“ Dos miradas a Olivier Messiaen: Regard de la Vierge y Première

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“ Dos miradas a Olivier Messiaen: Regard de la Vierge y Première
 Revista Digital:
Reflexiones y Experiencias Innovadoras en el Aula.
ISSN 1989-2152
DEP. LEGAL: GR 2327/2008 Nº-34 – SEPTIEMBRE DE 2011
“ Dos miradas a Olivier Messiaen: Regard de la Vierge y
Première communion de la Vierge, de Vingt Regards sur
l’Enfant-Jésus.”
AUTORIA
DAMIÁN IGNACIO CLEMENTE ESTUPIÑÁN
TEMÁTICA
ANÁLISIS MUSICAL
ETAPA
CONSERVATORIO PROFESIONAL Y SUPERIOR DE MÚSICA
Resumen
Análisis y acercamiento a dos obras para piano solo de Olivier Messiaen dedicadas a la Virgen María:
Regard de la Vierge VI, y Première communion de la Vierge XI (Mirada de la Virgen, y Primera
Comunión de la Virgen), de Virngt Regards sur l’Enfant-Jésus (Veinte Miradas al Niño Jesús).
Palabras clave
Olivier Messiaen, piano, música, siglo XX, Vingt Regads sur l’Enfant-Jésus, Miradas al Niño
Jesús, Primera Comunión de la Virgen, Mirada de la Virgen, música contemporánea, música
francesa.
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Texto:
Índice:
-Introducción
-Regard de la Vierge IV (Mirada de la Virgen)
-Primera Comunión de la Virgen, Regard XI
-Conclusión
-Bibliografía
-Autoría
Acercamiento a dos obras de Olivier Messiaen para piano solo: Regard de la Vierge y Première communion de la
Vierge, de Vingt Regards sur l’Enfant-Jésus.
Después de componer los ocho Preludios y “Visions de l'Amen” para piano, Oliver Messiaen compuso en tan sólo seis
meses (de Marzo a Septiembre de 1944) el gran ciclo de veinte piezas para piano: Vingt Regards sur l'Enfant Jésus. Esta
obra religiosa y pianísticamente virtuosa está lejos de algunas de las obras religiosas de simplicidad conmovedora de
tiempos previos. El tema de la obra es el catolicismo, que encontramos lleno de simbolismo, tanto poético como
numerológico.
Aunque Messiaen haya comenzado su carrera como organista, siempre sintió una conexión especial con el piano,
comenzado a componer para este instrumento con la edad de nueve años: “ La dame du Sharlott”. Otra obra antes de su
primera publicación por Durand para este instrumento con los Preludios, es “La tristesse d’un grand ciel blanc”, compuesta
con trece años, que describe el cielo de París. Gran improvisador al órgano, y organista oficial durante varias décadas en la
Iglesia de la Santísima Trinidad en París, es uno de los más originales y contribuyentes compositores para órgano de la
Historia de la Música.
Con los Preludios, su primera gran obra para piano, y la primera en ser publicada el compositor ya se proclama como un
creador original, con un lenguaje único, y algo apartado de las formas (exceptuando el último preludio, Un reflect dans le
vent, el único con una forma sonata A-B-A). Algunos de estos preludios nos recuerdan a su obra para órgano. Aunque tan
sólo contaba con 21 años al componer Preludios, ya tienen un estilo muy personal, con influencia de Claude Debussy y Paul
Dukas.
Pasarán catorce años hasta escribir de nuevo para este instrumento con Visions de l’Amen, obra para dos pianos, a
excepción de algunas pequeñas obras, como la dedicada a su maestro Dukas: Piéce pour le tombeau de Paul Dukas,
publicada en Reveu Musicale en 1936, Fantasie burlesque, o Rondeau. En Visions de l’Amen, Messiaen dedica la parte de
Piano I a su mujer, la pianista Yvonne Loriod, mientras que él mismo sería el encargado de interpretar la parte del Piano II,
que es la encargada de llevar los temas y harmonías principales. La parte del Piano I, virtuosa y decorativa, dejaba brillar la
solidez pianística de su mujer.
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De vuelta a las Vingt Regards sur l'Enfant Jésus, ha de anunciarse que una “Regard”, aunque sea algo arriesgado de
traducir, podríamos decir que es una “mirada”, en sentido contemplativo, al Niño Jesús. Estas piezas representan diferentes
momentos católico-religiosos, donde el compositor intenta representar lo divino en música. Como una pieza arquitectónica,
queda dividida en dos mitades de diez piezas cada una, que sin embargo no siguen un orden cronológico.
El orden de los movimientos tiene una explicación numerológica en mucho de los casos, que obviamente, para Messiaen,
tenía un gran simbolismo. Regard Par Lui tout ete fait, regard número 6, representa los días de la Creación (Por Él todo es
hecho), la otra Regard que habla de la Creación es la número 12, dos veces 6, “La Parole toute Puissante”. Regard de la
Croix”, número 7,(el número perfecto) porque el sufrimiento de Cristo en la Cruz devolvió el orden que fue alterado por el
pecado, representa el sufrimiento de Cristo en la Cruz, y Regard 14, dos veces 7, son los ángeles que confirman en gracia.
Regard 9:Regard du Temps, representa los nueve meses de gestación maternal, mientras que Regard 18, (dos veces 9),
Regard de l’onction terrible, donde la divinidad es derramada sobre la humanidad con Cristo en la persona que es el Hijo de
Dios. Como vemos, no sigue un orden cronológico, sino que Messiaen ordena las piezas siguiendo otros criterios, como el
numerológico. Cabe destacar la importancia que para el compositor tenían los números y su significado.
Vingt Regards, dedicada a su mujer, la pianista Yvonne Loriod, tiene un lenguaje muy especial. Independientemente del
lenguaje de Messiaen, que es absolutamente único y personal, con sus modos de transposición limitada (una seria de
escalas ordenadas por el compositor y de las que se vale para componer), y su asociación de música y color: la sinestesia.
La sinestesia es la mezcla de varios sentidos: oír colores, ver sonidos, o percibir sensaciones gustativas al tocar un objeto
con una textura determinada. No es asociarlo o tener la sensación de sentirlo, sino sentirlo realmente. En el caso de
Messiaen, según qué modo de transposición limitada, cada uno tiene diferentes colores: dorados, azules o violetas son
colores bastante presentes en sus descripciones, aunque según el compositor, cada acorde le hacía ver un color diferente.
Vingt Regards sur l’Enfant-Jésus tiene temas que aparecen frecuentemente a lo largo de la obra. Estos temas aparecen en
el Prefacio (Note de l’auteur), donde Messiaen da ejemplos de los diferentes temas: Theme de Dieu ( Tema de Dios), que es
el más usado,está formado por cinco acordes, de los que los tres primeros son corcheas subrayadas, que nos llevan a un
acorde de negra acentuado para relajarse en otro acorde de negra al que está ligado; Thème de l’Etoile at de la Croix
(Tema de la estrella y la Cruz) una melodía en legato llena de cromatismos, y Thème d’accords (Tema de Acordes).
La obra está compuesta por veinte piezas:
I Regard du Père, II Regard de l’étoile, III L’échange, IV Regard de la Vierge, V Regard du Fils sur le Fils, VI Par Lui tout a
été fait, VII Regard de la Croix, VIII Regard des hauteurs, IX Regard du Temps, X Regard de l’Esprit de joie, XI Première
communion de la Vierge, XII La parole toute puissante, XIII Noël, XIV Regard des Anges, XV Le baiser de l’Enfant-Jésus,
XVI Regard de prophétes, des bergers et des Mages, XVII Regard du silence, XVIII Regard de l’Onction terrible, XIX Je dors,
mais mon coeur veille, XX Regard de l’Eglise d’amour.
Tres piezas anticipan a la Regard de la Vierge, con un tempo lento, la primera Regarde du Père anuncia el Tema de Dios
con los cinco primeros acordes (este tema se repetirá cada cinco obras, es decir, en la Regarde V, X, XV, XX). La segunda,
Regarde de l’étoile establece en Tema de La Estrella y la Cruz, que simboliza la vida de Cristo en la Tierra, y la tercera,
L’échange, inspirada en el terrible comercio humano-divino, entre Dios y la humanidad, con un crescendo contínuo que
Messiaen suele asociar a la Creación.
Los números IV y XI, Regard de la Vierge y Primera Comunión de la Virgen, son dos piezas extremadamente atractivas que
intentan plasmar la pureza de la Virgen María.
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Regard de la Vierge , número 4 (Regard de la Virgen) aparece junto al título de la obra, a modo de subtítulo: (Innocence at
tendresse…la femme de la Pureté, la femme du Magnificat, la Vierge regard son Enfant…) (Inocencia y ternura, la mujer de
la Pureza, la mujer del Magnificat, la Virgen mira al Niño).
La obra comienza con tempo Bien modéré, con la corchea a setenta y dos pulsaciones por minuto. Con un asterisco al
comienzo de la pieza que nos lleva a pie de página, nos indica que el canto debe salir de la mano derecha con las notas
sol,fa, mi, re, con las palabas Faites sortir le chant á la main droite: sol, fa, mi, ré.
En el Prólogo de la obra, bajo el título de la Regad IV el compositor añade: J’ai voulu exprimer la pureté en musique: il y
fallait une certaine force - et surtout beaucoup de naïveté, de tendresse puérile (Yo quería expresar la pureza en música,
había una cierta fuerza y mucha ingenuidad, ternura pueril). Esto ya sirve de mucha ayuda al intérprete, desde el prólogo, el
compositor describe en varias ocasiones con palabras lo que quería expresar en música.
Las palabras que encabezan la obra añadidas por Messiaen: pp tendre et naif, y justo debajo del primer sistema: la pureté
(es decir, pianísimo, tierno e inocente, y la pureza) ya dicen mucho de esta obra, que comienza con un tema que sin duda
evoca las citadas palabras. La forma musical de esta “Mirada” es rondó: A B A C A (B+C) A Coda.
El tema A (compases 1-15) es la célula principal de la obra. La ligadura en cada dos notas da el carácter de ternura, siempre
haciendo hincapié en que la segunda nota es más suave que la primera. Dada la exaltación de poner tantas ligaduras en
dos corcheas a lo largo de la obra, cabe resaltar que es fundamental realizar dicha acentuación. El ritmo cambia del primer
al segundo compás, al que añade una semicorchea, en vez de la corchea del compás 1 (es decir, este compás cuenta con
una semicorchea más, haciendo, desde el compás segundo, que sean asimétricos los compases). En los siguientes
compases, números tres y cuatro, se repite exactamente lo anterior, pero en el compás 5 el ritmo es continuado, y,
respetando los mismos intervalos, presenta una sensación de cadencia al final del compás. Estos cinco compases se repiten
dos veces más, es decir, en los compases 6 al 10, y del 11 al 15, aunque en este último la cadencia es más alargada, con
un valor de blanca.
La sección B (compases 16-24) tiene un tempo diferente: Plus vif (mas vivo, animado).La corchea es tiene ahora un valor de
104 pulsaciones por minuto. La tesitura es al igual distinta, bastante extrema, que va del registro agudo del piano al más
grave. En el compás 24 aparece la cadencia y disonancias que nos llevan nuevamente al tema A (compases 25-34), que se
repite exactamente igual que la vez anterior, volviendo al tempo Bien modéré, con 72 corcheas por minuto.
En el compás 35 comienza la nueva sección C,(corchea=104 pulsciones por minuto) que va hasta el compás 62. La música
aquí cambia, y encontramos nuevos elementos como el trémolo del compás 37 (es decir, la alternancia de la octava mi b de
la mano derecha) donde Messiaen además añade: staccato percuté, comme un xylophone (muy corto y percutido,como un
xilófono). En el compás siguiente, aparece escrito sobre la música y entre paréntesis “oiseau” (pájaro), la otra gran pasión e
inspiración del compositor, junto a la religión. En este caso (oiseaux) el piano imita el canto de un pájaro, en el registro más
extremo del piano, con ritmos vivos y apoyaturas. La sección C comienza con un tema en la mano izquierda (compases 35 a
37), que será usado y desarrollado posteriormente. Este tema se presenta con un acompañamiento rítmico ostinato en la
mano derecha. El tema, que comienza con un Do# se interpreta con un ritmo diferente en las octavas de los compases 4546, y 52 a 55, y los intervalos usados son constantemente los mismos a lo largo de esta sección.
Las palabras “trés tendre” (muy tierno) en la voz superior, y “tendre” en la voz inferior, anuncian nuevamente el tema A.
(compases 63 a 75),con un tempo de 63 corcheas por minuto. Esta vez, dos temas sonarán simultáneamente con un tempo
algo más pausado: Trés modéré, en lugar del Bien modéré de la sección A, o el Modéré de la C. En el compás 64 el tema
principal del principio de la obra sonará junto al tema de la sección C en la voz superior. Con ligeros cambios de ritmo y
algunos intervalos, pero con su esencia, y claramente con su misma idea.
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La forma rondó contiúa con una nueva sección formada por B y C juntas en un tempo animado (Plus Vif, compases del 76 al
86), conecta con la última sección A de la obra (compases del 87 al 94), que esta vez se presenta más corta, y con las dos
melodías también yuxtapuestas.
En la Coda (compases del 95 al 102), Messiaen usa elementos combinadosde las diferentes secciones. El tema de la
sección C es aquí especialmente desarrollado, incluso en las últimas cinco notas. Encontramos también recursos como
“staccato percuté, comme un xylophone” (muy corto y percutido, como un xilófono), y “oiseax” (pájaro), que crean unas muy
contrastantes idas musicales en tan sólo ocho compases. Las ideas musicales en general en Messiaen, y en particular en
esta pieza, se yuxtaponen constantemente.
Otra obra vinculada a la Regard IV, Regard de la Vierge (Mirada de la Virgen), es la Mirada que comienza el segundo bloque
arquitectónico de esta monumental obra, estando relacionadas entre sí por la descripción de la Pureza de la Virgen María;
ésta es Regard XI: Primera Comunión de la Virgen. Estas dos piezas están separadas por cinco Regards, dos de las cuales
son, junto a la número XX, las más complejas técnicamente: Regard VI, y Regard X.
Regard XI. Premiére Communion de la Vierge. (Primera Comunión de la Virgen).
Encontramos bajo el título de la obra el siguiente texto, entre paréntesis:
(Après l’Annonciation, Marie adore Jésus en elle...mom Dieu, mon fils, mon Magnificat!_mon amour sans bruit de paroles…);
Esto es:
(Después de la Anunciación, María ama a Jesús en ella...mi Dios, mi hijo, mi Magnificat!_mi amor sin el sonido de las
palabras…)
En el Prólogo general de la obra además encontramos el siguiente texto del compositor:
Un tableau oú la Vierge est représentée à genoux, repliee sur elle-même dans la nuit, une aurèole lumineuse surplombe ses
entrailles. Les yeux fermés, elle adore le fruit caché e n elle. Ceci se passe entre l’Annonciation et la Nativité: c’est la
première et la plus grande de toutes les communions
Thème de Dieu, ¨ ...volutes douces, en stalactites, en embrassement intérieur. Rappel du thème de ¨ la Vierge et l’Enfant¨ de
ma ¨Nativité¨ . Magnificat plus enthousiaste. Accords spéciaux et valeurs de 2 en 2 dont les pulsations graves représentent
les battements du coeur de l’Enfant dans le sein de sa mère. Evanouissement du thème de Dieu.
Con esta obra, la número once, comienza la segunda mitad de esta obra aquitectónica formada por las veinte piezas para
piano solo “Vignt Regards sur l’Enfant-Jésus” (Veinte miradas sobre el Niño Jesús), y es otra obra de las piezas de este ciclo
dedicada la Virgen María, al igual que la analizada anteriormente, la Regard de la Vierge (IV).
El “Tema de Dios” es el principal motivo musical de la obra. Este Tema de cinco acordes lo encontramos desde el comienzo
de esta monumental obra, es decir, desde la Regard I, repitiéndose en las Regardes V, VI, XX, XI,XV y XX. En el lenguaje
aparece de forma continuada el uso de la segunda transposición limitada: una serie de sonidos ordenados por Messiaen.
Haciendo referencia a la importancia de la numerología para el compositor, hace uso de números primos a lo largo de la
composición.
La obra comienza con el “Tema de Dios”, por primera vez en si bemol, en la mano izquierda, acompañado de once fusas
(número primo) en la derecha, a lo que además el compositor añade “p” (piano, suave) e “intérieur” (interior) con un tempo
lento (Trés lent, corchea a 50 pulsaciones por minuto), y pianísimo y legato en el acompañamiento de la mano derecha. El
segundo compás presenta un “tendre” (tierno) contrapunto en notas dobles. Estos dos compases se repiten exactamente
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iguales, y el tema se vuelve a repetir en los compases 5 y 6, pero el acompañamiento esta vez varía, realizando unos giros,
que descienden en intervalos de cuarta justa, comenzando con un grupo de fusas (el primero) seguido de fusas también,
pero en septillo esta vez. Cada dos grupos de estas fusas equivale a una corchea, que deberá seguir en tempo de 50
pulsaciones por minuto en el metrónomo.
Los pájaros, presentes en muchas de las “Regads”, así como en otras composiones de Messiaen, son el contrasujeto que
acompaña al “Tema de Dios” en los compases 7 y 8. Este motivo de cinco notas es repetido once veces (número primo). En
canto de pájaros cada vez se encuentra más presente en la obra del compositor a lo largo de su trayectoria, pasando de un
simple adorno, a ser una voz principal. El tempo varía también en esta sección: Un peu plus lent (un poco más lento), la
corchea a cuarenta pulsaciones por minuto. El compositor nos ayuda a comprender el canto de este acompañamiento con la
palabra oiseaux (pájaro).
El “Tema de Dios” aparece con el tempo inicial, nuevamente, en el compás 9, pero diferente de la primera vez en su final,
acabando la cadencia con resonancias graves en el compás 16, así como en el constante contratiempo del acompañamiento
al Tema de Dios, con la mano derecha. Este registro extremadamente grave del compás 16 contrasta con lo que vendrá
después, donde la mano derecha bajará en las octavas más agudas del teclado una secuencia de acordes únicas del
lenguaje de Messiaen (compás 17). Aquí, además, añade: Rappel de “la Vierge et l’Enfant”,(Recuerdo de la Virgen y el Niño)
cita de La Nativité de Seigneur, (obra de 1935, para órgano.)
Una nueva sección comienza en el compás 21, con el “Tema de Dios” en un ritmo diferente, y una nota pedal (re) en la
mano derecha. En la partitura se menciona el Magnificat, oraciones a la Virgen María, de esta vez un rezo muy entusiasta,
con la fuerza del ritmo tanto en la nota pedal como en la mano izquierda, y el tempo modificado nuevamente, mucho más
rápido que las secciones anteriores, la corchea esta vez a cientro treinta y ocho pulsaciones por minuto. Piere Boulez dijo
que Messiaen no compone, yuxtapone. Esta yuxtaposición, que también encontramos en la obra de Claude Debussy, es
quizá uno de los motivos por lo que a los pianistas resulte complicado la interpretación de estos compositores: hacer una
sola obra, con un sentido de continuidad, y no un pequeño pasaje, pegado con otro pequeño pasaje. El sentido de
continuidad y de conseguir interpretar una sóla pieza es una búsqueda constante para los músicos.
Esta sección se reexpone (compases 29 al 34) con el “Tema de Dios” presente, con efecto de ralentización y valores
mayores. La cadencia del compás 34 (re-fa-re) nos lleva a una cadencia mayor, formada por pasajes de escalas
ascendentes y descendentes rapide,( es decir, rápido), pero sin olvidar que este “rápido” tiene delante la palabra Rubato.
Estas escalas crean efecto en el “Tema de Dios”. La cadencia del compás 36, tanto la primera parte del compás como la
última (en cadencia perfecta V-I, la b- re), nos dejan clara la tendencia de esta obra hacia re, por si hasta ahora teníamos
alguna duda. Encontramos nuevamente el “Tema de Dios” en el compás 37. El ritmo ostinato de los compases 39 al 41,
mientras mantiene las mismas notas del acorde en las octavas de la mano izquierda, el acompañamiento parece deseperar,
con unos saltos progresivamente mayores.
Una pequeña coma nos permite dar un respiro y limpiar el pedal después del arpegio en crescendo del compás 42 y antes
de los acordes y apoyaturas del compás 43. Éstos anuncian una nueva sección, que no es tonal. Del compás 47 al 51
encontramos una secuencia de valores ordenados en números primos, formados por la primera figura de cada compás,
comenzando por la corchea del compás 47. 1-3-5-7-11 (si contamos el valor de la primera figura de cada compás, que lleva
un esforzando, y aumenta progresivamente). Además, si nos fijamos en la forma del compás 43 al 52, los compases quedan
divididos en tres grupos, el primero es el compás 43, el segundo lo forman los compases 44, 45, y 46, y el tercero los
compases 47 al 51, que, de nuevo, están ordenados en grupos de 1 compás, 3, y 5 compases (¡y, nuevamente números
primos!). La numerología corre sin duda un papel fundamental en la vida de Olivier Messiaen, y normalmente el músico no
sabe hasta qué punto es analizable la importancia de los números en sus composiciones. De forma anecdótica, se comenta
que incluso la fecha de nacimiento y muerte de Olivier Messiaen 1908-1992 tiene un equilibrio y simetría (ocho años tras
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comenzar el siglo XX, y ocho años después), y que justo en la mitad de su vida, 1950, cambia el estilo de composición, “A
vangard”, de 1950 a 1965.
Es interesante lo que continuación, desde el compás 53 ocurre: el valor del grupo de notas va aumentando añadiendo dos
semicorcheas al grupo de notas, desde 1-3 a 13-15, tal y como aparece escrito en la partitura, lo que significa que cada
compás tiene una duración mayor que el anterior. Si en el compás 53 encontramos una semicorchea seguida de una
corceha con punitllo, el valor es de una semicorchea a tres semircorcheas, que es a lo que se refiere Messiaen con valores
de dos en dos, escrito en la partitura (Valeurs de 2 en 2, de 1-3 à 13-15). Seguidamente, en el compás 54, encontramos una
corchea y una negra, que equivalen a dos semicorcheas y a cuatro semicorcheas, completando así los valores 1-3, en el
compás 53, y 2-4 en el compás 54. Cada compás va a tener, siguiendo esta lógica, un valor de semirchea añadido a cada
una de sus figuras, es decir:
-compás 54: valores 3-5.
-compás 55: valores 4-6
-compás 56: valores 5-7
-compás 57: valores 6-8
-compás 58: valores 6-8
-compás 59: valores 7-9
-compás 60: valores 8-10
-compás 61: valores 9-11 **
-compás 62: valores 10-12
-compás 63: valores 11-13
-compás 64: valores 12-14
-compás 65: valores 13-15
( ** a partir del compás 61 el compositor escribe el número del valor en cada compás, comenzando con el número 9. Hemos
de tener cuidado al numerar los compases, pues puede dar pie a confusión según están dispuestos en la partitura, dada la
longitud de cada compás a partir del compás 61).
El ostinato de la mano izquierda que comienza en el compás 61 y va hasta el compás 65,(fa natural) representa los latidos
del corazón del Niño Jesús, como bien expone la partitura Battements du coeur de l’Enfant. Usualmente escuchamos más
rápido de lo debido en las grabaciones o conciertos este ostinato, pues debe imitar al ritmo cardíaco. Los arpegios
ascendentes que preceden los acordes van más lentos hacia el final del pasaje, tal y como aparece en la partitura: les peties
notes plus lentes.
Finalmente, la Coda de “La Primera Comunión de la Virgen”, compases 68 a 75, queda dividida en dos partes. La primera,
compases 68 y 69. El compás 68 está formado por grupos de 12 semifusas que derivan del compás 1, mientras que en el
compás 69 aparecen silencios, pero se debe mantener las resonancias anteriores hasta el silencio de corchea con calderón.
La segunda parte de la coda son los compases 70 al 75, y es la última vez que aparece el “Tema de Dios” es en un
contrapunto de dobles notas, que también nos recuerda al principio de la pieza, difuminándose hacia el final de la partitura.
Las palabras escritas por Messiaen al final de la obra: “intérieur” (interior), y “Embrassement intérieur” (abrazo interior, se
entiende como al Niño Jesús en el vientre de su madre), nos ayuda a entender este final.
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Conclusión
Aunque no he pretendido hacer un análisis armónico exhaustivo de estas dos “Miradas” de Olivier Messiaen, espero que
este artículo sirva como acercamiento a su obra en general, y a las miradas IV y XI en particular (Regard de la Vierge y
Primera Comunión de la Virgen), y que sirva al pianista como guía y ayuda a comprender mejor las piezas y su lenguaje. Es
preciso fijarnos muy atentamente a la partitura y descifrar todo lo que en ella está presente, ya que tenemos la suerte de que
en estas obras, y en esta época, a diferencia de épocas anteriores como Barroco y Clasicismo, el compositor escribe
prácticamente todo lo que quiere de la música y el intérprete debe remitirse a estas indicaciones, hasta sentirlas casi como
suyas.
Olivier Messiaen es uno de los grandes compositores de la Historia de la Música (el más influente compositor de obras para
piano nacido el en siglo xx según muchos entendidos). Consiguió un lenguaje único y personal, hasta el punto de que tan
sólo al escuchar un acorde de cualquiera de sus obras para piano, podríamos reconocer su autoría. Esta gran obra que es
Vingt Regards sur L’Enfant-Jésus demuestra la gran originalidad del lenguaje del compositor, donde la música religiosa es,
unas veces de una simplicidad conmovedora, otras de gran virtuosismo pianístico. Estas dos obras dedicadas a la Vírgen
María y aquí analizadas, son dignas de un estudio profundo, así como de ser apreciadas por su belleza artística.
Bibliografía
Barenboim, Daniel
1992 Daniel Barenboim. Una vida para la música
Javier Vergara Editores, Buenos Aires
Boulez, Pierre
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(Traducción al castellano de Eduardo J. Prieto)
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1981 Historia General de la música. El siglo XX
Editorial Alpuerto, Madrid
Messiaen, Olivier
1947 Vingt Regards sur l´Enfant - Jésus
Editions Musicales Durand, Paris.
Autoría
· Damiáin Ignacio Clemente Estupiñán
· Las Palmas de Gran Canaria.
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