Tras ser desplazados por el conflicto de un campamento de

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Tras ser desplazados por el conflicto de un campamento de
Tras ser desplazados por el conflicto de un campamento de refugiados en el
Líbano septentrional, los niños y niñas encaran el futuro
Por Nicole Ireland
CAMPAMENTO DE BEDDAWI, el Líbano, 20 de junio de 2007 - En las últimas semanas, unos 21.000
refugiados palestinos se alejaron de sus hogares durante los breves periodos de calma entre los
enfrentamientos armados para huir de los combates en el campamento de Nahr El Bared, en la
región septentrional del Líbano. Debido a ese éxodo, las vidas de miles de niños y niñas y
adolescentes han perdido toda semblanza de normalidad.
La mayoría de las familias refugiadas se ha instalado en el cercano campamento de Beddawi, cuyos
pobladores originales, que ya vivían en condiciones de hacinamiento, se han ido ajustando al influjo
de recién llegados. Entre los más afectados figuraron los niños y niñas que vivían en el campamento
de Beddawi y que tuvieron que dejar de asistir a clases porque sus escuelas se convirtieron en
albergue de emergencia para muchos de los desplazados.
Además de los temores y la alteración de sus vidas, muchos jóvenes de 14 a 18 años sufren un
grave problema adicional, ya que en breve deberán rendir sus exámenes nacionales obligatorios,
que determinan sus posibilidades en materia de educación secundaria y universitaria. Si no
asistieran a clases no podrían terminar sus estudios y mucho menos presentarse a examen.
"Estábamos muy tristes cuando nos marchamos del [Nahr El-Expuesto] campo porque pensamos
que no conseguiríamos nuestros diplomas," dice Ahmad, un alumno mayor de la escuela secundaria
que se examina de Bachillerato al final de este mes.
La importancia de la educación escolar
Pero UNICEF y el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas (OOPS)
encontraron rápidamente una solución al problema de los exámenes. Dos semanas después de
desencadenado el conflicto, ocho autobuses comenzaron a transportar a más de 1.000 estudiantes
desde el campamento de Beddawi hasta las escuelas del OOPS que funcionan en la vecina ciudad de
Trípoli, donde reanudaron sus estudios escolares y comenzaron a prepararse para sus exámenes.
Los autobuses transportan a los niños y las niñas en tres turnos diarios cinco días por semana.
Para Ahmad y sus compañeros y compañeras, los autobuses representaron la renovación de sus
esperanzas para el futuro. "De esta manera se nos dio la oportunidad de hacer realizar nuestros
sueños, termina nuestros estudios y obtener nuestros diplomas, en los que hemos invertido 13 años
de esfuerzos", comenta Ahmad.
Los alumnos más pobres también saben de la importancia de la educación escolar. Fitnat, que cursa
el noveno grado, se prepara para un examen de ingreso a la escuela secundaria. "Si entramos a la
escuela damos un paso más con respecto a nuestro futuro. Esa es la única manera en que nosotros
podemos avanzar en la vida", explica la niña.
Motivo de felicidad
Aunque todavía no es posible enviar también a la escuela a los niños y niñas que no tienen que
prepararse para sus exámenes, UNICEF colabora con sus aliados para restablecer la normalidad en
sus vidas mediante los programas de recreación.
En el campamento de Beddawi, UNICEF ayuda a unos 1.500 niños y niñas dando apoyo a varios
animadores que organizan actividades con y para los niños; distribuyendo conjuntos de equipos y
materiales deportivos, de recreación y de dibujo, y mediante la construcción de un patio de recreo
infantil.
Para las mellizas Rayan y Masa, de 11 años de edad, que sufren las consecuencias de la difícil
situación, la posibilidad de jugar y dibujar es un motivo de felicidad. Las hermanas viven en un aula
escolar con otras 25 personas. Sentadas sobre una alfombrilla junto a su amiga Majda, ambas
manifiestan su anhelo de volver a la escuela.
Las tres niñas explican entre sonrisas sus metas en la vida. Cuando se les pregunta qué quieren ser,
sus respuestas reflejan sus ambiciones y esperanzas. "Doctora", dice una. "Maestra", anuncia otra.
"Ingeniera", explica la tercera, "para ayudar a reconstruir".

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