Con botas y mochila
Transcripción
Con botas y mochila
56 S12 DIARIO DE NAVARRA DOMINGO 21 DE DICIEMBRE DE 2003 la semana montaña a Con botas y mochila Esta cumbre de 1.132 metros de altitud, situada en la sierra del mismo nombre, es conocida también como Alto de Santa Cruz o, más popularmente, como Cabezón de Etxauri. Esta última denominación se debe a la forma que toma su perfil visto desde la cercana Cuenca de Pamplona, al este. Al Una vista del Sarbil, también denominado como Santa Cruz por la ermita situada en su cima y conocido popularmente como Cabezón de Etxauri. Sarbil P TEXTO: J.J IMBULUZQUETA FOTO: J.C. CORDOVILLA con José Mari Oñate . ARA José Mari Oñate, tercer navarro en hollar al Everest (1993), el Santa Cruz, Sarbil o Cabezón de Etxauri es el monte «de casa», su opción a la hora de entrenar o al salir con sus hijas. Este montañero vecino de Ciriza se decanta por una excursión circular, con salida y llegada en el caso urbano de su localidad y que, asegura, es «una salida para hacerla con calma, almorzar bien en la cumbre y descansar en la bajada en el hierbín existente junto a la ermita de Santa Lucía». La mañanera que propone, de unas tres horas y media, parte desde la trasera del frontón de Ciriza. «De ahí, se coge un camino en dirección al Sarbil. Con los depósitos de agua a la izquierda, se toma una pista que sube entre fincas privadas», afirma. Tras veinte minutos , y «después de cruzar una rampa de hormigón», la ruta desemboca en un cruce. «Se sigue a la derecha y, a los cin- co minutos, la senda llega a otra bifurcación en la que hay que seguir al frente para subir a las gradas de Ciriza», orienta Oñate. Por ese murallón rocoso se llega a la parte alta. Un bello lugar en el que también pueden verse las evoluciones de los escalado- res que suelen darse cita allí e, incluso, «en alguna época del año pueden verse nidos de buitre a la izquierda del camino». El camino se endurece y, en algunos pasos, exige trepar un poco. «Es una excursión fácil, pero con tramos en los que hay que te- «Es una excursión fácil, pero con tramos en los que hay que tener cuidado si se va con niños» ner cuidado si se va con niños. Además, es aconsejable no ir cuando llueve», advierte. La senda lleva hasta «la pequeña meseta» de Sarbil y, siguiendo a la izquierda, se llega a la ermita de Santa Cruz. Desde allí, tras hacer una parada y contemplar el paisaje, se toma el sendero por el que, en dirección sur, se desciende. «Me gusta mucho bajar por la senda que sube desde el alto de Etxauri. Es muy pequeña y se baja muy rápido porque es tiesa», asegura. Para tomarla, se sigue «el camino que deja el cortado hacia Muniáin a la derecha hasta un punto donde enfrente vemos el parque eólico del Perdón y, debajo, las ermitas de la Virgen de la O y de Santa Lucía». El sendero las visita y acaba en el alto de Etxauri y, tras cruzar la carretera, se retoma a la izquierda del merendero allí existente. Siguiendo las señales rojas y blancas, se llega a un cruce de tres caminos. «Es el cruce de los términos de Vidaurreta (derecha), Echarri (enfrente oculto por un montículo) y Ciriza (izquierda). Ahí, hay que tomar la ruta a Ciriza que lleva directamente al frontón de salida», concluye. SUS DATOS Conocido en el ámbito montañero como Habichuela, José Mari Oñate Pérez nació en Olazagutía el 22 de abril de 1961. Casado con Kibi Rípodas Alzueta, tiene dos hijas: Amaya, de 7 años, y Qimgmei, de 2. Combina el trabajo con Al filo de lo imposible de TVE, con su empresa de trabajos verticales Vertical Lan y labores como acompañante en travesías. Expediciones y cumbres. Además de en Andes, Alpes, Pirineos, el monte Kilimanjaro..., Oñate ha estado mucho en el Himalaya. Allí, en 1993 se convirtió en el tercer navarro en subir el Everest. Ha intentado ochomiles como el Lhotse y el Nanga Parbat. ¿Qué lleva en la mochila? «Normalmente llevo a mi hija pequeña Qimgmei y antes llevaba a Amaya porque suelo ir con ellas a pasear. Además, algo de comida para picotear, agua, ropa y poco más». Al monte, ¿cuándo? «Los fines de semana y cuando me lo exige mi trabajo. Las expediciones las suelo hacer cada dos años».