Estudios de Economía Regional

Transcripción

Estudios de Economía Regional
Factores que Inciden en el
Rendimiento Escolar
en Chile
AÑO 2 - N° 04 - ABRIL 2009
Factores que Inciden en el Rendimiento Escolar en Chile
Medardo Aguirre González1, Marcela Castro Meline2, Astrid Adasme Carreño3
El logro escolar
Sin lugar a dudas la educación es un elemento esencial para alcanzar
un mayor crecimiento económico. En este contexto, existen dos
teorías ampliamente conocidas que así lo corroboran. Ambas
establecen que un mayor nivel de escolaridad está asociado a
mayores ingresos para las personas. Así, la educación impacta
positivamente en quien la adquiere, ya sea dotándole de un mayor
nivel de productividad, como indica la teoría del capital humano
(Schultz, 1961 y Becker, 1964), o bien actuando como una señal de
la capacidad innata de la persona de cara al oferente, como propone
la teoría de la señalización (Berg, 1970; Spence, 1973; Arroz, 1973
y Stiglitz, 1975).
El sistema educacional chileno ha sufrido una serie de
transformaciones en los últimos 30 años. En la década de los ochenta,
se llevó a cabo la descentralización administrativa y financiera de
los establecimientos públicos, pasando a manos de los municipios.
En los noventa, se implementó la reforma educacional. Mientras que
en el año 2003 el Presidente Lagos promulgó la ley donde se aumenta
de 8 a 12 años la escolaridad obligatoria y gratuita para todos los
niños. Hoy en día, el desafío para el Estado radica en mejorar la
calidad de la educación.
Las estadísticas de rendimiento escolar señalan que el desempeño
de los países de América Latina es significativamente inferior al de
los países desarrollados.
La prueba internacional PISA (Programme for International Student
Assessment) 2006, que mide la alfabetización de los jóvenes de 15
años en tres áreas o dominios: Ciencias, Lectura y Matemática,
muestra que del total de 57 países evaluados:
-
-
-
Chile obtiene un puntaje promedio de 438 puntos en Ciencias,
siendo éste 30 puntos más alto que el promedio latinoamericano
(Argentina, Brasil, Colombia, Uruguay y México), pero 62 puntos
inferior al promedio de los países pertenecientes a la Organización
para la Cooperación y Desarrollo Económico (Ocde - Alemania,
Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Corea, Dinamarca, España,
Estados Unidos, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Hungría,
Inglaterra, Irlanda, Islandia, Italia, Japón, Luxemburgo, México,
Noruega, Nueva Zelanda, Polonia, Portugal, República Checa,
Eslovaquia, Suecia, Suiza y Turquía).
Chile logra 442 puntos en Lectura, puntaje superior al alcanzado
por todos los otros países latinoamericanos participantes (403)
y a 50 puntos del promedio de la Ocde.
Chile se adjudica 411 puntos en Matemática, valor similar al
conseguido por los estudiantes mexicanos (406), inferior al
mostrado por los uruguayos (427) y superior al obtenido por los
de Brasil (370), Colombia (370) y Argentina (381).
Por otra parte, según la Timss (Trends in International Mathematics
and Science Study), prueba internacional que mide el nivel de la
educación en un conjunto de países en las áreas consideradas
fundamentales para la generación de capital humano: Matemática
y Ciencias, en el año 2002 los estudiantes chilenos de 8º básico
tuvieron un desempeño muy inferior en relación a los alumnos de
los otros países. Es más, Chile se ubicó en el lugar 38 de 46 en
Matemática y 35 de 46 en Ciencias. En Matemática, el 59,0 por
de los alumnos chilenos no alcanzó el estándar de desempeño más
bajo descrito por Timss, mientras que en Ciencias, este porcentaje
fue de 44,0 por ciento.
En Chile, el sistema de medición de la calidad de la educación
corresponde al Simce. Éste evalúa si los alumnos de 4º básico,
8º básico y 2º medio, han alcanzado los objetivos fundamentales y
los contenidos mínimos obligatorios del currículo nacional (marcos
curriculares de la educación básica y media, decretos 232 y 220,
respectivamente). Los niveles de logro que establece son tres: inicial,
intermedio y avanzado. En este sentido, se tiene que los alumnos
de 4º y 8º básico en Matemática y Lenguaje alcanzan un nivel
intermedio, no existiendo un avance significativo en el período
analizado (años 2002-2007 alumnos de 4º básico y años 2000-2007
alumnos de 8º básico).
Resultado Simce
4º año Básico
Matemática
Lenguaje
Resultado Simce
8º año Básico
Matemática
Lenguaje
El logro académico es difícil de medir, ya que intervienen una serie
de factores. El proceso educativo combina un conjunto de insumos,
tales como, características de los alumnos, de la familia, de los
profesores y del establecimiento.
La evidencia empírica sostiene que el factor familiar es el más
importante para explicar los resultados del aprendizaje de los alumnos,
especialmente en los países desarrollados. En el caso de Estados
Unidos, Marzano (2000) señala que la varianza en los logros de
aprendizaje de los alumnos se debe en un 80,0 por ciento al factor
estudiante/familia y en un 20,0 por ciento al efecto escuela, del cual
más de la mitad proviene de las variables propias de los docentes
y su trabajo (13,34 por ciento).
Alumno y su contexto familiar
Es ampliamente reconocido por la literatura internacional que uno
de los determinantes principales en el rendimiento escolar de un niño
es la familia, especialmente sus características socioeconómicas y
su nivel de educación.
Según Willms (2002) uno de los mayores descubrimientos de la
investigación sobre el desarrollo humano es que los logros del
desarrollo de los niños se hallan directamente relacionados con el
status socioeconómico de sus familias.
En Chile, los peores resultados en las pruebas Simce lo registran los
estudiantes de estrato bajo. Es así como el grupo socioeconómico
marca una diferencia considerable en los niveles de logro de los
estudiantes. De esta manera, se puede observar que los niños más
pobres obtienen en su mayoría (sobre el 50 por ciento) sólo un nivel
inicial, mientras que los de estrato alto un nivel avanzado (sobre el
60 por ciento).
Los alumnos de menores ingresos asisten a establecimientos
1 Director, Centro de Estudios de Opinión Ciudadana, Universidad de Talca.
2 Educadora de Párvulos.
3 Investigador Asistente, Centro de Estudios de Opinión Ciudadana, Universidad de Talca.
municipales. En el año 2006, un 44,8 por ciento de la población
escolar (educación básica y especial) municipal pertenecía al primer
quintil, frente a un 23,3 por ciento de los alumnos de escuelas
particulares subvencionadas y sólo un 3,4 por ciento de alumnos de
colegios particulares pagados.
Se puede observar en la siguiente tabla que los alumnos de 4º básico
de colegios particulares pagados obtienen en promedio alrededor
de 300 puntos en el Simce, mientras que un estudiante perteneciente
a un colegio municipal registra cerca de 60 puntos menos.
Resultados Simce 2007 - 4º año Básico en Chile
Dependencia
Lenguaje y Comunicación
Promedio
Mínimo
Máximo
Matemática
Promedio
Mínimo
Máximo
El nivel de escolaridad de los padres, predetermina el resultado
académico de los alumnos desde las etapas más tempranas de la
enseñanza (Satín, s.f).
Asimismo, el nivel educacional promedio alcanzado por el jefe de
hogar varía significativamente según estrato socioeconómico. De
este modo, los individuos pertenecientes al decil más rico tienen en
promedio 14,4 años de estudio, duplicando así la escolaridad de los
jefes de hogar del decil más pobre que, en promedio, tienen 7,3 años
de estudios.
La falta de apoyo en el hogar condiciona el rendimiento escolar, lo
cual es característico en los hogares de grupos socioeconómicos
bajos, ya que muchas veces, estos niños carecen de material de
lectura en sus hogares e incluso pueden ser hijos de padres
analfabetos (Mizala, Romaguera y Reinaga, 1999). De igual manera,
las expectativas de los padres y sus actitudes hacia la educación
varían según el nivel socioeconómico e impactan en el interés
académico de los niños (Arnold y Doctoroff, 2003).
Los profesores
La evidencia sugiere que los profesores tienen un impacto mayor en
el aprendizaje de los alumnos que otras variables de escuela (Marzano,
2000; Rivkin, Hanushek y Kain, 2001 y Wenglinsky, 2002). De acuerdo
a la literatura existen varios indicadores de insumo de profesores
que influyen en el rendimiento escolar, entre los cuales se encuentran
años de escolaridad, capacitación en servicio, conocimiento de los
docentes de la disciplina enseñada, género, experiencia, nivel salarial
y clase social.
Según la evaluación de desempeño docente 2008, el 92,0 por ciento
de los profesores en Chile ha realizado algún tipo de perfeccionamiento
después de titularse, un 40,0 por ciento posee postítulo y 6,7 por
ciento tiene magíster. En este último proceso de evaluación,
participaron más de 16.000 docentes de 339 comunas de nuestro
país. Los resultados muestran que alrededor del 24 por ciento de los
evaluados logró bajo desempeño: 22,8 por ciento alcanzó nivel básico
y 1,1 por ciento insatisfactorio, mientras que un 63,9 por ciento fue
calificado competente y 12,1 por ciento logró la categoría de destacado.
En cuanto a las remuneraciones, los docentes de establecimientos
municipales presentan un menor salario promedio, ganando alrededor
de un 19 por ciento menos que los docentes de establecimientos
particulares pagados (Casen 2003/Encuesta longitudinal docente
2005).
La escuela
En este ámbito, dos medidas han sido adoptadas en nuestro país:
la extensión de la jornada escolar y la reducción del número de
alumnos por profesor.
En Chile a partir del año 1997 se puso en marcha la Jornada Escolar
Completa (JEC), con el objetivo de aportar al mejoramiento de la
calidad de la educación e igualar las oportunidades de aprendizaje
de los niños de todo el país, al aumentar de manera significativa los
tiempos pedagógicos, pasando de 30 a 38 horas semanales en
enseñanza básica y de 36 a 42 horas semanales en educación media,
con el propósito de desarrollar mejor el nuevo marco curricular.
No obstante, existe un porcentaje de alumnos provenientes de familias
de menores ingresos que son capaces de lograr buenos rendimientos
obteniendo sobre 300 puntos en las pruebas del Simce. Por tanto,
pareciera ser que la variable compromiso de los padres en el proceso
educativo es una factor clave en el rendimiento escolar (Fantuzzo et
al., 2004; Gutman y Midgley, 2000). De esta manera, las limitaciones
económicas no impedirían generar un clima familiar y estilo educativo
en el hogar caracterizado por acciones orientadas a la estimulación
y compromiso de los hijos por obtener altos resultados académicos,
lo que además, lograría ser compartido por los propios niños (Alfaro,
Dois y Gubbins, 2006).
Según la teoría los alumnos que dedican más tiempo a estudiar
aprenden más, especialmente en los primeros grados de la escuela
básica (Brown y Saks 1986). No obstante, según Karweit (1985) una
sala de clase manejada ineficazmente no producirá mejores resultados
de aprendizaje simplemente por el hecho de extenderse la jornada.
De hecho, según el último informe de la Ocde sobre el panorama
educativo, Chile es el país que tiene a sus alumnos más tiempo en
la sala de clases. Específicamente, más de mil horas al año versus
839 horas del promedio de la Ocde (alumnos entre 9 y 11 años).
Pero a pesar de esto, los estudiantes exhiben un bajo rendimiento,
tanto en las pruebas internacionales como nacionales, lo que podría
significar un uso ineficiente del tiempo.
Características de la escuela: profesores y
establecimiento
Por otra parte, el impacto del tamaño de los cursos es una de las
políticas más investigadas, sin embargo, la evidencia no respalda la
efectividad por sí sola. En Chile, la razón profesor alumno ha ido
disminuyendo a través de los años hasta alcanzar en el 2007 a 26
alumnos por profesor.
El efecto escuela es un factor importante en el logro académico,
incluso decisivo, para niños que provienen de hogares con menores
recursos económicos y culturales (Brunner y Elacqua, 2003). Si bien
es cierto, la escuela no puede por sí sola superar las desigualdades
de la sociedad, pero sí puede compensarlas y desarrollar al máximo
el potencial de cada alumno.
Por lo tanto, si bien las variables familiares son muy importantes para
determinar el rendimiento educacional, hay un conjunto de factores
ligados a la escuela que también son significativos, independiente
de la magnitud que se le atribuya, especialmente para los niños
provenientes de los hogares de menores recursos de nuestro país.
Deprivación sociocultural y bajo rendimiento escolar: “la profecía
auto-cumplida”
Por Marcela Castro Meline, Educadora de Párvulos
El rendimiento escolar es, posiblemente, una de las dimensiones más importantes en el proceso
de enseñanza-aprendizaje, es un fenómeno complejo y multifactorial donde pueden incidir tanto
factores internos o del propio alumno (factores físicos, cognoscitivos, afectivos, de personalidad,
de voluntad, de motivación y capital cultural, entre otros), como factores externos o del contexto
más próximo del estudiante (factores del ambiente familiar, escolar y sociocultural).
Una sociedad más educada es en sí misma una sociedad más evolucionada, por lo que se podría
decir que el nivel educacional de una población es un factor importante en el desarrollo y, que
también incide en el crecimiento económico por el papel que desempeña en la formación del
recurso humano.
Actualmente el indicador de logro escolar individual es la calificación escolar, que a su vez es
el reflejo de exámenes y/o evaluaciones a través de los cuales el alumno deja ver el nivel de
conocimientos académicos adquiridos en un determinado momento del proceso educativo. Si
bien es cierto esta aproximación al rendimiento escolar es necesaria, también existen otros logros
producto del proceso educativo, tales como: desarrollo emocional, físico e intelectual u otros más
globales, tales como: inserción laboral o integración dentro de la sociedad.
En Chile, la medida fundamental de logro escolar que se ha utilizado es el test estandarizado
Simce, que se aplica a todos los alumnos de cuarto, octavo básico y segundo año de enseñanza
media. Al revisar estos resultados, en conjunto con otros indicadores de rendimiento escolar, no
es raro comprobar que, a pesar del casi 100 por ciento de cobertura educacional básica, año a
año se repite cierto patrón donde los bajos puntajes se relacionan consistentemente, con
desigualdad, pobreza y exclusión social, lo que es avalado con estudios que demuestran la
relación entre rendimiento escolar y nivel socioeconómico.
Sin embargo, los resultados del mismo Simce han mostrado un cierto porcentaje de alumnos y
escuelas que, a pesar de estar insertos en ambientes de bajo nivel socioeconómico, logran
buenos puntajes. ¿Cómo estos niños a pesar de su contexto inmediato, logran obtener buenos
resultados escolares?.
Los estudios orientados a dar respuestas acerca del bajo rendimiento en alumnos de sectores
de pobreza, han planteado una interrogante acerca del “efecto escuela” y el “efecto familia”.
Brunner y Elacqua (2003), en el informe de Capital Humano, sostienen que el factor familia es
el más importante para explicar los resultados de aprendizajes de los alumnos, sin embargo, en
el mismo estudio sugieren no dejar de lado el efecto escuela sobre el rendimiento escolar, más
aún en niños provenientes de sectores económica y culturalmente desfavorables donde este
factor podría ser decisivo.
En relación al factor familia como entorno inmediato más influyente, se puede decir que los
aprendizajes escolares están fuertemente anclados en los aprendizajes primarios, los cuales el
niño adquiere en sus primeras interacciones sociales con adultos significativos (madre, padre,
familiares u otro adulto encargado de su cuidado). Esta construcción de la identidad va a depender
de las características de los adultos y del entorno material y cultural en que el niño crece. En este
sentido, la conexión entre escuela y familia podría garantizar el desarrollo de habilidades claves
para un buen rendimiento escolar. Sin embargo, este trabajo conjunto, en sectores socioeconómicamente deprivados, se dificulta por la cantidad de estresores con los que estas familias
deben lidiar (desempleo, recursos materiales y económicos inadecuados, problemas familiares
y maritales, entre otros), los cuales le impiden desarrollar en pleno su rol educador temprano.
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Es de sentido común suponer que la pobreza y las limitaciones económicas, además de ser un
factor de estrés familiar, es un impedimento para la adquisición de elementos materiales y
tecnológicos de apoyo educacional para los hijos, sin hablar de que el nivel educacional de los
padres está fuertemente ligado a su nivel socioeconómico, sin embargo, pareciera ser que hay
familias que poseen recursos extras, ya sea sociales, afectivos y de expectativas de cambio para
sus hijos, que pueden llegar a ser muy significativos en el rendimiento escolar.
Podríamos suponer entonces que, si bien hay una relación entre fracaso escolar y pobreza, ésta
no es ni tan absoluta ni tan lineal y, que puede estar tan enraizado en el imaginario colectivo que
llega a generar un círculo nocivo de profecías autocumplidas. Entonces, ¿por qué no indagar
más profundamente en qué o cómo ocurre el desarrollo de algunos niños de sectores deprivados
que superan esta adversidad y su alta probabilidad de obtener bajos resultados escolares?.
Nota:
Publicado en la sección Economía del Diario El Centro, domingo 26 de abril de 2009,
pp. 16-17. Disponible en www.ceoc.cl

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