sillon - Famille Missionnaire DONUM DEI

Transcripción

sillon - Famille Missionnaire DONUM DEI
SILLON
“Si tu’
conocieras el
Don de Dios”
(Jn 4,10)
Periodico Trimestrale . POSTE ITALIANE S.p.A. - Spedizione in abbonamento postale D.L. 353/2003 (conv. in L. 27/02/2004 n. 46) art. 1, comma 2, DCB ROMA - Taxe perçue - Tassa riscossa
Periodico trimestrale della Famiglia Laicale Carmelitana “DONUM DEI”
Les TM de
L’Immaculée dans les cinq
co nt inen t s
N. 348 gennaio-marzo 2016
SILLON
Periodico trimestrale della
Famiglia Laicale Carmelitana
“DONUM DEI”
N. 348 gennaio-marzo 2016
Editorial
A-Dios pequeña dragadora de Provenza
Agnès Brethomé, Responsable General de la FMDD
3
Magali, la Trabajadora Misionera
6
Lucien Sentenac, Presidente de la Asociación del Dominio NDG
¡Luz de esperanza en la fría noche de la enfermedad!
Extracto de la carta de Magali G., Enero 2013
Magali Gaussen, Trabajadora
misionera de la Inmaculada
Famiglia Laicale Carmelitana
“DONUM DEI”
Viale Monte Oppio, 28
00184 Roma (Italia)
ccp 62116009
Tel. 06 4825447
Direttore responsabile:
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Redazione:
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La rivista è edita in
italiano, francese, inglese, spagnolo
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Vedere pag. 26
Autorizzazione Tribunale di Roma
N. 70 del 28 aprile 2015
Spedizione in Abbonamento Postale
CON APPROVAZIONE ECCLESIASTICA
Per ogni riproduzione di articoli si prega di chiedere l’autorizzazione alla Redazione italiana.
Photos: Archivio della FMDD
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Añadamos Vida a nuestros días
Extracto de la carta de Magali G., Noviembre 2013
10
“¡Ayer ya lo ofrecí, el mañana todavía no ha llegado!”
Extracto de la carta de Magali G., Mayo 2014
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Como otras tantas joyas...
Extracto de la carta de Magali G., Agosto 2014
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Una pequeña sierva del Señor
Renée Prieur, TM de la Inmaculada
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Magali, Testigo de la Misericordia
Antonio Piemontese, diácono permanente de la diócesis de Roma
22
Nos amó hasta el extremo
Papa Francisco
25

Luces en el sendero
San Juan
“Nosotros creemos en el Amor…”
Teresa del Niño Jesús
“Ofrecerse come víctima al Amor… para dejar pasar el Amor…”
Padre Godin + 1944
Fundador de la Misión de París y Autor de:
“Francia, país de misión”
“Mi gracia es cavar el surco en línea recta, sin desviarme…
vendrán otros a proseguir la obra...”
Padre Marcel Roussel-Galle + 22 febrero 1984
Fuondador de la Famiglia Misionera Donum Dei
y de la revista: Dans le Sillon Missionnaire
“Nuestro lema de acción: ¡Hacer conocer y amar a María!
A-Dios pequeña dragadora
de Provenza
H
ace tres meses, en la noche del 21 al 22 de Noviembre, acompañamos, bajo el
sol y la nieve, a Magali hasta su última demora, en Les Fins. Dos hermosas fiestas, con un fuerte simbolismo para nosotras, las TM:
21 de Noviembre: fiesta de la Presentación de la joven Virgen María al Templo, modelo
para todas aquellas que ofrecen su vida a Jesús.
22 de Noviembre, este año, era la fiesta de Cristo Rey. Y el Evangelio de ese día nos mostraba
a este Rey humilde, servidor, que reinaba en los corazones por la dulzura de su Misericordia.
Y es al inicio de esta jornada cuando el Rey del amor vino a buscar a su pequeña esposa Magali, para llevar a su culminación el matrimonio místico que había empezado en la tierra.
A propósito de esto, he encontrado, en una da las cartas dirigidas el año pasado a las TM
que habían celebrado sus esponsales al mismo tiempo que ella, las siguientes palabras:
“Hoy, 24 de Agosto, es un gran día, puesto que he aquí que, hace 44 años, Jesús nos desposaba
para la eternidad. Si bien no sabíamos exactamente lo que supondría dicho camino, aparte, por supuesto, de que sería un camino de Amor, Él sí lo sabía y nos comprometía a seguirlo. Él conocía ya
las debilidades que marcarían nuestra ruta,
nuestras faltas, nuestras
fragilidades, pero también nuestra buena voluntad. Nosotras habíamos
dicho SÍ, en un impulso
de amor, en la medida de
nuestro corazón humano.
Pero Él había dicho SÍ,
en la medida sin medida
de su Corazón Divino
Misericordioso”.
Esa palabra “SÍ” fue la
última que escuché de
sus labios.
Primera visita a la Fraternidad de Tahití
3
Un camino de Amor
Magalí nació el 6 de Abril de 1946 en Cadière d’Azur, en el Var, y entró en la Familia
Donum Dei el 12 de Julio de 1964. Después de un año de aspirantado en Dieppe,
hizo su primer compromiso (su noviazgo) el 16 de
Julio de 1965.
Era una tarde de verano en TouMagali había crecido en una familia cristiana,
donde cada uno había aprendido a servir a Dios,
tanto en las alegrías como en las pruebas que nunca
faltan.
A los 12 años, dejó el pueblo de Cadière y partió
hacia Toulon, para inscribirse en el collège. Para
ella, que era hija de la tierra, suponía un desarraigo. “Tenía miedo de los coches, diría ella misma
más tarde, por lo que la villa baja me atraía; me gustaba atravesar todos aquellos barrios sucios, miserables.
No hacía nada en ellos, sólo observaba. Y por fin, ese
barrio se comvirtió en mi refugio. Oraba allí abajo con
toda naturalidad. Quería ocuparme de todos aquellos
desgraciados. Y recorriendo sus callejuelas, sembraba Ave
Marías para ellos”.
Después descubrió otra miseria moral: la prostitución, a la que se dedicaban algunas mujeres jóvenes
que ella conocía. Su corazón de apóstol se extendió
hacia esta otra pobreza. Ella recogía en su oración
a estas mujeres, que consideraba como sus propias
hermanas: “no me dormía jamás sin haber rezado un
rosario por ellas”.
En 1964, su padre espiritual le presentó a las TM
de la Inmaculada, que por aquel entonces tenían
un pequeño local en aquel barrio. Al principio,
Magali ni siquiera se planteaba convertirse en TM.
Ella quería ser educadora de los delincuentes. Pero
poco a poco resonaban en ella las palabras de Jesús:
“Déjalo todo... Ven y sígueme”.
Partiría entonces hacia París para su formación misionera y, a continuación de su compromiso temporal y luego definitivo, marcados por el noviazgo
4
lon.
Ella bajaba por las calles de la villa
alta y se dirigía al puerto.
Menuda, ligera como una colegiala de dieciséis años, un bolso al
hombro, un periódico en la mano,
ella pasaba de largo ante los muros
negros y las casas decrépitas de la
villa baja. Ella caminaba despreocupada, interrogando con la mirada los seres y las cosas.
-Hey… Magali… ¿Qué haces por
aquí esta tarde?
- Que qué hago… Estoy dragando. Así es como se habla en el
sur, este es mi modo de hablar.
Padre, «estoy dragando» quiere
decir que estoy rezando el rosario.
Por las tardes, vengo a rezar el rosario en la calle.
Lo hago por los chicos y las chicas,
para saber cómo hablarles. Lo rezo
por ellos. Desearía tanto que ellos
conocieran a la Santa Virgen y poderlos conducir hasta ella.
Es así, Padre, es así como drago en
el puerto.
Desde aquel día comprendí que la
pequeña dragadora de aspecto despreocupado, con la sonrisa burlona, había recibido del Señor la
llamada a seguirlo:
« Déjalo todo y ven, y yo te haré
pescador de hombres».
Así ayudé a Magali a convertirse
en TM, es decir, Trabajadora Misionera. Era 1964.
(P. M. Roussel, extracto, DLSM
n° 142, marzo-abril 1969).
y los esponsales, marcharía por los caminos del
mundo a llevar a todos la llama de su amor por
Cristo y por su familia espiritual.
« Puedo constatar que, incluso bien
acompañada, la palabra « soledad »
encierra un gran significado para
prepararse al hermoso Encuentro.
Me acuerdo de estas palabras del P.
Roussel, que nos decía: «Cuando
llegue nuestro momento, los únicos que estarán a nuestro lado para
acompañarnos por última vez serán
la Santa Virgen y San José» .
Durante los últimos diez años de su vida, en el
seno de nuestra Familia Misionera, llevaría con coraje y abnegación la pesada carga del servicio en el
economato general. Pese a las numerosas dificultades, ella asumiría esta tarea con fidelidad, hasta
que la enfermedad hizo irrupción en su vida. Durante los tres años de tregua que el Señor le conceMagali a una amiga
dió, su preocupación fue transmitir a sus hermanas
aquello que juzgaba útil para la buena marcha de
la Familia. Cuántas veces agradecería al Señor que le hubiese dejado aquel tiempo.
Magali, la alegría y el entusiasmo de los que has dado prueba no te han abandonado,
ni siquiera en los últimos momentos que has pasado entre nosotras, a pesar de los
momentos de llanto y de angustia, de los que no has tenido reparo en hacernos parte.
Tú deseabas que el día del Encuentro con tu Amado fuese una fiesta.
A pesar de nuestro corazón acongojado, y de nuestras lágrimas, hemos querido celebrar de verdad esta fiesta contigo.
Gracias por habernos enviado, siguiendo a tu Santa preferida, Teresita del Niño Jesús,
“por las corrientes de
la confianza y del
amor”.
Que nuestra Señora
del Monte Carmelo
te acoja en el Paraíso,
tú que en esta tierra
te refugiaste bajo el
Manto de su materna
protección.
Agnès Brethomé,
Responsable General
Con el grupo de las madres en Roma, 1987-1990
5
Magali,
la Trabajadora
Misionera
E
s precisamente así como llamábamos, al principio, a Magali Gaussen,
quien en 1993 abrió el restaurante
Eau Vive en Notre-Dame de la Garde, del
que fue su primera responsable. Habíamos
comenzado juntos en el gran equipo de
N otre-Dame de la Garde y éramos, en
cierto modo, los “novatos”, bajo el rectorado del Padre Paul Blanc. Esta situación
nos acercó mucho el uno al otro.
Con S.E.R. Mons. R. Coffy durante la
inauguración de l’Eau Vive N-Dame de la Garde
Magali, cuyo apellido era provenzal por excelencia,
símbolo de coraje y de fuerza, venía de una familia
de viñadores provenzales. Había vuelto a su tierra
después de haber recorrido medio mundo, de misión
en misión, en los diversos establecimientos de las
Trabajadoras Misioneras de la Inmaculada (TM de la
Inmaculada). Así es como se había entregado con
toda la generosidad de la que era capaz en nueva Caledonia, en Bélgica, en Vietnam, en Burkina Faso,
en Argentina, en las Filipinas, y después en Roma,
en Toulon y en Marsella.
Magali, cuya talla no guardaba proporción con el
gran dinamismo que desarrollaba, y cuyo brillo había
conquistado rápidamente a todos los que participaban en el local:
Capellanes, religiosos, empleados y voluntarios. Su
servicio en la vocación la llevaba, por consiguiente,
a asumir cada vez mayores responsabilidades y, hasta
que la enfermedad la derribó, fue ecónoma general
de las TM de la Inmaculada.
6
Me parece que Jesús se acerca y
que el gran encuentro no tardará.
Os lo quiero anunciar personalmente. Hemos vivido tantas
cosas juntos ; cuántas risas, cantos, bromas… Recordad nuestras
visitas al hospital… ¡Una hermosa aventura espiritual ! En
nuestra vida, esto será indeleble.
Tenéis los dos por delante un camino tumultuoso, pero sigo convencida de que buscaréis siempre
el bien, la belleza, la bondad,
tanto uno como otra. Sigo confiando en ambos.
El próximo 8 de Diciembre, el
Papa abrirá para nosotros un camino de misericordia. Ha llegado
el momento de dejar todo en el
Corazón de Dios.
(…) Os abrazo fuerte en mi corazón, no os abandonaré jamás.
(Magali a Micaela
y Marco, oct. 2015)
Sí, la enfermedad pudo con ella, pero después de largos años de combate –pues el mal se
las tuvo que ver con su fuerza- ella encontró en el valor una especie de terapia que le permitió llevar a cabo su labor casi hasta el final. Participaba en las reuniones con los altos
cargos defendiendo, en los momentos más difíciles, su comunidad y a sus hermanas.
Los tratamientos dolorosos y agotadores la dejaban por los suelos, pero ella se levantaba
y continuaba, hasta la siguiente caída... Con plena conciencia, se preparaba para lo que
ella llamaba “el gran encuentro”. Las idas y venidas a los hospitales le resultaban difíciles,
por lo que descubrió con alegría la casa de los Suchaux, donde sus hermanas la acompañaban con devoción y afecto.
Más o menos un mes antes de su última partida, nos mandó un mensaje, con una foto
suya, en la cama, rodeada de tubos para la perfusión intravenosa, con una gran sonrisa y
las manos extendidas, con los dedos formando la V de la victoria, y esta frase escrita a
modo de leyenda: “¡Hip, hip... Hurra! ¡He vuelto a casa!”.
Unos días antes de su muerte, nos escribió de nuevo, pidiéndonos un favor como, según
decía, “se le puede pedir sólo a los amigos”: perpararle un díptico con la imagen del Ecce
Homo, según la obra de Fra Angelico, y la estatua de Notre-Dame la Brune, que se encuentra en la Basílica, bajo las luces, con la inscripción “El Maestro está ahí, te llama” y
“Nuestra Señora del Monte Carmelo, cobíjanos bajo tu manto”.
“Esta composición está destinada, añadía ella, a ser depositada sobre mi ataud, os pido este regalo
para mi gran día de fiesta, pero no esperéis a ese día, cuanto antes esté listo, mejor para mí”.
Rápidamente realizamos todo lo necesario, y Magali pudo orar ante este díptico durante
algunos días, antes de que, al término de mucho sufrimiento, nos dejara, durante la fiesta
de Cristo Rey, para entrar, también ella, en el
Reino... ¿Puede ser que
en el Martiriologio de la
Iglesia no haya una Santa
Magali...?
¡Hip, hip... Hurra! ¡He
vuelto a casa!Lucien Sentenac
Presidente de la Asociación del Dominio NDG
El díptico de Magali
7
¡Luz de esperanza en la fría
noche de la enfermedad!
E
n la vigilia de San Marcelo, me siento impulsada a reunirme con vosotros y
compartir un poco de la gracia que habita en mí, en medio de los “altibajos”
de la enfermedad. Confieso que, en verdad, a veces me resulta muy complicado
vivir en la Fe, e incluso vivir a secas. Pienso que, a menudo, es por mi culpa: me
enfada mi edad, el no poder hacer lo que querría, y también, a veces, me faltan el coraje y la valentía para ir, sencillamente, con Confianza y Abandono, hacia la Voluntad
Divina.
(...) El 4 de Enero, supe por los médicos que la ciencia era ya impotente para ayudarme... Al salir del hospital, la noche de Navidad, nos quedamos tranquilamente
en casa de mis dos ángeles de la guardia, Cecilia y Germaine, y esa Noche, sonaba de
fondo el disco de la Pastoral de las figuritas del Belén de Provenza. Una costumbre
de mi Provenza natal me vino entonces a la mente: cuando se pide una gracia al Buen
Dios, se hace siempre con la luz de 2 velas: una amarilla para presentar la demanda y
una roja para dar las gracias, al mismo tiempo, por el favor obtenido.
Esta ha sido mi luz, mi gracia de Navidad, y pensé que debíamos hacer una Acción
de Gracias por todos los bienes ya recibidos. Debíamos, por lo tanto, celebrar una
Misa de Acción de Gracias y, si deseais hacerme un regalo para el 2013 (una enferma
puede permitirse ser un poco exigente), que sea este: ¡Misas, Misas y más Misas de Acción
de Gracias! ¿Y por qué las Misas? ¡Porque es el único precio que vale para las almas!
Las almas, el mundo, están tan lejos de Dios... ¡Quieren liberarse! Dan prueba de
todo aquello de lo que no son capaces sin el Padre.
El Padre Roussel, ante la Pietà de Ars recibió esta iluminación: “Mi vocación,... la he
encontrado finalmente: en la Iglesia, en su corazón de Madre, para consolar a Jesús que acoge
a todos los pecadores. No tengo más deseo que este: Ser uno con el Corazón de Madre, amar al
Buen Dios con el Corazón de Madre; con Ella, en Ella, en su Corazón, tener en sus Brazos a
Jesús, y con Jesús todo el Cuerpo Místico. No tengo más deseo que este, con el Corazón doloroso
e inmaculado de Madre, ser el refugio de los pobres pecadores...”
Mañana, en esta Fiesta de Nuestra Señora de las Victorias, refugio de los pecadores,
y de San Marcelo, la fiesta del padre tiene pues un doble título, acurruquémonos en
su corazón, nosotros pecadores, y todos los pobres pecadores y, en este refugio, unidos
a todo el Cuerpo Místico de Jesús, dejémonos amar por la Madre María, nuestro modelo de fe, como Ella quiere, como Ella cree que es mejor.
8
Las hermanas mayores saben tan bien como yo cuánto amaba el padre esta fiesta del
16 de Enero. Me viene a la mente un recuerdo, cuando en Banneux, no le habíamos
dado suficiente importancia a la fiesta y, de repente, sonó el timbre de la entrada: era
M. Frantz que pasaba por allí, y traía el coche lleno de flores... ¡Para la Santa Virgen!
¡Oh, qué alegría para el padre! Me acuerdo todavía de ello...
Pidamos pues, la gracia, el don, el presente, el regalo de la fe verdadera que adhiere
a la voluntad divina y no una fe irrealista que emana de un sueño humano.
He aquí mi pequeña reflexión, que navega en mitad de mis frágiles humores.
Esa mañana habíamos celebrado la misa en casa y el cura nos hizo notar que, caminando con San Lucas, podíamos escuchar a menudo la expresión “hoy en día”, que
nos transportaba a la realidad del tiempo presente. Pues bien, hay una lección más
que he recibido y que querría compartir con vosotras: después del anuncio de la enfermedad, he querido siempre saber “todo”, porque quería poder organizarme, que
no me pillara desprevenida, permanecer lúcida
ante la cruda verdad. He sido “golosa” de informaciones... pero en la tarde del 4 de Enero,
cuando cayó la cuchilla, cuando los espejismos de
las esperanzas humanas desaparecieron, me sentí
invadida, saturada de informaciones. Una vez pasada la primera reacción natural, recibí la enorme
gracia de comprender la inutilidad de mi curiosidad: “¿De qué sirve imaginar el futuro cuando
no tendremos la posibilidad de vivirlo?”... Evidentemente, pago el haber sido tan curiosa, ahora
me toca remar sin cesar, esta será mi purificación...
Hoy es también el aniversario de la primera aparición de la Virgen de los Pobres. Ella le hizo una
señal a Mariette y la condujo entre el frío y la renuncia para que sumergiera las manos en el agua
helada. A mí también me hace señas, en la noche
fría de la enfermedad, para que camine en medio
del frío y la renuncia, para que me sumerja completamente en el Incendio del Amor Misericordioso, donde os llevo conmigo, con la mirada fija
en la Madre, como Mariette, que caminaba mirándola...
La Virgen de los Pobres - apariciones
en Banneux (Bélgica 1933)
Magali, Enero 2013
9
Añadamos Vida a nuestros días
¡
Lourdes!
(...) Viaje físicamente difícil, y también particularmente agotador... pero que nos ha
hecho tán felices, felices por estar junto a la Madre durante tres días. Yo, en una silla
de ruedas empujada (excepto en las subidas, os lo aseguro) por Cécilia. Pudimos hacer
tranquilamente todo lo que quisimos. Nos habíamos preparado para la partida meditando acerca del testimonio de la última persona a la que se le había reconocido el milagro. Un testimonio emocionante que os recomendamos que escuchéis. Como ella,
nosotras queríamos entrar en un camino de pureza, despojándonos de lo superfluo, ir a
pedir a la santa Virgen aquello que sólo ella es capaz de dar: Jesús, sólo Jesús. ¡Y darle
las gracias por todo lo que ya habíamos recibido y, en virtud de esto, convertirnos!
(...) Había hecho algunas lecturas muy interesantes, particularmente algunas historias,
que para mí son más fáciles, a causa de mi actuales problemas de concentración. Para
empezar, los dos libros de Anne Dauphine Julliand, “Dos pasos sobre la arena mojada”,
llenos de amor a la vida y de amor hacia todo. Me quedo con esta frase de la autora:
“hay que añadir vida a nuestros días, cuando ya no podemos añadir días a nuestra vida”.
¡Muy bien dicho! Pongamos más vida en nuestras jornadas, llenémoslas de amor auténtico y sincero a través de todas las pequeñas cosas de lo cotidiano ¡Seremos tan felices! La segunda historia que me ha apasionado es de Ali Aqca, en su libro “Tenía
que matar al Papa”. Su testimonio me desconcertó, y comprendí a través de él cómo
el Buen Dios tiene un
diseño de Misericordia
infinita para cada uno de
nosotros.
La explanada del Santuario de Lourdes
10
Leer es importante para
mí. N o solamente este
ejercicio desarrolla y
pone a trabajar mi pensamiento, sino que me
ayuda también a no perder demasiado rápidamente mi vocabulario.
¡Si supierais lo que yo
busco mis palabras!
Trato de agarrarme a
ellas, y debo correr tras
ellas continuamente. ¡Por lo que parece, no se debe forzosamente a la enfermedad,
sino al envejecimiento de la persona! Así que hago grupo con todas mis hermanas
mayores y juntas ofrecemos esta prueba, este decaimiento de la persona... Sin embargo,
me parece que cuanto más aceptamos este empobrecimiento involuntario del lenguaje
humano, más nace de estas ruinas una comprensión divina. ¡Es duro perder las propias
facultades!
(...) Hacia el final del verano, pregunté al oncólogo qué noticias había. Normalmente
me respondía “No lo sé”, pero esta vez me dijo “¡Se acabó! Nos limitaremos a tenerla controlada, eso es todo...”. Por la noche, estas palabras me volvían a la memoria y habitaban
mi imaginación y confieso que me daban mucho miedo. Sudaba en mi cama: ver venir
el final, sentirse tan cerca de la meta, estremece todo el ser e invade incluso el corazón
de la esposa. Entonces pensé y medité acerca del pasaje del Evangelio cuando Jesús
camina sobre las aguas del lago y Pedro grita “¡Señor, si eres tú, mándame ir hacia ti
sobre las aguas”. Veo esa roca que era Pedro, ese hombre lleno de generosidad, que no
dudaba en saltar de la barca para ir hacia Jesús y que, de repente, al no sentir nada
bajo sus pies, se hunde por el miedo. ¡Esto es lo que sentí, cómo mi propia fe podía
bambolearse, cuánta necesidad tenía de purificarse del miedo! ¡Mi fe de esposa, que
está todavía lejos de ser conforme al Corazón del Esposo!
(...) Por este camino, a veces tan difícil, encuentro algunos pequeños placeres inesperados, por ejemplo, ¡que me crezca de nuevo el cabello! A parte de la preocupación
que tenía por asustar a los que me rodeaban... no me había traumatizado la caída del
cabello, por no hablar de pestañas y cejas. ¡Pero si pudierais experimentar mi alegría
al verlo crecer, suave y rizado! Os sentiríais ciertamente escandalizados al descubrirme
tan vanidosa, a mi edad.
Y sin embargo, fue así,
hasta el día en que tuve
que volver, después de
un año y medio, a la peluquería. Y me encontré
otra vez, tristemente,
con el cabello ralo y
duro.
(...) Una nueva etapa se
presenta ante mí.
A pesar de un aspecto
resplandeciente bastante
engañoso, el “recipiente” se degrada... Los
resultados de los análisis
… hasta Bartrès
11
y los exámenes han dictado su veredicto sin apelo acerca de la progresión: la infección
de los ganglios situados en zonas delicadas aparece neta. Sin tener pruebas de ello,
siento el avance implacable del mal: la fatiga se hace más pesada día tras día, el tiempo
de recuperación es cada vez más largo, después de un esfuerzo. (...) No me siento bien,
en verdad, me vacío y no puedo dormir.
(...) La realidad se hace precisa y ya la conocéis, pero mi fe no se ha debilitado... Y
esto lo debo a todos vosotros, que me concedéis la gracia de acompañarme por este
maravilloso camino del Amor...
Magali, Noviembre 2013
Magali con su hermano Enrique y su esposa Francine
12
“¡Ayer ya lo ofrecí, el mañana
todavía no ha llegado!”
D
espués del 6 de Diciembre, comencé un nuevo protocolo de quimio, el tercero. Este protocolo, que desde el principio se me había anunciado como
duro, fue para mí, instintivamente, como un salvavidas. El mal se había extendido, sabía de su avance, y el hecho de que se me propusieran nuevos cuidados en
parte me aliviaba, aunque fueran a ser terribles. ¡Tan terribles que, por primera vez
en toda mi vida, me mandaron que consultara a un cardiólogo si mi corazón habría
podido resistir el tratamiento! Pero con una buena constitución como la mía, fui declarada apta para recibir el veneno químico necesario para retardar y debilitar la evolución de la enfermedad. Es así como la vida misionera nos forma, nos hace más
sólidos, nos permite afrontar las peripecias de la vida. ¡Cuántas veces hemos podido
ver esta buena constitución en los misioneros que partían para anunciar la Buena
Nueva a cada rincón del mundo, firmes sobre sus piernas, a pesar de las condiciones
de vida y el clima inhumanos, pero la gracia hace fuertes a aquellos que la viven en
la obediencia!
(...) ¡La vida misionera tiene algunas facetas inimaginables! Y, sin embargo, todos los
testimonios de la Fe nos muestran que ellos han pasado por los senderos de aquellos
cuya vida entera proclama la Verdad del Amor. ¡Por tanto, lo sabemos! Pero... es nuestro corazón el que es
lento para creer, nos dice
Jesús en el Evangelio.
¡Yo he querido ilustrar
mi mensaje con esta
bella imagen!
Mirad cómo la luz ilumina las sábanas, tiradas
en un montón. Todas las
partes bañadas por la luz
salen de la penumbra, se
hacen luz ellas mismas,
¡Luz que a su vez resplandece! Esta luz, que
viene a devolver la Vida
a la oscuridad, está ani-
en la noche de Pascua, una luz brilló
13
mada por la paloma, símbolo del Espíritu de Amor. Es, por tanto, el Amor, que devuelve la Vida a nuestros actos más humildes, los más humanos. La Pascua ha versado
sobre nosotros esta luz y nos da la claridad de sus rayos de Amor.
(...) No por conocer de memoria las Escrituras somos más fieles a la práctica de la
meditación. No, la fe es, en fin, desde su punto de partida, un encuentro, una experiencia relacional, una aventura personal con alguien, una aventura que debe nutrirse
de la Palabra y del Pan. Pero, como los discípulos de Emaús nos enseñan, antes está
todo un pasaje necesario. Para creer, primero se tiene que producir el encuentro. A menudo me pregunto: “Yo, Magali, ¿He hecho realmente este encuentro, o me he quedado en lo artificial?”. Sólo mis reacciones en los momentos de prueba me dan la
efectiva medida de este encuentro y el grado de amistad real que mantengo con Jesús.
“¡No sé lo que estáis viviendo en vuestro corazón, pero este tiempo Pascual es un tiempo radiante,
tal vez porque, como misioneros, pasamos por diversas regiones del mundo, del invierno a la primavera, de la oscuridad a la luz, del frío al dulce calor, donde las flores crecen en los jardines
y los nacimientos alegran las casas! Ciertamente hay un poco de todo esto, pero sobre todo, en
nuestra liturgia, es un tiempo radiante de encuentros sencillos y llenos de afecto.
(...) ¿Lo habéis notado? No es en el Templo, o mientras oran cuando Jesús encuentra a sus
amigos durante el tiempo Pascual, sino cuando caminan, cuando están juntos discutiendo,
cuando comen, o cuando realizan su trabajo de pescadores. A menudo, tenemos tendencia a pensar
que para encontrar a Jesús nos hace falta ir a la capilla, ante el Santísimo Sacramento, ponernos
a orar. Pues bien, Jesús nos enseña que está a nuestro lado a lo largo de toda la jornada, en
una sonrisa, en una palabra amable, un favor hecho, un dolor compartido, una invitación al
sacrificio, un trabajo bien hecho, una renuncia, una búsqueda de comprensión del otro... ¡pero
es nuestro corazón el que es lento para creer! Sin embargo, Él nos dice <<Yo estoy con vosotros,
os acompaño, he entrado en vuestra vida>>”. (P. Roussel)
Estas palabras, sobre las que medito, me dan un gran conforto. En los momentos de
gran fatiga, física y moral, he sentido la destrucción. ¡Sabéis, hay momentos en los
que cada uno lleva su cruz, y camina con dificultad, por supuesto, porque esta es pesada! ¡Pero seguimos avanzando! Y luego, hay momentos en los que caemos, en los
que nos quedamos en el suelo, bajo el peso de la cruz, y no podemos caminar. (...)
Hay, evidentemente, la prueba física del agotamiento, pero también las pruebas morales, los miedos, las dudas (...) todo lo que compone nuestra fragilidad humana. Pues
bien, creedme, Jesús nos acompaña en todos esos bajos fondos de la vida.
En Febrero, decepcionada por los resultados del escaner, que, a pesar de la fuerza del
tratamiento, no revelaban alguna regresión, aunque tampoco evolución, me planteé
la siguiente pregunta: ¿Cuál es la voluntad de Dios respecto al camino que me ha tocado vivir? ¿No será esta que deje los tratamientos y viva quizá menos tiempo, pero
mejor? Y muchas otras cuestiones. ¡El demonio es fuerte cuando se trata de añadir
14
dificultades a las dificultades, y debilitarnos todavía más! Afortunadamente, desaloja
rápido cuando le hablamos de nuestras dudas a nuestras hermanas o a nuestros responsables. Es una de mis armas privilegiadas. Así, mis hermanas me devuelven amablemente a la recta vía, de la fe y el amor, del razonamiento amoroso. Un día Agnès
me dijo: “Esta noche pensaba en ti, en todas tus preguntas: es terrible que tú debas
sufrir física y moralmente... ¡Pero si Jesús quiere conservarte en la cruz, es para continuar su obra de redención! Te interrogas acerca de lo que haces por la Familia Misionera cuando pasas tres cuartos de tu tiempo en la cama... pero si es esta la cima de
lo que podemos ofrecer a nuestro Bienamado, sobre la cruz no hay más que una herida... la Cumbre de nuestra Ofrenda... todo pasa por la destrucción del YO para que
ÉL brille”.
“Está de vacaciones hasta Julio”
(...) Me costaba creer que fuera referido a mí. ¡Pero era verdad! ¡Estoy de vacaciones
del tratamiento! Os aseguro que sienta bien, después de más o menos dos años, sin
interrupción... No me hago ilusiones, lo sé que todo volverá a empezar, más fuerte.
Mis últimos exámenes indicaban ya una subida de los valores... pero, sinceramente,
ahora saboreo este tiempo que se me ha regalado hoy, esta gracia, que no quisiera derrochar: el ayer ya lo
ofrecí, el mañana, aún
no ha llegado. Con el
diapasón de la naturaleza, vivo plenamente
esta primavera, en la
que todo renace en
mí...
Magali, Mayo 2014
a través de los campos y prados ...
15
Como otras tantas joyas...
¡
Hoy es un un gran día, pues hace 44 años que Jesús nos desposó para toda la eternidad! Si bien no sabíamos exactamente lo que supondría dicho camino, aparte,
por supuesto, de que sería un camino de Amor, Él sí lo sabía y nos comprometía
a seguirlo. Él conocía ya las debilidades que marcarían nuestra ruta, nuestras faltas,
nuestras fragilidades, pero también nuestra buena voluntad. Nosotras habíamos dicho
SÍ, en un impulso de amor, en la medida de nuestro corazón humano. Pero Él había
dicho SÍ, en la medida sin medida de su Corazón Divino Misericordioso.
Esta mañana, yo estoy sola con Él, y también con vosotras, en mi pequeña celda 4103
del hospital Minjoz de Besançon. Mi vecina de habitación se marchó ayer al mediodía,
y después mis hermanas TM vinieron a visitarme, y estuvimos charlando. En realidad,
digo esto, pero yo tuve que estar en silencio, debido a la ablación que acababan de
hacerme de la tiroides y de los nódulos que la acompañaban. Silencio, Magali obligada
al silencio. ¿Os dais cuenta? Así que me quedé aparte, para... ¡hablar, por supuesto,
con Él y ahora con vosotras! ¡Veis, los modernos medios de comunicación nos permiten ahora hablar, incluso cuando la medicina nos obliga a callar!
Así que esta mañana canto con vosotras.
Mis hermanas me han proporcionado una
televisión, de modo que desde mi cama
del hospital, pueda seguir la celebración
de la Misa:
Salmo 137, 1-2ª, 2bc-3, 6ª-8
R/ A ti, Dios fiel, continúa tu obra de amor.
Yo te doy gracias, oh Yavé, con todo el corazón
Porque escuchaste las palabras de mi boca.
En presencia de los ángeles te canto,
hacia tu santo templo me prosterno.
Tu nombre celebro por tu bondad y fidelidad,
porque has hecho grande sobre todas las
cosas tu nombre y tu promesa.
El día en que grité, Tú me escuchaste,
en mi alma aumentaste el valor.
16
Tan sublime, Yavé mira al humilde,
mas conoce al soberbio desde lejos.
¡Oh, Yavé, eterna es tu bondad,
no abandones la obra de tus manos!
Diciendo esta última frase, le pido inmediatamente que continúe su obra, a pesar de
todo, a pesar de todas nuestras miserias, nuestras infidelidades, nuestras malas rachas,
nuestras malas miradas, nuestros olvidos. Sí, pidámosle que nos conceda esta gracia,
que no se pare la obra de Sus Manos, de Su Corazón, de Su Mirada de amor sobre nosotros, pues la aventura es tan bella, tan profunda...
Mientras os estoy escribiendo, una enferma grita, chilla de dolor, de rabia. Pienso que
desea el final de una vida de sufrimiento, mientras que yo... querría continuar este
camino de Amor... ¡Misterio de nuestra vocación! Ofrezco sus gritos, sus súplicas de
ser liberada ¿Qué otra cosa podría hacer? Siente dolores, muchos, ciertamente más
en el alma que en el cuerpo.
Axelle acaba de pasar, ella es, de hecho... la última del servicio. Aquella a la que todo
el mundo le dice: “Axelle, haz esto, Axelle, haz lo otro, Axelle, baja al laboratorio...” Esta
mañana Axelle ha pasado por nuestra habitación (nuestra, porque vosotras estáis conmigo). Se ha detenido un instante y me ha contado su vida de sufrimientos y alegrías
con los enfermos, pero tambien sus penas y preocupaciones, por haber dejado a su
hijo en casa. Cada mañana, antes de ir a trabajar, lo llena de besos con su pintalabios
rojo –un rojo muy vivo- y, al despertar, cuando su pequeño se mira al espejo, puede
ver todo el amor de su madre por él. Ofrezco también esta vida, esta angustia de
madre al Esposo. Pero Axelle, la sencilla, no tiene miedo de hablar de Dios a los enfermos, de confortarlos, de ayudarlos. Qué bella y sencilla nuestra vida de esposa,
siempre ocupándonos de las almas, ofreciéndolas a nuestro Bienamado como otras
tantas joyas de Su Corazón. No ignoro ya la cantidad de pruebas y sufrimientos que
padecen los médicos y todo el personal que tan bien se ocupa de mí. También a ellos
los ofrezco al Esposo en esta mañana de aniversario.
He aprovechado al máximo estos cuatro meses sin tratamiento. No he perdido ni uno
solo de los minutos que me han sido regalados –ni un derroche. He podido hacer pequeños favores aquí y allá, lo que me ha hecho un gran bien. Pronto volveré a empezar
la quimio, un nuevo protocolo cada semana durante, al menos, seis meses.
(...) El capellán pasó justo durante la Misa, así que pude recibir a Jesús. ¡Qué paz,
qué alegría! Permanezco unida a Él, en la Santa Virgen que nos lo dona sin cesar...
Magali, Agosto 2014
17
Una pequeña sierva del Señor
L
unes, 23 de Noviembre, muchísima gente ha llegado hasta Les Fins. Cuanta
emoción en las caras de unos y otros. Para muchos es sorprendente. Han venido
otras veces, de hecho, para una vigilia fúnebre, o por lo menos vienen en general
con cara de tristeza y palabras de pésame. Pero hoy, no es igual que siempre. Hoy se
siente más bien una atmósfera de emoción, de alegría, de belleza, que expulsa la tristeza y hace sentir que hemos venido a festejar un evento grande y hermoso. Las flores,
lirios blancos, rosas rojas... Todo es hermoso en el lugar donde reposa Magali, revestida
con su blanco hábito de esposa y su Escapulario. Es bellísima, parece una jovencita.
Tiene entre sus dedos helados su rosario y su cruz. Sí, cuántos símbolos hacen referencia a la fiesta, y convergen para expresar esta realidad de nuestra fe, la felicidad de
Misionera hasta las islas más remotas
18
una esposa de Jesús que entra en la VIDA.
Magali reposa en la habitación que representa, para todos nosotros, una página de
nuestra historia, la habitación de los padres. Es allí donde, en efecto, los padres del
Padre Roussel expiraron su último suspiro. Si la casa de Les Fins es un lugar clave
para nuestra vocación de TM, esta habitación lo es más especialmente, pues es en ella
donde el 2 de Junio de 1934, el joven Marcel, de 24 años, acogía el último suspiro
de su padre, precedido por una última mirada a aquella imagen, fijada al muro delante
de él, la Virgen María vestida de blanco, con un velo también blanco y un cinturón
azul. Más tarde, recordando esta última mirada, el Padre comprendería que las TM,
el día de sus esponsales, habrían de vestir este mismo hábito de la Virgen de Lourdes;
un vestido coral, usado para orar, expresión de su vida de TM de la Inmaculada. “La
historia de las TM es una historia de Familia, y esta empezó... en esa última mirada de mi
padre, posada sobre la imagen de Nuestra Señora de Lourdes...” (Padre M. Roussel)
¿Una vida de TM? ¡Es para los otros!
(...) Durante una tarde de oración, estuvimos evocando algunos aspectos particulares de la vida de
Magali. En Noumea, por ejemplo, cuando ella
trabajaba en el Chateau Royal, era conocida por
su alegría. Cuando estaba ausente, la gente preguntaba dónde estaba la joven misionera que era
siempre tan alegre y sonreía tanto. Subrayamos
también su amor por la Santa Virgen; cuando trabajaba en la caja del Hotel, ponía siempre algunos alfileres encima de la mesa, lo que la ayudaba
a contar los Ave María que iba diciendo a lo largo
de sus horas de servicio. Igualmente, el dinamismo de su fe y el ardor en su misión. Y también, ya durante la enfermedad, en el
sufrimiento, cómo había conocido el agotamiento, que era su cruz, la cual llevaba junto con
Jesús, en la noche profunda. Y a menudo, como
Jesús en su crucifixión, tenía sed. Así como su
constante estudio de los escritos del fundador, en
cuyas intuiciones profundizaba.
(...) Las conversaciones surgen espontáneas, y
muestran hasta qué punto la vida de una TM
puede ser fecunda para la comunicación de la luz
divina. “Magali ha sido para mí, para mi vida, muy
Durante la misa del entierro
19
importante; gracias a ella he podido superar algunos momentos difíciles... por lo que le estoy
infinitamente agradecida”; “¡Ella me ha aportado tanto!”; “Nos ha ayudado a todos”. Algunos lloran, un poco como se llora una madre amada. Estos testimonios nos afectan
profundamente, y son muy numerosos. Nos sentimos felices, felices de pensar cómo
irradia la gracia que ha iluminado la vida de Magali. ¿Una vida de TM? ¡Es para los
otros! El Amor de Jesús se encarna a través de los hombres, se manifiesta a través de
los cristianos, los misioneros. Se hace visible en este manar de confidencias emocionantes y agradecidas.
Una vida llena de amor
La Misa de sepultura tiene lugar en la Iglesia de Les Fins, donde el Padre Roussel, de
niño, asistía a la misa con sus padres, donde recibió los sacramentos en su juventud
y donde celebró su primera misa, el 23 de Diciembre de 1934, y después muchas
otras, cuando fue nombrado cura de la diócesis.
La Iglesia está ya llena. “Una multitud de todas las razas, lenguas y naciones”, de personas de todas las edades, jóvenes, adultos, personas ancianas, pero predomina la juventud. Los sacerdotes son también numerosos: el Padre Gianfranco T. O. Carm., el
Vicario Apostólico en representación del Obispo de Besançon, el cura de Les Fins,
sacerdotes de Domremy, de Toulon; los diáconos, especialmente Gilles R., gran amigo
de Magali desde su juventud. Al inicio de la celebración, Agnès presenta la vida de
Magali. Las primicias de su vocación de TM, su atracción hacia los más pobres, a
Una vida plena
20
quienes quería llevar el amor de Jesús; su entrada en la Familia; las etapas de su vida
al servicio de la Misión y, después, al servicio de la Familia. Una vida llena, no sólo
de trabajo y de misión, sino sobre todo, llena de amor, de fe y de esperanza. Algunos
símbolos son depositados sobre el ataud: una vela, la cruz, el escapulario. La Homilía
corre a cargo del diácono Gilles, de Toulon. ¡Cuántas bellas evocaciones de la vida de
nuestra hermana!
Desde aquellos días en que rezaba el rosario por las calles de la Villa Baja de Toulon,
para orar por las prostitutas, pasando por los grandes momentos misioneros como la
apertura del Eau Vive de Toulon, donde trabajaron juntos al servicio de los pobres,
Gilles mostró cómo la vida de Magali era toda ella servicio, un auténtico escapulario,
expresión del manto de Nuestra Señora del Monte Carmelo que cubre a sus hijos,
pero siempre un manto de servicio: ¡La sierva del Señor! Es así como su vida ha podido
estar al servicio de los más pequeños, que tanto amaba, de las mujeres públicas, servicio en todos los lugares en los que obraba. Incluso estando en el Economato General,
Magali era, ante todo, una pequeña sierva del Señor.
Gracias, Magali, por tu SÍ al Amor.
Tú nos has enseñado que la santidad no está en la perfección exterior, sino en el amor...
que nuestra vida es un caminar, donde el amor nos purifica día tras día, es un combate
para hacer que reine el Espíritu de Jesús.
Sí, la santidad no es no tener defectos, sino el amar, el dejarse arrastrar por el Amor
Misericordioso que borra en nosotros los restos del pecado, que enjuga las lágrimas
de nuestros ojos, que nos reviste con su propia santidad.
La santidad es el Amor que nos hace renacer, que nos vuelve como niños pequeños
que el Buen Dios y la Santa Virgen pueden sentar en su regazo, acariciarlos y decirles:
“Tú eres mi pequeño”. Y el pequeño responderá: “Papá, Mamá”. ¿No será entonces,
cuando nos hayamos vuelto como ese niño pequeño, ese bebé, ese lactante, cuando
Dios nos venga a buscar? Jesús dijo, en efecto, que “Sólo los niños pueden entrar en
el Reino de los Cielos”.
Renée Prieur, TM de la Inmaculada
21
Magali, Testigo de la Misericordia
E
n realidad, no creo que sea posible confiar eficazmente al valor de las palabras la
profundidad de los sentimientos y de las emociones que emanan de nuestros corazones cuando pensamos en una de las personas que, para nuestra Familia, ha encarnado el delicado reflejo de la Misericordia del Padre; esa Misericordia que, como afirma
el Papa Francisco, no es una palabra abstracta, sino un Rostro que debemos reconocer,
contemplar y servir: ¡El Rostro de Jesús, el Rostro de la Misericordia del Padre!
¡Y el rostro de Magali ha sido, para nosotros, un reflejo particularmente intenso del
mismo!
Cuando supe de su regreso a la Casa del Padre, me vinieron espontáneamente a la memoria los versos del Salmo 115: “¡Preciosa a los ojos del Señor es la muerte de sus fieles!”.
Estas palabras, cargadas de realismo y transparentes de luz, expresan cómo tomamos
conciencia de ser criaturas pobres y frágiles, que se tronchan como la flor en el campo
sacudida por el viento, ¡pero que creemos firmemente en la bondad del Señor para con
Los Niños Misioneros Marco y Micaela visitan a G. en el hospital (1987)
22
los que lo temen, y en su misericordiosa intervención, que nos salvará de nuestro ser “polvo”!
Y fue así también para nuestra Magali. Hace varias
decenas de años, Magali leyó en los ojos de mis hijos
–Micaela y Marco-, de 4 y 7 años por entonces, esa
especie de extravío existencial debido al desfase
entre aquello que aprendían en el colegio durante la
hora de religión y nuestro “modus vivendi” habitual; y se volcó misericordiosamente hacia mi familia. Gracias a su perspicacia, Magali nos llevó de su
mano de maestra a emprender ese camino de conversión hacia el que mi esposa y yo nos mostrábamos
reticentes. Con paciencia, dulzura y firmeza –cualidades que formaban su rica personalidad-, Magali
contribuyó a que encontráramos definitivamente la
alegría de vivir en la comunión de la Iglesia y, paralelamente, el justo equilibrio entre el desarrollo armonioso de la vida y la educación religiosa y
espiritual de nuestros hijos.
En su vida, hecha de oración, de Ofrenda, de apostolado infatigable y fructuoso, Dios estaba siempre
en primer lugar. No olvidaré jamás la luz que iluminaba literalmente su mirada cuando podía dar
testimonio de lo que había recibido de su querido
Fundador, el Padre Marcel Roussel, durante su formación, o en sus primeras “salidas” como misionera
en los barrios de las afueras y la “periferia existencial”.
En 1968, después de los años de
formación, Magali descubrió que
su campo de apostolado se había
ensanchado, que se había hecho
inmenso, y que el Maestro podía
llamarla al otro extremo del
mundo, hasta Oceanía.
Llegó la hora de dejar, no sólo a
mamá y el viñedo en la costa,
sino también Francia e incluso
Europa.
El Boeing emitía ya un ruido ensordecedor. Estaba a punto de
volar hacia Nouméa.
En la multitud de los pasajeros,
Magali desaparecía, con su bolsa
de Air-France en la mano. Quedaban por recorrer veintidós mil
kilómetros.
Era su primer vuelo. Un buen
bautismo de aire. Partía sola en
medio de tantos desconocidos. En
Nouméa la esperaban sus hermanas Trabajadoras Misioneras.
En el acceso del aeropuerto, Magali agitaba la mano y con su hermosa sonrisa me decía: «Tened
confianza, me voy a dragar ».
(P. M. Roussel, extracto,
Magali era un alma apasionada y devota, cuyo coraDLSM n° 142,
zón estaba lleno de esa misericordia divina que se
marzo-abril 1969).
alimentaba continuamente del “gran amor”, visceral
y profundo, hacia la Santa Virgen, en particular, la
Virgen de los Pobres. Todavía conservamos, con amor y agradecimiento, la pequeña estatua de Nuestra Señora de Banneux que ella nos regaló cuando, con mi esposa y mis
hijos, fuimos revestidos del escapulario de la Virgen del Carmelo.
¡Magali, gracias desde lo más profundo de mi corazón por todo lo que has hecho y, sobre
todo, por lo que sigues y seguirás haciendo desde el Cielo por todos nosotros, por tu
(nuestra) Familia Donum Dei, por todas tus hermanas TM de la Inmaculada en los
cinco continentes, y por todas las personas que has tenido la ocasión de encontrar durante
tu peregrinación en esta tierra!
23
Por nuestra parte, te aseguramos el recuerdo constante y agradecido en nuestro corazón,
en nuestra alma y en las pobres oraciones que dirigimos al Señor para ti y contigo, para
que podamos, nosotros también, según tu ejemplo, repetir, con el salmista: “¡Preciosa
a los ojos del Señor es la muerte de sus fieles!”.
Antonio P., diácono permanente de la diócesis de Roma
24
Nos amó hasta el extremo
«Habiendo amado a los suyos que estaban en el mundo,
los amó hasta el extremo» (Jn 13, 1).
Jesús nos amó.
Jesús nos ama. Sin límites, siempre, hasta el extremo.
El amor de Jesús por nosotros no tiene límites:
cada vez más, cada vez más.
No se cansa de amar. A ninguno.
Nos ama a todos nosotros, hasta el punto de dar la vida por nosotros.
Sí, dar la vida por nosotros;
sí, dar la vida por todos nosotros,
dar la vida por cada uno de nosotros.
Y cada uno puede decir: «Dio la vida por mí».
Por cada uno.
Ha dado la vida por ti, por ti, por ti, por mí, por él…
por cada uno, con nombre y apellido.
Su amor es así: personal.
El amor de Jesús nunca defrauda,
porque Él no se cansa de amar,
como no se cansa de perdonar,
no se cansa de abrazarnos.
Esta es la primera cosa que quería deciros:
Jesús nos amó, a cada uno de nosotros, hasta el extremo.
Papa Francisco, Jueves Santo 2
de abril de 2015
© Copyright
Libreria Editrice Vaticana
El buen Samaritano
25
Suscripciones
La suscripciones empiezan al primero de Enero y pueden efectuarse en una “Eau Vive”
o acerca de una Trabajadora Misionera.
CCP PARIS 16853 59 T
«Dans le Sillon Missionnaire»
9, Avenue des Généraux Marchand
52170 Bayard sur Marne - France
Ordinario 15 €
Francia
Sostenimiento 25 €
CCP 3992200
Agnès Brethomé
Via dell’Esquilino, 38
00185 Roma - Italia
Bienhechor 50 €
Italia y otros paieses de la zona Euro
Ordinario 15 € Sostenimiento 25 € Bienhechor 50 €
Burkina Faso y otros paieses de la zona CFA
Ordinario 5000 CFA Sostenimiento 7000 CFA Bienhechor 10.000 CFA
Nueva Caledonia e Polinesia Francesa
Ordinario1500 CFP Sostenimiento 3000 CFP Bienhechor 6000 CFP
America y otros paieses (+ 6 US.$ supplemento via aerea
Ordinario 20 US.$ Sostenimiento 30 US.$ Bienhechor 60 US.$
✁
RENUEVE SU SUBSCRIPCIÓN
Invitamos a renovar su Subscripción para el año 2016.
Fotocopie el siguiente modulo para notificar a nuestra redacción eventuales errores o modificaciones que haya encontrado en las encomiendas. Muchas gracias.
Nombre
Apellido
Domicilio
Código postal
País
26
Ciudad
LAS TRABAJADORAS MISIONERAS
DE LA INMACULADA
« Entre Dios y la humanidad, restablecer y continuar el diálogo,
He aquí el apostolado misionero. »
Padre Marcel Roussel
En 1947, el Padre Roussel escribe :
« Las multitudes alejadas de Dios me atraen. Quisiera evangelizarlas por medio de jóvenes totalmente entregadas a Dios… »
El 11 de febrero de 1950, el Padre Roussel otorga a sus primeras hijas espirituales el
nombre de Trabajadoras Misioneras de la Inmaculada.
Las Trabajadoras Misioneras :
• Son vírgenes laicas, carmelitas en el mundo.
• Ellas viven un espíritu de familia, entre hermanas de diferentes razas.
• Ellas, en obediencia y pobreza, están disponibles a ser enviadas a cualquier país.
• Ellas, por Cristo, enraízan su vida de amor, dentro y a través del trabajo cotidiano,
llevando en pleno mundo, la luz de Cristo, a la gente poco, o no evangelizada.
Siguiendo el espíritu de Santa Teresita del Niño Jesús, del carmelo y de San Fransisco
de Sales, al ejemplo de Santa Juana de Arco y de las primeras vírgenes cristianas, las
Trabajadoras Misioneras se entregan a Jesús come novias a travéò de una profesión
temporal. Luego, se entregan para sempre, en un matrimonio espiritual como esposas
de Jesús. Y se ofrecen al Amor Misericordioso de Dios, realizzando así su profesión
de Terciarias carmelitas.
Destando santificar el mundo del trabajo y las familias, una Trabajadora misionera
ejerce diversas profesiones. Algunas trabajan en restaurantes llamados “L’Eau Vive”
(Agua Viva), otras en centros de hospedaje, en jardines de infanzia, en casas para estudiantes. Trabajan también come institutrices en los colegios, o profesoras de religión
en las escuelas superiores. Otras se dedican a la animación espiritual en diferentes
santuarios diocesanos. Una Trabajadora Misionera entra también en distintas profesiones según las necesidades.
Las Trabajadoras Misioneras, brindan también una atención particolar a los más pobres
y a los más abandonados spiritualmente. A todos aquellos que ellas encuentren, quieren:
• Dar testimonio de Cristo, enseñando su calabra, preparándolos a recibir los
sacramentos.
• Afirmar la primacía de Dios frente al materialismo actual.
• Irradiar el amor universal de Cristo que une, en una sola famiglia, hombres y
mujeres, de diferentes razas y condiciones sociales.
Actualmente, la Familia Misionera Donum Dei cuenta con treinta comunidades, en
los cinco continentes.
EUROPE
ITALIE
Consiglio Direttivo Internazionale Famiglia Missionaria
Donum Dei
38 Via dell’Esquilino - 00185 Roma RM
Tel: 0039 06.4825447 - Fax: 0039 06.485513
PORTUGAL
Trabalhadoras Missionarias
Mosteiro deTibães
4700-565 Mire de Tibães - Braga
Tel: 351 253 282 420 - Fax: 351 253 282 422
AMERIQUE
Eau Vive
85 Via Monterone - 00186 Roma RM
Tel: 0039 06.68801095 - Fax: 0039 06.68802571
ARGENTINE
L’Eau Vive de Argentina
Constitución 2112 - 6700 Luján Bs As
Tel: 0054 (2323) 4421774 - Fax: 0054 (2323) 432010
FRANCE
Travailleuses Missionnaires de l’Immaculée
33 Boulevard de Magenta - 75010 Paris
Tel: 00331.42066498 - Fax: 0033 1.42060688
PÉROU
L’Eau Vive del Perù
370 Jirón Ucayali - Apartado 3188 - Lima
Tel: 0051 14275612 - Fax: 0051 14271669
L’Eau Vive de Toulon
131 Av. de la République - 83000 Toulon
Tel: 00334.94928071 - Fax: 0033 4.94899073
BRÉSIL
T.M. Caixa Postai 50001
Posto 6 - 22072-970 Rio de Janeiro
Tel - fax: 0055.21.226.70.148
Travailleuses Missionnaires de l’Immaculée
9 Avenue des Généraux Pierre et Jean Marchand
52170 Bayard sur Marne
Tel: 0033 3-25555381
MEXIQUE
Trabajadoras Misioneras
Guadalupe - Victoria n. 451-A - 47600 Tepatitlan - Jalisco
Tel - fax: 0052.378 782 3971
L’Eau Vive de Notre-Dame de la Carde
Rue Fort du Sanctuaire - 13006 Marseille
Tel: 0033 4.91378662 - Fax: 0033 4.91372897
ASIE
Travailleuses Missionnaires de l’Immaculée
Foyer François Xavier
12 Rue du Lycée - 25000 Besançon
Tel: 0033.3.81811011 - Fax: 0033.3.81814590
PHILIPPINES
Eau Vive in Asia
1499 Paz Mendoza Guazon Avenue - Otis Paco 1007 Manila
Tel - fax: 00632.563 85 59
Travailleuses Missionnaires de l’Immaculée
Carmel du Bois Chenu - 88630 Domrémy-la-Pucelle
Tel: 0033.3.29069356 - Fax: 0033.3.29068449
Missionary Workers of Immaculate
P.O. Box. N. 146
ORMOC CITY 6541
PHILIPPINES
Travailleuses Missionnaires de l’Immaculée
Accueil du Pèlerin - 88630 Domrémy-la-Pucelle
Tel: 0033.3.29941438 - Fax: 0033.3.29940251
Travailleuses Missionnaires de l’Immaculée
Ermitage Ste Thérèse
23 Rue du Carmel - 14100 Lisieux
Tel: 0033.2.31485510 - Fax: 0033.2.31485527
Travailleuses Missionnaires de l’Immaculée
“Les Suchaux”
12 Rue des Fontaines - 25500 Les Fins
Tél-Fax: 0033.3.81670178
Travailleuses Missionnaires de l’Immaculée
Maison d’accueil «Le Home»
6, Rue du Louvre - 06500 Menton
Tel: 0033.4.93357551 - Fax: 0033.4.92103834
Travailleuses Missionnaires de l’Immaculée
Centre Spirituel «La Providence»
321 Rue des Ecoles - 01480 Ars sur Formans
Tel: 0033.4.74007165 - Fax: 0033.4.74081079
Travailleuses Missionnaires de l’Immaculée
Maison saint Pierre et saint Paul
5 route de la Forêt - 65100 Lourdes
Tel: 0033.5.62428158
INDE
Travailleuses Missionnaires de l’Immaculée
Om Shanti Malta
20 Lazar Koil Street
Dubrayapet - 605001 Pondicherry
Tel: 00914.13 222 4532
AFRIQUE
BURKINA FASO
L’Eau Vive Burkinabe
01 B.P. 117 - Place du Marche
Ouagadougou 01
Tel: 00226.253 063 03 - Fax: 00226.253 150 23
L’Eau Vive de Bobo
01 B.P. 650 - Bobo Dioulasso 01
Tel: 00226.209 720 86 - Fax: 00226.209 719 68
KENYA
Travailleuses Missionnaires de l’Immaculée Maison Roussel
P.O. Box 24215
Karen - 00502 Nairobi
Tel: 00254.020-883867
OCEANIE
Travailleuses Missionnaires de l’Immaculée
Studium «La Grâce-Dieu» - 25530 Chaux-les-Passavant
Tel: 0033.3.81604445
NOUVELLE CALÉDONIE
L’Eau Vive du Pacifique
112 Route du Port Despointes - 98800 Nouméa
Tel: 00687.28 61 23 - Fax: 00687.283920
RÉPUBLIQUE TCHÈQUE
L’Eau Vive de Brno
Petrov 2 - 60200 Brno
Tel - Fax: 00420543235164
WALLIS
Travailleuses Missionnaires de l’Immaculée
BP 88 Hahake - Finetomai - 98600 Iles Wallis
Tel - fax: 00681.722 754

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