En memoria de Patricio Vela Montero y de lo que su
Transcripción
En memoria de Patricio Vela Montero y de lo que su
En memoria de Patricio Vela Montero y de lo que su vida significó en nosotros Hace casi dos años, por diferentes hechos familiares y, sin duda alguna, conmovidos por el testimonio de las víctimas de Karadima, los padres, hermanos, hija y viuda de Patricio Vela M. compartimos información que mantuvimos en reserva por más de 20 años. Aquella conversación no hizo más que corroborar lo que sabíamos cada uno por su lado, permitiéndonos compartir el peso de un secreto amargo, aunque reviviendo la profunda tristeza de la muerte de Patricio. A las pocas semanas de haber comenzado este proceso familiar, el Arzobispado de Santiago anunció el nombramiento del presbítero Cristián Precht como nuevo párroco de la Parroquia Santa Clara, en reemplazo de Rodrigo Allendes, quien se había suicidado días antes y sobre quien pesaba una denuncia de abuso sexual. Esta amenazadora noticia nos remeció a tal punto que tomamos la decisión de advertir al arzobispo del error que estaba cometiendo, a través de una carta que relataba la historia de Patricio. La Iglesia de Santiago recibió con diligencia nuestra inquietud, que no buscaba otra cosa que proteger a los jóvenes de la Parroquia Santa Clara. El día 1 de septiembre de 2011, siguiendo el Protocolo de la Conferencia Episcopal de Chile del año 2011, los padres y viuda de Patricio firmamos una denuncia por abuso psicológico y sexual en contra del presbítero Precht. En ese acto, solicitamos la total confidencialidad del proceso que estábamos iniciando, reserva que fue rota el 6 de octubre por un comunicado del Arzobispado reconociendo la existencia de la denuncia, debido a múltiples rumores y requerimientos de los medios de comunicación. A pesar de lo doloroso e inesperado de esta exposición pública, sabemos que nuestra acusación abrió un espacio e incentivó a que otras personas se animaran a denunciar los propios abusos sufridos, apoyando, de esta manera, la causa de Patricio que, por motivo de su muerte, no pudo ser comprobada. Como es conocido por la opinión pública, luego de una acuciosa y extensa investigación, la Iglesia de Santiago consideró necesario enviar el caso al Vaticano, por cuanto se acreditó abuso sexual a menores de edad, entre otros. Hoy, conociendo la sentencia de culpabilidad del presbítero Precht emitida por el Vaticano, tenemos la esperanza de que esto signifique un paso más decidido y claro hacia la protección de las víctimas de abuso sexual y de poder por parte de sacerdotes católicos. Esperamos sinceramente que la Iglesia Católica tome nota y revise su estructura y procedimientos, para que nunca más alguien sufra tanto dolor y confusión. Así también, quisiéramos llamar a la urgente derogación de la prescripción penal en este tipo de delitos. La evidencia acumulada sostiene que las personas que han sufrido abuso sexual en la infancia y adolescencia se demoran entre 15 a 20 años en poder reabrir sus heridas. Frente a estos datos, la legislación actual se vuelve absurda. Agradeciendo profundamente a todos quienes compartieron y acompañaron este proceso, miramos hacia un futuro mejor. Jacinta Vela Bañados Carolina Bañados Lira Patricio Vela Peebles Marilú Montero Labbé María José Vela Montero Felipe Vela Montero Luz María Vela Montero Diego Vela Grau y Catalina Vela Montero, en cuya casa iniciamos este camino. Santiago, diciembre de 2012.