Guía básica de cuidados cosméticos - cap-2

Transcripción

Guía básica de cuidados cosméticos - cap-2
2. Diagnóstico de la piel
Andrea Saracco
Realizar un buen diagnóstico de la piel permite
detectar las necesidades específicas y
programar un tratamiento adecuado en el
gabinete estético y en domicilio.
estimulan los procesos naturales de la piel, tales
como reactivar la producción de colágeno y
elastina, promover la formación de nuevas y sanas
células, regular el exceso de sebo, mantener el
manto epicutáneo (hidrolipídico) en buen estado.
Para escoger el tratamiento y los productos
adecuados es imprescindible hacer un buen
diagnóstico de la piel el cual incluye conocer su
biotipo y sus necesidades actuales.
Puedes comenzar por hacer un primer diagnóstico
en casa, frente al espejo. Observa cada zona de tu
cara, cuello y escote de acuerdo a la siguiente guía:
Coloración: observa si tienes una coloración
uniforme. Mira si las mejillas están rosadas o con
telangiectacias (las llamadas "arañitas"). En caso
de tener alguna mancha observa su forma, su color
e intensidad, sus contornos, si está elevada o es
plana. Observa también si tus ojos tienen ojeras.
Arrugas: detecta líneas de expresión y pliegues.
La piel es un órgano que contiene células
especializadas y estructuras. Constituye una
barrera protectora que interactúa con el medio
interior y el ambiente exterior pues obstaculiza el
ingreso de microorganismos, absorbe y bloquea las
radiaciones solares e inhibe la pérdida de agua. Es
muy importante en la homeostasis del cuerpo ya
que regula la temperatura por medio de la
sudoración, y recoge la información de los
estímulos externos a través de receptores
sensoriales.
Nota su profundidad y extensión. Puedes pellizcar
suavemente la piel para comprobar su consistencia:
si es elástica y retráctil.
Congestión: observa si tienes hinchazón, edemas,
bolsas debajo de los ojos; si hay coloración rosada
que va y viene o permanece fija; si existen pápulas,
puntos negros, pústulas.
Humedad: observa si tu piel es brillosa u opaca.
Pasa la yema del dedo por su superficie y fíjate si
está seca o untuosa.
Hemos entendido en el capítulo nº 1 que la
alimentación equilibrada, el ejercicio físico y el buen
descanso son factores importantes para que la piel
pueda mantener sus funciones normales.
En este capítulo descubriremos la importancia del
buen diagnóstico y del cuidado externo que puedes
realizar para mantenerla sana o para detener y
revertir los daños que ya están ocurriendo. El
capítulo nº2 es una guía perfecta para encontrar
información y orientación objetivas. Es bueno que
sepas que existen gran variedad de productos y
procedimientos que pueden solucionar esos
problemas que estás experimentando.
Los tratamientos cosméticos no quirúrgicos
La piel es un tejido vivo y por tanto está en
constante cambio. Estas pautas que acabas de leer
son una ayuda para observar su evolución.
Para determinar si tu piel es seca, normal o grasa
puedes encontrar en este enlace1 una descripción
de los distintos tipos cutáneos y sus características.
Asimismo, si quieres informarte sobre los
problemas de piel más frecuentes, te sugiero
consultar la página de la Academia Española de
1 http://andreasaracco.wordpress.com/2009/10/23/ex
amen-cutaneo-tipos-de-piel/)
1
Guía Básica de Cuidados Cosméticos
2. Diagnóstico de la piel
Andrea Saracco
Dermatología2 ; encontrarás un listado de
Una vez establecidos estos resultados es posible
realizar una adecuada selección de tratamientos y
afecciones y tratamientos dermatológicos más
comunes.
En el gabinete cosmetológico se pueden realizar
una serie de diagnósticos precisos para determinar
las necesidades de la piel. Por medio de un
examen de fotos y luz ultravioleta medimos la
cantidad de sebo y humedad, el nivel de acidez
(PH) y detectamos lesiones solares.
Establecer los parámetros de sebo y agua es
fundamental para evaluar el estado del manto
epicutáneo. Este manto es una capa emulsionada
que recubre la piel y que se compone de una fase
oleosa, una acuosa y otra emulgente. Un exceso de
grasa dilata los poros, causa irritación, favorece la
formación de comedones y microquistes, y es el
campo perfecto para la proliferación de bacterias.
Una carencia de grasa reseca, quita flexibilidad y
sensibiliza la piel. En tanto que si la epidermis
pierde su capacidad de retener agua la
humectación decrece produciendo
resquebrajamiento y pérdida de elasticidad.
productos óptimos que solucionen los problemas de
la piel y la mantengan equilibrada. Hay toda una
gama de procedimientos cosméticos no quirúrgicos:
máscaras, exfoliaciones químicas,
microdermoabrasión, ozonoterapia, mesolifting,
mesoterapia virtual (electroporación),
radiofrecuencia, luz pulsada, hilos tensores, skin
rollers, láser de CO2, etc.
Verificar la acidez (PH) es importante porque el PH
controla los niveles normales de las bacterias en la
superficie de la piel. Si el PH es demasiado alto, las
bacterias pueden proliferar aumentando las
posibilidades de erupciones y manchas y
disminuyendo la capacidad de las células epiteliales
de retener la humedad. Una piel equilibrada tiene
un PH de 5,5, considerándose como resultado
óptimo una medición entre 5 y 6.
Los tratamientos cosméticos no quirúrgicos son
cada vez más populares por el simple hecho de
que no son extremos, llevan poco o nada de riesgo
y son muy eficaces en el tiempo. Reforzar la salud y
vitalidad llevando una vida sana, realizando
tratamientos y usando productos cosméticos
adecuados, forma parte de un estilo de vida que
cada vez más hombres y mujeres eligen.
Detectar lesiones solares es vital para controlar su
evolución y evitar que deriven hacia algún tipo de
cáncer de piel.
El tiempo altera la estructura de la piel, afectando
su integridad y belleza. La aparición de arrugas es
el signo más evidente de este proceso. Conocer el
grado de elasticidad es fundamental para prevenir o
reducir el proceso de envejecimiento y para elegir el
mejor producto para cada necesidad y tipo de piel.
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http://www.aedv.es/
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Guía Básica de Cuidados Cosméticos

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