Restoring Meaning SPANISH alts
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Restoring Meaning SPANISH alts
Renovar el signficado de la enseñanza Sandra Finley con Glenda Copeland, Chris Ferguson, Stephen Marble, y Martha Boethel Traducido por Dr. Francisco Perea, Revisión del español por Víctor Rodríguez Southwest Educational Development Laboratory SEDL Southwest Educational Development Laboratory 211 East Seventh Street Austin, Texas 78701 (512) 476-6861 http://www.sedl.org © Diciembre de 1999 Southwest Educational Development Laboratory Esta publicación fue producida en parte o en su totalidad, con fondos de la Oficina para la Investigación y el Mejoramiento Educativo del Departamento de Educación de Estados Unidos bajo el contrato #RJ96006801. Su contenido no refleja necesariamente la opinión del Departamento de Educación, ni de ninguna otra Agencia del Gobierno de Estados Unidos u otra fuente. Renovar el Significado de la Enseñanza es un producto del proyecto Promoting Instructional Coherence (la promoción de la coherencia en la instrucción) del Programa para el Mejoramiento de la Enseñanza y el Aprendizaje (conocido como PITL, por sus siglas en inglés). Como resultado de nuestra labor con los maestros que citamos en este manuscrito, también se produjo A Flashlight and Compass: A Collection of Resources to Promote Instructional Coherence para ayudar a los maestros en su enfoque a la enseñanza y el aprendizaje. Esta colección de actividades, herramientas y estrategias ofrece recursos que se pueden utilizar con grupos de maestros para que éstos reflexionen acerca de sus prácticas, y así tomar en cuenta el aprendizaje estudiantil en la toma de decisiones en cuanto a la instrucción, creando de esta manera una experiencia de aprendizaje más coherente para los estudiantes. Para comunicarse con el proyecto de la promoción de coherencia en la instrucción, favor de llamar al teléfono 1-800-476-6861, o se puede comunicar por escrito a SEDL, 211 East Seventh Street, Austin, TX 78701. Puede también comunicarse por correo electrónico con Stephen Marble, encargado del programa, a la siguiente dirección: [email protected]. SEDL es una organización que promueve los programas Equal Opportunity Employment y Affirmative Action y está comprometida a la igualdad de oportunidades para todos los individuos en cuanto a cuestiones de empleo. Foto en la portada: © The Stock Market, 1999 Las demás fotos: © PhotoDisc, 1999 Diseño gráfico: Jane Thurmond Renovar el signficado de la enseñanza A l aprovechar los relatos, las experiencias y los sentimientos de los maestros, penetramos mejor en la compleja naturaleza del magisterio actual. Leemos lo que los maestros nos dicen de los retos y problemas que plantea la enseñanza y de los éxitos que logra. Los oímos hablar de las frustraciones y las alegrías que experimentan, vemos sus sonrisas y su ceño fruncido. Hablan de sus estudiantes difíciles y de los fáciles, de sus días buenos y de los malos. Describen talleres sin importancia ni significado y otros que les revelan una perspectiva o una habilidad de valor decisivo. Hablan de reformas y nuevos planes de estudio en los que puede encerrarse una promesa, pero que los presionan hasta el límite con requisitos de documentación y exigencias que les quitan tiempo. Hay cambios que los entusiasman y otros que los abruman. Sin embargo, no dejamos de percibir que la mayoría de los maestros siguen buscando lo que puede dar resultado, no obstante los numerosos desafíos a los que se enfrentan. Mediante este manuscrito les ofrecemos aliento y guía en sus esfuerzos de búsqueda. Nosotros, los autores y autoras, somos también educadores que han sentido el agobio y la frustración y han intentado muchas soluciones educacionales, pero que, al igual que ustedes, han logrado también el éxito y han sentido satisfacción. El interés por una enseñanza eficaz ha impulsado nuestra labor actual como investigadores. Creemos que hay modos de buscar respuestas e intuiciones que rejuvenecen el ejercicio de nuestra profesión y que a menudo se dejan a un lado. En este manuscrito compartimos ideas que resultan de un trabajo de investigación en el que intervinieron más de 75 maestros y maestras en cinco estados. Invitamos a ustedes, nuestros lectores, a considerar con atención lo que hemos aprendido y el modo como podría ayudarles a encontrar más satisfacción y alegría en su labor educativa. Los maestros y maestras cuyas palabras están citadas en letra cursiva en este manuscrito, participaron en grupos de estudio de 12 a 18 maestros, que nosotros apoyamos como parte de un trabajo de investigación. Los maestros se reunían con un facilitador cada dos o tres semanas para tener conversaciones sobre la enseñanza y el aprendizaje. Aprendieron unos de otros y en la compañía de los demás, al explorar sus convicciones y lo que daban por supuesto sobre la enseñanza; intentaron nuevas metodologías en sus salones de clase, leyeron artículos, escribieron en sus diarios y se visitaron mutuamente en sus clases. Todos eran maestros y maestras comunes, de escuelas típicas rurales, suburbanas y urbanas de la región del suroeste, que designaron unas cuantas horas al mes para tener juntas de grupo después de la escuela, en períodos que les concedían las salidas más temprano, o en fines de semana. Las personas encuentran muchas razones para ser maestros: unas son filosóficas, otras son prácticas. La mayoría de nosotros, tanto los maestros principiantes como los experimentados, vislumbramos el maestro ideal que aspiramos a ser, que es un formador de la persona, un guía, un facilitador, o quizá un buen actor. 1 Restoring Meaning to Teaching Pero en esos días frustrantes, que se presentan con demasiada frecuencia en el mundo real, como educadores reales, en escuelas reales y con alumnos reales, muchos se sienten en la práctica más como meros sobrevivientes, como domadores de leones o con la obsesión del control, y se preguntan qué habrá sucedido. ¿Usted se ha preguntado alguna vez, por qué sigue en la enseñanza? Al comenzar nuestro trabajo con los maestros, percibimos esa pregunta en su voz.1 ❝ Tenemos una sobrecarga de información y nunca disponemos de suficiente tiempo. La tarea de ser un maestro se sobrepone a la alegría de enseñar. ❞ Sabemos que en esta época es difícil ser maestro. Las expectativas son más elevadas, pero el tiempo, las herramientas y los recursos siguen siendo escasos. Las frustraciones de los maestros son reales; las vemos en su cara y las oímos en su voz. Nos preguntamos si usted, como muchos maestros de hoy en día, ha experimentado que esta sensación de propósito y de promesa con la que se inició por primera vez en esta profesión, está diluyéndose en el torrente diario de pruebas, adiestramientos, comités para planes de estudio, evaluaciones, papeleo, padres de familia difíciles y niños con problemas... Un sentido de propósito en su trabajo no es algo que otra persona puede darle, sino que pensamos que usted mismo puede recuperarlo con tenacidad y apoyo. La experiencia en nuestro trabajo con maestros nos hace pensar que esperan aumentar el número de sus éxitos y su satisfacción, pero que no saben a ciencia cierta cómo convertir sus esperanzas en realidad. Se mantienen en esta profesión gracias a la esperanza de tener interacciones positivas con los estudiantes que den por resultado el aprendizaje. Carrie2, una maestra de sexto grado, dijo: ❝ Lo que procuro hacer, sobre todo, es enfocarme en las cualidades positivas que tengo como maestra. Me desahogo con las negativas, pero no me entretengo en ellas. Si en algún momento me absorbieran, acabaría por ser recepcionista en Wal-Mart, en vez de educadora. Por fortuna, el mínimo gesto de un solo estudiante puede bastar para que yo sienta que vale la pena lo que hago... cuando veo en sus ojos lo que significa descubrir. ¿Qué otro trabajo puede ofrecerme algo comparable? ❞ Hay días, sin embargo, en que las sensaciones negativas en el trabajo ponen una venda en los ojos de los maestros, impidiéndoles ver la luz que brilla en los del estudiante. En el curso de nuestro trabajo, encontramos un dilema en la profesión del magisterio, que causa la frustración y desesperación que experimentan algunos maestros. Se sienten obligados a servir a tantos amos3 que les resulta difícil tener presente y prestar atención a la razón fundamental por la que están enseñando: los niños y jóvenes y el aprendizaje. Los abruman las nuevas exigencias: normas, pruebas, listas de verificación o formas, y “no les queda tiempo para interesarse por sus estudiantes o tener contacto con ellos. Cuando esto sucede, los maestros sienten que han perdido sus propósitos fundamentales, y esto tiene resultados catastróficos para su compromiso y la eficacia de su labor” (Hargreaves, 1997, p.ix). En nuestro trabajo con maestros, estamos descubriendo que la “solución” a este dilema está más en el compromiso y la transformación interna, que en programas externos. Plantear y contestar las preguntas “difíciles” sobre el ejercicio del magisterio puede encender la chispa de esa transformación. En uno de los sitios de nuestra investigación, por ejemplo, un 1 Usamos palabras escritas y dichas por maestros y maestras participantes, que estuvieron en diversas etapas de autorreflexión y búsqueda. 2 Para el nombre de los maestros o maestras usamos seudónimos. 3 Normas estatales y nacionales, reglas y reglamentos del distrito y del plantel, recomendaciones profesionales de la sociedad, expectativas de la comunidad, y así sucesivamente. 2 Restoring Meaning to Teaching grupo de maestros hablaba del modo de mantener vivos el propósito y la diligencia en su enseñanza. Hicieron una lista de preguntas destinadas a poner en un primer plano los aspectos esenciales, a la hora de hacer los planes para sus lecciones y tomar decisiones. El hecho de decir en voz alta las preguntas para que se consideraran, obligó a los maestros a examinar en un diálogo franco lo que daban por hecho en su enseñanza y en el aprendizaje, y esto los hizo hablar de sus sentimientos, creencias, valores, dilemas y tensiones. Esperamos que las preguntas que proponemos en este manuscrito enciendan también la chispa del interés de nuestros lectores y los estimulen a reflexionar sobre las decisiones que toman en el ejercicio de su magisterio. Parker Palmer, autor del libro The Courage to Teach (El valor de enseñar), hace esta pregunta: “¿Cómo podemos los que enseñamos resguardar nuestro corazón por el bien de los estudiantes, el nuestro propio y el de la reforma educacional?” (1998, p. 19). El considera que “cuando uno ama su trabajo, el único modo de salir de dificultades es entrar más a fondo en él” (p.2). Ir más a fondo requiere valor, para poder considerar con atención y con sentido crítico la enseñanza y el aprendizaje que están ocurriendo en su salón de clase. Hemos acabado por convencernos de que hay tres estrategias clave que pueden guiar sus esfuerzos por mejorar el aprendizaje de los estudiantes, y hacer que su trabajo tenga más sentido y sea más satisfactorio: • cambiar el enfoque, de lo que se está enseñando a lo que los estudiantes están aprendiendo, • hablar con los colegas de problemas e ideas educacionales, y • reflexionar y ponderar bien las decisiones que se toman en el ejercicio del magisterio. Ofrecemos ideas; no son un mapa, sino una linterna y una brújula para ayudarles a encontrar su propio camino como maestros y maestras, en medio del laberinto de las veredas educacionales. de estudio o p u r g e d ta n enseñanza: ju a a tr n es u u e n d e d o p ca m r Notas de ca os hacer ace em eb d e u q s la n so Estas preguntas ue he de enseñar y por qué? q lección? -¿Cómo decido lo aprendan mis estudiantes en esta to? es ue -¿Qué quiero q rtante para estos niños aprender puedan aprenderlo? po tes -¿Por qué es im concepto para que mis estudian este s pueden ta n -¿Cómo enseño tienden el concepto? u eg r p s a tr O en aestros. -¿Cómo sabré si delante. No somos solamente m como personas: y ra Necesitamos pasa en nuestra vida como maestros vida? sar mi ayudarnos a pen para mantener el equilibrio en almente? on cer -¿Qué puedo ha ndo, tanto personal como profesi ecie -¿Cómo estoy cr to? go es -¿Por quién ha a de apoyo? sc bu en y o v e d -¿Adón o a los demás? y o p a e d ir v r se -¿Cómo puedo 3 Restoring Meaning to Teaching Que el aprendizaje de los estudiantes sea el centro de la enseñanza A todo maestro dedicado a su tarea le interesa el aprendizaje de sus estudiantes. Sin embargo, las presiones diarias del magisterio, gran parte del diálogo sobre las deficiencias en la educación y su mejoramiento, y la capacitación profesional tienden a dirigir la atención hacia lo que los maestros hacen, más bien que hacia lo que los estudiantes aprenden. Nos damos cuenta de que tiene una importancia esencial el lograr que el aprendizaje de los estudiantes sea el centro de gravedad de la toma de decisiones en materia de instrucción. Esto supone un examen bien ponderado del proceso del aprendizaje. Carol, una maestra del séptimo grado, escribió en su diario lo siguiente: No deja de asombrarme el hecho de que, cuando uno piensa que ha enseñado bien un concepto, todavía hay un par de alumnos que no pasan la prueba. ¿Es que simplemente se les dificulta presentar una prueba? ¿O que no piden ayuda cuando no tienen la menor idea? ¿O que en su etapa de desarrollo todavía no están listos para captar el concepto?¿O será más bien que yo no enseño realmente lo que creo estar enseñando? ¿Será que necesitan más práctica para aprender realmente el concepto? Podría ser todo lo dicho hasta aquí. Depende del estudiante y de la situación. Ver su trabajo, pedirles que hablen de él y de la comprensión que tienen del concepto, dará al maestro una información vital sobre lo que debe ser el siguiente paso... Es posible que enseñar lo mismo [una vez más] de la misma manera no necesariamente dé por resultado un buen aprendizaje. Debo apuntar a lo que es el problema específico. 4 Carol ha empezado a poner en tela de juicio la relación entre su enseñanza y el aprendizaje de sus estudiantes. Precisamente el problema es que no se analiza el punto de vista que el maestro tiene del modo como los niños aprenden. Como dice Bruce Pirie, autor y maestro de inglés: En el caso de la mayoría de nosotros, nuestro modo de enseñar es el resultado de unos cuantos maestros influyentes de nuestra época escolar, de un grupo reducido de colegas a los que respetamos, de la lectura de libros o revistas especializadas y del estira y aflojade las realidades del salón de clase. De todo esto, nosotros acabamos por crear un ejercicio de la profesión que nos permite ir adelante, pero que no siempre se ha escudriñado bien en cuanto a sus suposiciones, ni juzgado en cuanto a incongruencias. (1997, p.6) La mayoría de nosotros se enfoca ante todo a métodos que se siguen en la práctica, al modo de hacer las cosas, pero presta poca atención a los fundamentos y las direcciones, a los porqués. El hecho es que examinadas o sin examinar, esas ideas que constituyen los fundamentos (como opiniones sobre el modo de aprender de los niños y los propósitos de la formación escolar) son las que producen su efecto en las decisiones que tomamos sobre el modo de impartir la instrucción. Restoring Meaning to Teaching Examinar las convicciones sobre el modo de aprender de los niños Diez maestras4 de dos escuelas están sentadas en un salón de clase de primaria. Han comenzado recientemente a reunirse cada quince días para hablar de la enseñanza y del aprendizaje. Las siguientes perspectivas resultan de su diálogo sobre el aprendizaje, un diálogo que entablaron en su tercera junta de dos horas. B e t h : Aprender requiere repetición, mucha repetición, hacer las cosas una y y otra vez. Así es como los niños aprenden. Han aprendido algo si pueden repetirlo, contestar las preguntas. J a n e : Al aprender, las manos están actuando, y el aprendizaje proviene de lo que están haciendo. El aprendizaje se revela en las acciones de los estudiantes. Sabemos que lo han logrado cuando pueden hacer algo. C a r r i e : Yo concibo el aprendizaje como alguien que sirve algo de la jarra del conocimiento en la cabeza de otro, alimentando así sus estímulos y ayudándole a aprender. Aprender es recibir cosas nuevas. En realidad no sé lo que es; el aprendizaje es esta cosa inmensa y genérica. ¿Qué diferencia hay entre aprender y regurgitar cosas? M a u r e e n : Bueno, los estudiantes no aprenden cuando la maestra está hablando todo el tiempo. Todo eso no hace más que rebotar en los niños. Se aprende mejor cuando se genera a partir de los intereses del niño. L i s a : Creo que los estudiantes tienen que promover su propio conocimiento, y que éste se basa en lo que traen consigo— en sus conocimientos anteriores—y en las experiencias que las maestras ofrecen. Las experiencias tienen que ser significativas, basadas en la práctica y conectadas con la vida de los estudiantes. Para que el aprendizaje sea el centro del esfuerzo de impartir la instrucción, se necesita entenderlo bien. Las maestras antes citadas están empezando a examinar sus ideas personales sobre la forma en que ocurre el aprendizaje; son ideas que provienen de sus experiencias con la educación siendo ellas niñas, estudiantes, madres y maestras. Nuestras primeras ideas sobre el aprendizaje provienen de las interacciones con nuestros padres, maestros, otros adultos y aun con los compañeros, en nuestra niñez. ¿Cómo nos enseñaron, motivaron, recompensaron o castigaron? ¿Qué experimentamos que nos impidió aprender? Ya de adultos, nosotros modificamos, afinamos o ampliamos nuestras creencias sobre el aprendizaje basado en nuevas experiencias. Durante nuestra preparación normalista, la mayoría de nosotros aprendió mucho acerca de lo que es ser maestro o maestra, y poco sobre lo que es aprender. Hasta mediados de la década de 1980, los profesores de educación proyectaron una imagen de los estudiantes como seres pasivos, pizarras en blanco o vasijas vacías. Se enfocaron al maestro, a los procesos de la enseñanza, a los materiales de la enseñanza y a los resultados de la enseñanza. A los maestros se les veía como los que poseían el conocimiento, y a los estudiantes como receptores pasivos de información. Muchas perspectivas diferentes sobre el aprendizaje persisten aún y ejercen su influencia en el modo de impartir la enseñanza, aunque es cierto que la comprensión del modo como se produce el aprendizaje se ha perfeccionado con el tiempo. Las estrategias de instrucción que empleamos hoy se originan en las teorías sobre el aprendizaje que fueron populares en diferentes épocas pasadas. Hablando en términos generales, usamos el ejercicio y la práctica de rutina (behaviorismo o conductismo), estrategias de procesamiento de la información, como seleccionar, organizar, integrar y memorizar (el punto de vista cognoscitivo del 4 En este manuscrito, los extractos de diálogo son de un grupo de estudio y se usan para ilustrar el tipo de conversaciones que se entablaban en los cinco grupos de estudio. Otras citas y ejemplos se toman de los otros cuatro grupos de estudio. 5 la enseñanza o sobre el aprendizaje? ¿Qué pienso yo acerca del aprendizaje? ¿Cómo aprenden los niños? Observando los métodos de enseñanza a través de la lente del aprendizaje es como empezamos a ver a los niños desde ángulos nuevos. Pensar en los niños como personas que aprenden aprendizaje), y estrategias de aprendizaje activo, como la búsqueda aplicada, el trabajo en colaboración, la reflexión y la metacognición (constructivismo). El constructivismo es una compleja teoría del aprendizaje que pone el énfasis en la función activa del que aprende, y muchos educadores la aceptan en la actualidad. Sin embargo, lo más frecuente es que nuestros métodos reglamentarios de instrucción coloquen a los estudiantes en el papel de receptores pasivos de conocimientos expertos. Aun cuando nos esforzamos por librarnos de estas representaciones, son pocos entre nosotros los que se dan tiempo para considerar qué ideas y que imágenes, si las hay, han entrado a remplazar las anteriores. Nuestras ideas sobre el proceso del aprendizaje siguen, en su mayor parte, inconscientes y sin ser objeto de examen, y sin embargo, influyen en lo que elegimos para impartir la enseñanza todos los días. Los investigadores Renate y Geoffrey Caine estudian la teoría contemporánea del aprendizaje, con la intención de relacionarla con la práctica en el salón de clases, y llegan a la conclusión de que uno de los campos más fundamentales en el mejoramiento de la educación “gira en torno a la comprensión que [los maestros y maestras] tienen del modo como aprende el ser humano” (1997, p. 9). Al explorar las propias convicciones sobre el aprendizaje, al reflexionar sobre ellas y mantenerse abierto a nuevas ideas, la persona puede aprender a ponderar mejor las ideas y los enfoques que son apropiados para diversas situaciones en el aprendizaje. Podemos plantearnos preguntas de reflexión que sirvan para enfocar la atención al aprendizaje. ¿Mis imágenes escolares son sobre 6 Karen Gallas, una maestra de primer grado, investigadora y autora, observa a los niños, colecciona sus obras de arte, sus notas y garabatos, y toma nota de sus conversaciones. Karen comparte sus puntos de vista como cuentos infantiles. Habla de un niño sin hogar, de una niña inmigrante y del típico “chico mal portado”. La breve descripción usada en esta sección ilustra su opinión de un niño como persona que aprende. Al iniciar nuestras conversaciones semanales sobre ciencias, tengo misdudas sobre el resultado que la estructura abierta de los diálogos pueda teneren Michael [el “chico mal portado”] como participante. Él sigue teniendo mucha dificultad en poner cierta censura a las palabras que le salen de la boca... La pregunta que se examinará en nuestra primera conversación sobre ciencias es: ¿Cómo empezaron los animales?... Al iniciarse la discusión, los niños están bien tranquilos. Al principio de la conversación, Michael... se pone de rodillas, y Anita [la auxiliar] y yo intercambiamos una mirada. Sé bien que las dos nos preguntamos qué puede indicar ese movimiento. (1994, pp. 62) Una tensión común en los maestros es equilibrar las necesidades del grupo con las del niño individual. Gallas ha elegido una estrategia de instrucción que considera la mejor para el grupo. Sin embargo, tiene cierta preocupación sobre las reacciones de Michael, y por eso se fija especialmente en él. Restoring Meaning to Teaching Al observarlo, me convenzo de que su postura erguida revela una emoción intelectual que casi no puede dominar. Michael habla a menudo durante la conversación, manteniendo una actitud de intensidad, con los ojos muy abiertos. Muestra un interés poco común en cuanto a adoptar partes de los pensamientos de otros niños y ampliarlos, y es efusivo en las alabanzas que les tributa... (Gallas, 1994, pp. 69) A Michael, la pregunta le pareció interesante, y se puso en la situación de aprendizaje como individuo que aprende. Nosotros acostumbramos pensar en los niños de nuestros salones de clase como estudiantes. Las escuelas crean una imagen del “buen estudiante” basada en modelos de conducta, obediencia, respeto y actuación, pero no tienden a crear una imagen semejante del individuo que aprende. Todos nosotros recordamos al niño que aprendía muy bien, mas no era un estudiante muy exitoso. Para conocer al niño o niña como individuo que aprende, necesitamos hablar con él o ella, observarlo(a), ver qué es lo que entiende y examinar el modo en que lo entiende. Enfocar la atención al aprendizaje supone informarse de lo que los niños saben, del modo como piensan y como aprenden, de lo que es importante en su vida y de las experiencias y las historias que traen consigo a la escuela. Una maestra del segundo grado aprendió a escuchar realmente a sus estudiantes y a provocar la expresión de sus ideas y de lo que entendían usando una metodología centrada en el problema, de colaboración en grupo pequeño y de discusiones en grupos grandes. Así aprendió, por ejemplo, a “suspender sus propios conocimientos de adulto sobre matemáticas y a darse cuenta de que los niños tienen su propio modo de pensar en las matemáticas” (Wood, Cobb, & Yackel, 1995, p.417). Le sorprendió mucho descubrir que el modo de pensar de sus estudiantes era mucho más perfeccionado de lo que ella imaginaba. Esta maestra decía: “Nunca me imaginé que alumnos del segundo grado supieran tanto sobre matemáticas” (p. 417). Gallas dice que cuando nos damos tiempo para escuchar con atención sus relatos, penetramos en su modo de pensar y de aprender. Al examinar con atención los relatos de los chicos mal portados, he podido cambiar mi reacción a sus actos. Mi reacción ha pasado de ser algo puramente visceral y defensiva hacia un niño que amenaza mi capacidad de controlar la clase, a algo que examina lo que el niño trata de decirme sobre sus necesidades como estudiante y sobre su punto de vista acerca del mundo. (Gallas, 1994, pp.70) Cuando tratamos de encontrar la historia y la lógica en que se apoyan las conductas “problemáticas”, buscando “la historia que el estudiante relataría si pudiera”, aprendemos mucho sobre el niño como individuo que aprende (Greenleaf, Hull, & Reilly, 1994, p.526). ¿Cómo entran en juego en el salón de clase sus antecedentes, sus experiencias y sus conocimientos? ¿Qué le parecen a él las actividades del salón de clase desde su punto de vista? Cuando aprendemos de los mismos estudiantes lo relacionado con ellos, facilitando más discusiones abiertas en el salón, por ejemplo, podemos tomar mejores decisiones sobre lo que para ellos es importante y significativo aprender. 7 Restoring Meaning to Teaching Decidir lo que sus estudiantes necesitan aprender Volvamos al grupo de estudio de las maestras que, a estas alturas, han estado ya reuniéndose durante más de un semestre. Lo que sigue son los puntos salientes de su diálogo sobre la enseñanza y sobre lo que es importante que los estudiantes aprendan. Realmente disfruté enseñando desde marzo hasta mayo, porque el monstruo del examen no venía a arrancarnos la cabeza y a decirnos lo horrible que somos. Los niños pueden aprender unas cuantas cosas que van a recordar y que podrán usar más tarde. Maureen: B e t h : El año pasado estuve tratando de hacer todo lo que pensé que se esperaba que hiciera. Ahora estoy pensando más en lo que es importante, y sé mejor a lo que debo enfocarme. Hay menos materia, pero más tiempo que se dedica a los temas de importancia. L i s a : Es difícil, pero estoy tratando de entender lo que es importante que yo enseñe y que ellos aprendan. J e s s : En la junta de primer grado decidimos lo que era relleno en nuestro plan de estudios y lo que era importante... y luego eliminamos el relleno. P a t : Yo estaba tratando de precipitarme al incluir tantas cosas en años anteriores, que no tenía tiempo de sentarme con ellos a ver lo que escribían o si habían captado el sentido de la historia. Pero ahora he comenzado incluso a desechar algunos temas y actividades: sencillamente no se puede abarcar todo. E l l e n : En el pasado, yo era alguien que enseñaba una unidad sólo durante una semana. Lo único que se logra con esto es presentar al estudiante determinada materia. No da tiempo de aprender. He dejado de actuar así. 8 Los maestros están reflexionando más sobre su toma de decisiones, y preguntándose: ¿Qué es lo que nuestros estudiantes necesitan saber? La mayoría de nosotros cree que los estudiantes necesitan más que datos, fórmulas y vocabulario. Necesitan captar conceptos más amplios, así como habilidades que puedan ayudarles a resolver problemas ellos solos. Pero, ¿qué cosa son esos conceptos amplios? ¿Qué necesitan para entenderlos? ¿Cómo adquieren los estudiantes las habilidades necesarias? ¿Cuándo las aprenden? ¿Cómo podemos ayudar a los estudiantes a conectar lo que han encontrado y lo que encontrarán en otras clases y en otros niveles de grado? Éstas son preguntas difíciles, pero importantes, que ayudan a establecer y a mantener el enfoque dirigido al aprendizaje de los estudiantes. Las decisiones en la enseñanza se basan a menudo en el libro de texto, en actividades disponibles o en temas favoritos, sin considerar, en realidad, el concepto que debe aprenderse. Jess, una maestra del primer grado, del grupo antes citado, luchaba con la pregunta: ¿Por qué enseño lo relativo a los murciélagos? Al principio se sentía perpleja, pero al fin llegó a una respuesta: quiere que sus estudiantes entiendan las características que tienen en común todos los mamíferos, incluidos los raros, como los murciélagos. Así acabó por diseñar de nuevo su unidad, para que este intento resultara claro. Jess sigue “enseñando lo relativo a los murciélagos”, pero ahora enfoca toda su unidad a la razón real por la que imparte esta enseñanza. Splintered Vision (Visión fragmentada), un informe reciente sobre el tercer estudio internacional de matemáticas y ciencias sobre la instrucción, y los resultados entre estudiantes de numerosos países, llegó a la conclusión de que “Nuestros [de EE.UU.] planes de estudio, libros de texto y nuestra enseñanza tienen millas de amplitud, pero una pulgada de profundidad” (Schmidt, McKnight, & Raizen, 1996). Si ustedes han estado en contacto con recientes ideas de reforma, han oído sin duda la expresión “menos es más”. Este concepto engañoso pero útil no significa Restoring Meaning to Teaching en realidad que se haga menos en el salón de clase, sino más bien, que se renuncie a la amplitud de lo que se abarca, a favor de su profundidad, incluyendo menos temas, pero explorando cada uno a mayor profundidad y con mayores detalles. Los estudiantes investigan ideas e información en forma más significativa, y los maestros y maestras tienen tiempo de descubrir lo que sus estudiantes de hecho están entendiendo. Después de experimentar con este enfoque, una maestra nos dijo: ❝ Comulgo con la idea de que menos es realmente más, pero tengo dificultad en decidir dónde se encuentra lo menos.❞ Decidir dónde está lo menos; determinar lo que ha de eliminarse y dónde hay que entrar a mayor profundidad no siempre es una tarea fácil. Las normas estatales o nacionales ofrecen directrices que pueden ayudarnos a decidir lo que es importante que aprendan los estudiantes. Sin embargo, muchos de nosotros no tenemos la experiencia necesaria para usar estos documentos más que como listas de temas “que deben tratarse”. Al darnos tiempo para explorar con nuestras colegas la razón lógica en que se apoya la elaboración de las normas, y para reflexionar sobre lo que es verdaderamente importante que aprendan los estudiantes, lograremos que nuestras opciones resulten más claras. B e t h : Hablando de ponderar mejor las cosas, me resultó más fácil explicar a los demás lo que estaba haciendo en mi clase, y puedo decir que esto es lo que tiene importancia para estos niños, en vez de apoyarme en lo que dice el libro. L i s a : Hay tantas maneras de enseñar, tantos libros, hay tanto de por medio... Es bueno hablar de lo que hacemos y aprender a ser reflexivas. He pensado profundamente en las decisiones que tomo, en los conceptos mayores que mis estudiantes necesitan aprender. He adquirido confianza de que puedo tomar buenas decisiones sobre lo que debo enseñar y lo que los niños deben aprender. Abarco menos temas, pero lo hago para que los estudiantes aprendan a usar realmente los conceptos matemáticos y entenderlos. S u e : Se trata de calidad, no de cantidad... Renuncié a gran parte de la estructura y los estudiantes tuvieron que luchar con esto, pero todo el ambiente del salón de clase es mejor. Me ha tomado desde agosto hasta hoy establecer una relación basada en confianza con estos estudiantes. Sé bien con cuánto empeño he trabajado, y creo que ellos lo han notado. M a u r e e n : He estado pensando en las cosas por las que los niños pasan en la escuela y en lo que piensan. He cambiado realmente mi modo de hacer las cosas en el salón de clase. He cambiado todo mi metodología en cuanto a la enseñanza: doy opciones, no retengo el control. J i l l : He incorporado métodos Montessori Hacer una recapitulación Después de participar en el grupo de estudio durante un año, las maestras reflexionan sobre los cambios que han hecho en la práctica. en mi lectura, y mis niños parecen más entusiasmados... Los veo en una lueva luz, procurando ver lo que entienden. Si ustedes hubieran estado en mi salón el año pasado y luego hubieran vuelto este año, verían que he cambiado todo lo que hago. Los niños quieren venir a mi salón... Karen me dijo que iba poder percibir cuando los niños se concentraban y estaban aprendiendo; el otro día tuve precisamente esa experiencia. Había gente en mi salón observando cuando esto sucedía, y tenía ganas de decirles: “¿Lo perciben ? ¿Lo perciben ?” Y ellos lo percibían. Yo no llegué a preguntarles, pero ellos me lo dijeron. 9 Restoring Meaning to Teaching Las maestras de este proyecto pusieron en duda sus decisiones y evaluaron sus opciones en función de las necesidades de sus estudiantes. Recuerden el dilema mencionado al principio, de servir a muchos amos por un lado, mientras se trataba de permanecer fiel a las convicciones personales sobre ser maestra por el otro. Con un enfoque claro al aprendizaje de los estudiantes, a las maestras les resultó más fácil manejar los problemas creados por este dilema. Manteniéndose a cierta distancia, evaluando los problemas y preguntándose: “¿qué tiene que ver esto con el aprendizaje?” las maestras pudieron elegir lo que era bueno para los niños. Maureen se siente menos presionada por el “monstruo de los exámenes”, Beth selecciona los temas importantes para que los aprendan sus estudiantes de educación especial, y Lisa se enfoca a contribuir a que sus estudiantes aprendan a usar conceptos matemáticos. Conocer a sus colegas Al final del proyecto, las maestras hablaron de sus experiencias con su grupo de estudios de maestros. J i l l : Compartimos nuestros triunfos y fracasos individuales en un ambiente sin juicios, cada persona estaba dispuesta a ayudar o a ofrecer sugerencias, apoyo y nuevas ideas. A n n a : Yo esperaba con verdadera ilusión estas juntas. Una siempre sale de ellas con nuevas ideas. Resultaba rejuvenecedora. L y n n : Me di cuenta de que yo no estaba sola, que había otros que tenían problemas. L i s a : Examinamos el modo como los niños aprenden y la relación con nuestra enseñanza, pero sin un formato rígido. La flexibilidad y el compañerismo fueron muy importantes. C a r r i e : Nunca tenemos realmente tiempo de estar con otras maestras. Necesitamos poder desahogarnos con colegas del mismo nivel. Tuvimos conversaciones interesantes y de más fondo. Fue la primera vez que yo me reunía con un grupo de maestras, sin tener miedo a decir lo que quería. Era un lugar seguro. Maureen: 10 Las maestras usaron el grupo de estudio para explorar unidas las ideas, considerar otros posibles puntos de vista y establecer una base común. Les resultó significativo emprender un proceso con sus compañeras que requería explicar y poner en duda sus teorías, creencias y suposiciones sobre la enseñanza y el aprendizaje. Al emprender la reflexión personal y en grupo, las maestras comenzaron a valorar y también a poner en tela de juicio los conocimientos y la pericia que aportaban a la enseñanza. Identificaron también campos en los que había que mejorar. Aun las menos experimentadas de entre nosotras tienen lo que Parker Palmer describe como “el maestro interior”, una voz interna que, si queremos escucharla, puede guiarnos para hacer el mejor trabajo posible. Esta voz interna “no es la voz de la conciencia, sino la de la identidad y la integridad. Habla no de lo que debería ser, sino de lo que es real para nosotras, de lo que es verdadero” (1998, p.30). Carrie, que inició el proyecto con la idea de que aprender es “como alguien que echa algo en la cabeza de otro”, comprobó que trabajar con sus compañeras tenía un efecto positivo en su profesión. Escribió lo siguiente: Me analizo mucho más como maestra de niños y como parte de una comunidad adulta de maestras. Descubro que me empeño mucho más en entender realmente cómo aprenden los niños. Este grupo... me ha permitido sentirme lo suficiente a gusto para compartir lo que soy como maestra y como persona... me dio un gran sentimiento de respeto por mis compañeras maestras y yo, a la vez, me sentí muy respetada... Además, estoy empeñándome mucho más en asegurarme de que lo que enseño a mis niños tiene un propósito y un significado. Las maestras de los cinco grupos de estudio encontraron respuestas y perspectivas para rejuvenecer el ejercicio de su profesión, al convertirse ellas mismas en individuos que aprenden. Jennifer habló del modo en que ha Restoring Meaning to Teaching cambiado la percepción que tiene de sí misma y de su profesión. ❝ Yo seguía fielmente los manuales del maestro. Estaba segura de que esa gente había investigado mucho y sabía más que yo. Ahora tengo más confianza en mí misma. El haber tenido tiempo para hablar con otras maestras y oír sus opiniones me ha ayudado a tener el valor para intentar cosas diferentes. Ahora, mi objetivo es que tanto mis estudiantes como yo sepamos lo que es importante y lo que se espera... Hablar con otras maestras me ha dado el tiempo de reflexionar exactamente sobre lo que estoy haciendo y cómo puedo hacerlo mejor... Confío en los maestros y maestras que están en el salón de clase todos los días... He renovado mi alegría de enseñar.❞ Las maestras encontraron en los grupos algunas estrategias que les ayudaron a tomar mejores decisiones enfocadas al aprendizaje de los estudiantes. Carol dijo que empezaba a observar realmente lo que sucedía en su clase, y Camille aseguró que empezaba a pedir opiniones a sus niños y a hacerlos intervenir en decisiones del salón de clase. Elizabeth conectó el proceso del grupo con la mejora en general de su enseñanza. ❝ El solo hecho de conocer a mis compañeras maestras como profesionales ha cambiado el modo como enseño... [Ahora] veo mi empleo como un medio para ayudar a mis estudiantes a aprender, a aprender el arte de aprender, y para ayudarles a evaluar su propio crecimiento y aprendizaje.❞ En los grupos de estudio de las maestras, ellas examinaron sus opciones en cuanto a los planes de estudio, la instrucción y la evaluación. Juntas llegaron a una comprensión del aprendizaje y de los estudiantes que podría guiarlas en su toma de decisiones en materia de instrucción. Aprendieron también que cada una de ellas tenía un conocimiento de la enseñanza que es valioso y esto les dio una sensación de poder. En conclusión Mejorar la práctica de la enseñanza es un proceso inmenso e interminable. Ha habido muchas iniciativas y programas de importantes reformas que, sin embargo, no han dado por resultado más que un número de mejoras duraderas menor del que se esperaba. Se ha visto claramente que no hay respuestas fáciles; por eso, podemos tener por cierto que el cambio educacional significativo será difícil, complejo y hasta controvertible. Las noticias alentadoras son que uno es capaz de elegir su propio camino para mejorar la enseñanza y el aprendizaje en su salón de clase. Después de todo, es su reflexión, sus decisiones y sus acciones lo que produce efecto en sus estudiantes y en lo que aprenden. Las maestras del grupo de estudio decidieron participar en nuestro proyecto porque les preocupaba, por ejemplo, el modo de ayudar a los estudiantes que no tenían éxito en el aprendizaje, el modo de saber si los estudiantes entendían los conceptos, el modo de enseñar ciencias en grados elementales o el de usar nuevas normas estatales. Las maestras de nuestro proyecto comprobaron que pensar y hablar con otros de sus preocupaciones era un primer paso valioso. Luego, mediante lecturas, búsqueda y diálogo, cada maestra decidió lo que podía hacer para mejorar su forma de enseñar. 11 Restoring Meaning to Teaching Las maestras del grupo de estudio dijeron que la participación en el grupo de estudio facilitado por maestros, con su enfoque al aprendizaje de los estudiantes, les ayudaba a encontrar nuevo significado en su práctica de la enseñanza. De modo específico informaron que, a través de este proceso, • creaban una red de apoyo formada por colegas • entablaban un diálogo significativo sobre temas, ideas y prácticas educacionales • lograban entender más sobre sí mismas en cuanto al tipo de maestras que eran y que querían ser • examinaban, afinaban y reflexionaban sobre lo que entendían del aprendizaje • usaban su comprensión del aprendizaje para tomar mejores decisiones sobre la enseñanza • mej oraban el aprendiz a je de los estudiantes en sus salones de clase. El proceso del grupo de estudio y el tiempo que requiere no encuentran apoyo (en general)en las estructuras escolares tradicionales. Sin embargo, hay una perspectiva cambiante del desarrollo profesional que ha impulsado a muchos administradores a encontrar, con espíritu creativo, el tiempo necesario para que los maestros aprendan unidos de esta manera (Murphy, 1997). Las maestras dijeron que pensaban que el proceso era tan digno de emprenderse, que estaban dispuestas a encontrar tiempo en sus múltiples ocupaciones . Una maestra dijo: ❝ Al principio, pensé haber cometido un error. ¿Habría perdido el juicio haciendo el intento y entrando a formar parte del grupo de estudio, cuando al mismo tiempo estaba tomando un curso de posgrado y yendo a los talleres, juntas de equipo, etc., de costumbre?Al final, me di cuenta de que estaba beneficiándome más con este grupo que con todos los demás... ¡Lo que debía haber hecho era abandonar el curso de posgrado! ❞ 12 Las maestras acabaron por entender que hacer del aprendizaje el centro de su enseñanza podía servirles para alcanzar su meta suprema de un mejor aprendizaje de los estudiantes. Habrían estado de acuerdo con el educador de maestros Andy Hargreaves, en que un cambio efectivo de la escuela requiere por un lado voces individuales y por otro una visión colectiva. “Un mundo de voces sin una visión es un mundo que carece de medios para el arbitraje entre las voces, ya reconciliándolas, ya compaginándolas entre sí” (1994, p. 251). Una maestra del proyecto observó: ❝ Si queremos estar en nuestra condición óptima como sistema, debemos compartir la visión, debemos ver, unidos, el final del túnel.. ❞ En la actualidad hay mucho interés en ayudar a los maestros y maestras a fomentar la confianza y el entendimiento profesional, para que cuenten con los instrumentos necesarios para mejorar los métodos de enseñanza para bien de los estudiantes. Tanto los investigadores como los maestros están viendo que ciertas estrategias de desarrollo profesional obtienen mejores resultados que otras en cuanto a apoyar a los maestros en sus esfuerzos por mejorar. Nosotros comprobamos que el uso de grupos de estudio fue una estrategia exitosa, aunque sin duda hay otros enfoques que también promueven el crecimiento profesional de los maestros. Las ideas de que los maestros aprendan y actúen con buen sentido fueron clave para nosotros. Los grupos de estudio proporcionaron a los maestros el tiempo, el apoyo y la estructura necesarios para que tuviera sentido el efecto que produciría lo que decidieran en cuanto al aprendizaje de los estudiantes, y esta oportunidad de diálogo y reflexión les ayudó a ser más ponderados en sus preferencias. Tenemos confianza en este proceso, y los invitamos y exhortamos a ustedes a que se unan con sus compañeros maestros en un diálogo de reflexión, en actividades dirigidas, en la redacción de una bitácora y en la búsqueda colaborativa como miembros de un grupo de estudio facilitado. Restoring Meaning to Teaching Referencias citadas 5 Caine, R. N., & Caine, G. (1997). Education on the edge of possibilility. Alexandria, VA: Association for Supervision and Curriculum Development. Gallas, K. (1994). The Languages of Learning: How children talk, write, dance, draw, and sing their understanding of their world. New York: Teachers College Press. Greenleaf, C., Hull, G., & Reilly, B. (1994). Aprender de nuestros diversos estudiantes: ayudar a los maestros a reflexionar sobre enseñanza problemática y situaciones de aprendizaje. Teaching and Teacher Education, 10, 521-541. Hargreaves, A. (1994). Changing teachers, changing times: Teachers’ work and culture in the postmodern age. New York: Teachers College Press. Hargreaves, A. (1997). Introducción. En A. Hargreaves (Ed.), Rethinking educational change with heart and mind: The 1997 ASCD yearbook (pp. viixv). Alexandria, VA: Association for Supervision and curriculum Development. Murphy, C. (1997). Encontrar tiempo para que los profesores estudien unidos. Journal of Staff Development, 18 (3), 29-32. Palmer, P: J. (1998). The courage to teach: Exploring the inner landscape of a teacher’s life. San Francisco: Jossey-Bass. Pirie, B. (1997). Reshaping high school English. Urbana, IL: National Council of Teachers of English. Schmidt, W. H., McKnight, C. C., & Raizen, S. A. (1996.) Splintered vision: An investigation of U.S. mathematics and science education. Executive Summary. U.S. National Research Center for the Third International Mathematics and Science Study, Michigan State University. Wood, T., Cobb, P., & Yackel, E. (1995). Reflexiones sobre el aprendizaje y la enseñanza de matemáticas en la escuela elemental. En L. P. Steffe & Gale (Eds.), Constructivism in education (pp. 401-422). Hillsdale, N. J.: Lawrence Erlbaum Associates. 5 Se dispone de anotaciones de estas referencias en la Promoting Instructional Coherence Annotated Bibliography, que puede verse en línea, en http://www.sed.org/pitl/pic-bib.html Southwest Educational Development Laboratory 211 East Seventh Street Austin, Texas 78701 (512) 476-6861 http://www.sedl.org