la charca - Manolo Guerrero

Transcripción

la charca - Manolo Guerrero
la charca
Por Manolo Guerrero
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SEC 1 EXT. BARRIO MARGINAL/EXPLANADA/CHARCA-DIA
SONIDO AMBIENTE:
Voces entremezcladas de “marujas” que gritan desde el interior de los bloques
de pisos. Tendederos de ropas. Ennegrecidos bloques que muestran la parte
más miserable de la ciudad, etc...
Con los CREDITOS y mientras oímos lo anterior, la CÁMARA nos va
mostrando las fachadas y calles de un barrio cualquiera en la periferia
de cualquier ciudad, para terminar en una EXPLANADA, en que aun se
pueden ver los cascotes y restos de unos ENDERROCAMIENTOS
recientes. A lo lejos aun, adivinamos los BRILLOS de una CHARCA, junto
a ella, un NIÑO, de unos nueve o diez años, con dos MULETAS, se mueve
con torpeza, observando algo que aún no vemos.
La CHARCA, de un LÍQUIDO ESPESO, NEGRUZO (o similar), BURBUJEA.
La MIRADA del niño parece obsesionada con algo.
PERDIENDO el equilibrio por un instante del que se recupera, EXTIENDE
una de las MULETAS hacia la CHARCA.
SEGUIMOS
la
PUNTA
de
la
MULETA
hasta
ACERCARSE
a
algo
INCONCRETO aun, que SOBRESALE en la superficie de la CHARCA.
Se trata de la figura de una Virgen, de unos treinta centímetros, pero
que aun no vemos.
Logra
mover
la
figura,
pero
esta,
acaba
por
hundirse
mas,
desapareciendo por completo de la superficie. En su machacona
obsesión por descubrir el objeto, el niño, se acerca peligrosamente al
mismo borde, tanto, que la punta de sus zapatos, se adhieren como si
de una cola se tratara. El bastón que lo sujeta, resbala en las humedades
que rodean a la charca, y, después de unos titubeos baldíos para evitar
la caída inminente, el niño cae en medio del mejunje que llena la citada
charca
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Asustado, el muchacho aletea, en un acto reflejo por la creencia del
irremediable hundimiento, se desespera... Pronto se da cuenta de que
aquello no cubre para ahogarlo. Recuerda el principio, el por qué esta
allí. Rebusca en el fondo, mucho más tranquilo, hasta dar con la figura,
que saca envuelta en aquel mejunje gelatinoso que se deja resbalar por
toda la figura.
Se sonríe satisfecho cuando descubre de qué se trata.
BANDA SONORA DE REQUIEM DE MOZART, O, ALGUNA MESA DEL
MISMO, O DE BACH, CORAL.
Olvidándose de todo, como si fuera lo más natural del mundo, el niño se
levanta y camina, sale de la charca y lo vemos alejarse hacia los bloques
de pisos cercanos.
Allí quedan las dos muletas.
FUNDIMOS A NEGRO
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SEC 2 EXT. BARRIO MARGINAL/EXPLANADA/CHARCA-DIA
EN TODA LA SEC. SOLO OIMOS LA BANDA SONORA CITADA EN LA
SEC. ANTERIOR.
En un PRIMER PLANO, la VIRGEN aparece limpia, inmaculada...
Nos vamos retirando. La virgen está sobre un rústico altar, hecho de cajas
de maderas viejas en las que aun se puede ver la publicidad de lo que
contuvieron.
Unas cuantas mujeres, niños y viejos en su mayoría, se postran de rodillas
ante la VIRGEN que han rodeado de flores, y a las que se siguen añadiendo
las de las mujeres que van llegando, entre curiosas y repletas de fe.
Algunos viejos, de pie; miran incrédulos. Alguno se tapa las narices con
gesto de asco.
El niño, ya limpio, posa para unos fotógrafos y periodistas que lo llenan a
preguntas. QUE NO OIMOS. Junto a él, la madre, sujeta las muletas que
pronto entrega al niño a petición de una de las periodistas y que el niño se
coloca casi a modo del que se hace unas fotos con los esquís recién
estrenados.
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SEC 3 INT. CHABOLA/DORMITORIO-NOCHE
SEC. SIN SONIDO SOLO CON LA BANDA SONORA. TAMBIÉN CORAL,
AUNQUE NO SEA PRECISAMENTE UNA MISA.
Entre la miseria y la tristeza de unas maderas mal colocadas,
arrinconado, sobre un camastro, envuelto con raídas mantas, el niño,
con los ojos entornados, hierve de fiebre.
Unas purulentas heridas, cubren su angelical rostro.
Alrededor, su madre le coge las manos. Algunos de los vecinos que
viéramos en la sec. anterior y la figura de un hombre trajeado,
elegante...; que contrasta con el resto de las gentes.
Del interior de su maravilloso maletín de piel, saca unos antibióticos y
prepara una jeringuilla.
La madre lo observa con gesto de desesperación. También el medico se
cruza un instante con la mirada de la madre. En su expresión se adivina
que nada se puede hacer ya.
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SEC. 4 EXT. BARRIO MARGINAL/EXPLANADA/CHARCA-DIA
SONIDO:
Murmullos de las gentes rezando, suplicando por la pronta mejoría del
muchacho.
El Altar aparece lleno de velas que se reflejan en la charca.
Junto a él, aún están las muletas del niño.
Un montón de gentes se postra de rodillas ante la Imagen.
Unas ráfagas de viento hacen cimbrear las llamas de las velas, algunas
se apagan primero, después, todo vuelve a la oscuridad. Una lluvia
repentina cae a plomo sobre las gentes.
OIMOS LA LLUVIA, TORMENTAS...; PERO CASI NO HACE FALTA QUE LA
VEAMOS. MURMULLOS DE LAS GENTES QUE SE VAN SORPRENDIDAS POR
EL CAMBIO DE TIEMPO.
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SEC 5 INT. CHABOLA/DORMITORIO-NOCHE
SONIDO:
Lluvia, relámpagos y tormentas.
Todos lloran la muerte del niño.
El medico cubre con expresión de dolor y decepción al muchacho con
las mantas.
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SEC. 6 EXT. IGLESIA-NOCHE
Un muchacho de unos VEINTE años, de aspecto agitanado, anoréxico,
con todos los sintomas de estar bajo un fuerte síndrome “mono”
abstinencia de drogas, sale de una Iglesia en una parte céntrica de la
ciudad. Inseguro y temeroso, mira a uno y otro lado antes de proseguir
su camino.
Bajo la chaqueta, jersey o similar; un bulto, denota el hurto de algo.
Lo seguimos por algunas calles vacías. Algún transeúnte cruza a la acera
de enfrente al verlo acercarse.
Las calles se van estrechando, apretando a medida que se va perdiendo
la zona céntrica para dar paso a callejuelas y callejones de la parte más
mísera de cualquier ciudad.
El letrero de una casa de compra y venta de toda clase de artículos, hace
frenar sus inseguros pasos y lo vemos colarse en el interior.
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SEC. 7 INT. CASA DE EMPEÑO-NOCHE
El interior es penumbra, oscuridad...
Una campanilla suena cuando lo vemos cruzar el umbral de la puerta.
En el interior de la tenducha, todo se aprieta, peligrando con sus
titubeos la caída de algunas figuras, objetos de apariencia antigua,
etc...; que casi mas se adivinan que se ven.
En algún momento, en su avance hacia el interior, alguna cosa titubea,
se balancea amenazando con estrellarse contra el suelo, pero él, torpe,
logra parar lo que parece inminente.
Del fondo, aparece tras unas raídas cortinas, un hombre de edad muy
avanzada y de aspecto huraño, de canosa y desaliñada perilla y ropajes;
que se va quitando tembloroso las pequeñas gafas que deja colgando en
su cuello.
Casi al tiempo, el muchacho, saca de debajo de sus ropas un cáliz, o,
cualquier otra pieza que se pueda robar de una Iglesia.
El hombre mayor, sujeta la pieza que le extiende el muchacho, mientras
vuelve a colarse las gafas, sin dejar de mirarlo, desconfiado. Hace gesto
de no gustarle la procedencia. Le niega con la cabeza, a la vez que se lo
devuelve.
El muchacho parece estar empeñado en que se lo quede a cualquier
precio, pero el hombre, también lo esta en no querer saber nada.
El muchacho se da por vencido al fin y, recogiendo el objeto,
decepcionado, sale; no sin antes arremeter con rabia con algún objeto
que tira al suelo ante la visión del hombre que se teme lo peor. Al fin,
sale, dejándose oír de nuevo la campanilla.
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SEC. 8 EXT. BARRIO MARGINAL/EXPLANADA/CHARCA-NOCHE
Ya no llueve. Todo lo que conformaba el Altar esta esparramado por los
suelos conformando parte de la suciedad ya existente.
NADA HACE SOSPECHAR DE LO QUE OCURRIÓ EN LAS SEC. ANTERIORES.
Las luces de una furgoneta se acercan hasta la cámara. Reflejandose en
el fétido y burbujeante mejunje.
Dos hombres de mediana edad salen de la furgoneta, miran a uno y otro
lado, asegurándose de que están solos.
HOMBRE 1
(MIRANDO HACIA LA CHARCA. MUY
DECIDIDO).
¡Vamos...!. Ves como no pasa nada.
¡Mira...! Ya se han llevado los bidones
de ayer.
HOMBRE 2
Cualquier día se nos caerá el pelo.
Mira la charca que hicimos...
HOMBRE 1
(DESPECTIVO Y DESPREOCUPADO).
seco.
¡Va...!. En un par de días estará todo
(AZUZANDO AL COMPAÑERO).
Venga... Acabemos de una vez.
AMBOS SE DIRIGEN HACIA LA PARTE TRASERA DE LA FURGONETA Y
SACAN UNO DE LOS DOS BARRILES QUE VEMOS.
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HOMBRE 2
(A MODO DE QUEJA).
mas...
Total por no hacer diez quilometros
HOMBRE 1
(ALGO CANSADO POR LA REPLICA DEL
COMPAÑERO Y POR EL PESO QUE
ARRASTRAN).
¡Hay que joderse!. ¡Venga!. Acabemos
de una vez que va a empezar el
partido.
VOLCANDO EL CONTENIDO EN LA CHARCA.
HOMBRE 2
(EN TONO DE ARREPENTIMIENTO).
No puedo creerme que esté haciendo
esto por la mierda del fútbol.
MENEA EL BIDÓN DE TAL FORMA QUE DE POCO MANCHA LOS ZAPATOS
DEL COMPAÑERO).
HOMBRE 1
(CABREADO. ECHANDO LOS PIES
HACIA ATRÁS).
¡Coño!. ¡Quieres fijarte en lo que
haces!. Sabes que eso podría
derretirme los pies.
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SEC. 9 EXT. BARRIO MARGINAL/EXPLANADA/CHARCA-NOCHE
El muchacho drogadicto llega entre temblores del mono y muy
machacado hasta el mismo borde de la charca.
Se saca de debajo de la ropa la pieza robada, y después de mirarla un
instante, la lanza a la charca.
DROGADICTO
(BALBUCEANTE.TEMBLOROSO.
MASCULLA)
¡Mierda viejo...!.
SE SIENTA CERCANO A LA CHARCA. TEMBLOROSO, MUY ACABADO.
¡Joder...!. Si robo en la Iglesia es por
que no quiero hacer daño a nadie.
¡Jodidos curas!.
FIN
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