cuya lectura se
efectúa inmejorablemente a partir de la sección
transversal.
En cuanto a los excesos, en función de lo observado, es más que probable que en algunos puntos
se hayan retirado las capas de granulometría más
fina, las de rodadura de la vía.
Hemos conocido que el informe de la excavación
interpreta los restos exhumados como "pertenecientes al Camino Real del s. XVIII", pero sospechamos que se ha extendido indebidamente la
cronología de las obras de drenaje, claramente
modernas, probablemente del s. XVIII y en perfecto estado de conservación, a toda la calzada.
Sin embargo, el tramo en cuestión (ChinchillaAlbacete), reúne características estructurales en el
firme de la calzada y sobre todo evidencias topográficas de trazado, que le enmarcan perfectamente como carretera romana rehabilitada en época
moderna, con lo que ha sido utilizado con idéntico
trazado desde el mundo romano hasta comienzos
del siglo XX.
Madrid con Levante, pasando por Albacete.
Sabemos que el ramal que se dirigía a Valencia
fue realizado a mediados del XVIII; pero es muy
posible que en muchos tramos sólo fuera reacondicionado para un tránsito cómodo.
La vía romana Carthago Nova-Segobriga rebautizada como "Vía del Lapis Specularis", que según
nos indican los miliarios, recibió especiales atenciones durante las etapas de madurez y esplendor
en la explotación de las minas, fue castigada con
el paso de los siglos y privada de mantenimiento;
aún así permaneció el testimonio de su compostura en los tramos abandonados, donde declinaron
ciudades y economías y por los que ya solo circulaban ganados y campesinos. Los trayectos que
se incorporaron a la vital movilidad de la Nación,
sufrieron remociones y alteraciones en sectores,
tiempos y niveles de cronología difícil de establecer y, si estos van a ser objeto de estudio, deberían ser cotejados y analizados en profundidad.
Nuestra impresión sobre la aparente cronología
tardía de la carretera, que debería ser corroborada
por los arqueólogos autores de la intervención, es
que el camino anterior quedó desmantelado en
profundidad precisamente en las zonas donde se
construyeron las nuevas obras de fábrica. El pavimento, formado en esas zonas de un conglomerado de piedras con cal, depositado sobre una capa
arcillosa, no es el mismo que se puede apreciar en
otros puntos del camino.
Para poder dar una cronología segura a la vía, habría que sondearla en otros puntos seccionándola
hasta el terreno natural, dejando al descubierto las
distintas capas y posibles reparaciones de otras
fases de su utilización. Mientras esto no se haga
así nadie podrá estar seguro de su origen y habremos perdido una ocasión única para conocer bien
una infraestructura en aparente buen estado que
documentalmente se remonta a un época muy antigua.
En 1789 el Conde de Floridablanca se jactaba ante el Rey de que durante los nueve años de su
Superintendencia, había fabricado 322 nuevos
puentes y 1.049 alcantarillas, ¿hemos de suponer
por ello que también había construido todos los caminos y carreteras correspondientes?
Conocemos bien
carreteras, base
época borbónica
esfuerzo recayó
la atención que la red radial de
de la actual, recibió durante la
y que parte importante de ese
sobre la carretera que unía
nº 3, diciembre 2006
El Nuevo Miliario
105
La triste e increíble historia de la cándida (Eréndira) calzada Carthago Nova - Segobriga (a su paso por "La
Losilla" Chinchilla, Albacete)...
y un par de inventos de eruditos patrios
Por "D. Quixote y Sancho"
los "Hernández y Fernández" de la fraternidad detectivesca miliaria, a los que usted puede enviar cualquier
queja relacionada con la posible destrucción de nuestro legado de caminería antigua.
Decíamos ayer que íbamos a tener mucho trabajo
y mira por dónde ahora que estábamos ya hechos
al "apatrullamineto territorial" manchego albaceteño y en concreto en la futura urbanización de "La
Losilla" (Chinchilla) en torno a un "camino antiguo", hemos tenido que realizar sendas excursiones de fin de semana y hacer horas extraordinarias ora aquí ora allá por este siempre maltrecho
territorio nacional.
Pero empecemos por "La Losilla", en Chinchilla,
de la que ya hablamos en el editorial del número
anterior y en la que solicitábamos lo que era lógico: la realización de un estudio previo, arqueología
incluida, que preservase los restos de un "camino
antiguo" que se presumía importante y que se observa perfectamente en las fotos aéreas. Por eso
fueron allí destacados los miliarios "007 con licencia para criticar" en plena canícula veraniega. Este
es el relato de su crónica apresurada: En concreto
durante el mes de Agosto, asistimos expectantes a
la realización de una excavación arqueológica que
este viejo camino necesitaba como "agua de
Mayo" y en la que, ya que estábamos allí, fuimos
contratados de botijeros, honesto oficio que ensancha el corazón (por las idas y venidas a por el
agua), ameniza el idílico espíritu campestre (por
los gorgoritos) y refresca la garganta, el cuerpo y
en esas fechas hasta el alma. Por eso, por nuestra
constante presencia, que no pasó inadvertida ni
para las autoridades del Seprona, ni para la
Delegación de Cultura de la Junta de
Comunidades de Castilla la Mancha, podemos
certificar que D. Javier López Precioso realizó una
excavación de la que ha tenido la amabilidad de
enviarnos una nota preliminar para tranquilidad de
la galaxia miliaria, que reproducimos literalmente
en páginas siguientes, cuyas principales conclusiones podrían ser: La realización de 8 sondeos; la
excavación de 2.346 metros cuadrados; el descubrimiento de una "carretera" moderna con bordillos
laterales de piedra caliza y una capa de rodadura,
compuesta de diversos áridos, compactada, apisonada y de 6,70 metros; el hallazgo de dos obras
106
El Nuevo Miliario
de fábrica del XVIII y la fijación de la cronología de
la "carretera" entre los siglos XIX y XX; el origen
de este "camino antiguo" lo remonta F. Javier
López Precioso al menos al siglo XVI, aunque
"puede ser el recuerdo de la vieja vía romana" entre Carthago Nova y Segobriga, pero "de momento
no hemos encontrado restos del viejo viario romano que puedan corroborar esta hipótesis"; la recomendación de conservar los tramos documentados
en los sondeos 4 y 5, "liberando aquellas otras zonas donde los restos viarios están muy degradados".
Pero como quiera que además de nosotros, miliarios vigilantes, había personas desde hace tiempo
preocupadas por la posible destrucción de este
"camino antiguo" de La Losilla, ellas mismas que
son mayorcitas y además, caso de Isaac Moreno
de mucho conocimiento ingenieril sobre vías romanas en España, visitaron la Losilla en Agosto en
pleno proceso de excavación y nos han enviado
asimismo un pequeño texto con fotos que también
reproducimos tan "íntegramente" como el "informe
oficioso preliminar" anterior en páginas siguientes.
Las principales conclusiones serían la "detección
de ciertas carencias y excesos en cuanto a la aplicación de una metodología arqueológica adecuada para la excavación de una vía"; en concreto se
quejan, (nosotros también creemos que con
razón), de la ausencia hasta el momento de cortes
transversales del "camino antiguo" que podrían haber permitido averiguar la existencia de otros caminos anteriores a los de época moderna; en cuanto
a los "excesos es más que probable que en algunos puntos se hayan retirado las capas de granulometría mas fina, que pertenecerían a la capa de
rodadura de la vía"; discrepan también de la cronología única (XVIII-XX) propuesta para el tramo
Chinchilla- Albacete, "ya que ese tramo reúne características estructurales en el firme de la calzada
y sobre todo evidencias topográficas de trazado,
que la enmarcan perfectamente como carretera romana rehabilitada en época moderna, con lo que
ha sido utilizado con idéntico trazado desde el
nº 3, diciembre 2006
mundo romano hasta comienzos del siglo XX".
Ese es en líneas generales el "estado de la cuestión"
y desde El Nuevo Miliario lo que proponemos con
toda claridad son dos cosas: Primera, realizar esos
cortes arqueológicos transversales para estudiar
mejor la historia del camino intentando que los niveles medievales y romanos salgan a la luz; segundo, mantener todo "el camino antiguo" fuese
cual fuese su cronología , como una unidad de la
memoria caminera del paisaje manchego, sin "liberar" ninguna zona por muy deteriorados que estén
los restos, porque "incluso rotos" forman parte de
la memoria colectiva histórica de los transportes y
comunicaciones en la zona, así como de la cultura, porque una parte de este camino fue ruta del
Quijote. Por tanto la futura urbanización de "la
Losilla" debe respetar esa línea recta en una longitud y anchura suficiente para que la Humanidad
recobre su Patrimonio, pudiendo ser usado de forma pedestre, en bicicleta o a caballo, con el fin de
que algún día podamos contar a nuestros herederos que ese "camino antiguo" por el que vamos paseando tiene más de 2000 años de antigüedad y
fue recorrido por los romanos, visigodos árabes y
cristianos convirtiéndose después en Camino Real
(XVI) y también literario con Don Quijote; las posteriores remodelaciones de obras de fábrica del
XVIII e incluso las "carreteras" del XIX y XX afectaron a esta antigua ruta, pero no tanto como para que no seamos capaces de reconocer, recuperar y disfrutar del legado de nuestros antepasados y transmitirlo, si se puede, en mejores
condiciones a nuestros herederos.
Aparte de "apatrullar" La Mancha, los miliarios detectives tuvimos que trasladarnos, por supuesto rigurosamente camuflados de viajeros en un
"Supra" a las míticas tierras leonesas y allí mientras nos alimentábamos exclusivamente de mantecadas de Astorga, comprobamos en el terreno si
era verosímil que la idea de un erudito local,
Grande del Brío, bastase para fijar a fuego la peregrina invención en los años 70 de un camino romano, tal como denuncia Isaac Moreno Gallo en la
nota que reproducimos a continuación de los artículos sobre La Losilla. Los políticos regionales,
muchas veces con buena voluntad, corren mas deprisa que los técnicos a la hora de presentar a la
prensa un descubrimiento o a la hora de invertir en
un presunto bien patrimonial sin valorar ni contrastar científicamente dichos bienes. Es el caso de
un "presunto camino romano" por Corrales del
Vino, que Grande del Brío ha hecho suyo, pero
que resulta, después de los rigurosos estudios
nº 3, diciembre 2006
científicos (y no solo historiográficos), de Isaac
Moreno, que dicho camino ni es de "Plata", ni es
vía romana, ni va por allí, sino que se acerca a
Villalazán, por lo que, si no se quiere hacer el ridículo, se deberá trasladar la promoción de la por
otra parte muy honrada Cañada de ganados la
Vizana a lo que fue Ocelo Duri en el Alba de
Villalazán.
Y lo mismo que decimos de presuntos caminos romanos, vale para "presuntos puentes romanos"
como sucedió en el muy noble lugar de Villarta de
San Juan en Ciudad Real, donde un muy noble
puente de época moderna, muy bien estudiado por
el arqueólogo Luis Benítez de Lugo, le ha valido al
"sufrido arqueólogo" la damnatio memoriae no sabemos si local, provincial o regional por haber tenido la desfachatez de negar a la misma concejala
de cultura la "romanidad del puente", que por supuesto tiene un hermoso folleto en la Oficina
Municipal titulado "Puente Romano de Villarta", así
como un no pequeño cartel con el logotipo de la
Junta de Comunidades de Castilla - La Mancha en
el que se informa de la inversión realizada para el
arreglo del "Puente Romano". Afortunadamente el
mejor investigador de puentes romanos de
España, el ingeniero Manuel Durán, no sólo no lo
ha recogido entre los 36 puentes fetén sino que en
su reciente intervención en el Congreso de Ciudad
Real lo fechó en época moderna. Por supuesto el
puente es espléndido y merece una visita... aunque sea moderno.
Y miren, si se trata de inventar hay que reconocer
que en Castilla La Mancha "hemos estado finos",
nada de "Caminos de Santiago" por aquí y por allá, lo
nuestro es mucho mejor, una Ruta del Quijote que
por ser liteararia, puede ir por donde a cada pueblo
le dé la gana e incluso dar vueltas circulares como
las cronos de la carrera ciclista...
Pues eso, lo dicho, que seguiremos "apatrullando" la España Profunda y el Fary, seguirá siendo
nuestro único entretenimiento... ¡Ay, vaya torito,
el torito bravo!..
El Nuevo Miliario
107
Los Congresos Internacionales de Caminería: el paradigma de la diversidad
VIII Congreso Internacional de Caminería Hispánica (Pastrana, junio de 2006) y
Actas del VII Congreso Internacional de Caminería Hispánica (Madrid – París, 2004),
edición en CD-Rom del Ministerio de Fomento, Madrid, 2006: crónica y comentario
Con un calor en la calle que derretía las ideas, y
un frío polar en la sala impropio de estos tórridos
veranos del siglo XXI, tuvo lugar, fundamentalmente en la entrañable sede primigenia de Pastrana, la
VIII edición de los Congresos Internacionales de
Caminería. Ante todo, por tanto, un hecho es digno
de destacar: que el empeño capitaneado por
Manuel Criado de Val en los primeros años 90 alcanza ya la muy notoria cifra de ocho ediciones y,
poco a poco, ha acabado por ser un foro distinto
para los camineros. Sin embargo, el paso del tiempo, que ha contribuido a engrandecer el prestigio
(y el tamaño…) de estas reuniones bienales, ha
perpetuado también algunos de sus defectos, en
particular la enorme dispersión temática de las comunicaciones presentadas. Afortunadamente, hace ya años se optó por fragmentar las mañanas de
los congresos camineros y, de este modo, la subdivisión en diferentes comisiones consagra como
compartimentos estancos los variados temas centrales en que se organiza el Congreso, lo que hace
de las sesiones matinales un ir y venir de congresistas de una sede a otra, para coincidir tan sólo
en las vespertinas sesiones.
Concebido como un congreso a la manera tradicional, con comunicaciones de variado pelaje, sucesión de actos públicos y recepciones de autoridades, programa de acompañantes, etc., el foro
caminero se movió un año más por aquellos terrenos en los que se encuentra a gusto, con una
especial presencia de la llamada "caminería literaria", abanderada por los filólogos de los que partió
la idea original de organizar estas reuniones. Entre
ellas se encuentran, sin duda, algunas comunicaciones realmente notables, como la ponencia inaugural, a cargo de Manuel Criado de Val, en la que
se trató de establecer el hiato entre la arqueología
y la caminería, o la leída por David Darst acerca
de "San Agustín, Santo Tomás, y el Camino a Dios
en la poesía de Fray Luis de León".
El congreso, en fin, incidió en otros aspectos
quizás algo alejados de la temática de El Nuevo
Miliario, aunque sin duda es justo resaltar algunos
trabajos de gran nivel, como el presentado por
108
El Nuevo Miliario
Cecilia García Antón en torno a los habitantes de
los caminos (arrieros y bandoleros), el de Robert
Fiore titulado "La postura metafísica y política del
auto sacramental", el de Ioannis Kioridis centrado
en "Ciudades e itinerarios en el Cantar del Mío Cid
y Diyenis Akritis" o el de Dolores López titulado "El
lenguaje publicitario: el camino de la aculturación".
Sirva, en fin, esta breve reseña de media docena
de comunicaciones notables para evidenciar, de
paso, la variada temática de este foro.
No obstante, la sección que más se acerca a la
temática de esta revista es, sin duda, la denominada "Caminería física" a la que, como siempre, se
incorporaron algunas comunicaciones apreciables,
entre ellas varios trabajos sobre vías romanas y,
en particular, dos sobre la célebre vía per loca maritima, presentados por Rosa Franco y Raúl
Villanueva (que contribuye en este número de El
Nuevo Miliario con un resumen de sus planteamientos), y uno acerca de la vía romana entre
Castulo y Mentesa Bastia, de Martín Jiménez.
Hubo, además, una conferencia realmente memorable a cargo del profesor José María Blázquez
quien, con su inconfundible estilo, dictó una charla
magistral sobre "Puertos y calzadas en la Hispania
romana".
En épocas posteriores se centraron Pablo Guerra,
que habló del Camino Real de Segovia, Elisa Álvarez Llopis y Esther Peña, que disertaron acerca del
camino medieval entre Laredo y Burgos, o Sonia
Fernández, que contribuyó con una visión de la
evolución de la ciudad de Madrid a partir de la
red viaria desde época romana hasta los últimos
anillos de circunvalación. La caminería cervantina, en fin, tuvo también su hueco, ocupado por
nuestro colaborador Jesús Sánchez Sánchez y
por Justiniano Rodríguez Castillo, del mismo modo
que hubo espacio para las cañadas y su relación
con la toponimia y los caminos romanos, en concreto en las zonas de Soria (presentada por Darío
Álvarez) y Guadalajara (con dos contribuciones de
José Ramón López de los Mozos y José Antonio
Ranz).
nº 3, diciembre 2006
El Nuevo Miliario, por su parte, más que contribuir al congreso consiguió hacerse un hueco para
hacer un resumen sobre la "Historiografía de las
vías romanas en España: de los orígenes a El
Nuevo Miliario" (que estará disponible en la página
web de la revista próximamente), que sirviera a la
vez de puesta al día de los estudios precedentes y
de presentación en sociedad de la nueva revista, y
quiere agradecer al profesor Criado de Val y a la
organización del Congreso el haber abierto un
hueco para nuestra revista en el programa de comunicaciones.
Hubo, por qué no decirlo, algunas intervenciones
anómalas, como la de Dolores Borrell que, no se
sabe bien si por falta de tiempo o de definición de
objetivos, se limitó a dar unas pinceladas someras
y difusas, como de aficionado a estas cosas, acerca
de un asunto que, sin duda, daba mucho más juego
("Vía Augusta, Ciudades Mediterráneas, y Orden
Político de Roma en Hispania"), o la dadaísta exposición de Gregorio Paniagua, que cerró una de las
jornadas, con una intervención titulada "Ya por aquí
no hay camino, que para el justo no hay ley (con
interpretación directa al violoncello)", cosa ésta última que, ciertamente, se produjo, para estupefacción y asombro de los presentes.
en España, que aporta una visión distinta a la modestamente ofrecida por quienes hacemos esta
revista en el Congreso celebrado en 2006.
A pesar de la enorme dispersión que caracteriza la
temática de estas reuniones, y lo difícil que resulta
seguir un congreso de tamañas dimensiones para
quienes limitan su interés a aspectos muy concretos de la caminería, es preciso concluir que, con el
tiempo, la mayor aportación del profesor Criado de
Val a la historiografía de los caminos no ha sido
agrupar los diferentes estudios bajo el neologismo
de la caminería, sino reunir a muchos estudiosos
en un foro con periodicidad fija y con algunas intervenciones realmente notables.
C.C.
Paralelamente, tuvo lugar la presentación de las
Actas del Congreso anterior, celebrado en 2004 en
Madrid y París y editadas (felizmente) en CD –
Rom, circunstancia que, por cierto, suscitó la surrealista crítica de algún congresista, que anunció
su intención de no presentar su comunicación para
su edición dado que no iba a salir en papel. La edición ha estado esta vez a cargo del Ministerio de
Fomento, a través del CEDEX. Conocidas las intervenciones desde el anterior congreso, llamamos
la atención ahora tan sólo sobre alguna de ellas,
como la aportación sobre calzadas de Lusitania
debida a José María Álvarez Martínez y Trinidad
Nogales, el estudio sobre la red viaria romana en
el entorno de Gaucín (Serranía de Ronda), a cargo
de Salvador Martín de Molina, la exposición sobre
caminos de época moderna en el guipuzcoano
barranco de Aritzaga (de Fermín Leizaola), el trabajo sobre la construcción del Canal del
Manzanares (de María Teresa Fernández Talaya),
o la exposición acerca de Roncesvalles como encrucijada en las andanzas de Carlomagno, debida
a Caridad Rosa Posada, y que aborda temas similares a los tratados por Guillermo García Pérez en
el número inaugural de El Nuevo Miliario. Cabe,
en fin, destacar también la contribución de Enrique
Gozalbes sobre los estudios de las vías romanas
nº 3, diciembre 2006
El Nuevo Miliario
109
Ingenieros contra arqueólogos: no existe tal lugar
III Congreso de las Obras Públicas Romanas (Nuevos elementos de ingeniería romana), Astorga, octubre de 2006: crónica y comentario
El que la sigue, la consigue: se celebró en Astorga
la III edición de la serie de congresos de Obras
Públicas romanas que, por iniciativa de Isaac
Moreno, organiza desde 2002 el Colegio de
Ingenieros Técnicos de Obras Públicas, y vaya
cuanto antes el resumen: fue un congreso de los
de antes, es decir, una reunión espléndida, de
gran nivel científico.
Con su intervención inaugural acerca de la minería
en el Teleno (y en el entorno de Las Médulas),
Roberto Matías encendió una polémica tan innecesaria como estéril, al agitar un supuesto enfrentamiento latente entre arqueólogos e ingenieros. Tal
polémica no existe, si acaso sólo desencuentros
puntuales, véase como muestra de que la colaboración es posible la Jornada de presentación del libro sobre patrimonio arqueológico y paleontológico
en la ampliación del Metro de Madrid, una reunión
de arqueólogos, paleontólogos e ingenieros que
tuvo lugar recientemente en el Colegio de
Ingenieros de Caminos de Madrid. No obstante,
transcurrido el tiempo y visto el poso dejado por
esos tensos momentos de discusión (abanderada,
del lado de los ingenieros, por el propio Matías, y
del de los arqueólogos, por Javier Sánchez
Palencia), el episodio pareció más bien el enfrentamiento entre alguien que se siente discriminado
por investigar en solitario y quienes se consideran
marginados por otros investigadores por representar a la llamada ciencia oficial, y no un enfrentamiento entre profesionales de distintos ámbitos, o
entre profesiones que están cada vez más llamadas a entenderse. Desde El Nuevo Miliario, en
fin, entendemos que no existe tal enfrentamiento, y
que no debería de haber foros donde se alimentara.
Pasados los calores de la sesión inaugural, los
congresistas fueron igual de calurosamente recibidos por el Alcalde de Astorga, Juan José Alonso
quien, ante un abarrotado Salón de Plenos, hizo
un encendido epítome de la historia asturicense, tomando como pie de su discurso cuatro lápidas conmemorativas con los más singulares acontecimientos vividos por la ciudad. Fue un episodio inenarrable, una muestra de erudición y sabiduría inesperada y, a la larga, una suerte de segunda conferencia
inaugural del ciclo.
110
El Nuevo Miliario
Al día siguiente, Santiago Feijóo, del Consorcio
Arqueológico de la Ciudad de Mérida, abrió la sesión de la mañana con una más afinada exposición de sus argumentos acerca del origen post romano de los pantanos de Proserpina y Cornalvo
(véase el número 0 de El Nuevo Miliario). Al
siempre cercano Feijóo siguió el siempre arrollador
Isaac Moreno, quien abrumó a la concurrencia con
datos e imágenes sobre las vías romanas en el
entorno de Astorga, para acabar concluyendo que,
al norte de Salamanca, no existe un camino que
pueda denominarse "Vía de la Plata". Sorprende,
por cierto, que esta conclusión, tan ajustada a derecho como a los datos históricos disponibles, fuera el centro de una de las más virulentas polémicas de la mesa redonda del final del día, donde
Moreno hubo de sacar a relucir la principal característica que se atribuye a los naturales de su lugar
de residencia, para dejar bien sentado que ésa era
su opinión y que su opinión se fundaba en los datos disponibles, "lo digo por última vez", añadió.
El ingeniero Manuel Durán, recién llegado en la
mañana, sustituyó a Carlos Nárdiz con una magistral
exposición (ampliada en la edición impresa) sobre
las bóvedas de los puentes romanos. Fue de tanta
enjundia y tan instructiva, que entre el público se lamentaba que Durán se hubiera ajustado tan bien al
tiempo asignado por la organización e implacablemente controlado por José María Fraile.
La sesión de la mañana concluyó, en fin, con las intervenciones de Milagros Burón, que expuso asépticamente los impresionantes avances en el conocimiento de la arqueología de la ciudad de Astorga, y
de Javier Sánchez Palencia, que eludió (con buen
criterio) prolongar la sin duda poco satisfactoria polémica del día anterior y, en su nombre, y en el de
otros componentes de su equipo, ausentes por diferentes razones (Almudena Orejas, Inés Sastre), pormenorizó el desarrollo de distintos procesos relacionados con la minería del oro e investiga dos a raíz
del gran proyecto que, desde hace 20 años, este
equipo multidisciplinar del Consejo Superior de
Investigaciones Científicas viene realizando en la
zona.
La suerte de lidiar el duro toro de la sesión de tarde correspondió a José Manuel de la Peña y
Santiago Ferrer, doble mérito el de ambos por
nº 3, diciembre 2006
cuanto hubieron de enfrentarse a un auditorio que
batallaba por entonces contra los vapores de la digestión del espectacular cocido maragato ofrecido
a los congresistas por la organización. De la Peña
hizo un repaso a la administración romana relacionada con las obras públicas, repaso quizás prolijo
en exceso, pues se remontó a los tiempos míticos
ab Vrbe condita, mientras que Ferrer trató de resumir en cuarenta minutos las diferentes tipologías
de los casi 600 miliarios recopilados por ellos
(Rodríguez Colmenero, Álvarez Asorey y el propio
Ferrer) en el volumen Miliarios e outras inscricións
viarias
romanas
do
Noroeste
hispánico
(Conventos Bracarense, Lucense e Asturicense),
recientemente publicado en Compostela por el
Consello da Cultura Galega.
La mesa redonda, en cambio, supo a poco. El
cargado programa aconsejó suprimir los debates
después de cada ponencia, concentrándolos en
la mesa redonda de clausura con el noble ánimo de
discutir tan sólo aquellos asuntos que resultasen
aún candentes después de pasar por el filtro de las
horas. La idea, sin embargo, no fue buena; el debate se centró en las últimas intervenciones de la tarde (en particular, en la de Santiago Ferrer), y eludió
aspectos polémicos tratados en la mañana (exceptuando la cuestión local de la vía de la Plata y
Astorga, ya mencionada), y olvidó singularmente la
propuesta de Santiago Feijóo de poner en entredicho el origen romano de las presas emeritenses.
Quizá pueda deducirse de esa ausencia de debate
que la idea de Feijóo ha cuajado entre los investigadores y ha acabado por ser admitida, pero los
corrillos anteriores y posteriores al debate confirman que, pese a la contundencia y claridad de sus
argumentos, para algunos se plantean aún algunas dudas que, por las circunstancias expuestas,
no fueron desarrolladas en el debate.
La mesa redonda, en fin, contó con la pintoresca
intervención, desde las últimas filas del público,
del profesor Rodríguez Colmenero, obligado por la
organización, al constatarse su presencia en la sala, a ocupar el lugar que, como miembro de la comisión científica del congreso, le correspondía en
ese momento, es decir, una silla en la mesa redonda.
Otro lunar, en fin, que cabe descubrir en el excelente congreso de Astorga fue la surrealista entrega de una placa como "premio a la mejor ponencia". Quienes nos embarcamos en extrañas empresas de difusión (véase El Nuevo Miliario) somos conscientes de que resulta fácil ceder a la
nº 3, diciembre 2006
tentación de un patrocinio, sea cual sea la forma
en que éste se presente. Sin embargo, esta peculiar iniciativa de premiar a la mejor ponencia pareció fuera de lugar tanto por el momento elegido para la entrega del premio (instantes antes de la
clausura), como por el hecho de destacar a una de
todas las ponencias presentadas dentro de una
serie de altísimo nivel: al premiado (da igual cuál
sea) no le da más ese siempre discutible reconocimiento de un jurado, pero sí alimenta sin objeto
polémicas inútiles. Sugerimos, modestamente, a la
organización, que olvide para próximas ediciones
tan anómala iniciativa.
Terminó, en fin, la reunión con una visita al yacimiento de Las Médulas y con una comida de
despedida en el Palacio de Canedo. El Nuevo
Miliario que, porque la vida es como es, no pudo estar presente en este último día del congreso,
quiere sin embargo agradecer sinceramente a la
organización las invitaciones cursadas para poder
estar en esta inolvidable reunión científica.
La edición de las Actas no coincidió, por apenas
unas horas, con el inicio del Congreso. Tanto daba, ya que estamos todos acostumbrados a que
las actas tarden meses – y aún años – en ver la
luz, si es que no se produce el desastre de que
permanezcan para siempre en unas injustas tinieblas, de modo que no cabe sino agradecer a la organización (es decir, al Comité Científico, formado
por
Moreno,
Matías,
Sánchez
Palencia,
Rodríguez Colmenero y Durán), al Colegio de
Ingenieros Técnicos de Obras Públicas y a la
Junta de Castilla y León el esfuerzo realizado. El
volumen, además de las ponencias leídas en las
sesiones, se enriquece con varios trabajos más,
sobre la vía de Italia in Hispanias (de Á. Palomino,
M. Arbizu y Mª.J. Negredo), caminos del Alto
Bierzo (de M. Olano), el acueducto de Uxama
Argaellae (de C. García Merino) o las obras hidráulicas en el campamento originario de León
(por E. Campomanes), además de una nueva entrega de imágenes aéreas de yacimientos sin excavar, realizadas por Julio del Olmo.
Es particularmente satisfactorio comprobar cómo,
con tan sólo tres ediciones, este foro ha conseguido afianzarse entre los lugares ineludibles para
quienes estudian diversos aspectos de la ingeniería romana y, especialmente, para quienes,
lejos de ir a los congresos para discutir, acuden a
ellos sólo para seguir aprendiendo.
C.C.
El Nuevo Miliario
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112
El Nuevo Miliario
nº 3, diciembre 2006
La Vía de la Plata en la historiografía moderna
Isaac Moreno Gallo
Los argumentos publicados por Ramón Grande
del Brío en la Opinión de Zamora, en defensa de
la existencia del Camino de la Plata y de un supuesto Iter romano por Corrales del Vino
(30/10/06) y reproducidos con entusiasmo por el
Alcalde de Astorga, en el Diario de León
(07/11/06), no hacen si no retrotraer el invento de
ese trozo en concreto del Camino de la Plata hasta
el siglo XIX, en lugar del siglo XX en que yo suponía inventado todo él.
Aún reconociendo el leve adelanto de fechas para
ese punto, tengo que suponer también que cierto
espíritu corporativista historiográfico, si no de intereses meramente turísticos, se mueve en estas
notas porque, científicamente, no tienen sustento,
ni son prueba de ningún Iter romano por donde se
pretende.
Sería necesario relativizar estas noticias hasta su
justo punto. Grande del Brío, como historiador, sabe mejor que nadie, o debería, que los diccionarios del siglo XIX se realizaban mediante informaciones procedentes de encuestas y formularios enviados y transmitidos gracias a la estructura eclesiástica del momento. Tal es el del Sr. Miñano y
otros muchos que en España se confeccionaron
en este siglo.
Cuando Miñano habla del camino de arrieros con
expresiones como "siguiendo con poca desviación
por la famosa ruta militar de los romanos, llamada
Camino de la Plata" estamos claramente ante la
nota erudita que el informador de los Corrales envió al editor, que normalmente era el párroco. La
copia exacta de la expresión, por Madoz, que manejaba la documentación vigente en su momento y
su nuevo aprovechamiento por Mellado años más
tarde, no hacen si no probar que estamos ante una
labor meramente historiográfica, mala, pero historiográfica, y no ante una prueba histórica ni toponímica.
Además, no serían muy buenas esas pruebas si
quien más escribió sobre la Vía de la Plata y con
mayores consecuencias, Roldán Hervás, no las
utilizó para nada. No solo no las utilizó si no que
"su vía de la Plata" no pasa por Corrales, ni tan siquiera por su término municipal.
nº 3, diciembre 2006
¿Tal vez cada historiador propondrá su propia vía
de la plata sin que ninguno encuentre los restos
materiales de ninguna vía romana?
Si el Sr. Grande quiere convencernos de que la toponimia alude a la Vía de la Plata en cualquier camino entre Salamanca y Zamora, y si quiere hasta
Astorga, debería utilizar documentos más serios y
contundentes como el Catastro de Ensenada. Allí
aparecen documentados con rigor todos los topónimos del municipio a mediados del siglo XVIII. De
esa forma nadie refutará sus tesis y reconoceremos su parcela de gloria correspondiente.
Pero es cierto que, antes del siglo XX, nadie se
atrevió a llamar Camino de la Plata a toda la
Cañada de la Vizana al norte de Salamanca y nada menos que hasta Astorga.
El Sr. Roldán tituló su famoso trabajo como "Iter ab
Emerita Asturicam", con un nombre inventado que
no figura en ningún documento clásico y menos en
el Itinerario de Antonino y con el que nos quiere
hacer comulgar el Sr. Grande mencionándolo así
expresamente. Y lo subtituló como "el Camino de
la Plata", porque le pareció bonito y punto.
Bien es cierto que en Extremadura y hasta
Salamanca la vía romana se ha conocido como
Camino de la Plata desde hace siglos. Así aparece
citado en una carta de Cristóbal Colón a su hijo en
1502 y en 1510 Elio Antonio de Nebrija (en su
Repetición sexta sobre las medidas, según la traducción de Jenaro Costas Rodríguez, en la edición
facsímil de la Universidad de Salamanca, 1981) dice lo siguiente: "También pertenece a la misma
Lusitania una vía famosísima, llamada vulgarmente ‘de la plata’. El pontífice Licinio fue el primero
que la construyó, después la rehizo César Trajano
y a continuación la restauraron Elio Pertinax y
otros emperadores, como se deduce por los mojones, a los que separan mil pasos. Fue trazada
desde Mérida, pasando por Cáceres, hasta
Salamanca, donde comienza a desaparecer en
la parte externa del puente y ya no se ve rastro
alguno de aquella vía".
Debería haberse informado también el Sr. Grande
El Nuevo Miliario
113
de que, en Astorga, se presentaron fotografías y
pruebas de la vía romana que comunicaba
Salamanca con el Duero, hasta el gran yacimiento
de Villalazán. Carretera romana que no coincide para nada con la cañada de la Vizana, ni con la "Vía de
la Plata del Sr. Roldan", ni con ningún camino de los
tratados hasta hoy. También se mostraron muchas
fotografías procedentes de prospecciones arqueológicas aéreas que muestran el mayor yacimiento romano de esa parte de la región, lo que fue la ciudad
romana de Ocelo Duri, en el Alba de Villalazán, así
como otros muchos vestigios más, de esta y otras
vías romanas de Astorga.
tores que inventaron el camino o pedir pruebas de
mayor peso de su existencia, supuesta romanidad
y valor histórico.
Se expusieron los argumentos de por qué la
Cañada de la Vizana no es vía romana de ningún
tipo ni posee ningún valor histórico especial,
llegándose a afirmar que, de mantenerse la promoción que hoy disfruta, estaremos ante una estafa cultural de grueso calibre.
Y qué decir del Camino de Santiago, de las varias
alternativas con que goza el Camino Francés y de
los muchos que nacen cada día desde todos los
sitios en dirección a Santiago, entre ellos, como
no, la manida Vía de la Plata. Pero: ¿qué pueblo
que se precie hoy en España no tiene un Camino
de Santiago (y un puente romano)?.
Desgraciadamente, es costumbre que la élite de la
historiografía universitaria no se queje nunca de
estas situaciones, mientras que no faltan historiadores de cabecera que avalan estas promociones
turísticas, bien por ignorancia o por mera necesidad de buscarse la vida, que ambas son malas
consejeras.
Nuevas investigaciones y excavaciones, que se
emprenderán en breve, certificarán aún más todo
ello y esperemos que en aras de la verdad, aunque no perezca que vayan a afectar a la vergüenza de los historiadores que defienden un camino
inventado sin pruebas y aún se empeñan en mantenerlo.
Respecto a la preocupación que muestran los municipios afectados, por la falta de valor histórico de
la llamada hoy Vía de la Plata, entiendo que deberían pedir las explicaciones pertinentes a los au-
Y no es que me parezcan nada excepcional este
tipo de engaños, más bien al contrario. De hecho,
al norte de Benavente hoy se promocionan ya dos
Vías de la Plata, una por Villabrázaro y Maire y la
otra por Torre del Valle y Pobladura, ambas sobre
viejas cañadas y caminos reales y ninguna con derecho a llamarse así, ni a contar con crédito especial de valor histórico pero, eso sí, perfectamente
señalizadas.
Supongo que la ciudadanía deberá tener al menos
el derecho de protesta por ello.
Señalización de la Vía de la Plata en el Puerto de Béjar (Foto: Santiago Bayón)
114
El Nuevo Miliario
nº 3, diciembre 2006
Un segundo comentario a la obra de Manuel Durán
Fuentes, con motivo de la segunda edición de su libro
"La construcción de Puentes Romanos en Hispania":
De lo que aconteció a un Quijote gallego (Manuel Durán) y un Sancho manchego
(Santiago Palomero) en una Venta y de un Final Feliz.
Santiago Palomero Plaza
Fue en Toledo y no en otro sitio, donde tuvo lugar el feliz
hallazgo de la Segunda Parte del Quijote y el presunto
responsable un tal Cide Hamete Benengeli, el que encontró el manuscrito nada más y nada menos que en el
Alcaná (Mercado junto a la Catedral) de Toledo, entre
judíos, trujumanes y lazarillos. Pues bien igual que las
segundas partes del Quijote no sólo fueron buenas, sino
mejores, lo mismo podemos decir de la segunda edicción de la obra de nuestro amigo Manuel Durán
Fuentes, desprovista del "lujo" de la primera y del prólogo de D. Manuel Fraga, casi diríamos que se vende todavía mejor, pues son sus textos, sus planos, sus fotos
y su contenido los que la siguen haciendo obra obligada
de consulta.
Esta segunda y afortunada edición de 2005, corregida
y aumentada, y editada por Galaxia, sigue teniendo el
mismo resultado que la primera, o sea que todo el que
quiera investigar sobre puentes romanos tiene que
empezar por aquí.
Ya en el número 1 de El Nuevo Miliario hacíamos una
crítica razonada de los muchos aciertos de este trabajo,
que empezó por Galicia y se extendió después a toda
Hispania y que hoy la hacen obra obligada de consulta
y de aprendizaje de casi todos los aspectos relacionados con la construcción de puentes en época antigua.
También expresamos en el citado número algunas paradojas; por ejemplo yo había protestado respecto al número de puentes romanos en Hispania, por lo que entendía era un "numerus clausus" de 35, pero Manuel
Durán en realidad tampoco lo daba por un número cerrado y él mismo me indicó que ya había descubierto en
Portugal otro puente que habría que añadir a la lista. Lo
que si es indudable y eso hay que agradecerselo a
Durán es haber "desmitificado" por completo la masiva
existencia de puentes romanos en Hispania, esa historia
de que "todo puente de sillares" es romano, después de
su trabajo, "ha pasado a la historia" y calculabamos los
dos en el calor de la venta manchega en que habrá que
hacerse a la idea de no más de 50 puentes de carácter
constructivo "romano" en toda Hispania.
nº 3, diciembre 2006
El hecho de conservarse más en la mitad occidental que
en la oriental, es, para Durán una consecuencia de los
propios cursos hidrológicos. En este sentido cabe equiparar la obra de Durán para puentes con la de Isaac
Moreno para calzadas y vías romanas, dos obras eminentemente prácticas y realizadas desde el punto de
vista de la ingeniería, pero de indudable valor para los
arqueólogos. La lección parece clara y evidente: Se
abre un horizonte común de intereses entre ambas profesiones; por eso desde esta revista se va a trabajar por
el sentido común y el entendimiento y no por el falso enfrentamiento, pues creemos que se puede y se debe
aprender unos de otros.
Pero volvamos a las paradojas, porque Manuel Durán,
vino a Ciudad Real para presentar una ponencia sobre
"Ingeniería hidraúlica romana en Castilla la Mancha: Los
Puentes" y aunque no conocemos el texto escrito, en la
intervención simplemente se limitó a señalar que una
buena parte de los citados en Castilla La Mancha como
puentes romanos son "prácticamente de antes de ayer"
(se refiere a los clásicos puentes de sillares de las cercanías de muchos de nuestros pueblos, cuyo topónimo
de Puente Romano se debe más a una admiración por
la durabilidad de las construcciones romanas que a la
romanidad misma de las obras de fábrica).
Respecto a algunos más conocidos como el de
Alcántara, en Toledo, a pesar de ser un candidato,
Durán no ve casi ninguna de las 14 características técnicas, por lo que no se inclina a considerarlo ni siquiera
como de "tradición romana", asunto que choca con
algunos sillares con inscripciones romanas, aunque
bien es verdad, que las refacciones en época califal y
taifa, así como las posteriores remodelaciones medievales cristianas y renacentistas, debieron afectar mucho a la construcción primitiva. Durán hizo un recorrido, a nuestro juicio demasiado rápido (en su favor hay
que reconocer que venir de Galicia hasta la Castilla
Profunda y Extensa a buscar puentes en invierno es todo un mérito) por la Región y sin criterios cronológicos
claros, salvo el de negar la romanidad de casi todos:
Nos hubiera gustado mejor obtener de él una pequeña
"Historia del Puente" en la región, con un ejemplo claro
El Nuevo Miliario
115
de puente romano, medieval, moderno, ilustrado o contemporáneo, que una negación romana general a la
mayor, que es lo que hubo.
Asuntos interesantes en los famosos 14 características
técnicas para distinguir la romanidad, según Durán, son
las marcas de cantero (nunca las hay en puentes romanos), las muescas de palanca, los tipos de cimentación
y las simetrías o asimetrías de los tajamares, el uso del
hormigón romano y los característicos sillares "a hueso",
entre otras.
Y es que esta es otra de mis paradojas, no me acabo de
fiar "sólo" de las características técnicas, considerando
sin embargo algunas muy importantes como las marcas
de cantero , las muescas de palanca, los sillares a "hueso" y el "opus caementicium", porque el atender las famosas 14 características a rajatabla es algo así como
aceptar que los romanos fabricaban los puentes "como
los churros en el aceite , en dos tamaños o pequeños o
grandes" y perdonen la expresión.
Me da la sensación que la construcción, incluso de una
calzada con miliarios, como la de Cartago-Nova a
Segóbriga (la Losilla, Chinchilla, por ejemplo) nos proporcionará todavía muchas sorpresas tanto a arqueólogos como a ingenieros y lo mismo digo de los puentes .
A Manuel Durán y a mí, aparte de muchos amigos gallegos comunes, nos une haber sido partícipes de la serenidad que se manifiesta en el puente medieval de
Allariz (muy bien restaurado por él)en Orense, en el que
a pesar del tráfico rodado, todavía hoy uno puede sentir
esa "seguridad" de puente antiguo y esa emoción de
entrada y salida, de antes y después.
Como buen gallego, se definió en la Mancha Profunda
como "un aprendiz", reconoció no ser "historiador", ni visitador excesivo de "archivos" pero sí un pertinaz estudioso de la técnica constructiva. Azote desmitificador y
Quijote de puentes romanos, Maleus Maleficarum de
eruditos "herejes", pero a la vez, con su postura iconoclasta, "pontificó sobre puentes", como un revolucionario, en el mejor sentido de la palabra.
A un tipo así, no puede por menos que regalársele un
"puente metafórico paradójico" como final feliz, que se
merece por haber logrado remover un mundo tan estático. Sólo otro ingeniero, Rafael Sánchez Ferlosio, podría
hacerlo desde el Primer Libro de la Historia de las
Guerras Barcileas, trasunto de lo contado en mas amplitud en "El Testimonio de Yarfoz":
tes: los Grágidos y los Atánidas. Era un río caudaloso,
peligroso, de impróvidos deshielos, largos estiajes y
muy enrevesado, sirviendo de límite más o menos aceptado entre los dos pueblos. Dotado de un servicio de
balsas permanente a través del Vado de la Bola, acabó,
con el tiempo, por albergar el primer puente de la historia barcilea, construido en la Tercera Paz, en la que Los
Príncipes Concordes de uno y otro pueblo, decidieron
en un Paseo por el vado de la Bola, construir un Puente
que uniese ambas orillas. La condición era que cada
pueblo hiciese su proyecto independientemente, al arbitrio y gusto de los maestros constructores de cada nación. Pero fueron los "problemas técnicos"los que frenaron el proyecto inicial, pues según los Maestros grágidos
el puente había de tener 56 ojos, mientras que según
los cálculos atánidas debían ser 64. Pero eso fue solo el
principio, pues cuando ambas Comisiones se mostraron
recíprocamente los Proyectos se vió que no sólo eran
distintos en los materiales, aparejo y estructura, sino
que ni la altura sobre el nivel del agua, ni la anchura entre pretiles eran las mismas. Al final, Estagecio por los
grágidos y Ispifús por los atánidas fueron encargados de
consturir su mitad, con arreglo al proyecto de cada pueblo, repartiéndose los ajustes necesarios, subsanando la
incongruencia de medidas con suplementos extraños a
la obra misma y siempre postizos y desmontables, como
la rampa de macizo entarimado desmontable que permitiría salvar a los carruajes el escalón que había de quedar en el punto de contacto, un desnivel, por lo demás,
no excesivamente grande".
El que quiera saber el cogollo de esta historia deberá leer
a Ferlosio, un placer por otro lado, pero algunas pistas,
útiles además para el Final Feliz, dedicado a Manuel
Durán, dejaremos en el camino. Por ejemplo, el ingeniero Ispifús, dijo: "No jugamos aquí a ver quien termina
antes, sino a hacer una obra buena, hermosa y duradera...no es el tiempo en construirlo el que debe preocuparnos, sino el tiempo que el puente haya de perdurar
después".
Esperamos que el final feliz haya sido digno de la gran
obra de Durán y que sea nuestro común amigo, Xosé
Carlos Sierra, el que pueda contar y cantar esta historia, como Homero, acompañando los ditirambos con un
cayado, desde lo alto del puente de Allariz y acabemos
dándole todos la razón a Fernández Ordoñez, que siempre citaba a Palladio, para demostrar la "iustitia" de los
puentes bien construidos y los libros bien hechos, ayer y
hoy.
"El rio Barcial separaba desde los tiempos más antiguos
los territorios de hecho de los dos pueblos contendien-
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El Nuevo Miliario
nº 3, diciembre 2006
LO QUE SE DICE...
LO QUE SE DICE EN… ARCHPORT
Archport es la más importante lista de correo de
arqueología de la Península Ibérica. Con 621 mensajes en 6 meses rompe todos los records de participación. Para apuntarse esta lista basta con visitar http://www.uc.pt/pag_uc/lista_archport.html y
seguir las instrucciones. Éstos son los asuntos
más destacados, separados temáticamente, tratados entre mayo y octubre de 2006:
Reuniones científicas: En los días 24-26 de
mayo hubo una reunión científica llamada
Sidereum Ana I: el Guadiana en época post-orientalizante organizada por el Instituto de Arquología
de Mérida. El FERCAN (Fontes Epigraphicae
Religionis Celticae Antiquae) celebró su VII reunión científica en Cascais los días 25-27 de mayo.
En el 7-8 de junio tuvo lugar en Montemor-o-Novo
el II Congresso Internacional sobre Etnografia. El
6-7 de julio se celebró en Elche el congreso internacional con el tema "La Dama de Elche en la
oikoumene mediterránea". Los días 26-28 de octubre se celebró el III Encontro de Arqueologia do
Sudoeste Peninsular en Aljustrel. En esos mismos
días, en Gijón, tuvo lugar el IV Colóquio
Internacional sobre Arqueología con el tema "Las
villae tardorromanas en el Occidente del Imperio:
arquitectura y función". José d’Encarnação nos
informó de la celebración del 4º Encontro de
Arqueologia do Algarve, celebrado los días 24-25
de noviembre, y dedicado a homenajear a Estácio
da Veiga. También el 23-25 de noviembre tuvo lugar el XXXI Congreso de GIREA con el título
"Resistencia, sumisión e interiorización de la independencia" en Salamanca. Ya se ha anunciado la
reunión 2007 de CAA (Computer Applications in
Archaeology), con el título "Layers of perception:
advanced technological means to illuminate our
past", a celebrar en Berlín entre el 2 y el 6 de abril
(www.caa2007.de).
Nuevas publicaciones: El número 8 del Journal
of Iberian Archaeology será una colección de artículos con el título Approaching Prehistoric and
Protohistoric Architectures of Europe from a
"Dwelling Perspective", editado por V. O. Jorge et
al. También sale a la luz una nueva revista electrónica llamada Praxis Archaeologica (www.praxisarchaeologica.com), publicada por la Associação
Proffisional de Arqueólogos. Otra nueva revista es
nº 3, diciembre 2006
Museal, dedicada a los museos del Algarve.
También nuevo el volumen Migrare-La Formation
des Élites dans l'Hispanie Romaine, editado por
Caballos Rufino y Démougin. Rodríguez Neila publicó "Tabulae Publicae" (Archivos Municipales y
Documentación Financiera en las Ciudades de le
Bética)
(ISBN
84-9772-767-3).
También
d’Encarnação Epigrafia - As Pedras que Falam
(ISBN: 972-8704-67-4). Vallejo Ruiz ha empezado
a publicar los resultados de su proyecto sobre antroponimia lusitana, con un anejo de Veleia (Series
Minor 23) llamado Antroponimia indígena de la
Lusitania Romana (ISBN 84-8373-746-9). Ya se
pueden descargar por el eMule todos los volúmenes de Roman Imperial Coinage, para los amantes
de la numismática. Caballos Rufino repite en este
número con su publicación El Nuevo Bronce de
Osuna y la Politica Colonizadora Romana (ISBN
84-472-1049-9). Sartori y Valvo han editado un libro llamado Hiberia – Italia / Italia – Hiberia (ISBN
88-323-6051-9), sobre las relación entre Hispania
e Italia en tiempos romanos.
De especial interés para nuestros lectores será la
obra editada por Sande Lemos, Roteiro Geira / Via
Nova na Serra do Gerês. De Bracara Augusta a
Asturica Augusta, enmarcado en el proyecto
Interreg IIIA, y que cubre la Via Nova milla a milla y
con gran detalle. Esta vía, por cierto, está siendo
actualmente excavada. También, Mayet ha reunido
diversos textos de Robert Étienne, con el título de
Itineraria Hispanica, que será de gran interés para
nuestros lectores.
Otros asuntos: Jacqueline Periera dio a conocer un
nuevo blog sobre arqueología basado en cuestiones
teóricas y con muchos links de utilidad (http://arqueoblog.blogspot.com/). Desde este blog se dio impulso
a la idea de crear un TAG (Theoretical
Archaeology Group) nacional en Portugal, para
promover la discusión teórica en el país vecino.
También el Centro CIL II de la Universidad de Alcalá
de Henares, ha actualizado y puesto a disposición
del público su base de datos on-line:
http://www2.uah.es/imagines_cilii/
La fatalista intervención de João Paulo Pereira sobre el yacimiento de Conimbriga y su estado actual
suscitó muchas reacciones y controversias sobre
si realmente está a la altura de lo que se publicita.
Virgílio Hipólito Correia zanjó la cuestión con una
El Nuevo Miliario
117
larga explicación. La terrible noticia de la amenaza
a la capital visigoda que suponía el ensanche urbanístico de Toledo también llamó la atención de
los archportianos. Además, hubo alguna polémica
con los concursos de contratación para plazas de
funcionarios en el campo de la arqueología.
Pedro Barros llamó la atención sobre un probable
trozo de calzada romana descubierta en Messines
(concelho de Silves). En una época bastante reivindicativa, hubo un conato de indignación en relación a la explotación laboral y económica de los arqueólogos. Sin embargo, la virulencia de los atacantes y su anonimato animó a d’Encarnação,
siempre vigilante, a amonestarles. Sin embargo el
debate siguió entre los anónimos y el resto, poniendo en tela de juicio desde la hombría de unos
hasta la cobardía de otros. Vamos, un espectáculo. Curiosamente acabó convirtiéndose en un
tema de resolución de cuestiones de ortografía.
Finalmente d’Encarnação tuvo que volver a intervenir "em nome do bon senso" y la cosa quedó
allí. No hay como tener tablas.
Un asunto más liviano fue el que comentaba
chistoso un artículo de 9 páginas con 15 autores, aparecido en un curriculum. Esto derivó en
un debate sobre la importancia de consignar los
equipos, como forma más adecuada que enumerando los autores individualmente.
Murió durante su labor como arqueólogo Armando
Sabrosa, de 42 años, pérdida muy lamentada en el
foro de Archport, ya que fue tan buen profesor como profesional. También murió José Luis
Cunchillos Ilarri, a los 70 años, célebre filólogo
orientalista. João Carlos Lázaro Faria, "João
Alentejano", gran especialista en Salacia, también
nos dejó a los 46 años. Alicia Canto alertó de dos
bajas: Carmen Gasset Loring, presidenta de la
Fundación de Estudios Romanos de Mérida, y
Christian Ewert, especialista en el mundo la arquitectura islámica hispana.
G.S.R.
LO QUE SE DICE EN…
ARQUEOHISPANIA
Arqueohispania ha renacido de sus cenizas. La
idea original, que data de 1997, era de una web
que centraría y ordenaría todo tipo de información
sobre arqueología. Sin embargo, los avatares y la
118
El Nuevo Miliario
pérdida de su dominio ha hecho que tan solo
ofrezca un servicio de lista de correo (aunque puede decirse que Terrae Antiqvae hace las veces de
supersite arqueológico: http://terraeantiqvae.blogia.com). Es un boletín de novedades y noticias de
arqueología hispana, como bien indica su nombre,
y para suscribirse no hace falta más que remitir el
e-mail en la dirección
http://runas.cap.gva.es/mailman/listinfo/arqueohispania.
Teniendo en cuenta que Arqueohispania se caracteriza por ofrecer un torrente de noticias sobre hallazgos arqueológicos en la península,
estas son las principales novedades publicadas
en ella entre mayo y octubre de 2006.
Publicaciones: Pablo Ozcáriz nos anunció la publicación de su libro "Los conventos de la Hispania
Citerior", especializado en la administración de la
cercana Hispania, dentro de una colección de
ciencias jurídicas. Alberto Plata también hizo publicidad de su nuevo libro "El ciclo productivo de la
sal y las salinas reales a mediados del siglo XIX".
Noticias: Juan Llantada Sacramento comunica
que se ha descifrado una épica ibera en un vaso,
encontrado en La Serreta, cerca de Alcoi, gracias
a la labor de Ricardo Olmos e Ignasi Grau.
Deobrigense denunció la destrucción parcial del
yacimiento de Arce-Mirapérez, en Miranda del
Ebro, con la construcción de una rotonda en una
zona de protección arqueológica. Este hecho fue
debidamente alertado a todas las autoridades, y
poco después ya hubo control arqueológico de la
obra, para enhorabuena de todos. Juan Llantada
también notificó el descubrimiento de un gran pecio cerca de Villajoyosa, en Bou-Ferrer. Beatriz
Alonso volvió a alertar sobre el terrible destino que
está teniendo el yacimiento del Carambolo en
Camas (Sevilla), tema que, por una vez, inspiró
reacciones de otros colisteros.
Una reflexión de la editorial: A pesar del ánimo que
impulsa esta lista, el trabajo de Joaquín Salmerón.
También a pesar del apoyo y profusión del consistorio ciezano, con una vida cultural refrescantemente
dinámica. A pesar de todo ello, y sin dejar de animar
a los lectores a suscribirse a esta lista de correo,
estimamos que los contenidos no se adecuan a
esta sección. Es por ello que a partir de ahora
no seguiremos editando Lo que se dice en…
Arqueohispania.
G.S.R.
nº 3, diciembre 2006
LO QUE SE DICE EN… TRAIANVS
TRAIANVS es un conocido foro sobre ingeniería
romana instalado dentro de Rediris, una website
diseñada para el intercambio de información en la
investigación española. Para visitar la página de
TRAIANVS dirigirse a http://traianus.rediris.es/.
Presentamos aquí un breve resumen de los asuntos más destacados tratados en el foro, con las valiosas aportaciones de sus miembros, entre mayo
y octubre de 2006.
El Congreso de Astorga y la vía de la plata: El
anunciado III Congreso de Obras Públicas
Romanas de Astorga, celebrado los días 5-7 de
octubre, tras gran expectación, acabó celebrándose con gran éxito y polémica (¿cómo puede ser
uno sin el otro?). Isaac Moreno presentó los resultados en prensa de una reunión comentada in alter
loco de este número. La Vía de la Plata volvió al
candelero en un debate más de nombres,
Santiago Palomero observó que los ingenieros
estaban revitalizando el estudio de los caminos antiguos, y olé por eso. Lo que parece más claro que
nunca es que esa calzada romana, llamada modernamente "de la Plata", no pasaría por Zamora,
sino por Villalazán, donde importantes descubrimientos hacían creíble que fuese el Ocelo Duri de
los itinerarios. Sin embargo el asunto no está libre
de debate, como demostró la defensa de Ernest
Loewinsohn del paso del Duero en Zamora.
Mariceli anunció la ampliación de su Ábaco en un
suplemento de esta revista, por considerarlo fundamental para dirimir algunas cuestiones relacionadas con la vía argentea.
La arqueología de las vías-cañadas: El tema de
la vía de la Plata también llevó a un debate más
general sobre la arqueología de las calzadas. Por
un lado se intentó dilapidar, por mano de Jesús
Sánchez, la tradicional asociación de cañadas con
antiguas vías. Sin embargo, Jesús Rodríguez, defendió el potencial de "fósil de vía" de una cañada
antigua. En este tema, Isaac defendió la prudencia
y la búsqueda de calzadas romanas probadas documentalmente para conocer su morfología.
Otra consecuencia del congreso fue la denuncia
de que el monte Teleno era campo de tiro artillero.
Paradójicamente, este destino parecía hacer que
se mantuviese relativamente intacto de actuación
humana.
La arqueología de las vías - estrategia:
Carraquinea ha denunciado a las más altas instan-
nº 3, diciembre 2006
cias la destrucción de un visible y espectacular tramo de vía entre Chinchilla y Albacete. Sin embargo, parece que las reclamaciones surtieron su
efecto y se paralizó la destrucción. ¡Olé por
Carraquinea!. Mucho tiempo después volvió este
asunto, ya después del citado congreso y enlazando con el debate sobre destrucción de calzadas y
otros yacimientos por actuaciones antrópicas, con
imágenes sobre la actuación arqueológica que
había destruído la calzada. Arqueólogos, ingenieros y aficionados comentaron sobre qué problemas estructurales se enfrentan al tener que excavar un camino, y quizá como podría corregirse en
el futuro. Realmente fueron unas semanas ejemplares sobre la función de estas listas de correo, y
lo que se puede llegar a sacar con unos participantes activos, inteligentes, respetuosos y abiertos.
Una verdadera delicia.
Anuncios y rogativas: Isaac Moreno nos anunció
la estupenda Tàrraco Viva, la VIII edición de una
semana de divulgación de historia romana, con todo tipo de actividades y exposiciones. Maria Jesús
Riaño nos invitó al V Encuentro de la Calzada
Romana, un paseo por una vía entre Cerezo y
Briviesca, guiada por Isaac Moreno y Manuel
Durán.
Por medio de Moncho Trigo, se produjo una petición de ayuda de una comunidad franciscana del
Valle de Valcarce, que buscaba recuperar su
aspecto románico. Los miembros de la lista dieron,
como siempre, varios y valiosos consejos. Juan
Gil, indignado, alertó del proyecto de construcción
de una gran refinería en Tierra de Barros, en una
propiedad por la que pasa la Vía de la Plata y
Camino Mozárabe de Santiago. La asociación
"Amigos de la Vía de la Plata" preparó por ello una
gran movilización de protesta, que suscitó repetidas muestras de apoyo. Isaac Moreno dio noticia
del descubrimiento de un nuevo acueducto en
Sasamón.
Anfiteatros: Ante las aportaciones de Carlos
Sánchez-Montaña sobre el urbanismo de Asturica
Augusta, Ernest Loewinsohn intentó aclarar su
grado de seguridad respecto al emplazamiento del
anfiteatro asturicense. Carlos hiló esto con un trabajo sobre anfiteatros en España, acompañado de
fotografías aéreas de ellos. Muchas muy interesantes, otras un poco crípticas. A colación, Emilio
Campomanes anunció que se había encontrado
el anfiteatro de León en una excavación suya, y
que pronto se harían saber los resultados de esa
investigación. También nuestro coeditor Santiago
El Nuevo Miliario
119
Palomero anunció el descubrimiento, por fin, del
Circo de Segobriga.
G.S.R.
El Nuevo Miliario: entre el lirismo y la
política.
Carta de Jesús Sánchez Sánchez
(4/08/2006)
Estimado amigo:
Tras lamentar el escaso tiempo de que dispuse para saludarte fugazmente en el Congreso de
Caminería celebrado en Pastrana, te escribo las
siguientes líneas relacionadas con EL NUEVO MILIIARIO (NM), que te envío en tu calidad de
miembro del Consejo de Redacción y yo en la de
suscriptor. Serán palabras un poco críticas que
espero consideres constructivas. Han surgido
como medio de expresar una primera impresión
que me ha suscitado la lectura – superficial –
del número 2, que acabo de recibir.
Si tuviera que poner un título a esta carta, elegiría
el de "El Nuevo Miliario: entre el lirismo y la política".
Adelantaré que considero al lirismo como un elemento esencial de la vida de las personas y a la
política como algo respecto de lo que es imposible
vivir sin que nos afecte. Y, por lo tanto, no creo que
sean entidades a las que haya que dar la espalda.
Sin embargo, tal vez le sorprende a uno encontrarlas en textos donde no esperaría evidenciarlas. Me
explicaré. Hablo de lirismo, en su acepción de
"abuso de las cualidades características de la poesía lírica, o empleo indebido de este género de
poesía o del estilo lírico en composiciones de otra
clase". Y llamo aquí "política" simplemente a la expresión pública de valoraciones políticas.
Me ha parecido detectar un cierto lirismo mezclado
con política en varias páginas del nº 2 de NM. Por
ejemplo, en la p. 3 aparece un "miliario" que nos
cuenta en primera persona su peripecia quijotesca
y peregrina. Relato que incluye valoraciones sobre
los funcionarios públicos de los Ministerios de los
años sesenta ("tristes funcionarios aduladores") y
de su lugar de trabajo ("patio de Monipodio"). En la
p. 6, esta vez el "anciano miliario" tras lamentar
"los injustos años de ostracismo a que fui someti-
120
El Nuevo Miliario
do por la Dictadura" no duda en tomar partido al
calificar de "felonía demagógica" la actitud reciente
de "algunos ciudadanos capitaneados por su alcalde" a quienes acusa ("presuntos salvadores de archivos") de haber olvidado que "los papeles"
"habían sido robados por la Dictadura" (p. 7). En la
p. 39 es ahora un puente el que habla "cuando todavía el hormigón no ha fraguado entre mis arcos", el cual, sin embargo, también valora la
actividad de cierta Comunidad Autónoma ya que
"escogió apartar la vista" haciendo dejación de
sus responsabilidades. También este puente relaciona sus cambios de aspecto con la intención
de cierto alcalde de "impulsar aún más su brillante carrera política".
En la p. 63 ocurre ahora otra presentación: "somos
dos miliarios", pero realmente "somos los detectives 007, con licencia especial nombrados por la
Comunidad Intermiliaria para mantener el orden";
pero además sorprendentemente disponen de
"medios de locomoción": "Rocinante para mi señor
y un rucio para un servidor". Y es que su misión es
"apatrullar La Mancha" sin apenas distracción: "el
Fary será su único entretenimiento" (p. 65). El
lirismo se acentúa al observar la autoría de la
colaboración: "Por ‘D. Quixote y Sancho’ los
‘Hernández y Fernández de la fraternidad detectivesca miliaria". (No aparecen otros datos sobre su autor). Pero no hemos terminado; nos faltan
otros miliarios, esta vez con propiedades telepáticas: en la p. 5 se comunican entre ellos aunque
estén "junto a la calzada, en un museo o en un
viejo corral troceados". Como vemos, no todo el
lirismo va unido a la política. También aparece el
lirismo místico: el "Ábaco Maricelitano" es una
herramienta que "nos permite acercarnos hasta
Él" (p. XV de Suplemento número I). Si para el acceso a la divinidad necesitáramos el concurso de
algunos monjes zen, podemos encontrarlos en la
p. 5. Los dioses del Olimpo aparecen citados en la
p. 3.
Y repito que el lirismo en dosis adecuadas puede
ser relajante, bien humorado y hasta didáctico para la edad infantil. Pero, ¿es necesario tanta acumulación de miliarios parlantes y telepáticos; de
puentes que hablan y de esa inefable trinidad miliaria-quijotil-detectivesca, todos ellos bien reconfortados espiritualmente entre los monjes zen y
el misticismo teresiano-maricelitano?
En fin, comparto que NM aspire "a la gloria de la
extravagancia" (p. 3), pero me gustaría que lo fuera aprovechando las lecciones de su antecesor, El
nº 3, diciembre 2006
Miliario Extravagante caracterizado por su rigor intelectual, su indudable libertad científica y total independencia de criterio. Y, particularmente, por su
capacidad para permitir el debate y la confrontación de ideas. Lo que, en cambio, me parece menos edificante en NM es que algunas de las valoraciones políticas antes citadas aparezcan suscritas por los propios editorialistas de NM. Cabe pensar: ¿podría alguno de esos "ciudadanos capitaneados por su alcalde" (que han sido aludidos) exponer en turno de réplica en estas mismas páginas
su versión sobre la valoración de sus actos como
"felonía demagógica"? ¿O es que hay alguna posibilidad de llegar a la síntesis si no es contando con
la antítesis? Y, en definitiva, ¿es deseable dar cabida en las páginas del NM al debate político?
Me pregunto: ¿podrá el NM repetir la gesta del
Miliario Extravagante viviendo libre, a la intemperie, sin el sometimiento a lo conveniente, sin padre
ni patrón y sin pedir ni esperar la bendición de tal o
cual corporación? En todo caso, me permitiría hacer un llamamiento para que en este "boletín sobre
vías romanas, historia de los caminos y otros temas de geografía histórica" editorialistas y colaboradores nos centremos en la búsqueda de la verdad científica y releguemos un poco la lírica, la
mística y, cómo no, las valoraciones políticas.
Renovemos la utopía.
Por cierto, el resto del contenido de este nº del NM
me parece estupendo.
Un cordial saludo.
Carta de Raúl Vega Cerezo (6/8/2006):
Estimado "miliarense":
Ayer recibí el número dos (tres con truco) de El
nuevo Miliario. Una ojeada rápida al contenido
me ha causado buena impresión, en general; sabido es que, estando uno abierto a todo tipo de información y conocimientos, siempre hay temas más
interesantes o aprovechables para la propia labor
que otros.
Bajando a lo particular, considero un exceso el
sahumerio dedicado al "dolfos" salmantino. De todos los modos, no deja de ser útil conocer también
su contenido para corroborar la sospecha de que
el asunto del traslado del miliario bejarense estuvo
nº 3, diciembre 2006
relacionado con la polémica del Archivo, y que de
no haberse producido este último contencioso lo
del miliario podía haber dormido otros... y pico
años. Había que buscar modos de congraciarse
con la plebe local, buscar la foto (...)
Más sobre el miliario de Nuevos
Ministerios (río Sangusín)
Carta de Manuel Santonja (22/08/2006)
(extractos)
(...) veo en el número 2 -además de la entrevista
con Caldera, que es jugosa- un comentario de
Urbano Domínguez sobre la devolución del miliario
que estaba en Nuevos Ministerios a su punto de
origen [véase p. 22 de este número, N. del Ed.]. Ya
no me sorprende casi nada de lo que pasa en
Salamanca, pero es curioso comparar la que se
montó para que no se llevaran a Cataluña el
Archivo, y la reacción en este caso, sin que prácticamente nadie haya expresado públicamente el
menor signo de satisfacción, ni de aprecio por el
miliario, un documento histórico de bastante más
importancia patrimonial para Salamanca que los
famosos papeles.
(...) Como pueden comprender los lectores de El
Nuevo Miliario, nosotros -me refiero fundamentalmente a Nicolás Benet, entonces arqueólogo territorial de Salamanca, y a mí, responsables del emplazamiento elegido- también conocíamos el significado de las iniciales y el que antes hubiera estado en el centro del cauce del Sangusín.
La alternativa era reponerlo en dicho sitio, orientando las iniciales de los tres pueblos hacia ellos
(letras por cierto que están grabadas dañando la
inscripción romana y que de medievales, lo siento,
pero no tienen nada, se ven en bastantes más de
los miliarios de la zona que delimitan términos municipales, demarcaciones que como casi todo el
mundo sabe son bastante más modernas) o dar
primacía a la inscripción antigua y emplazarlo cerca de donde estuvo -está ahora a unos 20 m-, pero en un lugar a salvo de crecidas y en el que el
epígrafe romano se pudiera observar con comodidad. Nada garantiza, además, que el punto de ubicación precedente fuera el originario, puesto que
bien pudo ser trasladado allí cuando se deslindaron los términos de estos municipios.
Para nosotros la elección era obvia, y ya asumíamos que habría discrepantes, pero la verdad es
El Nuevo Miliario
121
que no me imagino una polémica en Barcelona por
colocar en un estante o en otro los legajos devueltos desde Salamanca. Aquí somos más originales.
Hay una cosa más que debe ser aclarada para
que no quede recogida una información errónea
en El Nuevo Miliario. La columna correspondiente
a la milla 140 que se trasladó a Guijuelo a la vez
que la de Nuevos Ministerios, y que Urbano
Domínguez pide que se devuelva, ya se repuso en
la calzada hace años, no recuerdo la fecha exacta,
pero más de diez. La que queda en Guijuelo es un
interesante ejemplar con el numeral de la milla 142
-la misma que la de "Nuevos Ministerios", y también llevada a Guijuelo cuando las otras dos- conservado, que pudiera corresponder a Nerón. De
esta milla se conservan miliarios de Nerón, Trajano
y Adriano (éste actualmente en un corral en
Peromingo) y no estaría mal que alguna vez los
tres volvieran a estar juntos en el paso del
Sangusín. Espero que si ese día llega sea una satisfacción, sin reservas, para todos (...)
Caminos en Chiclana de la Frontera
Carta de Francisco Vázquez Cañas
Alta", horno romano en el centro de la localidad
Calle La Fuente, horno de el "Fontanal", utensilios
hallados en la Loma del Puerco, etc.. que parecen
atestiguar un poblamiento continuado al menos
desde época fenicia. Que nada tiene que ver con
la repoblación de 1303, que se ha utilizado de
manera oficial como fundación de Chiclana.
Una serie de preguntas se me plantea: No parece
lógico que se localizara en el término de Chiclana
la "mansión" Ad Herculem, recogida en el itinerario
de Antonino. Pues quizás fuera razonable que esta
mansion estuviera en tierra firme. ¿Es esto correcto?
¿No se tiene constancia de que la vía Heraclea,
pudiera terminar en este punto y llegase hasta el
Santuario de Melkart?
Si esta datado por resto arqueológico un poblamiento romano, ¿no se tienen indicios de qué posible ciudad se pudiera tratar.?
Esperando no serle causa de molestia, sino que
pudiera atender algunas de estas dudas, les quedo muy agradecido de antemano.
Estimados Sres.:
Recientemente, mi localidad Chiclana, se ha
puesto de actualidad por el descubrimiento de un
resto de muralla y poblamiento fenicio que parece es de bastante importancia.
Dos posibles hallazgos casuales, con marea baja,
en la zona de Sancti Petri, me han picado la curiosidad.
El primero fue debajo de la fortificación del XVIII
que está en el islote aparecen unos restos que
pudieran ser romano, es algo conocido y que lo
atestiguan en alguna publicación, el segundo fue
hace escasas fechas al apreciar un posible resto
de "calzada" igualmente con una gran marea
baja, en la zona entre Torre Bermeja y el espigón
de Sancti Petri.
Es por ello por lo que me tomo el atrevimiento de
consultar, por si me pudiese orientar acerca de lo
siguiente:
Los restos arqueológicos hallados en Chiclana
hasta la fecha, independientemente de los hallados en Sancti Petri y expuestos en diferentes museos, son: lápidas funerarias romanas en "Huerta
122
El Nuevo Miliario
El galimatías maricelitano
Carta de Gonzalo Arias
Mariceli López Pascual siempre me ha sorprendido, y a menudo me ha hecho sentir un fuerte complejo de inferioridad. ¡Lo que sabe esta mujer, y
con qué soltura se mueve entre los números! Si alguna vez me hubiera creído bien dotado para las
ciencias exactas, bastaría el esfuerzo que últimamente he hecho tratando de entender a Mariceli
para disuadirme de tal idea.
Me refiero, evidentemente, a El ábaco maricelitano
(Suplemento nº 1 de El Nuevo Miliario). En
conjunto, su contenido, su interpretación y su utilidad constituyen para mí un arcano que no consigo
penetrar. No voy pues a emitir un juicio crítico sobre el fondo de algo que me supera. Pero, pensando que a veces es útil que los ignorantes demos
un toque de atención a los sabios -–y a las sabias—para instarles a ser más claros en sus exposiciones, voy a atreverme a hacer algunos comentarios sobre la forma de este curioso trabajo.
Para empezar, observo que hay unas 4 páginas y
media de texto y fotos frente a 9 páginas y media
nº 3, diciembre 2006
de tablas numéricas. El texto es claro y contiene
unas cuantas informaciones generales sobre la
métrica antigua, pero mi reparo es que no sirve en
absoluto para aclarar o explicar las tablas numéricas, de las que está enteramente desvinculado.
Veamos la primera tabla (páginas IV-V), en cuyas
filas y columnas se despliegan no menos de 400
cifras. El título general es "Ábaco de unidades antiguas de medida", bajo el cual hay dos subtítulos
que parecen mas bien atribuibles a las tablas siguientes.
En la primera fila (y prescindiendo de la segunda
columna, titulada "Pie-Codo-Braza, que resulta
estar en blanco, así es que no sé a qué viene) se
despliegan nada menos que 19 tipos de "leguas al
grado", entre las que identifico la de 17,5 leguas
por grado geográfico, llamada según Coello "de
Camino Real", que tendría 22.508 pies (22.813,16
pies según los mapas provinciales de Coello), y
también la de 20 leguas al grado, a la que se atribuye el valor de 5.572 metros (es sin duda la que
el diccionario de la RAE da el valor de 5.572,7 metros). Pero estas referencias a Coello y a la RAE
son mías y no de Mariceli, la cual renuncia expresamente a apoyar su nube de cifras en los "textos
y manuales de obligada consulta" a los que se remite de manera genérica.
Para los 19 tipos de legua se consignan también
en esta tabla (¿para qué?) los valores (en Km,
aunque no se diga) de su quinta parte, su cuarta
parte y su tercio.
Las cuatro líneas finales de la tabla parecen expresar, para cada tipo de legua, los valores kilométricos de su cuarta parte, su mitad, sus tres cuartos y
su unidad (redondeada).
Por este camino, evidentemente, el número de páginas que podrían rellenarse con cifras es inconmensurable.
La tabla de las páginas VI-VII nos da por un momento la esperanza de llevarnos al terreno familiar
de las vías romanas, pues en ella se hace referencia a la distancia León-Calahorra y, sobre todo, a
la vía A-XXX (que yo prefiero llamar A30, pues es
sabido que esta numeración no es de origen
romano sino que la adoptó Saavedra en cifras
arábigas). Pero hay aquí demasiadas cosas que
me desconciertan. ¿Por qué las cifras antoninianas 95-27-24-44 aparecen perdidas en la tercera
columna en un maremágnum de más de 700 ci-
nº 3, diciembre 2006
fras? ¿Por qué en la primera columna aparece con
profusión la abreviatura "m.p." sin cifra alguna?
¿Qué significan las abreviaturas "*L.", "*Lugar",
"*FI" en la primera columna?
Un aficionado a los juegos de números puede entretenerse tratando de seguir los pasos de
Mariceli. Por ejemplo, he visto que dividiendo cada
uno de los números de fondo blanco por el dígito
correspondiente de la segunda columna se obtiene el número de la fila superior con fondo gris.
Seguro que hay otras combinaciones curiosas, pero no veo en qué medida esto nos puede acercar a
la interpretación de los itinerarios o a la determinación del valor de la milla.
Demostrada ampliamente mi incompetencia, renuncio a enfrentarme con las tablas de las páginas
VIII-IX y X-XI.
Para terminar, he aquí algunas dudas que me
suscita la última tabla (págs. XIV-XV):
¿Por qué se consignan dos valores métricos distintos (184,69 y 184,72) para el estadio romano?
¿De dónde sale el valor 1.477,50 para la milla romana, cuando la práctica totalidad de los autores
le atribuyen 1.480 ó 1.481 metros?
¿Por qué se cifran el estadio y la milla olímpicos
en 192,4 y 1.539,3 m respectivamente? ¿Ignora
Mariceli, suscriptora y colaboradora de El Miliario
Extravagante, la determinación exacta del estadio
olímpico en 192,27 m gracias a las excavaciones
de arqueólogos alemanes en 1879-1881 (ME 75,
33-35)?
Continúa la polémica por las obras del
Puente de Toledo (Madrid)...
El ingeniero Leonardo Fernández Troyano, especialista en la construcción de puentes y en el estudio de puentes históricos, ha publicado en el número 143 de la revista Ingeniería Civil (octubre de
2006), editada por los Ministerios de Fomento y
Medio Ambiente, un artículo titulado "La puente segoviana y la puente toledana" del que, por su interés, y agradeciendo al autor la autorización para
reproducir su texto en este número de El Nuevo
Miliario, extractamos a continuación los párrafos
finales (págs. 46 y 47):
El Nuevo Miliario
123
"No conocemos el proyecto actual más que por los
periódicos y por los folletos editados por el
Ayuntamiento. Pero, de lo que hemos visto, podemos sacar algunos criterios generales, a partir de
todo lo dicho anteriormente.
Lo que más nos ha sorprendido es que se hable
de una recuperación del río, y en ella no se incluya
la recuperación del puente de Toledo, sino todo lo
contrario. Se consolida "ad aeternum" la situación
actual de la canalización [del río], que repetidamente denunció como bárbara Fernández Casado,
y se hacen en el puente actuaciones irreversibles,
como es romper parte de las pilas con los cajones
que alojan la nueva autopista, y por ello estas pilas
nunca podrán ya ser desenterradas. Quiero recalcar que se va a actuar sobre los basamentos de
las pilas que en el proyecto de Pedro de Ribera
quedaban vistos, y no sobre los cimientos, en zonas de ellas que estaban a la vista hace aproximadamente 60 años, hasta que se enterraron cuando
se hizo la canalización.
La Ley del Patrimonio Histórico Español, en su
artículo 19, dice lo siguiente: "En los Monumentos
declarados Bien de Interés Cultural no podrá realizarse obra interior o exterior que afecte directamente al inmueble o a cualquiera de sus partes integrantes o pertenencias, sin autorización expresa
de los organismos competentes para la ejecución
de esta ley".
No conozco el proceso que se ha seguido en este
caso, ni el organismo competente que ha dado la
autorización, pero resulta sorprendente que haya
permitido una actuación irreversible como la que
se va a hacer en partes esenciales de un
Monumento Nacional como son las pilas del
Puente de Toledo. La existencia de una autorización para actuar de esta forma irreversible en las
pilas del puente nos lleva a dudar de la competencia del Organismo que la haya dado, y si no existe
esa autorización para actuar en las pilas, la obra
no es legal.
Sabemos también por los periódicos que se están
haciendo actuaciones de consolidación y de recalce del puente de Toledo, pero no conocemos que
se haya hecho un proyecto de actuación en el
puente con todas las garantías que debe tener una
intervención como ésta en un Monumento
Nacional.
Como resumen, podemos decir que en toda la
historia de estos dos puentes madrileños, salvo
124
El Nuevo Miliario
en el ensanche, el Puente de Segovia ha salido
siempre mejor librado que el de Toledo, y lo mismo
pasa con la obra que se está haciendo actualmente: en el primero, la nueva autopista pasa por el
mismo costado que la actual, y también bajo los cimientos de una pila del puente. No sabemos cómo
va a pasar bajo esos cimientos, ni como se va a
hacer la obra. Tengo confianza en que se va a hacer bien, pero a pesar de ser un ingeniero dedicado a los puentes y a las estructuras, o quizá por ello,
da susto ver un cajón de grandes dimensiones debajo de los cimientos de una pila de un puente de
piedra.
En el puente de Toledo la nueva autopista pasa
enterrada, pero con el techo de los cajones al nivel de la autopista actual, es decir, al nivel que
dejó la canalización del Manzanares, que
Fernández Casado calificó como desafuero, y
con el agravante de que estos cajones afectan
de manera irreversible a las pilas del puente. Da
susto también, además de pena, ver los recortes
que se van a hacer a las pilas para alojar los
cajones de la autopista.
No sabemos en qué estado se encuentra la obra
de la nueva autopista y por tanto no sabemos si la
pérdida del puente de Toledo es irremediable, o si
todavía se está a tiempo de que sea la gran ocasión para recuperar el puente".
...y sigue también la de la Vega Baja, en
Toledo
Recientemente, el arqueólogo Jesús Carrobles publicó en el diario "El País" un artículo a propósito
de las obras de urbanización de la Vega Baja, en
Toledo, y de las repercusiones que de esos trabajos se derivan para el patrimonio arqueológico
toledano y para la profesionalización de la arqueología. Puestos al habla con el autor del artículo, al
objeto de pedirle su autorización para la reproducción parcial de lo publicado en "El País", Jesús
Carrobles, a quien agradecemos su colaboración
con esta revista, nos ha remitido la versión íntegra
de aquel trabajo que, por problemas de espacio,
no pudo ser publicado en el diario de tirada nacional, y que, por tanto, se incluye íntegramente en El
Nuevo Miliario en las páginas siguientes.
nº 3, diciembre 2006
La Vega Baja de Toledo y la privatización de la arqueología española
Jesús Carrobles Santos
Arqueólogo
A lo largo del mes de julio pudimos leer en las páginas de El País una serie de artículos firmados
por Patricia Ortega que dieron a conocer el peligro
de destrucción de los restos arqueológicos conservados en la Vega Baja de Toledo.
Desde entonces y gracias a la decisión del
Presidente de la Junta de Comunidades de
Castilla-La Mancha, José María Barreda, se pudo corregir una situación que ha ido perdiendo
protagonismo en la prensa de ámbito nacional en
la misma medida que ha venido protagonizando
desde entonces la de carácter local.
Por todo ello y pasado un tiempo prudencial, parece oportuno reflexionar sobre lo ocurrido y de paso
sobre los procedimientos que vienen utilizándose
en la protección de nuestro Patrimonio histórico.
Para todos aquellos que desconozcan este importante yacimiento arqueológico, una parte inseparable de otro mayor que es la ciudad de
Toledo, baste decir que en su subsuelo se conservan los restos de un circo romano junto al que
fueron creciendo una serie de villas y construcciones ligadas al culto a algunos santos locales,
que acabaron haciendo posible la existencia del
complejo palatino de época visigoda. Sobre sus
restos se construyó un arrabal islámico y luego
toda una serie de ermitas, conventos y áreas industriales en los que trabajaron arquitectos de la
talla de Covarrubias, Vergara o Sabatini.
que parece, son los únicos restos que deben conservarse.
Pues bien de este yacimiento se ha hablado muy
poco en la ciudad de Toledo. En estos meses y al
margen de una parte de la sociedad que nunca
estuvo de acuerdo con esta operación urbanística,
promotores públicos y privados sólo parecen haberse preocupado por criticar la capacidad que tiene este periódico para alterar decisiones del denominado pueblo soberano de Toledo, incluyendo comentarios que hacen referencia a la ruptura de la
democracia o a los perjuicios que causa el
Patrimonio al futuro de nuestra ciudad.
Ante esta situación hay que empezar a hacerse
determinadas preguntas ¿Cómo es posible que en
una ciudad que vive en buena parte de su pasado
se haya llegado a esta situación? ¿Cómo es posible que desde la administración de una ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad, se planteen
las obras de construcción de un nuevo barrio sobre un yacimiento excepcional en terrenos de titularidad pública, sin tener en cuenta los restos allí
conservados?.
Un lugar santo desde el siglo IV gracias a los enterramientos de personajes como Santa Leocadia
o San Ildefonso, junto a los que se inhumaron algunos de los monarcas visigodos y que tuvo continuidad en los cementerios de las comunidades
mozárabe, islámica y hebrea de la ciudad.
Las respuestas darían para escribir muchos artículos como éste. Ahora sólo podemos desarrollar
uno de los aspectos que la "crisis" de Vega Baja
ha puesto de manifiesto. Nos referimos al papel
protagonizado por los profesionales de la arqueología implicados que, a pesar de su buen hacer y
de estar trabajando durante más de un año en
este sector de la ciudad, no han podido dar a conocer los hallazgos que han realizado. Una situación que viene provocada por el modelo de gestión
en el que ha caído el Patrimonio arqueológico en
la mayor parte de las comunidades autónomas,
que son las administraciones competentes.
Entre los muros allí conservados, aunque sea de
manera parcial como ocurre en todo yacimiento arqueológico, discurrió una buena parte de nuestra
historia y todo ello independientemente de que hoy
no existan en superficie grandes esculturas o mosaicos de incalculable valor artístico que, por lo
Desde finales de los años 80 hemos asistido al auge de la denominada arqueología de urgencia, que
ha convertido a una disciplina hasta entonces
científica y ligada a centros de estudio e investigación, en un mero tramite administrativo relacionado directamente con la obtención de la correspon-
nº 3, diciembre 2006
El Nuevo Miliario
125
diente licencia.
Juanelo Turriano y a su famoso Artificio de Toledo
desde el siglo XVI hasta hoy.
La figura clave en el desarrollo de esta nueva arqueología es la del promotor, que sin tener culpa
alguna en la situación, todo hay que decirlo, se ha
convertido en el personaje que dicta las prioridades y que selecciona y contrata al arqueólogo encargado de realizar unos informes que, en buena
medida, determinan la posibilidad de llevar a cabo
su proyecto. Todos podemos comprender que ante
una situación así algo está fallando y un buen
ejemplo es la Vega Baja de Toledo.
Los grandes hombres no son solamente de donde
nacen sino también de donde mueren. Juanelo
Turriano es, por derecho propio, un toledano singular que ha recibido muchos y merecidísimos elogios a lo largo de los últimos siglos por parte de los
historiadores y de los investigadores de sus inventos. Este libro constituye un homenaje más que los
autores rinden complacidos a su memoria.
Los arqueólogos, que al inicio de su trabajo deben
firmar todo tipo de cláusulas de confidencialidad y
a los que sólo se paga por excavar, nunca por investigar y menos por publicar, se han convertido
en un instrumento administrativo que tiene como
único fin obtener un determinado permiso, en vez
de devolver a la sociedad la historia de su pasado,
haciendo lo posible por conservar con un mínimo
de lógica, es decir, sin extremismos militantes, los
elementos que permitan conocerlo y disfrutarlo.
Los grandes hombres no son solamente de donde nacen sino también de donde mueren.
Juanelo Turriano es, por derecho propio, un toledano singular que ha recibido muchos y merecidísimos elogios a lo largo de los últimos siglos
por parte de historiadores e investigadores. Este
libro constituye un homenaje más que los autores rinden complacidos a la memoria de este matemático, ingeniero, relojero, inventor… y "padre"
del Artificio que se construyó en Toledo hace
más de cuatro siglos para subir el agua desde el
Tajo al Alcázar.
El caso de Vega Baja es paradigmático de la situación en la que se encuentra la mayor parte de la
actividad arqueológica en nuestro país. Una nueva
realidad que supone, en definitiva, la privatización
de esta disciplina con todo lo que ello implica.
Como resumen de todas estas reflexiones, parece
evidente que en los últimos veinte años hemos
conseguido convertir a cualquier yacimiento arqueológico, por excepcional o importante que este
pueda ser, en un problema con una solución previsible. Esta vez, al menos, gracias a la presión ejercida por diferentes asociaciones cívicas e instituciones culturales y por el coraje y sensibilidad de
alguno de nuestros máximos responsables políticos, se ha roto la cadena.
¿A lo mejor es la ruptura de un sistema que resulta
bastante cómodo para algunos y no la paralización
del proyecto de Vega Baja el origen de tanta y tan
desafortunada crítica?
Este libro pretende dar una visión razonablemente
completa de lo que fue una de las obras más célebres de la ingeniería europea en el siglo XVI, así
como de las luces y sombras que la acompañaron.
Se hacen algunas aportaciones novedosas y el libro es de fácil comprensión para cualquier tipo de
lector, ya que completa su carácter divulgativo con
suficiente información detallada y referencial para
que, quienes encuentran placer en conocer más y
mejor nuestro pasado, puedan profundizar en cualquiera de sus ramificaciones técnicas, sociales y
económicas que permanecen abiertas.
En este trabajo se ha querido reunir buena parte
de la información y referencias conocidas por los
autores sobre un personaje singular en el Toledo
del siglo XVI y sobre su obra sin duda más importante: el artificio que subía agua desde el río Tajo
hasta el palacio del rey.
Al lector:
Este palacio, el actual Alcázar de Toledo, está situado ladera arriba unos 100 metros más alto que
el río, y el artificio de Juanelo subía hasta él el
agua del Tajo sin más aporte de energía que la
que el propio artificio obtenía de la corriente del
río, tarea ésta nada fácil con la tecnología disponible en la época.
Quince o veinte libros, otros tantos folletos y centenares de artículos y reportajes se han referido a
La información básica para la elaboración de este
trabajo ha sido el archivo que sobre Toledo ha ido
JUANELO Y SU ARTIFICIO. ANTOLOGIA,
Ángel Moreno Santiago y Luis Moreno
Nieto, Toledo, 2006: Comentario
126
El Nuevo Miliario
nº 3, diciembre 2006
elaborando durante más de 70 años el cronista
coautor del libro, complementado con el trabajo ingenieril y cartográfico del otro coautor.
Para facilitar la tarea del lector se ha estructurado
el contenido en los siguientes apartados:
~ Perfil biográfico. En que se recogen datos y referencias sobre la vida de Juanelo Turriano, así como sobre lo que era la ciudad de Toledo en la época en que Juanelo estuvo construyendo el artificio,
viviendo con su familia y donde, finalmente, murió
en 1585.
~ Juanelo y su artificio en la literatura. Son muy
numerosas las referencias al artificio en los clásicos del Siglo de Oro y en escritores más modernos, expresando casi sin excepción sentimientos
de asombro y maravilla por las dificultades vencidas. Es de suponer que la percepción de la gente
de a pie fuera pareja con las opiniones manifestadas por todos ellos.
~ Los precedentes del artificio. La orografía de la
ciudad de Toledo es especialmente adecuada
para ser, como fue, capital del reino. Su situación
sobre un peñasco que se eleva un centenar de
metros sobre el nivel del río Tajo que, a su vez,
la rodea casi por completo facilita extraordinariamente su defensa, que entonces había de limitarse a cubrir la zona norte, única en la que es accesible por tierra.
Ventajas e inconvenientes son siempre caras de
una misma moneda y la ventaja defensiva señalada conlleva el grave inconveniente de dificultar en
gran manera el abastecimiento de agua a la población. Por una parte, no puede desviarse por gravedad desde el río y, por otra, el nivel freático necesario para que funcione un pozo se sitúa prácticamente al nivel del Tajo y el terreno a perforar, granito, no facilita precisamente la tarea.
Este apartado se dedica a los varios intentos fracasados que precedieron al de Juanelo para subir
el agua por procedimientos alternativos al de los
azacanes o aguadores, quienes han sido, junto
con la acumulación del agua de lluvia en aljibes,
los proveedores básicos del líquido elemento a la
ciudad de Toledo hasta bien entrado el siglo XX.
~ El contrato. Estos antecedentes fracasados generaron en los toledanos una notable desconfianza ante cualquier persona que prometiera resolver el, hasta entonces, irresoluto problema.
nº 3, diciembre 2006
De ahí que se exigiera a Juanelo hacerlo a su
costa y se vinculara su pago a la consecución de
resultados. No obstante, a pesar de haberse superado las previsiones de caudal de agua, el incumplimiento en los pagos convenidos amargó
la vida de Juanelo hasta el día de su muerte,
ocurrida cuatro lustros después de que comenzara a subir el agua a Toledo con su artificio.
~ Cómo era y cómo funcionaba el artificio.
Partiendo de los documentos que se conservan y
de los trabajos llevados a cabo por diferentes investigadores, se recoge en este apartado información que permite hacerse una idea bastante
precisa de cómo era y cómo funcionaba el artificio.
Al tiempo que anticipamos al lector que no hay
conclusiones definitivas hasta ahora sobre esta
materia, indicamos que en lo que se discrepa es
en detalles técnicos, estando razonablemente
establecido lo fundamental, que es el sistema básico para la elevación del agua y el de obtención y
transmisión de energía para el funcionamiento del
conjunto.
El principal escollo que se encuentra en las líneas
de investigación es que todos los análisis se basan en descripciones realizadas por personal no
técnico, descripciones que admiten en muchos casos diferentes interpretaciones y que son contradictorias en otros.
El apartado concluye con la descripción de las dos
alternativas que se manejan como posibles y que,
como se ha dicho, no son sino variantes constructivas de una misma idea que consiste en conseguir que el agua suba por la pendiente sin estar
sometida en ningún momento a presión alguna.
~ La cartografía y el artificio. La carencia señalada
de dibujos sobre el artificio nos ha inducido a recopilar y comentar los planos y dibujos de la ciudad
de Toledo existentes desde el siglo XVI, dirigiendo
la atención precisamente a la zona en que estuvo
ubicado.
~ La reconstrucción del artificio. En 1985 se cumplieron 400 años de la muerte de Juanelo y, unos
años después, el quinto centenario de su nacimiento. Estas circunstancias han animado varios
intentos de reconstruir parcialmente el artificio en
su ubicación original, solo o formando parte de un
Museo de la Hidráulica, que iría como anillo al dedo en la ladera oriental de la ciudad en que estuvo
El Nuevo Miliario
127
el artificio, y que podría completarse con el puente
de Julio Cesar con el que Juanelo salvó el paso
del camino que discurría por la ladera.
Hasta ahora ninguno de los intentos se ha llevado
a cabo, pero somos muchos los que estamos seguros de que la idea tiene suficiente fuerza para
que, antes o después, se convierta en realidad.
~ Otras actividades de Juanelo. Recoge información sobre otras actividades que desarrolló
Juanelo no relacionadas con el artificio, entre las
cuales una poco conocida es su aportación a la
reforma del calendario solicitada por Gregorio XIII
a Felipe II y que se llevó a cabo en la misma época de la construcción de la máquina de Juanelo
en Toledo.
~ Galería de imágenes. A modo de apéndice gráfico se recoge un conjunto, ordenado por fechas,
de algunos de los testimonios gráficos que se conservan de la obra civil del artificio y que permiten
ver su evolución durante los últimos cuatro siglos.
Finalmente, se incluye un índice cronológico de
los principales hechos y documentos referidos al
artificio de Juanelo.
A lo largo de esta recopilación se ha seguido el
criterio de recoger la información más relevante
respetando en la mayor parte de los casos el
texto, la ortografía y el idioma de los documentos originales (castellano, italiano y portugués
antiguos). Incluimos también en su caso las traducciones, nada sencillas en ocasiones, para que
así, con ambas, el lector pueda hacerse una idea
cabal de lo que los documentos originales dicen.
Los autores:
LUIS MORENO NIETO: Escritor y periodista, Luis
Moreno Nieto (Carpio de Tajo, 1917), falleció en
Toledo en diciembre de 2005. Este libro es su última y póstuma aportación a una obra compuesta
por más de 60 libros relacionados con Toledo y
15.000 artículos y reportajes también con Toledo
como protagonista. Cronista Oficial de la Provincia
de Toledo, fue entre otros cargos: Director de
Servicios Culturales de la Diputación Provincial de
Toledo, director de la revista Provincia, corresponsal de ABC y de la Agencia EFE en Toledo, concejal del Ayuntamiento toledano y diputado provincial. Obtuvo 18 galardones y premios periodísticos, Cruz de la Orden del Mérito Civil y miembro
de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias
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El Nuevo Miliario
Históricas de Toledo.
ÁNGEL MORENO SANTIAGO: Su hijo, Ángel
Moreno Santiago (Toledo, 1944) es Doctor
Ingeniero Electromecánico del ICAI y se encontró
con Juanelo Turriano hace más de treinta años.
S.P.
Convocatorias
La exposición ARTIFEX, en Barcelona
El Centro de Estudios Históricos de Obras
Públicas y Urbanismo (CEHOPU) del CEDEX
(Ministerio de Fomento), en colaboración con el
Museu d’Arquelogia de Catalunya, y la Generalitat
de Catalunya abre la exposición Artifex del 19 de
octubre de 2006 al 5 de febrero de 2007, en la sede del Museu en Barcelona.
El CEHOPU en línea con su habitual actividad de
difundir la historia de las obras públicas, esta realizando un especial esfuerzo durante este año para
dar a conocer la ingeniería romana en España.
Exposición Artifex. Ingeniería romana en
España: Creada con el Ministerio de Cultura y la
Fundación Juanelo Turriano, e inaugurada el 2002
en el Museo Arqueológico Nacional; tras haber
estado en el M.º Arqueológico de Sevilla, el Puerto
de Tarragona, y el Museo Hidráulico Los Molinos
de Murcia, permanecerá en Barcelona hasta el 5
de febrero del año próximo. Seguidamente está
programada su visita a Gerona, entre otros lugares
en proyecto.
La exposición Artifex. Ingeniería romana en
España pretende dar a conocer el inmenso legado
técnico del mundo romano; mostrando los saberes
en diversos campos de la tecnología y, de manera
particular, sus aplicaciones a la ingeniería civil en
Hispania, con el acento puesto en los procedimientos y técnicas empleados por el artifex o artífice. Los
materiales y maquinaria utilizados en la construcción
de obras públicas, los sistemas de abastecimiento de agua a las ciudades, y la ejecución de infraestructuras para el transporte terrestre y
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marítimo son algunos de los temas que componen
el recorrido expositivo. Se trata de una versión
adaptada para la itinerancia de la muestra homónima presentada en el Museo Arqueológico Nacional
de Madrid en 2002, cuyo catálogo ha sido reeditado.
Exposición
España en el Mediterráneo. La construcción del espacio
El 14 de diciembre, el Centro de Estudios
Históricos de Obras Públicas y Urbanismo del CEDEX, inauguró esta exposición en las salas de exposiciones temporales de la Biblioteca Nacional en
Madrid.
Con el objetivo de difundir los logros y el impacto
en la Historia Moderna, y en el territorio del
Mediterráneo occidental, de las realizaciones de
los reinos hispánicos, el CEHOPU ha creado una
exposición comisariada por el especialista Miguel
Aguiló Alonso, documentada por importantes expertos en la materia, y con abundantes materiales
del máximo interés histórico y artístico, procedentes de instituciones de prestigio internacional, como el Museo del Louvre, el Museo del Prado, el
Museo de Capodimonte, el Archivo de Simancas,
o la propia Biblioteca Nacional de España entre
otras.
España en el Mediterráneo. La construcción del
espacio, permanecerá abierta hasta el 11 de marzo de 2007 en la Biblioteca Nacional. En ella se
mostrará la presencia de España en el
Mediterráneo occidental (Cerdeña, Nápoles, Orán,
Milán, Bujía, etc.) desde los puntos de vista de la
técnica, la ingeniería y el urbanismo; tratados aquí
como elementos configuradores de un espacio
común.
La expansión por el Mediterráneo occidental de
la Corona de Aragón primero y de la Monarquía
hispánica después, supuso una relación, conflictiva muchas veces, pacífica otras, con el complejo mundo cultural y político italiano por un lado y con el adversario turco y berberisco por
otro, junto a la permanente rivalidad con Francia,
sin olvidar como telón de fondo, la Europa del
Renacimiento y el Barroco, de la Reforma y la
Contrarreforma.
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Últimos ejemplares del Historímetro de
Gonzalo Arias
Todavía es posible conseguir ejemplares del
Historímetro, utilísimo instrumento que permite situar rápidamente cada acontecimiento en su contexto histórico. Los pedidos pueden realizarse al
autor, [email protected], o en la web:
www.gonzaloarias.net.
Nueva web sobre Tartessos y su relación con el Bajo Guadalquivir
Francisco José Barragán ha actualizado la página "Tartessos en el entono de Caura-Orippo" en
la web de la Universidad de Sevilla. Completada
con nuevos contenidos, destaca el estudio del
paleoestuario del río Guadalquivir, que permite al
autor situar en esa zona el Golfo Tartésico y
Lago Ligur, una idea que también había expuesto, con otros razonamientos, Gonzalo Arias.
Desde El Nuevo Miliario recomendamos la visita a este sitio en la dirección:
http://www.personal.us.es/fcojose/entornodetartessos.htm
Centro de Interpretación de las Vías de
Comunicación – Castejón del Puente
(Huesca)
Es una satisfacción para El Nuevo Miliario poder anunciar que está a punto de ser inaugurado
en Castejon del Puente (Huesca) el Centro de
Interpretación de las vías de comunicación, que
recorrerá la historia de esta localidad desde los
tiempos del puente romano sobre el río Cinca
hasta la actualidad a través de las diversas vías
y rutas históricas que han atravesado el municipio. Ubicado en un edificio de estilo aragonés, su
visita será obligada para todos los estudiosos de
las vías de comunicación.
Exposición Arqueologia en Blanc i
Negre:
80
años
del
Servei
d’Investigació Prehistòrica de València
Hasta el próximo 20 de mayo de 2007 permancerá
abierta en el Museu de Prehistòria de València la
Exposición Arqueologia en Blanc i Negre: la labor
del SUIP 1927 - 1950, que conmemora el 80º aniversario del Servei d’Investigació Prehistórica de la
Diputación valenciana, un organismo pionero en la
investigación arqueológica española.
El Nuevo Miliario
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HA LLEGADO EL MOMENTO DE
RENOVAR LA SUSCRIPCIÓN
Con el presente número 3 concluye el primer periodo de suscripción a El Nuevo Miliario, que ha cubierto los
años 2005 y 2006. En el año 2007 se publicarán 2 números (el 4 y el 5); concluida la oferta de lanzamiento
que incluía tres números al precio de 2, se mantendrán las tarifas vigentes en la actualidad. Será posible,
igualmente, obtener ejemplares sueltos de los números ya publicados.
En cuanto a la renovación de la suscripción, quienes hayan optado por la domiciliación bancaria no tienen
que hacer nada, ya que la renovación será automática (salvo que indiquen lo contrario). En cuanto a los
demás suscriptores, les agradeceríamos que renovasen la suscripción cuanto antes, mediante la forma de
pago elegida, utilizando el boletín adjunto.
Gracias a todos por vuestra colaboración.
Boletín de suscripción
y petición de números atrasados
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nº2 (jun. 2006)___
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Este boletín puede enviarse por correo ordinario a:
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Jordán 23 5º Dcha
28010 MADRID
o por correo electrónico
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PAUTAS PARA LA PRESENTACIÓN DE ORIGINALES EN
LA REVISTA
El Nuevo Miliario
El boletín bianual El Nuevo Miliario acoge trabajos, noticias y comentarios sobre vías romanas,
historia de los caminos y otros temas de geografía histórica de cualquier época, pero para la publicación de los textos se aconseja seguir las pautas que se describen a continuación:
1) Los trabajos tendrán preferentemente una extensión máxima entre 8 y 10 páginas tamaño DIN A-4, incluyendo ilustraciones y bibliografía. Cada página de texto tendrá unos 2.500 caracteres.
2) En El Nuevo Miliario pretendemos respetar el medio ambiente; por ello, como norma general, y para reducir el consumo de papel, los originales, siempre que sea posible, se enviarán exclusivamente en soporte
informático, en CD – Rom en el que se incluirán el texto y, por separado, las imágenes (planos, mapas, fotografías, etc.). Únicamente en aquellos casos en que los autores consideren que los trabajos deben de ir maquetados de una forma concreta se enviarán los originales impresos en papel.
3) Del mismo modo, se aceptarán preferentemente las fotografías (preferiblemente no más de tres o cuatro
por trabajo) enviadas en soporte digital, en formatos .jpg, .pct o .tif, con una resolución mínima de 300 ppp.
Para los planos y mapas, que se enviarán como imágenes, se aceptará además el formato .pdf.
Circunstancialmente se aceptará el envío de fotografías, mapas o planos originales para su reproducción, que serán, en todo caso, devueltos al concluir la maquetación del trabajo.
4) Las imágenes se acompañarán, si los autores lo consideran necesario, de sus correspondientes pies,
que se presentarán en una relación al final del texto.
5) Los trabajos podrán incluir notas bibliográficas y notas a pie de página (aunque, preferiblemente, se evitarán estas últimas y, en todo caso, se publicarán como notas finales), mientras que la bibliografía se citará
preferentemente recurriendo al Sistema Harvard, (Autor, año, título, lugar de edición) de este modo:
-FERNÁNDEZ GONZÁLEZ, P.F. (1987): Sobre el neolítico y otras antigüedades de la región de Murcia,
Revista de Estudios Peninsulares, 17, Baracaldo.
La fecha prevista de cierre del número 3 de El Nuevo Miliario estará en torno al 15 de mayo de 2007
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