perú mágico - Peruana

Transcripción

perú mágico - Peruana
El Peruano
Año 106 // 3ª etapa // 467 // Viernes 15 de julio de 2016
DIARIO OFICIAL
ARTE QUE NACE DEL DOLOR
SER O NO SER
MANÍAS INÉDITAS
NEOINDIGENISMO
DE PEPE CHÁVEZ
FAMOSA
CITA DE
HAMLET EN
CUESTIÓN
ESCRITORES,
RETOS Y
RITUALES
G
Gran
belleza formal y crómatica marca el
ttrabajo del pintor cajamarquino. Pág. 6
CRÓNICA DE UNA FERIA
ILUMINADA
PERÚ
MÁGICO
OFERTA Y DEMANDA CON
ESTILO PROPIO EN EL CAMPO
DE MARTE
Pág. 3
Pág. 7
2 FILANTROPÍA
Viernes 15 de julio de 2016. El Peruano
Como todo
visitante, esta
española de
cabello cano,
tiene que
pasar todas las
revisiones y ser
tatuada con
todos los sellos
del penal.
C
on los dedos cuarteados por las ocho
décadas que lleva
encima, Roberto
estampa su irma
en la carta que acaba de escribir. En ella cuenta cómo
le va por estos días, el cariño que le tiene a sus hijos y
cómo, a pesar los años, sigue
queriendo mucho a su linda
cholita. Dobla el papel, lo inserta en el sobre y se lo entrega presuroso a Mercedes,
la mensajera.
A sus 75 años, la hermana
Mercedes guarda en su bolso esa carta, se echa a andar
por las calles del populoso
distrito de El Agustino y no
se detiene hasta entregarla
en las manos del amor de
Roberto. Su cholita la abre,
recorre cada frase detenidamente, y en esa sonrisa, que
expresa las mil gracias por
el favor realizado, se da por
concluida la labor de la religiosa, quien trajo la misiva
desde una de las celdas del
penal de Lurigancho.
SERVIR POR AMOR
Y es que para la hermana
Mercedes Ocharán de La
Cámara, religiosa nacida en
Bilbao, España, servir a las
personas con detalles como
estos es uno de los mejores
regalos que le da la vida. Por
eso, entre sus actividades
de cada semana destacan
las v isit as que realizan
a internos e internas de
los penales Lurigancho y
Piedras Gordas.
Roberto es un interno,
un adulto mayor del penal
de Lurigancho que todos
los viernes recibe la visita
de la hermana Mercedes. Ella
siempre se prepara para esta
faena, llena de conversas,
risas, arrepentimientos y
lágrimas. Se asegura de
cargar consigo solo la disposición para escuchar y
dar un mensaje de consuelo
y justicia. “Los problemas y
preocupaciones deben quedar fuera del penal. Es injusto llevarlos con nosotros a
estas personas que tanto
necesitan exactamente todo
lo contrario”.
Variedades
A LA ESCUELA
Hermana. La religiosa Mercedes Ocharán es casi una madre para los seres humanos que asiste con bondad e inmensa solidaridad.
MENSAJERA
DE LA PAZ
Dice el Evangelio que no hay amor más grande que dar la vida
por sus amigos. Esa lección la aprendió bastante bien Mercedes
Ocharán, una religiosa española que llegó al Perú hace 30 años,
y que no se cansa de llevar esperanza al que la necesita.
TEXTO HUGO GRÁNDEZ MORENO
PIEDRAS MADRES
Cuando llega el jueves, la
hermana Mercedes alista
nuevamente su bolso de
esperanza. Dos horas de
viaje y junto a sus amigos
de la pastoral carcelaria, ya
están por ingresar al penal
Piedras Gordas de Ancón.
Como cualquier visitante, esta española de cabello
cano e incansable sonrisa,
tiene que pasar todas las revisiones de seguridad “que a
veces son muy denigrantes”
y ser tatuada con los sellos
obligados para permitirle el
ingreso al penal.
Cada semana es lo mismo,
pero vale la pena, dice. Lo vale
por que cada mujer extranjera que ella visita, internas
de Filipinas, Malasia o Tailandia; algunas madres jóvenes
y otras adultas mayores, tienen muchísima necesidad de
afecto y mil problemas para
comunicarse por hablar un
idioma diferente. Así que allí,
Mercedes conversa largo con
cada una de ellas. Aquí también hace de mensajera. Las
internas le entregan cartas
escritas a mano junto a direcciones electrónicas, y ella en
casa se encarga de redactarlas
en la computadora y enviarla
a sus familiares mediante el
correo electrónico.
Acompañar en las cárceles a mujeres y hombres
internos es una forma de
acompañar a la gente. “No
me cuesta nada ser alegre,
no cuesta nada robarles
una sonrisa. Es más, es un
don que descubrí aquí, en el
Perú”.
La madre Mercedes también
descubrió aquí un lugar en
el que un grupo de jóvenes
se entregaba en cuerpo y
alma a ayudar a mejorar la
educación de niños, niñas y
adolescentes en situación
de carencia de los cerros de
Pamplona, al sur de Lima. Se
trata de Escuela Caminante,
un voluntariado que lleva el
cole al barrio con cursos de
comunicación, matemáticas,
actividades vinculadas al
arte, y en la que la religiosa
trepa el cerro para compartir
temas de educ ac ión en
valores.
Dice ella que toda esta
labor no tiene nada de extraordinaria, aunque quienes la conocen solo tienen
palabras de reconocimiento
por su entrega que ya lleva
treinta años en el Perú. Dice,
además, que su labor sería
muy bien vista por el papa
Francisco, “porque él ha instado a los cristianos a salir a
las periferias, allí donde hay
más necesidad”.
Como cada sábado, Mercedes termina su clase con
los catorce chicos y chicas
que hoy asistieron a la Escuela Caminante. La despedida siempre es un rito, lleno
de interminables abrazos y
muestras de cariño. Toma su
mototaxi y baja el empinado
cerro de Pamplona. Espera en
la avenida llamada pista nueva
y sube al ‘Rápido’, ese bus que
la llevará a su casa, segura de
haber hecho bien su labor del
día y de, una vez más, haber
dado la vida por sus amigos.
Director fundador: Clemente Palma | Director (e): Félix Alberto Paz Quiroz | Editor: César Chaman Alarcón | Jefe de Edición Gráfica: Daniel Chang Llerena
Jefe de Diagramación: Julio Rivadeneyra Usurín | Editor de Fotografía: Jack Ramón Morales | Teléfono: 315-0400, anexo 2182 Correos: [email protected] [email protected]
Variedades
Viernes 15 de julio de 2016. El Peruano
DEBATE 3
SENCILLO Y
COMPLEJO
Ser o no ser, he ahí la cuestión… es una de las citas más conocidas que pone Shakespeare en boca de Hamlet. Quiero en
este artículo ver la variedad de proposiciones que se pueden
plantear de tan simple y profundo enunciado.
TEXTO ALBERTO GUISLAN. Abogado, profesor de inglés
E
l verbo ser o estar,
en inglés “to be”,
es de lo más sencillo y complejo.
Si no se es, no solo
estamos en la absoluta nada,
sino todo lo demás no existe:
así de esencial, así de simple,
así de sencillo.
Sin embargo, el verbo “to
be” no dice nada por sí mismo. Si digo yo soy, la expresión no tiene signiicado. Yo
soy o estoy ¿Qué? Debo agregar algo más. Puedo ponerle
un sustantivo: soy abogado,
un adjetivo: estoy entusiasmado; o un adverbio: estoy
aquí, pero deinitivamente,
por sí mismo, no dice nada.
DILEMA
En el á mbit o soc ia l, el
planteamiento ‘to be or not
to be’ nos lleva al juego de
las antípodas: en el uso de
la libertad, que conlleva
riesgos, peligros, y, por
ot ro lado, la seg ur idad
del que calla, obedece por
temor a las consecuencias,
frente a una realidad que le
parece ajena, amenazadora
y demasiado riesgosa.
El dilema se parece a la
situación del marinero que
se debate entre permanecer en el puerto o ir a la mar.
Sabe que el puerto es el lugar
más seguro para sí, pero el
imperativo de realización le
El verbo ‘to be’,
aun cuando
es de primera
importancia,
no es nada si
no está
acompañado de
un sustantivo,
un adjetivo o
un adverbio.
dice una y otra vez que los
barcos no se fabrican para
estar en el puerto, que el
mar agitado hace al buen
marinero.
No termina de pensar en
ello y se asoma el sentimiento contrario que le dice: pero
si la vida es tan hermosa, tiene tantos colores y motivos,
es, inalmente, lo único que
tienes, ¿Por qué habrías de
arriesgarte? ¿No sabes, acaso, que, a más grande el ser
más grande el error?
No termina de pensar en
ello y de su amor propio una
voz le dice: ¿Tan poca cosa
te crees que postulas a la
medianía, a mediocre? ¿La
peor bandera no es, acaso,
la de aquellos que no tienen
bandera?
Erich Fromm, en su libro El miedo a la libertad,
nos dice que esta dicotomía se encuentra grabada
en la psique humana y que
la forma perniciosa de la
libertad conigura al sádico y la forma malsana de la
seguridad al masoquista,
que en situaciones de gran
crisis o caos insoportable,
reclama o da la bienvenida
colectiva a un dictador que
le restituya a cualquiera la
seguridad perdida.
Estas antípodas, creo,
son como una marea inconsciente, incontenible. El
inconsciente, según me he
informado, tiene un valor
1000 veces superior al consciente, por lo tanto, vanos
son y serán los intentos de
querer enseñar a no tener
miedo o no acometer con
valor lo que se siente como
un imperativo, que compromete a todo el ser.
Hemos anotado que el
verbo ‘to be’, aun cuando es
de primera importancia, no
es nada, gramaticalmente,
si no está acompañado de
algo más. Lo cual revela la
grandiosa contradicción que
encierra dentro de sí.
INSATISFACCIÓN
En el plano de la existencia
humana mencionamos la
insatisfacción del hombre
al ubicarse en alguno de
los tres puntos: libertad,
seguridad y transacción.
En el ámbito místico, la
r e lex ión e s no menos
profunda.
En Éxodo 3:14, cuando
Moisés le pregunta a Dios
por su nombre, recibe de
respuesta: “Yo soy el que
soy”, en inglés: “I am that I
am”, con lo cual dejaría en
claro que su ser no tendría
nombre en este mundo, porque estaría en una dimensión distinta a la suya.
Quien creó y dio nombre
a todas las cosas existentes
no podría tener nombre de
este mundo, porque es algo
anterior o superior.
Él es el único que podría
deinirse a sí mismo, de ese
modo con el verbo to be, sin
necesidad de nombre, adjetivo o partícula alguna que
lo acompañe. Todo lo demás
que existe necesita una denominación: es un árbol, una
mesa o lo que fuera.
Muchas personas están
convencidas de que el nombre de Dios es Alá. Un número muy importante dirá
que el nombre de Dios es
Yavé, que en hebreo signiica “Yo soy el que existe por
sí mismo.” Habrá quienes
se pregunten si puede ser
el creador tan soberbio de
hacer las cosas tan mal y luego tomar distancia entre su
nombre y la forma de nombrar las obras de su creación.
Como se puede apreciar, las
preguntas y respuestas en
el ámbito místico dan para
mucho más.
¡Qué cuestión de tan profunda signiicación la que
nos convoca “To be or not
to be”! Sirve a la tragedia de
la que va seguida, y a la vez
se proyecta a planos más
densos.
Por ello, merece una
mayor profundización, extensión y un inteligente y
tolerante debate.
4 CRÓNICA
L
legué tarde por la
tarde a la Feria artesanal Manos Peruanas del Campo
de Marte. Quería
encontrarme con ese arte que
conmueve en las artesanías del
Perú intenso.
Pensé ubicar la cerámica
vidriada de Camilo Vera, los
mates burilados de Sixto Seguil, los bordados de la shipiba
Olinda Silvano, los tapices de
Elvia Páucar de San Pedro de
Cajas, las joyas del maestro
piurano Víctor Yarlequé o el
arte del imaginero ayacuchano César Urbano. Al contrario,
nada de eso existía, la oferta
era otra. El adivinar, el oler, el
presagiar. En la mayoría de
stands estaban estacionados
nigromantes, videntes y yatiris. Unos me leían las hojas de
coca, otros querían pasarme el
cuy o la paloma blanca, otros
más me ofrecían un auténtico
amarre sexual y el gran Juan
Tripul, de la provincia de Huancabamba, juró que por 20 soles
haría volver a mi pareja.
En los parques más amplios
del distrito de Jesús María se
ubican hoy las dos ferias más
grandes del Perú: la Feria Internacional del Libro, donde
uno va a leer; y la feria artesanal Manos Peruanas, donde a
uno lo leen de pies a cabeza. Y
desde niños, todos tenemos
nuestras ferias. Las tómbolas,
kermeses o verbenas son las
iestas públicas donde uno va
a vivir como niño por el resto
de sus días.
Mi memoria siempre me
regresa a las vivanderas de la
feria de la avenida Primavera,
con juegos, bailes y picanteras,
donde los boleros de Lucho Barrio me hacían soñar con los
amores que jamás llegaron.
Luego estuvo la Feria del Pacíico con sus grandes shows y
después está Mistura, esa feria
de los sabores supremos.
Pero en la feria Manos Peruanas hay un encuentro con
el encantamiento que antes no
había. Que a uno lo limpian y le
encuentran razón a su futuro.
Cuando el maestro Ismael de
la Cruz Santana –un secretista
del Putumayo– me hizo pasar
a su trastienda, donde había
una calavera y una espada oxidada, y comenzó a leerme las
cartas del tarot, me pronosticó
que iba a sufrir un accidente
de tránsito. Qué lástima –le
Variedades
El Perua
Las vírgenes y
santos tienen
su espacio protagónico. Luego, los ekekos
aparecen junto
a diversas figuras políticas.
dije—, ya me accidenté hace
dos meses.
Entonces hubiera venido
antes, me respondió. Más allá
están los lectores de coca, casi
todos venidos de Puno y Bolivia. Así, cada stand luce los
colores refulgentes de miniaturas de chalés, autos y aviones.
Las vírgenes y santos encendidos tienen su espacio protagónico. Y luego, los ekekos más
alucinantes aparecen junto a
iguras políticas. Este es el otro
Perú, mágico y profético.
OOO
La primera gran feria de
Lima fue la de la Pampa de
Amancaes. En 1928, durante
el gobierno de Leguía, existía
el campeonato de vivanderas. Una suerte de Mistura
de aquellos años más jarana
criolla en santidad de piscos
y cachinas. Hasta esa parte del
Rímac llegó entonces la gran
Rosita Ríos, que revelaría esa
vez, y junto a su familia, una
carapulca de rechupete, unos
anticuchos de corazones estoicos, un cau cau de camarones
en los caldos de la yerbabuena,
una patita de chancho celoso,
y, la conmoción la originó su
seviche (que antes se escribía
de esa manera) de bonifacios
retozones. Así ya la habían
bautizado como la Reina de la
cocina criolla y era para tanto.
Sus creaciones incidían en las
memorias de los paladares y
raspaban las retentivas de los
guargüeros más evocadores.
Hoy, entre esta orgía de
hiervas como ruda, romero
artemisa y verbena, me acerqué al stand del tío Andrés,
especialista en el rico chancho al palo. La buenamoza
que me atendió me explicaba
que el plato costaba 20 soles,
pero con wii eran 5 soles más.
Extrañado, pregunté ¿qué es
wii? Y ella dijo: “Es para que
te comuniques con tu mujer.
TIENDA DE
LOS MILAGROS
La peculiar Feria artesanal Manos Peruanas, que se levanta en el tradic
nal Campo de Marte, muestra ese mundo fantástico que existe en el P
mágico y esotérico que muy pocos conocen. Hasta allí llegamos, ávidos p
experimentar ese derroche de colorido y sabor local.
TEXTO ELOY JÁUREGUI
CRÓNICA 5
ano. Viernes 15 de julio de 2016
cioPerú
por
CHAMÁN DEL MUNDO
E
l chamán más famoso se llamó Carlos Castaneda,
era peruano y fue autor del best seller Las enseñanzas de don Juan. Había nacido en Cajamarca y
fue el escritor que bate hoy mismo récords en lectoría.
Lo suyo es una obra descomunal como el vuelo de su
imaginación, que no siempre tuvo buen aterrizaje. El
lector, avieso y travieso, lo seguía como a las drogas
expansoras de la conciencia: el peyote, los hongos y la
datura. Sus libros eran sobre drogas, las duras. Castaneda fue en realidad César Salvador Aranha Castañeda
(hijo de César Aranha Burungaray, relojero y joyero, y
Susana Castañeda Novoa, ama de casa). Nació en 1925.
Murió en 1998 en la ciudad de Los Ángeles.
cultura española originó una
dramática calamidad que,
amen del exterminio ísico de
los nativos, trató de erradicar
los procedimientos de medicina que estos practicaban y
que entonces superaba ampliamente a la capacidad de
los curanderos que arribaron
al Perú antiguo.
Otros hombres no han regresado a sus casas”. Entonces pedí
un chancho al palo con wii.
Cuando pedí una cerveza, me
dijeron que estaba prohibido
el alcohol. Pero caleta me podían conseguir un pisco sour
de pisco chileno. No, gracias.
Una amiga me dice que me
deje estar en ese eterno viaje
hacia el mundo del inconsciente arquetípico. Sí, es la otra realidad. En el Perú, la práctica
del curanderismo y el uso de
los alucinógenos vienen de
siempre. Los procedimientos
para el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades
populares como el “daño” y el
“susto”, y la participación de las
drogas alucinógenas nativas
en el curso del ritual mágico
de la medicina tradicional, era
de uso masivo. La llegada de la
OOO
En la feria Manos Peruanas
está la exposición de un país
que habita en Lima con todos
sus contrastes. Entonces tengo
que recordar las largas conversaciones con el antropólogo
Luis Millones, quien decía que
la sociedad andina tiene una
interpretación de lo que es Occidente en los procesos de presión de la evangelización. En el
siglo XVII se deciden erradicar
las expresiones culturales no
católicas, pero fracasa por dos
motivos: porque a la Corona
española no le conviene que
haya esa erradicación; es decir,
la población indígena es una
población que pagaba tributo
y hacía el trabajo forzado. Pero
además se enfrentaron a una
civilización con valores muy
enraizados y de una visión
mágica incomprensible.
Ese Perú, que sigue manteniendo una cultura genuina
desde sus raíces, está aquí. Lo
compruebo ahora que ingresé
donde la yatiri Aydé de Acarapi y por 20 soles me hará una
limpieza con el quirquincho,
una suerte de armadillo, pero
que esta vez parece un pollo
bebé. La señora Aydé es yatiri,
palabra aimara que signiica
maestro, guía, chamán, brujo,
sanador, gurú o sabio. Entonces pone una balada de Leo
Dan y empieza la ceremonia
tan rápida como un soplo. Por
la panza, por la espalda, entre
Mi memoria
me regresa a
las vivanderas
de la feria de la
Av. Primavera, donde los
boleros hacían
soñar con amores que nunca
llegaron.
las piernas. “Estás oscuro”
me dice y sigue. Luego, tira
el pollo, que ella dice que es
quirquincho, y me pregunta
si no quiero que me cure del
susto. Que para eso son otros
20 soles, pero esta vez la pasada será con huevo y cuy negro
comprobado. No, gracias.
Al fondo, en el escenario
iluminado ha comenzado a
cantar el gran Luis Favio, dizque inalista en el concurso La
Voz. Lo suyo es la música del
recuerdo y a la hora del lonchecito. Entonces se arranca con
una de Nino Bravo y las chicas
del CETPRO Nuestra Señora
del Rosario comienzan a pegar
de grititos, mientras los chicos
de la academia Los Rangers
intentan poner cordura. No
ocurre así con las muchachas
de la Escuela de Ingeniería de
Computación y Sistemas de
la Universidad Las Américas,
quienes corean y piden que
cante “Una cerveza” del grupo andrógino Ráfaga en estos
pagos poblados de espíritus
(ajayus) y los yatiris que los
relacionan con la fuerza.
Y aunque hay curanderos
de Piura e Iquitos, prevalecen
los secretistas de Puno y Bolivia. En el stand de doña Jesús y
Yanet hay un letrero que dice:
“Se leen naipes”. El atractivo
es que a uno le diagnostican
enfermedades, pero también
le destruyen el “daño” y hacen
limpieza de casa con paloma
blanca. Les digo que vine por
un amarre. Entonces me indican el menú: “Amarres temporales, eternos y matrimoniales”. No, les digo. Quiero algo
más fuerte. Entonces me sacan
una tabla: “250 amarre sexual,
200 matrimonial”. Quiero lo
primero, les digo. Muy bien,
entonces tiene que traer una
prenda íntima de la persona.
¿Su pañuelo? No, una media
más que sea. No, gracias.
Y en esta tarde frígida recordé Las enseñanzas de don
Juan, el libro inicial de Carlos
Castaneda, mientras me recuperaba de una involuntaria cirugía bajo ventral en el
otrora Hospital del Empleado
de Lima. Era el principio de la
década de 1970 y yo andaba
pegado a la psicodelia y la contracultura. Ese libro, autobiográico y sincrético, articulaba
los alucinógenos, el misticismo
y la religión. Así fue mi credo
y mi anestesia. Castaneda se
había adelantado a Deepak
Chopra y Paulo Coelho. Ergo,
fue escritor best seller como
denominan los marketeros a
los “mejor vendidos”. Fue escritor de culto, como le dicen
los incultos. Escritos en inglés
–en español hubiesen sido folclóricos–, sus libros inmediatamente fueron traducidos a los
idiomas más estrambóticos del
planeta. Carlos era estrambótico también. Lo repito, lo leí en
un hospital y fui curado para
siempre del susto.
La feria es itinerante. En
unos días se llamará II Festival
Gastronómico Manos Peruanas y ya se anuncia a Yahaira
Plascencia. Entonces no me
la pierdo. Como yo, otros peruanos llegan a raudales para
que se les cumpla el sueño de
la casa propia y para tener una
buena salud. Sí, pero ¿la feria es
legal’, pregunto. Javier Díaz-Albertini denuncia en su reciente
libro, El feudo, la comarca y la
feria, que en Lima la creciente
privatización de los espacios
públicos es un proceso preocupante por la privatización, que
se ve exacerbada por la cultura
arraigada de la transgresión y
la debilidad ciudadana. Eso no
es chamanismo ni curandería,
sino corrupción.
6 PLÁSTICA
Viernes 15 de julio de 2016. El Peruano
A
c r í l ic o s obr e
trupan. A Pepe
Chávez Tejada
(C a j a m a r c a ,
1965) no le incomoda la etiqueta de propulsor de la nueva corriente
neocostumbrista-indigenista.
“Yo considero que mi obra es
indigenista, pero indigenista
de vanguardia, por así decirlo,
por los colores, las formas y
la temática. Porque nunca he
visto un cielo multicolor”, airma el artista, ahora en Lima,
ciudad de paso, mientras sus
campesinas de sombreros
blancos se reúnen en torno a
su pincel y hasta parecen hablar. “Sé que es una propuesta
nueva del indigenismo; que
rompe con la fuerza cromática
que ahora sí tiene [mi paleta]”,
cuenta el gestor cultural, fotógrafo y pintor.
“Pepe Chávez Tejada, dada
su naturaleza autodidacta, no
teme arriesgar apelando a la
creación de un estilo innovador, atemporal y sin ataduras.
Su obra, poseedora de una
predominantemente evocadora carga emotiva, plasmada
en cada uno de sus lienzos a
través del color, su particular
sentido de la composición y la
fuerza de su pincelada, logra
un estilo neocostumbrista al
cual imprime un cariz muy
personal: tanto en la técnica
como en el discurso, todo ello
bajo su libre albedrío”, escribe
Rosa María Vargas, curadora
de la muestra Frondosos colores, con la que Chávez vuelve a
Lima tras seis años de silencio
en la capital.
MÁS ALLÁ DEL PASTEL
Su paleta ha evolucionado.
Conocí los colores de Pepe
Chávez en Cajamarca, hace
un quinquenio, cuando
pintaba en colores pasteles
y ya sumaba exposiciones
en Cajamarca, Trujillo, Loja
(Ecuador) y Viena (Austria).
Y trabajaba con su oenegé
para que los niños, mediante
la experiencia con la pintura,
respetaran su medioambiente
y se valoraran.
“Pero notaba en mis manos, mi mente y espíritu que
yo quería más, y que no lograba el color que deseaba; el pastel es un material muy lindo,
pero muy sublime, muy sutil
y apagado”, comenta. Buscar
nuevas técnicas fue lo necesa-
Variedades
Ya dejó atrás el pastel. Es
parte de su camino. Ahora
trabaja con acrílico sobre
trupan, pero presiente que
su pintura tendrá un nuevo
giro: la combinación del pastel
con el acrílico. “Pero necesitas
tiempo y dinero”. Lo que todos
pedimos, claro está.
Catorce cuadros en formatos medianos y grandes
integran Frondosos colores.
En ellos están cuatro meses
de trabajo del pintor. “Creo
que es lo más logrado que he
hecho hasta ahora”, opina
Chávez.
INSPIRACIÓN
Raíces. La temática rural está muy presente en la producción pictórica de Chávez. De ella se nutre, en ella se inspira, solo le pone color.
FRAILONES
Y CAMPESINAS
En el caso del pintor cajamarquino Pepe Chávez Tejada, el arte
ar
surgió del dolor y se transformó en una paleta
leta cromática potenpotente, cuya fuerza se inspira también en la naturaleza
aturaleza
viva de su tierra. Eso es lo que propone este autor
autodidacta en Frondosos colores.
TEXTO Y FOTO JOSÉ VADILLO VILA
rio para aplacar estas dudas
frente al caballete.
En noviembre pasado empezó a practicar con el acrílico. “Me lo habían dicho, pero
nunca me aventaba porque
el artista autodidacta es miedoso, porque como no eres de
escuela, dices: ‘Si pinto esto, se
van a reír’. Más que todo es el
miedo a la crítica, al qué dirán,
pero cuando empecé y vi que
me salían cosas que sí me las
había soñado, entonces vi que
ahí estaba la cosa”.
IR POR LA PERIFERIA
A
L
a muestra se ha montado en el centro
o
cultural del distrito de Ate, un espacio
sin la experiencia previa de montar una
na
exposición pictórica, como sucede en muchos
choss
centros culturales periféricos. Ese fue su
tura
ra
a
reto, la apuesta de Chávez para que la cultura
be
e
llegue a las zonas periféricas. “No solo debe
e
llegar a San Isidro, Lima y Miraflores. El de
Ate es un centro periférico, pero acepté
en parte porque hablamos de inclusión
cultural y nadie hace nada por eso. La idea
es descentralizar, eso le da un plus por la
coyuntura, por lo que estamos viviendo”.
Los colores de Pepe Chávez
siempre lo vinculan con
Cajamarca. “Especialmente
a las campesinas, el clarín
cajamarquino y Los Frailones”.
Las rocas eternas en forma de frailes, ubicados en la
zona de Cumbemayo, al sur
de la capital cajamarquina,
tienen una relación especial
con el artista. “Para mí, son
un lugar con mucho misticismo, una atracción que no
puedo explicar. Esas rocas me
transmiten una energía muy
fuerte”, recalca.
Su fuerza cromática surge
cuando pinta en Cajamarca
sin sol, después de bañarse
con agua helada. Empieza a
pintar los ines de semana, de
7 a 11 de la mañana, cuando
llueve, “ahí mi pincel se siente
más a gusto”.
50aaños de edad, Pepe
A los 50
Chávez sabe que el ccamino de
su plástica, por ser
seraautodidacta, es más diícil
ill qu
que para el
resto, digamos, los artistas
de escuela.
siempr lo acomAl pintor siempre
pañará el dolor. Ese sino irónico de su génesis ar
artística. “A
mí, el arte me camb
cambió la vida.
A Dios me debo y al arte
por ser la herramienta
herr
que me dio”. C
Chávez estaba conden
condenado a ser
un alcohólico,
alcoh
un
drogad
drogadicto, lucha
que d
después de
13 años tiene
ba
bastante encaminada.
L
Los tiempos
oscuros han
pasado; C
Chávez sabe que
la pintur
pintura es su pasión, la
pasión d
de un pintor autodidac
todidacta nacido en una
tierra d
de colores.
Variedades
Viernes 15 de julio de 2016. El Peruano
VOCACIONES 7
RITUALES
PREVIOS
Hace poco el joven bloguero estadounidense Mason Currey
publicó su libro Daily rituals (Rituales diarios). En él describe 161 fórmulas que siguen algunos científicos, pensadores y
artistas -escritores en su mayoría- para estimular su proceso
creativo, completar su trabajo y alcanzar el éxito.
TEXTO JUAN VELA
B
ernard Malamud
era un escritor
constante, escribe el blog uero
estadounidense.
Nunca dejó pasar un día sin
escribir. El autor de El reparador decía que sin disciplina
personal no se lograba nada
en el arte. En su casa de Oregon, Malamud se despertaba
a las 7:30 horas. Se ejercitaba
por diez minutos, tomaba desayuno y llegaba a su oicina
a las 9:00 horas. Trabajaba
hasta las 16:00 horas. Decía
que “el truco para escribir
icción obedecía a hacer el
tiempo, sin robar nada de ese
tiempo”. Y agregaba, “la cosa
está en encontrar el punto que
te devela el misterio”.
Pienso que quien nos devela el misterio es la coreógrafa
estadounidense Twyla Tharp.
Ella aborda muy temprano
un taxi para ir a un gimnasio.
Cuando le dice al conductor
que desea ir a Pumping Iron
Gym su ritual ha comenzado
y no hay vuelta que dar.
¿QUÉ ES UN RITO?
Hace algunos años, el director
del noticiario del canal
donde trabajaba me pidió
ir a la catedral a transmitir
una misa que oiciaba el
cardenal de entonces. Sentí
curiosidad, temor, mi vida de
católico devoto se remontaba
a cuando había hecho la
primera comunión. ¿Qué
podía decir en una misa? La
respuesta del director fue
“un sacerdote estará a tu lado
contándote los pasos que se
siguen a lo largo de la liturgia”.
Vaya sorpresa, la misa
es un rito que
se sigue desde la época
de San Pedro.
Desde la puriicación del
altar, hasta la
consumación:
el espíritu de
Cristo toma
cuerpo en la
hostia, el vino
se convierte en sangre, luego que el sacerdote se nutre
espiritualmente lo ofrece a
los que han hecho un voto de
humildad, de aceptación, de
perdón, y con fe se acercan a
comulgar.
Eso es un rito, el puente
que une lo divino y lo terrenal.
Si tienes fe católica, es verdad.
Lo tienes que creer.
En el libro de Currey
muchos escritores cumplen
ciertos ritos, pero está sobre
todo la decisión y la disciplina
que le ponen a su trabajo. Comulgan con una fe. La de dar
su vocación sin necesidad de
recibir algo a cambio. Leyendo
los ritos descubrí que uno se
repite con más frecuencia y no
debo negarle el mérito a Twyla
Tharp. Todos se van a trabajar.
Salen de casa con ese in.
Lo hacía John Cheever,
quien viviendo en un ediicio
había alquilado el sótano donde trabajaba toda la mañana.
Para trasladarse, Cheever se
vestía bien y tomaba el ascensor, donde no había riesgo de
subir cuando el mismo estaba
bajando.
Graham Greene, asustado por la inminente Segunda
Guerra Mundial, sintió temor
de morir sin dejar ningún sustento para su familia. Estaba
escribiendo su novela El poder y la gloria, entonces deci-
dió rentar una oicina y solo
le dio la dirección y el número
de teléfono a su
esposa, quien
lo llamaba solo
si había un inconveniente.
Mient ras
escribía, se
ejercitaba
en ot ra de
suspenso, El
agente conidencial. Esta
última salió
cuatro meses
antes que El poder y la gloria.
VOLUNTAD, ENTREGA
Pero volvamos a la disciplina.
Scott Fitzgerald tuvo una
remarcable autodisciplina.
Cuando ingresó al Ejército
en 1917, al término de su
ent r ena m ient o m i l it a r
diario, escribió una pequeña
autobiograía de 120,000
palabras, en tres meses.
Cuando fue pillado cambió
sus horarios. Escribía los
domingos de 6:00 a 18:00
horas. Sería el manuscrito
de A este lado del paraíso.
Y para no cansarlos, Haruki Murakami, el escritor
japonés comienza a las 4:00
horas y escribe seis horas. En
las tardes corre o nada, lee y
oye música. Duerme cuando
suenan nueve campanadas.
‘Es como haberme hipnotizado’, reiere el autor de Tokio
blues, quien escribe profesionalmente desde 1982 cuando
dejó su pequeño club de jazz.
Agrega que el esfuerzo
ísico lo ayuda a mantener
la sensibilidad artística. Se
mudó a un área rural, dejó de
fumar los 60 cigarrillos que
fumaba al día y hoy solo come
vegetales y pescado. No hace
vida social y sabe que con eso
muchos se ofenden, pero tiene
claro que su deber está con sus
lectores.
INSPIRACIÓN AL TOPE
C
Estilo. Murakami, el autor de Tokio blues, dice que el ejercicio despierta su sensibilidad artística.
uenta Currey en su libro que Carlos Marx llegó
a Londres como un exiliado político en 1849.
Estaba quebrado económicamente, pero su
vocación estaba al tope. Pese a vivir en la pobreza y
el drama –tres de sus seis hijos habían muerto– iba a
trabajar a un cuarto de lectura del Museo Británico
donde leía y escribía desde las 9:00 horas hasta cerca de las 19:00 horas. La ayuda económica venía de
su amigo Friedrich Engels, quien metía mano a una
caja chica que su padre tenía en una textilería.
8
Viernes 15 de julio de 2016
El Peruano
dos empeñados en resaltar
y, a la vez, universalizar, de
manera natural, la música de
sus países. “Siempre he tocado música peruana”, precisa
Céspedes, quien tuvo en los
años 80 incursiones en la salsa. “Viví esa época en la que
se daba la transición entre lo
duro y lo sensual”, recuerda.
Para entonces, su base académica era la del piano clásico.
“Es algo que me apasiona, pero
que miro como un aicionado”,
indica. “No tengo el nivel como
para presentarme en público
tocando música clásica”.
PIANO DE ALTURA
P
asó del piano clásico
a la salsa y de allí al
jazz y la fusión.
Ahora, con su segundo disco solista
recién salido, Pepe Céspedes
busca dar peruanidad a todas
sus inluencias, aplicándolas
esta vez sobre nuestra música negra; aunque es cauto
cuando algún periodista le
pregunta si está acercándose a lo que varios llaman ‘jazz
afroperuano’.
“En el Perú nos va a tomar
un tiempo todavía que haya
ese tipo de jazz”, señala, tras
observar que, a diferencia de
lo ocurrido en la música afro
en Cuba o Brasil, o con el lamenco en España, en nuestro
medio aún no se ha condensado lo local con la impronta del
jazz. “Todavía se suele tocar
un tema estándar de jazz al
que se le añade un cajón tocado por un músico negro,
mientras un gringo toca
la trompeta o el trombón”,
expone. Y parece que tiene
CON
SABOR
PROPIO
Combina el jazz y la música de
raíces peruanas, pero prefiere
no ponerle etiquetas a su trabajo.
En su segunda producción discográfica solista, Pepe Céspedes
y su piano, acompaña y a la vez
se deja llevar por los ritmos negros, pero prefiere no llamar ‘jazz
afroperuano’ a lo que ha hecho.
Conozcamos sus motivos.
TEXTO FIDEL GUTIÉRREZ / FOTO VIDAL TARQUI
razón; sobre todo porque no
insiste en clasiicar a su nueva
producción como un producto
de jazz afroperuano, así una
primera audición nos lleve a
la tentación de etiquetarla de
esa manera.
DE LARGO ALIENTO
‘Picando cebolla’ –así se
titula este trabajo– muestra
a Céspedes explorando los
vericuetos de la música
costeña, junto a los otros
integrantes de su quinteto.
Festejo, panalivio, landó,
zamacueca y otros estilos
afroperuanos están presentes,
conjugando su rítmica con
las armonías que el piano
de Pepe dibuja. En algún
momento, como en el tema ‘En
la cuerda loja’, la percusión
viaja hacia el trópico en vez
de irse a Chincha, o se conjuga
con el piano para que luya
una marinera como ‘La
impredecible dama del
temperamento’.
Céspedes aporta su expe-
Festejos,
landós,
zamacuecas
y panalivios
conjugan su
rítmica con las
armonías que
el piano de
Pepe Céspedes
dibuja.
riencia previa, como parte del
trío de jazz Manante, junto a la
sabiduría de músicos expertos
en ritmos afroperuanos, para
darle a las diez composiciones
de este disco un sabor netamente peruano. Lo guían los
trabajos que en otros entornos
hicieron el dominicano Michel
Camilo, los cubanos Rubén
González y Bebo Valdés, y
el brasileño César Camargo
Mariano; todos pianistas, to-
El jazz tendría un efecto más
seductor en él, y Manante
–el trío que formó junto
conlos notables Gigio Parodi
y Noel Marambio– sería la
prueba, mediante múltiples
presentaciones y tres discos.
Pero el año pasado, Pepe
decidió también que tenía
cosas que mostrar por su
cuenta. ‘7 pisos’, un disco
eminentemente pianístico
y peruano, sería el vehículo
para ello. En él, Céspedes y
su piano se sumergieron en
cadencias y armonías propias
de las músicas costeña, criolla
y andina.
“Con el trío había mucha
más dosis de jazz y un trabajo grupal”, recuerda, distinguiendo el trabajo de Manante
con lo plasmado en su primer
esfuerzo solista. En el segundo
–trabajado bajo el formato de
quinteto– Pepe se adentra en
lo afroperuano, añadiendo lo
que él describe como “pinceladas de jazz”.
Finalmente, este trabajo,
al igual que aquellos que con
frecuencia lanzan otros tantos artistas peruanos, transita
por las rutas de la fusión. “Es
inevitable mezclar, no solo
en la música peruana, sino
en todas las músicas, ya que
ellas son, de alguna manera,
producto de alguna fusión”,
relexiona el artista.
La versión en vivo de esta
nueva etapa musical de Pepe
Céspedes podrá apreciarse
este lunes por la noche en el
Centro Cultural El Olivar, de
San Isidro. “Tengo muchos
años admirando a la cultura
afroperuana, a sus músicos y
a su manera de sentir y tocar,
y creo que este trabajo releja
ese sentimiento”, enfatiza.

Documentos relacionados