Jon Martínez Larrea Las Gestoras pro Amnistía durante la transición

Transcripción

Jon Martínez Larrea Las Gestoras pro Amnistía durante la transición
Jon Martínez Larrea
Las Gestoras pro Amnistía durante la transición
Introducción
A día de hoy no hay una datación definitiva de la transición, pero la más utilizada es que la parte de
la muerte de Franco y acaba en 1982 con la victoria del PSOE en las elecciones. Utilizaremos este
marco cronológico porque se adecua perfectamente a nuestro estudio. Comenzando en 1975 con las
movilizaciones en contra de las últimas ejecuciones del franquismo y finalizando en 1982, ya en ese
año se produjo el abandono de la lucha armada por parte de la dirección de ETA (p-m), y la
excarcelación de los presos que renunciaron a la lucha armada, lo que hará que la lucha
antirrepresiva definitivamente quede controlada por el sector de la izquierda abertzale articulado en
torno a HB y KAS.
Precedentes
Precedentes de las Gestoras pro Amnistía hay bastantes en el territorio vasco, especialmente durante
la Segunda República surgieron organizaciones nacionalistas y de izquierdas como el Socorro Rojo,
que tenían la misión de apoyar a los presos y a sus familiares, y luchar por su liberación. Tras la
Guerra Civil estas organizaciones desaparecieron, pero siguió habiendo personas individuales que
apoyaron en lo que pudieron a los presos y sus familiares.
En los últimos años del franquismo Euskal Herria se convirtió en el lugar más problemático para el
gobierno español, tanto por las acciones armadas de ETA, como por las movilizaciones
antirrepresivas que se fueron generalizando a partir de 1970 en contra del Proceso de Burgos
cuando una parte importante de la población vasca desafía a las autoridades y sale a la calle. Según
Alfonso Pérez-Agote El mutuo reforzamiento se hace ahora (a partir de 1970) entre vida colectiva,
ocupación de la calle y violencia de ETA, todo ello enfrentado al Estado1 .
En 1974 se realizo una huelga general en la que el principal motivo era la liberación de los presos y
en la que se fue haciendo popular el lema Presoak Kalera (presos a la calle). Ese mismo año la
organización cristiana Justicia y Paz organizó una recogida de firmas en favor de la amnistía a nivel
estatal, con la que consiguió recoger 150.000, no es casualidad que la mayoría proveyesen de las
provincias vascas 2.
La situación se agravó con el último Estado de Excepción, llegando a las 4000 detenciones y la
respuesta en la calle se hizo notar, destacando especialmente los dos días de huelga general en
respuesta a las últimas ejecuciones, y manifestaciones a lo largo del país. En este contexto surgió la
Koordinadora Abertzale Sozialista (KAS), cuya misión era coordinar las diferentes luchas contra
estas ejecuciones. Además de las movilizaciones populares también surgen pequeños grupos de
apoyo a presos y familiares. Es destacable el grupo llamado Acción Patriótica Vasca, que se
encargaba sobretodo de recoger dinero destinado a sufragar gastos judiciales y de los presos, y
ayudar a las familias 3. Tenemos constancia de que operaba en Vizcaya y Álava, y que en
Guipúzcoa también había una serie de personas que se coordinaba para llevar a cabo actividades
parecidas. El no estar excesivamente estructuradas les ayudo a sobrevivir a pesar de la represión
franquista. En Iparralde (País vasco bajo administración francesa), por su parte Telesforo Monzón y
Pierres Lartzabal crearon Anai Artea con intención de ayudar a los refugiados que cruzaban la
frontera para evitar ser detenidos por la policía.
La represión no desapareció tras la muerte del dictador, y se hizo notar en los primeros meses de
1976 en Álava y Navarra, provincias menos afectadas anteriormente, en los sucesos del 3 de marzo
en Vitoria en los que murieron 5 obreros a manos de la policía, y en Montejurra, donde carlistas
franquistas con la ayuda de ultraderechistas italianos, y con la pasividad de la Guardia Civil
1 PEREZ-AGOTE, Alfonso, El nacionalismo vasco a la salida del franquismo, Madrid, Siglo XXI, 1977,
p.177
2AGUILAR, Paloma, La amnesia y la memoria: las movilizaciones por la amnistía en la transición a la
democracia en PEREZ LEDESMA, Manuel (coord.), Cultura y movilización en la España contemporánea,
Madrid, Alianza Editorial, 1997, pp. 327-357
3 Punto y Hora de Euskal Herria nº68, 29-12-1977 al 4-1-1978
mataron a dos personas pertenecientes al bando carlista opositor al régimen.
Por otro lado la demanda de amnistía era mayoritaria entre la oposición al franquismo, que veía
necesaria la excarcelación de las personas que por distintos medios habían luchado contra la
dictadura, y su reflejo se vio en las distintas manifestaciones que se produjeron a lo largo del
Estado. Sin embargo, no es casualidad, que el movimiento pro amnistía tuviese mayor fuerza en
Euskal Herria que en el resto del Estado, en primer lugar, como veremos el nivel de movilización
existente en los territorios vascos es mayor que en otros lugares, y en segundo lugar, y en cierta
parte relacionado con esto, el número de presos políticos vascos es mayor que el de presos de otras
zonas. Esta diferenciación se acelerará tras el indulto de 1976 que excarcelaba a los presos políticos,
con la excepción de los que tenían delitos de sangre.
El Origen de las Gestoras
El surgimiento de las Gestoras pro Amnistía está en la iniciativa de algunos ex-presos políticos que
acudieron al despacho del abogado Miguel Castells para plantearle la necesidad de hacer una
organización amplia desde el punto de vista ideológico que luchase por conseguir la excarcelación
de los presos políticos. Este hablo con diversas personas, y se creo que la Gestora inicial de
Guipúzcoa, en la que participaron diversas personas implicadas en la vida social guipuzcoana como
el escultor Eduardo Chillida, que diseño el símbolo, o el propio Miguel Castells. Las primeras
convocatorias no tuvieron demasiado éxito, pero por iniciativa los ex presos se empiezan a plantear
la idea de popularizar las Gestoras, difundiendo la idea por pueblos y barrios, y consiguiendo los
primeros éxitos a nivel de movilización 4.
El indulto concedido por el gobierno en julio de 1976 apenas contentó a los sectores pro amnistía
vascos, ya que quedaban fuera de este los condenados por delitos de sangre. Esto hizo que la
mayoría de los presos que quedaban en prisión fuesen vascos, por lo que en otras partes del Estado
el movimiento que había realizado grandes movilizaciones desde principios de año fue perdiendo
importancia. A esto hay que añadirle la progresiva tendencia de la izquierda española, en especial
del PCE, por la desmovilización. La excepción será Cataluña, donde la reclamación de la amnistía,
junto la del Estatuto de Autonomía estuvo presente en la mayoría de las manifestaciones de la
oposición, en especial en la Marxa per la Llibertat, y en la lucha pacífica de Lluis Maria Xirinachs,
que estuvo casi dos años acampado en frente de la cárcel Modelo de Barcelona.
Las manifestaciones a favor de la amnistía aumentaron en Euskal Herria a partir de las navidades
del 76, bajo el lema Gabonetarako Presoak Etxera (Para navidad los presos en casa). A comienzos
del año siguiente se convoco la I Semana pro Amnistía con el lema Amnistia ez da negoziatzen.
Herriak konkistatzen du (La amnistía no se negocia. El pueblo la conquista), en la que se realizaron
diversas acciones como el envió 300.000 tarjetas dirigidas al rey, mítines, manifestaciones, charlas,
encierros en lugares públicos…5. Para caldear el ambiente la policía mataba a dos miembros de
ETA (p-m) en un control en Itxaso, en la respuesta por parte de las Gestoras, según reproduce el
Kemen de ETA (p-m) comienzan a diferenciarse dos tendencias dentro de estas a la hora de dar una
respuesta unas más moderada y otras más radical “No es casual que (la primera) esté sustentada
más bien por personas informadas, mejor situadas para analizar las consecuencias políticas y más
conscientes de los riesgos que entrañan los enfrentamientos. No es casual tampoco que la segunda
de ellas sea una actitud mucho más espontánea del pueblo llano, que está harto de ver y sufrir
tricornios” 6 ETA (p-m) se irá identificando con los primeros, mientras que ETA (m) con los
segundos.
Difusión y elecciones
En cuanto a las Gestoras fueron creciendo a lo largo del año se planteo la necesidad de coordinarse,
primero en Guipúzcoa donde existían más de 40 en pueblos y barrios de Donostia, y poco más
tarde a nivel interprovincial. La Gestora inicial, que había sido ilegalizada fue perdiendo fuerza,
pero las diferentes Gestoras se fueron convirtiendo en un autentico movimiento de masas. Se trata
de gestoras asamblearias y unitarias, que se coordinan a través de de delegados locales, que acuden
4 Entrevista a Miguel Castells 29-7-2010
5 Punto y Hora de Euskal Herria 24, del 24 de febrero al 2 marzo 1977.
6 Kemen 11, marzo de 1977 en Documentos Y, ,Hordago, San Sebastián, 1979. tomo XVIII, p.403
a coordinadoras zonales y provinciales.
Si bien el trabajo de Gestoras se centra en torno a la amnistía para los presos políticos, también se
abrirán y apoyarán la amnistía para otros colectivos, como los homosexuales, las mujeres
condenadas por abortar, la amnistía laboral, o los presos sociales, organizados en torno al COPEL.
Estos últimos pedirán también su propia amnistía, ya que se consideran víctimas del sistema, y
desarrollarán diferentes formas de lucha dentro de la prisión como amotinarse, subirse a los tejados
o autolesionarse. Sus relaciones con los presos políticos vascos fueron bastante buenas.
La politización de la sociedad vasca tendrá su reflejo en las fiestas populares, sobretodo a partir del
verano de 1976, en el que las consignas políticas, especialmente la reclamación de la amnistía,
ocuparon las calles. Esto en muchos casos trajo como consecuencia la represión policial. También
es reseñable que los esos excarcelados eran recibidos en sus pueblos con homenajes populares.
En mayo de de 1977 se convocó la II Semana pro Amnistía. El día 10 se entrevistó con el presidente
Suarez una comisión de fuerzas nacionalistas, desde el PNV hasta KAS, exigiéndole la
excarcelación de todos los presos antes del 24 de mayo, pero este se negó aduciendo presiones. Dos
días después estaba convocada una huelga general, en Guipúzcoa el paro fue total, y desde la
mañana hubo incidentes con la policía, que no dudo en hacer uso de fuego real, produciéndose un
muerto y 50 heridos. Al día siguiente se repiten la huelga y los enfrentamientos , e las que otras tres
personas mueren, y el sábado moriría otra persona en Ortuella a consecuencia de los disparos de la
policía El balance de esta semana era estremecedor 5 muertos y centenares de heridos, la actuación
policial fue condenada por múltiples medios de comunicación, fuerzas opositoras, e incluso
ayuntamientos como el de Pamplona.
La convocatoria de elecciones generales para el día 15 de junio generó división entre los dos
sectores de la izquierda abertzale, uno agrupado en torno a EIA y otro en torno a KAS. Tras el
fracaso de las conversaciones de Xiberta, por la negativa del PNV a no presentarse a las elecciones,
se llego a un acuerdo de mínimos entre los partidos de la izquierda abertzale, por el que se
presentaban candidaturas con el nombre de Euskadiko Ezkerra (EE), pero si la amnistía no era
concedida antes de la cita electoral estas serían retiradas. Cuando se fue acercando la fecha
electoral, y visto que la amnistía no era concedida, los candidatos cercanos a KAS se retiraron de
las listas, y promovieron la abstención, pero los miembros de EIA decidieron concurrir a las
elecciones, con amnistía o sin ella. Los resultados electorales convirtieron al PNV en el primer
partido vasco, y a la UCD en vencedora en el conjunto estatal, mientras que los resultados de EE
fueron bastante escasos, acercándose a las 70.000 votos, consiguiendo un diputado y un senador, y
la abstención pedida por el bloque KAS, tuvo cierta incidencia en Guipúzcoa, pero no sirvió para
condicionar el mapa electoral. La mayoría de las Gestoras se pronunciaron a favor de la abstención,
pero dejaron libertad de opción a sus miembros.
El gobierno acosado por el ejército buscó entonces una nueva fórmula, que posibilite la liberación
de los presos más populares, sobretodo los que fueron juzgados en el Proceso de Burgos, el
extrañamiento, consistente en liberar a los presos, pero obligándoles a vivir en otros países
europeos.
Tras las elecciones, las Gestoras entraron en una situación de impase, ya que desde los partidos
mayoritarios se empezó a criticar su labor, intentando primar la lucha institucional, en detrimento de
la popular. Por eso en el verano las Gestoras participan en la organización la Marcha por la
Libertad, inspiradas por el ejemplo catalán, se trata de 4 columnas que partirán desde distintos
puntos de Euskal Herria, para finalmente convergen en una gran concentración en Pamplona. PNV
y PSOE rechazan participar aduciendo que las reclamaciones pedidas se conseguirán en las Cortes.
Se realizarán actos políticos en los pueblos por donde pasaba la marcha, destacando el celebrado en
Durango, en el que aparecieron 10 extrañados junto a Telesforo Monzón, provocando un gran fervor
popular. Estos habían entrado en el país clandestinamente, y uno, Xabier Larena, será detenido y
posteriormente encarcelado. Finalmente la marcha acabó en las campas de Arazuri, debido a la
prohibición por parte del Gobernador de acabar en Pamplona, y se reunieron en torno a unas
150000 personas.
Es de destacar las numerosas críticas hechas por los participantes a los partidos que habían apoyado
la marcha, acusándoles de afán de protagonismo 7. Esto además deja traslucir un fuerte sentimiento
antipartido existente en importantes sectores de la izquierda abertzale.
Será la detención en Francia del miembro de los comandos bereziak (especiales) escindidos de ETA
(p-m), y su encarcelamiento en espera de juicio de extradición, lo que consiguió llevar a un aumento
de las movilizaciones. La petición de su liberación estuvo presente en la Marcha de la Libertad, en
la que varios grupos se pusieron en huelga de hambre en solidaridad con el detenido, que también
utilizo la huelga de hambre como método de lucha.
Para las Gestoras de la extradición de Apala, abriría la posibilidad de la extradición del resto de
refugiados. En agosto se produjeron grandes manifestaciones en contra de la extradición, que
nuevamente fueron reprimidas por la policía. A principios de septiembre se realizaron
multitudinarias manifestaciones, el 2 de septiembre 250.000 personas se manifestaban en Bilbao
para pedir la amnistía, al día siguiente 125.000 en San Sebastián. El 6 de septiembre Apala será
puesto en libertad en espera de la sentencia, y poco después antes de conocer la sentencia pasará a
la clandestinidad. Las fuerzas parlamentarias convocarán otra manifestación para el día 8 en San
Sebastián, en la que se producirán altercados entre los sectores abertzales y los parlamentarios. Los
días posteriores los parlamentarios criticaron a los contra-manifestantes acusándoles de intentar
reventar la manifestación8.
Las autoridades francesas mantuvieron su política de no extraditar a los refugiados vascos, pero
fueron endureciendo su política hacia ellos, aplicando medidas como el confinamiento de parte de
estos en la isla de Yeu o en la localidad de Valensoles, negándose a partir de 1979 a renovar el
estatuto de refugiado de estos, o incluso entregando a 7 de manera irregular en la frontera a la
policía española
En 1977 también en Iparralde surgirá un nuevo movimiento antirrepresivo tras la detención del
miembro del grupo armado Iparretarrak, que actuaba al otro lado de la frontera, Xan Marigault. En
diferentes pueblos surgieron los llamados Xan Komiteak, que tras la liberación de este se
convertirán en Herri Taldeak, germen del partido EMA.
Represión
La transición en Euskal Herria estuvo marcada por la violencia, por un lado las dos ETAs y los
Comandos Autónomos Anticapitalistas, que aumentaron su número de atentados y de muertes
llegando en 1980 a 99, y por el otro la violencia estatal y de extrema derecha. A partir de 1978 ETA
(m) realizará una intensa campaña de atentados mortales, centrándose en el ejército, la policía y los
confidentes. Por su parte ETA (p-m) siguiendo las líneas de la ponencia Otsagabia, intento ayudar
con sus acciones distintas luchas, y realizó atentados de represalia contra empresarios, que
consistían en atentados en las rodillas, y a partir de 1980 realizó diversos atentados contra miembros
de la UCD.
Si bien del GAL sabemos bastante, y parte fue juzgado, en lo que respecta a los grupos
parapoliciales que actuaron durante la transición sabemos más bien poco. La impunidad con la que
actuaron fue casi total, y solo unos pocos miembros fueron juzgados. Un ejemplo de esta impunidad
es lo ocurrido tras el atentado ocurrido en el bar Hendayais de Hendaia, en el que dos personas
resultaron muertas y otras 3 heridas. Los autores acosados por la policía francesa huyeron hacia la
aduana, y tras saltarse el paso fronterizo, fueron detenidos por la policía española, pero
posteriormente fueron puestos en libertad, tras llamar los policías a la Comisaría General de
Información, a petición de los detenidos 9. Los atentados parapoliciales eran reivindicados con
varios nombres, destacando el de Batallón Vasco Español (BVE) a partir de 1978, sus atentados
abarcaban los dos lados de la frontera, y afectando a refugiados, militantes de la izquierda abertzale,
y los negocios de ellos y sus familiares, con un saldo de 39 muertes10.
7 APALATEGI, Jokin, Askatasun ibialdia, Marcha de la libertad, San Sebastián, Elkar, 1978.
8 El País 11-9-1977
9 MIRALLES, Melchor, ARQUES, Ricardo, Amedo, el Estado contra ETA, Madrid, Plaza & Janes, 1989.
p.98
10 CASTELLS, Miguel, Radiografía de un modelo represivo, San Sebastián, Ediciones Vascas, 1982, p.78
En Iparralde se dirigieron contra miembros de ETA, y contra bares frecuentados por refugiados,
mientras que en Hegoalde (País Vasco bajo administración española) estos se centraron en
atentados contra miembros de la izquierda abertzale, medios de comunicación y los
establecimientos comerciales regentados por ellos o sus familiares, en muchas ocasiones de forma
indiscriminada como el caso del bar Aldana de Alonsotegi donde murieron 4 personas, o el caso de
la guardería que dirigía la compañera de un concejal de HB en Bilbao, en la que resultaron muertas
otras 3.
Además de los atentados de estos grupos, estuvo presente la violencia de los llamados
incontrolados, estos se dedicaron a causar terror en manifestaciones o en barrios, especialmente en
Donostia. Estos también actuaron con total impunidad, y en más de una ocasión se demostró que
eran policías.
Los sucesivos gobiernos fueron endureciendo y modernizando la legislación antiterrorista, esto se
noto en el aumento del periodo de detención incomunicada, que llego hasta los 10 días, según
organizaciones en favor de los derechos humanos como Amnistía Internacional esto permitía la
práctica de torturas.
En lo que respecta al régimen penitenciario, hubo también cambios y el gobierno decidió recluir a
la mayoría de los presos de ETA y otras organizaciones armadas en cárceles de máxima de
seguridad, como la de Soria, Herrera de la Mancha y Puerto de Santa Maria posteriormente.
Es sabido que en las Fuerzas de Orden Público (FOP) no hubo ninguna depuración, por el contrario
policías que se habían destacado durante el franquismo como torturadores fueron ascendidos a
puestos clave como Manuel Ballesteros o Juan Antonio González Pacheco. El hecho es que
aumento el número de muertos por la policía con respecto a lo ocurrido en los últimos años del
franquismo, produciéndose 62 muertes a manos de la policía, de los que solo 13 eran militantes de
ETA, el resto lo fueron en manifestaciones o en controles de carretera 10. Su actuación era
rechazada por la mayoría de la población, y se hizo popular la consigna Que se vayan.
El número de detenciones fue especialmente alto superando las 2100 en 1980. Sin embargo la
represión no era ciega, sino que iba dirigida especialmente contra los miembros o simpatizantes de
la izquierda abertzale, que eran detenidos, y en muchos casos torturados, siendo la mayoría puestos
en libertad sin cargos. A su vez el número de presos irá aumentando llegando a los 350 en mayo de
1981.
Sin duda alguna la represión sufrida por una parte de la población sirvió para legitimar a los grupos
armados, y en cierta parte para su reproducción.
Las Gestoras tras la amnistía
Finalmente la amnistía se aprobó en el Congreso el 14 de octubre y los presos políticos que
quedaban comenzaron a salir, el último fue Fran Aldanondo en diciembre. La Gestora inicial emitió
un comunicado anunciando que había conseguido su objetivo y por lo tanto se disolvía 11. Un día
después miembros de las Gestoras de pueblos y barrios de Guipúzcoa, entre ellos Miguel Castells,
Felix Soto, y el propio Aldanondo anuncian en una rueda de prensa que las Gestoras continuaran
con su trabajo, porque según ellos, no se había conseguido:
La plena libertad, sin antecedentes penales y en plena igualdad con los demás ciudadanos de todos
los presos políticos y el retorno en iguales condiciones de los exiliados. La amnistía laboral. La
consecución de las libertades democráticas y nacionales. La derogación de la legislación represiva
y la disolución de los cuerpos represivos12. Para los miembros de las Gestoras debido al
mantenimiento del conflicto armado era cuestión de tiempo que las cárceles volviesen a llenarse.
Por su parte Mario Onaindia planteo la conversión de estas en Gestoras pro-estatuto 13, lo que fue
rechazado por la mayoría de los militantes de base.
La lucha entre los dos sectores por el control de los organismos populares no se reflejo únicamente
en el caso de las Gestoras, también tuvo su reflejo en el diario Egin y en el sindicato LAB. El
resultado final fue que estos organismos acabaron acercándose al bloque KAS.
11 Egin 10-12-1977
12 Egin 11-12-1977
13 ONAINDIA, Mario, El aventurero cuerdo. Memorias (1977-1981), Madrid, Espasa., 2004. p.14
Entre las razones debemos mencionar la propia estrategia de EE, que se baso en organizar un
partido al modelo tradicional, y poco a poco fue primando la lucha institucional, dejando en un
segundo plano la movilización popular, y por otro lado la intención de KAS de influir en los
movimientos populares. apostando por la lucha de masas en la que tenía gran importancia a la
movilización, además este bloque se alejo de los modos de organización tradicional,
estructurándose como un movimiento amplio en el que se articulaban las diferentes luchas
sectoriales (obrera, ecologista, pro-amnistía...).
Entre 7 y el 14 de mayo de 1978 las Gestoras convocan una nueva Semana Pro-Amnistía, además
se aceleran los atentados de ETA (m) contra el ejército y las FOP. En este clima en Pamplona tras
los funerales por dos guardias civiles asesinados por ETA (m) unos 400 incontrolados se dirigen a la
parte vieja intentando asaltar la sede del LKI, en los enfrentamientos contra los asaltantes murió a
causa de un navajazo el subteniente de la Guardia Civil Eseverri. Al día siguiente 11 partidos, entre
ellos el PNV y el PSOE, hacen público un comunicado en el que denuncian la relación entre
incontrolados y las FOP 14. En las semanas siguientes diversas personas fueron detenidas por estos
hechos, y la tensión acabó estallando el 8 de julio en plenos San Fermines, cuando los miembros de
una peña bajaron al ruedo de la plaza de toros con una pancarta en pro de la amnistía. En ese
momento un grupo de espectadores les arrojan objetos y poco después irrumpen en la plaza las
fuerzas antidisturbios. Los enfrentamientos se reproducirán en distintos puntos de la ciudad y
resultará muerto el militante de LKI German Rodríguez, y más de 100 heridos de bala. Las
movilizaciones se extenderán el día siguiente por toda Euskal Herria y en Donostia morirá también
Joseba Barandiaran. Se convocara otra huelga general para el día 13, volviendo a reproducirse los
incidentes, llegando las FOP a saquear literalmente Renteria.
Ese año se formó Herri Batasuna, que en principio tenía la misión de ser una coalición en las
elecciones municipales, pero debido a su éxito electoral y su consolidación, se fue convirtiendo en
eje vertebrador, y la imagen pública de la izquierda abertzale. Una clave su éxito, tanto electoral,
como de movilización, debe entenderse como consecuencia del trabajo desarrollado anteriormente
por diversos organismos populares, en especial del movimiento pro-amnistía, ya que estos
consiguieron mayores éxitos, tanto a nivel de militantes, como a nivel de movilizaciones, que los
partidos que integraron esta coalición. Además desde el principio cobraron protagonista los
independientes, entre ellos Miguel Castells, Francisco Letamendia o Telesforo Monzón, y distintas
juntas de apoyo que se fueron formando, sobretodo a partir de 1979 en los pueblos y barrios. Tras la
abstención en las primeras elecciones, y como consecuencia del debate interno ante las elecciones
de 1979 tomo la decisión de participar en los comicios, pero no en las Cortes. En las Juntas
Generales y el parlamento vasco también tomo la misma postura, sin embargo en el Parlamento
navarro si participó hasta en 1981 cuando decidió retirarse. En los ayuntamientos la decisión fue
distinta y participó activamente. A pesar de estas decisiones los resultados electorales fueron
bastante positivos consiguiendo 152.000 en las elecciones generales de marzo y en las locales y a
Juntas Generales de abril subió hasta 186.000 convirtiéndose en la segunda fuerza por detrás del
PNV.
Herri Batasuna además tomo parte activa en la lucha antirrepresiva, apoyando la lucha de los presos
con encierros de sus cargos electos en ayuntamientos y en diputaciones. En cierta parte esto se debe
entender porque esta coalición sufrió de primera mano la represión tanto en el caso de muchos
militantes de base que fueron en muchos casos detenidos, y también en el caso de sus dirigentes que
fueron detenidos acusados de delitos de apología del terrorismo, de especial importancia fue la
detención de José Antonio Urbiola, vicepresidente del Parlamento navarro, que estuvo varios meses
en la cárcel.
Ante el Estatuto de Autonomía Herri Batasuna, y sus organismos próximos, incluidas las Gestoras
Pro Amnistía, rechazaron el Estatuto, aduciendo que con este Navarra se separaba de las provincias
vascas, y negaba el derecho de autodeterminación. Al no aceptar el Estatuto este sector mantiene su
rupturismo y su rechazo al sistema.
14 Egin 12-5-1978
Las Gestoras, respondiendo a EE, que hizo campaña a favor del Estatuto con el lema
Estatutoarekin Presoak Kalera (Con el Estatuto los presos a la calle), pidieron el voto en contra
argumentando que:
En ese sentido es vital para nosotros denunciar la demagogia de determinados partidos, y
particularmente EE están haciendo en torno a los presos vascos, queriendo engañar al pueblo con
que saldrán con la aprobación del Estatuto, cuando éste, al referirse a la “administración de
justicia”, se remite, textualmente, a lo señalado por la Constitución, y ésta, señala taxativamente
que no pueden haber ni Amnistía y tampoco indultos generales. 15
Los presos por su parte utilizaron diversas formas de lucha dentro de las cárceles para denunciar su
situación, debemos citar en especial las distintas huelgas de hambre colectivas, que estuvieron
siempre conectadas con la lucha de la calle. Conscientes de la repercusión de las huelgas de hambre
en sus sectores afines también las utilizaron para apoyar reivindicaciones concretas, lo que produjo
disputas entre los presos de las dos ramas de ETA, un ejemplo de esto es su actitud tomada ante el
Estatuto, los presos de ETA (p-m) iniciaron una huelga a favor de este que fue contestada por los de
ETA (m) con otra en su contra. Los presos estaban organizados en comunas independientes dentro
de la cárcel.
Reorganización
Desde 1978 ya se viene planteando la necesidad de reorganizar las Gestoras, sobretodo en lo
referente a la coordinación entre provincias a la hora de dar respuestas inmediatas y superar el
espontaneismo. La Gestoras del Goierri afirmaban que Gestoren beharra garbi dago. Naiz eta
zenbait momentutan espontaneiomoak egoreraki erantzuten jakin, borroka organizatuaren
beharrean gaude16.
A finales de año de 1979 se realizan varias asambleas, en las que las posiciones cercanas a KAS
tomaron fuerza 17.Además de las funciones de tipo humanitario que hasta entonces habían llevado a
cabo las Gestoras, se plantea la necesidad de otras dos funciones primordiales:
a)La de elemento concienciador del Pueblo Trabajador Vasco, en este campo una actuación antirepresivo.
b)La de agudizar las contradicciones del sistema por medio de su práctica de movilizaciones y de
enfrentamiento directo con el sistema, en defensa de sus objetivos.
El objetivo era la coordinación estable de todas las formas de luchas obreras y populares es la
única salida que nos puede permitir avanzar en el proceso de manera global y cualitativa, creando
el contrapoder popular18. Como medio de denuncia crearán la revista Gora.
Para llevar a cabo estos objetivos se reestructuran las Gestoras, sobretodo de cara a la coordinación,
creándose el Comité de Urgencias, que se encargará de dar respuestas inmediatas, de ejecutar los
acuerdos de la Coordinadora de las Gestoras, pero salvo casos excepcionales, no podrá convocar
huelgas, encerronas, concentraciones u otras manifestaciones. Su función será la de realizar
comunicados y ruedas de prensa, y coordinar Gestoras de las distintas provincias a nivel nacional.
Por otro lado surge la figura del liberado, lo que es un paso hacia la profesionalización de las
Gestoras, se tratará de un militante de la provincia que realizará sus funciones en coordinación con
el comité de Urgencias. Los representantes de cada Gestora se reunirán en la Coordinadora de
Gestoras, que sea el órgano de información y decisión de estas. También existirá la Asamblea de
Gestoras, que reunirá a todos los miembros de la Gestoras de cada provincia para ostentar la
dirección ideológica, marcar las tácticas de lucha y nombrar el comité de Urgencias y el liberado.
15Amnistia Osoa nº1, octubre 1979
16 Borrokan, Goiherriko Amnistiaren Aldeko Batzordeak nº1, junio de 1978
La necesidad de la Gestoras está clara. Aunque en muchas ocasiones el espontaneismo ha sabido responder a
la situación necesitamos una lucha organizada (trad. del autor)
17 LETAMENDIA, Francisco, Historia del nacionalismo vasco y de ETA, R&B, San Sebastián, 1994.Tomo
II, P.381
18 Estracto de los principios ideológicos de las Gestoras Pro-Amnistía. Centro de Documentación de
Historia Contemporánea de Eusko Ikaskuntza (CDHC) Fondo Partidos, caja Gestoras pro Amnistia 19801984, carp. Gestoras pro Amnistia 1980-1982
Finalmente se creará la Mesa Nacional, para coordinar las luchas entre las distintas provincias19.
En este momento se plantea también que los miembros de las Gestoras pertenezcan al bloque
rupturista, lo que impediría a los miembros de EE participar en estas. El debate no se cerró ahí y dos
años después se permitió a anarquistas, y miembros de LKI y EMK participar en estas, siempre a
titulo particular20.
Para ETA (p-m) las Gestoras eran sectarias por su rechazo al Estatuto y por su cercanía a Herri
Batasuna. Por su parte desde las Gestoras no se negaba la condición de presos políticos a los polimilis, y estos aparecen en las diferentes listas sobre presos que elabora, como los de otras
organizaciones como los Comandos Autónomos Anticapitalistas o los GRAPO, pero su solidaridad
fue centrándose en los presos de ETA (m). La solidaridad a favor de los presos de ETA (p-m) se
articulo en torno a sus familiares, que con el apoyo de EE realizaron diversas movilizaciones y
apoyaban económicamente a los presos.
La situación de represión no había cambiado y la constatación de la existencia de la tortura se puso
de manifiesto en febrero de 1981 cuando el militante de ETA (m) Joxe Arregi moría en la cárcel tras
haber pasado 10 días en la comisaria. La versión oficial, de nuevo era insostenible, negaba estas
torturas y afirmaba que la muerte se debía a causas naturales, pero unas fotos sacadas al cadáver, en
las que se veía todo el cuerpo totalmente amoratado no dejaban duda de que Arregi había sido
torturado brutalmente. Los sindicatos mayoritarios (ELA, CCOO y UGT) que una semana antes
habían convocado una huelga general como protesta por el asesinato a manos de ETA del ingeniero
de la Central Nuclear de Lemoiz José María Ryan, convocaron otra huelga para denunciar la muerte
de Arregi. HB y los partidos de extrema izquierda se sumaron a la convocatoria, pero con
movilizaciones separadas, consiguiendo que el paro fuese masivo.
Por estos hechos 5 policías fueron procesados, lo que provocó que el Comisario General de
Información, Manuel Ballesteros, y otros altos cargos de la policía presenten su dimisión. Un año
después moría el médico de Oiartzun Esteban Muruetagoiena, pocos días después de ser liberado,
también como consecuencia de las torturas sufridas en la comisaria.
Disolución de ETA (p-m)
En 1981 también se produjo la detención de los miembros del BVE Ignacio Iturbide y Ladislao
Zabala, estos eran conocidos ultraderechistas, y su implicación en casos de guerra sucia había sido
denunciada públicamente. Se confesaron responsables de 7 asesinatos, pero muchos testigos
afirmaban que en más de de un atentados se habían visto 3 o 4 personas, y la mayoría de los
atentados quedaron sin resolver, por lo que podemos afirmar que estos fueron un simple chivo
expiatorio. Si bien es verdad que a partir de 1981 desaparecen los atentados de grupos
parapoliciales, sus estructuras no desaparecerán como se pondrá de manifiesto dos años después con
la creación de los GAL por parte del PSOE.
ETA (p-m), presionada por EE decidía en 1981 promulgar un alto el fuego, pero las desavenencias
internas dentro del grupo, pronto salieron a la luz, el sector mayoritario de la dirección se muestra
partidario de abandonar la lucha armada, lo que hará de hecho un año después, pero otro sector,
mayoritario entre la militancia convocó una asamblea en la que el 76% de los militantes decidió
retomar la actividad armada, lo que les alejará definitivamente de EE. La decisión de abandonar la
lucha armada se tomo tras unas conversaciones entre Mario Onaindia y Juan Mari Bandrés, por
parte de EE, y el ministro de interior Juan José Rosón por parte del gobierno, en la que los primeros
renunciaban a cualquier concesión política, y el gobierno se comprometía a liberar a los presos que
renunciasen a la violencia. Por su parte los presos de ETA (p-m) que no aceptaron el abandono de la
lucha armada arreciaron sus críticas contra EE, acusando al partido de abandonarlos, y pidiendo a
los militantes de EE que participen en las asociaciones de familiares y amigos de presos al margen
del partido.
19 Estructura de las Gestoras pro amnistia. CDHC Fondo Partidos, caja Gestoras pro Amnistia 1980-1984,
20 Resumen de la reunión 3-4-1982. CDHC Fondo Partidos, caja Gestoras pro Amnistia 1980-1984, Cárceles
tortura y exilio.
El 3 julio los poli-milis en la prisión de Nanclares rechazaban su reinserción y afirmaban que La
solución para el problema del cual somos parte los presos vascos, no va a venir por la diplomacia
secreta de gentes como Bandrés o Mario Onaindia practican alternándola con el insulto
sistemático a los que no claudicamos 21 Lo cierto es que el acuerdo solo sirvió para reintegrar a 90
presos y exiliados.
La definitiva ruptura entre HB y EE se produjo cuando los parlamentarios de la primera se negaron
a pagar las fianzas en la causa abierta contra ellos por los hechos ocurridos un año antes en las
Juntas de Gernika, cuando cando cantaron el Eusko Gudariak delante del rey de España. EE decidió
pagar la fianza de estos con intención de restarles argumentos antirrepresivos, pero esta actitud fue
vista como una ofensa por HB, e incluso por el sector crítico de EE
Conclusiones
Las Gestoras pro Amnistía fueron la primera organización de la izquierda abertzale que consiguió
articularse a nivel de pueblos y barrios, y llevar adelante con éxito una movilización de masas. Las
razones de esto las debemos encontrar en el mantenimiento de la represión por parte del Estado, que
no solo afectó a los miembros de los grupos armados, sino también a muchos militantes de la
izquierda abertzale que fueron detenidos, y en algunos casos asesinados. Esta represión además de
dar argumentos para mantener el discurso de que nada había cambiado, y deslegitimar el nuevo
régimen en una parte importante de la sociedad vasca. Además en muchas ocasiones las versiones
oficiales de determinados hechos resultan increíbles, lo que pusieron en entredicho la legitimidad
del Estado.
La dinámica de acción-reacción-acción sirvió a la izquierda abertzale, y en gran parte a las Gestoras
pro Amnistía para llevar a cabo una movilización casi permanente. El gran número de detenciones,
y atentados realizados por las fuerzas parapoliciales fue respondido por las Gestoras, y en muchas
ocasiones esta respuesta también fue reprimida.
El decantamiento de las Gestoras hacia el sector de la izquierda abertzale articulado en torno a KAS
respondió a la táctica de este sector de rechazar la legitimidad del marco constitucional y
estatutario, lo que les permitía mantener la idea de que los presos lo eran por razones políticas, ya
que luchaban contra una situación injusta.
La división entre los dos sectores de la izquierda abertzale no es fruto de una casualidad o una
decisión puntual, es la constatación de la elección de dos caminos distintos ante la reforma política,
que irá bifurcando los caminos de ambos sectores. HB y las organizaciones de su entorno apostarán
por la ruptura, negarán la legitimidad, al sistema, y despreciarán la vía institucional en
contraposición a la lucha popular,. Por su parte EE ira aceptando poco a poco la reforma y entrando
en el sistema, primando la lucha institucional y dejando abandonas otras luchas, esto será el
detonante para que la dirección de ETA (p-m) decida el abandono de la lucha armada.
La lucha a favor de los presos, entre otras cosas, por los componentes sentimentales que conlleva, y
más en un territorio pequeño como Euskal Herria en el que número de presos políticos es tan alto,
consigue arrastrar a un número importante de personas, que en muchos casos pasará de una
implicación sentimental a la militancia política activa, o cuando menos a una simpatía hacia los
postulados de la izquierda abertzale.
21 Gora nº3, agosto de 1982

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