ALFONSO REYES y VALERY lARBAUD. CUESTIONES MILITARES

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ALFONSO REYES y VALERY lARBAUD. CUESTIONES MILITARES
ALFONSO REYES y VALERY lARBAUD.
CUESTIONES MILITARES EN SU CORRESPONDENCIA
Aurora Diez-Canedo
Centro de Estudios Literarios, lnstituro de Investigaciones Filologicas de la UNAM
A Rose Dux y Alicia Reyes
Es verdad que los dos hombres, despues de haber coincidido por
un momento en 1927, se encaminaban bacia estilos de vida muy
dispares uno de otro. Larbaud resisda a su epoca, permaneda
hostil ala rapidez. Respondfa a La vitesse de Morand escribiendo
"La lenteur". Se negaba a instalar telefono en su casa. Era de prever
que iba a elegir una vida un poco al margen de su epoca. Reyes,
por sus funciones y por su caracter, era antes bien inclinado ala
acci6n, a una com union mas estrecha con la evoluci6n de su siglo [... ]
Paulette Patout, Alfonso Reyes y Francia, pp. 356-357
VALERY LARBAUD
(r88r-1957)
Y ALFONSO REYES
(r889-1959)
El primer contacto entre Alfonso Reyes y Valery Larbaud se dio por
medio de una carta de Reyes a Larbaud desde Paris, el4 de marzo de
1923. Reyes era entonces primer secretario de la Legaci6n de Mexico en Madrid y habia hecho un viaje a Paris, invitado por el venezolano Alberto lirega Fombona, para participar en un curso sobre
la America hispana en el Colegio Libre de Ciencias Sociales. 1
Los intermediarios para que se diera el contacto entre ellos fueron el critico espanol Enrique Diez-Canedo y el escritor frances
Reyes dio en frances una conferencia titulada Evolution du Mexique. C£ Paulette
Patout, nota 7 a Ia carta 1, p. 113, en Valery Larbaud I Alfonso Reyes. Correspondance
1923-1952, avant-propos de Marcel Bataillon, introduction et notes de Paulette Patout,
Paris, Librairie Marcel Didier, 1972 (Etudes de litterature etrangere et comparee, 67).
1
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AURORA DfEZ-CANEDO
Jules Romains, que habfa estado en Espafia. 2 Reyes escribe entonces a Larbaud (y esta es la primera carta de la correspondencia entre ambos escritores):
Supongo que mi nombre no lees a Ud. desconoddo. He tenido el
gusto de enviarle a Ud. varios libros mfos, 1 soy amigo de todos sus
amigos de Espana y -particularmente- soy, casi par antonomasia,
"el amigo de Dfez-Canedo". M. Jules Romains me dio una carta de
presentaci6n para mile. Monnier, con Ia esperanza de que en la Maison des Amis des Livres pudiera yo encontrarlo a Ud. No tuve esa
suerte, y tengo que regresar rapidamente a Madrid. Le traia a Ud.los
saludos de Dfez-Canedo. Creo que Ud. piensa ir pronto par Espana.
Si asf fuere, pronto tendre el gusto de ofrecerme personalmente a las
6rdenes de Ud. Su devoto admirador, Alfonso Reyes. 4
SegU.n Paulette Parout, lo mas probable es que Reyes y Larbaud
se conocieran personalmente poco despues de esta prim era carta,
entre el 7 y el14 de abril de 1923 en Madrid, adonde Larbaud
habia ido invitado como conferencista por el Instituto Frances de
Madrid y por el Ateneo Barcelones. Larbaud conocio entonces a
destacados escrirores espaiioles, entre ellos a Jose Onega y Gasser.
Pero Larbaud habia vivido antes, entre 19 I 6 y 1920, en Alicante,
y conocfa bien la vida literaria de Madrid, a Ramon Gomez de la
Serna y al drculo de la cripta del Pombo, a Enrique Dfez-Canedo,
Pedro Salinas, Ricardo Baeza y a otros.
2
Jules Romains habia estado, en 1917, en Madrid, invitado por Dfez-Canedo y
Ia revista Espana para hablar sobre el "unanimismo'', filosofia inAuenciada de manera
lejana, inAuencia no abiertamenre reconocida par Romains por las teorias sociol6gicas y Ia idea del "aconrecimienro" de Durkheim, que habia sido su maestro. El unanimismo reconoda "el espiritu de Ia modernidad" en los grupos y colec£ividades sociales y Ia manera mas adecuada, segl'm Romains, de expresar dicho espirim era a rraves
de Ia novela.
3
De los libros de estos aiios, en Ia biblioteca de Larbaud en Vichy se encuemra E1
plano oblicuode 1920, con una dedicatoria de Reyes. Paulette Patout, op. cit., nma 2 a
Ia carta !, p. 1 11.
Paulette Parour, ibidem, catta l, p. 29.
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ALFONSO REYES Y VALERY LARBAVD. CVESTIONES MILITARES EN SlJ CORRESI'ONDENCIA
FERMINA MARQUEZ
Fermina Marquez (1911) habia sido leida por la genre de letras en
Francia, asi como de Espana e Hispanoamerica. Reyes, muy interesado en estrechar vinculos entre la literatura francesa y la americana, habia encontrado en esta novela de Larbaud una nueva mirada al mundo y ala sensibilidad hispanoamericanos, y le intrigaba
que el personaje de Santos Irurria, originario de Monterrey, pudiera estar inspirado en alguien de su pro pia familia a rraves de
algU.n retrato del general Reyes en la Legaci6n de Mexico ode alguna historia que circulara entre los mexicanos de Paris.
Esto no era improbable ya que, segun Paulette Patout, fue por
media de un joven secretario de la Legaci6n mexicana siruada en
el boulevard Haussmann que Larbaud, "cuando frecuentaba a
Ruben Dario y a cierto nlimero de latinoamericanos en los bares
del barrio de la Opera", empe1..6 a sentirse atraido por Mexico. Es
probable tambien que Enrique Diez-Canedo, cuya traducci6n de
Fermina Mdrquez al espaiiol para la editorial Calpe apareci6 en
1921, haya llamado la atenci6n de Reyes sabre este dato. 5
En la novela, Fermina, recien llegada de Colombia, vive una
temporada en Paris, a donde ha viajado con su hermana chica y
una tfa para estar cerca de su hermano menor, mienrras este se
adapta a la vida del colegio de San Agustin. All£ esrudia tambien
Santos Iturria, un joven apuesto y muy seguro de sf mismo, de
qui en Fermina acabara enamorandose. El es uno de los personajes
cenrrales, nacido en Monterrey y cuyo padre -se sabe al final de
la novela- habia sido nombrado en su pais ministro de Guerra, el
mismo cargo que habfa desempeiiado el padre de Alfonso Reyes.
El interes y admiraci6n por la cultura hispanica y par el mundo criollo, asi como el hispanismo e hispanoamericanismo de
Larbaud pueden verse en Fermina Marquez, historia en parte autobiografica yen parte novela de formaci6n o Bildungsroman. Al
'Valery Larbaud. Fermina Marquez, traducci6n de Enrique Diez-Canedo. Madrid,
Calpe, 1921. Cf. Vd.lery Larbaud/ Alfonso Reyes. Correspondance... Carta 13. Paris, 14
de mayo de 1925, p. 38.
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AURORA DIEZ-CANEDO
Colegio de San Agustin, "mas cosmopolita que una exposici6n
universal", asistfan, cuema el escritor frances,
hijos de armadores de Montevideo, de comerciantes de guano del
Callao ode fabricantes de sombreros del Ecuador[;] sentianse, en
toda su persona yen todos los instantes de su vida, descendientes de
los conquistadores. Tan grande era el respeto que sentian por la sangre espanola -hasta cuando tal sangre tenia, como en los mas de
ellos, alguna mezcla de sangre india- que todo orgullo nobiliario,
todo fanatismo de casta parece mezquino si se le com para con aquel
sentimiento, con la certidumbre de tener por antepasados a unos
campesinos de Castilla o de Asturias. 6
Santos tenia empeiio en mostrar a su compaiiero Ortega, "el
unico espaiiol originario de la metr6poli"' que en el "no habia
nada de un vulgar y grosero advenediw, de un "cachupin". 7 "Crecimos", escribe alH mismo Larbaud, evocando los aiios en que fue
alumna de Sainte Barbe-des-Champs,
entre los recuerdos de una de las mas gloriosas naciones de la Tierra;
el mundo Castellano fue nuestra segunda patria y, por aiios enteros,
consideramos al Nuevo Mundo y al espaiiol como a Tierras Santas
en que Dios, por mediaci6n de una raza de heroes, quiso desplegar
sus prodigios; si, el espiritu que entre nosotros dominaba era un espiritu de acci6n y heroismo. 8
Si bien Reyes habia tenido una educaci6n afrancesada, como
correspondia a las dases acomodadas en el Mexico de fines del siglo XIX, y cuando sali6 del pais se habia establecido en Francia, los
afi.os que vivi6 en Madrid en contacto con cdticos atentos ala
cultura francesa le habian proporcionado una vision renovada de
la literatura y cultura francesas, lo que, aunado a su nombramienValery Larbaud, op. cit., p. 15.
Ibidem, pp. 19 y 20.
8
Ibid., pp. 13 y 15.
6
7
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Al FON>O REYE.S Y VALERY LARBAL!D. ClJESTIONES MILl TARES EN ;,u CORRFSPONDENCIA
to de ministro en Paris, lo llev6 a establecer contacto con los escritores franceses mas destacados.
Larbaud, por su parte, para cuando conoce a Reyes en los afios
de la posguerra, estaba convenddo de que America Latina acabaria por producir una literatura poderosamente original y renovadora frente ala cansada Europa. En su "Carta ados amigos" (Adelina del Carril y Ricardo Giiiraldes) de 1927, les deda:
nosotros eramos quienes, en Espana yen Francia, esperabamos
grandes libros de America Larina, quienes teniamos puesta la mirada desde hada tiempo en Mexico, Buenos Aires, Montevideo, Santiago de Chile, Lima, y las capirales de los viejos paises bolivarianos,
conflando en que nos llegarian por fln libros puramente americanos, libros en que el tema y el arte estarian completamente liberados
de las influencias europeas:>
Alguien como Alfonso Reyes no podia dejar de sentirse aludido ante esta expectativa. No es, sin embargo, sino hasra el numero
2 de Monterrey, desde Rio de Janeiro (agosto de 1930) que, en una
carta abierta a Larbaud con motivo del pr6logo que este habia escrito para Ia edici6n francesa de Los de abajo, Reyes se expresa
ampliamente acerca de Fennina Marquez:
Buen amigo de nuesrraAmerica [dice de Larbaud], y amigo de
siempre y sin hacer profesi6n de ella, que es lo mejor, en su primer
libro, Fermina Mdrquez, aparece ya Ia preocupaci6n porIa genre
hispanoamericana. El hispanoamericanismo -hasta entonces tipo
comico o pintoresco, mirad jimio y mitad !oro, vestido de colorines
y gozoso de desaciertos- aparece ahl, por primera vez en la actual
literatura francesa, como un serio valor humane. Los chicos de
nuestra tierra dominan en el ambiente de un colegio situado en los
alrededores de Paris, e imponen en el sus costumbres y su habla, y
hasra representan el elemento de precocidad y audacia vi riles, Ia salubre rebeldia que salta las bardas, a hurto de los celadores, en busca
'!
Paulecte Parout, op. cit., nora 14 a Ia carta 3, pp. 121 y 122.
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,
AURORA DiEZ-CANEDO
de la aventura nocturna [... ] Uno de los personajes de primer plano
es el mexicano Santos lturria; jUn muchacho de Monterrey! jY, conste, Larbaud, que usted y yo aun no nos conodamos y yo no le habia
hablado nunca de mi tierra natal! 10
CoRRESPONDENCIA LARBAUD/REYES
La correspondencia entre Larbaud y Reyes abarca de 1923 a 1952
yen gran parte esra integrada por camidad de pequefi.os recados
-explica P. Patout- que son testimonio de sus frecuentes encuentros, cenas intimas en Paris con otros amigos franceses como
Jean Cassou, Paul Morand, Jules Supervielle, Francis de Miomandre, o espafi.oles como Diez-Canedo y Miguel de U namuno. 11
Esta correspondencia fue constante a lo largo de los cambios de
residencia de Alfonso Reyes: Madrid, Paris, Buenos Aires, Rio
de Janeiro, Mexico. Segun Patout, la etapa mas importante es
la del primer periodo de Reyes como embajador en Bs. As., y se
concentra en el afi.o de 1929. Reyes escribia a Larbaud desde
Buenos Aires afi.orando sus afi.os en Paris, sus amigos y la cultura
frances a.
Las cartas tratan diversos asuntos literarios. Entre los mas importantes, destacan las consultas y todo lo relativo ala traduccion
que hizo Larbaud de Yerbas del Tarahumara en 1929, la cual se
publico en el numero de verano de 1929 de la revista Commerce,
que desde 1924 dirigian Larbaud, Paul Valery y Leon-Paul Fargue. Una traduccion hecha con gran dedicacion y celo filologico,
segun la opinion de Marcel Bataillon. 12 Si bien ya habia aparecido
en la editorial Gallimard la traduccion al frances de Vision de And10
Ibidem, nota 8, carta 62, pp. 243-244.
11
A principios de abril de 1925, durante Ia semana santa, cenaron Reyes, Larbaud y Diez-Canedo en ellegendario restaurant Foyot, enfrente del Senado (idem,
carta 7, nota 2, p. 131 ). Unos dias despues, cenarian en el Restaurante Espagnol de
Ia Rue Herder, Reyes, Jean Cassou y Miguel de Unamuno, durante el exilio de este
ultimo en Paris, de mediados de 1924 a mediados de 1927 (ibidem, cartas 7 y 11, pp.
35 y 37).
12
Marcel Bataillon, "Avant-propos", en Valery Larbaudl Alfonso Reyes. Correspon-
dance, cit., p. 3.
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ALFONSO REYES YVALERYJARBAUD. CliESTIONES MILITARES EN
CORRESPONDENCIA
huac, para Reyes, el hecho de ser traducido por Larbaud era lo
mejor que podia pasarle.
En la ultima cana de esta correspondencia, de marzo de 1952,
al comentar Reyes a Larbaud con gran retraso la muerte de DfezCanedo en Mexico en 1944, el escritor frances recuerda a quien
habfa sido su traductor: "Je suis tres pene de la mort de notre
ami Enrique D Canedo, traducteur en espagnol de Fermina
Marquez..." 13
lARBAUD, COLECCIONISTA DE SOLDADOS
Entre los temas no literarios que destacan en la correspondencia
Larbaud I Reyes esra el gusto del primero por los soldados de plomo. Larbaud era un coleccionista de soldados de todas partes del
mundo, formaba parte de un grupo de aficionados franceses, los
cuales encargaban a los fabricantes de Francia (H. Mignot), Inglaterra y Alemania (Kiely Nuremberg) pedidos especiales de soldados para lo cualles enviaban informacion e ilustraciones de uniformes militares. En su "Introduccion", Paulette Patout se pregunta
si dicho tema no resulta excesivo en una correspondencia de la
que se esperan principalmente asuntos literarios, y responde diciendo como los mejores amigos del escritor frances compartian
con entusiasmo esa aficion de nino grande que tenia Larbaud por
los soldados de plomo y por el despliegue de las batallas que hada
en su casa.
Mientras a Reyes, desde Paris, le importaba principalmente eratar ante Larbaud lo diffcil que era para un hispanoamericano superar el nacionalismo y carencias de su pafs y estar a Ia altura de la
cultura europea, y le mandaba sus libros en cuanto salian publicados, Larbaud pedfa a Reyes que le ayudara a conseguir informacion sobre los uniformes de los ejercitos de la epoca de Juarez y de
11
Idem, cartas 77 y 78, pp. 106-108. Anreriormente, Dlez-Canedo habia traducido Dolly para Ia revista Espana, 1919, num. 242. C£ Rose Duroux. "Une ami tie inderacinable. Max Aub/ Enrique Diez-Canedo", en MaxAub: enracinements etdbacinements. Acres du colloque des 27, 28 er 29 mars 2003. Marie Claude Chaput er Bernard
Sicot eds., Publidi.x: Universite de Paris X-Namerre, 2003, pp. 79-95, nota 20.
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ALIRORA DiF/-CA"'EDO
las "guardias rurales" de Porfirio Diaz, para mandar hacer los moldes y despues pintarlos con los colores que les correspondieran. 14
En otra carta de 1925, Larbaud agradece a Reyes el envio de
un album con ilustraciones sobre el ejercito de Guatemala:
baile de alegria viendo los documentos sobre el ejercito de Guatemala, lo lleve enseguida a casa de mi pintor [... ] Le interesad. saber
que de los ejercitos de America Central tengo ya: el Salvador y Costa
Rica, y muy pronto, gracias a Ud., Guatemala. Me faltan aun: Honduras, Nicaragua y Panama. Pero lo que mas falta hace en mi coleccion es Mejico. Ya pudo mi pintor escoger los tipos sin pintar de los
soldados mexicanos representados en el magnifico album que Ud.
me regal6, pero ~donde hallar los documentos para los colores? 1"
Derivado de la curiosidad de Larbaud por este aspecto concreto de la historia militar de Mexico, se advierte en las cartas a Reyes
su interes en el arte y las artesanias mexican as. Reyes le manda un
sarape de Saltillo y le explica que es la manta que usan los charms
a caballo. Es interesante ver en este intercambio en que libros Larbaud habia encontrado informacion sobre los uniformes de soldados mexicanos pues, al parecer, no abundaban; entre ellos,
menciona ala Enciclopedia Espasa, "la {mica publicaci6n donde
pueden verse todos los uniformes de los ejercitos de las distintas
republicas americanas;" 1G y, por otro lado, cuales eran los libros
que le mandaba Reyes. Entre estos, por ejemplo: Las artes populares en Mexico (Editorial Cvltura, 1922); Iglesias de Mexico (Publicaciones de la Srfa. de Hacienda, 1924-1925); 17 un "album oficial
de uniformes mexicanos" que noes otro que El Fjercito mexicano.
Monografia histdrica escrita en 1899, por el Gral. Bernardo Reyes.
Edici6n especial. Mexico. J. Ballesci y Ca. sucesor, editor. 18
14
Carra de V.L. a A. R., 22 de febrero de 1925, en Paulene Patout, op. cit., pp.
32 y 33.
1
' Ibidem, carta 16, pp. 39 y 40.
"'Valery Larbaud. Questions militaires, p. 16, 1944.
,-Paulette Parour, op. cit., nora 2 a Ia carta 5, en p. 127.
JH Ibid., cartas 51 y 53, pp. 76-77 y 81.
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ALFONSO RFYES Y VALERY LARBAUD. CUF.STIONES MILITARES EN SU CORRESPONDENCIA
Larbaud se interesa tambien en la epoca de la Conquista. En
una carta de febrero de 1927, invita a Reyes a reunirse con el presidente de los coleccionistas de soldados de Parfs, M. Paul Armont,
para que juntos vean los disefi.os de las figuras de los soldados
mexicanos y espafi.oles de la Conquista. Poco despues, en una carta a Reyes dell marzo de 1927, escri ta desde la provincia francesa,
co menta Larbaud: "Les dessins du Montezuma et du Guatimozin
sont superbes". 19
Larbaud estaba fuera de Paris cuando Reyes regresa a Mexico
en marzo de 1927, para hacerse cargo de la Legacion --que ascended. a Embajada a mediados de ese mismo afi.o- en Argentina.
Dos traducciones de Reyes quedaban en manos de los franceses:
VIsion de Andhuac (traducida por Jeanne Guerandel y con un prologo de V. Larbaud que apareced. publicada por Gallimard en
1927) y Efplano obficuo (traducida por Jean Cassou).
A su paso por Mexico en 1927, Reyes pide a Larbaud dos colecciones de soldados de la Conquista de Mexico para el, otra para
el Consul de Mexico Arturo Pani, y le avisa que seguramente encontrad. en Mexico a mas personas interesadas.
Posteriormente, en una carta de diciembre de 1929 desde Buenos Aires, Reyes le escribe:
se me ocurre que las escuelas de Mexico podrian interesarse en tener colecciones de soldados mexicanos en plomo. Mi actual agregado militar, que es un oficial cientifico, muy entendido, esd. preparando una pequefi.a memoria al Ministro de Guerra mexicano,
para incitarlo a emplear los soldados de plomo no solo en calidad
de ilustraciones hist6ricas o pequefio museo, sino tambien para no
se que misterios sobre las formaciones de cada grupo militar. Si
nuestro Ministro llega a interesarse, tendre· que comunicarme con
Ud. y con Paul Armont, pues acaso se ofrezca hacer un verdadero
"pedido comercial" y encargar una edici6n especial de figuras
mexican as. 20
19
20
Ibidem, carta 28, p. 46.
Idem, carta 51, p. 77.
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AURORA DiEZ-CANEDO
~Que qued6 de todo esto?
Para Larbaud,
los esfuerzos y las investigaciones de los coleccionistas de soldados de
plomo tendian a ser del dominio publico y a poner a disposici6n de
la ensefi.anza gran des series de figurines representados artisticamente
y con una escrupulosa exactitud todos los personajes y todos los tipos, tanto civiles como militares de la historia, y a formar asi una
enciclopedia hist6rica del traje, de la vida politica y social y de las
guerras. Para el, series como lade los "Ultimos Valois" o la "Conquista de Mexico", recientemente editadas y puestas ala vema, se paredan a ciertas series de timbres postales conmemorativos que masuaban retratos de personajes ilustres y composiciones que representaban
los grandes acontecimientos de la historia de cada pais[ ... ]2 1
Casi todas las cartas de 1929, mientras Reyes esti en Buenos
Aires y Larbaud en Italia hasta mediados del afio y despues en
Francia, tocan el tema de los soldados de plomo. A Larbaud le
interesaban tam bien los soldados argentinas, chilenos y paraguayos. Cuando Larbaud regresa a Paris, se encuentra con un ejemplar de la revistaEIHogar(29 de marzo de 1929), que publica una
entrevista donde Reyes habla de como, cuando estaba en Paris,
gracias a Larbaud, se interes6 en coleccionar soldados de plomo. 22
Reyes planeaba una exposici6n y conferencia sabre las colecciones
de soldados en la conocida libreria de Buenos Aires Viau y Zona.
Larbaud se entusiasma con la idea y ofrece a Reyes mandarle sus
soldados de las tropas de Rosas y de Urquiza, entre otros. Larbaud
se muestra preocupado par la manera en que debe empacar yenviar los soldados para que nose maltraten.
Aqui tengo la cajita con 32 soldados en perfecto estado; preciosa
colecci6n cuyo obsequio le agradezco a Ud. mucho, y que me va a
Valery Larbaud, Questions militaries, op. cit. (traduccion mia).
Paulette Patout, op. cit., nota 10, carta 43, p. 198. El recorte de esta entrevista se
exhibe en Ia Capilla Alfonsina. Agradezco a Hector Perea Ia consulta de una imagen
digitalizada de Ia misma.
21
22
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MfONSO REYES Y VALERY
L.~RBAUD.
CUESTIONES MILITARES EN
CORRESPONDENCIA
servir para catequizar argentinas. Voy a tratar de reunirle Ia coleccion de figuras en carton que vienen en el chocolate del "Aguila''
para completar sus figurines milirares argentinas ~No Ia posee Ud.?
<Y como andamos de soldados chilenos? Porque ram bien creo poder
hacerme venir de Santiago algunos documentos graficos. Celebro
que le agraden los Cuademos del Plata ...
Mientras que, para Reyes, lo mas importante en su correspondencia con Larbaud son las cuestiones literarias, resulta dificil decidir emil era el tema dominante para Larbaud: si aquellas o las
"cuestiones militares" (como el titulo que lleva un libro suyo de
1944).
REYES EN
Rio
Desde Rio de Janeiro, Larbaud recibe el primer numero deMonterrey (junio de 1930), el correo literario de Alfonso Reyes. Acusa recibo de Monterrey por medio de una carta y pide a Reyes
unos "zuavos de Sao Paulo", documento, dice, que lleva tiempo
buscando. Cuando recibe el numero 4 correspondiente a abril
de 1931, en cuya primera pagina aparece una caricatura de Larbaud hecha por Tofio Salazar, ilustrando el articulo "Viajes morrocotudos", que trata sobre el viaje de Paul Morand a Mexico
en 1927, Larbaud cuenta a Reyes que ha estado enfermo desde
enero y que no se parece a Ia caricatura, pues ha bajado mucho
de peso.
Respecto a los soldados, Larbaud cuenta a Reyes que ahora
quien le pinta sus soldados es una pintora, muy lema, pero en
cuanro termine le mandara una "serie mexicana''.
En una de las Ultimas cartas enviadas a Rio ( 18 de diciembre
de 1932), Larbaud se alegra de que Reyes haya entrado en contacto con Alexandre A.M. Stols, buen amigo suyo y uno de los mejores impresores de Europa, de familia de impresores holandeses y
caballero de la Legion de Honor. Stols editara en Maestricht, Holanda, en 1933, los Romances del Rio de Enero de Alfonso Reyes.
Ibidem, carta 50, p. 75.
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AURORA DIEI<ANUlO
VALERY LARBAUD.
QuEsTioNs MILJTAIRES
Varios aiios despues, en 1944, Alexandre A.M. Stols reuni6 y publico en Holanda, bajo el titulo de Cuestiones militares (Questions
militaires), en una edici6n limitada de 250 ejemplares e ilustrada a
mano con litografias de Pier Worm, dos textos que Larbaud habia
escrito en 1913 y 1921 para Ia revisra Cahiers d'Aujourd'hui. En
ellos, Larbaud vuelca todo su conocimienro de coleccionista de
soldados de plomo. Un ejemplar de esre libra se encuentra en Ia
biblioteca de Alfonso Reves
en Ia UniversidadAut6noma de Nue•
vo Le6n. 24
El primer texto de Questions militaires es en realidad un comenrario o reseiia hecha por Larbaud sabre ellibro del novelista
ingles H. G. \Veils, publicado en 1913 bajo el titulo de Little WtitJ".
Larbaud se refiere a este en frances: Petites guerres, jeu pour les
garr;ons de douze a cent cinquante ans... "Se trata --explica- de
una descripci6n del juego de soldados de plomo, segun lo hadescubierto y perfeccionado Wells". Cree Larbaud que es posible que
Wells sea el primer ingles que se ha ocupado de un asunro tan
importanre, pues la fabricaci6n de soldados de plomo de juguete
es alga recienre en Inglaterra que nose remonta mas alia de 1903
0 1904.
Pero en Francia, continua Larbaud, hace tiempo que existen
adeptos al Juego Real, y no son precisamente niiios o personas
mayores, sino "genre seria, medicos, hombres de mundo, unos
cuanros oficiales que se daban cita y se reencontraban durante
aiios en Paris en casa de M. Georges Coisel, dueiio de una de las
mas bellas colecciones del mundo".
El exito del libra de Wells consisti6 en Ia man era de presenrar
este aurar sus "pequeiias guerras": como "el juego de reyes para las
personas de una posicion social inferior". En efecto, co menta Larbaud con ironia, el hombre moderno posee todo aquello que po2
'' Bajo la dasificacion PQ2623/.A65/Q4. Es el cjemplar numero 4. Agradezco
estos datos a Gabriel Aceves Hernandez, encargado de Ia Sala de Literatura en la biblioteca Capilla Alfonsina de la Universidad Aut6noma de Nuevo Leon.
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ALFONSO REYES Y VALFRY LARBAUD. CUESTIONES MILITARFS f.N SU CORRESPONDENCIA
seyeron los reyes (y mas) en lo que respecta a comodidades materiales de la vida; es necesario, por tanto, que tenga tambien el
placer real por excelencia: la guerra.
El juego de Wells estaba destinado a "muchachos de todas las
edades entre doce y ciento cincuenta afi.os, a las muchachas mas
inteligentes y a un pequefi.o numero de mujeres bien dotadas [... ].
Solo a aquellos que desdefi.an las cosas de la imaginacion les resulta ridiculo el noble j uego", adverda el escritor ingles en Little
wars.
Sin embargo, Larbaud encuentra errores en las reglas del juego
inventado por Wells, por ejemplo:
~por que confiar los canones a los coraceros de la guardia? iQue herejia!- exclama-. "Es que no hay artilleros a caballo?" Es verdad
que los fabricantes ingleses de soldados no tienen tanta variedad de
posturas como los soldados de Nuremberg. Entonces ihay que exigirle al fabricante! 25
Para Larbaud, el juego de los soldados (Kriegspiel) no es un
simple pasatiempo de personas mayores, ni una forma de ejercitar
la imaginacion. Para el, el Juego Real y la creacion ardstica guardan una relacion muy estrecha, cosa que ignora Wells. Ademas
Wells, con su juego, pretende, segun el, hacer la guerra mas razonable debido a su pequefi.ez y reducir la guerra a su justa proporcion, conclusion que a Larbaud le parece ala altura de un alegato
deabogado.
En la segunda parte de Cuestiones militares, escrita afi.os despues, en 1921, Larbaud advierte que la Guerra europea habia tenido un efecto de rebate sobre las "pequefi.as guerras", tema del
libra "encantador" de H. G. Wells. Los fabricantes de soldados se
habian dedicado a producir grandes cantidades de uniformes nuevas, los de la Gran Guerra, de color caqui, y este exceso de uniformidad estaba dando al traste con el colorido y particularidades de
los uniformes de antes. Segun Larbaud, entre el aficionado al
2
'
Valery Larbaud, Questiom militaires, op. cit.
251
AURORA DiEZ-CANEDO
Kriegspiel y el coleccionista, atento a cada una de las figuras que
para los jugadores no eran mas que peones, se habia dado un divorcio completo.
Larbaud deja ver aqu1 su enorme curiosidad y conocimiento
de la guerra, de la historia militar, de los ejercitos, de las batallas
y de los uniformes de los soldados de todas las epocas y, por otro
lado, deja daro el hecho de que ser coleccionista de soldados implicaba seriedad y profesionalismo, algo muy por encima de la finalidad de entretenimiento para nifios y personas mayores que
suponia el juego de Wells. Era un asunto de iniciados para quienes
la historia se resumia en "una serie prodigiosamente complicada
de uniformes". Con solo ver un uniforme, el aficionado se transportaba a tal 0 cual periodo mas 0 menos agitado de la vida politica del mundo. El coleccionista de soldados comprendia las relaciones entre el uniforme y la epoca, entre los uniformes y los paises
donde se habian usado. El fino espiritu de Larbaud consideraba a
estas "relaciones sutiles" (Rapports subtiles). 26
La cdtica de Larbaud a H. G. Wells es una cdtica de la tradici6n frente ala modernidad. Si bien se trata de dos miradas al fen6meno de la guerra de dos pacifistas, el primero habla en nombre de una tradici6n arraigada entre conocedores; y el segundo
habla de la trivializaci6n y popularizaci6n de la guerra convertida
en un conjunto de instrucciones para un producto comercial.
Algunos de los soldados de la Conquista de Mexico de la fabrica alemana de Kiel se exhiben en una de las vitrinas de la Capilla
Alfonsina en Mexico. Nose sabe con certeza quien mas los tiene
en Mexico y, entre ellos, quienes relacionan a esta serie de figuras
planas de plomo con las ideas de Valery Larbaud y con los afios de
la posguerra europea. En lo que respecta a Alfonso Reyes, si bien
el intento de interesar, a fines de la decada de los veintes, a posibles
coleccionistas y al gobierno de Mexico en la adquisici6n de soldados de plomo de las fabricas europeas no parece haber tenido mayor trascendencia yes algo que ha pasado inadvertido, debe ciertamente contarse entre sus diversas gestiones culturales.
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lbidem.
ALFONSO REYES Y VALERY LARBAUD. CUES.riONES MILITARES EN SU CORRESPONDENCIA
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