Héctor Gallego pastor, profeta y mártir

Transcripción

Héctor Gallego pastor, profeta y mártir
1971 - 2011
HÉCTOR 40
GALLEGO
años
Héctor Gallego 40 años
Presentación
2 Pastoral Social Arquidiocesana
Héctor Gallego
pastor, profeta y mártir
H
éctor nació el 7 de enero de 1938 en Monte
Bello, en el departamento colombiano de
Antioquia. Sus padres eran Horacio
Gallego y Alejandrina de Gallego. Héctor era el mayor
de 11 hermanos.
incorpora al equipo de Evangelización de San
Francisco de la Montaña y ayuda en distrito de Santa
Fe. Es aquí donde hace sus primeras prácticas pastorales, requisito necesario antes de dar el paso hacia la
ordenación sacerdotal.
Un amigo de la familia da las primeras lecciones a
Héctor y sus hermanos. Al partir éste, el padre de
Héctor decide matricularle en la escuela rural de la
comunidad de Liberia, que quedaba muy distante. Se
hacía muy difícil la caminata todos los días debido a
las fuertes lluvias, por lo cual su padre quería retirarle
de la escuela y llevarle a la finca a trabajar. Pero Héctor
decide continuar sus estudios y así lo consigue. En
Jericó hace el bachillerato, luego en Santa Rosa los
años de filosofía y finalmente pasa al Seminario de
Medellín, donde realiza sus estudios de sacerdote.
Monseñor McGrath le ordenó presbítero el 15 de julio
de 1967 en Medellín. El 13 de agosto de este mismo
año se estableció definitivamente en Panamá y
celebró su primera misa en San Francisco de la
Montaña. Poco después fue nombrado primer
párroco de la Iglesia “San Pedro Apóstol” de Santa Fe.
A partir de allí desarrolla su tarea de evangelización y
promoción humana.
Allá aprende a conocer a Plinio Mojica, oriundo de
Veraguas. Al oír a su compañero de las necesidades de
los campesinos de Veraguas y de los planes pastorales
de la diócesis, se le despertó en Héctor el interés
misionero de incorporarse a estas labores. Héctor
llega a Panamá en 1966 en calidad de diácono, se
La década de los sesenta eran años de profundos
cambios en la Iglesia. El Concilio Vaticano II había
abierto las ventanas de la Iglesia al mundo.
Regresando a las fuentes de la primera Iglesia y del
Evangelio, había retomado su misión de ser sal y luz
para el mundo, fermento del Reino. La Iglesia era el
pueblo de Dios, y “El gozo y la esperanza, la angustia y
la tristeza de los hombres de nuestros días, sobre todo
de los pobres y toda clase de afligidos, son también
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Héctor Gallego 40 años
Para lograr esta evangelización como fuente de vida
para nuestros pueblos, algunas de las conclusiones
pastorales expresaron: Despertar en los cristianos
una viva conciencia de justicia, infundiendo un
sentido dinámico de responsabilidad y solidaridad.
Alentar y favorecer todos los esfuerzos del pueblo por
crear y desarrollar sus propias organizaciones, por la
reivindicación de sus derechos y por la búsqueda de
una verdadera justicia. Hacer de la parroquia un
conjunto pastoral vivificador y unificador de las
comunidades de base. Así la parroquia ha de descentralizar su pastoral en cuanto a sitios, funciones y
personas.
gozo y esperanza, tristeza y angustia de los discípulos
de Cristo, y no hay nada verdaderamente humano
que no tenga resonancia en su corazón.” (Gaudium et
Spes, #1).
La Iglesia de América Latina había hecho suyas estas
conclusiones del Concilio, concretando su aplicación
para el Continente que vivía una situación de profundos desequilibrios económicos y sociales. La II
Conferencia General del Episcopado
Latinoamericano, que se celebró en septiembre de
1968 en Medellín, Colombia, proclamó en su mensaje
final: “Como cristianos, creemos que esta etapa
histórica de América Latina está vinculada íntimamente a la Historia de la Salvación. A la luz de la fe
hemos realizado un esfuerzo por descubrir el plan de
Dios en los signos de nuestros tiempos.
Interpretamos que las aspiraciones y clamores de
América Latina son signos que revelan la orientación
del plan divino operante en el amor redentor de
Cristo que funda estas aspiraciones en la conciencia
de una solidaridad fraterna. Nuestros pueblos aspiran
a su liberación y a su crecimiento en humanidad a
través de la incorporación y participación de todos en
la misma gestión del proceso personalizador. Hemos
de purificarnos en el espíritu del Evangelio todos los
miembros e instituciones de la Iglesia. Debemos
terminar la separación entre la fe y la vida. Debemos
alentar una nueva evangelización para logar una fe
lúcida y comprometida...”
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Inspirado en el mensaje y las orientaciones pastorales
de Medellín, el padre Héctor se lanzó de lleno a su
tarea pastoral de acompañar las comunidades campesinas de Santa Fe. Efectivamente, la vida de Héctor
transcurre de comunidad en comunidad. Santa Fe es
su centro de operaciones y a Santiago sólo baja
cuando es verdaderamente necesario. Dedica su vida
por entero a los campesinos. Con algunos de los más
allegados a él, hace el programa del mes.
De enero a mayo de 1968 realizó una serie de visitas a
todas las comunidades rurales del distrito de Santa Fe,
terminando con un cursillo para los líderes de estas
comunidades. Uno de las primeras acciones de
Héctor fue efectivamente la formación de un equipo
de animadores o responsables de las diferentes
comunidades. Inicialmente eran unas treinta personas. Con ellos se reúne cada mes por día y medio. En
estas reuniones hacen análisis de la realidad y la
reflexionan a la luz del Evangelio, de esta manera se va
creando una conciencia crítica y actitudes de cambio.
Esta reunión coincide con una concentración cada
último domingo del mes para la misa parroquial
donde participan también los campesinos de las
diferentes comunidades.
De manera regular y planificada, Héctor visita
sistemáticamente las comunidades. La parroquia
tiene una mula que es el vehículo ideal para esas
laderas. Héctor sólo la usa cuando se siente enfermo,
pues dice que es muy lenta y él necesita caminar
deprisa. Jamás falta a una visita. En las comunidades
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Héctor se reúne con los campesinos en la casa comunal, construida por los propios campesinos del lugar.
La reunión comienza con la discusión de los problemas que afectan a la comunidad o a algunos de sus
miembros. Después se ilumina con la lectura comunitaria de la Biblia. Al final de la reunión celebra la misa
en la cual la comunidad se reúne en torno a la mesa
con el pan y el vino, y conjuntamente conmemoran lo
que Jesús hizo, fortaleciendo sus promesas para
luchar por una vida mejor.
Héctor capacita y aconseja a las comunidades para
ayudarles a resolver sus problemas. Nunca adopta
una posición paternalista, resolviendo los problemas
por la gente. No da soluciones. Cree en la capacidad
de la propia comunidad para afrontar sus problemas.
Sabe que faltará algún día, y ¿entonces?
Entre cada visita del sacerdote a las comunidades, la
misma comunidad se reúne los domingos para la
celebración donde reflexionan la Palabra de Dios
comunitariamente. Para 1971 contaba con 34 comunidades en la parroquia participando activamente en
las labores de evangelización.
Al final de cada mes, Héctor celebra en Santa Fe la
misa para las diferentes comunidades a la cual asisten
campesinos de todas partes. Muchas veces llegan a
mil personas reunidas en la mañana de este domingo.
En ese día los campesinos santafereños se unen en
una sola fuerza de voluntad y devoción. Al terminar la
misa, cada persona regresa a pie a su comunidad,
llevando en su corazón una luz de esperanza alentadora al ver que no se encuentra solo en la lucha por un
futuro mejor.
Una de las mayores dificultades para su trabajo era el
ambiente individualista, junto con el sentido de
conformismo y de pasividad. El no querer dar pasos,
no querer romper con una cosa que llamamos orden y
que en el fondo no es más que un desorden. Gracias a
la labor pastoral y a la luz del Evangelio se creó en
Santa Fe un ambiente de cambio. Decía Héctor en una
entrevista pocos días antes de su desaparición: “Las
personas se respetan mucho más. Hay más comuni-
cación entre las personas, es un ambiente más humano, es un ambiente más optimista en el sentido de que
está más orientado a realizar esta fuerza nueva que se
está descubriendo, que es la fuerza de la comunidad.”
Héctor vio su labor en Santa Fe dentro de la visión
amplia y abarcadora de una nueva sociedad, de que
otro mundo es posible, la utopía del Reino. Por eso,
los esfuerzos locales tienen que vincularse con otros
movimientos a una escala más amplia, con otros
grupos y sectores populares. “Santa Fe, realmente yo
no puedo imaginármelo solo. Un movimiento aislado
no puede ir a ningún lado. Cuando hablamos de
cambio, nos referimos al sistema. Es un sistema que
abarca el mundo de hoy, de manera que un movimiento que permanezca aislado es un movimiento
que está enfrentándose hacia algo imposible, algo
demasiado grande para un movimiento local.” De allí
la insistencia de Héctor por construir redes a través de
contactos con otros grupos y movimientos.
Los conflictos no los creaba Héctor. Los conflictos
nacían de una clara situación de injusticia. En Santa
Fe reinaba una marcada explotación de los campesinos por los patrones y terratenientes. Para las elecciones de mayo de 1968 los campesinos habían decidido
no votar. Ante este hecho, único en la historia de
Panamá, los caciques de Santa Fe declararon una
guerra a los campesinos.
Otra causa de conflicto fue la cooperativa. Los
campesinos viéndose desafiados y sin base económica en qué descansar, encontraron en la cooperativa la
oportunidad para liberarse de esta opresión. La
cooperativa fue un segundo choque con los caciques,
pues rompía el control económico de la región. La
división entre la clase popular campesina y la clase
dirigente de Santa Fe comenzó a agudizarse y hacerse
cada día más fuerte.
El movimiento religioso y cooperativo encontró
resistencia, precisamente por ser un movimiento de
cambio. Lo acusaron de comunista, de cuadrado y de
protestante, tratando de desautorizarlo ante el pueblo.
Inicialmente intentaron de desmoralizar el movimiento. Cuando se dieron cuenta que esto no era
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posible, entonces las autoridades comenzaron a
amenazar. Aún el mismo Gobierno presionó para que
la cooperativa fuera una institución del gobierno.
Cuando este intento tampoco detuvo la marcha de la
cooperativa y del movimiento, entonces ya se dan
acciones de violencia directa.
En una ocasión el padre Héctor estuvo detenido en el
cuartel de Veraguas acusado de haber quemado la
planta eléctrica que Alvaro Vernaza, gran terrateniente de la zona y primo hermano del general Omar
Torrijos, había dejado durante la campaña política.
Después de horas de cautiverio es liberado por orden
expresa del general Torrijos. Fue acusado de comunista, guerrillero y traficante de armas. En 1970 para
la fiesta de San Pedro rompieron la casa donde estaba
la imagen y la sacaron de allí, como una acción de
manifestar su protesta o rabia contra el movimiento.
En enero de 1971 Héctor viaja por última vez a
Colombia. Sus familiares no querían que regresara.
Poco tiempo después de su regreso ocurre un nuevo
enfrentamiento. Uno de los señores de Santa Fe había
comprado un terreno y quería ahora sacar a una
señora que tenía allí su casa. Ante esta injusticia la
comunidad del Cerro cercó la propiedad de la señora
Juana para defenderla. Durante una de estas confrontaciones un hijo de las familias apoderadas exclamó:
“Al cura hay que matarlo”. Al poco tiempo, el 23 de
mayo, quemaron el rancho donde Héctor estaba
durmiendo y casi muere calcinado. El 9 de junio es
arrestado a medianoche por tres miembros de la
Guardia Nacional. Desde entonces está desaparecido.
Hablando de la desaparición del padre Héctor,
monseñor Legara, obispo de Santiago de Veraguas en
aquel entonces, dijo: “No es nuevo lo que nos sucede.
El profeta no puede morir en la cama. Jesús, el profeta
por excelencia, fue llevado en la noche. También en la
noche el padre Héctor fue arrancado de los suyos, de
la casa de un campesino – porque tampoco tenía casa
– con violencia y con engaño.
El padre Héctor fue un auténtico testigo del Evangelio
por su paciencia en sufrimientos de toda clase.
Frecuentemente era molestado, investigado. Vivió la
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escasez de comida y de libros, vivió la pobreza en el
vestir, fue golpeado y encarcelado. ¿Por qué? Por
defender la causa de los pobres, los campesinos de
Santa Fe.
Sufrió la dura condición que ellos viven: el trabajo de
sol a sol con sólo un machete; el recorrer largas
distancias sin camino; la incomodidad de las lluvias… Ha pasado muchas noches sin dormir y otras
de hambre. Héctor vivió la autenticidad de una vida
sacerdotal. Es decir, del hombre entregado a la
comunidad. No se contentó con hablar, sino que puso
en práctica lo que predicaba. Al padre Héctor lo
llevaron porque no cabía en el marco de la injusticia y
la marginalidad del campesino. El quiso crear una
conciencia liberadora, llevando el Evangelio a los más
pobres de Panamá.”
Entrevista con
Héctor
Cinco días antes de su secuestro
C
inco días antes de su desaparición, el Padre Héctor Gallego fue entrevistado por la revista “Diálogo
Social”. La entrevista fue transcrita y editada en un número especial sobre Héctor Gallego, en mayojunio de 1972, los números 34-35. Aquí reproducimos la transcripción integral de dicha entrevista.
Padre Gallego, le voy a agradecer que empiece describiéndome la región de Santa Fe, de modo que podamos
hacernos una idea del ambiente físico y así podamos
comprender la situación humana y por tanto en qué
condiciones los campesinos de allí están desarrollando
su trabajo:
Santa Fe, un distrito de la Provincia de Veraguas, es
una región en un 98 % campesina. La población es
campesina. La topografía es bastante montañosa,
es en la Cordillera Central de los Andes, es una de
las regiones más accidentada, más montañosa,
muy afectada por los ríos. Afectada en el sentido
de que afecta muchísimo en el aspecto de las
comunidades, porque no hay puentes. Es una
tierra pobre. Solamente hacia las montañas es una
tierra más fértil, más descansada, pero normalmente es una tierra de cerros, una tierra mala para
la agricultura.
En cuanto al área humana, Santa Fe tiene 7,500
habitantes. Es una población en gran parte desnutrida, y esto afecta muchísimo la idiosincrasia y la
capacidad de la persona, la capacidad para su
mismo desarrollo, la capacidad para captar, la
capacidad mental de las personas, la capacidad de
imaginarse nuevos métodos de trabajo, de imaginarse formas de estructurar su propia economía,
su propio desarrollo.
En general ellos ahí no tienen medios para conseguir su propia subsistencia, para conseguir su
dinero y casi durante todo el verano, cuatro meses al
año, tienen que salir al Ingenio a ganar sus centavos
allí y después regresan el resto del año a sembrar un
poco de arroz y a ver llover tal vez, porque hay muy
poca fuente de trabajo, casi ninguna fuente de
trabajo. Los productos principales que se siembran
ahí - el arroz tal vez es lo principal - aunque la tierra
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Héctor Gallego 40 años
no produce el arroz, lo da en una medida muy baja.
Sin embargo, los campesinos por una tradición
siguen sembrando el arroz. Siembran también un
poco de verdura y de frijol, lo que llaman ellos frijol
de pato. Los demás productos se siembran, pero de
una manera muy escasa: el plátano y el maíz, pero se
siembran muy poco.
Analizando precisamente esta situación de la
agricultura que los campesinos están sembrando,
realmente lo que ellos no deben seguir y si ellos
llevaran una contabilidad de los gastos en que
incurren y de lo que sacan, ellos mismos sacarían
por conclusión que una libra de arroz les costaría el
doble sembrándolo que sí lo compran en la tienda.
Analizando un poco esta realidad, entonces se está
comenzando a introducir nuevos cultivos y
nuevos métodos de cultivos de ciertos productos
que allí realmente rinden mucho más, como son
los porotos. Básicamente los porotos parece que es
uno de los productos que más rinde ahí, utilizando
nuevos métodos de cultivo, el abono y también un
poco el regadío en el verano.
Pudieras decirnos ahora, ¿cuándo comenzó este
programa?
Las bases primeras de este programa las dio Mons.
Vásquez, más o menos a partir de 1958, pero de
una manera más intensa en 1966 y 1967, ya en el
año de 1968, entonces comenzó un programa más
organizado y más planificado, con un plan de
trabajo fijo, un programa por año y en base a eso
una continuidad de ese mismo programa.
Padre Héctor, aunque yo considero que Ud. es más
panameño que nadie, sin embargo, por ser de nacionalidad colombiana ¿ha tenido algún problema especial
con la comunidad?
Realmente por ser colombiano no he tenido
ninguna dificultad. La comunidad me ha rechazado no por ser colombiano. Realmente no es Ia
comunidad la que me ha rechazado. Han sido
algunos elementos de la comunidad, porque el
Movimiento va contra sus intereses.
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¿Cuál es la organización del Distrito que tú diriges en
base a unificar la población campesina? ¿Cómo centran
ustedes el trabajo?
En cuanto a la organización, primeramente, lo que
se hizo fue la distribución o la división de toda la
población o todo el distrito en once centros,
teniendo en cuenta la distancia y teniendo en
cuenta la facilidad de comunicación y, en este caso,
los ríos que son uno de los impedimentos más
fuertes.
En segundo lugar después de haber hecho esta
división, se hizo una descentralización de la
Parroquia en cuanto que en cada comunidad se
celebraban la mayor parte de los sacramentos, y en
cada comunidad, se hacía todo el proceso de
formación, principalmente las reuniones. Estas
reuniones inicialmente fueron por un espacio de
tres meses y culminaron con un cursillo en el mes
de mayo de 1968. Este curo era con los elementos
que más habían captado el trabajo y también con
los elementos que más se habían comprometido en
las diversas comunidades. Aquí entonces ya
comenzaron a ir resultando, a ir apareciendo lo que
nosotros llamamos allí los responsables.
Inicialmente fueron unos 30. Con ellos se hizo
entonces en la escuela pública del distrito un
cursillo previo. Era más que todo un cursillo de
motivación, una convivencia cristiana con ciertos
temas de motivación basados en textos bíblicos y
encaminados hacia la idea de sembrar una idea de
cambio, una idea de liberación, una idea de reconocimiento de sus propios valores y una idea también,
entonces, de que para vivir en la vida cristiana
necesitamos organizarnos, necesitamos realmente
experimentar y sentir lo que es la comunidad en
cada uno de los lugares de donde ellos son.
¿Cuál fue el efecto de estos cursillos, de estas convivencias en orden a crear los líderes comunitarios?
Lo que se produjo básicamente de esta convivencia
fue la necesidad de ir motivando la comunidad
cristiana en cada uno de estos lugares y de irla
definiendo más. Entonces aquí se dieron las bases
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para lo que es la organización del Movimiento. De
cada uno de estos lugares van surgiendo algunos
elementos, estos elementos que captan más los
planteamientos sobre los análisis que se van
haciendo de la realidad y el análisis, o diría la
reflexión que se va haciendo del evangelio. Estas
personas, al mismo tiempo que captan, se comprometen. Estos son entonces los que llamamos los
responsables, los llamamos responsables por no
utilizar la palabra dirigentes ni la palabra líderes,
que son un poco paternalistas, utilizando la
palabra responsables que son un poco más dinámicas. Inicialmente eran unos 30, pero actualmente el
número de estos responsables o representantes de
comunidades son unos 50 hombres. Son uno, dos o
tres por cada comunidad, depende, y es con los que
se elabora y con los que se revisa los programas de
trabajo. En Santa Fe nos reunimos con ellos desde
hace dos años, cada mes, por día y medio.
¿Cómo participa la gran masa de la población en este
programa de tal manera que también esa masa
influenciada sea a su vez actora?
Esta reunión con los responsables coincide con
una concentración que hacemos cada mes de las
comunidades. Como las comunidades quedan
distantes no tenemos la misa dominical cada ocho
días en el sentido de la misa parroquial, sino que la
misa parroquial es solamente cada mes. Entonces,
es una concentración de campesinos. Vienen de
todos los lugares aún de las comunidades más
lejanas y realmente es una asamblea general de la
parroquia, en el sentido de que participan la mayor
parte de los campesinos que están tomando parte
en el trabajo de las comunidades.
¿Crees tú que realmente el ser un movimiento cristiano,
evangélico, ha ayudado al desarrollo social de los
campesinos? ¿Ha impedido? ¿Cómo juzgas tú este
problema?
La parte sacramental, la parte litúrgica, que es
como la parte culminante de todo el trabajo, la
celebración de la Eucaristía, la celebración de los
bautismos nunca la hacemos en los pueblos
mismos, sino que la hacemos en cada grupo, en
cada centro donde los grupos son más limitados y
por lo tanto hay más relaciones personales; hay
más sentido de comunidad. No se siente tanto ese
peso de la masa, sino que realmente se siente una
reunión de un grupo donde el sentido de compromiso… en el bautismo es muy visible el sentido de
convivencia y participación, en la Eucaristía
también es bastante visible, bastante vivo.
¿Qué valores ha añadido este movimiento, por ser
religioso precisamente, para el cambio social?
Los valores que ha añadido, yo creo, que es tal
vez… Una de las fuerzas principales que hay en
América Latina es la fuerza religiosa, cuando
realmente se descubre que el evangelio compromete hacia un cambio. Inicialmente el movimiento fue un análisis de la realidad y el mensaje de
Cristo nos muestra que esa realidad está en
contradicción con ese mensaje de Cristo. El
compromiso es un compromiso de cambio
precisamente, y estos principios del evangelio
pueden realizarse precisamente porque la realidad
está en contradicción con ellos.
En cuanto al aspecto "comunidad", ¿ayuda que el
dirigente sea religioso o sería igual que fuera un
trabajador comunal sin inquietud religiosa?
El primer paso fue un aspecto de comunidad en el
sentido humano: es un grupo que está analizándose la realidad, la realidad en que vive y qué puede
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hacer. Pero entonces el aspecto religioso complementó y enriqueció y le dio más fuerza a ese
sentido humano.
cuenta que lo que necesitamos ahora es una
opción, dar pasos concretos.
¿Qué pasos concretos?
Podríamos decir que realmente cuando celebramos la misa es como la culminación de todo el
trabajo de desarrollo que estamos realizando;
cuando celebramos un bautismo es la incorporación de un nuevo miembro a ese grupo que está
comprometido, que está trabajando.
Sí, han rechazado el Movimiento, por ser un
movimiento de cambio desde el punto de vista
religioso social. Esto es algo que ocurre en todas
partes, no solamente aquí, sino en toda América
Latina. Me imagino que en el mundo entero ocurre
eso, que cuando sale una idea nueva es comunismo
y cuando hay un cambio en la Iglesia entonces son
cuadrados o son protestantes o no sé qué cosa.
Para seguir los proyectos, ¿Ustedes tienen reuniones
periódicas o simplemente las tienen cuando bien viene,
sin organización ninguna?
Las reuniones son periódicas, cada mes. Y cada mes
se elabora el programa. La convivencia con los
responsables elabora el programa para cada mes, de
manera que es una programación ágil, pero regular.
En cada lugar están los diversos responsables. Los
responsables de las diversas comunidades forman
lo que es el equipo de cada centro. El centro es un
lugar adonde llegan diversas comunidades. Cada
comunidad tiene un responsable. Entonces en
cada centro hay un equipo de responsables.
¿Puedes decirnos, Héctor, algunos de los objetivos a
corto plazo que persiguen Ustedes?
Uno de los objetivos a corto plazo es la organización de los campesinos en grupos agrícolas.
Básicamente durante el año pasado el trabajo
intenso fue un trabajo de formación, un trabajo de
análisis, un trabajo de concientización. Entonces,
siguiendo ese proceso, este año nos hemos dado
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Este paso concreto es la formación de los grupos
agrícolas. Los campe¬sinos antes dependían
económicamente de sus patrones y sus patrones,
aunque lo que ellos podrán dar de salario era
realmente muy poco, muy pocos días al mes, pero
algunos trabajaban. Lo más general era que los
campesinos salen de Santa Fe al Ingenio. Eso
quiere decir que los campesinos están durante
todo el verano fuera de Santa Fe, trabajando en el
Ingenio. Ahora para que ellos realmente se sientan
un poco liberados de ese sistema y ellos comiencen
a ver la forma de ellos estructurar su propio
desarrollo y su propia economía, tienen que
organizarse en equipos de producción, en equipos
agrícolas, asesorados por la Cooperativa; no
solamente la asesoría técnica de un técnico
agrícola o de un agrónomo, sino también la
asesoría en cuanto a instrumentos, en cuanto a
abono y en cuanto a cierta maquinaria. Algo que
realmente aumente la producción y garantice para
ellos ciertas entradas económicas.
Entiendo que en Santa Fe había tiendas como en cualquiera de los pueblos del Interior. ¿Quisiera saber si la
distribución estaba honrada o había cierta explotación,
aprovechándose de la ignorancia de los campesinos?
Había una explotación marcadísima, no solamente en cuanto a lo que vendían en las tiendas y al
precio que ellos querían, sino también en cuanto a
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lo que compraban, pues normalmente los campesinos venden en la época de producción, en la
época de la cosecha. En esa época los dueños de las
tiendas de los pueblos bajan los precios para
comprar a un precio bajo y en la época de escasez
suben los precios para vender a un precio alto.
¿Se daban casos de usura o de aprovecharse de préstamos para con los campesinos?
tratando de decir que era un movimiento comunista, o era un movimiento de otra religión.
Inicialmente fue una etapa de tratar de desmoralizar el movimiento, pero cuando se dieron cuenta
que esto no era posible, que esto no estaba surtiendo efecto, esta campaña de desmoralización,
entonces comenzaron a llegarse a acciones más
concretas.
¿Cuál fue en estos casos la actitud de la autoridad?
Completamente. Muchas veces prestaban... yo
conozco de alguien a quien le prestaron B/. 10.00 y
al fin del año le cobraron B/.20.00 y si no lo pagaba
tenía que ir a la cárcel.
Y ahora, ¿eso ha cambiado o sigue lo mismo?
Ha cambiado completamente, precisamente por la
organización de los campesinos en la Cooperativa.
Son las excepciones los que todavía dependen de
estos patrones. Generalmente los campesinos
están asociados en esta Cooperativa y cuando
necesitan un préstamo lo obtienen de la
Cooperativa o cuando necesitan comprar, compran ahí a un precio regular, a un precio definido
que no va a cambiar normalmente, no cambia el
precio durante el año.
¿Y qué ha pasado con las tiendas? ¿Siguen las mismas… han bajado, han subido...?
Las tiendas, algunas de ellas han fracasado completamente y otras están medio sostenidas, pero su
movimiento ha rebajado considerablemente. La
Cooperativa el año pasado movió B/.55.000, que
son B/.55.000 que no pasaron por las tiendas de los
patrones.
¿Cuál ha sido la reacción de los patrones?
La reacción de los patrones al comienzo fue un
poco de tratar de desmoralizar el movimiento,
tratar de convencer al campesino que eso era una
forma de explotarlos, que los que estaban dirigiendo la Cooperativa, cuando tuvieran un poco de
dinero se iban a escapar y tos iban a dejar sin nada,
La autoridad comenzó a amenazar, aún el mismo
Gobierno comenzó a presionar para que la
Cooperativa fuera una Institución del Gobierno, o
tratar de explotar en el sentido político y tratando
de presionar por me¬dio de las autoridades. Pero
cuando este segundo intento tampoco detuvo la
marcha de la Cooperativa y del movimiento,
entonces ya se han dado acciones ya de violencia
directa. El año pasado para la fiesta de San Pedro se
aprovechó para romper la casa donde estaba la
imagen y sacarla de allí, como una acción de
manifestar su protesta o su rabia contra el movimiento. Este año, hace solamente algunos días, el
23 de mayo, quemaron la casa donde yo estaba
viviendo. Precisamente el año pasado en ese
mismo tiempo de junio, cuando fueron los incidentes de San Pedro, uno de los señores que tenía
la mayor tienda y gozaba más de la política allí,
dieron de garrotazos a Mons. Vásquez, creo que
eso fue una noticia bastante clara aquí en Panamá.
¿Algunos de los campesinos han sufrido acción física?
En cuanto a acción física punitiva, que yo recuerde, a campesinos directa¬mente no. En esos
mismos días en que ocurrieron los hechos con
Vásquez Pinto, hubo allí algo que fue general con
todos y hubo puñetazos pero más fue por parte del
grupo que apoya estos patrones, estos caciques.
Realmente el grupo de campesinos que había esa
tarde en Santa Fe sostuvo una actitud bastante
equilibrada, una actitud más que todo de resistir.
Bueno, realmente no se recurrió a la violencia en
ningún momento, fue algo muy espontáneo, pero
fue una actitud bastante equilibrada.
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Mirando al futuro, ¿cómo te imaginas tu Santa Fe,
cuando ya haya terminado el programa?
Santa Fe, realmente yo no puedo imaginármelo
solo. No puedo marchar muy adelante y no puede
marchar con mucha fuerza si está solo, si es un foco
aislado… y realmente los objetivos de crear una
comunidad nueva, de crear una sociedad nueva es
algo que queda debilitado si es solamente intento
de un movimiento reducido a un distrito. Los
campesinos podrían recuperar algunas tierras, el
control del comercio, podrían aumentar muchísimo la producción, pero de todas maneras el
sentido de movimiento, el sentido de conciencia,
el sentido de valores humanos, si realmente no está
acompañado de un movimiento a una escala más
amplia, me imagino que sería muy difícil sostenerlo.
¿Tú crees que si Santa Fe se quedase sola, se perdería ese
movimiento humano, y por lo tanto se perderían los
logros de desarrollo más material?
Yo estoy segurísimo de eso. Un movimiento
aislado no puede ir a ningún lado. Cuando hablamos de cambio, nos referimos al sistema. Es un
sistema que abarca el mundo de hoy, no solamente
a Panamá, ni siquiera América Latina, sino que
abarca al mundo de hoy. De manera que un
movimiento que permanezca aislado es un
movimiento que está enfrentándose hacia algo
imposible, hacia algo demasiado grande para un
movimiento local.
¿Están tratando ustedes de unirse a otros movimientos
en la misma provincia de Veraguas?
En primer lugar en Veraguas estamos tratando de
crear esa conciencia en varios lugares y en segundo
lugar estamos tratando también de que el movimiento de Veraguas se vincule a otros movimientos que hay en el país. En el último verano tuvimos
la oportunidad de que algunos universitarios de
aquí en Panamá tuvieran la oportunidad de
convivir, intercambiar… y que ellos vieran el
enfoque, la conciencia que tiene el campesino y
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esto contribuyera a que el movimiento de
Universidad, la conciencia de los estudiantes aquí
en Panamá, se reafirme y comience a crecer no
solamente en el grupo que ya está comprometiéndose, sino que se abriera a nuevas personas y se
fortifique el movimiento universitario. Este paso
que se ha dado con los estudiantes es un paso que
se puede dar con cualquier otro sector popular de
obreros o de cualquier movimiento popular.
¿Esos 50 líderes de la comunidad han tenido relación
con otras comunidades en plan de liderazgo, también
para lanzar su obra hacia afuera?
La relación básica hacia fuera que han tenido con
otros líderes, ha sido en los Cursillos de formación
de base en el Centro Juan XXIII, donde se encuentran con elementos de otras parroquias que
reciben más o menos la misma formación.
Solamente lo que ocurre es que, tal vez, Santa Fe va
un poco más adelantado, pero es un programa que
se tiene que realizar en todas las parroquias, y,
hasta donde sea posible, utilizándose los recursos
que tenemos, extenderlo a todo Veraguas y al
mismo tiempo, influir para que esta campaña, esta
acción de concientización, se extienda a todo el
país.
Toda nuestra idea al hacerte estas preguntas es
detectar cuáles son los rasgos más característicos
de una comunidad de cambio social. Yo quisiera
que ahora me concretes un poco, si se te ocurre,
alguna de las notas típicas, específicas, de una
comunidad de cambio social.
Cuando hablamos de cambio, bueno, es un poco
relativo, tal vez el rasgo fundamental se concreta
en la palabra "comunidad". El mundo de hoy es
esencialmente individualista, el capitalismo es
intrínsecamente individualista y si hay una
comunidad de cambio es algo distinto y eso tiene
que ser algo esencialmente comunitario. Por eso,
estos pasos que hemos estado dando de grupos
agrícolas. Estamos tratando de insistir en el
sentido comunitario de la posesión de la tierra, en
el sentido comunitario del trabajo, en el sentido
Pastoral Social Arquidiocesana
básicamente de formación de comunidad en
cualquiera de estos aspectos.
.
Otro rasgo es el sentido de mirar sobre todas las
cosas el valor de las personas, con todas sus
cualidades, con la autonomía de la persona, la
libertad de la persona y el derecho de que cada
persona desarrolle sus propias cualidades, se
respete en todos el conjunto de valores de cada
persona.
Héctor, ¿crees tú que este rasgo del presente a la persona, es una nota dominante en la comunidad de Santa
Fe?
Yo creo que en Santa Fe hay una serie de señales de
que las personas se respetan mucho más. No
diríamos que es una cosa perfecta. Es un proceso
que ha empezado. Hay una serie de señales por las
que es un poco claro que la persona se está respetando.
¿Se nota entusiasmo en la comunidad de Santa Fe?
Hay más comunicación entre las personas, es un
ambiente más humano, es un ambiente más
optimista, en el sentido de que está más orientado
a realizar esta fuerza nueva que se está descubriendo, que es la fuerza de la comunidad. Una vez que
se descubra eso, tiene que sentirse el entusiasmo
de desarrollar lo que está haciendo, porque
realmente están creando… no es algo que ha
crecido, es algo que está comenzando.
¿Cuáles son las dificultades mayores con que se han
encontrado allí?
La dificultad mayor es debido al sistema: los
campesinos en su ambiente, el hombre de ciudad
en su ambiente, cada sector de la sociedad de hoy,
es un sector esencialmente individualista y para
ser comunitario hay que morir a esa mentalidad
individualista y no es tan fácil. Otra dificultad es el
sentido de conformismo. La situación de hoy es
una situación de hombres que dominan y hombres
dominados, y los que estamos dominados estamos
siempre tratando de depender de cualquiera de los
sectores que dominan. Y hay entonces en todas
estas cosas conformismo y pasividad, no querer
dar pasos, no querer romper con una cosa que
llamamos “orden” que en el fondo no es más que
un desorden. Entonces, esta pasividad, este
conformismo, este miedo a enfrentarse, yo creo, es
una de las mayores dificultades con las que se
encuentra cualquier movimiento y concretamente
con la que se ha encontrado el movimiento de
Santa Fe. Todavía hay muchas personas que no
quieren comprometerse. Quieren vivir en su
religión tradicional, quieren vivir en su cultura
tradicional, dependiendo de un compadre. No
quieren romper el mundo en que han vivido.
Quieren que ese mundo continúe.
¿Pudieras enumerarnos alguno de los logros concretos
de la comunidad de Santa Fe?
El logro fundamental a que hemos llegado, y
hemos llegado en el sentido que comienza, no en el
sentido de que se ha conseguido plenamente, es el
realmente romper, en el sentido que cause una
división bien marcada, romper con la clase que ha
dominado. Esa ha sido una cosa marcada, diríamos, por acciones aún violentas, que las he mencionado antes. Al comienzo ellos trataron de
recuperar, trataron de atajar ese rompimiento,
pero una .vez que se produjo, ellos vieron que no lo
podían atajar, entonces ya fue algo directamente
vengativo, tomando ciertas acciones violentas, se
reducen a las que ellos han realizado hasta ahora y
estamos seguros que ellos van a seguir en esa línea.
Héctor Gallego 40 años 13
Héctor Gallego 40 años
arroz nuevamente. El arroz, la mayoría de las
veces, es arroz blanco y nada más que eso.
¿Quieres darnos algún detalle más sobre la
Cooperativa?
La Cooperativa en estos momentos tiene sus
propios asesores, campesinos del mismo Santa Fe.
¿Cuándo comenzó la Cooperativa?
Otro logro material más concreto es la organización de los campesinos en la Cooperativa, Que es
lo que les da su base económica. Es una
Cooperativa que el año pasado movió
B/.55,000.00, afecta a unas dos mil personas.
Como un tercer aspecto muy relacionado con la
Cooperativa, es la organización de los campesinos
en estos grupos agrícolas, donde ellos pueden
tener una fuente de entrada, donde ya ellos tienen
un poco de seguridad y no tienen que estar dependiendo de factores, no tienen que estar saliendo de
sus comunidades para el In¬genio durante el
verano, y eso da más estabilidad a las comunidades
y también al mismo tiempo, ellos tienen una
experiencia de trabajo comunitario y comienzan a
ver que es posible y es más humano, y más ventajoso también. Pero tal vez ese no es el aspecto principal de que sea ven¬tajoso en el sentido utilitario,
sino que es más humana la posesión comunitaria
de la tierra.
Además de la agricultura se está incrementando la
ganadería. Está empezando un proyecto de
carneros en línea comunitaria. La Cooperativa
está comenzando un proyecto de conejos para
ayudar a la alimentación a las comunidades, que
realmente es muy deficiente.
¿Qué come una familia, hablando de todo un poco?
En la mañana, se toman un café, muchas veces,
cuando más, una tortilla, que es hecha de maíz o de
arroz. Al medio día casi lo mismo y por la noche
14 Pastoral Social Arquidiocesana
La Cooperativa comenzó en mayo de 1968, y
comenzó con un grupo espontaneo, y después se
fue extendiendo a todas las comunidades que
estaban trabajando reunidas en el programa de
evangelización.
¿De qué tipo es la Cooperativa: consumo, vivienda...?
Es una Cooperativa de servicios múltiples.
Empezó con el consumo y tal vez es ahora lo que
más tiene desarrollado. El año pasado, a partir de
septiembre, se empezó con una etapa de producción y se está pensando, inclusive hasta comprar
un terreno donde la Cooperativa comience un
proyecto de vivienda, de prestar un servicio a sus
socios para construir sus propias casas.
Bueno, Héctor, creo que ya nos has expuesto tu proyecto. Ahora para el fin que pretendemos, que es presentar
en Ecuador el proyecto de Santa Fe, yo quisiera que me
dejaras tu dirección, porque sin duda esto habrá que
completarlo y habrá que visitarte por allí.
La dirección allá es: Apartado 48, Santiago de
Veraguas..
¿Cada cuánto tiempo recoges el correo?
(Se ríe). Más o menos cada 15 días. Lo más directo
es por telegrama. El teléfono no sirve.
El
Padre Héctor
caminando con
las comunidades
de Santa Fe
Por Luis A. Batista, CEPAS
E
l 9 de junio de 2011 se cumplen 40 años de la
desaparición física del padre Héctor de Jesús
Gallego en Santa Fe, Provincia de Veraguas.
Los campesinos de Santa Fe le llamaban simplemente
Héctor y es porque él siempre quiso ser el amigo, el
hermano y el compañero en la vida de las comunidades.
Héctor llegó a Santa Fe en el año 1967. En aquel
tiempo Santa Fe era un pueblo rural con unos 1200
habitantes en el centro, pero rodeado por un sin
números de comunidades habitadas por campesinos
y campesinas, y más al norte algunas comunidades
indígenas. En el pueblo se generaba la principal
actividad comercial y política debido a que las instituciones públicas tenían allá su centro de atención. Los
servicios de salud, educación, vivienda comunicación
y otros eran muy deficientes, pero la comunidad tenía
que conformarse con lo que había.
En lo económico hubo un monopolio absoluto de
parte de quienes controlaban el comercio local,
explotando sin contemplación a los campesinos,
pequeños productores de granos básicos, incluyendo
el café que produce muy bien en el área. Solo un
ejemplo: hubo casos en que el campesino al momento
de cosechar el café solo llevaba la producción al
tendero sin recibir pago, pues ya lo debía a cambio de
artículos que había pedido en crédito. El café después
era comercializado por los intermediarios a precios
altos.
El pueblo en general tenía una religiosidad popular
profunda pero enmarcada dentro de prácticas
religiosas tradicionales que no llevan a una reflexión
profunda del mensaje de salvación y mucho menos a
un compromiso de lucha por la justicia. Héctor inició
un trabajo de Evangelización-Concienciación con la
participación de toda la población, es decir tanto los
que vivían en el pueblo de Santa Fe como los que
habitaban en las comunidades rurales. Se trataba de
un método sencillo de Evangelización y Educación
Popular, donde el contenido central era la palabra de
Dios y se hacía una reflexión grupal, siempre confrontando este mensaje con la vida de cada cual y la
situación que existía en el diario vivir de las
Héctor Gallego 40 años 15
Héctor Gallego 40 años
comunidades. Las reflexiones grupales en torno al
evangelio y la realidad fueron despertando la conciencia de la gente en cuanto a la necesidad de cambiar situaciones de pecado tanto personal como
social.
Cuando se van descubriendo las contradicciones
entre lo que dice el Evangelio y las condiciones de
vida, va naciendo el compromiso por el cambio. Esto
hizo que empezaran a surgir las diferencias entre los
que ostentaban el poder económico y político, y la
masa empobrecida y excluida de cualquier participación dentro de las políticas y planes del distrito. Las
prácticas religiosas tradicionales tuvieron que dar
paso a un nuevo modelo de iglesia más participativo,
democrático y horizontal, donde el sacerdote anima y
acompaña el proceso de la mano con la comunidad
cristiana.
La Cooperativa “Esperanza de los Campesinos” es
producto de este proceso de trabajo que comenzó
operaciones con los ahorros que centavo a centavo o
real a real hicieron sus asociados inicialmente. El
Padre Héctor decía a los cooperativistas en sus
reuniones que una misión importante que debía
cumplir la Cooperativa era “humanizar el capital”, es
decir poner el dinero al servicio de la gente, que la
plata sea un medio para servir y no un fin de acumulación y ganancia. En este sentido quedaba claro que la
Cooperativa son las personas, los hombres y las
mujeres que la integran y no la cantidad de almacenes
y proyectos, estos deben ser medios para satisfacer las
necesidades de los asociados y la comunidad.
El movimiento campesino de Santa Fe se propuso
cuidar los ricos recursos naturales del área lo que
además garantizaba un agradable clima en el área. Los
bosques, los ríos, la tierra no debían venderse ni
destruirse, pues son los principales aliados de la vida
de las comunidades. Hoy día gran parte de estos
recursos son amenazados por proyectos mineros e
hidroeléctricos que atentan contra la naturaleza y
por ende son enemigos de la vida.
Héctor de Jesús Gallego, el sacerdote, el amigo y
hermano, que soñó con un movimiento nacional
16 Pastoral Social Arquidiocesana
inspirado en el modelo de Santa Fe para cambiar la
situación de injusticia por una más digna para todos y
todas, solo estuvo en Santa Fe 3 años. Quedaron sus
huellas imborrables como su ejemplo, coraje y
compromiso en el corazón de quienes lo conocieron y
compartieron con él, tanto así que a 39 años de su
desaparición las nuevas generaciones guardan
encendida la llama de la esperanza y liberación que
sus antepasados le han transmitido gracias a sus
vivencias con el Padre Héctor.
La
fuerza de la
comunidad
Por Aracelly Vega
U
na de las primeras imágenes que viene a mi
mente al recordar la historia de vida de
Héctor Gallego, fue la de aquellos campesinos con la cabeza baja, que sólo usaban monosílabos
para comunicar su pensamiento. Y me recordaron a
muchas personas que hoy en día, cuarenta años
después, viven dominados por el temor, el conformismo y la indiferencia.
Hace quince días, en una de las visitas que hacemos a
las comunidades de la Provincia de Panamá, preguntábamos a un grupo de adultos mayores sobre cómo
era vivir en su sector, qué pensaban ellos sobre los
problemas sociales y qué se debería hacer. Me quedé
estupefacta al oír respuestas como: “es mejor no salir
de casa”, “ese no es mi problema” y un señor me dijo
con toda frialdad “a los jóvenes hay que dejarlos
drogarse, alcoholizarse y usar armas todo lo que
quieran, para que terminen de morirse de una vez por
todas”. Ante este panorama tan desesperanzador,
empecé a cuestionarme sobre el sentido del término
“comunidad” y su utilidad como herramienta para la
convivencia y realización humanas. Entonces
encontré esta frase de Héctor, que titula este artículo
“La fuerza nueva que se está descubriendo, es la
fuerza de la comunidad”.
La comunidad es desde el punto de vista legal y
político, la mínima división territorial en la cual se
ubica determinado grupo humano y en donde se
organizan las acciones gubernamentales. Para las
comunidades eclesiales de base, es un espacio en
donde el cristiano puede y debe generar reflexión,
compromiso y acción frente a la realidad que enfrentamos. Desde lo social, la comunidad involucra un
espacio en donde se tejen un grupo de relaciones
(redes), que dan significado e identidad a quienes
allí habitan y conviven; así mismo es el principal
instrumento para la investigación de la problemática
local y el campo donde se ubican las acciones que
buscan minimizar las situaciones de sufrimiento
social que se generan. Dicho de otra forma, el eje de
todo proyecto o programa social ha de estar basado
en la comunidad, pues el único espacio donde podemos crear mecanismos para la prevención y cura de
todas aquellas situaciones que tanto afectan a nuestros ciudadanos.
Héctor Gallego 40 años 17
Héctor Gallego 40 años
Promovió la idea del productor asociado en cooperativas, que enfrentaba con una mayor fuerza a los que
oprimían y explotaban al trabajador del campo.
Introdujo en la gente de Santa Fe la idea de que la
política no es una época del año para obtener bienes o
un espacio para la indiferencia, sino que era el mecanismo para la reivindicación de sus derechos y para
cambios en la estructura gubernamental que no
permitía libertad de expresión ni de vida. Enseñó una
nueva relación con el evangelio: no aquel mensaje que
condena y fataliza, sino aquella enseñanza que nos
llama a ser sujetos y protagonistas de nuestra historia.
En estos momentos, el fenómeno de las pandillas es
uno de los temas que más preocupan a la opinión
pública. Nadie crea una pandilla solo en su casa, es a
partir de unirse con otros, que igualmente han sido
excluidos y marginados, que se inicia un grupo que en
principio, les da el sentido de pertenencia y reproduce
el afecto y valores que no han tenido en su familia o
comunidad. La violencia en las familias, encuentra su
arraigo en los espacios que las comunidades dan para
el consumo de alcohol y drogas, para la difusión del
lema “en peleas de marido y mujer nadie se debe
meter”. Aquí podrían algunos decir: pero no es la
comunidad la que da los permisos para las cantinas o
la que da los espacios para el tráfico de drogas; sin
embargo hay que introducir otras ideas que no se
toman en cuenta. Una comunidad no sólo está
conformada por aquellos vecinos reunidos en la
parroquia o los que están en clubes cívicos, también
están los políticos, comerciantes, jóvenes, habitantes
de la calle, transportistas, etc. Toda esta gama de
elementos hace tan complejo su estudio y comprensión, pues aunque comparten un espacio, cada quién
tiene sus propios intereses y trata de sobrevivir a su
manera, lo que nos aleja cada vez más de la romántica
idea de que todo en la comunidad debe ser perfecto,
equilibrado y equitativo.
Ante esta realidad, parecida en muchos lugares a un
caos, el trabajo sobre las relaciones es la opción para
lograr cambios que favorezcan una vida menos
conflictiva y más orientada a la inclusión y satisfacción de las necesidades comunitarias. El Padre Héctor
Gallego logró hacer cambios profundos en la relación
campesinos-autoridades-sistema de producción.
18 Pastoral Social Arquidiocesana
Toda comunidad tiene recursos. Toda comunidad
tiene mecanismos de organización y control. Toda
comunidad tiene conflictos. Pero también toda
comunidad tiene la fuerza para reinventarse, hacerse
nueva, reconstruirse. Para enfrentar aquellas situaciones que la hieren y la denigran. Pero a veces, como
todo, necesita un empujón para recuperar su sentido
y autoestima, el valor que le dieron aquellos que
soñaron con su fundación y desarrollo. Héctor ya no
está con nosotros para ayudarnos en eso, pero nos
dejo su legado y ejemplo: una vida de fe junto con los
demás, no en un templo a solas. Un camino que hace
nuevas todas las cosas, que teje nuevos lazos, que da
un sentido nuevo y pleno a la vida en comunidad.
Las
Comunidades
Eclesiales
de Base,
un modelo pastoral
en el trabajo de
Héctor Gallego
Por Patrick Hanssens, presbítero
H
éctor inició su labor pastoral en Santa Fe a
la luz de la Conferencia Episcopal de
Medellín. Dicha conferencia insistió en la
renovación de las estructuras pastorales, promoviendo las Comunidades Cristianas de Base. El cristiano
debe vivir la fe en la vida de cada día, impulsando en
su comunidad la fraternidad y la justicia social. La
comunidad cristiana de base es así el primer y fundamental núcleo eclesial, foco de la evangelización y
motor de promoción humana y de desarrollo. Para
poder realizar todo esto Medellín insiste en la descentralización de la parroquia, en la formación de líderes
locales y el compromiso cristiano para la transformación de la sociedad.
En el corto tiempo que Héctor trabajó en santa Fe,
recorrió las diferentes comunidades campesinas,
reflexionó junto con ellos la realidad de explotación y de
marginación a la cual estaban sujetas, dedicó gran parte
de su tiempo a la formación de líderes para que fueran
agentes de evangelización de promoción humana en sus
respectivas comunidades, todo esto basado en la
creación de comunidades eclesiales de base.
El trabajo de los padres de Chicago en San Miguelito
en los años sesenta y la labor de Héctor en santa Fe,
fueron algunas de las primeras experiencias del
trabajo de las Comunidades Eclesiales de Base en
América Latina. De muchos países de nuestro
Continente vinieron a conocer estas experiencias
como modelo de trabajo pastoral a la luz del Concilio
Vaticano II y de Medellín.
Sin embargo en los años setenta y ochenta diferentes
movimientos revolucionarios sacudieron América
Central y muchas comunidades cristianas quedaron
inmersas en la lucha por transformar la sociedad,
algunas estrechamente vinculadas a estos movimientos. Por esta cercanía con las luchas populares la
experiencia de las comunidades eclesiales de base ha
sido perseguida por los regímenes militares y dentro
de la Iglesia se les ha tildado de reducir la fe a un mero
compromiso social. Sobre todo el compromiso con la
transformación social ha sido interpretado por los
círculos más reaccionarios como una lectura ideológica que preparaba simplemente a los cristianos para que
cayesen en las garras de estos movimientos marxistas.
Héctor Gallego 40 años 19
Héctor Gallego 40 años
que vive el pueblo es interpelada a la luz del evangelio,
donde crece dentro de la comunidad la solidaridad
con otros grupos y movimientos con el interés de
transformar nuestra manera de convivir y donde se
cuestiona el modelo de sociedad basada exclusivamente sobre el afán del lucro y del consumismo.
Es cierto que muchos cristianos, activos en las comunidades eclesiales de base, dieron el paso al compromiso con las organizaciones populares que reclamaban un cambio profundo frente a las situaciones de
terribles injusticias que flagelaban y siguen flagelando
nuestros países. Todo esto, sin embargo, no quitó la
validez del trabajo de las comunidades eclesiales de
base, ni su aporte propio desde el evangelio en la
búsqueda de vivir la fe en medio de un mundo
excluyente e injusto con miras a nuevas estructuras
sociales más justas y solidarias.
Ahora han desaparecido los movimientos revolucionarios en Centro América, sin embargo las injusticias
y las exclusiones persisten, lo que es más, el rampante
neoliberalismo ha aumentado la brecha entre quienes
todo tienen y quienes viven al margen del crecimiento
económico. A nivel eclesial, las parroquias en el
campo y en las afueras de la ciudad son inmensas y
con escaso personal de sacerdotes. Los diferentes
movimientos y denominaciones evangélicas han
ocupado el vacío que la Iglesia católica ha dejado en
las barriadas populares y en muchas comunidades del
campo.
El modelo de las Comunidades Eclesiales de Base,
propulsado por Medellín y aplicado en San Miguelito
y en Santa Fe, mantiene toda su actualidad como
expresión concreta de vivir el evangelio en medio del
pueblo. Se trata de pequeñas comunidades donde los
laicos asumen su responsabilidad como agentes
activos en la Iglesia, donde las personas se conocen
personalmente, donde se vive la fe de manera activa
en las relaciones interpersonales, donde la realidad
20 Pastoral Social Arquidiocesana
El método pastoral aplicado por Héctor en santa Fe
hace 40 años, mantiene su actualidad y nos sirve de
guía para el trabajo pastoral hoy en los sectores
populares y en el campo. Si queremos insertar la
Iglesia en los ambientes populares y garantizar que
produzca frutos en la vida de la gente es necesario que
la parroquia se descentralice, que salga del templo
hacia las comunidades, que involucre a los laicos en el
trabajo pastoral, que reflexione la vida de la gente a la
luz del evangelio y se comprometa de manera concreta y junto con la gente a promover los cambios necesarios para una sociedad más justa y solidaria. Estas
comunidades eclesiales han de aportar desde su
propia identidad e inspiración y de manera creativa al
movimiento popular en el cual están insertas, un
estilo de lucha no-violenta que respeta en cada
momento la dignidad de toda persona.
La opción por las Comunidades Eclesiales de Base,
asumida en la Primera Asamblea Nacional Pastoral
en el año 1982 y confirmada por los obispos de
Panamá en su carta pastoral número 5 “Las opciones
pastorales de la Iglesia en Panamá”, ha sido retomada
en la Arquidiócesis de Panamá en el plan quinquenal
de pastoral del año 2000. Este modelo de ser Iglesia
sigue inspirando también hoy nuestro trabajo pastoral en la parroquia “La Santa Cruz” de Chilibre y en
tantas otras parroquias de Panamá. Es un modelo de
Iglesia mucho más participativa, liberadora y comunitaria. De esta manera tratamos de vivir hoy al estilo
de las primeras comunidades descritas en los Hechos
de los Apóstoles: “Se reunían frecuentemente para
escuchar la enseñanza de los apóstoles, y participar en
la vida común, en la fracción del pan y en las oraciones.” (Hechos 2, 42).
El
Curita
Obra en un acto por José Ávila C.
CORO:
“BENDITO EL QUE VIENE EN NOMBRE DEL SEÑOR".
ACTOR 1
El curita. Nació el 15 de enero de 1935. Fue el mayor de once hermanos. Su padre era un agricultor
que trabajaba de sol a sol para sostener a su familia.
ACTOR 2
La injusticia que prevalecía contra nosotros los empobrecidos, fue asumida como propia por él.
ACTOR 3
El curita fue claro en su teoría y en su práctica. Ambigüedad no cabía dentro del análisis de su
acción...
ACTOR 4
El curita centró su trabajo y su vida entre nosotros no para sufrir con nosotros, sino para cambiar
las injustas condiciones de vida a que éramos sometidos.
ACTOR 5
El curita nos decía: "Cuando hablamos de comunidades de cambio nos enfrentamos con la situación actual de nuestro mundo que es esencialmente individualista".
ACTOR 6
Las injusticias a las que él mismo fue sometido, junto a nosotros sus hermanos campesinos pobres,
lo llevaron a la denuncia clara del actual sistema de explotación, y a proponernos cambios eficaces
para mejorar la forma de nuestras vidas.
ACTOR 1
El curita nos decía: “El capitalismo es intrínsecamente individualista. Por eso la comunidad de
cambio tiene que luchar contra el individualismo y debe hacerse comunitaria. Nuestros pasos
deben ir siempre en esa línea. Una comunidad no puede quedar reducida a un solo distrito".
Héctor Gallego 40 años 21
Héctor Gallego 40 años
ACTOR 2
Curita, tu nombre no quedará sólo en nuestras oraciones, tu nombre no se lo llevará el viento.
ACTOR 3
El curita nos decía: "Los que estamos dominados estamos siempre tratando de depender de los
sectores que dominan. De ahí nacen los conformismos, la pasividad, el no querer dar los pasos
para romper con lo que llamamos orden, que en el fondo no es más que un desorden. Aquí está la
mayor de las dificultades. Ver pueblos y personas que quieren vivir en su religión tradicional, en su
cultura tradicional dependiendo de un patrón, dependiendo de un compadre. No quieren romper
el mundo en que han vivido y quieren que tal mundo continúe".
ACTOR 4
Sumiso y campechano predicaba el amor, no la violencia. Vivió entre nosotros, analfabetos y
pobres. En esta región apartada de Panamá.
ACTOR 5
Luchaste contra la mentalidad feudal de las familias terratenientes que no permitían el mínimo
cambio social en nuestras vidas...
ACTOR 6
Nos enseñaste a cobrar un precio justo por nuestras cosechas.
ACTOR 1
Nos enseñaste a no endeudarnos con los dueños de las tiendas que después nos robaban la cosecha.
ACTOR 2
Nos enseñaste a no votar en forma directa, según las directrices de los terratenientes.
ACTOR 3
Esos mismos terratenientes que se sentían felices y bondadosos cuando nos regalaban algunos
zapatos y vestidos viejos.
ACTOR 4
O cuando nos empleabanalguno de nuestros hijos por la comida, para no pagarles así un salario
honrado por su trabajo.
ACTOR 5
Nos creaste las cooperativas agrícolas..
CORO
ELLAS FUERON TU MUERTE.
ACTOR 6
Vivías como nosotros en un rancho de paredes de bambú, allí en la habitación celebrabas la misa.
Allí nos uníamos a Dios.
22 Pastoral Social Arquidiocesana
Pastoral Social Arquidiocesana
ACTOR 1
Vestías simple como nosotros, tenías un solo par de pantalones y andabas en sandalias o con tus
viejos zapatos de hule. Tu sombrero te delataba desde lejos.
ACTOR 2
A veces tirabas más machetes que nosotros, cargabas más de lo debido para aligerar el peso de
nuestro trabajo.
ACTOR 3
Estabas siempre dispuesto a cualquier trabajo.
ACTOR 4
Nos alejaste del licor, nos inculcaste el respeto que debíamos a nuestras mujeres. Y nos enseñaste a
querer y amar a nuestros hijos.
ACTOR 5
Dejamos de emigrar como bestias en busca de tierras fértiles.
ACTOR 6
Construimos un hogar permanente.
ACTOR 1
Nuestros hijos fueron a la escuela para ser mejores que nosotros.
ACTOR 2
Nos enseñaste a amar más a Dios.
ACTOR 3
Ya no teníamos que arrodillarnos ante los patrones, mendigando un préstamo de diez balboas.
ACTOR 4
Porque nuestra cooperativa nos facilitaba el dinero en términos justos.
ACTOR 5
Nos enseñaste nuevas técnicas de cultivo, Las cooperativas financiaban la compra de semillas,
fertilizantes y herramientas.
ACTOR 6
Nos enseñaste la eficacia de la oración “Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen y se les
abrirá".
ACTOR 1
"Teníamos un solo corazón y una sola alma, y nadie consideraba como propio nada de lo que
poseía, sino que teníamos en común todas las cosas”.
ACTOR 2
Todo esto alimentó el rencor de nuestros antiguos caciques y terratenientes.
ACTOR 3
Porque vieron su control económico y político erosionado.
Héctor Gallego 40 años 23
Héctor Gallego 40 años
ACTOR 4
Nos enseñaste a reflexionar cada paso que tomáramos, y eso lo resistieron los ricos.
CORO
TE ACUSARON, TE CALUMNIARON...
ACTOR 5
Dijeron que malinterpretabas la Biblia y que cuando nos leías el Nuevo Testamento, esto no era
más que un documento comunista.
ACTOR 6
Les enojaba vernos en misa alabando a Dios.
ACTOR 1
Misa a la que antes ninguno de nosotros iba.
ACTOR 2
Te gritaban, “allá va”, que no eras un cura de verdad, porque no llevabas sotana, fumabas y hasta
silbabas.
ACTOR 3
Te acusaron a ti y a nosotros de que en nuestro campamento de trabajo y formación teníamos
armas ocultas.
ACTOR 4
Nuestro lugar de trabajo estaba lleno de luz, de verdad de Dios.
ACTOR 5
Quisiste remediar la situación por medios políticos y enviaste un mensaje al hombre fuerte para
que te concediera una entrevista.
CORO
PERO LA MISMA NO TE FUE CONCEDIDA.
ACTOR 6
La noche del 9 de junio de 1971, cuando todos dormíamos dos hombres armados llegaron a tu
rancho donde dormías.
ACTOR 1
Aullaron sus gritos para que salieras. Estuviste renuente a salir. Temías por tu seguridad.
ACTOR 2
Pero por la seguridad de varios de nosotros que te acompañaban esa noche saliste.
CORO
COMO JESUCRISTO EN EL HUERTO DE GETSEMANI SALISTE .AL ENCUENTRO DE LA
MUERTE. HABÍA LLEGADO LA HORA DE QUE DESAPARECIERAS.
ACTOR 3
Te golpearon y te arrojaron dentro de un jeep que huyó como el viento.
24 Pastoral Social Arquidiocesana
Pastoral Social Arquidiocesana
CORO
TE BUSCAMOS IMPLACABLEMENTE.
ACTOR 4
El obispo protestó de inmediato ante las autoridades.
ACTOR 5
El monseñor hizo lo mismo en la capital, pero sin mayores resultados.
ACTOR 6
Los medios de comunicación soltaron sus cortinas de humo sobre la investigación.
ACTOR 1
Cubrimos la cruz del frente de la iglesia con tu retrato y con un pedido: “REGRESENLO CON
VIDA”
ACTOR 2
Curita, has desaparecido, pero nos has dejado el ideal de Cristo.
ACTOR 3
Eres un verdadero apóstol del Señor.
ACTOR 4
El curita nos enseñó a tener dignidad de hijos de Dios, y como parte de un pueblo teníamos derechos para organizarnos y buscar el bienestar de todos. Tomamos conciencia de que Dios nos dio la
tierra para todos los hombres.
ACTOR 5
Tu ejemplo nos ha mostrado que MUERTE y RESURRECCION son dos aspectos distintos de una
misma realidad; El curita murió, pero el curita vive en nosotros.
ACTOR 6
Hemos continuado reuniéndonos para analizar nuestras vidas, para entender aún más la palabra
de Dios, para hacer creaciones juntos y organizarnos para lograr los objetivos concretos que
resuelvan nuestra vida en comunidad.
CORO
ESTAMOS ACOSTUMBRADOS A VIVIR EN HUMILLANTE SUMISION ANTE EL QUE
DOMINA Y POSEE.
ACTOR 1
Nos enseñaste a buscar a la luz del evangelio las soluciones y respuestas a nuestros problemas
personales y comunitarios. Buscaste para nosotros la auténtica paz.
ACTOR 2
Tu espíritu evangélico puesto a nuestro servicio fue tildado de revolucionario, comunista y agitador. Decían que subvertías el orden. Esto no debió extrañarte hermano. Está de moda hacerlo así
cuantas veces alguien dice las cosas con la claridad con que tú lo hacías, aún a riesgo de que desaparecieras.
Héctor Gallego 40 años 25
Héctor Gallego 40 años
ACTOR 3
Nos enseñaste a no pensar en el día oscuro, ni en el día en que nadie nos responde. Sino en la
jornada de trabajo en que vencimos el hambre, en el día feliz en todo nos sonríe.
ACTOR 4
El 18 de julio de 1971, el Arzobispo en nombre de toda la Iglesia dijo: “Nos comprometemos a
extender la obra de evangelización y concientización a cada rincón de Panamá, en especial a los
pobres del campo y de la ciudad".
ACTOR 5
Nos preguntamos: ¿Cuántos sacerdotes y religiosas luchan por la organización campesina en
nuestro país? ¿Cuántos sacerdotes y religiosas trabajan con obreros en Panamá? La educación
llamada católica, ¿hacia qué grupos sociales va dirigida? ¿Qué porcentaje de sacerdotes y religiosas
trabaja y vive entre indígenas?
ACTOR 6
El 9 de junio de 1971, hace 40 años se le eliminó físicamente pero tú, al igual que muchos hombres
de buena fe y buena voluntad, no has desaparecido. Curita has burlado la muerte para permanecer
en nuestra conciencia y en la lucha de nosotros los empobrecidos para lograr la construcción
hermosa de nuestro planeta.
ACTOR1
Todos los hombres que denuncian con valentía las situaciones de pecado son perseguidos, calumniados y asesinados. Juan Bautista, Monseñor Oscar Arnulfo Romero, Martín Luther King fueron
asesinados por un mundo injusto, orgulloso e inmoral.
CORO
UN DÍA NOS DIJISTES: “SI ALGÚN DÍA DESAPAREZCO, NO ME BUSQUEN, SIGAN SU
CAMINO”.
CORO:
Y DESAPARECISTES AL AMPARO DE LAS SOMBRAS, AQUELLA NOCHE NUESTROS
GRITOS Y SOLLOZOS SE CONFUNDIERON CON EL LLANTO DE LAS ESTRELLAS.
26 Pastoral Social Arquidiocesana
Pastoral Social Arquidiocesana
(Entra la música del canto)
Un golpe lo derribó
el campo se estremeció
de noche a Héctor Gallego
llevaron preso cual malhechor.
Y un pueblo quedó buscando
su huella frágil, no la encontró,
y un pueblo quedó luchando
sin saber cómo Héctor murió.
Su crimen fue despertar
conciencia y libertad
en el alma campesina
y nueva vida allí sembrar,
pero eso está prohibido
a un sacerdote pobre y rural,
pero eso está prohibido
a quien no es grande ni autoridad.
La sangre de nuestro hermano
regó la primavera,
ya vienen los campesinos
con nuevas fuerzas por las veredas,
sus ojos son esperanza
de un orden nuevo que al fin vendrá,
luchemos contra la muerte
que el mundo quiere resucitar,
luchemos contra la muerte
que el mundo quiere resucitar,
resucitar, resucitar.
Héctor Gallego 40 años 27
HÉCTOR GALLEGO
Diseño y diagramación: Lorenzo Barría
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Tel. 229-0554

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