¿Camuflarse o exhibirse?

Transcripción

¿Camuflarse o exhibirse?
DE
CERCA
Texto y fotos: Sergio Rossi
¿Camuflarse o exhibirse?
1. Estos nudibranquios
tan visibles (Flabellina
affinis) están dejando
una puesta de huevos
mientras devoran
un hidrozoo (Eudendrium sp): sus colores
advierten a los posibles depredadores que
no son comestibles
E
n medio del ambiente bélico en
el que nos toca vivir, estamos sometidos a un bombardeo continuo
de imágenes en las que soldados
de toda especie y condición se nos presentan con atuendos de “camuflaje” pensados para confundir al enemigo. Estos patrones crípticos han bebido en la eterna
fuente de inspiración, la naturaleza. Muchos organismos móviles que viven en el
mar (y por supuesto también en tierra) utilizan mecanismos para esconderse, para
no ser vistos por los depredadores o por
las presas.
En muchos casos, los colores disruptivos de los animales (es decir, colores que
imitan fondos irregulares con diseños irregulares) varían según el fondo donde se
hallan. Buenos ejemplos son las escórporas y los pulpos. Presentan una “segunda
línea de defensa”, proporcionada por una
aleta dorsal cargada de veneno en el caso del pez y por una cortina de tinta en
el caso del cefalópodo.
Otras veces, como en el rape, la superficie del animal no cambia de color, pero imita tan bien el fondo (rocas, arena,
algas, etc.) que sus presas no se percatan
de su presencia hasta que son devoradas.
Sin embargo, no todos los organismos optan por jugar al escondite. Los moluscos
nudibranquios aparecen a menudo con llamativos colores, debido a su posesión de
sustancias tóxicas o de muy mal gusto. Sus
potenciales depredadores aprenden a distinguir los comestibles de los desechables;
por eso, a pesar de sus llamativos atuendos, no suelen ser molestados. Es el dilema de numerosos organismos móviles: ¿Me
dejo o no me dejo ver?
2. Lo único visible de este rape (Lophius piscatorius) son sus ojos. La pequeña extensión
encima de los globos oculares constituye su
peculiar “caña de pescar”, con la que atrae
a sus presas para devorarlas
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INVESTIGACIÓN
Y
CIENCIA, febrero, 2002
3. Un caso curioso nos
lo ofrece este blénido
(Tripterygion sp), muy visible
en la época de reproducción
y críptico el resto del año
4. El pulpo (Octopus
vulgaris) es uno de los
reyes de la cripsis.
Muda fácilmente de color
gracias a un entramado
de células especializadas
en la labor del camuflaje
que pueden servirle también
en la época de reproducción o para expresar
cambios de “humor”
5. Las escórporas
(aquí Scorpaena porcus) pueden adoptar
una cripsis disruptiva, en la que diferentes colores muy
contrastados se confunden con el fondo
rocoso
6. No basta con
confundirse
con el fondo,
quedarse quieto
forma también
parte de la estrategia. Este lábrido procura
adoptar una posición de camuflaje y no se
moverá hasta
que el depredador no se halle
muy cerca
INVESTIGACIÓN
Y
CIENCIA, febrero, 2002

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