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Nueva rotativa, nuevos
productos
La cooperativa contará, a partir del próximo
mes de septiembre, con una nueva rotativa
en la que han invertido 400.000 euros y que
“nos permitirá dar entrada a nuevos productos como el mailing personalizado y productos en cuché, entre otros. Además, en dos
años esperamos llegar a las 2.000 toneladas
de papel consumido”, detalla Ramón Fort.
Además, añade Fort, “esta se compra también porque se va a reducir el consumo de
los servicios que prestamos actualmente y
atraerá otros productos que nos van a permitir mantenernos en las ventas actuales que
oscilan entre los 2.400.000 euros de 2012 y el
1.800.000 euros de 2013”.
José Antonio Bordas, Vicente Calabuig y Ramón Fort
Solgraf invierte en tecnología
para atraer nuevos productos
y aumentar sus ventas
La cooperativa del sector de las artes gráficas, especializada en la
impresión de documentos de seguridad, ha decidido comprar una nueva
rotativa para diversificar sus ventas y ofrecer a sus clientes nuevos
servicios que hasta ahora no realizaban como el mailing personalizado
o la impresión de productos en papel cuché
Textos: Gemma Jimeno
[email protected]
Imágenes: Vicente A. Jiménez
S
olgraf - Solucions Grafiques se creó
en 1995 y el año que viene inaugurará
su tercera década. El cierre de la empresa en la que trabajaban en aquella época
provocó que Ramón Fort, presidente de Solgraf,
Vicente Calabuig y José Antonio Bordas se decantaran por poner en marcha una cooperativa.
“Actualmente somos solo cuatro socios cooperativistas ya que los trabajadores no están por la labor de
vincularse de una forma tan estrecha con el proyecto ya que, en algunas ocasiones nos vemos obligados a
responder ante determinadas situaciones con nuestro
propio patrimonio”, estima Ramón Fort.
A pesar de todo, los fundadores se inclinaron por la fórmula jurídica de la cooperativa por
“ideología” ya que “de este modo, todo los trabajadores cooperativistas pueden participar en las deci-
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siones de la empresa”, explica Ramón Fort.
Para formar parte de la cooperativa Solgraf, –aclara su
presidente–, “los nuevos socios
tienen que aportar entre 15.000 y
20.000 euros y les damos todas las
facilidades tanto en tiempo como
en la forma de pago. Además, el
trabajador interesado en hacerse
socio debe estar plenamente integrado en la empresa ya que preferimos potenciar a nuestros trabajadores que a aquellos que son ajenos
a nuestra actividad”.
Hoy en día, Solgraf, además de los cuatro socios cooperativistas, tiene 15 trabajadores más “una cifra que fluctúa en
función del volumen de trabajo que
tengamos”, matiza Ramón Fort.
La compañía pertenece al
sector de las artes gráficas y está especializada
en la impresión de documentos de alta seguridad
principalmente para entidades bancarias como
talonarios de cheques, pagarés, cartas cheque–
pagaré, etc. Además, elaboran otros productos
como impresos para impresoras en papel continuo, facturas, formularios, albaranes, cartas personalizadas para mailing ensobradas y remitidas
a su destinatario.
Los trabajadores de Solgraf también realizan
autosobres, códigos de barras, numeraciones especiales con CMC7 o cualquier otro dígito de control. Para realizar todos estos trabajos consumen
entre 1.200 y 1.500 toneladas anuales de papel.
Por su parte, la imprenta ofset con la que
cuentan también se utiliza sobre todo para hacer las tapas de los cheques, aunque también hacen carpetas, etc.
Entre sus más de 1.600 clientes ‘activos’ se encuentran las entidades financieras tanto de forma directa como indirectamente. “Es decir, en Solgraf estamos capacitados para fabricar todo el proceso completo de un documento de seguridad, incluso a
personalizarlo para un cliente concreto, pero otras empresas no, con lo cual subcontratan nuestros servicios”,
aclara Ramón Fort.
En concreto, los bancos y cajas representan
el 40% de la facturación total de la cooperativa,
el 50% corresponde a empresas de distintos sectores y tamaños y el 10% restante a la Administración.
La cooperativa presta sus servicios en todo el
territorio nacional. Sin embargo, “por número de
clientes estamos más implantados en Valencia y Castellón y teniendo en cuenta la facturación, en Madrid
y Barcelona, debido a la concentración de entidades
bancarias en estas dos zonas”, incide Ramón Fort.
En cuanto a la logística, –continúa el presidente de la cooperativa–, en Valencia capital y
su área metropolitana se lleva a cabo con medios
propios ya que cuentan con un transportista en
nómina. Pero, fuera de esta área “mandamos los
pedidos por agencias de transportes como Orditrans
o TXT, dependiendo del volumen”.
En esta misma línea y para dar “el mejor servicio a nuestros clientes”, incide Ramón Fort, colaboran con imprentas de Castilla-La Macha y Cas-
tilla y León –algunas de ellas
también son cooperativas– para realizar aquellos trabajos
que ellos no pueden hacer y viceversa.
Las artes gráficas, frente a dos crisis
Para Ramón Fort, “a la crisis actual que padecemos debemos sumarle la que
sufre el sector de las artes gráficas”. En su opinión, “el mercado de las artes gráficas se está reduciendo debido a la aplicación de nuevas tecnológías
como el correo electrónico, la facturación electrónica, etc. A pesar de que el
consumo de papel blanco no se ha reducido, sí que ha disminuido el empleo
del papel personalizado o preimpreso en las empresas y organismos”.
¿Cómo ha afrontado la crisis la cooperativa?
En estos últimos años de crisis, Solgraf no ha crecido e incluso ha perdido volumen de ventas debido a las fusiones que se han producido entre entidades
bancarias. “Estas paralizaron nuestra actividad durante prácticamente año y
medio hasta que se reubicaron de nuevo y se redefinieron los cargos de nuestros interlocutores”, aclara Ramón Fort.
“De todas formas, –manifiesta el presidente de la cooperativa– no creo que
vayamos a crecer en volumen de ventas pero sí nos mantendremos debido a la
redución que está sufriendo el mercado de las artes gráficas”.
Ramón Fort destaca que son fieles a sus proveedores. Del mismo modo, de las 1.500 toneladas de papel que consumen al año 500 son
de origen español y el resto lo importan de la
Unión Europea.
En esta misma línea, Solgraf exige a estas
compañías papeleras un certificado que demuestre que no deforestan los bosques, que el
papel fabricado esté libre de cloros para no contaminar y que no emplean mano de obra infantil, entre otros requisitos. “Con estas cualidades,
el papel es un poco más caro, pero lo preferimos así”,
razona el presidente de Solgraf.
Además, matiza Ramón Fort, “también les pedimos a nuestros proveedores que cuenten con los
certificados de calidad ISO 9001 y el de medioambiente, ISO 14001, igual que ya tiene la cooperativa”.
Por otra parte, los integrantes de Solgraf se
decantan por la especialización para diferenciarse de su competencia, en concreto, en la impresión de documentos de seguridad. “Tanto es
así que en la Comunidad Valenciana no tenemos competencia en este apartado”, esclarece el presidente
de la cooperativa.
“Nuestra cuota de mercado en España, teniendo
en cuenta solo nuestro nicho de mercado –especialistas en la impresión de documentos de seguridad– se encuentra en un 20%. En dicho porcentaje estarían incluidos los trabajos que hacemos tanto directa como indirectamente”.
Sistemas de seguridad en los documentos
Existen unas normas de seguridad mínimas
que deben incorporar los documentos y “además, cada una de las entidades bancarias con las que
trabajamos incluyen las que ellas consideran oportunas”, define Ramón Fort.
Las innovaciones o cambios en las normas de
seguridad suelen venir provocadas porque se ha
detectado un aumento en el número de falsificaciones. “En Solgraf nos nutrimos sobre nuevos sistemas de seguridad gracias a la información que nos
proporcionan los clientes, además de las innovaciones que se presentan en las ferias del sector. De todas
formas, con el nivel de seguridad que tienen actualmente los cheques, es complicado falsificarlos. Hoy en
día el 90% de los fraudes se producen por internet”.

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