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Revista de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A. C.
Año III, núm. 10, octubre-diciembre de 2010
Cuando de compras
se iba al “pueblo”
50 años después
Consecuencias
de la guerra de
Independencia
Ecos del Bicentenario
y del Centenario
Breve historia
del algodón
Revolución magonista
en 1911 en Mexicali
Betty Mancillas,
nuevo valor artístico
Índice
Editorial
1
Sergio Noriega Verdugo
50 años después
2
Rubén Castro Bojórquez
Ecos del Bicentenario y el Centenario
8
Santos Silva Cota
Breve historia del algodón en el delta mexicano
del Río Colorado
10
James Griffin
El esclavo
13
James Griffin
Una foto. Una historia
15
Austreberto Silva Olivares
Anecdotario
16
M. A. Buruel B.
Consecuencias de la guerra de Independencia
en Baja California
17
Yolanda Sánchez Ogás
Revolución magonista de 1911 en Mexicali
21
Yolanda Sánchez Ogás
Betty Mancillas, nuevo valor artístico
28
Marco A. Buruel B.
Números de la historia
34
Sergio Noriega Verdugo
Notas sueltas
35
R. C. B.
Historias de lo cotidiano: Cuando de compras
se iba al “pueblo”
36
Miguel Esteban Valenzuela Robles
Acontecer de la historia
40
R. C. B.
Libros, reseñas, comentarios...
42
Sergio Noriega Verdugo
Episodios universitarios
44
Austreberto Silva Olivares
Páginas de historia
45
Benjamín Rentería Camino
Ayer y hoy
contraportada
R.C.B
INVITACIÓN
La Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali”, A.C. invita a todas las
personas amantes de la historia, aficionados o expertos, a asistir a sus reuniones
y, de ser el caso, a formar parte de ella como socios activos.
Las sesiones se llevan a cabo todos los miércoles a las 18 horas en la Sala Junta
de Gobierno del Centro de Estudios Sobre la Universidad de la UABC, ubicado en
la planta baja del edificio de Investigación y Posgrado en blvr. Benito Juárez.
Teléfonos: (686) 566 9592 y (686) 841 2076
El Río
Revista de la Sociedad de Historia
Centenario de Mexicali, A.C.
Año III, núm. 10, octubre-diciembre de 2010
Mexicali, Baja California, México
Mesa directiva 2009-2011
Sergio Noriega Verdugo, PRESIDENTE
Yolanda Sánchez Ogás, VICEPRESIDENTA
Miguel Esteban Valenzuela Robles, SECRETARIO
Eduardo Andrade Cisneros, TESORERO
PRESIDENTA HONORARIA VITALICIA
Yolanda Sánchez Ogás
Revista El Río
DIRECTOR Y DISEÑADOR: Rubén Castro Bojórquez
COMITÉ EDITORIAL: Luz Mercedes López Barrera, Rubén
Castro Bojórquez, Miguel Esteban Valenzuela Robles, Sergio
Noriega Verdugo, Benjamín Rentería Camino
CAPTURA: Catalina Rojas Monzón y Ana Isabel León González
DIGITALIZACIÓN Y APOYO TIPOGRÁFICO: Lydia Coronel Yáñez
APOYO LOGÍSTICO: María Teresa Ponce León
Elaborada en CESU-UABC
Las fotografías utilizadas en la elaboración de esta revista
pertenecen a las colecciones de: Archivo Histórico del Estado
de Baja California • Archivo Histórico del Municipio de
Mexicali • Centro de Investigaciones Culturales (CIC) Museo
UABC • Centro de Estudios Sobre la Universidad (CESU-UABC)
• Biblioteca Pública Central Estatal • Instituto Municipal de
Investigación Urbana de Mexicali • Particulares.
Se reciben colaboraciones de artículos de historia regional (extensión
de 3 a 6 cuartillas, en Arial 12, a doble espacio), de preferencia con
ilustraciones. Dirigirlas a: [email protected]
Esta revista se distribuye gratuitamente. Si desea obtener un ejemplar,
puede solicitarlo en las oficinas del CESU-UABC.
Editorial
Los aniversarios y nuestra historia
L
a celebración de los aniversarios de la Independencia y de la Revolución no debe quedar
en una complacencia nacional. Recordar a los héroes que nos dieron patria y homenajear
a quienes hicieron posible el exhorto de “sufragio efectivo no reelección” puede ser
bueno para la salud de un pueblo que aspira al progreso material en un contexto de cohesión, de
solidaridad nacional y de justicia social. Pero eso no es suficiente.
Celebrar los aniversarios no es igual a conocer nuestra historia, y compenetrarnos en quiénes
somos los mexicanos. Debemos aprovechar tanto el Bicentenario de la Independencia como el
Centenario de la Revolución Mexicana no sólo para lanzar “vivas” a los héroes del pasado, gozar
del colorido de juegos pirotécnicos, y presenciar la disciplina y marcialidad de los desfiles, sino
también debemos conocer más de cerca los protagonistas de la historia, sus convicciones y la
lucha por sus ideales. No como superhombres desprovistos de fragilidad humana y debilidades
personales, sino como hombres y mujeres comprometidos en mejorar la vida de otros mexicanos.
México es un proyecto de nación inconcluso. No debemos quedar al margen de su realización.
La ocasión se presenta para acrecentar la integración del pueblo mexicano, y una de sus avenidas
es la historia nacional. La historia que nos marca la trayectoria de un pueblo que busca superarse,
aunque quizás no sepa cómo. Una historia que antepone la verdad sobre la conveniencia política.
Una historia razonada en lugar de una imaginada. La historia que prefiere la cruda realidad en
lugar del dogma político que anima aunque adormece.
Conocer la historia de México no tiene por qué dejarnos atrapados en su pasado. Como parece
ocurre con la conquista. El triunfo de Cortés no debe interpretarse como la derrota de os mexicanos.
Honremos la civilización prehispánica, sin perder de vista nuestro compromiso con los indígenas
del presente.
El mestizaje podrá no ser la mejor parte de nuestra raza, pero no deja de ser un rasgo distintivo
nuestro con el que habremos de vivir hasta el fin del tiempo. La confluencia del conquistador
español y el pueblo indígena provocó la explotación de uno sobre el otro, pero debemos ser capaces
de reconocerlo sin buscar a quien echarle la culpa y hacernos responsables del pueblo que somos.
Tampoco podemos negar nuestra cultura occidental. Pues no es menos importante que hablemos
en español y seamos un pueblo cristiano.
La celebración de los aniversarios nos presenta la oportunidad de acercarnos a nuestra historia.
El amplio despliegue de los símbolos patrios nos recuerda que todos los mexicanos compartimos
el idioma, la geografía, el pasado histórico, el presente, y, posiblemente, el futuro. De la historia
debemos aprender errores y aciertos que ocurrieron y que deben servir de referencia para caminar
hacia adelante.
México puede ser nuestro orgullo. ¡Seamos mejores mexicanos!
Sergio Noriega Verdugo
1
50 años después
Rubén Castro Bojórquez *
E
n los primeros días del mes de marzo de 1957,
en el Diario ABC, así como en el programa
noticioso de la radio, Sonorama Deportivo, de
don Augusto Hernández Bermúdez se informaba a la
comunidad mexicalense la creación de la Universidad de
Baja California1 y con toda justicia quienes leyeron
y escucharon la noticia festejaban su creación
ya que evitaría, en el futuro, el éxodo de
jóvenes hacia las ciudades de México,
Guadalajara, Monterrey, Hermosillo
y otras, a estudiar una carrera
profesional; pero además ofrecería
la oportunidad de prepararse
a muchos jóvenes que por no
contar sus familias con recursos
económicos, no podían emigrar a
UABC
esas ciudades y por consiguiente
se quedaban en Mexicali a
incorporarse, a sus escasos 16 años de
edad a las diferentes fuentes de trabajo.
Si bien es cierto que la comunidad Baja
Californiana recibió con alegría dicha noticia,
donde “brincaron” de gusto fue en el salón de clases del
segundo año de la Escuela Preparatoria del Estado2 en
Mexicali: los adolescentes de ese grupo que en septiembre de
1955 se inscribieron en el primer año de preparatoria, dado
que no pudieron emigrar a estudiar su carrera profesional.3
La creación de la Universidad de Baja California en
febrero de 1957 no podía ser más oportuna; este grupo
de estudiantes egresarían en junio de ese mismo año y
en septiembre se podrían inscribir a estudiar la carrera
profesional de su predilección.
Modesto era uno de ellos y ese día que se enteró de la
noticia de la creación de la Universidad, no podía contener
la emoción que lo embargaba.
Cuando llegó a su casa, de inmediato le
comentó a sus padres que ¡ahora sí! podría
estudiar la profesión de médico, que
desde niño había soñado, porque
ya habían creado la Universidad.
De igual manera, en la escuela
todos sus compañeros estaban
felices de que ya no tendrían que
utilizar el dinero que significaba
el viajar a México y vivir allá
por cinco años o más para poder
estudiar una carrera profesional.
Días después, en la preparatoria,
algún maestro les había llevado la Ley
Orgánica de la Universidad y la habían
leído en el salón de clases. Todos los alumnos
escucharon con atención lo que el maestro recalcaba al
leerla; se crearían las carreras de arquitectura, derecho,
contabilidad, ingeniería y ¡medicina!, entre otras muchas
más.4 Además escucharon con avidez que antes del primero
de septiembre de ese mismo año, de 1957, se nombraría al
rector y a los directores de las diferentes escuelas y facultades.5
El joven Modesto, desde ese día, estuvo al pendiente del
Relato
que obtuvo
el primer lugar en el
Concurso de Crónica del
Cincuentenario
de la
1957-2007
en la catagoría de
académico
* Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali”, A.C. Correo electrónico: [email protected]
1
La Universidad de Baja California se creó el 28 de febrero de 1957.
2
La Preparatoria del Estado en Mexicali se creó en septiembre de 1954.
3
Por muchos años, de 1936 (año de egreso de la primera generación de la primera secundaria de Mexicali) hasta 1954 (año de creación de la primera escuela
preparatoria en Mexicali), los jóvenes que recién terminaban la enseñanza secundaria (a los 16 años de edad) emigraban a estudiar una carrera profesional a las
principales ciudades del país donde ya existía universidad.
4
Ley Orgánica de la Universidad Autónoma de Baja California, 28 de febrero de 1995, Periódico Oficial, Artículo 4.
5
Ídem, Artículo transitorio núm. 4.
2
periódico para conocer las noticias sobre la Universidad,
pero pasaban los meses y no había novedades. Él esperaba
el aviso de que los jóvenes que egresaran de preparatoria
en junio se iban a poder inscribir en las primeras carreras
profesionales que se abrirían en septiembre de ese año.
Su inquietud se tranquilizó un poco el 28 de mayo de ese
año cuando leyó en la prensa que el gobernador del estado
nombró al profesor Lorenzo López González6 responsable
de organizar la creación de los órganos de gobierno de la
Universidad que se establecían en la ley.
La ansiedad de Modesto se volvió a incrementar, ya que
pasarían dos meses más para enterarse que se creaba el 16 de
julio de 1957 el Comité Pro Universidad,7 responsable según la
ley de implementar todo lo necesario para que en septiembre
de 1957, arrancaran las clases en la Universidad.
Al siguiente mes, el 8 de agosto de ese año, se entera de la
creación de la Junta de Gobierno8 responsable, entre otras
cosas, de nombrar al profesionista que ocupe el cargo de
primer rector y a los directores.
No sólo Modesto estaba inquieto, también los 42 jóvenes
que egresarían de la segunda generación de la Preparatoria
del Estado. Ya con anterioridad, al término de la escuela
secundaria, más de cincuenta compañeros suyos, con mejor
estatus económico, habían viajado a estudiar fuera del estado.
Unos cuantos más de sus amigos de preparatoria preparaban
lo necesario para viajar a México. Desafortunadamente, él
sabía que sus padres no lo podían apoyar económicamente
para estudiar en otro lugar que no fuera Mexicali. Al contrario,
desde que egresó de secundaria le pedían que se buscara un
trabajo para que ayudara con los gastos de la familia. Llegó el
mes de septiembre y ni se crearon carreras, ni se nombró rector,
¡menos, directores!; luego pasó octubre, noviembre, diciembre
y ninguna noticia se escuchaba o leía sobre la Universidad. Al
iniciar el nuevo año, en marzo de 1958, el Diario ABC, en una
nota perdida entre las páginas interiores, informaba que por
decreto del Congreso del Estado el presidente del Comité ProUniversidad asumía las funciones de rector.9
En la mente de Modesto surgió la idea de que ya con rector
en la Universidad, en septiembre de ese año él podría seguir
con sus estudios. Con anterioridad, en el mes de agosto había
conseguido un trabajo de mensajero en unos laboratorios
químicos. En cuanto se abriera la Escuela de Medicina él le
pediría el apoyo a su familia para estudiar la profesión que
anhelaba. Su vida transcurría, trabajando intensamente y
al pendiente de la Universidad.
El 31 de mayo de ese año se enteró de que el gobierno
del estado le había entregado a la Universidad la escuela
preparatoria y el edificio de la Escuela Cuauhtémoc.10
En el mes de septiembre, cuando se supo que con muchos
esfuerzos la Universidad sólo atendería por lo pronto la
Escuela Preparatoria de Mexicali, su anhelo acariciado
durante su niñez y adolescencia se derrumbó, comprendió
que ya no sería el médico que con tanta pasión deseó ser.
Se concentró en progresar en su trabajo. Al año siguiente,
recién cumplidos los 21 años, contrajo matrimonio y no pasó el
año cuando fue padre de un varón. Modesto pensó ¡él sí llegará
a ser médico! Su interés por las noticias sobre la Universidad
nunca decayó, así conoció que en 1960 se creó la Escuela de
Pedagogía, primera de nivel profesional. En septiembre de
1963 se inauguraron los nuevos edificios para la Preparatoria
Mexicali, en avenida Zaragoza y Justo Sierra, y esto le
hizo recordar cuando él estudió en el edificio de la Escuela
Cuauhtémoc, en aulas y mesabancos para niños, y cuando los
corrieron de ahí se refugiaron en un almacén, arriba de la tienda
Sunland, ubicada en avenida Madero entre las calles Bravo y
Peritus. En 1964 inicia clases la Escuela de Ciencias Sociales y
Políticas impartiendo las carreras de licenciado en sociología y
licenciado en administración y ciencia política.
En el año de 1967 se crea la Escuela de Ingeniería con
una sola carrera, ingeniero topógrafo, y se incorporó a la
Universidad la Escuela de Contabilidad que había venido
funcionando desde 1965 en el Instituto de Ciencias y Artes del
Estado (ICAE) y que en ese año fue cancelado por el gobierno
del estado por insuficiencia de recursos económicos.
En 1969 se crearon las Escuelas de Arquitectura y Ciencias
Agrícolas, para 1970 la Universidad ya contaba en Mexicali
con seis carreras profesionales: profesor de enseñanza media,
sociólogo, licenciado en administración pública, arquitecto,
David Piñera Ramírez, Historia de la Universidad Autónoma de Baja California. 1957-1997, México, D. F., UABC, mayo de 1997, p. 32.
Ídem, p. 32.
8
Ídem, p. 34.
9
Decreto 40, Mexicali, B.C., Periódico Oficial, 28 de febrero de 1958.
10
David Piñera Ramírez, op. cit., p. 38.
6
7
3
contador e ingeniero agrónomo. Modesto se preguntaba ¿y
medicina cuándo?
Ese mismo año, Modesto se da cuenta de que el estado creó
un sobreimpuesto del 10% para destinarlo a la educación,
de ahí, el 75% se destinaría a la Universidad;11 recursos que
servirían para construir los edificios que albergarían a las
distintas escuelas profesionales, mismas que funcionaban en
edificios rentados o prestados.12
En 1970 las autoridades universitarias concursaron
proyecto y construcción para la Unidad Universitaria
Mexicali en un terreno de 20 hectáreas que los gobiernos
federal y estatal le donaron. El 2 de mayo de 1972 se pusieron
en servicio los dos primeros edificios de la unidad.
En el mismo año de 1970, en el mes de junio, Modesto
se enteró de que un grupo de estudiantes recién egresados
de preparatoria, realizaron un movimiento estudiantil para
solicitar al rector la creación de la Escuela de Medicina.
Poco a poco el grupo de jóvenes que ya cifraba en número de
50, incrementó sus presiones a tal grado que las autoridades
universitarias tuvieron que ceder a la creación de la escuela.
Modesto, ya de 32 años de edad y con cuatro hijos de 10,
8, 6 y 4 años y con una esposa que mantener, no se animó a
participar con ellos, sólo le quedó recordar que él soñó con ser
médico. Por más de tres meses la inquietud no lo dejaba dormir,
pero una noche comprendió que sus años de juventud ya habían
pasado y que no le quedaba otro camino más que su sueño lo
debía realizar años más adelante en alguno de sus hijos.
La Escuela de Medicina de la Universidad en Mexicali
inició clases en enero de 1971, gracias al exitoso movimiento
que realizaron un grupo de jóvenes quienes fueron los
primeros alumnos y posteriormente los primeros médicos
generales egresados de la UABC.
No era la primera vez que Modesto se enteraba de las
movilizaciones de los estudiantes para lograr objetivos concretos
para el beneficio del estudiantado en general. Algunos de estos
fueron para la integración y funcionamiento del Consejo
Universitario (1962); para el nombramiento de rector definitivo
(1966); para obtener plazas para egresados de Pedagogía (1969),
para la obtención de terrenos para la Universidad en Ensenada
(1969), Mexicali (1970) y Tijuana (1971).
11
12
4
Años después, las movilizaciones de estudiantes se
intensificaron y realizarían acciones exitosas para la creación
de más carreras, más terrenos, mayor subsidio económico,
mejores laboratorios, bibliotecas y autobuses para el
transporte estudiantil, mejor servicio y menor costo en los
autobuses urbanos de pasajeros y muchos otros beneficios
más para los alumnos, los maestros, la propia Universidad y
la sociedad en general.
Por más de dos décadas la UABC creció al amparo de las
movilizaciones y presiones de los alumnos.
Para cuando el primer hijo de Modesto (Modesto Segundo)
le comunicó a su padre que quería estudiar medicina en la
UABC, ya la Universidad había pasado por una época de
crecimiento físico y una ampliación de su oferta de carreras.
En el año de 1972 la Escuela de Ingeniería creó la carrera de
ingeniero mecánico electricistas, y en 1973 la de ingeniería
civil. Ese mismo año se creó la carrera de licenciado en
derecho; en 1974 la carrera de ingeniero zootecnista en la
Escuela de Ciencias Agrícolas y la Escuela de Medicina
Veterinaria. En 1977 se creó la Escuela de Odontología y en
1978 la Escuela de Ciencias de la Educación.
En lo referente a su crecimiento físico, a partir de 1970
se iniciaría un programa intenso de construcción que
comprendió la Unidad Universitaria con un incremento
a dos edificios, en 1972, y a más de diez edificios en 1983;
se adquirió terreno para la Escuela de Medicina y se le
construyeron tres edificios; en el ejido Nuevo León se integró
la Escuela de Ciencias Agrícolas con más de siete edificios;
para la Escuela de Odontología se obtuvo un terreno y se le
construyeron cinco edificios entre 1977 y 1983. La Escuela
de Ciencias de la Educación, en el mismo periodo, recibió
un terreno en donación y se le construyeron cinco edificios.
Estas acciones sólo en Mexicali. En Tijuana y Ensenada
hubo un crecimiento también muy importante.
En ese año de 1983 ya la Universidad era un orgullo de
los bajacalifornianos, una de las mejores del país, estable, con
excelentes instalaciones en Mexicali, Tijuana, Ensenada y
Tecate; se habían desincorporado las escuelas preparatorias
para crear el Cobach (1981), tenía una oferta muy amplia de
carreras, realizaba un número importante de proyectos de
Ídem, p. 87.
La Escuela de Pedagogía funcionó en la Escuela Benito Juárez que le fue prestada a la Universidad. El resto de las escuelas rentaban locales; Ingeniería y
Arquitectura por la avenida Cristóbal Colón y Justo Sierra, Ciencias Sociales en calles B y Lerdo, y la Escuela de Contabilidad en Justo Sierra y Zaragoza.
investigación y sus programas de extensión
universitaria y difusión de la cultura eran
las más amplias y mejores en todo el estado,
a pesar de haber pasado por diversas crisis,
la más grave, la definición de las relaciones
laborales con sus trabajadores que ocasionó
que de noviembre de 1980 a febrero de
1981 padeciera casi tres meses de huelga.
Afortunadamente para la Universidad se
le resolvió favorablemente, motivo por el
cual a partir de ese año de 1981 ha gozado
un clima de estabilidad y gobernabilidad,
mismo que le ha permitido crecer académica
y físicamente en armonía. En abril de 1983
Modesto Segundo presentó el examen
de selección para su ingreso a la escuela
de medicina, pero no corrió con suerte y
al no ser seleccionado optó por estudiar
ingeniería civil, carrera a la cual era más
fácil el ingreso por no ser tan demandada.
A Modesto lo embargó la tristeza, pero
como la esperanza es lo último que se
pierde, pensó: ¡mi nieto sí será médico!
Por ese motivo, siguió su vida sin
descuidar las noticias que los diarios
comentaban sobre la Universidad. De ese
modo se enteraba de su continuo progreso.
Los mejores años de la Universidad estaban
por venir en las décadas de los ochenta
y noventa, más y mejores instalaciones
físicas, una extensa oferta de carreras a
nivel licenciatura, el posgrado se consolidó
con la creación de maestrías y doctorados,
la investigación científica se arraigó en la
UABC con institutos de investigación en
todo el estado. En Mexicali se fortalecieron
los institutos de investigaciones Sociales
(1980), Ingeniería (1981), Agropecuarias
(1989) y Ciencias Veterinarias (1989).
Nuevas unidades académicas y nuevos
edificios consolidándose a tal grado que la
llegada del siglo XXI lo recibió siendo una
de las mejores del país y para el año 2006 se
convirtió en la universidad pública estatal
1973. A la derecha, la Escuela de Medicina. A la izquierda el Hospital General,
todavía en construcción.
1973. El primer edificio de la Escuela de Medicina recién construido.
1973. En el Laboratorio de Fisiología. De izquierda a derecha: Yolanda Ibarra Hernández,
maestro y doctor Daniel Valtierra Guerra, Rafael Martín del Campo, Amalia Chaidez,
atrás, José Espinoza Astorga.
5
Reunión celebrada el 23 de noviembre de 1971 previo al arranque de clases de la Escuela de Medicina. En la foto destacan José Espinoza Astorga,
Ramón Acosta Mendoza y Rodolfo Villaseñor que junto con Jaime Hurtado de Mendoza liderearon a los estudiantes en el propósito de crear
la escuela. El licenciado Rafael Soto Gil rector que autorizó la creación de la Escuela, doctor Jaime Fuentes comisionado de la Asociación de
Facultades de Medicina y el rector electo ingeniero Luis López Moctezuma quien implementó el arranque de clases de la Escuela.
número uno en el nivel nacional, al obtener constancia de
tener todos sus programas certificados con excelente calidad.
El aumento de alumnos en todas sus escuelas se incrementó
al ser preferida por los jóvenes no sólo de todo el estado, sino
también de los estados vecinos.
Modesto Tercero nació en 1988 y desde niño decidió que iba
ser médico y, por supuesto, se lo comentaba frecuentemente
a su abuelo Modesto. Pero además, desde la escuela primaria
hasta el bachillerato había sido un excelente alumno.
En el semestre febrero-junio de 2006 estaba por terminar
bachillerato y decidió realizar todos los trámites que establecía
la Universidad para inscribirse en la carrera de médico
general. En abril presentó su examen de conocimientos
y al recibir su resultado no pudo esconder su felicidad ya
que obtuvo 662 puntos (sobre 800) y se había informado
que arriba de 650 era seguro que saldría seleccionado. Se lo
comentó de inmediato a su padre y a su abuelo Modesto.
6
La desilusión de los tres Modestos, abuelo, padre y nieto,
vino cuando en julio revisaran la lista de seleccionados
y su número de ficha no apareció en la publicación de los
resultados. Su abuelo y su padre se decepcionaron, Modesto
Tercero no perdió para nada la esperanza, les dijo: no se
preocupen el próximo año sí me seleccionarán, voy a estudiar
todo este año para ser el mejor examen de selección. Al ver
la tristeza de su abuelo Modesto, le dijo ¡No te pongas triste
abuelo, yo voy a ser médico!
Con la aprobación y el apoyo de sus padres, todo ese año
de 2006 se preparó para presentar el examen en 2007.
De nueva cuenta realizó todos los trámites requeridos por la
Universidad y en el mes de abril, de nuevo, presentó el examen
de conocimientos. Al recibir el resultado, su ánimo decayó.
Había obtenido 648 puntos, menor puntuación que el año
anterior. Con pena y tristeza se encaminó a la casa del abuelo
Modesto, ¡pensando qué le diría sobre el resultado del examen!
El primer edificio de la Escuela de Medicina, construido en 1973. La foto es de 1982.
Meditando y triste llegó a la casa. No había nadie y entonces se
dirigió a su casa con sus padres. A ellos les diría la verdad. Sabía
que lo más probable era que no resultara seleccionado.
Al llegar no tuvo tiempo de decirles nada. Lo recibieron con
los ojos llorosos diciéndole: ¡al abuelo Modesto le dio un infarto
y acaba de morir! Qué mayor tristeza que la noticia recibida, él
era el nieto que más se había identificado con su abuelo.
Su pena la soportó solo; atendió los servicios funerarios,
y posteriormente pasó casi tres meses triste, serio,
meditabundo, pensando qué decisión tomar: trabajar o
estudiar otra carrera; ninguna de las dos le convencía. Pero
no hay fecha que no se llegue ni plazo que no se cumpla.
Llegó el día de la publicación en los diarios de los resultados
del examen de selección en la Universidad.
Ese día, 22 de julio de 2007, Modesto Tercero revisó en
el diario La Crónica, la lista de los alumnos aceptados en
la Universidad, centró su mirada donde decía Escuela de
Medicina, casi al final de la lista de los números de fichas
de los alumnos aceptados, apareció el número 6632; lo miró
en tres ocasiones, revisó el número en su ficha y comprobó
que estaba correcto, la emoción hizo que se le humedecieran
los ojos, se calmó y sin decir nada a nadie fue a buscar a
su papá, que ese día no trabajaba porque era domingo, le
pidió el automóvil prestado y ya en el auto se dirigió por la
calzada Aviación rumbo al aeropuerto, pasando el puente
de la Colonia Abasolo se desvió hacia el cementerio Jardines
de la Esperanza, estacionó el automóvil y caminó hasta
una tumba, cuya placa decía Modesto García López 19382007. Por un buen rato se quedó serio frente a la lápida, con
lentitud sacó el periódico y mostrándoselo a la placa, como
si ésta pudiera mirarlo, le dijo: ¡abuelo, voy a ser médico!
7
Ecos del Bicentenario y del Centenario
L
etra clara, delineada. La mano esculpe la obra de
arte... con proporciones casi míticas, simbólicas…
estas grafías la acompañaban en el transcurso de
su vida. ¿Por qué no quererlas? Así se escribía Zara Sosa.
El trazo perfecto del contorno de cada letra le revelaba
historias insospechadas, conversaba con las palabras, con la
letra dibujada. Zara Sosa,mi abuela.
El 23 de agosto de 1873, siendo alumna de la Escuela
Nacional de Santo Tomás, fundada en 1859 por Eliseo
Schieroni, Zara Sosa recibió una mención honorífica por su
capacidad lectora; el reconocimiento se lo otorgó José María
Villagrana, subjefe político de la frontera. Por aquellos años
Santos Silva Cota*
la capital del Partido Norte de Baja California se encontraba
en Santo Tomás.
En los inicios del siglo XX, época en la que empezaba a
manifestarse el descontento hacia las clases dominantes, época
de turbulencia política, el año de 1902 el panorama no era
gris para Elvira Cota, una adolescente de catorce años, quien
recibía, precisamente de manos del presidente de la república
don Porfirio Díaz, el Primer Premio por su aplicación, que
acreditaban sus calificaciones que obtuviera en el curso de
primer año superior en la Escuela Primaria Superior número 1
de Ensenada, Baja California. Para Elvira este premio
debió representar días de gloria que se verían reflejados en
* Rector de la Universidad Autónoma de Baja California de 1959 a 1966. Actualmente es integrante del Centro de Estudios sobre la Universidad, UABC.
8
su personalidad, pues ella siempre se caracterizó por su
sencillez,sensibilidad y pasión por la educación y por las artes,
de manera especial, por la pintura y por la música clásica.
Elvira Cota Silva nació en 1888 en Ensenada, Baja
California. Fue maestra en la Escuela La Corregidora.
Trabajó en la delegación de Instrucción Pública, ahí conoció
a quien sería su esposo, el profesor Andrés Silva Vite.
Cuando nos remontamos a los acontecimientos ocurridos
durante el periodo de la Independencia de México,
cuando se habla de los héroes que nos dieron patria, de los
revolucionarios, de los “rebeldes”,de los “radicales”;cuando
rememoramos las estampas impresas en los libros de
Historia en las que orgullosos destacan los bustos de don
Miguel Hidalgo, de Morelos de Doña Josefa Ortiz de
Domínguez,el ambiente se percibe con cierto aire nostálgico
por la efervescencia de aquellos sucesos.
Desde hace más o menos dos años, en nuestro país mucho
se ha hablado sobre los festejos del Bicentenario de la
Independencia de México y del Centenario de la Revolución
Mexicana. De parte de las instituciones educativas han
surgido convocatorias para que tanto historiadores,
escritores, y ciudadanos en general vuelquen en el papel, en
términos narrativos o ensayísticos, sus saberes e inquietudes
por estos conocimientos.
En Baja California, mi estado, estos dos acontecimientos
se enmarcan en estas celebraciones: Uno, el primero,
firmado desde la subjefatura política de la frontera, en
Santo Tomás, y el segundo firmado desde la Presidencia de
la República, y que representan de manera significativa los
festejos del Bicentenario de la Independencia de México y
del Centenario de la Revolución Mexicana, particularmente
para quien esto escribe.
9
Breve historia del algodón en el delta
mexicano del Río Colorado
E
n el estado de Puebla en el valle de Tehuacán, los
científicos han descubierto fragmentos de fibra y
capullos de algodón que tienen más de 7000 años.
Quizás algunos cientos de años antes de que los primeros
españoles pasaran por su territorio en 1540, los indígenas
Pima cultivaban algodón en las orillas de río Gila cerca de
donde está actualmente la ciudad de Phoenix, Arizona.
Pero, aparentemente, los yuma, los cucapá y otras tribus
que vivían en el delta del Colorado nunca lo cultivaban y no
hemos encontrado evidencia firme de cuando empezaron a
crecer las primeras plantas de algodón en ese valle.
Sin embargo, ha existido un lugar conocido como Los
Algodones. ¿Desde cuándo?, no sabemos. Tampoco sabemos
el porqué lleva ese nombre. Mi teoría, muy particular, es
que en las frecuentes inundaciones del río Gila, capullos de
algodón, con sus semillas, fueron traídos por las aguas desde
los sembradíos de los Pimas hasta el entronque del Gila
con el Colorado, y río abajo donde quedaron naufragados
en las ricas tierras del delta. Ahí brotaron voluntariamente
como hacen, con mucha facilidad, las semillas del algodón.
Después, algún español, sea padre, soldado, o colono, quizás
en tiempos del padre Garcés y el capitán De Anza, vio esas
plantas y puso ese nombre a una ranchería de los Yumas.1
No hay nada en qué sostener mi teoría, pero alguien que
hablaba castellano debió de haber bautizado el lugar con el
nombre de Los Algodones.
James Griffin*
La fecha más antigua en que he encontrado mención del
pueblo de Algodones, es el 8 de enero 1851, cuando el Mayor
Samuel P. Heintzleman apunta en su diario que algunos de
sus paisanos cruzaron el Colorado en “Algodones” en su ruta a
Sonora para comprar borregos. El Mayor había sido enviado
con sus tropas al entronque de los ríos Gila y Colorado para
establecer un campamento y después un presidio al que se le
llamó Fuerte Yuma. Heintzelman estuvo ahí hasta fines de
diciembre 1853. Durante su estancia hizo varias excursiones
por el delta mexicano, pero no mencionó haber visto plantas
de algodón.
Años más tarde, en 1873, el Gobierno mexicano mandó al
ingeniero Jacobo Blanco a explorar el delta e investigar las
actividades en esa área, ya que los estadounidenses tenían
barcos corriendo desde la desembocadura hasta Yuma.
También en la desembocadura en territorio mexicano,
habían establecido el rústico puerto Santa Isabel.2
En su reporte, Jacobo Blanco menciona que los indios
sembraban pequeñas áreas de melón, calabaza, frijol y maíz.
Además comenta que la opinión generalizada es que el algodón
sería un cultivo ideal para esas tierras, pero que él no ha visto
estas plantas ni piensa que han sido sembradas. Continuaba
diciendo,
En el área llamado Algodones yo no vi, no oí, de una planta
que podía satisfacer esa denominación. El Sr. Martínez, quien
* Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C.
1
Según un articulo de Carlos Alberto Gutiérrez Aguilar en la revista El Río, año III, número 7, el teniente inglés Robert Hardy visitó el bajo delta del Río Colorado
en 1826. En sus contactos con los cucapá estos indígenas le regalaron en otras cosas, “algodón en rama”. Y aunque el ramal del Colorado donde su barco, La
Bruja, quedó varado por casi un mes, lleva todavía hoy su nombre, el teniente no llegó ni cerca al sitio del actual Los Algodones. Sin embargo, ese regalo que él
recibió de los cucapá nos permite pensar que posiblemente crecían matas de algodón en el delta por aquellos años.
2
Información referente al reporte del ingeniero Blanco fue traducida del artículo de Álvarez, Document No. 35: A Map Maker’s Story of his Journey from San Diego
to the Sea of Cortes, San Diego, The San Diego Corral of Westerners, Brand Book, núm. 5, 1978, p. 130. El reporte del ingeniero Blanco fue escrito en español y
Álvarez hizo la traducción al inglés para el artículo citado.
10
actualmente está encargado de la posta Burk,
(que se encontraba cerca de actual poblado
Tecolotes, nombre recientemente cambiado a
Benito Juárez) ha sembrado algunas semillas
de algodón y aunque las plantas son muy
pequeñas, hay indicios de que van a madurar.
¿Podemos especular que esas pequeñas
plantas del señor Martínez fueron las
primeras sembradas intencionalmente en el
valle de Mexicali-San Luis? Es posible que
hubiera algunas siembras en el valle en los
años siguientes pero no hemos encontrado
evidencia de ellas. Lo que sí sabemos es que
cuando abrieron tierras en el Valle Imperial
en 1901, regándolas con agua de Río
Colorado que les llegaba por el canal Álamo
en territorio mexicano, el algodón fue una de
las siembras que experimentaron con éxito.
Para 1904 y 1905, la Colorado River
Land Company, conocida después como La
Colorado, había comprado del mexicano
Guillermo Andrade casi todas las tierras
cultivables del delta mexicano. Al principio
parte de esos terrenos fueron dedicados
al pastoreo de ganando vacuno y a la cría
de caballos y mulas, pero no tenemos
evidencia de que se cultivara algodón en
esos primeros años. Las inundaciones que
empezaron en 1905 y no terminaron hasta
1907 cubrían, por buena parte del año,
muchos de las tierras en la parte norte del
delta y también causaron la suspensión de
la construcción de la vía de ferrocarril que
habían empezado a instalar entre Mexicali,
Algodones y Yuma. Fue hasta 1909 cuando
terminaron esa obra. Una vez puesto en
operación el ferrocarril Inter-California,
quedaron comunicadas muchas tierras en la
parte norte del valle y con ello empezaba el
desarrollo de actividades agrícolas.
En su libro, El valle de Mexicali y La
Colorado River Land Company, publicado
por el UABC; Dorothy Kerig nos dice:
La flor del algodón.
La bellota del algodón.
La mota del algodón.
11
En la temporada 1910, La Colorado rentó 600 hectáreas a uno
de sus capataces, William Brandenberg [...] para probar la
aptitud de las tierras para el desarrollo agrícola. Brandenberg
sembró algodón en parte de ellas y quedó tan complacido con el
resultado que planeó dedicar dos terceras partes de esas tierras
al mismo cultivo al año siguiente
Kerig nos indica que La Colorado, cuyos inversionistas eran
promotores de bienes raíces;
esperaban levantar una vibrante comunidad de agricultores
comerciales independientes que se desarrollarían naturalmente
a medida que a su alrededor crecieran industrias afines.
Fue con esa idea que en 1910 La Colorado decidió vender
13 000 hectáreas de tierras selectas en la que estaban dos de
las estaciones [aparentemente Hechicera y Bataques] de la
nueva línea de ferrocarril. Se esperaba que los compradores
subdividieran y colonizaran esa extensión, por medio de
ventas y alquileres, y establecieran así el núcleo de pequeños
agricultores y rancheros que, según se creía, desarrollarían
diversas empresas agrícolas e industrias relacionados en el valle
de Mexicali. John Cudahy, de una firma empacadora de carne
de Chicago, compró la mitad de esa extensión y en 1911 inicio
un extenso plan de desarrollo que incluía el cultivo de algodón.
Para resolver la escasez de mano de obra, Cudahy planeó
importar grandes contingentes de jornaleros chinos y utilizar
también la más moderna maquinaria para ahorrar mano de
obra. Entre las industrias agrícolas que Cudahy esperaba ver
crecer se contaba molinos de harina, enlatadoras, procesadoras
de lácteos, ingenios azucareras, elaboradores de vinos,
curtidurías, fabrica de arneses, de sillas y de cajas. También
despepitadoras de algodón, refinerías y molinos.
Todo eso apenas había empezado cuando otros factores,
como la revolución en México y la invasión de los elementos
de Ricardo Flores Magón a Mexicali el 29 de enero 1911
desanimaron a los potenciales colonos-agricultores a
comprar las otras 6 500 hectáreas en venta.
No se sabe con exactitud por qué se retiró Cudahy del valle
de Mexicali, y tampoco sabemos qué tanto de su proyecto
se realizó, aunque parece que fue relativamente poco. Hay
indicaciones de que él fundó la Hacienda Hechicera, que
luego fue colonia y actualmente es parte del ejido Hechicera.
12
Su nombre quedó en una compuerta, la llamada Cudahy
Check, que desviaba agua desde el canal Álamo rumbo a ese
y otros ranchos.
A partir de 1912 la información que tenemos sobre las
siembras y producción comercial de algodón en el valle
es confiable. En ese año sembraron doce hectáreas y se
cosecharon quince pacas. De ahí empezó a crecer el área
sembrada y la producción de pacas. Para la cosecha de 19201921 sembraron cincuenta mil hectáreas y se produjeron
setenta y nueve mil pacas.
En los primeros años, el algodón hueso que salía de los
campos del valle, fue llevado a Caléxico para ser convertido en
pacas de fibra de algodón y semilla del mismo, pero, en 1916,
la empresa Globe Mills estableció la Compañía Algodonera de
Baja California, S. A., la primera despepitadora en Mexicali.
Estaba localizada cerca de la estación del ferrocarril InterCalifornia en lo que es ahora el Centro Cívico de Mexicali.
Esta empresa existe todavía y es propiedad de la familia
Sada. Actualmente las plantas despepitadoras de la empresa
están en el valle, cerca de donde estaba la estación Pólvora
del Ferrocarril Inter-California.
En 1919, también en lo que es el Centro Cívico, fue
instalada la segunda despepitadora con la razón social de
Mexican Chinese Ginning Company, S. A. Posteriormente,
el nombre fue cambiado a Despepitadora de Mexicali y fue
relocalizada enfrente y al otro lado de lo que es el bulevar
López Mateos, y donde está actualmente el Teatro de Estado.
Esta empresa, que la gente del pueblo seguían llamando La
Chinesca, trabajó con mucho éxito hasta los años de 1970.
En 1920, la empresa, National Gins, S. A. fue constituida,
pero sobre esta empresa tenemos poca información, que
aparentemente desapareció en pocos años.
Entre 1922 y 1923, una filial de La Colorado, la Lower
California Ginning Company instaló cuatro despepitadoras
en parte de los terrenos que eventualmente ocuparía la
Compañía Industrial Jabonera del Pacifico que absorbió
esas despepitadoras. De allí en adelante, con altas y bajas,
hasta los años de 1970, el algodón era la base de la economía
del valle de Mexicali-San Luis, y responsable del desarrollo
inicial de Mexicali, de San Luis y de los otros pueblos.
Sigue siendo uno de los cultivos más importante en el valle
gracias a la dedicación y persistencia de los productores y las
empresas relacionadas a esa agroindustria.
El esclavo
James Griffin*
S
oy un esclavo. No siempre he sido esclavo, ni lo seré
para toda la vida. Nací en las montañas cubiertas de
nieve y de hielo, y caminé sin impedimentos, legua
tras legua, entre cañones, sierras y desiertos hasta llegar a
tierras bajas y hasta el mar. Entonces el hombre me hizo su
esclavo. Hoy hago lo que me dice el hombre, voy por donde él
me indica, hago sus trabajos. Pero no será así eternamente.
Fue en las tierras bajas donde el hombre empezó a ponerme
sus cadenas al robar parte de mis recursos para mandarlos
al norte. Yo estaba contento con mi ruta hacia el sur, que
había seguido por algún tiempo, pero conocía también el
camino rumbo al norte ya que lo había recorrido más de
una vez por largas temporadas. Entonces, pensando en que
la vía a norte era fácil, y parte de mis fuerzas habían sido
desviadas, decidí cerrar la ruta sureña e irme al norte con
toda mi potencia. Al hombre no le gustó eso y de inmediato
empezó a trabajar para forzarme a llevar la mayor parte de
cuerpo otra vez al sur.
Yo nunca había dejado que nada obstaculizara mi marcha
y, en consecuencia, cuando querían forzarme a regresar al
sendero abandonado, fui tenaz y resistí con toda mi fuerza.
Pero el hombre estaba también muy terco y la resistencia
que yo ofrecí contra sus esfuerzos de exigirme que fuera por
donde él quería, eran noticias en sus periódicos y revistas y
costó la labor de muchos hombres y el empleo de mucha de
su maquinaria, por más de dos años. Al fin el hombre ganó y
por primera vez yo sufría las cadenas de su obra.
Los hombres estaban felices e incluso se autocongratularon,
diciendo que yo nunca sería libre para ir a donde yo quisiera.
*
Pero se equivocan y aunque me podría tardar mucho, y de
acuerdo a como ellos miden el tiempo, yo llegaré a ser libre
nuevamente para partir montañas como antes, y volveré a
crear deltas para cerrar un brazo del mar.
El hombre me conoce como el Río Colorado, y piensa que
yo seré su esclavo para siempre porque me ha encerrado en
1936. Presa Hoover en el Río Colorado, ubicada en Nevada, Estados
Unidos de América.
Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C.
13
1950. Presa Morelos, sobre el Río Colorado en Baja California, México.
mis cañones, atrás de enormes presas que él construyó. Él ya
usa mis fuerzas como quiere, pero no sabe qué tan paciente
soy yo. Para mí, cien años no es más que un “tic” que hace su
reloj. Estoy trabajando para ganar mi libertad, aun cuando
él esté inventando nuevas tareas para su esclavo.
Dentro de unos diez mil años, o quizás nada más, en unos
mil, yo habré llenado con azolve los grandes lagos que están
atrás de sus presas y habré empezado a destruir las mismas
presas. Moler esas masas de concreto y de acero, para mí
no representa tanta dificultad, ni me tomará mucho tiempo
como en el pasado, cuando hube de cortar por el espinazo
granítico de la tierra para formar el Gran Cañón y los
muchos otros cañones vastos que hice.
Sí, seré libre de nuevo, después de haber sido esclavo
del hombre, aunque él piense que es para siempre; por mi
manera de medir el tiempo para mí no será mucho.
14
Tomado y traducido del artículo “Cuando el Valle Imperial
luchaba por su vida”, escrito por Robert L. Sperry y publicado
en The Journal of San Diego History, invierno de 1975,
Volumen 21, número 1. Este pequeño cuento, aparentemente
escrito por Robert Sperry, sirve de introducción para una
interesante historia de las circunstancias de la inundación
de buena parte del delta del Río Colorado y la creación del
lago Saltón Sea en los años 1905 al 1907. Según una nota al
final del artículo, Sperry era dueño y operador de ranchos y
negocios agrícolas cerca de Calipatria, en el Valle Imperial.
Su ingeniería de innovaciones y mejoras en el equipo agrícola
contribuía grandemente al desarrollo del Valle Imperial.
Poseía un interés genuino por la historia, y después de su
retiro, participó en actividades relacionadas con la historia
del valle y escribiendo y publicando algunos artículos.
Una foto. Una historia
Austreberto Silva Olivares*
1955. En esta fotografía aparecen reunidos profesores de la
En el prefacio de su libro dice:
Escuela Normal Urbana Fronteriza de Mexicali con motivo de
celebrar a los autores del primer libro de Geografía
Al concursar en el Certamen convocado por la
para las escuelas primarias. De izquierda a
Dirección de Acción Cívica y Cultural del Gobierno
derecha: Gabriela Delgado de Talamantes,
el Estado, para escribir un texto de Geografía
ingeniero José G. Valenzuela, ganador, profesora
para uso de las escuelas primarias, se ha puesto
Georgina Álvarez Padilla, ganadora, América
muy especial interés en expresarse en un lenguaje
Oropeza Meza y Virginia Navarro de Vargas. El
sencillo y al alcance de los alumnos de 3º y 4º años
libro se publicó en Baja California en 1955.
de primaria; como profesores de la escuela Normal
El ingeniero José G. Valenzuela impartía la
Fronteriza de Mexicali, trabajamos con el espíritu
clase de Cosmografía y la profesora Georgina
del lema de nuestra escuela, que es el mismo que
Álvarez Padilla, la clase de Geografía. El
usamos en el Certamen y que es: “Pensamiento y
Certamen convocado por la Dirección de Acción
Acción al Servicio de México.
Portada del libro
Cívica y Cultural del Gobierno el Estado para
escribir un texto de Geografía para uso de las
En 1960 se publicó la segunda edición.
escuelas primarias.
*
Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C.
15
H I ST O R I A S D E LO C O TI D I A N O
Cuando de compras se iba al “pueblo”
Miguel Esteban Valenzuela Robles*
N
La creciente población trabajadora de Mexicali fue
ada puede resultar más extraño que la conducta
constituyendo una clase media con buenos alcances en lo
colectiva de los humanos. Así observamos cómo
económico y que se traducía en la mejoría y en el bienestar
el colectivo adquiere una rutina casi similar
material de la familia; por eso, era muy importante “ir al
en sus hábitos y formas de convivencia, producto de su
pueblo” a comprar lo que se ocupara en casa. Esa identidad que
cotidiana relación y de su constante deseo de superación y
“el pueblo” emanaba se debía a que Mexicali estaba creciendo
progreso. En el caso de Mexicali, su inicio como ciudad está
y la población lo estaba notando cuando los traslados al pueblo
demarcado por una difusa declaratoria de su fundación, aun
se hacía cada vez más cortos. Esto se empezó a notar porque
cuando se estableció gracias al esfuerzo de un conjunto de
en el trayecto entre “el pueblo” y la colonia o el ejido, cada
familias, comerciantes, inversionistas y buscadores de una
vez había más construcciones que invadían aquella sensación
mejor vida. Así se formó aquel poblado que poco a poco
de aislamiento que irradiaba “el pueblo”.
concentraba todas las actividades de la región, cuando por
Así las cosas, en “el pueblo” lo más moderno eran los
región, era obligado referirse a la actividad agrícola del valle
edificios de la mueblería El Campesino o el de La Metralla,
de Mexicali y de sus poblados.
con todo y Don Pancho y sus comandos. Allí las compras
Los habitantes de esos poblados venían “al pueblo” de
también eran de cosecha a cosecha, como lo anunciaba la
Mexicali por la visita médica, por el trámite o gestión de
Mueblería Monterrey. Y qué decir de la compra de uniformes
gobierno. Venían también al banco o a buscar una refacción
y camisas para el trabajo, bastaba con visitar a Don Manuel,
para la maquinaria o para el automóvil. En fin, venir al
porque “si es de Don Manuel… tiene que ser bueno”. Para
pueblo representó, para muchas generaciones, la aventura
estos menesteres también se iba a la Campana (donde usted
por las compras, por el descubrimiento casi lúdico del estreno
siempre gana) o a las famosas Tres B. También estaban
del nuevo uniforme escolar, por los materiales para ampliar la
casa; por la chamarra o los zapatos que
se estrenarían en Navidad. Venir a comer
al pueblo, significaba, además, tomarse
un café o una fría cerveza Mexicali antes
de retomar el camino a casa, fuera en el
automóvil familiar o en el acostumbrado
camión de los que Miguel Gutiérrez
operaba para atender al valle.
Pero las compras no sólo eran para los
de fuera. Efectivamente, los habitantes
de la colonia Industrial, así como los de
la Pro-Hogar, los de Pueblo Nuevo, los
de la Nueva Esperanza, también “iban
A mediados de los años de 1960, el bullicio que había en la calle Morelos se debía en gran parte
al pueblo”.
a las actividades bancarias y otros comercios, como mueblerías y tiendas de ropa.
*Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali”, A. C. Correo electrónico: [email protected]
16
En esa misma acera estaban la
Mueblería Mexicali, el Cinema Curto y
la tradicional Nevería Blanca Nieves.
La gente que venía al “pueblo” trataba
de economizar tiempo y, por supuesto,
dinero; en una sola visita se procuraba
realizar todas las compras posibles. De
esta manera, las familias o el ama de
casa acudían al centro con una rutina ya
definida y con su lista de pendientes, y
una vez cumplida la faena, se premiaba
a los acompañantes con una rica nieve,
un agua fresca o una coca cola (de las de
botellita); si el presupuesto lo permitía,
la familia comía en alguna lonchería o
La avenida Reforma rematada por la catedral, cuando en ambas aceras el bullicio comercial
restaurante.
daba vida al “pueblo” hasta entradas horas de la tarde.
Otro de los motivos para ir al
“pueblo” era la posibilidad de ir al cine,
con esa ilusión de ver una película,
había sobrada oferta en “el pueblo”. Se
ha mencionado al Cinema Curto, pero
también estaban avecindados en “el
pueblo”, el cine Bujazán, el cine Lux el
cine Cali y el cine Reforma; las opciones
eran amplias y la programación de
cartelera para todos los gustos. Eran los
tiempos de permanencia voluntaria, de
dos o tres películas por un solo precio y
de los sábados y domingos de matinée;
cuando al entrar se obsequiaba uno de
esos abanicos de cartón con la foto de
En la calle Altamirano, el comercio, así como las loncherías, siempre fueron puntos de
artistas y que tomaron el mote de los
reunión para la compras.
“Pedro Infante”, los que abanicando y
abanicando daban un respiro cuando el
verano nos recordaba la geografía local.
las Tienda Delta y las Tiendas de ropa Ley, donde usted
En “el pueblo” se unían todas las expresiones de la
simplemente decía “me lo llevo”.
naciente identidad de los mexicalenses, los que empezaban
Esta cotidianeidad de consumo en el “pueblo” tenía
a reconocer que su ciudad daba los inicios para constituirse
sus códigos no escritos. Por ejemplo, si usted andaba cerca
como la capital de un estado tan progresista como ha sido
de catedral, podía comprarse el disco del momento en el
Baja California.
“auténtico mercado de discos” del Capitán Belloso, o tomarse
En este proceso, el centro de la ciudad fue adquiriendo
la foto en esa presente Foto Rex de la señora Herlinda Robles,
su connotación inmediata como gran receptor de la vida
o cruzarse y comprar un juguete en la miscelánea La Japonesa,
ciudadana, transformando cada instante personal o familiar,
pasar por su recién reparado reloj en la joyería La Princesita y
en una gran experiencia de identidad. Así, compradores,
disfrutar una rica torta de lomo en Los Tres Cochinitos.
17
visitantes y empleados en los comercios de
“el pueblo”, eran todos conocidos o, por lo
menos, referenciados. Casi todos sabían qué
encontrar y en dónde, incluso en ocasiones se
podía conocer con anticipación hasta el precio
del producto.
En esos años era común la compra de
zapatos en los comercios de “el pueblo”. El
buscador o buscadora de calzado armaba una
verdadera excursión y saltaba de la tiendas
de Calzado Canadá a las Tres Hermanos o
a los comercios de chinos donde siempre se
ha vendido calzado. También la compra de
papelería empezó a ser cotidiana en la vida de
“el pueblo”. Si el material escolar no estaba
en Mevalza, rápidamente se movían hacia
los comercios de la Papelería González o a
los escritorios que atendían frente al edificio
de correos. El comercio local cumplía así,
su primordial función, proveer productos y
servicios.
Este episodio de la historia local, debió
cerrarse entrando los años de 1980. En esa
década los modos y costumbre de consumo
empezaban a dar cabida a los nuevos gustos
de una generación que empezaba a tomar un
rol más importante en la vida local. Así “el
pueblo” fue siendo tiempo pasado. Los locales
comerciales cerraban ante el embate de los
nuevos centros comerciales. Plazas con nombres
de moda, “malls” estilo estadounidense, pero
sobre todo, el crecimiento explosivo de la
ciudad, dieron cabida a una nueva forma de
consumo y a una nueva forma de convivencia
cuando de comprar se trata.
El ir al “pueblo” ya no representó algo
emocionante, sino aburrido. Ya nadie quiere
ir al “pueblo” porque simplemente ya no
hay comercio establecido. Un sinnúmero
de problemas de infraestructura y de orden
jurídico y político, han transformado el
viejo “pueblo” en una esfera de suciedad,
delincuencia y recuerdos.
18
Sobre el bulevar López Mateos todo era comercio: desde
la calle México hasta la confluencia con la garita internacional.
El ajetreo, la gente tras de su camión urbano… así era la Chinesca;
en esa zona las ofertas comerciales atraían a casi todo Mexicali.
En la esquina de Altamirano y Madero la tradicional Papelería Mevalza:
un icono del comercio mexicalense.
El proyecto de Plaza La Cachanilla constituyó el inicio
de la modernidad comercial en Mexicali.
Sobre el proyecto original, La Cachanilla parecía casi imposible, al enfrentar
una mentalidad comercial tradicionalista en le mexicalense.
Plaza Fiesta, con menor acierto comercial que la Plaza Cachanilla,
fue el segundo intento modernizado del comercio mexicalense.
En su lugar se dio entrada a
la modernidad comercial con la
construcción de plazas comerciales
estilo americano. La Cachanillla y
Plaza Fiesta fueron los primeros
conceptos de transformación comercial
en Mexicali y lograron sobrepasar los
intentos de los tradicionales centros
comerciales como el Centro Comercial
Sol, la anterior Plaza Universidad y
otros más que buscaron aprovechar
la nueva conducta de consumo en el
mexicalense.
Hoy en día la población acude a La
Cachanilla y aprovecha la frescura de
sus acondicionados pasillos, repletos de
comercios. Calzado, ropa, alimentos,
joyería, libros, papelería, discos y todos
lo que usted ocupe comprar lo podrá
encontrar en alguno de sus múltiples
locales comerciales. El experimento
de La Cachanilla comprobó que el
mexicalense moderno aceptaría ese
tipo de comercio y que haría lucir
a la ciudad con un nuevo concepto
consumo.
El inicio de las plazas comerciales y,
específicamente, de los malls cambió
para siempre la fisonomía comercial
del “pueblo”. Ahora, el centro de la
ciudad ha dejado de ser al anfitrión de
la aventura de compras; ahora vamos
al Shopping y sin mayor problema le
hemos cambiado por la modernidad de
las instalaciones más cómodas, de las
ofertas abundantes y de la mercancía
más accesible, en otras palabras,
hemos migrado parte de nuestra
historia cotidiana para formar un
nuevo relato.
19
Consecuencias de la guerra de
Independencia en Baja California
Yolanda Sánchez Ogás*
L
a guerra de Independencia no tuvo consecuencias
militares en Baja California ni en Alta California,
que entonces pertenecían a la Nueva España. Los
efectos fueron económicos porque los alimentos, ropas,
salarios y otros apoyos que se enviaban a los soldados de las
misiones se suspendieron durante los once años de la guerra.
En cambio, causaron gran temor los barcos que merodeaban
las costas de las Californias porque se temía que fueran
fuerzas insurgentes con intención de atacar algunos puertos.
Otro temor era que barcos extranjeros intentaran invadir
esos territorios, aprovechando que el ejército novohispano
se ocupaba en la lucha contra los insurgentes.
Por ejemplo, desde hacía varias décadas los rusos realizaban
viajes a las costas de Alaska. Después de varias incursiones
al presidio de la Yerbabuena (actual San Francisco), Nikolay
Rezanov recomendó al gobierno ruso la ocupación pacífica
del norte de la Alta California. En 1808, aprovechando la
invasión francesa a España y la debilidad del poder colonial
de esta potencia por las guerras napoleónicas, los rusos
fundaron una colonia a sólo 90 kilómetros al norte de San
Francisco, en el actual condado de Sonoma, California. El
fuerte Ross fue entonces poblado por soldados, cazadores y
marinos rusos, aleutas, algunos polacos, nativos y criollos;
en total un poco más de cien personas.
Esta ocupación tenía por objeto la producción de alimentos
para los pobladores rusos de Alaska y los navegantes que hacían
largos viajes desde América a Rusia. La colonia funcionó
hasta 1841, año en que fue vendida al todavía mexicano
Sutter, pero los últimos rusos no salieron sino hasta 1842. A
pesar de la cercanía del fuerte Ross, no hubo ningún intento
de invasión a las misiones, en parte debido a la pobreza de los
rusos de la colonia que apenas sobrevivían, y en parte por la
lejanía de Rusia, que muy poco podía hacer para apoyar a sus
colonos en cualquier intento de colonización.
La actividad que más desarrollaron los rusos en costas
peninsulares fue la pesca de nutrias. Los barcos rusos con
pescadores aleutianos realizaban viajes frecuentes hasta las
costas de Baja California para capturar nutrias y adquirir
otros productos en las misiones. Aunque el comercio estaba
prohibido, los recursos adquiridos por ese medio fueron un
alivio a las penurias de misioneros y gobernantes.
Otros barcos que merodeaban en las Californias causaron
preocupación a los mexicanos. En 1812, José Manuel Ruiz,
comandante de la Frontera acantonado en San Vicente,
envió al gobernador una comunicación sobre la llegada del
barco Mercurio a Ensenada de Todos Santos, de donde se
retiró el 8 de abril para aparecer cuatro días después en San
Quintín, sin realizar ninguna actividad.
A la Alta California llegó también el pirata Hipólito
Bouchard. Su llegada en 1818, con dos barcos y 280 hombres,
causó alarma debido a la carencia de elementos de guerra
y alimentos de los soldados. El pirata, francés migrante
en Argentina, venía de las Provincias Unidas del Río de la
Plata, donde el gobierno le había otorgado patente de corso
para que atacara y saqueara barcos y puertos españoles en
cualquier parte del mundo.
* Cronista de Mexicali. Integrante de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A. C.
20
los misioneros se negaban a ceptar la independencia.
Hubo carencia de alimentos.
Bouchard atacó 16 embarcaciones y puertos
de España. Al mando de la fragata Argentina
y la corbeta Chacabuco atacó el puerto de
Monterrey en Alta California el 22 de noviembre
de 1818. Los californios se defendieron con
cañones y se apoderaron de la goleta Argentina,
pero dos días después fueron derrotados y
Bouchard ordenó la destrucción del puerto.
Únicamente respetaron las propiedades de
personas nacidas en América. Después atacaron
Santa Bárbara y San Juan Capistrano. De ahí
los piratas marcharon a Isla de Cedros, donde
permanecieron desde el 24 de diciembre de 1818
hasta el 17 de enero de 1819.
La consumación de la Independencia
Después de once años de guerra, el 27
de septiembre de 1821 se consumó la
Independencia con la entrada a la Ciudad
de México del Ejército Trigarante, bajo las
órdenes de Agustín de Iturbide y Vicente
Guerrero. En Alta y Baja California, muchos
pobladores se negaban a reconocer el hecho,
principalmente los misioneros que poco interés
tenían en independizarse pues se consideraban
parte del gobierno español. Las misiones que
aún se mantenían en funcionamiento siguieron
igual que siempre.
Por la lejanía y los escasos recursos, el nuevo
gobierno independiente tampoco hizo mucho
caso de Baja California durante varios meses.
La llegada de navegantes extranjeros a las
principales poblaciones de la península con el
pretexto de alguna compostura a los barcos
o para abastecerse de agua, leña o alimentos
alertó al gobierno del Imperio Mexicano. A
Agustín de Iturbide, emperador de México,
empezó a preocuparle que fueran piratas en
busca de botín que tuvieran intención de
comerciar de contrabando o corsarios de otra
nación que quisieran invadir territorio del
naciente Mexico independiente.
El 7 de julio de 1822 se juró la independencia. Por la noche se realizó un baile.
21
Vía del ferrocarril Intercalifornia
Calle del ferrocarril
Hospital
Mexicali
Casino El Tecolote
Calle Mel
Canal fronterizo
Hoy avenida Madero
Línea Inte
Avenida Lerdo
Mexicali
en 1911
Garita Mexicali
lgar
Cerro Centinela
Aduana de Caléxico
Tanque de agua del
ferrocarril en Caléxico

Garita mexicana
Caléxico
ernacional
N
Calle Primera
Calle Heffernan
1911. El poblado de Mexicali, en el año de la invasión magonista, contaba
con aproximadamente 500 habitantes. La foto fue tomada desde lo alto del
primer tanque de agua de Caléxico, al fondo se observa muy claro el Cerro
del Centinela. La franja sin construir en Mexicali se debe a la disposición del
gobierno federal de que no se construyese en una distancia de 100 metros a
partir de la línea fronteriza; después se cambiaría esa disposición.
1821. Al consumarse la independencia de la Nueva España y convertirse en país independiente, México tenía una extensión de más
de cuatro millones de kilómetros cuadrados, abarcaba las provincias de California, Nuevo México y Texas. En la guerra contra
Estados Unidos en 1947 se consumó el despojo de más de la mitad de nuestro territorio (dos millones de kilómetros cuadrados).
Mexicali no existía, inició su poblamiento en 1900.
24
Barcos chilenos atacan Loreto
Especial preocupación generó en Iturbide la llegada del
inglés Thomas de Cochrane a las costas de San José del Cabo
cinco meses después de la consumación de la Independencia,
en febrero de 1822. Cochrane era un insurgente que salió de
Chile al frente de una escuadra con el objetivo de atacar,
saquear y destruir todos los puertos en los que se mantuviera
el dominio español. La escuadra formada por los barcos
Araucano e Independencia, ambos con tripulación chilena,
llegaron a La Paz, donde obligaron al gobernador a reconocer
la Independencia de México.
La tripulación del Araucano aún realizó algunos saqueos
en Loreto antes de retirarse de las costas bajacalifornianas,
pero su presencia fue considerada un peligro para la
independencia del nuevo país. Iturbide decidió enviar al
religioso Agustín Fernández de San Vicente a convencer a
los misioneros y al resto de la población de que aceptaran y
juraran la Independencia de México.
La jura de Independencia en las Californias
Al igual que en la península, en la Alta California había
resistencia a aceptar la Independencia. Fue necesario
que el inminente ataque de Cochrane se cerniera sobre las
Californias para que se aceptara a la Junta Provisional
Gubernativa y su decreto de jura de Independencia. El
último gobernador de la Alta California española, Pablo
Vicente Solá, los militares, sacerdotes y población en general,
reunidos en Monterrey, California, juraron la Independencia
el 9 de abril de 1822.
José Manuel Ruiz, comandante de la Frontera de la Antigua
California en San Vicente, realizó la jura de Independencia
el 16 de mayo de 1822. Reunió a soldados y después de que
presentaron armas se les informó el motivo de la reunión. Se
convocó también a los pobladores de la misión y después de
leer ante todos la declaratoria de Independencia, el Plan de
Iguala, los Tratados de Córdoba y el decreto de la regencia
del Imperio Mexicano y de la Soberana Junta Provincial
Gubernativa, se hizo el juramento debido. Se concluyó con
una salva y repique de campanas. Al día siguiente se realizó
una misa solemne.
En julio llegó a la misión de Loreto Agustín Fernández
de San Vicente, comisionado eclesiástico y representante del
gobierno de Iturbide, quien nombró jefe político interino
a Fernando de la Toba. De la Toba realizó la jura de
Independencia el 7 de julio de 1822, ceremonia que consistió
en juramento solemne con repique de campanas y un paseo
por la plaza y calles principales. Por la noche hubo un
baile popular. Asistieron, además de los funcionarios, una
comitiva del bergantín San Carlos de la Armada Imperial de
México y todos los pobladores.
Sin embargo, las misiones, exponentes del dominio español
en Baja California, siguieron funcionando. En 1834 se fundó
en la Baja California la última misión dominica, Nuestra
Señora de Guadalupe, en el actual valle de Guadalupe. Su
fundador, el padre Caballero, permaneció en ella seis años
hasta que en 1840, una rebelión dirigida por el jefe kumiai
Jatñil, con la alianza de cucapá, kiliwa y paipái atacó y
destruyó las misiones de Guadalupe y Santa Catarina.
Sólo quedó en funciones la misión de Santo Tomás hasta su
clausura en 1849.
Foto de portada:
1958. Avenida Reforma (antes Teniente Guerrero), entre calles
Morelos y Altamirano. Destaca el Cine Bujazán, uno de los más
lujosos de la ciudad, que vino a sustituir al viejo Cine Mexicali.
Se observa la ferretería Cabañas y varios locales que regenteaban
ciudadanos chinos. Al fonde se observa la Ferretería Mexicali.
Los automóviles son modelos de 1950 ahasta 1957.
25
Revolución magonista
de 1911 en Mexicali
L
a revolución maderista de 1910 inició sus acciones
militares de manera paralela con otra alternativa
de lucha dirigida por el grupo magonista y la Junta
Organizadora del Partido Liberal Mexicano. Los liberales
iniciaron su lucha contra el porfirismo años antes: desde
1906 estaban organizados en guerrillas de las que había 40
en todo el país, repartidas en cinco zonas. Baja California
correspondía a la zona septentrional. Hubo intentos de
lanzarse juntos, liberales y antireeleccionistas, a la lucha,
pero la ideología liberal de una revolución socioeconómica y
la idea de Francisco I. Madero de una revolución sólo política
impidieron la unidad.
La incorporación de Pascual Orozco a la revolución
dirigida por Francisco I. Madero forzó a los magonistas a
volcar sus acciones en Baja California, espacio que desde
1908 era considerado estratégico por los liberales debido a su
lejanía del centro del país y a sus escasas fuerzas militares.
En caso de sufrir algunas derrotas, los liberales podían llegar
allí a recuperar fuerzas y dirigirse luego a Sonora y Sinaloa.
Conforme las fuerzas de Pascual Orozco y Francisco Villa
adquirían mayor fuerza en Chihuahua, los magonistas se
debilitaron hasta que finalmente tuvieron que replegarse y
trasladarse a Baja California.
En un artículo escrito en el periódico Regeneración el 16
de junio de 1911, Ricardo Flores Magón resumió la situación
que existía en Baja California en cuanto a la tenencia de la
tierra:
¿Pertenece a México la Baja California? Sí, me diréis.
Pues bien: la Baja California no pertenece a México sino a
Estados Unidos, Inglaterra y a Francia.
Yolanda Sánchez Ogás*
El norte de la Baja California está en poder de Cudahy, Otis
y otros multimillonarios norteamericanos. Toda la costa
occidental de la misma pertenece a una poderosa compañía
perlífera inglesa y la región en que está ubicada Santa Rosalía
pertenece a una rica compañía francesa.
¿Qué es lo que tienen los mexicanos de la Baja California?
Nada.
¿Qué es lo que le dará a los mexicanos el Partido Liberal
Mexicano? Todo.2
En el caso del valle de Mexicali, las tierras y aguas pertenecían
a extranjeros: Harrison Gray Otis, Harry Chandler,
Randolph Hearst y G. C. Cudahy. El mayor terrateniente
era Otis, dueño además de los periódicos Los Ángeles Times
y Los Angeles Herald. Hearst, latifundista en Chihuahua,
poseía el periódico Los Angeles Examiner. Estos importantes
periódicos atacaron fuertemente a Ricardo Flores Magón
y al movimiento armado de 1911. El ferrocarril Southern
Pacífic y la California Development Company (Compañía
para el Desarrollo de California) también tenían fuertes
intereses en Mexicali y su influencia fue fundamental para
las acciones que los gobiernos de México y Estados Unidos
emprendieron en contra de los liberales.3
En 1911 Mexicali tenía alrededor de 500 habitantes que
junto con los indígenas cucapá y rancheros diseminados por
el valle formaban una población de tres mil personas.4 Meses
antes se había iniciado una campaña entre indígenas y
rancheros para informar e invitarles a unirse al movimiento.
La campaña fue realizada por Fernando Palomares, un
activo organizador de la revolución liberal en Sinaloa,
Sonora y Baja California, que murió en 1959 en Los Ángeles,
* Cronista de Mexicali. Integrante de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A. C.
1
Lawrence Douglas Taylor, La campaña magonista de 1911 en Baja California, El Colegio de la Frontera Norte, Tijuana, B. C., 1992, pp. 25-26.
2
Armando Bartra, Regeneración. México 1900-1918, Impresora Galve, México, 1973, p. 364.
3
Lawrence Douglas Taylor, op. cit., pp. 75-76.
4
Ibid., p. 79.
26
California.5 Camilo Jiménez y Pedro Ramírez Caule también
colaboraron en la propaganda y reconocimiento de la región,
localizando ranchos y aguajes que pudieran servir a los
insurrectos.
Margarita Ortega, miembro del PLM desde 1910, también
participó en Mexicali; fue propagandista, correo, enfermera,
condujo armas y en algunos casos fue combatiente. Al
triunfar la revolución maderista, fue exiliada junto con
su hija Rosaura y amenazada de muerte por fusilamiento
si regresaba a Baja California. Al llegar a Yuma, Arizona,
fue arrestada. Salió de la cárcel y regresó a Sonora, donde
las fuerzas de Rodolfo Gallegos la detuvieron y regresaron
a Mexicali; ahí, los huertistas la arrestaron y torturaron.
Murió fusilada en Mexicali en 1913.6
El 29 de enero de 1911, un pequeño destacamento de 19
hombres dirigidos por los mexicanos Simón Berthold Chacón
y José María Leyva tomó Mexicali, casi sin disparar y con
saldo de un muerto. La labor de proselitismo de Palomares,
Caule, Ortega y Jiménez dio resultado: dos días después de
la invasión, el grupo creció a 60 y a las dos semanas había
ya 120 magonistas en Mexicali.7 La mayoría de la población
mexicalense se refugió en Caléxico, California, donde
permaneció hasta el mes junio, cuando finalizó el conflicto.
El señor Zaragoza Contreras, pionero de Mexicali, hizo un
informe sobre los hechos del 29 de enero. En 1931, cuando el
presidente Pascual Ortiz Rubio instituyó la condecoración
“Patriotas de la Invasión Filibustera”, Carlos Lerdo de
Tejada era gobernador de Baja California y pidió a quienes
se consideraban con derechos a obtener la condecoración
documentos que probaran su participación en esos
acontecimientos. Contreras envió un informe a la comisión
encargada de la revisión y aceptación de los participantes.
A principios de enero del año de 1911, como a las tres de la
mañana, se presentó a mi casa particular el señor Francisco
Montejano a comunicarme que se encontraba la ciudad
amenazada por los filibusteros, por lo que me levanté enseguida
con la idea de presentarme a las autoridades locales para prestar
mis servicios, los cuales con anterioridad había yo ofrecido al
C. Subprefecto Político, señor Gustavo Terrazas, quien me dijo
que no pensáramos nada, que eso sólo era puro chisme, pero
que de todos modos tomaría en cuenta nuestra buena voluntad
y en caso de algo nos avisaría.
El día de los hechos salí, como antes dije, a ver a las
autoridades, pero mi mala suerte sólo me llevó a caer en poder
de los enemigos, los cuales me condujeron a la cárcel y en ella vi
al alcalde moribundo y en ese mismo instante me comunicaron
que al igual que al alcalde me sucedería si no los obedecía. Por
lo que enseguida me sacaron al corral y me obligaron a sacar las
bestias, acto continuo salimos para la calle y con dirección a la
aduana y poco antes de llegar se escuchó un tiroteo, al parecer
en aquel edificio y cuando llegamos ya el administrador había
sido prisionero, lo mismo que el subprefecto.
En ese momento y aprovechando una oportunidad conseguí
fugarme y pensé ponerme en contacto con mi hermano Refugio
Contreras, que era cabo de celadores y me comunicaron que
había salido a batir a los filibusteros en Los Algodones, donde
fue derrotado y a falta de elementos se refugió en Caléxico, donde
lo vi ya que fuimos arrestados por las autoridades americanas,
de las cuales quedé libre el mismo día y me presenté al Juez de
primera instancia (Lic. Miguel Lira y Lira), el cual utilizó mis
servicios como guardia hasta el día que salió para la capital de la
república, indicándome que él gestionaría del gobierno fuéramos
recompensados por nuestros servicios y amor a la patria, así como
por las pérdidas por no haber secundado dicho movimiento.8
Después del ataque a Mexicali, Harrison Gray Otis, dueño
de la Colorado River Land Company solicitó al gobierno de
Estados Unidos su intervención para que enviara protección
al latifundio. Las obras de irrigación eran amenazadas con
frecuencia por las crecientes del Río Colorado y por temor
a una inundación como la que se vivió en 1905-1907, los
dueños de la Colorado solicitaron al gobierno de México
permiso para construir diques y bordos de contención.
En diciembre de 1910 el gobierno mexicano autorizó a
la compañía americana la construcción de nuevas obras de
Francisco Dueñas Montes, Datos para la historia de Baja California. El Asalto a Mexicali de 1911, Editorial del Magisterio, Mexicali, B. C., 1978, p. 51.
Instituto de Estudios Históricos de la Revolución Mexicana, Las mujeres en la Revolución Mexicana. Biografías de mujeres revolucionarias, IEHRM, México, 1993,
p. 26.
7
Lawrence Douglas Taylor, op. cit., p. 82.
8
Archivo Histórico del Estado de Baja California, Fondo Gobierno del Estado, Exp. 852/661.37/1099.
5
6
27
irrigación a lo largo del Río Colorado. En
enero inició la obra dirigida por el ingeniero
Ockerson, poco antes del ataque rebelde.
La Colorado pidió protección del ejército
mexicano, pero tuvo que prescendir de
ella ya que el gobierno de Díaz requería
de todos sus soldados para reprimir el
movimiento revolucionario.
Al iniciar la invasión, como la
vigilancia en la frontera era mínima, le fue
relativamente fácil a los rebeldes conseguir
y pasar armas y alimentos de Caléxico a
Mexicali, pero ante los acontecimientos
del 29 de enero, a solicitud de Otis y del
embajador de Estados Unidos en México,
Henry Lane Wilson, el presidente William
H. Taft envió veinte mil soldados a la
frontera, que se apostaron entre San
Isidro, California y Yuma, Arizona.9 Otra
forma de apoyar al gobierno mexicano
fue aplicando la ley de neutralidad, que
bloqueaba a los ciudadanos de Estados
Unidos toda colaboración con armas,
dinero y alimentos a movimientos armados
en México.
El 15 de febrero de 1911 llegó de
Ensenada a Mexicali un destacamento
de soldados dirigidos por el jefe político y
militar del Distrito Norte, Celso Vega. En
el rancho del estadounidense Leroy Little,
260 federales se enfrentaron a 150 liberales
de Leyva y Berthold. El bando federal fue
derrotado y Celso Vega resultó herido, por
lo que tuvo que regresar a Ensenada.10
En este enfrentamiento murió el indígena
Camilo Jiménez y estuvo presente John
Lowell L. Blaisdell, La revolución del desierto, Baja
California, 1911, Secretaría de Educación Pública,
Universidad Autónoma de Baja California, Colección
Baja California: Nuestra Historia, p. 128.
10
Taylor Lawrence Douglas, op. cit., p. 84.
11
Pablo L. Martínez, Sobre el libro Baja California
Heroica (contra la defensa de una falsedad histórica),
México, 1956, p. 56.
9
Revolucionarios que invadieron Mexicali en 1911.
28
Kenneth Turner, periodista y autor del libro
México Bárbaro, quien apoyaba decididamente
a los liberales.11
Los rebeldes, dirigidos por William Stanley,
atacaron el poblado Los Algodones el 21 de
febrero. La aduana fue defendida por Cecilio
Garza, Tomás Beléndez, Manuel Amador
(gendarme rural), Carlos Romero (voluntario)
y Santiago Márquez (celador aduanal). En
este enfrentamiento murió Cecilio Garza, que
fue sepultado en Andrade, California, y fueron
heridos Amador y Beléndez; este último murió
en 1919 y fue sepultado en la Rotonda de los
Hombres Ilustres del panteón de los pioneros,
construida especialmente para su funeral.
Mientras tanto, el embajador de Estados
Unidos en México, Henry Lane Wilson, insistía
sobre el riesgo que significaba la llegada de
revolucionarios. Hubo un intenso intercambio
de notas diplomáticas entre el subsecretario de
Relaciones Exteriores de México, Victoriano
Salado Álvarez, y el embajador Wilson, quien
hacía hincapié en lo peligroso que resultaba
la llegada de magonistas a la Baja California y
el riesgo que eso implicaba para las obras de
irrigación en Mexicali.
Por su parte, Ismael Pizarro Suárez,
radicado en la ciudad de México y abogado de
la Colorado, envió al secretario de Relaciones
Exteriores un documento fechado el 17 de
febrero en el que expresaba su preocupación
por la derrota de Celso Vega infligida por los
sediciosos. Mencionaba que la Colorado tenía
instalado un gran campamento cerca de
Mexicali donde almacenaban provisiones para
los trabajadores, muchos animales de tiro y
ganado para alimentarse, así como muchos
otros elementos.
Ante el temor de un ataque de los rebeldes,
Pizarro solicitaba autorización del gobierno
12
Salvador Hernández Padilla, El magonismo: historia de una
pasión libertaria. 1900-1922, Imprenta Madero, México,
1984, p. 140.
Revolucionarios que invadieron Mexicali en 1911.
29
mexicano para formar con los
propios hombres de la Colorado
un cuerpo de policía. Henry Lane
Wilson notificó al gobierno de su
país que Porfirio Díaz autorizaba el
envío de hombres a Mexicali, pero
que esto no debía ser difundido
por la prensa norteamericana.
Los guardias no debían portar
uniforme y cobrarían en las
nóminas de la Colorado River
Land Company, para la cual
trabajarían. Wilson comunicaba
al gobierno de su país:
El gobierno mexicano solicita
la máxima discreción al enviar
a estos hombres a través de la
frontera, y que el tema no reciba
publicidad alguna en la prensa
norteamericana. Se entiende que
no se intercambiará nota alguna,
sino que se considera aconsejable
un acuerdo verbal12
1911. Copia del telegrama que envió el jefe político y militar del Distrito Norte, coronel Celso Vega,
el 29 de enero de 1922, al ministro de guerra y marina del país.
En Mexicali, esos hombres –conocidos como “guardias blancas”– permanecieron en el valle
de Mexicali hasta la salida de la Colorado y los campesinos
que años después participaron en las luchas por recuperar
las tierras los recordaban como individuos nefastos.
Por su parte, el gobierno mexicano envió tropas a las obras
en construcción a lo largo del Río Colorado. El coronel Miguel
Mayol, con 400 hombres del 8º Batallón de Infantería, salió de
Ensenada el 26 de marzo. Al llegar a la zona en conflicto, tuvo
un enfrentamiento el 8 de abril con los liberales en el rancho
Little, a unas seis millas al poniente de la ciudad, donde murió
el jefe rebelde William Stanley. Los federales continuaron su
camino y se establecieron entre dos campamentos de trabajo,
lo que dificultaba la realización de las obras. J. A. Ockerson,
ingeniero en jefe, solicitó que las tropas se trasladaran al
13
Empalme o a Los Algodones, lo que serviría además para
proteger los trenes que se usaban en las obras.13
Después del 8 de abril, los magonistas se replegaron hacia
la sierra de Juárez, El Álamo y poblaciones de la costa como
San Vicente, donde hubo algunas acciones. En Mexicali
quedó un pequeño destacamento bajo las órdenes de
Rodolfo Gallego. Los dueños de la Colorado se entrevistaron
con Madero en Texas y le solicitaron apoyo para acabar con
los magonistas. Madero, a su vez, ordenó el 1 de junio al
presidente interino Francisco León de la Barra el envío de
tropas a Baja California. El mayor Esteban Cantú llegó
a Mexicali y ordenó a los rebeldes la entrega de armas.
Noventa y tres hombres de Rodolfo Gallego se rindieron a
los soldados federales el 27 de junio de 1911.
Carta enviada al subsecretario de Relaciones Exteriores, Victoriano Salado Álvarez, por el Departamento de Estado de E. U., 10 de mayo de 1911. AHGE,
Secretaría de Relaciones Exteriores.
30
Betty Mancillas,
nuevo valor artístico
Marco A. Buruel B. *
E
l campo de las artes en Mexicali se ha visto favorecido
en los años recientes por la presencia de una joven
cachanilla que con pasión y constancia ha venido
participando en el ámbito teatral, manejo y construcción
de títeres (Teatro Guiñol), reportera de cultura; así como en
otras actividades relacionadas con la cultura y las artes.
Beatriz Araceli Mancillas Razo quien es conocida en
el ambiente artístico como Betty posee además raíces
profundas de una distinguida familia de mexicalenses.
Betty es nieta del matrimonio del señor Gabiño Mancillas
Veliz y la señora María Cleofas Villa Aguilar, de quienes vale
la pena contar sus historias.
Sus abuelos
En el año de 1917, Gabino Mancillas Velis llega a Mexicali,
procedente de su ciudad natal Santa Rosalía, partiendo de
Loreto, Baja California Sur. Realiza sus estudios de primaria
en la escuela Cuauhtémoc. Al terminarlos empieza a trabajar
en la Agencia Aduanal de Lorenzo G. Cabañas. Cuando algunos
años más tarde la familia cambia su residencia a Tijuana,
B. C., Gabino decide quedarse a radicar en esta ciudad y
continuar laborando en el ámbito aduanal. Al tiempo, y con
el deseo de superarse se traslada a la Ciudad de México D.F. en
donde se inscribe en los cursos de capacitación que impartía
la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. Al aprobar el
examen que lo acreditaba como Agente Aduanal, regresa a
Mexicali y en el año de 1951 inicia operaciones la Agencia
Aduanal Mancillas que a partir de ese año y hasta la fecha
continúa brindando servicio a las empresas mexicalenses.
Inquieto, diversificando sus actividades incursionó en
la agricultura para lo cual adquirió unos terrenos agrícolas
situados en la colonia Carranza en los que sembró algodón y
trigo. Participó activamente en el sector público con Joaquín
Ramírez Arballo, cuando este último era presidente municipal
(1959-1960). En febrero de 1960 es nombrado comandante de
2008. Betty y sus amigos.
la Policía Municipal, cargo que le es ratificado por el doctor
Federico Martínez Manatou al asumir la presidencia municipal
(1960-1962) con motivo de la muerte de Ramírez Arballo.
Don Gabino continúa al frente de su agencia aduanal
hasta el año de 1978 en que por motivos de salud renuncia a
su patente a la cual accede su hija Rosa María Mancillas Villa
quien desde febrero de 1967 había aprobado ante la Dirección
General de Aduanas el examen que le permitía obtener el
documento que la acreditaba como Agente Aduanal.
María Cleofas Villa Aguilar nace en Hermosillo, Sonora. Y
al igual que Gabino arriba a Mexicali el año de 1917, después
de realizar sus estudios primarios en la escuela Leona Vicario
que en esa fecha era exclusiva para niñas, se inscribe en la
Escuela Normal que era dirigida por su fundador el profesor
Manuel Quiroz Martínez. En noviembre de 1932 presenta
su examen profesional procediendo a realizar sus prácticas
docentes en la Escuela Miguel F. Martínez, en Tijuana, B.
C. En Mayo de 1933 se le expide su titulo de Profesora de
Educación Primaria y con gran vocación imparte clases
en las escuelas; Leona Vicario y Netzahualcóyotl, aunque
* Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C.
31
1970. Abuelos paternos y tíos de Betty. De izquierda a derecha, de pie: Víctor, Rossy, Belia y César (su papá). SentadosGabino, doña María
Cleofas Villa (abuela), don Gabino Mancillas (abuelo) y Teresita de Jesús. De rodillas: Jorge, Martha Lilia y Octavio.
por poco tiempo ya que el 13 de diciembre de 1934, contrae
matrimonio con el joven Gabino Mancillas y pronto cambia
el aula escolar por una propia ya que el matrimonio procreó
nueve hijos a los que ella con su formación de maestra y
con el apoyo de Don Gabino supieron darles la fortaleza y
educación necesaria para que salieran adelante con la carrera
universitaria que cada uno escogió.
El 19 de enero de 1987 fallece don Gabino Mancillas, y
cuatro años después, lo sigue su compañera de toda la vida:
doña María Cleofas Villa, quien muere el 23 de febrero de
1991. Ambos tuvieron la fortuna de ver a sus nueve hijos
realizarse como personas y como profesionistas, todos
bajacalifornianos, herederos de su don de gentes y del cariño
por la ciudad; prueba de ello ha sido la participación con
éxito en las actividades sociales y económicas, como es el
caso particular del Arq. Jorge Mancillas Villa, que además
de dedicarse a su carrera con profesionalismo y honradez,
también ha incursionado en el sector público llegando a
ocupar puestos importantes dentro del XVIII ayuntamiento
así como también dentro del partido político en que milita.
32
Belia, la mayor, cursó la carrera de contador; trabajó
varios años en el Banco de Comercio, y en 1958 se casó con
el doctor Austreberto Silva Olivares.
Víctor, el segundo de los hijos Mancillas-Villa cursó la
carrera de ingeniero civil en la Universidad Autónoma de
Guadalajara, Jalisco. Por muchos años trabajó en el CAPFCE.
Falleció el 2 de febrero de 2008.
César Rubén (padre de Betty) no tuvo una carrera
profesional y se dedicó a trabajar en la agencia de su padre.
Años después entró a trabajar en el Registro Federal de
Automóviles hasta que se jubila. Se casó con la profesora
Carmen Razo Salazar (madre de Betty), y tuvieron seis
hijos. César Rubén falleció el 11 de febrero de 2004.
Rosa María estudió la carrera de contador. Trabajó
por espacio de diez años en la UABC como contadora en el
incipiente Departamento de Contabilidad, también trabajó
en la Escuela de Contabilidad y Administración, y fue
integrante del Consejo Universitario. Realizó estudios de
agente aduanal, y obtiene la Patente como Agente Aduanal.
Don Gabino enferma gravemente y renuncia a la Patente
Aduanal, por lo que Rosa María se hace cargo y
se convierte en la primera mujer agente aduanal
en la ciudad de Mexicali. Fue presidente de la
Sociedad de Agentes Aduanales de Mexicali A.
C., y sigue al frente de la Agencia que lleva el
apellido paterno de la familia.
Gabino, el quinto de los hijos del matrimonio
Mancillas Villa obtuvo el título de licenciado en
Leyes en la Facultad de Derecho de la Universidad
Nacional Autónoma de México. Laboró en el
Instituto de Vivienda del Estado; fue presidente
auxiliar de la Junta Local de Conciliación y
Arbitraje; abogado en la Defensoría de Oficio,
y estuvo al frente del Departamento Jurídico
de la Secretaría de Recursos Hidráulicos en el
estado. Actualmente trabaja en su despacho, en
su rancho.
Martha Lilia obtuvo la licenciatura y maestría
en psicología y el doctorado en antropología en
la UNAM, cuya tesis recibió Mención Honorífica.
Teresita de Jesús estudió la carera de profesora
en la Escuela Normal para Educadoras en esta
ciudad. Trabajó en la guardería Josefa Ortiz de
Domínguez y en el Jardín de Niños “Federico
Froebel”. Se casó con el señor Raúl Sánchez
Medina y tuvieron tres hijos.
Octavio estudió en la licenciatura en turismo
en la UABC, en la ciudad de Tijuana. Por varios
años trabajó en la Delegación de Turismo de
Tecate. Actualmente es representante de la
Agencia Aduanal Mancillas, en la misma ciudad
de Tijuana.
Jorge, el menor de todos, estudió la carrera de
arquitectura en la UNAM. Se dedicó completamente
a la construcción de casas y edificios; fue jefe de
la Dirección de Obras Públicas Municipales de
Mexicali, durante la gestión presidencial de Samuel
Ramos (2004-2007).
Sus padres
En el mes de noviembre de 1938, en la ciudad
de Mexicali, nació César Rubén Mancillas Villa,
quien desde muy joven empezó a trabajar en la
Agencia Aduanal de su padre. Posteriormente,
2007. Betty en teatro.
2008. Betty y títeres.
2009. Betty en danza.
33
compañía de actores como Emeterio Méndez, Nana Chela y
algunos más. En el año de 1960 se casó con el joven César R.
Mancillas, matrimonio que perduró hasta el fallecimiento de
ambos; tuvieron seis hijos, cinco mujeres y un varón, cuyos
nombres son: Carmen, Ana María, Martha Silvia, Cesar
(), Beatriz Araceli y Adriana, profesionistas egresados de
diferentes universidades de la ciudad. Todos heredaron el
amor por el arte ya que interpretan diferentes instrumentos
musicales, sin embargo quién si heredó 100% la pasión por
el teatro fue Beatriz Araceli.
1981. De izquierda a derecha, de pie: Martha Silvia, María del Carmen
y César Antonio; sentados: César Mancillas Villa (padre) y María del
Carmen Razo Salazar (madre); de rodillas: Betty y Ana María con
Adriana en brazos.
ingresó al Registro Federal de Automóviles laborando en esa
dependencia por varios años hasta su jubilación, regresando
nuevamente a la Agencia Aduanal en donde colaboró hasta
su fallecimiento.
También en el año de 1938 en el mes de agosto la niña Ma.
Del Carmen Razo Salazar nació en el ejido Aguascalientes
enclavado en el valle de Mexicali, lugar donde realizó sus
estudios primarios, trasladándose posteriormente a la
ciudad de Mexicali para ingresar a la Escuela Normal y
cursar la carrera magisterial. Desde su graduación empezó
a laborar en la escuela primaria Mariano Matamoros,
ubicada en la colonia Alamitos, y en esta escuela trabajó
hasta su jubilación, con el puesto de directora. Siempre fue
una persona activa y fuerte en sus convicciones; participó
en el movimiento que logró que los sueldos de los maestros
jubilados también se incrementaran anualmente. Desde
joven descubrió su afición por el teatro; dentro de estas
experiencias destaca el haber actuado en varias obras en
34
Beatriz Araceli Mancillas Razo, “Betty”, joven valor
cachanilla de las artes
Beatriz Adriana nació en octubre de 1969 y aunque se recibió
de trabajadora social, su interés no estaba puesto en ese el
campo sino en las artes; particularmente en la actuación. En
1984, siendo todavía una niña, debutó en el ámbito teatral
actuando bajo la dirección del maestro Emeterio Méndez.
En este mismo año empieza su aprendizaje de actuación y
así de 1984 a 1989 acude a diversos talleres de preparación
actoral sobre todo de lenguaje corporal y facial, impartidos
por Emeterio Méndez.
En 1990 incrementa su capacitación en cursos y talleres,
todos en la ciudad de Mexicali, entre estos destacan: el taller
de actuación impartido por Abraham Stavans, expresión
corporal, maquillaje teatral y taller de actuación II, impartidos
por Renato de la Riva, así como el taller de actuación III,
impartido por Susana Alexander. También en este año de 1990,
se capacitó en Hermosillo, en esta ciudad participó en el curso
Dinámica psicofísico para el desarrollo de la concentración del
actor, Métodos y enseñanzas para el actor y director de teatro, y
Nuevas tendencias del teatro y la voz del cuerpo impartidos por
Nicolás Núñez, Domingo Adame y Margie Bermejo, Fernando
de Ita y Hernán del Riego, respectivamente.
Una vida dedicada al teatro
De 1984 a 1990 con el conocido grupo teatral Arlequín del
Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), bajo la dirección
del maestro Emeterio Méndez, participó en los siguientes
montajes: Guau vida de perros de Alejandro Licona; Pastores
de la ciudad de Emilio Carballido, Las cosas simples de
Héctor Mendoza; Entre leones anda el cuento, de Pilar Enciso;
Despedida de soltera, de Alfonso Anaya; Mulato, tragedia de
Langston Hugues, y La fiesta de Juan Calabaza, de Mary
2010. Izquierda: Betty en el escenario. Derecha: Familia de Betty: Ramón Alberto (hijo),
Ramón Vizcarra (esposo), Betty y Melissa Beatriz (hija).
Zacarías. En 1987 participó en la muestra estatal de teatro,
actuando en la obra Yo también hablo de la rosa, de Emilio
Carballido; montaje ganador de la fase municipal y con la
cual participaron en la muestra de teatro Mexicano en la
ciudad de Chihuahua. En 1989, bajo la dirección de Alejandro
Bichir, actuó en Épica de Joaquín Murrieta, de Manuel Rojas
En 1990, con la obra de Pilar Campesino Octubre terminó
hace mucho tiempo, y bajo la dirección de Manuela Acuña,
participó en la séptima muestra regional de teatro Óscar
Liera, realizada en Hermosillo, Sonora. En este mismo año y
también bajo la dirección de Manuela Acuña participó en el
programa teatral Cuatro al Hilo integrado por obras cortas
de diferentes autores: Mi querido Tomás, Cacos, Año nuevo
vida nueva, y Apenas son las cuatro.
Su incursión en los medios de comunicación
Su inquietud la llevó a incursionar en el ámbito de la radio y
la televisión. En 1991 fue reportera de cultura y espectáculos
para el canal 3 de Televisa Mexicali, y en 1992 diariamente
durante todo un año a través de Radio XEMX Sonido de
Mexicali transmitió un programa con temática en problemas
sociales. Ese mismo año en la ciudad de Tijuana, B. C., aprobó
el examen, obteniendo su certificado de locución. En 1993
dos grandes eventos pasaron en su vida: toma protesta como
integrante del grupo de Mujeres Comunicadoras de Mexicali, A.
C., y contrae matrimonio con el C.P. Ramón Vizcarra Ortiz.
Betty, como es conocida por sus amistades y en el ámbito
teatral, dice que a la fecha aún no está segura de cuál de
estos acontecimientos ha impactado más en su vida. Por
razones de trabajo de su esposo, en 1997 cambió su residencia
a Ensenada, B. C., y en esta ciudad retoma sus actividades,
primero en el área de comunicación, pues en 1999 se hizo cargo
de la producción y conducción del programa Gruperos y más,
que por un año se transmitió por el canal 5 de Cablemás en
esa ciudad. Posteriormente, por este mismo canal a partir
de febrero de 2000 transmitió todos los jueves en vivo con
duración al aire de un año y 8 meses, un programa denominado
Enfoque femenino, sobre temas de la mujer y su lugar en la
sociedad. Este programa fue completamente idea y creación
de Betty. A partir de julio de 2002 a través de FM Estéreo Sol
radio 92.1 y del canal 23 de Televisa Ensenada, continúa con
la transmisión del mismo programa, con duración de un año
en radio y dos años cuatro meses en televisión. Posteriormente
se suma como integrante de la Asociación de Comunicadoras
así como también de la Asociación de Periodistas A. C., de
esa ciudad, colaborando al mismo tiempo como reportera de
cultura y espectáculos en el canal 23 de televisión.
De vuelta al teatro
Para 2005 presentaba obras de teatro enfocadas a los niños,
descubriendo de inmediato la dificultad que entrañaba para
los menores, sobre todo de condición humilde el asistir con
35
su familia al teatro principalmente por el costo del boleto
de admisión. Buscando alternativas, descubrió que la mejor
opción era algo llamado Teatro Itinerante, con el cual se
lograba llevar las funciones a las escuelas enclavadas en las
diferentes colonias. Utilizando todos sus recursos escénicos
pronto logró obtener el apoyo de las autoridades educativas
de Ensenada y de esa manera pudo continuar presentando
sus obras de teatro en ese nivel.
Las artes y su trabajo social
Seguramente influenciada por sus estudios de trabajo
social, sentía que su vocación en gran parte —sin olvidar el
teatro formal— era enfocarse hacia la niñez y juventud,
comprendiendo que para lograr resultados tenía que estudiar
otras manifestaciones de arte. Encontró que en el Centro de
Estudios en el Arte de los Títeres, situado en Jalapa, Veracruz,
operaba una escuela en la cual el maestro Carlos Converso
impartía cursos. Sintiendo que era la opción que buscaba,
sin mucho pensarlo, en el año de 2006 tomó los diplomados
de Escenografía e Iluminación Teatral, así como Títeres, su
manejo y construcción. Regresó a este lugar en 2009, y obtuvo
el diplomado en Dirección y montaje de teatro de Títeres. En
2007 se dio tiempo para asistir al taller de Teatro en Espacios
Alternativos, impartido por María Morett, como también al
curso para tallerista de teatro en escuelas primarias, impartido
por el gobierno del estado. A principios de este año participó
en la ciudad de Ensenada, en el concurso “Programa estatal de
cultura en tu municipio”, en el que obtuvo el primer lugar de
entre cuatrocientos que concursaron.
En 2008 regresa con su familia a radicar a Mexicali donde
inmediatamente retoma sus actividades artísticas, aunque
constantemente se traslada a Ensenada para presentar
obras de teatro con el apoyo de la Dirección Estatal de
Preparatorias Técnicas.
El teatro de títeres que presenta Betty merece un
capítulo aparte, ya que para ello se requiere de técnicas
de movimientos y reacciones humanas para comunicar
al muñeco y lograr que reaccione como una persona real,
independientemente de la condición física para manejarlos.
Además de que, aprovechando las técnicas aprendidas en
Jalapa, Veracruz, ella crea sus personajes y diseña, fabrica
y viste sus propios títeres, y como si no fuese suficiente,
también escribe y produce las obras que presenta.
36
A partir del año de 2003 ha presentado y dirigido varias
obras teatrales de diferentes autores como: La fiesta de Juan
Calabaza de Mary Zacarías, pastorela Vamos niños a Belén,
Un león enamorado, de Laura Olmos; la sátira política, De
cantante político y loco en la Ensenada de todos, y el musical
Vaselina.
Las que anotaremos a continuación además de dirigidas
son también de su autoría: Teatro de Títeres: Garrozo y la
Bella Nena, La brujita Rita, Tentáculos El Marino, así como
La verdadera Navidad, y las obras: Un amigo de otro planeta,
Infierno permitido, y Mientras tenga vida. Con estas dos
últimas obtuvo el primer y segundo lugares en el concurso
estatal de teatro de preparatorias técnicas DEGETIS,
en 2008 y 2009. Actualmente se encuentra dirigiendo y
actuando en la comedia Sala de belleza que ha presentado en
esta ciudad y Ensenada, con la colaboración de tres amigas
actrices de toda la vida.
Betty tiene bien definidos sus planes a futuro, y entre ellos
se encuentra presentar sus obras a nivel estatal y regional,
sobre todo con sus títeres, especialmente con su personaje:
El Inspector Ojón, del que está segura le traerá muchas
satisfacciones.
Con el fin de llegar a un mayor número de niños se
encuentra buscando espacio para transmitirlos a través
de la televisión. Es optimista en alcanzar sus proyectos ya
que siempre ha contado con el apoyo de las autoridades
educativas, así como del Instituto de Cultura de B. C., a
través del Centro Estatal de las Artes.
Actualmente se encuentra actuando en el cortometraje
Más fría que la noche, producción de la UABC y cuyo autor y
director es: Sergio Ortiz Salinas, Jefe del Centro de Estudio
y Producción Audiovisual de la propia Universidad. Se
planea que esté lista para exhibirse en el mes de octubre
en la primera muestra de cortometrajes y presentarlo en
Latinoamérica, representando a la UABC, en los diferentes
países donde se lleven a cabo muestras de cortometrajes.
No obstante su juventud, Betty carga un gran bagaje de
experiencia que la convierte en un autentico valor cachanilla
de las artes y por todas las actividades que realiza, si acaso
es producto de una reencarnación, seguramente proviene del
personaje del cuento Alicia en el País de las Maravillas, El
conejo que siempre andaba corriendo para no llegar tarde y
gritando: “Me voy, es tarde ya, me voy”.
N Ú M E RO S D E L A H I S T O R I A
Sergio Noriega Verdugo*
El lugar de nacimiento de los habitantes de una población nos ayuda a conocer algunas de sus características
demográficas y sociológicas. Una de ellas se relaciona con la inmigración, es decir, sobre las personas que
vienen de otros lugares a habitar un lugar, como lo es Baja California. Aunque el dato específico de donde
nacieron los habitantes no nos precisa cuándo o por qué se mudaron, la comparación de varios años nos
sirve para inferir las fechas aproximadas en que dicho fenómeno ocurrió y sus causas.
Lugar de nacimiento de la población de Baja California,
1921, 1930 y 1940
1921
Dentro de la entidad
En las demás entidades
En el extranjero
Se ignora
Sumas
1930
1940
7 286
14 893
31 216
11 100
25 327
37 957
5 150
8 107
9 734
1
0
0
23 537
48 327
78 907
Porcentajes del lugar de nacimientos en la entidad, en las
demás entidades del país y en el extranjero de los residentes
de Baja California en 1921, 1930 y 1940
1921
Dentro de la entidad
1930
31.0
1940
30.8
39.6
En las demás entidades
47.1
52.4
48.1
En el extranjero
21.9
16.8
12.3
0
0
0
100.0
100.0
100.0
Se ignora
Sumas
Fuente: Dirección General de Estadística. Censos de población.
Fuente: Cuadro anterior.
Comentarios y apreciaciones:
En nuestro país se han realizado censos de población desde
1895; sin embargo, no disponemos de las cifras correspondientes
al lugar de nacimiento antes de 1921. Además tampoco
contamos con el desglose de dicha información por municipios
o delegaciones dentro de la entidad de Baja California.
1. En lugar de haberse realizado un año antes, el censo de
1921 se demoró por las condiciones políticas prevalecientes
con la muerte del presidente Venustiano Carranza.
2. En 1921 el Distrito Norte de la Baja California era una
entidad aislada, sin vías de comunicación, y con poca
población. Por lo tanto, la inmigración de la entidad fue
factor determinante en su crecimiento demográfico.
3. También en este año, menos de una tercera parte de la
población de Baja California había nacido en la entidad.
Casi la mitad había nacido en el resto del país y casi 22%
había nacido en el extranjero. La presencia de inmigrantes
procedentes de otros países fue una de las principales
características de la población incipiente de la entidad,
particularmente si comparamos con la baja incidencia que
tuvieron los nacidos en el extranjero en todo el país (0.7
por ciento), en 1921.
4. De 1921 a 1930 se dio un crecimiento poblacional
extraordinario, principalmente por la inmigración, tanto
la procedente de otras entidades de la república como
aquella del extranjero. Sin embargo, el porcentaje de las
personas nacidas fuera de Baja California apenas aumentó
de 69.0 a 69.2 por ciento.
5. El crecimiento económico regional fue el responsable del
crecimiento poblacional anterior. Por un lado, y debido al
algodón, se dio una considerable expansión del área cultivada
en el valle de Mexicali. Por otro lado, el lapso de 1921 a 1930
comprende la mayor parte de la Ley Seca, es decir, la era de la
prohibición de licor en los Estados Unidos, misma que ayudó
hacer crecer la producción y venta de bebidas embriagantes
* Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C.
37
y juegos de azar en Baja California. Por lo tanto, este periodo
fue de considerable prosperidad.
6. En contraste, la década de 1930 a 1940 fue un periodo
de serias dificultades económicas. Durante este tiempo
se dio el fenómeno llamado “la Gran Depresión”, que
provocó una contracción económica en gran parte del
mundo, particularmente en los Estados Unidos, Europa
y América Latina. Además, para 1934 dejó de existir la
Ley Seca. Posteriormente, en 1936, el presidente Lázaro
Cárdenas prohibió la mayoría de juegos de azar. Y en 1937
el mismo presidente promovió el agrarismo en el Valle de
Mexicali y la formación de ejidos.
7. Durante esta década (1930-1940), el crecimiento de la
inmigración del interior disminuyó de manera importante.
Las cifras censales ocultan dicho descenso en virtud de
que hubo muchos inmigrantes provenientes de Estados
Unidos, pero nacidos en México. Algunos de estos
inmigrantes fueron expulsados de Estados Unidos por la
crisis económica y alentados por el Gobierno de México
para ser repatriados.
8. Aunque el número de personas nacidas en el extranjero
aumentó de 1930 a 1940, el porcentaje de residentes
nacidos fuera del país disminuyó en Baja California de
16.8 a 12.3%, respectivamente. Dicho descenso debe
haber sido provocado en parte por el deterioro de las
condiciones económicas de la entidad y la creciente política
nacionalista del gobierno. Además, conforme fueron
mejorando las condiciones de salud en Baja California,
menos de sus residentes se vieron obligados a cruzar
a Estados Unidos para tener sus hijos en las ciudades
fronterizas estadounidenses.
N
o
t
a
s
s
u
e
l
t
a
s
38
1916. El 16 de septiembre de ese año se inauguró la Escuela Cuauhtémoc en Madero y Altamirano.
Fue todo un acontecimiento al que invitados del Valle Imperial acudieron en sus lujosos automóviles.
El de la foto parece ser un Ford modelo 1915. El primer automotor que pisó las polvosas calles de
Mexicali lo hizo en 1907, poco después del control de la inundación. Posteriormente, vendrían los
lujosos autos de la década de 1920, durante el auge del entretenimiento en Mexicali, en la época de
la Ley seca en Estados Unidos de América.
Anecdotario
E
l Banco de Comercio de Baja California afiliado al
Banco de Comercio, S. A. que operaba en la Ciudad
de México y con ramificaciones en varias ciudades de
la República Mexicana tuvo como antecedente el Mercantil
Banking Company fundado en 1916 nace en 1941.
Hasta el año de 1982 que se determina nacionalizar
la Banca Mexicana, el Banco de Comercio en Mexicali
fue durante 41 años, no solo un factor de desarrollo de la
comunidad, sino también un referente de la vida social.
En aquellos años (cuatro décadas de 1941 a 1982) era
común la relación de los empresarios, incipientes empresarios,
funcionarios públicos, profesionistas y comerciantes con los
ejecutivos bancarios. A éstos se les veía arreglar negocios y
Marco A. Buruel B.
préstamos en los restaurantes más acreditados de la ciudad,
uno de ellos fue el Bum-Bum, cuyo propietario, Asís Nahul,
se esmeraba atendiendo a la clientela con sus platillos
favoritos: abulón (el de verdad, no caracol) totuaba y patas
de cangrejo de Alaska; y desde luego con una cava de buenos
vinos y el cierre con un cognac Martell Cordon de plata.
Aquellos años pasaron y ya no volverán; los ejecutivos
bancarios de alto nivel desaparecieron, la totoaba está vedada,
el abulón se convirtió en producto sólo de exportación y el
precio de las patas de cangrejo de Alaska, hizo a los jóvenes
empresarios prescindir de consumirlas. También el Bumbum desapareció.
1972. Reunión del Consejo del Banco de Comercio de Baja California, celebrada en el área principal del edificio matriz ubicado en avenida
Madero y calle Azueta, primera sección, Mexicali, Baja California. En la foto: de izquierda a derecha de espaldas: Luis Mirón, secretario,
James W. Stone y Rafael Montalvo, gerente general.
Primera fila: Joaquín G. Serrano, José Gallego Monge, Armando Gallego Moreno, César Araiza y Alfredo Araiza.
De la segunda fila hacia atrás: se logró identificar al coronel José María Gutiérrez, Ignacio Aguirre, Federico Cota, Alfredo Vargas Piñera, Francisco
Fuentes, Carlos Ibarra, Mauricio Ritcher, Armando Romandía, Gustavo Vildósola, Rodolfo Cabañas, César Martínez y Alfredo Verdugo.
39
AC O N T E C E R D E L A H I S T O R I A 1
R.C.B.*
OCTUBRE
OCTUBRE. NOVIEMBRE. DICIEMBRE
1 de octubre.
Las 19 legislaturas que han formado el
Congreso del Estado han tomado posesión los días primeros
de octubre de cada tres años.
25 de octubre de 1953. Primeras elecciones constitucionales
celebradas en el estado de Baja California para nombrar
gobernador (1953-1959), y la primera Legislatura del
Estado (1953-1956). Resultaron electos: gobernador Braulio
Maldonado Sández2; y diputados: por Mexicali, César Ruiz
Moreno, Samuel Ramos Díaz y Armando Fierro Encinas;
por Tijuana, Felipe Carrillo Sánchez y Genaro Castro E.;
por Ensenada, Pedro Loyola Luque y por Tecate y parte del
valle de Mexicali, Felipe Verdugo Amador.
NOVIEMBRE
1 de noviembre. En esta fecha tomaron posesión del cargo de
gobernador en los siguientes años:
1959 Eligio Esquivel Méndez (1959-1964).3
1965 Raúl Sánchez Díaz (1965-1971).
1971 Milton Castellanos Everardo (1971-1977).
1977 Roberto de la Madrid Romandía (1977-1983).
1983 Xicotencatl Leyva Mortera (1983-1988).4
1989 Ernesto Ruffo Appel (1989-1995).
1995 Héctor Terán Terán (1995-1998)
2001 Eugenio Elorduy Walther (2001-2007).
2007 José Guadalupe Osuna Millán (2007- ).
* Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C.
1
Fuente Consultada: Baja California 55 años como estado de la Federación. Gobierno del Estado y UABC. Mayo 2007. Mexicali, B. C.
2
Braulio Maldonado Sández tomó posesión el 1 de diciembre de 1953.
3
Eligio Esquivel Méndez fallece el 17 de diciembre de 1964 y lo sustituye el doctor Gustavo Aubanel Vallejo (1964-1995).
4
Xicotencatl Leyva Mortera renuncia en diciembre de 1988 y lo sustituye el ingeniero Óscar Baylón Chacón (1988-1989).
5
Héctor Terán Terán fallece el 14 de octubre de 1998 y lo sustituye Alejandro González Alcocer.
40
DICIEMBRE
1 de diciembre.
En esta fecha6 tomaron posesión
del cargo de presidente municipal en los siguientes
años:
1956. Raúl Tiznado Aguilar (1956-1959).
1959. Joaquín Ramírez Arbayo (1959-12 de febrero
de 1960).7
1962. Carlos Rubio Parra (1962-1965).
1965. José María Rodríguez Mérida (1965-1968).
1968. Francisco Gallego Monge (1968-13 de enero
de 1970).8
1970. Eduardo Martínez Palomera (1970-1971).9
1971. Roberto Mazón Noriega (1971-1974).
1974. Armando Gallego Moreno (1974-1977).10
1977. Francisco Santana Peralta (1977-1980).
1980. Eduardo Martínez Palomera (1980-1983).
1983. Francisco Santana Peralta (1983-1986).
1986. Guillermo Aldrete Hass (1986-1989).
1989. Milton Castellanos Gout (1989-1992).
1992. Francisco Pérez Tejada (1992-1995).11
1995. Eugenio Elorduy Walther (1995-1998).
1998. Víctor Hermosillo Celada (1998-2001).
2001. Jaime Rafael Díaz Ochoa (2001-2004).
2004. Samuel Enrique Ramos Flores (2004-2007).
2007. Rodolfo Valdez Gutiérrez (2007-2010).
El primer presidente municipal Rodolfo Escamilla Soto (1954-1956). Tomó posesión el 1 de marzo de 1954.
Joaquín Ramírez Arballo falleció en febrero de 1960 y lo sustituyó el doctor Federico Martínez Manatou (1960-1962).
8
Francisco Gallego Monge renunció en enero de 1970 y lo sustituyó el doctor Arcadio Chacón Mendoza (1970).
9
Eduardo Martínez Palomera encabezó el VI H. Ayuntamiento que solo duró 1 año.
10
Armando Gallego Moreno (1974-1977). Renunció el 30 de octubre de 1977 y lo sustituyó Don Ernesto García Martínez (1 mes).
11
Francisco Pérez Tejada (1992-1995). Renunció el 1 de mayo de 1995 y lo sustituyó la profesora Angélica Obeso de Puente (7 meses de 1995).
6
7
41
Libros, reseñas, comentarios...
Sergio Noriega Verdugo*
Valle de Mexicali: El agua y sus hombres de Oscar Sánchez Ramírez y Eduardo
Sánchez López
Q
ué gusto me da poder darle la
bienvenida a un libro más sobre
el valle de Mexicali, no sólo
porque nos ayuda a explicar la historia
de nuestro pueblo, sino porque es preciso
que podamos entender la naturaleza de
la irrigación, particularmente ahora
que su infraestructura ha sido afectada
por el terremoto del 4 de abril del
presente año, y por la importancia que
tiene el manejo del agua en la vida de
todos nosotros.
El libro Valle de Mexicali: el agua
y sus hombres representa, sin lugar
a duda, una importante aportación
sobre la historia del valle de Mexicali.
Este nuevo tomo es producto del
trabajo de dos especialistas: el
ingeniero Óscar Sánchez Ramírez y
el doctor Eduardo Sánchez López.
Los autores son padre e hijo, ambos
nativos de Mexicali, y ampliamente
calificados para esta tarea. El primero
es ingeniero agrónomo y miembro de
la Sociedad Mexicana de Geografía y
Estadística, además es autor de varios
libros; el segundo es médico veterinario
zootecnista, maestro universitario y
doctor en ciencias económicas.
El nuevo libro trata de la historia
del manejo de agua en el delta del
Río Colorado, desde antes de que se
colonizaran las tierras del valle. Cabe
señalar que dicha historia no es sólo un
relato de agricultura desértica, donde
no llueve y, por tanto, el agua tiene
que ser importada, sino también de
nuestros vínculos con los estados que
forman la cuenca del Río Colorado,
en los Estados Unidos. Esta situación
además se complica porque el valle no
es una planicie horizontal, sino que
está “dividida en dos vertientes que
forma el parteaguas que corre desde
Los Algodones hasta las estribaciones
del Cerro Prieto”.1 Ello nos ayuda
explicar por qué parte del agua, que
drena al valle de Mexicali, corre de Sur
a Norte y desemboca en la depresión
del Mar de Salton, entre los valles de
Coachella e Imperial.
Una vez analizada la naturaleza
física, tanto del río como el de su
delta, la narrativa se ocupa de dos
acontecimientos de gran trascendencia:
la introducción de aguas del río al valle y
la inundación del mismo. A fines del siglo
XIX, con la excepción de unos cuantos
indios cucapá, que se alimentaban de
la agricultura ribereña y de algunos
ganaderos que pasteaban su ganado
donde crecía forraje silvestre, los valles
de Imperial y Mexicali fueron un páramo
hasta principios del siglo XX.
* Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C.
1
Oscar Sánchez Ramírez y Eduardo Sánchez López, Valle de Mexicali: el agua y sus hombres, p.7.
2
Idem, p.16.
42
La introducción de agua del Río
Colorado al Valle Imperial en junio de
1901 cambió para siempre esa realidad.
La canalización a través del arroyo o Río
Álamo fue producto de gente singular,
sin ningún cargo oficial: visionaria y
emprendedora, entre quienes estuvieron:
Guillermo Andrade, Charles Rockwood
y George Chaffey. Pero aún después de
terminado el canal con sus compuertas,
su mantenimiento para efectuar el
suministro oportuno de agua a los
agricultores pioneros del Valle Imperial
fue muy difícil dada la gran cantidad de
azolve que llevaba el río, y la ausencia de
presas en toda la cuenca.
Los autores nos señalan cómo los
primeros canales “se dirigían hacia el
norte, los ingenieros que lo(s) trazaron
no programaron ninguna posibilidad de
riego en territorio mexicano”.2 Ello nos
revela cómo el desarrollo en Mexicali
fue fortuito.
A través de su subsidiaria mexicana,
la Sociedad de Irrigación y Terrenos de
la Baja California, S.A., la California
Development Company gestionó en
1904 un contrato ante el gobierno
federal mexicano para asegurar el
funcionamiento de sus obras hidráulicas
y su conducción de agua por el
territorio nacional. Si bien se aprobó la
conducción hasta de 284 metros cúbicos
por segundo, su artículo segundo los
comprometió con México:
De las aguas que se mencionan en
el artículo anterior se emplearán las
necesarias para regar los terrenos
susceptibles de regarse en la Baja
California con la que conduzca el o los
canales sin que en ninguna (sic) caso
pueda exceder de la mitad de su gasto.3
Este contrato sirvió en lugar de
un tratado internacional, donde
la subsidiaria de una compañía
norteamericana se comprometía a
compartir el agua que corría por el
río o canal del Álamo con el cultivo de
tierras mexicanas, en partes iguales.
El otro acontecimiento importante
que detalla el libro de los señores Sánchez
es en relación con la inundación parcial
de ambos valles entre 1905 y 1907. Dicha
inundación resultó en un descalabro
para los nuevos residentes de ambos
lados de la frontera y la agricultura
incipiente del Valle Imperial. Debido
a la insuficiente agua para regar las
tierras del Valle Imperial en invierno,
se hizo un nuevo corte para que entrara
el agua del río al valle, “pero sin tener
estructura de control, basados en el
convenio-concesión de 1904”.4 Además
se presentaron avenidas crecientes,
provenientes del Río Gila y aunque se
procuró tapar la entrada,
prácticamente todo el caudal del río
entró por el canal Álamo, que rompió
sus bordos a la altura del ahora ejido
Islas Agrarias para continuar por el Río
Nuevo, a través del poblado de Mexicali
hasta el Valle Imperial.5
Una contribución, no menos importante
de este libro es la explicación como se
fueron ampliando las áreas de cultivo
en el valle de Mexicali-San Luis. Este
proceso desde luego involucra las
circunstancias históricas de muchos
años, pero su énfasis radica en las obras
de riego. Es decir, que conforme se fue
creando la infraestructura hidráulica,
digamos presas, canales, drenes, pozos
profundos y bordos de defensa fueron
incorporándose mayores áreas de
cultivo en lo que ahora es el Distrito de
Riego del Río Colorado, cuya extensión
abarca aproximadamente 200 000
hectáreas, uno de los más importantes
de la República Mexicana.
Otros apartados del libro relevantes
tienen que ver con el reparto agrario,
la construcción de la presa Hoover y
el All American Canal, el Tratado de
Aguas Internacionales de 1944 y el
problema de la salinidad relativo a las
aguas del Wellton-Mohawk de Arizona,
a partir de 1961, y la Rehabilitación del
Distrito de Riego. El relato histórico
sobre el valle de Mexicali termina con
la nueva organización de los módulos
de riego, por lo que también cuenta con
información actualizada.
Por otra parte, el libro Valle de
Mexicali: El agua y sus hombres es
sólo una narrativa histórica que nos
informa sobre los hechos acontecidos,
no una evaluación de las técnicas, ni de
las políticas que los han caracterizado.
Tampoco se ocupa, como lo sugiere el
título, de los principales protagonistas,
sus personalidades, criterios e intereses.
Con este libro los autores nos dicen
qué es lo que ha pasado en el valle de
Mexicali, cuidándose de no decir qué
debió pasar, ni por qué, como suele
ocurrir con quienes nos ocupamos de la
historia regional. Los autores Sánchez
han preferido guardarse sus opiniones
con respecto al manejo del agua, sin
justificar o criticar a las autoridades, las
empresas privadas, ni las organizaciones
campesinas involucradas. La lectura
de este importante libro nos aleja de
la polémica y de la controversia y nos
lleva a pensar que las cosas son como
deben ser.
Valle de Mexicali: El agua y sus
hombres es un tomo económico de 288
páginas, seleccionado y editado por
la Universidad Autónoma de Baja
California. Fue impreso en Mexicali
en noviembre de 2009. Cuenta con
numerosas fotografías, mapas y cuadros
estadísticos. También incluye un amplio
índice y dos páginas de bibliografía..
Diario Oficial de la Federación, 17 de junio de 1904, citado en Idem p. 19.
Idem, p. 36.
5
Idem, p. 37.
3
4
43
Episodios universitarios
E
Austreberto Silva Olivares*
n junio de 1966, la Escuela
de Enfermería celebraba el
fin de cursos y graduación de
alumnas que finalizaban su carrera;
y, como es costumbre, invitaban a
alguna persona que fuera su padrino
de graduación. Gloria Irene me invitó
a mí; que en esa época ocupaba el cargo
de Jefe del Departamento Escolar.
A este acto asistieron el biólogo Pedro
Mercado Sánchez, rector de la UABC y
el licenciado Rafael Soto Gil, secretario
general. Gloria Irene, de carácter
inquieto y extrovertido, no desaprovechó
la ocasión y pidió al fotógrafo que
tomara la fotografía en la que ella
aparece enmarcada con dos distinguidos
personajes que pasarían a formar parte
de la serie de lista de rectores que fueron
engrandeciendo a nuestra universidad.
Al poco tiempo, mediante la
organización en su Congreso Constituyente, en Mexicali los días 20, 21 y 22
de mayo de 1967, en el Auditorio de la
Casa de la Juventud, se constituye la
Federación de Estudiantes Universitarios de Baja California (FEUB). Este
evento reunió a mucha gente: el rector
Pedro Mercado Sánchez, que estuvo
acompañado en el presídium por el
presidente municipal de Mexicali, José
María Rodríguez Mérida, el director
de la Casa de la Juventud, Ernesto
Sánchez Valenzuela y miembros del
comité organizador, hizo la declaratoria
inaugural de los trabajos.
Se eligieron los miembros de la primera
mesa directiva de la FEUB entre los que
destacamos a su secretario general:
Guadalupe González Rubio que era
alumno de la Escuela de Ciencias Sociales
y Políticas, de Mexicali y a Gloria Irene
Nieto Molina, que era estudiante de la
Escuela de Enfermería quien consciente
del rápido desarrollo de nuestra UABC,
decidió formar parte de la Comisión
de Acción Juvenil. Los demás (13)
integrantes de la directiva pertenecían
a diversas escuelas profesionales y
preparatorias, por lo cual la Federación
nacía con suficiente representatividad.
1966. Biólogo Pedro Mercado Sánchez, rector; enfermera Gloria Irene Nieto Molina en su graduación; doctor Austreberto
Silva Olivares, jefe del Departamento Escolar, padrino y el licenciado Rafael Soto Gil, secretario general de la UABC.
*Integrante de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C.
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P Á G I NA S D E H I S T O R I A
Benjamín Rentería Camino*
Mi viejo Río Colorado de Óscar Sánchez es una obra publicada en 1999. Edición particular a
través de Editorial Algibe, consta de 110 páginas en edición rústica, en formato 14 x 20 cm. Mi
viejo Río Colorado es la historia novelada de un niño-adolescente que cuenta sus experiencias.
Facundo, nombre del personaje, nos lleva desde el Centinela-Ciudad de Mexicali-al Río Colorado.
Facundo pasa grandes temporadas abriendo campos en la intrincada breña y viendo pasar las
mansas y violentas aguas del Colorado, y en sus aventurados años de adolescente aparece un
personaje femenino: Leobi, una muchacha de aquel lugar. Pero el tema principal de la historia es
el amor por el agua y por las tierras del valle de Mexicali.
Revista: Camino Real Misionero de las Californias. Publicación periódica del Instituto Nacional
R
de Antropología e Historia (INAH). Directora Julia Bendímez Patterson. Consta de 50 páginas,
d
fformato 22 x 30 cm. Es una revista de divulgación que nos da a conocer la investigación, así
ccomo las actividades y estados de preservación que guarda el patrimonio cultural de nuestro
eestado. Hay que leerla siempre.
The first thirty years 1931 de Otis B. Tout. Es un libro editado en San Diego California. En
octubre de 1931. Publicado por el mismo autor. El volumen consta de 429 páginas en edición de
lujo, en formato de 20 x 27 cm. Libro histórico que versa basado en testimonios de los pioneros
de la fundación de los pueblos del Valle Imperial, la historia de sus primeros treinta años. Es un
documento primario fundamental para la historia gráfica de la región.
Universidad Autónoma de Baja California. Memoria y testimonio de universitarios 1957-1997.
U
Maricela González Félix. Editado por la Universidad Autónoma de Baja California en septiembre
M
de 2009. Mexicali, Baja California. Contiene 530 páginas en formato 14 x 21cm en edición rústica.
d
La obra consta de un buen número de entrevistas realizadas por la autora a universitarios en los
L
aaños de 1996 y 1997, mismos que servirían para la edición conmemorativa en el cuadragésimo
aaniversario de la UABC. La temática general se refiere a los inicios de la universidad, las preparatorias,
lla creación y crecimiento de las escuelas profesionales, del conflicto sindical universitario en 198011981 y de las actividades culturales en la misma universidad.
* Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C.
3
R. C. B.*
1989. El conjunto de oficinas y comercios ubicado en calzada Justo Sierra entre las avenidas Tapiceros y Madereros. Propiedad del Issstecali,
construido por el gobierno del licenciado Milton Castellanos Everardo en 1975, mismo año en que también fue creado
el Instituto de Salud y Servicios al Servicio de los trabajadores del Estado de Baja California (Issstecali).
2004. El terreno baldío donde se ubicaba el conjunto arriba mencionado del Issstecali y que fue demolido debido a los daños estructurales que sufrieron
por el terremoto de 7.2 grados en la escala de Ritcher que sacudió a la ciudad de Mexicali el pasado 4 de abril del 2010.
* Miembro de la Sociedad de Historia “Centenario de Mexicali” A.C.

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